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SUICIDIO INTRODUCCION El suicidio ha existido en todas las sociedades desde la antigüedad. En algunos países el suicidio se tomaba como un rito. Por ejemplo en el Japón antiguo tomaban el suicidio como un medio para limpiar la honra y en la India como sacrificio por amor. En el occidente actual, ante el continuo avance de la sociedad y las presiones que este conlleva, el hombre toma al suicidio como una posibilidad de elección, a diferencia de la época medieval donde se aterraba ante el solo pensamiento del mismo y donde buscaba un tiempo de arrepentimiento, una comunión con Dios. En general podemos afirmar que el hombre antiguo daba un mayor significado a su vida que el hombre de actual. En el presente trabajo monográfico nos intentaremos aproximar los aspectos más estudiados del suicidio, así como las tendencias más aceptadas sobre el mismo, las formas en que se manifiesta y que evaluaciones y tratamientos se han desarrollado para detectarlo y combatirlo. Lo que nos ha movido a investigar este tema es la constante preocupación que nos genera la continua y aparentemente imparable manifestación del suicidio en nuestra sociedad, así como la de despertar conciencia sobre este hecho terrible pero prevenible. Exhortación:Se calcula que para el 2020, de seguir así las víctimas podrían ascender a 1,5 millones. Observandouna realidad más cercana, en Lima Metropolitana el promedio de suicidio representa el 8% de las muertes violentas. Asimismo se observada en varones en relación de 2 a 1con las mujeres. Capítulo I Generalidades 1.1 Definición El termino suicidio designa la acción de autoeliminación del individuo, debido a factores psicológicos o psicopatológicos. En la actualidad, el índice de suicidios en el mundo está en aumento debido mayormente a las presiones que soporta la persona y a la falta de comprensión y aceptación de las diversas sociedades en las que se desenvuelve. La estabilidad emocional y la capacidad para sobrellevar situaciones de estrés y dolor son vitales para evitar esta situación. La palabra suicidio tiene sus raíces en dos términos latinos: Sui (a sí) y Cidium (acto de matar). El fenómeno suicida comprende la ideación suicida (pensamiento) y el acto suicida en sí, esto es, suicidios fallidos y suicidios consumados (Gutiérrez, 2006). 1.2 El Suicidio en la historia El suicidio ha aparece en todas las sociedades desde los tiempos más remotos, sin embargo a lo largo de la historia ha variado la actitud de las sociedades hacia este acto, sus formas y frecuencia. En Oriente el suicidio ha jugado un papel muy diferente al occidental. Durante siglos ha sido considerado un acto de gran valor y honra por diversas culturas. En China había formas legalizadas de suicidio por derrotas militares o delitos. En el Japón feudal, el suicidio era utilizado para limpiar la deshonra por no haber podido cumplir con un papel determinado en la sociedad y en la India las viudas sin hijos se inmolaban en las piras funerarias de sus maridos, Artiles (2003). Según Andrés (2003) en Occidente, cuando el hombre de hoy habla de su muerte, piensa que si le fuera dada la capacidad de escoger, escogería una muerte súbita, sin dolor, como un leve sueño. En cambio, el hombre del Medioevo se sentiría aterrado de ello, porque se consideraba pecado; por eso el hombre de la Edad Media prefería un tiempo de arrepentimiento y de balance de sus deudas con Dios y con los hombres. El suicidio comenzó a ser considerado pecado en el siglo IV con San Agustín, porque viola el sexto mandamiento, usurpa la función del Estado y la Iglesia y evita el sufrimiento que ha sido ordenado por Dios. El alma del suicida era condenada al infierno por toda la eternidad. En Europa occidental la Iglesia cristiana sacralizó la muerte, la domesticó, integrándola en un sistema de ritos y creencias que la convertían en una etapa más del destino final de cada ser humano. La Iglesia Católica rechazaba al suicida y se le negaba la sepultura en el campo santo. En Europa degradaban el cadáver arrastrándolo por las calles cabeza abajo con una estaca atravesando el corazón y una piedra en la cabeza para inmovilizar el cuerpo y para que el espíritu no regresara a dañar a los vivos. En el siglo XV, Castilla, Aragón, Florencia, Francia, Reino Unido, Milán, Venecia y Portugal sancionaban el suicidio, rematando incluso a los muertos suicidados. Según Andrés en Castilla y Aragón la práctica se recoge en una constitución de 1497, cuando un pastor almeriense se suicidó porque le despidieron, y fue rematado en Córdoba en 1498. En la Inglaterra anglicana de 1800 el cuerpo del suicida era castigado por la justicia públicamente siendo arrastrado por el suelo y estaqueado en el cruce de los caminos, sus bienes confiscados y la viuda desheredada y deshonrada. Solo se aceptaba el caso del soldado vencido que se suicidaba por honor. Fue a partir del siglo XIX que la sociedad rechazó aquel paradigma medieval. La muerte fue liberada y pasó al dominio privado, el cadáver era velado en la casa, sepultado en familia, y en ese sentido la muerte pasó a depender cada vez más de la voluntad del individuo. 1.3 El Suicidio en el Perú y el Mundo Actual Según la Organización Mundial de la Salud (2004), el suicidio representa el 1,4% de morbilidad a nivel mundial, es decir, aproximadamente un millón de victimas al año. Las mayores incidencias se dan en Europa del este y las menores en América latina y en los países musulmanes. La OMS señala que las tasas de suicidio aumentan conforme la edad, aunque últimamente se ha registrado una mayor incidencia entre jóvenes de 15 a 25 años. A excepción de las zonas rurales de China, se suicidan más hombres que mujeres. Se calcula que de seguir la tendencia, para 2020 las víctimas podrían ascender a 1,5 millones. En el Perú la incidencia de intentos suicidas es mayor en la costa, seguido por la sierra y finalmente la selva. 1.4 MARCO TEÓRICO 1.4.1 Teoría Biológica Salazar (2011; véase en Ramírez, 2011) nos presenta el suicidio desde una perspectiva biológica, el suicidio está ligado a nuestro vínculo con otros seres vivos. William Hamilton propuso en 1964 la teoría de la selección por parentesco que explica como algunas especies de animales aumentan su eficiencia biológica, ayudando a que los genes de su progenie aumenten, no en relación a su reproducción directa, sino a través de la de sus congéneres con quienes compartan una gran similitud genética. Dentro de estos comportamientos tenemos el de las abejas (que mueren trabajando o defendiendo su colmena) o el de las obreras del abejorro (que cuando son parasitadas se alejan del grupo a fin de evitar contagiar a sus congéneres y mueren solas) etc. Salazar explica que en la especie humana también encontramos casos que operan bajo el mismo principio descrito por Hamilton. Por ejemplo, el caso de los kamikazes japoneses en la segunda guerra mundial o el sacrificio que hace un padre o hermano por salvar a algún familiar cercano, muriendo en su lugar. Sin embargo, en el hombre existe la importante variable de la cultura que transforma este hecho en un acto altruista. En el caso de la influencia de la depresión leve-moderada en la actitud suicida, esta puede ser entendida desde un punto biológico al servir como alerta para avisar de un problema en el individuo, tal y como sucede en otras especies animales, facilitando de esta manera una ayuda oportuna. 1.4.2 Teorías Sociológicas Durkheim (1982; véase en Pulido et al. 1990), representante de la teoría sociocultural, considera los hechos sociales deben ser estudiados como realidades exteriores al individuo. Así pues, considera que no es el individuo quien se suicida, sino es la sociedad quien lo hace a través de ciertos individuos. Esto se da por perturbaciones en la relación individuo-sociedad. Determina 4 tipos de suicidio: Egoísta: Se da cuando se produce una desintegración de la estructura social, produciendo un exceso de individualización. Altruista: El yo no forma parte del individuo, se confunde con lo externo. Anónimo: Se da cuando hay una distorsión de los valores sociales, llevando al sujeto a una falta de sentido de vida. Fatalista: Se da debido a una excesiva reglamentación, lo que limita totalmente su futuro. 1.4.3 Teoría Teológica Matallana ( 2010; véase Ramírez, 2011) en Aborda el tema del suicidio desde una perspectiva existencial, en la generación de un sentido de vida sólido y estable, no basado en circunstancias temporales como el dinero, el poder, los estereotipos de belleza, etc. El sentido nos lo brinda nuestra libertad. Según Matallana, la teología es una ciencia que estudia el sentido, aquello que nos mueve en la vida observado desde un punto de vista religioso. La sociedad actual solo busca el poder material, lo que genera exclusión y pobreza, genere pues un vacío existencial que lleva a muchos a la autoeliminación o a una vida mecánica (muerte en vida). 1.4.4 Teoría de los Constructos Personales Kelly (1961; véase en Clemente y Gonzales, 1996) nos explica que el ser humano crea construcciones de la realidad para poder explicársela, sin embargo, estas no obedecen a la realidad en sí, sino a la forma como el individuo percibe el mundo. El hombre utiliza estos constructos para predecir el futuro y a través de ello validar (dar valor a las experiencias cotidianas) nuestro esquema del mundo. El problema radica cuando se da una crisis en la confrontación entre la realidad y nuestros constructos, lo que nos lleva a una crisis que puede acabar ya sea en la reconstrucción de nuestros esquemas o en el peor de los casos en la autoeliminación. Para Kelly existen dos condiciones límites: El realismo y el Indeterminismo. El primero hace referencia a que en cierto punto, todo se lleva a cabo tal y como suponemos que lo hará, generando una situación de hastío y aburrimiento. La segunda es todo lo contrario, cuando se nos hace imposible predecir, en menor o mayor grado, los acontecimientos. 1.4.5 Teoría de la Indefensión Aprehendida La teoría de Seligman (1975; véase en Clemente y Gonzales, 1996) se basa en la continua no correlación entre los objetivos y los logros, lo que genera en el individuo una sensación de ingobernabilidad, lo que puede degenerar en un sentimiento de indefensión. Seligman explica que existen dos niveles de indefensión: Universal y Personal. La primera es aquella en la que el individuo ve algo como imposible, más no solo para él, sino para todos. En el segundo caso, la persona percibe el hecho como algo incontrolable solo para sí mismo. Si el sentido de indefensión personal se intensifica y prolonga, el individuo entra a un nivel depresivo total (cognitivo, emotivo y volitivo) que lo lleva a generar un serio déficit a nivel de autoimagen y llega a un punto en que la autoeliminación se ve como una solución a su deterioro emocional. 1.4.6 Teoría Cognitiva- Mediacional- Psicodinámica Para Casullo et al. (2000) el suicidio, más específicamente en adolescentes, se explica en base a determinados factores: Primero: El sujeto integra un sistema social específico (familia) que le incorpora nociones, valores y significaciones sobre la vida y la muerte, que operan tanto a nivel consciente como inconsciente. Segundo: El sujeto tiene diversas experiencias vitales, las cuales interpreta en base a su contexto socio-cultural e histórico y a las posibilidades de su sistema neurobiológico. Casullo et al. explican que los comportamientos concretos relacionados con el suicidio se vinculan con factores concurrentes (historia personal y social, factores neurobiológicos, etc.) y precipitantes (estrés situacional, dificultad o incapacidad para resolver problemas, falta de estrategias de afrontamiento, etc.). 1.4.7 Teorías Psicoanalíticas Para Freud (1915; véase en Clemente y Gonzales, 1996) el suicidio tiene su origen en la lucha entre los instintos de vida (Eros) y muerte (Thanatos), donde el segundo prevalece. La persona hace propios rasgos y características del mundo que los rodea a fin de construir el ego (conciencia) y el superego (marco moral y ético). El problema se inicia cuando el individuo genera un deseo de matar a una persona fuertemente ligada a él a nivel emocional, lo cual deriva en un sentimiento de culpa y lo lleva a dirigir hacia sí mismo el deseo de autoeliminación. Los mecanismos de autodefensa activados por el ego y el superego (proyección, sublimación e introyección) le impiden orientar tal impulso destructivo de otra manera. Freud también nos hace referencia al Principio de Nirvana, el cual se encuentra en contraposición con el Principio de constancia (intentos por mantener un nivel de excitación al un mínimo constante). El Principio de Nirvana designa a la tendencia radical de la eliminación del placer. Este principio, junto al Principio de las pulsaciones de muerte (Thanathos), dirige al individuo a buscar la paz, al aislamiento y hasta la autodestrucción (Laplanche, 2004) Menninger (1938; véase en Clemente y Gonzales, 1996) aporta a la teoría psicoanalista con el planteamiento de 3 etapas en la conducta suicida: · El deseo de matar: Son impulsos cristalizados de la agresividad primaria. · El deseo de ser matado: Modificación de la agresividad primaria en la que intervienen sentimientos de culpa y castigo. · El deseo de morir: Búsqueda de reposo y/o alejamiento de situaciones de conflictivas. De Rado (1951) en Rodríguez (1990) señala: Los estados de depresión implican una adaptación de dependencia. El repliegue interior de la ira del paciente se interpreta como el deseo insatisfecho de depender de alguien. También señala la naturaleza expiatoria de la ira dirigida contra sí mismo, su mal encausado propósito adaptativo de reparación y de la esperanza del sujeto de ser perdonado y reconciliarse con el objeto de su frustración (p.2-6). 1.4.8 Teoría de la Auto Invalidación Linehan (1993; véase en Ellis, 2008) explica que las predisposiciones conductuales biológicamente basadas también pueden llevar al suicidio de manera indirecta. Dentro de la teoría social del aprendizaje esta el principio del “determinismo reciproco”, según el cual el ambiente y el individuo se adaptan e influyen uno al otro en un proceso transaccional. Hay evidencias de que eventos traumáticos y condiciones extremas del medio pueden modificar estructuras neurales como el sistema límbico, lo que incrementa la vulnerabilidad emocional. Basándose en este principio, Linehan explica que la auto invalidación se desarrolla cuando los individuos aprenden a desconsiderar, criticar y castigarse a sí mismos y a sus emociones al observar a otros que han sido invalidados de igual manera. Los suicidas crónicos reportan invalidación crónica permeable durante la infancia, esto es, una incomunicación entre sus emociones y conductas. Sin embargo, es el abuso la forma más dañina de invalidación, especialmente cuando el individuo es culpado del mismo. Muchos estudios indican una fuerte relación entre el suicidio y las altas tasas de abuso sexual, físico y emocional durante la niñez y la adultez. La auto invalidación, el auto castigo, las auto heridas y las conductas suicidas son clases de comportamiento que se refuerzan por las reacciones de otras personas. Los intentos de suicidio mayormente están seguidos por grandes cambios en el ambiente, lo que puede reforzar la conducta suicida o crear expectativas positivas. 1.5 Tipos de suicidio Durkheim (1998), plantea tipos de suicidio desde el punto de vista social: El suicidio egoísta El suicidio altruista El suicidio anónimo El suicidio fatalista 1.5.1 El Suicidio Egoísta Los hombres o las mujeres tienden más a quitarse la vida cuando piensan esencialmente en sí mismos y cuando no están integrados en un grupo social. Generan un sentimiento de apatía, escepticismo y melancolía. 1.5.2 El Suicidio Altruista Cuando el individuo está integrado fuertemente en la sociedad y pierde su individualidad hasta el punto de poder morir por ella. Se subdivide a su vez en: Obligatorio, por un sentimiento de deber. Facultativo, el sujeto tiene el sentimiento del deber pero no lo impone la sociedad. Agudo o suicidio místico. 1.5.3 El Suicidio Anónimo El individuo busca su continuidad en la sociedad a través de múltiples esfuerzos, es decir, posee afán de inmortalidad; sin embargo, al no ver cumplidas sus expectativas, genera un sentimiento de irritación, hastío y recriminaciones violentas contra la vida y/o contra alguna persona específica. 1.5.4 El Suicidio Fatalista Se caracteriza por la presencia de una excesiva reglamentación en la vida del sujeto, cuyo futuro esta, de esta manera, implacablemente limitado e inflexible. 1.6 Formas de Suicidio Según Moron (1980), las estadísticas oficiales facilitan datos sobre las formas o métodos de suicido, que evolucionan con el tiempo y que en cierta medida corresponden con los medios que el suicida tiene a su alcance. Por ejemplo, a principios de siglo la posibilidad de utilizar las instalaciones de gas influyó considerablemente en las estadísticas y en los últimos años han sido los sedantes y somníferos los que han captado la atención en los suicidas en potencia.Moron señala que las diferentes formas parecen guardar relación hasta cierto punto con la determinación de quienes comenten el acto suicida. Los hombres prefieren medio violentos, armas de fuego o el salto de un edificio; los otros, que son producto del envenenamiento por medio de sedantes y drogas en general, son más comunes entre las mujeres. No obstante, se deben tener en cuenta diferencias considerables de unos países a otros; y dentro de un mismo país de unas clases sociales a otras. Capítulo II Causas, Sintomatología 2.1 Causas Las tentativas de suicidio son variadas en motivación, letalidad y ocurrencia. Hay que entender al suicidio como resultado de la confluencia de diversos factores sociales, psicológicos y físicos. 2.1.1 Factores Psicológicos Son diversos los factores psicológicos que pueden desencadenar un intento suicida, Casullo et al. (2000) nos presenta las más resaltantes: Búsqueda de una solución a algún problema aparentemente insalvable. Evasión de la conciencia que representa un dolor psicológico constante. La incapacidad por alcanzar metas estándares o superiores, lo que conduce a sentimientos de frustración y devaluación. Pesimismo constante sobre la vida, incapacidad de ver otras posibilidades. Consistencia de patrones y modelos de vida inadecuados para la solución de problemas. Incapacidad de modificar paradigmas. Existe una ambivalencia cognitiva; el sujeto desea acabar con su vida pero a la vez posee un sentimiento de mantener su vida. Sentimiento de duelo al perder un elemento importante en la vida de la persona. Sentimiento de culpa, la responsabilidad ante un hecho determinado. 2.1.2 Factores Psicopatológicos Artiles (2003) nos expone varios trastornos psiquiátricos que pueden ser determinantes en el suicidio, a continuación se describirán los más relevantes: 2.1.2.1 Trastornos Afectivos Constituyen el grupo de mayor representatividad entre los suicidas. Se depresión endógena posee un riesgo suicida de un 15%, siendo este mayor en las primeras etapas de la enfermedad. En la psicosis afectiva se encuentra una mayor relación entre los varones con los factores psicosociales (estado civil, desempleo, etc.). En el caso de las mujeres, el mayor factor de riesgo está en las tentativas previas de suicidio. La combinación de trastornos afectivos con otros trastornos psiquiátricos como el abuso de sustancias y el trastorno de personalidad producen un elevado riesgo de suicidio. 2.1.2.2 Alcoholismo El alcoholismo también alcanza un 15% en generación de riesgo suicida, porcentaje que aumenta en progresión con la misma enfermedad. Asimismo, se ha observado que las pérdidas en las relaciones interpersonales suelen ser desencadenantes en el acto suicida. La pérdida de capacidad de juicio, impulsividad, inestabilidad emocional y agravamiento de otras enfermedades psicopáticas suelen ser desencadenes de la ideación suicida. 2.1.2.3 Trastornos de Personalidad Estos trastornos, especialmente los de limite y antisocial pueden generar un riesgo suicida que alcanza un 10% de los casos. A este respecto, resulta particularmente de riesgo la asociación de trastorno límite de personalidad y trastorno afectivo. 2.1.2.4 Adicción a drogas La posibilidad de riesgo suicida en consumidores de drogas es casi 20 veces mayor al de una persona promedio, generándose suicidio en alrededor del 10% de los casos. Las drogas, al igual que el alcohol, producen perdida del juicio y fuertes alteraciones en el estado de ánimo, lo que puede desencadenar el suicidio. 2.1.2.5 Trastornos Neuróticos Se ha observado que en el caso de la neurosis por ansiedad se producen alrededor de un 18% de suicidios, especialmente en pacientes diagnosticados que acaban de dejar el hospital. En el caso de las diversas neurosis se señala una relación significativa entre intentos previos y suicidios consumados. Se observó que casi un 72% de los suicidas neuróticos había intentado quitarse la vida poco tiempo antes de consumarlo. 2.1.2.6 Esquizofrenia La incidencia de suicidio para la persona esquizofrénica se sitia entre un 10% a un 13% a lo largo de su enfermedad. También se ha observado un alto nivel de tentativa de suicidio, aproximadamente en un 20% a 40% de los casos. La prevalescencia de sintomatología de psicosis negativa y el agravamiento de la descomposición psíquica son factores que sitúan a esta enfermedad como una de y alto riesgo suicida. 2.1.3 Factores Sociales Glattli (s/f) nos menciona que entre los factores socio-económicos más importantes tenemos: Edad: Hay una relación de 3 a 1 en varones que logran un suicidio consumado en relación a la mujer. Asimismo, hay una relación de 4 a 1 en los casos de intento de suicidio por parte de la mujer respecto al varón. Estado Civil: El suicidio es más frecuente en las personas viudas, solteras o divorciadas. Los matrimonios con hijos reducen la tendencia suicida. Nivel socioeconómico y ocupacional: La incidencia suicida es mayor en ambos extremos socioeconómicos, aunque con preponderancia en el sector de menores recursos económicos. En relación a la ocupación profesional, los psiquiatras y anestesistas ocupan un nivel predominante. Habitad: Los suicidios tienen mayor incidencia en las ciudades que en el área rural. 2.2 Sintomatología La principal causa psicológica del suicidio, es la depresión. A continuación se mencionaran las principales señales de alerta (Alonso, 2002). Sensación permanente de vacío. Pérdida total de interés por las cosas, incluso por aquellas que la persona consideraba como favoritas. Autocriticas continuas. Fatiga o letargo. Alteraciones en el sueño. Alteraciones en el apetito. Tristeza aguda sin una base valida. Fuerte inquietud. Pesimismo y pérdida de esperanza. Agresividad u hostilidad. Dificultad para la toma de decisiones. Sentimientos de culpa. Recurrencia de pensamientos de muerte. Intentos previos de suicidio. 2.3 Evaluación del riesgo suicida La evaluación del riesgo suicida es compleja y difícil, se determina a través de continuas entrevistas a la persona y a su familia, además de la aplicación de algunos test creados con este fin. Capítulo III Prevención, Tratamiento e Intervenciones 3.1 Prevención Existen diversos modelos preventivos diseñados para intervenir los factores biológicos, socio-ambiental y psicológicos del suicidio. 3.1.1 El papel de los medios de comunicación en el suicidio Según la Organización Mundial de la Salud (2000) los medios de comunicación han tenido una importante influencia en este fenómeno. Por ejemplo, a través de diversas publicaciones relacionadas al tema como “Las cuitas de joven Werther” de Goethe, “Salida Final” de Humphry o “Suicidio, modo de empleo” han generado un aumento significativo de suicidios en diversos países. Asimismo, el suicidio de celebridades ha generado un efecto similar debido a la fuerte publicidad de la que son objeto. La población es aparentemente la que está en mayor riesgo debido a este tipo de influencia. El uso adecuado de los medios de comunicación para informar de este tema es crucial para evitar el recrudecimiento de los índices de suicidio. Entre las recomendaciones dadas por la OMG tenemos: Interpretación correcta y cuidadosa de las estadísticas. Uso de fuentes confiables. Deben evitarse las generalizaciones y las expresiones alarmistas. No se debe informar del suicidio como una adaptación a los diversos cambios culturales o socioeconómicos o como signo de degradación. En el caso de suicidios de celebridades se deberá reconocer cualquier problema mental de la persona, asimismo se deberá evitar un excesivo cubrimiento del hecho. Además debe evitarse la descripción detallada del método usado para evitar imitaciones. Se debe tener en cuenta el impacto emocional en las familias. Evitar glorificar a los que cometen suicidio como un medio para alcanzar otras metas (políticas, religiosas). Facilitar números y direcciones de instituciones de ayuda. Educar a la población en las características del potencial suicida y expresar la posibilidad de tratamiento para muchas de ellas. Ofrecer mensajes de solidaridad con los familiares y amigos de las víctimas de suicidio. 3.1.2 Modelo de prevención primario, secundario y terciario Silverman (2004, véase en García et al. 2011) nos presenta un modelo dividido en 3 niveles de la actividad suicida. Prevención Primaria: Está dirigida a mantener el inicio de la enfermedad y evitar su progreso. Ejemplo de este nivel de prevención son las charlas educativas en los colegios, entrenamiento de habilidades para la resolución de problemas, restricción de acceso a métodos letales, entre otros. Prevención Secundaria: Está dirigida a la detección precoz y al tratamiento respectivo. Ejemplo de ello son la aplicación de test para detectar a la población vulnerable, entrenamiento dirigido a profesionales de atención primaria a fin de facilitar la detección y tratamiento de la persona en riesgo, entre otros. Prevención Terciaria: Tiene como objetivo personas con ideación suicida o con intentos previos de suicidio, además de aquellas que han perdido a un ser querido por suicidio. Se compone por una diversidad de actividades entre las que podemos contar accesibilidad a los centros de salud mental, participación de la familia en la recuperación, entre otros. 3.1.3 Modelo de prevención universal, selectivo e indicado Fue propuesto por Mrazek y Haggerty (1994, véase en García et al. 2011). Esta estratificada según el nivel de riesgo de las personas ante el suicidio. Estrategia Universal: Busca disminuir los factores de riesgo y aumentar los protectores en la población en general, incluso en aquellos con mínimas o nulas posibilidades. Un ejemplo de este tipo de estrategia seria la censura de programas que exalten el suicidio o la limitación a instrumentos que lo faciliten. Estrategia Selectiva: Dirigida a los grupos de riesgo elevado. Ejemplos de esta estrategia serían los tratamientos psicológicos a personas con discapacidad física o con trastornos mentales en crisis, la intervención a niños que hayan sufrido abuso sexual o que sean constantemente abusados verbal o físicamente. Estrategia Indicada: Dirigido personas a nivel individual que sufran trastornos que conlleven un riesgo suicida (esquizofrenia, depresión mayor, etc.) y a pacientes con antecedentes de intentos suicidas. 3.2 Tratamiento 3.2.1 Tratamiento Farmacológico Según Gómez (s/f) el uso de fármacos en el paciente con potencial suicida es necesario para facilitar su recuperación, entre ellos recomienda: - Antidepresivos. Hay evidencia solida de que los antidepresivos tienen un papel antisuicidal, especialmente en la Depresión Mayor. - No utilización en menores de 18 años por posible empeoramiento de la ideación y acto suicida. (Black Box Warning). - Es poco efectiva en los trastornos severos de personalidad. Estabilizantes del ánimo. - Evidencia de mejoría con litio en estados monopolares y bipolares. - Lamotrigina. - Topiramato. Antisicóticos. - Flupentixol. - Trifluoperazina. - Haloperidol, - Haloperidol. - Clozapina. - Quetiapina. - Aripiprazol. Ansiolíticos. - Empeoramiento con alprazolam en pacientes limítrofes. - Útil para reducir angustia en pacientes anímicos. Gómez precisa que este tratamiento debe ir acompañado de una terapia cognitivo-conductual que a grandes rasgos precisa: - Diagnostico psiquiátrico multiaxial. Evaluación de riesgo suicida según indicadores, patrón temporal y nivel de severidad. - Evaluar apoyo social suicida y calidad de relaciones interpersonales actuales (puede requerir entrevista a familiares u otros). - Evaluación seriada: automonitoreo. 3.2.2 Terapia Cognitiva La terapia cognitiva es un modelo psicoterapéutico a corto plazo, activo, directivo, estructurado, colaborador, psicoeducacional y dinámico. La evaluación del pensamiento o conducta suicida de los niños y adolescentes es una parte esencial del proceso de tratamiento y persigue las mismas metas generales que en la evaluación de adultos. La evaluación de la conducta e ideación suicidas se realiza mediante entrevistas clínicas, historial familiar y personal, informes de los padres, profesores, amigos y hermanos y la información obtenida mediante escalas objetivas (Reinecke, 1992, et al). Evaluación Según Bellack (1993) los pacientes suicidas pueden ser reacios a divulgar sus pensamientos y planes. Un paciente depresivo puede subestimar el problema. La evaluación debe tomar en cuenta tanto los pensamientos del paciente como cualquier conducta relevante. Interrumpir el plan El paciente deberá entregar al terapeuta o a un amigo o a un pariente todos los medios que tiene para suicidarse como pastillas, pistola, etc. CONCLUSIONES 1. Los diversos puntos de vista de las teorías del suicidio nos dan una perspectiva totalizadora sobre los aspectos psicológicos, biológicos y sociales que motivan al individuo para llegar a la autoeliminación. Se observa una confluencia de factores que nos llevan a concluir el suicidio como una realidad compleja y no explicable desde un solo punto de vista. 2. El suicidio es un problema de salud mental que en los últimos tiempos ha abarcado una cifra muy alarmante en la población nacional y mundial. 3. La Ciencia ha generado todo un conjunto de herramientas, diagnósticos y herramientas para prevenir y tratar a tiempo al potencial suicida, lo que brinda la esperanza de poder evitar el fatal desenlace en base al sincero interés de los familiares y amigos de la persona. 4. Los distintos tratamientos ofrecen diversos modos para modificar la conducta del paciente, lo que genera una mayor posibilidad de éxito en el tratamiento aplicado. RECOMENDACIONES 1. Estar al tanto de los cambios emocionales de nuestros amigos y seres queridos, para detectar a tiempo un posible intento de suicidio. 2. El potencial suicida debe ser tratado desde un aspecto multidisciplinario, a fin de cubrir todas las necesidades del paciente. 3. Se debe conocer muy bien el entorno social de los niños o adolescentes a fin de prevenir factores de riesgo. 4. Debemos saber que no existe una personalidad suicida, que es tan solo un comportamiento adquirido por influencia de la sociedad. 5. Es necesaria la creación de programas enfocados en evitar este fenómeno. Consideramos que la presencia activa de psicólogos es cada colegio a nivel nacional es necesaria a fin de detectar factores de riesgo y aplicar las medidas correspondientes. REFERENCIAS 1. Alonso, J. (2002). Primeros síntomas de la depresión; recuperado el 25 de mayo de 2012, de http://jralonso.es/2010/04/18/depresion-los-primerossintomas/ 2. Andrés, R. (2003).Historia del suicidio en occidente. Barcelona, España: Península. 3. Artiles, F. (2003). Estudio prospectivo de las variables psicopatológicas asociadas a tentativas de suicidio en pacientes esquizofrénicos. España: Servicio de publicaciones Universidad de la Laguna. 4. Bellack, L. (1993). Manual de psicoterapia breve, intensiva y de urgencia. Mexico: Manual Moderno. 5. Casullo, M.; Bonaldi, P y Liporace, M (2000). Comportamientos suicidas en la adolescencia. Morir antes de la muerte. Buenos Aires, Argentina: Lugar.