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El Capitán Alatriste (una guía de lectura) CONTEXTO HISTÓRICO, LITERARIO Y ÉTICO El escenario histórico que sirve de telón de fondo a este relato literario es la España de Felipe IV, quien comienza su reinado en 1621 Será éste también el inicio de la decadencia que va a caracterizar la política, la economía, la sociedad e incluso la moral en nuestro país, a lo largo del siglo XVII. Es el mal llamado Siglo de Oro (denominación sólo justificada en el mundo de las artes y las letras), que estuvo plagado de derrotas gloriosas, corrupción, picaresca y miseria, y que, como el propio Iñigo Balboa reconoce en alguna de sus meditaciones: "( ... ) lo cierto es que quienes lo vivimos y sufrimos, de oro vimos poco; y de plata, la justa». Con su llegada al trono, Felipe IV inicia una política destinada a obtener prestigio como reacción al pacifismo de gobernantes anteriores, que habían desacreditado a la monarquía. Este factor será determinante para que, al igual que ocurriera con su padre, Felipe III, deje el Gobierno en manos de los validos, quienes manejarán la política y el poder a su antojo, en detrimento de la imagen del monarca. En estas primeras décadas del siglo, Europa se halla sumida en un grave conflicto -la guerra de los Treinta Años-, y Felipe IV ha de hacer frente, una vez terminada la tregua de los Doce Años, al reinicio de los enfrentamientos con los Países Bajos, y a las importantes derrotas que sufrieron los tercios españoles y que finalmente supondrán la desaparición del imperio europeo de los Austrias, con la firma de la paz de Westfalia, en 1648. No era mejor la situación dentro de nuestras fronteras, pues la política interior estaba supeditada a las exigencias de la exterior. Con estas limitaciones, el monarca hubo de hacer frente a la corrupción administrativa, contener la despoblación y los problemas demográficos provocados por las guerras, las epidemias de peste y la expulsión de los moriscos (1609-1614), y luchar contra la recesión económica provocada por el descenso de metales preciosos provenientes de América y los gastos que exigían las continuas guerras. En contraste con este ambiente de decadencia, se produjo un resurgimiento en las artes; especialmente, en la literatura. ElXVII es un siglo pletórico en obras maestras de todos los géneros. Nos encontramos ante el arte de la Contrarreforma, que huye de la sencillez y naturalidad renacentistas. La lengua se ve invadida por metáforas, cultismos y neologismos, y aparecen dos corrientes literarias: el culteranismo (importancia de la forma), representado por Góngora, y el conceptismo (predominio del concepto), abanderado por Quevedo; autores enfrentados en juegos de ingenio y peleas dialécticas, mientras adquirían fama y sus composiciones corrían de mano en mano. El Barroco, popular y conservador, conecta rápidamente con la sensibilidad del pueblo, y el teatro experimenta un gran auge, unido al fenómeno de los corrales y al gusto del público por este tipo de espectáculo, en el que encontraban representadas sus más hondas preocupaciones (el honor, la honra, la limpieza de sangre ... ). Es la época del Quijote y de la picaresca; una época en la que las novelas recogen magistralmente el reflejo de una sociedad que se debate entre el esplendor y la miseria. Hagamos por último una breve referencia a la moral de esa sociedad, en un país lleno de contrastes y en el que confluyen diversas culturas, en medio de una profunda crisis. Esta situación de conflicto tiene su origen, en gran medida, en la reforma protestante promovida por Lutero, que supone, por un lado, la denuncia de muchos de los valores considerados inmutables pero, por otra parte, favorece la recuperación en muchas capas de la sociedad de un fervor religioso que se había ido perdiendo y que perdurará muchos años. Los móviles o valores de la España del siglo XVII eran el honor, la honra, el valor, la hidalguía, la religión, la sangre, etcétera; valores que tenían su contrapunto en otros como el culto al dinero, la violencia, la relajación moral, el soborno y la corrupción (a veces, en dosis iguales en el mismo individuo). Es una época de relativismo moral y cultural, de racismo y desprecio a las minorías, de vida al margen de la ley y de inseguridad; en definitiva, de conciencia inoportuna que hacía añorar tiempos mejores (son frecuentes las alusiones al reinado de Felipe II). Es un momento vital en nuestra historia colectiva, pues se sientan ahora las bases de ciertos arquetipos sociales y nacionales (el ex combatiente, el funcionario, el hidalgo ... ), así como rasgos ya tópicos de lo que ha dado en llamarse 11 carácter nacional", como el fatalismo, el pesimismo o el fanatismo religioso. ORIENTACIONES PARA UN ESTUDIO LITERARIO DE LA OBRA La novela de Arturo Pérez-Reverte, El capitán Alatriste es la primera de una serie de seis, de la que ya se han publicado cuatro. A la hora de abordar su lectura desde un punto de vista interdisciplinar (histórico, literario y ético), será necesario partir de una aproximación al contexto histórico- cultural en el que se sitúa y a los aspectos propiamente literarios de la obra. En este sentido, parece fundamental tener en cuenta los siguientes puntos: Breve referencia al contexto Los hechos que acontecen en la novela se sitúan en la España del siglo XVII, siglo que se identifica con la crisis provocada por numerosas causas, que van desde las políticas a las económicas y sociales. Este marco externo condicionará el entramado social del Siglo de Oro y, por supuesto, a la literatura, que reflejará en sus obras una visión trágica de la vida, traducida en actitudes de pesimismo, desolación o desencanto; sobre todo, en aquellos que se sensibilizan ante la dura realidad social (Quevedo). Otros preferirán crear mundos artificiales, en los que el entretenimiento y la diversión consigan cerrarles los ojos a lo evidente (Lope de Vega). Contenido temático La novela El capitán Alatriste es una obra en la que se dan cita, fundamentalmente, la acción, la intriga, la historia y la aventura. En ella, se narran las aventuras y desventuras que vive el protagonista, Diego Alatriste y Tenorio, antiguo soldado de los tercios de Flandes y espadachín por necesidad en el Madrid del siglo XVII Al hilo de sus correrías, conoceremos también otros aspectos históricos, culturales o sociales de gran interés, tales como: - Las condiciones de vida de los soldados. - Las intrigas políticas y religiosas. - La situación de España. - La vida cotidiana. - La jerarquización social, con sus privilegios y miserias. - La vida de los escritores y sus rivalidades. - El poder de la Iglesia y las intrigas. - Las representaciones teatrales. - La amistad, el amor o las relaciones personales. Los personajes El protagonista principal, que da título a la novela, Diego Alatriste y Tenorio, es el eje en torno al cual se genera la acción, por un lado, mientras que, por el otro, se entretejen las vidas y las historias del resto de los personajes. Desde el primer capítulo y de manera simultánea al desarrollo de la aventura central, se nos ofrecen abundantes datos acerca de su vida, personalidad y talante. Iñigo Balboa, además de narrador, participa directamente en el desarrollo de la acción, siempre al lado del capitán. Este personaje presenta claras similitudes con Lázaro de Tormes, una de las figuras más representativas del Siglo de Oro: por la manera retrospectiva elegida para narrar la acción y por dirigirse a «vuestras mercedes" (Lázaro siempre emplea la expresión "vuestra merced"); porque, al principio, su madre lo pone al servicio de un capitán, como paje y criado, para que busque fortuna en la Corte, y por sus juicios sobre la «gente de calidad" (Lázaro alude "a los buenos") o sus aprendizajes en "la escuela de vida" (en Lázaro, la vida es como un camino: "carrera de vivir", y el camino, como aprendizaje). Frente a ellos, aparecen personajes negativos, que podemos calificar de antagonistas de los principales: Emilioç Bocanegra, Gualterio Malatesta o Luis de Alquézar, representativos de una condición social o de su circunstancia personal. Junto a los personajes ficticios, aparecen otros reales, testigos y protagonistas, de un modo u otro, del momento histórico en el que se desarrolla la novela: Felipe IV, el conde-duque de Olivares, Quevedo, Calderón, Lope de Vega o Góngora. Otros personajes secundarios: Caridad la Lebrijana, Martín Saldaña, el Dómine Pérez, el Licenciado Calzas, Juan Vicuña, etcétera, arropan con su amistad o fidelidad a nuestro protagonista y, )unto con otros muchos, constituyen el abigarrado seno de una sociedad corrupta y decadente, en la que desempeñan el papel que les ha tocado vivir: buenos o malos, engañados o engañadores, víctimas o verdugos. La mayor parte de ellos se convierten en arquetipos sociales: - El mundo de los soldados: Diego Alatriste. - La Iglesia: Emilio Bocanegra y el Dómine Pérez, que nos muestran las dos caras de una misma realidad. - Rufianes: Gualterio Malatesta. - Escritores: Quevedo. - Mujeres: Caridad la Lebrijana (el pueblo) y Angélica de Alquézar (la clase privilegiada). - Iñigo Balboa representa la tradición literaria del Lazarillo, como personaje que intenta sobrevivir junto a su amo. Los reconocemos a través de lo que dicen, lo que hacen o por lo que otros personajes cuentan de ellos; también por su indumentaria, las descripciones físicas y, en algunos casos, hasta por el tono y timbre de su lenguaje. Gracias a estos y a otros personajes típicos y tópicos (meninas, pajes, mosqueteros, espadachines ... ), consigue el autor una notable recreación de ambientes, no sólo por los rasgos que reflejan, sino también por ser representativos de su época. Estructura, tiempo y espacio El autor ha optado por estructurar la novela en 11 capítulos y un epílogo, a modo de conclusión. En su lectura, podemos distinguir tres partes, que se corresponden con el planteamiento, el nudo y el desenlace. Respecto al tiempo, son varias las referencias directas que ofrece la novela. En el capítulo 1, página 29, Iñigo Balboa dice que la historia debió de ocurrir hacia el año "rnil seiscientos y veintitantos", información que repite en la página 31: "Era el veintidós o el veintitrés del siglo". En la página 35 alude a Felipe IV y también a su valido el conde-duque de Olivares, y en capítulos sucesivos van apareciendo otros personajes o acontecimientos de la época: la llegada de los ingleses, el estreno de determinadas comedias e incluso se transcriben algunos poemas, lo que hace posible el seguímiento de un hilo temporal creíble. En cuanto al espacio, la acción se desarrolla en el Madrid de los Austrias. Numerosas alusiones a lugares reales de la época ayudan a conocer el escenario en el que transcurre la acción. El autor se vale de este recurso para dar verosimilitud a lo narrado y, de paso, captar el interés del lector por lo que dichas referencias tienen de familiares. Son frecuentes las menciones a lugares históricos, calles 0 edificios, de los cuales aquí relacionamos una pequeña muestra: - El río Manzanares. - La calle de Toledo. - La Plaza Mayor. - El Alcázar Real. - El camino de Hortaleza. - La plaza de la Cebada. - La Puerta del Sol. - El convento de los Carmelitas Descalzos. - La calle Alcalá. - Santa María de la Almudena. - El Prado. - Los Jerónimos. En muchos casos, se da una adecuación total entre los espacios que aparecen y los personajes que los habitan o recorren: espacios nobles, para los estamentos privilegiados (duque de Guadalmedina, despacho del condeduque); espacios sórdidos, para los encuentros con personajes siniestros (Emilio Bocanegra, Gualterio Malatesta ... ); y la calle, los mentideros, los corrales, los garitos, las tabernas y las mancebías, para los plebeyos y el pueblo llano. Lengua y estilo Por otro lado, el autor también ha conseguido de forma muy eficaz trasladarnos a la España del siglo XVII, por medio del uso de palabras y expresiones propias del castellano del momento. Así, pues, la ambientación lingüística queda solventada por la acumulación de términos propios: fámulo, menina, jaque, azumbre, borceguíes, jofaina, broquel, gaje, tonsura, etcétera. Aparecen en menor medida expresiones latinas; pero abundan, sin embargo, extranjerismos como chapeo, centinela, manteo, bigote, etcétera. Sabemos que durante el siglo XVII se produjo una rica adopción de formas léxicas novedosas; hecho debido, en gran parte, a la introducción de cultismos y a la presencia que España tenía entonces en todo el mundo. Nuestros escritores incrementaron el caudal léxico mediante la formación de derivados, de los que se pueden encontrar numerosos ejemplos en este relato. En otro orden de cosas, la presencia del lenguaje popular, a través de dichos, palabras malsonantes y expresiones cargadas de intención irónica, refuerza el tono llano y sencillo que, sin duda, ha pretendido el autor. Hemos de reseñar también la presencia frecuente de expresiones coloquiales, como: - A salto de mata. - Criar malvas. - Voto a... - Agua va. - Ir a escote. - Dársele una higa. - Escurrir el bulto. - Matar el tiempo. Algunos de los recursos -muy abundantes en la narración- que tienen por objeto hacer llegar al lector de modo eficaz la crítica y la sátira son: la ironía y el humor, los eufemismos, los circunloquios, las onomatopeyas, etcétera. Cabe destacar por último cómo el autor, en algunos personajes, logra perfectamente la adecuación entre sus rasgos fónicos y el carácter que reflejan. Valoración de la obra En el momento de su publicación, la novela de Arturo Pérez-Reverte llamó la atención porque combinaba historia, acción, intriga y aventura, ingredientes fundamentales que explican el éxito alcanzado. En una primera y superficial lectura, se corre el riesgo de calificar la obra simplemente como una novela de aventuras. Sin embargo, una vez abordado el estudio en profundidad, descubrimos al personaje entrañable que termina siendo Diego Alatriste y Tenorio, pues encarna valores y códigos de una época que, a pesar del paso del tiempo, han logrado sobrevivir y mantener absoluta validez. Por último, decir que nos encontramos ante una novela extraordinariamente popular, puesto que, sin prescindir de la chanza, facilita el conocimiento de una época tan decisiva e importante para las letras y las artes: el Barroco. GUIÓN DE LECTURA DESDE EL PUNTO DE VISTA HISTÓRICO 1 Encuadre histórico de la novela: el reinado de Felipe IV • La guerra de los Treinta Años - El final de la tregua de los Doce Años - La guerra en Flandes - Batallas importantes (Fleurus, etcétera) • La política exterior de España (problemas) 2. Personajes históricos y de ficción - Velázquez - Diego Alatriste - Luis de Alquézar - Lope de Balboa - Quevedo - Iñigo de Balboa - Felipe IV - Gualterio Malatesta - El conde-duque de Olivares - Juan Vicuña - Góngora - Emilio Bocanegra - El marqués de Buckingham - Angélica de Alquézar - Jacobo 1 - El conde de Guadalmedina - Carlos, príncipe de Gales - Isabel de Borbón - Lope de Vega 3. Ambiente político-social • La crisis del siglo XVII (causas). • El Siglo de Oro en las artes • La Inquisición y la intolerancia religiosa • La justicia en la época • Los matrimonios de Estado • La inseguridad en Madrid • La aceptación del poder • Crítica a la clase política y al sistema • El poder de los validos (las luchas por el control del Estado) 4. Mentalidad y actitudes en la España del siglo XVII • El fatalismo español • El pesimismo • Los "buscavidas" (los desocupados en una España en crisis) • El fanatismo religioso • La religiosidad popular • Prototipos sociales y nacionales (el soldado, el ex combatiente, el alguacil, el escudero, etcétera) 5. La decadencia de España • Sociedad y moral en la España de Felipe IV • Crítica a los defectos nacionales • Los intelectuales ante la crisis de España • Actitud de los españoles ante su propio momento histórico 6. los valores y contravalores de una época (apartado común para las materias de Ética e Historia) 7. Usos y costumbres populares • Oficios en la villa y Corte • Armas y vestuario • El ambiente en las calles • Lugares de diversión y encuentro (las tabernas y los teatros) • Los mentideros (crítica social colectiva) 8. Estudio urbanístico del Madrid de los Austrias • Las "rúas" • Los accesos a la ciudad • El "centro" y las afueras GUIÓN DE LECTURA DESDE EL PUNTO DE VISTA LITERARIO 1. Contexto literario 1.1. El Barroco. Generalidades 1.2. El Siglo de Oro de la Literatura 2. Los estilos 2.1. Conceptismo 2.2. Culteranismo 3. Géneros literarios 3.1. Narrativa 3.2. Teatro 3.3. Poesía 4. Los autores más representativos 4.1. Francisco de Quevedo 4.2. Lope de Vega 4.3. Calderón de la Barca 4.4. Luis de Góngora Sobre la novela 1. Contenido temático 1.1. Argumento 1.2. Tema principal 1.3. Otros temas 2. Personajes 2.1. Protagonistas 2.2. Antagonistas 2.3. Otros personajes: secundarios, reales, ficticios. 3. Tiempo y espacio 3.1. Alusiones y acontecimientos 3.2. Madrid: - calles - plazas - edificios - corrales 4. Lengua y estilo 4.1. Características generales 4.2. Recursos más habituales 4.3. Vocabulario 4.4. Expresiones coloquiales 4.5. Expresiones latinas 5. Obras y poemas citados GUIÓN DE LECTURA DESDE EL PUNTO DE VISTA ÉTICO 1. Moral y costumbres del siglo XVII Generalidades. 2. La novela de "El capitán Alatriste", reflejo de una época. 3. España país de contrastes: - Esplendor y miseria. - Desigualdad social 4. Confluencia de culturas • Etnocentrismo • Relativismo cultural • Las minorías • Racismo 5. Valores y contravalores - Lo religioso y la religiosidad popular. - El honor y sus códigos. - La guerra y la violencia - El culto al dinero - El valor de la conciencia - Las relaciones personales (amistad, fidelidad, compasión) - La libertad - El valor de la vida - El trabajo - La sinceridad - La valentía 6. La vida cotidiana - La vida al margen de la ley - La corrupción de la justicia - La vida carcelarla - El "oficio" de matar - La tortura y la muerte - La relajación moral - La vida en el teatro - El adulterio - El soborno - La imagen de Dios en la época 7. La España corrupta - Carácter y talante de los personajes más representativos - El rey y la aristocracia - La Iglesia y algunos de sus representantes - El pueblo - Actitudes y valores con que afrontan su vida 8. El capitán Alatriste ¿ejemplo de integridad moral? - Lo bello y lo feo - Algunos dilemas morales - La conciencia inoportuna... etc.