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LA GESTIÓN DE LAS DINÁMICAS SOCIALES Y SU EVALUACIÓN POR: HERNANDO ZABALA SALAZAR 1. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA GESTIÒN SOCIAL La gestión social, en términos generales, puede entenderse como la capacidad que tienen las personas o la comunidad de realizar una determinada actividad para producir un cambio social, superar carencias y satisfacer necesidades. Su marco de referencia corresponde a las ciencias administrativas y a las teorías de la gerencia social, el enfoque sistémico, el direccionamiento estratégico, la gerencia del servicio y la formulación. Una definición aceptada en nuestros tiempos es que es un proceso de decisiones y acciones que no se limita a la gestión propiamente administrativa sino que implica diseñar y operar propuestas de transformación de la realidad de unos determinados sujetos sociales. Pero también podría entenderse como la construcción de espacios de relación social y vínculos de relacionamiento institucional, a través de un conjunto de acciones, focalizadas en determinados grupos sociales o poblacionales. En todo caso, la gestión social debe posibilitar el desarrollo de las personas y las comunidades, generando cultura y, sobre todo, inclusión social para la transformación de las realidades insatisfactorias, soportada en herramientas administrativas que permitan dotar a los sujetos de los elementos teóricos y prácticos con los cuales pueda materializarse el cambio social. Aunque la gestión social presenta puntos de encuentro con conceptos más o menos similares, debe hacerse la distinción respecto de la gestión comunitaria y de la gestión pública. La gestión se define como la capacidad de administrar o también de hacer diligencias para conseguir un propósito o realizar una determinada actividad. También puede aceptarse la definición de que es la capacidad de asumir responsabilidades para el funcionamiento de un sistema organizacional. Al introducirse el concepto social, ello implica capacidad de generar bienestar en las personas, esto es, asumir responsabilidades para producir calidad de vida o mejorar las condiciones de vida. Por tanto, la gestión social es un proceso que ha de tomar en cuenta principalmente los intereses o necesidades de los sujetos de su accionar. La gestión social lleva implícitos los elementos constitutivos del proceso administrativo, pero también los conceptos de democracia participativa, autogestión y desarrollo sustentable. En resumen, por gestión social debe entenderse el proceso por el cual una acción (o conjunto de acciones) social se somete a diferentes pasos para hacerla coherente, racional, eficiente, efectiva, implicando: planeación, organización, dirección y control. En algunos tipos empresariales la gestión social se confunde con los diferentes elementos de su proceso administrativo, haciendo que la operación económica se supedite al cumplimiento de su inherente responsabilidad social. En otros tipos empresariales la gestión social se constituye como un agregado de la gestión económica y administrativa, fundamentalmente en cumplimiento de una responsabilidad social que le es obligada para mantener un buen posicionamiento en el mercado. En todo caso, si se quiere realizar una dinámica social coherente, racional, eficiente y efectiva, toda organización empresarial debe adelantar diferentes pasos, entre los que se destacan: el mercadeo social, la planeación social y el control social. En esa perspectiva, quienes adelanten la gestión social deben ser personas centradas en los problemas de la comunidad, atentos a las necesidades, quejas y reclamos de asociados y usuarios, con amplitud de miras y transparentes respecto de la información sobre sus decisiones y las obras ejecutadas. Así pues, quienes cumplan el papel de gestores sociales deben contar con una serie de condiciones, entre las cuales se tienen: a) Capacidad de coordinación y de negociación dentro de su propia organización y fuera de ella con otras organizaciones e instituciones. b) Capacidad de administrar la contingencia, la complejidad y la incertidumbre c) Capacidad de dirigir estrategias de conducción participativas, con respecto a los ejecutores de los proyectos y a los sujetos beneficiados. d) Contar con la suficiente formación, en cuanto a conocimientos y habilidades de gestión organizacionales. El gestor social, además de la responsabilidad de asegurar la supervivencia, competitividad y rentabilidad económica de la empresa, debe coadyuvar a garantizar la ampliación del bienestar, la equidad y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los grupos relacionados. Es de advertir como un componente indispensable para la gestión social es el diagnóstico social, el cual debe ser entendido como el conocimiento previo de la realidad sobre la cual se pretende intervenir. Con el diagnóstico se trata de detectar necesidades, expectativas, problemas, fortalezas, debilidades y oportunidades de los sujetos de las inversiones e iniciativas sociales. Se trata de tomar conciencia de la 2 realidad. El diagnóstico es una fase indispensable para que los gestores sociales reconozcan que las comunidades y las personas que las integran no sólo son consumidores potenciales, entendiéndolos como actores sociales en permanente movimiento que generan su propia cultura, dueños de un saber y de destrezas que les permiten ser gestores de su propio desarrollo, para lo cual es necesario –en ciertas circunstancias- ayudarles a construir las herramientas para manejar conscientemente su saber y estar en mejores condiciones de afrontar los desafíos. El siguiente gráfico, resume el proceso de gestión social, en el cual han de tomarse en cuenta diferentes acciones de mercadeo social, planeación social, ejecución de dinámicas social, control y evaluación de la gestión social y formación de acumulados sociales. PROCESO DE LA GESTIÓN SOCIAL MERCADEO SOCIAL INFORMACIÓN SOCIAL PLANEACIÓN SOCIAL DEFINICIÓN DE ACCIONES SOCIALES RESPONSABILIAD SOCIAL EMPRESARIAL DINÁMICAS SOCIALES INDICADOR SOCIAL BASE GRUPOS DE INTERES INDICADOR SOCIAL PREVISTO INFORMACIÓN SOCIAL CONTABILIDAD SOCIAL BALANCE SOCIAL CONTROL SOCIAL RESULTADOS DE LA DINÁMICA SOCIAL LOGROS SOCIALES IMPACTO SOCIAL INDICADOR SOCIAL RESULTANTE FORMACIÓN Y MANTENIMIENTO DE CAPITAL SOCIAL EVALUACIÓN SOCIAL INFORMACIÓN SOCIAL 2. LAS DINÁMICAS SOCIALES Las dinámicas sociales siempre han sido objeto de debate en todos los tiempos, especialmente para definir y evaluar la acción gubernamental. Educación, vivienda, salud, empleo, cultura, derechos humanos, justicia y medio ambiente, entre otros, son el centro de atención en muchos lugares y momentos históricos; conforman las 3 agendas de concertación entre lo público y lo privado, para establecer acuerdos mínimos entre el Estado, empresarios y ciudadanía organizada en la búsqueda del bienestar. A partir de estos acuerdos y la responsabilidad que asumen las organizaciones hacia el logro de esos propósitos comunes, se producen planes y programas de intervención e inversión en dinámicas sociales variadas. Por ello, para poder identificar con precisión los tipos de inversión e intervención, es necesario partir del significado y alcance del término DINÁMICA SOCIAL. Esta debe entenderse como una categoría que capaz de desplegar esfuerzos e iniciativas empresariales hacia el logro del bienestar social, apoyándose en procesos de mercadeo, planeación, gestión y control. La dinámica social implica responsabilidad y participación de modo que los intervinientes (quien entrega y quien recibe) asumen este acto como un producto de la reciprocidad, siendo conscientes de su capacidad de aportar trabajo, conocimiento, capital o cualquier otro recurso. De este modo se superará el asistencialismo que no permite mayor evolución del bienestar. Una acción con sentido propio, dirigida a la acción de otros, es la que se valida para poder construir una dinámica social intencional; es decir, con sentido. Las dinámicas sociales se orientan por las acciones de los otros y estos otros deben ser individualizados y conocidos, porque ellas no pueden aceptar una pluralidad de individuos indeterminados y desconocidos. De ahí que las dinámicas sociales se definan como el conjunto de esfuerzos realizados CON SENTIDO, para facilitar el bienestar de las personas, en un radio de acción específico. Cuando la organización empresarial incorpora dinámicas sociales responsables, en confluencia con su dinámica económica, la lleva a señalar ciertas metas deseadas (lo axiológico) y luego planear cómo alcanzarlas, es decir, por medio de acciones concretas (lo pragmático). De esta manera, se identifican intereses comunes y concretos, cuya prioridad debe establecerse para concentrar en ellos los esfuerzos y las acciones colectivas. Las dinámicas sociales presentan las siguientes condiciones: Un acuerdo en torno a su sentido o intencionalidad. Un mínimo de reciproca bilateralidad. Una determinada actitud entre las partes, lo cual expresa su carácter objetivamente bilateral. 4 Un grado de continuidad con el fin de que la acción procure la transformación, lo que indica que se ha creado una nueva relación o que continúa la anterior con un nuevo sentido. La construcción de consensos y compromisos colectivos, con el objeto de lograr un uso adecuado de los recursos, permitiendo identificar áreas prioritarias para que la acción tenga un mayor impacto y alcance social. 3. EL MERCADEO SOCIAL - INFORMACIÓN E INDICADORES DE LA REALIDAD SOCIAL El mercadeo social es un proceso que busca determinar las necesidades, expectativas y percepciones de los grupos objeto de la acción social, para diseñar estrategias y programas que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de los grupos sociales definidos. Desde 1970 se empezó a desarrollar la llamada mercadotecnia social, tratando de adaptar y transferir los elementos comerciales a las actividades dedicadas a la gestión social. En principio se entendió como el diseño, implantación y control de programas que buscan incrementar la aceptabilidad de una idea social o prácticas en grupos. Como en las prácticas comerciales, en esta se utilizan conceptos como los de segmentación de mercados, investigación de consumidores, comunicación e incentivos. Mercadeo social es más que publicidad. Muchas campañas fracasan porque asignan a la publicidad el papel principal. Para que el diseño de estrategias de cambio social sea efectivo, los mercadólogos sociales pasan por un proceso normal de planeación de mercadotecnia. Primero definen el objetivo del cambio; luego analizan los enfoques de comunicación y distribución; finalmente desarrollan un plan de trabajo y establecen la organización que adelantará dicha actividad. El mercado objetivo, es claro que está definido por los grupos de interés, dependiendo de la organización empresarial de que se trate. En las organizaciones de estricto desarrollo de programas de gestión social, el mercadeo social es absolutamente necesario y adquiere características especiales. En síntesis, para el logro de una acción social eficaz, es necesario conocer con la mayor certeza posible las necesidades y expectativas de los grupos sociales, para garantizar una aplicación efectiva de los recursos asignados, rompiendo el estilo tradicional de determinar las acciones desde la óptica subjetiva del administrador, quien juzga a priori y asigna recursos sin consultar debidamente la realidad. El mercadeo social es una herramienta que permite conocer el perfil socioeconómico de los grupos, el inventario de necesidades y expectativas y su jerarquización para llegar a la selección de factores para la acción social. 5 Existen varias técnicas para llegar al conocimiento de los mercados sociales objetivos como: 1) Encuesta, sondeo, indagación y entrevista; 2) Panel; 3) Mesa redonda, y 4) Mesas de trabajo. Además, de estas fuentes básicas se recomienda combinarlas con las referencias secundarias como complemento para la sustentación y argumentación de la acción social. Para el diseño de la encuesta se tiene en cuenta la dimensión social. Lo social está relacionado con la calidad de vida de la persona, la familia, el trabajo, el equipo y el ambiente en que se vive. Para obtener la información y el inventario de necesidades y expectativas según el mercado social objetivo, es conveniente que la información se soporte en las siguientes variables: 1. 2. 3. 4. 5. 6. Datos generales (información demográfica). Educación. Salud. Vivienda. Recreación y tiempo libre. Empleo y calidad del mismo. Este acopio de datos se logra por la combinación de diferentes técnicas de mercadeo, dependiendo del tamaño del mercado social objetivo, el cual se aborda mediante una cobertura poblacional (universo o muestra). 4. LA PLANEACION SOCIAL Una vez definido y clasificado el mercadeo de expectativas sociales se inicia un proceso de planeación social con el objeto de definir unos propósitos acordes con los objetivos generales de la empresa que se concretan en planes, los que a su vez incorporan actividades, metas y recursos en un escenario y tiempo determinados. Para empezar, ese proceso se comienza con un análisis de la situación actual y una buena herramienta es el análisis DOFA. Durante esta fase se debe realizar una descripción exacta del comportamiento de loso diferentes grupos de interés, así como determinar el comportamiento del futuro de la organización. Así mismo, hay que entender las relaciones de los diferentes grupos con la organización empresarial y entre ellos mismos. 6 Con este diagnóstico integral, se está en condiciones de responder los siguientes aspectos: Determinar el mercado social objetivo. Investigar las necesidades, expectativas y percepciones. Fijar objetivos sociales. Adelantar el proyecto social: suma de estrategias. Efectuar los pronósticos o prospectivas. Aplicar el análisis multifactorial. Realizar la planeación del proyecto, asignando las responsabilidades. Establecer la auditoría y el control social. Logrado ese primer momento de la planeación social, debe la empresa diseñar y comprometerse con estrategias de largo alcance que garanticen una acción social permanente, secuencial y continua. Esta dinámica introduce la planeación prospectiva, herramienta que permite definir los escenarios probables y efectuar el análisis de los deseables. La planeación estratégica exige la actualización y recreación del mercadeo social, entendiéndose éste como un insumo fundamental de la planeación social y que cumple su condición dinámica, en tanto, una vez satisfechas las necesidades y exigencias iniciales, permite detectar otras ya que lo social evoluciona en forma permanente. La prospección social considera importante definir escenarios optimistas, normales y pesimistas, propios en ejercicios de esta índole. Se entiende por escenario optimista, los logros de mayor alcance que en condiciones normales superan el comportamiento histórico. De su lado, un escenario pesimista es aquel que señala logros por debajo del comportamiento histórico normal. Para estimar estos dos valores y conforme con los resultados del mercadeo de expectativas sociales, se obtiene una identificación de factores que son sopesados en términos cuantitativos y cualitativos y según la tabulación y ponderación realizada en el proceso de mercadeo social, se procede inmediatamente a definir un plan operativo que incluye actividades, presupuesto, metas y responsables. Es necesario advertir que la planeación social implica establecer programas específicos para cada grupo de interés y programas de interrelación. Así se hará una planeación coherente. Para tal efecto, el plan operativo se apoya en instrumentos que operacionalizan las estrategias y acciones a seguir, así: 7 Se debe tener en cuenta que las dinámicas sociales presentan dos dimensiones frente al análisis presupuestal: a) El presupuesto económico proyecta los ingresos y egresos en unidades monetarias y su carácter es cuantitativo porque su ejecución vela por el cumplimiento de los ingresos y la racionalización de los egresos. b) El presupuesto social, además de utilizar recursos económicos, su énfasis es cualitativo, porque su ejecución indica el mejoramiento en la calidad de vida. 5. LA CONTABILIDAD SOCIAL La medición de la gestión social implica acogerse a la teoría contable para estructurar un sistema de contabilidad social que permita recoger, organizar, registrar, resumir e interpretar la dinámica social de las organizaciones empresariales. La tradición de la gestión empresarial ha sido la de informar periódicamente acerca de su evolución y cumplimiento de objetivos generales y metas sólo desde una perspectiva contable, a través de la presentación de los llamados Estados Financieros. Pero, especialmente en el caso de las organizaciones empresariales que centran su actividad en el cumplimiento de propósitos sociales, dicha información no es suficiente y mucho menos los indicadores que de ella se derivan, por lo que requieren de mecanismos que enuncien las consecuencias de las acciones empresariales sobre los grupos sociales de interés. En tal sentido, así como existe una importante preocupación por informar sobre las actuaciones en el plano económico, debe –especialmente en las organizaciones con gestión social- procurarse informar sobre la incidencia de las actuaciones en el todo social. Generalmente estas organizaciones elaboran informes anuales de sus acciones sociales y presentan cuadros que resumen la participación y la inversión, pero ello aparece sólo como complementario y sobre la base de una información parcial e inconexa, tendiéndose a introducir sólo aspectos positivos de la gestión en este campo, a veces mostrándose una imagen distorsionada de la realidad. Es costumbre acopiar información a última hora sin ningún tipo de sistematización, lo que produce datos poco cuantificados que impiden el análisis comparativo sobre bases rigurosas y homogéneas. Para contar con un balance social que efectivamente identifique la realidad de la organización, que sea susceptible de comparación y contribuya a producir correctivos en la gestión social futura, sus fuentes deben producirse de forma metódica y sistemática. Para ello debe producirse un Sistema de Información Social o 8 Contabilidad Social que sea, a su vez, compatible con la información contable tradicional. Un Sistema de Información es el conjunto de herramientas, datos estadísticos, personal capacitado y procedimientos organizados para: capturar, almacenar, actualizar, manejar, analizar y desplegar toda información en un sistema de referencia. En consecuencia, se puede establecer que un Sistema de Información Social es el conjunto de recursos y procedimientos, con sus respectivos resultados, que indican el registro sistemático de las acciones sociales de una determinada organización. Desde el punto de vista contable, se puede definir como el registro de los hechos y cambios en las expectativas sociales de un mercado social objetivo medido en unidades de bienestar. En la contabilidad social la unidad de medida no es exclusivamente la monetaria, se puede hablar allí de unidades de bienestar. Esto es, una unidad de medida seleccionada para cuantificar la acción social que, a diferencia de la acción económica, que se expresa únicamente por medio de la unidad monetaria, en la medición de la acción social convergen diferentes opciones acordes con los factores a medir. En ellas se acude a unidades estadísticas típicas que facilitan la agrupación y homogeneidad de los factores de calidad de vida. Algunas medidas de uso común que explican las dinámicas sociales, son: - Número de días. Número de personas. Número de eventos. Número de horas. Número de cursos. Otros (dato porcentual y en unidades monetarias). La contabilidad social se refiere, en resumen, al sistema y procedimiento para el procesamiento y consolidación de la información social y la generación de estados sociales. 6. EL BALANCE SOCIAL Desde una perspectiva estrictamente administrativa, el balance social no es más que el resultado del proceso de medición de dinámicas sociales en una unidad empresarial dada. Esto es, si se parte de considerar la presencia de un conjunto de acciones sociales conscientemente adoptadas en la cultura organizacional y la existencia de un sistema de información social que las registra, el balance social no es más que la consecuencia lógica de dicho proceso. 9 La teoría del balance social es apenas de reciente inserción en las ciencias económicas y de la administración, nacida de la necesidad de conocer y evaluar las acciones empresariales que manifiesta la preocupación por los sujetos intervinientes en el proceso productivo: trabajadores, propietarios, clientes, proveedores, comunidad y Estado. Son variadas las definiciones surgidas de diversas prácticas administrativas y sociales, que sugieren enfoques y propósitos disímiles. Una definición estrictamente econométrica señala que el balance social es la determinación de los indicadores sociales para, a partir de ellos, implementar las acciones (generalmente de tipo macro) necesarias para mejorar el estado de tales variables. Desde una dimensión muy pragmática también se ha entendido como la identificación del impacto de la acción empresarial sobre los componentes sociales de ésta y del entorno relevante a la organización. La primera intención del modelo de balance social estuvo relacionada con los propósitos altruistas de las empresas y sus gestores, por lo que se llegó a entender como la medición de la bondad de las instituciones en lo que respecta a cómo la gente y los observadores de fuera (o dentro) consideraban que era su desempeño social. Finalmente, se ha considerado –desde la perspectiva administrativa- como el establecimiento de relaciones simbólicas entre indicadores de eficiencia y de desempeño, a la manera como se establece el balance financiero. En todo caso, siguiendo la lógica de los conceptos previos enunciados en este texto, el Balance Social puede definirse como el instrumento que permite medir y evaluar, de manera sistemática, la situación de la organización empresarial, en lo relacionado con su gestión social en un período determinado, cumpliendo con los siguientes objetivos: Evaluar el desempeño de las organizaciones en el campo social en un momento histórico determinado. Servir de base para planificar las actividades de la organización empresarial en beneficio de todos los públicos, en las áreas que se relacionen con la política social de la institución. Responder en forma clara y precisa a las exigencias de información de todos sus públicos. Evaluar los resultados de la acción social de la organización empresarial. Lograr proyección social de la organización empresarial. Crear instrumentos más efectivos para medir y controlar las consecuencias, los costos y los beneficios sociales de sus actos. 10 Realizar correcciones respecto al manejo y dirección de los recursos involucrados en las acciones sociales. Servir de instrumento para medir el acercamiento al cumplimiento del objetivo social de la organización. Crear y facilitar la formación de opinión, mediante la garantía de una información objetiva, clara, detallada, veraz y oportuna. Mediante el logro de estos objetivos, la producción del Balance Social y del consiguiente proceso previo de registro de información social, facilita las siguientes acciones administrativas: 1) La planificación. Como consecuencia de la existencia previa de una información sistematizada y orientada hacia unos objetivos concretos. 2) La participación. Potencia la intercomunicación de resultados, la concertación entre dirección y trabajadores y la formulación de lenguajes comunes. 3) La descentralización. Permite la delegación de poderes así como la iniciativa y responsabilidad de cada unidad funcional. 4) El autocontrol. Posibilita la función de los responsables de las unidades de control social, técnico e interno, así como la comprobación de resultados y explicación de diferencias. 5) Integración sicológica y funcional. Consecuencia de la existencia de un documento que refleja en una totalidad organizada, esquematizada y concisa, los objetivos globales de la empresa y a cuyo fin contribuyen todas las personas a quienes está encomendada la gestión social. En este sentido, un Balance Social debe poseer las siguientes características esenciales: Continuidad: debe ser una herramienta que se aplique durante toda la vida de la organización. Periodicidad: debe ser un instrumento a presentarse de manera periódica ante la dirección de la empresa, para que contribuya a la toma de decisiones. Oportunidad: que permita soportar la toma de decisiones en forma ágil y eficaz. Equidad: ha de contar con información justa y equitativa, de tal manera que no favorezca a ninguna de las partes implicadas. 11 Confiabilidad: la información y resultante debe ser verídica en relación con los recursos, obligaciones, necesidades, beneficios, etc. Comprensibilidad: debe ser entendible y presentado con claridad, de tal manera que resulte comprensible para todos los comprometidos. 7. RESULTADOS SOCIALES E IMPACTO SOCIAL Los resultados sociales permiten la evaluación del desempeño y del alcance de la acción social. Entre los diferentes instrumentos de gestión cuyo uso se ha difundido, está el control de resultados. Fue en los años 70 cuando efectivamente el control por resultados se empezó a utilizar especialmente en el sector público, simultáneamente con el uso de los indicadores de desempeño. Eso llevó a la formación de una cultura de la contratación estatal que estipulaba la especificación de los resultados esperados y de las responsabilidades y competencias de los intervinientes. En sentido general, se entiende por resultado social los logros alcanzados con la puesta en práctica de unas determinadas dinámicas sociales o, mejor expresado, el cumplimiento de las metas propuestas en procura de otorgar un cierto nivel de bienestar entre loso grupos de interés seleccionados. El resultado social puede medir el cumplimiento de lo planeado y el desempeño de la gerencia social durante el proceso de la gestión social, pero no significa el cumplimiento del objetivo final de dicha gestión. El determinar estos últimos alcances se presenta a través del método de evaluación del impacto social. Por impacto social se entiende el efecto que tienen los resultados de la gestión social sobre los sujetos de la acción y la propia organización. Efectos que se manifiestan en cambios concretos en la calidad de vida de la persona humana y en el desarrollo organizacional La identificación del impacto social permite establecer el grado de acercamiento o alejamiento del cumplimiento de la política y estrategias sociales de la organización empresarial en cuestión. En términos generales, la evaluación del impacto social (EIS) es el análisis, el seguimiento y la gestión de las consecuencias sociales del desarrollo, tanto positivas como negativas, de las intervenciones planeadas (políticas, programas, planes, proyectos), así como cualquier proceso de cambio social invocado por dichas intervenciones. 12 El fin de la evaluación de impacto es generar un entorno más sostenible y equitativo desde el punto de vista ecológico, sociocultural y económico. La evaluación de impacto promueve el desarrollo y el empoderamiento de la comunidad, construye capacidades y desarrolla capital social. El foco de la atención de la EIS es una postura proactiva frente al desarrollo y mejores resultados de desarrollo, y no solamente identificar o mitigar los resultados negativos o involuntarios. Ayudar a las comunidades y otros interesados (stakeholders) a identificar objetivos de desarrollo, y cerciorarse de que se maximicen los resultados positivos, puede ser más importante que minimizar el daño de los impactos negativos. Contribuye al proceso de gestión adaptativa de políticas, programas, planes y proyectos y, por lo tanto, debe informar el diseño y la ejecución de la intervención planeada. Las técnicas de EIS pueden emplearse también para evaluar los impactos sociales que se derivan de otros tipos de eventos, como desastres, cambios demográficos y epidemias. Ahora bien, parte importante de la evaluación de los impactos sociales, son los llamados indicadores, los cuales, en términos generales, son una expresión cuantitativa del comportamiento de las variables que intervienen en el proceso organizacional, el cual puede señalar desviaciones o aciertos, sobre los cuales se tomarán nuevas decisiones, representadas en acciones correctivas, preventivas, de mantenimiento o de proyección. Los indicadores sociales se utilizan para evaluar el desarrollo de la gestión social y el cumplimiento de las metas. Implican mediciones que se hacen a través de comparaciones. No es posible construir ningún indicador sino hay un marco de referencia. Por indicador social se entiende, pues, la expresión cuantificada de los resultados de la gestión social en comparación con otra gestión. Son, también, un modo de expresarse el impacto social. Así mismo, el instrumento final de un balance social es el indicador, el cual registra periódicamente la evolución y comportamiento de los elementos que integran dicho balance. 8. LA EVALUACIÓN DE LA GESTIÓN SOCIAL 8.1. LA AUDITORIA SOCIAL La auditoría social es un proceso que permite a una organización evaluar su eficacia social y su comportamiento ético en relación a sus objetivos, de manera que pueda mejorar sus resultados sociales y dar cuenta de ellos a todas las personas 13 comprometidas por su actividad. Se puede definir como el proceso que permite a las organizaciones evaluar, medir y controlar, con fines de mejoramiento progresivo, la gestión de lo social, entendiendo ésta como la aplicación de políticas y prácticas relacionadas con las personas tanto al interior como al exterior de ésta. La auditoría social va más allá de la simple auditoría administrativa y financiera. Incluye planes, estrategias, proyectos, políticas, procedimientos y practicas ejercidas por la organización o institución auditada. Revisa el sistema de información, contratos y programas, estructura y funcionamiento de las unidades organizacionales, sus productos y servicios, además de los estados financieros, cumplimiento de leyes y regulaciones. De este ejercicio, total o parcial, debe resultar un producto con propuestas de mejoramiento institucional. La auditoría social entendida de tal manera, con cuyos resultados mejora sus procedimientos y actuación, se considera como un componente importante en varios ambientes. 1. En el ambiente empresarial. Acá la función de la auditoria pretende capacitar al personal ejecutivo, administrativo y operario en su accionar para la inclusión, participación y transparencia. 2. En el ambiente social: En las organizaciones sociales, gremiales y de desarrollo socio económico la auditoria social interna conlleva exponer reconocer los procedimientos para la toma de decisiones, la distribución y ejecución de presupuestos y el mejoramiento de procesos de control. 3. En el ambiente político y público: Acá este concepto se dirige al proceso evaluativo (eficiencia y calidad del servicio), de medición (rendición de cuentas) y control (transparencia), ejercido desde lo externo del Sector Público por la ciudadanía organizada. En sentido general, la auditoria social es un proceso de evaluación e informe, en similar –en ciertos aspectos- a una auditoria financiera, sólo que hace énfasis en el aspecto social y no en el financiero, por esto, los procedimientos se aplican en distinto orden: identificación de las responsabilidades sociales de la organización; establecimiento de estándares de resultados para el cumplimiento de metas; Aplicación y medición de las variables de estos estándares para determinar las consecuencias de las decisiones de la empresa; y Presentar informe de la labor realizada en un período determinado. Sin embargo, la auditoria social resulta menos precisa y rigurosa respecto de la financiera, por las características de lo que implica la medición de resultados 14 sociales, ya que se toman en cuenta valores subjetivos. Además, las consecuencias sociales de cierta actividad o programa son difíciles de determinar, y sin duda pueden ser alteradas por el proceso mismo de medición. El proceso de auditoria ayuda a que las decisiones sean tomadas con mas responsabilidad, no solo hacia la empresa, sino hacia la comunidad que es en últimas, la realmente afectada. Así mismo, puede marcar la pauta para la definición de objetivos, políticas y programas institucionales. La auditoria social es una herramienta de administración que permite medir el impacto sobre las relaciones sociales de las actividades económicas. Grandes corporaciones en Canadá, Estados Unidos, y otros países, actualmente realizan una auditoria social cada año, de la cual hacen un informe que se entrega con los estados financieros. En Francia, las compañías que pasen de cierto tamaño están obligadas por la ley a llevar una forma de contabilidad social; otros países están considerando aplicar una legislación similar. En el mundo entero, en las organizaciones cooperativas la auditoria social tiene una relevancia particular, debido a que refuerza el compromiso de mejoramiento social, razón última de la filosofía El objetivo central de la auditoria social es el positivo desarrollo de la sociedad, sirviendo de ayuda para la toma de decisiones ofreciendo: Una definición clara del propósito social; Un enfoque integrado y estructurado de planeación financiera y acción social; Una evaluación objetiva del desempeño social; Una identificación de áreas que necesitan más compromiso; y Una prueba del compromiso de la empresa con el mejoramiento del bienestar social. Para adelantar el proceso de auditoria social deben tomarse en cuenta los siguientes criterios: Debe ser confiable y de aplicación repetitiva: debe proporcionar información exacta sobre el objeto medido, debe ser capaz de detectar cambios, entre un período y otro, y establecer la magnitud de dichos cambios; Debe ser de aceptación general: que obedezca a las normas generalmente aceptadas y a los métodos estadísticos de aplicación general; Debe ser comprensible: Para los auditores, las directivas y para los estamentos del contexto social quienes se preocupan por la autenticidad del proceso; Debe ser precisa: en el método y en el uso de las estadísticas; Debe ser viable y útil: Desde el punto de vista financiero y de aplicabilidad; que se pueda aplicar a decisiones y actividades urgentes en beneficio de la comunidad, para facilitar y promover los cambios necesarios en las políticas de la empresa, 15 buscando responder a los factores considerados como importantes por varios de los estamentos del con texto social; y Debe ser susceptible a modificación: que se modifique a la par con los cambios presentados en las necesidades comunitarias. Hay básicamente cuatro tipos de instrumentos o técnicas que pueden ser usados en este proceso de auditoria social: análisis de documentos, entrevistas, encuestas y observación. La información de los documentos disponibles en una organización (actas de reuniones, acuerdos, correspondencia interna, registros, archivos, notas) o a través de medios externos (reportajes, artículos, publicaciones), son fuente de información valiosa para la evaluación. Las entrevistas y encuestas son una técnica de recopilación de información altamente productiva, siempre y cuando se observen ciertas reglas. Finalmente, en medida que los auditores sociales adquieren experiencia en la implantación de los procesos, la observación jugará un papel importante en la recopilación y evaluación de la información. La información generada en una evaluación de la gestión social se puede usar con diversos propósitos. Por consiguiente, se hace necesario tener en cuenta diferentes modelos de informe: Tipo de informe Resumen anual. Informe detallado del resultado de una evaluación de la gestión social Informe Especial de desempeño en el campo social. Informe interno, sobre determinados temas de especial interés social. Informe evaluativo, para estimular el alcance de la auditoria. Propósito Para satisfacer necesidades contables (reportar metas alcanzadas por los programas de acción social). Como documento base para planeación de nuevas estrategias y toma de decisiones. Como prueba del compromiso social. Para informar sobre un tema en particular a determinado grupo social. Para llamar la atención sobre actividades y decisiones que necesitan mejorarse para realizar una buena labor social. Para legalizar los resultados de la auditoria y detectar los problemas por resolver en la ejecución de esta y posteriores evaluaciones. 8.2. CONTROL Y VEEDURÍA SOCIAL La auditoria social, como ya se ha indicado, adquiere ciertas particularidades de acuerdo con las ambientes empresariales en los cuales se aplique. Este acápite tiene el propósito de estudiar este proceso en el ambiente público, en el cual el control social adquiere una dimensión especial. 16 En primer lugar, hay que entender la auditoria social como un proceso por el cual se contabilizan y analizan las dinámicas sociales de una unidad territorial o descentralizada, dando cuentas de la misma, en función de los resultados obtenidos para mejorarla. Este es un proceso que requiere de información y conciencia ciudadana sobre los impactos y/o de las consecuencias medio-ambientales y sociales que provocan las actividades y prácticas públicas para demandar y exigir mayores cuotas de responsabilidad ética y social a las mismas. De modo que en el ambiente publico, la auditoria social se refiere a los procesos por medio de los cuales los ciudadanos (organizados en sociedad civil o individualmente) establecen mecanismos por medio de los cuales exigen a la administración pública una provisión de servicios de manera eficiente y satisfactoria de acuerdo a sus demandas sociales y las promesas de los planes de desarrollo. Este proceso parte de los siguientes supuestos: a) Un gobierno abierto y transparente, que incorpore a los ciudadanos en sus actividades complejas y procesos de toma de decisiones; b) Un flujo de información consistente y persistente desde el gobierno hacia sus ciudadanos y viceversa; y c) Maneras eficientes de rendir cuentas a los ciudadanos para que comprendan sus roles y exigir a los funcionarios públicos cumplir con sus responsabilidades de forma eficaz y transparente. Las funciones de esta auditoria social son: a) Velar por el adecuado funcionamiento de la administración pública; b) Atender toda denuncia sobre violación al derecho público, al derecho de ser servido con prontitud, eficiencia, sencillez y claridad; c) Atender toda denuncia sobre violación al derecho humano, a la seguridad económica, a la seguridad e integridad física y moral por parte de agentes del Estado; d) Solicitar y obtener información sobre los proyectos, planes y acciones concernientes a la inversión pública, las fuentes de inversión y la ejecución de presupuestos; e) Coordinar con las instancias gubernamentales, privadas, locales, nacionales e internacionales el intercambio de información confiable y clara, para lograr evaluar los resultados de los proyectos y programas de interés público; f) Contribuir al buen gobierno local, regional y nacional, estimulando a los gobernantes al cumplimiento transparente de sus funciones y sus promesas de campaña y a mantener su legitimidad de autoridad y gobernante; 17 g) Ser un medio de participación activa de la ciudadanía; h) Levantar la autoestima de la ciudadanía al obtener los medios idóneos de hacerse escuchar, tanto en la queja, en la protesta, como en la propuesta; i) Llenar los espacios no cubiertos por los entes contralores del Estado; j) Ser un complemento de investigación, evaluación y control para los entes contralores del Estado; k) Contribuir al mejoramiento económico, social y político de las comunidades; y l) Fortalecer las organizaciones de la sociedad civil. Los pasos que se deben seguir para lograr una correcta auditoria social de la función pública, son: 1) Definición del “objeto” (o materia) sujeto de auditoria social. 2) Planificación y organización del trabajo. 3) Recolección de la información y documentación. 4) Análisis de la información. 5) Reajuste de la planificación y presentación. 6) Elaboración de informes. 7) Socialización de resultados. En el punto inicial deben tenerse en cuenta decisiones y políticas que pueden dar una idea concreta sobre la intención de la dinámica social. A medida que el proceso avance, otros tipos de decisiones y actividades pueden incorporarse al proceso, de modo tal que con el tiempo la auditoria cubrirá el rango completo de aspectos que tengan que ver con el bienestar social y los intereses de los diferentes estamentos que componen el contexto social, dentro. Desde el punto técnico, el primer paso responde a la siguiente pregunta fundamental: ¿qué queremos observar, analizar o controlar? En ello hay que tener en cuenta los criterios de pertinencia, importancia, oportunidad, accesibilidad, eficiencia y eficacia. El resultado es la selección o definición del objeto o materia que va a ser sometida a observación, análisis y control social. Una vez definido el objeto de la auditoria social, se debe planificar y organizar el trabajo, esto es, estructurar un plan operacional en el cual se integren las actividades para lograr los objetivos y metas con los recursos disponibles. Este plan debe contener los siguientes elementos: a) Definición de objetivos y metas; b) Definición de actividades y tiempos; c) Definición de responsabilidades de cada miembro; d) 18 Estructuración del cronograma; e) Previsión de los recursos necesarios y disponibles. Como resultado se tendrá un plan operacional para la ejecución de la auditoria social. La información inicial constituye el insumo indispensable para el trabajo de los auditores y se hará con base en criterios como: a) Definir el tipo de información necesaria para precisar el problema y el objeto; b) Identificar a los responsables de proporcionar tal información escrita (documentos) y asegurar su entrega oportuna; c) Acceder a informantes claves que puedan proporcionar, información complementaria útil para el seguimiento y control; d) Observación directa de la dinámica. El resultado esperado de este paso es la disponibilidad oportuna de la información y documentación necesarias para cumplir los objetivos y metas establecidas. La información pertinente, confiable y válida, obtenida de las diversas fuentes, incluyendo la observación directa del proyecto, programa o servicio seleccionado, es sometida al análisis, en función de los objetivos y metas de la auditoria social establecidos en el plan operacional. El resultado es la verificación del cumplimiento de las normas y procedimientos, así como la calidad de la tarea emprendida. Luego se procede al reajuste de planificación o proceso. Este paso se da solamente en los casos en los que, por diversas circunstancias, el plan operativo o el proceso de la auditoria social no han podido ser cumplidos o han sufrido alteraciones importantes. De esta manera se asegura el cumplimiento de los objetivos y metas, realizando los ajustes necesarios a la planificación o al proceso de auditoria. La elaboración de informes es un paso sumamente importante en este proceso de auditoria de la función pública. En ellos se plasman los objetivos del trabajo y se presentan las ideas, evidencias y hallazgos en forma clara y concreta para que lo conozcan, a través de él, las instancias que se consideren pertinentes. Se deben considerar los siguientes criterios: a) Información documentada y fundamentada legal y reglamentaria; b) Precisión en los hallazgos y señalamiento de responsables en base de evidencias; c) Confidencialidad en el manejo de la información; d) Objetividad e imparcialidad del análisis. El resultado es un documento testimonial sobre la transparencia y eficiencia de la gestión gubernamental. 19