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Influencia de las experiencias traumáticas durante el desarrollo evolutivo y su incidencia sobre la edad adulta Experiencia ETCS Manuel Martínez Luna. Universidad de Granada Psicología del desarrollo, Marzo 2006. Introducción: El trauma psicológico es la aflicción de los que no tienen poder. En el momento del trauma, la victima se ve indefensa ante una fuerza abrumadora. Cuando esa fuerza es la de la naturaleza, hablamos de desastres. Cuando pertenece a otro ser humano, hablamos de atrocidades. Los acontecimientos traumáticos destrozan los sistemas de protección normales que dan a las personas una sensación de control, de conexión y de significado. Hubo una época en que se creía que dichos acontecimientos eran poco habituales. En 1980, cuando se incluyó por primera vez en el manual de diagnóstico el desorden de estrés postraumático, la Asociación Americana de Psiquiatría describió los acontecimientos traumáticos como “fuera del ámbito de la experiencia humana habitual”. Ha quedado tristemente demostrado que esta definición es incorrecta ( ver definición actual, Pág. ¿¿? ). Durante el pasado siglo, una determinada forma de trauma psicológico subió a la superficie en tres ocasiones. En cada una de ellas, la investigación del trauma ha florecido en asociación con un movimiento político. El primer trauma que apareció fue la histeria, el arquetípico desorden psicológico de las mujeres. Su estudio floreció entre el movimiento político republicano y anticlerical francés de finales de siglo XIX. Fue Freud quien estudia mas a fondo la neurosis histérica de las mujeres, ya que en esta época la histeria era exclusiva del genero femenino, era un síntoma de debilidad, ausente pues en la figura masculina de la época, que radicalizaba en un síntoma procedente de un suceso traumático en la infancia y que impedía el desarrollo normal de la vida con manifestaciones anormales del síntoma mediante la histeria. El segundo fue el trauma de guerra o neurosis de combate. Su estudio comenzó en Inglaterra y en Estados Unidos después de la Primera guerra mundial y alcanzó su punto álgido tras la Guerra de Vietnam. Su contexto político fue el derrumbamiento del culto a la guerra y el crecimiento de los movimientos pacifistas. El ultimo y mas reciente trauma que ha alcanzado la conciencia social es la violencia sexual y domestica. Su contexto político es el movimiento feminista en Europa occidental y Norteamérica. En este informe se pretende un acercamiento al desarrollo evolutivo del suceso traumático y su incidencia en la edad adulta, para ello comenzamos con un acercamiento de los síntomas mas generales del suceso traumático o síndrome de estrés postraumático, para después adentrarnos en uno de los traumas psicológicos mas determinantes para el desarrollo de la adultez, el abuso sexual, y la incidencia de este en el desarrollo evolutivo del ser humano traumatizado. Desarrollo: Suceso traumático. Síntomas generales. Los muchos síntomas del desorden de estrés postraumático pueden catalogarse en tres categorías principales. Estas son : “Hiperactivación”, “intrusión” y “ constricción”. La hiperactivación refleja la persistente expectativa de peligro; la intrusión refleja la huella indeleble del momento traumático; la constricción refleja la respuesta embotadora de la rendición. Para finalizar, mencionamos el diagnostico y el tratamiento del síndrome de estrés postraumático brevemente. Hiperactivación Después de una experiencia traumática el sistema humano de autoperservación parece ponerse en alerta permanente, como si el peligro pudiera volver en cualquier momento. La activación fisiológica continua sin disminuir. En este tipo de hiperactivación, que es el primer síntoma fundamental del desorden de estrés postraumático, la persona traumatizada se sobresalta con facilidad, reacciona con irritación a las pequeñas provocaciones y duerme mal. Kardiner propuso que “ el núcleo de la neurosis traumática es una fisioneurosis ( A.Kardiner y H. Spiegel, ob. Cit., pág. 13.) Creía que después de un suceso traumático quedaba un despertamiento crónico del sistema nervioso autónomo. Los investigadores consiguieron confirmar estas hipótesis tras la Guerra de Vietnam, documentando alteraciones en la fisiología del sistema nervioso simpático de los hombres traumatizados. Lawrence Kolb, por ejemplo, reproducía cintas grabadas con sonidos de combate a los veteranos de Vietnam. Cuando escuchaban las cintas, los hombres con desorden de estrés postraumático mostraban un pulso mas acelerado y una presión arterial mas alta que los soldados que no habían entrado en combate, que no mostraban respuestas fisiológicas significativas. Las personas con desorden de estrés postraumático (PTSD) tardan mas en quedarse dormidas , son mas sensibles al ruido y se despiertan más veces durante la noche que las personas con ausencia del síndrome. Por tanto los acontecimientos traumáticos parecen reacondicionar el sistema nervioso humano, alterando el equilibrio del sistema nervioso autónomo, actuando sobre la rama simpática. Intrusión: Las personas traumatizadas reviven el hecho como si estuviera ocurriendo una y otra vez en el presente mucho tiempo después de que haya pasado el peligro. No pueden retomar el curso normal de su vida porque el trauma la interrumpe constantemente. El momento traumático queda codificado mediante una huella neural, que aparece espontáneamente en la conciencia tanto con forma de flashback en estado de vigilia como en pesadillas traumáticas durante el sueño. El trauma paraliza el curso normal del desarrollo. Los recuerdos traumáticos carecen de una narrativa verbal y de un contexto, y están codificados en forma de sensaciones vividas e imágenes ( E. A. Brett y R. Ostroff, “ Imagery in Post-Traumatic Stress Disorder: An Overview, American Journal Of Psychiatry 142-424;1985.Estas características de la memoria traumática pueden estar basadas en alteraciones en el sistema nervioso central. Una serie de experimentos con animales demuestran que, cuando circulan altos niveles de adrenalina y otras hormonas del estrés, los rastros de la memoria se graban profundamente (R. Pitman, “Post- Traumatic Stress Disorders, Hormones, and Memory”, Biological Psychiatry, 1989). Esta huella neural puede ocurrir en los seres humanos, el psiquiatra Bessel van der Kolk especula que, en estados de elevada activación del sistema nervioso simpático se inactiva la codificación lingüística de la memoria y el sistema nervioso central recurre a la forma sensorial y a la icónica de la memoria que predomina en los primeros años de vida. Un ejemplo de esto loe encontramos en un experimento realizado por la psiquiatra Leonore Terr, donde descubrió que en una serie de niños que habían sufrido abuso sexual antes de los cinco años, ninguno de ellos era capaz de recordar el nombre del abusador, y negaban cualquier conocimiento de estos hechos, pero sin embargo, observaba que en sus juegos reproducían una película pornográfica hecha por su canguro. Terr hace una diferenciación entre el juego normal y el juego postraumático, mientras que el primero es libre y fácil, el segundo se ve condenado a la repetición obsesiva. Los adultos, al igual que los niños, se sienten empujados con frecuencia a recrear el momento del terror, tanto de manera literal como disfrazada. Esta respuesta de enfrentarse al trauma mediante la repetición es una respuesta adaptativa mediante la cual el sistema psíquico responde para intentar integrar el suceso traumático. En una entrevista realizada a Sohalia Abdulali, una superviviente de una violación, observamos como describe que siente la necesidad de volver al lugar donde fue violada, porque si sintiese lo contrario se sentiría derrotada por completo: “...Han atracado a muchas personas, y no hay duda de que es peligroso, y sin embargo , hay una parte de mí que siente que, si no camino por ahí, entonces si que me habrán derrotado. Así que , con mas motivos que cualquier otra persona, caminare por esa calle.”(Entrevista a S. Abdulali, 2-IV-1991). Aunque revivir un trauma puede suponer la posibilidad de dominarlo, esto no es algo consciente, las personas traumatizadas no se alegran de revivirlo, es mas, los sentimientos de ira o miedo se salen de los parámetros emocionales normales. Sin embargo , el esfuerzo de protegerse de los síntomas intrusivos , aunque tiene una intención de autoprotección , no hace mas que agravar el síndrome de estrés postraumático. Contrición Cuando una persona está indefensa y resulta inútil cualquier forma de resistencia puede entrar en un estado de abandono. El sistema de autodefensa se bloquea totalmente. La persona indefensa escapa de su situación no por una acción en el mundo real, sino alterando su estado de conciencia. Estas alteraciones e la conciencia son el núcleo fundamental del desorden de estrés postraumático. En algunas ocasiones, las situaciones de peligro inevitable pueden evocar no solo terror e ira, sino también , paradójicamente , un estado de extraña calma en la que se disuelven sus angustias. Las percepciones pueden embotarse o distorsionarse con anestesia parcial o pérdida de sensaciones determinadas. La persona puede sentir que el acontecimiento no le esta pasando a ella , como si lo estuviera observando desde fuera de su cuerpo o como si toda la experiencia fuera un mal sueño del que despertara después. Este estado de conciencia por el que la persona responde negativamente ante cualquier forma de resistencia puede ser un regalo de la naturaleza, una protección ante un estado de dolor insoportable. Estos estados disociativos de la conciencia son similares a los del trance hipnótico. Comparten los mismos rasgos de rendición de la acción voluntaria , de la suspensión de la iniciativa y del juicio critico, de un alejamiento subjetivo o calma , de sensación alterada , con aterimiento y analgesia , y de distorsión de la realidad , incluyendo la despersonalización , perdida del sentido de la realidad y cambio en el sentido del tiempo ( E. Hilgard, Divided Consciouness: Múltiple Controls in Human Thought and Action , Jonn Wiley, Nueva York, 1977.). Los síntomas constrictivos , al igual que los intrusivos , fueron descritos por primera vez en el terreno de la memoria. Janet observó que la amnesia postraumática se debía a una “contrición de la conciencia” que mantenía los recuerdos dolorosos separados de la conciencia normal. Las personas traumatizadas que no pueden disociarse espontáneamente pueden intentar conseguir efectos parecidos con el alcohol o los narcóticos. En el Estudio Nacional de Reajuste de los Veteranos de Vietnam, contiene hallazgos que confirman esta hipótesis, el 75% de los hombres que padecían el desorden acaban teniendo problemas o dependencia con el alcohol( H. Hendin y A. P. Hass, Wound of War: The Psychological Aftermath of Combat in Vietnam, Basic Books, Nueva York , 1984). Los síntomas constrictivos, aunque puedan representar un intento de defenderse contra estados emocionales agobiantes, piden un precio demasiado alto por la protección que dan. Restringen y empobrecen la calidad de vida y , finalmente , perpetúan el efecto del acontecimiento traumático. Diagnostico No todas las personas que viven un suceso traumático padecen después estrés postraumático o experimentan síntomas. El PTSD se diagnostica sólo cuando los síntomas duran más de un mes. En el caso de personas que sí tienen PTSD, los síntomas se inician unos 3 meses después del suceso traumático, aunque pueden manifestarse también muchos meses después, e incluso años más tarde. El PTSD puede producirse a cualquier edad, incluso en la infancia, y muchas veces va acompañado de otras manifestaciones, como: Depresión. Abuso de drogas. Ansiedad. La duración de la enfermedad es variable. Algunas personas se recuperan en el curso de seis meses; otras padecen los síntomas durante mucho más tiempo. Tratamiento El tratamiento es a largo plazo, lo que explica el alto grado de abandono de la terapia. Se estima que el 75 por ciento de los pacientes tratados lo abandona. El tratamiento se basa en una combinación de fármacos y psicoterapia. Los fármacos empleados se dirigen a los diversos síntomas del síndrome, teniendo en cuenta los más acusados. Los medicamentos que suelen prescribirse son antidepresivos y ansiolíticos. La psicoterapia se encamina a desarrollar técnicas de relajación, como aprender a respirar correctamente ante una crisis provocada por el síndrome. Este tratamiento se puede combinar con métodos cognitivos para racionalizar los hechos traumáticos y también con terapia de choque, por la que se recrea la situación vivida para ayudar a la víctima a superarla y a perder el miedo que le produjo. Victimas de abuso sexual Repercusiones psicopatológicas del abuso La agresión sexual es entendida como un suceso traumático que puede producir unos efectos psicológicos negativos a corto y a largo plazo. El mayor o menor impacto emocional va a estar , a su vez, agravado o aliviado por una serie de factores mediadores. Modelos explicativos -Modelo del trastorno de estrés postraumático Wolfe, Gentile y Wolfe (1989) consideran las consecuencias del abuso sexual como una forma de trastorno de estrés postraumático, ya que cumple todos los requisitos exigidos por el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) para ser considerado un trauma (ver tabla 1.1). Los síntomas característicos de dicho trastorno son pensamientos instrusivos, evitación de estímulos relacionados con la agresión , alteraciones del sueño, irritabilidad y dificultades de concertación. El trastorno incluye además , miedo , ansiedad , depresión, sentimientos de culpabilidad y problemas sexuales. Tabla 1.1. Criterios diagnósticos del trastorno de estrés postraumático (DSM-IV) 1. Reexperimentación del suceso traumático - pensamientos intrusivo pesadillas y sueños terroríficos Malestar psicológico 2. Evitación de los estímulos asociados al trauma y embotamiento de la afectividad. - Alejamiento de actividades, lugares o personas relacionados con el suceso - Evitación de pensamientos, sentimientos o conversaciones asociados al trauma - Amnesia psicógena - Aislamiento - Bloqueo de la afectividad y de la capacidad lúdica Desesperanza ante el futuro 3. Aumento de la activación psicofisiológica - Alteraciones en el sueño Irritabilidad Dificultades de concentración Nivel elevado de alerta y respuestas de sobresalto Este cuadro clínico se manifiesta si el trauma permanece en la memoria activa del niño, en función de un inadecuado procesamiento de la información, y no se utilizan los mecanismos cognitivos adecuados para superarlo (Hartman y Brurgess, 1989, 1993). Entre las ventajas de este modelo encontramos el facilitar una descripción operativa de los síntomas derivados del abuso, así como permitir un diagnostico que todos los profesionales puedan entender (Lopez et al., 1995). Entre las limitaciones están, el que solo se puede aplicar a algunas victimas , no permite explicar de una forma clara la relación existente entre el suceso traumático y el cuadro clínico, al no referirse este modelo explícitamente a las diferentes fases del desarrollo evolutivo, y por último , no recoge todos los síntomas , especialmente los relacionados con las dimensiones cognitivas y atencionales. -Modelo traumatogénico Finkelhor (1988) propone , a modo de alternativa al modelo descrito anteriormente el modelo traumatogénico, que es mas especifico y según el cual las razones explicativas del impacto psicológico son las siguientes: a)La sexualización traumática, por el que la persona adquiere aprendizajes deformados de la importancia y significado de determinadas conductas sexuales, así como concepciones erróneas sobre la sexualidad y la moral sexual. b)La perdida de confianza, que puede generalizarse, además de al agresor, a todo su entorno familiar, o incluso a todo el contexto de relaciones interpersonales. c) El sentimiento de indefensión, que se caracteriza por una incapacidad para reaccionar ante algunas situaciones y por un escaso autocontrol. d) La estigmatización es sentida como culpa vergüenza, perdida de valor, etc. Son connotaciones negativas que pueden llevar a una identificación con otros niveles estigmatizados de la sociedad como la drogadicción. Consecuencias psicológicas En muchos de los casos, el abuso sexual constituye una experiencia traumática que repercute negativamente en el estado psicológico de las victimas. Es mas, si no reciben un tratamiento psicológico adecuado, su malestar puede llegar a afectar en la edad adulta. Por ello hablamos de consecuencias a corto y a largo plazo. Las primeras se sitúan aproximadamente en los dos años siguientes al suceso. A partir de este momento se habla de efectos a largo plazo. Decir que el sentimiento de culpa y vergüenza es mas generalizado en la adolescencia debido a que en la infancia el ser humano posee un repertorio limitado de recursos psicológicos , pudiendo mostrar estrategias de negación y disociación. 1. Efectos a corto plazo: (ver tabla 1.2) Tabla 1.2.Principales consecuencias a corto plazo del abuso sexual en niños y adolescentes (Echeburua y Guerricaechevarria, 1998). En una investigación actual sobre la percepción de las emociones llevado a cabo por Wisconsin , los niños que habían sufrido abusos eran mas proclives a categorizar una cara diseñada digitalmente como enfadada que los niños que no habían sufrido ningún tipo de abusos. Los electrodos en el cuero cabelludo registraban una mayor actividad en estos niños cuando veían caras que mostraban enfado, ( Mente y cerebro, inteligencia emocional; Pág. 14, nº16, 2006). Queda pues una secuela en la percepción de las emociones después de un abuso en la infancia, una alteración de la inteligencia emocional aun por investigar, debido a la contemporaneidad de este concepto. 2. Efectos a largo plazo: Los efectos a largo plazo son, comparativamente , menos frecuentes y están mas desdibujados que las secuelas iniciales (Lopez et al.,1995). Sin embargo, la victimización infantil constituye un factor de riesgo importante de desarrollo psicopatológico en la edad adulta (Barsky,Wool, Barnett y Cleary, 1994). En una gran parte de los casos , el mero paso del tiempo no implica la resolución del trauma, sino el transito de un tipo de sintomatología a otra , en función del momento evolutivo en el que se realice la evaluación. Las victimas adultas de abuso sexual en la infancia presentan un perfil psicopatológico similar al de victimas no recientes de violación en la vida adulta, sin variedad en el trastorno de estrés postraumático el resto de variables psicopatológicas, por ello el tratamiento utilizado para ambos grupos de victimas es el mismo. (ver tabla 1.3) Tabla 1.3. Medias y desviaciones típicas del trastorno de estrés postraumático y de las demás variables psicopatiológicas en victimas adultas de abuso sexual en la infancia y en victimas no recientes de agresiones sexuales en la vida adulta (Echeburua et al., 1997). Como podemos observar, las puntuaciones son similares en ambos casos, por lo que la informacion actualmente disponible no permite señalar la existencia de un unico sinrome especifico ligado a la experiencia de abusos sexuales en la infancia y adolescencia. A pesar de esto podemos resumir las principales secuelas psicologicas en victimas adultas de abuso sexual en la infancia. Echeburúa y Guerricaechevarría en 1998 enumeran los tipos de secuelas, entre las que encontramos secuelas físicas ( dolores crónicos generales, hipocondría, alteraciones del sueño, problemas alimenticios, y problemas gastrointestinales) , conductuales ( Drogadicción, suicidio y personalidad múltiple), emocionales ( depresión, ansiedad, baja autoestima, estrés postraumático, trastorno de personalidad, desconfianza y miedo ante los hombres, dificultad en el sentimiento de ternura e intimidad), sexuales ( fobias o aversiones sexuales, falta de satisfacción sexual, alteraciones en la motivación sexual, transtronso de la activacion sexual y del orgasmo y creencia de ser valorada por los demas unicamente por el sexo) y por ultimo sociales (problemas en las relaciones interpersonales , aislamiento y dificultades en la educación de los hijos). Desde el punto de vista del trauma en si mismo, lo que predice una peor evolución a largo plazo es la duración prolongada de la exposición a los estímulos traumáticos , la intensidad alta de los síntomas experimentados inmediatamente y la presencia de disociación peritraumática , es decir , de síntomas disociativos como la amnesia psicógena, trastorno disociativo, que se caracteriza por una incapacidad para recordar aspectos importantes de un episodio traumático. Las personas que han estado sometidas a un trauma prolongado y repetido desarrollan una forma de desorden de estrés postraumático progresiva e insidiosa que invade y erosiona la personalidad. La autora y superviviente de incesto Sylvia Fraser narra su viaje de descubrimiento: “Tengo mas convulsiones cuando mi cuerpo representa otros escenarios que algunas veces surgen de las pesadillas y dejan mi garganta ulcerada y mi estomago lleno de nauseas. Estas contracciones son tan fuertes que a veces siento que , para respirar , lucho contra una pegajosa sanguijuela que cuelga de mi pecho, invocando pensamientos del incubo que, según las leyendas medievales, violaba a mujeres mientras dormían y que luego daban a luz demonios (...) En una sociedad más supersticiosa podrían haber diagnosticado que era una niña poseída por el diablo. Cuando en realidad había sido poseída por papá(...) el diablo hecho hombre” ( S. Fraser, My Father`s House : A Memoir of incest and of Healing , Harper & Row, Nueva York, 1987, pags. 222 y 223) En épocas anteriores , observa Fraser, podría muy bien haber sido condenada por brujería. En la época de Freud se le habría diagnosticado como una histérica clásica. En la actualidad se trataría como un desorden de personalidad múltiple. Padecía numerosos síntomas psicológicos , entre ellos , convulsiones histéricas y amnesia psicógena , que empezaron en la infancia ; anorexia y promiscuidad , en la adolescencia ; disfunciones sexuales , relaciones íntimas problemáticas , depresión e impulsos suicidas ,en la vida adulta. Observamos aquí un caso de una superviviente de un abuso sexual en la infancia crónico, que ha sufrido y sigue sufriendo los síntomas del estrés postraumático citados mas arriba. A pesar de esto , es capaz de dibujar con claridad el curso evolutivo de su evolución como victima, punto clave para su evolución como paciente. Conclusiones Los acontecimientos traumáticos ponen en duda las relaciones humanas básicas. Rompen los vínculos afectivos, destrozan la construcción del ser que se forma y apoya en relación con los demás y debilitan los sistemas de creencias que dan significado a la experiencia humana. El daño a las relaciones no es un efecto secundario del trauma como se pensaba al principio. Los acontecimientos traumáticos tienen efectos no solo sobre estructuras psicológicas del yo, sino también sobre sistemas de vinculación y significado que unen al individuo con la comunidad. El sentido de seguridad en el mundo , o confianza básica, se adquiere en los primeros vínculos de apego establecidos con el cuidador o cuidadores durante los primeros años de vida. Este sentimiento de confianza puede verse amenazado en una situación traumática, provocando así los síntomas traumáticos o síndrome de estrés postraumático (PTSD). Este sentido de la “traición” no es exclusivo de los humanos, ya que los primates demuestran un sentido de aversión ante la injusticia. Esto ha sido demostrado en un experimento realizado por Sarah F.Brosnan y Frans B.M. Waal con primates, donde uno de ellos, responde negativamente ante la distribución desigual de la recompensa en intercambios con un experimentador humano.(Letters to Nature. Monkeys reject unequal pay, Sarah F.Brosnan y Frans B.M. Waal, 2003). Aquí pues un punto de partida para la investigación psicológica de la ruptura de las expectativas y las consecuencias negativas en el funcionamiento psíquico del mamífero. En el sentido mas puro, el “trauma” implica la exposición a una situación peligrosa para la vida. Las respuestas ante estas situaciones amenazantes se ven ligadas a respuestas filogenéticas y a estructuras cerebrales como el sistema límbico o la amígdala, que tienen un papel adaptativo y evolutivo para la adaptación al medio. La respuesta habitual a las atrocidades es borrarlas de la conciencia. Las atrocidades , no obstante , se niegan a ser enterradas. Recordar y contar la verdad sobre acontecimientos terribles son dos requisitos básicos para el restablecimiento del orden social y para la curación de las victimas individuales. Observamos como un suceso traumático , puede distorsionar el curso normal de una vida, afectando a todos los niveles del desarrollo evolutivo, a pesar de todas las respuestas psíquicas y fisiológicas que el ser humano posee filogenéticamente frente a estos estados. Bibliografía Enrique Echeburúa, Cristina Guerricachevaría( 1998). Abuso sexual en la infancia: victimas y agresores, capitulo 3: Victimas de abuso sexual en la infancia. Judith Herman (2004). Trauma y recuperación. Como superar las consecuencias de la violencia Cantón, J. y Cortes, M. R. (1997). Malos tratos y abuso sexual infantil. ED: Siglo Veintiuno de España: Madrid Jesús Jiménez Morago, Jesús Palacios González (1998). Niños y madres en prisión: desarrollo psicosociobiologico de los niños residentes en centros penitenciarios. Daisy Grewal y Peter Salovey. Inteligencia emocional. Mente y cerebro, Nº16,2006. Enlaces: http://estrestraumatico.consultapsi.com/ http://www.trauma-pages.com/ http://www.ondasalud.com/edicion/noticia/0,2458,5180,00.html http://wo-pub2.med.cornell.edu/cgibin/WebObjects/PublicA.woa/6/wa/viewHContent?website=nyp+spanish &contentID=4917&wosid=EVjh9WTS3TuLIhPqOubU2M