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ISBN 978-970-43-0231-3 INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL DEL NORESTE CAMPO EXPERIMENTAL SAN LUIS CHAMIZO: FORRAJE DE CALIDAD EN ZONAS SEMIARIDAS FOLLETO TECNICO No. 30 SEPTIEMBRE DE 2007 SECRETARIA DE AGRICULTURA, GANADERIA, DESARROLLO RURAL, PESCA Y ALIMENTACION Ing. Alberto Cárdenas Jiménez Secretario Ing. Francisco López Tostado Subsecretario de Agricultura y Ganadería Ing. Antonio Ruiz García Subsecretario de Desarrollo Rural Lic. Jeffrey Max Jones Jones Subsecretario de Fomento a los Agronegocios C. Ramón Corral Avila Comisionado Nacional de Acuacultura y Pesca INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS Dr. Pedro Brajcich Gallegos Director General Dr. Salvador Fernández Rivera Coordinador de Investigación Innovación y Vinculación Dr. Enrique Astengo López Coordinador de Planeación y Desarrollo Lic. Marcial A. García Morteo Coordinador de Administración y Sistemas CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL DEL NORESTE Dr. Sebastián Acosta Núñez Director Regional Dr. Jorge Elizondo Barrón Director de Investigación C.P. José Cruz González Flores Director de Administración M.C. José Luis Barrón Contreras Director de Coordinación y Vinculación en San Luis Potosí INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES FORESTALES, AGRICOLAS Y PECUARIAS CENTRO DE INVESTIGACION REGIONAL DEL NORESTE CAMPO EXPERIMENTAL SAN LUIS CHAMIZO: FORRAJE DE CALIDAD EN ZONAS SEMIÁRIDAS Dr. Jorge Urrutia Morales Investigador en Producción de Pequeños Rumiantes Campo Experimental San Luis Dr. Sergio Beltrán López Investigador en Forrajes y Pastizales Campo Experimental San Luis Dra. Catarina Loredo Osti Investigador en Forrajes y Pastizales Campo Experimental San Luis Dra. Marta Olivia Díaz Gómez Profesora Investigadora Facultad de Agronomía, UASLP M.C. Héctor G. Gámez Vázquez Jefe de Operación Campo Experimental San Luis Folleto Técnico No. 30 Septiembre de 2007 CHAMIZO: FORRAJE DE CALIDAD EN ZONAS SEMIÁRIDAS No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, por registro u otros medios, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Derechos reservados © 2007, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Progreso No. 5 Barrio de Santa Catarina Delegación Coyoacán 04010 México, D. F. Tel. 01 (55) 54-84-19-00 Primera Edición Tiraje: 1,000 ejemplares Impreso en México Clave INIFAP/CIRNE/P-100 ISBN 978-970-43-0231-3 Esta obra se terminó de imprimir en Septiembre de 2007 Cita correcta: Jorge Urrutia Morales, Sergio Beltrán López, Catarina Loredo Osti, Marta Olivia Díaz Gómez y Héctor Guillermo Gámez Vázquez. 2007. Chamizo: forraje de calidad en zonas semiáridas. INIFAP-CIRNE-Campo Experimental San Luis. Folleto Técnico No. 30. San Luis Potosí, S.L.P. México. 40 p. CONTENIDO Pag. INTRODUCCIÓN 1 DESCRIPCIÓN BOTÁNICA DEL CHAMIZO 2 FENOLOGÍA Y REPRODUCCIÓN 3 DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA 4 VEGETACIÓN ASOCIADA 5 ÁREAS CON POTENCIAL PARA SU ESTABLECIMIENTO EN SAN LUIS POTOSÍ 5 ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES DE CHAMIZO 6 POTENCIAL DE PRODUCCIÓN DEL CHAMIZO 16 VALOR NUTRITIVO DEL CHAMIZO 18 APROVECHAMIENTO DEL CHAMIZO EN LA ALIMENTACIÓN ANIMAL 22 CONCLUSIONES 30 LITERATURA CITADA 31 ÍNDICE DE FIGURAS Figura Texto Pág. 1 Planta de chamizo en estado vegetativo 3 (izquierda) y en etapa de floración (derecha). 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Plantas de chamizo, en las que se aprecia la forma de las semillas aún verdes (izquierda) y maduras (derecha). Nótese la coloración de la semilla madura; cuando se desprende fácilmente, significa que es el momento de cosecharla. Áreas con potencial (rojo) para el establecimiento de chamizo en San Luis Potosí. Establecimiento de chamizo con captación in situ de agua de lluvia. Nótese que las plantas se ubican aguas arriba del bordo, con el fin de captar los escurrimientos. Variaciones a lo largo del año en el contenido de proteína cruda y digestibilidad de la materia seca de hojas de Chamizo. Variación anual en el contenido de proteína cruda y total de nutrientes digestibles (TND) del chamizo. Constituyentes de la dieta de bovinos en pastoreo en un matorral desértico durante la época de sequía. Forraje seco disponible por planta de una plantación de chamizo de 18 meses con diferente intensidad de corte. Producción de leche en cabras Nubia mantenidas en pastoreo en un banco de chamizo durante la estación de sequía, en la región semiárida de San Luis Potosí. Influencia de la suplementación con nopal en la producción de leche de cabras mantenidas en bancos con elevada población de chamizo. 4 6 14 20 20 23 25 28 29 ÍNDICE DE CUADROS Cuadro Texto 1 Porcentaje de germinación de semilla de chamizo sometida a diversos métodos de escarificación. 2 Desarrollo de chamizo bajo diferentes dosis de estiércol caprino. 3 Producción de materia seca por planta y por hectárea de chamizo establecido con diferente densidad de población. 4 Contenido de proteína cruda y digestibilidad del chamizo obtenido en distintos estudios. 5 Valor nutritivo de plantas de chamizo procedentes de diferentes localidades. 6 Contenido de proteína cruda (g/kg MS), digestibilidad de la materia orgánica (%) y relación hoja:tallo en tres especies de Atriplex en dos estaciones del año. 7 Diferencias en el contenido de proteína cruda (g/kg MS) y en la digestibilidad in vitro de la materia orgánica (%) en hojas y tallos de tres especies de Atriplex. 8 Recuperación de altura y diámetro de copa de chamizo siete meses después de haberse sometido a diferentes intensidades de corte. 9 Número de cabras que se podrían mantener en un banco de chamizo de una hectárea, cuya producción sea de 1,800 Kg/ha/año. 10 Producción de leche y su composición en grasa, proteína y sólidos totales de cabras lactantes suplementadas con chamizo, manejadas bajo un sistema extensivo a libre pastoreo. Pág. 8 15 17 18 19 21 22 25 27 30 CHAMIZO: FORRAJE DE CALIDAD EN ZONAS SEMIÁRIDAS 1 Jorge Urrutia M. 1 Sergio Beltrán L. 1 Catarina Loredo O. 2 Marta Olivia Díaz G. 1 Héctor G. Gámez V. INTRODUCCIÓN Las regiones áridas y semiáridas de San Luis Potosí están constituidas por grandes extensiones de agostadero (4.6 millones de hectáreas), en los que se asienta una ganadería conformada por bovinos (566 mil cabezas), caprinos (712 mil cabezas) y ovinos (486 mil cabezas) (SAGARPA, 2007). El sistema de producción utilizado es principalmente el extensivo en agostaderos naturales, donde existe una productividad forrajera marcadamente estacional, la cual está definida por la cantidad y distribución de las lluvias. Esta estacionalidad ocasiona una alimentación deficiente del rebaño en pastoreo, cuyo cuadro nutricional se agrava recurrentemente en los períodos de sequía, durante el invierno y la primavera, con la consecuente interrupción o caída en la producción. Lo anterior, hace que la producción siga un patrón estacional, concentrándose ésta en la época de lluvias (Castillo et al., 1989; Olhagaray, 2005; Morlán et al., 2005). En los agostaderos áridos y semiáridos, las arbustivas forrajeras constituyen una opción para mejorar el estado nutricional de los animales durante la época crítica, pues algunas de ellas, como el chamizo (Atriplex canescens (Pursh) Nutt.), permanecen verdes y presentan un valor nutritivo alto durante todo el año (Romero-Paredes y Ramírez, 2003). Contar con plantas de esta especie, ya sea formando parte de la vegetación del agostadero o conformando plantaciones de alta densidad (bancos), 1 2 Campo Experimental San Luis, CIRNE, INIFAP. Facultad de Agronomía, UASLP. ayudaría a mejorar la nutrición del ganado, en especial la de las cabras, por su hábito de ramoneo. El objetivo de la presente publicación es proporcionar información relevante del chamizo, tales como caracterización de la especie, distribución geográfica, potencial de producción, calidad nutricional y formas de establecimiento y aprovechamiento en la región semiárida de San Luis Potosí, información que puede ser extrapolada a ambientes similares de la República Mexicana. DESCRIPCIÓN BOTÁNICA DEL CHAMIZO Nombres comunes El Atriplex canescens (Pursh) Nutt., es una arbustiva conocida con diversos nombres comunes según la región. Los más utilizados son: Chamizo, Costilla de Vaca, Mantequilla y Cenizo, aunque este último término también es usado para denominar a otras especies arbustivas. El nombre común más generalizado es el de “chamizo”, por tal motivo, es el que se utilizará en la presente publicación. Descripción botánica El chamizo es una planta dicotiledónea que pertenece a la familia de las Chenopodiáceas. Es un arbusto perenne, siempre verde y erecto; las plantas maduras miden de 0.5 a 2 m de altura. Su sistema radical es profundo, bien desarrollado y ramificado. Presenta tallos abundantes que se ramifican desde la base, casi a nivel de la superficie del suelo, y poseen una cubierta escamosa grisácea; los tallos de crecimiento nuevos son de color verde pálido semiflexibles, que al llegar al estado maduro se vuelven quebradizos (Figura 1). Las hojas nacen individuales o numerosas de nudos alternos, son de color verde cenizo y forma elíptica, pecioladas o sésiles; miden de 2 a 10 mm de ancho y de 1 2 a 4 cm de largo; poseen nervadura central y márgenes enteros. El chamizo es una planta generalmente dioica; las flores femeninas se encuentran agrupadas en panículas densas y poseen brácteas, y las flores masculinas están agrupadas en panículas terminales sin brácteas. Son flores pequeñas amarillo verdoso, que pueden aparecer desde el mes de abril. Figura 1. Planta de chamizo en estado vegetativo (izquierda) y en etapa de floración (derecha). El fruto es duro de paredes gruesas, con cuatro brácteas; mide de 3 a 7 mm de diámetro. Es de color verde intenso y al llegar a la maduración se torna amarillo y café al secarse. La semilla se encuentra contenida dentro del fruto, es oscura y pequeña; no todos los frutos poseen semilla y al reproducir la especie lo que realmente se siembra son los frutos, a los cuales se les identifica comúnmente como semilla (Vines, 1960; Springfield, 1970; Quiñónez, 1987; citados por Romero-Paredes y Ramírez, 2003). FENOLOGÍA Y REPRODUCCIÓN El chamizo tiene un período de crecimiento variable, que depende de las condiciones de temperatura y precipitación. El crecimiento más activo se tiene en los meses de mayo a agosto. El período de floración también 3 es variable, pudiendo iniciar desde abril. Los frutos maduros se observan de octubre a diciembre, época en la cual debe realizarse la cosecha de semilla (Figura 2). En condiciones naturales se reproduce en forma sexual (plantas que nacen de semilla), o bien en forma vegetativa por estolones; este último proceso se ha observado en poblaciones localizadas en suelos franco arenosos aluviales del Altiplano Potosino (Loredo et al., 1993). Figura 2. Plantas de chamizo, en las que se aprecia la forma de las semillas aún verdes (izquierda) y maduras (derecha). Nótese la coloración de la semilla madura; cuando se desprende fácilmente, significa que es el momento de cosecharla. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA El chamizo es una planta nativa de América del norte, que se distribuye desde Canadá hasta el centro de México; en México, se encuentra en los estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes. Prospera desde el nivel del mar hasta 2,400 msnm, con precipitaciones de 150 a 500 mm anuales; en forma natural se localiza en mesetas, planicies y partes bajas de abanicos aluviales (Figura 3) (Valencia, 1991; McArthur et al., s/a). Se desarrolla bien en diversos tipos de suelos, aún cuando prefiere suelos calcáreos con texturas variadas, desde arenosas y franco arenosas hasta suelos francos. 4 En forma natural se le encuentra en suelos con bajo contenido de materia orgánica y nitrógeno, en drenaje de moderado a rápido; no tolera inundaciones prolongadas (Loredo et al., 1993). VEGETACIÓN ASOCIADA Este arbusto se encuentra en forma natural en los tipos de vegetación denominados matorral desértico micrófilo, matorral desértico rosetófilo y en menor grado en el matorral crasicaule (Loredo et al., 1993). Los principales géneros de gramíneas a los que se asocia son Sporobolus, Buchloe, Aristida, Bouteloua, Muhlenbergia y Setaria; en el estrato medio y superior destacan las siguientes especies: Prosopis glandulosa (mezquite), Acacia farnesiana (huizache), Koeberlinea spinosa (junco), Flourensia sp. (hojasén), Larrea tridentata (gobernadora), Parthenium incanum (mariola), Suaeda mexicana (saladillo) y especies del genero Opuntia (Loredo et al., 1993). ÁREAS CON POTENCIAL PARA SU ESTABLECIMIENTO EN SAN LUIS POTOSÍ En San Luis Potosí, con base en las condiciones de suelo, clima y topografía, se han determinado las áreas con potencial para el establecimiento de plantaciones de chamizo. En la Figura 3 se muestran con rojo las zonas con potencial, mientras que el resto del estado muestra potencial bajo o nulo. Aunque teóricamente podría establecerse en muchas otras zonas, en general no se recomienda; en estos casos sería preferible establecer bancos con otros tipos de arbustivas. 5 Figura 3. Áreas con potencial (rojo) para el establecimiento de chamizo en San Luis Potosí. ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE PLANTACIONES DE CHAMIZO El establecimiento de plantaciones de chamizo generalmente se realiza por semilla. Pero, debido a que no hay disponibilidad de semilla en el mercado, es necesario obtenerla por colecta, para posteriormente proceder a su siembra. Colecta de semilla La semilla se colecta de plantaciones naturales en la misma región, lo cual garantiza su adaptación al medio ambiente. Si en la región no existen sitios de colecta, es factible traerla de otros sitios y establecer pequeños bancos para producción de semilla; los solares resultan ideales para este fin, porque ahí las plantas se pueden cuidar y, de esta manera, asegurar la producción de semilla. La semilla se cosecha cuando toma una coloración café y se desprende fácilmente de la planta, lo cual ocurre generalmente entre los meses de noviembre y diciembre. La semilla se cosecha a mano y se guarda en costales en un sitio fresco, seco y sombreado. Debido a 6 que presenta latencia, es necesario almacenarla al menos durante seis meses antes de sembrarla. Germinación de la semilla La forma natural de propagación del chamizo es a través de semillas. Wilson (1969) encontró que la temperatura ambiente necesaria para la germinación de esta especie es entre 20 y 30 ºC, aunque no todas las semillas germinan en la misma fecha, aún teniendo control sobre temperatura y humedad. Se ha determinado que el porcentaje de germinación de las semillas de esta especie es bajo (12%), por lo que es necesario recurrir a técnicas de escarificación que interrumpan la latencia de las semillas, con lo que se incrementa el número de plántulas que se pueden obtener (Beltrán, 1999a). Métodos de escarificación de la semilla Las semillas de chamizo muestran un alto nivel de latencia, la cual es controlada por varios mecanismos (Meyer, 2003). Las brácteas constituyen un mecanismo que inhibe la germinación y también contiene sustancias solubles en agua, sal y saponinas, que inhiben la germinación (Clor et al., 1989). Para romper la latencia de las semillas del chamizo se han probado diversas técnicas. Twtchell (1955) determinó que la semilla del chamizo despojada de las brácteas contiene 1.10% de cloruro y que después de remojarlas por dos horas en agua de buena calidad, se elimina el 90% de este cloruro, lo que se correlacionó con incrementos en la germinación, sugiriendo que el cloruro puede estar inhibiendo la germinación. Por su parte Nord y Van Atta (1960) atribuyeron la latencia del chamizo al contenido de saponina de las brácteas y demostraron que se puede incrementar la germinación al remojar las semillas, disolviendo gran parte de la saponina. Al parecer, la escarificación mecánica fuerte tiende a incrementar la germinación (Nord y Whitacre, 1957), debido a que se eliminan parte de las saponinas. Además, 7 las semillas se vuelven más porosas, lo que permite que el remojo remueva el resto de las saponinas. Se han probado diversos tratamientos para escarificar semillas de chamizo, como el lijado, el licuado (Cárdenas, 1974) y el remojo en nitrato de potasio al 0.2% (Soltero, 1982). Beltrán (1999a) encontró que el mejor método de escarificación (Cuadro 1) fue lijar la semilla y remojarla durante 48 horas (63.75% de germinación), comparado con el testigo (sin tratamiento), el cual tuvo valores de germinación del 13.75%. Cuadro 1. Porcentaje de germinación de semilla de chamizo sometida a diversos métodos de escarificación. 13.75 Prueba de medias ef Remojo en agua por 24 h. 26 cdef Remojo en agua por 48 h. 25.25 cdef Remojo en agua por 72 h. Remojo en ácido sulfúrico al 100 % de concentración Remojo en ácido sulfúrico al 50 % de concentración 56.5 ab 18 def 26.25 cdef Remojo en ácido acético al 100 % de concentración 28.5 cdef Remojo en ácido acético al 50 % de concentración 23.25 def Molino sin remojo en agua 22.5 def Molino con remojo en agua por 24 h. 28.75 cdef Molino con remojo en agua por 48 h. 34.5 abcd Molino con remojo en agua por 72 h. 51 abc 29.25 cdef Lija mas remojo en agua por 24 h. 26.25 cdef Lija con remojo en agua por 48 h. 63.75 a Lija con remojo en agua por 72 h. Tratamiento % Testigo (sin tratamiento) Lija sin remojo en agua 35.25 bcde Licuado por 15 seg. 41 abcd Licuado por 30 seg. 11.25 ef Licuado por 60 seg. 13.5 ef Refrigeración por 24 h. 7.5 f Refrigeración por 48 h. 8.25 f Refrigeración por 72 h. 8 f a - f: valores con distinta letra son estadísticamente diferentes (P<0.05). Fuente: Beltrán (1999a). 8 Métodos de establecimiento El comportamiento del chamizo difiere de acuerdo a las condiciones del sitio, a la técnica de establecimiento y al manejo, factores que deben considerarse al iniciar trabajos de revegetación. Con este fin se han ensayado distintos métodos de establecimiento, entre los que destacan la siembra directa y el trasplante. Siembra directa Este método consiste en depositar la semilla directamente en el sitio definitivo en el campo. Con este método se evita el proceso de producción de la planta en almacigo y su posterior trasplante al sitio definitivo. La experiencia ha mostrado que en las condiciones de temporal semiárido, la siembra directa tiene poco éxito, debido a la poca humedad y al ataque de lagomorfos, principalmente liebres, por lo cual es recomendable la obtención de planta en vivero y su posterior trasplante (De la Cruz y Zapién, 1978; Loredo et al., 1993) Por su parte McMillan (1960), después de varios años de búsqueda de metodologías para el establecimiento del chamizo, determinó que la propagación por trasplante es recomendable solamente en aquellas áreas en donde fuera necesario un número pequeño de plantas, como es el caso del establecimiento de bancos de arbustivas, pero en caso de que se requiera rehabilitar grandes áreas de pastizal, recomienda la siembra directa, con el fin de reducir los costos de establecimiento y la necesidad de mano de obra, aunque el porcentaje de establecimiento se reduzca. Así, la decisión estará en función de los costos de establecimiento y del área total que se proyecte rehabilitar con esta especie. Trasplante Debido a las dificultades señaladas para establecer plantaciones de chamizo mediante siembra directa, la producción de planta en vivero para su trasplante se ha 9 utilizado con mayor frecuencia (Villanueva y Martínez, 1991; Loredo et al., 1993). El INIFAP recomienda este método, pues se obtiene prácticamente de 80 a 100% de sobrevivencia y un rápido crecimiento, porque las plántulas cuentan con toda la protección hasta su establecimiento (Beltrán y Loredo, 1998); después del trasplante a campo el volumen de tierra contenida en el envase les permite sobrevivir, hasta que se adapta a su nuevo sitio. Sin embargo, el costo de establecimiento con este método es mayor (casi $5.00/planta, mientras que en siembra directa es de menos de $2.00/planta). Por esta razón, se han ensayado métodos alternativos para reducir los costos, sin afectar seriamente las probabilidades de éxito. Así, el trasplante a campo se puede realizar de distintas formas: Trasplante con planta desarrollada con cepellón en bolsa para condiciones de temporal (Loredo et al, 1993). Trasplante con planta desarrollada con cepellón en bolsa para condiciones de riego por goteo portátil (Pinales, 2005). Trasplante a raíz desnuda en condiciones de buena humedad con planta producida en almacigo (Beltrán, 1999 a). En general se han obtenido porcentajes de establecimiento superiores al 60% con los tres métodos, aunque el uso de riego, además de garantizar un mayor porcentaje de sobrevivencia (hasta el 98%), acelera el proceso, permitiendo aprovechar la plantación antes del año de su establecimiento (Pinales, 2005). Trasplante con cepellón en condiciones de temporal Este método consiste en la producción de planta en almácigo, trasplante a cepellón o en bolsa de plástico y trasplante a campo. Este es el método más utilizado, en parte, porque no requiere de regar el sitio antes del trasplante. Sin embargo, es un método caro ($4.70 por planta) y el porcentaje de sobrevivencia puede ser menor al 20%, debido a los intensos daños que ocasiona la fauna 10 silvestre y a que no siempre se tienen las condiciones de humedad durante el trasplante que permitan un desarrollo lo suficientemente rápido. La protección del cultivo de chamizo y la realización del trasplante en condiciones de humedad y en áreas protegidas del ganado y fauna silvestre, permiten elevar el porcentaje de sobrevivencia por encima del 60%. Por esta razón se han ensayado los métodos de trasplante en condiciones de riego temporal, ya sea a raíz desnuda o con cepellón. Trasplante con cepellón en condiciones de riego El trasplante en condiciones de riego tiene la ventaja sobre el trasplante en temporal, que el porcentaje de sobrevivencia se puede incrementar hasta el 98%, así como la velocidad de crecimiento (Beltrán, 1999b). Esto último permite, además, aprovechar la plantación en un tiempo más corto (ocho meses del trasplante) (Pinales, 2005). El método es aplicable casi exclusivamente en el establecimiento de bancos de arbustivas, en donde se pueda establecer un sistema de riego, ya sea rodado o por goteo. Antes del trasplante se aplica un riego intenso, con el fin de humedecer la tierra hasta unos 30 centímetros de profundidad. En el caso de utilizar riego por goteo, el trasplante se realiza en los sitios de humedad, después de un riego intenso (1 L/seg durante 24 horas para un lote de 2500 m2 y 1250 plantas). Posteriormente se aplica un riego similar cada 30 días, durante unos seis meses, hasta que se inicie el siguiente temporal. Para obtener esta densidad, se trazan surcos a dos metros de distancia, en los que se plantan los arbustos con separación de un metro (Pinales, 2005). Trasplante a raíz desnuda Este método está basado en la producción de planta en vivero y su trasplante directo a campo, con lo que se elimina el paso de trasplantar a cepellón en bolsa. En un ensayo realizado por Beltrán et al (2004) en condiciones 11 de riego, se observó que el trasplante a raíz desnuda directamente del almácigo al campo, utilizando plántulas de 30 cm de altura, se lograron porcentajes de sobrevivencia del 100%. La gran ventaja fue la reducción de costos ($2.52/planta) de establecimiento, que fue apenas la mitad del costo tradicional. La producción de plántula directamente en bolsa de plástico y trasplante a campo mostró un porcentaje de establecimiento similar (93%), pero con un costo superior ($3.32 por planta), mientras que el porcentaje de establecimiento por el método de siembra directa de la semilla en campo fue prácticamente nulo. Producción de planta en vivero Cualquiera de los tres métodos antes mencionados requiere de la producción de la planta en condiciones de vivero. Dentro de las actividades para la producción de planta se deben considerar los siguientes aspectos: Contar con instalaciones apropiadas. Tener el material y equipo necesario. Disponer de personal entrenado para atender el vivero. Las actividades se resumen en lo siguiente: 1. Preparación del almácigo con una mezcla de arena, tierra y materia orgánica, en proporción de 1:1:1. La materia orgánica puede ser tierra de mezquite o estiércol bien descompuesto. 2. El almácigo se fumiga para prevenir enfermedades en las plántulas. Por cada 10 m3 de tierra se aplica una libra de bromuro de metilo (455 g). Para su aplicación es necesario cubrir el almacigo con plástico. Después de la aplicación se deja reposar 72 horas, tras lo cual se destapa y se remueve para que se ventile por otras 72 horas antes de realizar la siembra. 3. Remojo de la semilla durante 48 horas en agua a temperatura ambiente y removiendo la semilla. 4. Siembra en almacigo a voleo utilizando dos kilogramos de semilla para una superficie de 10 12 m2. La semilla se cubre con una capa de tierra de 0.5 a 1.0 cm de gruesa, de la misma mezcla con la que se preparó el sustrato del almácigo; la siembra se realiza de preferencia durante la segunda quincena de marzo. 5. La germinación ocurre entre 7 y 20 días después de la siembra. Para mantener condiciones adecuadas de humedad se aplican dos riegos ligeros al día para evitar que la superficie se seque o se encharque (Villanueva y Martínez, 1991). Cuando las plantas miden alrededor de 8 a 10 cm de altura, se trasplantan a bolsas negras de polietileno de 10 x 15 cm, a las cuales se les hacen orificios pequeños en la parte inferior, suficientes para mantener un adecuado drenaje. En esta etapa es necesario aplicar al menos dos riegos por semana. 6. Crecimiento de las plantas. Las plantas permanecen en el vivero hasta que inicie el período de lluvias y pueda hacerse el trasplante a campo. Si la siembra se realiza en marzo-abril en el vivero, las plantas medirán de 20 a 30 cm al momento del trasplante y tendrán el vigor necesario para resistir el estrés que implica el trasplante definitivo. Se recomienda trasplantar de junio a agosto, dejando septiembre y octubre para que se arraiguen adecuadamente. Si se trasplantan antes de junio se corre el riesgo de que los lagomorfos (liebres) terminen con la plantación, ya que para esas fechas aún no hay suficientes rebrotes de otras plantas y el chamizo llevado ahí, será un forraje muy apetecido por éstos. Si se trasplantan después de septiembre se corre el riesgo de daños por las heladas, debido a que aún no se han arraigado bien. Captación de agua de lluvia Cualquier actividad de revegetación en las zonas áridas y semiáridas requiere en forma indispensable algún tipo de captación del agua de lluvia; mediante esta acción se incrementan las posibilidades de éxito, ya que la 13 cantidad de humedad se incrementa en los sitios donde se establecen las plantas (Loredo et al, 1993). Para el establecimiento de arbustivas en pastizales, las prácticas más eficientes para la captación de agua de lluvia son el bordeo en curvas a nivel, el surcado al contorno, el surcado simple y el poceo (Huss y Aguirre 1979 y Negrete et al, 1986; Beltrán, 1996). Por otro lado, el método más adecuado para establecer bancos de arbustivas consiste en levantar pequeños bordos a nivel y trasplantar el arbusto aguas arriba del bordo, dejando un área destinada al escurrimiento (Figura 4). La distancia entre bordos depende de la precipitación pluvial, la pendiente del terreno y la erosionabilidad del suelo. Aunque los cálculos no son complejos, sí se requiere del conocimiento previo de los índices de cada variable. Por esta razón, se recomienda consultar el Manual de Conservación de Suelo y Agua (Colegio de Posgraduados de Chapingo, 1977). Figura 4. Establecimiento de chamizo con captación in situ de agua de lluvia. Nótese que las plantas se ubican aguas arriba del bordo, con el fin de captar los escurrimientos. La producción por planta se relaciona con la disponibilidad de agua, es decir, a mayor distancia entre hileras de plantas, el área de captación de humedad es mayor y, por lo tanto, las plantas alcanzan mayor altura y diámetro. En plantaciones realizadas a 3 m entre hileras, el diámetro de las plantas al cuarto año fue de 98 cm, comparado con 76 cm en la plantación realizada a 1 ó 2 14 m. Sin embargo, al cuantificar la producción por unidad de superficie, la producción fue mayor a medida que se redujo el espacio entre bordos, siendo 5.43, 3.64, 2.42 y 2.48 ton/ha de materia seca para los espaciamientos de 1.0, 2.0, 2.5 y 3.0 m, respectivamente, debido a que la menor producción individual obtenida con el menor espaciamiento se compensó con la mayor densidad de población (Loredo y Villanueva, 1993). La distancia entre bordos se determina con base en las condiciones topográficas del terreno, la precipitación pluvial que recibe el sitio de establecimiento y del manejo de una posible combinación con otras especies forrajeras. En general, mientras mayor sea la pendiente, menor será la distancia entre bordos. Cuando es poca la pendiente, la distancia entre bordos estará determinada por la cantidad de agua de lluvia. Hay que considerar que mientras más bordos se tengan, menor será la distancia entre éstos y, por lo tanto, menor será la cantidad de agua captada para uso de cada planta; así, con precipitaciones escasas (menores a 300 mm/año) la distancia entre bordos deberá tener un mínimo de cuatro metros, distancia que podrá reducirse hasta dos metros en la medida que la precipitación sea mayor. Abonado y fertilización El chamizo no ha mostrado respuesta evidente a la fertilización o al abonado (Loredo et al., 1996), probablemente debido a que en forma natural crece en suelos de fertilidad baja (Cuadro 2). Cuadro 2. Desarrollo de chamizo bajo diferentes dosis de estiércol caprino. DOSIS DE SOBREVIVENCIA ESTIÉRCOL (%) (ton/ha) 0 81.8 10 61.0 20 63.8 30 72.8 40 80.8 50 89.8 20+20 kg/ha N 78.5 Fuente: Loredo et al. (1996). 15 ALTURA (cm) 42.9 51.8 55.2 51.5 57.3 50.0 54.3 DIÁMETRO DE COPA (cm) 32.1 31.0 41.5 33.6 40.2 36.5 33.9 Control de plagas y enfermedades En plantaciones de chamizo no se han reportado daños por plagas o enfermedades que requieran de algún control fitosanitario. Sin embargo, se han observado daños ocasionados por lagomorfos (conejos y liebres) y otras especies de fauna silvestre, debido a que durante el consumo trozan los brotes tiernos, causando daños severos a las plantas en fase de establecimiento y desarrollo. Esto se observa con mayor frecuencia en plantaciones realizadas al inicio de la estación de lluvias, debido a que la disponibilidad de alimento producido por las gramíneas está reducida aún (Loredo et al., 1993). Por ello es conveniente realizar algunas prácticas de manejo para evitar dichos daños: Uso de trampas para lagomorfos. Trasplante tardío. Protección del banco con malla cerrada. Entre estas prácticas, lo mejor es proteger el cultivo con cerco de alambre y malla de diámetro pequeño (en la parte inferior del cerco), ya que de cualquier manera deberá cercarse para evitar la entrada de ganado en las épocas de crecimiento y recuperación de las plantas. POTENCIAL DE PRODUCCIÓN DEL CHAMIZO En las regiones árida y semiárida de México, el chamizo constituye una importante fuente de alimento para el ganado a lo largo de todo el año, especialmente en las épocas de invierno y sequía, cuando la producción de otras especies forrajeras es casi nula. En trabajos previos (Loredo y Villanueva, 1993) se ha evaluado el potencial productivo del chamizo, con el fin de incorporarlo a la dieta de los animales, a través del establecimiento de módulos de alta densidad de 16 población. Asimismo, se ha determinado su valor nutritivo (Valencia et al., 1981; Sanginés et al., 1987; Urrutia et al., 1989). La producción de forraje proveniente del chamizo depende de varios factores, entre los que destacan: edad de las plantas, número de plantas por hectárea, crecimiento en un año, intensidad de uso en el ciclo anterior, tiempo de recuperación y condiciones ambientales. Se ha determinado que la producción de materia seca de una planta de chamizo varía de 540 a 740 g, dependiendo de la distancia dejada entre hileras de plantas (Cuadro 3), tendiendo a incrementarse conforme el área de escurrimiento sea mayor (Loredo y Villanueva, 1993). En plantas adultas puede rebasar el kilogramo, si la densidad es menor a 2,000 plantas por hectárea (Enríquez et al., 2002). En evaluaciones realizadas antes y después del ramoneo, se observó que la biomasa disponible puede ser de alrededor de un kilogramo por planta (Romero-Paredes y Ramírez, 2005). Cuadro 3. Producción de materia seca por planta y por hectárea de chamizo establecido con diferente densidad de población. Distancia entre Plantas/ha hileras (m) 1.0 10,000 2.0 5,000 2.5 4,000 3.0 3,333 Producción de forraje g/planta ton/ha 543 5.43 728 3.64 604 2.42 744 2.48 Fuente: Loredo y Villanueva (1993) En general, la producción de forraje se estabiliza al tercer año después del trasplante en alrededor de 2.5 ton/ha, cuando la densidad es de 3,300 plantas/ha. 17 VALOR NUTRITIVO DEL CHAMIZO Esta arbustiva forrajera ha mostrado ser una efectiva fuente de proteína para cabras en pastoreo (Boutouba et al., 1990). El elevado contenido de proteína (11 a 17%) la hace comparable con algunas otras especies forrajeras, como la alfalfa (Fierro, 1991; Urrutia et al., 1989; Beltrán et al., 2006). Al igual que el contenido de proteína, la digestibilidad de la materia seca también es elevada (Cuadro 4) y, en general, es superior al 60% (Enríquez et al., 2003). El Cuadro 5 muestra el contenido de proteína de distintas accesiones de chamizo establecidas en condiciones de temporal en el Altiplano de San Luis Potosí (Urrutia et al., 1989). La alta digestibilidad encontrada en el forraje de la arbustiva puede ser atribuida al incremento en los niveles de proteína que caracterizan a esta especie (Otsyina et al., 1983). La degradabilidad efectiva de la materia seca y la proteína de Atriplex canescens es de 65.4 y 75.0%, respectivamente (Salcedo et al., 1998). Cuadro 4. Contenido de proteína cruda y digestibilidad del chamizo obtenido en distintos estudios. Proteína Cruda (%) Digestibilidad (%) Welch, 1978 Sanginés et al., 1987 Garza y Fulbright, 1988 Urrutia et al., 1989 Enríquez et al., 2003 14.9 7.6 a 11.5 11.6 a 23.7 14.4 a 20.1 16.2 a 17.3 61.7 a 71.0 Urrutia et al., 2006 17.7 a 20.4 67.01 Fuente de información Beltrán et al., 2006 Van Niekerk et al., 2004a 63.3 a 64.9 15.3 75.5 17.6 a 19.8 71.6 a 73.8 Romero-Paredes et al., 1998 71.7 – 74.3 Esta arbustiva contiene un nivel de proteína digestible de alrededor del 8%, que permite cubrir los requerimientos de ovejas gestantes durante el otoño y el final del invierno (Otsyina et al., 1982) y de vacas gestantes o lactantes 18 (Soltero y Fierro, 1980). Se ha observado que los arbustos, a diferencia de los pastos, presentan una baja pérdida de proteína cruda del inicio de la floración hasta la formación de semilla (Cook y Harris, 1968), lo que hace de ellos un forraje de elevado valor nutricional durante la mayor parte del año. Cuadro 5. Valor nutritivo de plantas de chamizo procedentes de diferentes localidades. PC (%) EE (%) C (%) Ciudad del Máiz, SLP 19.4 2.1 16.9 12.6 49.4 60.9 2.68 Guadalcazar, SLP 19.7 1.4 16.7 13.2 49.1 60.4 2.66 Villa de Guadalupe, SLP 16.2 1.6 15.9 11.1 55.3 61.4 2.7 Real de Catorce, SLP 16.4 2.6 12.6 13.1 56.1 64.6 2.84 Durango, Dgo. 15.7 2.2 18.2 13.7 50.5 59.6 2.62 Tlahualilo, Dgo. 14.8 1.9 17.3 12.8 53.3 60.4 2.64 PROCEDENCIA FC (%) ELN TND ED (%) (%) (Mcal/Kg) Ramos Arizpe, Coah. 14.4 1.7 17.6 9.2 57.7 61.2 2.69 Viesca, Coah. 16.7 2.6 14.7 8.7 58.4 64.2 2.82 Chihuahua, Chih. 20.1 2 18.2 10.8 49.7 60.7 2.67 Promedio 17.04 2.01 16.46 11.69 53.28 61.49 2.70 PC= Proteína cruda; EE= Extracto etéreo; C= Cenizas; FC= Fibra cruda; ELN= Extracto libre de nitrógeno; TND= Total de nutrientes digestibles; ED= Energía digestible. Fuente: Urrutia et al. (1989). Se ha visto que las plantas del género Atriplex presentan crecimiento a lo largo de todo el año, incluyendo el invierno y época de sequía, sin variar mucho su composición química en las diferentes épocas del año (Valencia et al., 1981). Pero se han observado variaciones moderadas en el contenido de proteína y digestibilidad de la materia seca de las hojas de chamizo a lo largo del año (Chatterton et al., 1971; Garza y Fulbright, 1988), detectándose los mayores contenidos en febrero y los inferiores en agosto. (Figuras 5 y 6; Cuadro 6). Se ha observado que las plantas de chamizo son bien consumidas por los ovinos y caprinos (Parra et al., 2002). 19 % Se le han encontrado características que le confieren un gran valor forrajero, como son alta aceptación por el ganado, buen valor nutricional y fácil acceso al ramoneo (Fierro, 1991). Además, se ha determinado que el contenido de taninos y fenoles es bajo, por lo que no constituyen factores limitantes para el consumo (Boutouba et al., 1990). Proteína Digestibilidad Mayo Agosto 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Febrero Noviembre Época del año Figura 5. Variaciones a lo largo del año en el contenido de proteína cruda y digestibilidad de la materia seca de hojas de Chamizo (Garza y Fulbright, 1988). 46 25 45 44 20 42 TND (%) Proteína cruda (%) 43 15 10 41 40 39 38 5 37 36 0 35 N D E F M A M J J A S N Mes del año D E F M A M J J A S Mes del año Figura 6. Variación anual en el contenido de proteína cruda y total de nutrientes digestibles (TND) del chamizo (Chatterton et al., 1971). 20 Cuadro 6. Contenido de proteína cruda (g/kg MS), digestibilidad de la materia orgánica (%) y relación hoja:tallo en tres especies de Atriplex en dos estaciones del año. Especie Estación Variable Verano A. canescens (Sta. Rita) A. canescens (Veld Reserv 1) A. numularia Invierno 136 a 119 b DIVMO 515 a 443 b Relación hoja:tallo 65.9 a 60.1 a Proteína cruda 129 a 112 b DIVMO 506 a 452 b Relación hoja:tallo 54.7 a 36.3 b Proteína cruda 172 a 163 a DIVMO 562 a 556 a Proteína cruda a a 64 64.5 Relación hoja:tallo Valores con distinta literal en la misma línea difieren (P<0.05). PC = Proteína cruda; DIVMO = Digestibilidad in vitro de la materia orgánica. ab Fuente: Van Niekerk et al. (2004b). Aunque los animales consumen tanto hojas como tallos, en especial los tiernos, el mayor contenido de nutrientes se concentra en las hojas porque contienen mayor proteína cruda y una digestibilidad de la materia orgánica más alta que los tallos (Cuadro 7). Como se puede observar, existen diferencias importantes en el valor nutritivo de las plantas del género Atriplex, debidas a la especie, a la localidad, la época del año y entre hojas y tallos, por lo que deberán ser consideradas al conformar un plan alimenticio en el que se consideren estas plantas dentro de la dieta total. 21 Cuadro 7. Diferencias en el contenido de proteína cruda (g/kg MS) y en la digestibilidad in vitro de la materia orgánica (%) en hojas y tallos de tres especies de Atriplex. Estación Especie Variable A. canescens (Sta. Rita) Proteína cruda 171 a 82 DIVMO 673 a 285 A. canescens (Veld Reserv 1) Proteína cruda 169 a 73 DIVMO 705 a 233 b Proteína cruda 217 a 117 b Hojas A. numularia a Tallos b b b b DIVMO 732 386 Valores con distinta literal en la misma línea difieren (P<0.05). PC = Proteína cruda; DIVMO = Digestibilidad in vitro de la materia orgánica. ab Fuente: Van Niekerk et al. (2004b). APROVECHAMIENTO DEL CHAMIZO EN LA ALIMENTACIÓN ANIMAL La característica del chamizo de permanecer verde durante todo el año la hace muy atractiva para utilizarse como fuente de alimento en cualquier época del año, en especial durante el período seco, que es cuando disminuye notablemente la cantidad de forraje disponible, así como su calidad nutricional (Soltero y Fierro, 1980). De hecho, los animales hacen un elevado consumo de este arbusto durante el período seco del año (Figura 7). El aprovechamiento del chamizo se puede iniciar entre 18 y 24 meses después del trasplante a campo; si su uso inicia a los 18 meses debe ser en forma limitada y cuidadosa, procurando que los animales no consuman más del 50% del follaje de la planta. Se ha observado que aún durante la época de sequía la calidad del forraje del chamizo es aceptable y que el 22 ganado prefiere consumirlo de octubre a mayo. El aprovechamiento de los arbustos debe dirigirse principalmente hacia el rebrote anual, permitiendo su recuperación en la siguiente estación de crecimiento (Valderrábano et al., 1996). Chamizo Consumo voluntario, % 90 Zacates Otros 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Mes del año Figura 7. Constituyentes de la dieta de bovinos en pastoreo en un matorral desértico durante la época de sequía (Soltero y Fierro, 1980). Durante el mes de agosto se observó un consumo elevado por parte de cabras criollas, las cuales no sólo mantuvieron su peso, sino que obtuvieron ganancias de peso moderadas (166 g/día) (Beltrán y Loredo; datos no publicados). En contraste, se han detectado pérdidas de peso con la inclusión de Atriplex en la dieta de ovejas lactantes, aunque no se registraron reducciones en la producción de leche (Abu-Zanat y Taba, 2004). El consumo creciente de esta arbustiva y otras del género Atriplex por cabras en lactancia, han mostrado reducciones graduales en la producción de leche conforme se incrementa el consumo (Romero-Paredes et al., 1998; Raza et al., 2000) Estos resultados sugieren que estas arbustivas pueden ser utilizadas como dieta base para cubrir los requerimientos nutricionales de mantenimiento, pero deberá ofrecerse alguna fuente de energía como suplemento, si se pretenden obtener ganancias de peso o producción de leche. 23 En áreas en las que el chamizo se encuentra en forma natural, se han obtenido ganancias de peso en becerros de 410 a 650 g diarios (Derner y Hart, 2005), sin embargo, en esas condiciones, existen otras fuentes de alimento disponible que complementan la ración de los animales. Respuesta de la planta al pastoreo Las plantas de chamizo pueden ser pastoreadas en cualquier época del año pero de preferencia, sólo una vez por año para obtener la máxima producción y la mayor permanencia de plantas. Cuando se pastorean dos veces por año, la producción cosechada es alta pero las plantas son afectadas en su vigor, rebrote y densidad de población (Covarrubias y Soto, 1983). Se ha observado que cuando el consumo por los animales supera el 80% del follaje de la planta, se producen daños severos, de los cuales difícilmente se recupera la planta. Parece ser que el pastoreo rotacional, en el que se permita el descanso durante el periodo de desarrollo de las plantas en al menos 1 de cada cuatro años, es esencial para mantener las poblaciones. En contraste, el pastoreo continuo ocasiona la eventual muerte de algunas plantas (Pieper y Donart, 1978). En la Figura 8 se muestra la cantidad de forraje seco disponible por planta al aplicar diferentes intensidades de corte (Beltrán 1993). A pesar de que con el corte a 75% se obtuvo la mayor cantidad de forraje, una evaluación orientada a estudiar la recuperación de la planta realizado siete meses después reflejó que los arbustos sometidos a una intensidad de corte del 75% se recuperaron muy lentamente y que el 12% de las plantas murieron, mientras que las plantas sujetas a intensidades de corte menores (25 ó 50%) se recuperaron satisfactoriamente (Cuadro 8). 24 Materia seca, g. 600 500 400 300 200 100 0 25 50 75 Intensidad de corte Figura 8. Forraje seco disponible por planta de una plantación de chamizo de 18 meses con diferente intensidad de corte (Beltrán, 1994). Cuadro 8. Recuperación de altura y diámetro de copa de chamizo siete meses después de haberse sometido a diferentes intensidades de corte. Intensidad de corte (%) 0 25 50 75* Altura (cm) 7 meses Inicial después 86 94 78 88 83 78 81 37 Diámetro de copa (cm) 7 meses Inicial después 105 112 96 98 102 83 92 44 * Muerte del 12% de las plantas. Fuente: Beltrán (1993). Los resultados anteriores indican que el nivel máximo de aprovechamiento que permite una adecuada recuperación del chamizo es del orden del 40 a 50% en cada año (Beltrán, 1993). Evaluación del forraje disponible en campo Para estimar la cantidad de materia seca disponible en una plantación de chamizo, el corte y pesaje de la parte vegetativa comestible por el ganado resulta poco práctico e ineficiente. Por ello, se recomienda el análisis dimensional, que tiene las ventajas de ser eficiente y no 25 ser destructivo. Beltrán (1993) desarrolló una técnica que involucra la medición directa de algunos de los atributos del arbusto, los cuales se introducen a una ecuación de regresión para estimar el forraje disponible. A continuación se expone la ecuación y su desarrollo: Y = -1973.31 + 1453.9(x1) + 360.97(x2) + 390.05(x3) Donde: Y = Producción de forraje (base seca) x1 = Altura de la planta x2 = Diámetro de copa x3 = Número de tallos (las primeras ramificaciones observadas a nivel de la superficie del suelo) La aplicación de esta ecuación requiere de un cuidadoso muestreo, para que la información obtenida sea confiable y de utilidad. El método de muestreo depende del tipo de plantación. En el caso de bancos de chamizo, se toman cuatro sitios por hectárea de 20 x 20m, en los que se miden 10 plantas de tamaño promedio. En el caso de plantaciones naturales o de plantaciones realizadas en agostadero, se prefiere el uso del transecto, midiendo todas las plantas encontradas en una línea de 100m. Es importante considerar que el chamizo comúnmente está combinado con otras especies, en especial cuando se trata de plantaciones naturales, por lo que la estimación de forraje por hectárea debe considerar la producción de todas las especies forrajeras, aclarando que la ecuación sólo es útil para estimar la producción de forraje del chamizo. Cantidad de animales en pastoreo El número de animales que se pueden mantener, depende principalmente de la cantidad de materia seca disponible, del tipo de animal, tamaño corporal, estado fisiológico y tiempo de pastoreo. A manera de ejemplo, en el Cuadro 9 se desglosa el número de cabras lactantes de la raza Nubia que podrían pastorear un banco de chamizo con la disponibilidad de forraje arriba mencionada, en distintos períodos de pastoreo. 26 Cuadro 9. Número de cabras que se podrían mantener en un banco de chamizo de una hectárea, cuya producción sea de 1,800 kg/ha/año. Período Un mes Dos meses Tres meses Seis meses No. de cabras 28 14 9 5 Producción de leche de cabra en bancos de chamizo Los bancos establecidos con chamizo muestran una tendencia a invadirse con otro tipo de forrajes, de tal forma que con el tiempo se convierten en bancos mixtos. Sin embargo, los pastos invasores permanecen verdes sólo durante la estación de lluvias y son muy sensibles a las heladas, por lo que durante el período de sequía, que abarca los meses de invierno y primavera, su estado se asemeja a una paja. En esta situación, casi la única fuente de forraje verde la constituyen los chamizos, por lo que las cabras que pastorean en este tipo de bancos, basan su sustento en los nutrientes que aporta esta especie, aunque se complementa, al menos de manera parcial, con los pastos secos. Se ha observado que cabras lactantes pastoreando en este tipo de potreros de vegetación mixta durante la estación de sequía, son capaces de producir leche, aunque de manera moderada. Así, Urrutia et al. (2005 y 2006) observaron que la producción diaria de leche al inicio del periodo de evaluación era de 718 ml y, aunque siguió una tendencia descendente, se estabilizó en alrededor de 170 ml a partir de la séptima semanas de pastoreo (Figura 9), sin que se registraran pérdidas de peso significativas (P>0.05). La pérdida de producción ocurrió a pesar de que el forraje disponible proveniente del chamizo era de 3.53 kg/cabra/día (proteína cruda: 20.5%, fibra ácido detergente: 18.1% y digestibilidad in situ: 67.1%), cantidad que excede el requerimiento de materia seca de una cabra en lactación, que es de alrededor de 2.3 kg/día (NRC, 1981). Es importante señalar que las 27 Producción de leche (ml/día) cabras mantenidas en agostadero pueden obtener producciones inferiores a los 500 ml diarios durante la estación de lluvias (Mellado et al., 2006), lo que significa que con el pastoreo en bancos de chamizo es posible prolongar la lactancia, aunque la producción sea muy baja. 800 700 600 500 400 300 200 100 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Semana de evaluación Figura 9. Producción de leche en cabras Nubia mantenidas en pastoreo en un banco de chamizo durante la estación de sequía, en la región semiárida de San Luis Potosí (Adaptada de Urrutia et al., 2005 y 2006). Suplementación con nopal En corderos alimentados exclusivamente con Atriplex nummularia se observó que perdieron peso (35 g/d), sin embargo, al suplementarlos con grano de cebada o con nopal ganaron 67 y 20 g/d de peso, respectivamente (Ben Salem et al., 2005). Esto sugiere que el forraje de Atriplex es insuficiente para cubrir las elevadas necesidades nutricionales de corderos en crecimiento, pero es posible cubrirlos suplementando alguna fuente de energía. Para mejorar la producción de leche de cabras pastoreando en bancos con elevada población de chamizo, se ha utilizado la suplementación con nopal. Con este fin, se utilizó nopal de la variedad Copena F-1, producido en condiciones de riego, en un nivel de suplementación diseñado para proporcionar a las cabras el 0.8% de su peso vivo a partir del nopal, lo cual representó poco más de la tercera parte del requerimiento 28 de materia seca de una cabra en lactación (NRC, 1981). La producción diaria de leche se elevó rápidamente de 150 ml/cabra a casi 300 ml en tres semanas (Figura 10), mientras que las cabras que no fueron suplementadas mantuvieron un nivel de producción similar a la inicial (Urrutia et al., 2006). 350 Leche, g. 300 Chamizo Chamizo + Nopal 250 200 150 100 50 0 Inicial 1 2 3 4 Semana de evaluación Figura 10. Influencia de la suplementación con nopal en la producción de leche de cabras mantenidas en bancos con elevada población de chamizo (Urrutia et al., 2006). Además, se ha observado que la suplementación con nopal en niveles superiores al utilizado previamente no inducen una mejoría en la producción de leche más allá de la reportada anteriormente por Urrutia et al. (2006). El nopal aportó principalmente azúcares solubles, que en conjunto con la elevada cantidad de proteína disponible en el rumen procedente del chamizo, pudieron mejorar los patrones de fermentación ruminal, dando origen a un mejor balance de nutrientes para la síntesis de los elementos precursores de los componentes de la leche. Uso de bancos suplementación de chamizo como fuente de Los bancos con predominancia de chamizo se han utilizado también con el propósito de complementar la alimentación de las cabras en agostadero (Romero29 Paredes et al., 1999). El aprovechamiento de estos bancos puede realizarse por la mañana, antes que los animales se lleven al agostadero o por la tarde, antes de regresar al corral, o bien ambos turnos. Si los animales regresan al corral a medio día o se les proporciona un tiempo de descanso en el cual se les permite beber agua, el pastoreo en chamizo puede dejarse para la tarde. Después del descanso los animales pueden ser llevados a la plantación de chamizo la cual puede ser considerada como un banco de proteína. El tiempo de pastoreo dentro de un banco de proteína estará en función a la cantidad de forraje disponible de chamizo y los requerimientos diarios del ganado. En este caso deberá conocerse la cantidad y calidad de forraje disponible en el agostadero, para que el forraje del chamizo sea la parte complementaria del consumo diario de forraje. En el Cuadro 10 se muestran los resultados obtenidos en producción de leche caprina utilizando bancos de chamizo como suplemento (Romero-Paredes et al., 1999). Cuadro 10. Producción de leche y su composición en grasa, proteína y sólidos totales de cabras lactantes suplementadas con chamizo, manejadas bajo un sistema extensivo a libre pastoreo. Variable Peso corporal, kg Producción de leche, ml Grasa en leche, % Grasa en leche, g Proteína en leche, g/l Proteína en leche, g Sólidos totales en leche, % Sólidos totales en leche, g Sin suplemento 36.4 470.6 5.16 26.82 38.62 21.67 15.68 92.38 Chamizo 38.0 558.7 4.31 27.07 36.45 26.04 13.67 93.06 Fuente: Romero-Paredes et al. (1999) CONCLUSIONES Existe tecnología suficiente para el establecimiento chamizo, ya sea para crear bancos de proteína o para la 30 revegetación de agostaderos en los que se ha perdido gran parte de las plantas deseables para el ganado, lo cual ayuda a revertir los procesos de erosión e incrementar la disponibilidad de forraje de buena calidad. El establecimiento de bancos forrajeros con elevada población de chamizo constituye una herramienta viable para mejorar la alimentación animal durante los períodos secos del año, lo cual beneficia al productor en varias maneras: en primera instancia, evitando las pérdidas de peso ocasionadas por los estados recurrentes de subalimentación que experimentan los animales y, en segunda, abriendo la posibilidad, en el caso de las cabras, de ampliar los períodos de producción de leche. Por otro lado, los resultados indican que el aporte de nutrientes de las plantas del género Atriplex alcanzan a cubrir los requerimientos de mantenimiento de una cabra en lactación durante cualquier época del año y que, el uso de nopal como fuente de energía, para suplementar cabras consumiendo chamizo, constituye un complemento a la dieta que permite mejorar su comportamiento productivo. LITERATURA CITADA Abu-Zanat MMW, Taba MJ. 2004. 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Cesar Augusto Rosales Nieto Revisión Técnica Edición: Formación: Fotografías: Diseño de portada: Dr. Jorge Elizondo Barrón Dr. Filiberto Herrera Cedano Dr. Miguel Ángel Flores Ortíz M.C. José Luis Barrón Contreras M.C. José Luis Barrón Contreras M.C. José Luis Barrón Contreras T.S. Ma. Teresa de J. Castilleja T. Archivos del C. E. San Luis Ing. Guillermo Ruiz Vázquez SAGARPA-INIFAP-CIRNE Campo Experimental San Luis-CIRNE-INIFAP Km. 14.5 Carr. San Luis Potosí, Matehuala Tel y Fax (444) 8 52 43 03 Correo electrónico: urrutia.jorge@inifap.gob.mx Oficinas: Av. Santos Degollado 1015-C Col. Cuauhtémoc, CP 78270; San Luis Potosí, SLP Tel: (444) 8 13 91 51 y Fax (444) 8 13 79 23 GOBIERNO DEL ESTADO DE SAN LUIS POTOSÍ C.P. Marcelo de los Santos Fraga Gobernador Constitucional del Estado Dr. Manuel D. Sánchez Hermosillo Secretario de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos DELEGACIÓN ESTATAL DE LA SAGARPA Ing. José Manuel Rosillo Izquierdo Delegado Estatal en San Luis Potosí FUNDACION PRODUCE DE SAN LUIS POTOSÍ, A. C. Ing. Francisco Manuel Lastra Lamar Presidente Lic. Guillermo Torres Sandoval Vicepresidente M.C. José Luis Barrón Contreras Secretario Ing. Baltasar Peña del Campo Tesorero Ing. Horacio A. Sánchez Pedroza Gerente LA INFORMACIÓN DE ESTA PUBLICACIÓN Y SU IMPRESIÓN FUERON FINANCIADAS POR: FUNDACIÓN PRODUCE DE SAN LUIS POTOSÍ, A.C. FPSLP FUNDACIÓN PRODUCE DE SAN LUIS POTOSÍ, A.C. AV. SANTOS DEGOLLADO No. 1015 altos COL. CUAUHTEMOC, C.P. 78270 TEL. / FAX (444) 813- 3972 / 811-0185 SAN LUIS POTOSÍ, S.L.P. fundprodsl@prodigy.net.mx FPSLP COORDINACIÓN REGIONAL ZONA HUASTECA CARR. NACIONAL SUR No. 202, Local 5, esq. 2ª. Av. FRACC. LOMAS ORIENTE, C.P. 79090 TEL. / FAX (481) 382-4228 CD. VALLES, S.L.P. fundapro@prodigy.net.mx