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UNIDAD 8 EL DINERO Y LA INFLACIÓN 1. Microeconomía y macroeconomía 2. El dinero y sus funciones 2.1 Las funciones del dinero 2.2 La evolución del dinero 3. La creación del dinero bancario 3.1 El multiplicador del dinero 3.2 ¿Están garantizados nuestro ahorros? 3.2 Pánicos bancarios y corralitos 4. El precio del dinero: el tipo de interés 4.1 ¿De qué dependen los tipos de interés? 4.2 El valor del dinero en el tiempo 5. El valor del dinero y la inflación 5.1 Causas de la inflación 5.2 ¿Cómo se mide la inflación? 6. Los efectos de la inflación 6.1 De lo nominal a lo real 6.2 Del PIB nominal al PIB real 6.3 Inflación y salarios 1. Microeconomía y macroeconomía Antes de entrar en materia de unidad, propiamente dicha, debemos aclarar un par de términos a tener en cuenta en todo análisis económico. Para saber cómo está la “salud” de la economía, los/las economistas utilizan indicadores (ya visto gran parte de ellos), como el desempleo, el crecimiento del PIB, la inflación, el déficit público, etc., que les permiten hacer un diagnóstico global. Esta mirada más global sobre los problemas económicos es conocida como macroeconomía e implica una visión de conjunto de la economía, así como el estudio de aquellos factores que, como la inflación, el desempleo y las políticas monetarias afectan a la economía en su conjunto; lo que la distingue de la microeconomía, que es el estudio de cada una de sus partes y como se toman decisiones e interactúan en el mercado. La macroeconomía tiene una serie de objetivos (comunes de los países o de las empresas) que se medirán a través de una serie de indicadores: - Crecimiento económico. Se crea empleo, mejora el nivel de vida de las personas o se recaudan impuestos. El indicador para esto es la tasa de crecimiento del PIB - Empleo. El desempleo supone el principal problema para un país. El indicador es la tasa de paro. - Estabilidad de precios. Si suben los precios se produce inflación, perjudicando a un número significativo de personas. Se mide a través de la tasa de inflación. - Equilibrio presupuestario. Se debe corregir el déficit presupuestario. El indicador para esto es porcentaje de déficit público. - Equilibrio exterior. Si un país compra a otros países (importaciones) más de lo que vende (exportaciones), se produce un desequilibrio o déficit comercial, que hay que financiar endeudándose con el exterior. La deuda externa es uno de los problemas que atenaza a muchos países y los impide salir de la pobreza. Las transacciones económicas entre los residentes, empresas o administración pública de un país y el resto del mundo se reflejan en un documento contable, la balanza de pagos. - Equidad y sostenibilidad. Si el crecimiento económico es importante, lo es aún más que sea sostenible social y medioambientalmente. Si el crecimiento no se distribuye con equidad, o si se pone en peligro el medioambiente y el futuro de las próximas generaciones, el país crece, pero empeora la calidad de la vida de sus ciudadanos. 2. El dinero y sus funciones Si no existiera el dinero, tendríamos que recurrir al trueque, sistema por el que se intercambian bienes y servicios sin que intervengan los precios o el dinero. La utilización del dinero nos simplifica la vida: con él, los intercambios en la tienda son inmediatos y directos. El comerciante nos acepta el dinero porque sabe que podrá utilizarlo para comprar los bienes que él necesita. Podemos definir el dinero como todo medio de cambio y de pago generalmente aceptado por la sociedad. 2.1 Las funciones del dinero - Medio de cambio. El dinero es un instrumento que facilita el comercio. Para cumplir esta función, debe ser generalmente aceptado: todo el mundo lo debe admitir para que los demás lo acepten en el intercambio. - Depósito de valor. Por ejemplo: si compramos una camiseta el comerciante que acepta nuestro dinero a cambio, puede gastarlo inmediatamente o guardarlo para cuando lo necesite. Por lo tanto el dinero es un eficaz depósito de valor, es decir, un medio para mantener la riqueza y poder ahorrar. Pero para que el dinero cumpla esta función, su valor debe ser estable; dicho de otra forma, los precios deben mantenerse. Si alguien acepta hoy un dinero que no va a gastar aún, tiene que estar seguro de que la cantidad de bienes que podrá comprar en el futuro con ese dinero será similar a la de hoy. - Unidad de cuenta o de medida. Así como utilizamos el metro para medir la longitud de los objetos, el dinero nos permite medir el valor de los bienes. Todo se valora en dinero, los que permite comparar el valor de los bienes diferentes o contabilizar la producción de un país (el PIB), al poder agregar bienes heterogéneos (sumar vestidos con muebles, por ejemplo). 2.2 La evolución del dinero El dinero ha tenido formas a lo largo de la historia, desde la más primitiva, el dinero mercancía, hasta las actuales tarjetas de plástico o nuestro móvil como medio de pago. - El dinero mercancía. Es un mismo bien que tiene el mismo valor como unidad monetaria que como mercancía. Es un tipo de bien que, además de tener su propio valor de uso, determinado por las características propias del objeto, también se emplea como medio de pago. Algunos ejemplos son el ganado, las conchas, los metales preciosos, etc. Pero, parque una mercancía pueda ser usada como dinero debe reunir algunos requisitos, como los que se señalan en el esquema: Los bienes que más se acercaban a estas características eran los metales (oro, plata y bronce), que pronto pasaron a ser medios de pago habitual. La incomodidad de pesar el oro en cada intercambio llevó a la acuñación de monedas, respaldadas por una autoridad que garantiza la fiabilidad de su peso. - El dinero papel surge durante la Edad Media entre los orfebres que custodiaban los metales precisos. Los depositantes entregaban el oro o las joyas a los orfebres y ellos les expedían unos certificados (recibos de papel) que les garantizaban su devolución en cualquier momento. Con el tiempo, se generalizó la costumbre de pagar las compras con estos cómodos recibos. De este modo, nació el dinero papel convertible en oro. En el S.XVII, los primeros bancos europeos sustituyeron a los orfebres en la custodia del oro depositado, y los recibos que entregaban a cambio se convirtieron en los primero billetes de banco, con respaldo de oro. - El dinero fiduciario. Si el dinero es tan importante, ¿por qué no lo crea el Gobierno y obliga por ley a que todos los ciudadanos lo acepten? Ello garantizaría el control de la cantidad de dinero existente en la economía. Esta idea dio lugar, en la primera mitad del S.XX, al dinero fiduciario. Este dinero basa su valor en el crédito y en la confianza que merece quien lo emite. Los billetes y monedas en euros que usamos en la actualidad en España son dinero fiduciario o dinero legal, emitido por el Banco de España por delegación del Banco Central Europeo. Actualmente, el dinero ya no tiene valor como mercancía ni es convertible en oro. Lo crea la autoridad monetaria o banco central y su aceptación está establecida por ley. Su uso se basa en la confianza (fiducia) de que va a ser aceptado por todos, dado el prestigio que merece la autoridad que lo emite. Este es el dinero que, por ejemplo, crea el Banco Central Europeo al emitir euros o la Reserva Federal al emitir dólares. 3. La creación del dinero bancario La gente suele depositar sus ahorros en los bancos. La función básica de la banca consiste en captar estos depósitos pagando un interés y conceder préstamos cobrando un interés superior al que pagaron por los depósitos Los bancos saben que los ahorradores no retiran sus depósitos de una sola vez ni todo su dinero al mismo tiempo. Por ello, para hacer frente a las posibles peticiones de dinero por parte de sus clientes, los bancos solo necesitan mantener una pequeña parte de sus depósitos en forma de reservas. Para nuestra seguridad, el Banco Central obliga a los bancos a mantener un porcentaje mínimo de reservas, llamado coeficiente de caja o coeficiente legal de reserva. El banco presta el resto del dinero a familias y empresas creando así el llamado dinero bancario. En una economía, por tanto, el dinero en circulación está formado por el dinero emitido por el Banco Central más el dinero bancario. Ejemplo: “Imaginemos que Carmen ahorra 1.000€ y los deposita en el Banco A. Si el coeficiente de caja es del 10%, el Banco A podrá prestar 900€ como máximo, ya que debe reservar 100€ (el 10% del depósito) Supongamos que el Banco A presta los 900€ a Carlos par que se compre un ordenador. Con este préstamo, el Banco A está creando dinero, ya que Carmen sigue teniendo 1.000€ disponibles en su cuenta y, a su vez, Carlos cuenta con 900€ para comprase el ordenador. La tienda de ordenadores deposita el dinero de Carlos en el Banco B, el cual tendrá un depósito de 900€ del que deberá dejar 90€ como reserva, y podrá prestar 810€, añadiendo así más dinero bancario”. Los Bancos no imprimen billetes, pero conceden préstamos, que tiene el mismo efecto. 3.1 El multiplicador del dinero El proceso de creación de dinero bancario continúa mientras pasa por diferentes bancos en forma de depósitos y préstamos sucesivos. De este modo, aumenta el dinero existente en la economía. Para calcular el valor total del dinero creado se emplea la siguiente fórmula: Dinero total creado=depósito inicial x (1/coeficiente de caja) En el ejemplo de la página anterior, sería: 1.000 x (1/0,01)=100,000€. Esto nos indica que el dinero creado acabaría siendo igual a 100,000€ y, por tanto, el dinero existente en la economía aumentaría en la misma cuantía. La proporción en la que se crea el dinero la determina el multiplicador bancario (1/coeficiente de caja), que en nuestro caso sería: 1/0,01=100. El que se pueda crear más o menos dinero bancario depende, en primer lugar, del dinero que deben mantener los bancos como reservas, es decir, del coeficiente de caja. Cuanto mayor sea este, menos dinero se creará. En segundo lugar, depende de la confianza de los ahorradores en el sistema bancario y en la seguridad de sus depósitos. Si desconfían y no depositan su dinero en los bancos, el proceso de creación de dinero se detiene. 3.2 ¿Están garantizados nuestros ahorros? En las economías desarrolladas actuales, las personas suelen confiar en los bancos y, de hecho, tienen la mayor parte de su dinero depositado entre ellos. La experiencia de la crisis financiera de 2008 ha demostrado que los Gobiernos harán cuanto sea necesario para garantizar que los bancos no quiebran, ya sea interviniendo para nacionalizarlos (como ocurrió con Bankia en nuestro país), ya creando fondos de garantía para asegurar que los ahorradores recuperen su dinero en caso de quiebra bancaria. 3.3 Pánicos bancarios y corralitos Un banco puede prestar la mayor parte de sus depósitos porque, en condiciones normales, solo unos cuantos clientes suelen retirar su dinero cada día. Pero ¿qué ocurriría si una parte importante de los depositantes retiran todo su dinero al mismo tiempo? El banco tendría que cerrar, lo que provocaría el pánico entre sus clientes. El pánico bancario comienza cuando se extiende el rumor de que un banco tiene problemas financieros y los ahorradores corren a retirar sus depósitos. Así ocurrió en la Gran Depresión de 1930, que terminó con numerosos cierres de bancos y con la pérdida del dinero de los depositantes. Tras esta crisis, en casi todos los países se establecieron garantías para los ahorradores y mayores exigencias de reservas de capital para los bancos. Una variante del pánico bancario es el corralito, una medida que limita la retirada de dinero de los bancos. El término se acuñó en 2001, cuando el Gobierno argentino lo decretó en plena crisis para evitar la retirada masiva de dinero bancario. 4. El precio del dinero: el tipo de interés Cuando depositamos nuestros ahorros en una entidad financiera, esta nos paga una cantidad por el derecho a usar nuestro dinero que se denomina tipo de interés, que es el precio del dinero expresado en porcentajes, es por tanto, el precio del dinero. Y cuando solicitamos un préstamo, somos nosotros quienes pagamos al banco ese tipo de interés. Por tanto, el tipo de interés supone un coste para quien pide dinero y un ingreso para quien lo presta. Quien presta dinero, exige una compensación en forma de intereses, y lo hace por tres razones: - Por renunciar a su uso durante el período de préstamo. - Por asumir un riesgo, pues existe la posibilidad de no recuperar el dinero prestado. - Por una posible pérdida de valor del dinero producida por la subida de los precios durante el período de duración del préstamo. El tipo de interés suele expresarse en el tanto por ciento anual sobre la cantidad prestada. Así, un préstamo de 10.000€ a un tipo de interés del 3% en un año, significa que debemos devolver ese dinero más 300€ de interés. 4.1 ¿De qué dependen los tipos de interés? En la zona del euro, el tipo de interés básico lo fija el Banco Central Europeo; y es el tipo que aplica a los préstamos que conceden a las entidades bancarias que están bajo su autoridad, cuando estas necesitan dinero. Este tipo básico se convierte en el precio oficial del dinero y en la referencia para todo tipo de préstamos en la zona del euro. Cuando las entidades bancarias prestan a familias y empresas, cobran un tipo de interés superior al tipo oficial y, además, le añaden un plus en función de tres variables: el plazo de duración del préstamo, el riesgo que entraña y el grado de liquidez se aplicará. - Plazo: cuanto más largo sea el período en el que se devolverá el dinero, mayor tipo de interés se aplicará. - Riesgo: en la medida en que hay más riesgo de que el dinero prestado no se recupere por impago o retraso, se exigirá un tipo de interés más alto. - Liquidez: cuanto más fácil sea recuperar el dinero prestado, menor tipo de interés se exigirá. En función de estas circunstancias, un crédito hipotecario, por ejemplo, es más barato que un crédito personal, ya que la garantía del primero (la vivienda) supone menos riesgos para el banco. De la misma forma, cuando depositamos nuestros ahorros a plazo fijo, el banco nos ofrecerá un tipo de interés más alto cuanto mayor sea el plazo. Y el interés de una cuenta a la vista será más bajo que el de un depósito a plazo fijo, debido a la mayor liquidez de aquella. 4.2 El valor del dinero en el tiempo El tipo de interés es una forma de compensar la pérdida de valor del dinero como consecuencia del paso del tiempo y de la subida de los precios. Si tenemos 1.000€ hoy y los mantenemos “debajo del colchón”, dentro de un año valdrán menos que hoy, aunque la cantidad sea la misma. En cambio, si depositamos ese dinero en una entidad financiera (lo prestamos) a un interés anual del 5%, dentro de un año tendremos 1.050€. Si decidimos mantener el dinero inicial más sus intereses un año más, al finalizar el segundo año habría que añadir el 5% a los 1.050€, por lo que tendríamos 1.102,50€. Y así sucesivamente, según la lógica de la capitalización compuesta, que es la obtención del rendimiento final del capital aportado inicialmente así como los intereses generados en el tiempo. En consecuencia, el dinero genera unos intereses a medida que va pasando el tiempo, lo que hace que un capital inicial vaya adquiriendo valores diferentes en momentos distintos del tiempo. 5. El valor del dinero y la inflación El valor del dinero se mide por los bienes que podemos adquirir con él. Si nos permite ir al cine y compramos un libro, ese es nuestro poder adquisitivo, es decir, eso es lo que vale nuestro dinero. Si dentro de un año, con ese mismo dinero, no podemos conseguir ambas cosas porque son más caras, el dinero habrá perdido valor. Si los precios suben se produce inflación. Así, la inflación se define como una subida continuada y generalizada de los precios de una economía. Su consecuencia es que el valor del dinero baja, ya que podemos comprar menos bienes con el mismo dinero. El proceso contrario es la deflación, o descenso general de precios. La inflación es moderada si el aumento de los precios es leve (inferior al 2% o 3% anual); galopante, si sobrepasa el 10% anual; o hiperinflación, cuando sube más del 100% en una año, lo que supone el descontrol de precios y la quiebra de la confianza en la moneda nacional, ya que apenas tiene valor. En este último caso, la población se refugia en el trueque o en la utilización de una moneda extranjera. 5.1 Causas de la inflación - Inflación de demanda. Si la demanda de bienes crece a un ritmo superior al que las empresas pueden producir esos bienes, se ocasiona una situación de escasez o exceso de demanda, que provoca un aumento de los precios. Este exceso de demanda suele explicarse porque las autoridades monetarias crean más dinero del necesario. Si el dinero crece más deprisa que los bienes producidos, las personas tienen más dinero para comprarlos, por lo que estarán dispuestos a pagar precios mayores por ellos. - Inflación de costes. Si se produce un aumento de los costes de producción de las empresas (salarios, materias primas, energía, etc.), se suelen trasladar esas subidas al precio de venta de los productos, generando de esta forma la inflación. Cuando los precios suben, los trabajadores pierden poder adquisitivo y reclaman aumentos salariales. Estos aumentos implican incrementos de los costes de producción, que vuelven a generar subidas de precios, provocando nuevas exigencias de aumentos de salarios. A veces, se crea así una espiral inflacionista que se alimenta a sí misma. 5.2 ¿Cómo se mide la inflación? Para medir la inflación, se utilizan índices de precios al consumo (IPC), que expresan el crecimiento medio de los precios de los bienes durante un período de tiempo. En España, el IPC lo elaboran el INE siguiendo los siguientes pasos: - Para averiguar en qué gastan las familias, el INE realiza la encuesta de presupuestos familiares. Con esta información, se elabora una hipotética cesta de la compra de bienes y servicios representativa del país. Dada la imposibilidad de recoger todo lo que consumimos, el INE selecciona los bienes representativos del consumidor medio. - Tras delimitar la cesta de la compra, se pondera cada uno de los bienes según la proporción de la renta familiar gastada en cada bien. Así se obtiene el porcentaje o peso de cada grupo de productos en relación al total. Por ejemplo, el gasto en transporte, en el gráfico, es un 15,45% del total. - Después, se observa los precios de los bienes de la cesta de la compra en un momento del tiempo (año base) y se les atribuye el valor 100, para que puedan percibirse sus cambios de forma más sencilla (por ejemplo, si ir al cine vale 6,50€, se le atribuye el valor de 100 y así con todos los bienes de la cesta), de tal forma que el IPC de este años base es: IPC0 =100. - Transcurrido un período, se vuelve a observar los precios y se calcula su variación en el tiempo, obteniendo el nuevo índice: IPC1. - Una vez calculados los índices de dos fechas diferentes (IPC0 e IPC1), podemos conocer la evolución de los precios a través de la tasa de variación o tasas de inflación, que nos indica el porcentaje de inflación en ese período. El IPC se elabora cada mes, pero la tasa de inflación más usada es la de inflación interanual, que mide el crecimiento de los precios en el último año: Tasa de inflaciónaño1 = [(IPC1- IPC0)/IPC0] X 100 Ejemplo: “Imagina una economía simplificada en la que la cesta de la compra está formada por un único bien: latas de refresco. En la viñeta observamos el precio de cada año. Para saber qué porcentaje han subido los precios y poder comparar, tomaremos el año1 como base; por tanto: IPCaño1 = 100. Los años siguientes serán: IPCaño2 = (0,84/0,75) x 100 =112 IPCaño3 = (0,9/0,75) x 100=120 Tasa de inflación año2 = [(112-100)/100] x 100=12% Tasa de inflación año3= [(120-112)/112] x 100= 7,14% 6. Los efectos de la inflación Si los precios aumentan de forma moderada y previsible, sus efectos no serán importantes, pero si las subidas son persistentes e imprevisibles, las consecuencias pueden ser muy negativas. Tanto las familias como las empresas se fijan en los precios para planificar sus ingresos y gastos futuros. Cuando los precios cambian continuamente, se genera incertidumbre sobre el futuro de la economía. Esto hace que las familias desconfíen del dinero como depósitos de valor y disminuyan su ahorro, así como que las empresas reduzcan sus inversiones a largo plazo, lo que afecta negativamente al crecimiento económico y al empleo del país. Además, si los precios de nuestros productos suben más que los de los países con los que comerciamos, disminuyen nuestras exportaciones y empeora nuestra competitividad internacional. Por último, la inflación no afecta a todos los colectivos del mismo modo. Beneficia a quienes deben préstamos o poseen bienes patrimoniales, y perjudica a los ahorradores, los prestamistas y a los grupos más débiles o con menor capacidad de negociación. 6.1 De lo nominal a lo real Si a principios de año nos aumentan el salario un 2%, ¿nos lo están subiendo realmente? Depende: si los precios suben también un 2%, mantendremos la capacidad adquisitiva, aunque tengamos más dinero en el bolsillo. Cuando hay inflación, conviene distinguir entre valores nominales, en los que no se tienen en cuenta los efectos de la inflación, y valores reales, en los que los efectos de la inflación han sido descontados o eliminados. Sin un trabajador gana 1.000€ al mes y su sueldo aumenta un 4% anual, percibirá 1.040€. Pero si los precios suben un 2%, el incremento real del salario es del 2% (4-2). Aunque su salarios real nominal sea de 1.040, su capacidad adquisitiva (cantidad de bienes que puede adquirir) o salario real solo es de 1.020€. También puede ocurrir que la inflación supere al aumento de salarios. Como se ve en el gráfico, aunque el salario medio nominal creció un 3% en los años de la crisis, la subida de los precios fue del 8,8% en ese mismo período, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores del 5,8%. La diferencia entre nominal y real también es aplicable a los tipos de interés o a la rentabilidad de una inversión. Si el tipo de interés nominal que nos paga el banco por un depósito a plazo fijo es del 4% anual y la inflación es del 1,5%, el tipo de interés real que obtenemos será del 2,5%. 6.2 Del PIB nominal al PIB real Con la producción de un país ocurre lo mismo. Para calcular el PIB usamos los precios de cada año. Por tanto, si el PIB aumenta de un año a otro, conviene distinguir qué parte de ese aumento es real y qué parte se debe al incremento de precios. Para que la subida de precios no afecte al PIB, se utiliza el PIB real, que valora la producción de cada año o unos precios fijos (constantes). La tabla muestra los datos de una economía simplificada en la que solo se produce un bien. En columnas, se señala la cantidad producida en tres años sucesivos, los precios y las cifras del PIB nominal y real. Vemos que el PIB nominal del año 2 ha aumentado, pero, realmente, la cantidad de producción, no (solo ha subido el precio, de 1 a 1,25) y, por ello, el PIB real no aumenta. La columna del PIB real, por lo tanto, nos informa sobre qué ha ocurrido realmente con el crecimiento económico, eliminados los efectos de la inflación. 6.3 Inflación y salarios Para compensar los efectos de la inflación sobre los salarios, las empresas y los sindicatos negocian convenios colectivos en los que se fijan los salarios futuros de acuerdo con la inflación prevista. Por ejemplo, si se prevé que la inflación del próximo año será del 2%, los salarios tenderán a incrementarse en este porcentaje. En el caso de los empleados públicos y los pensionistas, es el Gobierno el que fija el aumento.