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CEAMOnitor Editado por el Centro de Estudios sobre África y Medio Oriente.Vol. 6 No. 10, octubre de 2009 El virus A H1N1 como factor agravante de la crisis social de Egipto. Anay Cano Actualmente todos los países sufren algún tipo de crisis, pero Egipto ha tenido que añadir otro factor a su crisis social, la repercusión del virus A H1N1. El impacto del cambio climático en las poblaciones rurales de África oriental. Suyeni Díaz Conjuntamente con los nefastos efectos de las crisis económica y alimentaria mundiales, el cambio climático también ha repercutido negativamente en los campos de África oriental. Afica y la naturaleza sistémica de la actual crisis global (II). Silvio Baró La actual crisis global, que asola al planeta y que se caracteriza por su naturaleza sistémica, tiene sus impactos más dramáticos en el continente africano. The A (H1N1) virus: an aggravating factor of the social crisis in Egypt. Anay Cano Nowadays every country is being affected by some kind of crisis, but Egypt is adding another factor to its social crisis, the aftermath of the A (H1N1). The impact of climate change in the rural population of the East of Africa. Suyeni Díaz Along with the disastrous effects of the economic and food world crises, climate change has also had a negative impact on the fields of the East of Africa. Africa and the systemic nature of the current global crisis (II). Silvio Baró The current global crisis and its systemic nature are devastating the planet, being the African continent the worst affected. The history of the Middle East in the reaches the Cuban television. Yulianela Pérez El virus A H1N1 como factor agravante de la crisis social de Egipto. Anay Cano Actualmente todos los países sufren algún tipo de crisis, pero Egipto ha tenido que añadir otro factor a su crisis social, la repercusión del virus A H1N1. El mundo se atemoriza hoy ante el azote de una nueva pandemia, el virus A H1N1, conocido como gripe porcina. En los primeros meses de este año comenzaron a aparecer los primeros casos, y poco tiempo después la enfermedad se diseminó a lo largo del globo. Ante este fenómeno la Organización Mundial de la Salud (OMS) se vió forzada a emitir varios comunicados de alerta, y tiempo después se oficializó el estado de pandemia. El continente africano declaró su primer caso en el mes de junio; cuando una niña de 12 años procedente de Estados Unidos arribó al aeropuerto de El Cairo con los síntomas de la enfermedad. Así, comenzaría a agravarse aún más la crisis social en Egipto, una nación donde habitan alrededor de 80 millones de personas. Actualmente ese país está fuertemente afectado por el altamente patógeno virus de la gripe aviar; del cual el Ministerio de Salud ha oficializado un total de 87 casos desde el 2006 con 27 fallecidos.(1) Los temores de otro virus como el A H1N1 se materializaron rápidamente donde la mayoría de sus habitantes viven en el densamente poblado valle del Nilo. En muchos barrios marginales en la concurrida ciudad de El Cairo, el virus tiene las condiciones ideales para lograr su propagación. Ante tal temor el gobierno ordenó la masacre de cerca de 400 000 cerdos el 29 de abril como medida de precaución. Gran parte de la población de cerdos se encontraba en las zonas donde los recolectores de basura tradicionales vivían y trabajaban. Los zabaleen son un grupo de egipcios cristianos que viven en las afueras de la ciudad, los cuales recolectan la basura desde hace más de 50 años para alimentar a sus puercos, a los que luego mataban y se comían. La basura, como muchas otras cosas en Egipto, pertenecía a un sector de la economía informal; hasta que el gobierno contrató a multinacionales para recolectar toda la basura de la ciudad, pero éstas se han limitado a hacerlo en los barrios residenciales y, además, la dejan en su mayoría en los alrededores de la urbe. Este grupo de personas recorren diariamente toda la ciudad y regresan a sus casas con la basura para clasificarla, reciclar el plástico y el vidrio, y alimentar a sus cerdos con los residuos orgánicos de alimentos y otros productos. Se estima que diariamente mueven alrededor de cuatro toneladas de basura. Pero, tras haber sacrificado a 350 000 (2) cerdos y después de desmantelar las granjas porcinas por temor a que los animales pudieran contribuir a la difusión del virus, el trabajo de estas personas se ha visto amenazado. Con la limitación de trabajo de los zabaleen, las más perjudicadas serían las familias debido a la acumulación de basuras en las calles de la ciudad, que propiciaría un aumento del riesgo de propagación del virus A H1N1. La acción de erradicar la utilización de las zonas sucias ó basureros como granjas de cerdos fue tomada por la Asamblea del Pueblo; aunque el Decreto presidencial No.271/2009 emitido recientemente le asigna a los zabaleen un total de 238 feddans (acres) de tierra para las explotaciones porcinas.(3) Por otra parte, el virus A H1N1 también tiene serias implicaciones en el sistema educacional. El ministro de Educación el Sr. Youssri El-Gamal y el ministro de Salud el Dr. Hatem El-Gabali han tenido que tomar una serie de medidas y decisiones con respecto al curso escolar 2009/2010, entre las que figuran: · La puesta bajo un control obligatorio a los estudiantes y profesores de escuelas extranjeras que trabajan en el país. · Aumentar las escuelas privadas como medida para evitar la propagación del virus en las aulas concurridas de escuelas públicas. El Ministerio de Educación anunció que los honorarios de las escuelas nacionales para este curso aumentarían ligeramente, mientras que en las escuelas privadas, se incrementarían en un 30 por ciento con respecto a los del año pasado.(4) · Se está gestionando para lograr que las escuelas operen seis días a la semana en lugar de cinco, dividir a los alumnos en tres grupos, cada uno de los cuales sólo asistirían a la escuela tres días a la semana. · Además, la jornada escolar se ha dividido en dos turnos, mañana y tarde. Por tal motivo, será mayor la demanda de profesores en las escuelas. · El Ministerio de Educación también ha anunciado que será asignado un trabajador de la salud por cada escuela, supervisado por el director. · La distribución a los alumnos de las mascarillas y una bolsa que contiene las instrucciones, así como carteles que detallan medidas preventivas contra la gripe porcina. · Se retrasó el inicio del curso escolar del 26 de septiembre al 3 de octubre. Por su parte, en un acontecimiento relacionado con las medidas anteriores, el Presidente de la Universidad de El Cairo, el Sr. Hossam Kamel, dijo que la universidad pasó a la acción contra la gripe porcina, antes del inicio de clases el 3 de octubre. Y añadió que los miembros del claustro de profesores han creado planes de contingencia para que los estudiantes enfermos no estén obligados a ir a clase. Otro de los sectores que puede verse significativamente afectado es el turismo. En Egipto se han tomado rigurosas medidas en los aeropuertos y aduanas, instalando cámaras térmicas en lugares estratégicos para poder medir la temperatura corporal de los pasajeros que entran y salen del país. Ejemplo de ello fueron los participantes en la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) celebrada del 11 al 16 de julio pasado, los cuales fueron pesquisados mediante dichas cámaras y además se tomaron medidas preventivas adicionales para la seguridad de los delegados contra la influenza porcina, instalando dichas cámaras en los salones de conferencia de la Cumbre. Previo a las medidas anteriores se acondicionaron clínicas especiales en los aeropuertos ó cerca de estos para los casos de urgencia que necesitaran ser aislados. Dos períodos críticos para lograr la contención del virus es la Umrah (peregrinación menor) y la Hajj (peregrinación mayor) a las ciudades santas de la Meca y Medina. Más de dos millones de personas de más de 160 países se espera que visiten Arabia Saudita durante los próximos meses en las peregrinaciones musulmanas. Todos los peregrinos egipcios deben obtener certificados médicos de los sectores gubernamentales, privados o de hospitales universitarios, como condición para dejarlos viajar. Dichos certificados médicos se publican con marcas especiales para evitar su falsificación, y deben informar el estado de salud del pasajero. El documento tendrá un costo de LE250 ($40) a LE400 ($70),(5) sumado a las reclamaciones que muchos de los peregrinos hacen después de que el gobierno pusiera un límite de edad para viajar, y de ellos haber pagado por adelantado boletos de avión. El Mufti, la más alta autoridad islámica en Egipto, autorizó a los más vulnerables al virus --mujeres embarazadas, niños y personas con enfermedades crónicas-- a no realizar la peregrinación anual. Al mismo tiempo incitaron a los musulmanes a seguir debidamente las instrucciones del Ministerio de Salud Pública. Se dictaminó una Fatwa contra la realización de las oraciones del Eid en grandes mezquitas atestadas y se ha pedido, en cambio, hacerlas al aire libre ó en lugares de oración para rezar en casa. Hasta la fecha, en Egipto se han detectado 874 casos de virus A H1N1 y se han declarados muertas a dos personas. Alrededor de 80.000 dosis de vacunas contra la gripe porcina se espera que lleguen en Egipto el próximo mes de noviembre a un costo estimado de LE 35 ($ 6) por dosis.(6) Este lote, según el gobierno se asignará a los peregrinos, que tienen previsto viajar a Arabia Saudita en el próximo mes. La crisis social existente en el país de las pirámides se ha visto intensificada notablemente con la aparición del virus. Las condiciones que ha creado el gobierno en las medidas de sus posibilidades no han resultado suficientes para la densa población cairota principalmente. La cantidad de los hospitales gubernamentales no será capaz de hacer frente a todos los pacientes si la enfermedad se convierte en una pandemia; debido principalmente a la escasez de camas, personal y medicamentos. Sin embargo, otras medidas alternativas que debería tomar el gobierno egipcio giran en torno a: 1. Elaborar una campaña nacional para mantener limpios los lugares concurridos y garantizar que sean seguros para las personas, sin limitarse solo a locales donde se realicen reuniones religiosas. (el metro de El Cairo que traslada a mas de dos millones de personas diariamente) 2. Mantener aislados a los pacientes que tienen la fiebre aviar de las personas que están infectadas con el A H1N1; para evitar cualquier posible mutación del virus. 3. Mantener suspendidas las fiestas públicas ó festivales. 4. Aumentar la conciencia pública en cooperación con las autoridades de la salud. El estudio de la OMS apunta a la propagación del virus A H1N1 a un máximo de dos millones de personas en los próximos dos años;(7) lo que pronostica un mayor agravamiento en la crisis social egipcia para finales de este año y principios del 2010. Las preocupaciones sobre el desempleo, la deficiencia de las viviendas y los bajos salarios son algunas de las variables en la crisis social de Egipto; pero, tras el brote de esta pandemia quedará por ver el orden de prioridad que se le dará a los diferentes males sociales existentes. Referencias: (1) Infomed: “Situación Epidemiológica Internacional”, Informe, No. 279, 13-03.09 tomado del sitio www.sld.cu. (2) The Egyptian Gazette: “US girl Egypt’s 1ST H1N1 case”, 25-06-09 tomado del sitio www.egyptiangazette.net.eg. (3) The Egyptian Gazette: “Land allocated for public pig farms”, 08-09-09 tomado del sitio www.egyptiangazette.net.eg. (4) Declaración emitida por el Ministerio de Educación de Egipto, 20-08-09, tomado del sitio www.emoe.org/english. (5) “Health authorities at Cairo International Airport started enforcing the new restrictions”, Periódico The Egyptian Gazzette, 17-08-09, tomado del sitio www.egyptiangazette.net.eg. (6) The Egyptian Gazette: “Swine flu vaccine due in October”, , 24-09-09, tomado del sitio www.egyptiangazette.net.eg. (7) Organización Mundial de la Salud: “Situación actual de las vacunas contra la gripe pandémica”, tomado del sitio www.who.int. El impacto del cambio climático en las poblaciones rurales de África oriental. Suyeni Díaz Una tendencia cada vez más marcada se está evidenciando a todos los niveles en el continente africano: las causas que han acelerado el cambio climático global no han sido producidas en África, pero este es el continente más afectado por las alteraciones climáticas. En tal sentido es hora de actuar por si mismos y no seguir esperando por la merced de los países y las instituciones de Occidente (1). En función de esto, se han empezado a tomar iniciativas serias y acertadas para acentuar la responsabilidad mundial hacia esta región del mundo y el papel de los gobiernos como gestores de alternativas que ayuden a paliar la crisis ambiental. La creación de una comisión de la Unión Africana con vistas a las discusiones sobre esta materia, en Copenhague y la búsqueda de políticas gubernamentales homogéneas, son un buen ejemplo de las nuevas dinámicas que están teniendo lugar en el continente. No obstante, las condiciones que se han estado presentando durante el año en curso hacen más complejas las acciones encaminadas a paliar la vulnerabilidad de las poblaciones respecto a las alteraciones del clima, por la estrecha relación entre la variabilidad del clima, la consiguiente inestabilidad en la producción agrícola y la resultante debilidad alimentaria. No es un secreto que el principal sector de las economías de África oriental es la agricultura; tampoco lo es el hecho de que ésta sigue siendo, en esencia, desarrollada a través de medios tradicionales, donde la agroindustria no ha podido ser implementada sino en cultivos muy estratégicos. Estos aspectos han profundizado el impacto que tiene el cambio climático sobre la agricultura y la población que vive de ella. Las regiones más impactadas por el cambio climático en África subsahariana son, entre otras: las praderas áridas y semiáridas del este africano, la región de los Grandes Lagos y la región costera oriental (2). La pobre utilización de tecnologías y técnicas de avanzada lleva a una dependencia significativa de la estabilidad de las temporadas de lluvia, de la fertilidad de los suelos, y de la utilización de numerosa mano de obra para alcanzar los niveles de productividad, los que se han visto alterados a partir de las últimas décadas del siglo pasado por la creciente migración de las poblaciones rurales a las ciudades. En los últimos 20 años la tendencia en África oriental ha estado marcada por ciclos de sequías e inundaciones (3), con períodos cortos de estabilidad, como los de los primeros años de este siglo. No obstante, los nuevos períodos de sequías que se han visto este año pudieran significar el inicio de otro nuevo ciclo. Hasta el momento, las zonas más afectadas de la región se extienden desde Somalia hasta el centro-norte de Kenya, donde las precipitaciones han estado por debajo de la mitad del promedio para la temporada. Ante esta nueva amenaza, las poblaciones más afectadas son precisamente las extensas áreas rurales, por la dependencia que tienen de la agricultura para su subsistencia y porque las gestiones estatales son más dilatadas o complejas de ejecutar. El impacto del cambio climático se puede analizar desde diferentes perspectivas, entre las cuales están: la seguridad alimentaria, la migración y los reajustes en las políticas estatales ante la crisis económica mundial. La seguridad alimentaria es uno de los conceptos más puestos en boga durante los últimos años y que ha servido como mecanismo para valorar la gestión responsable de los gobiernos de los países subdesarrollados como parte de las nuevas tendencias de los derechos humanos. En este sentido, la región oriental del continente se encuentra en estado crítico. Los informes de organizaciones como UNICEF y FAO dan cuenta de un aumento de 4 millones de personas que necesitan ayuda humanitaria en la región de África oriental en 2009, con lo que se llega a 24 millones en general (4). Dentro de estos, Kenya es el caso más crítico, con un 74% de la población del noreste dependiendo de algún tipo de ayuda alimentaria, según datos de julio de 2009 (5). Por su parte en el informe 2009 Global Hunger Index, elaborado por el Internacional Food Policy Research Institute, se señala que del total de los países que componen la región –seis, descontando a Somalia, del cual no se tienen datos-, dos se encuentran en alarma extrema (Etiopía y Eritrea), 3 en alarma (Tanzania, Kenya y Djibouti), y 1 en una situación seria (Uganda) (6). Esta situación tiene serias consecuencias cuando se tiene en cuenta que los gobiernos de la región no están capacitados para asumir el reto de alimentar a las poblaciones al no tener los medios para suplir esta escasez y no estar en condiciones de adquirir de forma inmediata la cantidad de alimentos requeridos, en un mercado internacional donde los precios de estos están sobrevaluados; a su vez, los convierte en Estados dependientes de las donaciones y contribuciones que las organizaciones internacionales puedan hacer, en una coyuntura de crisis internacional que ha vuelto aún más condicionante a la ya condicionada ayuda. Las consecuencias directas de esta crisis alimentaria pasan por la reducción radical de los niveles de alimentación, principalmente en los niños, que puede traer repercusiones negativas directas a corto y mediano plazo para la población de la región y por consiguiente para la capacidad productiva, en países que están en proceso complejos pero constantes de desarrollo. Por otro lado, obliga a romper con los tradicionales cultivos que han llevado a sembrar cosechas más cortas y adaptables a las nuevas condiciones climatológicas, pero en ocasiones de menores calorías y valores nutricionales. La migración, por su parte, se ha convertido en una de las respuestas desesperadas a las que ha llegado la población. En este sentido se ha acentuado la observada hacia las ciudades y ha aumentado la movilidad hacia otras regiones rurales con mayor estabilidad de recursos hídricos. Cada una de estas variantes de migración presenta serios problemas. En sentido general, los movimientos migratorios han significado la ruptura con elementos de la cultura tradicional, como el respeto y la veneración a la tierra de los ancestros y el abandono de las estructuras de la familia ampliada, aspectos tan importantes para el mantenimiento de la cosmovisión de las poblaciones africanas que, si bien en las ciudades se han estado abandonando por las dinámicas urbanas, todavía tienen un peso fundamental en las sociedades rurales, sobre todo en las dedicadas al pastoreo. En el caso de la inmigración a las zonas urbanas, se han recrudecido los problemas de insalubridad, violencia, marginalidad, al tiempo que ha aumentado la demanda de alimentos y por ende sus precios. Los movimientos poblacionales hacia otras regiones rurales ha traído como consecuencia inmediata el enfrentamiento entre distintos grupos en competencia por el mismo territorio, pues en muchos casos poblaciones enteras se trasladan hacia territorios que pertenecen a otros grupos, o incluso a territorios de compañías privadas o reservas naturales, con el consiguiente desequilibrio del hábitat. En otros casos ha significado el empeoramiento de las condiciones de vida, como el de muchas familias dedicadas a la ganadería en Kenya, que decidieron trasladarse a las laderas del monte Kenya, por ser una región más fértil, pero que por las bajas temperaturas de la zona, han visto morir miembros de su familia y su ganado (7). En este aspecto, quizá una de las cosas más preocupantes sea cómo el Estado tendrá que empezar a lidiar con estas dinámicas, ante la perspectiva de que el cambio climático es un proceso irreversible y por tanto sus consecuencias en cuanto a la migración también lo son. De ahí que no es posible descartar que en la medida que aquella se acentúe como respuesta a la crisis, las tensiones y los conflictos por el medio se hagan más periódicos en una región de por sí volátil. Por último, es imprescindible analizar el rol de los gobiernos ante el cambio climático, por supuesto teniendo en cuenta su heterogeneidad en la región. Si bien en estos momentos se están empezando a dar los primeros atisbos de actitudes positivas a nivel regional, no se pueden desdeñar los errores cometidos con anterioridad, fundamentalmente en el sector agrícola. La tendencia a partir de los 90 del siglo pasado en la región estuvo marcada por dos posiciones fundamentales. Por un lado, una especialización estratégica dentro de la agricultura, en rubros destinados a la exportación y alejados de la producción de alimentos para el consumo interno, como fue el caso de la horticultura y, posteriormente con el boom de los agrocombustibles, del maíz que, exceptuando el caso de Uganda, histórico productor de este cultivo, no tenía arraigo en la región y que conllevó a una deslocalización de las prioridades en este sector. Por otro lado, se experimentó un auge en el rubro de los servicios, principalmente el turismo, y de la exploración y explotación minera. Estos renglones de la economía si bien son muy importantes, al mismo tiempo conllevan un elevado gasto para el establecimiento de su correspondiente infraestructura que, en el caso de los países subdesarrollados, implica la incapacidad de distribuir los recursos de forma más homogénea. Esta situación repercute por tanto, negativamente, en el rendimiento agrícola. Por solo citar un ejemplo, la productividad del maíz en Uganda es de 1,4 toneladas por acre mientras que a nivel mundial es de 8 toneladas, siendo la causa fundamental la falta de infraestructura destinada al sector. (8) En las condiciones actuales de la crisis mundial, y ante la perspectiva de un recrudecimiento del cambio climático y de las posiciones de los países desarrollados respecto a su papel en la búsqueda de soluciones que disminuyan las consecuencias de las inevitables transformaciones climatológicas, se hace cada vez más necesario que aumente el protagonismo de los países africanos. La reunión de Copenhague pudiera ser un buen punto de partida a la hora de responsabilizar a aquellos países con las consecuencias que las secuelas del cambio climático han tenido para África. No obstante, la aplicación de políticas racionales y endógenas es el primer paso en el enfrentamiento a la crisis ambiental que, en el caso de África oriental, pudiera pasar por los mecanismos regionales y por una mayor responsabilidad política. Referencias: (1) African Union: “Africa: Concept Note for the First Meeting of the Conference of African Heads of State and Government on Climate Change and African Lead Experts on Climate Change”, 25-08-09, tomado del sitio: www.allafrica.com; y Ping, J. Africa: “Opening Statement to Conference on Climate Change”, African Union, 25-08-09, tomado del sitio: www.allafrica.com. (2) UNEP: “Africa. Atlas of our Changing Enviroment”, Junio, 2008, tomado del sitio: www.na.unep.net. (3) Nanga, J.: “Climate Change impacts, vulnerability and adaptation assessment in East Africa”, University of Nairobi, September, 2006. (4) Servicios de las Naciones Unidas. “East Africa: Nearly Five Million Children in Horn of Africa Now Hungry”, 14-10-09, tomado del sitio: www.unicef.org (5) IRIN: “Kenya: Malnutrition Crisis in Northwest”, 16-07-09, tomado del sitio: www.allafrica.com (6) IFPRI: “2009. Global Hunger Index. The challenge of Hunger: focus on financial crisis and Gender Inequality”, October 2009, tomado del sitio: www.ifpri.org. (7) IRIN: “Kenya: Children are on the Brink of Death in Northeast”, 23-09-09, tomado del sitio: www.allafrica.com. (8) Kat, J. y S. Balagadde: “Uganda: Agriculture Launches Maize Handbook”, The New Vision, 14-09-09, tomado del sitio: www.allafrica.com. África y la naturaleza sistémica de la actual crisis global (II). Silvio Baró La actual crisis ambiental que vive el planeta es un fenómeno que tiene sus raíces en el pasado y ellas están relacionadas con los irracionales patrones de producción y estilos de consumo fomentados por el sistema capitalista a nivel mundial. La ley económica fundamental del capitalismo –la obtención de masas cada vez mayores de plusvalía— llevó a los empresarios capitalistas a una explotación extensiva, primero, e intensiva, después, de los recursos humanos, financieros y naturales prácticamente en todos los confines del planeta para la consecución de tal objetivo. La lucha de competencia entre los capitalistas incentivó un distorsionado progreso científico—técnico que estimulaba preferentemente los descubrimientos, inventos e innovaciones que generaran avances en las tecnologías productivas y en los procesos organizativos de la producción. Por ello, con el capitalismo, junto a la obsolescencia física de los equipos, comenzó y se desarrolló el denominado proceso de obsolescencia moral. Los equipos más modernos propiciaban un aumento de los volúmenes de producción y de los niveles de productividad del trabajo, pero era necesario aumentar la capacidad adquisitiva de los consumidores para posibilitar la realización de las mercancías. Para ello, el sistema acudió al crédito al consumidor, sobre todo para facilitar la obtención de bienes de un cierto nivel de precios. Pero las necesidades ulteriores de colocar masas aún mayores de mercancías en los mercados, incidió en que los empresarios apostaran al empleo de técnicas que iban más allá de la capacidad adquisitiva presente y futura de los consumidores y se acudiera a los mecanismos sicológicos y de propaganda para una estimulación artificial de la demanda. Para lograr estos altos niveles de producción de todo clase de bienes y servicios, que muchas veces eran echados a un lado teniendo aún vida útil porque supuestamente habían aparecido otros nuevos, el sistema despilfarró –y aún sigue despilfarrando-- una increíble cantidad de recursos naturales muchos de ellos no renovables. El mundo, en general, y los países africanos, en particular, se enfrentan hoy a una clara y peligrosa crisis ambiental, la que tiene dos vertientes fundamentales: una de carácter global y otra de carácter continental. La situación ambiental del continente africano se ve afectada por los patrones de producción y estilos de consumo de las naciones industrializadas, los cuales han conducido a distintas formas de agresión de la Naturaleza que no se han limitado a afectar el medio de estos países, sino que han provocado severos impactos a nivel planetario. En este sentido, el cambio climático y las afectaciones a la biodiversidad, son problemas ambientales globales que inciden negativamente, en mayor o menor medida, sobre las naciones africanas. Estas naciones han estado entre las más afectadas por este irracional saqueo y utilización de sus recursos naturales por parte de las naciones industrializadas, saqueo que ha tenido, entre otras las siguientes consecuencias: n y el agotamiento o casi agotamiento de los recursos naturales del continente n el deterioro de la calidad de algunos recursos naturales como las tierras, el agua, etc. Además, las condiciones de subdesarrollo en que vive la inmensa mayoría de los habitantes del continente es la causa de la adopción de actitudes contrarias a la preservación del medio en el continente y que empeoran su situación ambiental como es el caso de una utilización agresiva de las tierras, la contaminación de las aguas por una mala gestión o la tala de la vegetación sin una adecuada repoblación forestal. En el caso de los países africanos, la crisis ambiental sirve de elemento retroalimentador de las crisis económica y social (alimentaria) ya antes analizadas. Los problemas que se presentan en el medio en las naciones africanas, están deteriorando las condiciones tradicionales de vida de muchas personas, las cuales ven amenazadas sus condiciones de subsistencia o han debido desplazarse hacia otras regiones (o países). En este sentido, este fenómeno. que aunque no se presenta solo en Africa tiene allí un impacto de suma importancia, determinó el surgimiento de la denominación de desplazado o refugiado ambiental que es un componente adicional de los movimientos migratorios intracontinentales. El desplazado o refugiado ambiental, como lo indica su denominación, es una persona que llega a un país producto de las adversos modificaciones que han ocurrido en su hábitat tradicional y que va a vivir de las posibilidades que le puedan aportar el gobierno del país receptor, los organismos internacionales o las organizaciones no gubernamentales. Si tomamos en consideración la actual situación de crisis global, es fácilmente comprensible que los países receptores africanos no tengan las condiciones para brindarles empleo u otras condiciones socioeconómicas a los arribantes. Por ello, con toda probabilidad, el desplazado o refugiado ambiental viene a constituir un elemento que incrementa el contingente de pobres ya existentes en el continente. La crisis ambiental se relaciona íntimamente con las crisis económica, social, alimentaria y energética comentadas anteriormente. Los peligros ambientales que aquejan a la Humanidad se están convirtiendo en un elemento adicional que supone obstáculos al crecimiento o desarrollo por sus implicaciones sobre los recursos humanos y naturales. Esta situación es particularmente grave en las naciones africanas. El deterioro del medio repercute sobre la calidad de vida de las personas, sobre todo en las naciones subdesarrolladas en general y africanas en particular. Estudios recientes han revelado que el cambio climático, la manifestación más importante de los actuales problemas ambientales globales, está provocando un aumento de la temperatura del planeta que crea condiciones propicias para la proliferación de insectos y bacterias, así como para la eventual extensión de enfermedades y plagas. Cambio climático, insectos, bacterias, plagas y enfermedades, constituyen un tandem de problemas que conspira contra las limitadas posibilidades financieras de las naciones africanas para poderlos enfrentar. De la misma forma, las crisis energética y ambiental tienen puntos de contacto en el hecho de que los paradigmas energéticos que aún subsisten en el planeta han contribuido a la emisión de gases que afectan la atmósfera y, por consiguiente, han desembocado en un deterioro del medio. No obstante, un análisis de la actual crisis capitalista global no estaría completo si no nos refiriéramos a otra de sus dimensiones: la política. Y es que, ciertamente, esta crisis ha revelado más claramente que ningún otro acontecimiento mundial reciente el grado de crisis política en que se encuentra el sistema mundial capitalista. La crisis política tiene manifestaciones en las crisis de las restantes dimensiones que hemos analizado en este trabajo y ello permite ver las relaciones entre aquellas y las restantes. La actual crisis global es una expresión de la crisis de las políticas económicas neoliberales, pues ha hecho evidente su incapacidad para eliminar los desequilibrios, contradicciones e irracionalidades de la dinámica económica y propiciar un sostenido crecimiento económico. La crisis del neoliberalismo no es solamente la crisis de un recetario que debía ser aplicado por las autoridades económicas de cada país como parte del intento de universalizar las relaciones de producción capitalistas, sino que constituye una quiebra de un ideario o paradigma ideopolítico más general. La actual crisis ha hecho más evidente que la evolución del sistema tiende cada vez más a una muy injusta distribución de la riqueza creada y que el aumento de ésta en un reducidísimo número de personas solo es posible aumentando la pobreza a masas cada vez mayores. En este sentido, ahora como nunca antes, la pobreza no es solo un fenómeno de las grandes masas en los países subdesarrollados o, cuando más, de los denominados bolsones de pobreza en las naciones industrializadas. La pobreza se extiende de forma significativa en el territorio del mundo desarrollado alimentada por los despidos, la imposibilidad de pagar las hipotecas de las viviendas o las deudas de las tarjetas de créditos, el aumento de los costos de los servicios médicos o de la educación, el recorte de los programas gubernamentales de asistencia social y otras muchas manifestaciones. Estos primeros momentos de la crisis global han tenido manifestaciones de explosividad social y aumento de la criminalidad solo en las naciones subdesarrolladas, muchas de ellas africanas. Pero, en la medida en que la crisis avance y las actuales manipulaciones mediáticas que hablan del comienzo de un proceso de recuperación se conviertan en algo insostenible, es muy probable que asistamos a estallidos sociopolíticos en las propias naciones industrializadas. El lado positivo de todo esto es que las masas parecen convencerse de la necesidad de buscar salidas a la crisis que se alejen de las simples reformas cosméticas del sistema (como las que se llevan adelante en los propios países capitalistas desarrollados o las recomendadas por la Cumbre del G—20) y que sean cambios profundos. La actual crisis pondrá sobre el tapete la necesidad de repensar los paradigmas energéticos que sirvan de base al desarrollo futuro de la Humanidad. Por el momento, son las propias naciones industrializadas y sus corporaciones petroleras las que han tomado la iniciativa y llevan adelante esta acción, pero resulta evidente que el camino tomado no es el correcto, ni es perdurable. De manera similar, la crisis ha servido para seguir llamando la atención acerca de inostenibilidad ecológica del planeta si no se modifican de manera importante los patrones de producción y estilos de consumo ampliamente extendidos a nivel mundial. La crisis política también apunta a la necesidad de reestructurar el sistema institucional internacional, porque el existente propició y fue el canal para que las naciones industrializadas pudieran imponer y extender la utilización de las políticas neoliberales, sus nuevas normas y principios de Derecho Internacional, así como una particular ética en las relaciones internacionales. La crisis política que se observa a nivel mundial es un fenómeno resultante de la acumulación de procesos de larga data y que tiene múltiples manifestaciones que inciden, a su vez, sobre los procesos económico, social y ambiental que hemos analizado antes. Esta crisis política ha sido posible, en parte, debido a que Estados Unidos y sus aliados encontraron un clima favorable para dar estos pasos cuando en la pasada década se produjo el derrumbe del sistema socialista y la desintegración de la URSS, produciéndose un importante vuelco en la correlación de fuerzas internacionales. Aunque algunos pasos ya se venían dando desde la década de los 80s, fue en la de los 90s cuando se produjeron significativas modificaciones en el sistema institucional internacional que incidieron significativamente sobre las relaciones políticas internacionales. Estas acciones fueron preparando el terreno para que comenzaran a ponerse de manifiesto diversos elementos de una crisis política, tanto en el interior de los países, como a nivel mundial. Algunas de las más importantes manifestaciones de esta crisis política son las siguientes: n la contradicción entre una retórica dirigida a la imposición de la democracia al estilo occidental y las actuaciones antidemocráticas de las principales potencias mundiales, n el cuestionamiento de las principales normas y principios del Derecho Internacional y su sustitución por otras nuevas que constituyen un franco retroceso, n la aplicación de dobles raseros en el enjuiciamiento de situaciones internacionales, n la contradicción entre la existencia de un Tribunal Penal Internacional y la decisión estadounidense de imponer a algunos países como condición de sus relaciones la aceptación de la inmunidad para sus militares, y muchos otros ejemplos. Sin una profunda reforma del sistema institucional internacional (de sus engranajes, normas y principios) no es posible pensar en la búsqueda de adecuadas estrategias y políticas no solo para salir de la actual crisis, sino también para resolver los graves problemas globales que aquejan a la Humanidad. La historia del Medio Oriente llega a la televisión cubana. Yulianela Pérez Como parte del programa educativo audiovisual Universidad para Todos comenzó a transmitirse el curso de corte histórico ¿Qué pasó en el Medio Oriente? Con una frecuencia de dos veces por semana a través del canal Tele Rebelde de la Televisión Cubana, nuestro pueblo recibe un amplio volumen de información muy bien analizada por el profesor y Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana, Reinaldo Sánchez Porro. Las características geográficas de la región que abarca el eurocéntrico concepto de “Medio Oriente”, la composición étnica y religiosa de sus pobladores, el origen del Islam y su papel en la evolución histórica del área, los antecedentes y el desarrollo de los conflictos más importantes, son algunas de las temáticas expuestas al conocimiento de los televidentes. Si bien las cuestiones del Medio Oriente han sido llevadas, en ocasiones anteriores a la televisión, ya sea en programas culturales, fílmicos o de debate como la Mesa Redonda, nunca antes se le había dedicado un ciclo completo de conferencias especializadas, apoyadas además por mapas, ilustraciones, fotografías y material audiovisual. A modo de complemento de este extraordinario esfuerzo de extensión del conocimiento adquirido sobre un área tan compleja, y para que aquellos interesados en la historia de esta región puedan profundizar en su estudio, se está vendiendo, a nivel nacional, el primer número del tabloide titulado ¿Qué pasó en el Medio Oriente?, escrito por el propio autor del curso y publicado por Juventud Rebelde. Sin duda el Medio Oriente es una región bastante desconocida para Occidente y parte del pueblo cubano, pero este nuevo proyecto, en su conjunto, evidencia nuestro interés en profundizar sobre las problemáticas mediorientales. Actividades en el CEAMO · El señor Kofi Awoonoor, Asesor del Presidente de Ghana, brindó una conferencia sobre el legado de Kwame Nkrumah para Ghana y Africa, el día 2 de Octubre, en la sede del Centro. El señor Awoonor estuvo acompañado por el capitán (ret.) Kojo Tsikata y Kwesi Pratt, destacadas personalidades de aquel país. · Un grupo de investigadores del CEAMO recibió el día 5 de Octubre a una delegación encabezada por Muhammed Barakeh, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Israel y Secretario General del Frente Democrático por la Paz y la Igualdad (HADASH). · Silvio Baró fue el ponente del taller mensual del CEAMO del mes de Octubre, el cuasl se tituló Africa y la actual crisis global. El taller se desarrolló el 14 de Octubre. Participación del CEAMO en actividades de otras instituciones · Silvio Baró participó en el acto auspiciado por el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos (MOVPAZ), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes (OCLA E) en ocasión del Día Internacional de la Paz, el cual se realizó en la Casa de la Amistad el día 21 de Septiembre. · Silvio Baró asistió a la XXIII Asamblea General de CLACSO y a la V Conferencia Latinoamericana y del Caribe de Ciencias Sociales, que se desarrolló en Cochabamba, Bolivia, del 6 al 11 de Octubre. En el marco de estos eventos, el día 8 de Octubre se realizó un homenaje al Guerrillero Heróico, en el cual usaron de la palabra los compañeros Juan Carretero, Director del Centro de Estudios sobre Asia y Oceanía (CEAO) y Fernando Martínez, Director General del Centro de Investigaciones de la Cultura Cubana “Juan Marinello”. Las opiniones expresadas en los artículos son las de los autores. Para reproducir, citar o utilizar de cualquier otro modo los artículos de CEAMOnitor debe obtenerse la autorización de su consejo editorial. Se agradecerán comentarios y observaciones de los lectores. El boletín CEAMOnitor es una publicación aprobada por el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas de la Dirección de Publicaciones Periódicas del Instituto Cubano del Libro. ISSN 703-01.02-E Fundado por el Dr. Armando Entralgo en 1992 Dirección: Silvio Baró, Pedro J. Machado Edición: Silvio Baró, Pedro J. Machado Traducción: Ariadna Salazar Diseño: Yenisei Rodríguez Distribución: Mayda Jiménez Centro de Estudios sobre África y Medio Oriente CEAMO Dirección: Ave. 3ra. No. 1805, entre 18 y 20, Miramar. Playa. Ciudad de La Habana Email: ceamo@cee.co.cu Tel.: 202 1222, 202 5330, 209 5841