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EFECTOS FITOTÓXICOS DEL CADMIO EN (Phaseolus vulgaris. L.): UN ENFOQUE PRELIMINAR DE FITORREMEDIACIÓN. Claudia Karina Sánchez Sánchez1, Martha Lilia Ramírez Ramírez1, Ma. Guadalupe De La Rosa Alvarez1, Eduardo Duran Castro1, Irene Cano Rodríguez1, Gustavo Cruz Jiménez1 1Facultad de Química, Universidad de Guanajuato, Col. N. Alta s/n C.P. 36050, Guanajuato, Gto., México; Tel: (473)7320006 ext. 8118; cruzg@quijote.ugto.mx, delarosa@quijote.ugto.mx Modalidad: Cartel Temática: Química ambiental (Toxicología ambiental) Palabras clave: Fitorremediación, Cadmio, frijol Introducción: El Cadmio (Cd) es un metal pesado de gran interés debido a sus efectos tóxicos en humanos y animales. Los niveles elevados de Cd en los seres humanos puede causar daños en los riñones y niveles bajos de Cd en la dieta están relacionados con la disfunción renal. Otras enfermedades asociadas con la exposición al Cd son el enfisema pulmonar y enfermedades no muy conocidas como el “Itai – Itai”, el cual se manifiesta como una deformación ósea dolorosa, ocasionada por la desmineralización de los huesos, ya que el Cd reemplaza al Ca en los mismos (1). En el Distrito Minero de Guanajuato, se han detectado cantidades de Cd en jales mineros procedentes de la mina La Asunción con una concentración promedio de 2.5 mg/Kg y en los jales de la mina Las Torres se encontraron concentraciones de 3.5 mg/Kg. Considerando que el rango crítico de Cd es de 3 – 8 mg/Kg, los jales de Las Torres pueden producir efectos tóxicos en los organismos (2). Por lo anterior, el objetivo de este trabajo fue evaluar los efectos fitotóxicos del Cd en (Phaseolus vulgaris L.) con el fin de estudiar su viabilidad para usarlo en fitorremediación. Metodología: Se preparó una solución nutritiva Hoagland modificada, de acuerdo a como lo menciona Peralta y col. (3). A la solución nutritiva se le agregó solución de Cd para obtener una concentración final de 0, 0.01, 0.1, 1,2 y 5 ppm de Cd. Las soluciones se ajustaron a un pH = 5.8, se les agregó agar (Phytagel®) al 0.2% y se colocaron en recipientes. Las semillas, antes de ser colocadas en la solución nutritiva, fueron tratadas con solución de hipoclorito de sodio al 4% durante 30 minutos, con agitación constante, y enjuagadas con agua desionizada estéril (4). Los recipientes con las semillas se colocaron en una cámara de crecimiento con un fotoperiodo de 12 horas luz/12 horas oscuridad. La germinación se evaluó después de 10 días (5). Resultados y Discusión: Los efectos ocasionados por el Cd en las plántulas de Phaseolus vulgaris L. fueron los siguientes: En la elongación de raíz, el Cd provocó efectos tóxicos a concentraciones mayores a 2 mg/L (p<0.05). En la elongación de tallo se observó diferencia significativa (p<0.05) a una concentración mayor a 5 mg/L. El contenido de clorofila fue afectado significativamente (p<0.05) en presencia de Cd en comparación con el control, sin embargo no se encontraron diferencias significativas al aumentar la concentración del metal. Los efectos tóxicos más severos se observaron en la raíz, lo que sugiere que probablemente este órgano concentra una mayor cantidad de Cd que el tallo. Conclusiones: En base a los resultados obtenidos es posible considerar a P. vulgaris L. como una planta candidata para ser usada en la fitorremediación de suelos contaminados con concentraciones biodisponibles menores a 2 mg Cd/kg, debido a que a concentraciones mayores e posible que se causen efectos fitotóxicos en esta especie. Agradecimientos: A CONCyTEG por el apoyo obtenido por el convenio 06-16-K117 55 y 06-16-K117 96 y a la Dirección de Investigación y Posgrado-UG. Bibliografía: (1) Kirkham M. (2006). Cadmium in plants on polluted soils: Effects of soil factors, hyperaccumulation, and amendments: Geoderma. 137. pag. 20. (2) Mendoza E., Armienta M., Ayora C., Soler A. y Ramos E. (2006). Potencial de lixiviación de elementos traza en jales de las minas La Asunción y las Torres, en el Distrito Minero de Guanajuato, México: Revista Mexicana de Ciencias Geológicas, http://satori.geociencias.unam.mx/ (3) Peralta J.R., Gardea-Torresdey J.L., Tiemann K.J., Gomez E., Arteaga S., Rascon E., y Parsons J.G. (2001). Bulletin of Environmental Contamination and Toxicology. 66: 727-734. (4) Jones D.L. y Darrah P.R. (1993). Plant and Soil. 153:4759. (5) Gardea-Torresdey J.L., Peralta-Videa J.R., Montes M., de la Rosa G., Corral-Diaz B. (2004). Bioresource Technology. 92: 229–235.