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222 Publicación trimestral julio · septiembre 2016 (anno 54) Precio: 1€ beatos FRANCISCO Y JACINTA MARTO Boletín de los Pastorcitos «Yo tenía aquí dentro una cosa que no me dejaba estar callada.» Jacinta Marto Palabra de Apertura La Iglesia como señal del cuidado de Dios. Reflexión El Ángel invita a aprender de Dios la misericordia. Testimonio Los pastorcitos, fieles en su entrega. Palabra de apertura Ângela de Fátima Coelho, asm La Iglesia continúa en júbilo con la misericordia de Dios, en este año extraordinario del Jubileo. Al proponernos, con este boletín, una reflexión basada en la segunda aparición del Ángel a los tres pastorcitos en Aljustrel somos sorprendidos por esa palabra clave que marca la aparición: «Los corazones de Jesús y Maria tienen sobre vosotros designios de misericordia.» Aprendemos a ser Iglesia en salida – como nos lo pide insistentemente el Papa Francisco –, a ser una Iglesia compasiva y misericordiosa, hospitalaria y disponible, en la medida en que contemplamos este Dios en salida que observa la historia humana con una mirada de amor y con designios de misericordia. Es vocación de la Iglesia hacerse señal visible de la presencia cuidadosa de Dios. Así nos lo recordó el Santo Padre al anunciar el Jubileo: «Pensé muchas veces en el modo en que la Iglesia puede tornar más evidente su misión de ser testigo de la misericordia. Es un camino que comienza con una conversión espiritual; y debemos recorrer este camino.» El itinerario trazado por las apariciones del Ángel, confirman este camino que se hace desde la conversión interior, desde la acogida del otro, particularmente de aquel que sufre, y de una mirada que inspira esperanza y confianza porque está repleta de amor– una mirada como la mirada de Dios. Cuando Francisco insiste en que «la credibilidad de la Iglesia pasa por el camino del amor misericordioso y compasivo» está recordando las palabras de Jesús: «por eso todos conocerán que sois mis discípulos: si os amáis los unos a los otros» (Jo 13,35). Hoy es un tiempo favorable. «Es el tiempo del regreso a lo esencial, para cuidar de las flaquezas y dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita para nueva vida y que infunde el valor para mirar hacia el futuro con esperanza» (Misericordiae vultus, n.º 10). Reflexión II. La misericordia, vida al ritmo de Dios Tres pasos de un camino con Dios en las apariciones de un Ángel, en Fátima «Id pues y aprended lo que significa: misericordia quiero, y no sacrificio.» (Mt 9,13; cf. Os 6,6) Pedro Valinho Gomes C olocar la vida delante de Dios es arriesgar una vida al ritmo de Dios. El Corazón del Padre late con misericordia. Y este ritmo, que se convierte en invitación para el corazón del creyente, es el segundo paso del camino con Dios propuesto por el Ángel, en Fátima, en la segunda de sus manifestaciones. bilidad para rescatar la vida para la abundancia de las bienaventuranzas. Es el Dios que siente el hambre y el extravío de la multitud y que se ofrece como camino y como pan. Es el Dios que no desiste de los miserables, de los sinamor, de los apartados del amor ofrecido como don. Es el Dios próximo del drama de la libertad humana. La misericordia urge: Delante de Dios, en adoración, el misterio del hombre es iluminado por el misterio de la Misericordia. Porque la adoración no es auténtica sin la responsabilidad por los que no tienen amor. ¿Qué hacéis? ¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los Corazones de Jesús y Maria tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente al Altísimo oraciones y sacrificios. El Altísimo que viene a habitar en la vida de los hombres, el Altísimo que se hace Bajísimo, revela también en Fátima su mirada compasiva que sondea la intimidad y el secreto de la historia. Es un Dios de misericordia que tiene designios de misericordia para los que creó a su imagen y semejanza (Gn 1,26). Es el Dios que viene a habitar la contingencia y la vulnera- Los niños pastores de Fátima son desinquietados por ese heme aquí compasivo de Dios e instados a la urgencia de dejarse convertir en pastores según el corazón misericordioso. En la invitación del Ángel a que ofrezcan la vida entera por toda la vida, constantemente, en oración y sacrificio – desafío más tarde renovado por la Señora del Rosario: «Queréis ofreceros a Dios...?» – hace eco del pedido del Resucitado: «Apacienta mis ovejas» (Jo 21,16). Vitral de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. João de Sousa “Este Dios de corazón c ofrecer la vida p Testimonio LOS PASTORCITOS, FIELES EN SU ENTREGA Ana Felício Conocí a Francisco, a Jacinta y a Lucia en la casa de mis padres, cuando mis hermanas y yo, siendo pequeñas, veíamos la película de los Pastorcitos. En ese entonces, mi parte favorita era ver a los tres jugar en el patio, alrededor del pozo, en el sitio donde después se les aparecía el Ángel. Pensaba que, si yo construyese un pozo de piedras en el patio de mi casa, probablemente Nuestra Señora también se aparecería. Nunca se concretizo, ni un pensamiento ni el otro. “Estos niños son modelo de fidelidad a la palabra dada.” BOLETÍN DE LOS PASTORCITOS • JULIO · SEPTIEMBRE ¿Pero cómo puede la misericordia ser ofrenda de vida en sacrificio? Nos deja atónitos el sacrificio. Nos asusta la imagen de un Dios osado que reclama la vida en sacrificio. Nos inquieta que este Dios que se hace presente en la vida de tres niños para hablarles de su afecto para con el mundo sea el mismo Dios que pide la vida en sacrificio. Y también los pastorcitos se quedaron inquietos con esta palabra. Basta escucharles, inocentes, cuestionando al Ángel: «¿Cómo nos hemos de sacrificar?», que es como si dijesen: “¿Cómo puedes pedir que ofrezcamos nuestra vida en favor de los que no tienen horizontes de fe y de esperanza, de los que se han apartado tanto del amor que no reconocen su fuente? ¿Cómo puede nuestra vida ser fuente de luz para cuantos viven ofuscados por la oscuridad?” El corazón de los niños habría de aprender a confiar en el Corazón de Dios. Y es a eso a lo que nos invita el Ángel: «De todo lo que podáis, ofre- ced un sacrificio en acto de reparación y de súplica por la conversión de los pecadores. Sobre todo, aceptad el sufrimiento que el Señor os envíe». Deus proveerá para que la vida se convierta en oportunidad de bienaventuranza. El «sacrificio vivo, santo, agradable a Dios» (Rm 12,1) es una vida pautada al ritmo de Cristo, que se ofrece en don hasta el extremo (Jn 13,1). Jacinta, Francisco y Lucía dirían ser una ofrenda de la vida entera «por Vuestro amor y por la conversión de los pecadores». Los designios de misericordia que recaen sobre los tres pastores y sobre cada uno acentúan esta idea: este Dios de corazón compasivo, que se deja conmover por el sufrimiento del mundo, convoca a los que están disponibles a ofrecer la vida por los otros, a imagen de su Hijo Jesús. Es un Dios que prefiere la misericordia (Mt 9,13). a Araújo. Archivo fotográfico del Santuario de Fátima. compasivo convoca a los que están disponibles a por los otros, a imagen de su Hijo Jesús.” Sin embargo, me fui percatando de aquella mirada de Madre – los mismos ojos que, sobre la encina, miraban a los tres pequeñitos – sobre mí, a cada instante. Por eso, como sucediera con los Pastorcitos, para mi hoy también existen estos encuentros, tan reales como los de la Cova de Iría en 1917. Uno de ellos es la oración del Santo Rosario, todos los días, este pedido tantas veces repetido. Otro es el «estar un poco con Jesús Escondido», como diría Francisco, o sea, la adoración a Jesús presente en el Santísimo Sacramento. Percibí que para esto siempre hay tiempo. Basta querer. Basta hacer de estos encuentros el Centro, la prioridad, y después lo demás va encajando fácilmente. Creo que lo más importante que aprendo con los Pastorcitos es responder siempre «Sí, quiero» a todos os pedidos de Dios, a la manera de aquel 13 de mayo. Miro hacia estos niños como modelos Conocemos los sacrificios de los tres pastorcitos. Ellos nos recuerdan la generosidad sencilla del niño del evangelio que dispone de cinco panes y dos peces para saciar el hambre de muchos. Los tres niños de Aljustrel sabían muy bien que lo que tenían para ofrecer era humilde. Pero también sabían, tal como el niño del evangelio, que apenas eso les era pedido. Y que eso es todo. Que nada más se les pide sino el don de si multiplicado por las manos de Dios. Este texto fue originalmente publicado en la revista Stella, n.º 682 (abril a junio del 2016) y se encuentra aquí reproducido con la debida autorización de su dirección. de fidelidad a la palabra dada. Tuvieron, de hecho, mucho que sufrir, pero jamás se echaron hacia atrás. Por eso, también yo, en mis horas más oscuras, miro hacia Jacinta, y con ella le digo a Jesús que «es por Su Amor». Y así, ofreciéndolo todo, ningún sacrificio se pierde, sino que más bien gana un nuevo sentido, y cada instante adquiere el brillo de esta esperanza, aquella que prevalece por encima de todo: «al final, mi Inmaculado Corazón triunfará»! oración Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y con todo el afecto de mi alma, os agradezco las apariciones de la Santísima Virgen, en Fátima. Por los méritos infinitos del Santísimo Corazón de Jesús y por la intercesión del Corazón Inmaculado de María, os pido que, si es para vuestra mayor gloria y bien de nuestras almas, os dignéis glorificar ante la Santa Iglesia a los beatos Francisco y Jacinta, concediéndonos, por su intercesión, la gracia que os pedimos. Así sea. Padrenuestro, Avemaría y Gloria. acontecimentos JULIO JUNIO DÍAS 10 AL 12 DÍAS 24, 25 Y 26 DÍAS 14, 15 Y 16 El IV Congreso Eucarístico Nacional reunió en Fátima cerca de 700 participantes. La iniciativa, integrada en el programa del Centenario de las Apariciones de Fátima, tuvo por tema “Vivir la Eucaristía, fuente de Misericordia”. En el aniversario natalicio del beato Francisco, el Congreso abordó el tema “La Eucaristía en el mensaje de Fátima”, por la voz de la Postuladora de la causa de los hermanos Marto. El Santuario de Fátima promovió su Simposio Teológico-Pastoral anual que reflexionó sobre el tema “«Yo vine para que tengan vida». La vida que brota de Dios en los acontecimientos de la Historia”. Contó con más de una decena de conferencistas y cerca de 350 participantes. Durante esos mismos días, en los lugares de los Valinhos y Aljustrel, las noches fueron iluminadas con “La Luz del Ángel”, un camino multimedia “inmersivo” encomendado por el Santuario al atelier Ocubo, que ayudó a señalar el centenario de las apariciones del Ángel a los tres pastorcitos. Con el objetivo de aproximar a los estudiosos de uno de los fenómenos más importantes de la historia religiosa del mundo contemporáneo, el Santuario de Fátima promovió la primera edición de sus Cursos de verano. La iniciativa propone mirar hacia Fátima bajo una perspectiva multidisciplinar. En esta primera edición, el curso hizo una introducción al fenómeno, destacando algunos de los temas más importantes ligados a Fátima. Agradecemos todas las donaciones que nos fueron enviadas para ayudar en los gastos de la Causa de los Pastorcitos. Sin su ayuda nos sería imposible mantener esta Causa. Quien desee continuar con su contribución lo puede hacer en: Postulação Francisco e Jacinta Marto Banco Millennium BCP IBAN: PT 50-0033-0000-45340426373-05 SWIFT: BCOMPTPL FICHA TÉCNICA Isento de registo na ERC ao abrigo do Dec. Reg. 8/99 de 9/6 art.º 12 n.º 1 A Publicación trimestral – ISSN 1645-1317 DIRECTORA: Hna Angela de Fátima Coelho, asm EDITOR Y PROPIETARIO: Postulação Francisco e Jacinta Marto DIRECCIÓN: Rua S. Pedro, 9, Apartado 6 – 2496-908 Fátima (Portugal) Contactos: t: 00351 249 539 780 • f: 00351 249 539 789 • e: secretariado@pastorinhos.com www.pastorinhos.com IMPRESO EN Gráfica Almondina, Zona Industrial, 2354-909 Torres Novas