Download EDITORIAL

EDITORIAL
Jorge M. Costain Ch.
Director CAMAE
Mediante Resolución No. 08/10 de la Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos
(DIRNEA) del 28/Dic/2010 y publicada en el R.O. No. 374 del 31 de Enero del 2011 se
aprobó la actualización de los niveles tarifarios de tráfico de cabotaje, que en algunos
casos presentan incrementos mayores al 100%, valores que deberían redundar en
mejoras que permitan brindar un servicio eficiente en los terminales petroleros; sin
embargo, actualmente la situación es adversa, al presentarse serias dificultades que
afectan las operaciones de las naves.
En los últimos años la flota de buques de cabotaje ha sido renovada a través de
considerables inversiones, garantizando operaciones más ágiles y seguras; no obstante,
las instalaciones portuarias no prestan las facilidades necesarias, específicamente en La
Libertad, donde ante la falta del remolcadores, se brinda el servicio a través de
proveedores privados que ofrecen tarifas superiores a las establecidas. Asimismo vemos
las limitaciones para el ingreso a las boyas del muelle para operaciones de buques con
peso muerto (DWT) superior a 4,500 tons y otros servicios.
Por otro lado, es importante destacar que desde hace más de 30 días, las operaciones en
La Libertad no se pueden realizar en las boyas de “Cautivo”, debido a un daño en la línea
submarina, sin solución hasta la fecha por parte de EP PETROECUADOR, quien también
en su calidad de responsable, debería realizar las mejoras en las mismas, de tal manera
que la comercialización de los derivados de hidrocarburos no se vea afectada.
Finalmente la situación hoy se agrava por la falta de disponibilidad de Fuel Oil para las
comercializadoras, lo cual, trae como consecuencia que el tiempo de espera en puerto
para el ingreso a operación de carga de los buques oscile entre 12 a 15 días, lo que
ocasiona que no se puedan realizar entregas de “Bunkering” a las naves mercantes que
arriban a puertos comerciales, dejando el país de recibir divisas por este concepto.
Se debe reconocer la apertura que ha tenido en el presente año el Señor Director y
demás funcionarios de DIRNEA, para solucionar los problemas bajo su responsabilidad,
pero a pesar de su buena predisposición todavía siguen pendientes varios temas, tales
como la revisión de las tarifas solicitada por los armadores de cabotaje, aumentar el
número de pilotos prácticos, mejorar la programación de alijes entre buques de una
misma comercializadora, entre otros.
El único afán de este editorial y de quienes estamos inmersos en estas difíciles
situaciones es difundir los problemas existentes y juntos buscar las soluciones adecuadas
en beneficio de todos y especialmente de la economía del país.