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¿Está Colombia preparada para controlar del Ébola? Sí, pero… Si tener una página especial sobre este tema en el sitio web del Ministerio de Salud, otra página en el Instituto Nacional de Salud, un plan activo de prevención de ingreso, detección y atención o adquirir equipos de bioseguridad, implica estar preparado para el manejo y control del Ébola, el gobierno colombiano puede decir que sí está preparado. Pero, hablando de salud pública y vidas humanas en juego, la respuesta no es tan simple. 1. Este brote es el más grave. Produjo muertes incluso en Estados Unidos y España Dice la página de la OMS que la fiebre hemorrágica del Ébola apareció en 1976 con dos brotes simultáneos en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo). La aldea en que se produjo el segundo de ellos está cerca del río Ébola, que da nombre al virus. Entre 1976 y 1912 se documentaron cerca de 24 brotes, algunos con muy pocos casos. El brote de 1976 con 318 casos y 280 muertes (88% de mortalidad) fue considerado de los más graves, hasta el actual, que el pasado 19 de octubre llevaba 9.936 casos con 4.877 defunciones (70% de mortalidad), la mayoría en Guinea, Sierra Leona y Liberia. Por primera vez el brote se extendió por siete países (Senegal y Nigeria que ya controlaron el brote, pero siguen afectados Guinea, Sierra Leona, Liberia, Estados Unidos y España). Los pocos casos que llegaron a Estados Unidos y España provocaron un revuelo mundial y visibilizaron, tanto la vulnerabilidad de los sistemas de salud como las grandes diferencias socioeconómicas entre los países. Las imágenes de los hospitales donde se producían miles de muertes contrastaron con otras imágenes de los sobrevivientes en los países llamados del primer mundo. La escasez de recursos para la atención de pacientes contaminados, contrastó con el derroche de medidas de aislamiento. Algunas imágenes dramáticas y el hecho de que la mayor parte de americanos y españoles afectados fueron voluntarios o misioneros, conmovió a muchos y pone en evidencia hechos sobre los cuales vale la pena reflexionar: 2. La epidemia visibiliza el sesgo comercial de la investigación farmacéutica Según un artículo de The New York Times, hace una década, científicos de Canadá y Estados Unidos informaron que habían creado una vacuna 100 por ciento eficaz en la protección de los monos contra el virus del Ébola. El estudio fue considerado extraordinario y fue publicado en la prestigiosa revista Nature Medicine, pero terminó engavetado por falta de interés comercial. Este sesgo es inocultable. Las farmacéuticas con capacidad de investigación, vuelcan sus esfuerzos hacia medicamentos de alto costo, para enfermedades crónicas que generan ganancias por años (Leigh Phillips, "La economía política de Ebola", jacobino y James Surowiecki, "Ebolanomics", The New Yorker ). Para ninguna farmacéutica resulta atractivo desarrollar medicamentos para enfermedades tropicales de países pobres. Recién ahora, cuando el temor al contagio se hizo mundial, seguramente renacerá el interés de las farmacéuticas para desarrollar vacunas y tratamientos para el Ébola. Estos productos tendrán precios elevados y pronto se incorporarán a los planes de vacunación de muchos países. 3. La epidemia visibiliza debilidades de la OMS y la ONU Sin duda la Organización Mundial de la Salud está jugando un rol valioso y preponderante en el control de esta epidemia, pero es claro que, al comenzar la misma, no reaccionó con la rapidez y contundencia que se le vio con la llamada epidemia H1N1, cuando indujo a multimillonarias adquisiciones de fármacos, que luego se supo no ofrecían mayores beneficios terapéuticos. Según una nota de BBC News, fue Médicos Sin Fronteras (MSF), que el 31 de marzo dijo que Guinea se enfrenta "una epidemia de una magnitud nunca antes vista en términos de la distribución de casos en el país" y predijo que la epidemia sería muy difícil de contener. El 1 de abril, el vocero de la OMS, Gregory Hartl, sugirió que lo dicho por MSF era alarmismo y durante 3 meses la OMS mantuvo esa interpretación, hasta que en agosto recién declaró la emergencia. Y en cuanto a la movilización de la solidaridad internacional los países del ALBA trazaron un plan de acción y Cuba envió un contingente de 259 médicos y enfermeras, mientras el “Trust Fund” de la ONU creado para hacer frente a las situaciones de emergencia, sólo disponía de 100.000 dólares (entregados por Colombia). «Me siento amargamente decepcionado por la respuesta (...) Decepcionado por la comunidad internacional», dijo Kofi Annan en la televisión BBC. «Si esta crisis hubiera golpeado a otra región, se hubiera gestionado probablemente de forma muy diferente», añadió. «De hecho, si observa la evolución de la crisis, la comunidad internacional no se despertó hasta que la enfermedad llegó a Estados Unidos y Europa», dijo. 4. ¿Y qué pasa con nuestras Fiebres hemorrágicas? Medios y redes sociales que acostumbran burlarse del presidente boliviano Evo Morales, se divirtieron con su frase "Pensé que el ébola era un bicho" y rápidamente pasaron a resaltar su escasa formación académica. “Estos T´haras (tontos, más despectivamente) no entienden”, debió pensar Evo con su malicia indígena (antes de asistir a la reunión del ALBA y anunciar un millón de dólares de ayuda a la ONU para la lucha contra el Ébola). Sin duda, Evo conoce la Fiebre Hemorrágica Boliviana (o Tifus Negro) similar a la Fiebre Hemorrágica del Ébola (aunque menos mortal y transmitida por roedores) y es posible que estuviese burlándose a su vez, de los trajes cuasi-espaciales y la parafernalia de protección en los llamados países desarrollados y sus seguidores. Y voces autorizadas –por ejemplo, del Presidente de la Asociación Colombiana de Infectologíapodrían darle la razón, especialmente cuando el Dr. Alvarez Moreno afirma que la lucha contra el Ébola en Colombia "es más mediática que real" y dice que suspender visas a los viajeros procedentes de cuatro países africanos "es una decisión un poco apresurada". La verdad es que las Fiebres Hemorrágicas, pueden considerarse similares en sus manifestaciones clínicas, aunque pueden diferir en su mortalidad y formas de transmisión. Un Editorial de la Revista Biomédica del Instituto Nacional de Salud Vol. 33 (2013), habla de fiebres hemorrágicas causadas por virus, rickettsias o bacterias y su importancia creciente en Colombia. “Puestas en conjunto, las fiebres hemorrágicas generan una enorme carga a la sociedad colombiana. Tomando solo el dengue, las cifras son elocuentes: de acuerdo con un modelo dinámico de predicción, se estima que para el período 2011-2014 los gastos por atención médica podrían alcanzar los US$ 61 millones y, las actividades de control vectorial y de otras intervenciones comunitarias, US$ 37 millones adicionales” concluye el editorial. Sin duda, el país tiene demasiados pacientes con Dengue –y su variedad hemorrágica de mayor mortalidad- Leptospirosis, Rickettsiosis y hasta Fiebre Amarilla, que requieren una vigilancia epidemiológica a la que le vendrían muy bien unos recursos económicos y humanos –y una visibilidad- proporcional con la actual campaña de prevención del Ébola. 5. La campaña del Ébola debe servirnos para controlar mejor nuestras patologías transmisibless El país cuenta con un Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública -SIVIGILA que dispone de recursos humanos e informáticos especializados para la captura, procesamiento y análisis de información de las UPGD (Unidades Primarias Generadoras de Datos) definidas como “toda institución prestadora de servicios de salud, pública, privada o mixta y de regímenes especiales, asociaciones de profesionales independientes, laboratorios, bancos de sangre, bancos de órganos y componentes anatómicos y otros productores de insumos para la salud; además de la comunidad, otras organizaciones e instituciones públicas y privadas fuera del sector salud que produzcan datos sobre la aparición de un evento en salud objeto de vigilancia y que cumplan los requisitos de generación de datos definidos en los modelos y protocolos del sistema. La comunidad concurrirá como fuente informal de datos”. Es decir, nos involucra a todos. Actualmente cincuenta y dos (52) patologías (con Ébola pasarían a 53) se encuentran bajo Vigilancia Inmediata. Existe un software especializado (SIVIGILA 2014 V 2.0.0.) que se instala en los equipos de cada UPGD y está en línea con el Instituto Nacional de Salud (Dirección de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública) y se está implementando a nivel nacional la última actualización del Sistema de Notificación Inmediata. Eso deberíamos saberlo todos. Las UPGD son responsables de difundir y aplicar los protocolos nacionales de vigilancia en salud pública (ver Ejemplo con Ébola), identificar casos probables, recolectar las variables mínimas y transferir los datos básicos al municipio, en los plazos y formatos definidos. Todas las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) están obligadas. Finalmente, el Ministerio de Salud y Protección Social, el Instituto Nacional de Salud y los distintos Entes Territoriales, están adelantando varias “Jornadas de socialización de los lineamientos para la preparación y respuesta ante la eventual introducción de casos de enfermedad por le virus del Ébola (EVE) en Colombia”. Ojalá existiese un despliegue similar para el control de nuestras fiebres hemorrágicas y otras patologías transmisibles de mayor impacto en salud pública. ALGUNAS IMÁGENES MENCIONADAS EN EL TEXTO Url de la imagen URL de imágen URL imágen URL imágen URL imagen