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UNA INTERPRETACION TERMODINAMICA DEL GOZO “Los escritos de Freud se presentan a la primera mirada como un discurso mixto, incluso ambiguo, que lo mismo enuncia conflictos de fuerza que serían de la competencia de una energética, como relaciones de sentido que corresponderían a la jurisdicción de una hermenéutica” 1 “…si algo debe hacerse en el análisis, es la institución de ese otro campo energético que precisaría de estructuras distintas de las de la física y que es el campo del gozo”2 INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES Paul Ricoeur, el texto citado en el epígrafe, afirma que en la obra freudiana conviven una interpretación energética y otra hermenéutica, de lo que se concluye que hay un Freud orientado por un método interpretativo lingüístico, que concibe los fenómenos clínicos en relación al lenguaje, que comprendió la conversión, el inconciente, el chiste en términos de sentido y no de inervaciones orgánicas; que convive a su vez con otro Freud que interpreta energéticamente, cuyo primer modelo de aparato psíquico del “Proyecto de una psicología para neurólogos” funciona gracias a una Qn que circula por el aparato neuronal; cuyos principales conceptos contienen una relación a la energía, entendida como carga o fuerza: Investidura, catexia, conflictos de fuerzas, represión, resistencia, pulsión, etc. Para el cual el lenguaje es el producto de una energía (del afecto-trauma, pulsión orgánica) con la representación-huella. Una manera de entender el aporte al psicoanálisis que realiza Jacques Lacan –y no siempre reconocido debido a que se tiende a suponer que hay una continuidad entre Freud y Lacan- es la profunda redefinición conceptual que opera sobre algunos términos que en el sistema freudiano funcionan de un modo, y Lacan –por usar su descripciónlos pone de vuelta (el reverso y patas arriba), maniobra que instituye profundas diferencias entre la concepción freudiana y lacaniana del psicoanálisis. El objetivo de este trabajo es poder dar cuenta de algunos argumentos que utiliza Lacan en torno a la redefinición conceptual del concepto de automatismo de repetición (Wiederholungszwang) que en Freud está concebido en estrecha relación con lo biológico mientras que en Lacan está ligado esencialmente al significante, desligado de cualquier relación causal con lo que podríamos llamar el registro biológico-energético. Para ello nos basaremos en algunas referencias a la termodinámica en la obra de Freud y Lacan. Ambos autores (de manera más bien implícita en Freud, y bien explícita en Lacan), refieren ideas y conceptos de esta disciplina. Veremos que en torno al Wiederholungszwang Freud y Lacan han utilizado metáforas o analogías relacionadas con la termodinámica. Ricoeur, Paul “Freud, una interpretación de la cultura” (De l'interprétation - essai sur freud), Siglo XXI, México, 1990, página 60 2 Lacan Jacques, “El seminario”, Libro 17, Paidós, Buenos Aires, 1996, página 86. Atentos a las indicaciones de Gárate y Marinas, el concepto acuñado por Lacan como “Jouissance “ será denominado como “gozo”. Cf. Gárate I., Marinas J. (2003) Lacan en Español [Brevario de Lectura] Madrid: Biblioteca Nueva. pp. 144-150 1 1 Investigando sobre termodinámica encontré un autor que sostiene que en torno al concepto de entropía, conviven en la física dos tipos de interpretaciones: una energética y otra relacionada con la teoría de la información, que prescinde de una referencia energética. El objetivo de esta presentación es demostrar que las referencias a la termodinámica en Freud responden a un modo de concebir la entropía en términos energéticos, mientras que en Lacan es posible articularlas a nociones termodinámica concebidas en términos informacionales, en particular respecto del concepto de entropía. Establecido lo anterior, será posible concebir el gozo (emparentado con la entropía en el seminario 17) en función del orden significante, sin ninguna necesidad de una “biología lacaniana”. FREUD EN TIEMPOS DE TERMODINAMICA La termodinámica se formaliza como ciencia a mediados del siglo XIX como una disciplina ligada al estudio de la energía y sus transformaciones. Surge originalmente en pleno auge de la revolución industrial, y como consecuencia de la investigación de la maximización del uso de energía en la máquina de vapor. La termodinámica es una rama de la física que estudia las transformaciones de la energía y que establece en sus principios el carácter conservativo de la energía en el universo: no se crea ni se destruye (primer principio) y además explica la legalidad de ciertos fenómenos de carácter universal, como que en el estado de equilibrio la entropía es máxima (segundo principio). Se puede considerar a Sadi Carnot (1796-1832) el fundador de la termodinámica como disciplina teórica; escribió su trabajo cumbre a los 23 años3. Durante la década de 1840, varios físicos entre los que se encontraban Joule, Helmholtz y Meyer, fueron desarrollando los argumentos fundamentales de la ley conocida como el 1er principio de la termodinámica y que Clausius en 1850 y Lord Kelvin un año después lo formalizan cada uno independientemente4. Esta ley (primer principio de la termodinámica) sostiene que la energía no puede crearse ni destruirse, sólo puede cambiar de una forma a otra (de movimiento a calor, de calor a electricidad, etc.). La energía del universo, es algo constante, ni se crea ni se destruye, solamente se transforma. Tal como refiere Ellenberger5 una combinación de distintos postulados de Fechner pueden rastrearse en la concepción freudiana del aparato psíquico. En 1850 Fechner6 postula la “ley psicofísica” donde sostiene que el hombre está expuesto a ciertas magnitudes físicas de energía ya sea de origen interno o externo, que pueden ser transformadas (en el sistema nervioso) en “energía mental”. En esta concepción el concepto de umbral es fundamental y es usado por Freud en su modelo de aparato psíquico: el trauma como el rebasamiento energético de un umbral que deja sus huellas en el aparato, que se activan con la energía sexual de la pubertad. Según el modelo freudiano la energía del aparato psíquico, proviene de dos fuentes de estímulo energético (internas y externas). Esta energía, moviliza representaciones, 3 "Reflexiones sobre la potencia motriz del fuego y sobre las máquinas adecuadas para desarrollar esta potencia" 4 http://es.wikipedia.org/wiki/Primer_principio_de_la_termodin%C3%A1mica 5 Ellenberger, Henri Frédéric. “Fechner and Freud”, Bulletin of the Menninger Clinic. 1956 6 Gustav Theodor Fechner (1801-1887) 2 catectiza, inviste. Lo que mueve el lenguaje para Freud, en esta perspectiva energética, es por un lado el trauma (concebido como el rebasamiento de un umbral energético) que deja una marca determinante y por el otro la deriva energética de esas cargas, que van drenando por el aparato, inervando sistemas de representaciones que hacen a la realidad psíquica: entendida como el particular sistemas de huellas cargadas energéticamente. Hasta 1920 la energía que moviliza y circula por el aparato psíquico freudiano está regulada por el principio de placer, caracterizado por la tendencia a la descarga y el principio de estabilidad (como refiere Ellenberger, ver nota 5, ambos conceptos son fechnerianos). WIEDERHOLUNGSZWANG En “Más allá del principio de placer” Freud reconoce que algo no cierra en el esquema de la primera tópica. Se ve obligado a reconocer una tendencia más originaria aún, que no se inscribe en el registro del principio de placer, como consecuencias de ello resulta que como orientación clínica y postulación teórica ya no se tratará de hacer conciente todo lo inconciente. Lacan sugiere que la idea de un aparato psíquico reversible (cc – icc) resulta imposible de sostener. El sistema freudiano “pierde” por algún lado, tiende en un sentido opuesto a la estabilidad (placer). Así como la concepción energética del aparato psíquico como un transformador de energía externa e interna en energía mental puede considerarse vinculado al primer principio de la termodinámica, el problema que introduce el más allá del principio de placer, Freud lo concibe en un modelo comparable al 2do principio de la termodinámica. El 2do principio de la termodinámica puede presentarse así: todo sistema físico evoluciona en un sentido y no en otro (lo caliente se enfría, el gas se expande a todo el volumen, la gotita de tinta se difunde por el agua cristalina y termina tiñéndola) y nunca al revés. El segundo principio establece que la entropía es una medida de “algo” cuyo máximo se encuentra en el estado de estabilidad al que tiende “naturalmente” cualquier sistema. En términos energéticos –como anticipamos previamente, una de las maneras posible de interpretar el 2do principio- suele entendérselo como que toda transformación de energía (que siempre es constante en el universo según el 1er principio), tiene como saldo un resto de energía no utilizable que siempre va en aumento. Se entiende por energía no utilizable a la energía que ya no puede realizar trabajo, dicho de otro modo, se trata de la energía en un estado de máxima estabilidad. En ese estado, al que tiende todo sistema dejado a su libre evolución, la entropía es máxima. Los sistemas que llegan a un equilibrio alcanzan el máximo de algo que es la entropía. Desde esta perspectiva energética, la entropía se concibe como la energía no disponible para trabajo, y cuyo máximo se observa en el estado de equilibrio (cuando el sistema es estable). Esta tendencia universal, tiene como consecuencia un aporte importantísimo a la noción física de tiempo: estaríamos sujeto a una cierta dirección irreversible en los fenómenos físicos. Esta particularidad, se la conoce también como que el tiempo es asimétrico y en la física es el fundamento de la noción de “flecha del tiempo”. Una primer referencia freudiana a la entropía la podemos encontrar en el caso del pequeño Hans, donde hablando de la “plasticidad psíquica” concepto ligado a la problemática de la fijación de la libido, Freud refiere que hay que lidiar con una tendencia hacia un estado anterior, que en algunos casos resulta más difícil que en otros. 3 “…, también en las trasposiciones entre procesos psíquicos cabe considerar el concepto de una entropía que contraría, en proporción a su medida, la involución de lo acontecido (Rückbildung des Geschehenen)”7 Otra acepción de Rückbildung des Geschehenen que me parece mas esclarecedora, es la es la de regresión, literalmente el acaecer de algo anterior. Otra referencia a la entropía y relacionada con el mismo problema la encontramos en “Análisis terminable e interminable” donde en el mismo sentido que el párrafo anterior, y hablando de la resistencia del ello y sus consecuencias (tendencia a no cambiar) Freud escribe: “…En gente de edad muy avanzada, a esto uno lo halla explicable por la llamada ‘fuerza de la costumbre’, el agotamiento de la capacidad receptiva –una suerte de entropía psíquica-;”8 Aunque sin mencionar la referencia explícita a la entropía encontramos la misma lógica (una tendencia conservadora y regresiva) la en la formulación de la Wiederholungszwang en “Más allá del principio del placer”: “Ahora bien, ¿de qué modo se entrama lo pulsional con la compulsión de repetición? Aquí no puede menos que imponérsenos la idea de que estamos sobre la pista de un carácter universal de las pulsiones (no reconocido con claridad hasta ahora, o al menos no destacado expresamente) y quizá de toda vida orgánica en general. Una pulsión sería entonces un esfuerzo, inherente a lo orgánico vivo, de reproducción de un estado anterior que lo vivo debió resignar bajo el influjo de fuerzas perturbadoras externas, sería una suerte de elasticidad orgánica o, si se quiere, la exteriorización de la inercia en la vida orgánica”9 y más adelante en el mismo capítulo “Si nos es lícito admitir como experiencia sin excepciones que todo lo vivo muere, regresa a lo inorgánico, por razones internas, no podemos decir otra cosa que esto: La meta de toda vida es la muerte; y, retrospectivamente: Lo inanimado estuvo ahí antes que lo vivo”10 En términos termodinámicos el aparato psíquico, hasta 1920, está regulado por un principio de placer, estable y como dirá Lacan, reversible. Entendido en términos energéticos como una tendencia entre un principio de placer al que tiende el sistema y que justifica la tendencia del sistema tanto hacia el placer, como a la evitación del displacer. En este primer modelo, el principio opuesto, el principio de realidad, influye a partir del displacer que produce el encuentro con la “realidad”, bajo la tendencia del principio de placer, y en el engendramiento de displacer de ese encuentro, es posible operar a partir de un rodeo, que en definitiva es la cultura11. El paso de 1920 se funda en la evidencia de una tendencia que rompe con esta economía reversible. Hay un principio más originario que la tendencia al placer y es la pulsión de muerte, Wiederholungszwang. Como acabamos de demostrar en términos freudianos el Wiederholungszwang, está ligado a al encuentro originario de una fuerza perturbadora externa (que afecta de modo 7 Freud, Sigmund, De la historia de una neurosis infantil, en Obras Completas, Ed. Amorrortu, Buenos Aires, pág 105. 8 Freud, Sigmund, Análisis Terminable e Interminable, parte VI., Obras completas, Ed. Amorrortu. 9 Freud, Sigmund. Mas Allá del principio de placer, capítulo 5, Amorrortu, el subrayado es mío. 10 Ibidem 11 El argumento de Ricoeur en el texto antes mencionado es que a través de una interpretación de la cultura, Freud resuelve la oposición energético-hermenéutico de su teoría. 4 tal) que va en sentido opuesto a la tendencia al equilibrio del sistema, que tiende a la muerte. El 2do principio de la termodinámica en términos energéticos puede concebirse como un modelo análogo en la medida que la tendencia del universo es hacia un estado de equilibrio final, homogéneo en el cual la energía ya no es capaz de producir ningún trabajo, una muerte final. LACAN Y LA ENTROPIA “Quiero decir sencillamente que la pulsión de muerte en Freud no es ni verdadera ni falsa. Es sospechosa, no propongo nada más, pero basta que haya sido necesaria para Freud, que ella lo remita a un punto abisal, fundamentalmente problemático, para ser reveladora de una estructura del campo.”12 Con el más allá del principio de placer cae la suposición de una reversibilidad completa entre conciencia e inconciencia. Es desde esta perspectiva que Lacan ubicará al texto freudiano como el pasaje de una concepción simétrica del aparato psíquico a una concepción disimétrica, la pulsión de muerte es el concepto fundante de esa articulación. “Si los dos sistemas fueran inversos el uno del otro tendría que llegarse a una ley general de equilibrio, y, por una vez, habría un análisis del yo que seria el análisis del inconsciente al revés…La palabra automatismo (Wiederholungszwang ) nos trae los ecos de toda una ascendencia neurológica. No es así como debe entendérselo . Se trata de compulsión a la repetición y por eso creo hacer algo concreto introduciendo la noción de insistencia. Este sistema tiene algo que molesta. Es disimétrico, no pega. Algo escapa en él al sistema de ecuaciones y a las evidencias pertenecientes a las formas del pensamiento del registro de la energética, instauradas a mediados del siglo diecinueve”.13 Me parece que el párrafo anterior presenta el uso que Lacan hace de la termodinámica y su relación con la propuesta freudiana. “…comencé a introducirles en la comprensión, con Más allá del principio del placer, de esa x llamada, según los casos, automatismo de repetición, principio de Nirvana o instinto de muerte. Me oyeron mencionar la entropía, y esto no es arbitrario. El propio Freud indica que debe estar hablando de algo de ese género.”14 TERMODINAMICAS Investigando sobre el concepto de entropía y tratando de entender su lugar peculiar en la física, me resultó sugestivo que coexisten distintas interpretaciones15 de la misma. Resumidamente y tal como se plantea en el libro citado, coexisten una interpretación energética del 2do principio y su principal concepto: entropía, con una interpretación fundamentada en la teoría de la información, que prescinde de cualquier referencia energética. La interpretación energética concibe a la entropía como esa X que aumenta en el universo por su tendencia a desordenarse. En términos más específicos y utilizando lo referido anteriormente, conciben a la entropía como la máxima medida de desorden al Lacan Jacques, “El Seminario”, Libro 7, clase 16, Paidós, Buenos Aires. Lacan Jacques, “El Seminario”, Libro 2, clase 5, Paidós, Buenos Aires. 14 Lacan Jacques, “El Seminario”, Libro 2, clase 10, parágrafo 1, Paidós, Buenos Aires. 15 Me baso en Ben Naim, Arieh, “La entropía desvelada. El mito de la segunda ley de la termodinámica y el sentido común” (en inglés: Entropy Demystified: The Second Law Reduced to Plain Common Sense) (2011), Colección Matemas. Tusquets. Barcelona. 12 13 5 que tiende cualquier sistema dejado a su libre evolución. La transformación energética del sistema tiene en un sentido, que puede medirse como desorden. Eso que aumenta es la energía que no puede producir trabajo, la energía dispuesta de modo tal que ya no puede transformarse en otra cosa, o tender hacia otro estado, en estado de desorden máximo. El planteo formalista del segundo principio se debe a Ludwig Edward Boltzmann16 quien fuera un físico austriaco pionero en el campo de la termodinámica, y que propone a fines del siglo XIX una ecuación para medir la entropía de un sistema. Esta ecuación se fundaba en un presupuesto que en el momento de su formulación aún no estaba aceptado: que el mundo físico estaba compuesto de átomos. Por este motivo, su aporte no fue debidamente reconocido, lo cual parecería haber influido en su suicidio en 1906. Su tumba lleva la ecuación para el cálculo de la entropía de cualquier sistema físico: Donde S es la medida de entropía, k la constante de Boltzmann y Ω el número de microestados posibles para el sistema (ln es la función logaritmo neperiano). Lo fundamental para el argumento que estamos desarrollando es que en esta ecuación la cantidad de entropía de un sistema (S) es función de lo que se llama número de microestados posibles (Ω) y que puede representarse como una función de las configuraciones posibles de los átomos en el espacio en el que están dispuestos, y no en términos energéticos. Por las consideraciones de Lacan sobre este asunto, presentaremos los argumentos de Ben Naim, Arieh quien sostiene que la ecuación de Boltzmann puede pensarse en función de un modelo no energético, isomórfico con la teoría de la información de Shannon (1948).17 Ben Naim plantea un modo simple de concebir la entropía según este enfoque opuesto al energético que denominaremos “informacional”. Para poder aproximarnos a la concepción de la entropía según esta perspectiva, imaginemos que jugamos a arrojar 4 monedas, cuyos resultados pueden ser cara (0) o seca (1)18. A continuación tenemos un cuadro donde Resultado es el puntaje que es posible obtener en cada tirada de las cuatro monedas (sumando 1 cuando es seca y 0 cuando es cara). Obsérvese que la columna b) muestra que para cada resultado corresponde una determinada cantidad de distintas combinaciones posibles de las monedas, donde cada tirada específica se representa un (n,n,n,n,) donde n es cada moneda y es 0 si salió cara 16 (Viena, 20 de febrero de 1844 - Duino, Italia, 5 de septiembre de 1906) fuente: WIKIPEDIA Para todas las referencias sobre termodinámica, Ben Naim, Arieh, “La entropía desvelada. El mito de la segunda ley de la termodinámica y el sentido común” (2011), Colección Matemas. Editorial Tusquets. Barcelona. Ben Naim, Arieh refiere que la constante de Boltzmann (k) aporta una referencia energética a la medida de la entropía, pero que podría prescindirse de la misma sin perder rigor formal, con la consecuencia de transformar a la entropía en un concepto adimensional (y que el autor considera más apropiado para el enfoque informacional). 18 A los fines del ejemplo esto es arbitrario, podría ser al reves cara=1, seca=0. 17 6 o 1 si fue seca. Lo importante es que para cada resultado puede haber una o más combinaciones de monedas. En este sentido cada resultado es la realización de una jugada específica de una cantidad total de jugadas posibles. En c) se muestra la totalidad de posibilidades distintas de obtener un resultado específico. La columna d) muestra, la probabilidad de obtener cada resultado en una tirada. a) Resultado 0 1 2 3 4 c)Total de d) combinaciones b) Combinaciones posibles de las monedas para Probabilidad de monedas cada resultado de obtener para cada el resultado resultado 1/16 (0,0,0,0) 1 4/16 (1,0,0,0) (0,1,0,0) (0,0,1,0) (0,0,0,1) 4 6/16 (1,1,0,0) (1,0,1,0) (1,0,0,1) (0,1,1,0) (0,1,0,1) (0,0,1,1) 6 4/16 (1,1,1,0) (1,1,0,1) (1,0,1,1) (0,1,1,1) 4 1/16 (1,1,1,1) 1 Total: 16 Si nos fijamos en la frecuencia combinatoria vemos que el resultado 2 tiene más probabilidades que ocurrir que cualquier otra combinatoria, llamamos a ese resultado línea de equilibrio del sistema y eso quiere decir que si tiráramos infinitamente las 4 monedas, el resultado 0 y 4 tenderían a aparecer 1/16 del total de tiradas, mientras que 1 y 3 tenderán a salir 4/16 de las tiradas que haga, y 2 tendería a aparecer 6/16 de las mismas. Si registramos todos los resultados de cantidad suficientemente grande de tiradas podemos verificar empíricamente que el resultado 2 es el que tiene mayor probabilidad de salir, exactamente 6/16 de las tiradas que se hagan. Esta tendencia resulta absolutamente lógica (eso es lo que entiende Arieh Ben-Naim por sentido común) dado que es el resultado que tiene más posibilidades de salir en función de la combinatoria de las monedas. A mayor cantidad de monedas, el cálculo es más complejo, pero la tendencia se mantiene igual, por ejemplo si jugáramos con 10 monedas, la línea de estabilidad se ubicaría, en un suficiente numero de jugadas, en torno al resultado 5, que es el que más probabilidades tiene de salir. Resultado 0 1 2 3 4 5 ,,, 10 Combinación de jugadas posibles para cada resultado 1 10 42 120 210 252 ,,, 1 1270 Probabilidad de obtener cada resultado 1/1270 10/1270 42/1270 120/1270 210/1270 252/1270 ,,, 1/1270 7 Ahora bien, para seguir avanzando tenemos que tener en claro que una cosa es saber un resultado (la suma total de unos que salieron en la tirada) y otra muy distinta es saber como salió cada moneda (cual de las monedas fue 1 o 0). A diferencia de la interpretación energética, donde la entropía representa algo que caracteriza a la energía incapaz de realizar un trabajo, desde la perspectiva informacional la entropía es la información que se necesita (mejor dicho que falta) para saber exactamente como salió cada una de las tiradas. Saber exactamente cual moneda salió cara y cual seca, implica poseer una cantidad de información (valga la redundancia, saber como salió cada una de las monedas). La cantidad de información que necesito para saber como salió cada una de las monedas puede ser medida (es aquí donde la termodinámica física se emparenta con la teoría de la información). La identidad de una jugada, en el ejemplo que venimos desarrollando, es saber que dad moneda salió con que valor en un determinado resultado. En esta perspectiva la identidad (como salió cada una de las monedas que compone el resultado) es equivalente a un máximo de información que se podría obtener. Desde esta perspectiva la entropía, puede entenderse como la información que falta (la información que necesitaría para saber la configuración exacta, la identidad, de una jugada). Resulta importante agregar que en sistemas físicos macroscópicos se asume que es imposible saber cual es la identidad atómica específica, no obstante lo cual eso no impide medir la información que necesitaría saber, o sea, la entropía. El equilibrio es cierto estado hacia donde tiende todo sistema dejado a su libre evolución, donde es necesaria más información para saber la identidad (o sea cual salió cara y cual salió seca) exacta de la tirada, debido a que en el equilibrio es donde existe una mayor probabilidad de combinatorias específicas, tal como se describe en los cuadros. En términos de la 2da ley de la termodinámica decimos que en el equilibrio la entropía es mayor (o sea que necesito más información para “identificar” una jugada específica, o sea saber donde están los unos y ceros), porque es mayor la cantidad de jugadas posibles (dado un resultado). Este modelo resulta análogo a la formalización de Boltzman, en la medida que lo que este entiende como microestados posibles (el Ω de la ecuación) es la proporción entre una combinatoria específica de átomos en función de alguna distribución espacial; entendiendo a partir del ejemplo de las monedas, a los átomos como monedas (cuya identidad sería “saber” donde estaba cada átomo) y a las tiradas como el efecto de alguna propiedad que se desprende de la configuración inespecífica (sin identificar cada uno) de los átomos en determinado espacio. De este modo la tendencia entrópica del sistema es hacia el estado que tiene mayor probabilidad de ocurrir, lo que a su vez implica correlativamente una mayor dificultad para dar cuenta de especificidad del resultado (como salió cada una de las monedas, en donde está cada uno de los átomos), en síntesis de la identidad de la tirada. Entendiendo la entropía como la información necesaria para saber de una configuración específica (identificada), en relación con la totalidad de configuraciones posibles, habrá mayor entropía entonces en el estado de equilibrio, al que tiende el sistema y en el que como vimos en el ejemplo de las monedas, es el de mayores combinaciones posibles, y 8 consecuentemente en el que necesitaremos mayor información para saber la identidad de la configuración específica. Ben Naim escribe “El caso es que entropía e información no sólo son conceptos ‘análogos’, sino que pueden hacerse idénticos”19 y más adelante “…creo que la entropía puede identificarse, conceptual y formalmente con la información” 20. Retengamos para nuestra argumentación que el enfoque informacional de la entropía implica una concepción “estructural” de los fenómenos físicos, recuérdese que la formulación de Boltzmann requería de la hipótesis atómica (resumidamente, la consideración de que se trataba de átomos distribuidos en determinados lugares). Sabemos que Lacan estaba advertido del vínculo entre entropía y teoría de la información, aunque no lo haya desarrollado demasiado. En el seminario 17, al final de la clase 5 dice “Hay algo más que todo el mundo ve, y es que el saber implica la equivalencia entre esta entropía y una información. Sin lugar a dudas, no es igual, no es tan simple como lo dice el señor Brillouin” 21. Merece considerarse que Lacan se refiere en esta cita al físico francés Léon Nicolas Brillouin (7 de agosto de 1889 – 1969) uno de los primeros autores que relacionan la entropía y la teoría de la información. Ya en el seminario II Lacan sostiene que la relación al orden simbólico tiene un vínculo con la entropía, en sus palabras: “Para Freud se trata en realidad de aprehender el comportamiento humano. Con este fin se pregunta si no será conveniente hacer jugar una categoría análoga a las que utiliza la física. Introduce entonces la dimensión de la entropía, en tanto que ésta se realiza en el acto original de comunicación que es la situación analítica. Es preciso conservar todas estas dimensiones, si se quiere entender las afirmaciones de Freud, que no conciernen solamente al ser vivo objetivable en el plano psíquico sino también a la significación de su comportamiento y, precisamente, en tanto que esa significación entra en juego en esa particular relación que es la relación analítica, que no puede comprenderse sino como una comunicación. Tal es el marco que otorga su sentido a la comparación del instinto de muerte con la entropía… Después de un año y medio de seminario, no pueden ignorar ustedes que dicho orden es el orden simbólico, en sus estructuras propias, en su dinamismo, en el modo particular con que interviene para imponer su coherencia y su economía autónoma al ser humano y a lo que éste vive. En él les designo la originalidad del descubrimiento freudiano.”22. La hipótesis que propongo es que es posible articular una interpretación lacaniana de las noción de entropía concebida en la vertiente de la teoría de la información que permite entender el automatismo de repetición estrictamente relacionado con la estructura del lenguaje prescindiendo de cualquier referencia energética somática. El único presupuesto necesario (y que no desarrollaré más que superficialmente) es la noción de parlêtre entendida como que el « ser » de los humanos que habitamos el Ben Naim, Arieh, “La entropía desvelada. El mito de la segunda ley de la termodinámica y el sentido común” (2011), Colección Matemas. Editorial Tusquets. Barcelona, página 208 20 Ibidem, página 211 21 Según www.staferla.free.fr. “…Il y a quelque chose, dont quelqu’un s’est aperçu, c’est que le savoir, ça implique l’équivalence entre cette entropie et une information. Bien sûr, c’est pas pareil, ce n’est pas aussi simple que M. BRILLOUIN le dit.”, donde a diferencia de la edición de Paidós se aclara la referencia bibliográfica: Léon Brillouin, La Science et la théorie de l'information (1959), éd. Jacques Gabay, 2000. 22 Lacan Jacques, “El Seminario”, Libro 2, clase 10, Paidós, Buenos Aires., subrayado mío. 19 9 lenguaje, está hecho –valga la redundancia- de lenguaje. Este presupuesto permite concebir que el orden simbólico porta determinaciones que hacen al parlêtre. En el ejemplo de las monedas, la entropía está determinada por el orden simbólico en el cual se despliegan las tiradas (la combinatoria de n monedas que solo pueden tener como valor 1 o 0), en términos de la ecuación de Boltzmann, es la estructura local y atómica del sistema físico de referencia lo que determina su evolución entrópica más allá de cualquier consideración energética en sí misma. « El saber, en cierto nivel, está dominado, articulado por necesidades puramente formales, necesidades de la escritura, lo que en nuestros días conduce a cierto tipo de lógica...podemos conceder el apoyo de una experiencia que es la lógica moderna, ante todo manejo de la escritura, este tipo de saber es el mismo que está en juego cuando se trata de medir la incidencia de la repetición en la clínica analítica... (saber que) no podemos obtenerlo de ninguna forma por depuración23 a partir del empirismo, es ese mismo saber el que se encuentra introducido desde el origen. »24 El párrafo precedente condensa algunas proposiciones que es conveniente identificar. Por un lado articula la Wiederholungszwang como un saber introducido desde el origen (« estructural ») accesible por vía de la lógica, o sea formalmente escribible (de ahí el termino épurer, traducido por depuración) pero que no se deduce de ninguna experiencia empírica, lo cual implica que para dar cuenta de la estructura de los fenómenos no podemos basarnos en los fenómenos en si mismos, sino en función de la estructura en la cual se realizan.25 Articulando esta idea con la perspectiva de la entropía, allí donde se verifica una mayor repetición es donde se opera una pérdida: en la línea de equilibrio del sistema, donde mayor es la combinatoria de configuraciones inespécificas, es donde más información falta para saber la identidad de los resultados. La repetición es el lugar donde el analista irá a captar lo que comanda al parlêtre. Eso que comanda es concebido por Lacan como un saber. La Wiederholungszwang (entendida como un saber de la estructura) es lo que se repite en la puesta en forma de esa función donadora de existencia del lenguaje, como constituyente de lo que es para el parlêtre. Es en este sentido que el gozo, puede ser entendido como un saber que viene de la estructura. En la versión de www.staferla.free.fr está mas claro: “ce savoir se trouve être le moyen de la jouissance” (este saber se encuentra siendo el medio de gozo). La Wiederholungszwang como medio de gozo, puede ser entendido en el modelo de la termodinámica, como la tendencia a la repetición (como lo que tiene mayor probabilidad de ocurrencia), dada por la estructura, y que en cada ocurrencia, se verifica además una pérdida: un máximo de entropía que –como se mostró anteriormente- en ese estado al que tiende el sistema la identidad está menos especificada. Continuemos con el párrafo citado: 23 El verbo que usa Lacan es épurer, y una de cuyas acepciones es alzado, un término de uso arquitectónico y que refiere al dibujo que muestra las proyecciones de un objeto tridimensional en uno o más planos (el diagrama de un cuadro) // Dibujo de un edificio, pieza, máquina, etc., representado en proyección vertical y sin tener en cuenta la perspectiva. Por ejemplo:” nos mostraron la planta y el alzado del edificio”. 24 Lacan Jacques, “El Seminario”, Libro 17, clase 3, Paidós, Buenos Aires. 25 Esta tesis es análoga a la idea de concebir la entropía, no en función de la energía del sistema, sino en tanto microestados posibles, tal como se demostró anteriormente. 10 « Qué nos impone todo esto sino esta formula : que ese saber trabaja... el saber trabajando produce una entropía, que entre nosotros se escribe e,n,t,r,o, pero que escribirlo con a, n, t, h, r, o – sería un bonito juego de palabras ... No es para sorprendernos. ¿No saben ustedes que la energética no es nada más, por mucho que crean los corazones ingenuos de los ingenieros, que la aplicación sobre el mundo de la red de los significantes?... .Cuando el significante se introduce como aparato del goce, no tenemos pues que sorprendernos al ver aparecer algo que tiene relación con la entropía, puesto que se definió la entropía precisamente cuando se empezó a aplicar este aparato de significantes sobre la sonda física » 26 En este sentido puede concebirse esa pérdida como la falta de identidad ligada a la repetición, cuestión que en el modelo informacional de la termodinámica queda así articulada: en el resultado al que tiende el sistema existen mayores combinatorias, se observa consecuentemente una mayor entropía, entendida como la falta de información para dar cuenta de la identidad específica de la jugada. Continuemos con la definición de gozo en el seminario 17 : « (respecto del gozo) de lo que se trata no es de una transgresión, de una irrupción en un campo prohibido por el rodaje de los aparatos vitales reguladores. » En esta frase es posible observar la profunda diferencia con la versión energética biológica freudiana. Sigue: « De hecho, es solamente en el marco de ese efecto de entropía, en el marco de esa pérdida que el goce toma su estatuto y que se indica y por eso lo introduje en un principio con el término Mehrlust27, plus de gozar. Precisamente porque se capta en la dimensión de la pérdida - algo tiene que compensar, si puedo decir, lo que de entrada es un número negativo - ese no sé qué que golpea, que resuena en las paredes de la campana, produce goce y goce a repetir. Es solamente esa dimensión de la entropía hace que esto tome cuerpo, que haya un plus de goce que recuperar. »28 En la misma clase, unos párrafos antes (traduzco literalmente de www.staferla.free.fr, porque en Paidós no está tan claro): « Si hemos dicho anteriormente que hay pérdida de gozo, que es en el lugar de esa pérdida, de ese algo (quelque chose) que introduce la repetición, que veremos surgir la función del objeto perdido que yo llamo el (a) »29 Resumamos, desde esta perspectiva la Wiederholungszwang es consecuencia de la estructura de lenguaje que hace existir al parlêtre. Es la tendencia estructural de la repetición consecuencia de la determinación de la existencia por el lenguaje. Tal como se demostró previamente, el gozo, puede ser concebido en términos termodinámicos como consecuencia del resultado más esperable al que tiende la estructura del sistema termodinámico. Recordemos a su vez que esa tendencia se caracteriza por un máximo de entropía, entendida como una falta de información sobre la identidad específica de la jugada 26 Ibidem Lacan inventa este término en el seminario 16, sobre la base del término plusvalía (Mehrvert), agregándole lust (placer en alemán). Es importante destacar que la introducción del término mehrlust (plus de gozar) Lacan la produce para situar este concepto en una “economía política”, y desplazarlo de una “energética” (clase 1 del seminario 16). 28 Ibidem. 29 Ibidem. 27 11 (sabemos el resultado, pero necesitamos más información para saber como salió cada dado, dado que la combinatoria de posibilidades se mayor). La hipótesis es que el parlêtre, en su « ser » está condenado a una pérdida (consecuencia de que la condición de existencia ligada al lenguaje), equivalente a la entropía en el modelo termodinámico. El objeto a, como plus de gozar, es lo que permite recuperar valor, en virtud de que el parlêtre, queda determinado por una tendencia, consecuencia de la íntima relación en la cual se articula al Otro. Esta tendencia es entendida por Lacan gozo. No se trata de nada del orden de lo corporal (ni de sus aparatos reguladores). Se trata de un efecto de estructura. En el parlêtre, lo que es, está regulado por las leyes del lenguaje. El gozo, es la consecuencia de que el ser se engendra en el campo del Otro, y así como en la perspectiva termodinámica la evolución de un sistema tiende a un punto de equilibrio determinado por la estructura material donde este sistema se despliega (los microestados de la función Ω de la ecuación de Boltzmann), en el parlêtre queda sometido a una tendencia. En esta perspectiva el objeto a es efectivamente una respuesta al gozo (del Otro, habría que aclarar), entendido como una pérdida inherente al ser que existe en el lenguaje (parlêtre). Lacan lo articula a la plusvalía, como maniobra productora de valor, que opera sobre un fondo de entropía, quedando de este modo ligada al gozo del Otro. De este modo, y a partir de la termodinámica, queda planteada una concepción de wiederholungszwang que se desliga de cualquier referencia biológico-energética, tratándose más bien de una consecuencia del orden simbólico que engendra el parlêtre. 12