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El comercio exterior andaluz tras el proceso de integración europea Andalucian foreign trade after the european integration process Mónica Rivera González Luis Robles Teigeiro Universidad de Jaén mrivera@ujaen.es Departamento de Economía Aplicada Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas Universidad de Jaén Paraje Las Lagunillas, s/n, Edificio C-1 Jaén, 23071 Teléfono 953212066 Universidad de Málaga teigeiro@uma.es Departamento de Economía Aplicada Política Económica Facultad de Ciencias Económicas Universidad de Málaga El Ejido s/n. Málaga, 29071 Teléfono 972131272 JEL: C67, D57, R15. Palabras clave: input output, creación de comercio, importaciones, multiplicador de importaciones. Key words: Input-output, trade creation, imports, import multiplier. Resumen En este trabajo se analiza la evolución del comercio exterior de la región andaluza mediante el uso de tablas input output. Se persiguen dos objetivos, cuantificar y describir este comercio y, segundo, valorar los resultados. Se concluye que ha aumentado apreciablemente la dependencia exterior como resultado tanto de una caída de las exportaciones como de un incremento de las importaciones intermedias. El análisis de las causas de estos hechos ha llevado a utilizar una descomposición estructural y un estudio del multiplicador de importaciones. Se concluye finalmente que los cambios más significativos se han producido en la matriz de coeficientes directos de importación. Abstract This paper investigates the tendency of the foreign trade of the Andalusian region with input-output methodology. Two objectives are pursued: Firstly, the quantification and description of the trade, and secondly the detailed assessment of the highlighted results. One important conclusion could be exposed. The foreign dependence has been increasing as a consequence of growth of intermediate imports and decrease of the Andalusian exports. The structural descomposition technique is used to discover which the cause of that is, and the import multipliers are studied to conclude that the most significant changes are found in the direct import coefficients matrix. Introducción Fuente utilizada, tablas input output Evolución del comercio exterior en España, rasgos generales Evolución del comercio exterior en Andalucía, rasgos generales Exportaciones Importaciones Naturaleza del cambio en las importaciones intermedias. Multiplicadores de importación Conclusiones -1- Introducción Tras la segunda guerra mundial el comercio internacional creció de manera espectacular dejando atrás el periodo proteccionista y de guerras comerciales que caracterizó los años veinte y treinta del siglo XX. Varios factores contribuyeron al cambio: la existencia de nuevas instituciones internacionales, el amplio éxito de un tratado internacional, el GATT, que promovió el progresivo desarme arancelario y, sobre todo, el convencimiento general de que el comercio podía significar progreso para todos. En un amplio espacio europeo, la Comunidad Europea, se llegó incluso más lejos con la formación de una unión aduanera, la libre circulación de los factores de producción e incluso, más tarde, con la adopción de una moneda común y la eliminación física de las fronteras. El principio de que el comercio otorgaría ganancias para todas las partes implicadas estaba fundado en la teoría económica clásica y neoclásica. Se explicaba el comercio internacional a través de las ventajas absolutas y relativas (Adam Smith, Ricardo) o de las diferencias en la dotación inicial de los recursos (Heckscher-Ohlin). Las predicciones que se desprendían eran que los países se irían progresivamente especializando en sus transacciones, los más desarrollados hacía manufacturas y servicios muy especializados y los menos hacia la venta de sus materias primas, alimentos, productos en curso muy poco elaborados o bien productos intensivos en factor trabajo, de acuerdo al precio relativo de sus factores. Los beneficios provendrían de la complementariedad de sus sistemas productivos y por tanto, el comercio más importante sería el interindustrial mientras que el intraindustrial1 ni siquiera era tenido en cuenta. Sin embargo, y singularmente tras la creación de la CEE en 1957, diferentes autores (Balassa, 1966; Grubel y Lloyd, 1975) se percataron de que, si bien era cierto que la integración estimulaba el comercio -creaba comercio de acuerdo con las previsiones de Viner (1950) y Lipsey (1957)-, lo hacía con una pauta que no respondía a la del modelo Heckscher-Ohlin de complementariedad productiva (comercio interindustrial), sino que se trataba, en gran medida, de intercambios de carácter intraindustrial. Este fue el arranque de nuevas teorías sobre el comercio internacional, teorías que matizaban las bases del modelo neoclásico (rendimientos constantes, mercados competitivos y ausencia de externalidades) añadiendo nuevos y más complejos elementos explicativos: mercados imperfectos, economías de escala, productos diferenciados y enorme diversificación de la demanda de los países desarrollados (Helpman y Krugman 1985, Melitz 2003). Otros autores (Krugman 1995) han señalado que para afrontar el comercio intraindustrial las empresas desarrollan o relanzan estrategias productivas dirigidas a una mejor eficiencia productiva y al abaratamiento de los costes de producción. Entre estas estrategias ha destacado la de outsourcing, externalización de segmentos de la producción que antes eran llevados a cabo en el seno de la propia empresa. Y esta fragmentación y la mayor interdependencia de las actividades productivas entre diferentes regiones y países (el proceso productivo se reparte entre ellas, especializados cada cual en una de sus fases, de acuerdo a su dotación de recursos o de acuerdo 1 A través del comercio interindustrial se intercambian productos distintos entre también distintos países. En el comercio intraindustrial distintos países se intercambian productos semejantes de una misma industria. -2- también a otros factores no tan evidentes o explicables2) son en su opinión una de las características del nuevo comercio internacional. Arndt y Kierzkowski (2001), por su parte, afirman que formas de fragmentación o de outsourcing pueden encontrarse ya al principio de la Revolución Industrial e incluso antes. No obstante, la diferencia con el proceso actual se encuentra en la posibilidad de comprar estos bienes intermedios en lugares muy remotos respecto al país adquirente. Las tecnologías de la información, la revolución de las comunicaciones y el abaratamiento de los costes de transporte facilitarían esta posibilidad. En definitiva, todos estos autores ponen de manifiesto que el comercio internacional es un fenómeno progresivamente complejo que responde a múltiples razones cambiantes y donde no queda garantizado que todos los implicados necesariamente hayan de ganar en el proceso. De esta manera, puede decirse que la entrada en la entonces CEE ha supuesto para España indudables ventajas aunque su economía aún no haya conseguido cerrar el estructural déficit comercial. Es patente que se ha producido un fenómeno general de creación de comercio y que, como en el resto de los países europeos, se ha reimpulsado un importante comercio intraindustrial (Del Río 1996, Escribano y Trigo 1999, Sequeiros 2000, Díaz 2002), pero está por analizar, entre otras cosas, el reparto de costes y ganancias entre las diferentes Comunidades Autónomas. A este esfuerzo quiere colaborar este trabajo. En él, y a través del uso de tablas input output de la región, se quiere analizar la evolución del comercio exterior de Andalucía, persiguiendo dos objetivos. El primero, cuantificar y describir de la mejor manera posible el fenómeno; y segundo, valorar los resultados, indagar sobre si la región ha ganado o perdido con la integración. El periodo considerado es bastante amplio y se corresponde con los últimos veinte años del siglo XX. Desde 1980, unos pocos años antes de la incorporación española a las Comunidades Europeas, hasta el año 2000, tras más de una década en su seno. Se utiliza como instrumento de análisis las diferentes tablas input output que se han realizado en Andalucía. Esta fuente, y los modelos que de ellas se derivan, constituyen una poderosa herramienta de análisis del comercio exterior, aunque no hasta el punto de poder medir adecuadamente el comercio intraindustrial. Para medir ese comercio conviene utilizar las fuentes arancelarias, descendiendo hasta el mayor nivel de desagregación posible. Pero estas limitaciones no restan interés a su uso. En efecto, ellas permiten analizar cómo los cambios productivos y tecnológicos han afectado al comercio exterior andaluz, permitiendo descender a una casuística rama a rama. Así pues, la línea argumental es la siguiente: se analiza primero en breve la evolución del comercio español y andaluz para ofrecer un marco general. Se estudia a continuación el vector andaluz de exportaciones, después la matriz de importaciones y, por último, los multiplicadores de importación. Nuestros primeros resultados han mostrado que las exportaciones han perdido peso relativo al tiempo que su composición no se ha modificado de manera significativa. Sin embargo, los requerimientos de importaciones si lo han hecho en composición y cantidad y, por ello, el trabajo se centra en su análisis. Se observa que se ha tratado de un proceso intenso y de carácter general, realizado por la mayoría de las ramas, aumentando la dependencia global con el exterior. 2 Además de reducción en los costes del trabajo, el outsourcing favorece otros ahorros derivados de las economías de escala obtenidas en la producción de inputs por parte de productores externos especializados (outsourcing por especialización) y, adicionalmente, mediante la transformación de costes fijos en costes variables con la consiguiente ganancia de flexibilidad ante fluctuaciones de la demanda (outsourcing por capacidad). Se busca explotar al máximo las ventajas de la especialización descendiendo a cada uno de los procesos de elaboración de los inputs y no sólo ya al producto final. -3- Se trata en definitiva de un hecho diferencial, particular de la región, pero que le confiere desafortunadamente algunas sombras en el proceso de integración europea. No se trata de achacar a la Unión todos los males ya que buena parte del proceso descrito ya se había apuntado con anterioridad (Delgado 1995) pero si cabe apuntar que la integración ha acelerado o ha puesto aún más de manifiesto algunas de las debilidades de la economía de Andalucía. La fuente utilizada, tablas IO En este trabajo se utilizan las tablas andaluzas correspondientes a los años 1980, 1990 y 2000. La primera fue elaborada por varias universidades andaluzas. Las dos últimas por el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA)3. Por su riqueza de detalle, las tablas input-output (en adelante TIO) son una de las fuentes estadísticas más adecuada para medir el comercio exterior de un país o región. Pero si bien contienen una valiosa y detallada información sobre las transacciones con el exterior, están sin embargo sesgadas en favor de las importaciones ya que mientras éstas se recogen rama a rama, casilla a casilla, mostrando su destino intermedio o final, las exportaciones sólo se recogen en un vector columna de la demanda final sin que quepa conocer el destino que tendrán en el país o región donde se remiten. Las tablas andaluzas (TIOAN), como otras regionales, realizan el esfuerzo adicional de mostrar el origen o destino territorial de importaciones y exportaciones atendiendo a si proceden del resto de España, de la UE o del resto del mundo. Sin embargo, al ser la UE una asociación de países que ha ido ampliándose con el tiempo, en este trabajo se sumará con el resto del mundo. Las TIOs constituyen además un instrumento muy adecuado para medir la dependencia exterior ya que recogen con gran riqueza de detalle tanto las importaciones intermedias como las finales. Las importaciones de demanda final suponen una dependencia de carácter menor, pero las de productos intermedios implican una dependencia mucho más importante con implicaciones tecnológicas añadidas. Las variaciones de los coeficientes de importación responden a distintas causas pero cabe citar a procesos de sustitución tecnológica que acarrean nuevas exigencia de compra de inputs en el exterior, razones de falta o escasez de producción interna, razones de precios relativos, de calidad e incluso por motivos estratégicos de empresas transnacionales. La información que se recoge en las tablas se corresponde con los dos primeros renglones de la balanza de pagos, la que cabe denominar balanza de bienes y servicios. En otros términos, el primer renglón o balanza comercial (visible) y el segundo o balanza de servicios (invisible). Hay que tener en cuenta, no obstante, que buena parte de la balanza de servicios, se trata en la TIO como consumo de residentes en el resto del mundo y de no residentes en el territorio, sin que exista además detalle publicado al respecto. Es decir, se recogen expresamente los totales de ambas partidas, pero el consumo de no residentes en el territorio se integra dentro del vector de consumo interior rama a rama, pero sin detalle4. Se conoce un solo vector columna de consumo interior, y no un desglose o suma de dos como podría ser el caso más feliz; un vector de consumo de residentes en el territorio y un vector de consumo de no residentes en el territorio. Se conoce el total de gasto de los turistas, pero no se detalla cuánto en 3 En un anexo de este trabajo se recogen diversas consideraciones sobre comparación de tablas en el tiempo. 4 En aras de la información sería conveniente la publicación de ambos vectores. Aunque esto ya se ha hecho en tablas como la Balear, es aún excepcional por las carencias de información estadística. En efecto, aunque las grandes partidas del gasto de los viajeros y turistas son fiables y conocidas gracias a las encuestas realizadas para tal fin, en Andalucía la ECTA, el resto de gastos se estima con mucha mayor dificultad. -4- particular han hecho de la rama de hostelería o restauración, por poner algunos ejemplos. Este hecho, que es consecuencia de convenciones de carácter técnico5, acarrea el inconveniente de que las exportaciones que pueden observarse en la tabla serán básicamente primarias y manufactureras mientras que las de muchos servicios serán simplemente cero. Y el dato no es menor, ya que si bien en 1980 el consumo de no residentes en la región supuso el 12% de las exportaciones, en el año 2000 ya supone algo más de un cuarto (27%) del total. Evolución del comercio exterior en España, rasgos generales. Como es sabido, el comercio exterior español se ha venido caracterizando desde el fin de la Autarquía y hasta la entrada en la CEE por dos notas esenciales, su escaso peso relativo y su continuo déficit comercial. Tras la entrada en la CEE, sin embargo, el peso del comercio no ha cesado de crecer en un claro proceso de creación de comercio aunque, y no por ello, se haya conseguido cerrar la brecha exterior (López 2001, Sanz 2002, Díaz 2002, Requeijo 2003). De esta forma, la tasa de apertura de la economía española ha pasado del 32% en 1980 al 62% en el 2000, colaborando casi por igual importaciones y exportaciones. La tasa del año 2000 sitúa a España por encima de los grandes países desarrollados, menos abiertos al comercio como es sabido (la tasa de los EEUU, como ejemplo más relevante, es de un 30% en ese mismo año), y por debajo de otros países más pequeños en ocasiones extraordinariamente abiertos al exterior como es el caso de Holanda (107%); en línea, en definitiva, con países de tamaño similar (Italia 55%, Polonia, 61% o Francia, 55% 6). Por último, cabe destacar el hecho de que las importaciones totales por producto tienden a asemejarse cada vez más a la estructura de las exportaciones españolas. Lo confirma el índice de correlación entre ambas variables que pasa, de incluir el petróleo, de 0,48 en 1980 a 0,84 en el 2000, o de 0,7 al 0,9 al en el caso de su exclusión. Esta mayor acercamiento puede interpretarse como un indicador del crecimiento del comercio intraindustrial. La tasa de cobertura ha mejorado 10 puntos, alcanzándose en el 2000 el 75%. No obstante los resultados parciales son desiguales pudiéndose destacar dos grandes hechos. Por una parte, en una primera impresión, se observa que ha mejorado la cobertura de los inputs importados gracias a su menor crecimiento respecto a las exportaciones. Sin embargo, sin tener en cuenta la energía esta mejora palidece. La razón está en que, sin petróleo, la cobertura de los consumos intermedios importados varía relativamente poco (113% a 122%). O, en otras palabras, que las importaciones de energía tiene una importancia vital -como es sabido- en la economía española. En segundo lugar, hay que señalar que las importaciones más importantes fueron y siguen siendo aquellas que tienen la naturaleza de inputs, si bien su peso ha descendido del 82% al 67%. Porque si hay algo que destacar, es el crecimiento espectacular de importaciones de productos finales que se han multiplicado por veintidós entre ambos años en términos nominales, cambiando su ponderación de un 18% a un 33% –gráfico número 1-. Esta explosión, consecuencia en buena parte de la incorporación a la UE y el consiguiente desarme arancelario, ha impedido un cierre mayor de la tasa de cobertura. 5 Se conviene que la exportación requiere que el bien o servicio atraviese una frontera. En el caso de los servicios adquiridos por los turistas se suministran en el propio territorio y por ello se recogen como consumo de no residentes. Un cierto desglose del gasto de los turistas se publica en las denominadas Cuentas Satélites del Turismo de Andalucía publicadas por la Consejería de Turismo y Deporte. 6 Los datos de EEUU son del BEA, los de Holanda de Statistics Netherlands, los de Italia del Istat, los de Polonia de su Central Statistical Office y los de Francia del Insee. Todos se corresponden al año 2000 -5- Gráfico nº 1 Composición de las importaciones españolas 100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% Importaciones finales 1980 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2004 18% 22% 30% 38% 42% 43% 44% 45% 45% 42% 41% 34% 36% 36% 38% 40% 37% 33% Importaciones intermedias 82% 78% 70% 62% 58% 57% 56% 55% 55% 58% 59% 66% 64% 64% 62% 60% 63% 67% Existen notables diferencias en el peso que tienen las importaciones intermedias entre los diferentes países. Son muchas las razones que explican estas diferencias, pero cabe destacar la dotación de recursos naturales, la especialización internacional y, por último, el tamaño relativo del país. Como es lógico, el petróleo juega en estos pesos una relevancia especial. Pero, no obstante estas diferencias, y a efectos expositivos, si cabe clasificar a los países entre los casos extremos de China donde sus importaciones intermedias pesan el 77% y el de los Estados Unidos donde sólo alcanzan el 51%. Canadá (53%), Alemania (51% ó 57%), Holanda (47%), Bélgica (56%), Dinamarca (54%) o Noruega (55%) pertenecerían al arquetipo americano, mientras que Hungría (77%), Italia (71%) o Irlanda (74%), pertenecerían al Chino. España (63% TIOE2000), por su parte, pertenecería también a este segundo conjunto de países, aunque el crecimiento acelerado de sus importaciones finales que se acaba de señalar la está haciendo derivar progresivamente hacia el perfil americano7. Este peso de las importaciones intermedias procedentes del resto del mundo por encima del 60% del total se repite, por lo que hemos podido comprobar, en varias de las Comunidades Autónomas españolas más significativas. Así, en Madrid ascendieron al 64% (tablas del año 2000), en el País Vasco al 65% (Tabla 2000) o en Cataluña al 72% (1997). El caso de Andalucía es más complejo por la enorme importancia que tienen las importaciones de petróleo dentro de este determinado conjunto de importaciones extranjeras. De esta manera, si se incluye este producto, las importaciones intermedias del resto del mundo supusieron el 88% del total en 1980, el 80% en 1990 y 1995, y el 70% en el año 2000. En el siguiente epígrafe se trata con más detalle el comercio de esta región. Evolución del comercio exterior en Andalucía, rasgos generales Como en el caso español, Andalucía se viene caracterizando por un déficit exterior –de bienes y servicios- de carácter estructural. El déficit puede aliviarse si se suman a las 7 La TIO de China se corresponde a 1997, la de Estados Unidos a 1997, la de Canadá a 1997, la de Alemania a 1995 y 2000), la de Holanda a 1998, Bélgica 2000, Dinamarca 1997, Noruega 1997, Hungría 2000, Italia 2000, Irlanda 2000 y España al año 2000. Son tablas publicadas por la OCDE y la Unión Europea. -6- exportaciones el consumo de no residentes –viajeros y turistas- en Andalucía y a las importaciones el de residentes fuera de la región, pero lamentablemente no se cierra en ninguno de los ejercicios sobre el que se dispone de información8 -gráfico número 2-. La diferencia viene suponiendo como media el 12% del PIB de la región, cifra muy importante como se observará, siguiendo además una tendencia creciente de acuerdo con la Contabilidad Regional de Andalucía (CRA) que arranca en 1995 y las sucesivas tablas IO sobre las que ésta se asienta. Gráfico nº 2 % Saldo de bienes y servicios / PIB andaluz 0% -2% -4% -6% -8% -10% -12% -14% 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1990 -18% 1980 -16% 1980 1990 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 Saldo / PIB -13% -15% -10% -8% -8% -9% -11% -12% -12% -13% -13% -15% -16% -16% -17% Las cifras del comercio de la región no sólo se alteran en función de que se incluya o no el consumo de no residentes sino que también lo hacen sobremanera en función de la inclusión o no de las importaciones de petróleo. En efecto, la cuantía de esta importación –ya se indicó- y la variación de su precio son de tal magnitud que, irremediablemente, distorsionan las cifras generales. Por esta razón, hemos encontrado razonable hacer cuando sea preciso un doble análisis mediante la inclusión o no de esta partida. Se reconoce así que la presencia del crudo es tan abrumadora que, si no se eliminara, impediría observar el resto de los hechos que han venido sucediéndose en el comercio exterior de la región. De esta manera, y sin contar ya con la presencia del petróleo, el agravamiento del déficit andaluz puede explicarse de nuevo indicando que mientras que la producción total de la región, la producción final o PIB y las importaciones se ha multiplicado por ocho en términos nominales entre 1980 y el año 2000, las exportaciones solo lo han hecho por cinco. Las importaciones que más han crecido son las de destino intermedio, tanto las procedentes del resto de España, que se multiplican por once, como del mundo, que se multiplican por veintidós. Por su parte, las exportaciones más dinámicas se han dirigido al resto del mundo, multiplicándose por nueve, mientras que las destinadas al resto de España se multiplican sólo por tres. Es posible establecer diferentes tasas de apertura o cobertura atendiendo si se hace alusión a la situación de las ramas o a la situación de los bienes y servicios que son objeto de comercio. Es decir, puede hacerse referencia a la cobertura que posee la 8 No existe información entre la tabla correspondiente al año 1990 y la de 1995. A partir de este ejercicio comenzó a publicarse la Contabilidad Regional de Andalucía (CRA). -7- industria andaluza del automóvil o se puede aludir, por el contrario, a la cobertura que tiene la región sobre el comercio de automóviles con el resto del mundo. En el primer caso se compararían las importaciones intermedias, de muy diversos bienes y servicios, que hacen las factorías andaluzas en relación a sus exportaciones de automóviles, mientras que en el segundo caso, se compararían las importaciones y exportaciones de automóviles en la región9. Como se verá, las exportaciones, los denominadores, son comunes, pero las importaciones son por el contrario de naturaleza bien diferente. De acuerdo con todo esto se ha realizado el cuadro número 1 donde se recogen las tasas de apertura y cobertura de ramas y productos sin incluir las importaciones de crudo de petróleo. Cuadro número 1 Tasa apertura bienes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 38 40 42 46 Agricultura Ganadería Silvicultura Pesca Minas y Canteras Industrias Cárnicas Conservas Pescado Conservas Vegetales Aceites y Grasas vegetales Industrias Lácteas Otras alimentarias Alcoholes, Vinos y licor. Cervezas y anal. Textil Confección Cuero y Calzado Papel y Cartón Artes Gráficas Refino Petróleo Química Básica Otros productos químicos Caucho y Plástico Cemento, Cales y Yesos Tierras cocidas Piedra Natural y vidrio 1ª transformación de metales Metálicas, madera Maquinaria No Eléctrica Maquinaria eléctrica Automóviles y Piezas Construcción naval Otro mat. Transporte Ot. Industrias Manufacturas Energía eléctrica Gas Comercio Transporte Instituciones financieras Serv. Personales e industriales 30% 26% 12% 47% 49% 149% 85% 94% 69% 91% 57% 98% 27% 144% 132% 364% 111% 86% 120% 230% 184% 64% 51% 74% 202% 86% 400% 226% 271% 98% 143% 161% 23% 13% 26% 43% 1% 1% 49% Fuente: TIOAN, elaboración propia 1980 Tasa Tasa Tasa apertura cobertura cobertura rama bienes rama 34% 24% 14% 37% 115% 17% 65% 85% 68% 12% 40% 94% 26% 137% 39% 95% 110% 33% 106% 146% 159% 64% 48% 68% 185% 64% 159% 127% 154% 96% 115% 77% 18% 13% 16% 35% 0% 0% 38% 214% 174% 66% 162% 180% 9% 265% 494% 2124% 7% 184% 842% 136% 72% 39% 23% 165% 17% 121% 30% 16% 653% 41% 132% 76% 57% 14% 45% 43% 3887% 187% 55% 23% 818% 125% 195% 149% 219% 47% 393% 38% 234% 1652% 1122% 4070% 106% 1492% 1317% 149% 78% 1731% 264% 170% 62% 165% 57% 19% 719% 45% 159% 89% 94% 44% 121% 114% 16881% 436% 291% 31% 818% 952% 438% 110% 219% Tasa apertura bienes 2000 Tasa apertura rama 66% 58% 121% 131% 196% 67% 431% 95% 112% 202% 80% 101% 68% 399% 112% 417% 188% 71% 113% 454% 129% 46% 118% 80% 116% 70% 245% 435% 527% 94% 142% 171% 18% 13% 3% 38% 24% 8% 39% 64% 54% 121% 68% 195% 35% 136% 81% 111% 72% 58% 93% 59% 255% 40% 118% 172% 44% 112% 234% 121% 46% 114% 78% 116% 58% 163% 321% 170% 89% 89% 105% 14% 13% 3% 38% 23% 8% 30% Tasa cobertura bienes Tasa cobertura rama 263% 113% 103% 17% 17% 24% 16% 280% 800% 30% 98% 178% 153% 17% 40% 20% 33% 23% 134% 7% 37% 49% 15% 38% 165% 43% 13% 16% 12% 507% 62% 37% 19% 768% 67% 86% 291% 131% 103% 38% 17% 59% 76% 636% 869% 190% 214% 224% 236% 29% 373% 146% 37% 43% 136% 15% 41% 49% 16% 40% 165% 56% 21% 22% 49% 742% 160% 79% 27% 768% 67% 86% 47% 60% 53% 94% 9 Por importaciones de automóviles hay que entender la de éstos y sus piezas que realizan tanto la demanda intermedia como la final. Es decir, la suma de todas las importaciones de la fila de esta rama en la TIOAN. -8- De acuerdo con el mismo, la tasa de apertura de la economía andaluza se ha reducido 10 puntos entre 1980 y el año 2000. La tasa de apertura de las ramas se reduce de igual forma de 38% a 30%. La cobertura, por su parte, pasa del 110% a sólo el 60%, en lo que es una drástica reducción. La tasa de cobertura de las ramas se reduce igualmente de un 219% a un 94%. En términos generales puede indicarse que las ramas con cobertura más favorable son las ramas primarias y diversas alimentarias, ramas donde la región cuenta con indudables ventajas, mientras que las más desfavorables se corresponden con las producciones intermedias industriales más típicas: metales, mecánicas y automóvil… y, junto a ellas, confección y algunos materiales de construcción. Para terminar, puede indicarse que, a diferencia del caso español, no se observa en la región un acercamiento en los perfiles de las importaciones y las exportaciones. No se asemejaban en 1980 y siguen sin hacerlo en el año 2000. Ya se consideren todas las importaciones, ya solo las relativas al resto del mundo. Como tampoco en el caso de eliminar el petróleo. No se obtiene en ningún caso ninguna correlación significativa. Por tanto, no parece registrarse un aumento visible o importante del comercio intraindustrial. Exportaciones Como ya se indicó, las exportaciones andaluzas han venido creciendo por debajo de la producción total o del valor añadido entre 1980 y el año 2000 y, como consecuencia, han perdido peso respecto al PIB de forma continuada (51% del PIB en 1980, 42% en 1990 y 35% en el año 2000). El hecho guarda estrecha relación con el declive industrial general de la región ya que son estas ramas las que realizan la exportación. En efecto, las exportaciones se concentran en número escaso de actividades, manufacturas preferentemente ya que, como se indicó, la mayoría de las ramas de servicios cuando venden a no residentes lo hacen en forma de consumo. En todas las TIOs andaluzas consideradas bastan siete ramas para agrupar unas exportaciones que suponen, al menos, el 50% del total. Se trata de un conjunto de ramas bien conocidas, tradicionales en la economía andaluza y que mantienen con constancia su situación de privilegio: agricultura, algunas alimentarias, refino, química y primera transformación de metales. Aparecen también los servicios –márgenes- de transporte y comercio asociados a las exportaciones. Visto en otros términos, el complejo de industrias alimentarias, junto a la agricultura y pesca, no solo no ha perdido peso sino que incluso lo gana, pasando del 33% de 1980 al 40% de 1990 o al 41% del año 2000. El resto de industrias manufactureras (no extractivas, no energéticas, no alimentarias) si pierden, en cambio, algo de peso, del 41% de 1980 al 38% del año 2000 y, por último, el grupo de refino y energía mantienen su relación relativa sin cambios –cuadro número 2-. -9- Cuadro número 2 Peso relativo de las principales ramas exportadoras de Andalucía 1980 1990 1 Agricultura 6% 11 Otras alimentarias 7% 12 Alcoholes y vinos 8% 19 Ref. Petróleo 11% 1 9 11 12 19 Agricultura 9% Aceites 9% Otras alimentarias 8% Alcoholes y vinos 5% Ref. Petróleo 12% 26 1ª transf. metales 38 Comercio 40 Transporte 6% 26 1ª transf. metales 6% 38 Comercio 7% 51% Fuente: TIOAN, elaboración propia 6% 5% 2000 1 Agricultura 3.138.023 14% 9 Aceites 1.770.055 8% 11 Otras alimentarias 1.163.859 5% 19 Ref. petróleo 20 Química básica 26 1ª transf. metales 2.221.682 10% 1.582.706 7% 1.985.136 9% 40 Transporte 1.206.838 53% 6% 60% Para demostrar que no acontecen grandes cambios en el peso relativo de las exportaciones de las ramas pueden realizarse diferentes pruebas y estimaciones. El caso más sencillo quizás es elaborar índices de correlaciones entre las diferentes estructuras de exportación y, así, entre 1980 y 1990 las situaciones son tan próximas que la correlación alcanza el 0,88, mientras que si se consideran los dos periodos extremos, 1980 y el año 2000, la cifra sólo baja hasta 0,75 (ambas correlaciones son significativas al nivel 0,01 bilateral). Un segundo procedimiento podría ser la estimación de un test que demuestre si existen cambios significativos. A tal fin, se ha elegido el test no paramétrico de Wilcoxon que, como es sabido, permite comparar dos muestras relacionadas o pareadas bajo la hipótesis nula de que pertenecen a la misma población. Se ha elegido un test no paramétrico porque no se desea suponer, o no es asumible el hacerlo, que las exportaciones siguen una distribución normal. Se ha elegido además éste en particular porque considera la magnitud de las diferencias entre los valores de cada par asociado, y no sólo la dirección o signo de la diferencia como hace la prueba de signos. Consideraríamos por tanto que las exportaciones son una misma variable medida en momentos diferentes del tiempo, 1980, 1990 y 2000. Con un tamaño muestral relativamente grande como es este caso, el estadístico de Wilcoxon puede aproximarse al modelo de probabilidad normal. Se han comparado tres parejas de vectores de exportación en tres periodos distintos. El objetivo ha sido analizar si han habido cambios significativos en las estructuras de las exportaciones totales, en las estructura de las exportaciones procedentes del resto de España y, en tercer lugar, en las estructura de las exportaciones procedentes del resto del mundo. En todas ellas los resultados del test no permiten rechazar la hipótesis nula y, por tanto, se concluye que no han experimentando cambios significativos –cuadro número 3-. Cuadro número 3 Test de Wilcoxon sobre exportaciones. Estadísticos de contraste Exportaciones 1980 – 1990 1990 – 2000 1980 – 2000 Z -0,543 -0,718 -0,282 Sig. asintót. (bilateral) 0,586 0,473 0,777 Exportaciones al resto de España Z Sig. asintót. (bilateral) -0,79 0,429 -0,239 0,811 -0,268 0,788 Exportaciones al resto del mundo Z Sig. asintót. (bilateral) -0,327 0,743 -0,053 0,958 -0,294 0,769 -10- Importaciones En términos generales existe mucha menor concentración entre las ramas importadoras, sobre todo si lo comparamos con el caso ya descrito de las exportaciones. Es un número más amplio y diverso de ellas el que las realiza y, además, aunque en grandes líneas los principales protagonista se han mantenido en el tiempo, hay que admitir que han perdido algo de peso en aras de una importación de carácter más general. El principal grupo importador –para cualquier ámbito considerado- se corresponde con un conjunto de ramas elaboradoras de productos intermedios o de inversión y muy relacionadas por su naturaleza con el resto del aparato productivo (interior o exterior): las maquinarias, metálicas básicas y transformadoras, químicas y los vehículos. Junto a ellas, solo cabe citar tres ramas más, todas ellas alimentarias, la propia agricultura, cárnicas y otras alimentarias. Las importaciones presentan una evolución muy compleja a lo largo del periodo estudiado aunque la situación se normaliza bastante si se excluye la importación de crudo y petróleo refinado10. La estabilidad es mucho mayor pero, con todo, persisten diferentes peculiaridades regionales. Así, de la observación del cuadro número 4 puede resaltarse lo siguiente: No hay diferencias sustanciales entre las tablas de 1980 y 1990, mientras que si se aprecian cambios mayores entre 1990 y el año 2000. Destaca sobre todo la apertura al resto del mundo ya que las importaciones de ese ámbito han crecido desde un humilde 13% en 1980 hasta un tercio de las importaciones totales en el año 2000 (siempre sin tener en cuenta el petróleo). Es, de nuevo, la demostración de un proceso de creación de comercio. Crecen tanto las importaciones intermedias como, algo más, las finales de manera que sólo se va a modificar ligeramente su peso relativo. Las intermedias suponían en 1980 el 66% de estas importaciones mientras que en el año 2000 pasan a representar el 61%. El crecimiento de las importaciones de demanda final irían en línea con lo ocurrido en España, pero el de las de carácter intermedio es sorprendente y constituyen un hecho diferencial para la región. Las importaciones del resto de España han crecido bastante menos que las provenientes del resto del mundo perdiendo peso sobre el total, del 87% al 66%. Sin embargo, el hecho más relevante es el fuerte cambio de su composición ya que mientras que en 1980 las importaciones intermedias sólo suponían el 48% en el año 2000 pasan a suponer el 65%. Como conclusión a lo anterior, el hecho más relevante que se observa en la evolución de las importaciones andaluzas es el aumento del peso de las importaciones intermedias que pasan del 50% al 64%. Como se ha indicado, ambos ámbitos, resto de España y resto del mundo, contribuyen a ello. Total Cuadro número 4 Importacio Importacion nes del es del resto resto del de España mundo Importaciones Importacion del resto de es del resto Total España del mundo 1980 Importaciones intermedias Importaciones de demanda final Total 50% 50% 100% 48% 52% 100% 66% 34% 100% 100% 100% 100% 84% 91% 87% 16% 9% 13% 1990 10 Se han hecho cero dos casillas de las importaciones de la rama 19 refino, inputs x19,3 y x19,19 -11- Importaciones intermedias Importaciones de demanda final Total 46% 54% 100% 42% 58% 100% Importaciones intermedias Importaciones de demanda final Total Fuente: TIOAN. 64% 36% 100% 65% 35% 100% 69% 31% 100% 100% 100% 100% 82% 93% 88% 18% 7% 12% 61% 39% 100% 100% 100% 100% 68% 64% 66% 32% 36% 34% 2000 Naturaleza del cambio en las importaciones intermedias. Multiplicadores de importación La cuantía de las importaciones requeridas en la producción andaluza puede variar por tres razones: por cambios de carácter tecnológico, por el mero incremento del volumen de la demanda y, en último lugar, por cambios en la estructura de esta misma demanda. La primera causa, la de carácter tecnológico, mostraría que la producción actual exige una mayor cantidad de inputs intermedios importados por unidad de producto realizado, obedeciendo este cambio a diferentes motivos. Puede ocurrir así, en primer lugar, que una actividad se quede rezagada y no crezca al mismo ritmo que sus propios clientes. De ser así, cabe esperar un incremento de las importaciones de las producciones típicas de la rama sin que tengan que alterarse los coeficientes totales de los compradores. En segundo lugar, cabe pensar también en una sustitución tecnológica a favor de determinados inputs no producidos en la región. En este caso, ocurrirá lo propio, pero afectando ahora a gran cantidad de coeficientes dispersos por toda la tabla intermedia. Se ha querido ver también en este aumento de las importaciones por razones técnicas una manifestación de la defragmentación productiva internacional e, incluso, y sobre todo tras el trabajo de Hummels et al (2001) una medida de outsourcing. Sin embargo, y sin negar que puedan existir en ocasiones manifestaciones de estos fenómenos la presunción se nos antoja, quizás, excesivamente simple11. La segunda razón es por motivos cuantitativos, sencillamente porque ha aumentado el volumen de la demanda final en conjunto –efecto nivel- y, la tercera, porque lo ha hecho precisamente en un número determinado de ramas más proclives a importar –efecto estructura-. Para analizar y descomponer estos efectos se han propuesto varias vías la mayoría de las cuales son continuación del trabajo pionero de Carter (1970). En términos generales se trataría de averiguar qué parte de la variación de las necesidades de importación (NI) de la región, que muestra la ecuación 1, son consecuencia de los efectos antes citados. Dado que hay que comparar dos tablas muy alejadas en el tiempo y que se pretende apreciar cambios tecnológicos y no de meras estructuras de costes, parece obligado emplear valoraciones reales y una moneda común. Así, en nuestro caso, se han empleado euros constantes del año 200012. 11 Hummels et al analizan la integración vertical del comercio internacional en un conocido trabajo. En él se propone como medida de esta integración la media de los multiplicadores de importación ponderada por las exportaciones de las ramas. Muchos otros autores le han seguido (puede verse para el caso de España Minondo, A. y Rubert, G. (2001) y alguno se ha aventurado incluso más allá de las pretensiones de este trabajo. Afirmar sin más que el crecimiento de las importaciones en relación a la demanda final o a las exportaciones es una medida de outsourcing nos parece excesivo. 12 Deflactar una tabla es una tarea laboriosa y también difícil por la falta de deflactores regionales. En términos generales se ha efectuado la operación por filas, empleando precios percibidos por los agricultores, índices de precios industriales nacionales y los índices de precios al consumo regionales para el caso de los servicios. El consumo privado final se ha deflactado también con índices de precios al consumo y el consumo público con el deflactor respectivo de la contabilidad nacional. La formación de capital se ha deflactado con los mismos deflactores que la producción, los mismos empleados en la fila intermedia de la rama. Por fin la demanda externa se ha deflactado con índices de valores unitarios (IVUS) nacionales. -12- (1) ∆NI = (M2000 L2000 Df2000 ) - (M1980 L1980 Df1980) Donde M1980 y M2000 son matrices de coeficientes n x mi j mij , ij 1,2...m i 1 X j de importación Siendo x m i j las importaciones del bien i realizadas por cada una de las ramas j y X j la producción de estas ramas. Lt (t= 1980 y 2000) la inversa de Leontief y Dft el vector de demanda final. En uno de los trabajos de IO pioneros en España Fanjul y Segura (1977) proponían la realización de simulaciones que permitieran una estimación de los efectos o cambios anteriores. De esta forma, para analizar las consecuencias del cambio tecnológico planteaban: (2) MT= Mt Lt Df2000, Donde, como se observará, el producto de Mt por la inversa ofrece una matriz cuya suma por columnas estima los denominados multiplicadores de importación. Se trata pues, en lo que es un estudio de impacto clásico, de multiplicar dos tecnologías de dos años sucesivos por un mismo vector de demanda final. Las diferencias encontradas quedarían explicadas por los cambios en las tecnologías y necesidades relativas de importación de ambos periodos. Por su parte, para analizar los cambios de nivel de la demanda final se formulaba la estimación (3) (3) MDf= M2000 L2000 Dft % donde Dft %, vector de demanda final, tomaría dos valores, el de la demanda final del año 2000 y, en lo que es de nuevo una simulación, un nuevo vector cuya suma sería la demanda final del año 2000 pero con la estructura del año anterior, 1980. Estas medidas fueron útiles para estimar efectos pero no para evaluar cuál era su concreta participación en la variación total de las necesidades de importación, como si lo han hecho las técnicas de descomposición desarrolladas recientemente. Existen en la literatura IO muy diferentes métodos de descomposición (Hoekstra, J. y van der Bergh 2002; Dietzenbacher y Los 2005) que permiten desagregar la expresión (1) en varios sumandos de acuerdo a los deseos del investigador. El procedimiento cuenta con similitudes con la formas de medición del crecimiento económico que persiguen descomponer la tasa de variación del PIB entre las contribuciones de los distintos componentes. De forma similar, el método guarda estrecha semejanza con el análisis Shift-share (Hummels et al. 2001) Es conocido el hecho de que las descomposiciones estructurales son diversas y que, “como consecuencia, las mediciones de las diferentes fuentes de cambio no son únicas” (Rose y Casler, 1996, p. 47). En nuestro caso, hemos efectuado varios ensayos primero con tres sumandos, número que permite hasta seis posibilidades distintas de descomposición. La expresión de partida ha sido (4): (4) Cambio = (M2000 L2000 Df2000 ) - (M1980 L1980 Df1980 ) = (M2000 L2000 - M1980 L80) Df80 + (M2000 L2000) (Df802000 - Df80) + (M2000 L2000) (Df2000 – Df802000) -13- Aunque puede presentarse una descomposición alternativa con un impacto valorado según las modificaciones generadas sobre la estructura productiva del año final como se ve en la expresión (5) y así sucesivamente hasta realizar las seis posibilidades mencionadas. (5) Cambio = (M2000 L2000 Df2000 ) - (M1980 L1980 Df1980 ) = (M2000 L2000 - M1980 L80) Df2000 + (M80 L80) (Df 2000 – Df 802000) + (M80 L80) (Df 802000 - Df 80) Donde Df802000 es un vector que toma el total de la demanda final del año 1980 pero con los pesos del año 2000. El primer sumando recogería lo que se ha denominado cambio técnico, es decir la variación en los coeficientes directos de importaciones o en los requerimientos de consumos intermedios de las diferentes actividades, cambios en la inversa (interior) de Leontief. El segundo, la variación en la composición de la demanda final. El cambio relativo en el peso de las demandas finales de las diferentes actividades que pudiera alterar la demanda de importaciones. Y, por último, el tercero, el cambio en el nivel de la demanda final, donde se mide no ya el cambio en la composición de esta demanda sino la variación de su peso global. Sin embargo, los distintos ensayos han mostrado una y otra vez que el efecto estructura era irrelevante ya que sólo explicada el 5% del cambio total. Por ello, se ha preferido efectuar una descomposición de sólo dos componentes o efectos, uno el cambio tecnológico y el otro los cambios en la demanda final, cambios, en definitiva, en el nivel de esta demanda. De esta manera, se han utilizado las expresiones (6) y (7): (6) Cambio = (M2000 L2000 Df2000 ) - (M1980 L1980 Df1980 ) = (M2000 L2000 - M1980 L80) Df80 + (M2000 L2000) (Df2000 – Df80) (7) Cambio = (M2000 L2000 Df2000 ) - (M1980 L1980 Df1980 ) = (M2000 L2000 - M1980 L80) Df2000 + (M80 L80) (Df2000 - Df80) La estimación de ambas descomposiciones ha ofrecido soluciones distintas que se han querido conciliar por el procedimiento habitual ofrecido por la literatura input output, es decir, a través del uso de la media aritmética de ambas (Skolka 1989, Rose y Casler 1996). El uso de la media es más delicado cuando se realizan descomposiciones con más elementos pero es pertinente en este caso en que sólo son dos. Pues bien, el promedio muestra que la demanda final, su crecimiento, explicaría la gran mayoría del cambio observado en las importaciones, el 70%. Y a los cambios tecnológicos, por tanto, habría que atribuir el no despreciable 30% restante. Estos resultados son bastante habituales en este tipo de trabajos (Barker, T. 1990, Oosterhaven, J. y Hoen, A.R. 1998) ya que hay que pensar que el crecimiento, aún el real, en tan prolongado espacio de tiempo, suele ser el factor decisivo. Pero lo destacado sería observar que se ha experimentado un cambio apreciable en los requerimientos de importaciones por razones tecnológicas y que esto es importante al mostrar una mayor necesidad de importaciones por unidad de producto elaborado. Es por ello, que cerraremos el trabajo con un análisis de estas renovadas necesidades. Cambios en los multiplicadores de importaciones Como se ha indicado, los multiplicadores de importaciones pueden estimarse premultiplicando la matriz de coeficientes directos de importación (Mt) por la inversa interior de Leontief (L). El resultado será una matriz cuya suma por columnas ofrece -14- estos multiplicadores. En este apartado quiere analizarse el cambio en las necesidades de importación, el cambio de los multiplicadores, pero descomponiendo el análisis en sus dos elementos: el estudio de los cambios en las necesidades directas de importación de las diferentes ramas y en los cambios observables en la matriz inversa de Leontief. La presunción de partida en base a la bibliografía existente (Conway 1977, Robles y Sanjuán 2007) es que la inversa de Leontief en un país o región desarrollada es muy estable al depender ésta de la complejidad o riqueza de la estructura productiva; “las formas más complejas parecen ser más estables” (Augustinovics 1970, p. 261). Y que, por tanto, lo que cabe esperar son cambios en los requerimientos directos de importaciones. La dificultad que encierra comparar dos matrices completas, la inversa del 80 y la del 2000 pongamos por caso, invita a analizar sus vectores sumas –por columnas- lo que no conlleva pérdida de información. Un análisis para actividades concretas podría hacerse no obstante columna a columna o fila a fila, pero esto escapa a nuestras intenciones. Por tanto, se compararán los siguientes vectores: los propios multiplicadores de importaciones, los vectores suma de las matrices de coeficientes de importación (equivalentes a los denominados índices de Chenery y Watanabe) y los vectores suma de las inversas o multiplicadores de Rasmussen. A su vez, en los multiplicadores de importaciones se distinguirá entre los que guardan relación con el resto de España y los que lo hacen con el resto del mundo. Pues bien, de acuerdo con el cuadro número 5, y en lo que se refiere a los multiplicadores cabe señalar lo siguiente: El multiplicador de importaciones medio ha pasado de 0,21 en 1980 a 0,33 en el año 2000, lo que hay que interpretar en el sentido que por unidad o euro de demanda final la necesidad de importación de la economía andaluza ha pasado de 21 a 33 céntimos. Es como se ve, un aumento considerable. El multiplicador medio de importaciones procedentes del resto de España ha variado sin embargo poco, pasando de 0,18 a 0,20. Por último, el multiplicador de importaciones del resto del mundo ha pasado de 0,035 a 0,13 siendo por tanto el responsable de la variación del multiplicador medio de importaciones de Andalucía. Los coeficientes de correlación estimados para los tres multiplicadores muestran resultados semejantes. Los multiplicadores de importaciones y los del resto de España presentan coeficientes de correlación en el entorno de 0,7 (significativos al nivel 0,01 bilateral). Sin embargo la correlación entre los vectores de multiplicadores de importaciones del resto del mundo correspondientes a ambos ejercicios no es significativo y solo alcanza el valor 0,27. Son por tanto bien distintos. -15- Cuadro número 5 multiplic ador multiplic multiplicador resto del ador resto de España mundo 1980 1980 1980 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 multiplic multiplic ador ador multiplic resto de resto del ador España mundo 2000 2000 2000 Vector suma de coeficien tes de importac ión 1980 Vector suma de coeficie ntes de importac ión del resto de España 1980 Vector suma de coeficie ntes de importac ión del resto del mundo 1980 Vector suma de coeficie ntes de importac ión 1980 Vector suma de coeficient es de importaci ón del resto de España 2000 Vector suma de coeficiente s de importació n del resto del mundo 2000 Rasmuss Rasmuss en 1980 en 2000 Agricultura Ganadería Silvicultura Pesca Minas y Canteras Industrias Cárnicas Conservas Pescado Conservas Vegetales Aceites y Grasas vegt. Industrias Lácteas Otras Indust. Alimentarias Alcoholes, Vinos y licor. Cerveza Bebidas no alcohólicas Textil Confección y Gén. de Punto Cuero y Calzado Papel y Cartón Artes Gráficas y Edición Ref. Petroleo Quimica Básica Ot. Productos Quimicos Caucho y Plástico Cemento, Cales y Yesos Tierr. cocidas Construcción Piedra Natural y vidrio Prod. y 1ª transf.metales Metálicas, madera Maquinaria No Electrica Maquinaria Eléctrica Automóviles y Piezas Construcc. y rep. naval Otro mat. Transporte Ot. Industrias Manufact. Energía elect. Gas Agua Construcción Comercio Hostelería y Restauración Transporte y Almacenaje Comunicac. Instituciones Financieras Admón.Pública Enzeñanza e Investigación Servicios Sanitarios Serv.Personales e Industriales 0,08 0,15 0,01 0,07 0,15 0,24 0,28 0,19 0,11 0,23 0,27 0,15 0,24 0,24 0,42 0,38 0,25 0,23 0,02 0,39 0,39 0,37 0,15 0,11 0,38 0,61 0,33 0,46 0,37 0,37 0,34 0,36 0,39 0,08 0,06 0,08 0,19 0,07 0,10 0,09 0,05 0,11 0,12 0,03 0,10 0,03 0,07 0,11 0,01 0,07 0,14 0,22 0,26 0,15 0,10 0,21 0,16 0,14 0,23 0,21 0,41 0,36 0,19 0,20 0,01 0,21 0,28 0,34 0,14 0,09 0,37 0,28 0,29 0,45 0,29 0,36 0,32 0,10 0,39 0,07 0,06 0,08 0,18 0,07 0,09 0,09 0,05 0,10 0,11 0,03 0,10 0,03 0,01 0,03 0,00 0,01 0,01 0,02 0,02 0,04 0,01 0,03 0,12 0,01 0,01 0,03 0,01 0,02 0,06 0,03 0,00 0,18 0,12 0,03 0,01 0,01 0,01 0,34 0,04 0,01 0,08 0,01 0,02 0,26 0,00 0,01 0,00 0,01 0,01 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,18 0,27 0,09 0,25 0,25 0,30 0,44 0,35 0,30 0,55 0,31 0,30 0,39 0,41 0,45 0,47 0,43 0,33 0,06 0,33 0,46 0,49 0,30 0,22 0,37 0,52 0,42 0,42 0,56 0,69 0,58 0,44 0,53 0,24 0,68 0,16 0,29 0,18 0,19 0,21 0,21 0,28 0,08 0,04 0,16 0,09 0,11 0,18 0,07 0,20 0,20 0,22 0,27 0,27 0,14 0,50 0,19 0,16 0,27 0,30 0,28 0,25 0,22 0,20 0,05 0,12 0,28 0,34 0,25 0,16 0,29 0,31 0,27 0,31 0,29 0,36 0,41 0,21 0,14 0,09 0,09 0,13 0,24 0,12 0,14 0,16 0,19 0,26 0,06 0,03 0,05 0,08 0,07 0,09 0,03 0,06 0,05 0,09 0,17 0,08 0,16 0,05 0,13 0,13 0,12 0,11 0,17 0,22 0,21 0,13 0,01 0,21 0,18 0,15 0,05 0,06 0,08 0,22 0,16 0,11 0,27 0,33 0,17 0,23 0,39 0,15 0,58 0,02 0,06 0,06 0,05 0,05 0,02 0,02 0,02 0,01 0,11 0,02 0,04 0,05 0,01 0,03 0,11 0,14 0,23 0,11 0,03 0,14 0,24 0,07 0,21 0,18 0,40 0,35 0,21 0,20 0,01 0,36 0,34 0,34 0,10 0,07 0,34 0,59 0,29 0,43 0,35 0,36 0,23 0,34 0,38 0,05 0,04 0,05 0,14 0,06 0,05 0,07 0,04 0,08 0,10 0,01 0,09 0,02 0,04 0,05 0,01 0,03 0,11 0,14 0,21 0,08 0,03 0,13 0,12 0,07 0,20 0,17 0,40 0,33 0,16 0,18 0,01 0,18 0,24 0,32 0,10 0,06 0,34 0,26 0,26 0,43 0,27 0,35 0,22 0,08 0,38 0,04 0,04 0,05 0,14 0,06 0,04 0,07 0,04 0,08 0,10 0,01 0,09 0,02 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,02 0,03 0,00 0,01 0,11 0,00 0,00 0,02 0,00 0,02 0,05 0,02 0,00 0,17 0,10 0,02 0,01 0,01 0,00 0,33 0,03 0,00 0,08 0,01 0,00 0,26 0,00 0,01 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,13 0,17 0,08 0,15 0,16 0,18 0,35 0,22 0,16 0,43 0,25 0,22 0,33 0,37 0,41 0,43 0,40 0,25 0,05 0,26 0,41 0,41 0,19 0,13 0,30 0,44 0,33 0,34 0,49 0,65 0,50 0,39 0,46 0,19 0,65 0,10 0,20 0,12 0,12 0,17 0,18 0,22 0,05 0,02 0,15 0,05 0,08 0,12 0,05 0,13 0,14 0,13 0,20 0,18 0,06 0,42 0,15 0,11 0,23 0,27 0,26 0,22 0,20 0,15 0,04 0,08 0,25 0,30 0,17 0,10 0,24 0,26 0,21 0,26 0,24 0,33 0,36 0,18 0,10 0,06 0,07 0,09 0,17 0,08 0,09 0,13 0,17 0,21 0,04 0,02 0,04 0,05 0,05 0,05 0,02 0,02 0,02 0,05 0,15 0,04 0,10 0,01 0,10 0,11 0,10 0,10 0,16 0,21 0,20 0,10 0,00 0,17 0,16 0,11 0,02 0,03 0,06 0,18 0,12 0,08 0,25 0,31 0,14 0,21 0,36 0,13 0,57 0,00 0,03 0,04 0,02 0,03 0,01 0,00 0,01 0,00 0,11 0,01 1,25 1,81 1,06 1,52 1,32 2,21 1,75 1,78 2,07 2,04 1,55 1,63 1,32 1,75 1,17 1,25 1,52 1,24 1,03 1,44 1,33 1,19 1,59 1,52 1,35 1,23 1,21 1,16 1,13 1,13 1,53 1,15 1,07 1,64 1,58 1,36 1,39 1,19 1,50 1,25 1,05 1,52 1,13 1,17 1,14 1,11 1,30 1,57 1,11 1,46 1,54 1,74 1,51 1,84 1,92 1,66 1,45 1,52 1,31 1,26 1,20 1,22 1,24 1,38 1,09 1,40 1,30 1,38 1,73 1,52 1,46 1,44 1,36 1,28 1,25 1,18 1,39 1,24 1,26 1,30 1,20 1,37 1,47 1,38 1,46 1,35 1,23 1,51 1,25 1,12 1,14 1,20 promedio desviación típica coeficiente de correlación 0,21 0,14 0,18 0,12 0,04 0,07 0,33 0,16 0,73 0,21 0,10 0,69 0,13 0,11 0,27 0,18 0,15 0,15 0,12 0,03 0,07 0,27 0,16 0,70 0,16 0,09 0,65 0,10 0,11 0,27 1,40 0,29 1,38 0,19 0,78 Fuente: TIOAN Por último, un test de Wilcoxon sobre dos poblaciones pareadas análogo al ya utilizado en el epígrafe de exportaciones vuelve a confirmar estos datos. El test rechaza en todos los casos que los multiplicadores de importación pertenezcan a la misma población – cuadro número 6- pudiéndose concluir, por tanto, que han experimentado un cambio sustancial. Cuadro número 6 Test de Wilcoxon, multiplicadores de importación, coeficientes de importación, multiplicadores de Rasmussen Z Sig. asintót. Multiplica dores de importaci ones 1980 y 2000 -5,501 Multiplicador es de importaciones del resto de España 1980 y 2000 -2,622 Multiplicador es de importaciones del resto del mundo 1980 y 2000 -5,424 Vectores suma de las matrices de coeficientes de importación -4,649 Vectores suma de las matrices de coeficientes de importación con el resto de España -1,825 0,00038 0,009 0,0006 0,00038 0,067 Vectores suma de las matrices de coeficientes de importació n con el resto del mundo -5,119 Rasmussen 2000 – Rasmussen 1980 -,268 0,0005 O,79 -16- (bilateral) Si nos referimos ahora a la matriz directa de coeficientes de importación, el sumando medio ha pasado de 0,17 a 0,26 lo que hay que interpretar en el sentido de que mientras que en 1980 una rama requería importar el 17% de su producción como media, en el año 2000 pasa a requerir el 26%. El incremento de nuevo hay que achacarlo a las importaciones del resto del mundo ya que mientras que en 1980 solo suponían el 3%, en el ejercicio 2000 pasan a suponer el 10%. Las importaciones del resto de España solo cambian del 15% al 16%. De nuevo, también los coeficiente de correlación confirman estos datos ya que mientras que los de las importaciones e importaciones del resto de España presentan un valor que supera el 0,65, el de las importaciones del resto del mundo solo alcanza 0,27. Por último, el test de Wilcoxon corrobora que existen cambios significativos en los coeficientes de importación, particularmente más significativa en los coeficientes con el resto del mundo. Por tanto, y como se presumía, los resultados muestran que los multiplicadores de Rasmussen, que las inversas, han variado poco. Por una parte, la correlación entre ambos vectores es 0,78. Por otra, el test de Wilcoxon, de una manera clara, no permite rechazar la hipótesis de que pertenezcan a la misma población. En definitiva, estas comparaciones son útiles para poner de manifiesto que los multiplicadores han cambiado y que lo han hecho como consecuencia de los cambios en los coeficientes directos de importación y no tanto por cambios tecnológicos de la producción interior –de la inversa de Leontief-. La economía andaluza ha pasado a requerir una mayor cantidad de importaciones por diversas causas que guardarán relación con los precios relativos, con la tecnología o con la eficiencia. Y esta mayor dependencia es especialmente significativa en lo que se refiere a las importaciones del resto del mundo. Se trata de un proceso de sustitución de inputs de origen interior por otros de origen externo que, de acuerdo con el cuadro número 7 y el gráfico número 3 ha afectado a la mayoría de ramas y de manera singular a varias energéticas: gas, energía eléctrica y refino de petróleo, a un gran número de actividades agrarias o derivadas: ganadería, pesca, conservas de pescado, lácteas, conservas vegetales, alcoholes y vinos y otras alimentarias, a alguna industria de bienes de consumo como el textil y a otras variadas industrias básicas o intermedias: primera transformación de metales, química básica, otros productos químicos, papel y cartón y maquinaria eléctrica. En el lado contrario, un número muy menor de actividades han visto disminuir su dependencia del exterior al aumentar el peso de sus inputs regionales. Entre ellas las administraciones públicas, comunicaciones, cuero y calzado y otras industrias manufactureras. En resumen, cabe destacar dos hecho de todo este proceso. En primer lugar la intensidad del mismo, su apreciable cuantía. Y, en segundo lugar, su generalidad ya que no puede decirse que unas pocas ramas hayan sido las protagonistas de este cambio, sino que, más bien, se trata de un fenómeno de carácter general. Cuadro número 7 1980 Coeficien te Coeficiente importaci importación ón resto Coeficiente resto de del Interior / España / c. mundo / coeficiente total total c. total 2000 Coeficien te Coeficien Coeficiente importaci te Interior importación ón resto / resto de del coeficient España / c. mundo / e total total c. total -17- Agricultura Ganadería Silvicultura Pesca Minas y canteras Industrias cárnicas Conservas pescado Conservas vegetales Aceites y grasas vegetales Industrias lácteas Otras alimentarias Alcoholes, vinos y licor. Cervezas y anal. Textil Confección Cuero y calzado Papel y cartón Artes gráficas Refino petróleo Química básica Otros productos químicos Caucho y plástico Cemento, cales y yesos Tierras cocidas Piedra Natural y vidrio 1ª Transf. de metales Metálicas, madera Maquinaria no eléctrica Maquinaria eléctrica Automóviles y piezas Construcción naval Otro mat. transporte Ot. Ind. manufacturas Energía eléctrica Gas Agua Construcción Comercio Hostelería y restauración Transporte Comunicaciones Instituciones financieras Admón. Pública Enseñanza Servicios sanitarios Serv. personales e 46 industriales 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 promedio desviación típica 82,12% 92,29% 91,77% 94,35% 70,08% 83,58% 69,52% 85,49% 96,86% 82,16% 68,47% 89,35% 54,60% 76,32% 22,54% 34,65% 73,00% 47,26% 87,39% 61,71% 42,10% 31,73% 85,42% 84,40% 43,48% 32,51% 44,50% 23,99% 26,33% 27,62% 65,95% 28,01% 12,73% 93,84% 95,10% 84,36% 67,36% 73,61% 87,98% 77,29% 48,72% 85,38% 49,47% 91,21% 54,48% 17,75% 7,71% 8,23% 5,65% 29,92% 16,42% 28,12% 10,55% 3,14% 16,73% 16,39% 10,55% 44,78% 21,24% 76,71% 62,19% 20,50% 46,85% 11,06% 19,73% 41,13% 63,58% 13,47% 13,34% 56,36% 29,55% 50,45% 76,01% 57,65% 69,93% 33,41% 17,77% 87,12% 5,16% 4,90% 15,64% 32,57% 26,39% 11,23% 22,71% 51,28% 14,62% 50,53% 8,79% 45,52% 0,13% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00% 2,35% 3,96% 0,00% 1,11% 15,14% 0,10% 0,62% 2,44% 0,74% 3,16% 6,50% 5,89% 1,56% 18,56% 16,77% 4,69% 1,11% 2,25% 0,16% 37,94% 5,05% 0,00% 16,02% 2,45% 0,64% 54,22% 0,15% 1,01% 0,00% 0,00% 0,07% 0,00% 0,79% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00% 0,00% 68,50% 70,69% 74,02% 70,48% 76,79% 77,12% 51,02% 74,88% 86,01% 57,18% 61,99% 71,66% 41,35% 42,69% 34,32% 54,35% 44,46% 60,29% 73,69% 62,86% 39,28% 48,42% 79,82% 75,28% 55,87% 44,16% 57,62% 41,00% 30,30% 20,42% 58,02% 63,86% 36,68% 66,31% 18,90% 81,11% 75,96% 73,96% 74,14% 72,61% 68,21% 72,95% 80,71% 80,01% 55,52% 19,31% 20,61% 18,38% 25,11% 20,88% 17,12% 27,90% 20,84% 5,01% 41,85% 22,35% 14,53% 40,68% 42,24% 40,94% 23,66% 27,43% 24,33% 23,67% 12,12% 37,18% 37,36% 18,11% 19,41% 35,46% 32,41% 26,68% 44,75% 34,40% 41,03% 30,52% 16,43% 13,73% 10,53% 9,18% 18,12% 20,52% 16,37% 20,78% 21,82% 29,98% 26,65% 16,15% 17,97% 12,00% 12,19% 8,70% 7,60% 4,41% 2,33% 5,76% 21,08% 4,27% 8,98% 0,97% 15,66% 13,81% 17,97% 15,07% 24,75% 21,99% 28,11% 15,39% 2,65% 25,02% 23,54% 14,22% 2,07% 5,31% 8,66% 23,43% 15,70% 14,24% 35,30% 38,55% 11,45% 19,71% 49,59% 23,15% 71,92% 0,77% 3,53% 9,67% 5,08% 5,58% 1,81% 0,40% 3,14% 2,02% 32,48% 88,24% 11,76% 0,00% 82,59% 15,15% 2,26% 0,65 0,25 0,30 0,23 0,04 0,10 0,61 0,17 0,24 0,10 0,15 0,14 Fuente; TIOAN, elaboración propia Terminemos este apartado con una cita del profesor Delgado (1992). Advertía este autor en uno de los pocos trabajos de esta naturaleza sobre la economía andaluza, que el crecimiento de las importaciones suponía una mayor dependencia y vulnerabilidad de la economía andaluza en los siguientes términos: “Los efectos de una mayor apertura exterior en el periodo considerado (80-90), marcado sobre todo por la incorporación de la economía andaluza a la entonces CEE, se han dejado sentir en la estructura productiva andaluza, poniéndose de manifiesto su debilidad frente a otras economías. Esta nueva etapa, que se inició en 1985, no es más que un jalón más en ese ya largo camino para la economía andaluza de una integración desigual” (p. 283). Hacía -18- también el autor continuado hincapié en que la menor capacidad de la economía andaluza para abastecer su propia demanda interior debiendo hacer uso de las importaciones: “En este sentido ha tenido lugar un distanciamiento entre la producción interior y las necesidades de las unidades económicas residentes en Andalucía, cuya satisfacción depende ahora en mayor medida del exterior” (p. 280). En nuestra opinión, en los términos de una economía abierta y globalizada, el autoabastecimiento no es un objetivo loable en si mismo. Ahora bien, lo que también parece cierto, es que sin un mayor dinamismo de las exportaciones no es posible cerrar la brecha de las importaciones, brecha que provoca un importante y constante desequilibrio exterior que lastra el crecimiento de la región. En este sentido, si debemos estar de acuerdo con el autor y si debe reconocerse que la economía andaluza arrastra un grave y viejo problema. Gráfico número 3 Variación de los pesos de los coeficientes intermedios, 1980-2000 Agricultura Ganadería Silvicultura Pesca Minas y Canteras Industrias Cárnicas Conservas Pescado Conservas Vegetales Aceites y Grasas vegetales Industrias Lácteas Otras alimentarias Alcoholes, Vinos y licor. Cervezas y anal. Textil Confección Cuero y Calzado Papel y Cartón Artes Gráficas Refino Petróleo Química Básica Otros productos químicos Caucho y Plástico Cemento, Cales y Yesos Tierras cocidas Piedra Natural y vidrio 1ª Transf. de metales Metálicas, madera Maquinaria No Eléctrica Maquinaria eléctrica Automóviles y Piezas Construcción naval Otro mat. transporte Ot. Ind. manufacturas Energía eléctrica Gas Agua Construcción Comercio Hostelería y restauración Transporte Comunicaciones Instituciones financieras Admón. Pública Enseñanza Servicios sanitarios Serv. Personales e industriales -80% -60% -40% -20% 0% 20% 40% 60% 80% Interiores Resto de España Resto del mundo Conclusiones La teoría económica viene revisando de manera continuada la visión clásica del comercio internacional basada en las ventajas relativas. Se acepta que es un fenómeno progresivamente complejo, que responde a múltiples razones cambiantes y que no garantiza necesariamente ventajas para todas las partes implicadas. En un contexto general caracterizado por la creación de comercio asociada a la entrada en la Unión Europea, España ha tenido un comportamiento bastante exitoso. Las exportaciones han crecido de manera apreciable aunque no hasta el punto de cerrar el tradicional y negativo saldo comercial. Y es que las importaciones, por su parte, no se -19- han quedado atrás aunque hayan cambiado en buena parte su naturaleza. Así, si venían siendo de destino intermedio, inputs productivos, en un amplio porcentaje, se han ido transformando ahora hacia importaciones de carácter final, importaciones de bienes y servicios de consumo o inversión. Con ello, se ha pasado de un arquetipo más similar al de China, por poner un caso, a otro más típico de Alemania o de los Estados Unidos. Por último, en lo que puede considerarse un exponente del comercio intraindustrial, los perfiles de las exportaciones e importaciones españolas han tendido a asemejarse de manera significativa durante el periodo estudiado, 1980 al año 2000. En este contexto la región andaluza ha tenido una andadura bastante singular. Así, si bien las importaciones más dinámicas han sido las procedentes del resto del mundo – Unión Europea incluida- éstas han continuado teniendo una naturaleza o destino preferentemente intermedio. Por otra parte, las exportaciones e importaciones andaluzas no han tendido a asemejarse como en el caso español, ni en el caso del comercio con el resto del mundo ni en el caso del comercio con el resto de España. Por consiguiente, su naturaleza ha sido y continúa siendo bien diferente. Como las exportaciones, por su parte, han registrado un declive paralelo al propio declive industrial de la región, el resultado final es un saldo desfavorable que acentúa de manera general la dependencia andaluza frente al exterior y lastra su propio crecimiento económico. Las razones que explican esta mayor dependencia se han analizado a través de un estudio de descomposición estructural seguido de un análisis del multiplicador de importaciones. La descomposición ha puesto de manifiesto que los mayores requerimientos de importaciones se han debido al propio crecimiento de la demanda, pero también, en un porcentaje significativo, a cambios tecnológicos. A su vez, estos cambios, se han analizado a través del multiplicador significando que, más que transformaciones en la inversa de Leontief que representa la estructura productiva interior de la región, los cambios han afectado a la matriz de requerimientos directos de importaciones. En otras palabras, que un gran número de ramas de actividad han pasado a requerir un mayor número de importaciones para hacer frente a sus producciones sustituyendo, en muchos casos, los inputs de origen interior. El resultado final no es favorable para la Andalucía y pone de manifiesto algunas viejas debilidades. -20- Bibliografía Arndt, S. y Kierzkowski, H. (2001), "Introduction", en Arndt y Kierzkowski (eds.) Fragmentation: New Production Patterns in the World Economy, Oxford, Oxford university Press. Minondo, A. y Rubert, G. (2002): “La especialización vertical en el comercio internacional de España”, Información Comercial Española, nº 802. 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