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Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario 2015 - JUBILEO EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA -2016 Lema: “MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE” SUBSIDIO ÁREA CATEQUESIS CON NIÑOS Para el catequista: Dijo Jesús: “Sean misericordiosos como es misericordioso el Padre de ustedes” (Lc.6,36). Si abrimos nuestro corazón al amor de Dios, viviremos ese amor con nuestros hermanos. En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales… Cuántas heridas sellan la carne de muchos… En este Jubileo la Iglesia será llamada a curar aún más estas heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad y la debida atención. No caigamos en la indiferencia que humilla, en la habitualidad que anestesia el ánimo e impide descubrir la novedad, en el cinismo que destruye. Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia… Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. … Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario En cada uno de estos “más pequeños” está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros los reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de San Juan de la Cruz: “En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor”. Misericordiae Vultus Cap. 15 Para tener en cuenta con los niños: LAS OBRAS DE MISERICORDIA: Corporales y Espirituales. “Y Jesús, teniendo misericordia de él… ” (Mc 40-41). Misericordia es una palabra muy bella y se forma como resultado de la unión de otras dos: Miser= miseria y Cordia= corazón. Misericordia es, entonces, sentir en lo profundo de nuestro corazón la miseria del otro, más exactamente sentir “con” el otro el mismo dolor y, por eso mismo, darle el auxilio que esté en nuestras manos. La misericordia nace en el corazón y llama a la acción. Las obras de misericordia están en la Biblia. Son amorosas formas de estar atentos a la presencia de Jesús en el necesitado, hoy más que nunca ser samaritano. Estar atento. Jesús nos invita a una fe activa que obre a través del amor. Las obras de misericordia son las acciones de amor fraterno a las que nos invita Nuestro Señor. Se trata de ser caritativos, de contemplar, de entender y de ayudar al otro en sus necesidades corporales y espirituales (Hb 13,3). Hay un hermoso pasaje del Evangelio que resume muy bien lo que Jesús valora de las acciones de los hombres: “Tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; fui extranjero y me recibieron en su casa; estaba desnudo y me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme” (Mt 25, 35-36). Dios nos pide que nos amemos los unos a otros con un amor generoso y humilde. Hacer el ejercicio de vivir ese amor a través de estas Obras de Misericordia tal vez no sea del todo sencillo, pero es seguro que este camino nos hace más parecidos a Jesús. No dejemos nunca de intentar vivir el amor fraterno que nos hace hermanos en Cristo. Estamos llamados a mirar la obra de Jesús en nuestro corazón, sentir ese profundo amor fraterno y salir a buscar a quien nos necesita. OBRAS DE MISERICORDIA CORPORALES. 1. Acercar un poco de comida al indigente, un alimento no perecedero a una parroquia o parte de nuestra comida a un vecino necesitado está muy bien y ayuda, Pero Dios espera que comportamos también lo que no nos sobra, que sentemos al hermano necesitado a nuestra mesa, que lo alimentemos más allá del pan. Que de alguna manera nos hagamos humildes alimento del otro, como Su propio Hijo lo hace con nosotros en la Eucaristía. Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario 2. De la misma manera nos llama a estar atentos a la sed del otro. Esa sed nos pide el fresco vaso de agua limpia y darlo es un gesto solidario, pero puede ser reflejo de una sed más profunda. Nuestra misericordia puede debe ayudar a que brote el manantial de la fe. Ese vaso de agua puede ser una palabra, una mirada, una oración, un consuelo que renueve la vida en un corazón que se siente seco. 3. Cuando Jesús nació en Belén tuvo que hacerlo en un pesebre porque la indiferencia de la gente no le hizo lugar a su familia. Él quiere que estemos atentos a la necesidad de refugio que algunos tienen, que pidamos albergue para el que está incapacitado de pedir por sí mismo, que procuremos que nadie sienta desamparo. La hospitalidad también es sentarse junto al otro, escucharlo, abrir las puertas de nuestro corazón o invitar a casa a ese niño que nadie invita a jugar. 4. Ofrecer ropa al que no la tiene es una tarea que parece sencilla pero hay que recordar siempre que Dios nos llama a la generosidad. Eso quiere decir que espera que no solamente le demos al otro lo que nos sobra. Dar lo que valoramos es realmente compartir. Nadie merece menos que nosotros y dar con arrogancia no es verdadero amor. Esa vestimenta no es sólo abrigo: es el reconocimiento, es el respeto, es la dignidad que lo equipara al resto de los hombres en el mundo, pues Dios nos mira a todos con el mismo amor. Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario 5. La compañía al que sufre le hace más pequeño el dolor. Los abuelitos pueden necesitar que le sostengamos la mano cuando sienten algún dolor como ellos sostuvieron la nuestra cuando nos caíamos aprendiendo a caminar. También hay niños que sufren y nuestra oración y nuestro amor los ayudan a sanar. A veces, quien está enfermo, se olvida del amor de Dios y nuestra presencia puede hacerle recordar ese poder tan grande y bello. 6. Hay personas privadas de su libertad y no es tarea de los niños el visitarlas. Pero sí podemos ayudarlos en la oración, pidiendo a Dios que los perdone y que puedan comenzar a vivir el amor al otro. Quien ama no puede hacer daño. También hay personas que están atrapadas fuera de las cárceles, ya sea en sus adicciones, en sus obsesiones, en sus enojos, en sus penas; nuestra compañía, apoyo y amor fraterno pueden ser caminos de liberación. 7. Dios nos llama a que honremos a los muertos porque el cuerpo humano ha sido templo del Espíritu Santo. Un gran gesto de amor ante la muerte es llenar de amor y esperanza el corazón de los que quedan cargados de dolor por la pérdida de un ser querido. Acompañar a quien se fue hacia el encuentro del Señor, por medio de la oración y del recuerdo de su vida es una manera de prepararnos para el encuentro en el Cielo. Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario OBRAS DE MISERICORDIA ESPIRITUALES. 1. Se trata de estar atentos a lo que los otros necesitan realmente saber y ayudarlos a incorporar ese conocimiento con humildad, en silencio y sin esperar nada a cambio. Colaborar con el crecimiento de un hermano es colaborar con la Obra de Dios. También es muy valorada por Dios la actitud de dejarse enseñar y de aprender con el otro. Pero no olvidemos que la mejor manera de enseñar es el ejemplo. 2. A veces somos llamados a ser la voz de la voluntad de Dios en la vida de los otros. Tenemos que tener una actitud muy humilde y de oración para poder sentir profundamente en nuestro corazón cuál sería el camino correcto para ese hermano que está perdido. Para saber qué haría Jesús en cada situación, lo mejor que podemos hacer es leer con frecuencia su Palabra en el Evangelio. 3. Dios nos llama a ser benevolentes a la hora de juzgar y no perder de vista nuestros propios errores. Jesús nos dice: “No juzguen y no serán juzgados” (Mt. 7, 1). Siempre que debas decirle a tu hermano que se está equivocando hazlo con amor, con simpatía y mucha discreción, ya que es un acto de amor que se practica en la intimidad. Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario 4. “Perdonar al que nos ofende” sea tal vez la obra de misericordia que más nos cueste. No es fácil perdonar, olvidar, sanar las heridas que otros causan en nuestro orgullo y nuestro corazón. Pensar en que Dios perdona nuestras ofensas es el motor que nos debe impulsar a practicar el perdón hacia los demás y hacia nosotros mismos. Es lo que pedimos cada día en el Padre nuestro: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. 5. Todos necesitamos consuelo en algún momento, hasta Jesús y María los necesitaron en sus vidas y hubo ángeles y personas que estuvieron hay para ellos. Dios nos llama a obrar en la Misericordia consolando al que sufre. Una palabra, un gesto, una sonrisa ,son suficientes para que el que sufre se sienta menos solo en su dolor y entienda que Dios ha venido a visitarlo un momento, a secar sus lágrimas por medio de un amigo , un familiar o un extraño. 6. Jesús dijo:”Si ustedes solo aman a los que los aman, ¿Qué merito tienen?” (Lc 6,32). Es fácil llevarse bien con quienes nos quieren, y eso no está mal; pero cuando buscamos hacer el bien a las personas que nos caen mal, mostramos que nuestro amor es más profundo todavía . Y esto nos resultara más fácil si descubrimos a Jesús presente en cada persona a nuestro alrededor. Además, no olvidemos que también nosotros tenemos defectos y necesitamos que los demás nos tengan paciencia. Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario 7. Rezar a Dios por los otros es recibir la gracia de estar un rato en comunión con Él, colaborando con su obra de amor, recordando con generosidad a quién necesita especialmente ser protegido por Su mano amorosa. Rezar no es recitar, rezar es hablar en una charla intima y profunda con quién más te ama. No hay conversación más bella ni momento del día más puro que cuando recordamos junto a Dios a las personas que necesitan recibir una bendición especial. Sugerencias para la preparación de los encuentros: Presentar con palabras sencillas la Carta de convocatoria del Papa Francisco a celebrar el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Pensar qué es la “misericordia” y todo lo que se relaciona con ella. Descubrir y trabajar la “TERNURA” como don de Dios y la “PRESENCIA DIVINA” en gestos y acciones humanas. Meditar las “Parábolas de la Misericordia” y otros textos evangélicos para descubrir qué es la “misericordia” y cuáles son sus obras concretas, en la Palabra de Dios. Algunos textos que pueden ayudar: Jn 4, 7 “Dame de beber” Mt 34, 40 “Cuando lo hicieron con uno de estos pequeños…” Heb 13,1-3 “Amor fraterno” Lc 10, 30-37 “Parábola del Buen Samaritano” Lc 6, 36-38 “Compasión y perdón” Lc 15, 11-32 “Parábola del Padre Misericordioso” Mt.18, 23-35 “Ser misericordiosos como el Padre” Mt 10, 42 “Dar de beber” Conocer y recordar las Obras de Misericordia Corporales y Espirituales. Dramatizar las Obras de Misericordia y presentarlas a las familias. Realizar, bajo el lema “Misericordiosos como el Padre”, afiches con imágenes donde se observe que la misericordia de Dios acerca a los hombres. Proponer, en el diálogo cotidiano, el ejercicio de “ver con mis ojos y aprender a mirar como Jesús”. Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario Nombrar y distinguir gestos misericordiosos, actitudes misericordiosas, sentimientos misericordiosos, acciones misericordiosas. Mencionar gestos concretos de misericordia para practicar cada día en casa, escuela, parroquia, barrio, club, etc. REZAR por nuestros hermanos. Trabajar la ORACIÓN personal y comunitaria frente al Sagrario. “ÁRBOL DE LA MISERICORDIA” MATERIALES: 1 Lata grande. Una rama de árbol sin hojas. Papel de regalo. Lana. Pegamento. Arena o yeso. INSTRUCCIONES: 1. Cubra la lata con papel de regalo. 2. Llene la lata con arena o yeso. Introduzca la rama en la lata y manténgala derecha. 3. Escriba las Obras de Misericordia Espirituales y Corporales en el pizarrón. 4. Pida a los niños que elaboren libritos con el papel de regalo y escriban dentro una Obra de Misericordia que se proponen realizar. 5. Haga un agujero en cada librito. Utilizando lana, ate cada libro al árbol. 6. Este proyecto puede ser llevado a la liturgia y presentado como ofrenda de los niños. * Ayude a los niños a realizar sus Obras de Misericordia sugiriéndoles que hagan un árbol de “promesas” también en su casa. Acercar a los niños al Sacramento de la Reconciliación y celebrar la Misericordia de Dios sobre ellos. Descubrir “LUGARES DE MISERICORDIA” en nuestras parroquias y proponer la visita grupal y/o familiar a algunos de ellos: hospitales, orfanatos, comedores, geriátricos, etc. Proponer a los niños ser “misioneros de la misericordia”, llevando su presencia, su palabra, su generosidad y su atención a las personas necesitadas que conozcan. Presentar el logo del Año de la Misericordia, reflexionar sobre su significado y proponer a los niños que inventen otros logos que muestren la misericordia de Dios de distinta manera. Conocer la Advocación de Jesús Misericordioso y darla a conocer a otros. Enseñar a los niños a rezar la Coronilla de la Divina Misericordia. (Buscar en you tube “Coronilla de la Divina Misericordia, editada para niños.) Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario Actividades para seguir reflexionando: Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario Junta Arquidiocesana de Catequesis Rosario