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U N I D A D P A S T O R A L S M A T Í A S X T 0 S A L V A D O R HOJA LITÚRGICA EPIFANÍA DEL SEÑOR CICLO C. AÑO 2015-2016 CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA 1-RITOS INICIALES Canto de entrada: Monición ambiental: Buenos días y bienvenidos. La solemnidad de la Epifanía nos habla de la universalidad del conocimiento de Jesús y de su misión de salvación. Los Magos representan a los pueblos extranjeros, a los que también Dios se revela y que son capaces de reconocerle y adorarle. El pueblo hebreo deberá entender que es el medio que Dios eligió para darse a conocer a todos los pueblos, a toda la humanidad, puesto que en cada ser humano Dios reconoce a uno de sus hijos, incluso a su Hijo. Saludo del sacerdote: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. El Dios de la misericordia que llena nuestro corazón de esperanza esté con todos vosotros. Y con tu espíritu. Rito Penitencial: Los Magos, después de ver a Jesús, volvieron a su patria por distinto camino. Que también nosotros, después de ver a Jesús encarnado tomemos el camino de la conversión. -Tú, que nos guías con la luz de tu Palabra de vida. Señor, ten piedad. -Tú, que has asumido una misma y sola humanidad. Cristo, ten piedad. -Tú, que nos has revelado el amor de Dios. Señor, ten piedad. Sacerdote. Dios todo misericordioso tenga piedad de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a ala vida eterna. Amén. Gloria cantado Oración cantada 2– LITURGIA DE LA PALABRA 3, 2-3a Monición a la primera lectura.( Isaías 60, 1-6): Isaías nos dice que Jerusalén se llena de luz y a ella acuden de pueblos lejanos, con camellos y dromedarios, trayendo incienso y oro. Cabría añadir que luego retornan a sus lugares y que Dios queda con ellos. Es la visión universal del plan salvador de Dios, que no se ciñe a un pueblo ni a un lugar. Respuesta al salmo ( Si no se sabe cantar, se recita): SE POSTRARÁN ANTE TI, SEÑOR, TODOS LOS PUEBLOS DE LA TIERRA Monición a la segunda Lectura. (Efesios 3, 2-3a. 5-6): San Pablo defiende que hay un solo pueblo de Dios: el que cree en el Evangelio de Jesucristo. Gentiles, judíos… todos somos una misma humanidad para Dios, en la que todos somos coherederos y partícipes de la promesa. Evangelio. ( Mateo 2, 1-12) Homilía Credo Oración de los fieles: Movidos por su amor infinito, nuestro Padre del cielo envió a su Hijo al mundo, para colmar nuestras esperanzas. Digámosle con confianza y humildad: SEÑOR, TÚ ERES NUESTRA ESPERANZA 1– Por una Iglesia misionera, llena de misericordia y de puertas abiertas para todos los que se sienten excluidos. Oremos. 2– Por un mundo de fronteras abiertas donde sea posible hacer realidad una fraternidad universal. Oremos. 3-Por los emigrantes desplazados de su país, pa ra que encuentren brazos solidarios que los acojan Y para que los poderes públicos busquen soluciones justas y humanitarias a estos problemas. Oremos. 4– Que nosotros, creyentes y cristianos, fomentemos en nosotros mismos sentimientos de tolerancia e integración de todos aquellos que son ajenos a nuestra cultura , creencias y modos de pensar. Oremos. 5– Por nuestras dos parroquias, para que vivamos siempre inquietos en la búsqueda de la verdad y abiertos a los demás. Oremos. Sacerdote: Señor Dios nuestro, te pedimos con humildad que tus expectativas y las nuestras se hagan realidad ahora y siempre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 3-LITURGIA DE LA EUCARISTÍA Ofrendas: Oro: Señor te ofrecemos el oro de nuestros esfuerzos por construir tu Reino. Incienso: Con el incienso te ofrecemos el aroma de nuestras buenas obras. Mirra: Como símbolo de los sinsabores de la vida te presentamos la mirra. Canto de ofrendas: “Caminando desde oriente” (186) “Yo soy un pastorcillo” (196) Santo cantado Padre nuestro Cordero de Dios cantado Canto de comunión: “Venid, fieles todos” (195) “Adeste fideles” (3) (185) 4-RITOS DE DESPEDIDA Oración de después de la Comunión Bendición del sacerdote Despedida del sacerdote: Canto final para adorar al Niño: Villancicos variados Sugerencias para la homilía “Las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad, los pueblos”. La noche puede ser un buen momento para iniciar el camino. Al menos así lo fue para aquellos misteriosos personajes del evangelio de hoy. Dicen que caminaron a la luz de una estrella. Las estrellas solo salen de noche y hace falta mucha oscuridad para que podamos verlas. De día desaparecen, se pierden con la luz del sol. Sin embargo, para las personas creyentes una única estrella ilumina todo el horizonte de oscuridad: Dios hecho humanidad. Y, por si estamos despistadas y no nos habíamos dado cuenta, oímos al profeta que nos grita: ¡Levántate, brilla, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz! ¡Qué responsabilidad! Nos manda que brillemos. Nos convertimos en estrellas en la Estrella. Estrellas en la noche de la humanidad y de nuestras propias noches. Vislumbramos la Luz que nos habita y nos atrevemos a invocarlo como alguien que ilumina nuestra existencia y la convierte en luz para los demás. Una vez que la Luz del Niño nos toca, como a los Magos, ya no podemos seguir por el mismo camino. El viaje de los Magos acaba con el regreso por otro camino, y también nuestro propio viaje será por otro camino. En principio iríamos por caminos conocidos, seguros, que nos dieran bienestar y cierto prestigio... pero ... ahora es distinto. La estrella es tan clara y pura que no todo el mundo la ve. En el cielo hay una estrella nueva y lentísima, es la estrella de Dios que guía hacia el portal de Belén. Los Magos, como son Magos, vieron la estrella nacer. Los hombres, como son hombres, la miran pero no la ven. Baltasar tiene la carne morena como el almez. Gaspar es viejo, tan viejo que ha muerto más de una vez. Y Melchor es tan creyente, tan iluminado, que siempre que sus ojos miran, se ven sus ojos arder Pasan ciudades, ciudades con calentura en la sien, donde la estrella que es niña se apaga para no ver. Pasan desiertos, desiertos, como los hombres también y bosques que acaso nunca volverán a florecer. Pasan años y los hombres siguen padeciendo sed. La estrella sigue en el cielo, Solo muy pocos la ven. Luis Rosales