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Fatema Mernissi * ¿El Cowboy o Simbad ? ¿Quién vencerá en la globalización ? Fuente: http://www.fundacionprincipedeasturias.org/esp 1.- ¿Por qué tenemos miedo al extranjero? Porque tememos que nos agreda y nos lastime. Todos tenemos miedo al Cowboy porque si un desdichado extranjero se acerca a sus fronteras, automáticamente saca sus revólveres. Sin embargo, no tenemos miedo a Simbad el Marino porque en los Cuentos de las mil y una noches, los Ouççaç (narradores públicos) contaban, en el Bagdad del siglo IX, que la suerte de poder viajar a islas lejanas y comunicarse con los extranjeros, le daba placeres y beneficios. En la civilización del Cowboy el extranjero siempre es el enemigo porque el poder y la gloria proceden del control de las fronteras; en la de Simbad, sin embargo, el diálogo con el extranjero enriquece. 1.1.- Simbad es lo contrario de un emigrante. Siempre regresa a su punto de partida, que es Bagdad. En sus siete viajes, sale en barca de Bagdad, Tigris abajo, hasta el puerto de Basora, desde donde parte, cuando el monzón sopla de occidente a oriente, a bordo de navíos, repletos de mercaderes árabes o persas, que surcan el océano Ìndico hasta los puertos de las islas de Malasia, Indonesia y China. Simbad, y los mercaderes que lograban sobrevivir a los naufragios, permanecían en los puertos asiáticos seis u ocho meses, esperando la estación en la que el monzón fuera favorable y soplara del este hacia el oeste. Pero Simbad no era una mera ficción, representaba a una clase de mercaderes de Bagdad que obtenía riqueza y placer de los viajes y de la comunicación con el extranjero: 1.1.1.- Prueba de ello es que, si consultan un diccionario francés o inglés, comprobarán que la palabra monzón es de origen árabe, viene de mawassim (estaciones). 1.1.2.- Otra prueba es que Simbad representaba a toda una civilización de viajeros-comunicadores y que la islamización de Malasia, Indonesia y parte de China no se logró con ejércitos, sino fundamentalmente gracias a los mercaderes Sufíes que hablaban de su nueva religión: un Islam donde el extranjero es el mejor aliado, un Islam Sufi que se resume en las tres postales que les han repartido: Postal N°l-Versículo 34 de Surat 41: "Responde a la agresividad con bondad". Postal N°2-Ibn´Arabi: "El ojo es como un espejo: el espejo es único pero, en el ojo del que mira, las imágenes son múltiples". Postal N°3-Ibn´Arabi: "Mi religión es el amor" lo que significa que si el jefe me dice que el Islam es la violencia, está hablando de otra religión, no de la mía. 2.- Pero ¡Cuidado! No identifiquen automáticamente al Cowboy con la civilización americana y a Simbad con la árabe; de lo que yo quiero hablar aquí es del modelo de extranjero: ¿quién tiene el increíble poder de controlar nuestro imaginario haciéndonos percibir al extranjero como un ser maléfico (modelo Cowboy) o bondadoso (modelo Simbad)? Quiero sugerir la hipótesis de que nuestro modelo de extranjero nos viene impuesto por los intereses de la élite que controla el estado y su máquina burocrática; si Simbad representa un héroe en el Bagdad del siglo IX y, concretamente en el reinado del Califa Harun erRachid, es porque en aquel momento el Estado era todavía incipiente y la élite dirigente podía acumular riquezas y poder gracias a un Islam que en esencia era una estrategia de comunicación. 3.- Pero un siglo más tarde, en la misma dinastía Abasida que seguía reinando en Bagdad, aparece un Califa Cowboy: al-Mu´tadid, que declaró la guerra a Simbad, prohibió a los Musulmanes el acceso a los especialistas que enseñaban el arte del diálogo y censuró los libros que explicaban las técnicas de comunicación. ¿Por qué? Porque nuestro Califa Cowboy tenía a su disposición un formidable Estado con una burocracia imperial creada por los consejeros persas. Los califas árabes, que procedían de la tradición nómada y lo ignoraban todo del estado centralizado, habían encontrado en los Persas a unos campeones de la ingeniería y la burocracia imperial. Mu´tadid, nuestro califa cowboy, disponía de una formidable estructura policial, reforzada con espías, para vigilar a la población de Bagdad y de una temible fuerza militar para vencer al extranjero. Vamos a leer juntos la declaración de guerra del Califa cowboy contra Simbad para poder entender algo muy importante en un planeta condenado a la globalización: el deseo de aterrorizar a los extranjeros nunca es un deseo del pueblo sino de las mafias que fabrican las armas y se las confían a espías y policías: «Durante ese año 279 de la hégira (siglo X del calendario cristiano) se decretó (nudia) en las calles de Bagdad por orden del Sultán del Islam (sultan al muslimin) alMu´tadid que a partir de ese momento quedaba prohibido a los narradores públicos (quççaç), portavoces de las sectas (turuqiya) y astrólogos apostarse en las calles o hablar en las mezquitas. Y se prohibió a los libreros vender libros de retórica (kalam), filosofía (falsafa) y Jadal (técnicas del diálogo)». (Fuente : el historiador Ibn Katir en su libro El principio y el fin (Al bidaya wa nihaya), volumen Il, año 279. Ibn Katir en 774 de la hégira , (Siglo XIV) Conclusión: Es posible imaginar, tomando como modelo a Simbad, una globalización en la que el papel de los estados consista en facilitar a los ciudadanos el conocimiento de las técnicas de comunicación y el arte de la navegación y del viaje; porque Simbad, como ya he dicho, es lo contrario del emigrante. Siempre regresa a Bagdad. Pero ¿de dónde se sacaría el dinero para enseñar las técnicas de comunicación a los ciudadanos? Bastaría con transferir el dinero que los cowboys destinan a fabricar armas para espías, policías y soldados, a las instituciones que enseñan el arte del diálogo. ¿Quién va a perder con este cambio? Los ciudadanos no, desde luego. TEXTOS ANEXOS "Responde a tu agresor con bondad y verás como tu peor enemigo se transforma en un amigo muy cercano". Corán, versículo 34 de la Surat 41 (Fuçilat) El fulgurante esplendor del Islam desde 622, primer año del calendario musulmán que coincide con la hégira, la emigración del profeta de la Meca (su ciudad natal) para buscar aliados en Medina, se explica más por el desarrollo del Jadal, el arte de dialogar con el adversario, que por las conquistas militares. Entre los siglos VII y X, Imanes y sabios escribieron centenares de tratados del Jadal para enseñarles a los musulmanes la estrategia de la comunicación. Esto explica, según el filósofo marroquí Taha Abderahman, que la lengua árabe posea 18 palabras para decir diálogo (los orígenes del diálogo "fi-uçul al hiwar"). La derrota de los árabes en España se debió, según Ibn Khaldun (1332-1406) , cuya familia fue expulsada de Andalucía tras la caída de Sevilla en 1248, a que habían dejado de enseñar el arte del diálogo a sus descendientes. ¿Relanzarán el Jadal las 140 televisiones árabes que emiten vía satélite? Podemos pensar que sí, a juzgar por la popularidad de Fayçal al Qacem, la estrella de Al Jazeera que ha basado en él su talk-show (magazine) "al-Itijah al-Mu'akiss" (la opinión contraria). El espejo de Ibn´Arabi "El espejo es único, pero en el ojo del observador las imágenes son múltiples" Ibn´Arabi, de su libro "La joyas de la sabiduría" (Fuçuç al hikam) Según Ibn´Arabi, la diversidad de los seres humanos refleja la propia esencia divina (el espejo), de ahí la necesidad del safar (el viaje) recomendado por los Sufíes como medio de autoconocimiento. Sólo nos conocemos cuando nos enfrentamos a la diferencia. Ibn´Arabi es un gran Sufí (místico musulmán) de la España Andalusí; nació en Murcia, en 1185 (año 560 del calendario musulmán) y murió en Damasco en 1240. ¿Resucitará la televisión por satélite el mundo que soñó Ibn´Arabí, un mundo enriquecido por sus diferencias y en el que las personas buscan el diálogo con los extranjeros para conocerse a sí mismas? Poema de Ibn´Arabi "Creo en la religión del amor, vayan adonde vayan sus caravanas. Pues el amor es mi religión y mi fe". (del "Intérprete de los deseos" achwaki) escrito en 1202 en la Meca) (torjomano al El sueño de Ibn´Arabi, un mundo gobernado por el amor, que incremente el deseo de comunicar y reduzca el potencial de violencia, cobra más fuerza que nunca gracias a la explosión de las televisiones árabes que emiten vía satélite y que en la actualidad ascienden a 140. * Fátima Mernissi nació en Fez (Marruecos) en 1940. Estudió Ciencias Políticas y, becada por la Sorbona, obtuvo el doctorado en la Universidad de Brandeis (EE.UU.). Mernissi es una de las voces más elocuentes de la intelectualidad del mundo árabe y una autoridad mundial en estudios coránicos.