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Las Tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) en los curricula de Secundaria Obligatoria Introducción Desde hace bastantes años, en distintos foros y por parte de distintos sectores sociales, se vienen debatiendo las ventajas e inconvenientes que supone la avalancha de herramientas y recursos de gestión de información cada vez más rápidos y potentes. Esta autentica invasión obliga a los agentes sociales con responsabilidad en el entramado social, en cualquiera de sus muchas parcelas, a protagonizar un proceso constante de actualización y formación. El sistema educativo y los diversos componentes relacionados con él deben participar en esta continua labor. Si ya era importante que en las etapas de infantil y primaria la introducción de las TIC constituyese un cometido importante (por lo que suponía como preparación para los alumnos/as de cara a la normalización, desde la escuela, de lo que en el contexto más inmediato familiar, social … ya lo es) en la etapa de secundaria adquiere rango de "esencial". Las TIC en el DCB En sendos prólogos del DCB de Educación Primaria y de ESO (Diseño Curricular Base o Libro Blanco previo a los Decretos de Currículo) existen claras referencias a la incorporación de las nuevas tecnologías de la educación al currículo: «La apertura de la escuela al entorno, a las realidades sociales que la rodean y, también, al progreso de la cultura en sus distintas manifestaciones, apertura que aparece en la incorporación de nuevos contenidos en el currículo, nuevas tecnologías de la educación, nuevos lenguajes y, en general, atención a las exigencias de una sociedad altamente desarrollada. En coherencia con esta línea, el currículo se propone incorporar las Nuevas Tecnologías de la Información como contenido curricular y también como medio didáctico» (MEC, 1989 y 1989a). El R.D. de Currículo En el Real Decreto de Currículo de la Secundaria Obligatoria se mencionan tres objetivos que justifican esta incorporación: Objetivos Comprender y producir mensajes orales y escritos con propiedad, autonomía y creatividad... Interpretar y producir con propiedad, autonomía y creatividad mensajes que utilicen códigos artísticos, científicos y técnicos, con el fin de enriquecer sus posibilidades de comunicación y reflexionar sobre los procesos implicados en su uso. Obtener y seleccionar información utilizando las fuentes que habitualmente se encuentran disponibles... Aún se añade otro objetivo que contempla la importancia de las TIC en la sociedad actual: Conocer y valorar el desarrollo científico y tecnológico, sus aplicaciones e incidencia en su medio físico y social» (MEC, 1992d pág. 12). Otros En los decretos de currículo que parten de la LOGSE se contempla la necesidad de educar al alumno en el uso de los medios de comunicación. Es a esta educación audiovisual o educación para los medios y las nuevas tecnologías de la información y comunicación a lo que algunos autores han denominado "educación multimedia". Tres parcelas son las que justifican su ubicación en el currículo: si se incluye como parte de otras materias, como «transversal» o como asignatura independiente. Todavía se podría añadir otra parcela: el uso de las tecnologías como recurso que puede facilitar el acceso a la información, favorecer la comunicación, estimular la paulatina participación en el proceso de formación, colaborar en el logro de mayores cotas de orientación profesional... En realidad, las aulas siguen centradas casi exclusivamente en el lenguaje verbal (mientras que en la información proporcionada por los medios de comunicación predomina claramente el lenguaje de la imagen visual y sonora); los nuevos currículos incluyen claras referencias a la necesidad de educar para los nuevos lenguajes y medios. No se trata, por supuesto, de restar importancia a la enseñanza del lenguaje verbal para dársela al lenguaje de la imagen. De hecho, ambos aparecen integrados en la mayor parte de los productos de los medios de comunicación y ambos han de ser estudiados conjuntamente. Tal como Ana Garcia-Sipido apunta: «si una imagen vale más que mil palabras, la educación visual debe responder, no sólo a saber mirar y saber elaborar esa imagen, sino también a tener las mil palabras para saber explicarla» (MEC, 1993).