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Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar SIEMBRAS Y COSECHAS 1. La gracia que pedimos Oración inicial: Señor Jesús, ahora que se inicia el camino de preparación al Capítulo General de enero 2018, con fe me pongo en tu presencia para reflexionar en mi vida como laico de la Familia de Madre Catalina. Acompáñame a profundizar en mi aporte a nuestra misión como familia; a anticipar los desafíos de los nuevos tiempos para la vida religiosa y para los laicos que compartimos la espiritualidad y la misión. Acompáñame a tener el corazón disponible y acoger los soplos de tu Espíritu que viene a renovar nuestra vida y nuestra misión. LO MÁS IMPORTANTE (Salmo de B. González B.) Lo más importante no es que yo te busque, sino que tú me buscas en todos los caminos; que yo te llame por tu nombre, sino que tú tienes tatuado el mío en la palma de tu mano; que yo te grite cuando no tengo ni palabra, sino que tú gimes en mí con tu grito; que yo tenga proyectos para ti, sino que tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro; que yo te comprenda, sino que tú me comprendes en mi último secreto; que yo hable de ti con sabiduría, sino que tú vives en mí y te expresas a tu manera; que yo te guarde en mi caja de seguridad, sino que yo soy una esponja en el fondo de tu océano; que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas, sino que tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas; Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte... si tú no me buscas, me llamas y me amas primero? El silencio agradecido es mi última palabra, mi mejor manera de encontrarte. Amén 1 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar 2. Hago memoria de mi experiencia En este paso me detengo a profundizar en las preguntas que se me van planteando, para comprender mejor lo que vivo, meditar y hacer oración. Es aconsejable no dar este paso en una sola vez. Me tomo los días que sean necesarios para hacer este recorrido de la memoria. Cada vez que retomo la reflexión vuelvo a comenzar rezando la oración inicial. Mi historia a. ¿Desde hace cuánto tiempo me siento parte de la familia de Madre Catalina?, ¿Cómo ha sido mi experiencia?, ¿Cómo ha sido el proceso en esta historia? b. Tomo conciencia de las alegrías, realizaciones y plenitudes que he vivido en este camino y hago una oración de acción de gracias por todas las bendiciones recibidas. c. Me detengo a pensar en los momentos difíciles, en los esfuerzos y desgastes, en los momentos tristes o de desaliento y doy gracias por el crecimiento, el aprendizaje y la fecundidad que me han aportado. Lo hago pensando en las palabras de Madre Catalina: “Tenemos por fuerza que pasar esas escabrosidades en el camino espiritual y si usted las aprovecha y sufre con resolución y valor, la harán adelantar mucho y le traerán muchas gracias del cielo.” (MC 123 188? ?? ??, Tomo II) Las relaciones a. ¿Qué ha significado para mí la relación con las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús?, ¿Qué he observado en la relación que los laicos tenemos con las hermanas?, ¿Qué he observado en la relación que las hermanas tienen con los laicos?, ¿Qué he observado en la relación que los laicos tenemos entre nosotros? b. Tomo conciencia y doy gracias por los signos de fraternidad, espíritu de comunidad y lazos de afecto que se viven en la familia de Madre Catalina. c. Tomo conciencia de todos los desafíos de crecimiento pendientes aún para vivir relaciones sinceras, transparentes, confiables y amistosas y pido perdón si he contribuido con mis actitudes a obstaculizar de algún modo la fraternidad que debería reinar. 2 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar La espiritualidad a. ¿Cómo describiría lo que la espiritualidad de la Familia de Madre Catalina ha aportado a mi vida, a mi relación con Dios y a mi modo de vivir la fe? b. ¿Cuáles son los siguientes pasos de crecimiento espiritual que me siento llamado(a) a dar en este camino? c. Doy gracias Dios por el recorrido espiritual que he vivido en el pasado y en el presente y pido fidelidad para responder a los desafíos que vendrán. El futuro a. ¿Qué preocupaciones tengo respecto al futuro de la Familia de Madre Catalina? b. ¿Qué esperanzas tengo respecto al futuro de la Familia de Madre Catalina? c. Doy gracias a Dios por las esperanzas que me animan y animan a toda la familia por ser el horizonte que nos impulsa a caminar d. Me detengo en las preocupaciones y siguiendo a Madre Catalina, pido “resolución y valor” para hacer frente a la dificultades que nos toque vivir como Familia. 3. Aportes a mi reflexión Comienzo una nueva etapa en el camino que estoy haciendo. En la etapa anterior hice memoria de mi experiencia personal y de Familia de Madre Catalina, en cuanto a nuestra vida como laicos. En esta nueva etapa voy a leer y meditar un escrito con el fin de ampliar mi perspectiva, conocer otros puntos de vista, y profundizar enfoques que pueden complementar lo que vivo y pienso. Leo meditadamente el texto. No es necesario leerlo todo de una vez. El preferible ir leyendo de a poco. Comienzo cada día con la oración inicial y leo un trozo del texto, lo medito y hago oración a partir de la lectura. Al día siguiente repito los pasos y avanzo con otro trozo y así hasta finalizar. a. Leo y medito el texto “El laico en la historia”, del religioso claretiano Mariano Sedano Sierra cmf en el cual voy a encontrar un interesante recorrido por la historia del laicado en la Iglesia desde los inicios hasta hoy. 3 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar EL LAICO EN LA HISTORIA Mariano Sedano Sierra cmf 1. ¿Había laicos al principio? En el Nuevo Testamento no aparece nunca la palabra "Iaikós" para denominar a los que siguen a Jesús. Se habla de "creyentes"... y, sobre todo, de "hermanos". Aunque el término está ausente, el N.T. aplica a toda la comunidad las características que en el A.T. quedaban reservadas a lo más sagrado del Pueblo de Israel, (Templo, sacerdocio...). Por Cristo toda la comunidad (y no sólo un grupo) son pueblo, "laós", sacerdocio real, nación consagrada, propiedad querida de Dios. (Cfr. 1 Pe. 1.9). La distinción no se establece entre ministros y no ministros dentro de la comunidad, sino entre pueblo y no pueblo. Esta unidad radical está sazonada por una rica variedad de dones y carismas suscitados por el Espíritu de Jesús. Este mismo Espíritu preside la mutua subordinación de los carismas en el amor y garantiza la existencia de una dirección dentro de la comunidad (1). La acentuación de la unidad frente a la distinción dentro del pueblo de Dios prevalece sustancialmente en los tres primeros siglos. La Iglesia se asoma al balcón de la historia presentándose como alternativa y fermento. La sociedad helenista y romana la rechaza y persigue. La comunidad experimenta en carne viva y martirial la novedad de su mensaje en tensión con el mundo circundante. Aunque prevalezca en estos siglos el aspecto comunitario (radical unidad) sobre el jerárquico (diferencias internas), no significa que no exista una organización interna. El conjunto de los bautizados que no participan de un ministerio jerárquico se comienza a distinguir de la estructura jerárquica de la comunidad. A finales del siglo I, encontramos el término "laico" para designar al pueblo en cuanto distinto de los ministros del culto. (3). Ya desde finales del siglo I, encontramos, y con creciente intensidad, cómo las comunidades cristianas se articulan jerárquicamente en torno a sus Obispos. A principios del tercer siglo cristiano, aparece el término "clero" para designar al grupo de los ministros de la comunidad. (4). Este proceso de organización no significa que el clero acapare los carismas y ministerios. La tarea de la evangelización es obra de todos y abundan los profetas y evangelizadores laicos itinerantes. Laicos son los primeros teólogos y defensores del cristianismo. (Justino, Taciano, Tertuliano...). Conocemos incluso, la existencia de ministerios femeninos dentro de las comunidades. En Siria, por ejemplo, existían diaconisas para bautizar a las mujeres ya desde el siglo II. Hipólito, en Roma, nos habla de un "orden de viudas" (siglo III) cuyo ministerio estaba ligado a las obras existenciales dentro y fuera de la comunidad. (5). 4 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar 2. ¿Ha perdido sabor la sal? La Época histórica que se abre con el Edicto de Milán (313) significa para la Iglesia una situación nueva. Decrece la tensión entre el mensaje cristiano y la cultura circundante. La sociedad comienza a inculturar los valores cristianos. Ciertamente la Iglesia se encarna mucho más en la sociedad como factor de progreso social y humano. Ya no vive en situación de "paroikía", de peregrinación por tierra extraña, y se convierte en "parroquia", comunidad asentada en un territorio y protegida por el Imperio. La tensión, inexistente en lo exterior, se desplaza poco a poco al interior de la comunidad, afectando a las relaciones entre sus miembros. El clero se hace "orden" o categoría social. La liturgia se va haciendo cada vez más "cosa de curas" y el pueblo va perdiendo protagonismo. Se multiplican los signos externos de separación entre e] clero y el pueblo (hábito especial, privilegios, espacios reservados en el templo, derecho en exclusiva a enseñar y catequizar...). Comienza a prevalecer la distinción sobre la unidad dentro de la comunidad, aun cuando no faltan voces discrepantes y acciones claras del laicado en la teología y otros aspectos de la vida de la Iglesia (espiritualidad, obras asistenciales, administración de los bienes de la comunidad, participación en la pastoral... (6). 3. Las luces y sombras del laicado en la Edad Media Durante la Edad Media existe un denominador común como tendencia con respecto al laicado: su progresiva de-valuación. El Matrimonio se considera una concesión a la debilidad humana. Laico es lo mismo que ignorante. La separación entre clero y pueblo se institucionaliza en el Derecho. (7) El laicado queda excluido .del ámbito de lo sagrado y se refugia en una espiritualidad devocional separada de la liturgia. A partir del siglo XII, Europa va a conocer cambios profundos en los que instituciones como las-Universidades y la nueva clase burguesa van a tener un papel de primer orden. En sintonía con el nuevo espíritu, el laicado adquiere en la Iglesia conciencia de su misión que se expresará en la búsqueda de una .Iglesia más cercana al Evangelio. Irán surgiendo movimientos que contestan a la Iglesia oficial, rica y poderosa, en nombre del evangelio leído en lengua vulgar. (8). Su influjo fue evidente y beneficioso para la Iglesia a través, sobre todo, de Francisco de Asís que con su obra y su familia religiosa va a "recuperar" los carismas laicales en la Iglesia. Aunque ya en la Edad Media contamos con los primeros santos laicos, no existe aún una espiritualidad laical. Parece necesario distanciarse de las cosas, acercarse lo más posible a la vida monacal, para lograr la santidad. (9) 4. El laicado en la época de las Reformas A partir de finales del siglo XIV, la sociedad Medieval se desintegra. Aparece la conciencia individual, el espíritu de nación, la autonomía de lo secular frente a la 5 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar tutela de la Iglesia... Mucha gente empieza a experimentar que en la Iglesia no se dan las condiciones para alcanzar la salvación. Se prefiere la propia experiencia subjetiva o las pequeñas comunidades de vida cristiana a la Iglesia institucional. (10). Lutero, desde su propia vivencia de la salvación, recogerá muchos de estos elementos y tratará de eliminar las distancias entre clérigos y laicos dentro de la Iglesia. El Concilio de Trento, respondiendo a Lutero, reafirmará la naturaleza jerárquica de la Iglesia, (diferencias) aunque afirma también el sacerdocio bautismal de todos los creyentes (unidad). El laicado, bastantes años antes de Lutero estaba empezando a reformar la Iglesia desde abajo. A partir de su experiencia de encuentro con el Jesús presente en la Eucaristía y en los más necesitados, el laicado católico va a ir preparando la Reforma interna de la Iglesia que Trento tratará de aplicar en sus decretos conciliares. (11). A pesar de este innegable y beneficioso influjo, los laicos siguen siendo tenidos como menores de edad, incapaces de asumir responsabilidades dentro .de la Iglesia. 5. Notas sobre el laicado en los siglos XIX y XX Durante el siglo XIX, el laicado vive un despertar inaudito, que proseguirá a lo largo de nuestro siglo. La Iglesia está siendo asediada por la sociedad laica, que quiere fundar la nueva sociedad sobre valores distintos de los cristianos. La tarea principal de los laicos va a ser la defensa de los valores cristianos a través de la cultura, la educación, la ciencia y la política. Este movimiento laical no logrará romper la imagen clerical de la Iglesia. Los laicos son simplemente los instrumentos ejecutores de los planes elaborados por la jerarquía. La participación en el apostolado se entiende como una generosa concesión de los pastores a sus fieles. Durante el siglo XIX hay que colocar a Antonio Claret. \'En sus trabajos apostólicos ve la necesidad de integrar a los laicos, no tanto en asociaciones piadosas o devocionales, cuanto en grupos de marcada acción apostólica en todos los campos: catequesis, cultura, promoción social, alejados... (12). En el siglo XX, Acción Católica es quien tiene el papel de protagonista en la revitalización de la conciencia laical. Desde la experiencia de su labor apostólica, cambian las relaciones clérigo-laico. Este último ya no es un "intruso", sino un "colaborador". (13). La misma experiencia de AC suscitará reflexiones muy ricas y profundas en los teólogos acerca del puesto de los laicos en la Iglesia. Estas reflexiones contribuirán decisivamente a "re equilibrar" la imagen de Iglesia y Vaticano II. 6. Lo que ha supuesto el Vaticano II Aunque hoy lo niegan o discuten gentes importantes, el hecho es que el Concilio Vaticano II supuso una gran novedad respecto a la conciencia eclesial. La exuberancia de vida, movimientos, reflexión... estaba pidiendo a gritos un nuevo planteamiento de la identidad de la Iglesia ("Iglesia, qué dices de ti misma"). Buceando en su propio misterio que brota del corazón de la Trinidad (Cap. I de la L.G.) la Iglesia se descubre a 6 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar sí misma como Pueblo de Dios, (Cap. II) donde todos los bautizados, independientemente de su tarea o ministerio dentro de este pueblo, participan de las riquezas y las responsabilidades que comporta la identidad cristiana. Al descubrirse a sí misma como "imagen de la Trinidad" (Cap. 2-6 de la Constitución sobre la Iglesia), la Iglesia subraya la fundamental unidad y la maravillosa variedad de carismas y ministerios que el Espíritu hace nacer en su seno. Con ello se supera el clásico sacerdotes religiosos-laicos en favor del binomio de raíz neotestamentaria: comunidad (radical unidad) ministerios (diversidad). Con ello hemos demolido la monstruosa pirámide que pesaba sobre las relaciones dentro de la Iglesia. Emerge de sus ruinas una Iglesia que es sobre todo comunión y "sinfonía" (14). Además, el Vaticano II al redescubrir la dimensión "futura" (escatológica) de la Iglesia, hacer ver lo que falta todavía para ser la Iglesia "una, santa y católica". Se subraya la necesidad de vivir en constante "abierto por reformas", superando aquello de "sociedad perfecta" en relación permanente de cruzada con el mundo. Toda la Iglesia, según el carisma que el Espíritu da a cada creyente, está llamada a asumir el diálogo con la historia. Algunas "cosillas" que quedan por hacer Durante los trabajos previos al Concilio y durante su desarrollo, daba la impresión de que una de las tareas primordiales era hacer una buena teología del laicado, sin embargo, los años posteriores a la clausura del Vaticano II parecieron contradecir esa impresión. Pasado el entusiasmo por algunas reformas estructurales, los verdaderos problemas doctrinales, espirituales y prácticos respecto al laicado en la Iglesia se desdibujaron, perdiendo actualidad. Había cosas más importantes de que ocuparse: la crisis de identidad del clero y el consiguiente malestar plagado de abandonos, la crisis de obediencia provocada por la "Humanae Vitae", el retroceso alarmante de las prácticas religiosas... Sin olvidar otros factores como la "reclericación" de algunas funciones de Iglesia que habían sido confiados a laicos, el estancamiento de las estructuras de participación, el desencanto... Todo ello ha motivado el arrinconamiento de la cuestión del laicado en la reflexión teológica. En los últimos diez años, sin embargo, estamos asistiendo a un renovado interés por la cuestión del laicado. El auge de los movimientos eclesiales y su presencia casi omnipresente en amplias esferas eclesiales, la inserción de laicos en tareas pastorales permanente y el pasado Sínodo sobre los laicos, pueden ser las causas de este "renacimiento". Sin embargo, quedan aún algunas cuestiones serias que resolver: La primera de ellas es si de verdad existen los laicos o hay que hablar simplemente de bautizados con carismas o ministerios específicos dentro de la comunidad. Hacer una teología específica del laicado ¿no es, en definitiva, agostar los brotes de comunión que apuntan ya en el Vaticano II? ¿No habría que hacer, más bien una buena teología de la Iglesia que dé razón de la unidad y la diversidad como factores necesarios de comunión? Reflexionemos antes de finalizar: 7 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar a. ¿Cuál sería la función específica del laicado en la vida y misión de la Iglesia? ¿Podemos contentarnos con decir que "el mundo", "lo secular" es lo específico y peculiar de los laicos? ¿Es que el resto del pueblo de Dios no tiene nada que hacer por aquí abajo? b. La laicidad, entendida como reconocimiento del valor de la cultura, la historia y el mundo, ¿no sería en realidad una característica de toda la Iglesia y no sólo de un grupo de bautizados? Si la tradición nos ha presentado formas distintas de ministerios femeninos vividos por las Iglesias durante largos períodos c. ¿Por qué no restaurar de nuevo el diaconado para las mujeres recuperando un ministerio que sea expresión renovada de la caridad de Dios? NOTAS: (1) Los dones (carismas) son variados, pero el Espíritu es el mismo; las funciones son varia das, aunque el Señor es el mismo; las actividades son variadas, aunque el Señor es el mismo; pero es el mismo Dios quien lo activa todo en todos. La manifestación particular del Espíritu se le da a cada uno para el bien común. A uno, por ejemplo, mediante el Espíritu, se le dan palabras acertadas, a otro, palabras sabias... a un tercero fe, por obra del mismo Espíritu, a otro, dones para… a otro realizar milagros; a otro mensaje inspirado... (1 Cor, 12,4-10). Ver también 1Cor, 12,27-31, 13,8-13. (3) "el laico es dirigido por las reglas fijadas para los laicos". (Carta de Clemente, Obispo de Roma, a los Corintios, 40,6). (4) Seguid todos al Obispo, como Jesucristo al Padre y al colegio de ancianos como a los Apóstoles; en cuanto a los diáconos, reverenciadlos como al mandamiento de Dios. Que nadie sin contar con el Obispo, haga nada de cuanto atañe a la Iglesia. (Carta de Ignacio de Antioquía a los esmirniotas, VII; escrita a comienzos del siglo II (109?). (5) Recogemos aquí una hermosa fórmula de ordenación de mujeres diaconisas de la Iglesia Oriental (Siglo VIII): "El Obispo, imponiendo de nuevo sus manos sobre aquella que es ordenada, ora así: "Maestro, Señor, Tú que no rechazas a las mujeres que se han consagrado a Tú para servir -a tus santas moradas con un santo de-seo como conviene, si-no que las acoges en un rango de ministros, concede la gracia de tu Espíritu también a tu sierva que está aquí y ha querido consagrarse a Ti y cumplir perfectamente la gracia de la diaconía, así como se la concediste a Febe, que Tú \'llamaste a la obra del ministerio. Concédele, Oh Dios, perseverar sin reproche en tus santos templos, aplicarse al gobierno de tu casa, ser temperante en todo, y haz que se convierta en tu perfecta servidora, para que cuando se presente ante el tribunal de tu Cristo, reciba la digna recompensa de su buen gobierno. Por la misericordia y la filantropía de su único Hijo". (Eucologio del manuscrito griego Barberini, 336 de la Biblioteca Apostólica Vaticana. ff. 169) (6) S. Juan Crisóstomo afirma que lo de ser santos es para todos. Los laicos deben participar en el apostolado activo: "Nada más frío que un cristiano que no salva a los demás (...) Todo el mundo puede ser útil a su prójimo si desea hacer bien todo lo que de-pende de él". (Homilía 20 sobre los Hechos de los Apóstoles). Publicado en Ciudad Redonda www.ciudadredonda.org/articulo/i-el-laico-en-la-historia-lo-que-el-clero-se-llevo 8 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar Tercer paso: Contemplar y discernir He llegado al último paso de este recorrido que representa la culminación de trabajo realizado en esta ficha. Comienzo rezando un Salmo de acción de gracias, fruto del Capítulo pasado: Te damos gracias, Señor, porque el Espíritu nos llevó a abrir las puertas y con los laicos entró un aire nuevo que da brillo, rejuvenece y alimenta este carisma de amar y reparar juntos, bajo la mirada y empuje que nos da Madre Catalina. Porque el Corazón de Jesús de la escasez saca riqueza. Gracias por llamarnos a ser parte de este don que se contagia y multiplica. Madre Catalina no sólo es un “modelo” para sus hijas religiosas… Ella vivió más años como “laica comprometida” en el seguimiento de Jesús que como “religiosa”. Por eso, ella también puede ofrecernos “pistas” para vivir nuestra vocación laical con audacia y fidelidad, dentro del Carisma del Amor y la Reparación. Te invitamos a profundizar en la vida de Saturnina, leyendo desde el corazón, estos párrafos… “El nombre de cristiano exige ser un Cristo viviente, un portador de Cristo en todos los lugares y a cada instante, cuya misión es cristianizar la sociedad, las costumbres y los distintos ambientes. O sea, ser un verdadero discípulo de Jesús. (…) El discípulo es la persona que, sintiéndose convocada por el Maestro, lo sigue y aprende a enfocar la vida y a resolver las situaciones liberándose de las esclavitudes humanas. 9 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar Como es un aprendizaje vital que implica una filosofía profunda, se contagia con el mensaje de Jesús, trata de imitarlo y se esfuerza por asemejarse. Entonces logra una manera de vivir que revela la docencia de Cristo, según las características personales y la vocación específica de cada uno, donde el discernimiento es determinante. Desde joven, Saturnina Rodríguez sintió la invitación de Dios que la llamaba a la práctica de los consejos evangélicos, experimentando el deseo de consagrarse al Señor. Su vida fue elevada y santa pues, se acercó a Dios y huyó del halago y falsas apariencias de las cosas vanas y perecederas. Las personas que la conocieron afirman que no sólo fue una mujer prudente y virtuosa, sino que también en ella se reflejaban la bondad y placidez de los santos. (…) Conforme a su vida interior era su vida exterior, profesando una vida de desapego y desasimiento de las cosas temporales. Muy característico en Saturnina es su sinceridad que no conoce compromisos ni verdades a medias, aún cuando se trate de la existencia de su proyectado Instituto. Ya desde su vida de laica nos permite vislumbrar su fisonomía espiritual, pues si bien maduró en ella – desde jovencita – la convicción de que estaba llamada a la vocación religiosa, supo entender que Dios quería llevarla por otro camino. Entonces su campo de misión fueron la atención de un irritable esposo a causa de la inseguridad política del momento, de sus pequeños entenados y las acostumbradas tertulias que reunían a los allegados a la familia, mientras trataba de servir las discontinuas tantas de ejercitantes y promover los ejercicios ignacianos cuyos frutos había experimentado desde la adolescencia.” (Liliana Denaro, “Saturnina Rodríguez, una mujer de su tiempo”, págs. 7-9) “En su momento probablemente la actitud de Catalina no fue demasiado valorada. Fue una de las tantas anónimas. Hoy, con la herencia de su impronta y recorriendo su producción un siglo después, se descubre que vulneró varios paradigmas: el del silencio de la mujer, el de la participación activa en su entorno, el de la viudez para ser religiosa, el de darle otro carácter a la consagración femenina, el de la fortaleza considerada como actitud viril, el del estilo y trato para afrontar las situaciones.” (Silvia Somaré, “La historia en manos de transgresoras”, pág. 28) “No temió dialogar con el marco cultura en el que estaba y ciertamente, buscó darle algo mejor desde lo que la caridad le dictaba. Relativizó la vida prestigiosa y acomodada que por apellido, política, posición social y relaciones tuvo acceso. Salió al encuentro del otro movida por la compasión hacia el que sufre, señalando, en alguna medida, un verdadero programa universal del cristianismo.” (Silvia Somaré, “Esclava del Corazón de Jesús y Nieta de San Ignacio”, págs. 181-182) “(…) La mujer en el siglo XIX, tenía como pauta un rol secundario, pasivo, servil. Catalina desde su vida y sus opciones, tanto laica como religiosa, traspasó, en cierto modo los límites de ese estilo. Convocó, hizo diligencias, peticionó y opinó por motivos y en ámbitos vedados a la mujer. Se interesó por su situación personal y su suerte. La inspiración de fundar la 10 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar congregación resulta de ese ir más allá de lo determinado (…) Se deja conmover por el contexto y se moviliza, responde con sus inclinaciones vocacionales y con el terreno que tenía (…) Es oportuno advertir que en su ser y hacer transgredió paradigmas; (…) acudir a las autoridades, tanto civiles como religiosas, para peticionar o amonestar (…) Y si bien fue hija de la Iglesia, a la hora de expresar sus sombras no dudó como tampoco dejó de pedir explicaciones a la jerarquía por situaciones que no le convencían. Fue una peregrina descontenta, que justamente por tener fe en Dios siempre buscó algo más y diferente, (…) no por una reacción contestaría ni caprichosa, sino movida por el deseo de servir a Dios haciendo su voluntad, y llegó a movilizar estructuras como consecuencia de ese ideal y para ello no puso reparos.” (Silvia Somaré, “Esclava del Corazón de Jesús y Nieta de San Ignacio”, págs. 177-180) “Podría decirse que Catalina perteneció a una familia tipo de la sociedad cordobesa, influyente a nivel político, cultural y religioso. Su biógrafa, la Hermana Ana de la Cruz, nos dice: “no tuvo otra instrucción que la rudimentaria que se daba en su época… leer, escribir, el Catecismo de la Doctrina Cristiana y el manejo de la aguja, tal era el programa de aquel tiempo.” Se destacó sin embargo en la formación y vivencia de su fe, se decía que en Ciencia Religiosa abundaba, podía ser maestra con el Catecismo en una mano y el libro de los Ejercicios Espirituales en la otra. Aquí radicó lo diferente de Catalina (…) los Ejercicios Espirituales con su dinámica, la hicieron ir más allá para encontrarse con el Dios vivo, presente y misericordioso en la persona de Jesucristo y de su prójimo. La formación ignaciana le dio la marca suficiente para ir más allá de lo pautado para una mujer de su época, con la motivación de cumplir sus sueños por el bien de los demás, para la Gloria de Dios y no por ideas auto-referenciales y autocomplacientes. Las dificultades y la influencia familiar templaron su carácter plagándolo de fortaleza. Los testimonios y la lectura de sus Memorias la describen como una mujer valiente, con un carácter firme, vehemente, vivaz, hecho más para mandar que para depender, sin doblez ante la adversidad, que cuando tenía que hacer algo difícil más empeño ponía en su realización. (…) Catalina también era pícara, a veces aguda y con gran sentido del humor (…) Cuando reprendía, mostraba firmeza, pero jamás hería la dignidad personal; siempre enérgica pero fina y delicada, apareciendo como la más paciente de las madres. Las transgresiones que cometió fueron las de una mujer sensibilizada y compadecida por la suerte de su prójimo que se le presentó en su familia, en su esposo, en sus hijos adoptivos, en las mujeres “descartables”, en la falta de educación, en la falta de fe; con su corazón puesto en el Pasión por el Corazón de Jesús y por la Humanidad. (…) Catalina, honrando la vida de los demás, mereció la propia, no consintió injusticias, se irguió vertical en las incomprensiones y caídas y finamente buscó la plena libertad siendo Esclava del Corazón de Jesús a quien llamada “mi Amado”. (Silvia Somaré, “La historia en manos de transgresoras”, págs. 51-53) 11 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar A partir de la lectura, reflexiono y dialogo con el Señor: ¿Qué rasgos de Madre Catalina me impactan más? ¿Con cuáles de ellos me siento más identificado o me hacen más sentido? ¿A qué me siento invitado/a desde el testimonio de Madre Catalina? Preparo mi corazón para encontrarme con el mensaje de Jesús, pidiendo un corazón abierto a acoger su Palabra. Tengo en cuenta que una persistente y equivocada costumbre nos lleva a escuchar la Palabra como un mensaje que nos dice lo qué tenemos que hacer como si fueran leyes a cumplir. Sin embargo, todo se vuelve radicalmente diferente cuando descubrimos que la Palabra de Dios es un profundo sondeo a las necesidades de nuestro corazón y una maravillosa buena noticia que nos cambia la mirada y el modo de vivir. Leo y medito el texto en que Mateo 25, 14-30, acogiéndola como una feliz noticia: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes. Y a uno le dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. El que había recibido los cinco talentos, enseguida fue y negoció con ellos y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido los dos talentos ganó otros dos. Pero el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido los cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: ‘Señor, usted me entregó cinco talentos; mire, he ganado otros cinco talentos.’ Su señor le dijo: ‘Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.’ Llegando también el de los dos talentos, dijo: ‘Señor, usted me entregó dos talentos; mire, he ganado otros dos talentos.’ Su señor le dijo: ‘Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.’ Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: ‘Señor, yo sabía que usted es un hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no ha esparcido, y tuve miedo, y fui y escondí su talento en la tierra; mire, aquí tiene lo 12 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar que es suyo.’ Pero su señor le dijo: ‘Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. ‘Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses. ‘Por tanto, quítenle el talento y dénselo al que tiene los diez talentos.’ “Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Y al siervo inútil, échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.” Me doy tiempo para contemplar el texto, dejándome sondear por las palabras de Jesús y hago oración con su mensaje, sus invitaciones y llamados. Leo y medito con calma el siguiente comentario del evangelio. Cosechar donde no se siembra No es extraño por este tiempo caer en desalientos respecto del futuro de la Iglesia, de la vida religiosa y de la experiencia creyente en general. A ratos da la impresión de que estamos llegando al final de muchas cosas. Parte de este estado de ánimo se debe a nuestra tendencia a detener la mirada mucho en lo que va mal y a no dar importancia a los brotes que evidencia el advenimiento de nuevos tiempos y renovación. Además de esto no pocas veces desconfiamos de la capacidad de las personas o de nuestra propia capacidad para abordar el desafío de los tiempos actuales. Muchas veces los laicos no confiamos entre nosotros mismos. En ocasiones pensamos que las dificultades nos desbordan sin vuelta. Aquí es donde la parábola de los talentos cobra todo su sentido, leída como un sondeo A nuestro corazón. En muchas circunstancias de la vida nuestro corazón se debate entre la confianza que lleva a invertir nuestra vida sin temor, arriesgando con audacia nuestro capital, y el temor que nos lleva a protegerla prudentemente para preservarla de riesgos. Esa es la alternativa: confianza o temor, esperanza o pesimismo, riesgo o prudente inhibición, fecundidad o improductividad, iniciativa o negligencia, lealtad o inconsecuencia. La parábola de los talentos nos recuerda que servimos a un Señor muy original, a uno que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha trillado, a uno que es capaz de sacarse un universo de la manga... Por eso, él no espera que la cosecha provenga de un trabajo laborioso y diligente de parte nuestra. Con Él, la cosecha está asegurada. El Señor a cual servimos, espera que la cosecha 13 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar provenga de un acto de fe y confianza en Él. La parábola de los talentos nos quiere recordar que sembrar es mucho más un acto de esperanza que de cálculo planificado; de audacia que de prudencia; de deseos de arriesgarse que de necesidad de protegerse; de descentrarse que de auto realizarse. De ahí proviene la genuina fecundidad. Todos nosotros tenemos nuestra esperanza puesta en muchas cosas que quisiéramos cosechar. Podemos estar tranquilos, nosotros los creyentes estamos llamados a vivir con la convicción de que sembrar y cosechar es lo mismo, porque nuestro Dios cosecha donde ni siquiera ha sembrado. En lo secreto de nuestro corazón, anida el fecundo soplo divino que sigue inspirando toda la creación. Por eso, con toda confianza, podemos pintarnos la cara color esperanza y tentar al futuro con el secreto de nuestro corazón. Amén Dejo que mi corazón encuentre respuesta a las siguientes preguntas, permitiendo que ellas me sondeen hasta la profundidad del corazón. Me tomo el tiempo que sea necesario: - ¿Qué cosechas estoy esperando recoger en mi vida personal, como cristiano y como miembro de la familia de Madre Catalina? - ¿Estoy haciendo una siembra esperanzada, confiada, positiva, audaz, activa y fiel? - ¿De qué cosas me siento llamado(a) a dar gracias por las cosechas que estoy y estamos recogiendo? - ¿Qué me siento llamado(a) a purificar en mis actitudes para responder más fielmente al llamado de Jesús en la Parábola de los Talentos? - ¿Dónde y de qué modo me siento invitado(a) hacer siembras más esperanzadas? Oración final Gracias Señor por habernos llamado a una misión común. Porque nos diste dones para compartir y enriquecernos mutuamente. Te alabamos por regalarnos el deseo de discernir juntos para que tu Reino, como la levadura en la masa, se vaya extendiendo por todo el mundo. Te bendecimos, porque el trabajo en equipo nos ha llevado a crecer en la confianza, la humildad y la generosidad. Gracias porque nuestros equipos de 14 Instituto Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús (Argentinas) Casa General- Sarmiento 1263- Córdoba (5000) Te: 0351- 4522491 E-mail secgralesclavas@gmail.com www.esclavasargentinas.com.ar trabajo son roca sobre la cual construimos nuestros colegios, hogares, ejercicios espirituales y misión. Te bendecimos, Señor, porque en nuestras tormentas hemos podido mantenernos en la barca, esperando, confiando, comprendiendo… tratando de vivir según tu Corazón, creyendo que estas dormido pero con nosotros. Gracias Señor, por darnos la sabiduría, para buscar aquello que más ayuda a la misión en este momento de la historia. Gracias porque las distintas visiones de la verdad, nos enriquecen al compartirlas. Ayúdanos con tu sabiduría a caminar, con Madre Catalina, en amor y reparación. Amén 15