Download 4. El Reino de Dios está cerca
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Segundo Domingo de Adviento El Reino de Dios está cerca Sugerencia: - Luego de recibir la Santa Comunión, prolongar unos minutos más la acción de gracias para que Jesús mismo prepare nuestro corazón intercalando cantos breves o antífonas de alabanza. - Intercambio de corazones: A medida que recibimos a las familias, a cada persona, anotamos el nombre en corazones (de cartulina o tela) con hilo para colgar (o bien podría ser un adorno navideño o una cinta). Antes de terminar la Misa, acercamos los corazones e invitamos a cada uno a llevarse uno de esos corazones con el compromiso de rezar no solo por quien está anotado sino por toda esa familia, sus necesidades, sus enfermos, agradecer por el don de la vida, de modo de preparar el camino al Señor rezando los unos por los otros. Y se puede colocar en el arbolito o en el pesebre en casa. Guión para la Santa Misa Entrada La Palabra de este Domingo es una fuerte invitación a la conversión, a cambiar nuestra mentalidad: dejar los esquemas y la forma de vivir que propone el mundo y abrazar el camino del Evangelio, de las obras de misericordia, para que broten en nuestro corazón los mismos sentimientos de Cristo Jesús. No podemos lograrlo ni entenderlo con nuestras fuerzas, necesitamos el Espíritu que el mismo Cristo viene a traernos en esta Eucaristía. Estemos atentos al Paso del Señor: Sí, ¡viene el Señor! Nos ponemos de pie y recibimos a quien nos preside cantando: …………. Corona de Adviento (Para encender el segundo cirio proponemos elegir un matrimonio joven de la comunidad.) Ahora (nombrar a los esposos) encenderán el segundo cirio, correspondiente al segundo Domingo de Adviento, en el que el Señor nos invita a la conversión, a cambiar nuestro corazón conforme al Evangelio. Cantemos todos juntos: Canten con gozo Liturgia de la Palabra Primera Lectura Dios se compadece de nosotros y hecho Niño viene a darnos su paz y a salvarnos. Escuchemos. Segunda Lectura La esperanza de salvación es para todos; la misericordia es para todos. Escuchemos. Evangelio Este Evangelio a través de Juan el Bautista, nos invita con fuerza a un cambio sincero, de corazón, que produzca frutos de conversión. Nos ponemos de pie y cantamos el Aleluia. Oración de los Fieles A cada intención respondemos: Ven Señor, no tardes más. Para que este Adviento sea oportunidad para toda la Iglesia de descubrir tu visita y dar frutos sinceros de conversión. Oremos… Para que nuestro desprendimiento serio en este tiempo sea consuelo y sostén de nuestros hermanos más necesitados. Oremos… Para que nuestro corazón se abra a tu Evangelio y se haga carne en nosotros. Oremos… Para que los matrimonios jóvenes de nuestra comunidad perseveren en su compromiso con alegría y confianza en tu presencia. Oremos… Liturgia de la Eucaristía Ofrendas Traemos al Altar, pan y vino, como signos de nuestro compromiso de convertirnos sinceramente, de nuestro deseo de gustar la salvación de Jesús. Cantamos: …………. Procesión de Comunión El Señor viene a nuestro corazón a derribar los muros que nos separan y alejan de los demás; viene con su comunión a darnos sus mismos sentimientos. Cantamos: …………. Salida Ponemos nuestro corazón en las manos buenas de la Virgen, Madre de la Esperanza: Ella ilumina nuestra espera y nos acompaña en el camino de salvación. Cantamos: María de la Esperanza Segundo Domingo de Adviento Primera Lectura Isaías 11, 1-10 Lectura del libro de Isaías Saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor -y lo inspirará el temor del Señor-. El no juzgará según las apariencias ni decidirá por lo que oiga decir: juzgará con justicia a los débiles y decidirá con rectitud para los pobres del país; herirá al violento con la vara de su boca y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia ceñirá su cintura y la fidelidad ceñirá sus caderas. El lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá; la vaca y la osa vivirán en compañía, sus crías se recostarán juntas, y el león comerá paja lo mismo que el buey. El niño de pecho jugará sobre el agujero de la cobra, y en la cueva de la víbora meterá la mano el niño apenas destetado. No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, porque el conocimiento del Señor llenará la tierra como las aguas cubren el mar. Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada. Salmo 71, 1-2. 7-8. 12-13. 17 R. Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz eternamente. Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R. Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. R. Porque él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. R. Que perdure su nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz. R. Segunda Lectura Romanos 15, 4-9 Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma Hermanos: Todo lo que ha sido escrito en el pasado, ha sido escrito para nuestra instrucción, a fin de que por la constancia y el consuelo que dan las Escrituras, mantengamos la esperanza. Que el Dios de la constancia y del consuelo les conceda tener los mismos sentimientos unos hacia otros, a ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y una sola voz, glorifiquen a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Sean mutuamente acogedores, como Cristo los acogió a ustedes para la gloria de Dios. Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a nuestros padres, y para que los paganos glorifiquen a Dios por su misericordia. Así lo enseña la Escritura cuando dice: Yo te alabaré en medio de las naciones, Señor, y cantaré en honor de tu Nombre. Evangelio Mateo 3, 1-12 Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo En aquel tiempo, se presentó Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca.» A él se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Juan tenía una túnica de pelos de camello y un cinturón de cuero, y se alimentaba con langostas y miel silvestre. La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados. Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: «Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión, y no se contenten con decir: "Tenemos por padre a Abraham". Porque yo les digo que de estas piedras Dios puede hacer surgir hijos de Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles: el árbol que no produce buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego. Tiene en su mano la horquilla y limpiará su era: recogerá su trigo en el granero y quemará la paja en un fuego inextinguible.» María de la Esperanza María de la Esperanza preparanos para recibir a Dios. Que tus dos manitos buenas recuesten al Niño en nuestro corazón. Bis Madre de la aurora traenos al Señor, que nuestra pobreza haga de horizonte donde salga el sol. Madre peregrina, virgencita de Belén, traenos la buena nueva virgen misionera haznos renacer. Alegría de los pobres, madrecita del amor, amor hecho niño que une en su carne al hombre con Dios. Ilumina nuestra espera, que se haga realidad, ven a transformar la noche, la noche oscura en Nochebuena.