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ENFRENTAR Y SUPERAR LA CRISIS MUNDIAL La Argentina y el mundo se encuentran insertos en una crisis económica que se ha extendido de la esfera financiera a la esfera “real” y que promete ser profunda y prolongada. En todas partes se espera una caída de los niveles de crecimiento económico y una reducción de puestos de trabajo. Ello ha llevado a que, súbitamente, casi sin haber habido una transición ni un espacio de consideración, se produjera en todo el mundo un regreso a las políticas activas, a la intervención estatal y a la revisión de los paradigmas políticos y económicos vigentes. En ese contexto, la Argentina, que había estado creciendo lo últimos cinco años a tasas muy elevadas y experimentado una reducción continua (aunque cada vez menor) del desempleo, entrara en un período de desaceleración de la actividad económica. La misma se debe, entre otras cosas, a una caída de las expectativas de crecimiento, a una reducción de los pedidos de productos argentinos de los compradores tradicionales y a la caída del tipo de cambio real respecto de los países vecinos, que han depreciado su moneda en una proporción más elevada de lo que lo ha hecho nuestro país. La reducción de las exportaciones está fuera del control interno y, como reconoció el propio Ministro de Planificación, se espera una reducción de alrededor del 15% de las mismas para el próximo año por la caída de los precios de los productos exportados. Brasil, que es nuestro principal socio comercial, sobre todo en la demanda de productos industriales, también ha reducido sus perspectivas de crecimiento y, por la fuerte devaluación de su moneda, seguramente afectará nuestras ventas externas. Sin embargo, más allá de estos elementos objetivos, la caída de las expectativas es el elemento que mayor efecto tiene en la desaceleración económica actual de nuestro país. La misma es provocada por el temor a que se produzca en el mercado interno lo que está sucediendo en la mayoría de los países desarrollados, entrar en recesión. Dos tercios del Producto Bruto Mundial se encuentra en contracción y destruyendo puestos de trabajo. Ese temor hace que el consumo se retraiga, que las personas cuiden sus gastos, que las instituciones financieras aumenten las tasas de interés y reduzcan el otorgamiento de créditos y que se posterguen los planes de inversión. Justamente, es este comportamiento de temor – contracción el que se debe revertir y es el que amerita la actuación del Gobierno para revertirlas. Es importante dejar en claro que la economía argentina todavía se encuentra creciendo. A tasas más bajas que las anteriores, pero aún lejos de la recesión. Según el último relevamiento del INDEC, la capacidad instalada de las industrias se encuentra en un 70% y, más allá de los problemas que se producen en algunos sectores, el único relevamiento nacional realizado hasta ahora, efectuado por gremios de la CGT, muestra que ha habido alrededor de 3.500 despidos y 5.000 suspensiones. No es una cifra menor, pero no tiene el Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 1 impacto de otras economías del primer mundo, donde la destrucción de empleos se cuentan por millones. Por ello es necesario hacer frente a la situación con determinación y realismo. La crisis es mucho más potente y afecta de un modo más profundo cuando las personas y las acciones se paralizan. Por eso parece correcta la decisión del Gobierno de estimular la demanda privada y reemplazar la caída que pudiera darse en la misma con acciones de gasto e inversión pública. Además de la necesidad de buscar nuevos mercados y apoyar el comercio exterior, esta época es propicia para fortalecer el mercado interno. Siendo que aún hay un 17% de la población bajo la línea de pobreza, según los cálculos del INDEC para el primer semestre del año (y los estudios privados señalan que la misma es aún mayor) hay todavía un margen de acción para incentivar la demanda de ese sector desfavorecido a través de programas de empleo y de incentivo de demanda. Como dicen en estos días los principales economistas del mundo, el objetivo principal de estos programas de gobierno debe ser mantener el nivel de actividad y el nivel de empleo hasta pasar lo peor de la crisis. Hasta ahora, las empresas han hecho todo lo posible para adaptarse a la nueva situación, mediante alternativas diferentes a la reducción de sus planteles laborales: vacaciones anticipadas, reducción de horas extras y suspensiones rotativas. Con ello, han conseguido mantener el nivel de empleo, con un menor nivel de producción. Es muy importante ser consciente de que los tiempos que se vienen van a ser difíciles. Tal vez dure más de un año el período de dificultades mundiales en el que nuestro país sufrirá sus efectos. Pero a pesar de todo y de las cosas por corregir, Argentina se encuentra mejor preparada que otras veces para hacer frente a esta crisis que se avecina. Para pasarla se necesita actuar con inteligencia, audacia y optimismo. Al fin y al cabo, la misma también traerá oportunidades y habrá que saber aprovecharlas. LA IMPORTANCIA DEL TIPO DE CAMBIO PARA DEFENDER EL CRECIMIENTO Y EL EMPLEO A lo largo de los últimos meses se generó un debate respecto del nivel más conveniente en que se debería fijar el tipo de cambio y sobre la forma más adecuada de instrumentar dicha estrategia para que no se produjeran problemas sobre la economía. Vale recordar que, incluso en el seno de la entidad que agrupa a las industrias de mayor tamaño del país, la Unión Industrial Argentina, se generó esta discusión, ya que diferentes líneas internas pidieron diferentes estrategias de manejo de la cotización de la moneda nacional. En general, sus directivos coincidieron en que era necesario un tipo de cambio por encima de 4 Pesos, lo que fue respondido por la propia Presidenta Cristina Fernández, argumentando que un dólar “demasiado alto” iba a traer consecuencias inflacionarias. En especial, es importante dejar claro que el tipo de cambio es un elemento estructural de la economía de cualquier país, ya que determina la relación entre los precios internos y los externos. Una depreciación del tipo de cambio (cuando el sistema es de flotación) o devaluación (si es fijo), implicaría que los precios nacionales se reducen respecto de los del resto del mundo, mientras que una apreciación (en un sistema de flotación cambiaria) o revaluación (en un esquema de tipo de cambio fijo) implica el proceso inverso, de encarecimiento de los productos del país, respecto de los del exterior. La diferencia de precios relativos a favor de la producción interna, producto de la depreciación del tipo de cambio, es la que favorece el crecimiento de las exportaciones y desincentiva la compra de productos importados. De esa manera se genera una sustitución de importaciones y se impulsa la producción nacional de productos que se venden en el exterior. Dicho proceso de producción y sustitución, culmina con un aumento del superávit comercial, un aumento del producto bruto interno y un aumento del nivel de empleo, transformándose en un proceso que se retroalimenta. Pero ésto, siempre y cuando se mantenga el nivel de precios interno para no deteriorar el tipo de cambio real. Además de ello, por este proceso, se genera un aumento de la recaudación, ya que se contratan más Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 2 personas que pagan impuestos previsionales y se cobran más impuestos a la producción, con lo que se fortalece también las finanzas públicas. Estos fenómenos de crecimiento económico, aumento del empleo, superávit comercial y superávit fiscal han sido los resultados de los primeros años de la Post Convertibilidad. Sin embargo, es importante no caer en el reduccionismo de confiar solamente en la depreciación del tipo de cambio, la mejora de la competitividad de la economía. Es el más importante y fundamental, pero no el único, ni el único sobre el que debería descansar una política de mediano y largo plazo de competitividad. Promover programas de inversión, de reducción de costos, de calidad, fortalecer cadenas de valor, impulsar programas de ahorro de energía, son sólo algunos ejemplos de acciones que se pueden implementar para mejorar la competitividad de las empresas. De ese modo, una vez fijado un tipo de cambio alto y definida la relación inicial entre los precios internos y externos, se puede mantener el nivel de competitividad de una economía sin dar constantes retoques a la cotización de la moneda. Se supone que este grupo de acciones de segundo orden, una vez definido un tipo de cambio alto inicial, debería autosustentar la competitividad de la economía, evitando que la moneda se apreciara con el correr del tiempo, dada la tendencia a trasladar al mercado interno los precios más altos que se pagan en el exterior, como ha sucedido en nuestro país. De hecho, desde mediados del 2006, se acentuó la tendencia inflacionaria de la economía, que fue deteriorando el tipo de cambio real. El tipo de cambio y la crisis financiera: En los últimos meses, como consecuencia de la crisis financiera internacional, una gran parte de los países decidió elevar su tipo de cambio nominal, como un modo de defenderse de los problemas que aquejan a sus economías. Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 3 Sin embargo, el tipo de cambio de Argentina quedó rezagado del de muchos países vecinos y del de otros con los que posee un importante intercambio comercial. Según la opinión de los funcionarios del Gobierno, nuestro país tiene un problema histórico de autoreferenciamiento en el dólar tanto como unidad de cuenta, como en materia de reserva de valor, por lo que bruscos cambios en el nivel del tipo de cambio, son acompañados por los empresarios por un aumento del valor de sus productos. La historia inflacionaria de las últimas décadas de la Argentina, así como otros factores que exceden este trabajo, explican ese traslado a los precios de las variaciones del precio del dólar. Hay algunos analistas económicos que sostienen que, con la desaceleración experimentada por la economía argentina, el traslado a los precios señalado no se produciría y que, por ese motivo, debe forzarse un aumento del tipo de cambio más abrupto, sin temor a que el mismo se traslade a los precios. Sostienen desde esta posición que el aumento abrupto, le evitaría al gobierno tener que deshacerse de divisas que debe vender para sostener el tipo de cambio cuando hay presiones a que el mismo se deprecie, como las sucedidas en los últimos meses. Más allá de cuál de las dos posiciones es la que más se acerca a la realidad, el traslado a los precios del aumento del tipo de cambio limita fuertemente un elemento central de política económica, como es la política cambiaria. En este sentido, si se realizara un ejercicio de simulación para analizar niveles de depreciación más elevados del tipo de cambio de la Argentina, se podrían prever los niveles a los que llegaría nuestro tipo de cambio si se depreciara el mismo al nivel de lo realizado por nuestros vecinos. Pareciera, intuitivamente, que para alcanzar niveles de depreciación cercanas o superiores al 20%, sin sufrir presiones inflacionarias, lo más precavido sería realizarlas por la vía lenta, de manera de ir percibiendo los efectos que la misma generara. Como consecuencia, vale señalar que, cualquiera sea la estrategia adoptada, el sostenimiento de un tipo de cambio alto es un fuerte incentivo para la promoción del mercado interno, para la exportación y para la defensa de los puestos de trabajo. Los millones de empleos y cientos de industrias fundidas por la revaluación cambiaria de la convertibilidad, deberían habernos enseñado la lección. En segundo lugar, más allá de que en este momento la inflación haya vuelto a quedar bajo control (por el temor a la recesión) se debe llevar adelante un efectivo plan de contención y prevención inflacionaria hacia el futuro, y hacer un desmenuzado análisis de las razones que llevaron a producirse aumentos tan elevados de los precios internos en los últimos dos años, que provocó la reversión de devaluación inicial de la post convertibilidad. En tercer término, es necesario implementar una política de competitividad, que haga centro en todo un conjunto de medidas que permitan mantener las ventajas del tipo de cambio elevado de manera indirecta, para no tener que acudir a las depreciaciones cada vez que la economía se enfrenta con una crisis. Finalmente, es importante tener en claro que la situación del tipo de cambio de la Argentina se deterioró respecto de muchos de nuestros principales socios comerciales, por lo que se debe tener en cuenta, como ha estado sosteniendo AIERA en sus informes y comunicados, que otros elementos deben ser tenidos en cuenta para compensar esta caída. Hacemos referencia a la eliminación de los derechos de exportación a los productos de elevado valor agregado, y al aumento del nivel de reintegros que se cobra a los mismos, para no caer en el error exportar impuestos, como tratan de hacer los grandes exportadores industriales. Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 4 REPASO DEL PAQUETE DE MEDIDAS PARA SOSTENER LA ECONOMÍA El paquete de anuncios lanzado por el Gobierno el martes 25 de noviembre, complementado con otros planes sucesivos de las últimas semanas, busca enfrentar la desaceleración económica provocada por la crisis mundial, generando nuevos estímulos a la economía y generar confianza en la población para sostener el nivel de actividad y de empleo. El primer paquete anunciado ponía el acento en un plan de repatriación de capitales del exterior, en un blanqueo impositivo, previsional y laboral y en la reducción de aportes patronales para PyMEs. Se había anunciado la implementación de un plan de obras públicas por $ 71.000 Millones que tendría un importante efecto sobre el sector de la construcción y el empleo. En forma paralela (como se plantea en el artículo siguiente), se definió crear un Ministerio de la Producción que tendría como función sostener el nivel de crecimiento y la competitividad de la economía. Estas primeras medidas, analizadas retrospectivamente, se proponían generar un shock de confianza generando un estímulo a la oferta, dando incentivos a las empresas para introducir dinero al país, pagar deudas atrasadas y generar nuevos puestos de trabajo. En una segunda fase, dicha partida de medidas se fue complementando con programas sucesivos de anuncios centrados en la activación de la demanda agregada. Un resumen de las mismas es la siguiente: Se elevó el presupuesto inicial del plan de obras públicas a 111.000 millones de Pesos. El mismo se destinaría a la construcción de infraestructura vial, construcción de viviendas, energía (eléctrica y gas) modernización del sistema de transporte público, construcción de escuelas, servicios de infraestructura y obras en pequeños municipios. De todos los anuncios lanzados, es el que se espera que tenga el mayor impacto sobre el nivel de actividad. Según los cálculos del Ministerio de Planificación, este programa podría llegar a generar alrededor de 350 mil puestos de trabajo. Un aumento fijo y único para todos los jubilados de 200$, que representaría para el 76 por ciento de los mismos (quienes cobran el haber mínimo) un ingreso extra de casi el 30 por ciento de su ingreso. Es esperable que este dinero sea volcado completamente al consumo, lo que generaría un efecto completo sobre la demanda, en la medida de su volumen. También se estaría definiendo otorgar un aporte de un pago de entre $100 y $150 para los receptores de planes sociales, que tendría el mismo efecto que el de la clase pasiva. La eliminación (con la ratificación del Congreso) de la llamada “Tablita” de Machinea, por el que se había reducido el mínimo salarial gravado con el impuesto a las ganancias durante la gestión de De la Rúa. Se espera que por esta medida se evite el pago de $1.300 millones al fisco, con el objetivo de mejorar los niveles de consumo de la clase media y media alta. Un plan de incentivo al consumo vía créditos. El mismo apunta a tres sectores diferenciados: o $ 3.100 Millones en créditos para la compra del primer automóvil 0 Km, de línea económica. o $ 3.500 Millones en créditos para financiar el capital de trabajo de las PyMEs o $ 3.500 Millones en créditos para gastos de consumo en general (con líneas especiales para turismo y electrodomésticos). Esta modalidad se implementa mediante el método de subasta pública en el Mercado Abierto Electrónico. Los créditos se licitan con un interés del 11% y se otorgan a los bancos que ofrezcan el menor “spread” o diferencial de tasas, entre lo que toman del gobierno y lo que le cobran a los tomadores de crédito. En la primer serie otorgada, la tasa definitiva varió entre el 14,2 y el 16%, la Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 5 mitad de las vigentes en el mercado actualmente. De los primeros $600 Millones licitados, se ofrecieron S1.400 Millones. Una reducción de 5% en los derechos de exportación agrarios al trigo y al maíz (se estaría hablando de la posibilidad de generalizar el beneficio al girasol y la soja, aunque hay versiones contrapuestas). Haciendo la revisión de todas estas medidas, se pueden encontrar dos momentos bien diferenciados, respecto del efecto que las mismas van a poder conseguir sobre la economía. El blanqueo de trabajadores y capitales, si bien estuvo consensuado con el sector financiero y grandes empresas, no se espera que tenga un gran impacto en el corto plazo, en un contexto inestable,. Tal vez el caso de la moratoria impositiva tenga más resultados concretos, ya que puede resultar beneficiosa para muchas empresas que adeudan impuestos. El segundo paquete de medidas, si bien el plan de construcción y obra pública fue anunciado desde el inicio, es la política activa con más impacto de las anunciadas, y será el generador de empleo más importante y seguro. Es posible que, dada la necesidad del Gobierno de mantener el superávit fiscal de las cuentas públicas, una parte importante de esos fondos terminen siendo financiados por capitales privados y organismos internacionales, con lo que el mismo verá reducido su impacto negativo sobre las finanzas. Desde el punto de vista del nivel de actividad, las medidas tendrán un importante efecto multiplicador, sobre todo las ligadas a la construcción, lo que generará un aumento del empleo y de la demanda interna que compensaría parte de la caída de la actividad económica privada. Como ya se comentó en la nota inicial, faltaron anuncios relativos a la eliminación de los derechos de exportación y el aumento de los reintegros de los productos industriales. Vale la pena dejar sentado que las dos medidas que habían sido solicitadas por AIERA como favorables a aumentar la competitividad de los productos industriales, no tendrían efectos inflacionarios que afectaran a la población, que es la razón principal por la que el Gobierno no se inclina a hacer grandes modificaciones del tipo de cambio. Sí nos parece muy positivo el sistema implementado para brindar los préstamos a través del sistema financiero, en el que se consiguió finalmente reducir fuertemente el costo de los créditos a las PyMEs y al consumo general. La falta de crédito es uno de los problemas estructurales históricos que traban el crecimiento de la economía. Sobre todo el de las PyMEs, que no tienen posibilidades de financiarse con fondos propios. En nuestro país, el conjunto de los préstamos bancarios alcanza sólo el 14% del PBI, cifra ínfima que desnuda los problemas que tienen las pequeñas empresas para poder aumentar su producción y crear más empleo. Esto se ve más claramente si se compara esta cifra con el nivel que alcanza el indicador en Chile o Brasil, de 60% del PBI, o de los países industriales que ronda el 100% del mismo. También parece muy positivo haber podido reunir a todos los actores centrales de cada sector, industrial o de servicios, y buscar entre todos caminos nuevos y creativos para aumentar la producción, el consumo y el empleo. La modalidad debería replicarse en otras ocasiones, no sólo en la crisis, y generalizarse para la mayoría de los sectores económicos. Generaría un fuerte beneficio para toda la economía y la población. MINISTERIO DE LA PRODUCCIÓN, NUEVO PROMOTOR DE LOS PRODUCTOS ARGENTINOS Dentro del conjunto de medidas lanzadas por el Gobierno a fines de noviembre sobresalió el anuncio de la creación de un nuevo Ministerio de la Producción, a cargo de la Licenciada Débora Giorgi. A pesar que este Ministerio ya había sido creado a inicios del 2002 (y disuelto por Néstor Kirchner en 2003) su característica saliente es que tendrá la misión de incentivar el comercio exterior y salir a la búsqueda de nuevos Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 6 mercados. Como lo recalcara la Presidenta el día de su anuncio, el nuevo Ministerio de Producción estará encargado, "de articular la Cancillería, embajadas y productores. Se necesita que sean vendedores de Argentina, un nuevo modelo de diplomacia”. A su regreso de la gira por el norte de África decidió crear un espacio institucional con la idea de desarrollar "una nueva diplomacia que no solo defendiera nuestras ideas, sino también nuestras marcas y nuestras empresas en todas partes". El nuevo ministerio tendrá el control de las secretarías de Turismo, de Enrique Meyer; de Agricultura, que conduce Carlos Cheppi; Industria, de Fernando Fraguío; y la Agencia Nacional de Promoción de Inversiones, de Beatriz Nofal. Pero más allá de las áreas que abarque, deberá poder coordinarlas, de manera que entre ellos interactúen de un modo dinámico, con el objetivo de salir a vender los productos argentinos al exterior. Aunque todavía es muy temprano para realizar una evaluación de la medida, la misma es desde ya auspiciosa, ya que se eleva al más alto nivel, el de Ministerio, un espacio destinado a promover las exportaciones del país. Secretaría de Industria ya existe, Fundación Exportar ya existe y Cancillería ya existe. Ahora se necesita darles a todos esos espacios un sentido nuevo y un nuevo impulso, para que se diversifique la oferta de productos exportados por el país, se promueva la promoción de los productos argentinos de mayor valor agregado, se consiga la apertura de mercados no tradicionales, y se incorporen más PyMEs al banco de empresas exportadoras. Para poder crecer económicamente como país, para poder elevar el nivel de ingreso general de la población y mejorar la calidad de vida, se necesita exportar más y exportar mejores productos, y ello es un proceso largo y delicado que debe planificarse atentamente. Entre otras cosas se requiere detectar los impedimientos actuales y llevar adelante políticas que permitan superarlos. El nuevo ministerio va a necesitar un Plan Nacional de Comercio Exterior. La promoción de los productos argentinos en el exterior, sobre todo los de las PyME (las grandes empresas no lo necesitan) y la promoción de los productos de mayor valor agregado, debe ser una política de estado. Por ello, apoyamos y celebramos la iniciativa, que es un buen primer paso. INTERCAMBIO COMERCIAL ARGENTINO: ENERO – OCTUBRE DE 2008 El saldo de la balanza comercial argentina en los primeros diez meses del año fue de 11.362 millones de Dólares, un 38% superior al experimentado en el mismo período de 2007. Éste resultado, fue el producto de haberse exportado bienes por 61.169 millones de dólares e importado bienes por 49.807 millones. En el caso de las exportaciones, analizando los valores exportados por grandes rubros, se advierte que los productos primarios crecieron un 48%, las Manufacturas de Origen Agropecuario 36%, las Manufacturas industriales 34% y las exportaciones de combustibles 25%. Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 7 Al analizar la composición de las exportaciones, se advierte que un 25% fueron productos primarios, un 34% manufacturas de origen agropecuario, 30% manufacturas de origen industrial y 11% combustibles. En el caso de las importaciones, analizadas por Uso Económico, se advierte que los bienes de capital crecieron un 30% en los primeros diez meses del año, los bienes intermedios un 39%, los combustibles un 64%, las piezas para bienes de Capital un 31%, los bienes de consumo un 27% y los vehículos automotores un 52%. Al analizar el destino de las exportaciones, se advierte que en los primeros diez meses del año el 23% de las mismas se ha dirigido al MERCOSUR, 19% a la UE, 10% al Nafta, 10% a China, 7% a Chile, 6% al Resto de ALADI, 4% al Magreb y Egipto y 4% a Medio Oriente, entre los principales destinos de exportación. En el caso de los productos primarios, sin valor agregado, 21% se exportan a la UE, 24% a China, 12% al Mercosur , 9% a Medio Oriente y 8% a Magreb y Egipto. En el caso de las manufacturas agropecuarias, en los primeros diez meses del año, 33% se exportó a la UE, 9% a China, 7% al Resto de Aladi, 7% al Mercosur, 6% a Magreb y Egipto, 6% al Nafta, 6% a Asean y 5% a Chile. Respecto de los combustibles, 30% se exportó al Mercosur, 24% al Nafta, 14% a Chile y 8% a China. En el caso de las manufacturas de origen industrial, en los primeros diez meses, 47% se envió al Mercosur, 15% al Nafta, 8% a Chile, 9% al Resto de Aladi, y 8% a la Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 8 UE. Exportaciones a cada destino: Al analizar lo que se exporta a cada mercado, encontramos que en el caso del MERCOSUR, 62% son MOI, 15% son Combustibles, 12% son productos primarios y 11% son MOA. En el caso del Nafta, 47% son MOI, 27% son combustibles, 20% son MOA y 6% son productos primarios. A la Unión Europea se exporta 28% de bienes primarios, 59% de Manufacturas agropecuarias, 13% de MOI y 1% de combustibles. En el caso del Resto del Mundo, 36% son MOA, 21% son MOI, 20% son productos primarios y 23% combustibles. Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 9 Análisis de las Importaciones: Si se evalúan las importaciones por origen de procedencia, en los primeros diez meses del año, se advierte que el 36% del total proviene del MERCOSUR, 15% de la UE, 15% del Nafta y 12% de China y 11% del Resto del mundo. Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 10 El trabajo precedente ha sido realizado por Santiago Solda, economista de AIERA La Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (AIERA) es una entidad civil sin fines de lucro creada en el año 1966, que agrupa a pequeñas y medianas empresas nacionales, cámaras regionales y sectoriales y centros de industria y comercio. Su misión es brindar sustento y apoyo en el ámbito del comercio exterior, desarrollando una actividad dinámica en favor de las economías regionales y PyMEs de todo el país. Como entidad gremial empresaria, AIERA despliega su acción institucional ante diversos organismos -Aduana, Cancillería, Ministerio de Economía, Banco Central-, con el objeto de mejorar las condiciones en que se desenvuelven las exportaciones y conseguir mejor acceso a los mercados. También integra el Consejo de Administración de la Fundación ExportAr; de la cual es miembro fundador, y forma parte del Consejo Consultivo Aduanero. Desde el año 1966 AIERA representa los intereses de las PyMEs participando activamente en el ámbito del comercio exterior argentino. AIERA impulsa su proyecto empresario, convirtiéndose en su canal de participación a nivel institucional. Informe Económico de Noviembre Av. Belgrano 124 Piso 1 (C1092AAO) Ciudad de Buenos Aires – Tel: 5411-4342-0010 – Fax: 5411-4342-1312 Página 11