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Publicación trimestral
abril · junio 2015 (anno 53)
Precio: 1€
beatos
FRANCISCO y JACINTA MARTO
Boletín de los Pastorcitos
«Estábamos ardiendo en aquella
luz y no nos quemábamos. ¡Cómo
es Dios! ¡No se puede decir! Esto sí
que nadie lo puede decir».
Francisco Marto
Palabra de Apertura
Fátima propone un modo específico de vivir
la fe.
Reflexión
El pedido de construcción de la capilla en
honor de la Señora del Rosario, imagen de
una invitación a construir la Iglesia.
Testimonio
Los beatos Francisco y Jacinta nos dieron
ejemplo de ser auténticos hijos de Dios.
palabra de apertura
Ângela de Fátima Coelho, asm
Vale la pena recordar las palabras
de Juan Pablo II en Fátima: “si
la Iglesia aceptó el mensaje de
Fátima, es sobre todo porque
este mensaje contiene una
verdad y un llamado que, en su
contenido fundamental, son la
verdad y el llamado del propio
Evangelio”. Aquello que Fátima
trae con el sabor de la buena
nueva, es una propuesta de vida
moldada conforme el corazón del
Evangelio – del Evangelio que es
una novedad permanentemente
actualizada en la vida del
hombre. En la medida que invita
a asumir determinados rasgos
característicos de esa propuesta
de vida evangélica, Fátima
propone, de hecho, un estilo
creyente, un modo específico de
vivir la fe.
¿Qué rasgos reviste este estilo
creyente? El mensaje de Fátima
recuerda la invitación al don de si
en las manos de un Dios que es
comunión de amor y la llamada a
la edificación de una Iglesia que
sea signo visible y eficaz de esa
propuesta de comunión en el amor
de Dios. Esta es la invitación a
edificar la Iglesia que proponemos
para reflexión en este boletín.
La vida de Francisco y de Jacinta
apunta también para la esencia
de la Iglesia, para el modo a que
somos llamados a vivir, como
Cuerpo de Cristo. En sentido muy
profundo, Francisco y Jacinta
tienen una unión umbilical a la
Iglesia, no sólo por el amor que
le manifestaron, sino también
porque, como hermanos,
sintetizan aquello a que la Iglesia
es llamada a ser continuamente:
una Iglesia centrada en Dios y
entregada en beneficio de los
demás, particularmente de los
que se alejan del amor. Evocarlos,
es dejarse interpelar por el modo
humilde y generoso con que se
ofrecen a Dios.
Que, como Iglesia, sepamos
aprender de la dádiva de los
beatos Francisco y Jacinta.
Reflexión
«Hagan aquí una capilla en mi honra»
Fátima y la invitación a edificar la Iglesia
“Cuando el amplio recinto se llena de miradas sedientas de
Dios [...] es la Iglesia peregrina que se hace presente.”
Pedro Valinho Gomes
Q
ue una pequeña capilla en
el corazón de un amplio
recinto se convierta en
espacio unificador de la fe y
de la esperanza de multitudes,
es la metáfora que, en Fátima,
nos sorprende y nos provoca.
Aunque preserve la geografía de
un acontecimiento inaugural, o
precisamente porque así es, la
humilde construcción es imagen
de una dinámica de fe que
transciende el lugar. Lo que la
capillita de las apariciones guarda
no se restringe a la geografía
de un espacio. Ella guarda
primordialmente la invitación de
que ese lugar fue testigo y de
la que se convirtió en imagen y
memorial que desafía y convoca.
La capilla de la Señora del Rosario,
en Fátima, se hizo memorial de
una invitación a edificar la Iglesia.
La capillita fue erigida en 1919, en
respuesta al pedido de la Señora
del Rosario, insinuado ya en
agosto de 1917 y expresamente
indicado en la aparición de octubre
de ese mismo año: «Quiero decirte
que hagan aquí una capilla en
mi honra; que soy la Señora del
Rosario» (Memorias de la Hermana
Lucia, I, p. 180). La propia Señora
del corazón sin mancha realza la
importancia de ese pedido. Desde
la aparición de mayo, ella indica
que dirá el motivo de su venida,
en un futuro encuentro. En julio,
precisamente en la aparición en
que el secreto es revelado, ella
explicita: «Continuad viniendo
aquí todos los meses. En octubre
diré quién soy, y lo que quiero y
haré un milagro que todos han de
ver para creer» (Idem, p. 176).
Precisamente el secreto. En
octubre, cuando la Señora dice
lo que quiere, lo dice al final de
un itinerario pedagógico que fue
haciendo germinar la voluntad de
los pequeños pastores para el don
generoso de si a Dios en beneficio
de un mundo enmarañado en
dinamismos que aprisionan y
aíslan. Como fondo del mensaje,
el «llamado secreto de Fátima» es
también el horizonte sobre el cual
se ha de comprender el pedido de
la construcción de una capilla en
honor de la Señora del Rosario:
“...un itinerario pedagógi
pequeños pasto
Testimonio
el ejemplo de dos hijos de Dios
Frank D. Spicer Jr.
El beato Francisco es, para mí,
fuente de inspiración espiritual
por diversas razones. Francisco
tiene un tremendo sentido de
la Presencia de Dios en todas
las situaciones. Él encontraba
en la naturaleza indicadores
espirituales que lo llevaban a
reflexionar continuamente en las
realidades espirituales. Llamaba a
las estrellas «las candelas de los
Ángeles», la luna era la «candela
de Nuestra Señora» y el sol era la
«candela de Nuestro Señor». Su
“Francisco tiene
un tremendo
sentido de la
Presencia de
Dios en todas las
situaciones.”
Boletim dos Pastorinhos • abril · junio
sobre el horizonte del difícil
drama de la libertad humana que
las visiones del secreto desvelan,
surge la invitación a construir un
modo de ser que congrega y que
construye la asamblea en la fe y
en la esperanza; surge la invitación
a la comunión de aquellos que
desean profundamente vivir al
modo del Corazón Inmaculado.
El propio secreto encierra esta
bifurcación, esta mirada díptica de
ton bíblico: «Te puse delante de ti
la vida o la muerte, la bendición
o la maldición. Escoge, pues, la
vida para que vivas” (Dt 30,19).
Por un lado, se nos da el infierno
como horizonte definitivo en que
se juega la libertad humana, capaz
de Dios, pero libre para rechazar el
amor, y las consecuencias de este
camino de desamor en la historia,
de que es imagen la visión de la
ciudad en ruinas. Por otro lado,
se nos invita a la consagración
al Corazón Inmaculado, como
imagen del primer sueño de Dios
para el hombre, y a peregrinar
como Iglesia por la ciudad de los
hombres, aunque sea en ruinas,
mas, como testigos de un estilo
creyente de quien entrega su vida
por amor hasta el extremo.
ico que fue haciendo germinar la voluntad de los
ores para el don generoso de si a Dios...”
ejemplo me ayudó a desarrollar mis
propios indicadores espirituales.
Por ejemplo, la lluvia ahora me
recuerda la gracia del bautismo, el
color rojo puede llevarme a pensar
en la Sangre que Nuestro Señor
derramó por nosotros, el divisar
un pájaro me recuerda el Espíritu
Santo, y el cielo azul, el manto de
amor y protección de Nuestra
Madre Maria. En el transcurso de un
día ocupado, estos recordatorios
son extremamente preciosos
para permanecer amorosamente
recogido en la Presencia eterna
de Dios. Francisco también
despertó en mí un sentido más
profundo sobre la importancia de
estar con Jesús en el Santísimo
Sacramento. Tal como acontecía
con Francisco, no es necesaria
palabra alguna; apenas importa
estar allí para amar y consolar a
Nuestro Señor.
La beata Jacinta me enseñó la
enorme importancia de rezar por
los «pobres pecadores», entre los
cuales estamos todos incluidos.
Sus reflexiones sobre este asunto
nos recuerdan amar siempre el
pecador, detestando, al mismo
tiempo, el pecado. La beata
Jacinta también fue testimonio
de la importancia de rezar por
el Santo Padre y por todos los
Es esta Iglesia la que, en octubre
de 1917, la Señora invita a
construir. Frente al escenario de
una voluntad humana egocéntrica,
la convocación de una asamblea
eclesial se ilumina como altera
civitas, como la otra ciudad que
refleja el rostro misericordioso
de Dios. Una capilla en honor
de la Señora del Rosario es
signo convocador de una Iglesia
congregada por los misterios de
Cristo, al ritmo de los pasos de
su kenosis, comprometida con su
estilo inquieto y generoso. Una
capilla dedicada a esa Señora cuyo
corazón es inmaculado se convierte
en imagen de una asamblea
creyente comprometida con la vida
llena de gracia, centrada en Dios, al
modo del Corazón Inmaculado de
la Señora del Rosario.
Es la metáfora que, en Fátima,
nos sorprende y nos convoca.
Cuando el amplio recinto se llena
de miradas sedientas de Dios,
congregadas por la presencia
humilde de aquella pequeña
capilla, es la Iglesia peregrina
que se hace presente. Alrededor
de las piedras de la capillita se
reúnen piedras vivas de la Iglesia
de Cristo que, en las pisadas de
la Inmaculada Señora del Rosario,
de sus pequeños discípulos,
Jacinta y Francisco, y una multitud
inmensa de creyentes, responden
aún hoy, a la invitación insistente
de la Señora – «Hagan aquí una
capilla en mi honor» – y así se
comprometen como testigos
vivos del sueño de Dios para el
hombre.
sacerdotes. A partir de su ejemplo,
nuestra familia comenzó a rezar
diariamente un Padre Nuestro
por las intenciones del Papa
Francisco.
Los beatos Francisco y Jacinta nos
dieron el ejemplo de ser auténticos
hijos de Dios. Como murieron
ambos a muy corta edad, pienso
siempre en su inocencia y pureza
de niños. Los dos pastorcitos me
recuerdan la importancia de tener
una espiritualidad a la manera de
un niño para obtener las gracias y
la misericordia que llevan al Cielo,
y les pido que me ayuden a crecer
en este sentido.
oración
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y
con todo el afecto de mi alma, os agradezco las apariciones de la Santísima Virgen, en Fátima.
Por los méritos infinitos del Santísimo Corazón de Jesús y por la intercesión del Corazón Inmaculado de María, os pido que, si es para vuestra
mayor gloria y bien de nuestras almas, os dignéis glorificar ante la Santa
Iglesia a los beatos Francisco y Jacinta, concediéndonos, por su intercesión, la gracia que os pedimos. Así sea.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
acontecimIentos
Mayo
Día 13 – Visita de la Imagen Peregrina
a las Diócesis de Portugal
Al final de la celebración del 13 de mayo,
la Imagen Peregrina de Nuestra Señora
de Fátima (nº 1) inició una peregrinación
por las diócesis portuguesas, que
se prolongará hasta mayo de 2016,
como expresión de la celebración del
Centenario de las Apariciones, por
parte de la Iglesia portuguesa.
Día 17 – Entrega de las reliquias
al Santuario de Nuestra Señora
de Fátima, Ceará
En la dedicación del nuevo Santuario
de Nuestra Señora de Fátima de la
Sierra Grande, en S. Benedito, Ceará,
Brasil, la Hermana Ángela de Fátima
Coelho, asm, ofreció las reliquias de
los beatos Francisco y Jacinta Marto,
para veneración de los fieles.
a los 75 participantes a profundizar el
Mensaje de Fátima y a una reflexión
sobre algunas de sus implicaciones
para la vida cristiana.
JUNIO
El Simposio Teológico-Pastoral
propuesto por el Santuario de Fátima,
presentó el tema de la santidad
bajo una perspectiva en tríptico:
«don de Dios – respuesta humana –
transformación del mundo». Contó
con más de 350 participantes e
oradores de diversas partes del globo.
Días 7 a 9 – Curso sobre
el Mensaje de Fátima
Orientado por la Hna. Ángela de Fátima
Coelho, asm, el Curso se realizó en la
Casa de Retiros de Nuestra Señora
de los Dolores, y pretendió conducir
Días 19 a 21 – Simposio Teológico-Pastoral «Santificados en Cristo»
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