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ESTILO DE VIDA EN PACIENTES CON URGENCIA HIPERTENSIVA. CUARTO DE URGENCIAS. GUSTAVO ROSS. JUNIO – JULIO 2013 LIFESTYLE IN PATIENTS WITH HYPERTENSIVE URGENCY. GUSTAVO ROSS EMERGENCY ROOM. JUNE- JULY 2013 Total de palabras documento: 2333 Total palabras resumen: 235 Total de páginas: 5 Tablas: 4 1 RESUMEN INTRODUCCIÓN. La hipertensión es responsable de al menos 45% de las muertes debidas a enfermedad cardíaca y 51% de las muertes debidas a enfermedades cerebrovasculares. Las crisis hipertensivas constituyen alteraciones causadas por aumento súbito de la tensión arterial. Son muy frecuentes y se ha reportado que pueden llegar a representar el 25% de todos los pacientes que visitan los cuartos de urgencias. OBJETIVOS Determinar los hábitos y estilos de vida (ingesta de alcohol, cafeína, dieta hiposódica, realización de actividad física y apego al tratamiento) que mantienenl os pacientes que ingresaban con cuadro de urgencia hipertensiva METODOLOGÍA. Estudio descriptivo transversal realizado en la policlínica Gustavo A Ross. La muestra era igual al universo, y correspondía a los 22 pacientes que fueron atendidos en el cuarto de urgencias en el periodo de juniojulio 2013. RESULTADOS. 54.55% pertenecían al sexo femenino, mayor frecuencia de crisis entre los 58 y 67 años. El 72.73% del total de los participantes mantenían buena adherencia al tratamiento. El 77.27% de los pacientes presentaban índice de masa corporal mayor a 25 kg/m2. El 77.27% de los participantes no seguía la recomendación de dieta hiposódica. 50% de los participantes referían contar con médico de cabecera. CONCLUSIÓN Existe una baja proporción de pacientes con buena adherencia al tratamiento y/o cambios en el estilo de vida dentro de los que participaron en el estudio. PALABRAS CLAVE: Panamá, Hipertensión, Factores de riesgo, Estilo de vida Obesidad. ABSTRACT INTRODUCTION. Hypertension is responsible for at least 45% of heart disease mortality and 51% of cerebrovascular disease deaths. The hypertensive crises are a clinical manifestation of a sudden onset on blood pressure and they can represent the 25% of all the patients that go to an emergency room. OBJECTIVES. Observe the habits and lifestyle (alcohol, caffeine, hyposodic diet, physical activity and treatment adherence) that have the patients with hypertensive urgency. METHODOLOGY. Descriptive cross sectional study in Gustavo A Ross policlinic, about the habits and lifestyle of patients that had a hypertensive crisis diagnosis. The sample was equal to the universe and corresponded to the 22 patients that went to the emergency room between June and July of 2013. RESULTS. 54.55 % of the patients were female; the higer frequency of cases was between 58 and 67 years old. 72.73% had good adherence to treatment. 77.27% of the patients had a body mass index greater than 25 kg/m2. 77.27% didn’t follow the hyposodic diet and 50% had a doctor in charge of their health. CONCLUSION. There is a low proportion of patients with good adherence to treatment or change in lifestyle within the patients of the study. KEY WORDS: Panamá, Hypertension, Risk factors, Lifestyle. 2 Introducción La enfermedad cardiovascular, englobando todas sus variedades, es la responsable de al menos 17 millones de muertes al año, lo que representa un tercio del total de muertes. En el 2008, el 40% de los mayores de 25 años se diagnosticaron como hipertensos. Desde 1980 hasta el 2008 se ha observado un incremento en el número de pacientes hipertensos de 600 millones a un billón de personas, lo que es más prevalente en países de bajo y mediano desarrollo.1 9.4 millones son las muertes anuales por complicaciones de la hipertensión arterial. El 45% de las muertes por enfermedad cardíaca y el 51% de las muertes por enfermedad cerebrovascular son atribuibles a la hipertensión arterial.1 Los pacientes con crisis hipertensivas se caracterizan por presentar presión sistólica >179 mm Hg o una presión diastólica >109 mm Hg2, aunque existe controversia ya que esto difiere con otras publicaciones en donde se manejan cifras de 180 mm Hg de presión arterial sistólica y 120 mm Hg de presión arterial diastólica.3 Desde 1993 las crisis hipertensivas se clasificaron en 2 tipos: emergencias y urgencias. Emergencia hipertensiva: es la intensa elevación de la presión sanguínea asociado con el daño agudo a órganos vulnerables. Estos estados deben ser tratados de manera inmediata para prevenir o limitar el daño a órganos. Cabe recordar que la presencia de esta alteración no depende de los valores de la presión arterial ya que éstos son muy variables 4, 5, 6 Urgencia hipertensiva: se trata de elevados niveles de presión sanguínea sin daño a órgano blanco, por lo que el manejo no debe ser inmediato sino de manera gradual en más o menos 24 horas a días con medicamentos orales.4, 5, 6 Las crisis hipertensivas se presentan como una elevación aguda de la presión arterial. Éstas pueden presentarse en pacientes ya conocidos o no como hipertensos. Aunque no se sabe con certeza los factores que producen estas crisis, se considera que inician por aumento de la resistencia vascular con participación del sistema renina angiotensina aldosterona, produciendo vasoconstricción, asociado a disminución del volumen que es resultado de la natriuresis, lo que estimula la producción de sustancias vasoconstrictoras renales. Finalmente, esto lleva a hipoperfusión con posterior isquemia del órgano blanco.3, 5 Manifestaciones clínicas Comúnmente los pacientes presentan presiones arteriales elevadas mucho tiempo antes de presentar una emergencia hipertensiva; los signos y síntomas de la misma están directamente relacionados con el órgano afectado. 3, 5 Tratamiento Pacientes con emergencias hipertensivas deben ser monitorizados continuamente, brindándoles la terapia apropiada. El objetivo inicial es disminuir la presión arterial hasta 25% dentro de los primeros minutos o en la primera hora, pero también dependerá de la presentación clínica. La disminución excesiva de la presión puede causar isquemia renal, cerebral o coronal. 2, 3, 5, 6, 7 Algunos pacientes con urgencias hipertensivas se benefician de tratamientos con un agente oral de rápida acción como captopril, labetalol o clonidina, luego de lo cual se deben mantener en observación.5, 6, 7, 8 3 La mayoría de los pacientes con crisis hipertensiva han sido diagnosticados como hipertensos anteriormente y están bajo tratamiento, pero en un gran número de éstos existe una falla en la medicación, tanto en recibir el antihipertensivo adecuado como en la mala adherencia, y se ha descrito en algunos estudios que el 50% de los pacientes que acuden con cuadros de crisis hipertensivas no han utilizado su medicación en la semana anterior al evento. A esto hay que añadir que la ingesta excesiva de sodio, grasas, alcohol, el sedentarismo, la obesidad y el tabaquismo son factores de riesgo importantes en el control de la presión arterial y pertenecen al grupo de factores modificables.9, 10, 11, 12 Se ha observado que una falla en el control de los factores modificables puede conllevar a desarrollar una crisis hipertensiva 2, 13, 14 El objetivo de este estudio es determinar cuáles son los hábitos en el consumo de tabaco, cafeína, sal y la realización de actividad física como cambio en el estilo de vida de los pacientes atendidos por urgencia hipertensiva en el cuarto de urgencias de la Policlínica Gustavo A. Ross. Metodología Lugar del estudio: La policlínica Gustavo A. Ross es la segunda institución de salud en importancia en la provincia de Chiriquí, después del hospital Rafael Hernández. Diariamente se atienden entre 700 a 800 personas. Tipo de estudio: Descriptivo transversal. Universo del estudio: Todos los pacientes que buscaron atención por crisis hipertensiva en el cuarto de urgencias de la Policlínica Gustavo A. Ross en los meses de Junio – Septiembre 2013. Muestra y muestreo del estudio: La muestra está compuesta por la totalidad de pacientes que acudieron al servicio de urgencias por crisis hipertensiva de lunes a viernes en junio a Julio 2013. No se realizó muestreo. Criterios de inclusión: Todo paciente con presión arterial sistólica > 160 mm Hg con sintomatología (cefalea, disnea, epistaxis, ansiedad), atribuible clínicamente a la tensión arterial elevada. Todo paciente con presión arterial sistólica > a 180 mm Hg que no presentó sintomatología. Todo paciente con tensión arterial diastólica > 110 mm Hg. Criterios de exclusión: Paciente no conocido por patología de hipertensión arterial. Paciente incapaz de dar la información y que además el acompañante no es su cuidador principal. Las variables utilizadas fueron: sexo, edad, médico de cabecera, años de hipertensión arterial, adherencia al tratamiento, medicamentos, actividad física, estado nutricional, alcoholismo, tabaquismo, cambios en la dieta según los enfoques alimenticios para detener la hipertensión (DASH por sus siglas en ingles), complicaciones de la hipertensión arterial y comorbilidades. Métodos de recolección Se utilizó un formulario tipo encuesta para adquirir los datos del paciente con previa autorización del mismo. En todo caso en que el paciente no fuera capaz de responder, se preguntó la información al encargado principal del paciente. 4 El formulario estuvo accesible para todos los médicos del cuarto de urgencias para participar en el estudio. La tensión arterial se midió utilizando esfigmomanómetro y fue tomada por el técnico de enfermería y el médico encargado del paciente, utilizando el diafragma del estetoscopio a nivel de la arteria cubital. El paciente debía permanecer sentado o acostado con el brazo a nivel del corazón previo a la toma de la tensión arterial. Análisis Se calcularon medias, medianas y se determinaron frecuencias cruzadas de las diferentes variables. Se utilizaron los programas EpiInfo 7, Excel y PowerPoint para cálculos y tablas. Ética El formulario tipo encuesta consta de la información del consentimiento. Todos los participantes deben firmar el mismo para garantizar que se les explicó en qué consiste el estudio. Resultados El estudio contó con un total de 22 participantes que cumplían con los criterios de inclusión, del cual 54.55 % pertenecían al sexo femenino (Tabla 1). La edad de los participantes se mantuvo entre los 28 y 73 años, con una media en 56.5 y una mediana en 59.5. Tabla 1. Distribución de frecuencia según sexo. Sexo Frecuencia Porcentaje Masculino 10 Femenino 12 TOTAL 22 45.45% 54.55% 100.00% la mayor frecuencia de los casos se presentó entre los 58 y 67 años con un 36%(8 casos)de la muestra. Los pacientes observados tenían entre 1 a 22 años de haber sido diagnósticados como hipertensos y el 59% superaban los 9 años de padecer esta enfermedad. 50% de los participantes referían contar con médico de cabecera sin presentar diferencia de frecuencias con respecto al sexo y el 72.73% del total de los participantes mantenían buena adherencia al tratamiento (Tabla 2). Tabla 2. Distribución de frecuencia según adherencia al tratamiento Adherencia al Frecuencia Porcentaje tratamiento Buena adherencia 16 72.73% Mala Adherencia 6 27.27% TOTAL 22 100.00% Estilo de vida 5 50 % de los participantes realizaba actividad física, solo el 40.9% de los pacientes tenían buena adherencia al tratamiento y realizaban actividad física. El 77.27% de los pacientes presentaba un índice de masa corporal (IMC) mayor a 25 kg/m2 y de esos, 82 % estaban en el rango de obesos (I, II, III), principalmente en obesos tipo I (Tabla 3). Tabla 3. Distribución de frecuencia según índice de Quetelet. IMC Frecuencia Porcentaje Normal Sobrepeso Obeso tipo 1 Obeso tipo 2 Obeso tipo 3 TOTAL 5 3 8 4 2 22 22.73% 13.64% 36.36% 18.18% 9.09% 100.00% Solo un paciente es alcohólico y el 36.36% utiliza productos del tabaco. El 77.27% de los participantes no seguía la recomendación de dieta hiposódica, mientras que el 72.73% refirieron ingerir cafeína, primordialmente recalcan el uso del café. No se encontró ningún paciente que siguiera todas las recomendaciones del cambio de estilo de vida. De los pacientes que presentaban buena adherencia al tratamiento, (Se evaluara conocimiento del nombre de sus medicamentos o contar con sistema organizado para tomarlos) el 31.2% utilizaba hasta tres medicamentos para el control de la presión arterial, el 37.5% utilizaba dos medicamentos y el 31.3% utilizaba un solo medicamento. El medicamento más utilizado fue irbesartán, seguido por verapamilo y amlodipina. No se encontró diferencias en la prevalencia de adherencia al tratamiento entre los grupos atendidos con médicos de cabecera versus los que no tenían médico de cabecera, con una razón de prevalencia de 1. Las personas que contaban con médico de cabecera presentaron una razón de probabilidad de 0.57 para la realización de actividad física, para la dieta hiposódica presentaron una razón de probabilidad de 1.5 y para la cafeína de: 1.29. La razón de probabilidad para la asociación de médico de cabecera y obesidad es de 1.43. El 27.27% de los pacientes presentaron complicaciones como enfermedad cerebrovascular(ECV), insuficiencia cardíaca congestiva(ICC) e infarto agudo de miocardio(IAM) (Tabla 4). 6 Tabla 4. Distribución de frecuencia de complicaciones anteriores en pacientes con crisis hipertensiva. Complicaciones Frecuencia Porcentaje ECV IAM ICC TOTAL 2 2 2 6 33.33% 33.33% 33.33% 100.00% La principal comorbilidad fue la Diabetes que se presentaba en el 27.27% (6) de los pacientes. Discusión En los resultados, las crisis hipertensivas se presentaron con mayor frecuencia entre los 58 y 67 años, mientras que en el estudio de Corrales15 se presentó en el intervalo de 45 a 55 años y en el estudio de Cribeiro16 en el rango de 50 a 69 años. A pesar de que no concuerdan totalmente podemos observar que estas crisis se presentaron principalmente en personas que superaban los 50 años. El 54.55% pertenecía al sexo femenino, lo que concuerda con el estudio de García17 en donde la mayoría de los participantes pertenece al sexo femenino (67%). Se observó que el 36.36% de nuestros participantes presentaba tabaquismo, mientras que en los estudios de Corrales15 fue 83.3 y Cribeiro16 fue 77%. Este menor porcentaje puede ser interpretado como una imagen de la encuesta GATS18 2013 en Panamá, en donde la proporción de uso del tabaco era 6.1% de manera global (hombres y mujeres) siendo una de las menores prevalencias de uso del tabaco en la región. El alcoholismo fue representado en un 4% de los participantes que coincide con los resultados de Cribeiro16 y discrepa con los de Corrales15, 16.3% y 41.03% respectivamente, en donde la proporción fue relativamente baja. El 77.27% de los pacientes presentaban IMC mayor a 25 kg/m2 y, de esos, 82 % estaban en el rango de obesos (I, II, III) principalmente en obesos tipo I. El 91.1% de los pacientes con crisis hipertensiva en el estudio de Corrales15 muestra obesidad, mientras que en el estudio de Cribeiro16 se observó en un 79%, en el estudio de García17 se observó sobrepeso solo en un 52.2% similar al de Arnez19 con 40% contrastando con los anteriores, pero esto puede deberse a la definición operacional de la variable en estos estudios. El 50 % de los participantes realizaba actividad física, mostrando un resultado similar al de García17 que refiere que un 45.3% lo hacían igualmente, pero ambos contrastan con el estudio de Corrales15 que informa que solo el 11.54% realizaba esta actividad. Esta diferencia puede deberse a la cultura de los participantes. El 77.27% de los participantes no seguía la recomendación de dieta hiposódica, resultado que es muy similar al de García17 que muestra que un 78,6% tampoco seguía esta recomendación. El 27.27% de los pacientes presentaron complicaciones anteriormente como ECV, ICC e IAM, en el estudio de García17 se observa un mayor número de 7 complicaciones en donde el más preponderante fue la ECV con un 29.9%, también se observó asociación con IAM en un 16,2% de los pacientes. La principal comorbilidad fue la Diabetes que se presentaba en el 27.27% de los pacientes similar a lo encontrado por Arnez19 (33%), mientras que en el estudio de Cribeiro16 alcanzo un 16% y en el de Lopez20 14% Se evaluó el impacto del médico de cabecera sobre el estilo de vida de los pacientes y se observó que entre los que tenían médico de cabecera y los que no, no se encontró diferencias en las prevalencia de adherencia al tratamiento entre los grupos, presentando una razón de prevalencia: 1. Las personas que contaban con médico de cabecera presentaron una razón de prevalencia de: 0.57 para la realización de actividad física, este dato nos informa que la acción de los médicos de cabecera de este estudio no ha logrado que los pacientes cumplan con todas las recomendaciones para el cambio del estilo de vida. . Para la dieta hiposódica se evidenció una razón de prevalencia de 1.5 lo que sugiere que la acción del médico de cabecera en este estudio ha sido suficiente para generar cambios según las recomendaciones en este tópico. La cafeína presentó de la misma forma que el médico de cabecera ejercía una acción protectora con una razón de prevalencia: 1.29. La razón de prevalencia para la asociación de médico de cabecera y obesidad es de 1.43, lo cual muestra que la mayoría de los pacientes con médico de cabecera en este estudio son obesos, esto quizá pueda deberse a que el esfuerzo de estos médicos de cabecera no ha sido suficiente (En intensidad o periodo temporal) para generar un cambio en el estilo de vida de sus pacientes, pero esto es una hipótesis que deberá ser sometida a verificación en futuros estudios. Conclusiones Se sabe que el control de la presión arterial se debe realizar en conjunto, tanto con métodos farmacológicos como cambios en el estilo de vida. Fácilmente se pudo observar que aunque la mayoría de los pacientes presentaban una buena adherencia al tratamiento, no seguían los cambios en sus costumbres. Se pudo evidenciar que el sobrepeso y la falla en la dieta hiposódica son los cambios en el estilo de vida que menos se cumplieron en la población estudiada, seguida por la ingesta de cafeína. Se observó que el médico de cabecera, que es aquel que debe actuar en prevención primaria, no está logrando el objetivo por lo que se debe hacer un mayor esfuerzo para conseguir un cambio en la población. Bibliografía 8 1. World Health Organization, World Health Day 2013 a global brief on hypertension, World Health Organization, 20 Avenue Appia, 1211 Geneva 27, Switzerland. 9-10. 2. U.S. department of health and human services National Institutes of Health National Heart, Lung, and Blood Institute National High Blood Pressure Education Program NIH, Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure The Seventh Report of the Joint National Committee Publication No. 04-5230 August 2004: 54 3. Marik P, Varon J. Hypertensive Crises: Challenges and Management. DOI 10.1378/chest.06-2490 2007;131;1949-1962. 4. Gómez E, Bragulat E. Hypertension, hypertensive crisis, and hypertensive emergency: approaches to emergency department care. Emergencias 2010; 22: 209-19 5. 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