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EL COLAPSO DEL URBANISMO DEL BRONCE ANTIGUO CANANEO El Bronce Antiguo IV(2.350-2.200) y el Bronce Intermedio(Bronce Medio I)(2.200-2.000) Los últimos tres siglos (o algo más) del tercer milenio a.C. son especialmente confusos y difíciles de clasificar. De las muchas denominaciones y subdivisiones de este oscuro periodo, hemos optado por la más recientemente difundida, y que considera un Bronce Antiguo IV para los ciento cincuenta años aproximadamente entre el 2.350 y el 2.200, y un periodo llamado Bronce Intermedio para los doscientos años que van desde el 2.200 al 2.000 a.C. Este periodo ha sido tan frecuentemente -e indebidamente- denominado "Bronce Medio I" que conservamos entre paréntesis la denominación para evitar confusiones al consultar la bibliografía. El Bronce Antiguo IV Otras razones apoyan esta elección: durante el Bronce Antiguo IV, en que tiene lugar el colapso del urbanismo anterior, el conjunto cerámico conserva formas de la cerámica de los anteriores tres subperiodos (Bronce Antiguo I, II y III) que vienen estudiándose hasta aquí. Con algunas variaciones importantes: La cerámica de Kirbet Kérak (Bet Yeraj) desaparece por completo; la cerámica de Abydos continúa produciéndose pero con un limitado repertorio de tipos. En general, casi todas las formas degeneran. La cerámica es un síntoma más de las características del periodo, eminentemente transicional. Como se ha dicho, estos ciento cincuenta años corresponden a la Sexta Dinastía egipcia, la última del Imperio Antiguo. Aunque ya había signos de la inminente crisis, Egipto era aún lo bastante potente para mantener relaciones con Siria. Las muchas vasijas egipcias con nombres de reyes de la VI dinastía hallados en Biblos y en Ebla son evidencia de la influencia de Egipto. El Bronce Antiguo IV de Canaán, especialmente en el centro y sur, puede verse como la fase en la cual el proceso de abandono de las ciudades alcanza su cénit. Algunas ciudades fueron abandonadas ya durante el anterior periodo, y otras en éste. Al final del Bronce Antiguo IV (hacia el 2.200) no quedaba ningún asentamiento urbano. Las causas de esta crisis son objeto de hipótesis por distintas escuelas de investigadores. Algunos proponen que una ola de invasores del norte (parte de la migración amorita a esta región) o una campaña de los reyes finales de la V Dinastía fueron los causantes de la destrucción de ciudades; las simplemente abandonadas lo serían por el terror, según esta opinión. Otros prefieren una explicación ecológica, con base en los datos que apuntan a un descenso en la pluvialidad y una bajada de la capa freática, que pudo haber arruinado a varios asentamientos. Una tercera postura habla de una cierta autodestrucción resultado de la constante guerra entre ciudades-estado, evidenciada por las repetidas destrucciones y reconstrucciones que se observan en los periodos anteriores. Ese proceso podría haberse agravado por la pérdida del principal mercado (Egipto) al final del Bronce Antiguo II. Lo más probable es que este abandono del país a los nómadas y seminómadas y el colapso del urbanismo fueran debidos a una conjunción de todas estas causas. En otras partes a lo largo del Próximo Oriente Antiguo este periodo es también de creciente inquietud, que culmina en el derrumbamiento de las estructuras políticas existentes. En Egipto ya se ha dicho que el periodo coincide con la VI y última dinastía del Imperio Antiguo. Mesopotamia está en los últimos días de la dinastia de Akkad. Los textos de Egipto y de Mesopotamia revelan el clima de inquietud y los movimientos de población que amenazan las fronteras. Signos de destrucción y abandono aparecen también en Asia Menor, probablemente a manos de los antepasados de los hititas, que penetran en la región. Sin embargo, en algunos centros urbanos de Siria el desastre no es tan marcado como en Canaán. Aunque Ebla es destruida por Naram Sin de Akkad (hacia el 2.250 a.C.), se recupera pronto. En Ras Shamra (Ugarit) hay una gran destrucción al final del Bronce Antiguo, seguido de una fase parecida a la de Canaán del Sur. Biblos, en cambio, no padece tanto el desastre de finales del Bronce Antiguo y hay una continuidad cultural mayor que en otros sitios. 1 Algunas de las ciudades de Palestina sobreviven a lo largo del Bronce Antiguo IV y son destruídas o abandonadas al final de este periodo. Entre ellas, Bet Shean, Meguido, Bet Yerah, Ai, Yarmut y Jericó. Parece que, en general, las ciudades del norte aguantaron más que las del sur. Otras evidencias de las campañas guerreras egipcias contra sus vecinos "asiáticos" (como ellos mismos los llamaban) proceden de textos y pinturas murales; desafortunadamente, no contienen claras e inequívocas referencias a lugares o acontecimientos. Un lugar llamado Wenet, identificado con alguna fortaleza del sur de Canaán (quizás Rafiah) se menciona en textos de la VI Dinastía, así como batallas con Mentiju, Amu y Shashu, identificados con pueblos o tribus del Sinaí y del sur de Canaán. Dos conocidas descripciones de batallas entre egipcios y asiáticos adornan las paredes de tumbas en Deshashe y Sakkara. La más debatida es la de una tumba con el nombre de Weni (o Uni), que era un general del ejército de Pepi I (2.330-2.280) de la VI Dinastía; en ella se habla una serie de campañas contra los asiáticos, "habitantes de la arena" y algún lugar de Canaán llamado "la nariz de gacela". A pesar de la ambigüedad de tales alusiones, la inscripción de Weni es la más antigua que hace referencia a lugares y acontecimientos en Canaán. EL BRONCE INTERMEDIO(Bronce Medio I) (2.200-2.000 a.C.) Durante los trescientos años que siguen al colapso de la cultura urbana del Bronce Antiguo III (se recuerda que se llama Bronce Antiguo IV al periodo de 150 años del 2.350 al 2.200, por razones de una cierta continuidad -en la cerámica por ejemplo- y de que aún quedaba algún núcleo urbano en decadencia), Canaán del sur estuvo poco poblado, principalmente por pastores y habitantes de aldeas (La población global se calcula en unos 10.000 a 15.000 habitantes). Este periodo tiene paralelo en el Primer Periodo Intermedio egipcio (dinastías VII a XI), durante el cual hubo una descentralización del poder y una ruptura en las tradicionales conexiones entre Egipto y Asia, incluso con Biblos. El final de este periodo tiene igualmente un paralelo en la historia egipcia: el resurgimiento de la civilización urbana en Canaán al comienzo del Bronce Medio (Bronce Medio IIa, hacia el 2.000) se corresponde con el Imperio Medio egipcio (también hacia el 2.000). Los datos que conciernen a este periodo son limitados y la mayor parte proceden de cementerios (aunque se conocen algunos poblados, pocos han sido excavados). Sin embargo, algún cuadro general puede esbozarse. Solamente algunos de los tels importantes tienen alguna ocupación en este periodo: Hatsor, Meguido, Bet-Shean, Jericó. Pero son aldeas sin fortificar con pocas y pobres estructuras. Los cementerios, en cambio, son muchos y grandes, y no siempre se corresponden con algún centro habitado. También el Negev y el Sinaí central están algo habitados, pero no como en el Bronce Antiguo II (poblados mineros y caravaneros), sino aldeas de pastores. Aldeas que en el mejor de los casos debieron tener unos setenta y cinco habitantes. Las casas son más bien chozas, redondas con un poste central y de unos 2 a 4 ms. de diámetro. Algunos asentamientos en Transjordania (Iktanu, Khirbet Iskander, Aroer y Ader) tienen un cierto parecido con el Bronce Antiguo II-III, lo que se interpreta como refugio de grupos urbanos que huyeron del exterminio, sea el que fuere, que tenía lugar en otras zonas de la región. Como se ha dicho, los cementerios son la fuente principal del periodo. En los cementerios propiamente dichos abunda el tipo de tumba de pozo; otros enterramientos son los túmulos y los dólmenes, aunque de estos últimos sigue habiendo discusiones en cuanto a la fecha. En el caso de los cementerios, la gran variedad de enterramientos hace pensar en grupos tribales distintos viviendo juntos. La cerámica.- Los especialistas han terminado por dividir la cerámica del Bronce Intermedio en "familias": la de Transjordania, la del Norte y la del Sur. Hay, sobre todo en el norte, cerámica siria importada, muy importante para establecer la cronología, porque se conoce también en Ebla. 2 3 La metalurgia.- Además de la abundancia de los objetos de cobre, hay que hacer notar la aparición del "hacha de ojos" o fenestrada, común también en la costa cananea, particularmente en Ras Shamra(Ugarit) y Biblos. La abundancia de lingotes y virutas de metal, y los numerosos y bien trabajados objetos hacen pensar en competentes metalúrgicos que recorrerían el país (como los de las pinturas de Beni-Hassan, hacia el 1890 a.C.). Hay que recordar tambien la copa de plata de Ein 4 Samiya, que evidencia la muy temprana difusión de los mitos del Enuma Elish y el amplio alcance de la influencia mesopotámica. 5 6 7 8