Download inmunología
Document related concepts
Transcript
INMUNOLOGÍA (desde 3/MAY) Inmunidad en sentido amplio: capacidad del organismo para resistir toxinas y microorganismos que tienden a lesionar órganos y tejidos. Existe una respuesta inmune innata y una respuesta inmune adaptativa. Inespecífica De acción inmediata Específica De acción retardada Respuesta innata Respuesta adaptativa Sin memoria Siempre activa Con memoria Solo actúa en contacto con el patógeno En la respuesta innata encontramos o 1ª barrera de defensa: o Piel como barrera. Actúa como tal por su grosor (hasta 4 mm en plantas de pies), por su continua descamación, por sus secreciones ácidas (pH = 5.5), y por su flora bacteriana que compite ecológicamente con cualquier otro microorganismo que intente instalarse ahí. Mucosas con: secreciones específicas de lisozima (enzima que ataca partes lipídicas de la pared celular bacteriana), espermina etc; secreciones ácidas (estómago y epitelio vaginal); mucus y movimiento ciliar + otros movimientos como tos y estornudo. (epitelio respiratorio de laringe y tráquea); y por flora normal (epitelio intestinal) 2ª barrera de defensa: Defensa humoral (o química) inespecífica. Incluye la acción de distintas sustancias como las siguientes: Complejo del complemento: sistema de sustancias de acción inespecífica que se activan en cascada ante una unión específica antígeno-anticuerpo o ante un “aviso” inespecífico microbiano. Citoquinas o sustancias de comunicación entre leucocitos, entre las que destacamos la interleucina, la linfocina y, sobre todo, el interferón; se trata de una glucoproteína producida por células infectadas de virus. Prácticamente todas las células animales son inducidas por la infección vírica a sintetizar y secretar una proteína que interfiere con la multiplicación del virus. Esta proteína, llamada interferón, interfiere con la multiplicación de todos los virus, no sólo con los del tipo que indujo su formación. Diferentes especies animales producen interferones diferentes, que protegen a las células de la misma especie animal de una manera mucho más efectiva que a las células de una especie distinta. Las células animales pueden ser inducidas a sintetizar interferón mediante RNA bicatenario. El interferón no actúa directamente inhibiendo la multiplicación del virus; más bien induce la formación de una segunda proteína llamada proteína antivírica, que es el verdadero inhibidor. El interferón induce la síntesis de proteína antivírica no sólo en la célula en que es sintetizado, sino también en las células circundantes a las cuales se difunde. La proteína antivírica parece inhibir la multiplicación del virus bloqueando la traducción del RNA mensajero del virus a proteínas víricas, lo cual podría explicar su capacidad para proteger tanto contra virus RNA como contra virus DNA. Defensa celular inespecífica. Acción de leucocitos y macrófagos (proceden ambos de los mieloblastos). Veamos en primer lugar cuál es la fórmula leucocitaria: en la sangre hay aproximadamente unos 7000 leucocitos por mm 3 de sangre, de los cuales hay: Neutrófilos: 50-70%. Con actividad fagocítica. Son activos en la sangre por 4 a 8 horas y en los tejidos Serie por 4 o 5 días. granulocítica Eosinófilos: 1-3%. Actúan contra parásitos y contra persistencias de reacciones alérgicas. Basófilos: 0-1%. Liberan heparina, histamina y otras sustancias que colaboran a la respuesta inflamatoria. Importantes en la reacción alérgica. Monocitos: 2-8%. Pasan de la sangre a los tejidos, donde se convierten en macrófagos, de unas 80 μm, Serie activos por varios meses. agranulocítica Linfocitos: 20-40%. Relacionados con inmunidad específica. Las células implicadas en esta segunda barrera de defensa son: Neutrófilos Monocitos Macrófagos Basófilos Mastocitos o La respuesta inflamatoria: La acción combinada de estas dos líneas de defensa da lugar a una respuesta del organismo que se llama inflamación y que consiste en una serie de cambios tisulares secundarios y consecuentes a un proceso de lesión; ésta puede estar causada por – bacterias, - traumatismos, - productos químicos, - calor, - otros fenómenos. Estos cambios consisten en: Vasodilatación, lo que provoca una mayor irrigación. Permeabilización de los vasos, lo que provoca la fuga de líquidos. Coagulación del líquido extravasado por acción del fibrinógeno. Y se deben a la intervención de varias sustancias: Histamina (hace aumentar el flujo sanguíneo local y la salida de plasma de los capilares, así como reacciones locales para la neutralización de antígenos) Los mastocitos o células cebadas son células presentes en los tejidos que tienen también la capacidad de producir histamina que los Basófilos sanguíneos. Prostaglandinas Productos de reacción del complemento Productos de reacción del sistema de coagulación de la sangre La respuesta inflamatoria tiene como función principal facilitar la llegada de los leucocitos al foco infeccioso y el inicio de la función fagocítica según los procesos que se describen a continuación. 1º) Sistema de macrófagos o sistema retículo endotelial: encontramos contingentes de macrófagos en distintos órganos (histiocitos en el tej. subcutáneo; macrófagos tisulares de los ganglios linfáticos; macrófagos alveolares; células de Kupfer en el hígado y macrófagos del bazo y de la médula ósea). Los macrófagos son el resultado del crecimiento (cinco veces más, hasta 80 μm) y transformación (mayor cantidad de lisosomas y mitocondrias y adquisición de movilidad ameboide) de los monocitos. 2º) Crecimiento en número de los neutrófilos en sangre (hasta 4 o 5 veces más) y fenómenos subsiguientes: - Marginación: los neutrófilos se fijan a las paredes de los capilares. - Diapédesis: los neutrófilos salen del capilar por los estrechos resquicios entre las células del endotelio; para ello recurren a una deformación ameboide de su citoplasma. - Quimiotaxis: los neutrófilos acuden al foco de la infección “llamados” por sustancias tales como toxinas bacterianas, productos de la degeneración tisular, proteínas del complemento, y sustancias derivadas de la coagulación. 3º) Proliferación de macrófagos y afluencia de monocitos. Esta línea de defensa se hace más importante en infecciones crónicas. La fagocitosis es realizada tanto por los neutrófilos como por los macrófagos. Mientras que un neutrófilo puede fagocitar 20 bacterias, un macrófago hace lo propio hasta con 100 bacterias, aunque también puede fagocitar neutrófilos muertos y hasta tejido necrótico; también pueden “regurgitar” los restos del contenido fagocitado. Son, en general, objetivos para la fagocitosis las superficies ásperas, tejidos muertos necróticos y bacterias marcadas por anticuerpos y por proteínas del complemento. Proteínas del sistema complemento y su activación: Se trata de 11 proteínas (C1 hasta C9, B y D) que se activan en cadena o cascada a partir de un primer estímulo desencadenante. Las formas intermedias de las distintas etapas de activación tienen efectos tales como: - - Activación de mastocitos y basófilos (liberación de histamina por el proceso llamado desgranulación de mastocitos). Opsonización de bacterias: se fijan a la superficie de las bacterias y actúan como reclamo para que éstas sean fagocitadas (las hacen más “apetitosas”). Quimiotaxis de los leucocitos. Aglutinación y neutralización de virus por efecto de fijación y adherencia. Lisis de las cubiertas bacterianas o de otros microorganismos invasores. El estímulo inicial que desencadena la serie de reacciones del complemento suele ser la formación de un complejo antígeno-anticuerpo. INMUNIDAD ESPECÍFICA Se trata de una serie de procesos encaminados a combatir a cada agente infeccioso con elementos que le son específicos, de forma que un determinado dispositivo es capaz de combatir eficazmente a un determinado microorganismo pero no a otro cualquiera. La inmunidad se tiene de forma natural o de forma artificial. 1.- De forma natural se puede tener inmunidad pasiva o innata y activa o adquirida. a) Inmunidad natural pasiva (o innata) es la que se tiene gracias a los anticuerpos transferidos por la madre al feto durante el desarrollo intrauterino a través de la placenta. b) Inmunidad natural activa (o adquirida) es la que se alcanza tras un primer contacto con un determinado agente infeccioso padeciendo la enfermedad y desarrollando y manteniendo en el organismo durante largo tiempo los linfocitos y anticuerpos que son específicos de ese microbio, de forma que, en posteriores contactos, el organismo ya responde con anticipación atajando la enfermedad antes de que se desarrolle. 2.- De forma artificial se puede tener inmunidad activa y pasiva. a) Inmunidad artificial activa es la que se adquiere por vacunación: el organismo recibe un estímulo no virulento, con lo que desarrolla de forma preventiva los linfocitos y anticuerpos necesarios para quedar inmunizado de forma duradera contra una determinada enfermedad igual que si la hubiese padecido. b) Inmunidad artificial pasiva es la que recibe un individuo enfermo para la curación de una infección, administrándole un suero de origen animal que contiene los anticuerpos específicos necesarios para combatir al microorganismo de que se trate. La duración de esta inmunidad adquirida es menor que en el caso anterior, ya que el individuo aquí no fabrica los anticuerpos, mientras que en la vacunación los seguirá fabricando durante un tiempo más o menos prolongado. Ahora veremos en detalle los procesos activos de la inmunidad natural, es decir, los correspondientes al punto 1.- b). Con la propiedad esencial de reconocer moléculas extrañas al organismo y de desencadenar una serie de procesos celulares y moleculares para su destrucción o neutralización, el sistema inmunitario específico nos defiende tanto de infecciones microbianas como de la proliferación de células tumorales. Ante la irrupción de un antígeno (cualquier tipo de macromolécula proteica o polisacarídica con peso molecular superior a 8000 ajena al organismo), se ponen en marcha dos tipos de respuesta: la humoral o mediada por anticuerpos y la respuesta mediada por células. Ambas respuestas son generadas por los linfocitos, también llamados células inmunocompetentes, que proceden de las llamadas células madre hematopoyéticas de la médula ósea roja. Después de este su primer origen, se dirigen a completar su maduración: - Si continúan su maduración en la propia médula o en el hígado darán lugar a linfocitos de tipo B, que serán los responsables de la fabricación de anticuerpos para la respuesta humoral. - Si emigran al timo acabarán constituyéndose en linfocitos de tipo T, responsables de la inmunidad mediada por células. Ambos tipos de linfocitos se dirigen después a los ganglios linfáticos a completar su maduración. INMUNIDAD HUMORAL O MEDIADA POR ANTICUERPOS. Los linfocitos B responden a un primer contacto con moléculas antigénicas que se fijan en su superficie gracias a la presencia de anticuerpos de superficie específicos del antígeno. En realidad existe una amplia gama de linfocitos B, cada uno de ellos con anticuerpos de superficie diferentes y específicos de un determinado tipo de antígeno. Así, la llegada de un antígeno hace reaccionar y activa a uno de esos tipos de linfocitos B preformados. El linfocito B inmaduro (o linfoblasto) reacciona de dos formas: - Dando lugar a más linfocitos B de su mismo tipo, constituyendo un clon. - Madurando en célula plasmática (por aumento de tamaño y desarrollo del retículo endoplasmático) que después fabricará y liberará anticuerpo en cantidades de 2000 moléculas por segundo. Un linfoblasto puede dar lugar a 500 células plasmáticas en 4 días. Anticuerpos: Son moléculas proteicas producidas por los linfocitos B maduros o células plasmáticas, que están destinadas a unirse específicamente a los antígenos. Pueden quedar ancladas en la membrana para constituirse en anticuerpos de superficie, o bien ser liberadas al exterior de la célula como anticuerpos solubles circulantes que reciben el nombre de inmunoglobulinas. Tipos de anticuerpos. IgG. Las inmunoglobulinas G o gammaglobulinas están constituidas por dos cadenas L y dos cadenas H de tipo gamma. Son las más abundantes en el organismo (85%) y sus funciones son: unirse a antígenos, activar el complemento y activar los fagocitos sanguíneos, tanto macrófagos como micrófagos. Es la única inmunoglobulina capaz de pasar de madre a feto a través de la placenta. Es la de menor peso molecular: 150 000. Su estructura, que como se verá más adelante, es la base de todas las demás globulinas, se representa en la siguiente figura: 1. Cadena lígera (L) 2. Cadena pesada (H) 3. Región variable de la cadena H 4. Región constante de la cadena H 5. Región variable de la cadena L 6. Región constante de la cadena L 7. Sitio de unión al antígeno 8. Zona bisagra 9. Enlaces disulfuro 10. Glúcidos IgE. Con una estructura igual a la anterior pero con las cadenas H de tipo épsilon. Son causantes de fenómenos de alergia. Se encuentran sobre todo en los tejidos. IgD. Como las anteriores pero con las cadenas H de tipo delta. Son receptores específicos en la superficie de los linfocitos B. IgA. También como las anteriores pero con las cadenas H de tipo alfa; pueden unirse varias unidades o monómeros dando una estructura de dos o de tres (dímero y trímero respectivamente). Al estar presentes en sangre, leche y mucosas respiratorias e intestinales, colaboran en las barreras primarias de defensa. Un componente secretor las protege de la destrucción por proteasas del líquido producido en la reacción inflamatoria. IgM. Son las que tienen mayor peso molecular (alrededor de 900 000) ya que se forman a base de cinco monómeros de anticuerpo -con cadenas H de tipo μ- unidos por puentes –S-S-. Siendo los primeros anticuerpos en producirse en respuesta a una exposición antigénica inicial, sus funciones principales son: unirse y aglutinar a moléculas o microorganismos antigénicos polivalentes, activar macrófagos y activar el complemento. Identidad de los antígenos. Como hemos dicho antes, los antígenos son sustancias capaces de desencadenar una respuesta inmunitaria; se trata de moléculas tales como proteínas, polisacáridos y lípidos complejos ubicados en la superficie de los microorganismos o bien han sido liberados por éstos y se encuentran disueltos en la sangre. Veamos los siguientes conceptos: Determinante antigénico: pequeña zona del antígeno por donde éste se fija a los receptores de membrana de los linfocitos. Univalente: se dice del tipo de antígeno con un solo determinante antigénico, con lo que puede formar un solo complejo antígeno anticuerpo. Si hay más de un determinante antigénico, se habla de antígeno polivalente. Hapteno: Pequeñas moléculas que, pudiendo unirse específicamente con anticuerpos pero que sólo tienen propiedades antigénicas cuando se unen a proteínas transportadoras (por ejemplo albúmina). Heteroantígeno: Antígeno producido por microorganismos. Isoantígeno: Antígeno producido por otro individuo de la misma especie y que puede suscitar rechazos. Autoantígeno: molécula propia pero que desencadena igualmente la respuesta inmune, originándose el fenómeo patológico de la autoinmunidad. Reacción antígeno-anticuerpo. Una vez unido el antígeno-anticuerpo (se unen los determinantes antigénicos con la zona variable del anticuerpo), se pueden producir varios tipos de reacción: Precipitación: Al unirse antígenos polivalentes con anticuerpos libres, se produce una especie de “copo” o núcleo tridimensional que no es soluble y precipita. Aglutinación: Al unirse los anticuerpos con determinantes antigénicos presentes en la superficie de células invasoras, se pueden formar complejos multicelulares. Neutralización: Sobre todo en virus, que pierden capacidad infectiva al llevar fijados en superficie moléculas de anticuerpos. Opsonización: (ver más arriba) Lisis: Rotura celular de los microorganismos invasores. INMUNIDAD MEDIADA POR CÉLULAS. Para activar a los linfocitos T se necesita la intervención de las células presentadoras de antígenos (macrófagos sanguíneos y otros), que son capaces de captar estas moléculas antigénicas, ingerirlas, digerirlas y procesarlas en su interior y hacer asomar por la membrana sus determinantes antigénicos característicos. De este modo presentan a los linfocitos T un extracto de la identidad del invasor. Los linfocitos T disponen en su membrana de unos receptores llamados CD3 que son los que se ponen en contacto con los antígenos presentados y los que transmiten al interior del linfocito la información de esta interacción. La reacción a este primer contacto con los antígenos consiste en una proliferación y puesta en circulación hacia la sangre, linfa y tejidos. Algunos de los linfocitos producto de esta proliferación son enviados a los órganos linfoides donde se mantendrán como un contingente de linfocitos memoria, responsables de la inmunización natural adquirida. Existen varios tipos de linfocitos T: Linfocitos T citotóxicos: Se encargan de la eliminación de bacterias pero también de células del organismo que contienen virus en su interior y que muestran en su membrana elementos víricos. Actúan una vez unidas a las células infectadas que presentan marcadores antigénicos y mediante la liberación de citotoxinas que producen lesiones en la célula diana así como reacciones internas similares a las de la apoptosis o muerte celular programada. Linfocitos T colaboradores: Activan a los linfocitos B mediante la secreción de interleucinas. También activan macrófagos sanguíneos aumentando su capacidad fagocítica gracias a otra interleucina llamada interferón. Linfocitos T supresores: Inhiben la acción de los colaboradores, lo que repercute en una disminución en la producción de anticuerpos. Células asesinas o NK: Actúan en la sangre destruyendo células cancerosas y células trasplantadas así como células infectadas por virus. Actúan de manera parecida a los linfocitos T citotóxicos pero no son realmente linfocitos T ya que no maduran en el timo. Además se activan en presencia de interleucinas pero no necesariamente por células presentadoras de antígenos, cosa que los TC sí necesitan. CÉLULAS INFECTADAS CÉLULAS TUMORALES MACRÓFAGOS fagocitan, digieren y… Presentan antígenos Presentan coestimulador B7 LINFOCITOS TH Presentan antígenos Producen interleucinas IL1 e IL6 LINFOS TH-1 producen… Interleucina IL2, Interferón α Factores de necrosis tumoral Diferenciación Actividad citotóxica de LINFOCITOS TC Actividad fagocítica de MACRÓFAGOS Antígenos LINFOCITOS TS LINFOS TH-2 Producen IL4, IL5, IL6 e IL10 Presentan antígenos LINFOCITOS B producen Anticuerpos LA RESPUESTA INMUNE. Es el complejo mecanismo de proliferación y maduración de células inmunocompetentes y de producción de anticuerpos, que se pone en marcha ante el contacto con moléculas antigénicas que, normalmente, forman parte de la superficie de microorganismos patógenos. (Ver fotocopia adjunta en formato A3) Respuesta inmune primaria: Ante un primer contacto con un determinado antígeno, comienzan a producirse anticuerpos del tipo de las Ig-G e Ig-M. Esta respuesta se empieza a manifestar a los pocos días del contacto (retraso) en forma de un crecimiento exponencial y, después de llegar a un máximo en la [Ig-M] sanguínea, la cantidad de este anticuerpo comienza a decaer hasta hacerse imperceptible. Respuesta inmune secundaria: En los siguientes contactos del organismo con ese mismo antígeno también se produce una reacción consistente en la producción masiva de anticuerpos, pero: - El retraso es mucho menor - La producción de Ig es mucho mayor (además, ahora se trata de Ig-G) - La presencia en sangre de una elevada [Ig-G] perdura mucho más (hasta años)