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RESUMEN EJECUTIVO PRIMER DIAGNÓSTICO NACIONAL SOBRE GÉNERO Y CAMBIO CLIMÁTICO Presentación En el marco de la Vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP20), y decima Conferencia de las Partes actuando como Reunión de las Partes del Protocolo de Kioto (CMP10) que tendrá lugar en Lima entre el 1 y 12 de diciembre próximo, el Ministerio del Ambiente (MINAM) a través de su Frente Público, con el auspicio de la Cooperación Española, ha impulsado el primer Diagnóstico Nacional sobre Género y Cambio Climático. El diagnóstico será una herramienta muy importante para el diseño de políticas climáticas a nivel nacional así como para fortalecer y articular propuestas orientadas a la agenda global en la materia. En principio, brindará valiosos aportes para llenar el vacío en torno a los vínculos entre género y cambio climático en nuestro país y por otra parte perfilará rutas a seguir por las entidades del Estado y sociedad civil, no solo de cara a la COP 20 sino al término de esta cita mundial. Esta iniciativa busca incrementar el conocimiento existente sobre género y cambio climático en el país y dar visibilidad a las demandas, intereses, conocimientos e impactos diferenciados de este fenómeno sobre hombres y mujeres. Y así contribuir a una participación calificada de la sociedad civil en la COP20/CMP10 y en la agenda climática interna, que incluya el enfoque de género. Por ello, es importante que los/as actores/as involucrados en las políticas climáticas (que incluye a los diferentes sectores del Estado y niveles de gobierno) tengan conocimiento del contenido del diagnóstico y brinden sus aportes. De igual manera la academia y organizaciones de sociedad civil. En este marco se plantea realizar el Taller de Validación de “Resultados del Diagnóstico Nacional sobre Género y Cambio Climático”, como espacio de socialización de los hallazgos y resultados encontrados a través de los testimonios de hombres y mujeres de los ecosistemas costero marino, rural y amazónico, propiciando la retroalimentación y validación de las propuestas y recomendaciones que plantea del documento, así como establecer, a partir de los avances logrados en este evento, nuevas proyecciones y compromisos para el trabajo post COP20. Resumen Ejecutivo: El cambio climático a nivel global es una realidad que causa impactos en los sistemas naturales y en las poblaciones de todo el mundo. Sin embargo, estos resultan siendo diferenciados dependiendo de diversos factores que influyen en el grado de exposición, sensibilidad y capacidad adaptativa de las personas para hacer frente a este fenómeno. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) reconoce que si “bien el cambio climático impacta en las personas de todo el mundo, lo hace de manera diferenciada entre regiones, grupos socioeconómicos y género” (IPCC, 2001); y que “las desigualdades, pobreza, discriminación de género y la falta de instituciones aumenta la vulnerabilidad ante los peligros climáticos”(IPCC, 2014). Estas afirmaciones se sustentan en evidencias alrededor del mundo que demuestran que los grupos en condición de pobreza, las mujeres, los niños, las niñas, las poblaciones indígenas, las personas que viven en zonas rurales, que ya se encuentran en una situación de vulnerabilidad, enfrentan barreras comparativamente mayores a la hora de desarrollar sus capacidades, ejercer sus opciones y reclamar sus derechos al apoyo y protección ante los efectos del cambio climático. Frente a ello, es importante entender que más allá del debate técnico/científico, el cambio climático es un problema de equidad y justicia social, que debe ser abordado de manera integral desde un enfoque de derechos humanos, género e interculturalidad. Género y cambio climático El mayor reconocimiento de la importancia de transversalizar el enfoque género en el debate mundial sobre el cambio climático se sustenta en diversos hechos en el planeta que demuestran que no se trata de un fenómeno género neutral, sino que sus efectos tienden a profundizar y perpetuar la desigualdad social y especialmente la desigualdad de género. Un estudio realizado por la London School of Economics sobre desastres en 141 países, encontró que en sociedades donde las mujeres y los hombres gozan de igualdad de derechos económicos y sociales, las tasas de mortalidad son más equitativas a diferencia de aquellos donde las mujeres tienen limitado acceso a estos derechos 1. Evidencias similares revelan que durante fenómenos climáticos (tsunamis, huracanes, sequías, inundaciones por lluvias torrenciales, entre otros)la mayor parte de las víctimas son mujeres, que además representan el grupo demográfico más pobre en muchos países. El cambio climático impacta de manera diferenciada en hombres y mujeres, porque aunque ambos tienen presencia en actividades económicas/productivas, las tareas y responsabilidades que desempeñan suelen ser distintas, marcadas por roles sociales y culturales. Por ejemplo, las mujeres debido a sus roles reproductivos, son las responsables del cuidado de niños y niñas, personas ancianas y enfermas, lo que limita su movilidad y opciones durante y después de los desastres. Asimismo, por lo general, son las responsables de las tareas domésticas en el hogar, además de proveer de recursos como agua, alimentos, combustible (leña/bosta), recursos naturales cuya disponibilidad y calidad se ven amenazados por los efectos del cambio climático, lo que en muchos lugares viene incrementando el tiempo y esfuerzo que mujeres y niñas destinan en conseguirlos. Además, en casi todo el mundo, las mujeres representan el mayor porcentaje de personas que viven en condición de pobreza (aprox. 70%), lo que incrementa su dependencia a los recursos naturales. 1 Neumayer. E and Plumpert T. The gendered nature of natural disasters: the impact of Catastrophic events on the gender gap in life expentancy, 1981-2002. London School of Economics, pp.561. Por otro lado, debido a las desventajas históricas que enfrentan muchas mujeres, tienen acceso restringido a recursos, a la propiedad sobre tierra, crédito, información, participación en espacios de decisión, tecnología, lo que limita su capacidad de adaptación frente al cambio climático. Sin embargo, si bien en la mayoría de casos se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad frente a sus contrapartes, tampoco deben ser vistas como víctimas del cambio climático. Las mujeres también son capaces de superar las vulnerabilidades estructurales que padecen; así como empoderarse y ser agentes activos de cambio, con habilidades y conocimientos que las vuelven aliadas estratégicas en los procesos de adaptación y mitigación al cambio climático. En muchos pueblos indígenas, las mujeres son las guardianas y transmisoras intergeneracionales de los conocimientos tradicionales de sus pueblos, los que constituyen prácticas importantes para los procesos de adaptación. Asimismo, debido a sus roles reproductivos, en zonas urbanas y rurales son responsables de casi todas las decisiones relacionadas con el consumo en el hogar, por lo que son agentes claves en las decisiones para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Comprender el cambio climático desde un enfoque de género, implica entender la complejidad de las relaciones y roles de hombres y mujeres, analizar el control y acceso diferenciado a los recursos naturales, diseñar estrategias de adaptación y mitigación que respondan a estas necesidades e intereses diferenciados, y que potencien sus capacidades en igualdad de condiciones. Género y cambio climático en el Perú El Perú, debido a sus características ecosistémicas, es uno de los países más vulnerables al cambio climático que amenaza gravemente la biodiversidad y a las poblaciones que habitan en distintas partes del país. A esta riqueza de biodiversidad y a las características geográficas del territorio, se suman factores estructurales como la pobreza y la inequidad, que intensifican las situaciones de vulnerabilidad de la población y reducen su capacidad adaptativa. Las desventajas estructurales que padecen muchas mujeres en el país, sus niveles de pobreza, su limitado acceso a recursos naturales, su alto nivel de analfabetismo, la violencia familiar a la que están expuestas, su poca participación en espacios políticos, la distribución desigual de la carga global de trabajo, entre otros, son factores que dificultan su respuesta frente a desastres y eventos climáticos, cuya ocurrencia se ha incrementado en los últimos años. Un aspecto a considerar es que las brechas de género se incrementan en zonas rurales, en donde prevalecen mayores índices de pobreza, analfabetismo y desnutrición, El incremento en la frecuencia, intensidad, duración y cambios en el calendario de la ocurrencia de eventos climáticos extremos como sequías, heladas, granizadas afecta las actividades agrícolas en diferentes zonas del país, lo que pone en riesgo la economía familiar y la seguridad alimentaria. Sin embargo, son las mujeres quienes manifiestan un mayor grado de preocupación, ya que son ellas las responsables directas del suministro de alimentos a sus familias. Además, debido a la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos se encuentran en estado de constante alerta, situación que les genera mayor estrés, perjudicando su salud física y mental. Asimismo, debido al bajo rendimiento de los cultivos, los hombres han empezado a migrar hacia las ciudades en busca de trabajos alternativos, lo que viene generando un proceso de “feminización” de la agricultura, lo cual incrementa la carga laboral de las mujeres. Entre los grupos más vulnerables a los efectos del cambio climático, se encuentran los pueblos indígenas andinos y amazónicos, que sufren en mayor medida sus impactos. Ello se debe por un lado a que estas poblaciones dependen en mayor medida de los recursos naturales que son amenazados por el cambio climático; la situación es incluso peor para el caso de las mujeres y niñas en comunidades andinas e indígenas, quienes son las responsables de suministrar agua y recoger leña y/o bosta para la preparación de alimentos y quehaceres del hogar. Por otro lado, muchas de estas poblaciones no acceden a la educación en igualdad de condiciones, no cuentan con DNI, tienen acceso limitado a información y a espacios de capacitación, lo que les impide empoderarse, superar la pobreza y acceder a activos para responder, adaptarse y reponerse a situaciones de desastres y fenómenos climáticos adversos. Asimismo, en el Perú las mujeres que viven en el área rural dedican semanalmente un promedio de 19 horas y 41 minutos para cocinar, y si consideramos que el 68.5% de los hogares rurales cocinan con leña y bosta y el 16% lo hace con estiércol, podemos entender la importancia que tienen las mujeres en la preservación del medio ambiente y en la salud pública, así como en la implementación de las políticas de transformación a tecnologías más limpias y menos contaminantes. Frente a esta realidad, incorporar el enfoque de género en las políticas y acciones nacionales de adaptación y mitigación al cambio climático permite identificar el impacto diferenciado en hombres y mujeres, y diseñar estrategias que respondan a las necesidades e intereses de cada uno, lo que a largo plazo ayuda a reducir las brechas de desigualdad y contribuye a la eficiencia y sostenibilidad de estas medidas. Género en la política global sobre cambio climático Los acuerdos internacionales en materia de derechos humanos, sociales, económicos, ambientales, y de los cuales el Perú es parte, han reconocido de manera progresiva la relevancia de las relaciones de género para el logro de sus objetivos. En ese sentido, en atención a los mandatos incorporados en estos instrumentos de derecho internacional, y toda vez que el cambio climático tiene impactos de diversa índole (ambiental, social, económico, cultural), la incorporación del enfoque de género en las acciones para hacer frente al cambio climático es una obligación legal que incumbe a todos los Estados. En materia de derechos humanos destacan la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer– CEDAW (1979), la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007) y la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (1993); instrumentos internacionales que han impulsado la promoción de la igualdad y equidad de género en distintos ámbitos de la vida política, económica, social y cultural de las mujeres. Asimismo, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en septiembre de 1995, se adoptó una Declaración y una Plataforma de Acción, en las que se establecen medidas para lograr la participación activa de la mujer en las decisiones relativas al medio ambiente en todos los niveles La importancia del tema para el logro del desarrollo sostenible, también fue reconocida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), siendo que el ODM 3 se orienta a promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, facilitando su participación social, económica y política y orientando la creación de sociedades equitativas para ambos sexos. La Declaración de Río (Agenda 21) aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, incluye en su capítulo 24 el tema de las mujeres y el desarrollo sostenible, e invita a los gobiernos a introducir los cambios institucionales, legales, administrativos, culturales, sociales y económicos necesarios con el fin de eliminar todos los obstáculos para la participación plena de la mujer en el desarrollo sostenible y en la vida pública. De los tres instrumentos resultantes de esta Conferencia, tenemos que a diferencia de la Convención sobre la Diversidad Biológica y de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación que reconocen de manera explícita la importancia de abordar el tema de género y el rol de las mujeres para el logro de sus objetivos, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) no reconoce la relación entre género y cambio climático ni menciona el rol y participación de las mujeres en las acciones de adaptación o mitigación ante el cambio climático. Pese a ello, si bien el tema de igualdad de género no se ha incluido de manera explícita en el texto de la CMNUCC, existe un marco legal internacional que lo respalda y ha posibilitado su incorporación progresiva en las negociaciones sobre cambio climático. Algunas de las decisiones y conclusiones clave de la Conferencia de las Partes (COP) son: La Decisión 36/CP.7: Insta a las Partes a adoptar medidas para el logro de una participación plena de las mujeres en todos los niveles de adopción de decisiones relativas al cambio climático. Decisión 1/CP.16: “Acuerdos de Cancún”,en el preámbulo establece que (…) se reconoce que los efectos adversos del cambio climático tienen una serie de consecuencias tanto directas como indirectas, en el disfrute efectivo de los derechos humanos y que sus efectos se dejarán sentir con más fuerza en los sectores de la población que ya se encuentran en situación de vulnerabilidad debido a factores como la situación geográfica, el género, la edad, condición indígena o minoría (…).Reconoce que es necesario contar con la participación de un amplio espectro de interesados a nivel mundial, regional, nacional y local (…) y que la paridad entre los sexos y la participación efectiva de las mujeres (…) son importantes para una labor eficaz en todos los aspectos del cambio climático. Las decisiones resultantes de la COP17 incluyen referencias explícitas a los temas de género y a la mujer. Estas referencias aparecen en: o Texto resultante de la labor del Grupo Ah Hoc para la cooperación a largo plazo en el marco de la CMNUCC. o Los instrumentos de gestión del Fondo Verde para el Clima. o Los Planes Nacionales para la Adaptación. La Decisión 23/CP.18 tiene como finalidad “Promover el equilibrio entre los géneros y mejorar la participación de las mujeres en las negociaciones de la CMNUCC y en la representación de las Partes en los órganos establecidos en virtud de la Convención o del Protocolo de Kioto”. La decisión abogó por un taller en la COP19 para tratar la política climática sensible a las consideraciones de género, así como un tema permanente sobre el género en el programa de la COP. Los avances en la incorporación del tema de género en la agenda climática no ha sido un proceso fácil, y ha requerido de la acción activa de diversas organizaciones de mujeres y otras internacionales. El desarrollo data sobre la situación de mayor vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres en el planeta, y el impacto diferenciado por género del cambio climático ha permitido sentar las bases para impulsar el tema. Desde la adopción de la Decisión 36/CP.7 se ha incrementado la participación de las mujeres en las organismos de la CMNUCC. Sin embargo, hacer un balance del enfoque de género en la política global del cambio climático implica más que una representación de las mujeres en los organismos e instancias de negociación internacional. Género en la política nacional sobre cambio climático El Acuerdo Nacional que suscribió el país en el 2002, es el conjunto de políticas de Estado, elaboradas y aprobadas sobre la base del diálogo y consenso, que deben orientar el rumbo para el desarrollo sostenible del país. En ese sentido, la Política 10: reducción de pobreza, Política11: promoción de la igualdad de oportunidades sin discriminación, Política 19: desarrollo sostenible y gestión ambiental y Política 33: recursos hídricos; constituyen el marco para impulsar las políticas de igualdad de género y cambio climático a nivel nacional, regional y local. En materia de cambio climático tenemos que desde su creación en el 2008, el Ministerio del Ambiente (MINAM) es el punto focal de la CMNUCC, función que es ejercida a través de la Dirección General de Cambio Climático, Desertificación y Recursos Hídricos (DGCDRH). Desde la creación del MINAM se da un impulso al tema ambiental y se va definiendo un marco institucional y de política que oriente las acciones en materia ambiental y gestión sostenible de los recursos naturales. En 2009 se aprueba la Política Nacional Ambiental (PNA) y posteriormente el Plan Nacional de Acción Ambiental del Perú2011-2012 (PLANAA). Ambos instrumentos establecen acciones para promover la adopción de mecanismos para evaluar y valorar el enfoque de género en los procesos de gestión ambiental; así como incentivar la participación de las mujeres en los diversos procesos para que ejerzan una efectiva ciudadanía ambiental. Asimismo, la PNA establece la implementación de medidas para la adaptación y mitigación del cambio climático, proporciona el marco de política nacional para avanzar en la incorporación del enfoque de género en materia de cambio climático en los tres niveles de gobiernos. El PLANAA 2011-2012, formulado sobre la base de lo establecido en la PNA,establece acciones estratégicas para promover la equidad de género; así como acciones para la adaptación y mitigación al cambio climático. Entre sus líneas estratégicas están (i) lograr la conservación y aprovechamiento sostenible del patrimonio natural de país sobre la base de la eficiencia, equidad y bienestar social; (ii) proveer de un ambiente saludable (calidad de agua, aire y la gestión de los residuos sólidos) que benefician a mujeres urbanas y rurales que se ocupan del cuidado de la familia; y (iii) promover la gobernanza ambiental,así como la activa participación ciudadana de manera informada y consciente en los procesos de toma de decisiones. Asimismo, entre sus metas establece lograr la mayor inclusión de grupos minoritarios y vulnerables, entre ellos las mujeres, en los procesos de participación ciudadana en la gestión ambiental, así como generar oportunidades de inclusión social de comunidades nativas y campesinas sobre la base de un enfoque de interculturalidad y de género en la gestión ambiental En el 2012 el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) aprobó el Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017 (PLANIG), cuyo objetivo es transversalidad el enfoque de género en las políticas públicas en los tres niveles de gobierno. El objetivo estratégico 8 contiene un conjunto de resultados, metas e indicadores de responsabilidad de los diferentes sectores, incluido el sector ambiente, para “valorar el aporte de las mujeres en el manejo sostenible de los recursos naturales”. Como se observa, existe un avance importante respecto a la incorporación del enfoque de género en las políticas públicas en materia ambiental que sin embargo no se reflejan en las políticas en materia de cambio climático. La actual Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) ,aprobada en el 2003, no incorpora el enfoque de género en su desarrollo, ninguna de sus líneas estratégicas u objetivos hace referencia al tema o a la participación de mujeres en las acciones frente al cambio climático, lo que constituye un obstáculo para la efectiva transversalización del enfoque de género en todas las políticas, planes y acciones sectoriales frente al cambio climático, así como en las estrategias regionales. A la fecha se viene actualizando la ENCC. Es una oportunidad para promover el enfoque de derechos humanos, género e interculturalidad en su formulación.Contar con una ENCC género sensible, que visibilice a las mujeres como actoras claves y aliadas en los procesos de adaptación y mitigación del cambio climático, contribuirá en la eficiencia y sostenibilidad de las medidas a adoptarse. A nivel regional, en el 2009 el MINAM aprobó la Guía para la elaboración de las Estrategias Regionales de Cambio Climático (ERCC), que dispone incluir en la etapa de diagnóstico un estudio sobre las condiciones socioeconómicas de cada región, incorporando el enfoque de género. En la actualidad, once gobiernos regionales cuentan con ERCC aprobadas: Amazonas, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Junín, La libertad, Lambayeque, Loreto, Piura y Puno, de las cuales solo los gobiernos regionales de Puno y Cusco han considerado aspectos de equidad de género en su formulación. Si bien existe un marco de política nacional que promueve la incorporación del enfoque de género en las políticas públicas en los tres niveles de gobierno, éste requiere ser fortalecido e impulsado de manera sistémica y transversal, involucrando a los demás sectores -en especial a los entes rectores en la materia como son el MINAM y el MIMP -en las discusiones, formulación y ejecución de las políticas, planes y estrategias sobre cambio climático. Abordar la desigualdad e inequidad de género, cambio climático y desarrollo sostenible requieren coordinaciones transversales, multisectoriales e intervenciones integrales. ¿Porqué transversalizar el enfoque de género en las políticas públicas? Frente al reconocimiento cada vez mayor de que la igualdad de género es una condición necesaria para el logro del desarrollo sostenible, las políticas nacionales no pueden continuar siendo “género neutrales”, por lo que enfrentan el gran reto de incorporar de manera efectiva el enfoque de género en su formulación y ejecución. Asimismo, el marco de derechos humanos e instrumentos internacionales que han sido suscritos por el Perú, así como las políticas nacionales descritas en la sección anterior, actúan como un marco de referencia obligatorio para la transversalización del enfoque de género en todas las políticas planes y proyectos en los tres niveles de gobierno. Además, las estrategias de adaptación y mitigación de cambio climático género sensibles impactan favorablemente al logro de los objetivos de desarrollo sostenible, contribuyendo a superar problemas estructurales como la pobreza y exclusión social, toda vez que: Permiten tener una visión global de las vulnerabilidades estructurales, necesidades e intereses diferenciados de hombres y mujeres. Implican reconocer el valor agregado que tanto hombres y mujeres pueden aportar desde sus habilidades y conocimientos. Ayudan a transformar roles tradicionales de las mujeres, cambiando aquellas que contribuyen a acentuar la inequidad, por aquellos que generan mejores condiciones de vida en condiciones de igualdad para hombres y mujeres. Con estas reflexiones sobre la relación de género y cambio climático, se busca ofrecer a los tomadores de decisión y sociedad civil en general un marco de referencia que permita valorar la importancia de transversalizar el enfoque de género en las políticas, planes y acciones de adaptación y mitigación al cambio climático. De esta manera, se contribuye a una mejor respuesta frente al cambio climático así como a eliminar las desigualdades de género existentes. . Estudios de casos A partir de estudios de casos realizados en las tres regiones del Perú, se ha podido corroborar cómo los efectos del cambio climático impactan de manera diferenciada en la población peruana. Las entrevistas y grupos focales realizados permitieron identificar cómo el impacto del cambio climático se agrava en el caso de las mujeres, lo que tiene directa relación con la división del trabajo y roles tradicionales que asumen. A continuación se resumen los principales impactos y efectos del cambio climático en las poblaciones identificadas. Localización: Los estudios de casos se realizaron en cinco poblaciones ubicadas en las tres regiones del Perú: el AA.HH. Independencia, AA.HH. Nácara y Área de Expansión Urbana Polvorines ubicados en el departamento de Piura; la Comunidad de Lucre, en el departamento de Cusco; y la Comunidad “El Chino” ubicada en Loreto. Cuadro Nº 01: Ubicación de las poblaciones identificadas. Región Departamento Costa Piura Sierra Selva Cusco Iquitos Distrito Población Castilla AA.HH. Independencia Chulucanas Piura Lucre Fernando Lores AA.HH. Ñácara Área de Expansión Urbana Polvorines2 Comunidad Lucre Comunidad el Chino Elaboración propia I. Estudio de caso en la región Costa – Piura: AA.HH. Independencia, AA.HH. Nácara, área de expansión urbana Polvorines En la región Piura los principales impactos del cambio climático se relacionan con la frecuencia, intensidad y cambios en el calendario de ocurrencia del Fenómeno del Niño (FEN). Los FEN categorizados como débiles a moderados son más frecuentes en las últimas décadas y los escenarios climáticos proyectan la ocurrencia de uno fuerte en los próximos años. Testimonios de las personas entrevistadas evidencian que en los últimos años hay una tendencia de intensificación de la temperatura promedio, que en épocas de verano ha generado condiciones para la proliferación de enfermedades endémicas como el dengue y la malaria, mientras que en temporadas de frío más intenso los niños y niñas desarrollan alergias y enfermedades respiratorias. En los últimos años, debido a la falta de lluvias, la región se ve afectada por periodos de sequía que perjudican las cosechas e incrementa los precios de los alimentos. Asimismo, en la sierra de Piura los reservorios no se han podido abastecer completamente, ocasionando el racionamiento del agua por horas y el aumento del precio de este recurso. Impacto diferenciado del cambio climático en hombres y mujeres Las mujeres viven los efectos del cambio climático en forma cotidiana y se expresa en la disminución de su calidad de vida. Los testimonios levantados demuestran que debido al alza Los pobladores reconocen a Polvorines como una “área de expansión urbana”; sin embargo, no se ha encontrado información adicional que demuestre esta denominación y no la de “asentamiento humano”. Sin embargo, se constata que esta zona inició como un asentamiento humano presentando aún varias de las características para ser considerado como tal. 2 del precio de los alimentos, padecen de un constante estrés relacionado con asegurar el suministro de alimento a sus familias. Además, la mayor proliferación del dengue y la malaria incrementa su carga laboral en el hogar pues se hacen cargo de las personas enfermas, a lo que deben sumar los riesgos de contraer males endémicos al ser quienes asumen la búsqueda y suministro del agua. Esta situación se agrava debido a que la mayoría de los asentamientos no cuentan con postas de salud cercanas. En el caso del AA.HH. Polvorines donde se carece de agua potable, el estrés hídrico genera mayor preocupación y carga laboral en las mujeres. Ellas manifiestan que a veces no hay agua disponible en los pilones cercanos y deben salir en su busca y/o comprarlo a precios muy elevados. En cuanto a los hombres, ellos vinculan los efectos del cambio climático con sus roles productivos. Los que pertenecen al AA.HH. de Ñácara y se dedican a la extracción de arena del río, indican que debido al aumento de las temperaturas y a su labor de campo abierto, se encuentran más expuestos a las radiaciones solares. También manifiestan que la poca claridad respecto al régimen de lluvias dificulta la planificación del trabajo e inclusive algunos están iniciado un proceso de migración a otras ciudades en busca de ingresos económicos. Esta situación repercute en el incremento de la carga global de trabajo de las mujeres, quienes asumen la jefatura de sus hogares. II. Estudio de caso en la región Sierra: comunidad de Lucre Los principales efectos del cambio climático en la comunidad de Lucre se evidencian en cambios en la temperatura y en el régimen de precipitaciones. Las pobladoras señalan que cada vez es más difícil identificar las temporadas del año, que las heladas presentan temperaturas más bajas y los veranos son más intensos. Estos cambios limitan la planificación de las actividades agrícolas y generan pérdidas de sus cosechas y de su inversión económica, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria de las familias. Asimismo, debido a la cercanía de la población a los ríos Lucre y Huatanay, las lluvias intensas generan riesgos de inundación. En los grupos focales, hombres y mujeres expresaron que hay una mayor ocurrencia de vientos fuertes y presencia de plagas que afectan sus cultivos. Impacto diferenciado del cambio climático en hombres y mujeres Las pérdidas agrícolas perjudican tanto a hombres como a mujeres, ya que pone en riesgo la economía familiar y la seguridad alimentaria. Sin embargo, son las mujeres quienes manifiestan mayor preocupación, puesto que son las responsables directas del suministro de alimento a sus familias. Además, por la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos, se encuentran en constante estado de alerta e incertidumbre, situación que les genera un alto nivel de estrés. Debido al bajo rendimiento de los cultivos, los hombres han empezado a migrar a las ciudades en busca de trabajos alternativos. Se está dando un proceso de “feminización” de la agricultura al ser las mujeres las responsables de las tareas domésticas y productivas; como consecuencia se incrementa su carga global de trabajo. Al estar lejos de sus familias, los hombres no son conscientes de los problemas cotidianos de las mujeres, tampoco perciben la relación de los eventos climáticos con la situación de sobrecarga de responsabilidades que ellas asumen ni los perjuicios en la dinámica familiar. Los cambios en el promedio de las temperaturas vienen generando daños a la salud de toda la población, como son las afectaciones a la piel, manchas en las manos y en la cara, ocasionadas por la mayor intensidad de rayos solares. En la temporada de heladas los niños, niñas y personas mayores suelen contraer enfermedades respiratorias (gripe, bronquitis). Las labores del cuidado y atención que requieren recaen en las mujeres. Estudio de caso en la región Selva: comunidad “El Chino” III. Los principales efectos del cambio climático en la comunidad “El Chino”, 3 se manifiestan en dos eventos centrales: el incremento de la temperatura promedio y de las precipitaciones que han causado inundaciones extremas y extemporáneas. También se percibe una mayor intensidad de las precipitaciones en los meses de lluvia. Aun así, los últimos años han sido muy cálidos en la región y se han registrado sequías extremas en el 2005 y 2010, aumentando la mortalidad de árboles. Asimismo, el cambio climático está afectando el proceso de reforestación puesto que algunas parcelas que antes no se inundaban ahora se suelen cubrir de agua provocando la muerte de arboles jóvenes. Testimonios de los pobladores dan cuenta de que a los efectos del cambio climático se suman otros factores externos como los procesos la deforestación debido a la expansión de la agricultura migratoria y la mayor recurrencia de incendios forestales. Ambos están poniendo en peligro la capacidad de adaptación y resiliencia del ecosistema. Impacto diferenciado del cambio climático en hombres y mujeres Los hombres y mujeres se encuentran en un estado de preocupación constante por la baja cantidad y calidad de los recursos naturales, lo cual afecta principalmente la alimentación familiar y su salud. Esta situación genera mayor estrés en las mujeres quienes son las responsables directas de las tareas del hogar, del cuidado de animales menores, de la alimentación de la familia y de la salud de sus familiares; pero también se evidencia preocupación en los hombres, quienes suelen buscar los alimentos a través de actividades de caza y pesca. Asimismo, en caso de inundaciones, los hombres son los responsables de buscar opciones de suelos fértiles para migrar los cultivos hacia zonas más altas. Respecto a la afectación de sembríos de chambira, principal recurso de las actividades artesanales, las perjudicadas son principalmente las mujeres por ser quienes asumen esta actividad que les permite contribuir a la economía familiar. De las entrevistas y grupos focales se evidencia que existe una fuerte organización comunal, lo que ha permitido el manejo sostenible de sus recursos naturales y hacer frente a eventos climáticos extremos. Esta organización ha establecido, además, acuerdos con el Gobierno Regional y otras entidades. Sin embargo, pese a existir un reparto más equitativo de la carga global de trabajo, no se observa una integración plena de las mujeres en los espacios de representación. Por ejemplo, el comité comunal está conformado únicamente por hombres, las mujeres tienen una menor intervención en las decisiones de su comunidad. 3 Ubicada en la zona de amortiguamiento del Área de Conservación Regional Comunal Tamshiyacu Tahuayo