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NEUROPSICOLOGIA 2 Resumen 3 : UPEA LOBULOS TEMPORALES Lic. Hugo Andrés Romero Calderón DEFINICIÓN DE LÓBULO TEMPORAL Lóbulo cerebral situado en la zona lateral de los hemisferios cerebrales, por debajo de la cisura de Silvio y por detrás de la sien. Está compuesto en su zona externa por tres circunvoluciones: la temporal superior, la temporal media y la temporal inferior. En la zona medial tiene la circunvolución del parahipocampo. FUNCIONES: Este lóbulo contiene la corteza primaria que procesa la audición. Se ocupa de la comprensión del lenguaje verbal. Participa en la regulación de las emociones y la motivación. También participa en tareas visuales complejas, como el reconocimiento de caras. La parte medial de este lóbulo se encarga de la memoria declarativa y del recuerdo consciente de situaciones y sucesos. Funciones del lóbulo temporal izquierdo Reconocer el rostro de alguien que se ama, sentirte trasportado por una pieza musical, disfrutar los recuerdos de las vacaciones; todas estas funciones son administradas por los lóbulos temporales del cerebro, localizados aproximadamente al nivel de las orejas. Estos lóbulos les permiten a las personas reconocer el aroma del café, la voz de un ser querido o las palabras de una página impresa. Estos ayudan a clasificar la información y a almacenar los recuerdos. Para la mayoría de las personas, el lóbulo temporal izquierdo es el dominante y controla las siguientes funciones cerebrales específicas. Recuperación de información Si alguna vez has tenido una palabra en la punta de la lengua o has tratado de recordar el nombre de tu profesor de álgebra de octavo grado, y se te han presentado problemas, puedes culpar a tu lóbulo temporal izquierdo, el cual alberga la zona del lenguaje conocida como el área de Wernicke. Ésta controla los procesos involucrados en la identificación mental y, luego, producen la palabra o palabras necesarias para expresar un pensamiento, o para nombrar un objeto. Lectura La comprensión de lectura y la retentiva dependen bastante del lóbulo temporal dominante. El lóbulo temporal izquierdo ayuda a procesar los sonidos y las palabras escritas para convertirlos en información coherente. El mismo permite que recuerdes lo que has leído e integres la nueva información a tu memoria. Estabilidad emocional Mediante los estudios de las Clínicas Amen, se ha descubierto que el lóbulo temporal izquierdo tiene influencia sobre la estabilidad emocional. La actividad de los lóbulos temporales mejora la estabilidad del humor, mientras que un incremento o decremento en la actividad de esta parte del cerebro conlleva a desarrollar humor y conductas fluctuantes, inconsistentes o impredecibles. Memoria Los componente esenciales de la memoria están integrados y almacenados en los lóbulos temporales, especialmente los recuerdos explícitos, aquellos que puedes evocar deliberadamente y describirlos, tales como hechos, gente y lugares. Cuando esta parte del cerebro se daña, la memoria a menudo se ve perjudicada. Procesamiento sensorial Los lóbulos temporales están involucrados en la organización de la información sensorial, tal como la que proveen los sentidos de la vista y el oído. Estos permiten disfrutar la música, interpretar lo que escuchas y ayudan a darles significado. El lóbulo temporal izquierdo también ayuda a realizar las conexiones entre cosas no relacionadas. Los sentimientos de convicción y profunda compresión que experimentas a veces también se le han atribuido a los lóbulos temporales. Funciones del lóbulo temporal derecho El encéfalo es la parte más grande del cerebro, y se divide en tres partes, una de ellas el prosencéfalo que se divide así mismo en otras tres secciones, el Telencéfalo que hace parte de este último posee cinco secciones: la corteza insular y los lóbulos temporal, frontal, parietal y occipital. Cada uno de estos lóbulos tiene funciones distintas, a veces divididas entre el lado izquierdo y derecho de cada lóbulo, sin embargo, de acuerdo con el Manual Merck, estas funciones trabajan con frecuencia en conjunto con otras partes del cerebro o el lóbulo opuesto. Tus lóbulos temporales están en el lado izquierdo y derecho del cerebro, donde están tus oídos, y se remontan a casi toda la base de la columna vertebral. Información de Reconocimiento Una de las principales funciones de los lóbulos temporales, es el reconocimiento de la palabra, el sonido y la información visual. Cuando el lóbulo temporal no está funcionando correctamente, tu capacidad para entender lo que dice la gente o para comprender la información visual se puede perder. Los lóbulos derecho e izquierdo trabajan juntos en este proceso. Los problemas con el lóbulo derecho, en particular, pueden causar problemas con el habla o la comprensión de la música. Información de los recuerdos Los lóbulos temporales juegan un papel importante en la memoria en relación con el recuerdo de información sobre los hechos. Funcionan un poco como los bancos de datos de piezas discretas de información, y la clasifican. El lóbulo temporal derecho juega un papel importante en el recuerdo de las canciones, la música o el arte. Experiencia religiosa Los investigadores han comenzado a especular que los lóbulos temporales pueden ser la parte del cerebro estimulada durante las experiencias espirituales o religiosas. El Dr. Vilayanur Ramachandran de la Universidad de California en San Diego ha postulado que los pacientes con epilepsia del lóbulo temporal parecen tener una alta sensibilidad a experiencias extraordinarias. El Dr. Melvin Morse, de la Universidad de Washington especula que el lóbulo temporal derecho con frecuencia está involucrado con otras experiencias inusuales. Ambos sostienen que la localización del punto de estas experiencias en el cerebro no es indicativa de cualquier manera de la autenticidad de la experiencia misma. SÍNDROMES TEMPORALES El lóbulo temporal tiene dos funciones básicas, una de ellas es la auditiva (con distribución tonotópica en función de la frecuencia del sonido) y la segunda radica en la estructuración del lenguaje (segmentación y secuenciación de fonemas, así como comprensión del mismo) (Casey, 1999). Topográficamente los lóbulos temporales se pueden dividir en cinco áreas corticales: - Corteza auditiva primaria. - Corteza auditiva de asociación. - Corteza temporal lateral de asociación supramodal. - Corteza temporal inferior de asociación visual. - Corteza temporal medial (límbica y paralímbica). La lesión localizada en cada área producirá una manifestación clínica diferente que se detalla en las tablas 4, 5 y 6. (Cytowik, 1996; Cummings, 2003; Devisnky, 2004; Peña-Casanova, 2007). Disfunción de los Lóbulos temporales. Los lóbulos temporales intervienen en el procesamiento del reconocimiento visual, la percepción auditiva, la memoria y las emociones. Los pacientes con una lesión unilateral adquirida del lóbulo temporal derecho habitualmente pierden agudeza para reconocer los estímulos auditivos no verbales (p. ej., la música). La lesión del lóbulo temporal izquierdo interfiere gravemente con el reconocimiento, la memoria y la formación del lenguaje. Los pacientes con focos epileptógenos en las zonas mediales límbico-emocionales del lóbulo temporal suelen presentar crisis parciales complejas caracterizadas por sensaciones o pensamientos incontrolables y por procesos autónomos, cognitivos o emocionales anómalos. Ocasionalmente, estos pacientes presentan alteraciones de la personalidad caracterizadas por falta de sentido del humor, religiosidad filosófica, obsesiones y, en el varón, disminución de la libido. AFASIA Defecto o pérdida de la función del lenguaje en el que la comprensión o la expresión de las palabras (o de los equivalentes no verbales de las palabras) están alteradas como consecuencia de una lesión o un proceso degenerativo de los centros del lenguaje en la corteza cerebral. La función del lenguaje reside fundamentalmente en el lóbulo temporal posterosuperior, el lóbulo parietal inferior, el lóbulo frontal inferolateral y las conexiones subcorticales entre estas regiones, generalmente situadas en el hemisferio izquierdo, incluso en personas zurdas. La lesión de cualquier parte de esta zona triangular extensa (p. ej., por tumor, traumatismo, infarto o degeneración) interfiere con algún aspecto de la función del lenguaje. La disartria (incapacidad para articular las palabras adecuadamente) resulta de la afectación de las vías motoras, no de la zona cortical del lenguaje. Las afasias receptivas (sensitivas) producen una disfunción de la comprensión de las palabras y de los símbolos auditivos, visuales o táctiles del lenguaje. Entre sus diferentes subtipos se encuentra la afasia de Wernicke, en la que el paciente utiliza palabras normales de forma fluida, generalmente incluyendo fonemas sin sentido, pero sin reconocer su significado ni sus relaciones semánticas. El resultado es un «revoltijo o ensalada de palabras». La alexia consiste en la pérdida de la capacidad para la comprensión del lenguaje escrito. Las lesiones de la circunvolución frontal inferior inmediatamente por delante de las áreas facial y lingual de la corteza motora (área de Broca) producen una afasia expresiva (motora), en la que la comprensión y la capacidad de conceptualización están relativamente conservadas pero hay una afectación de la capacidad para formar palabras y expresarse. Generalmente el déficit afecta al habla (disfasia) y a la escritura (agrafia o disgrafia), lo que causa en el paciente una gran frustración. La anomia, o incapacidad para denominar objetos (con conservación de la gramática y la sintaxis), puede ser de origen receptivo o expresivo. La prosodia (calidad del ritmo y énfasis que añade significado al habla) suele depender de la función de ambos hemisferios, aunque a veces sólo del dominante. Las lesiones cerebrales con extensión suficiente para afectar al lenguaje rara vez producen defectos puros, por lo que la afasia receptiva o expresiva aisladas son raras. Las lesiones fronto-temporales producen una afasia global (mixta) con déficit severo de la comprensión y de la expresión. Existen varias pruebas para el diagnóstico de la afasia (p. ej., el examen diagnóstico de afasia de Boston), pero generalmente es suficiente la valoración a la cabecera del enfermo. La expresión de las palabras no vacilante y fluida (afasia de Broca) implica una afectación del lóbulo frontal. La afasia de Wernicke indica una alteración del área del lenguaje a nivel temporal posterolateral y parietal inferior del hemisferio izquierdo. La anomia implica una lesión temporoparietal posterior. La afasia espontánea seudo-Wernicke, con incapacidad para la repetición del lenguaje oído, indica una interrupción de las vías que unen las áreas del lenguaje de los lóbulos frontal y temporal.