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Época II Año III Número 7 Octubre 2010 3 € El enigma de Camesa-Rebolledo La presencia judía en el norte de Sefarad Flora campurriana Cuadernos de Campoo Época II. Año III. Número 7. Octubre 2010 Cuadernos de Campoo es una publicación de la Casa de Cultura “Sánchez Díaz” Equipo asesor: Jesús Allende Valcuende Manuel García Alonso Javier González Díez Daniel Guerra de Viana (Coordinador) Joaquín Gutiérrez Osés Mª Elena Marchena Ruiz Encarnación-Niceas Martínez Ruiz Fotografía de cubierta: Gonzalo Valdeolivas Bartolomé Redacción y administración: Casa de Cultura “Sánchez Díaz” 39200 REINOSA (Cantabria) 5 Pedro Ángel Fernández Vega 33 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro 71 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé Diseño y maquetación: Jesús Allende Valcuende Correo electrónico: casaculturasd@casaculturasd.org El enigma de Camesa-Rebolledo La presencia judía en el Norte de Sefarad Edita: Excmo. Ayuntamiento de Reinosa Imprime: Gráficas Quinzaños Flora campurriana ISSN: 1136-9639 D. L.: SA-670-2009 Edición patrocinada por Miguel Aja Fernández 2 3 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO El primer dato que nos orientó hacia el hallazgo fue el topónimo “El Conventón” con que la tradición señalaba el sitio del yacimiento. Sólo por el nombre, el lugar estuvo siempre envuelto en misterio y cubierto de fantásticas ruinas” (Robles 1985, 202). “Los niños de Camesa y Rebolledo en nuestras escapadas a Mataporquera siempre aligerábamos el paso cerca de aquella loma… (Robles 1997). Envuelta en la bruma de la leyenda y en la intriga enigmática de la historia estuvo siempre para los habitantes de la zona el lugar donde se localizan los vestigios arqueológicos del yacimiento de Camesa-Rebolledo, pero fueron necesarios otros acicates para que los trabajos arqueológicos se desencadenaran. Las aportaciones bibliográficas del desaparecido José María Robles constituyen las más certeras aproximaciones tanto a los orígenes de la empresa arqueológica desarrollada en el lugar en los años ochenta del siglo XX, como a la identidad del enclave. En relación con el origen de los trabajos, Robles escribió en las páginas de esta revista: Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO me estimuló a sacar a la luz un nuevo yacimiento romano, contribuyendo así también a la celebración del Bimilenario (…) Así promovimos la exhumación de aquellas ruinas antiguas, con la esperanza de encontrar Octaviolca y con la intención de que compitieran con las de Julióbriga. (Robles 1997). Resulta sobrecogedora la sinceridad y la amargura, entreverada en las líneas de este artículo, para quien, habiendo realizado el hallazgo y promovido la empresa arqueológica, reconocía al escribir su activa iniciativa, hasta entonces velada, y algunos de los problemas que ello había acarreado a las propiedades de su familia, además de comprobar la incuria en que habían quedado los restos arqueológicos exhumados unos años antes. Pero a los efectos de este artículo, que se propone revisar el devenir de Camesa-Rebolledo en la interpretación arqueológica, un devenir mutante, interesa fijar la atención en los primeros indicios y las hipótesis: una teja donde se lee LEG mientras se tiene plena conciencia de la ominosa presencia de la Legio IV Macedónica (fig. 1 y 2), cuyas propiedades queda- Solo me atrajo el lugar cuando tuve indicios de que bajo los enterramientos estaba oculta alguna edificación romana. Esto había ocurrido algún día de los años 76 o 77, cuando mi tío Abel Gómez me entregaba un trozo de ladrillo romano, recogido junto a los enterramientos medievales, con la estampilla completa LEG, lo cual me hizo imaginar que allí teníamos restos de algún asentamiento de la Legión IV Macedónica, cuya presencia en la zona estaba atestiguada por la amplia serie de hitos que deslindaban su territorio del de los juliobriguenses. Pero faltaba un último impulso que no actuó hasta el verano de 1980. El yacimiento de El Conventón fue descubierto oficialmente en esa fecha nada casual. En efecto, para conmemorar el Bimilenario del final de las Guerras Cántabras se habían reanudado durante el mes de agosto de 1980 con gran aparato publicitario las excavaciones de Julióbriga, abandonadas desde 1961 (…). Ése fue el acicate que 6 7 Fig. 1 y 2 Tegula hallada en Camesa en 1980 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO ban limitadas en Valdeolea por casi una veintena de mojones de sólida y contumaz reafirmación, y una teoría de partida, que se posiciona con Octaviolca como identidad más probable para el yacimiento, toda vez que nadie osaba cuestionar que Julióbriga se ubicó en Retortillo desde que el padre Flórez así lo postulara a fines del siglo XVIII. hipocausto en la estancia del extremo, al número 2 del plano publicado entonces (plano 1); se hacía constar los indicios de pintura mural y una cronología estimada que, ocupando de los siglos I a III de nuestra era, parecía centrarse en el siglo II. Además se debatía sobre si hubo ocupación visigoda o más bien altomedieval, de época de repoblación, a partir Camesa emergía del pasado como Octaviolca, envuelta en misterio y en cierta rivalidad con la Julióbriga de Retortillo. El ímpetu refrenado Mientras Robles participaba en las excavaciones y recordaba en ese artículo que había desempeñado un rol relevante en la empresa arqueológica, la dirección de las labores de campo y la responsabilidad fue asumida directamente por el director del Museo Regional de Prehistoria y Arqueología, Miguel Ángel García Guinea. La excavación progresó a buen ritmo, especialmente en los dos primeros años en los que se exhumó un conjunto de estructuras muy interesantes por sus formas: una rotonda de casi cuatro metros de diámetro y una forma absidada alternadas entre tres estancias rectangulares y otra de planta cuadrangular que cerraba la secuencia por el sur. La publicación de estas campañas se realizó en 1985 y tomaba un cariz más bien descriptivo en lo que concernía a los restos romanos, pues en cierto modo no se estaba en condiciones de interpretar el conjunto, mientras se llegaba a conclusiones más claras en lo relativo a la necrópolis medieval: se habló de un yacimiento doble, romano y medieval de cronología aproximada entre los siglos VIII y XII; se hablaba de la posibilidad de que el edificio romano contuviera una instalación termal dado que se reconocía una piscina inequívoca y un posible 8 9 Plano 1 El Conventón en 1982 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO del siglo VIII, remarcando que hubo dos orientaciones en los enterramientos. Había fosas orientadas en sentido SO-NE, las más antiguas, atribuidas a los siglos VIII a X, y las de orientación O-E, más tardías, de los siglos XI-XII (García Guinea 1985, 308s). talmente a dar a conocer una primicia arqueológica anticipándose así a un primer estudio que estaba cobrando cuerpo y forma en las excavaciones de Retortillo. Se trataba de un avance sobre lo que se denominó “cerámica romana de tradición indígena o bien cerámica cántabro-romana” (Pérez e Illarregui 1986, 24). Proponía una primera aproximación, desde la perspectiva del análisis del microespacio, a la distribución de este tipo de cerámicas en el edificio romano para “considerar la zona noroeste de la vivienda como el centro de servicios de la edificación, mientras que en la zona este se concentraba la residencia noble del dueño de la estancia” (Pérez e Illarregui 1986, 39). Las excavaciones continuaron en los años ochenta del siglo pasado. La siguiente publicación, realizada en 1986 por C. Pérez y E. Illarregui, mostraba la planta prácticamente tal y como quedaría después de ultimados los trabajos (plano 2): se conocía la mayor parte del edificio romano con toda su articulación de espacios y la mitad de otro edificio al norte, que aún no se presentaba como lo que luego resultaría ser: una iglesia prerrománica. De hecho la publicación, estaba orientada fundamenPlano 2 El Conventón en 1986 (Pérez e Illarregui) 10 La tercera publicación dedicada a Camesa provendría de García Guinea y E. van den Eynde, dejando un estado de la cuestión muy definido acerca de lo que se sabía en 1991 respecto de las excavaciones, ya finalizadas en 1987: no se aportaba plano y se conocía lo que acababan de publicar los anteriores autores. El edificio romano pasa a ser designado “villa”, con comillas, de la que se destaca de nuevo la habitación circular para la que se manejan varias hipótesis: por estar excavada en la arcilla y embutida en buena medida en el terreno, se propone que fuera o granero, y como posee “un nicho muy profundo” se piensa que pudo servir “como repisa probablemente para la colocación o apoyo de algún material: sacos, objetos, ropa, etc. (…) Otra suposición es que fuese utilizada como nevero” y se añade que “es difícil quedarse conforme en absoluto con estas hipótesis, y se han barajado otras, como la de que pudiera tratarse de una sala –quizás apoditerium- de un conjunto termal, pues casi todas las habitaciones circulares que aparecen en los edificios romanos apuntan más a una 11 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO utilidad de este tipo. Pero, ¿es posible pensar en algo semejante a la altitud de 900 metros en que se encuentra la ruina?”. Las dudas se cernían sobre las atribuciones más razonables desestimándolas, a pesar de que, a renglón seguido se habla de “una cámara absidal, pequeña, con pavimento de rudus similar al de la rotonda, y frente a ella una piscina con suelo de cimenticium (sic) y desagüe por atarjea”. La aportación principal de esta publicación venía a continuación, en el sistemático estudio de la secuencia de ocupación medieval, dando a conocer que se contaba con una datación absoluta -no calibrada (Gutiérrez Cuenca 2002)- para refrendar la cronología visigoda de las tumbas de fosa –que se iniciaban “en el último tercio del siglo VI”-, y también que se había hallado una iglesia prerrománica (García Guinea y Eynde 1991, 20ss). de Julióbriga respecto de los prados de la legión IV Macedónica, entendiendo que Camesa entraba dentro de lo asignado a esta última: el yacimiento se valoraba implícitamente como un punto de envergadura limitada dentro de una realidad mayor de tipo militar. El año de esta publicación correspondería al último en que se realizaron actuaciones en el yacimiento, pero no en el mismo lugar: en 1986, 1989 y 1991 se excavó en La Cueva, otro enclave con restos romanos ubicado a setecientos metros de El Conventón, próximo al pueblo de Camesa. Sobre él se describía “la aparición de unas construcciones de habitación seguidas, como “tabernae”, que debían dar a un patio grande, a modo de foro” (García Guinea y Eynde 1991, 12). Se estaba así cerrando, envuelta en incógnitas, la primera etapa de las excavaciones. A título de interpretación macroespacial sólo se concluía que “cada vez parece más afianzada la hipótesis de que todo el valle alto del río Camesa fue en el siglo I d. de J.C. los “prata” –de verano posiblemente- de esta legión romana casi con seguridad instalada en Herrera de Pisuerga”. Entraban en consideración así los términos augustales o los hitos, que deslindaban el territorio 12 Un yacimiento en orfandad El esfuerzo arqueológico había sido muy notable en las sucesivas campañas y se había producido en la etapa final de la vida laboral de su director al frente del Museo de Prehistoria santanderino, mientras flaqueaban además los apoyos del equipo de investigación. La iniciativa arqueológica se había responsabilizado más allá de lo habitual y de lo convencional, pues se había logrado dejar bajo cubierta los vestigios arqueológicos creando una estructura constructiva de pilares de eucalipto y tejado de uralita para protegerlos, estrictamente lo que permitieron los fondos que se consiguió detraer de la administración regional para tal fin. Albergado como estaba, el yacimiento iba a ver pasar el tiempo soportando inclemencias que iban a ir minando la estructura de cubierta poco a poco durante más de una década, hasta quedar sumido en un deterioro ruinoso inexorable. El tiempo transcurría entretanto y dos nuevas publicaciones iban a ver la luz en 1996 y otra más en 1997. La primera de ellas, publicada en 1998, se presentó en un congreso celebrado en mayo de 1996 en Lugo. En ella Emilio Illarregui daba a conocer someramente resultados de las excavaciones –descripción de estructuras, y avance de conclusiones sobre materiales hallados- y se internaba en el ámbito de la interpretación global en la línea del carácter militar del edificio por asociación con 13 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Fig. 3 Infografía mostrando el aspecto posible de la instalación la Legión IV: veía “una vivienda con unos baños integrados dentro del edificio” y argumentaba en el sentido de presentar paralelos de instalaciones termales y de tipos de plantas balnearias en campamentos militares (Illarregui 1998, 574). La intuición y la lógica iban de la mano pero certeramente encaminadas. Aún faltaba una interpretación concreta del circuito. No se había publicado todavía el artículo anterior, cuando nosotros mismos presentamos en 1996 nuestra primera interpretación, que revisaba los planos publicados por Pérez e Illarregui en 1986, a la luz de los datos ya explicitados en los artículos que se habían ido dando a conocer. Revisábamos toda “la vivienda y modos de vida en la Cantabria romana” en el marco de nuestra participación en el I Encuentro de Historia de Cantabria –celebrado en diciembre de 1996 pero cuyas actas se publicaron en 1999-, y proponíamos una primePlano 3 Interpretación de El Conventón segun Fernández Vega 14 ra interpretación del conjunto de restos romanos de El Conventón, que hoy sigue siendo defendible de idéntico modo por tratarse de un edificio con singularidades formales inequívocas (plano 3) (Fernández Vega 1999): se trata de un edificio con pórtico hacia el sur soportado sobre columnas o pilares (P), organizado en torno a un patio central (A). Toda el ala oeste, conforme lo quieren los cánones, se destinó a termas. Empezaban con un praefurnium u horno en B1, que caldeaba la bañera del caldarium (B2), el cual estaba prácticamente encima, en el llamado “nicho muy profundo”(fig. 3). Eso explica la extraña puerta de escasísima anchura que separa ambas estancias y también las comunicaciones con los ámbitos siguientes (B3 y B4), pues se trata no de puertas sino de pasos de calor de la estructura de hipocausto soportada sobre columnas de ladrillo, en tanto que las puertas habrían estado sobre el falso suelo del hipocausto no conservado. El ábside en este tipo de contextos suele alojar bañeras también y, puesto que la estancia que lo muestra (B4) poseía calefacción, 15 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO sólo puede ser el tepidarium o baño templado, pues nadie pondría en duda la identidad de la piscina reconocida desde el principio en B5 pero carente de doble suelo, por lo que, al no estar caldeada, sólo podría corresponder al frigidarium. También se había insistido en cómo se evacuaba esa piscina por medio de una atarjea que circulaba por B y, que ya se intuía como torre (García Guinea y Eynde 1991, 14). Efectivamente tiene el porte de una torre cuadrada en la esquina de la fachada con pórticos al sur pero la estancia hubo de funcionar como letrina, aprovechando el desagüe de la piscina. La circulación se distribuía mediante corredores (C) en torno al sector residencial de habitaciones (letras D) donde se observa un zagúan (D1) que precede un salón de recepción (D2), una antecámara (D3) y la cámara (D4), mientras veíamos en D5 un cuarto para el portero o cella ostiaria, que, años después nuestras excavaciones nos mostrarían como vestíbulo de acceso protegiendo la puerta de entrada de las lluvias del sur, que fue añadido en una segunda fase. Esta última teoría ha tenido un eco reciente en una obra de carácter general sobre los cántabros, para la que servimos como precedente bibliográfico no referido (Aja et alii 2008, 201). En la órbita de lo publicado anteriormente por Guinea, incidíamos en que si en La Cueva hubo un edificio público o un foro, dada la envergadura de los restos, Camesa tal vez fuera una villa periurbana o quizás una mansio, un mesón al borde de la calzada que delataba el fragmento de miliario encontrado en la habitación de la torre. Sin embargo nos decantábamos “por la primera posibilidad, la de la villa, con su sector residencial emplazado en la zona este y desarrollado en altura mediante una segunda planta. Pero en este supuesto, el de villa, queda otra posibilidad: un plano diseminado según el cual se hubiera detectado el pabellón de uso termal y recreativo…” (Fernández Vega 1999, 393). 16 Un año después de nuestra presentación, pero antes de que se publicara, vio la luz la interpretación del yacimiento de J. M. Robles (1997), de donde extractábamos pasajes en el comienzo de este artículo. Su interpretación coincidía estrechamente con lo que apuntaba anteriormente E. Illarregui sobre el carácter militar del yacimiento, y apostaba de manera mucho más explícita: “El edificio romano corresponde a la vivienda del jefe de una guarnición, semejante a las de ciertos pretorios hallados en yacimientos de Britania, en los que vemos cómo el comandante militar busca un grado de privacidad y de confort razonable con espacios alejados de la zona cuartelera…” (Robles 1997), lo que entroncaba estrechamente con el aspecto del edificio excavado en La Cueva, cuyo plano se publica por primera vez (plano 4) y del que se dice que “estas estructuras parecen propias de barracones de tropa”, aunque plantea otra alternativa: “si no corresponden a un acuartelamiento militar podría 17 Plano 4 Estructuras arqueológicas de La Cueva (según J. M. Robles) Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO tratarse de un edificio de carácter público, quizá de forma rectangular y porticada en torno a una plaza o foro”, añadiendo, que pudiera pertenecer a la cánaba (sic), “el grupo de gentes que se asentaban en las proximidades de los campamentos romanos para proporcionar víveres, bebidas, productos industriales y hasta diversión a los soldados”. Por último añade otra aportación clave para el debate: el topónimo latino de Octaviolca, citado en un itinerario de barro procedente de Astorga, aunque reconoce de manera velada que encaja mal con el cariz militar de todo el enunciado anterior, sobre todo si se considera que Octaviolca es un híbrido entre el nombre del emperador y un sufijo céltico que aludiría a un pasado prerromano: “si las ruinas halladas en Camesa correspondieran a un campamento militar, éstas aún pueden denominarse Octaviolca, nombre que además señalaría la mansio documentada en el Itinerario, y probablemente, la comunidad civil habitante en la zona”. El topónimo encajaba mal en las teorías del autor pero fue sincero en las líneas finales del artículo: “No seré yo promotor de iniciativas turísticas para estas ruinas –me conformo con haberlo sido de su hallazgo-, pero si los yacimientos de Camesa y Rebolledo deben entrar de una vez en circuitos y rutas de tal clase, hay que bautizarlos con nombre más sonoro y antiguo. Por eso, no hablemos ya de Camesa-Rebolledo, hablemos de Octaviolca”. éste iba a ser el motor que sacara al yacimiento de su deterioro lento pero inexorable, junto con la conciencia de preservar y proteger el patrimonio arqueológico que se impuso por fin a comienzos del nuevo milenio. La creación del arqueositio El colofón de José María Robles no pudo ser ni más elocuente ni más premonitorio: aunque no estuviera comprobada la atribución del topónimo romano, ésta era útil para la comercialización o para el emplazamiento del yacimiento en el sector del naciente turismo cultural. Y precisamente, 18 En 2003 se inauguró una nueva instalación museística sobre el yacimiento que lo ponía en valor bajo una estructura de cubierta en un edificio de gran formato, la cual incorporaba además un espacio para un centro de interpretación. Las restauraciones se realizaron con seguimientos arqueológicos y se procedió con total cautela en cuanto a la puesta en valor de las estructuras (Saiz et alii, 2003; Tanea 2003 a y b). Nosotros colaboramos de entrada en la interpretación del edificio para crear una simulación en realidad virtual del aspecto que pudo tener, y en la presentación del yacimiento al público a través de una estrategia de atriles de interpretación, los cuales se servían de imágenes tomadas de la infografía generada para el audiovisual, que se colocaron sobre la pasarela de visita que cruzaba el yacimiento. Fue en ese momento cuando decidimos intentar retomar las excavaciones del yacimiento. Comenzamos por unos sondeos que tendían a verificar aspectos puntuales de la instalación termal –la presencia de hipocausto en la habitación de la torre, aspecto que quedó definitivamente desestimado,- y sobre la parte posterior del edificio que posteriormente nos ha demostrado tener una envergadura prácticamente similar a la de la parte anterior, la que se había instalado en el acerbo arqueológico como “villa” (Fernández Vega et alii 2004). Inicialmente estábamos en la idea de asimilar Camesa con Octaviolca en la línea de J. 19 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO M. Robles y desde la aceptación implícita de la identidad Julióbriga-Retortillo, pero las dudas nos asaltaron pronto y de momento seguimos optando por la “villa” sin más (Fernández Vega 2004). Buena parte del trabajo de estos años hasta el presente, se ha derivado hacia la puesta en valor del yacimiento. La creación del Arqueositio de CamesaRebolledo nos ocupó al principio: se instaló una pasarela perimetral y se modificaron los criterios de presentación de los vestigios presentando recreaciones de los suspensurae o dobles suelos y bañeras de la instalación termal, de las letrinas y de la envergadura de los muros y las pinturas murales, se recrecieron muros y se nivelaron suelos de tierra sobreexcavados y alterados en sus niveles por la necrópolis medieval. Este tipo de intervenciones, que incorporan reconstrucción evocadora de los originales reuniendo el doble requisito de ser discernible –diferenciable del original- y reversible –desmontable sin alterar los restos originales-, son las que identifican a un arqueositio, galicismo que encierra una clara vocación por favorecer la interpretación del patrimonio y su rentabilización social (fig. 4). En este sentido, se creó primero una nueva exposición para el centro de interpretación titulada Bellum cantabricum et pax romana y organizada en una triple faceta –historia, arqueología e interpretación- que ofrece datos y plantea preguntas al visitante a partir de los datos, acerca de las fuentes clásicas y las Guerras Cántabras, sobre los restos arqueológicos de Camesa y el vecino Monte Ornedo y sobre la interpretación y la identidad de los vestigios del lugar (Fernández Vega 2005), planteando una interrogación que ya suscitamos también en estas páginas (Fernández Vega et alii 2005) y que se formula no a manera 20 de dogma –como parece serlo la atribución Julióbriga-Retortillo-, sino de hipótesis: dado que no se dan los requisitos para identificar Julióbriga en Retortillo –no tiene pasado prerromano, ni restos de la fundación hacia el 15 a.C., ni tampoco murallas como correspondería a un oppidum que además lleva el sufijo –briga, equivalente a ciudad amurallada, ni han aparecido los restos de la llegada de la Cohorte I de los Celtíberos a fines del siglo IV, y, por otro lado, todos los mojones o términos augustales que delimitaban el agrum Iuliobrigensium se han encontrado en Valdeolea y uno más al este, en Valdeprado-, ¿por qué no plantearse que Julióbriga pueda estar en Camesa? De momento, cuenta con más pruebas a su favor. La rotunda presencia de los términos augustales y la de un castro y un campamento romano en Monte Ornedo, así como de hallazgos ya de ocupación prerromana en El Conventón. 21 Fig. 4 Aspecto actual de los vestigios arqueológicos de la zona de El Conventón Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO El enfoque de los esfuerzos hacia una mejora de las instalaciones ha derivado en la gestación de un nuevo proyecto arquitectónico que reformulaba la calidad y acabado del centro y permitió realizar una ampliación. Se incorporaron aseos para el público, laboratorio para procesado de material arqueológico de campaña, dependencias para almacenaje de útiles y hallazgos de excavación, sala de audiovisuales y sala didáctica así como un espacio expositivo moderno organizado en tres terrazas, de planteamiento panorámico, prácticamente teatral. Todo ello obligó también a derivar el trabajo del año con que más efectivos se contó para excavar al esfuerzo de verificar que la necrópolis se extendía bajo las dependencias del nuevo edificio, de modo que se sobreelevó y se resolvió en terrazas el nuevo espacio. El apoyo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y las inversiones del programa Leader Plus, junto con el incondicional impulso del Ayuntamiento de Valdeolea, han permitido promover iniciativas diversas año tras año, en el marco de programas de empleo del Servicio Cántabro de Empleo y también campos de trabajo internacionales bajo los auspicios de la Dirección General de Juventud. con el conocimiento del desconcertante edificio romano al que se denominaba ahora casa y del que se decía que “era una casa de termas, villa o puesto de vigilancia donde la romanización se había alcanzado plenamente…” (García Guinea, 2002, 152). Pero ha habido más avances en el conocimiento científico. El enigma sigue abierto Nos apresuramos a indicar que no hemos resuelto el enigma de la identidad del yacimiento, como no pudo resolverlo tampoco otro equipo en la anterior fase, cuando en 2002 publicó sus memorias de las campañas de los años 1983 a 1986. El trabajo y los avances realizados en el ámbito medieval del yacimiento, no estaban compensados 22 Nuestras hipótesis de partida se afianzan como acabamos de indicar, pero se encuentran lejos de estar verificadas. Hemos enfocado el estudio de Camesa como un patrón de asentamiento con tres enclaves decisivos: Monte Ornedo, donde la destrucción del yacimiento –un presumible castro prerromano- durante las remociones de terreno para la plantación de un pinar hace décadas, dificulta los trabajos de verificación; Santa Marina, donde sabemos que hay restos prerromanos que apuntan incluso a la primera Edad del Hierro en su fase final, y sobre todo a la segunda, con especial presencia hacia fines del siglo II a. C.; pero además tenemos bien contrastada la presencia militar romana en forma de campamento de campaña, o quizá con una permanencia un poco más prolongada que el de una mera necesidad momentánea a raíz del desarrollo de operaciones militares; y Camesa, donde se ha avanzado ampliamente en cuanto a la superficie excavada en El Conventón, pero no hemos podido progresar en un lugar clave: el edificio de La Cueva, el supuesto foro, cuya naturaleza determinaría razonablemente bien una idea aproximada del rango de todo el yacimiento. Sabemos que además de La Cueva y El Conventón –donde se va adivinando todo un barrio urbano, con dos momentos de ocupación romana y con presencia prerromana latente pero alterada y huidiza por las remociones del terreno que provocaron las construcciones romanas-, hay 23 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO restos también en Rebolledo. Todo apunta hacia un establecimiento de cierta relevancia pero de plano desagregado, polinuclear. de objetivos de investigación según progresan los trabajos. El problema arqueológico no está cerrado ni el enigma resuelto. No es éste el momento, ni el lugar para dar a conocer los hallazgos científicos más recientes. Hemos planteado este artículo en formato de aproximación y revisión, para que se conozca cómo el lastre de la arqueología en un yacimiento romano —o de tres, como en el caso de este asentamiento, si consideramos que El Conventón, Rebolledo y La Cueva en Camesa forman uno sólo— radica en que debe prospectarse mucho y excavar grandes extensiones antes de poder tener la menor idea aproximada acerca de la envergadura y la naturaleza del yacimiento. De momento, sabemos que estamos ante un patrón de asentamiento complejo en el que se sustanció el paso de la prehistoria a la historia mediando un proceso de ocupación militar y conquista de un castro en altura y de una aldea en el valle, ambos cántabros, por parte de las tropas romanas que pacificaron el territorio, y posibilitaron el establecimiento de un nuevo modelo de vida y de organización del territorio, conforme a los cánones urbanísticos y la calidad y confort de vida romanos. Tres ejemplos de hallazgos y publicaciones recientes nos ilustran del valor de los objetos y de su lectura y significado. En el año 2006 se encontraron dos cajitas celtibéricas, un tipo de objeto que, por su denominación misma, nos evocaba una hipotética identidad prerromana, pues aunque responde a tradiciones que emanan de la Edad del Hierro, y aunque sabemos que perdura en época romana, sin embargo, nunca se había hallado en excavaciones en Cantabria. Proceden de El Conventón, de la zona de ampliación del centro de interpretación en contexto de tierras revueltas por la necrópolis medieval, y del exterior de uno de los edificios romanos –una casa de modesto tamaño, ordenada en torno a un distribuidor central, a modo de pequeño patio cubierto, un atrio testudinado en la terminología romana- (fig. 5). Lo razonable era esperar que fueran de época romana, pero dada su singularidad optamos por datarlas por termoluminiscencia. Los resultados fueron inequívocos: el ejemplar más antiguo sería en principio el liso, el que ya sabíamos romano por su contexto arqueológico en relación con la casa, con una datación atribuida de 1952 ± 146 antes del presente (MAD-5150 BIN); el otro debería ser según los análisis ligeramente más moderno y se dataría en 1937 ± 148 antes del presente (MAD5149 BIN). Obviamente, los resultados no son totalmente concluyentes por el margen de error sino meramente indicativos, pero vienen refrendados por el contexto arqueológico: ambos ejemplares corresponden a cajitas celtibéricas usadas por los pobladores romanos y no los prerromanos del Entre todos, los que excavaron antes y nuestro equipo, en el que se han ido integrando varios técnicos y arqueólogos –Serafín Bustamante, Javier Peñil Mínguez, Rafael Bolado del Castillo, Iván Díaz San Millán, Lino Mantecón Callejo, y muchos más que ha colaborado puntualmente-, vamos reelaborando el discurso que nuestros predecesores nos legaron, revisando datos, verificando sobre el terreno con nuevas actuaciones y reformulando hipótesis, en un reajuste constante de supuestos y 24 25 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Fig. 5 Localización de los hallazgos de las cajitas celtibéricas Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Otro hallazgo interesante procede de Santa Marina, de la zona más baja de la falda del yacimiento por el collado del lado este. Se trata de una placa de cinturón liriforme de tipología hispanovisigoda que se ubica cronológicamente entre mediados del siglo VII y principios del siglo VIII, si bien podría haber perdurado un poco más (Fig. 6. Fernández Vega et alii, en prensa 3). Se afianza con evidencias materiales la presencia visigoda en la zona, más allá de las dataciones de tumbas de fosa publicadas en su momento por García Guinea en Camesa, y que se relaciona con la etapa medieval de Santa Marina (Bohigas 1978), momento en que el lugar parece haber acogido un pequeño fortín en el que hubo una ermita cuya advocación dio nombre al cerro. yacimiento (Fernández Vega et alii, en prensa 1). Pero junto a ellos se dataron dos fragmentos de cerámica de aspecto prerromano procedentes de un nivel que parecía no estar contaminado por material romano y los resultados fueron favorables: remiten a la Edad del Hierro, si bien en el mismo nivel arqueológico, en catas que se están realizando en este momento, sí han aparecido intrusiones de material romano. Se trata de algo que está en estudio, aunque no parece entrañar ya mucha duda la presencia de un poblamiento anterior al siglo I d. C. en El Conventón. Son varios ya los sondeos y catas donde han aparecido evidencias prerromanas. 26 El tercer ejemplo nos remite al problema inicial, el del enigma de Camesa. Recordábamos al principio, en palabras de J. M. Robles, el hallazgo de una teja con una cartela fragmentaria en la que parecía poderse leer LEG y que motivó toda la teoría acerca de la relación con la Legio IV Macedónica y su inmanente presencia a juzgar por los términos augustales. Fue la teja, en realidad, el detonante para la decisión de iniciar las excavaciones, el motor de las hipótesis militaristas para el yacimiento que han gozado de mucho predicamento posterior (Serna, 2003; Peralta 2004) si bien, a nuestro juicio, por el momento no se puede dar por demostrada en El Conventón la naturaleza militar del lugar y nada apunta a ello de manera inequívoca. En el año 2005 encontramos otros dos ejemplares de tegula plana cuyos labios se habían eliminado para formar una solera de cuatro capas de material latericio, una especie de base de apoyo para un pie derecho. En todo caso, la leyenda estaba completa en los dos 27 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Fig. 6 Placa de cinturón liriforme procedente de Sta. Marina Fig. 7 y 8 Tégula (según R. Bolado del Castillo) BIBLIOGRAFÍA: Bohigas Roldán, R. (1978): “Yacimientos altomedievales de la antigua Cantabria”, Altamira XLI, pp.17-48 Eynde Ceruti, E. van den (1998): “Excavaciones arqueológicas en el yacimiento romano-medieval de Camesa-Rebolledo (Valdeolea. Cantabria)”, Regio Cantabrorum, Santander. ejemplares y, por una vez, pues todo son cuestiones abiertas, permitía cerrar un problema arqueológico (figs. 7 y 8): lo que estaba escrito no era LEG sino CAEC –de Caecilius-, o en su defecto GAEC, quedando definitivamente excluida la lectura más conmovedora de todas las posibles, la que había desencadenado un proyecto de arqueología para varias generaciones. 28 Fernández Vega, P. A. (1993): Arquitectura y urbanística en la ciudad romana de Julióbriga, Santander. (1999) “Vivienda y modos de vida en la Cantabria romana”, I Encuentro de Historia de Cantabria. Actas del encuentro celebrado en Santander los días 16 a 19 de diciembre de 1996, Santander. (2004a) Guía de Camesa-Rebolledo, Santander 29 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO (2005) Bellum Cantabricum et pax romana. El asentamiento cántabro-romano de Camesa-Rebolledo, exposición abierta al público en julio de 2005 en el centro de interpretación del Arqueositio de Camesa-Rebolledo. Iglesias Gil, J. M. y Muñiz Castro, J. A. (1992): Las comunicaciones en la Cantabria romana, Santander. (2006) : « De « los cántabros » al final de Cantabria : arqueología en siglos oscuros » en Fernández Vega, P. A. (coord) : Apocalipsis. El ciclo histórico de Beato de Liébana, Santander. Fernández Vega, P. A. et alii (2004): « Sondeos en CamesaRebolledo 2003 », Sautuola X, 2004, pp. 49-66. (2005) “Camesa-Rebolledo, ¿Vera Iuliobriga”, Cuadernos de Campoo 41, pp. 4-13. (en prensa 1): “Hallazgo de dos cajitas celtibéricas en Camesa-Rebolledo (Valdeolea, Cantabria)”. (en prensa 2): “Una nueva placa liriforme procedente del yacimiento arqueológico de Santa Marina (Valdeolea, Cantabria)”. (en prensa 3): “Marcas sobre material romano de construcción en la Cantabria romana”. García Guinea, M. A. (1985): “El yacimiento arqueológico de Rebolledo-Camesa”, Sautuola IV, Santander. García Guinea, M. A. y Van den Eynde Ceruti, E. (1991): “Excavaciones arqueológicas en el yacimiento romano-medieval de Camesa-Rebolledo (Valdeolea, Cantabria)”, Codex Aquilarensis 4, Aguilar de Campoo. García Guinea, M. A. (coord.) (2002): “Excavaciones arqueológicas en el yacimiento medieval de Camesa-Rebolledo (Cantabria). Memoria de las campañas 1983-1986”, Sautuola VIII, Santander 2002. García y Bellido, A. et alii (1956): “Excavaciones en Julióbriga y exploraciones en Cantabria. II Relación: campañas de 1953 a 1956”, Archivo Español de Arqueología XXIX, pp.177-178. Gutiérrez Cuenca, E. 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Tanea (2003a): “Seguimiento arqueológico con motivo del 31 Pedro Ángel Fernández Vega EL ENIGMA DE CAMESA-REBOLLEDO proyecto de rehabilitación de las excavaciones arqueológicas de Camesa-Rebolledo (Mataporquera, Valdeolea, Cantabria)”, informe redactado por la citada empresa para la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria. (2003b): “Excavación arqueológica del muro norte de la ermita prerrománica del yacimiento de Camesa-Rebolledo (Mataporquera, Valdeolea)”, informe redactado por la citada empresa para la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria. 32 Anun Barriuso José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD L as investigaciones sobre la presencia judía en el Norte de España, la Sefarad de los sefardíes o habitantes judíos de nuestro país nos han aportado muchas informaciones sobre sus costumbres, modos de vida, oficios… Es tarea difícil condensar tantos años de existencia, unidos a tantos avatares, dificultades y fatal destino que les tocó vivir a estos judíos, pero intentaremos recorrer y resumir las etapas más fundamentales. Hablaremos sobre la llegada de los hebreos a España, cómo vivieron su existencia con las diferentes culturas, religiones e invasiones imperantes, su expulsión tras el Edicto de los Reyes Católicos en 1492, cómo transcurrió la vida de los que se convirtieron al cristianismo de una manera sincera y los que siguieron judaizando en secreto bajo una falsa apariencia cristiana. Son los llamados ANUSÍM, o forzados a abandonar su religión y abrazar la impuesta. Algunos datos cronológicos de interés Siglo I de la e c: primeros vestigios judíos en la Península Ibérica Concilio de Elvira (300 ó 324): Cánones 16,49, 50, 78. Prohibición de matrimonios mixtos. Prohibición de bendecir los frutos de la tierra en presencia de cristianos o procedentes de campos propiedad de cristianos. Prohibición de sentarse a la misma mesa con cristianos. Penas graves por adulterio de judío con mujer cristiana. Breviarium Alaricianum (506): Primer documento de la Hispania visigoda, en el que los cristianos arrianos no endurecen las 34 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD cosas a los judíos. Impone las mismas restricciones que el Imperio Romano. Lo copila el rey Alarico II, lo más importante: Prohibición de matrimonios mixtos. Prohibición de edificación de nuevas sinagogas. Prohibición de esclavos cristianos. Se castiga la conversión al judaísmo. Reinado de Recaredo: En el 587 se produce la conversión de Recaredo al cristianismo. Convoca el III Concilio de Toledo, que endurece la aplicación de las normas anteriores: Prohibición de tenencia de esclavos cristianos. Prohibición de matrimonios mixtos. Bautismo obligatorio de los hijos nacidos de uniones ilegales. Reinado de Sisebuto (612) copilación de leyes antijudías: Conversiones forzosas. Los judíos no pueden poseer esclavos cristianos, ni tampoco libertos. Deber de vender paulatinamente las propiedades judías a cristianos. Los hijos de los matrimonios mixtos (ilegales) deben ser bautizados como cristianos. Prohibición de conversión de un cristiano al judaísmo, imponiendo duras penas si se piensa que un judío le ha inducido a ello. Destierro a perpetuidad a un judío que se una a una cristiana y severas penas para ella. Reinado de Ervigio (680): Añade veintiocho leyes antijudías en la nueva redacción del Liber Iudiciorum de Recesvisto, que se hace público en 681. Ese mismo año 35 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD convoca el XII Concilio de Toledo. Los puntos principales: Condena los errores dogmáticos. Se da el plazo de un año para el bautismo de los judíos y sus siervos. Se prohíbe a los judíos celebrar la Pascua Prohibición de celebrar el Shabbat. El domingo debe ser día de descanso para los judíos. Prohibición de la lectura de libros judíos. Se prohíbe la observancia de prescripciones alimentarias. Reinado de Égica (69¿?-702): Invoca una supuesta conspiración que lleva a dictaminar en el XVI Concilio de Toledo, en 694, la esclavitud de los judíos y conversos. 1215: IV Concilio de Letrán. Conversión de judíos (previa campaña de denigración). 1231: Establecimiento de la Inquisición pontificia en Aragón. 1263: Controversia de Barcelona. Jaime I de Aragón autoriza el debate entre San Raimundo de Peñafort junto con el converso Pablo Christiani, contra el rabino Moshe ben Nachman, sobre la inalterabilidad del Talmud. Los dominicos pueden entrar en la sinagogas para predicar la conversión. 1290: Expulsión de los judíos de Inglaterra (S. XIII). 1306: Expulsión de los judíos de Francia (S. XIV). 1309: Presunto asesinato ritual en Mallorca desencadena sanciones extraordinarias a su comunidad judía. 1320-1321: Revuelta de los campesinos en Francia que se extiende a Navarra, saqueando las aljamas de Jaca y Monclús. 1321: Conversión de Abner de Burgos (Alfonso de Valladolid). 1328: Matanza de judíos en Navarra. 1348: Prohibición a los judíos castellanos de prestar con interés. 1351: Las Cortes castellanas abrogan la prohibición anterior. 1354: Ataque a la aljama de Sevilla por la presunta profanación de una hostia. 1378: Protestas judías por las predicaciones judeófobas de Martínez de Écija. 1384: Nuevas protestas judías por el ambiente antisemita. 1389: Los judíos vuelven a protestar por la situación. Conversión del rabino principal de Burgos Salomón Haleví (Pablo de Santa María) que por voluntad papal regresa a Burgos como obispo. 1391: Asalto a juderías en Andalucía, centro, norte de Castilla y Levante propiciadas por las prédicas el Arcediano de Écija. Destrucción definitiva de muchas aljamas. 1408: Se obliga en los reinos de Castilla y Aragón a residir a los judíos en barrios separados y llevar distintivos de su condición en la ropa. 1412: Comienzan las prédicas de fray Vicente Ferrer. 1412: Se promulga la Ley de Apartamiento, por la cual los judíos sólo pueden residir únicamente en su barrio. 1413-14: Disputa de Tortosa. Conversiones de judíos. 1415: Bula del Papa (antipapa) Benedicto XIII que insta a la conversión de los judíos. 1435: Conversión a sangre y fuego de los judíos de Mallorca. 1449: Nueva ola antijudía, ataques a las jude- 36 37 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD rías de Toledo, Ciudad Real, etc. Conversiones forzadas de judíos. Sentencia-Estatuto de Pero Sarmiento promulgada por el Ayuntamiento de Toledo. 1460: Fray Alonso de Espina reclama la conversión forzosa de todos los judíos desde su obra Fortalitium Fidei. 1462: Disturbios anticonversos en Carmona (Sevilla). 1467: Disturbios anticonversos en Toledo. El “Fuego de la Magdalena”. 1473: Disturbios antijudíos en Andalucía. Persecución de judíos en Valladolid. Persecución de conversos en Córdoba. 1478: El Papa Sixto IV establece la Inquisición castellana. 1480: Las Cortes castellanas prohíben cualquier tipo de relación entre los judíos y los conversos. 1481: Se promulga en Sevilla el primer Edicto de Gracia por el que si se presentan a declarar y abjurar de sus errores tanto judíos como conversos, se les otorga “el perdón”. 1481: Se celebra en Sevilla el primer Auto de Fe. 1482: Tomás de Torquemada es nombrado Primer Inquisidor de Castilla. 1483: Se establece el Tribunal de la Inquisición en Ciudad Real. 1483: Torquemada es nombrado Inquisidor General. 1484: Se establece el Tribunal de la Inquisición en Valencia. Pedro Arbués es nombrado Inquisidor en Aragón. 1485: Arbués es asesinado. Fuerte represión entre los judíos aragoneses. 1487: Se establece la Inquisición aragonesa en Sicilia. 1488: Nuevo ola inquisitorial en Mallorca. 1488: Aparición del “Libro llamado del Alboraique”. Publicado en Llerena (¿?). Primera sátira escrita contra los conversos. 1491: Presunto asesinato ritual en La Guardia (Toledo). 1491: Protesta de Abravanel y de Senior por la política antijudía de la reina castellana. 1492: 31 de marzo: Firma del Edicto de Expulsión. Se da a los judíos un plazo de cuatro meses para abandonar el país o convertirse (s. XV). 1492: 31 de julio: Se expulsa a los judíos de Castilla y Aragón. 1496: Se firma la Orden de Expulsión de los judíos de Portugal. 1497: Conversión obligada y forzosa de todos los judíos de Portugal. 1498: Expulsión de los judíos de Navarra. 1504: Se establece la Inquisición en las Islas Canarias. 1507: El cardenal Jiménez de Cisneros es nombrado Inquisidor General. 1513: Se establece la Inquisición en Navarra. 1520-1521: Levantamiento de las Comunidades de Castilla, entre esos “comuneros” hay muchos conversos. 1528: Se ejecutan a los primeros condenados por judaizar en Nueva España (Méjico). 1539: Se establece la Inquisición en Portugal 1540: Primer Auto de Fe en Portugal. 1547: Una bula papal reconoce la independencia de la Inquisición portuguesa. 1570: Se establece la Inquisición en Perú. 1571: Se establece la Inquisición en Nueva España. 1580: Anexión de Portugal a España, aumenta la presión inquisitorial. 38 39 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Algunos asentamientos judíos en Palencia, norte de Burgos y Cantabria AGUILAR DE CAMPOO, enclavada en el noroeste de la provincia de Palencia, Comunidad de Castilla y León, hace frontera con los territorios cántabros de Campoo y los burgaleses Páramos de la Lora. Esta bella e importante localidad, poblada por cántabros, romanos y visigodos, baluarte árabe y villa de gran importancia en la Edad Media, nos sugiere dos dilemas: ¿Existió una comunidad judía? ¿Dónde estuvo localizada? Para responder a estas dos preguntas nos basamos principalmente en la línea de investigación abierta por Gregorio Ruiz, indicándonos que para resolver estas cuestiones hay que acudir a un cuádruple testimonio: 1. Documentos escritos de casas compradas o vendidas por judíos. 2. Localización de la sinagoga o sinagogas (al igual que se ha hecho en Córdoba o en Toledo). 3. Nombres que hayan pervivido y eran habituales entre los judíos. 4. La existencia de algún monumento o lugar constatable como judío. 1. Documentos escritos que hacen referencia a judíos En este apartado recurrimos al trabajo documental de Pilar León Téllez, “Los judíos en Palencia” que a su vez recoge Gregorio Ruiz. Un documento indica que la judería está “cerca 40 del molinillo” y “linda con la calle real y detrás el arroyo que viene de la fuente del palacio”. Para los conocedores de la zona ese “molinillo” no puede ser otro que el llamado de “la Rabia”, pues los demás se localizan fuera del casco urbano y además no limitarían con la Calle Real. A esta calle la llaman posteriores escritos “nueva” o “mejorada”, diciendo que “de antes fue judería con casas que habían pertenecido a Abraham Pardo, judío. Lindan por detrás con el arroyo de la cuneta”. Existe otra hipótesis, la propia de Gregorio Ruiz, que encuentra base documental en el llamado “barrio del Pozo”, incluso cita distintas juderías en las que el pozo viene a ser un elemento central, tanto urbanística como socialmente. Del mismo modo, las fuentes anteriormente citadas avalarían esta teoría, pues podría ser que hubiera dos barrios dentro de la misma ciudad. Esto no era raro en la época, pues se da el caso de “doble 41 Vista del barrio judío de Aguilar Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD residencia” en familias judías que durante la semana viven en las zonas comerciales y se irían al barrio judío para pasar el Shabat (descanso semanal) o las fiestas tradicionales. Lo que parece evidente es que en los últimos años antes de la expulsión, los judíos tuvieron aunque por poco tiempo otro lugar de residencia, siguiendo “las leyes de apartamiento” dictadas por las Cortes castellanas, según las cuales, se les alejó del interior de las ciudades donde vivían. Este último lugar fue el Coto. Para ello podemos citar un documento de 1483 (año del apartamiento) por el que se realiza una venta por parte del monasterio de Santa María de “unas casas con su corral a Abraham Tovy, y dos pares de casas contiguas en el barrio de Cotos a don Çaco Pardo y a Palanciana su mujer”. En resumen, podemos dar por seguro la existencia de un barrio judío en Aguilar de Campoo, que correspondería con lo que hoy es la Tobalina, incluiría la Puerta de Reinosa (a la que dedicaremos capítulo aparte), siguiendo por la calle Matías Barrio y Mier (antigua Calle Real), haciendo un ángulo recto hasta dar a las espaldas de la colegiata de San Miguel, incluyendo también las calles de Capitán Cuadrado y la antedicha de la Tobalina. En la colegiata de Santa María la Real, Menéndez Pidal encontró que entre los monjes de la colegiata y los judíos, se realizó el contrato comercial con nombres judíos más antiguo de los conservados en España. Por último, el lingüista Manuel Alvar recoge otro documento, sobre el que comenta refiriéndose al judeo-español: “En 1219, unos judíos de Aguilar de Campoo venden un molino, a pesar de los nombres (Oro Sol, Iuceph, Zac) el testimonio es puro castellano con evoluciones fonéticas que sólo pertenecen al dialecto central (aducha, provecho, tajada, remanexiemos, ermano, judio, judío) y si algún pique extraño se nota, pienso que es aragonés (firmedumne, ad, lur, prod). En sintaxis tal vez haya calcos de la lengua sagrada, (“de lado uno… de lado segundo… de lado tercero, bia los muchos”, “vendiemos ad ellos la vendida esta”, “baian el abad el membrado et el convent”, “con ojo hermoso vendiemos a ellos la vendida esta… et non pora vinientes de nuestra fuerza”). 42 2. Localización de la sinagoga Parece que en Aguilar pudieron existir al menos dos sinagogas, aunque por el número de personas que Gregorio Ruiz llega a censar en cuatro mil, tal vez hubo más. Dos de ellas parecen estar suficientemente documentadas. Ambas fueron transformadas en capillas, como era habitual. La del Portazgo, que se conserva y aportamos fotos de su fachada y la del Espíritu Santo, que fue demolida en algún momento. De esta última, como decíamos antes, sólo nos queda el recuerdo de algún habitante y como estación del Corpus Christi (al igual que la primera). La del Portazgo, conserva su fachada exterior de piedra, con una puerta coronada por un arco de medio punto y en su interior una nave rectangular más baja que el nivel de la calle y un banco de piedra circundando su pared. En cuanto a su interior, nos tenemos que guiar de los testimonios orales, pues hace años se cerró al culto y nos cuentan que pertenece a una familia que la mantiene clausurada. José Luis Lacave, en su Guía de la España Judía, nos dice que de la desaparecida sinagoga de Aguilar (se supone que la del Portazgo), se conservó del siglo XVI al XIX en la colegiata de San 43 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Ermita (¿sinagoga?) del Portazgo Miguel, una hermosa lámpara de hierro con una leyenda hebrea, pero desapareció sin dejar rastro. Este aspecto también lo refiere A. Aradillas en su libro, Viaje por la España Judía. Otro autor fundamental, Francisco Cantera en su completísima obra Sinagogas españolas, nos indica en las páginas 158 y 159 la imposibilidad de localizar la sinagoga en Aguilar. Por último, en la mayoría de los documentos antiguos, tanto la ermita como la calle, aparecen sin la “z”, “Portago”, como así consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada del siglo XVIII. Actualmente la casa que alberga en su parte baja la ermita o sinagoga, ha sido totalmente derruida para construir un edifico de nueva planta. Como podemos ver más abajo, se ha conservado la puerta original, sin ningún cuidado en su mantenimiento. 3. Nombres propios y oficios habituales que han pervivido entre los judíos Gregorio Ruiz nos cuenta que en Aguilar de Campoo, siempre ha habido la costumbre de impo44 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD ner nombres llamados “judíos” con más asiduidad que en otros lugares, así es habitual escuchar nombres como Abraham, Sara, Ismael, Isaac, Moisés, Samuel, Ester, Elías, entre otros. ¿Puede ser casualidad?, ¿puede que su sonoridad cuadre bien con ese castellano del norte? En fin, nosotros creemos que no debe de ser esa la única explicación… Además no podemos olvidar la costumbre de la zona de nombrar a los hijos en muchos casos con los nombres de los abuelos, lo que crearía unas sagas que tal vez nos remontaran a los tiempos de la presencia judía en la ciudad. Es curioso también que los barrios en los que localizamos presencia judía, el del Pozo y el de la Tobalina, recibieran como patronos al Espíritu Santo y a la Trinidad, respectivamente. La forma de nombrar los barrios judíos después del desalojo o conversión de sus anteriores moradores, fue denominarlos con grandes misterios cristianos, así el barrio de Santa Cruz en Sevilla o la calle de Santa Fe en el propio Palencia. Curiosamente se multaba con tres reales al que siguiera llamándola Judería. Dentro de este apartado también pueden aportarnos algún dato los oficios desempeñados. Para entender los trabajos que la población judía ejercía, hay que recordar que desde antiguo les estaba vedada la posesión de la tierra, aunque muchas familias utilizaban a cristianos como intermediarios en la tenencia de sus propiedades. Pero en Castilla, en donde el judío no había sido molestado en exceso, (relativamente, pues las matanzas y abusos eran moneda común), en enero de 1412, se aprueba el llamado Ordenamiento de doña Catalina sobre el encerramiento de judíos, inspirado por san Vicente Ferrer y redactado por Pablo de Santa María, obispo de Burgos, teniendo 45 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD por objetivo la anulación legal del pueblo judío y en cuanto a las profesiones, indica el ordenamiento (que consta de veinticuatro artículos), que los judíos no podían ser especieros, boticarios, cirujanos ni físicos ni vendieran pan, vino, harina, aceite, manteca ni otras viandas, ya en público, ya en secreto. Tampoco podían tener trabajadores ni en sus casas ni en sus haciendas de “la ley católica”. En otro artículo se prohibía el ejercicio de arrendador, procurador, almojarife, mayordomo, “así respecto de las rentas reales como las de otro señor o señora, cristiano o cristiana…”, se prohibía también que fuesen “corredores, ni cambiadores, ni trajesen armas en las ciudades...” Pero si toda esta normativa se cumplía, ¿de qué iban a vivir los judíos? Por si ello no era suficiente, en 1413, el papa Benedicto XIII hace pública una Bula que pretende la eliminación del pueblo judío. La cuestión es que todo este cuerpo legal deja de aplicarse en 1415 y los judíos, que en muchos lugares ni siquiera habían sufrido en sus carnes estas medidas, ven con alivio cómo toda esa presión desaparece y vuelven a ocuparse de los oficios que de antiguo venían desempeñando. En Aguilar la costumbre se impone a la normativa legal y los judíos se ocupan de sus quehaceres seculares. Una muestra de ello es la existencia de un llamado “puente de las Tenerías” o “puente de la Tobalina”. Esto de las tenerías fue un oficio muy extendido entre los judíos, y concretamente entre los judíos palentinos. Así consta en documentos fechados hacia 1750, en el reinado de Fernando VI, cuando se ordenó registrar por primera vez en la historia de España todo el suelo y las propiedades de la nación. Según éste, había cuatro tenerías contiguas, “cercadas de parez a cal y canto, fuera y arrimadas a los muros desta villa al sitio que llaman la tobalina, con cuatro oyos que llaman pelambres para encalar cueros”. También es casualidad que la pretendida sinagoga se sitúe en el Portazgo (o Portago), lugar adecuado para el comercio y el cobro de impuestos, actividades las dos que se encuentran documentadas como desempeñadas por judíos de la villa. Esta es la única documentación que tenemos de la época. El anteriormente citado Catastro del Marqués de la Ensenada (siglo XVIII) nos habla del aspecto sanitario: había un médico, dos boticarios, uno de ellos Tomás de Miguel asentado en uno de los supuestos barrios judíos (el del Pozo), un cirujano, dos barberos y dos sangradores. Según este Catastro, podemos calificar a Aguilar como “una villa clerical”, pues su centro era la Colegiata en la que se encontraban un abad, un chantre primero, un maestrescuela, un arcipreste, 18 canónigos, cuatro capellanes y un sacristán, que unido a la docena de frailes de Santa María la Real y otra docena de monjas que habría en el convento de Santa Clara, dan una elevada cifra de clérigos en relación con la población. De otros oficios se relata que había 19 labradores, 17 jornaleros, nueve pastores, seis hortelanos, 18 cardadores (oficio que solían desempeñan judíos) y siete pescadores. También se menciona a 27 tejedores (actividad en la que los judíos ejercían su maestría), seis oficiales zapateros, cinco molineros, dos panaderos… todos ellos oficios que requerían tanto de una maestría propia como de una tradición familiar. Por último, no podemos dejar de destacar, por muy tópico que sea, la importancia del sector 46 47 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD comercial en donde constan 12 mercaderes y 11 arrieros. Aunque los datos con los que podamos especular sean posteriores al Decreto de Expulsión, permiten hacer una idea de la distribución de las actividades económicas en Aguilar, ya que en épocas anteriores, el oficio era una tradición familiar y que el cambio del mismo no era un uso habitual. 4. Localización de un monumento o lugar constatable como judío Si uno consulta cualquier guía, encontrará que en Aguilar de Campoo, conservan uno de los vestigios emblemáticos de la presencia judía en España, es la denominada Puerta de Reinosa y para poder entender la importancia de la misma, vamos a hacer una descripción de la muralla de la villa, de la que esta puerta formaba parte. Según nos dice Gregorio Ruiz, el recinto amurallado formaba una figura entre pentágono y triángulo, con base en el río y vértice en el castillo, con lo que la muralla consistía en el nexo de unión entre los dos baluartes defensivos de la villa (río y castillo). La muralla contó con al menos seis puertas o portones de las que se conservan todo tipo de testimonios: Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Puerta de los Cotos o de Villallano, que unía la ciudad con el barrio del mismo nombre y con el molino de la Aceña. Puerta de las Tenerías, que sería donde se agruparían las casas de los judíos que no tenían dinero para pagar el derecho de residencia en la villa. Puerta de Reinosa o de Burgos que tenía una importancia capital para el tráfico de mercancías, pues debía ser atravesada por los que por Pozazal venían con sus productos desde La Montaña (actual Cantabria) hacia Tierra de Campos (Castilla). Centrándonos en esta última, podemos decir que no es un “descubrimiento” tan reciente, ni mucho menos, pues ya en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1750, al que nos hemos referido Puerta del Convento o del Monasterio, que se conserva y fue restaurada por los años 80. Puerta del Puente o de Herrera, situada junto al molino. Puerta de la Cascajera, parece que fue más bien un servicio de foso o de intendencia y no una salida directa del monasterio de las Clarisas, próxima a la misma. 48 49 Puerta de Reinosa Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD en reiteradas ocasiones, se menciona como obra de mucho valor. Su escasa relevancia e incluso su desconocimiento por parte de los actuales habitantes de la ciudad, ha sido la “cotidianeidad”, es decir, la poca importancia que se le ha dado por ser algo que siempre estaba ahí y que no se le ha valorado en su representación histórica. Más modernamente, en 1942, hay estudios sobre ella debidos a Francisco Cantera (ya citado anteriormente), que era en aquel momento catedrático de Hebreo de la Universidad Complutense de Madrid y que publicó un artículo en la revista Sefarad y un libro en el que se incluía un trabajo sobre esta puerta titulado: “Inscripciones hebreas en España”. Ya había realizado un intento de estudio muchos años antes, cuando siendo catedrático en Salamanca, coincidió con Miguel de Unamuno, que también en la misma universidad era catedrático de griego. Pero su conocimiento generalizado se debe a los esfuerzos de Gregorio Ruiz, que a los trabajos anteriores añade publicaciones propias. La puerta de Reinosa está formada por un arco apuntado y sobre la clave del mismo, se encuentra una lápida de piedra granítica empotrada en la muralla. Sus dimensiones son de 1,38 X 0,62, y sobre la misma hay un águila explayada, que es el blasón de Aguilar; su importancia radica en que sin duda es la mejor inscripción trilingüe que se encuentra en España. La lápida tiene dos partes: La superior, un poco más corta, tiene tres líneas en castellano y está muy deteriorada. La parte inferior esta dividida en cinco partes o columnas. La columna central tiene unos relieves de dos figuras humanas bajo unos arcos (¿tal vez el matrimonio donante?), las dos interiores tienen en la 50 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Lápida de piedra sobre la Puerta de Reinosa parte superior dos escudos cuartelados de águilas y castillos, y en la inferior, un texto de Isaías (10, 35 y 5, 11) en hebreo; las dos exteriores contienen un texto en hebreo aljamiado (grafía hebrea pero las palabras son castellanas traducidas letra a letra). El conjunto queda de esta manera: Aguila EN : JUNIO : ERA : M : CCC : XVIII : DON FIJO : DE : DON : S : M L DIO DO FIL M D D RIL Escudo Escudo Arcos Figuras La trascripción en caracteres latinos del texto aljamiado es la siguiente, aunque para poder seguirla con más facilidad hay que recordar que el hebreo se escribe de derecha a izquierda, no sólo cada palabra, sino todo el texto y, por tanto, hay que comenzar también por la columna exterior derecha y seguir en la exterior izquierda: PRIMERO DIAH DE GUNIO ERA DE MIL Y CUATRO SIENTOS Y DIEZ Y ONOVE AÑOS QOMENSO A FACER AQUESA TORRE DON SAK ZM´K BEN DON SALMON ZM´K NC Y DONA BELIDA SU MUGER 51 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Aportamos una serie de explicaciones: Cuando aparece “DON SAK ZM´K”, debemos entender, Don Isaac Zamelek. La inscripción “S T”, la traduciremos por “que tenga buena suerte”. “BEN SALMON ZM´K”, sería hijo de don Salomón Zamelek. “N C”, se traduciría por “que en paz descanse”. Y por último, una aclaración cronológica, a la fecha a que se refiere la inscripción, 1 de junio de 1419, hay que quitarle treinta y ocho años de la era hispánica, pues hasta el siglo XV no se empezarán a contar los años según la era cristiana. Se usaba como punto de partida la pacificación de España por el emperador Augusto, el año 38 ante de la era cristiana, por lo que en realidad la fecha de la lápida es de 1381 en la que en Castilla reina Enrique II de Trastamara, que sucedió a Pedro I el Cruel y que a pesar de su apelativo, favoreció a los judíos, cosa que de ninguna manera hizo su sucesor. Entre las dos columnas anteriores, hay una breve inscripción hebrea tomada de Isaías: SSON WSMJH YSGU UNSU YGOR WANJH AMN Cuya traducción sería: “Regocijo y alegría alcancen y huyan de ellos la aflicción y el llanto. Amén”. Existe en el archivo municipal de Paredes un documento de época cercana, en él se ordena a los judíos rehacer a su costa el “portiello e torre” de la ciudad. Por lo que parece era una práctica habitual que además de cobrarles unos impuestos más altos que 52 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD a los demás habitantes, de vez en cuando tuvieran que “contribuir al bien común” ejecutando a su cargo obras de infraestructura o de beneficencia que repercutieran en el resto de la comunidad del lugar, no solamente en la comunidad judía. Y éste parece ser el caso de la Puerta de Reinosa, que debió de ser edificada por el más rico de la comunidad Isaac Zamelek. De esta inscripción se deduce que al ser una “obra obligada”, el “patrocinador” se toma su pequeña venganza, al incluir en la lápida el texto de Isaías en hebreo, lengua a todas luces desconocida por el pueblo llano. Por último, y aunque de menos importancia comparado con lo anteriormente estudiado, encontramos dos espléndidos rosetones en la colegiata de San Miguel en los que se encuentra una formidable estrella de David. Partiendo de Aguilar de Campoo en dirección a Palencia, nos encontramos con Amusco, que según cuenta la historia, en la segunda mitad del siglo XV, tenía mayor número de habitantes judíos que cristianos. El pueblo pertenecía a don Pedro Manrique de Lara, Duque de Nájera y tenía como administrador a Rabí Yuce Milano. En la plaza, que es de forma triangular, un vértice está formado por la iglesia parroquial, otro por el ayuntamiento y el último por un edificio en cuyo sótano se situaba la sinagoga. El hecho de que se ubicara en un sótano, como ya hemos explicado, se debía a la normativa existente en Castilla de que ningún edificio podía superar en altura y majestuosidad a la iglesia del lugar. En la actualidad ese edificio está ocupado por un hotel, que recibe el nombre de “Hotel La Sinagoga”, paradojas del destino o que en la memoria 53 Rosetón en la colegiata de San Miguel Rótulo del hotel actualmente cerrado Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Interior de la posible sinagoga les mostraron su agradecimiento, aspecto que no impidió su expulsión el 31 de marzo de 1492. colectiva nunca se olvidó que aquel lugar no era ni más ni menos que una sinagoga. En el portal de entrada al hotel se encuentra una bajada que da acceso a la misma, una nave amplia con paredes de piedra que sostienen una bóveda de crucería que descansa sobre seis arcos de medio punto. Las dimensiones del edifico nos hacen pensar en la importancia que alcanzó la población judía de la localidad, al poder edificar su sinagoga en el lugar de más dignidad del pueblo. Ermita del Cristo Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Continuando en la misma provincia nos encontramos con Dueñas (Palencia), donde se localiza la llamada “ermita del Cristo”, que debió de ser la antigua sinagoga. Es pequeña y de forma cuadrangular; hoy está cerrada y sin culto y se halla en la calle Santa Cruz, que fue el nombre que se le dio a la calle donde vivían los judíos. Se apunta por varios autores que la próspera comunidad judía de Dueñas contribuyó con 23.550 maravedíes para la guerra de Granada, por lo que los Reyes Católicos 54 También podemos citar a Paredes de Nava (Palencia), que tuvo una importante aljama, aunque de ella no quedan rasgos evidentes. Dada su importancia, pues era la aljama más próspera de la cuenca del Duero, figura en el Padrón de Huete de 1290, “pechaba junto con la de Cisneros 32.700 maravedíes”. Durante el reinado de Pedro I alcanza esta judería su máximo apogeo, así en 1352 esta aljama rentaba 18.000 maravedíes. La derrota y muerte de Pedro I y el ascenso al trono de Castilla del primer Trastamara, trae el declive de las juderías que son sometidas a grandes tributos, aunque va a ser a partir de 1412 con las predicaciones de Simón Rodríguez de Toro por las que a decir de cronistas, “se tornan todos cristianos”. Carrión de los Condes, en pleno Camino de Santiago, a finales del siglo XIII, era una de las juderías más importantes de Castilla. Es el lugar de nacimiento de Sem Tob ibn Ardutiel, llamado don Santo de Carrión por sus contemporáneos. Autor de “Los proverbios morales”, obra muy importante de la literatura castellana medieval. Además a él se deben los primeros versos en castellano que escribió un judío. Allí todavía podemos detectar los restos de una sinagoga que ahora han pasado a formar parte de la ermita de la Vera Cruz. La estructura de esta ermita en forma de L, permite apreciar que está construida en dos épocas distintas, una renacentista, con gran portada y otra mucha más antigua, a la que se entra por un patio o jardín, éste es el que posiblemente fue la sinago55 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Ermita de la Santa Cruz (antigua sinagoga) Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Frómista, conocida como la Villa del Milagro, que conserva una piedra conmemorativa del mismo y a cuyos habitantes se les sigue llamando “judíos”. Parece que en esta villa siempre estuvieron presentes, incrementando su población durante el reinado de Alfonso X, acogiendo además a los judíos que huían del Al-Andalus perseguidos por almorávides y almohades. A finales del siglo XV su población se cifra en unas doscientas familias (unas mil personas), que conformaban aproximadamente la cuarta parte de la población. “La piedra del milagro” Provincia de Burgos ga. Esta parte del edificio está dividida en cuatro, división que nada tiene que ver con el aspecto sinagogal. Una de esas partes es un “zaguán” que junto con la sacristía forman un gran salón de 15 metros de largo por 9 de ancho y 7 de alto, abriéndose las paredes al exterior por dos ventanucos, uno de ellos, en la actualidad cegado. El techo está cubierto por un artesonado de estrellas, sostenido sobre zapatas regulares. A este zaguán se accede directamente desde el jardincillo, aspecto muy habitual en las sinagogas españolas. Otro vestigio judío destacable de Carrión es el llamado “herrero judío”, figura que aparece en la arquivolta de la iglesia de Santiago “El herrero judío” de la Iglesia de Santiago Para terminar con esta provincia, destacaremos, no lejos de allí un pequeño pueblo, Cisneros, que según cuentan algunas leyendas, a principios del siglo XV, apareció un personaje, que se creía judío y se presentaba como el Mesías. 56 En la provincia de Burgos, hay que hacer especial mención a Oña. Esta población posee una zona que conserva su aspecto medieval y en la que se sitúa la calle de la Judería, también llamada Barruso. En ella se encuentra la llamada Casa del Rabino y la sinagoga, actualmente convertida en hotel. Parece que llegó a tener una importante población judía, incluso se habla de otra sinagoga en el barrio de la Maza, fuera del recinto amurallado. Orbaneja del Castillo Situada en el noreste de la provincia de Burgos, en una comarca llamada Sedano y Las Loras. Su acceso no es fácil, hay que tomar la carretera N-623 y desviarse a la altura de Escalada donde se toma una pequeña vía que nos lleva hasta el pueblo. Lo primero que llama la atención es lo abrupto del paisaje, aunque no hay que olvidar que estamos en uno de los cañones formados por el río Ebro, que junto a una orografía de tipo cárstico, confieren a la zona un aspecto singular. Calizas horadadas por el agua y por lo hielos crean cuevas naturales y formaciones de caprichosa belleza. 57 Sinagoga de Oña Vista de Orbaneja del Castillo Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD En cuanto a la presencia judía en la zona, hay dos grandes versiones pero que en última instancia vienen a converger. La primera nos habla de familias judías que no salen de España por el Decreto de Expulsión y ante la aplicación del mismo deciden buscar lugares apartados donde refugiarse. Encontramos también a los conversos que se ven hostigados y deciden igualmente ubicarse en sitios más seguros en los que el anonimato les permita emprender una nueva vida. Una segunda hipótesis es la que habla sobre el pueblo de Orbaneja que se encuentra muy próximo a la ruta que hacían las cuerdas de presos de la Inquisición. Éstas les llevaban a embarcar a los puertos marítimos de Santoña y Laredo (los dos en Cantabria) con destino incierto, en cuyos traslados probablemente se producirían fugas y por lo imponente de su paisaje es un lugar ideal para refugiarse después de una huida. Sea como fuere, lo que está claro es que el asentamiento judío en la zona se lleva a modo de defensa por lo que se busca un lugar alto y de difícil acceso pero que para personas conocedoras del terreno, permita una fácil salida. Castrojeriz y Castrillo-Matajudíos En primer lugar, decir que Castrillo Matajudíos es un pueblo de la provincia de Burgos, a 48 kilómetros de esta ciudad y a 5 kilómetros de Castrojeriz. Ambos muy importantes por los hechos acaecidos entre los habitantes de sus poblaciones. Castrillo es un pequeño enclave que podría pasar desapercibido al recorrer la extensa comunidad de Castilla y León, si no fuera porque allí nació el insigne músico Antonio de Cabezón. Al visitar el lugar e intentar obtener información 58 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Casa natal de Félix Antonio de Cabezón sobre su toponimia, es casi imposible por el desconocimiento popular de los hechos; fue en el vecino Castrojeriz, donde nos dieron algunas pistas… Consultada esa maravillosa herramienta que se llama internet, nos encontramos con la misma explicación al nombre, tanto en la página oficial de los pueblos de la provincia de Burgos, como en Wikipedia, pero como historiadores creímos que no eran las explicaciones demasiado contundentes y sobre todo, había unos hechos terribles que la mayoría de los autores reflejaban y que de alguna manera se situaban en este lugar o en sus proximidades. Pero vayamos a los mencionados hechos. Brevemente decir, que en 1035, a la muerte del rey Sancho el Mayor, se produce una sublevación en la villa de Castrojeriz contra el abuso en el cobro de impuestos, que la nobleza y el clero saben encauzar en contra de la población judía ubicada allí, acusándola de cobro abusivo en los empréstitos, es decir, la tan manida acusación de usura. Ésto lleva a un asalto del palacio real y a la 59 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD muerte de cuatro oficiales del rey y de sesenta varones judíos, así como a la destrucción de casi la totalidad de la próspera aljama judía de Castrojeriz, de la cual hoy se conserva una sinagoga convertida en Restaurante “El Lagar. Yitzhak Baer en su “Historia de los judíos en la España cristiana” en el tomo primero, página 36, nos dice: “A la muerte de Sancho el Mayor (1035) los habitantes de Castrojeriz saquearon en una revuelta el palacio real en Mercadillo, cerca de Burgos, y dieron muerte a cuatro oficiales del rey y sesenta judíos, mientras los demás pobladores salía indemnes, siendo únicamente obligados a trasladarse a Castrillo y establecerse allí” . Por último, lo que nos dice el profesor Cantera Burgos al que tantas veces nos referimos, en un artículo publicado en la revista Sefarad en 1971, con el título “Castrillo Matajudíos”: La historia documentada del lugar remonta a la primera mitad del siglo XI, cuando, a la muerte de Sancho de Navarra y reinando ya su hijo Fernando I (1037), los vecinos de Castro(jerez), matan a cuatro 60 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD sayones en Mecadillo y a sesenta judíos, forzando a los demás a vivir en Castrillo. La fechoría repítese casi antes de que trascurriera un siglo, cuando al fallecer Alfonso VI, (1109), vuelven a levantarse gentes de alfoz de Castro(jeríz) contra los judíos de Castrillo, a quienes saquean, apresan y aún matan. Añadir por último, que en la provincia de Burgos se asentaron muchas otras juderías, algunas de gran importancia tales como Frías, Pancorbo, Villarcayo, Villadiego, Yudego, Sasamón, Coruña del Conde, Burgos, etc. Juderías en Cantabria No se puede hablar de notables vestigios físicos que nos indiquen la presencia judía en tierras cántabras pero podemos encontrar documentación abundante en el Archivo General de Simancas, en el Archivo Histórico Nacional, en el Archivo Histórico Provincial de Santander, en bibliografías… Existieron cuatro juderías importantes: Santander, San Vicente de la Barquera, Laredo y Castro Urdiales. Otras de menor relevancia son Colindres, Ruesga, Galizano, Ampuero, Corbán, Cartes, con sus famosos plateros y otras más. Como características de los judíos cántabros, podemos señalar que no podían pertenecer a cofradías de pescadores, ni ejercer oficios concejiles ni hidalgos. Eran prestamistas, recaudadores, artesanos, traperos, juberos, plateros, pellejeros, cesteros, sastres, albarderos…. Poseían apellidos relacionados con animales: Gallo, Azor, Gavilán, Gavilanes, Cabra, Cordero… Apellidos de nombres de oficios: Carnicero, Zapatero, Panadero…. Muchos historiadores y estudiosos tienen importantes publicaciones sobre Cantabria. Destacamos a Valdeón Baruque, Baer, Ladero Quesada, Cantera Burgos, Sánchez Albornoz, García Guinea, 61 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Domínguez Ortiz, Pilar León Téllez, Ortiz Real…. En esta Comunidad Autónoma, nos encontramos con Valderredible, zona también de valles abruptos cuya capitalidad la ejerce el municipio de Polientes. Aquí hemos de decir que los vestigios, si los hubo, han desaparecido, pues tanto el abandono que estos pueblos sufrieron durante la primera mitad del siglo XX, como la reocupación de la que han sido objeto en los últimos años, han originado que las raíces ancestrales hayan sido borradas. No obstante creemos tener motivos para sospechar que la zona también fue ocupada por judíos o por conversos y que mantuvieron ciertas señas de identidad. Lamentablemente, ningún habitante actual puede aportar informaciones al respecto, debido a su desarraigo del lugar. Los “vallucos”, como se denomina a la gente procedente de esta comarca, tenían su propia arquitectura y costumbres que les hacían singulares. Llama la atención la insistencia en los motivos del friso, rombos y círculos, no muy habituales y que en una reciente visita a Israel, encontramos en el friso destruído de la sinagoga de Abuhav en Sabed (Israel). La toponimia puede aportarnos algunas ideas, así nos encontramos con municipios llamados Repudio, Mata-Repudio, Gallejones o Cadalso, nombres que en algunos casos parecen indicarnos aspectos luctuosos. Casa tradicional de Arantiones Friso de la antigua sinagoga de Abuhav Safed (Israel) 62 Otro dato a considerar es el registro de la memoria oral en la transmisión de romances de la zona. El primer recopilatorio de ellos con carácter sistemático se va realizar entre los años 1933 y 1934, que se edita con el título de Romancero Popular de la Montaña, siendo autores del mismo José María de Cossío y Tomás Maza Solano. Analizaremos solamente los relativos a la zona de Valderredible y si comparando éstos con los recogidos por Susana Weich-Shahak en su Romancero sefardí de Marruecos, encontramos un gran número de ellos que inesperadamente (¿?) coinciden. Para entender mejor la profundidad de esta aportación recordemos brevemente qué son los romances. El romance, como nos dice Weich-Sahak, “pertenece al género de la baladas y, como tal, es un poema narrativo, es decir, que tiene una trama que se desarrolla en el curso del poema. Por ello conlleva un orden unidireccional regido precisamente por el desarrollo de dicha trama”. Los temas del Romancero son diversos aunque abundan los de asuntos relacionados con la España medieval, aunque la temática general abarca también historias de cristianos hechos prisioneros por los moros, reconocimiento de hermanos y hermanas en cautiverio, intrigas palaciegas, asuntos amorosos, esposas infieles o adúlteras, junto con escenas religiosas. 63 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD La trama del romance, se centra generalmente en una escena que se va enriqueciendo por medio de diálogos y descripciones, pero el elemento predominante es sin duda el diálogo. Un fenómeno característico de los romances lo constituye la diferente forma de combinación que se da entre ellos, ya sea por soldadura entre varios, por préstamo de unos a otros o de contaminación entre ellos. Como hemos visto, sí tenemos unos documentos y recuerdos que atestiguan, desde nuestro punto de vista la presencia judía en el lugar, no sólo por el hecho de que muchos de estos romances sean idénticos en lugares tan lejanos (y más para la época), sino lo que supone la presencia de los mismos, la idea de la transmisión oral e incluso el talante, la música y la poesía como elementos identificativos de unos rasgos culturales propios. Por último, decir que la tradición de los romances orales no debía tener “muy buena prensa” fuera de la zona, pues como recoge Beatriz Valiente Barroso en su artículo El romancero de tradición oral en Campoo, publicado en la revista de Reinosa “Cuadernos de Campoo” nº 34, Marcelino Menéndez Pelayo “no fue capaz de oír un solo romance en la provincia de Santander” y eso que realizó incursiones en la zona para tal fin en la década de 1870. Tal vez el insigne don Marcelino se encontró con un tipo de tradición oral que no era la del romance religioso en honor de la Virgen o del Cristo Resucitado, sino que era la misma que los eruditos de la historia de la literatura definían como de tradición sefardí. Las Henestrosas En el municipio de Valdeolea, en una zona denominada “Las Henestrosas”, existe un palacio, que 64 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Fachada principal del Palacio de los Hoyos, Las Henestrosas en principio está datado en el siglo XVII, conocido como “Palacio de los Hoyos”. Lo más significativo de esta casa-palacio, es una inscripción que hay en la fachada y que da a un patio interior, junto a un escudo de armas; nos hace pensar que la presencia judía sigue viva en el siglo XVII, aunque sólo sea “la idea de la misma”. El paso del tiempo ha dañado la piedra y hace que sea difícil la lectura, pero vamos a intentar transcribirla: XI USUE DE NACION ERES NOBLE CHRISTIANO BIEJO LIMPIO POR TODA VIZA NO TE CASES CON IUDIZA AUNQUE BISTAS DE BELLON Podría traducirse así: SI USTED ES NOBLE DE NACIMIENTO CRISTIANO VIEJO LIMPIO DE TODA LA VIDA NO TE CASES CON JUDÍA AUNQUE VISTAS DE BELLÓN. 65 Lápida con inscripción de la fachada exterior del Palacio de los Hoyos Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Nos inclinamos a pensar que el cantero que lo esculpió (o quien se lo ordenara) recogió un dicho popular tal cual él lo había escuchado. En cuanto al significado en sí, vamos a ir desglosando el texto para su mejor aclaración. El primer verso indica a quién está referido, es decir a la idea de nobleza que en ese momento rige en España. El ideal es el ennoblecimiento por el motivo que sea, nacimiento, hechos de armas, económico, etc. Esa “nobleza”, es la mejor herencia que se podía dejar a los sucesores. En el segundo verso, nos encontramos el concepto de “cristiano viejo”, el cual va a madurar durante toda la Edad Media hasta ponerse de manifiesto en el siglo XV, cuando las prédicas antijudías han calado en el pueblo llano y éste hace suyas ideas xenófobas. En el caso de los judíos va a ser un absurdo porque en muchos de ellos poblaban esos lugares antes que los llamados “cristianos viejos”. El tercero es reiterar la misma idea; se refiere al asunto de la “limpieza de sangre”, desgraciadamente vigente en España hasta la Constitución de 1812. Los Estatutos de Limpieza de Sangre impedían el ingreso en oficios, gremios e incluso en la Universidad al que tuviera antepasados judíos, por lo que los conversos eran de alguna manera “ciudadanos de segunda”. El cuarto, no puede ser más explícito, “no te cases con judía”… Ya desde el siglo XIV están prohibidos los matrimonios mixtos (en realidad, lo estuvieron desde Sisebuto) pero así y todo se debían producir sobre todo en zonas aisladas. El quinto y último, se nos antoja que puede ser explicado de dos maneras, aunque ambas vienen a confluir. Por un lado, el bellón puede referirse a la piel de un cordero, con la que se confeccionaban prendas de abrigo que eran de gran suavidad. Por otro lado también podemos entender “bellón” como moneda de oro, es decir el paradigma de la riqueza. En resumen, lo que ahí se aconseja es que ningún noble, cristiano viejo, con sangre sin impurezas, se una a una judía aunque ello le lleve a mejorar su suerte. 66 Reinosa Diferentes archivos testifican la presencia de judíos en Reinosa en el siglo XV. Parece que eran arrendadores de fincas y mercaderes. Hay que señalar, que las mismas fuentes hablan de la existencia de mercaderes sirios en Cervatos. Otras fuentes documentales constatan la presencia de judíos en el siglo XVI. Hay una carta de 1580, dirigida por los Inquisidores de Logroño al Consejo de la Inquisición de Madrid por parte de Juan de Castro y Hernando de Castro, vecinos de Reinosa y Cervatos respectivamente, que piden ser miembros del Santo Oficio, petición que les es denegada al averiguar que eran descendientes de judíos confesos por parte de su abuela paterna Catalina de Castro. Y es de resaltar la llegada a la localidad de Carlos I, en 1517. El joven rey, de 17 años, desembarcó en san Vicente de la Barquera, procedente de Flandes. Allí enfermó gravemente y permaneció 14 días. Los médicos que atendían al monarca, al ver que no mejoraba, le aconsejaron salir de San Vicente y continuar su viaje. Parece que la idea primitiva del rey era ir a Burgos desde Santander, pero al recibir noticias de que en esta ciudad se había declarado un brote de peste, cambió de idea y envió recado al resto de sus hombres que le esperaban en 67 Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Anun Barriuso / José Manuel Laureiro LA PRESENCIA JUDÍA EN EL NORTE DE SEFARAD Santander, donde parte de la flota había desembarcado, para que salieran hacia Aguilar de Campoo, allí se reunirían para continuar a Valladolid, haciendo pequeñas jornadas hasta llegar a dicha ciudad. Después de muchas penalidades debidas al mal tiempo y la falta de buenos alojamientos, llegaron a Reinosa el día 15 de octubre y cerca de esta población el rey se encontró con Juan Sauvage, su consejero, que había hecho el trayecto por tierra y se adelantó al resto de la comitiva para encontrarse con su soberano y ponerle al corriente de las noticias y rumores que corrían por el Reino. Al llegar a Reinosa, el rey y su hermana Leonor fueron hospedados en casa de un caballero, Juan de Rebolledo, judío converso y vecino de Nestares; el resto del séquito se hospedó en Reinosa. La propiedad de este señor estaba al lado del convento de San Francisco que se estaba construyendo entonces. El caballero que alojó al rey era al parecer muy devoto y llevaban, tanto él como su familia, los hábitos de la orden franciscana. Allí estuvo unos 9 días recuperándose de su enfermedad, antes de proseguir su camino. Convento de San Francisco Documentos de los siglos XVII y XVIII relatan diferentes querellas en las que se detecta la fobia contra los judíos conversos de Cantabria. Un ejemplo es el de Juan Calderón, vecino de Suano, a quien insultaron porque su mujer María de Colmenares era una judía y que él estaba casado con judía… igualmente se recogen las injurias que el clérigo y comisario del Santo Oficio, Juan Santibáñez Zeballos profirió contra sus vecinos llamándoles ebreos, judíos y “campurrianos rabudos”… Y para finalizar nuestro relato, del refranero campurriano, dos ejemplos de la “sabiduría popular”, sentenciosa, pintoresca y en este caso algo de inquisitorial: “El judío y el rábano, han de sembrarse ralos” “Es más costruñu que un judío” (avaro, roñoso…) Convento de San Francisco 68 69 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA 1. Introducción y matorrales de alta montaña Los tejos pueden ser machos o hembras (monoicos), siendo éstas las que llevan sus frutitos con su cubierta roja que recubre a la venenosa semilla. Las brecinas (Calluna vulgaris), poseen las hojas menores de todas las especies de brezos ibéricos, constituyen una especie ubiquista que baja hasta la costa en Cantabria y en Alto Campoo forma auténticas alfombras. Otras especies de la familia de los brezos (ericáceas), alcanzan alturas en torno a los 2 000 m. En algunas zonas más húmedas (edafohigrófilas) puede acompañar y sustituir a la brecina, el brezo de turbera (Erica tetralix), con sus hojas dispuestas por grupos de cuatro, dirigidas hacia arriba, bajo sus flores agrupadas al final de los tallos. El género Erica es el mayoritario en cuanto a los brezos: nueve especies del mismo se encuentran en Cantabria. El brezo cantábrico (Daboecia cantabrica), posee las hojas más anchas de todos La flora de Campoo la estudiamos bajando desde sus cimas, siendo la más elevada la del Cuchillón (2 222 m), hasta las partes más bajas de los municipios de Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Enmedio, Reinosa y las Rozas de Valdearroyo. Una superficie de algo más 470 Km2. Esta zona se incluye en la región biogeográfica Eurosiberiana, provincia Atlántica, sector Orocantábrico. Las distintas altitudes se reparten en los llamados “piso subalpino”, desde las cotas mayores hasta unos 1 600 m, y, por debajo, el “piso montano”, con vegetación potencial (climácica) de bosques. La vegetación del Piso Subalpino, en las sierras de Híjar y el Cordel se asienta sobre rocas detríticas: conglomerados y areniscas del periodo Triásico, que generan suelos ácidos. La comunidad dominante se compone de matorrales bajos: enebrales rastreros con brecinas y arándanos. Los enebros (Juniperus communis subespecie nana) son coníferas de la familia de los cipreses con hojas, de unos 11 x 2 mm, acabadas en ápice puntiagudo, algo aquilladas por el dorso y con una banda blanca por el haz, formada por la acumulación de estomas para el intercambio de gases. Estos enebros rastreros se consideran una subespecie del enebro común, de mayor porte y que puede verse más abajo, por ejemplo en la zona de la Península de la Lastra, ya en el embalse del Ebro. Los frutos azul oscuros de sabor a ginebra parecen tener más pigmentos flavonoides antioxidantes en la subespecie de alta montaña. Otras coníferas, los tejos (Taxus baccata), se encuentran más abajo, en los bosques entre los que discurre el río Híjar, o en paredones de areniscas sobre dicho curso de agua. 72 73 Brecina (Calluna vulgaris) Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA También plantas de hojas crasas se tornan rojas: las siemprevivas cantábricas (Sempervivum vicentei), de flores con numerosos pétalos, y los sedos o uvas de perro (Sedum villosum), que viven en los entornos más húmedos de todas las especies de su género, con flores de cinco pétalos normalmente rosados y diez estambres, mientras la Sedum brevifolium, posee diminutas hojas dispuestas en cuatro hileras. Los arándanos tienen propiedades medicinales, son ricos en flavonoides como los antocianósidos que, por ejemplo, disminuyen la fragilidad de los capilares sanguineos. Tienen interés para la vista así como para infecciones urinarias tipo cistitis. Arándano común o ráspano (Vaccinium myrtillus) Brezo de turbera (Erica tetralix) los brezos ibéricos, muy blanquecinas por abajo, y también las flores mayores. Llega hasta los 2 000 m en la sierra del Cordel. Sin salirnos de la familia de las ericáceas, los arándanos comunes o ráspanos (Vaccinium myrtilus) dejan ver sus tallos alados y hojas dentadas, mientras otros arándanos, los negros o alpinos (Vaccinium uliginosum), con tallos redondeados y hojas enteras pueden acompañarlos en las zonas más áltas, esta última especie no desciende del piso subalpino. Los arándanos se tornan rojos al transcurrir el verano, ese color lo toman también otras especies subalpinas de otras familias. Es el caso de las lecherinas (Euphorbia polygalifolia), cuyos tallos se rompen dejando salir látex blanco que le da su nombre, sus hojas pueden recordar a las del hipérico alpino (Hypericum richeri), la especie de este género que crece a mayor altura en Cantabria. 74 75 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Abedules cerca de Peñalabra Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA 2. Abedulares rastreros y herbáceas de alta montaña A casi 2 100 m de altitud, bajo unas peñas de conglomerados se encuentra un abedular rastrero ocupando una zona de poco más de 300 m2, emergiendo de las alfombres de brecinas. Los ejemplares de estos abedules (Betula alba) no superan los 25 cm de altura, los limbos de sus hojas triangulares no superan los 35 mm de largo. Ninguno posee semillas ni amentos florales entrado el verano, cosa que sí se aprecia más abajo, en los abedules arbóreos de las orillas del Híjar, allí se puede ver como sus semillas, rodeadas de alas para dispersión, se disponen sobre escamas de tres brazos en sus infrutescencias cilíndricas. Desde las crestas del Cordel mirando a Polaciones, vemos abedulares y ejemplares que ascienden del bosque, por los canchales. Cerca de la senda a Peña Labra, aparecen ejemplares salteados de unos 3 m de altura y a 76 unos 2 000 m de altitud. Las hojas de abedul tienen propiedades diuréticas y su savia se ha usado contra inflamaciones en el aparato urinario. De la familia de los abedules son otras especies famosas: los avellanos (Corylus avellana) llegan a unos 1 500 m de altitud, mientras los alisos (Alnus glutinosa) se quedan mucho más abajo, entre La Población de Yuso y Lanchares, junto con una alta herbácea que se emplea contra la diarrea por su contenido en taninos gálicos y mucílagos, se trata de la salicaria o arroyuela (Lythrum salicaria), sus bonitas flores rosadas, de seis pétalos y doce estambres desiguales, no pueden verse a más altitud. Los alisos forman bosques riparios donde las riberas fluviales se hacen más amplias y llanas; sus raíces hacen simbiosis con una bacteria del grupo de las Gram positivas, la Frankia alnii, asimilando así el nitrógeno del aire. La corteza vieja de este árbol cocida se emplea en pueblos de montaña de la provincia de León para gargarismos en problemas de garganta. La vegetación leñosa baja subalpina es salpicada por herbáceas vivaces que pueden formar pastos más o menos amplios con varios representantes de diversa familias, una de las cuales son las típicas “hierbas”, las gramíneas, en cuyas espigas florales no hablamos de sépalos o pétalos, sino de glumas y glumillas; entre ellas destacamos: Deschampsia flexuosa, posee espiguillas florales formadas cada una por dos flores con largas aristas acodadas. La avenilla asurcada (Avenula sulcata), tiene espiguillas con cuatro a seis flores y aristas acodadas saliendo de sus glumillas. Las festucas también poseen varias flores por espiguilla, algunas son de hojas punzantes y azuladas, caso de la Festuca skia, aquí las aristas son rectas y cortas. Los agróstides poseen espiguillas con una sola 77 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA flor, la panícula divaricadas del agróstide truncado (Agrostis durieui), posee una forma neblinosa. Si bajamos a los aluviones de la orilla del Híjar en Paracuelles, encontramos a la Calamagrostis pseudophragmites, con largos pelos en la base de sus espiguillas. Volviendo a la zona alta, es muy típica otra hierba, el cervuno (Nardus stricta). Con las espiguillas unifloras que se disponen en una espiga que sale de un solo lado del tallo, formando céspedes compactos en zonas húmedas, dando lugar a pastos llamados cervunales. Acompañan a las gramíneas, otras monocotiledóneas parecidas como las ciperáceas Carex asturica y los algodones de pantano (Eriophorum angustifolium), o juncáceas como Juncus trifidus y Luzula nutans. Enriquecer el suelo en nitrógeno es característico de las leguminosas por su asociación radical con bacterias fijadoras (Rhizobium). Destacan cuernecillos (Lotus corniculatus), vezas pirenaicas (Vicia pyrenaica) y sobre todo los regalices de montaña (Trifolium alpinum), esta última especie con hojas trifoliadas formadas por hojuelas unas cinco veces más largas que anchas, cuyas células poseen ocho parejas cromosómicas. Las compuestas o asteráceas constituyen la familia más diversa a nivel global. Aquí podemos ver pequeños ejemplares de la vara de oro (Solidago virgaurea), que en zonas más bajas tienen más altura, las grisáceas antenarias (Antennaria dioica), las rosetas de hojas blancas por abajo de las pelosillas o hierbas de la brucelosis (Hieracium pilosela) o diversos senecios: Senecio pyrenaicus, S. adonifolius, S. aquaticus, e incluso especies ruderales como la S. nebrodensis y la hierba de Santiago (S. jacobea). El aumento de abonado que proporciona el ganado favorece a cardos como el cardo seco (Carduus car- petanus), de tallos cubiertos de espinas aladas, o el corona de fraile (Cirsium eriophorum). Representantes de los claveles son la collejas ciliadas (Silene ciliata), la colleja pegajosa (Silene nutans), las clavelinas (Dianthus hyssopifolius), las arenarias rojas (Spergularia rubra) o las escasa lucerna (Lychnis alpina). Las umbelíferas tienen inflorescencias de tipo umbela. Los radios de los que salen estas flores son de desigual longitud en la Selinum pyrenaeum y en los eneldos de oso (Meum athamanticum), con sus olorosas hojas. Al lado del aparcamiento de la Fuente del Chivo, se ve otra especie de esta familia de amplias hojas, la blanca ursina (Heracleum sphondyllium). 78 Colleja ciliada (Silene ciliata) 79 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA 3. Canchales y el entorno de la Fuente del Chivo Frambuesos (Rubus idaeus), con sus hojas de envés blanquecino, dichas hojas están compuestas con tres o cinco folíolos, dispuestosos de forma pinnada, no palmeada como sus parientes de zonas más bajas, las zarzamoras como la Rubus ulmifolius y R.caesius. Los frambuesos pertenecen a la familia Rosáceas, como otras especies de este entorno: los escaramujos alpinos (Rosa pendulina), la especie de rosal silvestre menos espinosa y que más asciende en la región; las griñolera (Cotoneaster integerrimus), con hojas elípticas y enteras de envés peloso, colgando de paredes verticales. Es la única especie silvestre en Cantabria de este género con varias especies usadas en jardinería. Los pies de león, con sus hojas divididas en largos segmentos unidos por abajo (Alchemilla plica- Los canchales con grandes bloques de piedras son el hábitat de las dedaleras de flor roja (Digitalis purpurea), la base de cuyas flores se chupaba y sus hojas tiene utildad sobre la piel, conocida como hojas de lobo en algunas zonas de Cantabria. El glucósido digitalina procede de esta especie. Menos frecuentes son otros miembros de su familia (escrofulariáceas), las grandes viboreras cantábricas (Echium cantabricum), que recuerdan a los taginastes canarios que se cultivan en Selaya. Las dedaleras llegan hasta el borde del mar y las viboreras también, pero hay otra especie menor, que también se ve en los caminos de Alto Campoo, la viborera común (Echium vulgare). La rara hierba de San Cristóbal (Actaea spicata), de anchas hojas, flores blancas de las que sobresalen sus estambres y bayas oscuras, se pueden ver en los canchales sobre el Híjar, cercanos a Braña Vieja, lo mismo que los acónitos, de flores en forma de casco, el acónito amarillo (Aconitum vulparia) es más frecuente que el acónito azul (Aconitum napellus). Son especies tóxicas de la familia Ranunculáceas. Un canchal sobre glera la Fuente del Chivo tiene especies como: Pies de oso (Adenostyles alliaria), megaforbia de hojas redondeadas, dentadas y flores tubulosas rosadas. Gándaros o grosellero de roca (Ribes petraeum). Con hojas pentalobadas de lóbulos águdos, que pueden superar los 6 cm de ancho. Este grosellero es mayor que otra especie que desciende más, el grosellero alpino (Ribes alpìnum). Modestas y medicinales ortigas (Urtica dioica), que también crecen a estas altitudes. 80 81 Escaramujo alpino (Rosa pendulina) Pie de león (Alchemilla plicatula) Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA tula), o redondeadas con los segmentos poco separados y palmeados, como la A. xanthochlora. Las zonas más húmedas cercanas a la fuente posibilitan la la observación de: Adelfillas (Epilobium alsinifolium), con frutos que que arquean para abrirse y dar salida a semillas de pelos blancos y flores de cuatro pétalos que encierran estilos mazudos. Berros de cascada (Cardamine raphanifolia), de flores rosas a diferencia de los típicos berros, que las poseen blancas. Geranios silvestres (Geranium subargenteum), de flores rosas con venas oscuras y hojas palmeadas Pulsatillas (Pulsatilla alpina), con flores de seis pétalos blancos y numerosos estambres amarillos. Los frutos poseen largas prolongaciones filiformes. Hépaticas blancas (Parnassia palustris), con flores estrelladas de cinco pétalos blancos, que encierran además de estambres, unas piezas llamadas estaminodios productores de néctar. Esta especie posee una sola hoja caudal que abraza al tallo, pero varias hojas basales de largos pecíolos. Saxífragas doradas (Chrysosplenium oppositifolium), de hojas opuestas, con flores sin pétalos, con cuatro sépalos y rodeadas de brácteas parecidas a las hojas. Las verdaderas saxífragas tienen flores de cinco pétalos, blancos en la mayoría de las especies: Saxifraga stellaris, es la de hábitats más húmedos, ya que otras son típicas de roquedos, como S. moschata, cuyas hojas forman rosetas que envuelven unas a otras; además se pueden ver sobre estas rocas: S. aretioides, S. conifera y S. paniculata, esta última con sus hojas mostrando concreciones calcáreas como puntitos blancos. En los roquedos viven las armerías (Armeria castellana), con tallos acabados en un capítulo de llamativas flores rosáceas y hojas más anchas que en la especie similar que tenemos en los acantilados costeros. En algunas grietas de los conglomerados se puede ver los extraños licopodios (Huperzia selago), con agrupaciones de esporas amarillentas situadas entre sus hojas curvadas. Otros pteridofitos (helechos) pueden hallarse cerca, como Cryptogramam crispa, con tallos reproductores distintos de los fotosintéticos, o el helecho lunar (Botrychium lunaria). Fama medicinal posee la genciana amarilla (Gentiana lutea), de grandes hojas y flores amarillas, cuyo rizoma, se recolecta. Otras especies 82 83 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gencianilla (Gentianella campestris) (Gentiana lutea y Veratrum album) menores de gencianas pueden también localizarse, incluso gencianillas, como la Gencianella campestris, con cuatro pétalos. Parecidas en las hojas a las genciana amarillas son las vedegambres (Veratrum album), pudiéndose localizar juntas ambas especies frecuentemente. Las hojas de las gencianas amarillas tiene nervios longitudinales notorios, pero los de las vedegambres son mucho más notorios, de forma que parecen plegarlas en acordeón; no conviene confundirlas por la toxicidad de las últimas. El olor a ajo de algunas pendientes se debe al Allium victorialis, una especie de ajo silvestre de hojas anchas y pecioladas, rasgo que comparte con el ajo de oso (Allium ursinum), especie de bosque que puede encontrarse en el hayedo de la Guariza, sobre Fontibre. Plantas semiparásitas de la familia Escrofula84 riáceas incluyen a las pedicularis, rinantos y eufrasias. Flores rojas o rosas posee la Pedicularis sylvatica, cuya corola se compone de dos labios, el superior con un pico corto y dos dientes, mientras la Pedycularis mixta, posee el labio superior acabado en un largo pico. Las crestas de gallo (Rhinanthus angustifolius) tienen en el labio superior de su corola amarilla y curvadas, dientes azules; estas plantas que alcanzan los 2 000 m de altura, están desapareciendo de la zona costera, cuando hace unos 10 años eran abundantes. Las eufrasias como la Euprasia hirtella tienen afamadas propiedades medicinales oculares. 85 Pedicularis (Pedicularis pyrenaica) Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA 4. Los sauces y plantas de zonas húmedas tinguir las especies hay que empezar viendo si los pistilos tienen pelos o no… las flores se suelen producir antes o a la par que salen las hojas, pero el Salix repens muestra sus inflorescencias y semillas en Corconte incluso al final del verano y ya entrado el otoño, en sus ramas que no levantan más de un metro del suelo cerca de la orilla del embalse del Ebro. El gran número de individuos y de especies de sauces se tiene que reflejar en la toponimia de pueblos, caso de Salces, y en las formaciones de saucedas, principalmente de orillas de ríos de toda la zona. De la misma familia que los sauces son los álamos. Álamos temblones (Populus tremula), con sus pecíolos aplanados lateralmente, crecen por ejemplo cerca de La Población de Yuso. Los álamos negros o chopos (Populus nigra) tiene una variedad típica de aspecto erguido piramidal, la llamada variedad lombarda. También hay híbridos (Populus x canadensis) de la especie europea con los americanos de repoblación, al final del verano destaca el amarillo de sus hojas. Los chopos son frecuentes hospedantes del semiparásito muérdago (Viscum album), que produce pegajosos frutos blancos. Sauces y álamos son típicos de zonas húmedas, como lo es la reina de los prados (Ulmaria filipendula), la cual también contiene ácido acetil-salicílico como podemos comprobar frotando sus flores blancas. A la reina de los prados la suele acompañar la amarilla lisimaquia mayor (Lysimachia vulgaris), una de cuyas poblaciones se encuentra en Cañeda, cerca de una colonia de aviones zapadores. Diversas especies de mentas, incluyendo la Mentha longifolia, que no parece descender por debajo de 600 m de altitud en Cantabria, y el poleo (Mentha pulegium), son frecuentes. Se suele aso- Los sauces son famosos por el contenido molecular en ácido acetil-salicílico de su corteza y hojas, base de las aspirinas. Algunas especies de sauces superan los 2 000 m de altitud. Entre sus representantes de porte arbustivo y hojas unas dos o tres veces más largas que anchas se encuentran: los sauces cantábricos (Salix cantabrica), con pelosidad blanquecina brillante orientada hacia el ápice, en el envés de sus hojas. Otra especie próxima (Salix salvifolia), posee ramilletes de pelos blanquecinos densos en sus hojas. El salguero negro (Salix atrocinerea), tiene sus hojas con pelos rojizos que se tornan oscuros antes de caer; ésta es sin duda la especie más frecuente a lo largo de toda Cantabria. Los pelos del envés foliar vuelven a ser blancos en los sauces cabrunos (Salix caprea), con hojas muy redondeadas, menos de dos veces más largas que anchas. El sauce de hojas de almendro (Salix triandra), carece de pelo en sus hojas… ocurre que… ¡los sauces se distinguen por los pelos!… lo que también es válido para otros géneros vegetales, incluyendo a los robles. Las hojas opuestas son típicas de las ramas rojizas de las Salix purpurea, disponiéndose alternas en todas las restantes especies. Salix eleagnus tiene las hojas muy estrechas, más de cinco veces más largas que anchas, lo que es más típico de los sauces arbóreos: Salix viminalis, Salix alba, Salix fragilis y la especie cultivada, el sauce llorón (Salix babylonica). Los sauces son monoicos, es decir hay individuos femeninos y masculinos. Sus inflorescencias masculinas o amentos poseen flores agrupadas que originan polen anemófilo; cada flor posee dos estambres, salvo en Salix triandra que posee tres. Por lo que respecta a las flores femeninas para dis86 87 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Hojas de Drosera rotundifolia Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA ciar al poleo, la olorosa manzanilla (Chamaemelum nobile) y, en ocasiones, el cólchico (Colchicum autumnale), planta bulbosa cuyas hojas aparecen en distinta época que sus flores. Los humedales son el hábitat de especies que han desarrollado la estrategia evolutiva de hacerse carnívoras (fundamentalmente insectívoras). Las seis especies de Cantabria se hallan en Campoo. Estas plantas son autótrofas para el carbono, pero obtienen el escaso nitrógeno de estos medios de forma heterótrofa, es decir de las proteínas de los invertebrados que capturan. Las “atrapamoscas” droseras (Drosera rotundifolia), tienen rosetas de hojas en forma de raqueta con glándulas rojizas, de las que emergen pedúnculos de flores blancas. Son típicas de las turberas y en Corconte se acompaña de la Drosera intermedia, de hojas más estrecha y atenuada en pecíolo, elevadas sobre el suelo. En 88 Orquídea (Epipactis palustris) una turbera sobre Lanchares aparecen dos representantes del género Pinguicula. La tiraña menor (Pinguicula lusitanica), posee flor azul pálida con garganta amarilla y espolón cónico, sobre un tallo floral de unos 4 cm que sube sobre hojas verdes pálidas, pegadas al suelo, de unos 12 mm de largas, replegadas en sus bordes por arriba; estas hojas se mantienen en otoño, al contrario que otra insectívora mayor, la grasilla (Pinguicola grandiflora), de grandes hojas verdes claras. En estas turberas también se ven pequeñas flores amarillas de la Utricularia minor. Posee dos labios petalinos, siendo el inferior mayor, aunque no supera los 10 mm de largo, en sus hojas enfangadas son difíciles de ver las trampillas para presas. En unas charcas de Bimón, crece la Utricularia australis, con flores mayores, el labio inferior de la corola supera los 15 mm. Volviendo a las turberas de Lanchares, se pueden localizar orquídeas, caso de la trenza de verano (Spiranthes aestivalis), que crece aquí por encima de los los 900 m de altitud. Las orquídeas de bulbo digitado (Dactylorrhiza maculata y D. elata), comparten hábitat y también la más rara Epipactis palustris, con otra población en una turbera situa89 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA y que proceden de estolones, se trata de Littorella uniflora, a la que pueden acompañar las redonderas hojas de los Hydrocharis morsus-ranae o las de forma de lanceta de la Baldellia ranunculoides. Las aguas del pantano en el verano se llenan de unas praderas flotantes de las que se levantan espigas de flores rojas, son las persicarias acuáticas (Polygonum amphibium), con dos parientes en las praderas de la zona subalpina, que habíamos abandonado, la bistorta (Polygonum bistorta), de características hojas inferiores decurrentes, y la Polygonum viviparum, cuyo nombre específico indica la presencia de bulbillos entre sus flores. 5. Escobonales y bosques Polygonum amphibium da sobre el pueblo de Abiada. Esta orquídea tiene el pétalo característico de esta familia, llamado labelo, con su parte apical articulada y móvil. La rizomatosa liliácea (Narthecium ossifragum) puede inundar algunas zonas con sus flores amarillas, sus frutos que recuerdan candelabros y sus hojas acintadas como superpuestas. Un arroyo cercano muestra un extraño y pequeño “helecho” semisumergido, la Pilularia globulifera, con tallos de aspecto herbáceo y redondas agrupaciones de esporas en sus base. Plantas flotantes aprovechan las charcas de las turberas, aunque también pueden quedar en seco. Así se desenvuelve la Potamogeton polygonifolius, cuyas hojas coriáceas lanceoladas flotan en los pequeños hilillos de agua, y cuyo limbo puede tener un reborde al unirse al pecíolo. Bajando al embalse del Ebro, algunas orillas se llenan de un pequeño pariente de los llantenes, con tallos como inflados que no superan los 15 cm 90 Los escobonales son matorrales de porte alto que pueden hacer de puente, viéndose tanto en el piso subalpino como en el montano. En las zonas más altas aparece la Genista obtusirramea, con ramas de ocho costillas que dan lugar a cortas ramillas verdes, de las que salen pequeñas hojas (unos 5 mm de largas), pelosas. Sus flores amarillas dan paso a legumbres de ápice en punta y largos pelos blancos, que conservan partes de la flor. Otra especie menor, la genista reptante (Genista pilosa) la acompaña, y otra mayor, el típico escobón o piorno blanco (Genista florida), con largos racimos florales, que da nombres a lugares como el “Escobonal de la Raposa”, en Las Rozas de Valdearroyo. A las escobas suelen acompañar dos brezos de gran porte: el brezo arbóreo (Erica arborea), de flores blancas, además del brezo aragonés (Erica australis), de flores rojas. Las genistas se hallan bien representadas en Campoo, a las que hemos citado hay que añadir la genista tenue (Genista micrantha) y también especies espinosas como: la genista de agujas (Genista anglica), la aliaga o cascaula (Genista his91 Escoba o piorno (Genista obtusiramea) Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA panica), la aulaga (Genista scorpio), más propia de Valderredible, y los enabios (Genista legionensis), con una población en la cara norte del puerto de Palombera, cerca del mirador de La Cardosa. Además hay genistas de tallos alados o carqueixas (Genistella sagittalis y Genistella tridentata). A las genistas se parecen los también amarillos Cytissus cantabricus, además de los codesos (Adenocarpus complicatus), de legumbres llenas de glándulas pegajosas; siendo de su misma familia los espinosos tojos o escajos (Ulex gallii y U. europaeus). Muchas de estas leguminosas arbustivas tienen un parásito vegetal en sus raíces, los jopos o espárragos de lobo (Orobanche rapum-genistae), que no muestran nada verde por su ausencia de clorofila en sus tallos con escamas y flores de corola bilabiada al final que dejan ver estigmas amarillos. Emer- giendo de los escobonales subalpinos abundan los portes piramidales de los acebos (Ilex aquifolium). Los bosques constituyen la vegetación potencial del piso montano, donde no han sido sustituidos por otras comunidades botánicas. A lo largo de la comarca se encuentran distintos bosques: Las laderas del río Híjar están pobladas fundamentalmente por hayedos sobre sustratos ácidos. Acompañan a las hayas (Fagus sylvatica), fresnos (Fraxinus excelsior), serbales de cazadores (Sorbus aucuparia), mostajos (Sorbus aria) y muchas herbáceas como la Luzula sylvatica formadora de grandes macollas de largas hojas pelosas. También hay hayedos calcáreos como el de la Guariza, en Fontibre. Aquí se han medido hayas de hasta 265 cm de circunferencia. Junto a las hayas hay especies leñosas como arces (Acer campestre y A. pseudoplatanus), avellanos, espinos blancos o majuetos (Crataegus monogyna), viburnos (Viburnum lantana), hiedras (Hedera helix); y entre las herbáceas debemos recordar además del ajo de oso, ya citado, la hierba ajera (Alliaria petiolata), la hierba hepática (Anemone hepatica) y dos umbeliferas (Conopodium pyrenaeum y Sanicula europea). Los robledales están representados por rebollares o melojares, donde domina el roble melojo (Quercus pyrenaica), de hojas muy lobuladas y de tacto aterciopelado, aparecen ya por encima del pueblo de La Lomba y les acompañan ejemplares de roble albar (Quercus petraea), algunos muy 92 93 Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA Gonzalo Valdeolivas Bartolomé FLORA CAMPURRIANA anchos. Este roble posee hojas con pelos en los nervios del envés y pecíolos largos de unos 15 mm, además de bellotas sentadas, frutos que son pedunculados en los robles cagigas (Quercus robur), cuyas hojas son totalmente glabras y que componen, por ejemplo, los bosques de Lanchares. Hay grandes ejemplares, algunos de casi 6 m de circunferencia (5,95 m). Otros robledales, los quejigares, se encuentran en laderas calcáreas de Villacantid, mientras los melojos se hallan en la llanura, a sus pies. El quejigo o roble enciniego (Quercus faginea) tiene hojas que recuerdan a las de la encina, sus cortos lóbulos tiene sus picos apuntando hacia el ápice de la hoja. En las zonas calcáreas los bosques son sustituidos por comunidades de pastizal-brezal, dominando las espinosas aliagas (Genista hispanica), los brezos (Erica vagans) y gramíneas como el lastón (Brachypodium pinnatum), acompañadas por los capítulos florales azules del cardo azolla (Carduncellus mitissimus), utilizado para cicatrizar heridas y para la psoriasis. Al oeste de Villacantid, se encuentra una comunidad de boja blanca (Artemisia alba), que incluye otras especies de su familia: cucharas de pastor (Leuzea conifera), manzanillas reales (Helychrysum stoechas), o Inula montana; también leguminosas como esparcetas (Onobrychis argentea) o hierbas de plata (Argyrolobium zanonii), las crasuláceas uvas de perro amarillas (Sedum sediforme), o un ajo (Allium senescens). 94 Comentamos finalmente los pinares de repoblación, formados por pino albar (Pinus sylvestris), de cortas hojas en grupos de a dos y corteza anaranjada que proporcionan especies de hongos micorrízicas con las raíces de los pinos. Bibliografía VALLE GUTIÉRREZ, C. J., NAVARRO ANDRÉS, F., Observaciones fitocenóticas y florísticas sobre Campoo de Suso (Cantabria, España), Studia Botanica,vol. 14, 1995. FERNÁNDEZ PRIETO, J. A., LOIDI, J., Datos sobre brezales de Campoo, Lazaroa, 5: 75-87, 1983. AEDO, C. (et al.), Contribuciones al conocimiento de la flora cantábrica V, Bol. Cien. 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