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Jorge Mauricio Paláu C. T r i n a f Tratamiento antibiótico en infección respiratoria alta t a e c m c i i e ó n n t o r a e s n p t i i r b a i t ó o t r i i c a o a l e n t a Jorge Mauricio Paláu C. Pediatra infectólogo Profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia - Bogotá Pediatra infectólogo de la Clínica Colsubsidio – Bogotá Para el manejo racional de antibióticos se propone definir objetivos de la terapia y usar en forma sistemática la información disponible útil para la formulación. Al definir los objetivos de la terapia antibiótica los parámetros utilizados deben considerar los factores que reúnen la expectativa ideal al hacer la terapia. En el momento actual los parámetros recomendados son: ■ Reducir la carga bacteriana en el sitio de infección buscando la erradicación para finalmente producir mejor pronóstico clínico, obtener el máximo logro costo/beneficio de la terapia y reducir al máximo la selección de cepas resistentes al antibiótico ■ Reducir los portadores de cepas bacterianas sensibles o resistentes para aminorar el impacto de la diseminación de dichos gérmenes en la comunidad, en especial de las cepas resistentes En el modelo propuesto, el manejo sistemático de la información disponible se basa en preguntas que deben ser resueltas en forma ordenada. Aplicando los conceptos básicos y respondiendo al modelo racional de formulación de antibióticos a partir de definición de objetivos y análisis secuencial de preguntas por resolver, se hará el ejercicio para formular racionalmente antibióticos en infecciones respiratorias altas, partiendo del conocimiento actual. Es necesario señalar la existencia de múltiples situaciones que afectan en forma directa a todas las propuestas de tratamiento de estas enfermedades debido a la incertidumbre originada por nuevos conocimientos y cambios epidemiológicos. Se debe resaltar en nuestro país el incremento lento pero continuo en la cobertura vacunal contra Haemophilus influenzae tipo b (67% en 2002) y la utilización limitada pero sostenida de la vacuna heptavalente contra Streptococcus pneumoniae. Estas coberturas han llevado a reducción de las infecciones invasivas por ambos gérmenes y a reducción de las infecciones locales y de la condición de portador. Estos efectos benéficos crean en el clínico la incertidumbre no resuelta sobre la importancia de estos agentes microbianos como causales de enfermedades respiratorias en los niños CCAP Año 2 Módulo 4 diciembre de 2003 43 Tratamiento antibiótico en infección respiratoria alta vacunados. Otro evento significativo es el creciente y progresivo reporte de resistencia de todos los agentes causales a diferentes antimicrobianos, con cuantificaciones locales o nacionales variables. Otro elemento de confusión lo introduce la publicación de estudios de alta validez realizados en países desarrollados. antibióticos, indicados solo cuando sucede la complicación. La neumonía ocurre en el caso de los virus que producen afecciones globales del árbol respiratorio (virus sincitial respiratorio, Adenovirus, Influenza, Parainfluenza o sarampión), pero rara vez en los que producen rinofaringitis aislada (Rinovirus, Coronavirus). Conscientes de las limitaciones, se plantean las alternativas de tratamiento más aceptadas por los diferentes grupos e instituciones pediátricas que poseen guías o protocolos de tratamiento de estas enfermedades. Faringoamigdalitis aguda Rinofaringitis aguda La rinofaringitis aguda es la enfermedad infecciosa aguda, usualmente viral, autolimitada y de características benignas que afecta la nariz y la faringe. Puede ser en raras oportunidades manifestación de una infección sistémica (sífilis congénita, sarampión o difteria) o de una infección bacteriana (rinofaringitis bacteriana). Es la más frecuente enfermedad por la que consultan los niños. Presenta grandes dificultades en la decisión de emplear antibioticoterapia, debido a la dificultad de establecer los pocos casos en los cuales es de origen bacteriano y a la gran heterogeneidad de signos clínicos que se incluyen bajo los distintos nombres que definen la patología respiratoria alta, que incluye el resfriado común, la rinofaringitis y la rinosinusitis. En general, la rinofaringitis no requiere tratamiento antibiótico y al contrario su utilización conlleva la selección de cepas resistentes que dificultan el tratamiento en caso de aparecer complicaciones como otitis media, sinusitis y menos frecuentemente neumonía. Es habitual considerar a la rinofaringitis aislada como responsable de la aparición de otras infecciones respiratorias, incluida neumonía, siendo este presumible y bien establecido concepto el que ha llevado erróneamente a un exagerado uso de antimicrobianos como tratamiento de esta enfermedad. Es claro que puede presentarse otitis media aguda (OMA) en 7 a 20% de los niños lactantes con rinofaringitis viral y sinusitis en 0,5 a 10% de los niños de 6 meses a 2 años de edad, pero esto no significa que todos los niños deban recibir 44 Precop SCP Ascofame La faringoamigdalitis es la inflamación de origen infeccioso de las estructuras mucosas y submucosas de la faringe y las amígdalas (faríngea, adenoides, tubáricas, linguales y palatinas). La faringoamigdalitis aguda es causada frecuentemente por virus, en especial en menores de tres años de edad (Rinovirus, Coronavirus, Adenovirus, Herpes simple 1 y 2, Coxsackie A, Epstein Barr) y en forma compartida entre virus y bacterias en mayores de tres años, siendo de mayor significación el estreptococo beta hemolítico del grupo A (SBHGA). En menores de tres años el 98% de los casos de faringoamigdalitis son de causa viral y en mayores de tres años el 95% son causadas por SBHGA, diferencia que marca claramente la edad a la cual se debe considerar el uso de antibióticos como parte del tratamiento. SBHGA tiene importancia clínica no solo por ser el germen más frecuentemente causal de faringoamigdalitis en niños mayores de tres años, sino por las complicaciones que puede originar: ■ Complicaciones supuradas, que incluyen OMA, sinusitis, celulitis o absceso periamigdaliano o retrofaríngeo y linfadenitis supurada ■ Complicaciones no supuradas mediadas por respuesta inmune, como fiebre reumática o glomerulonefritis (con poca frecuencia asociada con faringoamigdalitis), o mediadas por toxinas, como ocurre en escarlatina y el síndrome similar al choque tóxico Este grupo de complicaciones hace necesario al tratar al paciente la faringoamigdalitis por este agente que se deba orientar fundamentalmente a su erradicación. El período de incubación varía de uno a cuatro días. El cuadro clínico se caracteriza por Jorge Mauricio Paláu C. odinofagia, fiebre generalmente alta (39 a 39,5ºC) de comienzo súbito, cefalea, náuseas con vómito o sin él y dolor abdominal asociado con marcada adinamia. Para el diagnóstico clínico se deben considerar cuatro categorías semiológicas dependiendo del tipo de lesión faringoamigdaliana predominante que orienta al diagnóstico causal: ■ Congestiva (congestión con edema de faringe y amígdala, pilares anteriores y, en ocasiones, de úvula) ■ Exudativa (congestión y supuración en placas de color blanco en especial sobre amígdalas) ■ Ulcerativa (vesículas o úlceras circulares o irregulares en paladar blando, amígdalas y faringe posterior) ■ Membranosa (membrana adherente en amígdalas y en ocasiones en pilares anteriores) En la tabla 1 se resumen algunos aspectos de la faringoamigdalitis. Cuando el cuadro clínico se asocia con tos intensa, rinorrea, conjuntivitis y mialgias intensas con malestar general y diarrea es más probable que la causa no sea estreptocócica. Lesiones petequiales en paladar blando y pilares, ganglios linfáticos de cadenas anteriores agrandados y dolorosos, con faringoamigdalitis exudativa, sugieren causa estreptocócica, la cual es más posible si hay brote cutáneo escarlatiniforme o franca escarlatina. El diagnóstico clínico de la faringoamigdalitis aguda por SBHGA es difícil de hacer, por compartir manifestaciones clínicas con las infecciones virales, excepto si hay algunos eventos que la pueden sugerir: comienzo súbito del cuadro clínico, noción de contagio para cuadros clínicos similares en familiares y ausencia de afectación de otra localización (conjuntiva, rinorrea, tos intensa). El exudado purulento en placas sobre las amígdalas con adenopatías locales dolorosas (cervicales anteriores) sumado a lesiones petequiales en paladar blando y brote cutáneo escarlatiniforme (poco frecuente), sugieren el diagnóstico. La búsqueda de una tabla de puntuación que permitiera al clínico correlacionar la historia y los hallazgos clínicos con la predicción de aislamiento de SBHGA, como la escala de Breese o el nomograma de Komaroff no han Tabla 1. Causa, formas clínicas y diagnóstico clínico de la faringoamigdalitis Agente causal Forma clínica Frecuencia Enfermedad Congestiva 20-40% Rinofaringitis aguda Rinovirus y Coronavirus Congestiva o exudativa 20-50% Rinofaringitis aguda Fiebre faringoconjuntival Herpes simple 1 y 2 Ulcerativa o exudativa 20-30% Faringitis con gingivoestomatitis o sin ella Coxsackie A Ulcerativa 90% Herpangina Epstein Barr Membranosa o exudativa 40-50% Mononucleosis infecciosa Parainfluenza Congestiva 90% Laringotraqueítis Estreptococo beta hemolítico del grupo A Exudativa 90% Faringoamigdalitis, escarlatina Otros estreptococos (C, G) Congestiva o exudativa 80% Faringoamigdalitis Corynebacterium diphteriae Membranosa 50% Difteria Adenovirus CCAP Año 2 Módulo 4 diciembre de 2003 45 Tratamiento antibiótico en infección respiratoria alta dado buenos resultados para la predicción (valores entre 50 y 77%). La regla de oro en diagnóstico de faringoamigdalitis por SBHGA es la documentación del agente causal en el exudado de garganta mediante: ■ Detección de antígeno A del Streptococcus o prueba rápida (Test Pack Strepto A por ELISA): esta prueba es altamente específica (95%) con sensibilidad aceptable (90%) ■ Cultivo de garganta El objetivo del tratamiento luego de hacer el diagnóstico causal es la erradicación del SBHGA para evitar las complicaciones supuradas y no supuradas. El tratamiento de primera elección es la penicilina benzatínica, que logra los mayores niveles en la erradicación de SBHGA (98%). No hay aún informe de resistencia. Se recomienda en dosis de 600.000 U/dosis única IM en menores de 25 kg y de 1.200.000 U/dosis única IM en mayores de 25 kg. La segunda elección puede ser un macrólido, un azálido o una cefalosporina, considerando que los niveles de erradicación son aceptables (90 a 96%), pero ya hay reportes de resistencia. Las recomendaciones más frecuentes de segunda elección y los resultados de erradicación en diferentes metaanálisis son: ■ Azitromicina 10 mg/kg/día VO en una dosis por tres días (93 a 98%) ■ Cefradina 50 a 75 mg/kg/día VO en tres o cuatro dosis por diez días (93 a 97%) ■ Cefadroxilo 25 a 50 mg/kg/día VO en tres o cuatro dosis por diez días (94 a 97%) ■ Claritromicina 15 mg/kg/día VO en dos dosis por diez días (94 a 96%) ■ Eritromicina 30 a 50 mg/kg/día VO en tres dosis por diez días (90 a 95%) ■ Cefalexina 25 a 50 mg/kg/día en cuatro dosis por diez días (88 a 91%) El seguimiento de los pacientes con faringoamigdalitis por SBHGA no es requerido en la mayoría de los casos. 46 Precop SCP Ascofame Las complicaciones de la infección faringoamigdaliana por SBHGA son: ■ Complicaciones supuradas: absceso periamigdaliano, absceso retrofaríngeo, que requieren tratamiento hospitalario conjunto de Pediatría y Otorrinolaringología ■ Complicaciones no supuradas: fiebre reumática (la más frecuente) y nefritis en raras ocasiones ■ Falla en el tratamiento inicial o faringoamigdalitis recurrente La falla en el tratamiento inicial o la recurrencia puede deberse a: ■ Pobre adherencia y cumplimiento del tratamiento oral ■ Flora bacteriana de faringe productora de betalactamasas ■ Resistencia de SBHGA a tratamientos alternos (eritromicina, cefalosporinas) o tolerancia a penicilina ■ Dosis, duración y antibiótico seleccionado para tratamiento inicial inapropiado ■ Reinfección por contactos ■ Condición de portador no enfermo Si hubo cumplimiento del tratamiento adecuadamente formulado, las otras causas del fallo o de la recurrencia se deben tratar con modelos de tratamiento diferentes. Las propuestas más aceptadas son: ■ Penicilina benzatínica en dosis de tratamiento más rifampicina 20 mg/kg/día (máximo 600 mg/día) en dos dosis VO por cuatro días ■ Clindamicina 20 mg/kg/día (máximo 900 mg/día) en tres dosis VO por diez días ■ Amoxacilina más ácido clavulánico 40 mg/ kg/día (máximo 1,5 g/día) en tres dosis VO por diez días. Otitis media aguda La OMA es la inflamación infecciosa o no de la mucosa del oído medio con aparición súbita de signos y síntomas (otalgia, inflamación del tímpano, hipoacusia con otorrea o sin ella o fiebre), con una duración no mayor de tres semanas. Jorge Mauricio Paláu C. El diagnóstico de OMA es el más frecuente en la niñez y origina la mayor formulación de antibióticos, correspondiendo a 25% de los antibióticos formulados ambulatoriamente en países como Estados Unidos. La presentación de cuadros de OMA es muy temprana: antes del primer año 63% de los niños han tenido un episodio, a los tres años 86% han tenido un episodio y 30% tres episodios o más y a los siete años 100% han tenido un episodio y 45% tres episodios o más. La mayor incidencia es entre seis y quince meses, con un segundo aumento en la incidencia entre cinco y seis años de edad. Los factores que predisponen a un episodio de OMA son: ■ Historia de OMA en los padres ■ Presencia de hermanos en el mismo cuarto ■ Suspender el alimento materno tempranamente ■ Alimentarse de biberón acostado ■ Padres fumadores Los episodios únicos de OMA deben ser diferenciados de otitis media con efusión o derrame (OME), definida como líquido en el oído medio sin signos o síntomas de infección. Las OMA recurrentes son comunes en niños con OME, los cuales tienen mayor frecuencia de trastornos del lenguaje, del aprendizaje y del desarrollo cognitivo. Por lo anterior, aunque OME no es infecciosa, predispone a episodios de OMA recurrente (más de tres episodios de OMA en seis meses o seis episodios de OMA en un año con intervalo asintomático mayor de un mes), considerándose como una complicación de gran significado del episodio aislado de OMA. Los factores que predisponen a OMA recurrente son: ■ Primer episodio de OMA antes de los seis meses de edad ■ Anomalías craneofaciales ■ Inmunodeficiencias ■ Trastornos en mecanismos de deglución o reflujo gastroesofágico ■ Ingreso precoz a guarderías La terapia antibiótica ha mejorado el pronóstico en relación no solo con complicaciones como OME, sino que ha reducido la incidencia de mastoiditis de 20 a 0,1% y de 2,5 a 0,01% las complicaciones endocraneanas. La causa de OMA es más frecuentemente bacteriana, siendo los agentes bacterianos más frecuentes Streptococcus pneumoniae (18 a 42%); Haemophilus influenzae (14 a 32%), de los cuales los no tipificables son los más frecuentes (90%) y Moraxella catarrhalis (5 a 16%). La causa viral reportada es de 17% (virus respiratorio sincitial, Rinovirus, Influenza y Adenovirus). En Colombia, el más representativo estudio señala que en 29% de las OMA se aisló H. influenzae no tipificable, en 22% Streptococcus pneumoniae, en 7% H. influenzae b y en 1% Moraxella catarrhalis. El cuadro clínico generalmente está precedido de rinofaringitis sobre el cual se suman otros signos y síntomas. En estudios amplios de OMA las manifestaciones son: rinitis (90%), tos (78%), astenia (64%), irritabilidad (56%), fiebre (55%) y otalgia (47%). En los niños menores de seis meses el cuadro clínico es más inespecífico (fiebre, irritabilidad, vómito, apatía, anorexia y diarrea). El diagnóstico se basa en la observación clínica de los cambios de la membrana timpánica vista por otoscopia. La sensibilidad de la otoscopia no es alta en el caso de niños pequeños: 58% en menores de un año, 66% en pacientes de uno a tres años y 73% en mayores de tres años. Los criterios de diagnóstico por otoscopia son: ■ Alteraciones de las relaciones anatómicas del tímpano: pérdida del cono luminoso, indiferenciación entre la pars flácida y la pars tensa y desaparición de la inserción del martillo por abombamiento ■ Pérdida del color nacarado o perlado del tímpano ■ Pérdida de la transparencia timpánica, eritema y edema del tímpano (miringitis) ■ Niveles líquidos o derrame en oído medio en fases iniciales o tardías de la enfermedad ■ Pérdida de la movilidad timpánica por otoscopia neumática En los casos de ruptura timpánica, el drenaje de secreción seropurulenta hace el diagnóstico de OMA supurada. El diagnóstico diferencial CCAP Año 2 Módulo 4 diciembre de 2003 47 Tratamiento antibiótico en infección respiratoria alta de OMA se debe hacer con miringitis por barotrauma o trauma directo por cuerpo extraño o golpe. La utilización de imágenes o pruebas de laboratorio como apoyo diagnóstico en el primer episodio o en OMA recurrente no se requieren para el diagnóstico. El tratamiento de pacientes con OMA tiene como objetivos: ■ Reducir los efectos locales de inflamación ■ Favorecer el buen funcionamiento de la trompa de Eustaquio y de los mecanismos normales de drenaje para evitar la persistencia de derrame ótico que perpetúe la inflamación y origine las formas recidivantes secundarias a OME ■ Impedir la diseminación de la infección a estructuras contiguas en el mismo oído (mastoiditis) o a estructuras vecinas, como el sistema nervioso central (meningitis, absceso cerebral o trombosis de senos) Todos los objetivos se pueden reunir en la búsqueda de la erradicación del agente causal que desencadena y perpetúa el fenómeno inflamatorio y facilita su diseminación por contigüidad o por vía hemática, mejorando el pronóstico clínico y reduciendo el surgimiento por selección de cepas resistentes. Todos los trabajos recientes relacionados con la terapia apropiada y eficaz señalan la erradicación como el pilar fundamental para evitar el fracaso clínico y sus implicaciones en complicaciones y secuelas. El éxito bacteriológico va acompañado de resolución rápida de los signos y síntomas, con falla clínica baja (3-7%), comparada con alta falla clínica (37-38%) cuando hay falla bacteriológica, acompañada de resolución lenta de los signos y síntomas. La utilización generalizada de antibióticos para el tratamiento de pacientes con OMA se ha cuestionado en la última década en trabajos de casos y controles europeos que demuestran que hasta 50% de los pacientes se curan clínicamente de OMA sin antibióticos, pero dichos estudios no evalúan las complicaciones de los pacientes que no curaron y por tal motivo aún no se acepta 48 Precop SCP Ascofame que la conducta expectante propuesta por estos trabajos sea la adecuada. Pero lo que sí es reconocido es que el consumo de antibióticos es un factor de riesgo para portar Streptococcus pneumoniae resistente a penicilina con alto riesgo relativo (2 a 6) en el caso de aminopenicilinas o a otros antibióticos como cotrimoxazol (2,5 a 7,2) o eritromicina (8,5 a 12). Las investigaciones de la última década han llevado a clarificar las indicaciones de tratamiento más racionales de la terapia antibiótica en pacientes con OMA. Ellas se basan en la demostración de eficacia antibiótica a partir de la correlación de la farmacocinética y la farmacodinamia sérica de los antibióticos con la concentración inhibitoria mínima (CIM) de los diferentes organismos causales, tanto en modelos animales como en estudios clínicos. Estudios latinoamericanos determinaron la susceptibilidad de patógenos respiratorios a valores de punto de corte relacionando farmacocinética (PK) con farmacodinamia (PD), como se indica en la tabla 2. Según los datos previos el tratamiento antibiótico de primera elección en niños que no han recibido en el último mes antibióticos es amoxacilina en dosis de 40 a 50 mg/kg/día por VO en tres dosis por cinco a siete días en casos no complicados y con buena evolución clínica y de diez días en los casos considerados de riesgo según evolución. La mayoría de los pacientes mejoran en 48 a 72 horas de su sintomatología, momento en el cual se debe reevaluar y si no hay mejoría se debe revisar el paciente con el otorrinolaringólogo. El tratamiento posterior si hay la falla clínica del tratamiento de primera elección (máximo al tercer día de tratamiento) debe llevar a aumentar la dosis de la amoxacilina a 70 mg/kg/día en dos o tres dosis; a cambiar de antibiótico, pasando a amoxacilina/ácido clavulánico en dosis de 70 mg/kg/día de amoxacilina o a la utilización de acetilcefuroxima en dosis habitual. La primera elección en niños que han recibido antibióticos en el último mes o en meno- Jorge Mauricio Paláu C. Tabla 2. Porcentaje de susceptibilidad de patógenos respiratorios a valores de punto de corte PK/PD basado en datos de la NCCLS Antibiótico S. pneumoniae (n = 429) H. influenzae (n = 374) M. catarrhalis (n = 23) Amoxicilina/ácido clavulánico 97 98 100 Amoxicilina/ácido clavulánico en dosis altas 99 10 100 Amoxicilina 96 82 26 Cefaclor 41 7 4 Cefixima 58 100 100 Cefproxil 82 45 4 Cefuroxima 81 92 65 Eritromicina 84 <2 NA Azitromicina 84 <2 100 Trimetropim/sulfametoxasol 46 52 83 Clindamicina 90 NA NA Doxiciclina 70 48 100 Levofloxacina 99 100 100 NA: no aplica res de dos años con episodios repetidos y frecuentes de OMA es amoxacilina en dosis de 70 a 80 mg/kg/día en tres dosis o amoxacilina/ácido clavulánico en dosis de 70 mg/kg/día de amoxacilina en tres dosis. En caso de falta de respuesta en este contexto se recomienda la utilización de cefalosporina de tercera generación (ceftriaxona) en dosis de 50 mg/kg/día vía IM por cinco días o clindamicina en dosis de 30 mg/kg/día por siete a diez días. Si a pesar del segundo modelo de elección persiste la sintomatología y no hay mejoría clínica, es obligada la evaluación por Otorrinolaringología para hacer miringotomía o timpanocentesis. Las indicaciones de timpanocentesis son: ■ Falta de respuesta al tratamiento de segunda elección ■ Síntomas persistentes después de 72 horas de iniciado el tratamiento ■ Inmunodeficiencia ■ Edad neonatal ■ Complicaciones temporales o intracraneales El tratamiento de soporte consiste en controlar la fiebre y el dolor utilizando analgésicos como acetaminofén en dosis de 10 a 15 mg/kg/ dosis o antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofén en dosis de 5 a 10 mg/kg/dosis, sin pasar de 30 mg/kg/día, ambos por corto tiempo (tres días), más la reducción de la obstrucción nasal, especialmente en los lactantes por medio de limpieza y lavado de las secreciones utilizando suero salino. La utilización de descongestionantes o antihistamínicos sistémicos no ha demostrado que mejore la evolución de pacientes con OMA. Su utilidad se limita al tratamiento de OME al igual que el uso de descongestionantes locales, que tampoco demuestran mejoría de la evolución de OMA y sus indicaciones son más de carácter anecdótico. El seguimiento es justificado y la base del adecuado tratamiento de esta enfermedad con CCAP Año 2 Módulo 4 diciembre de 2003 49 Tratamiento antibiótico en infección respiratoria alta revisión a las 72 horas en todos los casos de OMA, para determinar si hay pobre respuesta al tratamiento. Otras revisiones posteriores se indicarán si: ■ Se hizo cambio de terapia inicial ■ Aparece supuración a pesar del tratamiento ■ Al finalizar el tratamiento hubo ruptura timpánica ■ El paciente es menor de seis meses ■ Si hay empeoramiento clínico en cualquier momento de la evolución, buscando la posibilidad de complicaciones en hueso temporal (mastoiditis) o en SNC (meningitis, absceso o trombosis de senos) Siempre se debe considerar la posibilidad de complicaciones de la OMA, siendo las más importantes: ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ Persistencia del derrame (OME) OMA recurrente Mastoiditis Laberintitis Petrositis Parálisis facial Intracraneanas (meningitis, absceso cerebral, trombosis de seno lateral) La OME es la complicación más frecuente al terminar el tiempo de tratamiento (diez días). Cursa con derrame ótico que puede persistir hasta tres meses y solo tendrá importancia su presencia si: ■ Hay sintomatología clínica de infección, en cuyo caso se debió tratar con medicamentos de primera y segunda elección y está indicada la timpanocentesis para cultivar y detectar gérmenes insospechados o resistentes, permitiendo así el tratamiento adecuado ■ No hay sintomatología clínica de infección, en cuyo caso se suspenderán los antibióticos y se vigilará clínicamente cada quince días. El uso profiláctico de antibióticos preconizado en los años 80 se ha suspendido como recomendación porque estudios a largo plazo demostraron que incrementaban la resistencia y los efectos adversos con complicaciones mayores. El uso de antihistamínicos, descongestionantes y esteroides no muestran evidencia de 50 Precop SCP Ascofame mejoría en la evolución del derrame. Si el derrame persiste por más de tres meses de diagnosticada la OME se debe remitir al otorrinolaringólogo para evaluar tratamiento quirúrgico (adenoidectomía o tubos de aireación). Previamente a la remisión se hará timpanometría o audiometría; radiografía de senos paranasales y cávum y pruebas de alergia si hay factores predisponentes que lo justifiquen. La otitis media recurrente, definida como más de tres episodios de OMA en seis meses o seis episodios de OMA en un año con intervalos asintomáticos mayores de un mes, es otro evento que debe reducirse al hacer terapia adecuada, pero de ocurrir debe recordarse que la causa y el tratamiento de cada episodio es similar a la de un episodio de OMA aislado, pero obliga a la búsqueda y control de los factores predisponentes de la recurrencia. Los estudios complementarios que se deben hacer son: hemoleucograma y sedimentación; niveles de inmunoglobulinas; pruebas de opsonización y fagocitosis; radiografías de senos paranasales y cávum; timpanometría y pruebas de alergia. Una vez estudiado se remitirá al otorrinolaringólogo para evaluar tratamiento quirúrgico (adenoidectomía o tubos de aireación). Sinusitis aguda La sinusitis aguda se define como la inflamación de la mucosa de los senos paranasales secundaria a obstrucción de los orificios de drenaje y alteración de la función ciliar por infección. La alergia respiratoria es factor predisponente de sinusitis. Otros factores ambientales como contaminantes inhalados y barotrauma; obstrucciones nasales (pólipos, desviaciones de tabique y trauma); cuerpos extraños, alteraciones en la calidad del moco (mucoviscidosis) e infecciones dentales podrían ser predisponentes. La incidencia reportada en relación con rinofaringitis aguda es de 0,5 a 5% de los casos, encontrándose agente bacteriano solo en 60 a 75% de los pacientes. Los agentes causales más frecuentemente reportados son Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis, Staphylococcus aureus y Jorge Mauricio Paláu C. Streptococcus pyogenes. Los virus más frecuentes son: Coronavirus, Parainfluenza, Rinovirus, Adenovirus, virus de influenza, virus sincitial respiratorio. La coinfección virus bacteria se ha reportado en 12 a 22% de los casos de sinusitis en niños. Se debe resaltar que la infección por Coronavirus, Rinovirus, Parainfluenza e Influenza predispone a la infección por Streptococcus pneumoniae; Adenovirus predispone a infección por Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae y virus sincitial respiratorio a Haemophilus influenzae y Staphylococcus aureus. La demostración de esta asociación puede tener importancia clínica debido a que se ha comprobado que cuando ocurre se reduce la destrucción bacteriana por alteración de la quimiotaxis y muerte intracelular; hay mayor reducción de la actividad ciliar; se elevan los niveles titulares de citocinas con mayor destrucción tisular y se prolonga la infección con reducción de la disponibilidad tisular y penetración de los antibióticos a los tejidos. El cuadro clínico es dependiente de la edad, siendo muy inespecífico en los niños pequeños, pero en escolares y adolescentes es similar al del adulto. Los hallazgos más frecuentes son: ■ Rinorrea serosa o mucopurulenta persistente (más de diez días) luego de superar un cuadro de rinofaringitis aguda (80 a 95%) ■ Halitosis (80 a 93%) ■ Tos seca de predominio nocturno (50 a 80%) ■ Fiebre (más de 38,5ºC) (25 a 30%) ■ Cefalea (15 a 20%) ■ Dolor facial a la palpación (10 a 12%) ■ Edema palpebral matutino (10 a 15%) Hay dos formas clínicas de presentación de la sinusitis en niños: ■ La forma más común, caracterizada por la persistencia de rinitis mucopurulenta y tos más frecuente en las primeras horas de la mañana y al acostarse. Suele haber leve afectación general, fiebre de baja intensidad, halitosis y malestar o dolor periorbitario con edema matutino sin signos inflamatorios. En mayores de seis años es común cefalea ■ La menos frecuente se caracteriza por rinofaringitis con afectación general más grave, fiebre alta persistente, descarga nasal purulenta abundante, edema periorbitario matutino sin signos inflamatorios, dolor facial o dentario (seno maxilar), o del puente nasal o interocular (etmoidal), o supraciliar (frontal) Recientemente se propuso una escala de criterios diagnósticos de utilidad que orientan al diagnóstico. Determina tres criterios mayores (escurrimiento posterior purulento, secreción nasal purulenta y tos) y seis criterios menores (halitosis, edema periorbitario matutino, cefalea, dolor facial, fiebre y otalgia). La presencia de dos criterios mayores o un criterio mayor y dos criterios menores pueden hacer el diagnóstico clínico de sinusitis. El apoyo diagnóstico en formas no complicadas no se requiere. La radiografía convencional en sus proyecciones mentonasoplaca (Water) y frontonasoplaca (Caldwell) permite visualizar los senos maxilares la primera y etmoidales y frontales la segunda. La correlación de opacidad completa del seno o mucosa con grosor mayor de 4 mm o nivel hidroaéreo en el seno comparada con la tomografía axial computarizada (TAC) es de 70 a 75%, excepto en los niños menores de tres años, en los cuales la correlación no supera 55 a 60%. A su vez, la TAC de senos, aunque se ha considerada el estándar de oro del diagnóstico, se debe hacer solo en los casos de presumible complicación o para descartar extensión de la afección o lesión tumoral, debido a que su correlación con el diagnóstico es de 55 a 66% en menores de dos años y de 85 a 92% en mayores de dos años. Los objetivos del tratamiento en sinusitis aguda son: ■ Rápida curación clínica y bacteriológica ■ Prevenir el desarrollo de complicaciones supurativas orbitarias o intracraneales ■ Prevenir la cronicidad Al igual que en las otras infecciones respiratorias, el control de la fiebre y el dolor utilizando analgésicos como acetaminofén en dosis de 10 a 15 mg/kg/dosis es recomendable, al igual que la reducción de la obstrucción nasal, especialmente en los lactantes por medio de la limpieza y el lavado de las secreciones utilizando suero salino. CCAP Año 2 Módulo 4 diciembre de 2003 51 Tratamiento antibiótico en infección respiratoria alta Los descongestionantes o antihistamínicos sistémicos no han demostrado claramente que mejoren la evolución de la sinusitis. Los descongestionantes locales pueden producir mejoría de la evolución por reducción de los síntomas, pero utilizados por corto tiempo (3 a 5 días); se pueden utilizar agentes adrenérgicos tópicos como oximetazolina 0,05% o fenilefrina al 1% en micronebulización. La combinación de oximetazolina más betametasona se ha utilizado en nuestro medio con resultados satisfactorios, pero con resultados no concluyentes en la literatura. El tratamiento específico con antibióticos es similar al de OMA y al igual que en ella hay recomendaciones de algoritmos de trabajo que toman como punto de partida la utilización reciente de algún tipo de antimicrobiano. En las figuras 1 y 2 se resumen los algoritmos recomendados. En el caso de sinusitis, los antibióticos de segunda elección planteados en la literatura son: ■ Cefaclor en dosis de 40 mg/kg/día en tres dosis por diez días ■ Eritromicina sulfisoxazol 50 mg/kg/día en tres dosis por diez días ■ Ácido clavulánico más amoxacilina en dosis de 40 mg/kg/día VO en tres dosis por diez días ■ Ampicilina más sulbactam en dosis de 100 mg/kg/día VO en tres dosis por diez días. Los efectos gastrointestinales deben ser considerados ■ Claritromicina 15 mg/kg/día VO en dos dosis por diez días ■ Ceftibutén 9 mg/kg/día VO en dos dosis por diez días ■ Loracarbef 30 mg/kg /día VO en dos dosis por diez días. Su utilización estaría supeditada al objetivo planteado por el clínico y depende de investigaciones sobre el modelo de concentración tisular y de la experiencia clínica que su utilización o no-utilización futura pueda ser recomendada. En cualquier momento de la evolución se propone que se deba hacer evaluación por otorrinolaringólogo, siendo claramente indicado en los siguientes casos: Figura 1. Tratamiento de otitis media o sinusitis aguda en niños que no han recibido antibióticos en el último mes Fuente: Fairbanks D. Antimicrobial therapy in Otolaryngology—Head and Neck Surgery. American Academy of Otolaryngology. Disponible en: http://antimicrobial.entlink.net/Aao/aao882/me.get?web.home 52 Precop SCP Ascofame Jorge Mauricio Paláu C. Figura 2. Tratamiento de otitis media o sinusitis aguda en niños que sí han recibido antibióticos en el último mes Fuente: Fairbanks D. Antimicrobial therapy in Otolaryngology—Head and Neck Surgery. American Academy of Otolaryngology. Disponible en: http://antimicrobial.entlink.net/Aao/aao882/me.get?web.home ■ Dolor intenso que no responde al tratamiento ■ Paciente gravemente enfermo o con apariencia tóxica ■ Respuesta inadecuada al tratamiento ■ Complicaciones supuradas ■ Paciente inmunodeficiente El seguimiento obliga a evaluación por pediatra si: ■ Persiste la sintomatología por más de 72 horas a pesar del tratamiento ■ Hay empeoramiento clínico en cualquier momento del tratamiento con persistencia de aparición de edema orbitario, toxicidad o signos de afectación neurológica ■ Si después de mejorar con el tratamiento hay recidiva de los síntomas o hay recurrencia de la sinusitis El pediatra evaluará la posibilidad de complicaciones, en cuyo caso hará tratamiento hospitalario. CCAP Año 2 Módulo 4 diciembre de 2003 53 Tratamiento antibiótico en infección respiratoria alta Lecturas recomendadas American Academy of Pediatrics. Report of the Committee on infectious disease. En: Pickering LK, Peter G, Baker CJ et al, ed. Red Book 2000. Elk Grove Village: American Academy of Pediatrics; 2000: 526-536. Bernal L. Resfriado común. En: Correa J, Gómez JF, Posada R. Fundamentos de Pediatría. Tomo V. Medellín: CIB; 1995: 2260–2263. Bisno A. Acute Pharyngitis: Etiology and diagnosis. Pediatrics 1996; 97 (6): 949–954. Craig W, Andes D. Pharmacokinetics and pharmacodynamics of antibiotics in otitis media. Ped Infect Dis J 1996; 15: 255-259. Dagan R, Leivobotz E, Greenberg D, et al. Early erradication of pathogens from middle ear fluid during treatment of acute otitis media is associated with improved clinical outcome. Ped Infect Dis J 1998; 17: 776-782. 54 Gómez JF. Otitis media. En: Correa J, Gómez JF, Posada R. Fundamentos de Pediatría. Tomo V. Medellín: CIB; 1995: 2252-2259. Hernández M, Martínez R. Otitis media, sinusitis, amigdalitis. En: Álvarez E, Paláu JM. Infecciones en Pediatría Prevención, diagnóstico y tratamiento. 2ª ed. 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Reducir la carga bacteriana en el sitio de infección B. Reducir la diseminación de cepas resistentes en la comunidad C. Reducir los síntomas clínicos rápidamente D. Reducir los portadores de cepas resistentes E. Obtener el máximo beneficio con el menor costo 13 En un paciente con faringoamigdalitis la edad en la cual es posible iniciar tratamiento antibiótico en forma empírica, dado que Streptococcus pyogenes es la causa más frecuente de la infección, es: A. B. C. D. E. 14 El porcentaje de erradicación de Streptococcus pyogenes de garganta de algunos de los antibióticos de segunda elección es variable. ¿Cuál antibiótico tiene índice de erradicación superior a 97% de los casos con tratamiento completo? A. Azitromicina 10 mg/kg/día VO en una dosis por tres días B. Cefradina 50 a 75 mg/kg/día VO en tres o cuatro dosis por diez días C. Claritromicina 15 mg/kg/día VO en dos dosis por diez días D. Cefalexina 25 a 50 mg/kg/día en cuatro dosis por diez días 15 Según los parámetros de “índice de concentración pico en el tejido CEM sobre CIM”, ¿cuál de las siguientes secuencias es la correcta en el tratamiento de pacientes con otitis media aguda teniendo como predominante el objetivo de erradicación del agente causal? A. Claritromicina > Cefaclor > Amoxicilina B. Amoxicilina > Amoxacilina/Ácido clavulánico > Azitromicina C. Claritromicina > Cefaclor > Amoxicilina D. Amoxicilina/Ácido clavulánico > Amoxicilina > Acetil cefuroxima E. Amoxicilina > Claritromicina > Amoxicilina/ Ácido clavulánico 16 Un niño con diagnóstico de sinusitis aguda se presenta a los catorce días de cuadro clínico grave de infección respiratoria por Adenovirus que recibió por motivos no muy claros tratamiento con penicilina cristalina por siete días por neumonía basal izquierda. El mejor tratamiento de este niño es: Todas las edades Mayor de un año Mayor de dos años Mayor de tres años Mayor de cinco años A. Amoxicilina en dosis de 30 a 50 mg /kg/día en tres dosis por diez días B. Ampicilina /Sulbactam en dosis de 30 a 50 mg/ kg/día de ampicilina en dos dosis por diez días C. Amoxicilina/Ácido clavulánico en dosis de 40 a 60 mg/kg/día de amoxicilina en dos dosis por siete días D. Amoxicilina/Ácido clavulánico en dosis de 70 a 90 mg/kg/día de amoxicilina en tres dosis por diez días E. Acetilcefuroxima en dosis de 30 a 50 mg/kg/ día en tres dosis por siete días CCAP Año 2 Módulo 4 diciembre de 2003 55