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1. ¿ Qué es? Es un tratamiento que restaura y mantiene el sistema energético equilibrado. En las escuelas nos enseñaron que el cuerpo humano tiene varios sistemas, óseo, respiratorio, digestivo, circulatorio y entre otros el sistema nervioso que envía órdenes en forma de impulsos eléctricos a todos nuestros órganos para que respondan las órdenes de nuestro cerebro. Pero existe otro sistema del que nunca nos hablaron, este sistema lo podemos llamar sistema energético, electromagnético o vital. Somos energía en movimiento como un microcosmos conectado a redes macrocósmicas. Esta energía la recibimos del exterior por un conjunto de centros llamados "Vórtices de energía" o chakras en sanscrito. Esto significa que el hombre no vive solo del alimento y el aire que consume, una parte de su energía la recibe por los chacras. Cada chacra es como un receptor que está sintonizada a la frecuencia que requieren los órganos que controla. Somos entonces seres energéticos de un amplio espectro. Es sabido que cuando se interfiere en el extremo de más alta vibración, provocamos modificaciones en el otro, con más facilidad que en el sentido inverso. O sea que actuando a nivel energético, se producen modificaciones a niveles más densos, como puede ser el químico, más fácilmente que si se actúa mediante la química para modificar el sistema energético. Aceptar que somos materia y energía, que los trastornos o enfermedades no se sanan solo con la medicina convencional, se necesita la ayuda de la medicina complementaria que consiste en el manejo de las energías, sutiles. Cuando se unen la naturopatía con la medicina energética es cuando se produce la verdadera sanación. El hombre es energía. La salud es energía en armonía. La enfermedad ya sea física, espiritual o emocional, es energía sin armonía. Los mejores sistemas curativos del futuro serán sistemas que funcionarán equilibrando esa falta de armonía en el plano energético. El hecho de que la ciencia todavía no lo comprenda no significa que no sea real “La racionalidad debe complementarse con la Mística”. de Wolfgang Pauli “La ciencia es incapaz de resolver el misterio último de la Naturaleza” de Max Planck “La física solo puede hacer afirmaciones acerca de relaciones estrictamente limitadas que solo resultan ser válidas dentro del marco de tales limitaciones” Heisenberg “El sujeto y el objeto son uno solo” Erwing Schroedinger 2. ¿En qué consiste? Podemos dividirlo en tres fases. 1ªFase. Durante una o varias sesiones se aplica energía en diferentes centros, durante unos pocos minutos. Equilibrando así el sistema energético. Así aumenta la sensibilidad de los sentidos, la mente se hace mas aguda, desaparece la ansiedad y una paz se instaura en el ser. 2ª Fase. No se ingiere alimentos ni bebida mientras el cuerpo no lo pida. La duración es variable, dependiendo del estado de salud original del paciente. Se acompaña de paseos suaves por el campo. En este estado hay una sensación de no necesitar nada para estar bien 3ª Fase. Mantenimiento. Alimentación adecuada al estado energético del paciente y a criterios dietéticos. Al comenzar a ingerir alimentos, ahora el paciente, ya no tiene ansiedad y se llena con menos comida. No obstante se le asesora sobre el tipo de alimentos que le ayudaran en el mantenimiento de las condiciones ya adquiridas. Se selecciona la alimentación según el estado energético del individuo, además de tener en cuenta, el lugar donde vive, la estación del año 3.- ¿A quién va dirigido? Especialmente a las personas con problemas derivados de un exceso de peso. Y en general a personas que buscan un estado físico y emocional saludable 4.- Beneficios que aporta el tratamiento. Aumenta la capacidad inmunitaria del organismo. La menta se agiliza. La ansiedad desaparece. Aumento de la resistencia física Sensación de rejuvenecimiento. Se reabsorben, los depósitos de colesterol en las arterias. Aumenta la cantidad de orina eliminada o diuresis. Desvía la energía utilizada en el proceso digestivo hacia la eliminación de sustancias de desecho, poniendo al día el retraso crónico en la eliminación. Desaparecen los hematomas y se fortalecen los capilares. Pueden desaparecer o disminuir hábitos adictivos como el fumar o beber. Se tiene una sensación de desapego y de que los problemas habituales afectan menos. Desvía la energía utilizada en el proceso digestivo hacia los tejidos y órganos que necesitan ser reparados, regenerados y revitalizados. Descanso verdadero el aparato digestivo con lo que puede “poner al día” sus funciones y recargar sus energías. El cuerpo se alimenta de las reservas menos vitales y ocurre con frecuencia una resintegración de quistes, abscesos, bultos, tumores benignos. Incluso tiene un gran efecto sobre los tumores malignos. Degrada y quema las sustancias no esenciales para obtener energía. Una fuente de material no esencial es el tejido enfermo, como los tumores benignos. Cuando el organismo físico no tiene comida, los tejidos se utilizan en orden inverso a la importancia que tienen para el organismo. Primero se utilizan los menos vitales. La grasa es el primer tejido en desaparecer. Para suministrar nutrientes a los tejidos más vitales, como el cerebro, los nervios, el corazón y los pulmones, las reservas almacenadas se utilizan antes de utilizar cualquier tejido funcional del organismo. La capacidad del organismo para disolver los coágulos aumenta considerablemente. Este proceso, denominado fibrinolisis, no permite que se produzcan problemas tales como trombosis o embolias. Disminuye o se eliminan las tensiones musculares, en muchos casos debidas a tensiones emocionales. De esta forma desaparecen también los bloqueos energéticos, ayudando al restablecimiento de la salud. Degrada las grasas del organismo, lo que ocasiona una rápida pérdida de peso en torno a un Kg. al día. 5.- Síntomas durante el proceso Los peores días son, por diferencia, el segundo y el tercero. A partir de ahí los síntomas van normalmente desapareciendo, en forma incluso muy rápida. Al principio predominan los síntomas de desintoxicación. Con el paso de los primeros días disminuyen los síntomas de desintoxicación, que a veces son algo desagradables, para dar paso a la regeneración. La primera etapa de la limpieza normalmente es la peor. Los dolores de cabeza, el mareo, las náuseas, problemas para respirar, los ojos hinchados y la lengua amarillenta son señales de la primera fase de limpieza. Para expulsar los alimentos que están ya en el colon sería aconsejable utilizar un enema. Este se encarga de ayudar al cuerpo terminando con la digestión en el colon. Dolor de cabeza. Son también debidos a la gran cantidad de tóxicos que circulan en la sangre (de 10 a 15 veces lo habitual). Si se sufre de jaquecas crónicas se pueden tener dolores fuertes que pueden durar varios días dependiendo de la gravedad del 5 caso. Se recomienda aguantar estos dolores sin tomar medicación o comer alimentos, ya que de otro modo se interrumpiría el proceso de desintoxicación. De esta forma desaparecerán para siempre las jaquecas. Dolores musculares. Pueden irritarse lesiones antiguas, causando dolor. Esto es debido a la habilidad aumentada del cuerpo para sanar obtenida durante un ayuno. Sí hace diez años te fracturaste un brazo, hay tejido cicatrizado alrededor de la fractura. En el momento de la fractura, la habilidad del cuerpo para curarse se relacionaba directamente a tu estilo de vida. Sí tu estilo de vida en ese entonces consistía de una dieta de comida inservible y de poco ejercicio, la habilidad curativa natural del cuerpo estaba comprometida. Durante un ayuno, el proceso curativo del cuerpo se encuentra en óptimo rendimiento. Cuando el cuerpo rastrea en busca de tejido muerto o dañado, una vez hallado, los linfocitos penetran este tejido inservible y secretan sustancias para disolver las células dañadas. Estas sustancias irritan los nervios en las regiones circundantes y causan una recurrencia de dolores en áreas previamente heridas que pudieron haber desaparecido en años anteriores. El dolor es bueno a medida que el cuerpo completa el proceso curativo. Los músculos pueden volverse rígidos y doloridos debido a la irritación por las toxinas. Las piernas pueden ser las más afectadas ya que las toxinas se acumulan en ellas. La boca La lengua se puede volver blanca, muy blanca o cargada (saburral), a veces amarillenta y la boca pastosa. En la lengua aparecen a veces “manchas”, en lo que se conoce como lengua en forma de mapa geográfico. Hay mal gusto de boca. Incluso el agua de bebida nos puede saber mal a consecuencia de ello. Estos síntomas van descendiendo y la lengua se va volviendo más rojiza en relación al avance del proceso. El aliento puede ser “cargado” y fuerte, fétido, intestinal o cetónico (olor a acetona). El olor dulzón a acetona indica la utilización especial de las grasas durante el ayuno para extraer la energía necesaria al organismo. Las llagas son muy comunes en esta etapa a causa de las excesivas bacterias en la boca. Hacer gárgaras con sal y agua diariamente puede prevenir o sanar las llagas de manera eficaz. Menos fuerza Hay un sentimiento de menos fuerza muscular o debilidad que aparece, aunque varía mucho de persona a persona. Ocurre con frecuencia, que cuando más descansamos durante el ayuno más débiles nos sentimos. Hay una mayor interiorización de la energía y eso es beneficioso para el trabajo de eliminación y regeneración. Molestias de estómago Con relativa frecuencia aparecen molestias en el estómago, hígado o intestino que indican los procesos de eliminación de sustancias tóxicas y la regeneración de las zonas enfermas o “sensibles” a causa de procesos físicos o psicosomáticos anteriores. El aparato digestivo, que “descansa” durante el ayuno, invierte su trabajo. Al no tener que digerir alimentos, utiliza su energía para recuperar y renovar los órganos más afectados (estómago, hígado y conducto intestinal), y esto hace que la zona se vuelva más “sensible”. La zona afectada o enferma nos puede molestar en el ayuno cuando el cuerpo intenta regenerar y curar dicha zona. Las personas que tienen una “retención de líquidos” tienden a perder menos cantidad de agua y por ello de peso. Es más, muchas personas notan que han bajado en volumen y apenas o no tanto en peso. Notan que la ropa les queda más floja, aunque la aguja del peso sigue sin descender. Cosa que afecta mucho a los que se obsesionan por bajar de peso. Sensación de mareo Algunas veces ocurren mareos durante el ayuno, sobre todo al levantarse de forma brusca (es la hipertensión ortostática). Por eso es bueno levantarse poco a poco, por etapas (estar un rato sentado antes de ponerse de pie). La orina La orina se hace más oscura, olorosa y se carga de sustancias. Puede aparecer “cargada” de sedimentos en forma de arenilla. Sensación de frío Hay una mayor sensación de frío en los pies y en las manos. Síntomas de interiorización de la energía y de la sangre hacia los órganos internos. Para aumentar el proceso de desintoxicación la sangre se retira de las zonas más periféricas. Una bolsa de agua caliente (no una manta eléctrica), puede ser una buena “compañera” para calentar los pies. Aumenta la sensibilidad de los sentidos. Desciende mucho la tolerancia, a los ruidos, a la luz, a los demás. El ayuno favorece el retiro y la interiorización física y psíquica. Insomnio Con frecuencia aparece el insomnio o hay una disminución de la capacidad para dormir. La persona que ayuna duerme menos. Todos sabemos que una comilona nos lleva a echarnos una siesta. Ocurre también que la persona tiene la sensación de que duerme menos de lo que verdaderamente duerme. Mientras él se queja de no dormir bien, los compañeros de habitación “certifican” que duerme más de lo que dice. La persona ayunante se hace especialmente sensible a los olores: del tabaco, perfumes, ... incluso puede llegar a marearse ante los olores fuertes de colonias y desodorantes químicos y sintéticos. Olor corporal El ayunante se queja de olor corporal que no desaparece por mucho que se bañe. Es un olor corporal que indica procesos de eliminación, de desintoxicación. Conviene mantener la piel limpia pero sin usar jabones, cepillándola bien. Aumento del pulso Al principio puede haber un aumento de los latidos cardíacos, del pulso. Durante los primeros días, cuando las sustancias tóxicas se eliminan en mayor cantidad, hay un aumento de la frecuencia cardiaca. Incluso pueden aparecer palpitaciones que desaparecen en cuestión de segundos El aumento de las pulsaciones coinciden con el descenso de peso. A mayor pérdida de peso, mayor número de latidos. Tras los primeros días de ayuno las pulsaciones disminuyen. Dolor en los pulmones Se puede llegar a sentir ya que ellos tanto como los demás órganos están en proceso de reparación. Periódicamente, el sistema linfático expulsa mucosidades a través de la nariz o garganta, la cantidad expulsada puede ser alarmante. Las vías respiratorias pasan por períodos de obstrucción no muy extensos de los que se recupera, logrando así despejarlas. El aliento todavía es desagradable y la lengua aun se encuentra cubierta. Dentro del intestino, el colon está siendo reparado y el excremento compacto en la pared intestinal se empieza a soltar. Pequeñas molestias Puede haber una sensación de molestias o dolor, normalmente muy leve, en la zona del hígado o en los riñones. No hay heces En situación normal el ayunante no expulsa normalmente heces (cacas) durante los días de ayuno, pero en las personas afectadas de trastornos intestinales puede haber eliminación de heces durante varios días. A veces, cuando la bilis es muy tóxica, el cuerpo la elimina acelerando el tránsito intestinal para que no perjudique al intestino. Cuando el contenido intestinal es muy tóxico, el organismo reacciona eliminando en forma de heces, con frecuencia muy olorosas y oscuras, casi negras (color brea). Las materias fecales son transformadas por la bilis y son expulsadas al exterior del cuerpo en caso de que la inteligencia somática vea necesario. A veces el ayunante sufre de gases intestinales y su eliminación hacia arriba (en forma de eructo) o hacia abajo por el ano (pedos). Esto tiene que ver con la eliminación de la bilis y su transformación a lo largo del conducto digestivo. A veces parece ser una forma extra de eliminación. La eliminación progresiva de los restos intestinales previene de la aparición de “tapones fecales” (fecalomas), por endurecimiento excesivo de las heces. Esto es especialmente importante en personas con antecedentes de hemorroides. Crisis emocionales. Pueden ocurrir crisis o cambios psíquicos de descarga emocional leves durante el ayuno. A veces inestabilidad emocional, inquietud, agresividad. Síntomas finalizando la Fase II. El cuerpo esta completamente adaptado al proceso del ayuno. Hay más energía y claridad mental. Los períodos de limpieza son más cortos y la cantidad de días en los que te sientes bien es mayor. Hay días en que la lengua se encuentra limpia, de color rosa y el aliento es fresco. El trabajo curativo en los órganos está completándose. Después de que los mecanismos de desintoxicación han eliminado el agente causativo o lo han dejado indemne, el cuerpo trabaja a su máxima capacidad en la producción de tejido nuevo para reemplazar el tejido dañado. Mientras que un breve ayuno solo reduce los síntomas, un ayuno extenso puede curar completamente. El equilibrio homeostático se encuentra en niveles óptimos y el sistema linfático está limpio, salvo por una anómala descarga de mucosidades a través de la nariz o garganta. Después del vigésimo día del ayuno la mente es afectada: se experimenta una claridad mental elevada y finalmente hay equilibrio emocional; la memoria y la concentración mejoran. Síntomas comenzando la Fase III. La mucosa pegajosa y tóxica que cubría la pared intestinal está desprendida y la primera comida que se ingiere la libera de la pared intestinal. Las toxinas entran la sangre a través del colon. La vesícula se deshace de sus desechos con una pesada descarga de bilis. El comer puede causar un movimiento instantáneo en el intestino el cual es seguido por una intensa diarrea. Si los síntomas son demasiado incómodos, un enema te puede ayudar. 6.- Reflexiones sobre el proceso durante la Fase II. Hambre y ansiedad. Con la Fase II, nos desaparecen ambas. No obstante, durante los primeros días a las horas en que comemos habitualmente, podemos tener la sensación de tener hambre. No es así, es un reflejo condicionado. Como sabemos que es la hora de comer, se producen jugos gástricos, preparando al estómago para la llegada de la comida. Debemos estar alertas en este momento. No es la verdadera sensación de hambre, que es la que aparece cuando el organismo (o el conjunto de conjunto de células que lo forman) tiene necesidad de nutrientes. Si esperamos unos pocos minutos, sentiremos que la sensación desaparece. Podemos emplear las horas de comida habituales para salir a caminar, así evitamos tentaciones. Después de los 3 o 4 primeros días, ya no nos llamará la atención estos alimentos. Cuidado con nuestra mente, nos puede sugerir cosas como estas. “Por un poco que coma de esto no me va a hacer mal”, “Esto apenas tiene calorías” etc., etc. No confundamos estas “tentaciones” con hambre. Es nuestra mente no es una sensación o necesidad de nuestro cuerpo. En estos momentos se aconseja cerrar los ojos y llevar la atención al abdomen y sentir si es hambre o no. Veremos que tenemos la sensación de estar llenos. Así descubrimos el engaño de nuestra mente. Entonces podemos pensar en otra cosa para eludir la tentación. Estado de Vacío. Al llevar varias semanas de ayuno de sólidos se llega a este estado. Es una sensación de felicidad, bienestar y paz interior inolvidables. Los problemas nos afectan menos. Nos sentimos menos apegado a las cosas. Es una sensación de más libertad. Es el resultado de la fase II. Cuanto más tiempo nos mantengamos en este estado, mas profundamente se anclará este estado de consciencia en nuestro subconsciente. Ello también nos proporcionará una mayor sensibilidad hacia la comida. Sin ansiedad. Con menos alimento nos quedaremos saciados. Probablemente nos será suficiente una comida al día. Y si un día cometemos un exceso podremos estar los días siguientes sin hambre. Teniendo la sensación de que podemos vivir casi sin alimentos. Al mantenernos en este estado, llevamos nuestras capacidades físicas, intelectuales y espirituales al nivel más alto. Lo cual contribuirá a mejorar la salud y calidad de vida en general de forma considerable. El hambre verdadera. O la demanda de nuestro organismo de nutrientes para no llegar a la desnutrición (o para mantener el sistema energético equilibrado). Se siente de una forma muy diferente. Se siente un vacío profundo en la zona del estómago que sube hasta la garganta, obligándonos a introducir algún alimento en la boca. Es una sensación inconfundible. Es una presión en la garganta que nos hace pensar sólo en comida. Es entonces y sólo entonces cuando debemos de comer. Si no lo hiciésemos, entraríamos en un estado carencial importante, que podría ser irreversible. Ingesta de líquidos. Conviene respetar las normas indicadas y beber sólo si hay sed, no cuando la boca esta seca. En este caso vale con enjuagarse la boca. Para beber se puede utilizar agua hervida, también a esta se le puede añadir un poco de limón. También pueden emplearse infusiones de: - Manzanilla amarga natural. - Cerezo: (Comer los frutos maduros entre las comidas) (Decocción durante 1/4 de hora de 50 gr. de pedúnculos secos por litro de agua). - Cola de caballo: (Decocción durante 30 minutos de 100 gr. de la planta seca por litro de agua. Poner una cucharadita por vaso de agua). - Diente de león: (Decocción durante 1/4 de hora de un puñado de hojas y raíces secas en litro y medio de agua). Si las infusiones no parecen quitarnos la sed se puede tomar zumo de pomelo rosa diluído al 50% en agua. En su defecto se puede tomar el zumo comercial de pomelo rosa de la marca “granini” Necesidad de saborear. Cuando llevamos más de tres semanas, puede darse la necesidad de saborear ciertos alimentos. Pues bien podemos meterlos en la boca y saborearlos durante unos segundos y expulsarlos. Cuidado los hipertensos. Si se toman medicamentos para controlar la presión sanguínea habrá que vigilarse diariamente para ir bajando la dosis hasta eliminarla totalmente, ya que el tratamiento en sí la lleva a valores normales. Cuidado si se toman anticoagulantes (Sintrón). Habrá que vigilarse cada tres días para bajar la dosis ya que la capacidad del organismo para disolver los coágulos aumenta considerablemente. Si el ritmo de perdida de peso diaria supera el Kg/día. Hay que tener cuidado con los mareos El caminar dos horas al día. Ayuda a mantenernos con el ánimo alto y con más vitalidad. De no hacerlo así nos llevará mas tiempo en llegar al estado físico y emocional esperado. Respirar profunda y conscientemente. Nos ayuda a mantenernos en la Fase II durante más tiempo, con todas las ventajas que ello nos reporta. Normas a respetar No comer sin hambre No beber sin sed Ejercicio suave diario de unas dos horas Descanso No bañarse con agua fría 7.-Proceso Fase III Al comienzo conviene empezar comiendo muy poco y además alimentos ligeros como manzanas o peras asadas, o arroz integral aderezado con salsa de soja, etc. No conviene comer alimentos pesados como carne, pescado, frutos secos, condimentos, especias fuertes ni bebidas alcohólicas, durante una semana. Se podría estar esta semana a arroz rojo tostado, tomando varios puñados al día según las apetencias individuales. Después de esta semana podemos empezar con la lista de alimentos. Se debe iniciar con un vaso de miso o caldo de verduras caliente (esto es muy importante) y a continuación el arroz mezclado con las legumbres. Después la carne, pescado o frutos secos si procede, para terminar con las verduras. Esta alimentación mantiene equilibrada a la persona e incluso perdiendo peso, si es que todavía no ha alcanzado el peso forma. Es imprescindible respetar las proporciones indicadas en la lista. Si en una comida se abusa más de los cereales por ejemplo, en la siguiente comida tomaremos menos. Y así una con otra comida mantendremos las proporciones mas o menos. Recordad en la Fase III: - Seguir la lista de alimentos, especialmente evitar los alimentos desaconsejados. - Se trata de comer los alimentos indicados en las proporciones indicadas. - La cantidad de comida es la necesaria para que el hambre desaparezca y nunca hasta llegar a la saciedad. - No comer sin hambre. - No beber sin sed. - Masticar cada bocado hasta que se licúe. - No tomar alimentos o bebidas helados. - La comida principal preferiblemente a las 18:00 h (solar) o sea que en invierno sería a las 19:00h y en verano a las 20:00h