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Adoración Nocturna “...Y Yo, Yo cuando cuandosea sea elevado de la tierra, atraeré a todos hacia mí” Jn 12, 32 Monición entrada: Nos encontramos de nuevo reunidos en el nombre del Señor, el Señor de la creación, de la vida, de nuestro mundo, el Señor del universo. Pongámonos delante de Él, en verdad y transparencia y pidámosle que nos ayude a entregar nuestro tiempo, nuestro silencio, que ilumine los ojos de nuestro corazón para que podamos ver la luz de Su presencia aquí y ahora... Canto de Exposición: ENSÉÑANOS A ORAR SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR, A HABLAR CON NUESTRO PADRE DIOS. SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR, A ABRIR LAS MANOS ANTE TI. Orar con limpio corazón que sólo cante para ti, con la mirada puesta en ti, dejando que hables, Señor. Orar buscando la verdad, cerrar los ojos para ver, dejarnos seducir, Señor, andar por tus huellas de paz. Orar hablándote de ti, de tu silencio y de tu voz, de tu presencia que es calor, dejarnos descubrir por ti. Orar también en sequedad, las manos en tu hombro, Señor. Mirarte con sinceridad. Aquí nos tienes, ¡háblanos! Justo antes de morir y ser elevado, Jesús habló de su muerte y dijo que atraería todo a Él. Después llegó la cruz, signo de escándalo y contradicción para el mundo. Pero como Él dijo, desde allí sigue atrayéndonos. ¿Quién es Jesús? ¿Qué hace que su mensaje sea tan actual, qué poder es ese que supera todas las épocas, más influyente que todas las modas? Cuando parece que Dios no interesa a nadie, Él sigue estando ahí, en medio de nuestros caminos... seduciendo y atrayendo “con cuerdas humanas, con lazos de amor”. Escuchamos “Dios es Amor” (1 Jn 4). Dios tiene un respecto profundo por nuestra libertad y no se sirve de medios modernos de marketing, de campañas o estrategias disimuladas para conseguir nuestra atención para entrar en nuestras vidas. Se acerca como siempre lo ha hecho por el lenguaje del amor. Él nos habla al corazón, es su manera de seducirnos. “Por eso yo voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré al corazón. Allí le daré sus viñas, convertiré el valle de Acor en puerta de esperanza, y ella responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto. Y sucederá aquel día - oráculo de Yahvé - que ella me llamará: «Marido mío», y no me llamará más: «Baal mío.» Yo quitaré de su boca los nombres de los Baales, y no se mentarán más por su nombre. Haré en su favor un pacto el día aquel con la bestia del campo, con el ave del cielo, con el reptil del suelo; arco, espada y guerra los quebraré lejos de esta tierra, y haré que ellos reposen en seguro. Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y en derecho en amor y en compasión, te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahvé. (Os 2, 16-22) Silencio Cantamos : BENDICE ALMA MÍA AL SEÑOR BENDICE, ALMA MÍA, AL SEÑOR, DEL FONDO DE MI SER SU SANTO NOMBRE. BENDICE, ALMA MÍA, AL SEÑOR, AL SEÑOR. Él te corona de amor y de ternura, Él satura de bienes tu existencia. El Señor es compasivo y misericordioso, es el Señor del amor. Por siempre la gloria de Yahvé, mientras viva cantaré. Yo en Yahvé tengo mi gozo, yo en Yahvé tengo mi vida. Por siempre cantaré: ¡Gloria! Amar a Dios es, por tanto un viajar con el corazón hacia Dios. Un viaje bellísimo. De muchacho me entusiasmaban los viajes narrados por Julio Verne pero los viajes del amor de Dios son mucho más interesantes. El amor a Dios es también viaje misterioso, uno no lo emprende si Dios no toma la iniciativa primero. Nadie- dice Jesúspuede venir a mí si el Padre que me ha enviado no lo atrae. Se preguntaba San Agustín “... y entonces ¿ donde queda la libertad humana? Pero Dios que ha querido y construido esta libertad, sabe cómo respetarla aun llevando los corazones al punto que Él mismo se propone, Dios atrae no sólo de modo que tú mismo llegues a quererlo, sino hasta de manera que gustes de ser atraído.” (Texto de Juan Pablo II) Silencio Proyección Salmo de las Bienaventuranzas de la solidaridad (Rezamos a dos coros) Felices los que siguen al Señor por la senda del buen Samaritano. Los que se atreven a andar tras sus pasos, a superar las dificultades del camino, a vencer los cansancios de la marcha. Los que, al andar, van trazando sendas nuevas para que otros sigan, entusiasmados, y continúen la obra del Señor. Los que, atentos y presurosos, cambian su ruta para salir al encuentro del Señor vivo en el que sufre, tan presente en estos tiempos, tan cercano para algunos, para otros tan lejano. Felices los que dan la vida por los demás, los que trabajan duro por la justicia anhelada, los que construyen el Reino desde lugares remotos. Los que, anónimos y sin primeras planas, entregan su vida para que otros vivan más y mejor. Los que con su diario sacrificio abren huellas de humanidad nueva en un mundo mellado por el egoísmo neoliberal del "dios-mercado". Felices los que caminan juntos, en búsqueda comunitaria del Reino de Vida Nueva y Fraternidad Realizada. Los que se ayudan en las buenas y en las malas, los que aprenden que más pueden dos juntos que uno solo. Felices TODOS los que piensan primero en el hermano y que encuentran su alegría y el gozo y el sentido de la vida en trabajar por los demás y por el Reino y por el Señor vivo en medio nuestro. Olvidado, marginado, solo y abandonado en los rostros de jóvenes, de indígenas, de ancianos, de mujeres solas, de desempleados y de tantos otros Felices TODOS los que trabajan por los pobres, desde los pobres, junto a los pobres, con corazón de pobre, contemplando a diario la hermana muerte temprana, injusta, dolorosa, en los rostros de los niños olvidados, sin salud, ni educación, ni juegos Felices los que viven solidarios, dejando el asfalto limpio y prolijo para caminar los senderos pedregosos, polvorientos que entran al mundo de los que no cuentan en los números o estadísticas, de los ministerios de turno. Felices los que aman al hermano concreto; los que no se van en palabras sino que muestran su amor verdadero en obras de vida, de compañía y de entrega sincera. Felices los que enseñan, los que intentan que todos aprendan sin distinciones de color, piel o dinero. Felices los que comparten sus bienes, Dones-regalos del Buen Dios, para vivir como hermanos y demostrarlo en la práctica. Los que no guardan con egoísmo sino que brindan y comparten. FELICES , LOS QUE VIVEN EL MANDAMIENTO PRIMERO QUE ES AMAR A DIOS EN EL HERMANO. (Marcelo A. Murúa) Oración del pobre...(continuamos el salmo con la frase que más no ha tocado...) Escuchamos Del Santo evangelio según san Mateo 25, 34-40 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas todas las naciones y él separará a los unos de los otros como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?» Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." Y entonces dirá a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. " Entonces también éstos contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él replicará: "Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo." Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.» En el Evangelio hemos oído a Jesús llamar a su lado a los ciudadanos del Reino. Peregrinos hacia él, la Eucaristía nos ayuda a irnos conformando con su ley fundamental, la del amor. Cantamos Ubi caritas et amor, ubi caritas Deus ibi est: cada tres frases Eucaristía es escuchar el eco de la Naturaleza. De toda la creación y hacerlo alabanza. Eucaristía es tomar la tarea entre las manos y transformar la realidad. Eucaristía es todo gesto de amor desinteresado, que defiende para mantener la armonía del universo. Eucaristía es la propia existencia recibida con gratitud y entregada como servicio. Eucaristía es silencio de lo que hiere y palabra de lo que anima. Eucaristía es acudir a curar las heridas sin pararse a pensar que uno también las tiene. Eucaristía es consciente asociación a la vida de Cristo. Eucaristía es no olvidar nunca que somos de los que comparten el pan roto de la Cena del Señor. Eucaristía es sentarse a la mesa de los humildes y convertirla en liberación y fiesta. Eucaristía es mantener la comunión con la Creación, con la humanidad, con Dios. Eucaristía es solidarizarse con los que sufren. Eucaristía es agachar la cabeza en adoración ante lo que es misterio. Eucaristía es apostar por la donación total. Eucaristía es vivir la esperanza de la propia resurrección. Eucaristía es la alianza con toda la realidad, hecha confesión de fe. Eucaristía es todo gesto de amor. Oración final ( rezamos juntos) Lo más importante no es que yo te busque, sino que tú me buscas en todos los caminos (Gen.3,9) ; que yo te llame por tu nombre, sino que el mío está tatuado en la palma de tu mano (Is. 49,16) ; que yo tenga proyectos para ti, sino que tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro (Mc. 1,17) ; que yo te comprenda, sino que tú vives en mi, y te expresas a tu manera (2 Cor. 4,10) ; que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas, sino que tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas (Jn 13,1). Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte,... si tú, no me buscas, llamas y amas primero? El SILENCIO AGRADECIDO, ES MI ÚLTIMA PALABRA, y mi mejor manera de encontrarte. (Benjamín González Buelta ) Canto de reserva: Te buscaré en las calles al pasar, me encontraré contigo en quien no espere y al vivir la vida que me des nunca será ajena a ése que halle. Te pediré que sepa unirme a ti en cada ser que el mundo ha despreciado y jamás se me podrá olvidar que en todos Dios presente y vivo estás. ¿Y a mí como me ha atraído Dios, como me ha hablado al corazón...soy capaz de reconocer su voz, su mirada, su abrazo...que cosas me atraen...que cosas me mueven?