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Consejería genética en pacientes con enfermedades oculares heredables Mario Zanolli de Solminihac (1), Nicolás Zanolli de Solminihac (2), Juan Pablo López Garín (1), Diego Ossandón Villaseca (1) (1) Departamento de Oftalmología, Facultad de Medicina Clínica Alemana Universidad del Desarrollo – Santiago Chile (2) Alumno de Medicina, Facultad de Medicina Universidad de Los Andes – Santiago Chile Los autores declaran no haber recibido aportes financieros en la realización de este trabajo. Tampoco refieren conflictos de intereses. Autor para correspondencia: Mario Zanolli, mzanolli@alemana.cl Resumen El diagnóstico genético está cada vez más disponible para las distintas enfermedades oculares heredables y los oftalmólogos pueden considerar esta herramienta. Sin embargo, es relevante comprender toda la dimensión de lo significa solicitar un estudio molecular, con los potenciales riesgos y beneficios para los pacientes y sus familias. Abstract Genetic testing for ocular inheritable disorders is becoming more available. Ophthalmologists should consider diagnostic genetic testing for their patients. Nevertheless, it is relevant to develop an understanding of ordering a molecular test, with the potential risks and benefits for affected individuals and their families. Introducción Los avances en la investigación genética ahora nos permiten un mejor entendimiento de las bases causales de muchas enfermedades. Los test genéticos están cada vez más disponibles para más enfermedades, sin embargo, pueden no ser igualmente accesibles para todos los segmentos de la población debido a su costo. Descubrir las bases genéticas de la enfermedad de un paciente permite predecir el riesgo de recurrencia, hacer un diagnóstico más preciso, un tratamiento más dirigido, y potencialmente tener una estrategia de tamizaje y cuidado preventivo (1). La medicina personalizada, particularmente en el campo de la farmacogenética, se está convirtiendo en una realidad creciente (2,3). Hay varios desafíos en determinar el costo versus la efectividad en las pruebas genéticas (4). Perspectivas diferentes entre el paciente y el médico, rangos amplios de resultados y costos, medidas variables de impacto médico, e incertidumbre en la interpretación de los resultados y el manejo de la enfermedad, hacen difícil dicho análisis. Las enfermedades genéticas oculares son una causa importante de reducción de la agudeza visual, el campo visual y la visión nocturna. La mayoría de estas enfermedades son de baja ocurrencia, al punto que incluso las más frecuentes, como la Retinitis Pigmentosa (RP) y Enfermedad de Stargardt, tienen una incidencia de sólo 1 en 2000 a 10000 individuos (5). Los pacientes afectados y sus familias usualmente están altamente motivados por tener claridad respecto de su diagnóstico y pronóstico, entender el riesgo de recurrencia, e investigar ensayos clínicos, pero costear estudios genéticos puede significar un obstáculo aparentemente insuperable. ¿Qué son las “pruebas genéticas”? Cualquier prueba realizada en sangre u otros tejidos, que busca cambios en los cromosomas, genes o proteínas, que pudieran llevar a un diagnóstico genético y/o a la etiología de la enfermedad del paciente, debería ser considerada como una “prueba genética”. Estas pruebas incluyen el cariotipo para identificar aberraciones cromosomales mayores , estudios genéticos moleculares para analizar genes individuales (p.ej.: secuenciación), estudios de múltiples genes simultáneamente (“microarray chips”), microarrays cromosomales para detectar variaciones numéricas en los cromosomas o regiones de homocigocidad y la secuenciación de todo el exoma/genoma. Existen también pruebas indirectas para evaluar la función de los genes, como ensayos enzimáticos o de otras proteínas, que también pueden detectar enfermedades genéticas. Hay cientos de pruebas disponibles para explorar enfermedades genéticas oculares que están actualmente en uso clínico y, con la crecente investigación en este campo, el listado de pruebas crece cada año. Desde un punto de vista clínico, una prueba genética es más compleja que el análisis simple de una muestra cualquiera. Se han sugerido cinco partes en la interpretación de los resultados de una prueba genética (6): determinación clínica de que una enfermedad genética ocular está presente, la prueba genética, análisis de los resultados con la literatura publicada relevante y bases de datos, interpretación de dichos resultados en el contexto de los hallazgos clínicos incluyendo las comparaciones con otros miembros de la familia si el caso lo amerita, y el consejo genético. El solicitar el estudio genético es sólo el comienzo de un largo proceso que incluye todos estos elementos. Indicaciones para el estudio genético El estudio genético es voluntario. El asentimiento que esta implícito cuando un paciente acepta que se le tome una muestra de sangre no es suficiente. Primero debe haber una discusión de los posibles riesgos y beneficios como se menciona más abajo. Un genetista ocular o un genetista clínico o un consejero genético puede ayudar otorgando información y discutiendo el impacto potencial del estudio genético. Cada prueba tiene una indicación diferente, basado principalmente en la historia clínica y el fenotipo. Otros importantes factores a tomar en cuenta incluyen el costo, tiempo de respuesta por parte del laboratorio, sensibilidad y especificidad de la prueba, y la disponibilidad real de la misma. Las correlaciones fenotipo-genotipo pueden ser muy específicas o bastante variables. Por ejemplo, hay muchos mecanismos genéticos que pueden conducir a un fenotipo de retinitis pigmentosa (herencia autosómica dominante, recesiva, ligada al X, mitocondrial y digénica). Sin embargo, la aniridia casi invariablemente se debe a anormalidades que involucran el gen PAX6. Las características que hacen sospechar una enfermedad genética, y por lo tanto orientan a una determinada indicación de estudios genéticos, incluyen historia familiar, la presencia de dismorfias, un retraso inexplicado en el desarrollo psicomotor , la presencia de múltiples anomalías congénitas y la alta sospecha basada en un fenotipo específico. Los pacientes pueden desear un diagnostico definitivo a través de los estudios genéticos para entender si heredaron la condición o si la adquirieron espontáneamente, evaluar el riesgo de recurrencia, identificar la naturaleza de la enfermedad y su pronóstico, y saber si hay alguna intervención o tratamiento disponible. Por ejemplo, los familiares de un niño con retinoblastoma a menudo quieren conocer si son portadores de la misma mutación genética germinal del paciente para saber si pueden transmitirla a futuro a sus hijos o bien ellos mismos presentar un mayor riesgo de presentar otras neoplasias asociadas (7). Las pruebas moleculares también pueden ayudar a elucidar si el conjunto de síntomas y signos que presenta el paciente constituyen una unidad diagnóstica o bien se trata de problemas médicos no relacionados concurrentes por azar. Las pruebas genéticas también pueden ayudar además a dar sentido a un pedigree complejo en familias con expresiones fenotípicas variables “o no penetrancia o penetrancia incompleta”. Un caso frecuente lo constituyen las cataratas congénitas de herencia autosómica dominante en que la expresión de la catarata puede detectarse con mucha dificultad en los familiares que expresan el fenotipo en forma leve. Contraindicaciones para las pruebas genéticas Aunque se ha aprendido mucho acerca del rol potencial de las anormalidades genéticas en el desarrollo de algunas patologías, e incluso en el manejo de enfermedades complejas, como la degeneración macular relacionada con la edad (8), la Academia Americana de Oftalmología ha recomendado no realizar estudios genéticos para esta enfermedad (6). El glaucoma primario de ángulo abierto es otro ejemplo de una enfermedad compleja para la cual aún debe ser establecido el valor de las pruebas genéticas (9). El beneficio de pruebas genéticas en estas enfermedades aún no ha sido establecido (6,10-12). El mismo concepto se aplica para otras enfermedades sistémicas multifactoriales muy comunes, como la diabetes mellitus 2 (13). El consentimiento informado es habitualmente solicitado para muchos estudios genéticos clínicos y de investigación, y, aún cuando no fuese requerido, el paciente debe estar al tanto de los potenciales problemas que el estudio puede acarrear. Algunos pacientes o sus familiares pueden elegir no someterse a estudios genéticos por varias razones. Por ejemplo, los padres pueden rechazar ser estudiados para no saber si ellos “causaron” la enfermedad de su hijo y acarrear un profundo sentimiento de culpa, por miedo a descubrir “relaciones biológicas secretas”, como una verdadera paternidad o una adopción desconocida, o una aversión cultural a explorar información genética. Los estudios genéticos no debieran solicitarse si el paciente no cuenta con acceso oportuno a la consejería genética antes de realizar los estudios y después de recibir los resultados de los mismos. La interpretación de los resultados de los estudios genéticos también puede ser bastante compleja. Quien indica los estudios debe estar preparado para interpretar todos los escenarios posibles frente a un resultado determinado, incluyendo los resultados positivos, inciertos, negativos o desconocidos . La interpretación de resultados requiere acceso a bases de datos apropiadas para diferenciar cambios patogénicos de variantes genéticas normales y/o polimorfismos, una familiaridad con la metodología de los estudios, y un conocimiento suficiente para interpretar las potenciales implicancias de los hallazgos con respecto a la posible causalidad de la enfermedad del paciente. La entrega de resultados “directa al consumidor” es una forma actual de modelo de estudio en casos en que no se cuente con una adecuada consejería genética (14,15,16).Sin embargo, algunos gobiernos han prohibido a compañías, tales como 23andMe, realizar estudios genéticos directos al consumidor (17,18). Las pruebas presintomáticas (también conocidas como predictivas) de pacientes asintomáticos para enfermedades genéticas oculares intratables, en particular pruebas en niños y prenatales, así como enfermedades de aparición en el adulto, también son controversiales. Estas pruebas genéticas teóricamente podrían permitir un tratamiento preventivo antes de que el daño ocurra, aumentar la frecuencia de los controles oftalmológicos para recibir tratamiento precoz , o bien ofrecer una apropiada consejería de planificación familiar (6). Por otra parte, también es posible que se generen consecuencias adversas ante la obtención de un resultado de un estudio genético temprano con resultados positivos o negativos, incluyendo la autoagresión, conductas de riesgo (19-21), y suicidio (22), decisiones restrictivas por parte de los padres hacia las oportunidades educacionales para sus hijos o bien conductas poco favorables o sesgadas en la crianza de sus hijos. Basados en estas limitaciones, la Sociedad Clínica de Genética del Reino Unido y otros, han recomendado no realizar estudios genéticos presintomáticos, pero reconocen que en ciertas circunstancias el potencial beneficio puede ser desconocido (23,24). Un estudio mostró que muchos pacientes con retinitis pigmentosa autosómica dominante usaron pruebas presintomáticas para sus hijos aunque reconocieron que frecuentemente habían consecuencias psicológicas adversas (25). Otro estudio encontró que el 65% de los pacientes con retinitis pigmentosa tenían actitudes positivas hacia el diagnóstico prenatal de su enfermedad, aunque un porcentaje bastante menor usaría en realidad esta información con fines abortivos (26). En cualquier caso, creemos que una discusión acabada con un consejero genético respecto de los beneficios y riesgos involucrados en las pruebas presintomáticas debiera ser siempre realizada antes de iniciar los estudios. Beneficios de las pruebas genéticas Los beneficios del estudio genético incluyen al paciente, su familia y al sistema de salud. Para el paciente, el beneficio primario es un diagnóstico de certeza (27), lo que permite recibir consejería en términos de pronóstico, acceso a apoyo apropiado y posible tratamiento (28). Muchos ensayos clínicos para enfermedades genéticas, como la terapia génica con células madre, solicitan como requisito para enrolar al paciente un diagnóstico de certeza de ADN (29-35). Otra ventaja emergente de las pruebas genéticas es su potencial utilización en farmacogenética, ya que las pruebas genéticas pueden ayudar a guiar el plan de tratamiento específico orientado al genotipo Aún cuando una mutación no se identifique, el resultado negativo también puede ser de ayuda para el paciente, por ejemplo, al descartar una enfermedad más grave o de peor pronóstico. Para el médico puede ser de ayuda el permitir acercarse un paso más al diagnóstico definitivo y para los investigadores constituye un recurso valioso en su intento por encontrar nuevos genes y descartar otros en la patogénesis de una enfermedad. El descubrimiento de genes ayuda al entendimiento de vías que llevan a susceptibilidad o enfermedad y a la creación de vías de tratamiento, como por ejemplo, el uso de anticuerpos anti factor de crecimiento endotelial (36) o inhibidores de vitamina A en la enfermedad de Stargardt (37). Existen muchos otros beneficios de las pruebas genéticas para el resto de los familiares. Un diagnóstico genético permite a contactar a grupos con patologías similares para su propio apoyo e información. Los familiares pueden desear conocer su estado de portador, necesitar ser sometidos a tamizaje para enfermedades no reconocidas, particularmente cuando un reconocimiento temprano puede llevar a un tratamiento (p.ej.: glaucoma), o solicitar consejería reproductiva. En situaciones de enfermedad en personas que han sido adoptadas donde hay poca o nula información familiar disponible, el estudio genético puede aportar información que no sería posible obtener de otra manera. Sin embargo, la consejería genética debiera ser no-directiva para ayudar al paciente y su familia a tomar decisiones informadas con conocimiento de sus opciones respecto a temas como pruebas presintomáticas, planificación familiar, enrolamiento en ensayos clínicos y la evaluación de riesgos. La sociedad también se beneficia del estudio de individuos y sus familias. Existe una carga económica significativa que resulta de la pérdida de visión y enfermedades oculares en la población menor a 40 años (38). Las enfermedades genéticas oculares son una causa importante de pérdida de visión y son usualmente diagnosticadas en edades tempranas. Si la investigación y sus descubrimientos logran mejorar el resultado de este grupo de enfermedades, la sociedad entera se beneficiaría del tratamiento de estos pacientes. No solo disminuiría la carga económica, sino que también crecería la productividad. Como muchas enfermedades genéticas oculares son asociadas con anormalidades sistémicas, el conocimiento generado por los estudios genéticos puede causar un impacto en otras subespecialidades, como la cardiología (p.ej.: Síndrome de Marfan), neurología (p.ej.: neurofibromatosis), oncología (p.ej.: retinoblastoma), y otras. Riesgos de los estudios genéticos Las complicaciones del procedimiento de una toma de muestra sanguínea son casi inexistentes. En algunos casos, este obstáculo puede ser resuelto con el uso de hisopos bucales, o completando la punción venosa cuando el paciente esta siendo sometido a anestesia para otro procedimiento, como un electrorretinograma para una distrofia retinal, un examen para glaucoma o una angiografía intravenosa con fluoresceína. El estudio prenatal de DNA mediante amniocentesis o muestreo de vellosidades coriónicas tiene el riesgo de aborto espontáneo. Métodos menos invasivos, que usan muestras de sangre materna y fragmentos de DNA fetal circulantes en sangre periférica llamados DNA libre de células (cfDNA), han sido usados en poblaciones de alto riesgo para trisomías, aunque el costo-utilidad no ha sido demostrado (39). La discriminación genética ocurre cuando instituciones, personas, y particularmente las compañías de seguro, tratan diferenciadamente a los individuos bajo la base de su constitución genética (40,41). Por ejemplo, si los estudios de un niño asintomático arrojan resultados positivos para una mutación familiar conocida asociada a una distrofia retinal en familiares adultos, esto puede ser considerado como una “condición pre-existente” por las compañías de seguro y resultar en la negación del seguro. Actualmente, hay una gran variedad de prácticas relacionadas con el manejo de los resultados de los estudios genéticos para evitar la discriminación, de manera que resulta difícil establecer recomendaciones y políticas uniformes (42). Se ha estimado que cada persona acarrea más de 100 mutaciones recesivas. Además, una multitud de polimorfismos genéticos, que no son causantes de enfermedad, pero que pueden predisponer a enfermedades como Alzheimer, degeneración macular u obesidad, son comunes en todas las personas. Cuando son llevados a cabo estudios genéticos paralelos de todos los exones (secuenciación de todo el exoma) o de todo el genoma (secuenciación de todo el genoma), pueden ser encontrados hallazgos incidentales no relacionados con la enfermedad que motivó los estudios, incluyendo el descubrimiento de estas mutaciones recesivas sin fenotipo, polimorfismos conocidos de predisponer a enfermedades, y también variaciones de significado desconocido o incluso mutaciones patogénicas conocidas no relacionadas que aún pueden causar enfermedad. Esto plantea un dilema respecto a la divulgación de los resultados, especialmente si no hay una intervención para el hallazgo. Por ejemplo, decirle a un paciente que en sus estudios para una enfermedad ocular se descubrió que tiene un alto riesgo de padecer Alzheimer puede incurrir en costos emocionales y económicos significativos. La posibilidad de tales hallazgos deben ser abordados en el proceso de consejería previo a los estudios. Se ha sugerido que los hallazgos que sean de riesgo vital o que tengan tratamiento deberían ser divulgados, mientras que otros hallazgos incidentales no deben serlo, salvo que el paciente haga una solicitud explicita de ser informado (43,44). Otros riesgos a ser considerados incluyen el descubrimiento de no paternidad y relaciones familiares desconocidas, tales como adopción o incesto, que pueden implicar potenciales consecuencias psicológicas o sociales (45). Una consejería apropiada y un pedigree multigeneracional detallado son esenciales antes de comenzar las pruebas. Costos y Pago Los estudios genéticos pueden ser imposibles de costear para algunos pacientes. El costo de las pruebas genéticas puede abrumar el potencial beneficio, causando que los pacientes rechacen el estudio. Las grandes compañías de seguro en los países desarrollados aún no cubren estudios genéticos para todas las enfermedades oculares, aunque algunas tienen en dentro de sus políticas un programa genético que incluye requisitos de certificación y consejería genética previas. Es difícil asignarle un valor a los evidentes, pero subjetivos e intangibles beneficios de los estudios genéticos. Los costos pueden ser asignados por las pruebas mismas, las sesiones de consejería o el tratamiento que puede ser realizado cuando se tiene un diagnóstico (p.ej.: terapia génica). El beneficio de encontrar un diagnóstico para encontrar apropiados grupos de apoyo, conocer si el niño padece o no una enfermedad o si es portador de la misma, el pronóstico específico de la enfermedad y la promoción de tratamientos futuros, y otros beneficios, es más desafiante. Los tratamientos basados en genes para enfermedades oculares, como retinitis pigmentosa, se encuentran actualmente en fase de estudios preliminares. Los pacientes sin un diagnostico preciso basado en la genética podrían someterse a exámenes y procedimientos que resultan innecesarios. En un estudio, el costo del tamizaje para retinoblastoma mediante evaluaciones periódicas bajo anestesia fue de $US 31,430 contra $US 8,674 mediante diagnóstico molecular (46). Los estudios de DNA permitieron tratamiento más temprano y mejores resultados en salud, así como el beneficio intangible de eliminar la incertidumbre de los padres (47,48). Los estudios genéticos pueden significar nuevos costos para las familias, pero finalmente conducir a un ahorro real en gastos médicos. Las mutaciones en el gen de la miocilina (MYOC) pueden asociarse a glaucoma juvenil de ángulo abierto o glaucoma primario de ángulo abierto. Como el glaucoma es una enfermedad tratable, identificar a aquellos que están en riesgo antes de que el daño se produzca, permitiría el tamizaje y tratamiento precoz para prevenir la perdida de visión y todos sus costos asociados, como la reducción del tiempo de vida económicamente productiva. Un estudio reciente realizado en familiares de pacientes con MYOC confirmado mostró que los familiares percibían grandes beneficios médicos y emocionales en tener esta prueba predictiva (49). Los pacientes identificados con una mutación en FBN1-asociado al síndrome de Marfan entre otros- pueden ser sometidos a ecocardiografías periódicas para detectar una dilatación en la raíz aórtica que con tratamiento médico mediante fármacos anti-hipertensivos como el losartán, evitarían la necesidad de una intervención quirúrgica, antes de la ruptura del aneurisma. Una estrategia para encontrar nuevos genes mutados es la Secuenciación de todo el Exoma (WES) , que tiene la ventaja de reducir el costo por gen (50). Sin embargo, WES puede identificar una etiología subyacente en un 25% de los casos referidos por una posible enfermedad genética (51). Con frecuencia los pacientes pasan por costosas pruebas negativas para uno o más genes antes de considerar realizarse un WES (50). Identificar genes candidatos a través de WES puede reducir significativamente el costo de buscar el gen causante de una enfermedad. WES también tiene la ventaja teórica de reducir los costos en enfermedades con heterogenicidad genética conocida o cuando un fenotipo no tiene una presentación típica o diagnóstica. Sin embargo, aún el costo de este examen es muy elevado. Otras técnicas, como la Secuenciación de todo el Genoma (WGS), pueden añadir beneficios adicionales, incluyendo la detección de mutaciones intrónicas (52). Limitaciones técnicas y de costo actualmente impiden el reemplazo de WES por WGS (53).Otras estrategias para explorar la etiología de una enfermedad en un análisis de costo-efectividad incluye la aplicación de paneles de genes o secuenciaciones paralelas a gran escala para enfermedades específicas, como amaurosis congénita de Leber (54,55), RP (56), ceguera nocturna estacionaria congénita (57), y otras (58). El reciente informe del grupo de trabajo sobre los estudios genéticos de la Academia Americana de Oftalmología recomienda evitar estudios paralelos innecesarios cuando hay disponibilidad de una prueba genética más específica para una enfermedad determinada (6). Casos Algunos casos beneficiados por el diagnóstico molecular se muestran en la Tabla 1. Diagnóstico presuntivo Síndrome de CHARGE Hallazgo Del22q11.21 de 108 Kb (genes PRODH, DGCR5, DGCR9, DGCR10, y DGCR2) Conclusión: Síndrome Velocardiofacial Estudio nistagmo en niña 6 meses Mutación heterocigota compuesta CRB1 c.2843G>A / c.2264T>C Conclusión: Amaurosis Congénita de Leber Amaurosis congénita de Leber con Mutación homocigota LCA5 mutación heterocigota CEP290 c.1243G>T Conclusión: Baja riesgo de síndrome Joubert y Senior-Loken. Síndrome Stargardt Mutación heterocigota compuesta ABCA4 c.5929G>A / c.*55G>A Conclusión: Distrofia Conos y Bastones Distrofia retinal Mutación heterocigota en gen CYP4V2 c.1090+1G>T / c.1480C>T Conclusión: Distrofia Cristalina de Bietti Retinoblastoma en ojo izquierdo Deleción heterocigota RB1 asociado a lesión blanquecina en c.164delC cámara posterior ojo derecho Conclusión: Retinoblastoma bilateral germinal Resumen Cada vez que un oftalmólogo se enfrente a un hallazgo clínico que sugiere una condición genética, se debiera considerar el estudio de laboratorio apropiado, idealmente indicado por un genetista ocular o por un genetista clínico con experiencia en esta área. El valor potencial de los estudios genéticos pueden ser conversados con el paciente y su familia (consejería pre y post test), considerando los beneficios, riesgos y costos. Referencias 1. Rogowski W. Current impact of gene technology on healthcare: A map of economic assessments. 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