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Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 04/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. ao REVISTA CL!NICA ESPA'ROLA muslo tiene un diámetro igull al rectamente los hueso$. El brazo. .. los territorios no .o Palidez acentuada en e1evac10n en 5 necrosados. . 1. 6. 0 Arreflexia plantar, aquilea y イセエオNョ。@ . . o Ligera hipertensión arterial. Ststohca, 140. Diasto7 · · • 'ca lica, So. crom · ° Corazón normal. Enfisema. Broqultls 9 o Temperatura 37.6. Pulsaciones, So. . 10 Re;cciones serológic'as de la lúes, débtlmentc posttlvas (?) · Carece de antecedentes clínicos. Gl En orina, albúmina abundante. Glucemia. ョ ッイュセャN@ ucosa en orina, ausente. En espu os, Bactlo de Koch negattVO. l ャ■。」Mセ externa イャ@ ャ■・セ」Z ッウ@ internas Fig. l. - Dibujo tomado de la pieza necrópsica abierta longitudinalmente. Se aprecia la obliteración de la porción terminal de la aorta por un trombo antiguo. Éste se extiende desde 1 centímetro por debajo del origen de la mesentérica inferior hasta la bifurcación de las ilíacas primitivas. Se distinguen intensas lesiones aterom:aosas, ulceradas en la aorta y oblitcrantes en las illacas externa e interna. La aorta y las ilíacas primitivas están distendidas por el trombo. g En este enfermo, los tras:ornos de la erección carecían de valor por la edad a que había sobrevenido la trombosis. Como hecho curioso, presentaba en la pared abdominal una circulación complementaria arterial muy perceptible. La enfermedad en este caso evolucionaba muy rápidamente y el enfermo se hallaba en la fase terminal descrita por Leriche. Falleció a los pocos días de su ingreso. En la autop· ia, como hechos más sobresalientes a resaltar, debemos decir que el corazón era normal y que la aorta en su porción terminal estaba distendida y trombosada . Como muestra la fig. n. 0 1, el diagnóstico clíni'co de trombosis de la aorta terminal quedó plenamente confirmado. Se observa en la pieza que la trombosis se extiende desde un centímetro por debajo del origen de la mesentérica inferior hasta la bifurcación de las ilíacas primitivas. El trombo 、ゥ セᆳ tiende las paredes arteriales y les comunica una coloración azu.lada. La ーゥ・セ。N@ en su totalidad, por su forma y color, semeja una berenjena. Este trombo es antiguo y parcialmente organiza?o. en su part.e superior co.nstituye. como una plataforma concava que dettene el dedo mtroductdo por el orificio proximal de la aorta. En el sector aórtico, no obliterado existen abundantes ーャ。」 セ@ ateromatosas ulceradas. ' Las ilíacas externas e internas presentan igualmente intensas lesiones 。セ・ イッュ。 エッウ。N@ De las observaciones de LÉRICHE y de nuestros casos cabe deducir que la trombosis obliterante de la bifurcación aórtica por arteritis, tiene una existmcia real indiscutible. Como factor etiológico de pri- abru 1111 mer orden resaltan las lesiones. ateromatosas eviden. tes en dos de nuestras observac10nes y .en la segund; del trabajo de LÉRICHE. La trombosts se fraguarj¡ a nivd de placas ateromatosas ulceradas .de la bih:. cación, crecería lentamente _hasta con":'ertlrse en obh. terante y ascendería despues, progresivamente, hllt¡ la proximidad del origen de la mesentérica inferiot La enfermedad evoluciona en dos fases, una qu 1 puede durar años, durante la cual la obliteradór aórtica queda s uplida por una circulación 」ッャ。エセイNG@ aceptable. Otra, final, que conduce rápidamente 1 ¡¡ gangrena y a la muerte por sobreañadiese nueva. trombosis arteriales. En la primera fase el diagnóstico no ofrece difi. cultad. La ausencia de latido y oscilaciones en tod¡ la extensión de los dos miembros inferiores indi,. que la obliteración reside por encima de la ヲ・ュッイセ@ común. La imposibilidad de una erección estabk indica que la obliteración reside por encima 、セ@ b hipogástrica. El hecho de ser el trastorno bilatwl demuestra que la obliteración reside en las dos ili¡. cas primitivas o en la propia aorta. La difercncU. ción de estas dos posibilidades carece de interés, p:r otra parte. la obliteración bilateral de las ilíacas pn. mitivas debe conducir forzosamente , en un attrl> matoso, a la エイッュ「 ッウ ゥ セ@ ascendente y obliteración fi. nal de la propia aorta. En la fase final, la propia circulación colaten queda interrumpida por nu.:vas エイッュ「セゥウ@ y la g¡t grena bilateral de curso rápido aparece. En el orden terapéutico hemos obtenido una lig¡ ra mejoría con la gan¡¡;lit>ctomía lumbar bilateral e el primer caso y con la e; gr:mdcc; n ョセ@ 1 n e; l ro salino hipertómco, en el segundo. L ÉRICHE pn coniza y comunica buenos resultados con la rese:· ción de la aorta terminal y de las ilíacas primitivai La amputación es una solución mediocre por la !X· sima cicatrización de los muñones. RESUMEN La trombosis obliterante por arteritis de la b1 furcación aórtica descrita por LÉRICHE tiene un existencia real indiscutible. Se traduce clínicamen por un síndrome bien preciso que permite el diag nóstico sin dificultad. Evoluciona en dos fases, una de obliteración compensada que puede durar año! y otra terminal, en que nuevas obliteraciones vasculares conducen a la gangrena de los miembrO' inferiores. En el orden terapéutico, LÉRICHE precc niza la resección del sector obliterado seguido de 1 gangliectomía lumbar bilateral como solución mejor ALGUNAS OB SERVACIONES SOBRE LA "ENFERMEDAD DEL EDEMA" S. CARRIÓN GALIANA Elche La guerra 1936-39 convirtió algunos ャオァ 。イ・ウNセZ@ nuestra patria en gigantescos campos de observaciO· de las más variadas alteraciones nutritivas; tanto ' Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 04/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. TOMO V NÚMERO 2 133 NOTAS CL/NICAS déficit cuantitativo como cualitativo fueron frecuentísimos motivando que pudiéramos ver con la exactitud d'e una experiencia de laboratorio, variadísimas formas de estados patológicos de etiología alimenticia, que oscilaban entre los fenómenos de avitaminosis más o menos discretas, hasta el clásico y aparente "edema del ィ。ュ「セ・BN@ Las múltiples observaciones efectuadas han stdo ya expuestas por diversos autores en estas mismas páginas (M. DfAZ RUBIO. F. GRANDE y M. PERAITA. V. GILSANZ GARCÍA. etc.) . Nosotros durante el año 1 9 3 8 y siguientes pudimos obse;var オセ。ウ@ 、・」セ。ウ@ de ゥョセカ ᆳ duos, en los que el défictt de ahmentaoon se mamfestaba clínicamente por la aparición de edemas, predominantemente, maleolares, y aunque su patogenia era perfectamente conocida, quisimos estudiar- con nuestros medios modestos - la esencia íntima del fenómeno edematoso. Para ello exploramos a ocho individuos con edemas, el estado de las proteínas del plasma, obteniendo los resultados siguientes: N.• 1 - S. R. P. Exploración orgánica negativa. Edemas maleolares. Densidad y sedimento urinario normales. Normoten•o. Proteinemia: 8.04 por 1o o. N.• II.- A. B. R., 4S años. Lúes con serología actual negativa. Edemas maleolares. Densidad y sedimento, normales. No albuminuria. Corazón normal. Proteinemja: 8,8o por 100. N.• III. - J. L. C. Edemas maleolares y pretibiales. No albúmina en orina. Proteinemia: 7,69 por 100. N • IV.- J. M. M. Edemas maleolares. Normalidad de corazón y riñón. Normotenso. Proteinemia: 7,96 por 1o o. N.• v.. - J. P. P. 30 años. Paludismo a los 19· Blenorragia. Neumonía. Hace diez días edemas palpebrales que mejoraban durante el día. Aumentan y se extienden a pies, piernas y muslos DisneJ de esfuerzo. 6o pulsaciones, rítmicas. Corazón con punta en s.• espacio, línea mamilar. Tonos duros, acusados en foco mitra! y aórtico. Tensiones: M:x:.: 1S. Mn.: 9· Den·idad, sedimento: normales. No albúmina en orina. Proteinemia: 8,70 por 100. N.• VI.- C. B A. 38 años. Blenorragia. Edemas de párpados y maléolos; estos últimos se atenúan por el reposo, que aumenta aquéllos. Corazón normal Tensiones: Mx.: 13 Mn.: 8. Normalidad de sedimento y densidad. No albúmina. Proteinemia: 8,28 por xoo. N.• VII. - A. S. R. Sin antecedentes. Hace tres días, edemas de párpados. Corazón normal. Tensiones: Mx: 12, s. Mn: 7·S· No albúmina en orina. Densidad y sedimento, normales. Proteinemia: 7.6o por xoo. N.• VIII.- J. L. M. Exploración negativa. Proteinemia, 8,o6 por 100 El tipo de alimentación por espacio de unos meses anteriores a la aparición del edema consistía en una infusión de mal ta, débilmente azucarada, xso grms. de pan y frutas, más acelgas. calabazas, zanahorias, lentejas, en cantidades variadas. Confesamos que fuimos sorprendidos por las cifras de proteinemia bastante diferentes de las que se admiten como responsables etiológicas de estos e?emas (4-7 por 1 oo, SCHITTENHELM; 5-4-3 por etento, KOLLET, STARLINGER, etc.), pero nuestra extrañeza aumentó cuando, como "control" estudiait!os ⦅ャ。セ@ cifras ?e proteinemia en el plasma de cuatro tndtvtduos, stn edemas, con alimentación completa, elegidos al azar. Dos de ellos cuya historia clínica se detalla, y los otros dos, en .perfecta salud. N.• IX.- J. B. M.. 3 6 años. Neumonía. Síndrome accesional de cefaleas. Consulta por molestias "gripales" con tos y febrícula ..セッョ」ウ@ en planos. posteriore_s de エセ。クZ@ Segundo tono mitra! duro . 84 pulsacwnes al mtnuto, ntm1ca•. Tensiones: 12.s y S.s . V. d. S. Cociente: S·7S· Protememia: Seroalbúmina: 4· 70 por 1o o. Seroglobulina: 3,48 por 1o o. N.• X.- A. M. E., 28 años. Amigdalitis febril. Catarros repetidos en invierno. Hace dos semanas "golpeteo'' intenso en región precordial, que le dura unos segundos. No edemas ni disnea. 64 pulsaciones, rítmica•. Latido cardiaco amplio. Punta en quinto espacio, dentro de línea mamilar. Segundo tono mitra\ "duro". La misma sintomatología , después del esfuerzo. Nada anormal a la auscultación de cora7ón en la posición echada. Tensiones: 1 1, S y 7, S. Dermografismo medianamente acusado. Respiración ruda en V. derecho. Proteinemia: S·2S por 100. N.• XI. -F. R. F. Proteinemia: 7,32 por 100. N.• XII.- M. R. Proteinemia: Seroalbúmina, 4· 1o por ciento. Seroglobulinas. 4.46 por 1oo. Nos encontramos, pues, con que el caso X, paciente con extrasístoles por neurodistonia vegetativa, sin edemas, presenta una cifra de proteinemia (5. 2 5 por 1 o o) bastante inferior a la que presenta los efectos de "edema de hambre" y que en los restantes (tres), obtenemos cantidades de proteínas del plasma, perfectamente comparables a las de aquéllos. Todas las dosificaciones de proteinemia fueron hechas por el Instituto Provincial de Higiene de Murcia. S in que tengamos la pretensión de sentar conclusiones, momentáneamente, se nos ocurren ャ」セウ@ siguientes sugerencias: 1.0 Que puede ser muy diferente de unos a otros individuos normales, las cantidades de albúminas del plasma e inclusive variar en el mismo individuo dentro de límites amplios. Y que pueden ser inferiores a la cifra . tope (7 por 1 o o) admitida como causante de edemas. 0 2. Que las cantidades halladas en nuestros enfermos de "edema de hambre" análogas o superiores a las de individuos no edematosos, pueden ser explicadas como una movilización de albúminas de los depósitos (fueron vistos casi iniciados los edemas), y serían comparables al fenómeno de "lipemia de ayuno". 3· 0 Que no es la hipoproteinemia la única causa de estos edemas, sino que como dice PARRA LAZARO (R. C. E. de 1 julio 1941), "el proceso de su génesis es susceptible de discusión, pues si bien ha sido por mucho tiempo aceptado su carácter hipoproteinémico, se comprueba, por el contrario, con frecuencia, que la concentración de proteínas sanguíneas están a veces por encima del nivel que hasta ahora se acepta para que el edema se manifieste". RESUMEN Se estudian ocho enfermos de edema de hambre, hallándose cifras de proteínas sanguíneas normales e inclusive superiores a un enfermo no edematoso. El autor señala el mecanismo de movilización de depósitos albuminoideos, por analogía a lo que ocurre en la "lipemia de ayuno", para explicar estas cifras normales de proteinemia. Duda del mecanismo patogénico - la hipoproteinemia- generalmente admitido, en la aparición de estos edemas de hambre.