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Una lectura ecológica
del poema “Ode to the West Wind” de Percy Bysshe Shelley
Romina Vargas
(estudiante F. Lenguas. UNC.)
RESUMEN
En la contemporaneidad Percy Bysshe Shelley (1792-1822) ha sido considerado un poeta protoecológico. El objeto del presente trabajo es abordar “Ode to the West Wind” desde una
perspectiva ecológica y poner en evidencia que en este poema Shelley maneja los conceptos de
lo que hoy llamamos, ecosistema, bioesfera, flujo de energía, y sustentabilidad.
En la poesía “Ode to the West Wind,” “Oda al Viento del Oeste,”1 Shelley le atribuye al
Viento una fuerza tanto preservadora como destructora, para asociarlo finalmente a la palabra
profética y liberadora del poeta.
“Oda al Viento del Oeste” fue escrito en 1819, pero se publicó en 1820 en la obra
Prometeo Liberado. Shelley adjunta allí unas notas en las cuales explica que el poema fue
concebido en un bosque que rodea al Arno, cerca de Florencia, un día en que el viento
tempestuoso, a la vez agradable y vigoroso, recolectaba los vapores derramados por las lluvias
otoñales. Durante el ocaso, Shelley se impresionó por el cambio estacional, el pasaje hacia el
otoño. Siguiendo a Harold Bloom podemos decir que en este poema Shelley observa en este
Viento indicios de una destrucción creativa que afectará tanto al mundo natural como al mundo
humano al barrer hacia el invierno todo vestigio del pasado, pero al mismo tiempo traerá consigo
otro Viento, el de la Primavera siguiente.
En la primera estrofa Shelley describe el efecto natural que produce el Viento del Oeste
sobre las hojas muertas del otoño. Al comienzo, el poeta se dirige al Viento en una súplica,
mezcla de esperanza y desesperación. Según Bloom, el Viento es una “invisible presencia” que
arrastra las hojas muertas a su extinción inminente, pero las semillas que aún tienen vida, serán
transportadas hacia la preservación de un sueño de Invierno que luego les permitirá ser
despertadas por la Primavera. El viento primaveral es, en este poema, una trompeta que
despertará la tierra y traerá consigo la fructificación. Al término de esta estrofa, Shelley
confronta al Viento para que lo escuche, y repite esta fórmula en las siguientes dos estrofas:
“¡escucha, Oh, escucha!” Shelley considera al Viento del Oeste “destructor” ya que arranca de
los árboles, los últimos signos vitales, y también lo considera “preservador” por esparcir y
resguardar las semillas hasta la próxima estación.
En la segunda estrofa, Shelley examina las consecuencias del Viento del Oeste en el cielo.
De acuerdo a Bloom, “las retorcidas ramas del Cielo y el Océano” son las nubes más altas;
mientras que las nubes sueltas que están por debajo, son esparcidas por el Viento, al igual que las
hojas muertas. Aquí surge un paralelismo con la estrofa anterior: los cielos se asemejan al
bosque, ya que perecen y sucumben ante el Viento destructor. Las nubes son obligadas a estallar
en fuego, lluvia y granizo debido a que se encuentran aprisionadas bajo la cúpula de la noche
ennegrecida.
La traducción “Oda al Viento del Oeste,”texto sobre el cual yo he trabajado y que figura en el apéndice de este
escrito pertenece a Edgardo Russo y Pablo Gianera y está tomada de La Compañía Visionaria:Lord ByronShelley,de Harold Bloom,libro cuyas características editoriales detallo en la Bibliografía.
1
Asimismo, observamos que la paz y belleza del medio ambiente situado en el Mar
Mediterráneo son deshechas por este Viento arrollador. En la tercera estrofa, el poeta
proporciona detalles sobre la vegetación que contempla y nos brinda la sensación de bienestar y
calma del azul Mediterráneo en su sueño de verano. Al decir que se estremece con sólo
imaginárselo, Shelley lleva al lector hasta un estado de adormecimiento igual que el mar, pero
luego lamenta la irrupción del viento otoñal, un viento que atemoriza a mares y océanos.
Hasta aquí podemos unificar las estrofas anteriores y concluir que se reitera el poder
destructor- preservador del Viento del Oeste sobre la tierra, el cielo y el mar. Esta dicotomía se
relaciona directamente con el hinduismo, religión con la cual Shelley estaba familiarizado. La
corriente hinduista se corresponde con el panteísmo que establece una equivalencia entre el
universo, la naturaleza y Dios, y le atribuye carácter divino a todo lo que le rodea, “todo es
Dios.” Dentro del hinduismo hallamos una triada de dioses: Brahma es el dios creador (en
caracter de pasión), Shivá es el dios destructor (en caracter de ignorancia) y Vishnu, el dios
protector (en caracter de bondad). De esta forma, el principio de destrucción- preservación del
ecosistema presente en “Oda al Viento del Oeste” revela la influencia de diferentes culturas y
posturas filosóficas.
En las últimas estrofas Shelley cambia el objeto de la fuerza del Viento, por el poeta en sí
mismo. De acuerdo a Bloom, en la cuarta estrofa Shelley le ruega al Viento que le niegue su
propia condición humana y lo deshaga y lo convierta en su misma sustancia.
Si fuera una hoja que pudieras arrastrar;
Si fuera una nube veloz para volar contigo;
Una ola sometida a tu poder
…………………………………………
¡Oh, elévame como una ola, una hoja o una nube!
En esta estrofa el poeta enfrenta al Viento y regresa a su infancia cuando en espíritu era
semejante al viento. Según el Romanticismo, la niñez le brindaba al poeta la capacidad de tener
imágenes más vívidas y pasionales, pero el paso del tiempo y la contaminación de la inocencia,
convierten al humano en un ente indolente ante la fuerza de la naturaleza en su plenitud. Es por
eso que Shelley describe esta situación como “el peso de la horas que lo han encadenado y
humillado”; el poeta siente que los horrores de la vida lo agobian. Cuando añora ser como “una
hoja muerta”, “una nube veloz” o “una ola sometida” al poder del viento, Shelley desea una
nueva identidad, que aunque traiga consigo muerte, también lo lleve a su renacimiento. Por esto,
"Oda al Viento del Oeste” se puede comparar con pasajes bíblicos donde las convenciones de la
retórica religiosa se le atribuyen significados similares: Shelley se vuelve un héroe sufrido y
sacrificado cuando cae sobre “sobre las espinas de la vida y sangre” como lo hizo el Cristo.
¿Será, acaso, que el mismo ciclo estacional, requiere la muerte del protagonista para continuar?
En la quinta y última estrofa, Shelley le pide al Viento que lo transforme en “su lira” como
lo es el bosque. Este bosque con sus “poderosas armonías” se vuelve un artista que crea
melodías. Shelley quiere ser impulsado por el Viento para cantar y escribir y ser su música.
Conforme a lo expresado por Bloom, las hojas en esta estrofa sustituyen las ideas del poeta que
caen marchitas sobre la tierra para ser levantadas por el Viento del Oeste y arrastradas para un
nuevo nacimiento. Shelley ruega por energía y vida, para dar a cambio una voz humana que obre
cual “trompeta de una profecía”, que anuncie su mensaje entre los hombres.
Por último, hay en el poema una referencia al fuego. Este autor profundiza en el espíritu que
llevó a Shelley a dar origen a esta Oda que es similar a una “brasa o corazón inextinguible”. Esta
brasa se ilumina transitoriamente al ser tocada por el Viento del Oeste. Sin embargo, esta fuerza
creadora y preservadora, se esconde en lo profundo de espíritu. La profecía que reanimará tanto
al hombre como a la tierra pasará por sus labios; Shelley se podría igualar al profeta Isaías, cuyos
labios fueron tocados por un brasa divina. Shelley apela a historias bíblicas para dar mayor
drama e importancia a su visión profética y termina con una pregunta retórica: “¿Si llega el
Invierno, puede la Primavera estar tan lejos?”.
A modo de conclusión, la naturaleza para el poeta romántico puede abordarse desde
diferentes perspectivas y tener distintos significados. Se habla de la naturaleza como una fuerza
sanadora, un espíritu vital, un refugio de la civilización, un poder creativo que le otorga al poeta
el caracter de profeta o el de agente de cambio político y social. A través del análisis de poema
“Oda al Viento del Oeste” he intentado presentar a Percy Bysshe Shelley como un precursor del
enfoque ecológico que manejó nociones de ecosistema, bioesfera, flujo de energía, y
sustentabilidad, al verse proyectado en la naturaleza, en la fuerza destructora y preservadora del
viento otoñal.
Apéndice
“Ode to the West Wind” de Percy Bysshe Shelley
“Oda al Viento del Oeste”
I
¡Oh! salvaje Viento del Oeste, aliento del Otoño,
tú, cuya invisible presencia arrastra las hojas muertas
como los espectros de una bruja en fuga,
¡amarillas, negras, pálidas y rojo sangre
magma de enferma pestilencia! ¡Oh! tú
que transportas a su lecho glacial y oscuro
las aladas semillas que yacen frías y agonizantes
como un cadáver en su tumba, hasta que
tu celeste hermana Primavera toque
su trompeta sobre la tierra adormecida y llene
(conduciendo dulces capullos como rebaños a alimentarse del aire)
de aromas y colores vivos la llanura y la colina;
espíritu salvaje que se agita en todas partes,
que destruye y protege: ¡escucha, Oh, escucha!
II
Tú, corriente que en medio de la conmoción del cielo
desatas nubes como se esparcen las hojas podridas en la tierra,
arrancándolas de las retorcidas ramas del Cielo y del Océano,
¡ángeles de la lluvia y el relámpago! Dispersos
sobre la superficie azul de tu aéreo oleaje,
como el brillante cabello erizado en la cabeza
de una Ménade feroz, desde el confuso límite
del horizonte hasta la altura del cenit
los mechones de la tormenta inminente. Tú, letanía
del año que agoniza, para quien esta noche cerrada,
será la cúpula de un inmenso sepulcro,
abovedado cono todo tu poder reunido
de vapores, en cuya densa atmósfera estallarán
fuego y granizo y lluvia negra: ¡oh, escucha!
III
Tú que despertaste de sus sueños de verano
al azul Mediterráneo, donde yace
arrullado por la espiral de sus corrientes cristalinas,
junto a una isla volcánica de la bahía de Bayes,
y has visto en sueños antiguas torres y palacios
estremecerse en la luz más intensa más intensa de las olas,
recubiertos de azulado musgos y flores
tan dulces que el sentido desfallece al pintarlas,
tú, por cuyo paso los poderes del Atlántico
abren abismos, mientras en lo más profundo
las floraciones marinas y el follaje sin savia de los bosques del océano
reconocen tu voz y encanecen de miedo,
y tiemblan y se marchitan: ¡oh, escucha!
IV
Si fuera una hoja muerta que pudieras arrastrar;
Si fuera una nube veloz para volar contigo;
Una ola sometida a tu poder, y compartir
El impulso de tu fuerza; aunque menos libre
que tú, ¡oh, indómito!, si al menos
como en mi infancia pudiera ser
el compañero de tus vagabundeos por el Cielo,
como entonces, cuando aventajar tu velocidad etérea
apenas parecía una visión: nunca te habría rogado
de esta forma en mi necesidad.
¡Oh, elévame como una ola, una hoja o una nube!
¡Caigo sobre las espinas de la vida! ¡Sangro!
El peso de las horas ha encadenado y humillado
A alguien como tú: indomable, orgulloso y veloz.
V
¡Conviérteme en tu lira, como lo es el bosque!
¡Mis hojas caen como las suyas!
El tumulto de tus poderosas armonías
extraerá de ambos un tono grave, otoñal,
dulce aunque triste. ¡Sé tú mismo Espíritu feroz,
mi espíritu! ¡Seamos uno, impetuoso!
Esparce mis ideas muertas sobre el universo
como hojas marchitas para un renacimiento
y, por el sortilegio de este poema,
esparce, como de un inextinguible corazón
cenizas y chispas, mis palabras entre los hombres,
Sé a través de mis labios para la dormida tierra
La trompeta de una profecía. Oh, Viento,
si llega el Invierno, ¿ puede la Primavera estar tan lejos?
Traducido por: Edgardo Russo y Pablo Gianera
Bibliografía
Abrams, M.H. English Romantic Poets, Modern Essays in Criticism. New York:Oxford
UP,1960
Bloom, Harold. La Compañía Visionaria:Lord Byron-Shelley. Traducción: Mariano Antolin
Rato. Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora S.A., 1999
Cohen, Murray. The poetry of Percy Byshee Shelley. New York: Monarca Press, 1965
MacEachen, Dougald B. Cliff Notes on Keats&Shelley. Lincoln: Cliff Notes Inc., 1971
Reiman, Donald H. y Sharon B. Powers. Shelley´s Poetry and Prose, Authoritative Texts
Criticism. New York: W.W.Norton & Company Inc., 1977
Romantic Texts & Images.
Disponible en www.carlasoares.mairip.com.br/Literatura/roman_text_pshelley.htm el
10/06/08