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Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development PERFIL REGIONAL - AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Casi el 15% del territorio de la Tierra, habitado por menos del 9% de la población mundial, una inmensa riqueza natural y cultural, un nivel de escolarización del 95%... La región con la mayor inequidad social, exporta grandes cantidades de alimentos a todo el mundo, pero sigue teniendo altos índices de malnutrición: actualmente, 53 millones de latinoamericanos y caribeños pasan hambre, y 190 millones viven en la pobreza. La riqueza natural es la base principal de la economía regional. Sin embargo, el ritmo de destrucción de sus ecosistemas, por deforestación, contaminación, extracción, supera en mucho al del crecimiento económico y progreso social, amenazando los logros obtenidos y la posibilidad de alcanzar un desarrollo sostenible y justo a futuro. TENDENCIAS SOCIOECONÓMICAS La región agrupa a 33 países, divididos en tres subregiones: el Caribe, Mesoamérica (México y Centroamérica) y Sudamérica. En su vasto territorio alberga a cerca de 570 millones de personas (8,5% de la población mundial), con una enorme diversidad cultural y biológica. Aunque es una región muy heterogénea, desde países con extensísimo territorio (como Brasil, México o Argentina) a pequeños estados insulares; desde economías emergentes y en crecimiento, a países con niveles muy bajos de desarrollo; desde 1985 todos los países (con la única excepción de Haití) han experimentado mejoras en cuanto a sus Índices de Desarrollo Humano (IDH)1, Figura 1: Evolución del IDH 1980 - 2010 1 Índice desarrollado por el PNUD que integra indicadores de salud, educación, ingresos, etc. Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Fuente: PNUD, 2010. http://hdrstats.undp.org/es/cuadros/default.html Los retos más importantes que enfrenta la región son la pobreza y la desigualdad. Mientras se acrecienta la desigualdad, menor es la capacidad de reducir la pobreza. El 35% de la población (189 millones de personas) es pobre, en tanto que, el 14% (76 millones de personas) se halla en situación de indigencia. Éstos carecen de servicios esenciales lo que los hace vulnerables a los cambios ambientales.. Dtodas las regiones del mundo, América Latina y el Caribe presentan la mayor desigualdad de ingresos. Según datos del Banco Mundial, la quinta parte más rica de la población en América Latina recibe cerca de 60% del ingreso total, mientras que la quinta parte más pobre recibe tan solo el 3%. (Banco Mundial, 2008). EL coeficiente de Gini, un indicador que se utiliza para medir la desigualdad, registra un promedio de 0,53 para la región, muy por encima África y Asia, con promedio cercano a 0,40. Cabe destacar que en el período 2007-2008, justo antes de la crisis financiera y económica mundial, se observó una tendencia hacia una mejor distribución del ingreso, en particular el coeficiente de Gini disminuyó en Venezuela (-18%), Argentina (-10%), Perú (-9%), Estado Plurinacional de Bolivia, Nicaragua, Panamá y Paraguay (-8% en todos ellos). Los únicos países que presentaron incrementos en la concentración del ingreso en este período son Colombia, Guatemala y la República Dominicana. (CEPAL, 2010b) (PNUMA, 2010) Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Figura 2: Evolución de la pobreza e indigencia (porcentajes sobre la población total) Fuente: Naciones Unidas, 2010b. Algo similar ocurre con los avances en la seguridad alimentaria. Aunque hubo progresos, y la región produce 40% más de alimentos que los necesarios para garantizar la adecuada alimentación de su población, en 2010 había 53 millones de latinoamericanos y caribeños sin acceso suficiente a ellos (FAO, 2010). Figura 3: Prevalencia del hambre en América Latina y el Caribe Fuente: FAO, 2010. http://www.fao.org/hunger/en/ Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development TENDENCIAS LABORALES Y DE EMPLEO La crisis financiera de fines de 2008 produjo una crisis económica y de empleo mundial con enormes repercusiones en cada una de las regiones. Según datos de la OIT, desde el estallido de las crisis se perdieron cerca de 30 millones de empleos, elevando a 205 millones el número de personas desempleadas en el mundo. Aunque la región sufrió menos que otras los efectos de la crisis y pudo mantener niveles positivos de crecimiento económico, en 2009 la tasa de desempleo alcanzaba el 7,7%, y crecía al 15,2% en la franja de 15 a 24 años, en ambos casos un índice superior a la media mundial de (6,2% y 12,6% respectivamente). Con respecto a la calidad del empleo, según los últimos datos de la OIT a partir de 2008 volvió a aumentar la vulnerabilidad en el empleo. En 2009, 32% de los trabajadores ocupados (más de 80 millones de trabajadores) tenían condiciones de empleo vulnerable, con tendencia al crecimiento de la vulnerabilidad en el empleo. Figura 4: Empleo vulnerable en América Latina y el Caribe. 1999-2009 Fuente: OIT, 2011. Además, en 2009 más de un cuarto de los trabajadores de la región (26,3%) tenía ingresos inferiores a USD2 diarios. Si se compara con la línea de pobreza de los países de la región se ve fácilmente la situación en que se encuentran millones de trabajadores latinoamericanos. Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Figura 5: Porcentaje de trabajadores en situación de pobreza (ingresos menores a USD2/día) e indigencia (ingresos menores a USD 1,25/día) Fuente: Naciones Unidas, 2010b. Otro factor importante para evaluar el progreso en la creación de empleo decente es la proporción de la población y de trabajadores con protección social. Según datos de la CEPAL, solo el 25,5% de los hombres y el 15,4% de las mujeres en edad de trabajar cuentan con protección social. Como era de esperar, los niveles más altos se dan entre trabajadores formales (76,2%) Figura 6: Porcentaje de trabajadores/as (rurales/urbanos; formales/informales; hombres/mujeres) y población en edad de trabajar con protección social Fuente: Naciones Unidas, 2010b. Del análisis anterior se puede deducir que, a pesar de la recuperación económica, en buena parte del continente, la recuperación del empleo no ocurre en la misma medida, y mucho menos la mejora en las condiciones laborales. La creación de puestos de trabajo decentes, en particular para las mujeres, sigue siendo un objetivo importante en América Latina y el Caribe. Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Otro motivo de preocupación es la violación de derechos sindicales. En 2010, la región conserva su título de continente más peligroso para el ejercicio de los derechos sindicales, y la crisis económica sigue siendo utilizada como pretexto para socavar los derechos sindicales y laborales. Además, los trabajadores y trabajadoras siguen sufriendo ataques violentos por ejercer sus actividades sindicales. En 2010, 75 personas, 49 tan solo en Colombia (incluyendo 16 dirigentes sindicales), fueron asesinados por haber intentado defender los derechos de los trabajadores/as y otras 24 (20 en Colombia) sobrevivieron a atentados. En el ámbito legislativo, las leyes suelen ser restrictivas o bien no protegen adecuadamente los derechos sindicales. Millones de trabajadores, como los funcionarios públicos de muchos países, los trabajadores informales, los trabajadores de maquilas, o los trabajadores agrícolas en general, se ven privados de sus derechos fundamentales. Por otro lado, incluso cuando se cuenta con disposiciones legales, su ineficacia y una implementación inadecuada hacen que resulten insuficientes. (CSI, 2011) Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development PERSPECTIVA AMBIENTAL América Latina y el Caribe es la región más rica en diversidad biológica del planeta. Cuenta, además, con varias de las cuencas fluviales más grandes del mundo, el 31% del agua dulce (PNUMA 2010), y el 28% de la superficie cultivable del mundo. Sus riquezas naturales son inmensas. Sin embargo, esta riqueza natural se está viendo aceleradamente deteriorada. Por ejemplo, la creciente demanda de agua, la contaminación, y el uso ineficiente de los recursos, han reducido de manera alarmante la accesibilidad y la calidad del agua, aún en países que siempre han tenido una inmensa disponibilidad de agua dulce. La deforestación por el avance de la frontera agrícola, la extensión de los monocultivos y el uso creciente de agroquímicos destruye la riqueza de los suelos, acelera la degradación y la desertificación. Entre los mayores desafíos ambientales que enfrentan los pueblos latinoamericanos y caribeños se cuentan la urbanización creciente sin planificación adecuada, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la degradación de las áreas costeras, y el cambio climático. Todos estos factores ponen en riesgo los avances sociales y económicos logrados en las últimas décadas, y se convierten en un real impedimento para avanzar hacia la sostenbilidad en todas sus dimensiones: social, económica y ambiental. Urbanización: El desarrollo urbano en la región es muy heterogéneo, pero la mayoría de las ciudades carecen de planificación y se expanden a expensas de ecosistemas naturales que desaparecen por completo, causando así fuertes impactos ambientales en zonas incluso muy distantes que abastecen a los centros urbanos de productos básicos (alimento, energía, agua). En América Latina y El Caribe se encuentran cuatro de las seis megaciudades que hay en el continente americano (Ciudad de México, Buenos Aires, Río de Janeiro y Sao Paulo), las cuales concentran el 13% de la población urbana que habita en ciudades de más de un millón de habitantes en la región. Sin embargo, las tasas más altas de crecimiento urbano ya no se concentran únicamente en las megaciudades ymuchas ciudades intermedias tienen ahora tasas de crecimiento más altas que las ciudades grandes. Este crecimiento acelerado y sin planificación provoca una cantidad de conflictos sociales y ambientales, como la contaminación del aire y de cursos de agua, la pérdida de espacios verdes públicos, el crecimiento de barrios marginales, entre otros. En América Latina y Caribe, 24% de la población urbana vive en barrios marginales. (Naciones Unidas, 2010) Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Figura 7: Porcentaje de la población urbana que vive en barrios marginales. 2005. Fuente: Naciones Unidas, 2010b. A pesar de los avances, en términos de acceso a agua potable y saneamiento, las diferencias entre áreas rurales y urbanas continúan siendo alarmantes. En 2008, 97% de la población urbana y 80% de la población rural tenían acceso a fuentes mejoradas de agua. Entre tanto, 86% de la población urbana, y 55% de la población rural tenían acceso a instalaciones sanitarias. Esto representa más de 53 millones de personas sin acceso a agua segura, y más de 114 millones sin acceso a servicios de saneamiento; la gran mayoría pobladores rurales. Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Figura 8. Porcentaje de población con acceso a agua potable y saneamiento. (1990-2006) Fuente: Naciones Unidas, 2010b. Pérdida de Biodiversidad y Deforestación: En América Latina y el Caribe se encuentran 6 de los 17 países llamados “megadiversos” – conjunto de países que albergan casi el 70% de las especies animales y vegetales, hábitats y ecosistemas del mundo, . Esta imponente diversidad se está extinguiendo de la mano de la deforestación y la destrucción de hábitats que albergan una gran cantidad de especies en diferentes niveles de riesgo. Sólo en Amazonia, donde habita el 50% de la biodiversidad del mundo, se estima que 80% de sus ecoregiones están en peligro o son vulnerables como consecuencia de la pérdida del hábitat, la degradación de la tierra, la deforestación y la contaminación marina. (PNUMA, 2010). La región también alberga algunas de las masas forestales más grandes del mundo. En 2005 el 45% de su superficie estaba cubierta por bosques, lo que equivalía a 23,2% del total mundial (PNUMA, 2010). Al mismo tiempo, el 66% de la pérdida global de masa forestal de 2000 a 2005 tuvo lugar en esta región, siendo Sudamérica la subregión que perdió la mayor cantidad de cobertura. La principal causa de deforestación es la conversión de bosques para producción agrícola (principalmente monocultivos de soya y maíz), producción de biocombustibles, especulación inmobiliaria y urbanización. (FAO, 2011) Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Figura 9: Cambios en la cobertura forestal por subregiones (2000-2005). Miles de hectáreas y variación porcentual acumulada Fuente: PNUMA; 2010. Degradación del suelo: La degradación de la tierra es otro problema ambiental importante en esta región. Se estima que 14% de la superficie global afectada por procesos de degradación se encuentra en América Latina y el Caribe. EN Mesoamérica, 26% de las tierras están degradadas, y 14% en Sudamérica. Estos procesos afectan a cerca de 150 millones de personas en toda la región. Además, la desertificación, como consecuencia de la deforestación, el pastoreo excesivo y la irrigación inadecuada, afecta al 25% del territorio Asimismo, la intensificación agrícola ha contribuido significativamente al agotamiento de nutrientes. Degradación de zonas costeras y marinas: Las pérdidas de manglares llegan al extremo de 67,5% en Panamá, o 36% en México, con gravísimas consecuencias para la biodiversidad marina y terrestre. El crecimiento de la acuicultura y las granjas de gambas han contribuido en gran medida al daño provocado en los manglares. En el conjunto del Caribe, el 61% de la zona de la barrera coralina se encuentra amenazada. La sobreexplotación pesquera también es alarmante, en especial por prácticas predatorias e insostenibles. Se estima que 85% de las aguas residuales, de origen industrial y urbano, llega sin tratar a ríos y océanos. Por ejemplo, en una ciudad como Lima, con más de 8 millones de habitantes, el porcentaje de aguas residuales con tratamiento apenas supera el 10%. Además, hay una elevada contaminación petrolífera procedente de refinerías en el Caribe y el golfo de México, y de perforaciones petrolíferas en alta mar. Basta recordar el accidente de la compañía BP ocurrido en el Golfo de México en 2010 para dimensionar las consecuencias que puede tener un accidente de este tipo. Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development CAMBIO CLIMÁTICO El cambio climático es el más grave y complejo de los desafíos ambientales de nuestra época. América Latina y el Caribe contribuyen con solo el 12% de las emisiones mundiales, con una tasa de crecimiento de las emisiones cercana a la media mundial. Al mismo tiempo, las emisiones per cápita en la región han aumentado a 9,86 ton/año, un valor muy por encima de la media mundial (6,82 ton/año), aunque muy inferior respecto de la media de los países industrializados (CEPAL, 2010) Aunque hay una gran diversidad de situaciones nacionales, la principal fuente de emisiones regionales es el cambio de uso de suelo, que incluye la conversión de bosques en tierras para agricultura. Figura 10: Emisiones de Gases de Efecto Invernadero por Sector. América Latina y Caribe, 2005 (Porcentajes) Fuente: CEPAL, 2010a A pesar de la poca responsabilidad histórica en el origen del problema, la región enfrentará consecuencias importantes, entre ellas la elevación del nivel del mar, cambios en las precipitaciones, mayor riesgo de sequías y de inundaciones, aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, y derretimiento de glaciares. Estos cambios climatológicos traen consigo importantes efectos sociales, económicos y ambientales. (IPCC, 2007) Uno de los efectos ya evidentes es el incremento de eventos climáticos extremos en los últimos 20 años. En 2008, se registraron en América2 87 eventos climáticos extremos (algo más del 25% del total de eventos registrados en el mundo), con 19,8 millones de víctimas y costos estimados en USD 64.000 millones (CRED, 2010). Se estima que 2 Incluye Norte América Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development como consecuencia del cambio climático la intensidad de huracanes y tormentas podrá aumentar del 5 al 10% durante este siglo. (CEPAL, 2010) Figura 11: Síntesis de patrones climáticos proyectados a 2010 Fuente: PNUMA, 2010. Además de problemas como daños a la infraestructura, riesgos para la salud, inestabilidad de generación hidroeléctrica, o dificultad de acceso al agua, se verán afectados también muchos sectores clave para el crecimiento económico y el bienestar social de la región, entre ellos la agricultura, la pesca, y el turismo. Acceso al agua: el aumento de las sequías, la pérdida de glaciares en los Andes, y la intrusión de agua salada causada por la subida del nivel del mar afectarán la accesibilidad del agua dulce. Para fin de este siglo, se estima que los costos asociados Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development al estrés hídrico podrán representar para la región entre 5,4 y 9,8% del PBI de 2008 (CEPAL, 2010). En Brasil, se prevé que hacia 2015 un 55% de los municipios sufrirán falta de agua, y que las inversiones adicionales necesarias serán del orden de los USD12.900 millones (ANA, 2011) Agricultura: dependiendo de las regiones y los cultivos, se espera que haya una reducción de los rendimientos (en algunas regiones podría aumentar en el corto plazo), con consecuencias sobre el acceso a alimentos y el empleo en el sector. En las áreas semiáridas, se acentuarán la salinización y desertificación de tierras agrícolas. (IPCC, 2007). Se estima que en la región, para fin de siglo, los costos para el conjunto del sector agrícola se incrementarían entre 7 y 11% del PIB de 2008. (CEPAL, 2010) Pesca: además de la degradación marina, el sector se verá afectado por el aumento de temperatura del mar y la degradación de los manglares, lo que provocará cambios en la localización de ciertas especies y podrá afectar a los casi dos millones de pescadores ribereños o de pequeña escala de América Latina, en particular los que habitan la costa del Pacífico. Turismo: se verá afectado negativamente por la mayor frecuencia de eventos climáticos extremos, degradación costera, pérdida de biodiversidad, entre otros. Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el año 2003 en América Latina y el Caribe el turismo internacional representó el 7,3% de los ingresos totales y el 1,8% PBI regional. En términos de empleo, la economía de viajes y turismo representa 10,6% del empleo total en la región. La adopción de medidas de combate al cambio climático, tanto para la mitigación como para la adaptación a los efectos irreversibles se hace urgente e imprescindible. Aunque en principio las consecuencias negativas sobre el empleo y el conjunto de la sociedad parecen irreversibles, es importante señalar que la adopción de medidas eficaces y justas puede ser una oportunidad para revertir la vulnerabilidad de grandes sectores de la población y avanzar en la consecución de la sostenibilidad. POTENCIAL PARA EL DESARROLLO DE UNA ECONOMÍA SOSTENIBLE La región tiene un alto potencial para el desarrollo de la llamada Economía Verde, es decir, una economía que genere condiciones de trabajo decente y promueva la equidad, a la vez que respete los límites naturales, optimice la eficiencia y reduzca los impactos ambientales y sociales. Este potencial regional es evidente en sectores como el de las energías renovables, el manejo forestal, el transporte, o el reciclaje. Un estudio de la Oficina Regional de la OIT sobre el potencial de los empleos verdes en Brasil calcula que en 2008 ya existían más de 2,6 millones de “empleos verdes”, lo que equivalía al 6,73% de los empleos formales en ese país. (Muçouçah, 2009). Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Figura 12: Empleos “verdes” en Brasil, sectores seleccionados. 2008 1.000.000 800.000 600.000 400.000 200.000 Producción y manejo forestal Saneamiento y gestión de residuos Telecomunicaciones Reparación y recuperación de productos y materiales Energías renovables Transporte colectivo y alternativo 0 Fuente: Muçoucha, 2009. Según este estudio, hay muchos otros sectores donde hay espacio para mejorar el desempeño ambiental, como la construcción y mantenimiento de edificios, la agricultura, la pesca y acuicultura, o el turismo; además de las mejoras en eficiencia energética en sectores industriales. Es necesario profundizar en el análisis sectorial para identificar oportunidades y necesidades de inversión, así como anticiparse a las necesidades de adaptación de la fuerza laboral y desarrollo de capacidad técnica. Un sector en fuerte desarrollo en la región es el de los biocombustibles. Brasil, Colombia y Argentina se encuentran entre los mayores productores del mundo, y casi todos los países tienen políticas para incentivar su desarrollo. Si bien en determinadas condiciones podría considerarse una fuente energética más “limpia” que las fósiles, este sector aún presenta enormes desafíos ambientales y sociales, como la precariedad laboral y el impacto en la producción de alimentos. En el sector de reciclaje también subsisten importantes desafíos, varios países de la región están avanzando para formalizar la situación de los trabajadores del sector creando espacios de diálogo, fortaleciendo marcos institucionales, promoviendo el cooperativismo, etc. Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development EL CAMINO HACIA SOCIEDADES SOSTENIBLES Luego de la llamada “década perdida” de los años 80, la región ha mantenido un crecimiento sostenido de su economía solo superado por los índices de algunos países asiáticos. También ha habido avances sociales, sin embargo, éstos no se han dado al mismo ritmo que el crecimiento económico. La pobreza, la desigualdad y la falta de trabajo decente siguen siendo importantes desafíos para la región. La región ha basado gran parte de su crecimiento económico en la explotación (muchas veces insostenible) y exportación de sus bienes naturales, con una fuerte presencia de industrias extractivas, actividades altamente contaminantes e intensivas en el uso de energía. Este patrón de desarrollo no tiene en cuenta que los bienes naturales y los servicios ofrecidos por los ecosistemas, y que son la base física para las actividades económicas y sociales, requieren tiempo e inversión para recuperarse y adaptarse a los graves impactos generados por las actividades humanas. A su vez, la degradación ambiental evidente en la región, no solo amenaza la propia productividad de los ecosistemas sino que profundiza las relaciones de desigualdad e injusticia exponiendo a los sectores socialmente más vulnerables a las peores consecuencias de los cambios ambientales y climáticos. América Latina y el Caribe enfrentan el reto de lograr un desarrollo económico más justo e igualitario sin mermar su capital natural, requieren transitar efectivamente hacia el desarrollo sustentable. Los retos ambientales que enfrenta la región no deben constituirse en un impedimento para su desarrollo, sino más bien en un aliciente para que éste sea planificado y orientado hacia la sostenibilidad en todas sus dimensiones: social, económica, ambiental, política. No basta con reconocer que no hay contradicción entre un medio ambiente sano y el desarrollo de bienes materiales, es necesario que la preservación del capital natural y del capital social se expresen claramente en las políticas públicas. Mientras las políticas ambientales no sean transversales, seguirán persistiendo las contradicciones entre las políticas productivas y comerciales, y las ambientales, con los altos costos socialesque esto ha demostrado tener a lo largo de los años. La región tiene un enorme potencial para el desarrollo de alternativas productivas más limpias, que brinden oportunidades de empleos decentes y que sean social y ambientalmente equitativas. Es necesario avanzar en la identificación de estas oportunidades, así como de las necesidades de adaptación no solo de la tecnología sino también de la fuerza de trabajo. Deben mejorase también las condiciones laborales de muchos sectores que, a pesar de tener un mejor desempeño ambiental, presentan condiciones laborales precarias. Sustainlabour International Labour Foundation for Sustainable Development Para que esta transición sea sostenible, es fundamental el fortalecimiento del marco institucional; el diálogo y la participación en la toma de las decisiones (incluyendo el tripartismo); el control social sobre los recursos y bienes estratégicos; la inversión en investigación y desarrollo; la creación de nuevos instrumentos económicos; la educación y formación hacia la sostenibilidad. Todo ello es imprescindible para garantizar que el proceso de transformación hacia una economía sostenible sea en beneficio del conjunto de la sociedad, y que los costos no recaigan sobre los sectores más desprotegidos. REFERENCIAS ANA, 2011. (Agencia Nacional de Aguas). Atlas Brasil – Abastecimiento Urbano de Agua.. Banco Mundial. Indicadores del desarrollo mundial. 2008. CEPAL, 2010a (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe. Síntesis 2010. Santiago de Chile. _____, 2010b. Revista CEPAL N° 100. Santiago de Chile- Abril 2010. CRED, WHO, UCL, 2009. Annual Disaster Statistical Review 2008 The numbers and trends. Bélgica, junio 2009. CSI, 2011 (Confederación Sindical Internacional). Informe Anual sobre las violaciones a los derechos sindicales 2010. Bruselas, 2011. FAO, 2011. (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Situación de los Bosques del Mundo 2011. Roma, 2011. 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