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Carrera: Ingeniería Agronómica Cátedra: Microbiología Agrícola Profesor: ABATE, Sergio Alumnas: ROSSO, Florencia. ROSS, Mariana Año: 2015 Introducción: En el siguiente informe describiremos la participación que tienen los microorganismos en los animales rumiantes que se caracterizan por tener el estómago dividido en cuatro, cada uno con diferentes funciones para el proceso de digestión de alimentos. Desarrollo A continuación se explicara brevemente las partes participante del sistema digestivo tomando a la vaca como ejemplo: BOCA Es el paso inicial del sistema digestivo ruminal, está protegido por labios que ayudan a retener el alimento cuando es masticado. Carece de dientes incisivos superiores y caninos. Poseen una almohadilla dental, que junto con los labios y la lengua comprime el alimento que es mezclado con saliva. SALIVA: los rumiantes posee distintos tipos de glándulas (parótidas, molares, bucales, palatinas, sublingual, submaxilar, labial, faríngea) pero se pueden clasificar según el tipo de secreción en mucígenas (humedece el alimento) y alcalígenas (es un buffer ya que mantiene el pH en un rango de neutralidad). Además la saliva contiene urea lo que permite mantener un nivel de nitrógeno más o menos constante en el rumen. La secreción salival de los rumiantes es muy abundante y variable. ESÓFAGO El bolo o alimento deglutido pasa junto con la saliva a la faringe que es un pasaje común a las vías respiratorias y digestivas y baja al estómago por el esófago. Este es un órgano tubular que une la faringe con el rumen. Está formado por 3 capas de las cuales la intermedia muscular, produce ondas que facilitan el traslado del bolo. Cuando éstas se relajan y se contraen, ayudan al movimiento del alimento. Retículo (redecilla): Está separada del rumen por el pliegue rúmino-reticular. Presenta una mucosa que se caracteriza por formar pliegues que dan origen a celdas poligonales en forma de panal. En la porción superior derecha se abre el cardias, que es donde se une el esófago y por donde entran los alimentos. En esa misma región se halla la gotera esofágica, consistente en un canal formado por dos pliegues que le permiten cerrarse y conducir alimentos líquidos directamente al estómago verdadero o cuajar. Esta gotera desemboca en el orificio retículo omasal y une la redecilla con el librillo. Este moviliza el alimento digerido hacia el rumen o hacia el omaso en la regurgitación del alimento después de la rumia. RUMIA: es la función característica del rumiante y consiste en la regurgitación de digesta del retículo a la boca. Entonces, el bolo llega al cardias, este se abre y el alimento entra al retículo. Finalmente se produce una contracción del saco ventral que empuja la digesta más líquida hacia arriba, mojando el alimento más seco, llevando los microorganismos, y al mismo tiempo lavando hacia abajo las substancias ya disueltas y las partículas más pequeñas. En la próxima contracción estas partículas serán llevadas al retículo y en la segunda contracción reticular, en que se abre el orificio retículo omasal pasaran al librillo. RUMEN Es el más grande de los estómagos, tiene una capacidad de llegar a más de 200 litros en vacunos. En su interior presenta pliegues o pilares que los dividen en cinco sacos (dorsal, anterior, ventral, ciego dorsal y ciego ventral), y está rodeado por una capa muscular que es la que produce las contracciones. Sirve de almacenamiento de alimento. Retiene partículas largas de forrajes que estimulan la rumiación. OMASO (librillo) Es el tercer estómago de los rumiantes, más aplanado, situado oblicuamente al lado derecho del abdomen entre el hígado y el saco derecho de la panza, se pueden distinguir dos caras, una mira hacia el hígado y al diafragma y la otra posteriormente al saco derecho de la panza. El orificio del librillo que corresponde al cuajo es redondo y deja paso libre a las materias que han de depositarse en el cuarto estómago. Las membranas que constituyen esta cavidad son idénticas a las de los demás estómagos pero con la diferencia de que la interna produce las láminas y la base de los bordes dentellados se debe a la membrana carnosa. Este sirve para contener los alimentos que tienen que sufrir los últimos procesos para ser completamente digeridos. Retiene las materias fibrosas que no han sido suficientemente masticadas las reduce y empapa de los líquidos que las hace cambiar de naturaleza para la quimificación. ABOMASO (cuajar): Es el cuarto y último estómago. Secreta la rennina - cuya variedad artificial se denomina cuajo, y que se utiliza en la producción de queso. Se ubica a lo largo del eje ventral. Es un estómago secretador de ácido clorhídrico(HCl) y las enzimas pepsina y renina. Principalmente interviene en la hidrólisis ácida de los microbios y proteínas dietarias, preparando a dichas fuentes de proteínas para su posterior digestión y absorción en el intestino delgado. Posibles problemas del abomaso: Un abomaso lleno de gas se puede desplazar a posiciones diferentes de la normal, pudiendo identificarse dos condiciones diferentes: Si el abomaso se desplaza hacia la derecha, corre el riesgo de ser torsionado. Un abomaso desplazado puede dar como resultado algunos o todos de los siguientes síntomas en las vacas: pérdida de apetito, disminución de las contracciones del rumen, disminución del mascado del bolo alimenticio y descenso en la producción de leche. Aunque un desplazamiento no representa un riesgo inmediato para la vida, se requiere la atención de un veterinario para su corrección. La abomasitis (inflamación del abomaso) es una enfermedad relacionada con el abomaso relativamente rara pero grave, cuyas causas se desconocen. Población microbiana participante: BACTERIAS Cada mililitro de contenido ruminal alberga alrededor de 10 000 a 50 000 millones de bacterias, siendo estos los microorganismos más abundantes. Las bacterias se encuentran en una gran variedad de géneros y especies por lo menos 28 especies funcionalmente importantes, las cuales se agrupan de acuerdo a su actividad. La mayoría de las bacterias son anaerobias estrictas, que no pueden sobrevivir en presencia de oxígeno, sin embargo también se encuentran presentes organismos facultativos. BACTERIAS CELULOLÍTICAS: Las bacterias ruminales pueden hidrolizar la celulosa y metabolizar los azúcares solubles producidos. Los productos finales del metabolismo microbiano, así como la síntesis de proteína microbiana son el resultado de varios factores: características físicas y químicas del alimento, fisiología del aparato digestivo del rumiante y composición de la flora microbiana del rumen. Las especies de bacterias más importantes que degradan la celulosa son: Ruminococcus flavefaciens, Ruminococcus albus, Bacteroides succinogenes y Butyrivibrio fibrisolvens. Bajo determinadas condiciones, especies como Eubacterium cellulosolvens, puede constituir la bacteria celulolítica más importante en el rumen. Cuando los animales consumen dietas ricas en forrajes se descubre un elevado número de estas bacterias celulolíticas, aunque también aparecen con algunas dietas ricas en cereales. Estas bacterias se desarrollan mejor en condiciones de pH de 6-6,9. BACTERIAS HEMICELULOLÍTICAS Y PECTINOLÍTICAS: Las bacterias hemicelulolíticas del rumen son: Butyrivibrio fibrisolvens, Bacteroides ruminícola y Ruminococcus spp. La mayoría de las especies predominantes de ruminococcus celulolíticas, degradan y utilizan con eficacia la hemicelulosa. Las principales bacterias que degradan la pectina son también Butyrivibrio fibrisolvens, Bacteroides ruminicola y Lachnospira multiparus. Otras bacterias pectinolíticas incluyen Succinivibrio dextrinosolvens, Treponema spp. y Streptococcus bovis. B. fibrisolvens, poseen una enzima extracelular pectinolítica que es una exopectato liasa. Esta enzima divide la cadena de pectina en su extremo terminal. Otras bacterias pectinolíticas del rumen poseen endopectato liasa, que efectúa la rotura al azar a lo largo de la cadena de pectina. BACTERIAS AMILOLÍTICAS: Las principales bacterias amilolíticas son Bacteroides. amylophilus, Streptococcus bovis, y Bacteroides ruminícola Succinivibrio dextrinosolvens; estas bacterias suelen predominar en el rumen, cuando se consumen dietas ricas en almidón y cuando el pH es acidos (5,5-6). BACTERIAS QUE UTILIZAN AZÚCARES SIMPLES: Todas las bacterias del rumen que degradan carbohidratos complejos son capaces; asimismo; de fermentar algunos azúcares simples. R. flavefaciens puede fermentar la glucosa aunque pueden utilizar celobiosa de forma eficiente. Disponen de un enzima, celobiosa fosforilasa, que fermenta la celobiosa en lugar de la glucosa. Treponema briyantii se asocia a especies celulolíticas del rumen y estas espiroquetas utilizan algunos de los azú- cares y celulo-dextrinas que se liberan durante la degradación de la celulosa. Lactobacilus vitulinus y L.ruminus, se han identificado como fermentadores de azúcar en el rumen. Estos fermentadores de azúcares aparecen cuando se consumen dietas ricas en cereales o forrajes jugosos que contienen elevadas concentraciones de azúcares. BACTERIAS QUE UTILIZAN ÁCIDOS INTERMEDIOS: estas se encargan de realizar la fermentación secundaria de los productos finales de otras bacterias del rumen. Entre estos ácidos se incluyen lactato, succinato y metanoato. El lactato puede ser fermentado hasta acetato, propionato o ácidos grasos de cadena más larga por bacterias como la Megasphaera elsdenii y Selenomonas ruminantium. El intercambio del lactato aumenta con el consumo de cereales generando el aumento de bacterias. El succinato es el principal producto final de muchas bacterias importantes del rumen incluyendo especies celulolíticas. Este es convertido en propionato y CO2 por S. Ruminantium, Veillonella alcalescens, Anaerovibrio lipolytica y Propionibacteria. El metanoato es usado como un precursor para la producción de metano por Methanobrevibacter ruminantium. BACTERIAS PROTEOLÍTICAS: incluyen Bacteroides amylophilus, B. ruminicola, algunas cepas de Butyrivibrio fibrisolvens y Streptococcus bovis. Estudios practicados, con inhibidores específicos, indican que en el rumen aparecen al menos tres tipos de proteinasas microbianas (cisteína-proteinasa, serina-proteinasa y metalo-proteinasa). Muchas de estas especies bacterianas disponen también de exopeptidasas, para una posterior descomposición de oligopéptidos hasta aminoácidos y péptidos de cadena más corta. B. ruminicola precisa oligopéptidos o amoniaco para crecer. BACTERIAS PRODUCTORAS DE AMONÍACO: La producción de amoniaco mediante la desaminación de aminoácidos es realizada por Bacteroides ruminicola, Megasphaera elsdenii, Selenomonas ruminantium y unas pocas especies de Butyrivibrio. En general, el amoniaco es más importante como fuente de N para aquellas bacterias del rumen que digieren carbohidratos complejos en lugar de azúcares sencillos. El amoniaco se obtiene también de la hidrólisis de la urea. BACTERIAS LIPOLÍTICAS: Los lípidos son metabolizados activamente por la Anaerovibrio lipolytica hidroliza triglicéridos y fosfolípidos para liberar glicerina y tres ácidos grasos. La lipasa de esta bacteria es extracelular y va unida a la membrana. Galactolípidos, fosfolípidos y sulfolípidos, que se descubren en los forrajes, son hidrolizados por un Butiryvibrio spp. La hidrogenación de los ácidos grasos insaturados de cadena larga por las bacterias del rumen es responsable de la composición relativamente constante de la grasa corporal de los rumiantes y de las concentraciones elevadas de ácidos grasos infrecuentes en la grasa de su leche. BACTERIAS PRODUCTORAS DE METANO: estas son encargadas de la regulación de la fermentación total al eliminar H2 gaseoso. La reducción de CO2 con H2 gaseoso es el método primario por el cual se produce CH4 en el rumen. Sin embargo, suele aparecer Methanosarcina barkerii, un germen metanógeno que utiliza metanol, metilamina y acetato para producir CH4. Al mantener baja la concentración de H2 en el rumen mediante la formación de CH4, las bacterias metanógenas promueven el crecimiento de otras especies bacterianas en el rumen y permiten una fermentación más eficaz. Las bacterias metanógenas incluyen: Methanobrevibacter ruminantium, Methanobacterium formicicum y Methanomicrobium mobile. PROTOZOARIOS La población de protozoarios en el rumen es menor a la de las bacterias, encontrándose en concentraciones de 1 millón por ml de contenido ruminal, aunque su número es menor en comparación con las bacterias, estos microorganismos tienen un mayor volumen individual, dando lugar a una masa celular de protozoarios semejante a la masa de las bacterias. Si bien la mayoría de los protozoarios son ciliados (adhesivos), existen también protozoarios flagelados (móviles). Los protozoarios consumen y metabolizan azúcares solubles, hidrolizan bacterias para utilizarlas como sustrato logrando con esto limitar el crecimiento bacteriano. Los principales géneros de protozoarios que se encuentran en el rumen son Isotrich, Dasytricha y Diplodinium. Un papel particularmente importante de los protozoarios, es su capacidad para frenar la digestión de los sustratos que se fermentan con rapidez, como el almidón y algunas proteínas. Esto es posible ya que los protozoarios engloban al almidón y a las proteínas almacenándolos y protegiéndolos de la acción bacteriana. HONGOS Los flagelados poseen zoosporas móviles y colonizan regiones dañadas de los tejidos vegetales en las 2 horas de la ingestión, en respuesta a materiales solubles. En las 22 horas más del 30% de las partículas mayores se ven invadidas por rizoides. Su rol principal es facilitar la desaparición de la pared celular de la célula vegetal. Se han identificado especies de 4 géneros: Neocallimastix, Caecomyces (Sphaeromona), Pyromyces (Phyromonas) y Orpinomyces. Su ciclo de vida implica un cuerpo fructificante (esporangio) originado a partir de una zoospora móvil que se adhiere a las fibras y desarrolla esporangios y filamentos rizoidales, que penetran la matriz lignocelulósica, donde actúan las enzimas. Los hongos liberan un complejo celulósico más soluble que el de las bacterias y atacan partículas rugosas a las que fermentan más rápidamente que las bacterias. Alimento altamente molido o concentrado presenta menos hongos. Los hongos producen AGV, gases y trazas de etanol y lactato Fermentación microbiana del rumen ac. acetico AGV hidtratos de C (celulosa) ac. butirico ac. propionico Gases metano En este proceso podemos decir que la participación microbiana en el rumen ayuda a generar la degradación de los alimentos, más bien dicho los carbohidratos, hasta originar como producto al AGV (ácidos grasos volátiles) o la producción de diferentes tipos de gas, a partir de la celulosa. A los ácidos grasos volátiles, se los consideran volátiles por la capacidad que tienen de traspasar la membrana del rumen. Los productos resultantes del proceso fermentativo dependen, en parte, del tipo de microorganismo presente en el rumen, ya que los compuestos que algunas bacterias tienen como producto finales pueden ser utilizados por otros para su metabolismo. Sin embargo, los que resultan más importantes son el ácido acético, el propionico y el butírico, entre otros AGV, además el láctico, el etanol, el metano, C2O, H, entre otros. El gas metano es eliminado por el rumiante a través de eructos, en caso contrario, de no ser eliminado, podría originar el mal estar e incluyo la muerte del animal, por eso se debe tener un buen manejo con la alimentación. El ácido acético y butírico, son trasladado hasta el hígado, donde participan en la sintetizacion de las proteínas para animal. Con respecto al ácido propionico es encargado de la síntesis de la glucosa y glucógeno que es utilizado como abastecimiento de energía. En caso de ser animal femenino se originan los ácidos lácticos como fuente de reserva para la preñez o en fines productivos para la producción de leche en tambo. Conclusión Se podría decir que el sistema digestivo del rumiante actúa conjuntamente con los microorganismos, ya que, estos ayudan a degradar moléculas complejas extraídas de los alimentos en moléculas más simples en las cuales el animal las usara como fuente de energía. Si al animal se le cambiara bruscamente la dieta podría generar problemas para su salud, debido a las diferentes poblaciones que presenta su organismo, es decir, que si a un animal se mantiene a un tipo de pasto en su sistema tendrá una mayor población de microorganismos para la degradación del pasto y una menor población para granos. Se recomienda que a la hora de cambiar la alimentación del animal sea lentamente, para evitar pérdidas generadas por la salud del animal.