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Declaración de Atenas contra la UE El Foro Internacional AntiUE avanza con el encuentro celebrado en Atenas los días 26-28 de junio. Nuestro objetivo es la proliferación de fuerzas populares y de la izquierda que luchan por la transformación social, que se coordinan mediante el foro antiUE, así como la proliferación de luchas contra la UE para la retirada de los estados europeos de la Eurozona y la UE imperialista. 1. Siete años después del estallido de la crisis financiera, vemos que la Unión Europea se está volviendo aún más reaccionaria, antipopular y neoliberal. La austeridad es la receta paneuropea y no se permite a nadie cuestionarla. Las políticas más antipopulares están hoy grabadas en la bandera de la UE y la constitución europea. No es una simple coincidencia. El neoliberalismo, la austeridad, la cancelación de los derechos sociales, la degradación del mundo del trabajo están profundamente grabadas en la naturaleza de la UE. La Unión Europa estuvo en el centro de la crisis mundial y ha probado una vez más que no puede cambiar, ser reformada o mejorada. Al contrario, los estados miembros de la UE están imponiendo políticas cada vez más duras para la mayoría social y cada vez más favorable para los bancos, las grandes corporaciones y la oligarquía. Poner nuestra “esperanza” en una próxima recuperación y la salida de la crisis financiera ocultaría el hecho de que todas las políticas del BCE y la Eurozona (el paquete de Draghi, el paquete de Juncker, el Pacto Fiscal) están simplemente posponiendo la crisis hasta un episodio más grave en los próximos años. 2. Las estadísticas oficiales respecto a pobreza, desempleo y exclusión social están todas en aumento. Las desigualdades sociales están creciendo. La inseguridad en el empleo está empeorando. Los salarios se estancan y en realidad están devaluados. Los derechos democráticos están siendo eliminados. La soberanía nacional y popular está siendo reducida. La brecha entre los líderes de la UE y los pueblos, que están siendo destruidos social y financieramente, se está ampliando. En la Unión Europea de hoy no queda nada que recuerde el legado de la Ilustración europea, el estado del bienestar, la protección social, la democracia liberal, la amistad y la cooperación entre los pueblos. Las clases trabajadoras y las naciones europeas no tienen nada que perder, al contrario, ya han perdido mucho y perderán aún más si siguen la catastrófica vía única de la UE. 3. Las políticas permanentes de la Unión Europea son las de un duro y rígido neoliberalismo: privatizaciones, austeridad, desregulación financiera, ataques contra la fuerza de trabajo, apoyo al capital, subvenciones empresariales, disminución del sector público y una provisión reducida de servicios sociales. Estas políticas están en el núcleo de la UE y no pueden ser reformadas. Son impuestas con o sin consenso social: mediante el chantaje financiero y la amenaza constante de suspensión de pagos. Ya ni siquiera queda el pretexto democrático del consentimiento voluntario de los parlamentos nacionales. Bajo el pretexto de la sostenibilidad de los bancos y de seguir siendo parte de la eurozona, los líderes de la UE están chantajeando a los pueblos de Europa para mantenerlos en el matadero de la integración europea. 4. Junto a las desigualdades sociales, siguen aumentando las desigualdades entre los países. Estados poderosos y débiles, estados que chantajean a otros y estados que son chantajeados, definen la imagen de la Europa de hoy. La soberanía popular es erradicada y la soberanía nacional es minada por el capital supranacional. El objetivo de mantener la competencia lleva a un procedimiento exterminador para los países más débiles y la convergencia cede su puesto a la divergencia. La UE tiene todas las características de una union imperialista: contrastes y competencia, represión social y nacional, la supervivencia del más fuerte impuesta utilizando modernos medios financieros, las regulaciones inflexibles de la UE, la burocracia de Bruselas, así como del Banco Central Europeo, que es independiente tanto de los gobiernos como de los parlamentos. 5. El euro es la herramienta más importante para la subordinación de los estados y pueblos de Europa. Es por su naturaleza una moneda neoliberal, puesto que está basada en las disposiciones neoliberales a machamartillo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Como ha mostrado la reciente crisis de la deuda pública, especialmente para los estados periféricos de la Unión, ser miembro de la Eurozona equivale a la completa cesión de todas las herramientas de política financiera a la burocracia en Bruselas y a la dictadura de los bancos. El euro es por tanto más que una moneda. Es la consolidación del neoliberalismo duro en los estados miembros de la Eurozona. Permanecer en la Eurozona prolonga los callejones sin salida sociales, aumenta las desigualdades nacionales y equivale a la destrucción de la clase trabajadora. 6. La ausencia de una alternativa constituye el dogma central de la Unión Europea. Los partidos socialdemócratas y laboristas aceptaron pronto la hegemonía neoliberal, introduciendo políticas esencialmente idénticas a las de los partidos conservadores, derechistas y cristianodemócratas. La participación de la izquierda comunista y radical en tales gobiernos demostró ser desastrosa para las clases populares, difuminando al mismo tiempo la división histórica entre izquierda y derecha. El marco de la UE nunca permitió ningún cambio político que beneficiase a las clases populares. Al mismo tiempo, el apoyo tanto a la UE como al euro por parte de la gran mayoría de partidos de izquierda radical y comunistas dejó el paso libre para el ascenso de la extrema derecha y de partidos populistas y de tendencias fascistas, quienes han intentado enmascararse como supuestos campeones de la independencia y la dignidad nacional contra la destrucción social y económica traída por la UE. Estos partidos son también los que aparecen como más euroescépticos y críticos con la integración europea. Esto puede explicar su gran crecimiento en los últimos años. 7. La innegociable política europea de austeridad, restricción financiera, primacía del mercado y de los intereses capitalistas ha quedado claramente demostrada en el caso del nuevo gobierno griego. A pesar de sus declaraciones de mover Grecia (y a Europa entera) a la izquierda, y a pesar de haber sido elegido con una plataforma antiausteridad y antimemorandos para terminar con la austeridad y poner fin a las políticas de los “Memorandos”, el gobierno de SYRIZA intentó llegar a un compromiso con la UE. Aceptó los principios básicos del programa de austeridad de la Troika con privatizaciones, recortes de la seguridad social, recortes de salario, aumentos de los impuestos indirectos que golpeaban a las clases más pobres. Aceptó superávits fiscales presupuestarios que agravan la depresión económica y profundizan la austeridad. El gobierno griego, enredado en su mito de soluciones progresistas dentro de la UE, ha fracasado al retar este marco, no luchó por la salida y la desvinculación de Grecia de la UE y condenó a Grecia a seguir las políticas neoliberales. Sin embargo, incluso está versión mejorada del programa de austeridad de la Troika era inaceptable para la UE. El estallido de descontento popular contra estas capitulaciones obligó al gobierno de SYRIZA a romper las negociaciones y convocar un referéndum contra las propuestas de la Troika. El referéndum representa una oportunidad muy importante para un voto masivo de NO, no solo a las propuestas de los acreedores sino también al euro y la UE y para enviar un mensaje de esperanza y de lucha por toda Europa. 8. Necesitamos un programa en nombre de los derechos de los países, los pueblos y las clases trabajadoras: I. Salida de la eurozona, imposición de barreras a los flujos de capital, políticas de control de precios. II. Redistribución radical de los ingresos y la riqueza en favor de las clases trabajadoras, campesinas y medias y contra el gran capital. III. Planificación económica social por parte del estado, reconstrucción productiva, nacionalización de los bancos y de las empresas estratégicas. Mejora de los servicios de salud pública, seguridad social, servicios públicos, medio ambiente. IV. Recuperación de la soberanía popular y social. Abolición de cualquier regulación, institución y ley que elimine la posibilidad de que el pueblo decida. V. Negación y cancelación de la deuda pública. VI. No al acuerdo TTIP. VII. No a las políticas imperialistas de la UE y la OTAN contra los pueblos. Solidaridad con el pueblo en lucha en el Donbás, Ucrania. Solidaridad con las luchas antiimperialistas por la liberación nacional en Oriente Medio. VIII. Salida de organizaciones supranacionales que mantienen el status quo neoliberal como la OTAN, el FMI, el Banco Mundial, la OMC y por supuesto la Unión Europea y la Eurozona. 9. El Foro Internacional AntiUE que tuvo lugar en Atenas está comprometido con un mayor desarrollo de iniciativas de coordinación entre movimientos, frentes, partidos políticos y organizaciones que luchan contra la Unión Europea. Una iniciativa de este tipo para los próximos meses podría ser trabajar hacia una campaña paneuropea llamada “La UE disuelve Europa-Disolvamos la UE” que se concretará en la próxima reunión del Foro Internacional AntiUE que se organizará en el invierno de 2015-2016.