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Nuevas oportunidades en el sector de la construcción en Polonia Después del fin de la burbuja inmobiliaria en el sur de Europa y la fuerte recesión económica que experimenta todo el continente, Polonia ha sido un destino obligado para muchas empresas de la construcción que por mera supervivencia o por una acertada visión de negocios han sabido aterrizar con éxito en la ex república socialista. Polonia, con una población de 39 millones de habitantes en el que el 53% de la población tiene menos de 35 años, ha sabido resistir los envistes de la crisis económica mundial brindando un escenario de estabilidad política y fiscal a las empresas extranjeras. No es mi opinión personal como jurista ya que la Comisión Europea es unánime al considerar que Polonia cuenta con unas espectaculares perspectivas de crecimiento para la próxima década y además todas las consultorías de negocio indican que Polonia es el segundo país más atractivo para invertir en Europa. En este sentido Polonia se posiciona en términos de inversiones por delante de países mucho más ricos como Reino Unido y Francia. En particular la economía polaca es la séptima a nivel europeo y en general Europa Central es la zona de Europa idónea donde implementar la base de operaciones de una empresa de construcción ambiciosa. Los datos señalan que la inversión española y latinoamericana en Polonia se elevó significativamente con respecto al año anterior. Un sondeo presentado por la Agencia de Información e Inversión Extranjera Polaca demuestra que los inversores extranjeros que decidieron entrar en Polonia no se arrepintieron de su decisión. En un ranking de países atractivos para realizar inversiones, Polonia obtuvo cuatro puntos de los seis posibles, obteniendo la máxima puntuación de entre todos los mercados de la Unión Europea a la pregunta relativa a si el empresario escogería el mismo país para invertir de nuevo. El prestigioso periódico Financial Times el pasado 5 Junio de 2012 recogió que “Polonia es el éxito económico más llamativo en la Unión Europea. Es el único país que no cayó en la recesión de 2009 y experimenta el crecimiento más rápido de PIB de la unión, mientras el gobierno de Donald Tusk disfruta de una curiosa estabilidad política”. Le Figaro el pasado 7 de Marzo de 2012 recogió en sus páginas que: “Polonia es ya el campeón de Europa. En términos de crecimiento económico. El crecimiento del PIB para el 2011 fue del 4.3%, casi tres veces más la media de los 27 (1.5 %)”. Por otra parte La Republica recogió el pasado 1 de Junio de 2012 que: “Polonia es la Corea del Sur de Europa, su economía se mueve más rápido que la locomotora alemana”. Die Welt el 8 de Junio de 2012 dijo: “Polonia permanece, a pesar de la crisis, como el campeón del crecimiento económico. El presupuesto del Estado se ha doblado en la última década”. Tras este breve recorrido por el abanico de opiniones vertidas por prestigiosos analistas extranjeros no cabe duda de que Polonia es un país que va a experimentar un considerable crecimiento en los próximos años por lo que las probabilidades de una empresa de construcción de compartir dicha pendiente positiva son muy elevadas. Polonia es un país joven que se construye día a día, donde las empresas de construcción que atesoran una alta y muy cualificada experiencia dentro del mundo de la obra civil pueden jugar un papel significativo en la ya de por sí próspera economía del país. En el sector tenemos que destacar que Polonia ha sido dotada con un plan de subsidio europeo para el periodo 2007-2013 valorado en 67.300 millones de euros y dirigido al campo de las infraestructuras fundamentalmente. Como experto me gustaría aclarar que hay que ser conscientes de que cuando hablo de Polonia hablo sin duda de la llave que abre la puerta de los negocios de toda Europa Central por lo que entendemos que una empresa de la construcción bien posicionado en el mercado de la construcción polaco tiene todas las referencias necesarias para conseguir contratos de gran volumen en países vecinos como Hungría, República Checa o Eslovaquia. Eso si, conviene admitir del mismo modo que Polonia es el motor económico de todas estas nuevas repúblicas europeas ya que el presupuesto del que goza el ejecutivo polaco es considerablemente superior al de sus vecinos. En los próximos años va a haber grandes proyectos estrella dentro de Polonia. El sector ferroviario polaco es una de las áreas más prometedoras por el aumento de la demanda y por unas infraestructuras muy anticuadas de cerca de 23.000 kilómetros. Conviene señalar que ya en el periodo que va del 2011 al 2012 se invirtió en este 2.350 millones de euros. Entre los proyectos a corto plazo más atractivos sobresale el proyecto de modernizar 377 kilómetros de líneas y adquirir material ferroviario por valor de 3.600 millones. Además, para el periodo que va del 2014 al 2020 Polonia tiene previsto desarrollar la línea de Alta Velocidad entre Varsovia, Lódz, Wroclaw y Poznan con una inversión de 6.000 millones de euros y otros 900 millones destinados a comprar el material rodante necesario para esta vía. En este sentido me gustaría sugerir que la experiencia de empresas españolas y latinoamericanas en proyectos similares podría contribuir significativamente a que estas tengan posibilidades reales de estar presentes en dichos proyectos. Polonia ofrece en los próximos 5 a 10 años grandes oportunidades para las empresas de construcción. Según consultoras de reconocido prestigio, el sector de la construcción crecerá, según las previsiones, un 3,2% en los próximos años. Otros estudios más optimistas elevan este porcentaje al 4,1%. Nadie señala una desaceleración de este sector para un futuro cercano en Polonia. Es innegable que desde la caída de la Unión Soviética y la restauración del capitalismo en Polonia, el país no desarrolló ningún significativo volumen de obras en términos de edificación de residenciales o red de comunicaciones. Lo que es más, en la década de los noventa Polonia no invirtió ni un 0,7% en obra pública por lo que la herencia de la época socialista en cuanto a edificaciones e infraestructuras fue la única que brindó desarrollo al país durante cerca de dos décadas. La imposibilidad material de que la herencia de infraestructuras realizadas por los comunistas pudiera seguir cubriendo las necesidades del país dos décadas después ha hecho que el país cambie su política económica y comience a modernizarse. Hoy el país ha recomenzado a modernizarse desde la última década. La más que deficiente red de autopistas, unido a una infraestructura de tren obsoleta y a un aumento de la demanda de usuarios de la red de transporte pública han hecho que más del 40% de los Fondos Europeos destinados a Polonia en 2012 y 2013 sean destinados al desarrollo de carreteras y líneas de tren. Durante el 2010 la construcción de la red de infraestructuras ascendió más del 7%, fundamentalmente impulsado por el hecho de la composición de un programa gubernamental para establecer una nueva red de carreteras que canalizaría todo el transporte de mercancías terrestre. Hasta el 2015 los proyectos más significativos de construcción de carreteras van a ser: la autopista A1 que va desde Gdansk hasta Gorzyczki, la autopista A2 que va desde la frontera alemana hasta Varsovia y las autovías S1, S2, S3, S5, S7, S8, S17, S19 y S69. Hoy están en obras cerca de 1400 kilómetros de vías nacionales. Existen proyectos en marcha como el de la autopista A2 VarsoviaLodz que resultan bastantes atractivos y otros en ciernes como el de la construcción de la segunda vía de metro de Varsovia que obtendrá un presupuesto entre el 2014-2020. Por otra parte hay estudios que indican que las ampliaciones de las instalaciones de los 13 aeropuertos polacos existentes va a ser indispensable en los próximos años. También se habla de nuevos aeropuertos como el de Kielce. Como asesor legal y de desarrollo de negocios de muchas empresas españolas y latinoamericanas en Europa Central, me gustaría señalar que las empresas de la construcción deben sacar una lección de lo ocurrido en lugares como España y plantear su internacionalización apoyándose en las sólidas oportunidades de negocio que ofrece hoy el mercado polaco. Hoy las oportunidades son excelentes para las constructoras extranjeras, Polonia es un país en construcción. José Herrera Es abogado especializado en derecho corporativo internacional en la oficina de Varsovia de TGC Corporate Lawyers. TGC Corporate Lawyers ul. Hrubieszowska 2 01-209 Varsovia, Polonia T: +48 22 295 3318 E: jherrera@tgc.eu