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Cada vez más se hace mayor hincapié en el hombro en los deportes ya que se ha convertido en una fuente notable de patología dolorosa incapacitante de los tejidos blandos. Debido a que la principal función del hombro es colocar la mano en posiciones funcionales, esta articulación debe examinarse en funciones dolorosas e inadecuadas de la mano. Su relación directa musculoesquelética y neurológica con la columna cervical, obliga a la evaluación completa para establecer un diagnóstico certero y un tratamiento subsecuente apropiado. La larga lista de referencias actualizadas en todo el texto, indica la importancia creciente de este aspecto de la entidad neuromusculoesqulética, anatómica y funcional. Rene Cailliet, M.D. Prefacio a la segunda edición El dolor en la región del hombro sólo es excedido en frecuencia clínica, por la lumbalgia y el dolor a nivel del cuello. El desarrollo reciente y las modificaciones de los conceptos anteriores con respecto al hombro doloroso, junto con la necesidad de mayor clarificación de síndromes morbosos relacionados, favorecieron esta nueva edición. El hombro corresponde a una unidad funcional compleja que incluye a numerosos tejidos capaces de causar disfunción articular. Al igual que en todos los sistemas musculoesqueléticos, es obligatorio el conocimiento completo de la anatomía funcional, y el médico debe valorar todos los aspectos de dicha anatomía funcional. En consecuencia, es indispensable que el tratamiento se base en la modificación o corrección de estas disfunciones. Todas las articulaciones que conforman el hombro, aproximadamente 8 o 9 pueden contribuir a la producción de dolor y disfunción, por lo que es imprescindible la exploración metódica, individual y colectiva, de todas estas articulaciones. Cuando el hombre comenzó a adoptar la posición erecta, y sus extremidades anteriores se 'transformaron en brazos y manos, el hombro y sus componentes braquiales llegaron a ser dé utilidad para colocar la mano en posición funcional y adquirir una mayor movilidad a expensas de la estabilidad. Debido a esta falta de estabilidad, pueden resultar degeneración, daño, dolor y disfunción. Esta nueva edición complementa la edición anterior. Su estructura básicamente es la misma con respecto a la importancia de la anatomía funcional y mediante la exploración física, se puede apreciar cualquier desviación de la normalidad. Por lo tanto, los antecedentes del paciente y la exploración física serán significativos, y el tratamiento que surja de este concepto, se basará en principios fisiológicos. Se agregaron nuevos capítulos que tratan el hombro del paciente hemipléjico y el síndrome hombro-mano-dedo, que se ven constantemente en la práctica diaria. La bibliografía se eligiópara poner al día las referenciae; habituales de los conceptos postulados. Rene Caillict, M.D. Introducción / La molestia de dolor en la extremidad superior puede representar un problema capaz de confundir al médico fisioterapista. La extremidad superior incluye la columna cervical y sus articulaciones, ligamentos, músculos y nervios. Comprende al cinturón escapular, el brazo, el antebrazo, la muñeca y la mano. Es posible que el dolor se origine en cualesquiera de estas estructuras o se sienta ahí, o bien se produzca en cualquier otra parte del cuerpo, pero se sienta en la extremidad superior. El diagnóstico diferencial y la etiología del dolor dependen de la historia clínica veraz y significativa, y de una exploraci6n física pertinente. Han surgido numerosos procedimientos diagn6sticos como el potencial evocado cortical, pruebas neurol6gicas, termografía, imágenes por resonancia magnética (IRM), procedimientos de tomografía computarizada (TC), y pruebas nucleares 6seas, para mencionar tan solo unas cuantas. Ninguna prueba o procedimiento especial sustituye a la historia clínica o la exploración física. Toda la información pertinente es y debe basarse en el conocimiento completo de la anatomía funcional neuromusculoesquelética normal. La clarificaci6n de la patología como la causa del dolor y la lesi6n continúa siendo la base para el tratamiento apropiado. Los tejidos blandos son el centro de la lesi6n incluso aunque sea frecuente que estén fuera del ámbito de muchos procedimientos diagnósticos de laboratorio. Se han creado y evaluado procedimientos quirúrgicos especiales, como artroscopia y procedimientos microscópicos. La cirugía es importante después de agotar todos los otros procedimientos no quirúrgicos adecuados. El abuso y el mal uso de las modalidades diagnósticas han favorecido gastos médicos excesivos, confusión entre los pacientes, y exoneran falsamente al médico a cargo y al fisioterapista. El dolor cr6nico y la incapacidad funcional innecesariamente permanente, parcial o total resulta de la falta de capacidad para establecer el diagnóstico inicial correcto, seguido del tratamiento adecuado. El propósito de esta nueva edición es proporcionarle al médico una base sólida para llevar a cabo la historia significativa y la exploración adecuada con el fin de que prescriba el tratamiento racional para el paciente que se queja de dolor y lesión del complejo del hombro. Ilustraciones FIGURAS 1-1. 1-2. 1-3. 1-4. 1-5. 1-6. 1-7. 1-8. 1-9. 1-10. 1-11. 1-12. 1-13. 1-14. 1-15. 1-16. 1-17. 1-18. 1-19. 1-20. 1-21. 1-22. Articulaciones del cinturón escapular. Arco acromial. Superficies articulares. Superficies articulares asimétricas. Lubricación hidrodinámica. Movilidad articular: giro o rotación. Movilidad articular. Restricción capsular de la rotación. Articulaciones congruentes-incongruentes. La escápula. Ligamento coracohumcral. Arco acromiocoracoideo. Cápsula sinovial glenohumeral. Acción capsular durante el movimiento glenohumeral. Cápsula anterior y ligamentos glenohumerales. Movilización terapéutica involuntaria de la articulación glenohumcral mediante manipulación. Sitios de origen e inserción muscular sobre la escápula y el húmero. Músculos supraespinoso e infraespinoso. Funcionamiento del sistema de huso. Huso muscular intrafusal. Soporte capsular pasivo del manguillo. Inserción del manguillo rotador sobre el húmero. 1-47. Músculo subescapular. Circulación de los tendones del manguillo: la zona crítica. Circulación sanguínea. Músculo deltoides y su función aislada. Planos de movimiento del brazo. Función del músculo supraespinoso. Acción combinada del manguillo y deltoides sobre la articulación glenohumeral. Ángulo de abducción del deltoides. Mecanismo del manguillo rotador. Rotación externa del húmero por el supraespinoso. Musculatura escapular: rotadores. Rotadores inferiores de la escápula. Inserciones de los músculos dorsal ancho y pectoral sobre el húmero. Pectoral mayor. Evolución del disco (menisco) acromioc1avicular. Arco acromiocoracoide. Acción de los ligamentos coracoc1aviculares sobre la articulación acromioc1avicular. Soporte estático de la escápula por los ligamentos c1aviculoescapulares. Elevación de la escápula que resulta de rotación clavicular. Articulación esternoc1avicular. Músculos que actúan en la c1avícula. Ritmo escapulohumeral. Acción deltoidea sobre la articulación glenohumeral. Movimiento accesorio del ritmo escapulohumeral diferente del movimiento glenohumeral. Mecanismo del bíceps. 2-1. 2-2. 2-3. 2-4. 2-5. 2-6. 2-7. 2-8. 2-9. 2-10. 2-11. Sitios de dolor tisular. Tejido dentro del espacio de las articulaciones suprahumerales. Cambios radiográficos en la disfunción del hombro. Postura con la cabeza hacia delante. Postura laboral defectuosa: tensión al sentarse. Postura laboral defectuosa: tensión al estar de pie. Mediación química de los nociceptores de los traumatismos. Secuelas vasculares del traumatismo tisular. Secuencia de'la degeneración tendinosa. Efecto postural sobre los arcos o límites de movimiento glenohumeral. Secuencia natural de la tendinitis calcificada. 1-23. 1-24. 1-25. 1:'26. 1-27. 1-28. 1-29. 1-30. 1-31. 1-32. 1-33. 1-34. 1-35. 1-36. 1-37. 1-38. 1-39. 1-40. 1-41. 1-42. 1-43. 1-44. 1-45. 1-46. 2-12. 2-13. 2-14. 2-15. 2-16. 2-17. 2-18. 2-19. 2-20. 2-21. 2-22. 2-23. 2-24. 2-25. 2-26. 2-27. 2-28. 2-29. 2-30. 2-31. 2-32. 3-1. 3-2. 3-3. 3-4. 3-5. 3-6. 3-7. 4-1. 4-2. 4-3. 4-4. Evolución de la tendinitis calcificada y formación de bursltis. Bolsa subacromial. Tendinitis aguda e inflamación de tejidos contiguos. Puntos desencadenantes. Mecanismo por el cual la irritación origina incapacidad funcional. Mecanismo de encogimiento. Arco do~oroso. Deslizamiento cruzado de las fibras de colágena. Ejercicio pendular de Codman. _.~ Ejercicio glenohumeral pendular activo. Sitios de inyecciones suprahumerales. Bloqueo del nervio supraescapular. Ejercicios, Ejercicios en casa para aumentar los arcos o límites de movimiento del hombro. Ejercicio para los arcos o límites de movimiento externo. Ejercicio para estirar la cápsula anterior y para aumentar la flexión posterior. Ejercicio sobre la cabeza. Ejercicio para arco o límite de movimiento sobre la cabeza. Fortalecimiento del rotador externo (músculo supraespinoso). Uso correcto e incorrecto del ejercicio de escalar por la pared. Ejercicios de movilidad escapular. r Desgarro del manguillo. Desgarro del manguillo. Prueba de descenso del brazo para el desgarro del manguillo rotador. Prueba del descenso del antebrazo en busca de desgarro del manguillo rotador. Técnica de la inyección para artrografía intraarticular y tratamiento por liberación. Sitios de acromionectomía. Vendaje de yeso en espiga adecuado para el tratamiento de desgarro del manguillo. Sitios tisulares dentro del espacio articular glenohumeral para la formación de adherencias. Etapas de la incapacidad funcional en el hombro doloroso. Revestimiento periarticular de la articulación suprahumera1. Signos leves de limitación del hombro. 4-5. Capsulitis adhesiva. Tratamiento por manipulación de los movimientos involuntarios de la articulación glenohumeral. 4-7. Manipulación estabilizadora rítmica de la articulación glenohumera1. 4-8. Gráfica esquemática de estabilización rítmica. 4-9. Tratamiento antigravitacional de la extremidad edematosa. 4-10. Ejercicios en casa para el hombro restringido y doloroso. 4-11. Ejercicios para el hombro. 4-6. 5-1. 5-2. 5-3. 5-4. 5-5. 5-6. 6-1. 6-2. 6-3. 6-4. 6-5. 6-6. 6-7. 6-8. 6-9. 7-1. 7-2. 7-3. El hombro se relaciona con la postura. Caricatura sobre la postura erecta. Desarrollo cronológico de la lordosis cervical en el desarrollo de la postura. Concepto neurológieo de la postura. Efecto de la gravedad sobre la postura con la cabeza hacia adelante con incremento de la lordosis. .. Ejercicios para una postura adecuada. Cápsula anterior, ligamentos glenohumcrales, y dirección de la luxación anterior del hombro. Cuatro tipos de luxación del húmero. Relación entre la edad del paciente y el mecanismo de luxación anterior. Mecanismo de la luxación. Los planos de movimiento del brazo. Fractura intraarticular en la luxación recurrente del húmero (lesión en muesca de Hermodsson). Manipulación de Kocher para el tratamiento cerrado de la luxación. Lesiones acromioclaviculares. Inmovilización de la separación acromioclavicular: vendaje. Desrrotación total del tronco y brazo durante un servicio de tenis. Elevación, segunda etapa del mecanismo de lanzamiento. Movimiento de lanzamiento por arriba de la cabeza: etapas 3 y 4. 7-4. Pruebas de aprensión y recolocación para la subluxación de hombro. 7-5. Ejercicios de alargamiento para aumentar la rotación externa. 7-6. Se necesita la hiperextensión para un mejor lanzamiento de boliche. 7-7. Ejercicio para hipcrextensión del hombro. 7-8. Ejercicios de inmersión para hiperextcnsión posterior del hombro. 7-9. Ángulo de gravedad de la pierna durante la carrera. 7-10. ~jercicios de oscilación para calentamiento y flexibilidad del tronco. 7-11. 7-12. 7-13. 7-14. 8-1. 8-2. 8-3. 8-4. 8-5. 8-6. 8-7. 8-8. 8-9. 8-10. S-11. 8-12. 8-13. 8-14. 8-15. 8-16. 8-17. 8-18. 8-19. 8-20. 9-1. 9-2. 9-3. Ejercicios de torsión del tronco. Flexión lateral 1. Flexión lateral 2. Ejercicios para el fortalecimiento del manguillo rotador. Fibras que constituyen un nervio cervical. Vista lateral de la unidad funcional de la columna cervical entre C3 y C7. Dirección de los surcos vertebrales. Plexo braquial (esquema). Irritación de la sexta raíz nerviosa cervical. Irritación de la séptima raíz nerviosa cervical. Irritación de la octava raíz nerviosa cervical. Regiones a las cuales hay referencia del dolor de hombro por radiculitis cervical. Dermatomas de las raíces nerviosas cervicales Cs a Cs. Variaciones en la abertura de los orificios. Prueba de compresión de Spurling para la radieulitis. Pruebas de tracción manual y de abducción del brazo para radiculitis cervical. Desembocadura torácica. Musculatura de la cabeza y cuello. Vista anterior de los músculos y la fascia prevertebral, Síndrome del escaleno anterior. Síndromes claviculocostal y del pectoral menor. Ejercicios posturales de elevación escapular. Esquema del plexo braquial. Bloqueo del nervio supraescapular. Sistema nervioso central. Estimado de la recuperación espontánea del síndrome cerebrovascular. Mcscncéfalo, puente y médula. 9-4. Centros motores espinales y supraespinales. 9-5. Corteza premotora (esquemático). 9-6. Sinergia flexora de la extremidad superior. 9-7. Fosa glenoidea. 9-8. Control del sistema fusiforme por el músculo supracspinoso. 9-9. Depresión escapular. 9-10. Mecanismo de subluxación glenohumeral. 9-11. Rotadores internos del húmero. 9-12. Músculos escapulares mediales cspásticos. 9-13. Toda la extremidad superior se encuentra dentro de una férula inflable con aire. 9-14. Con el paciente en posición supina. ~15. En el ejercicio pasivo, el paciente intenta sostener la extremidad en diversas posiciones. 9-16. Cuando el paciente se siente, debe sostener su peso en el lado afectado de la manera descrita. 9-17. Diseño propuesto para la prevención de subluxación. 9-18. Férula en cruz de Rood. 9-19. Cabestrillo para el hombro. 9-20. Cabestrillo para el brazo en una silla de ruedas. 9-21. Patrón extensor de la extremidad superior con extensión del cuello. 9-22. Negación demostrada por el paciente. 9-23. El paciente anda a gatas con el peso en el brazo afectado. 9-24. Paciente sentado e inclinado en el brazo afectado. 9-25. Técnica de estabilización rítmica para aumentar el límite de movimiento de la articulación del hombro. 10-1. 10-2. 10-3. 16-4. 10-5. 10-6. 10-7. 10-8. 10-9. 10-10. 10-11. 10-12. 10-13. 10-14. 10-15. Transporte neural axoplásmico. Excreciones axonales que forman un neuroma (esquemático). Vías neuronales de dolor. Transmisión causálgica (autonómica) de la sensación del dolor. Mecanismos neurofisiólogíco propuesto de dolor sostenido simpáticamente (DMS). Bombas linfáticas venosas de la extremidad superior. Secuencia que favorece el síndrome hombro-mano-dedo congelado. Cambios de los dedos en el síndrome mano-hombro. Flexión-extensión normal de las articulaciones metacarpofalángicas. Patrones de la mano. Técnica del bloqueo del ganglio cervicotorácico "estrellado" o del plexo braquial. Tratamiento antigravitatorio de la extremidad edematosa. Eliminación del edema del dedo. Movilización de las articulaciones de la muñeca y los dedos. Tratamiento de manipulación del movimiento involuntario de la articulación glenohumeral. 11-1. Zona de desencadenamiento del músculo elevador de la escápula en el síndrome de fatiga postural. 11-2. Postura a evitar en posición sentada. 11-3. Postura a evitar de pie. 12-1. Fuentes viscerales de dolor de hombro. 12-2. Mecanismos neurales de dolor visceral referido. Contenido Capítulo 1. Anatomía funcional ..•.......•.•..•...•••....•.••• 1 Mecánica de las articulaciones Articulación glenohumeral Fosa glenoidea Cápsula glenohumeral Articulación suprahumeral Músculos de la articulación glenohumeral Sistema muscular de husos Manguillo rotador tendón del manguillo rotador . . . . . . . . . . .. 4 6 12 13 17 18 19 23 25 Músculo deltoides Movimiento glenohumeral Componente escapular del ritmo eseapulohumeral ... Movimiento de las articulaciones acromioclavicular y esternoclavicular . . . . . . . .. Movimiento rítmico escapulohumeral . . . . . . . .. Mecanismo del bíceps Bibliografía 27 28 34 38 44 49 50 Capítulo 2. Locallzacíón y mecanismos tisulares del dolor en el cinturón escapular ...............•.•....... 53 Tendinitis: traumatismo, desgaste y degeneración Síntomas de tendinitis supraespinosa Tendinitis calcificada 56 62 65 bursitis: bursitis subdeltoidea (subacromial) 69 Diagnóstico: tendinitis supraespinosa (bursitis subdeltoidea) . . . 70 Tratamiento . . . . . . . . . . 77 Ejercicios terapéuticos. . .. 83 Ejercicios de fortalecimiento.. 87 Efecto fisiológico del ejercicio Bibliografía Capítulo 3. Desgarro del manguillo rotador: parcial y completo Hallazgos físicos 99 Desgarro parcial o completo 99 Prueba confirmatoria del desgarro del manguillo . . 101 Tratamiento del desgarro del manguillo rotador Bibliografía Capítulo 4. Hombro congelado: capsulitis adhesiva, bursitis adhesiva Cuadro clínico:hallazgos físicos .. Signos radiológicos Tratamiento del hombro congelado Alteraciones que se relacionan con el hombro congelado . . . 112 114 114 115 97 102 106 107 Problemas del hombro doloroso . . . . . . . . 116 Tratamientos sugeridos . . . 119 Técnica de manipulación 123 Distensión por artrografía: rompimiento 124 Bibliografía 125 Capítulo 5. Postura en el hombro doloroso Postura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 129 Desarrollo de la postura .,..... 130 Capítulo 8. Dolor de hombro de referencia neurológica 89 95 Bibliografía 127 137 Capítulo 6. Traumatismo del hombro ...................... . 139 Luxación 139 Mecanismos de luxación . . 141 Diagnóstico de luxación . . . 145 Tratamiento de la luxación 146 Lesión de la articulación acromioclavicular Diagnóstico Fracturas claviculares Bibliografía Capítulo 7. Lesiones deportivas del hombro Tratamiento del atleta lesionado .. 165 Ejercicios rotadores externos . . 173 Bibliografía 148 149 150 152 155 173 Compromiso de la raíz nerviosa cervical (radiculopatía) Mecanismo del dolor cervical radicular en la extremidad superior Síndrome de la desembocadura torácica. . . . . . . . . . . . . . .. Síntomas del SDT Costilla cervical. . . . . . . . Síndrome del escaleno anterior . . . . . . . . . Síndrome claviculocostal .. 175 180 184 189 189 190 190 Síndrome de la desembocadura torácica por hiperabducci6n . . 190 Exploración física . . . . . . 191 Tratamiento . . . . . . . . . 192 Lesiones del plexo braquial . . .. 195 Neuritis del plexo braquial. . 196 Atrapamiento nervioso supraescapular 197 Atrapamiento del nervio escapular dorsal 199 Bibliografía 199 Capítulo 9. Hombro del paciente hemipléjico Síndrome cerebrovascular completo Ataque isquémico transitorio (AIT) Etapa flácida . . . . . . . . . Etapa espástica . . . . . . . . Etapa de sinergia . . . . . . . Hombro en todas las etapas de la hemiplejía Patomecánica de la función del hombro en las etapas de la enfermedad cerebrovascular Etapa flácida . . . . . . . . . 201 201 202 203 206 208 209 209 201 Etapa espástica Etapa sinérgica Pérdida sensitiva en elSCV Recuperación funcional Conceptos terapéuticos del hombro hemipléjico . . . .. Etapa flácida . . . . . . . . . SulSÍuxación del hombro Hombro hemipléjico en la etapa espástica . . . . . . . . . . . . . .. Osificación heterotrópica ..... Tratamiento . . . . . . . . . Bibliografía Capítulo 10. Distrofia simpática refleja Distrofia simpática refleja ..... 237 Distrofia simpática refleja (DSR) en las lesiones de hombro . . . . . . 243 175 211 213 214 214 215 215 219 222 231 233 233 237 Síndrome hombro-mano-dedos .... 245 Componente arterial . . , 245 Componente venoso. . . . . 245 Mecanismo del síndrome hombro-mano-dedos .. 247 Diagnóstico del síndrome hombro-mano-dedos . . 247 Tratamiento . . . . . . . . . 253 Aspectos psiquiátricos 261 Bibliografía 261 Capítulo 11. Síndrome escapulocostal, síndrome de dolor miofascial ......•.. Síndrome escapulocostal . . . . . . 265 Fibrositis y síndromes dolorosos de Referencia muscular .. 269 n ••••••••••••••••• Anatomía funcional 265 CAPÍTULO 1 Manejo clínico . . . . . . . . 272 Bibliografía 272 Capítulo 12. Dolor visceral referido ............•.......•.... 275 Bibliografía 278 Índice 279 E l término articuladón del hombro debe clasificarse en su definición, si se desea tener una comprensión adecuada de este sitio anat6mico que puede presentar dolor ydisfunción. El en lenguaje clínico habitual de la patología del hombro, se enfatiza en la articulación glenohumeral. Esta articulaci6n puede ser el sitio principal de dolor y disminución de la funci6n en la mayor parte de los casos de dolor de hombro, pero existen otras numerosas articulaciones en el complejo del hombro que actúan en cualquier función de la extremidad superior. Con el fin de revisar y entender en su totalidad cómo funcionan las extremidades superiores, es más apropiado utilizar el término complejo del cinturón escapular. Otras definiciones para el mecanismo del brazo son las articulaciones toracoescapulohumeraI, complejo hombro-brazo, o simplemente cintur6n escapular. Todas las articulaciones del complejo del hombro participan en cualquier función que permita colocar la mano en una posición útil para efectuar actividades manuales. En las funciones de la extremidad superior que tienen un fin determinado, todas las articulaciones que participan deben ser operantes y bien coordinadas. Es evidente que, al valorar la función normal y, en consecuencia, al establecer el lugar donde hay anormalidades que resulten en dolor y disfunción, es indispensable que se valore cada articulación. Debe clarificarse la inervación de cada músculo y verificarse la retroalimentación para asegurar una función bien coordinada. No existe otra parte del sistema musculoesquelético del cuerpo humano que ilustre con mayor claridad. el axioma que propone que, no hay articulación en que se necesite más el funcionamiento eficaz integrado y completo desde el punto de vista ncuromusculoesquclético y articular, que en el complejo del cinturón escapular. Cuando el hombre, a través de la evolución, empezó a conservarse en bipedestación y con mayor uso de la extremidad superior diestra, ésta se transformó, de un apéndice para sostener el peso, a un instrumento para la prensión y manipulación. En consecuencia, el cinturón escapular asume un mayor rango de movilidad, reemplazando la estabilidad por la fuerza de ambulación y la sustentación del peso por el movimiento. El cerebro (neocorteza) se desarrolla de acuerdo con el aumento de tamaño de las regiones de corteza premotora que controlan el habla, el movimiento facial, y la 1 2 - Hombro (Capítulo 1) Anatomia Funcional - 3 función del pulgar y los dedos. El área cortical que controla la función del hombro aum~n!a de tamaño de manera similar. En los seres humanos se desarrollaron ~oV1~Iento~ de prensíón, oposición y manipulación digital precisa. El hombro ~bIen !DeJora en cuanto a la precisión de la m~vilidad, coordinación, fuerza y resistencia, ayudando en las funciones de la extremidad superior. El brazo comprende la extremidad superior que se sostiene en el tronco mediante la escápula. 1 movimiento co.ordirta~o entre el brazo y la escápula de acuerdo con la unión En vista de que la extremidad superior básicamente se apoya en el tronco mediante estas articulaciones es evidente que el miembro superior depende de los siguientes tejidos blandos para soporte y función: músculos, fascias, ligamentos, tendones y cápsulas articulares. La articulación proximal del complejo del hombro 7) es la articulación costovertebral. Siguiendo hacia afuera, la articulación contigua es la 6) articulación esternocostal. El esternón se e1evay desciende a través de su fijación a la columna vertebral mediante las costillas. Por lo tanto, es válido decir que las articulaciones esternocostovertebrales 6), también pertenecen al cinturón escapular. La escápula se sostiene fuera de la columna vertebral mediante un punto de apoyo, la clavícula, la cual se fija al esternón gracias a la 5) .artic~lación es~ernoclayi cular donde los movimientos ocurren en numerosas direcciones: arnba, abajo, adelante, atrás, y en círculo. Cada una de las articulaciones dentro del complejo escapulohumerovertebral, se revisarán y valorarán por separado. La escápula se articula en la parrilla costal en la articulación escapulocostal o escapulotorácica 4). Esta puede denominarse articulación ~e?ido a qu~ c1!mple con la definición: lugar donde dos huesos se reúnen para permitir los movimientos. La articulación escapulocostal satisface esta definición de manera arbitraria, ya que hay un hueso plano cóncavo que se desliza sobre la parte convexa del hueso costal y están separados sólo por el músculo, la fascia y la cápsula. Sin embargo, desde el punto de vista funcional es una articulación. La mayor porción del complejo del cinturón escapular, el brazo, co~ienza ~n la articulación acromioclavicular 3), donde se suspende la escápula, que gira hacia el . . ., . tórax y desde él. La articulación del hombro, así denominada clínicamente, o articulación glenohumeral, es en esencia la articulación proximal del brazo y es más compleja en estructura y función. La separación de la cabeza del húmero de su componente escapular y parte de la unión glenohumeral, corresponde a la articulación ~uprahu meral. Si bien en esencia no es una unión que se forme por dos huesos articulados, hay una interrelación anatómica que es tanto funcional como vulnerable a trastornos patológicos. . Dentro de su unión a la fosa g1enoidea, la cabeza del húmero está cubierta por un arco ligamentoso, el ligamento coracoacromial (figura 1-2). Este ligamento, situado entre la apófisis coracoides anterior yla apófisis acromial, en esencia funciona como un techo sobre la articulación glenohumeral. No existe movimiento entre estos dos huesos (el coracoides y el acromion) porque ambos son estructuras de la escápula. En consecuencia, la función de este ligamento es pasiva, al cubrir y proteger la articulación de traumatismos directos. Conforme el húmero se desplaza durante el movimiento del brazo, pasa directamente por debajo del ligamento coracohumeral y por lo tanto, conforma la definición de articulación. La articulación glenohumeral se estudia aquí en detalle, debido a que es el sitio de mayor movilidad y trastornos patológicos significativos. Todos sus tejidos son importantes. En este capítulo se revisa el mecanismo del bíceps, ya que la relación del ten~~n con la articulación glenohumeral tiene significado funcional, además de ser un SItiO de dolor y procesos patológicos. Esto se revisa junto con otros tejidos blandos que participan en las funciones glenohumerales. !3 proxunal al tronco, se introdujo por E. A. Codman en su trabajo clásico "El hombro" Este autor definió el movimiento sincrónico del brazo como ritmo escap~lohumeral. . Los numerosos componentes de la extremidad superior se muestran en la figura 1-1 e~ la cual el n~ero es la articulación glenohumeral y la articulación proximal, y ei numero 7) la articulacíon costovertebral. La secuencia de los números es arbitraria. 9 Figura 1:-1. Articulocicnss del cinturón escapular: 1) glenohumeral, 2) suprahumerol, 3) acromloclavlcular, 4) escapulocostal, 5) esternoclavicular, 6) esternocostal 7) costovertebral. , 4 - Hombro (Capítulo 1) Anatomía Funcional 5 Ligamento acromioclavicular Ligamento coracoacromial Ligamentos Trapezoide Conoide Acromion ~~.\..., Coracoides __ Ovoide Borde glenoideo En forma de silla Figura 1-~. Superfici;s articul~res. Existen dos superficies articulares bósicas: ovoides y en forma.~e 51110. la ~vo,de es Uniformemente convexa (X) en cualquier punto a lo largo de su Tendón del tríceps Figura 1-2. Arco acromial. El diagrama describe la forma de la fosa glenoidea y sus relaciones con la apófisis acromial, la apófisis coracoides y el ligamento corocoocrorniol. En esencia, esta figura muestra la cavidad de la articulación glenohumeral y también la relación de la articulación suprahumeral. MECÁNICA DE LAS ARTICULACIONES La comprensión de la función mecánica articular ha avanzado cada vez más, gracias a la cooperación entre la ingeniería y la medicina. Los tratamientos físicos de las disfunciones articulares dependen del claro entendimiento de la función mecánica de cualquier articulación y tejidos con los que se relaciona. Una articulación sinovial típica (diartrosis) se forma de dos superficies articulares opuestas, ambas cubiertas de cartílago. Está encerrada dentro de una cápsula que contiene líquido sinovial, el cual se secreta como lubricante por la sinovia. Básicamente existen dos tipos de superficies articulares: ovoide y en forma de silla (figura 1-3); la primera es cóncava o convexa de manera uniforme. La curvatura del hueso opuesto de la articulación es congruente o incongruente, dependiendo del arco o curvatura y de la relación entre las dos superficies (MacConnaill, 1946). Las superficies articulares de huesos opuestos y que conforman la articulación, se consideran curvas perfectas ajustadas una con otra con igual contacto en cada punto. La movilidad de este tipo de articulación ocurre alrededor de un eje fijo de rotación. Esta definición de articulación congruente verdadera es contraria a lo que se acepta en los principios de ingeniería. Los estudios de ingeniería acerca de articulaciones muestran que la superficie articular es variable más que uniforme. Una articulación congruente verdadera no permitiría la lubricación sinovial, mientras que un grado de incongruencia moviliza el lubricante a cualquier lado de la articulación (figura 1-4). superflCl? la que tiene forma de silla es convexa (Z) en un plano y cóncava (Y) en el plano perpendicular. . U~a articulación congruente verdadera implica contacto directo de las superfí- eres articulares en !odos los p,untosalrededor de las curvaturas de la superficie. Este cont~cto crea una interrelación de empaque cerrado (MacConnaill) y podría trabar la articulación. No habría lubricación (figura 1-5). .. En una articulación incongruente, las superficies articulares se tocan en diversos _SItIOS Y. cub~~n un área pequeña. El resto del espacio articular se separa con un grado mayor (figura 1-5). En el cuerpo humano sólo la articulación de la cadera (cabeza femoral dentro del acetá?~o) se ~pro~a a un~ a~ticulación ~~ruente. Esta es la articulación de mayor estabilidad y aun aSI sus movnmentos son limitados. En esta articulación (congruente), Fi~ura 1.-4. S~perficies articulares asimétricas. las superficies articulares asimétricas de las artlculac/o,nes In~ongruen!es provocan que el líquido sinovial (flecha gruesa) fluya hacia el oreo articular libre. los ligamentos articulares permanecen tensos del lado cerrado y laxos en el lado opuesto. Anatomía Funcional - 9 (Capítulo 1) 8 - Hombro En la articulación incongruente no hay un asiento profundo, por lo que los músculos pueden proporcionar sostén, mientras que la cabeza se mueve simultáneamente alrededor del cambiante centro de rotación. Esto obliga a una acción dual de los músculos: soporte y movimiento. Yaque la cápsula está unida alrededor de la circunferencia de la cavidad cóncava' y alrededor del contorno convexo de la cabeza y del cuerpo humeral (fémur) en las articulaciones congruentes la cápsula es de la misma longitud a todo lo largo, y se acorta simétricamente con el movimiento. En la articulación incongruente, la cápsula es más larga en una de las caras y más corta en la otra, debido a que los puntos de fijación difieren conforme gira la cabeza (figura 1-9). A B Figura 1-8. Restricción capsular de la rotación. La figura (A) es la posición neutra de una articulación con la Cápsula, por lo general laxa. Cuando hay rotación ósea (B), la cápsula se pone tensa y limita la movilidad. Las fibras capsulares limitantes pueden ser lo suficientemente gruesas como para funcionar como un ligamento. , \ \ , , I I La articulación glenohumeral (la articulación entre la cabeza redonda y convexa del húmero y la superficie cóncava poco profunda de la fosa glenoidea) es un ejemplo clásico de articulación incongruente tanto en estructura como en función. Es indispensable recordar algunos aspectos de la incongruencia, con el fin de hacer una mayor revisión acerca de articulaciones con esta característica y para aplicar esta definición a la articulación glenohumeral. Las superficies articulares no son superficies simétricas; la cabeza humeral es más convexa, y la fosa glenoidea es una cavidad menos profunda en comparación con la relación que guardan la cabeza femoral y el acetábulo. Conforme se mueve la cabeza del húmero (convexa), se desliza hacia abajo, adelante, atrás, en dirección opuesta, de dentro hacia afuera, de acuerdo con los movimientos esperados del brazo. Durante los movimientos de la articulación glenohumeral (incongruente) cambia el centro de rotación, mientras que el movimiento femoroacetabular (congruente) ocurre en forma mínima, en caso de existir alguno. A medida que cambia el centro de rotación, la acción muscular varía en relación con este eje. En la articulación congruente los rotadores flexor y extensor, internos y externos mueven en conjunto la parte que está alrededor del centro fijo. La acción muscular es relativamente simple, tal vez porque es más para la movilidad que para el soporte. El soporte de la articulación congruente está constituido por las interrelaciones profundas entre los aspectos masculinos y femeninos de las articulaciones. , I ., I A Figura 1-9. Articulaciones congruentes-incongruentes: (A) En una articulación congruente, las superficies cóncavas y convexas son simétricas. Las superficies articulares son equidistantes y en cualquier punto de su circunferencia (a = b = e = d, etcétera). Durante la rotación, el movimiento se presenta alrededor de un eje fijo (A). La acción muscular (M) produce movimiento simétrico sobre este eje fijo y sólo es necesario para el movimiento, no para la estabilidad. La profundidad de la superficie cóncava proporciona estabilidad ~rticular. La cápsula (C) se alarga de manera simétrica. (B) Lasarticulaciones incongruentes tienen superficies articulantes asimétricas. La superficie cóncava es alargada y la convexa es rnos circular, así, la distancia entre ellas varía en cada punto (g > f> e < h), Cuando la articulación se mueve, cambia el eje de rotación (A), y el movimiento articular es más de ~eslizamiento que de rotación. Por lo tanto, los músculos pueden deslizar la articulación y Simultáneamente conservar la estabilidad. La cápsula varía en su alargamiento en cualquier movimiento. La articulación glenohumeral es incongruente. 10 - Hombro (Capítulo 1) La cavidad de la articulación glenohumeral incongruente es la fosa g1enoidea, que se localiza en la cara lateral superior de la escápula. Ésta (homóplato) se sitúa en la superficie posterior de la caja torácica, con su superficie ventral cóncava que corresponde a la superficie convexa de la parrilla costal (figura 1-10). La única conexión ósea de la escápula con el tórax y la columna vertebral es a través de la articulación acromioclavicular, con la clavícula unida al esternón, el cual se fija a la columna vertebral mediante las costillas (figura 1-1). El otro apoyo de la escápula y, por lo tanto de todo el cinturón escapular, está constituido por los numerosos músculos que a su vez se fijan a la columna vertebral. La cara dorsal de la escápula se divide mediante una cresta ósea espinosa que se extiende horizontalmente desde la cara interna (medial) de la escápula hasta extenderse lateralmente y posterior a la fosa glenoidea como una prolongación bulbosa denominada apófisis acromial. Ésta tiene una fosa articular cóncava en su cara anterolateral en donde se fija el extremo de la clavícula, formando la articulación acromioclavicular (A-e). Por encima de la espina de la escápula hay una cavidad profunda que contiene al músculo supraespinoso. Por debajo hay una depresión que se llena con los músculos Figura 1-11. Ligamento corocohurnerol. Anterior Posterior Sagital Figura 1-10. la escópula. Se muestran las vistas posterior, anterior y sagital de la escópula. La espina se observa en la vista posterior que divide al escópulo en fosa supraespinosa e infraespinosa, de donde se originan los músculos del mismo nombre. la vista sagital se observa mós gróficamente en la figura 1-2, en donde se describen las relaciones de la fosa glenoidea con la apófisis acromia! sobresaliente y la apófisis coracoides a nivel interno. Nótese el óngulo de la fosa glenoidea, en forma lateral, anterior y hacia arriba. infraespinosos y redondo menor. Estos músculos forman la masa muscular de la del hombro cuando se observan debajo de la piel de la porción superior de la esr Por su situación subcutánea, es posible palparlos para verificar su masa, yen ca atrofia pueden percibirse. Estos músculos supra e infraespinosos se extienden unirse en un tendón conocido como tendón conjunto, tendón del supraespínr tendón del manguillo muscular rotador, En la superficie interna de la escápula hay una apófisis ósea que protruye adelante y termina también en forma bulbosa. Es la apófisis coracoldes que se 101 hacia dentro del borde anterior de la fosa glenoidea y anteroinferior a la at acromial. La apófisis coracoides se palpa en la región de la axila bajo la cara I de la clavícula. La apófisis coracoides es el punto de fijación de los músculos escapulares el pectoral mayor y el pectoral menor. También es el sitio de fijación de dii ligamentos denominados: ligamentos coracoclavicülar, coracohumeral y coracc mial. El ligamento coracoclavicular actúa en la clavícula durante la circundr escapular sobre la pared torácica, función que se revisará más adelante. El ligamento coracohumeral, que se une de la apófisis coracoides a h anterosuperior del cuerpo humeral (figura 1-11), actúa limitando la rotación e~ del brazo. El ligamento coracoacromial es un ligamento ancho que se une a ambas ¡: nencias óseas. Debido a que se fija por encima de la escápula, las funciones lig. tosas corresponden meramente a un techo sobre la articulación glenohumeral ( 1-12). El espacio entre el ligamento coracoacromial y la articulación glenohu se denomina articulación suprahumeral (véase 2) en figura 1-1). 12 - Hombro (Capftulo 1) Anatomía Funcional - 13 cÁPSULA GLENOHUMERAL - Acromion Borde glenoideo- La cápsula de la articulación glenohumeral tiene una pared muy delgada y espaciosa, que puede contener aproximadamente 30 cm de líquido o aire. En su unión al hueso glenoideo, una pequeña porción de la línea epifisiaria se extiende dentro de los límites capsulares, razón por la cual es posible que, algunas veces, la osteomielitis se extienda dentro de esta articulación. La cápsula se origina de la fosa glenoidea (borde) yse inserta alrededor del cuello anatómico del húmero. Hay un revestimiento sinovial en toda la cápsula que se mezcla con el cartílago hialino de la cabeza humeral. Sin embargo, en la porción glenoidea no alcanza al cartílago de la fosa (figura 1-13). La cabeza larga del bíceps se fija a la porción superior de la fosa glenoidea (figura 1-12). Invagina la cápsula, pero no entra en la cavidad sinovial; por lo tanto, el tendón del bíceps es intracapsular, aunque es extrasinovial. La cápsula se dobla e incorpora i I ( Ligamento coracoacromial Figura 1-12. Arco acromiocoracoideo. El diagrama describe la forma de la fosa glenoideo y sus relaciones con la apófisis acromial, la apófisis coracoides, y el ligamento corocoocromial. En esencia, el diagrama muestra la cavidad de la articulación glenohumeral así como la representación de las relaciones de la articulación supra humeral. FOSA GLENOIDEA Cópsula sinovial Ligamento humeral transverso - + - -..~ Invaginaci6n del--tend6n del b(cep~ --/~.'- / Tend6n del bíceps \ A La fosa glenoidea es una articulación poco profunda en forma de pera, con la parte estrecha situada superiormente. Se localiza en la cara anterior, superior y lateral de la escápula (figura 1-9), de tal manera que la fosa glenoidea mira en la dirección determinada por la posición de la escápula. Normalmente se sitúa hacia adelante, hacia afuera y hacia arriba en una ligera angulación. Es la parte poco profunda de una articulación incongruente o diartrosis y, aSÍ, no funciona para colocar la cabeza articular del húmero. Se profundiza a través de un borde fibroso alrededor de toda su periferia. Se considera que este borde es un doblez de la cápsula de la articulación glenohumeral, que también se une alrededor de toda la periferia. Existe una firme unión fibrosa al periostio de la fosa glenoidea, que representa un sitio potencial de avulsión como resultado de traumatismos externos. La base de la fosaglenoideaestá cubiertacon cartílago, pero debido a que la cabeza del húmero es significativamente más convexa que la concavidadglenoidea,sólo una pequeña porción de cada una de las superficiesarticularesestá en contactoen todo momento. En consecuencia, los movimientos entre la superficie glenoidea poco profunda y la superficie más convexa de la cabeza humeral son una distrosis deslizante. J ----t- Bolsa subcoracoidea \ Bolsa subescapular Cápsula Tendón del bíceps _ Membrana sinovial ICart(lago de la fosa articular Cartílago articular del húmero Líquido sinovial - \ \ l/// Porci6n intertubercular B Figura 1-1 3. Cópsula sinovial glenohumeral. (A) la espaciosa cópsula cubre toda la cabeza humeral. la invaginación de la cópsula acompaña al tendón del bíceps por debajo del surco bicipital que pasa bajo el ligamento humeral transverso a la altura del punto de fijación del músculo pectoral mayor QI cuerpo del húmero. las bolsas subescapular y subcoracoides de la cópsula contienen líquido sinovial y se continúan directamente con la cópsula principal. Estos sacos se observan con claridad en los artrogromas por tinción. (B) Se muestra la invaginación intraescapular y extrasinovial de lo cabeza larga del tendón del bíceps, así como su trayecto para fijarse al borde superior de la foso glenoidea. El revestimiento sinovial se fija al cartOago articular de la cabeza del húmero y se une en la foso glenoidea a cierta distancia del borde del cartOago glenoideo. 18 - Hombro (Capítulo 1) del acromion justifica el término de articulación pero en ésta no intervienen cartílago, cápsula, y sinovia entre los dos huesos articulados. El. arco sobresaliente protege la articulación glenohumeral de traumatismo directo desde arriba. Previene la subluxación superior del húmero y representa una obstrucción mecánica para la cabeza humeral cuando el brazo está en abducción se flexiona hacia adelante y atrás, y cuando se eleva, sobre la cabeza. Esta limitación constituye la base de algunos procesos patológicos que ocurren en esta articulación. La articulación suprahumeral está confinada dentro de la fosa glenoidea y su borde, superior y ligeramente anterior por la apófisis acromial, hacia adentro por la apófisis coracoides, y hacia arriba por el ligamento coracoacromial (figura 1-12). Dentro del contenido del espacio articular suprahumeral se encuentra la bolsa subacromial, la bolsa subcoracoides, el tendón del músculo supraespinoso, la cara superior de la cápsula glenohumeral, y una porción del tendón del bíceps. Muchos de estos tejidos, contenidos dentro de un pequeño espacio, están inervados por terminales nerviosas nociceptivas que pueden dar como resultado dolor y disfunción. Anatomia Funcional - 19 'T'ríceps • I Redondl-+ Tríceps Romboides mayor menor Redondo mayor '~ '" Deltoides Tríceps Origen Subescapular "'. Trfceps cabeza larga Serrato anterior Supraespinoso Subescapular ~~~~, Inserción MÚSCULOS DE LA ARTICULACIÓN GLENOHUMERAL Pectoral mayor Deltoides Numerosos músculos participan en la función de la articulación glenohumeral, que sostienen la extremidad superior de manera pasiva y la mueven. Estas funciones musculares son estáticas y cinéticas. Cinco de los nueve músculos relacionados con la articulación glenohumeral pueden considerarse motores primarios. Trabajan solos o en conjunto y se coordinan a nivel neurológico fino. Su control neurológico es consciente e inconsciente, con un sistema de coordinación intrínseco de retroalimentación. Durante el apoyo estático, los músculos que participan de manera más importante son el deltoides y el supraespinoso. Estos músculos conservan la cabeza del húmero muy cerca del arco coracoacrornial sobresaliente, y de manera simultánea conservan la cabeza del húmero dentro de la fosa glenoidca. Los demás músculos del manguillo rotador, como se les denomina en conjunto, son el infraespinoso, el redondo menor, el redondo mayor y el subescapular. Estos músculos son auxiliares en La función de estabilizar la cabeza del húmero en comparación con el músculo supraespinoso y el deltoides. El músculo supraespinoso se origina en la fosa supraespinosa escapular arriba de la espina de este hueso (figura 1-17). El músculo se extiende hacia los lados, pasando bajo el ligamento coracoacromial para fijarse al final por un tendón en la tuberosidad mayor de la cabeza del húmero (figura 1-18). La tuberosidad mayor-es lateral al surco bicipita1. Su inervación es por el nervio supraescapular que se compone de las raíces cervicales CA, Cs y C6. Este músculo es el que soporta el peso de la extremidad superior, al conservar el tono, mediante su sistema intrafusal y la inervación del tendón de Golgi. Sólo cuando el músculo se alarga más allá de su longitud normal conservando el tono, la fascia muscular es el tejido de sostén (figura 1-19). Figura 1-17. Sitios de origen e inserción muscular sobre la escópula y el húmero. Se muestran todos los músculos que llevan a cabo alguna función en el cinturón escapular. Las óreas punteadas indican los sitios de origen muscular, y las rayadas representan las zonas sobre las cuales los músculos o sus tendones se insertan. Todos los músculos voluntarios del cuerpo controlan la coordinación que se ejerce mediante el sistema de husos: las fibras musculares intrínsecas. Con excepción del músculo supraespinoso que se separa en esta unión, el resto de los músculos del complejo del cinturón escapular están inervados de modo similar, 10 que asegura la función neuromuscular coordinada y uniforme. SISTEMA MUSCULAR DE HUSOS Todos los músculos principales tienen fibras extrafusales que se contraen voluntariamente mediante estimulación de las células del cuerpo anterior, dentro de la sustancia gris de la médula espinal. La fibra que va hacia el músculo, la fibra alfa, termina de manera florida dentro del músculo. (Capitulo 1) 16 - Hombro Anatomía Funcional - 17 ---------------------- ~ U -, l .! \ / f e B Figura 1-16. Movilización terapéutica involuntaria de la articulación glenohumeral mediante manipulación. (A) Elevación de la cabeza del húmera contra la foso glenoidea. Presión a lo largo del cuerpo del húmero; con la otra mono se previene la elevación de lo escópula, lo que causa elevación del húmero estirando la cópsula superior. (8) Movilización anterior y posterior de la cabeza humeral contra la fosa glenoidea. Deben aplicarse tres puntos de contacto. Una mano moviliza el húmero mientras que la otra "fija" la escópula. El codo o antebrazo se fijo con el cuerpo o codo del terapeuta. un sitio de debilidad capsular que permite la luxación anteroinferior de la cabeza del húmero. La rotación externa del húmero debe estar limitada fisiológicamente para prevenir subluxación, la cual ocurre a nivel anterior e inferior a través de los puntos débiles dentro de la cápsula. La rotación externa se limita mediante los ligamentos glenohumerales de la cápsula, elligarncnto coracohumeral y el músculo subescapular del manguillo rotador. También es importante la constricción de la cápsula en el hombro congelado atribuido a capsulítís adherente, que se revisa más adelante en forma completa. Figura 1-16 (continúa). (e) Movilización lateral de la cabeza del húmero alejóndola (separóndose) de la fosa glenoidea. Una mano del terapeuta tracciona en óngulo recto el cuerpo del húmero mientras que la escópula y el codo se fijan. (O) Tracción para separar la cabeza del húmero de la fosa glenoidea mientras que el brazo se abduce y se rota gradualmente. Contrarresistencia (fijación) aplicada contra el borde axilar de la escópula. ARTICULACIÓN SUPRAHUMERAL La articulación suprahumeral no debe confundirse con una articulación verdadera, que se define como el punto de unión entre dos huesos (Taber). La articulación suprahumeral es la unión que se forma entre la cabeza del húmero y el ligamento coracoacromial supradyacente y la apófisis acromial sobresaliente. La proximidad 18 - Hombro (Capítulo 1) del acromionjustifica el término de articulación pero en ésta no intervienen cartílago, cápsula, y sinovia entre los dos huesos articulados. El arco sobresaliente protege la articulación glenohumeral de traumatismo directo desde arriba. Previene la sub luxación superior del húmero y representa una obstrucción mecánica para la cabeza humeral cuando el brazo está en abducción se flexiona hacia adelante y atrás, y cuando se eleva, sobre la cabeza. Esta limitación constituye la base de algunos procesos patológicos que ocurren en esta articulación. La articulación suprahumeral está confinada dentro de la fosa glenoidea y su borde, superior y ligeramente anterior por la apófisis acromial, hacia adentro por la apófisis coracoides, y hacia arriba por el ligamento coracoacromial (figura 1-12). Dentro del contenido del espacio articular suprahumeral se encuentra la bolsa subacromial, la bolsa subcoracoides, el tendón del músculo supraespinoso, la cara superior de la cápsula glenohumeral, y una porción del tendón del bíceps. Muchos de estos tejidos, contenidos dentro de un pequeño espacio, están inervados por terminales nerviosas nociceptivas que pueden dar como resultado dolor y disfunción. Anatomía Funcional - 19 Trfceps Romboides mayor Redondo mayor I ~Tr~eps ~ Subescapular '" Deltoides Tríceps Origen MÚSCULOS DE LA ARTICULACIÓN GLENOHUMERAL Redondl menor "'. Trfceps cabeza larga Serrato anterior Supra espinoso Subescapular Pectoral mayor Deltoides Numerosos músculos participan en la función de la articulación glenohumeral, que sostienen la extremidad superior de manera pasiva y la mueven. Estas funciones musculares son estáticas y cinéticas. Cinco de los nueve músculos relacionados con la articulación glenohumeral pueden considerarse motores primarios. Trabajan solos o en conjunto y se coordinan a nivel neurológico fino. Su control neurológico es consciente e inconsciente, con un sistema de coordinación intrínseco de retroalimentación. Durante el apoyo estático, los músculos que participan de manera más importante son el deltoides y el supraespinoso, Estos músculos conservan la cabeza del húmero muy cerca del arco coracoacromial sobresaliente, y de manera simultánea conservan la cabeza del húmero dentro de la fosa glcnoidea. Los demás músculos del manguillo retador, como se les denomina en conjunto, son el infraespinoso, el redondo menor, el redondo mayor y el subescapular. Estos músculos son auxiliares en la función de estabilizar la cabeza del húmero en comparación con el músculo supraespinoso y el deltoides. El músculo supracspinoso se origina en la fosa supraespinosa escapular arriba de la espina de este hueso (figura 1-17). El músculo se extiende hacia los lados, pasando bajo el ligamento coracoacromial para fijarse al final por un tendón en la tuberosidad mayor de la cabeza del húmero (figura 1-18). La tuberosidad mayor-es lateral al surco bicipital, Su inervación es por el nervio supracscapular que se compone de las raíces cervicales CA, Cs y C6. Este músculo es el que soporta el peso de la extremidad superior, al conservar el tono, mediante su sistema intrafusal y la inervación del tendón de Golgi. Sólo cuando el músculo se alarga más allá de su longitud normal conservando el tono, la fascia muscular es el tejido de sostén (figura 1-19). Figura 1-17. Sitios de origen e inserción muscular sobre Jo escópula y el húmero. Se muestran todos los músculos que llevan a cabo alguna función en el cinturón escapular, Las óreas punteadas indican Jos sitios de origen muscular, y las rayadas representan las zonas sobre las cuales las músculos o sus tendones se insertan. Todos los músculos voluntarios del cuerpo controlan la coordinación que se ejerce mediante el sistema de husos: las fibras musculares intrínsecas. Con excepción del músculo supraespinoso que se separa en esta unión, el resto de los músculos del complejo del cinturón escapular están inervados de modo similar, 10 que asegura la función neuromuscular coordinada y uniforme. SISTEMA MUSCULAR DE HUSOS Todos los músculos principales tienen fibras extrafusales que se contraen voluntariamente mediante estimulación de las células del cuerpo anterior, dentro de la sustancia gris de la médula espinal. La fibra que va hacia el músculo, la fibra alfa, termina de manera florida dentro del músculo. 20 - Hombro (Capitulo 1) Anatomia Funcional - 21 Vista anterior Figura 1-19. Funcionamiento del sistema de huso. El sistema de husos (fibras intrafusales) es paralelo a las fibras extrafusales. Cuando se estira, manda señales a la médula por medio de las fibras la ( del huso) y lb (de los órganos de Golgi en el tendón) a través de la rafz del ganglio dorsal (RGD). Una conexión interneural hacia las células del cuerno anterior (CCA) causa la contracción apropiada de las fibras extrafusales. la fascia se alarga de acuerdo con sus Ifmites fisiológicos. En esta ilustración el músculo es el supraespinoso fijo a la tuberosidad mayor del húmero (tuberosidad mayor). Figura 1-18. Músculos supraespinoso e infraespinoso. (Vista anterior): El músculo supraespinoso se origina de la fosa supraespinosa de la escópula y se dirige lateralmente debajo del ligamento coracohumeral para fijarse sobre la tuberosidad mayor del húmero. (Vista posterior): El músculo infraespinoso se origina de la fosa infraespinosa y se inserta sobre la tuberosidad mayor justo por debajo de la inserción del tendón supraespinoso. La acción combinada de estos dos músculos (inserto) lleva la cabeza del húmero contra la fosa glenoidea y en dirección ligeramente hacia abajo. I La cantidad de tono y la velocidad de contracción que se requieren para llevar a cabo la función esperada, se coordinan mediante el sistema intrafusal de husos. Así mismo, se percibe y coordina la fuerza de contracción por el sistema del órgano (Golgi) tendinoso del músculo en particular. En los músculos de los mamíferos existen dos tipos de fibras intrafusales en los husos musculares. El primero contiene numerosos núcleos en la masa central de la fibra, que forma una dilatación denominada bolsa nuclear. El segundo tipo es la de Fibras intrafusales Fibras extrafusales u;'! TUB.~;:: • . MAY. las fibras de cadenas nucleares y contienen bolsas centrales no dilatadas (figura 1-20). Existen terminaciones nerviosas sensitivas alrededor de estos dos tipos de fibras que las envuelven. Se denominan la y 11; las la inervan las bolsas nucleares y las tipo 11, las fibras de cadenas. Se proyectan hacia la médula espinal a través de los ganglios de las raíces dorsales, para terminar en la sustancia gris medular. Mediante las fibras internunciales, se entrecruzan para hacer sinapsis con las células del cuerno anterior (figura 1-19). Cuando se alargan la células del huso, mandan mensajes hacia la médula a través de las fibras sensitivas Il, Cuando el músculo se relaja (y por lo tanto, se acorta), las bolsas nucleares se alargan y de esa manera envían mensajes hacia la médula a través de las fibras sensitivas la. . Las fibras del huso también tiene inervación motora que inician la contracción necesaria para establecer la longitud de la fibra que se requiere para la función Anatomía Funcional -, 23 (Capítulo 1) 22 - Hombro Gammal/Beta Vías eferentes , \ j... í'---~ Figura 1-20. Huso muscular intrafusal. El sistema de husos intrafusales tiene fibras motoras eferentes directas gamma y beta que controlan la longitud del huso. La retroalimentación sensorial del huso se transmite por medio de las fibras aferentes la y 11. proyectada. Conforme el músculo, las fibras extrafusales y, en consecuencia, las intrafusales, se alargan y acortan repetidamente por actividad frecuente, las fibras íntrafusales controladoras deben reajustarse de manera constante e instantánea. Estos nervios motores fusales se denominan fibras gamma aferentes y constituyen alrededor del 30% de las raíces motoras ventrales que van desde las células del cuerno anterior hasta las fibras extrafusales. Terminan en las fibras del huso y funcionan en condiciones tanto estáticas como dinámicas. Cuando una fibra muscular extrafusal se alarga, ocurre lo mismo en la fibra intrafusal. En este alargamiento se genera un potencial de acción que procede hacia la médula a todo 10 largo de las fibras aferentes la y n. Cuando la fibra extrafusal deja de alargarse, se detienen las señales de los potenciales intrafusales, los cuales son esencialmente sensibles para informar rápidez, frecuencia, duración y extensión del alargamiento. La extensión, rápidez y fuerza del alargamiento de la fibra intrafusal se codifica en la médula. Además, se activan las células del cuerno anterior, mediante una fibra internuncial, que libera el potencial adecuado de fibras alfa para provocar contracción de las fibras extrafusa1es. Este es un sistema de retroalimentación, en donde el alargamiento de las fibras intrafusales (bolsas y cadenas) responde al mandar mensajes a la médula, que a su vez induce la contracción de fibras extrafusales con fuerza y rapidez apropiadas. Debido a que las fibras extrafusales y, por lo tanto, las intrafusales se contraen y acortan, y reposan de manera constante, de modo similar el sistema de husos debe acortarse y alargarse. En consecuencia, el sistema de husos se ajusta para alargarse y reaccionar de manera apropiada. Esto se efectúa a modo de reflejo a través de fibras motoras eferentes gamma. Es evidente que este sistema de retroalimentación asegura una respuesta muscular uniforme, coordinada y apropiada para la función voluntaria. Existen muchos factores que influyen en la efectividad de este sistema. Muchos de ellos se desconocen o se sospecha su existencia, pero es bien aceptado que la fatiga, Figura 1-21. Soporte capsular pasivo del manguillo. Debido a la orientación de la fosa glenoidea, que mira hacia afuera y arriba, la cópsula superior, tensa en la posición normal, se tensa mós cuando la cobezo humera! A desciende. B describe una analogía de una bola rodando hacia cbojo en un plano indinado. al igual que la vibración, tiene un efecto adverso sobre él. La ansiedad causa un aumento en las descargas del sistema gamma, situación que quizá explique los reflejos tendinosos aumentados en pacientes ansiosos. También explica de manera parcial las bases neurofisiológicas de la miosltís tensional, La participación de otros factores corticales e hipotalámicos (sistema límbico), es especulativo. Mr\NGU!LLO En páginas anteriores se mencionó estático de articulación g!e:nohumc:r;:1,; para el sostén de la cabeza humeral dentro de fosa glenoidca se en que el ángulo dI,.: la fosa forma un plano inclinado. La cabeza del húmero, que es una estructura redonda, tiende a rodar hacia abajo y afuera. El tendón supraespinoso que se une a la cabeza del húmero, evita la rotación excesiva y por lo tanto una subluxación (figura 1-21). También es el músculo iniciar el movimiento el cambio funcional del brazo en abducción y adelante la fosa glcnoidea. Es el componente nnnrlne< 24 - Hombro Anatomía Funcional - 25 (Capítulo 1) Supraespinoso --~---.'+ Infraespinoso ---i~.,...) Redondo menor Figura 1-23. Músculo subescapular. Este músculo tiene su origen en toda la superficie onterior de la escópula (véase figura 1-17), la superficie que se desliza sobre la pared torócica. El músculo se extiende lateralmente y se fija a la tuberosidad menor del húmero. Su tendón es el mós interno de los que forman el manguillo. Su acción es traccionar la cabeza del húmero hacia la fosa qlenoideo y ligeramente hacia abajo. Figura 1-22. Inserción del manguillo rotador sobre el húmero. la inserción del tendón conjunto de los cuatro músculos que componen el manguillo se ve por delante. El supraespinoso se fija a la tuberosidad mayor; el infraespinoso, inmediatamente por debajo de él; y después el redondo menor. El subescapular se inserta sobre la tuberosidad menor debajo del cortfloqo de la cabezo y medial al surco bicipital. Hay otro surco a través del cual emerge el tendón del bíceps. J unto al músculo supraespinoso y formando el manguillo está el músculo lnfraespinoso. Este músculo se origina de la superficie mayor de la fosa infraespinosa escapular que se localiza inmediatamente debajo de la espina de la escápula (figura 1-18). Corre lateralmente para insertarse justo debajo de la inserción del tendón del músculo supraespinoso en la tuberosidad mayor; este tendón junto con el tendón del músculo supraespinoso se unen al del músculo redondo menor para formar el tendón conjunto, o manguillo retador, El músculo infraespinoso está inervado por el nervio supraescapular, que recibe ramas de la raíces Ct-s y C6. El músculo redondo menor se origina de la porción lateral del borde axilarescapular (figura 1-16) y pasa lateralmente y hacia arriba para insertarse en la tuberosidad mayor de la cabeza humeral inmediatamente por debajo del tendón del músculo infraespineso. El músculo redondo menor está inervado por ramas del nervioaxilar,según siguesu curso hacia el músculo deltoides. Tiene ramas de Cs y C6. Estos tres músculos, el supraespinoso, infraespinoso y redondo menor, terminan en un tendón conjunto (figura 1-22) que incluye al tendón del músculo subescapular. También se considera que el músculo subescapular (figura 1-23) forma parte del manguillorotador. Sufuncióndifiere de losotros tres músculosdel manguilloyse revisará más adelante. Se origina de toda la superficie anterior (torácica) de la escápula y se dirige lateralmente para fijars~ la tuberosidad me.nor de la cabeza. humer?~. Es e~ músculo más anterior y más Interno del manguillo rotador. Su mervacion esta determinada por el nervio subescapular superior e inferior, con ramas de las raíces Cs yC6. La tuberosidad menor es interna al surco bicipital (figura 1-22). El tendón del músculo subescapular pasa frente a la articulación glenohumeral y e~tá s~parado del cuello de la escápula por una bolsa, la cual es un saco de la SInOVIal de la articulación glenohumeral (figura 1-13). Hay una abertura en la porción anterior de la inserción del manguillo en la cabeza humeral entre los músculos supraespinoso y subescapular, a través de la cual pasan el tendón del bíceps (su cabeza larga), su vaina, y una invaginación de la cavidad sinovial. Este orificio se refuerza por el ligamento coracohumeral que procede a partir del proceso coracoides y se fusiona con la cara anterosuperior de la cápsula glenohumeral (figura 1-2). Hay un mayor reforzamiento por parte del ligamento humeral transverso (figura 1-13), que sujeta el tendón del bíceps en el surco bicipital. TENDÓN DEL MANGUILLO ROTADOR Por lo general, los desgarros que ocurren dentro del tendón del manguillo son precedidos por cambios degenerativos así como tracción exagerada o fuerzas corn- 26 - Hombro Anatomía Funcional - 27 (Capítulo 1) Músculos . del manguillo Arteria suprae scapular Tendón (zona crítica)---......· Tracción subescapular Asciende por la corredera bicipiral ACA Arteria circunfleja Figura 1-24. Circulación de los tendones del manguillo: la zona crítica. Los tendones del manguillo tienen una zona altamente vascularizada a nivel de la anastomosis de los vasos rnuscula:es con los vasos óseos. Esta zona crítica es el sitio con mayor fuerza tensora y es tornbién la zona que acumula los depósitos de calcio; así, es el sitio de lo rotu:~ del manguillo. De modo grófico se muestra lo zona y se identifican los vasos que Figura 1-25. Circulación sanguínea. (Izquierdo) Circulación para el manguillo rotador. la rama de la arteria circunflejo anterior (ACA) entra desde el hueso. Las romas suproescopular (SEC) y subescapular (SE) al emerger, entran desde un músculo. La zona crñico del tendón es uno anastomosis apreciable cuando el brozo estó pendiente e inactivo. (Derecha) lo tracción sobre el manguillo de un brazo pendiente o por tracción por contracción de los músculos del manguillo alarga el tendón, lo que deja o la zona crítica (flechas) relativamente isquémica. porticipcn. MÚSCULO DELTOIDES presivas. Estos desgarros suelen ocurrir en la porción anterior del manguillo, entre el tendón supraespinoso y el ligamento coracohumeral en la zona crítica. Esta zona denominada crítica (figura 1-24) es el sitio dentro del tendón conjunto donde ocurren cambios degenerativos y desgarros. Se le llamó zona crítica porque en forma original se consideró que era la región de isquemia vascular tendinosa. Es:udios~ás recientes refutar?n la perdida de circulación adecuada, más que eso, el arca críttca posee anastomosis colaterales profusas a partir de ramas de la arteria circunfleja anterior y de las arterias supraescapular y subescapular. La primera da las ramas óseas y las dos últimas las musculares. La zona crítica varía desde un estado isquérnico, cuando las anastomosis se constriñen, hasta el hiperérnico cuando se permite el flujo libre. El área es isquémica cuando el brazo pende, y en consecuencia se alarga y comprime el flujo arterial (figura 1--25). Cuando el brazo se eleva, abducc, y flexiona hacia adelante, los músculos del manguillo rotador se contraen, las anastomosis se comprimen, y se produce isquemia. Sólo el área es hiperérnica cuando se sostiene el brazo de manera pasiva y no se contraen los músculos retadores. Es .evidente que esta á-:ea cambiará diariamente de isquemia a hiperemia, dependiendo del soporte paSIVO o reposo con el brazo colgante o en condiciones de contracción activa durante movimiento. El músculo deltoides de manera en el sostén del brazo pendiente y en la cinética del movimiento del brazo: flexión anterior y posterior. El"músculo se origina en la parte anterior de la clavícula, en la parte lateral en el acromion, y en la posterior en la espina de la escápula. Tiene un origen .con una base amplia. Termina en un tendón que pasa por debajo de la parte antenor de la articulación glenohumcral, a un lado y atrás de ella, para fijarse en la cara anterolateral del tercio medio del húmero (figura 1-26). El músculo está inervado por el nervio axilar (raíces Cs y C6). Debido a que su origen e inserción están esencialmente en un plano vertical, la acción básica del músculo deltoides es elevar el húmero por arriba del ligamento coracoacromial sobresaliente (figura 1-27). Cuando trabaja en armonía con los músculos del manguillo rotador, las fibras intermedias abducen el brazo ligeramente a partir de la línea media de dependencia total, es decir, por contracción del músculo supraespinoso. Las fibras anteriores flexionan el húmero hacia adelante en el plano sagital, al mismo tiempo que giran hacia dentro la extremidad superior, en forn: a leve. Las fibras posteriores extienden (flexión posterior) al húmero en el plano sagital y al mismo tiempo lo giran un poco hacia afuera. 28 - Hombro Anatomia Funcional - 29 (Capítulo 1) - =-- Plano coronal ~,-.J"' _ _- - - t " ' - : Elevación Flexión hacia adelante \/ Abducción ~xt~rn~ ~ -1~1-"\ I~terna' /;1 ~ 1 - (: \' Figu~a 1-:-26.Múscul? deltoides y su función aislada. El músculo deltoides se origina de la cara inferior.de la espl!"a.de la 'e~c6pula y de la apófisis acromial protruyente (véase figura 1-1 7). Gracias a su filaclón en el cuerpo del húmero, tiene una tracción que se describe por la. flecha en el dibujo principal. La acción aislada que se observa en el círculo es la elevación, chocando la cabeza del húmero directamente hacia arribo sobre el arco coracoocr?mial. Cuando la cabezo del húmero gira, desciende, y se aduce dentro de la fosa glenoldea por los otros músculos del manguillo, el deltoides se convierte en un poderoso abductor. "" c:--J~ =;: ~-...--"" , -- --- ' ",'v~, Rotación \1 .: \ / f i, ¡ I I I I I I Aducción Figura 1-27. Los planos de movimiento del brazo, indican la dirección de movimiento y los planos de movimientoen relación 01 cuerpo. Estees vistodesde arriba y de frente. Todos los planos del brazo se relacionan con ambas posiciones del cuerpo. MOVIMIENTO GLENOHUMERAL El movi~iento de la articulación glenohumeral (figura 1-27) se efectúa a manera de una a.~cl~n neuromuscular compleja con los movimientos permitidos para una articulación Incongruente. En resumen, la cabeza del húmero es una superficie redonda y convexa que se desliza sobre un gran arco de la fosa glenoidea cóncava y poco profunda. Con~orme hay abducción del brazo, la cabeza del húmero gira sobre un centro de r~taclón descendente f se desliza hacia la fosa glenoidea. La fosa, y por 10 tanto la escapula, permanecen fijas como base de sustentación. Los músculos de la escápula se conservan contraídos de manera isotónica inicialmente para estabilizar la escápula sobre la caja torácica. La acción coordinada muscular y articular de la articulación glenohumeral con movilidad simultánea escapulotorácica, se denomina ritmo escapulohumeral, El músculo deltoides, adaptado como abductor primario desde un punto de vista estructural, no puede actuar sólo para abducir el húmero. Su línea de acción es sagital al húmero, elevándolo sin abducirlo . • El manguillo rotador, en especial el músculo supraespinoso, se inserta en relaciÓn excéntrica al eje de rotación de la cabeza humeral. En consecuencia, al contraerse aproxima la cabeza del húmero a la fosa gIenoidea, y de este modo fija la articulación. Por su sitio de inserción, la contracción del supracspinoso inicia la abducción del húmero (figura 1-28). Para abducir el brazo, el músculo deltoides requiere el manguillo rotador (figura 1-29) para crear un ángulo de abducción que permita al deltoides actuar en ángulo sobre el húmero (figura 1-30). . . A medida que el brazo se abduce, la cabeza del húmero deslizándose hacia abajo además de rotar, choca gradualmente con el ligamento coracoacromial y el acrorruon 30 - Hombro (Capítulo 1) Anatomía Funcional - 31 MS ~ "\ / \\ o \ I Se \ \ 1 ) \ Vista anterior / le MS Vista superior Figura 1-28. Función del músculo suprces. pinoso. La vista anterior muestra la función del supraespinoso al obducir el brazo en el plano coronal. Vista superior, el músculo gira el brazo de manera externo. MS = músculo supraespinoso. sobresaliente (figura 1-28): La tuberosidad mayor, en virtud de su protrusión q ue sobresal~ de la superficie externa de la cabeza, choca primero con el ligamento coracoacromial. . ~a cabeza del húmero g~ra y se desliza hacia abajo en la fosa glenoidea por la aC~lOn muscular del.supraespmoso, aunque éste actúa en conjunto con el resto de los músculos d~l mang.mllo rot?dor: los múscu~os infraespinosos y redondo menor (figura 1-31). El musculo infraespinoso aduce (asienta) la cabeza del húmero v la hace airar al:ededor de su eje. El músculo redondo menor también produce rota·ción y as;ntamJe~to ~e la cabeza humeral, pero al jalada hacia abajo acentúa el efecto de deslizamiento descendente. E~tudios iniciales acerca de la quinesiología de la musculatura glenohumeral sostenían qu 1 ~ l· . . . . b 'TI' .. e e ..~uscu o sup~a~spmoso l~;cla a y actuaba durante los primeros g ~d~~de abducclon" con un maximo de aceren a los 100 grados de abducción. Inrnan y C(~ a .o:ador:,s e~tan en desacuerdo, puesto que demostraron que el músculo supraespinoso actua durante toda la abducción del brazo en el plano coronal". Esto 1-29. Acción combinada del manguillo y deltoides sobre la orticoloción glenohumerol. La abducción del húmero a lo largo del plano H es resultado de la acción combinado del supra espinoso (Se) que aduce la cabeza dentro de la fosa; del infraespinoso y subescopulcr (le y Sbe) que aducen y descienden la cabeza; y del deltoides (O) que octúo como abductor cuando trabaja con los músculos del manguillo. El centro de rotación (e) boje durante e! movimiento por deslizomiento hacia cbojo. varía sólo de fuerza y velocidad que se necesite durante toda la acción del brazo y de las actividades brazo-cabeza esperacas. la abducción del húmero se limita por el de la En el tuberosidad Este Si el brazo choca rápidamente con el ligamento ,-"''''-,;:.. a 60 Si mayor pasa por detrás acrornion que permite una mayor abducción hasta de 120 desde la neutral v de 60 grados desde Es evidente que la ek~~!ación del brazo sobre la hasta los 120 posición neutral abducción del húmero con rotación externa simultánea. 32 - Hombro (Capítulo 1) Anatomía Funcional - 33 La rotación en el plano coronal demuestra ser la función combinada del manguillo rotador con el músculo deltoides. La rotación externa del húmero durante abducción, sólo se lleva a cabo mediante la acción excéntrica del manguillo rotador alrededor del eje de rotación del cuerpo humeral (figurainferior en la figura1-28 y 1-32). Resumiendo, la fase humeral del ritmo escapulohumeral comprende: 1. Contracción isotónica (inicial) estabilizadora de los músculos escapulares sobre el tórax. 2. Contracción isométrica de los músculos del manguillo rotador para iniciar la abducción del brazo. 3. Contracción cinética del músculo deltoides a partir de la función isotónica estabilizadora, transformándola en aductora, y 4. Contracción isométrica simultánea del manguillo rotador para girar al húmero externamente, conforme lo abduce de 60 a 120grados durante la abducción por arriba del nivel horizontal. A B Figura 1. -30. Án~ulo de abducción del deltoides. (A) Cuando el brazo cuelga, la línea de tra~clón deltolde? estó a lo largo de la línea del húmero, así se eleva contra el acror:n'on. (B) Con lIgera abducción, la angulación del deltoides cambia la línea de trocción, lo que logra abducir el brazo. -. Fosa glenoidea Supraespinoso Subescapular Figura 1-31. Mecanismo del manguillo rotadoro El músculo supraespinoso tracciona la cabeza del húmero dentro de la cavidad glenoidea y rota ligeramente el húmero hacia ia abducción. Elmúsculo infraespinoso también rota y jala ligeramente hacia abajo la cabeza humeral. El redondo menor tracciona en una dirección mós inferior. El músculo subescapular tracciona la cabezo hacia la glenoides, pero su acción rotadora principal es girar internamente el húmero alrededor de su eje longitudinai. Figura 1-32. Rotación externa del húmero por el supraespinoso. Vista superior de lo articulación escapulocostal que muestra el músculo supraespinoso que se fija a la tuberosidad mayor localizada lateral al surco bicipital. Siendo lateral al eje de rotación, su fijación le permite rotar el húmero (H) externamente. Localizado bajo la escópula, el subescapular (punteado) se inserta a la tuberosidad menor medial o la cresta bicipital) y por lo tanto, es un rotador interno (flecha punteada) del húmero. Las costillas se fijan a lo apófisis transversa de las vértebras torócicas en las articulaciones costovertebroles (C-V). Anatomía Funcional - 35 34 - Hombro (Capítulo 1) El músculo subescapular, un abductor de la articulación glenohumeral, es un rotador interno que debe inhibirse (con relajación recíproca) durante la elevación por encima de la cabeza. Todas estas acciones neuromusculares dependen de la sincronización entre la retroalimentación del huso y los sistemas de Golgi, y la proprioceptiva de los tejidos periarticulares. Nivel de la 20. COMPONENTE ESCAPULAR DEL RITMO ESCAPULOHUMERAL La escápula, que da apoyo a toda la extremidad superior sobre el tórax, también participa de manera coordinada en todas las funciones de la extremidad superior. La escápula es un hueso plano, triangular ancho y curvo (figura 1-32) que se desliza sobre la pared torácica en 10 que se denomina articulación toracoescapular, Además de su articulación, la escápula también se fija al extremo superior del tronco mediante la clavícula en la articulación acromioclavicular (A-e). Existen numerosos músculos que se unen a la escápula, los cuales la sostienen y mueven. Estos son: trapecio, serrato anterior, romboides, elevador de la escápula y pectoral mayor. En virtud de que el dorsal ancho se fija en la porción superior del húmero, también influye indirectamente en el movimiento de la escápula. Durante el movimiento de! brazo (es decir abducción, rotación externa, flexión muscular reside en anterior y posterior y por último elevación) h. el trapecio) y el serrato anterior. El músculo trapecio, con forma de abanico amplio, actúa como tres músculos (figura 1-33), a pesar de tener inervación única a través del nervio espinal accesorio (XI par). Las fibras superiores del trapecio se originan del ligamento de la nuca de la columna cervical inferior, de las apófisis espinosas posteriores de la columna cervical, y de algunas vértebras torácicas superiores. Estas fibras se radian lateralmente y descienden para unirse al borde superior de la espina escapular. La acción de estas fibras es la tracción de la escápula hacia arriba con algo de rotación hacia adentro sobre el eje de la articulación acromioclavicular (véase inserto figura 1-34). Las fibras intermedias tienen su origen en las apófisis espinosas de las vértebras torácicas superiores y se dirigen lateralmente (horizontalmente) para insertarse en el borde interno de la espina escapular. Estas fibras intermedias fijan la escápula de manera funcional durante la abducción del brazo. Se relajan recíprocamente durante la flexión hacia adelante del hombro en el plano sagital, cuando el cinturón escapular se mueve en masa sobre la pared costal. Las fibras inferiores del trapecio se originan a partir de las apófisis espinosas de las vértebras torácicas inferiores y se fijan al borde inferointerno de la espina escapular. Estas fibras jalan a la escápula hacia abajo y giran el ángulo inferior de la escápula en dirección lateral, que la aleja de la columna vertebral. Todas estas funciones del trapecio mueven la escápula y, en consecuencia, también alteran la orientación de la fosa glenoidca. Durante la rotación lateral por contracción del músculo trapecio, la fosa se muestra hacia arriba y adelante. Conforme ~!ive! [1 de la 70 el [1 el [! el ::j so - O U [1 1_: [1 1~1 1-1 i_1 Figura 1-33. Musculatura escapular: rotadores. Los músculo~ escopulores qu~ ffrman .~a fase rotadora del ritmo escapulohumeral se muestran con las fibras supeno~e~ ~ t~afeClo que elevan el borde externo de la espina, las fibras inferiores desdende~ e or e . desde de la espina, y el serrato tracciona la porción inferior de la escópul? haf,a a~ela~t~ . eS e t su osición inicial. la acción combinada mueve la escópula en. órblt? a r.e d e or e cen.r~ de rotoción acromioc!avicular (s, m, i = fibras superiores, medios e inferiores de! tropecio; sa = serrato anterior; RE = rotación escapular). se relaia este músculo, la fosa glenoidea desciend~ a su posición normal pasiva: hacia adelante, arriba y afuera, aunque en un ángulo dlfe.re~te. ., .', El serrato anterior es otro de los músculos principales. Su .f~nclOn es la fleX1o~ hacia adelante y rotación superior de la escápula durantela actividad de la extr~~I dad superior. Es también un músculo ancho, que ~e ongma en ~as ocho COS~I. as superiores de la pared torácica anterolateral, anten~res a la escapul~, y se dirige posteriormente para insertarse en el borde vertebrall,n~ernode la escapu!a. p~r,~u origen e inserción ocupa el espacio entre la pared torácica y el borde con cavo e a escápula es decir la articulación escapulocostal.. . t Debido a su origen e inserción mueve la escápula hacia ade.lante, pero. en VIS la de la movilidad sobre la articulación acromioclavicular, también hace, gIrar a a escápula sobre este eje y hacia arriba. 36 - Hombro músculo romboides mayor se origina por debajo del menor a la altura de las vértebras torácicas y también se dirige lateral e inferiormente para insertarse en la porción inferior del borde vertebral de la escápula, debajo de la inserción del romboides menor. Ambos reciben su inervación del nervio escapular dorsal. Debido a su angulaci6n, la contracci6n de los músculos romboides aducen la porci6n inferior de la escápula y la rotan hacia abajo sobre el eje de la articulación acromioc1avicular (véase el inserta en figura 1-35). El músculo elevador de la escápula tiene su origen en las apófisis transversas de las vértebras cervicales inferiores y se dirige hacia afuera y abajo para insertarse en el ángulo superomedial de la escápula (figura 1-35). Su acci6n es elevar la escápula y rotarla hacia abajo alrededor del eje de la articulaci6n A-C. . . En forma indirecta el músculo dorsal ancho también afecta los movimientos escapulares. Se origina en las ap6fisis espinosas de la ~olumna torácica d~sde T6 hacia abajo, luego se dirige a las vértebras lumbares y hacia afuera a la cara interna de la e[ g A ~~ F\'~ ~.~ q•.... LI~' el D Anatomía Funcional - 37 (Capítulo 1) ~J;)', 11 Elevador de lo escápula menor \ RedGndo mayor 7.. o v.,S•. tic, B \ :' J \\ I Movimiento glenoideo hacia abajo Li Figura 1-34. (A) Rotadores inferiores de la esc6pula. (8) Los músculos que actúan sobre la esc6pula directamente para causar rotación hacia abajo de la fosa glenoidea, son el elevador de la esc6pula (flecha superior), el romboides menor (flecha media), y el romboides moyor-jflechn inferior). Escápula O O O O O 6 7° ~ B,.~ U El músculo serrato anterior recibe inervaci6n del nervio torácico largo que se forma de las ramas de Cs, C6 y C7, en particular de C6, antes de entrar al plexo braquial. En resumen, la acci6n combinada de los músculos trapecio y serrato es mover la escápula hacia adelante y rotarla hacia arriba sobre el eje de la articulaci6n acromioclavicular sobre la parrilla costal. Conforme se mueve la escápula, también se mueve la orientación de la fosa glenoidea, Los otros músculos que actúan sobre la escápula: el romboides, elevador de la escápula y el pectoral mayor, tienen acci6n contraria al trapecio y serrato, y deben relajarse recíprocamente cuando estos dos músculos (trapecio y serrato) se contraen (figura 1-34). 'v,,, \<-d'. El músculo romboides ~ se origina en las vértebras cervicales inferiores inmediatamente por debajo del origen del músculo elevador de la escápula y se dirige en dirección lateral e inferior para fijarse sobre el borde vertebral de la escápula. El Dorso] \\J V Vista posterior Figura 1-35. Inserciones de los músculos dorsal ancha y pec.toral sobre el húmero 38 - Hombro (Capítulo 1) cresta ilíaca (figura 1-35). Se inserta en la cara anteromedial del hombro en la tuberosidad menor. Su función, con respecto al húmero, es la rotación interna y aducción del brazo a nivel de la articulación glenohumeral, pero también desciende el ~ngulo externo de la escápula junto con los músculos romboides y elevador de la escápula. El dorsal ancho recibe inervación de los nervios torácico interno y lateral. El músculo pectoral mayor también afecta la posición y el movimiento escapular. Este músculo tiene un origen extenso: desde la mitad esternal de la clavícula, el esternón, los cartílagos costales segundo a séptimo hasta la fascia de los músculos abdominales superiores (figura 1-36). Se inserta en la cresta de la tuberosidad mayor mediante un ligamento ancho y se dirige hacia abajo por la cara anterior del húmero por varios centímetros. Pasa sobre el surco bicipital y su tendón y de la inserción tendinosa del músculo subescapular. Está entre los nervios torácico interno y lateral. Su función primaria es jalar al brazo hacia abajo cuando está por arriba de la cabeza, así como la aducción y rotación del húmero hacia adentro. De modo subsecuente gira a la escápula sobre la parrilla costal anterior en dirección anteromedial. MOVIMIENTO DE LAS ARTICULACIONES ACROMIOCLAVICULAR y ESTERNOCLAVICULAR Además del deslizamiento sobre la parrilla costal convexa, la escápula gira alrededor del extremo de la clavícula en la articulación acromioclavicular (A-C). Anatomía Funcional - 39 La cara acromia1 de la articulación acromioclavicular es convexa y se articula con la cara cónc~va de~ ~xtremo.externo del ~crc:mion. Con el proceso de madurez aparece en ~st~ articulación 1.!n anI~10 fibrocartilaginoso que semeja un menisco. Después del nacímíento, esta. articulación constituye una sinartrosis. Durante el desarrollo, las constantes rotaciones forzadas de dicha articulación cuando el brazo se mueve causan. desgarros de los elementos fibrosos articulares, lo que gradualmente forma el menisco fibroso (figura 1-37). N? existe espacio. articular a los dos años. El extremo de la clavícula y del a~romlOn se unen medI~nte p.uentes fibrocartilaginosos. Aproximadamente a los tres anos, aparec~ el espacio articular que semeja dos cavidades sinoviales: una en el extremo clavicular y la otra en la punta acromial. El resto de los elementos fibrosos entre estas dos cavidades se convierte en un disco. Est~ disc~ se transforma e~ meniscoide para la segunda década de la vida, y la supe~ficle artlcul~r del. ~Cr?ml~n y de la clavícula se hacen lisas y deslizantes, seme.Ja~do una articulación sinovial, lo cual constituye una articulación seudosinovial. Despues de la segunda déca~a, se presentan con rapidez cambios degenerativos dentro de estas estructuras articulares en virtud de las fuerzas de tracción rotatoria repetida cada vez que se mueve la extremidad superior. La articulación acron:ioclavicular tiene una cápsula laxa, delgada y débil, que se r.efuerza por ~os fuertes ligamentos acromioclaviculares superior e inferior. Estos ligamentos evitan el desplazamiento posterior de la clavícula sobre el acromion. ~a clavícula se fija con firmeza a la apófisis coracoides de la escápula a través de los .lIgamentos coracoclaviculares (figura 1-38). Estas estructuras son fascículos ~eXlbles, a los cuales se les denomina ligamentos; el que se sitúa lateralmente se llama ligamento trapezoide y el medial ligamento conoide. Estos ligamentos fijan la escápula firmement.e a la clavícula y evitan la rotación coronal (figura 1-39) .. Est~s dos ligamentos pueden, en teoría, sostener a la escápula en el extremo que proporciona apoyo a la clavícula (figura 1-40). Esto se ha refutado ya que la 0-3 años Figura 1-36. Pectoral mayor. El pectoral mayor tiene tres lóminas: haz clavicular (C), manubrial (M),y esternocostal (E-C). Todos forman el músculo pectoral, pero se considera que tienen funciones ligeromente separadas (Ac = acromion; CI = clavícula; E = esternón). 20--- Fi_gura 1-37. Evolución del disco (menisco) acromioclovicular. (A) Del nacimiento a los 2 an?s, un puente fibrocartilaginoso articula el acromion y la clavícula (Ac a CI) sin espacio articular. (B) De los 3 a los 4, se forman cavidades a cada lado de lo que seró el menisco ~X). (e) ,En la primera y se~unda década el menisco empieza a adelgazarse y fibrosarse o que Incrementa con rapidez de los 20 años en adelante.(O) Es posible que durante la sexta década el menisco desaparezca por completo. Anatomía Funcional - 41 (Capítulo 1) 40 - Hombro Ligamento acromioclavicular Ligamento coracoacromial E-C Acromion Trapezoide Conoide Coracoides - ~ :~'}tfff~~~t~t. T C A-C Esternón Borde glenoideo _ _ Tendón del tríceps / Figura 1-38. Arco acromiocoracoide. El diagrama describe la forma de la fosa glenoideo y sus relaciones con la apófisis acromial, la apófisis coracoides y el ligamento coracoacro- mial. En esencia, el diagrama muestra lo cavidad de la articulación glenohumeral. ..'\ Figura 1-40. Soporte estético de la escópula por los ligamentos c1aviculoescapulares. lo clavícula actúa c0';10 punto de apoyo del esternón en la articulación esternoclavicular (E-C). la escópula se articula sobre el extremo de la clavícula en la articulación acromioclavicular (A-C). Debido a su peso excéntrico, la escópula debe girar alrededor de la articulación A-C excepto. por la restricció~ de I?s ligamen~os c1aviculoescapulares trapezoide (T) y conoid~ (C). El ligamento ocromlocloviculor superior (ACS) supuestamente sostiene la escópula en la separación de los ligamentos T y C (dibuio esquemótico). Figura 1-39. Acción de los ligamentos coracoclaviculares sobre la articulación acromioclavicular. El ligamento coracoclavicular fija la escópula a la clavícula. Se divide en dos fascículos elásticos que se denominan ligamento trapezoide y ligamento conoide. Desde la apófisis coracoides se dirigen hacia arriba y lateralmente para fijarse sobre la superficie de la clavícula. Laelevación de la clavícula sin rotoción conservo una interrrelación constante de la escópula sobre la clavícula. la rotación de la escópula desciende al coracoides y de ese modo gira la clavícula sobre su eje longitudinal. El dibujo de la izquierda describe la escópula en reposo con los ligamentos coracoclaviculares vistos a través del eje sagital (círculo punteado). Eldibujo del centro muestra abducción de la clavícula a lo largo del plano coronal sin rotación. El dibujo de la derecha muestra elevación completa de la clavícula, sin cambios en la interrelación de la escópula y la clavícula en este plano coronal. Los arcos o límites de movimiento pueden ocurrir en la articulación esternociavicular (AEC). estabilidad de la clavículase conserva incluso después de la rotura de estos ligamentos (Urist~. Sól<; hay inesta.bilidad si hay rotura de los ligamentos coracoclavicular y acromioclavicular supenor (ACS en la figura 1-41). Este apoyo existe, incluso a pesar ~e que los principios de ingeniería mecánica pudieran negar la fuerza de este último ligamento con su brazo corto de palanca. Debido a que la escápula debe rotar hacia afuera sobre la articulación A-C cuando se extiende el brazo arriba de la cabeza y a través de todas las fases de la flexión hacia adelante yen abducción, se hace evidente la restricción mecánica de los ligamentos claviculoescapulares por la forma de manubrio de la clavícula y por el hecho de que ésta rote sobre la articulación esternoclavicular. Esta forma y rotación (Capítulo 1) 42 - Hombro Anatomía Funcional - 43 ! ~ /~\ ~ Elevación clavicular /1~~'--j completa 30° 'lf--\-- Primera costilla Y.)..Rotación escapular 30° Segunda costilla --~.~_==~ Tercera costilla ------+- Cuarta costilla --""' Quinta costilla - - - I Sexta costilla - Séptima costilla ---~~ V Xifoides Figura 1-41. Elevación de la escópula que resulta de rotación clavicular. El dibujo superior muestra la elevación de la clavícula sin rotación a 30 grados. Los 30 grados restantes de rotación clavicular,obligatorios para los límitesescapulohumerales totales, ocurren mediante rotación clavicular a manera de una manivela alrededor de su eje longitudinal. clavicular permiten que su extremo distal se mueva en una gran angulación y con una angulación proximal razonablemente pequeña (figura 1-41). Se calcula que conforme se abduce el brazo más allá de 90 grados por encima de la cabeza, ocurren los primeros 30 grados de elevación clavicular en la articulación esternoclavicular, y los siguientes 30 grados resultan de la rotación de la cara externa de la clavícula sobre su eje longitudinal. La articulación esternoclavicular se forma por el borde interno de la clavícula al articularse, cerca de una fosa del borde superolateral del manubrio esternal y el cartílago de la primera costilla (figura 1-42). Hay un disco articular entre la fosa del manubrio esternal y la clavícula que se fija a la cara interna de la primera costilla. El disco (inserto en figura 1-4f) crea dos espacios articulares. Esta articulación esternoclavicular (que en realidad es esternocostoclavicular), se estabiliza mediante los ligamentos esternoclaviculares anterior y posterior que conectan a las dos clavículas(izquierda y derecha). También se sostienen Figura 1-42. Articulación esternoclovicblcr; Esta articulación se forma de la porción interna de la clavícula que se articula en el manubrio del esternón y también con el extremo c?rtilaginoso de la primera costilla. Se muestran los ligamentos que estabilizan la articulacion, así como el disco fibroelóstico, o menisco, que se presenta en el inserto. A pesar de los movimientos notables de esta articulación en todos los cambios del cinturón del hombro son raros los cambios artríticos y rara vez incapacitan. I por un fuerte ligamento que proviene de la porción interna de la primera costilla, y que corre lateral y oblicua para fijarse bajo la superficie del extremo interno de la clavícula (figura 1-42). Los músculos que actúan sobre la clavícula (figura 1-43) pueden resumirse en el deltoides, trapecio, esternocleidomastoideo, pectoral mayor, subescapular e indirectamente, todos los músculos que se fijan en la escápula y el húmero. Desde un punto de vista mecánico, la articulación esternoclavicular se mueve de una manera circular en todos los movimientos de la extremidad superior, pero a pesar de esta movilidad frecuente, ocurren pequeños cambios degenerativos, tardíos y mínimos, en comparación con los de la articulación acromioclavicular. 44 - Hombro s (Capítulo 1) c .»; 30°·40° ____ 1_ Anatomia Funcional - 45 glenohumeral y 5 grados de rotación de la escápula sobre la pared torácica. Esta relación pretende ocurrir durante todo el arco o límite de abducción en un patrón fino de coordinación, de manera que cuando el brazo alcanza 90grados de abducción, se consiguieron 60grados en la articulación glenohumeral y la escápula gira 30grados (figura 1-44). Esta regla se discute debido a que la relación 2:1 puede no presentarse durante cada grado de abducción. Por ejemplo, durante los primeros 15 a 30 grados de abducción, la escápula permanece fija como base de soporte y sólo se mueve en grados subsecuentes de abducción. El aspecto más importante del ritmo es que existe un movimiento proporcionado de ambos componentes en una relación aproximada de 2:1. Este es el movimiento coordinado, que se acopla a la rotación proporcional del húmero, resultando el movimiento fisiológico del brazo. La escápula gira para alterar la posición del acromion sobresaliente y del ligamento coracoacromial lejos de la cabeza humeral en rotación y de su tuberosidad mayor, y conserva la longitud óptima del músculo deltoides en el proceso de abducción (figura 1-45). t Figura 1-43. Músculos que actúan en la clavícula. Se muestran los principales músculos que actúan en la clavícula; su dirección y tracción se indican mediante flechas: ecm = esternocleidomastoideo; t = trapecio; d = deltoides; s = subescapular; y pm = pectoral mayor. También se indica la tracción por gravedad (h) del brazo. Los músculos que actúan indirectamente en la clavícula no est6n presentes. ____ L --- -f --- _ I I I lac I I I MOVIMIENTO RÍTMICO ESCAPULOHUMERAL Para lograr cualquier movimiento del brazo o para colocar las manos y los dedos en una posición funcional, es indispensable que participen la escápula y el húmero de manera fluida, coordinada, esencialmente libre de esfuerzo, no dolorosa ysincrónica. Cada articulación debe tener arco ó límite adecuados de movilidad, lo que significa tener las superficies cartilaginosas articulares en condiciones normales. Todos los músculos que participan deben tener una inervación adecuada (inervación alfa extrafusal) a partir de las células funcionales del cuerno anterior en la médula. Todos los husos y sistemas de Golgi deben ser operacionales y coordinados. En cualquier valoración clínica de los movimientos dolorosos anormales del cinturón escapular, deben entenderse el movimiento exacto de todos sus componentes así corno habrá de establecerse su desviación de lo normal (Cailliet). El movimiento integrado de la escápula y el húmero se denomina ritmo escapulohumeral (Codman). De manera simplista, se ha establecido que existe una relación 2:1 en el movimiento del húmero con relación a la escápula durante el proceso de abducción del brazo. Por cada 15 grados de abducción, ocurren 10 grados en la articulación I I I /, ~?JO/ E E E E 30 60 H 60 120 -=-::.:-=2 Figura 1-44. Ritmo escapulohumeral. (Izquierda) La escópula y el húmero en posición de reposo con la primera en relajación y el brazo pendiente, ambos en posición de 0° o neutra. El movimiento de abducción del brazo se efectúa de manera continuo, coordinada, durante el cual por cada 15° de abducción del brazo, ocurren 10° de movimiento en lo articulación glenohumeral, y 5° debido a lo rotación escapular en el tórax. (Centro) El húmero (H) efectuó un movimiento de abducción en 90° con respecto al cuerpo de pie, gracias a la rotación de 30° de la escópula ya 60° de rotación del húmero en la articulación glenohumeral, en una relación de 2: 1. (Derecha) Elevación completa del brazo: 60° en la , escópula y 120° en la articulación glenohumeral. (Capítulo 1) 46 - Hombro Sin rotación escapular Reposo Anatomía Funcional - 47 de la delgada cara inferior capsular carente de la protección de los músculos del complejo del hombro. C;onforme la escápula va desde una posición estabilizadora fija, con el brazo pendiente a los lados en posición de cero grados, hasta la rotación gradual sobre la pared torácica, hay movilización simultánea y proporcional de la articulación glenohumeral (figura 1-46). Este movimiento es abducción con ligero deslizamiento hacia abajo de la cabeza humeral sobre la fosa glenoidea. La abducción del húmero se acompaña de rotación externa en su eje longitudinal. A medida que los músculos del manguillo rotador: el supraespinoso, infraespin~so y ~edondo menor, abducen el húmero, también lo rotan externamente, y al mismo tiempo se relaja el músculo subescapular (un rotador interno). I I e 'o iii e ~ Longitud del músculo Figura 1-45. Acción deltoidea sobre la articulación glenohumeral. Se muestra la eficacia mecónica que proporciona la acción del deltoides sobre la abducción del húmero, mediante la rotación simultónea de la escópula, en la relación tensión-longitud muscular. La mayor eficacia muscular se logra con la longitud de reposo, y disminuye con el acortamiento. En el brazo con abducción sin rotación escapular, el deltoides se acorta hasta una longitud de menor tensión (B). La rotación escapular simultónea conserva al deltoides en longitud de reposo (A). El músculo deltoides, al igual que todos los demás es más eficaz cuando está en longitud de reposo, que por lo general es el punto entre el máximo acortamiento y el máximo estiramiento. En el caso del músculo deltoides, este punto intermedio se alcanza cuando el brazo cuelga en uno de los lados. El deltoides se acorta (se contrae) durante la abducción y alcanza su máximo acortamiento cuando el húmero logra la extensión total sobre la cabeza (90 grados con el brazo en posición sagital, 60 grados con el húmero con rotación interna, y 120 grados con el brazo en rotación externa). Conforme el brazo se abduce mediante rotación simultánea de la escápula, los puntos de origen del deltoides se mueven en arco, siempre conservando cierto alargamiento de dicho músculo. Cuando el brazo alcanzó la extensión completa por encima de la cabeza, no hay necesidad de contracciones del deltoides para dar apoyo al brazo, por 10 que es mínima la eficacia de contracción del deltoides en esta posición de máximo acortamiento. Con el brazo totalmente extendido por encima de la cabeza, el plano de la fosa glenoidea, que soporta la cabeza del húmero, alcanza casi la posición horizontal. Ahora, sólo la cápsula conserva la cabeza del húmero dentro de la fosa glenoidea, lo que explica por qué es ésta la posición para una probable luxación de hombro a través Figura 1-46. Movimiento accesorio del ritmo escapulohumeral diferente del movimiento glenohumeral. El movimiento del brazo a través de todas las fases de abducción afecta a todas las articulaciones del cinturón del hombro de una manera sincrónica. Fase 1: Brazo en reposo: Rotación escapular a 0° (E); óngulo espinoclavicular a 0° (AEC); movimiento de 0° en la articulación esternoclavicular (EC); sin elevación del extremo externo de la clovículo (C); sin abducción del húmero (H). Fase 11: Húmero con abducción de 30°: el extremo externo de la clcvículo se eleva de 12° a 15° .sin rotación clavicular; ocurre elevación de la articulación esternoclavicular; se presenta cierto grado de movimiento en la articulación acromioclavicular según se observa por. aumento de 10° del óngulo espinoclavicular (AEC) que se forma entre la clovículo y la espina escapular (EEC = elevación de la articulación espinoclavicular). 48 - Hombro (Capitulo 1) Anatomia Funcional - 49 respecto a la función del brazo, debido a que la articulación escapulotorácica depende de la posición vertebral. Es evidente que el ritmo escapulohumeral es una actividad funcional neuromusculoarticular muy compleja. Rotación 45° "," 1 60° ;; \:,:~'.-~~~-::-,~'~-~:~~~,-- Figuro 1-46 (Continúa). Fase 111: El húmero en abducción a 90" o 60° glenohumeral, 30° escapular; la c1avfcula se eleva a su posición final, de 30°; no ocurrió rotación de la clavícula (todos los movimientos se hicieron en la articulación esternoclavicular); no hay cambios en la AEC. Fase IV: Elevación completa por encima de la cabeza (SH = 180°; H = 120°; S = 60°): el extremo clavicular externo no se eleva m6s (en la articulación esternoclavicular), pero la AEC aumento (a 20"). Debido a la rotación de la c1avfcula y a su forma angulada, la c1avfcula se eleva en 30° adicionales. En esta fase, el húmero gira, pero esto no influye en los grados de movimiento anteriores. Los músculos escapulares abductores y rotadores, el trapecio y el serrato anterior, se contraen; los opuestos (romboides y elevador de la escápula) se relajan, El pectoral mayor, también un rotador interno, se relaja cuando ocurre rotación externa. La acción neuromuscular escapulohumeral continua y eficaz es un ejemplo clásico de retroalimentación de la actividad neurológica que controla la orientación de los husos, con relajación intrínseca en reciprocidad. Esta actividad coordinada debe programarse para cualquier actividad diaria y para cada actividad atlética. Cada faceta articular ligamentosa del complejo escapulohumeral debe tener una función de aproximación. La postura de la persona habrá de considerarse con MECANISMO DEL BfcEPS El bíceps participa anatómica y funcionalmente en el mecanismo escapulohumeral durante la función del brazo. Su relación entre función y movilidad glcnohumeral, es más bien pasiva con respecto a la actividad neuromuscular. El bíceps braquial tiene dos cabezas, pero con una inserción tendinosa común en la cara interna del radio. La cabeza corta interna se origina de la apófisis coracoides. La cabeza larga se origina del labio superior de la fosa glenoidea. Su tendón de origen, la cabeza larga, se dirige lateralmente y hace un ángulo de 90grados a la altura del surco bicipital de la parte superior de la cabeza humeral. Después se dirige hacia abajo para emerger en la cavidad muscular común. Debido a la fijación del bíceps sobre el lado uInar del radio, la función primaria de este músculo es la supinación del antebrazo, y su función secundaria es la flexión del codo. Por su origen e inserción en la cara anterior del brazo, ayuda a las fibras deltoideas anteriores durante la flexión anterior del hombro. No hay movimiento del tendón del bíceps dentro del surco bicipital cuando este músculo se contrae para provocar la supinación del antebrazo o para flexionar el codo con el hombro en posición pendiente. Cuando mucho, su contracción presiona hacia abajo dentro del surco bicipital y desciende todo el húmero. Hay movimiento del tendón dentro del surco bicipital sólo cuando éste se mueve sobre el tendón durante la actividad del húmero. El tendón se desliza dentro del surco y se fija ahí mediante el ligamento humeral transverso', Con~orme el brazo gira internamente el tendón entra en el surco y se mueve hacia abajo, Cuando el brazo abduce más alto del plano horizontal, el tendón se desliza dentro del surco bicipital (figura 1-47) y se fija dentro de éste por el ligamento humeral transverso. . Por su acción pasiva sobre el húmero, la abducción de éste en la fosa glenoídea, que se presenta con deslizamiento inferior simultáneo con rotación externa, ocurre de modo pasivo con contracción de la cabeza larga del bíceps. La tracción inferior de la tuberosidad mayor por los músculos infraespinosos y redondo menor también desciende el húmero, pero el mayor deslizamiento hacia abajo se le atribuye a las fuerzas mecánicas de tensión del tendón bicipitaI. La relación del tendón del bíceps, dentro del surco bicipital, con respecto a la fijación del ligamento coracohumeral, el tendón supraespinoso, la bolsa subdeltoidea, , yla cara superoanterior de la cápsula glenohumeral explica por qué, clínicamente, una tendinitis del conjunto se complica con una tendlnltís bicipital en el hombro doloroso. 50 - Hombro / Bibliografía (Capítulo 1) PLB Lig. -~~--=IIWI' ----#-'- e Figura 1-47. Mecanismo del bíceps. El bíceps braquial se origina de dos tendones: la cabeza corta interna, de la apófisis coracoides, y la cabeza larga, del borde superior de la fosa glenoidea. Lacabeza larga pasa debajo y adentra del surca bicipitalen una vaina fibrosa entre los tendones del subescapular y del supraespinoso. Los dibujos pequeños a la izquierda describen el movimiento humeral del tendón del bíceps, (A) Con el brazo pendiente. (B) Brazo en aducción, con rotación interna y extensión, lo que causa que el ligamento (punto) se aleje del ligamento humeral transverso. (C) Movimientoinferiordel ligamento (punto) debojo del ligamento humeral transverso cuando se abduce el brazo, con rotación externa y flexión anterior. BIBLIOGRAFÍA Cailliet, R: Mechanics of Joints. In Arthritis Physical Medicine, (ed. Licht) Elizabeth Licht Publishers, New Haven, 1969. Bibliografía / Anatomía Funcional- 51 Codman, EA: The Shoulder. Thomas Todd, Boston, 1934. DePalma, AF: Surgery of the Shoulder, ed 2. JB Lippincott, Philadelphia, 1973. Inman, VE, Saunders, JB, and Abbott, LC: Observations of the function of the shoulder joint, J Bone Joint Surg 26:1,1944. MacConnaill, MA: Studies in the mechanics of synovialjoints. Irish J Med Sci 21:223, 1946. MacConnaill, MA: The movement of bones and joints. J Bone Joint Surg 32B:244, 1950; 33B:251, 1951. McGregor, L: Rotation at the shoulder: Critical inquiry. Br J Surg 24:425,1937. Mennell, J: The Science and Art of Joint Manipulation, Vol 1. J & A ChurchilI, London, 1949. Moseley, HF: Shoulder Lesions, ed 3. Churchill Livingstone, Edinburgh, 1969. Saario, L: The range of movement of the shoulder joint at various ages. Acta Orthop Scand 33(4):366, 1963. Simon, WH: Soft tissue disorders of the shoulder. Orthop Clin North Aro 6(2):521, 1975. Thomas, CL (ed): Taber's Cyclopedic Medical Dictionary, ed 16. FA Davis, Philadelphia, 1989. Urist, MR: Complete dislocations of acromioclavicular joint, J Bone Joint Surg 28:813, Oct., 1946. Van Linge, B and Mulder, JD: Function of the supraspinatus muscle and its relation to the supraspinatus syndrome. J Bone Joint Surg 45(B):750, 1963. Localización y mecanismos tisulares del dolor en el cinturón escapular CAPÍTULO 2 La localización tisular y las causas de dolor en el complejo del hombro son numerosas, según se describen de la siguiente manera: I. Musculoesqueléticas A. Degenerativas 1. Tendinitis, con o sin depósitos de calcio 2. Desgarro del manguillo, parcial o completo B. Traumáticas 1. Fracturas 2. L~aciones 3. Separación acromioclavicular 4. Desgarro del tendón del bíceps C. Inflamatorias 1. Artritis reumatoide 2. Hiperuricemia "gota" 3. Artritis infecciosa D. Tumorales 1. Óseas 2. De tejidos blandos 11. Neurológicas A. Nervios periféricos 1. Raíces (cervicales) a. Orificio espinal 53 (Capítulo 2) 54 - Hombro 1) Espondilosis 2) Herniación de disco 3) Traumatismos (a) Fracturas (b) Luxaciones b. Th.mores extramedulares 2. Plexo braquial a.Mecánicas 1) Compresión del paquete neurovascular (síndromes de la desembocadura cervicodorsal) 2) Síndrome del escaleno anterior 3) Costilla cervical 4) Síndrome claviculocostal 5) Síndrome del pectoral menor b. Traumáticas 1) Lesiones por tracción o penetrantes c. Inflamatorias 1) Neuritis del plexo braquial d. Tumorales 1) Pancoast 2) Adenitis B. Sistema Nervioso Central 1. Thmores intramedulares 2. Siringomielia 4 Localización y Mecanismos Tisulares - 55 v Articulares A. Degenerativas B. Inflamatorias C. Infecciosas D. Metabólicas Numerosos tejidos son sitios potenciales de nocicepción. Cuando se lesionan, causan impedimento funcional y también dolor. El propósito primario del cinturón escapular es permitir la colocación de la mano en posición funcional, situación que puede impedirse por daño físico o dolor. Cada una de las siete o más estructuras articulares dentro del complejo del hombro puede ser el sitio de nocicepción o disfunción (figura 2-1). Estas articulaciones pueden enumerarse, al igual que los tejidos adyacentes como sitios de dolor y alteración del funcionamiento: 1. Articulación glenohumeral 2. Articulación suprahumeral 3. Articulación acromioclavicular 4. Articulación esternoclavicular 5. Articulación escapulotorácica 6. Articulación costosternal 7. Articulación costovertebral 8. Tendón del bíceps 9. Tendón conjunto del manguillo rotador 10. Bolsa subdeltoidea 11. Cápsula glenohumeral 111.Vasculares A. Arteriales 1. Oclusiva: aguda o crónica. a. Embólica b. Vasospástica c. Traumática d. Aterosclerótica 2. Aneurisma o fístula B. Venosas 1. Flebitis C. Linfáticas 1. Linfedema N Dolor referido visceral-somático A.Cardiaco 1. Angina de pecho 2. Síndrome mano-hombro a. Causalgia B. Vesicular C. Diafragmático D. Por rotura de vísceras Figura 2-1. Sitios de dolor tisular: 1) tuberosidad mayor; unión del tendón suproespinaso; 2) tuberosidad menor; 3) surco bicipital: tendón de la cabeza larga del bíceps; 4) bolsa subacromial; 5) articulación acramioclavicular¡ 6) articulación y c6psula glenohumeral; 7) bolsa subdeltoidea. (Modificado de Steindler, A. The Interpretation of Poin in Orthopedic Practice. Charles C. Thomas, Springfield, IIlinois, 1959). 56 - Hombro (Capítulo 2) Cualquiera de estos lugares o todos ellos, son potencialmente los principales sitios de nocicepción y disfunción, pero la principal área de proceso patológico en el complejo del hombro es 1) la articulación glenohumeral (figura 2-2) y 2) el tendón supraespinoso en la región contigua a las bolsas tisulares de la región subdeltoidea y en la cara supralateral de la cápsula glenohumeral. Cierto es que los demás sitios mencionados tienen potencial para producir dolor y disfunción, pero el uso diario, el abuso, y mal uso de la articulación glenohumeral hacen que sea la más vulnerable. El tejido dentro de esta articulación que es más propenso al dolor y a la disfunción es el tendón supraespinoso. Localización y Mecanismos TIsulares - 57 Articulación o-c TENDINITIS: TRAUMATISMO, DESGASTE Y DEGENERACIÓN La postura erecta del humano y la marcada movilidad del complejo del cinturón .. escapular en las actividades de la vida diaria, conducen a la degeneración del tendón del supraespinoso y sus tejidos adyacentes. Las estructuras articulares y la musculatura se han creado y estructurado para dar una gran movilidad y estabilidad adecuada. La postura erecta en dos piernas elimina el peso excesivo sobre el cinturón escapular, pero la necesidad de colocar las manos en tantas regiones y posiciones, demanda límites excesivos de movilidad del hombro, el brazo, el antebrazo y la muñeca. La estabilidad del cinturón escapular se sacrifica por esta movilidad. En estado pasivo con el brazo totalmente pendiente, el efecto de la gravedad impone tensión sobre el tendón supraespinoso. El músculo supraespinoso conserva su tono adecuado a través de la actividad del huso, que debe ser constante. La fatiga puede ser definitiva en la degeneración, disfunción o dolor. Cualquier peso que se sostenga con las manos en la posición vertical y pendiente del brazo, inicia la contracción muscular proporcional y adecuada de los músculos supraespinoso y deltoides. Una vez más, es factible que ocurra fatiga muscular. El efecto mecánico de la contracción muscular está mediado por los tendones de dichos músculos que se insertan en los huesos correspondientes. El tendón supraespinoso presenta un ángulo hacia el sitio de su fijación en la tuberosidad mayor en lugar de ir directamente al hueso. La tracción en el tendón causa isquemia relativa por compresión mecánica de los vasos sanguíneos intrínsecos durante su contracción. Esta tensión se compone de la tracción directa del músculo sobre el tendón y la que impone su angulación. El área que llega a comprimirse dentro del tendón del supraespinoso se denomina zona crítica. Teóricamente, al cargar un peso durante largo tiempo con el brazo pendiente, la tensión prolongada sobre el tendón puede causar degeneración isquémica. Esto no se ha confirmado ni tampoco otros factores de isquemia en las actividades diarias, pero en apariencia, la contracción isométrica sostenida del músculo supraespinoso se relaciona con degeneración muscular (Hagberg, 1981). Se menciona esta tensión sobre el músculo supraespinoso como prevalente en las enfermedades profesionales por postura. Cuando un músculo pierde su integridad, el tendón también se expone a variaciones en el sostén del tono y pueden ocurrir cambios patológicos. Ligamento e-o I I l ,,~.1 Figura 2-2. Tejido dentro del espacio de las articulaciones suprohumerales. E.ntre el acromion sobresaliente y la articulación acromioclavicular estén el tendón suproesprnoso y su vaina. Bajo el músculo deltoides est6 la bolsa subdeltoidea. Esta bolsa tien~ un revestimiento sinovial que cubre la superficie inferior del acromion y del músculo deltOides. Se pliega alrededor para cubrir la tuberosidad mayor y el tendón supra~spinoso. Lac6psu!a de la articulación glenohumeral reviste la superficie inferior del monquillo rotador, el labio glenoideo y la superficie interna del húmero en su parte superior. Se invagina por el tend~n de la cabeza larga del bíceps. Todos estos tejidos est6n contenidos dentro d~ un espocio relativamente poco profundo también cubierto por el ligamento corococcrorniol. La tendinitis del hombro es frecuente y en un estudio efectuado en Suecia, se encontró en 18% de los soldadores de astilleros (Hebert y colaboradores). El factor predisponente que conduce a la tendinitis es la degeneración por privación nut~icio nal (isquemia) y tensión mecánica. Dentro del tendón se forman restos que contIenen calcio y rotura de fibrillas. Localización y Mecanismos Tisulares - 59 58 - Hombro (Capítulo 2) La microrrotura de fibril1asa produce detritos e inflamación. Los cambios microscópicos iniciales (McLaughlin) revelan cambios hialinos en la fibra colágena. De manera gradual, las fibrillas tendinosas (colágena) se llegan a fibrosar. Conforme hay degeneración posterior, los husos del tendón quedan libres y se depositan en la profundidad, semejando detritos necróticos. Algo de calcio se deposita como microcristales, causando reacción inflamatoria con presencia de células gigantes. Esta rotura ocurre en su mayor parte o con predominio en el área avascular, la cual se cree que está dentro del tendón del supraespinoso (MacNab). La circulación dentro de un tendón es inversamente proporcional a la tensión y disminuye cuando ésta se incrementa (Schatzner y Banemark). La tensión prolongada sobre el brazo pendiente causa isquemia, y la contracción muscular isométrica sostenida también conserva la tensión dentro del tendón. En consecuencia, la elevación repetida del brazo en la articulación glenohumeral también causa tensión repetida dentro del tendón. Estudios de laboratorio en humanos y conejos demuestran que la inflamación de un tendón puede resultar de contracciones repetidas. Esto se debe, en parte, a edema y depósito de fibrina en el paratenón, así como en el intersticio muscular (Rais). Muchas de las posiciones diarias y prolongadas del brazo ocurren cuando se sostienen los brazos hacia delante del cuerpo, postura que se presenta en posiciones de pie y sentado. Tal esfuerzo provoca contracción isométrica sostenida de los músculos supraespinosos y deltoides, al igual que de los escapulares. Es posible que exista fatiga del supraespinoso y, en vista de que este músculo tiene un tendón más largo y de que los otros músculos del cinturón escapular no tienen uniones tendinosas óseas importantes, este músculo es más susceptible de sufrir cambios degenerativos que los demás tendones musculares. Se ha observado una degeneración progresiva del manguillo rotador en personas que ignoraron el dolor o las molestias (DePalma). Está bien comprobado que cualquier persona después de los 65 años mostrará degeneración del manguillo rotador, fibrilación e incluso desgarro parcial o completo. Es evidente que no todos son cambios sintomáticos, necesariamente, aunque sí patológicos; sin embargo, están presentes. La mayor parte de los desgarros, fibrilación y degeneración ocurren en la zona crítica (figura 1-25). Se produjeron experimentalmente cambios degenerativos en los tendones, semejantes a los del manguillo rotador (MacNab). MacNab consideró que -i estos cambios degenerativos son secundarios a hipovascularidad, que se supone está causada por compresión mecánica. También se observó un desgaste por fuera de las tuberosidades de la articulación glenohumeral en el sitio de la unión tendinosa (figura 2-3, que indican los cambios degenerativos globales. Estos cambios se observan de manera incidental en estudios sistemáticos de rayos x del cinturón escapular de ancianos, y no necesariamente implican que estos sitios sean la causa de síntomas. El desgaste externo de las tuberosidades alrededor del surco bicipital también hace que la fosa, que contiene la cabeza larga del tendón del bíceps, sea más superficial y por lo tanto, da menos soporte al tendón en su función. El envejecimiento afecta en particular al tendón del manguillo supraespinoso. Esto se debe a la irrigación y a la constante exposición a la tensión que se manifiesta en forma de tracción, compresión o fricción. Se describió la tensión del brazo pendiente estático. Es probable que se más traumática la cinética del brazo durante la abducción y elevación sobre la cabeza. Efecto de Tendón ~(~~iF~e:ttIT- del bíceps Figura 2-3. Cambios radiogróficos en la disfunción del hombro: quistes en las tuberosidades del húmero. Estos son datos radiogróficos tempranos de desgaste. Con el deterioro, la tuberosidad se erosiona, lo que da un aspecto de volcón. El surco bicipital se hace poco profundo. Cuando el brazo está elevado, en abducción o sostenido sobre la. cabeza durante muchas horas al día, hay tensión y compres~ón confor~e la tuberosidad mayo~ pasa sobre, abajo y detrás del acromion sobresahente y .de~ ligamento coracoacroID1~1. La postura del hombro arqueado en el enve.1eClIDlent? tiene un ma~or e ecto traumático sobre el manguillo rotador, situación que se revisará en .e~ capítulo ~dI:a postura del hombro arqueado también se des~rro?a durante las actIVIdad:s ~otI ianas y en la mayor parte de los trabajos de escfltofl? (figuras 2-4, 2-5). ASI rmsmo, la postura de pie durante largos periodos es trau~átIca (fig~ra 2-<?~. . El traumatismo mecánico también es químico. Hay liberación de sustancias en el traumatismo físico, con secuelas vasculares (figura 2-:7). Ad~~ás de la~ pros~aglan dinas, hay otras sustancias, que incluyen la sustancia :p, qummas e histamina. Se . identifican con frecuencia nuevos mediadores del do~or. El traumatismo tisular también provoca cambios vascula~es que .e~,?hcan la definición original de inflamación: dolor, inflamación, rubor e hipersensibilidad- En (Capítulo 2) 60 - Hombro la figura 2-8 se describe la secuencia de los traumatismos. Cualquiera de estas consecuencias traumáticas sobre el tendón supraespinoso puede resultar en: 1) dolor local, 2) inflamación local, 3) atrapamiento y arco doloroso potencial que resulta de la inflamación en el contenido del espacio suprahumeral, y 4) compresión del tendón, en especial de la zona crítica, causando hiperemia e hipemia alternativas con fibrosis y necrosis subsecuentes. Esta cadena de hechos se describe en la figura 2-9. CT oJ .. ~ Localización y Mecanismos Tisulares - 61 Evitar Largos periodos p Acortamiento Tensión sobre la parte inferior de la espalda .g {{Ten"ón cervico I ~Q-"':\ , Hundimiento torócico "~Caída de Sin sostén en la espalda los hombros Menor capacidad vital pulmonar Figura 2-5. Posturoloborol defectuosa: tensión al sentarse durante largos periodos. Neer, describió la serie de etapas continuas como el síndrome del choque, listado más abajo, en el cual él atribuye al choque como origen del 95% de los desgarros más que a lesión circulatoria. Etapa 1: Edema y hemorragia Etapa 2: Fibrosis y tendinitis Etapa 3: Espolón óseo y rotura tendinosa Buena postura Postura "con la cabeza hacia adelante" Figura 2-4. Postura con la cabeza hacia delante. Estas etapas arbitrarias pueden discutirse, puesto que el choque es una forma de traumatismo que se inicia o acompaña a la isquemia, y en consecuencia, ambas están relacionadas de manera importante. 64 - Hombro (Capítulo 2) ~"~R~ Normal A l JEdema B Frogmen tori orla e Desgarro D Figura 2-9. Secuencio de lo degeneración tendinoso. Lo figura de mayor tamaño describe lo unión tendinoso (T) o lo tuberosidad mayor (1M) de la cabezo humeral. Poso debajo del ligamento acromiocoracoide (LAC) que se une desde la apófisis corocoides (pe) hasta el acromion (A). La secuencia de deterioro va desde la etapa normal (A) hasta el edema (B) que resulto de fuerzas compresivos {flechas metas} y fuerzas de trocción {flechas curvos}. Lo etapa edematoso continúo hacia lofragmentación {C} de las fibras col6genas hasta que resulte cierto desgarro {O}. El desgarro puede ser parcial o total. Los flechas rectos muestran lo compresión que o~urre en~re lo tuberosidad mayor, el acrorruon y el lIgamento coracoacromial. (Véase texto para los detalles). ~e la ,cochera, que requiere abducción y flexión anterior con rotación externa slmulta~ea, se haya efectuado sin la rotación externa adecuada. Esto causa que la tuberosl~~d mayor ch?que contra el acromion. Así mismo, otro factor puede ser la eleyaclOn de un objeto sobre la cabeza sin la extensión adecuada de la parte supenor del cuerpo. . Es factible que se ~r?duzcan l~s.iones por condiciones mecánicas corporales m~decuadas durante actividades atléticas (las técnicas de servir, lanzar o tirar). La fatiga por sobre,uso.puede provocar lesiones en condiciones de una técnica que, por otro lado, estaría .bl~n program~da. Una distracción es capaz de alterar mornentáneam~nte un.movumento que, sm embargo, es correcto. . Sin c?n.s~derar la causa, el paciente se queja de dolor en el área del hombro. La ~lpersenslblhdadsobre el área puede ser declarada por el paciente, demostrada por el y confirmada por el examinador. Es factible que los límites pasivos de movimiento sean dolorosos, en especial si ocur~e ~urante el arco doloroso. La abducción activa del brazo superior puede estar restringida en todo el límite de movimiento si hay aprensión por parte del paciente espasmo protector o un tendón moderadamente inflamado y tumefacto. ' Localización y Mecanismos TIsulares - 65 Es posible reproducir el dolor y la restricción del movimiento sólo hasta alcanzar el arco doloroso. Este arco doloroso es el movimiento desde aproximadamente 60 grados de abducción hasta los 90 grados, hacia arriba o abajo. Es durante estos arcos o límites que la tuberosidad mayor pasa bajo el acromion y el ligamento coracoacromial. Si hay dolor en esta unión, significa que el tendón está inflamado eritematoso e inflamado. El espacio en la artic lación suprahumeral es insuficiente para que actúe el tendón. Arco doloroso es un término que se utiliza, en esencia, en abducción hacia la elevación por arriba de la cabeza, pero también hay un arco doloroso en rotación externa al momento que la tuberosidad mayor pasa al acromion o al ligamento coracoacromial. El arco doloroso puede notarse clínicamente en caso de desgarro del tendón. En un desgarro completo, el arco doloroso no se experimenta debido a que no es posible la abducción activa o la rotación externa. En el desarrollo completo del tendón no hay abultamiento significativo del tendón afectado; sólo en el desgarro parcial del tendón rotador puede notarse el arco doloroso. Debe ser posible la rotación externa del brazo en la posición pendiente o con elbrazo en abducción, aunque este movimientosea doloroso ylimitado, si el tendón del manguillo no está completamente separado. Por 10 general, la contracción de los rotadores externos en presencia de un tendón inflamado de modo agudo y desgarrado parcialmente, causa dolor e incomodidad, pero suele ser posible cierto grado de movimiento. En caso de existir duda respecto a si hay un desgarro o aun sobre el grado de extensión de éste, la inyección de un anestésico dentro del espacio de la articulación suprahumeral permitirá la abducción activa y pasiva y, la rotación externa después que disminuya el dolor. Cuando ocurre esto, es más fácil determinar la presencia de desgarro completo, aunque no necesariamente se establece un diagnóstico diferencial entre tendinitis y un desgarro parcial y su extensión. La modificación de la postura también ayuda a averiguar el grado del arco doloroso (figura 2-10). Se determinó cuál es la postura que altera los límites fisiológicos normales de movimiento de la articulación glenohumeral. La postura del hombro arqueado disminuye los límites mecánicamente. Por lo tanto, se establece el razonamiento de que el cambio de postura aumenta o disminuye la percepción o extensión del arco doloroso. Con el paciente flexionado hacia adelante de manera intencional, el arco será mayor y más doloroso, mientras que al intentar la posición de pie, el arco puede disminuirse. Es posible provocar hipersensibilidad al presionar las áreas 1, 2, 3, 7 y 4 que se observan ~n la figura 2-1: así como en los tejidos dentro de estas áreas. La presencia de hipersensibilidad en la articulación A-C 5) podría significar irritación a dicha articulación. TENDINITIS CALCIFICADA Como ya se mencionó el tema acerca de degeneración tendinosa, a menudo se depositan cristales de calcio dentro del nido de detritos de colágena hialina. Cuando son pequeños no se observan en las radiografías, pero se dice que están presentes en 66 - Hombro (Capítulo 2) Localización y Mecanismos TIsulares - 67 Cuando se acumula calcio o hay una mayor deshidratación de estos cristales, llegan a ser visiblesen las radiografías. Es posible que también el calcio hidratado inicie dolor y mayor disfunción.El traumatismo sobreimpuesto en una tendinitis calcificada preexistente puede causar hiperemia que aumenta el contenido de calcio líquido (figura 2-11). Se piensa que los estudios con rayos X del hombro muestran que la frecuencia de restos de calcio en esta zona es del 8% en la población mayor de 30 años (Boyle), y de esta manera, parece ser que 8% de la población tiene predisposición de sufrir tendinitis calciftcada con traumatismos relativamente menores. Codman postula que cualquier depósito de calcio mayor de 1.5 cm de diámetro podría ser asintomático, y que el 35% de cualquier depósito calcificado podría ser sintomático con el tiempo. La fase de inflamación del depósito de calcio representa un obstáculo mecánico para la abducción y la elevación por encima de la cabeza. Una vez más, el arco doloroso se manifiesta conforme el brazo alcanza 60 a 70 grados de abducción. La abducción y la elevación repetidas por encima de la cabeza aumenta la inflamación y, en consecuencia, incrementa la cantidad del contenido de calcio disuelto. e B zona Figura 2-10. Efecto postural sobre los arcos o límites de movimiento glenohumeral. Los dibujos superiores muestran la postura erecta, correcta del joven: la elevación hacia delante y los orcos o límites de abducción lateral del brazo son completos y libres si se eleva el ligamento coracoacromial, y el húmero puede efectuar su rotación externa correcta para permitir que la tuberosidad mayor pase bajo el acromion. Losdibujos inferiores representan la postura cifóticadorsal del anciano debilitado, o de la persona con fatiga profesional, en la cual el capuchón coracoacromial desciende y el brazo gira internamente. Ambos factores causan choque del húmero contra el arco. Se produce compresión y desgaste de los tendones del manguillo. la mayoría de personas hacia los 35 años (Decker). Aparentemente se conservan en solución y por lo tanto, son asintomáticos; esto significa que hay cierto grado de hiperemia de la zona crítica, así como periodos de isquemia relativa. Silenciosa Congesti6n "Tiza" Inflamaci6n Figura 2-11. Secuencia natural de la tendinitis calcificada. (A) Relación del tendón supraespinoso (manguillo) entre el ligamento coracoacromial y la cabeza del húmero. (B) La presión repetida por el uso y abuso cotidiano. (C) Cambios degenerativos del tendón en la zona crítica. La secuencia inferior sigue la fase asintomótica silenciosa hasta la inflamación sintomótica. La compresión por causas externas de cualquier origen resulta en congestión por la circulación del tendón. Losdepósitos de la fase silenciosa absorben líquido y el polvo seco se vuelve tiza. Con mayor irritación y congestión se expande la tiza o protruye. Las flechas dobles significan que cada fase es reversible. 68 - Hombro Localización y Mecanismos TIsulares - 69 (Capítulo 2) La tendinitis calcificada puede presentarse como dolor crónico en el hombro que se agrava por movimientos de flexión hacia adelante, abducción o rotación externa con o sin elevación por encima de la cabeza. Este dolor crónico y su agravamiento restringen numerosas actividades cotidianas y la participación en actividades atléticas. La presentación más frecuente de tendinitis calcificada aguda o de tendinitis calcificada crónica exacerbada es el dolor de hombro intolerable, que es súbito e incapacita para efectuar cualquier movimiento del hombro sin provocar dolor. Este puede irradiarse desde el espacio suprahumerallocal hasta la inserción del músculo deltoides, y la cara más inferior y externa del tercio superior del húmero. El paciente no sólo no puede mover el brazo sino que tampoco puede dormir, no encuentra una posición cómoda, no soporta cualquier presión local y debe evitar casi cualquier movimiento del brazo. El proceso patológico es la presencia de un depósito de calcio que causa irritación y presión de todos los tejidos adyacentes: el tendón supraespinoso, la bolsa deltoidea, la cápsula sinovial superointerna e incluso, el tendón del bíceps. Cuando ocurre en el tendón supraespinoso, los depósitos de calcio que originan los síntomas agudos se agravan con la flexión anterior, la abducción y cierta rotación externa. Cuando hay depósitos de calcio en el músculo infraespinoso y el redondo menor, el dolor se presenta posteriormente durante la rotación del hombro. Por logeneral los depósitos de calcio en el músculo subcapsular y su tendón son asintomáticos. En la fase aguda se evita cualquier movimiento del hombro. Hay una región de hipersensibilidad máxima y con frecuencia hay inflamación local y eritema sobre el área. El reposo de la zona afectada y el tratamiento local con hielo, calor profundo, ultrasonido yantiinflamatoriosorales favorecen la remisión de lainflamaciónyque losrestos disminuyan de volumen.Es posible que recurra en una fase más leve,seca y silenciosa. El depósito de calcio puede romperse de manera espontánea hacia los tejidos adyacentes (figura 2-12), lo que alivia el dolor de inmediato. Si el paciente puede esperar este desarrollo, es la evolución natural de la alteración. Si el dolor es demasiado intolerable para aceptarlo, es posible que se requiera liberación quirúrgica del depósito con o sin aspiración. La aspiración de esta acumulación de calcio dentro del tendón puede requerir solamente una simple inyección dentro del depósito con un trocar bastante largo. La aplicación de un anestésico en la solución que quizá contenga un esteroide, puede favorecer la eficacia de la inyección. Se recomienda la aspiración con lavado del calcio, en el cual se insertan dos agujas, una que inyecte y la otra que aspire, aunque quizá el beneficio que se obtiene en este procedimiento sea más el resultado de la disminución de la tensión dentro del tendón que de la penetración de las agujas. El seguimiento con estudios de rayos x del hombro suele demostrar lo que ocurrió con el depósito de calcio. Sin embargo, el alivio del paciente es el mayor indicador en la medida que se elimine la tensión dentro del depósito de calcio. En el paciente que no tiene alivio de la aspiración o de la inserción de agujas (aproximadamente en el 10% de los afectados), es posible que se requiera una incisión directa a través del músculo deltoides. Cualquiera que sea el desarrollo final del depósito de calcio encapsulado, todos los tejidos adyacentes al quiste de calcio permanecen inflamados, esto es, la bolsa subdeltoidea, el tendón del bíceps e incluso la cápsula glenohumeral. Cierta inflamación residual capaz de originar capsulitis adhesiva y bursitis adhesiva pueden requerir atención. Esto se revisará de manera subsecuente. CD \ . " ',<,c" CD ~ ;~' .,,' ti""" -: CD ~ \:, ~r;'" <;~ ':',' ; ..... • ,,' :;. (j) Figura 2-12. Evolución de la tendinitis calcificada y formación de bu~sitis. 1) Relación normal del tendón (manguillo) supraespinoso con el arco corccoocrornlol y la cabeza del húmero; la relación íntima de la bolsa subdeltoidea y de la articula.ción gleno~umeral. 2) Sitio de depósito de calcio en el tendón del manguillo; 3) El.calCl~ sobresal~ente se ha desalojado del tendón hacia el espacio subbursal. 4) Desolojo parCl?1 hocio el espacl~ subbursal con restos abundantes dentro del tendón. 5) El tendón se desoloio con rotura hocio la bolsa subdeltoidea. 6) Invasión intrabursal en forma de pesa. 7) Bursitis a.dhesiva ~n la.cua! hay engrosamiento de las paredes de la bolsa y adhesión entre las superficiessupenor e inferior; BURSITIS: BURSITIS SUBDELTOIDEA (SUBACROMIAL) La alteración que se revisó con anterioridad bajo ~I ~érmino d~ tendin!tis supraespinosa se denomina con frecuencia bursitis, La bursitis subdeltOldea pnmana es ~a.r~. Por lo general, la bursitis corresponde a una i?fl~mación concomitante de la ~endmltls adyacente. Anatómicamente, la pared sinovial interna de la bolsa subdeltoidca es la 70 - Hombro (Capítulo 2) Localización y Mecanismos TIsulares - 71 A Figura 2-13. Bolsa subacromial. En esencia, la bolsa subdeltoidea es el revestimiento sinovial interno del músculo deltoides y la superficie inferior del acromion. La capa externa de la porción suproespinosa del manguillo es la capa interna de la bolsa. En cualquier movimiento del brazo, las dos capas de la bolsa se deslizan una sobre la otra según se deforma la bolsa. B e pared externa del tendón supraespinoso (figura 2-13). No es posible separar una de la otra y, por lo tanto, cuando la capa externa de la vaina tendinosa se inflama, lo mismo ocurre en la pared interna de la bolsa subdeltoidea (figura 2-14). Es factible que' ocurra una bursitis subacromial primaria, pero la aspiración de la bolsa mostrará su origeny el agente agresor. En las enfermedades reumatoides generales puede producirse una bursitis primaria al igual que por traumatismo directo. DIAGNÓSTICO: TENDINITIS SUPRAESPINOSA (BURSITIS SUBDELTOIDEA) Muchas de las características diagnósticas de la tendinitis supraespinosa se describieron aquí, pero es necesario hacer un resumen. Como ya se esta~leció, los antecedentes pueden ser poco reveladores en cuanto a saber cuándo, como y por qué se irritó, traumatizó o inflamó el tendón. El adagio con respecto a la causa de la mayor parte de síndromes dolorosos' musculoesquelétícos dice que: El dolor puede resultar de alguna de tres alteraciones: 1) estiramiento anormal de una articulación normal, 2) estiramiento normal en una articulación anormal, o 3) tensión normal de una articulación normal cuando la Figura 2-14. T~ndinitis aguda e inflamación de tejidos contiguos. (A) Lostejidos contenidos entre el monquillo rotador (m) y sus tendones (t), y la fascia subdeltoidea (fsd) revisten la superficie inferior del músculo deltoides (d). La fascia subdeltoidea es rica en vasos sanguíneos y nervios simp6ticos que se originan en el ganglio estrellado. Entre la fascia subdeltoidea y la fascia que cubre el manguillo, hay tejido conectivo disperso dentro del cual se localiza la bolsa subdeltoidea (b). (B) La inflamación aguda del tendón comprime y prov,?ca inflamación y tumefacción de los tejidos fasciales y de la bolsa. Esta es la fase mecánico aguda durante la cual hay dolor grave y limitación mec6nica del movimiento. (C) Remitió la inflamación del tendón, pero persiste la inflamación resultante de la fascia y de la bolsa, .10 que provoca rigidez del hombro. Laevolución puede ser de A hacia By luego a e y reverhrse a través de todas las fases hasta A. El tendón permanece raído y persisten los cambios degenerativos. articulación no está preparada o ejecuta de manera inadecuada alguna actividad particular. La tensión anormal 1) se observa en el golpe directo o una caída sobre la ~xtrem~dad superior. Una articulación anormal 2) puede ser congénita, postraumática, o Incluso más sutilmente, por degeneración al recibir traumatismos menores múltiples y repetidos. La articulación normal sufre tensión normal 3) por actividades que se efectúan de manera impreparada o inadecuada que es la alteración que se (Capítulo 2) Localización y Mecanismos Tisulares - 73 presenta con mayor frecuencia. Esto significa q~e, por cualquier r~:ón, el brazo.~o tiene el ritmo escapulohumeral normal; por ejemplo, la abd?ccl?,? con rotac~o? externa inadecuada, el movimiento escapular erróneo en coordinación con la actívrdad humeral, la postura inapropiada, y el entrenamiento inadecuado para una actividad específica (atlética o profesional). El movimiento erróneo por fatiga, impaciencia, enojo o ansiedad pueden producir traumatismos. Esta ú~tima categoría 3) se compone esencialmente por traumatismos, aunque es menos evidente. El dolor es el síntoma inicial y varía en intensidad y sitio. La intensidad depende de la importancia de la inflamación resultante o del daño tisular del tendón. Inicialmente el sitio lo señala el paciente y lo provoca el examinador. Los sitios se describen en la figura 2-15. De mayor significado diagnóstico es la reproducción o agravamiento del dolor por movimientos específicos. El movimiento limitado es protector, y el tipo de movimientoque se limitaes diagnóstico (figura2-16). Con frecuencia, el paciente se presenta con un brazo sostenido en una posición elevada, en aducción ycon rotación interna. Esta posicióndisminuyela tensión(gravedad) sobre el tendón supraespinoso,como ocurre con la posiciónen aducción interna. El dolor que ocurre con un movimiento específico del brazo llega a ser diagnóstico. Por lo general, la calcificacióndel tendón supraespinoso provoca dolor a la flexión anterior o abducción del brazo. Los depósitos calcificadosen el músculo infraespinoso y en el redondo menor suelen causar dolor en la rotación externa del húmero. Con frecuencia los depósitos de calcio dentro del músculo subescapular son asintomáticos. La abducción se evita de manera activa o pasiva debido a que ocurre mayor atrapamiento del tendón supraespinoso contra el acromion sobresaliente y el ligamento coracoacromial. En el paciente con inflamación del manguillo rotador, tendinitis calcificada, o ambas, el intento de abducción y elevación sobre la cabeza ocurre como un mecanismo de encogimiento. 72 - Hombro ------- ~~------------41 Mecanismo de encogimiento Figura 2-15. Puntos desencadenantes. los puntos desencadenantes pal~abl~s durante lo exploración muestran el sitio del proceso patológico, corroboran lo historio e indican el tipo de tratamiento. 1) Tuberosidad mayor y sitio de lo inserción del tendón suproespinoso. 2) Tuberosidad menor, sitio de lo inserción del músculo subesca~ular. 3) Surco bicipital en el Cl191 se desliia el tendón bicipita l..4) Siti? de la bols.a sub~eltoldea. 5) Espacio de la articulación glenohumeral. 6) Articuloceón ncrorniocloviculor, 7) Articulación esternoclavicular. Al intentar la abducción del brazo, el paciente muestra el mecanismo clásico de encogimiento. Esto es diagnóstico de manera significativa por lo que requiere res altarse más. Normalmente el húmero abduce y gira hacia afuera con rotación y elevación escapular sincrónica concomitante. Cuando se limita o impide el movimiento glenohumeral por congestión del tendón supraespinoso, cualquier movimiento para intentar la abducción y la elevación del brazo ocurre en la escápula. Por lo tanto, la escápula eleva y gira, mientras que el húmero no abduce o gira externamente (figura 2-17). Este encogimiento es un movimiento activo que se le pide al paciente efectuar. Si el brazo puede elevarse de manera pasiva (en abducción) pasando el punto de atrapamiento (movimiento que efectúa el examinador), es posible que se logre una mayor elevación con abducción. El dolor recurre con el descenso activo del brazo al dirigirse a la posición lateral. Este dolor ocurre en un punto específico de abducción y una vez más en el mismo sitio de descenso, conocido como arco doloroso (figura 2-18). Puede ser que ocurra un arco doloroso durante la rotación externa-interna conforme pasa el tendón inflamado por los sitios de atrapamiento potencial tanto en rotación externa-interna como en abducción, aunque esto no es tan evidente ni se presenta con tanta frecuencia. El mecanismo de encogimiento es de relevancia al diagnosticar tendinitis del supraespinoso, pero, como se verá más en detalle, también es muy significativa al delinear la presencia de desgarros completos o parciales del manguillo rotador. Así mismo, en presencia de capsulitis adhesiva y bursitis subdeltoidea adhesiva, se presenta el mecanismo de encogimiento por la misma razón, es decir, limitación del movimiento glenohumeral y movimiento libre escapulocostal. Localización y Mecanismos Tisulares - 75 (Capítulo 2) 74 - Hombro /H'kO Traumatismo Tensi6n emocional~ Irritaci6n 1 Infecci6n <, Inmovilizaci6n "Encogimiento" Dolor 1 Sin abducci6n Tensi6n muscular Isquemia tisular interna Edema Retenci6n de metabolitos Inflamación Figura 2-17. Mecanismo de encogimiento. Como se dibujó del lado derecho, la articulación glenohumeral no permite la abducción y hay rotación externa limitada debido a tendinitis calcificada, tendinitis supraespinosa,desgarro del mangumo rotador o a una capsulitis adhesiva. Al intentar abducir 5610 el brazo, funciona la cara escapular del ritmo glenohumeral y la esc6pula se encoge, por lo que no hay movimiento en la articulación glenohumeral. Reacci6n fibrosa ( Estira mie nto muscular limitado ) Restricción del movimiento articular Limitación de la función tendinosa Acortamiento fascial + A la exploración suele haber tumefacción o congestión sobre el área de hipersensibilidad local. Pruebas radiológicas diagnósticas Incapacidad funcional Figura 2-1 6. Mecanismo por el cual la irritación origina incapacidad funcional. Por lo general, en una tendinitis calcificada hay depósitos redondos de nubosidades entre el acromion y la tuberosidad mayor del húmero. Pueden requerirse numerosas Localización y Mecanismos Tisulares - 77 (Capítulo 2) 76 - Hombro . 180 TRATAMIENTO o ~. ,1: • ., " , ,'\, """,. IJ'I I I ,,. '~I~;, /' . I • /" /, /~ I l', k Sin dolor _ 120 ~ I~ o \ Inicialmente, durante la fase aguda, es deseable elreposo de la parte afectada, la cual corresponde a la articulación glenohumeral. Es valiosa la aplicación de compresas de hielo durante periodos de 20 minutos, 3 a 5 veces al día. Se ha demostrado que temperaturas intramusculares a una profundidad de 3 cm no sirven sino hasta después de 10 minutos de enfriamiento. El hielo es analgésico, disminuye los cambios químicos y vasculares inflamatorios ulteriores y minimiza el espasmo protector. Inicialmente el calor puede ser calmante, pero también favorece mayor congestión de estos tejidos. Después de 48 horas, el calor incrementa el proceso de cicatrización, elimina los depósitos y toxinas químicas, y favorece el desarrollo de nueva irrigación a la zona lesionada. El calor también ha demostrado prevenir la adhesión cruzada de fibrillas de colágena en las cápsulas (Kottke) (figura 2-19). \ ,, I I I I I ~ '/ '/'.)~".".," >< ' -. / '/ ','" . . /,.\' { " Las fibras se ladeslizan runo sobre otra !\ >"1/"-. //\,/ ;, \ .,1'!'. '\( " / ,,/ <. El ejercicio evita que las fibras se "peguen" ". r • ! I "'-'----- __. !/\(l0~ ,,-¿/ ! proyecciones del brazo para demostrar estos depósitos. Sin depósitos calcificados visibles, es factible que no sean demostrativas las radiografías rutinarias de las tendinitis promedio. "O Flexibilidad <:__::.< . > "., 'y Figura 2-1 8. Arco doloroso. En una tendinitis supraespinosa hay movimiento indoloro 01 abducir desde lo dependencia (0°) hasta 60° . Desde los 60° hasta los 120° hay dolor, tanto en la elevación como en el descenso. A partir de los 120° hasta la elevación sobre la cabeza a 180°, el movimiento esto libre de dolor. Es entre 60° y 120° de abducción (y entre 120° y 60° de descenso) que la tuberosidad mayor y, por lo tanto, lo inserción del tendón conjunto pasan bajo el acromion y el ligamento coracoacromial. /,z, :::,. "'-'--__ d" '.v..'\ .,! \ / 'r-, '1" 1/ -. Las fibras se -::::::-_ . pegan entre sl ~, -c-; "O -, ,/ Inflexibilidad/ ---- Figura 2-19. Deslizamiento cruzado de las fibras de cológena. En el campo microscópico superior, las fibras de cológena de una cópsula se entrecruzan y se deslizan una sobre la otro. Lo lubricación pora esto proviene de la motriz y del movimiento repetido. En el campo inferior, las fibras se unen en el cruce, lo que produce inflexibilidad. El alargamiento de cada fibra ahora estó entre los puntos de adhesión rnés que en la elasticidad de la fibra cológena completa. (De Cailliet, R y Gross, L: The Rejuvenotion Strategy. Doubleday, New York, 1988). 78 - Hombro (Capítulo 2) Es posible que la aplicación de un cabestrillo para elevar el brazo con flexión del codo y para colocar el brazo en rotación externa, disminuya considerabl.emen~e.las molestias; sin embargo, nunca debe prolongarse su uso y por lo tanto la inmovilización,'El tiempo de uso es arbitrario, de un cabestrillo puede ser de 48 a 72 horas, con retiro gradual e implantación del movimiento de la articulación glenohumeral, primero pasivo y después, activo. La inmovilización favorece la isquemia tisular y la acumulación de metabolitos nociceptores. El edema que resulta del traumatismo tiende a organizarse y los revestimientos sinoviales de la bolsa y de las capas capsulares se inflaman y por lo tanto, se vuelven adhesivas. El contacto íntimo prolongado de estas capas sinoviales favorece la capsulitis adhesiva y la bursitis adhesiva (Neviaser, 1945; Watson-Jones) (figura 2-16). . Para prevenir la reacción adhesiva, deben iniciarse de manera temprana movimientos pasivos más que activos. Paradójicamente los ejercicios habrán de hacerse de manera activa por el paciente; los límites pasivos de ejercicios con movimientos activos que efectúa el paciente se denominan ejercicios de Codman. La razón para los arcos o límites pasivos de movimientos es asegurar la movilización frecuente de las capas sinoviales adyacentes y para evitar el contacto prolongado y, por lo tanto, la adhesión de las superficies inflamadas adyacentes. La razón para evitar los movimientos activos es que requieren la contracción de los músculos del manguillo rotador, el cual inicia la contracción irritativa de los rotadores y de los abductores con compresión del acromion sobresaliente y del ligamento coracoacromial. El ejercicio de Codman es en esencia un ejercicio pendular. La persona se inclina hacia adelante a nivel de la cintura con el brazo afectado colgando verticalmente (figura 2-20). Esto hace que el brazo se coloque a 90 grados de flexión anterior sin contracción del deltoides o del manguillo rotador. La gravedad en el brazo colgante causa una ligera separación de las superficies glenohumerales. En consecuencia, la cápsula glenohumeral también se alarga un poco. El cuerpo se mueve hacia adelante, hacia atrás y en circunferencia con movilización pasiva del brazo. Este es un péndulo pasivo, que se mueve en todas direcciones de los límites glenohumerales sin que haya contracción muscular activa a este nivel. Habrá de evitarse de manera inicial en el tratamiento, el ejercicio pendular activo (figura 2-21) que se utiliza más tarde para recuperar la fuerza muscular. Este ejercicio pendular activo favorece la contracción activa de todos los músculos glenohumerales, anulando el concepto de ejercicio pendular pasivo. En una etapa posterior de la rehabilitación, este ejercicio pendular activo es eficaz y deseable, pero sólo después de que el dolor remita de manera significativa y sea posible el movimiento con menos molestias. Puede ser redundante, pero la experiencia obliga a establecerlo. El ejercicio pendular pasivo debe hacerse de manera adecuada para ser eficaz. Esto conlleva la explicación cuidadosa al paciente y la observación por el médico. Al hacerlo de modo inadecuado, este ejercicio no sólo es incapaz de producir beneficios sino que, también puede ser perjudicial. La flexión anterior a nivel de la cintura debe hacerse con las rodillas flexionadas para evitar molestias en la parte baja de la espalda. Un brazo colgante significa que no debe haber esfuerzo muscular; esto indica la relajación completa de toda la Localización y Mecanismos Tisulares - 79 Figura 2-20. Ejercicio pendular de Codman. El paciente se flexiona hacia adelante, doblando el tronco en óngulos rectos. El brazo afectado se deja colgado sin actividad muscular de la articulación glenohumeraJ. El cuerpo oscila activamente, y a su vez, hace que el brazo colgante se balancee pasivamente en flexión-extensión anterior, lateral y rotación. El cuerpo puede sostenerse al colocar el otra brazo sobre una mesa o silla. El brazo estó balanceóndose pasivamente. No se coloca algún peso en la mano debido a que esto provoca contracción muscular del brazo y del hombro. musculatura del hombro yla dependencia sobre la cápsula para dirigirse al pronóstico para el cual se efectúa este ejercicio. El movimiento hacia delante, atrás, a los lados y en circunferencia debe hacerse con el cuerpo, no con el brazo. Este sólo está pendular conforme se mueve el cuerpo. El paciente tiene la tendencia natural a mover el brazo en forma oscilatoria en todas direcciones, pero si esto llega a ser un ejercicio muscular activo, hace fracasar la acción pendular pasiva. En una fase posterior del tratamiento, el ejercicio pendular debe utilizarse cuando sea necesario el inicio de ejercicios activos para fortalecer los músculos del hombro. Es contraproducente agregar un peso a la mano con el fin de incrementar la eficacia del ejercicio pendular. Cuando la mano sostiene el peso, automáticamente causa contracción del brazo y de los músculos del hombro. Esto es indeseable en el ejercicio pendular pasivo. Tener un peso en la mano sería aceptable e incluso deseable cuando el ejercicio pendular progresa hacia la fase de rehabilitación activa. (Capítulo 2) 80 - Hombro ~;-agh ..... P. ...-::::::::>if:·:··::::\.. . .... P .' G Figura 2-21. Ejercicio glenohumeral pendular activo. 1) Posturaque se asume para permitir que el brazo cuelgue libremente, con o sin un peso. 2) El brazo se mueve en el plano sagital hacia delante y otros, en flexión hacia delante y atrós. También se efectúa movimiento circular en sentido de las manecillas del reloj y en dirección contraria, en cfrculos cada vez mós grandes. 3) Vista frontal del ejercicio que muestra el movimiento pendular lateral en el plano coronal. El dibujo inferior derecho muestra el efecto de la gravedad (g) sobre la articulación glenohumerol (agh) con la escópula (e) inmóvil. El arco p-o-p es el movimiento pendular. -, Localización y Mecanismos Tisulares - 81 Es posible aplicar calor antes y durante el ejercicio pendular, al igual que frío. La aplicación de hielo o calor depende de la etapa (aguda, subaguda o crónica) de la alteración, la gravedad del dolor, y la intención del ejercicio -aumento de los límites de movimiento o fortalecimiento de los músculos. El ejercicio pendular pasivo es la primera etapa en la recuperación de los arcos o límites del movimiento, lo cual significa recuperar la flexibilidad completa de la cápsula de la articulación glenohumeral. La incapacidad para recuperar toda la flexibilidad impide el deslizamiento de la cabeza humeral en la fosa glenoidea, que a su vez impide el ritmo escapulohumeral completo. Aspectos de esta limitación constituirán diversos grados del hombro congelado, desde signos leves de capsulitis adhesiva hasta una adhesión completa. Esta patología se revisa más adelante, pero debe mencionarse aquí en la etapa temprana para justificar la indicación de ejercicios con arcos o límites de movimiento pasivo inicial y después activo. Está indicado cualquier intento para combatir la inflamación, en vista de que la bursitis subdeltoidea y la tendinitis del supraespinoso indican inflamación del manguillo rotador y de sus tejidos adyacentes dentro de un espacio confinado. Un tejido lesionado inicia la liberación de ácido araquidónico, seguido de la liberación de otros compuestos químicos: prostaglandinas, tromboxano, ácidos grasos monohidroxilados, y leucotrienos. Estos últimos se consideran los agentes que originan la inflamación. Se produce hiperalgesia. En consecuencia, resulta una reacción química subsecuente con liberación de bradicinina e histamina, que causa dolor, edema y reacción vasomotora. Esto se toma en cuenta al utilizar la aplicación de hielo local y al poner en reposo la parte afectada. Son muyimportantes los antiinflamatorios bucales para interrumpir este ciclo químico de inflamación y sus secuelas. Los medicamentos parecidos a la aspirina -antiinflamatorios no esteroides (AINE)- interrumpen la formación inicial del ácido araquidónico hacia prostaglandinas. El hielo también disminuye la acción de los efectos parecidos a la histamina. La medicación oral es eficaz pero requiere vigilancia cuidadosa para evitar otras contraindicaciones médicas. Incluso se recomiendan los esteroides orales en una alteración aguda grave que no responda a salicilatos o a antiinflamatorios no esteroides (AINE). Las inyecciones locales de anestésicos en combinación con esteroides dentro del espacio suprahumeral que rodea al tendón supraespinoso, su vaina, la bolsa sinovial y la sinovial de la cápsula glenohumeral, intervienen en el ciclo de los químicos nociceptores, previene acumulaciones de estas cininas, disminuyen el dolor al aminorar la inflamación local y previenen la formación de factores adhesivos de los tejidos sinoviales. Puede variar la técnica de inyección, pero en la actualidad se confirmó su valor. Es digno de consideración un comentario acerca de la técnica, aunque quizá sea superfluo: la región que será penetrada es razonablemente grande y desprovista de nervios y vasos sanguíneos principales. El dedo del examinador -no la aguja- debe determinar el sitio de entrada de la aguja. Una vez que se traspase la piel y bajo el acromion sobresaliente (que el médico palpa con su dedo), la aguja permite la simple entrada al espacio suprahumeral. Es obligatoria la aspiración para evitar la entrada a un vaso sanguíneo, al igual que en cualquier otra inyección. Muchos prefieren la entrada posterior (figura 2-22). La espina de la escápula se palpa lateralmente a su extremo, que es la apófisis acromial. Varios centímetros en dirección interna y directamente bajo el borde Localización y Mecanismos TIsulares - 83 (Capítulo 2) 82 - Hombro p Vista superior I~ .. u \J o V lJ P V V ~ Vista frontal v J t} Vista posterior Figura 2-22. Sitios de inyecciones suprohu~era!es. En el tra!amie~to de la tendinitis del supraespinoso puede llevarse a cabo la oplicoción de una Inyección que contenga un anestésico con una solución de esteroides mediante estos procedimientos. La solución se deposita en el espacio suprahumeral alrededor del tendón conjunto. A. Abordaje anterior: bajo el borde inferior del acromion sobresolie!'lte y ligeramente lateral al surco bicipital. Todas estas marcas son palpables de manero directa. L. Enfoque lateral: lateral de manera directa e inmediatamente debajo del margen lateral inferior del acromion. P. Enfoque posterior: siguiendo la espina escapular a nivel I~ter~I, se palpa el margen inferior de la apófisis acromial¡ la entrada es directamente bo]o dicho margen, procediendo hacia adelante y un poco hacia arriba. inferior del acromion se encuentra el sitio de entrada de la aguja. La penetración a unos cuantos centímetros en dirección superior llega al área suprahumeral deseada. La entrada lateral requiere la palpación del borde inferior externo del acromion y se penetra inmediatamente por debajo de dicho borde. El espacio buscado. está después de la entrada directa seguida de un avance de 1 o 2 cm con una ligera desviación hacia arriba (hacia dentro). La entrada anterior requiere la palpación del espacio inmediatamente debajo del borde anteroinferior de la apófisis acromial, y después se palpa en busca del surco bicipital. Una vez que se palpa, es factible verificar que se trata del surco bicipital porque se mueve conforme el húmero gira un poco hacia la dirección externa e interna. La razón de palpar el surco bicipital es con el fin de localizar la tuberosidad lateral sobre la cual se inserta el tendón conjunto. La entrada de la aguja se hace justo bajo el borde inferoanterior del acromion, sobre la tuberosidad mayor, la cual se localiza inmediatamente lateral al surco bicipital. La aguja penetra cerca de 1 a 2 cm, se dirige un poco hacia arriba por otros 1 a 2 cm. La experimentación de una resistencia ósea inmediatamente después de penetrar la piel indica la entrada en el lado equivocado. Debe retirarse la aguja y reinsertarse a través del mismo sitio cutáneo de entrada. Como en cualquier inyección, la aspiración siempre debe preceder a la inyección del líquido. Cuando el dolor persiste a pesar de la inyección suprahumeral de esteroides anestésicos, de medicación antiinflamatoria oral, o ambas, puede ser eficaz el bloqueo del nervio supraescapular para mitigar las molestias (figura 2-23). La técnica para inyectar el nervio supraescapular es como sigue: se palpa la espina de la escápula en el paciente sentado con losbrazos a los lados. Se marca el límite vertebral (interno) de la espina escapular, al igual que el extremo acromial de la espina. La distancia entre ambos se traza y la mitad acromial también. Este es el sitio de emergencia de la fosa a través de la cual pasa el nervio. Se inyecta un bubón bajo la piel aproximadamente 1.5 cm por arriba del borde superior de la espina. Este es el punto de entrada. Se inserta directamente una aguja calibre 24, de 5 cm, conectada a una jeringa de 10 mIque contenga lidocaína al! % y quizá, 1 mI de algúnesteroide soluble.La inserción se efectúa de manera lenta hasta encontrar el hueso, en donde se retira una pequeña fracción de un centímer J. Después de aspirar, se inyecta la solución con lentitud. En caso de que no hubiera contacto óseo después de muchos centímetros de penetración, existe la posibilidad de haber entrado en la fosa y de que una mayor penetración podría caer hacia el área pulmonar. En este caso está indicado el retiro inmediato. En la entrada inicial, el paciente nota parestesia inmediata, si se contacta con el nervio supraescapular que indica que se ha entrado a la fosa supraescapular. Es indispensable que en ese momento se retire la aguja un centímetro completo, dejando la aguja todavía en la piel, pero no en el surco escapular. Después, puede reinsertarse la aguja en un ángulo diferente y una vez más hay que retirarla, un poco al contactar el hueso. En este momento se inicia la inyección. El bloqueo con éxito debe aminorar el dolor del hombro, aunque con posible debilidad transitoria de los rotadores externos. La última paresia se recupera con rapidez y el alivio del dolor persiste por un periodo de varias horas o más. Es evidente que el intento no es inyectar dentro del espacio supraescapular de manera directa, sino más bien inyectar la solución dentro del espacio entre la superficie escapular bajo el músculo supraespinoso, donde se dispersará con lentitud hasta abarcar de modo gradual las ramas del nervio supraeseapular (Bonica). EJERCICIOS TERAPÉUTICOS Los ejercicios pendulares activos-pasivos se inician para aumentar los arcos o límites de movimiento y por lo tanto, ayudan a recuperar la flexibilidad capsular. Así mismo, 84 - Hombro Localización y Mecanismos TIsulares - 85 (Capítulo 2) A « "~"~'-'~'~~\ ~~"''''''''''''''''''.''-''. "'.-= ¿ »> '--.." D Figura 2-23. Bloqueo del nervio supraescapular. (A) Anatomía y trayectoria del nervio supraescapular, que se origina desde e 5-6. Se muestran el nervio motor del supraespinoso (SSp) y del infraespinoso (ISp) y las ramas sensitivas para la articulación acramioclavicular y la articulación del hombro jt. (B,C) Bisección de una línea que se dibuja sobre la espina escapular con el sitio del surco y de la inserción de la aguja. (O) Diferencia entre el contracto directo (D)con el nervio y el contacto indirecto (ID) mediante infusión de la porción posterior de la escópula por debajo del músculo supraespinoso. el movimiento pasivo aumenta el deslizamiento dentro de las capas sinoviales de-la bolsa subdeltoidea y de las capas sinoviales de la cápsula glenohumeral adyacente al paratenón del manguillo rotador. Es indispensable que estos tejidos permanezcan lubricados y libres de deslizarse sobre ellos para la función normal del hombro. Después de las inyecciones antestésicas intracapsular y de la bolsa, el dolor debe remitir suficientemente para permitir ejercicios más activos. Es el momento para que el ejercicio pendular pasivo sea activo.Los ejercicios pendulares activosindican que Figura 2-24. Ejercicios. (A) Acostado sobre la espalda con los codos a los lados, manos hacia el techo. Se intenta la rotación externa activa por el paciente y pasiva por el terapeuta. Puede aplicarse resistencia cuando los arcos o límiteslo permitan. Esteejercicio puede llevarse a cabo de pie contra la pared. (B) Ejercicio similar a A, pero con aumento de la abducción del brazo a través de las posiciones 1 a 5. (C) Manos detrás de la cabeza, el movimiento es el desplazamiento posterior de los codos, hacia el piso cuando esté en posición supina, y hacia la pared cuando esté de pie. Esposible que este movimiento sea ayudado por el terapeuta y puede aplicarse resistencia. (O) Dar empujar en la esquina de una pared. El ejercicio comienza con las manos a la olturo de la cintura; después, las manos suben hasta que se extienden por completo sobre la cabeza, separadas. Se estira la cópsula anterior, al jgual que los pectorales. En este ejercicio es necesario llevar un ritmo. Evítese arquear la espalda y el cuello. el movimiento del brazo-hombro ahora se lleva a cabo de manera activa por los músculos escapuloglenohumerales y no sólo por el movimiento del tronco. Además de estos ejercicios pendulares activos, deben introducirse otros ejercicios activos como aquéllos que se describen en las figuras 2-24 a 2-29. (Capítulo 2) 86 - Hombro Localización y Mecanismos TIsulares - 87 G Figura 2-24 (continúa). (E) Con una barra fija (entre el marco de la puerta) que sea ajustable, comenzar con la barra a la altura de la cara y gradualmente elevarla, ya sea al tambiar la posición en el marco de la puerta o la hacer una flexión profunda de las rodillas. Por último, la barra debe estar arriba y detrós de la cabeza. (F) Similar a (E) excepto por que ambas manos sostienen una vara o clavija de metal. Esteejercicio es mós activo que en (E), ya que el objetivo es colocar la vara detrós de la cabeza desde una posición totalmente extendida por encima de la cabeza. El movimiento lateral con los brazos sobre la cabeza debe intentar el desplazamiento de los brazos detrás de la cabeza. (G) la vara detrós de la espalda. En la ilustración, la mano derecha eleva la vara para llevar al brazo izquierdo (afectado) por detrós de la espalda, lo que estira la cópsula anterior y a los retadores externos. (H) Colocar las manos detrás de la espalda sobre una mesa, barras paralelas o el lavabo y efectuar flexiones profundas de las rodillas. Todos los ejercicios activos para los arcos o límites de movimiento deben hacerse con frecuencia (varias veces al día), con gentileza pero con cierta fuerza para asegurar la recuperación gradual de todo el movimiento. Cualquier ejercicio puede procederse de la aplicación de calor local y seguido de la aplicación de hielo, en especial si hay cierto adolorimiento. Debe establecerse con claridad que los arcos o límites de movimiento glenohumeral completos deben recuperarse para asegurar la reanudación del ritmo escapulohumeraL Es imprescindible comparar el grado de movimiento con la Figura 2-25. Ejercicios en casa para aumentar los arcos o límites de movimiento del hombro. Sentado con el brazo sobre una mesa, el paciente se mueve hacia adelante y otros para aumentar los arcos o límites de movimiento del brazo con respecto a la elevación. El antebrazo, colocado en óngulos rectos, gira hacia adentre y afuera, para mayores arcos o límites. Puede colocarse un peso en la mano. articulación del hombro contralateral. La restricción persistente, tardía que haría pensar en signos leves de capsulitis adhesiva, puede favorecer dolor residual, daño y recurrencia de degeneración tendinosa y desgarro posteriores. EJERCICIOS DE FORTALECIMIENTO Además de los arcos o límitescompletos de movimiento, deben recuperarse la fuerza y la resistenciade losmúsculosdelmanguillo rotadory de otrosmúsculosdelcinturónescapular. Se hace hincapié en la fuerza del manguillo rotador debido a que la parte más importante que se debe fortalecer es la porción tendinosa muscular del hombro. Si bien la degeneración y desgarro del tendón supraespinoso se relaciona con tensión y estiramiento, se ha confirmado que la tensión repetitiva gentil y gradual que se aplique al tendón y a su músculo recupera la resistencia del tendón y favorece la (Capítulo 2) 88 - Hombro Localización y Mecanismos Tisulares - 89 o Figura 2-26. Ejercicio para los arcos o límitesde movimiento externo. En posición sentada flexiónd.e90°, la persona sostiene un peso en la mano y lenta y gradualmente dejo caer la mano hocio afuera (rotando externamente). La rotación externa glenohumeral aumenta en los arcos o límitesde movimiento. La cópsula se estira gentil y progresivamente con este ejercicio. Si se efectúa muchas veces durante el día, favorece la recuperación de los arcos o límites de movimiento normal, de modo rópido y completo. co~ el codo en reparación. El flujo sanguíneo curativo ulterior hacia la parte tendinosa muscular, se incrementa mediante ejercicios isométicos e isoquinéticos de fortalecimiento. Incluso los desgarro~ parciales se benefician por los ejercicios activos (esto se revisa en el capítulo 3). Debido a que el músculo suspraespinoso es un rotador externo primario así como el iniciador de abducción temprana, para fortalecer el músculo se utiliza rotación externa. Así mismo, la acentuación en la rotación externa evita el choque cuando el ejercicio se efectúa sin abducción o elevación sobre la cabeza. Los ejercicios de fortalecimiento de los músculos del manguillo rotador se muestran en la figura 2-30. Con el brazo alIado y el codo en flexión de 90 grados, la mano va desde la rotación interna hasta la rotación externa completa sin abducir el codo. Si el brazo puede abducirse sin dolor a 90 grados, es posible efectuar los ejercicios para los rotadores externos en esta posición. Con el brazo en abducción el antebrazo flexionado puede rotar externamente contra la resistencia. Durante este último ejercicio, puede sostenerse la parte superior del brazo de manera pasiva para evitar la actividad excesiva del manguillo rotador y del deltoides en abducción. Por último, el músculo deltoides debe también fortalecerse, al igual que los músculos escapulares del hombro. La habilidad para hacer estos ejercicios sin producir dolor en el hombro, indica que la inflamación del tendón supraespinoso remitió de manera significativa. Figura 2-1.7. Ejercicio para estirar la cópsula anterior y para aumentar la flexión posterior. El paciente se coloca con ambas manos en una mesa por detrós de su espalda y!leva a cabo flexiones suaves de sus rodillas. Esto eleva los brazos (flechas pequenas) e incrementa los arcos o límites de movimiento f1exor posterior. Un ejercicio que puede recomendarse de manera general, el ejercido de escalar por la pared (figura 2-31), es benéfico en la etapa de recuperación, aunque se efectúa inadecuadamente con demasiada frecuencia, por lo que puede ser más perjudicial que de ayuda. La movilidad escapular y los ejercicios de fortalecimiento son prove~hosos, ya que se ha demostrado que los músculos escapulares son débiles en pacientes que desarrollan dolor escapulomiofacial por la actividad profesional. Si los músculos escapulares son débiles y está limitada la flexibi1i~a.d escapul?t?rácica, se a~li~a una carga adicional en el músculo glenohumeral en actividades cotidianas o en actlvídades atléticas de las extremidades superiores (figura 2-32). EFECTO FISIOLÓGICO DEL EJERCICIO El ejercicio proporciona efectos benéficos a todos los componentes del siste?;a musculoesquelético, en este caso de todos los elementos tisulares de la region 90 - Hombro (Capítulo 2) Localización y Mecanismos Tisulares - 91 Figura 2-29. Ejercicio para arco o límite de movimiento sobre la cabeza. Con el brazo normal que participe como si fuese el terapeuta, las manos se sujetan entre sí sobre la cabeza tan atrós como sea posible. El brazo normal jala al brazo limitado sobre y detrós de la cabeza. Esto aumenta gradualmente los arcos o límites de movimiento de la articulación glenohumeral. La posibilidad de daño a la cópsula articular se minimiza debido a que la fuerza la aplica el paciente. En vista de que es un ejercicio que se efectúa en casa, puede y debe hacerse de cuatro a diez veces al día. Figura 2-28. Ejercicio sobre la cabeza. Con una polea que se instale arriba de la cabeza el brazo afectado se eleva pasivamente por el brazo normal. Altener la polea ligerament~ detrós de la cabeza, el brazo consigue un mayor arco o límite de movimiento para vencer uno de los signos sutiles de limitación. escapulohumeral. La repetición de los movimientos, que con mucha frecuencia se recomienda como un ejercicio benéfico no necesariamente lo es para la articulación glenohumeral. Si hay-unarco doloroso en especial que indica tensión mecánica, como en cada rotación-abducción, los tejidos inflamados del manguillo quedan atrapados entre la tuberosidad mayor y el acromion, y el ligamento coracohumeral, los movimientos repetidos bajo condiciones de carga favorecen cambios tendinosos mayores y cambios articulares degenerativos. La osteroartritis representa una alteración incapacitante perjudicial en cualquier articulación, con excepción del hombro. En esta articulación, los cambios osteoartríticos no ocurren con la misma frecuencia que en otras articulaciones. Como problema patológico ortopédico, el cambio osteoartrítico representa menos incapacidad, pero su importancia en la degeneración del manguillo es un componente predominante de las lesiones de hombro. 92 - Hombro (Capítulo 2) Localización y Mecanismos Tisulares - 93 Erróneo Figura 2-31. Uso correcto e incorrecto del ejercicio de escalar por la pared. El ejercicio de escalamiento de la pared suele efectuarse de manera incorrecta. El brozo normal escala con el ritmo escapu/ohumerol normal. Cuando hoy pericapsulitis, el movimiento de escalar por la pared en abducción se efectúa con encogimiento de la cópsu/a y por lo tanto no es eficaz. El ejercicio debe empezarse frente a la pared y el cuerpo giro gradualmente hasta que el paciente esté en óngulo recto con respecto a la pared. Figura 2-30. Fortalecimiento del rotador externo (músculo supraespinoso). Con el paciente sentada o de pie y el brozo afectado con el codo en flexión o 90° 01 lado, lo mano gira externamente tonto como sea posible. Lo resistencia la aplica un elóstico (resorte espirol) que se asegura por el otro extremo. Esteejerciciose efectúa desde una posición en completo rotación interno (en líneas discontinuas) hasta la rotación externa total con incrementos graduales. La fuerza se desarrolla según el incremento de lo firmeza de la banda elóstica y la resistencia se produce como resultado de la frecuencia del ejercicio. La osteoartritis es en esencia la pérdida progresiva de cartílago, con sobrecrecimiento óseo y fibroso de las superficies articulares adyacentes. El traumatismo, con las resultantes microfracturas de cartílago repetitivas, se considera que participa de manera importante en el origen de la osteoartritis degenerativa. La sobrecarga mecánica provoca roturas del cartílago. Hay otros factores que también contribuyen a los cambios osteoartríticos, incluyendo cambios enzimáticos metabólicos e inflamatorios (Huskisson y otros). Finalmente una combinación de factores etiológicos pueden contri~uir a la osteoartritis de~enerativa, en la cual el traumatismo libera enzin~tas destruct~vas. Esta secuela enzimática favorece la degeneración por microtraumatismos repetidos. La osteoartritis de la articulación acromioc1avicular, que afecta de ma.n~ra adversa el manguillo rotador y favorece el atr~pamiento del ~rco doloroso, se ong!na en etapas tempranas de la vida, a menudo hacia la segunda d~cada. Se ha :~tablecIdo que después de los SO años siempre se presentan los cambios osteoartríticos de la articulación acromioclavicular (DePalma, Peterson). ~o se ha pr~puest?, alguna relación con la frecuencia de los cambios degenerativos en la articulación A-e (Worchester y Green). . . , Los tendones están sujetos a traumatismos repetidos, de manera específica, tensión mecánica; dichos traumatismos son capaces de perdurar estruct~ralm~nte. En el sitio de inserción ósea los tendones suden adelgazarse un poco con alineamIent~ de las fibras de colágena en forma de abanico ~ás que ~~ manera paralela. E traumatismo que produce daño incluye isquemia paradójica (Konn y Everth), 94 - Hombro Bibliografia / Localización y Mecanismos Tisulares - 95 (Capítulo 2) Figura 2-32. Ejercicios de movilidad escapular. Los ejercicios previos movilizan las articulaciones glenohumeral y escapulotorócica. En este ejercicio hay elevación, movimiento anterior y posterior, y circunducción del cinturón escapular. También aumentan los arcos o límites de movimiento esternoclavicular. microrruptura por traumatismo externo, vibración y frío. La inflamación de cualquier origen favorece el depósito de calcio, que se agrega al traumatismo mecánico y químico. Un tendón, como el supraespinoso, consta de fibras de colágena dispuestas en forma paralela que tienen una resistencia elevada al estiramiento por tensión. Una décima parte del tendón se compone de fibras elásticas, las cuales les dan elasticidad. Hay fibroblastos y fibrocitos entre los haces de fibras de colágena y se considera que son el origen de la nutrición, formación y regeneración del colágeno. Se ha propuesto que la isquemia es la causa de degeneración. Se ha discutido la zona avascular (isquémica) del tendón supraespinoso. El flujo sanguíneo hacia el tendón proviene de vasos en el hueso y de irrigación muscular adyacente. La presión muscular elevada y la tensión muscular sostenida disminuyen el flujo sanguíneo muscular hacia su tendón. El aumento de la tensión dentro del mismo también disminuye su flujo sanguíneo (Schatzner y Banemark). Estudios recientes (Jarvholm y colaboradores) mostraron que en abducción a 30 grados, la presión intramuscular dentro del músculo supraespinoso excede la presión circulatoria. Esto indica que en esta presión hay daño del músculo supraespinoso y de su tendón. Hay disminución vascular adicional por aumento de la presión intramuscular en la abducción a 60 y 90 grados (Jarvholm y colaboradores). Es probable que desde la abducción de 60 grados hasta la de 120 grados (la distancia del arco) también haya mayor daño de la irrigación al tendón y músculo conforme el primero pasa debajo del proceso acromial y del ligamento coracoacromial. Las contracciones repetidas causan inflamación tendinosa por exudado de fibrina. Esto se ha demostrado experimentalmente en conejos (Rais) y se confirmó en estudios de voluntarios (Hagberg, 1985). Se sabe que la infección sistémica favorece los cambios degenerativos dentro del tendón como resultado de la reacción autoinmunológica (Hagberg, 1987). Debe recordarse que los tendones y la bolsa del hombro pueden resultar afectados específicamente en enfermedades reumatoides generales como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante. Cuando se menciona el tendón supraespinoso, es indispensable recordar que los músculos del hombro causan dolor y que también se relaciona con lesión. Estudios efectuados en los músculos trapecios, que predominan en el sostén de la escápula y participan en el ritmo escapulohumeral, muestran defectos en la parte superi.or del trapecio, que se describen como fibras apolilladas en forma temprana en !a VIda de una persona que por otro lado es sana (Hagberg y colaboradores). Se considera esto un indicador de que las fibras llevan a cabo una función no usual y están expuestas a tensión traumática excesiva. 'Una forma excelente de valoración de los trastornos profesionales del hombro y del cuello introducida por la Swedish Work Environmental Fund (Fondo Sueco para el ambiente laboral) fue presentada por Hagberg en un meritorio estudio (Hagberg, 1987b). La progresión patológica de la tendinitis hacia desgarros parciales o completos del manguillo rotador se experimenta con frecuencia por el paciente como un resultado de las actividades cotidianas o de esfuerzos profesionales o atléticos. Los síntomas simulan aquellos de las tendinitis, pero requieren considerarse por separado (véase capítulo 3). A pesar de los efectos perjudiciales potenciales de la cont~ac~i~n muscular sostenida y de la tensión tendinosa simultánea, hay datos de que el ejercicio adecuado tiene efectos benéficos sobre el tendón afectado. BIBLIOGRAFÍA Bjelle, A, Hagberg, M, and Michaelsson, G: Clinical and ergonomic factor~ in , prolonged shoulder pain among industrial workers. Scand J Work Envíron Health 5,205, 1979. 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También las causas y síntomas de la tendinitis supraespinosa recibieron toda la consideración. Sin embargo, la progresión de la tendinitis hacia la producción de desgarro de las fibras de colágena tendinosas necesita conocerse mejor (figura 3-1). El ciclo que culmina en la rotura del manguillo rotador puede resumirse como el adelgazamiento degenerativo y la formación de fisuras del manguillo en la Zona hipovascular (zona isquémica, avascular o crítica), que está expuesta a choq~e o traumatismo directo y , por lo tanto, favorece el desgarro de las fibras del manguillo. Aún no existe acuerdo sobre lo que precede a la rotura de fibras, los cambios degenerativos o el traumatismo mecánico. Quizá ambos siguen un camino simultáneo y son interdependientes. Se presentan factores genéticos así como factores metabólicos, y las actividades diarias añaden traumatismos mecánicos. Siempre se ~onside ran los factores de envejecimiento, pero la relación no está definida con clandad, en vista de que éstos varían con las diferentes edades y actividades de la vida diaria. Una vez que las fibras se debilitan por los cambios degenerativos, se alargan, y disminuye el punto de apoyo mecánico del manguillo rotador. El ritmo normal escapulohumeral se interrumpe y hay mayor traumatismo al manguillo por movimientos que, de otra forma, serían normales. Se postulan cinco mecanismos de rotura del manguillo (Bateman): 1. Traumatismo relativamente menor sobre un manguillo con cambios degenerativos. Quizá éste es la causa más frecuente de rotura. 97 98-Hombro (Capítulo 3) Desgarro del manguillo rotador - 99 HALLAZGOS FÍSICOS Fibras desgarradas Figura 3-1. Desgarro del manguillo. (Superior) Sitio y dirección del desgarro parcial del manguillo. (Inferior) Retracción de las fibras del manguillo desgarradas que forman un engrosamiento del manguillo, situación que semeja el engrosamiento de la tendinitis. 2. Caída directa sobre el brazo en extensión, en el cual se transmite la fuerza lesiva de la cabeza humeral hacia arriba contra el arco acromial. Esto da como resultado el choque directo contra el manguillo. 3. Choque del manguillo contra el acromion y el ligamento coracoacromial por elevación inadecuada sobre la cabeza con rotación y abducción externa. El defecto principal es la rotación externa proporcional inadecuada conforme ocurre abducción del brazo de manera que la tuberosidad mayor no pasa por detrás, sino más bien choca contra el arco acromial. 4. Caída directa sobre el brazo que está en un costado, con el impacto en la parte anterior de la cabeza humeral, 10 que causa subluxación posterior y traumatismo directo a la tuberosidad mayor expuesta y a la inserción tendinosa. s. Manipulación inadecuada al intentar liberar un hombro congelado por la fuerza. Puede ocurrir desgarro del manguillo rotador por luxación del húmero. Se prestará atención a la luxación y se ignorará el desgarro. Es imprescindible considerar que existe un desgarro después de reducir la luxación, por lo que habrá de valorarse. Esta misma posibilidad se presenta en fracturas de la cabeza humeral. Los desgarros del manguillo rotador ocurren con mayor frecuencia entre los 45 y 65 años por traumatismos insignificantes, pero cuando se presentan en pacientes más jóvenes el traumatismo suele ser más grave y el desgarro más importante. La historia cuidadosa puede revelar si la lesión fue causada por traumatismo repetido y, en especial, por uno insignificante. Es posible que el dolor se produzca por movimientos específicos del brazo durante las actividades diarias, en particular recreativas especiales, como tenis o natación. El dolor puede ser nocturno, y a menudo interfiere con el sueño normal. El examen muestra hipersensibilidad sobre la tuberosidad mayor. Esto puede identificarse con facilidad inmediatamente bajo el extremo inferior del acromion y lateral al surco bicipital. El dolor puede reproducirse al efectuar resistencia durante la rotación externa si el desgarro está en el músculo supraespinoso. El dolor que se desencadena durante la rotación interna significa desgarro en el músculo supraespinoso. Los pacientes con desgarro parcial crónico pueden abducir, rotar externamente el brazo o ambas cosas, pero la debilidad se determina al comparar con el brazo contralateral. Es posible notar atrofia de las fosas supraespinosas e infraespinosa escapulares, pero, cuando se observa, indica que el desgarro tiene varias semanas. DESGARRO PARCIAL O COMPLETO Debe sospecharse la posibilidad de desgarro completo desde el inicio, y verificarse, y tratarse de manera apropiada. Debe sospecharse desgarro parcial, más que completo, después del inicio agudo de un hombro doloroso con disfunción. En cirugía existen dos tipos de desgarro a identificar: en los desgarros parciales, la superficie inferior del manguillo rotador está hiperémica y hay un hacinamiento de las fibras fragmentadas. En el desgarro completo hay rotura del manguillo, de la capa profunda de la sinovial subdeltoidea y de la cápsula (Della Porta y Evarts). Si no hay evidencia precisa de desgarro completo, debe plantearse la siguiente pregunta: ¿El diagnóstico es tendinitis con cambios degenerativos y alargamiento del manguillo, o hay un desgarro del tendón conjunto? La siguiente pregunta es ¿Es importante para el diagnóstico inicial y tratamiento recomendado, preguntar si el desgarro parcial ocurrió a partir del incidente? Preguntar sobre el desgarro parcial es académico, ya que el tratamiento inicial es similar al de tendinitis. Sólo cuando los síntomas y la disfunción persistan o sean mayores de lo previsto, será importante interrogar acerca de la existencia de un desgarro parcial. En caso de síntomas prolongados a pesar del tratamiento correcto, el examen puede revelar la extensión del desgarro, es decir si es parcial o completo (figura 3-2). El dolor no es un factor determinante, pero sí la movilización activa. En el desgarro parcial, desde moderado hasta intenso, cualquier remanente de fibras insertadas es capaz de iniciar la abducción y rotación externa (figura 3-1). Aunque hay debilidad de manera comparativa, el hecho de que exista algo de abducción y rotación externa indica que algunas fibras del manguillo rotador permanecen insertadas. unr-r riomoro (Capítulo 3) Figura 3-2. Desgarro del manguillo. El diagrama superior izquierdo indica el sitio usual del desgarra, parcial o completo. La vista central posterior del paciente con los brazos en abducción, indica movimiento escapulohurneral normal e incluso adecuado con un gran desgarro, aunque incompleto. Lavista derecha muestra desgarro completo. Los diagramas inferiores muestran la comunicación entre la articulación del hombro en el desgarro completo (a la derecha), y la falta de comunicación en el desgarro parcial o en el tendón con degeneración (a la izquierda). Es probable que por el dolor se evite cualquier abducción o rotación externa. El temor del paciente puede también confundir al examinador. Es factible observar contractura importante de los músculos rotadores, pero la movilización activa del húmero puede no ser evidente. En este punto, es posible que el examinador descarte al dolor como un factor. La inyección de un anestésico, proporcionando seguridad y tratando con gentileza durante la exploración, pueden disipar la renuencia del paciente a cooperar de modo activo. La abducción pasiva sosteniendo el brazo del paciente a 15 o 20 grados depende del músculo deltoides, pero la resistencia a la rotación externa después de la rotación pasiva de 15 a 20 grados sólo puede efectuarse por el manguillo rotador, y no del deltoides. La debilidad o incapacidad para abducir los primeros 15 a 30 grados desde la posición lateral, significa desgarro total. Si no se logra la abducción activa, es posible abducir el brazo de manera pasiva a 90 grados. Con este grado de abducción, se le pide al paciente que conserve el brazo Desgarrodel manguillo rotador-lOl a esta altura. Incluso con un desgarro completo es posible sostener al brazo en este punto debido a que el deltoides está en un grado de fu~~ionalid.ad normal de acortamiento. Sin embargo, el manguillo rotador (que no participa debido a! desgarro total) no puede colocar la cabeza del húmero; por lo tanto, ~l brazo desciende con lentitud a pesar de la fuerte acción del deltoides. Esto se considera como una prueba positiva de descenso del brazo (figura 3-3)'. , , La resistencia sobre el brazo en abducción despues de colocarlo a 90 grados de abducción favorece la rapidez y grado de caída, situación que confirma que el desgarro es completo. Al llevar a cabo la prueba de descenso del brazo en abducción pasiva para valorar la inserción del manguillo, también se valora el músculo.supraespmos,o como abductor. Para lograr esto, puede iniciarse una prueba modificada de ~~Ida o de~~enso del brazo, ya que valora la eficacia de rotación externa, la cual también es función del supraespinoso. . Al colocar el hombro en abducción activa o pasiva a 90 grados (horizontal), (figura 3-4) como en la prueba de descenso del brazo, se permite la acción del deltoides. Se flexiona el brazo 90 grados en el codo, colocando la mano y el antebrazo en posición horizontal. Los músculos que ahora deben actu.ar para conservar e~ta posición con rotación externa del brazo son los del, man~I~o rotador: Cualquier presión hacia abajo sobre la mano-muñeca tendrá resistencia SI el manguillo rot~dor es efectivo. Si el manguillo está desgarrado y, por lo tanto, separado d~}a !uberosIdad mayor, el peso del antebrazo provoca el des~e~so gradua!,(con rota~lOn mter?a). La presión hacia abajo sobre el antebrazo precipíta la rotación en el mismo sentido. . En presencia de desgarro completo, el antebrazo n~ puede .s,osten~rse e~ POSIción horizontal incluso de manera breve, cuando se aplica presion hacia abajo por la gravedad o ~or el examinador. Este es un resultado positivo de. la p!ueba d.e descenso del antebrazo con desgarro completo. En un desgarro parcial existe debílidad que se desencadena por la presión hacia abajo al compararla con el ~r~zo contralateral (que es normal). Esto también puede considerarse una prueba positiva, incluso aunque el antebrazo no caiga sino solamente descienda. PRUEBA CONFIRMATORIA DEL DESGARRO DEL MANGUILLO Una vez que haya la sospecha clínica y se compruebe el ~esgarro ~~l manguillo, se dispone de pruebas confirmatorias que verifican la presencia y extensión del desgarro. La artrografía ha demostrado ser eficaz (figura 3-5). Por lo gener~l, cuando se inyecta la articulación glenohumeral con medio de contraste, se retiene todo el contenido del contraste inyectado dentro de la cápsula glenohumeral. ~l contraste no llega a la bolsa del complejo del hombro. Si hay desgarro e~ el manguillo rota?or, la sustancia inyectada en la cápsula glenohumeral pasa a tra.ves d~l d.esgarro hacI.ala bolsa subdeltoidea. El flujo dentro de la bolsa subdeltoidea md~ca un~ posible comunicación directa que sólo es posible en un desgarro del tendon conjunto. En este caso es medible el grado de desgarramiento. . , . De manera más reciente, las imágenes por resonancia magnetIca. (IRM) han demostrado ser muy eficaces en el diagnóstico del desgarro del manguillo rota~?r, estudio no invasivo. Las IRM indican la presencia de desgarro pero no su extensión. (Capítulo 3) 102-Hombro Desgarrodel manguillo rotador - 103 Carda ) ~ Carda Vista superior Vista lateral Figura 3-4. Prueba del descenso del antebrazo en busca de desgarro del manguillo ratador. Una modificación de la prueba del descenso del brazo puede denominarse la prueba del descensodel antebrazo. Enesencia, es una prueba de rotación externa del manguillo rotador. Si hay un desgarro en el manguillo, el brazo se sostiene en abducción, se flexiona en el codo a 90°, yel antebrazo coero en rotación interna o coero al ejercer presión descendente sobre el antebrazo. Desgarro Sin colocarse Calda I::!~"""- Cápsula Figura 3-3. Prueba de descenso del brazo para el desgarro del manguillo ratador. En una prueba positiva de descenso del brazo, el músculo deltoides sostiene el brazo en abducción pero, debido a la ausencia de fijación del manguillo rotador, la cabeza humeral no se sostiene firmemente en la fosa glenoidea y por lo tanto, gira hacia arriba. En consecuencia, el brazo cae desde la posición de abducción. Sólo al tener al paciente sosteniendo su brazo, lo que horé el deltoides, el brazo se conserva en abducción durante poco tiempo y desciende con lentitud. Al ejercer presión descendente sobrepuesta, el brazo literalmente cae. Tuberosidades TRATAMIENTO DELDESGARRO DELMANGUILLO ROTADOR Se acepta de manera general que el tratamiento del desgarro del complejo del manguillo rotador es quirúrgico en el grupo de pacientes más jóvenes físicamente Figura 3-5. Técnica de la inyecciónpara artrografía intraarticulary tratamiento por liberación El s~io de inyección esté inferiory lateral a la apófisis coracoides en los vectores (X-X). (Capítulo 3) 104-Hombro activos.La única controversia es determinar quiénes son los más jóvenes yfísicamente activos. En muchos de los casos se operaron con éxito pacientes entre los 60 y 70 años. La eficacia de la reparación depende de la capacidad del tejido del manguillo para responder a la resección y sutura. La técnica también varía desde el enfoque artroscópico hasta la artromía abierta. En este caso, los factores defmitivos son la pericia y la experiencia del cirujano ortopedista consultante. Aquellos que proponen el tratamiento conservador no quirúrgico del desgarro parcial crónico del manguillo rotador afirman que, con el tiempo, la reacción inflamatoria del manguillo remite y que la integridad de las fibras remanentes del manguillo funciona mejor que cuando se efectúa una intervención quirúrgica. Con el tiempo el espesor del desgarro disminuye y ocurre la autorreparación de las fibras. También disminuye el atrapamiento. La excisión rutinaria de la parte intraarticular del tendón del bíceps, tiene la ventaja de que no produce el síndrome de adhesión bicipital posterior a la acromionectomia, y además, el tendón del bíceps alargado no llega a ser una causa de atrapamiento. Los que proponen la intervención quirúrgica afirman que la reparación aumenta las ventajas mecánicas del manguillo y que los restos pueden ser escindidos, presentando menor obstrucción mecánica a la acción glenohumeral. La intervención quirúrgica del manguillo rotador supuestamente aumenta la posibilidad de capsulitis adhesiva y bursistis adhesiva (hombro congelado) (Simmonds). Articulación a-c Loteral Radical Completa Figura 3-6. Sitios de acromionectomía. La decisión quirúrgica del grado de acromionectamía se divide en lateral, radical y completa. En la última se retira la articulación acromioclavicular (A-C) por completo. Desgarro del manguillo rotador - 105 Figura 3-7. Vendaje de yeso en espiga adecuado para el tratamiento de desgarro del manguillo. Elvendaje corporal debe sostener el brazo (al húmero) en abducción, flexión anterior y en rotación externa. Esta es la posición de menor tensión sobre el manguillo rotador y, en consecuencia, de móxima oposición a los extremos desgarrados del manguillo. Los que opinan a favor de la cirugía también establecen que pueden alterarse los tejidos obstructivos mecánicos de la artritis degenerativa del acromion y de la articulación acromioclavicular. La acromionectomía la prefieren muchos, pero la rechazan otros tantos (Neer). La acromionectomíatiene más ventajas que desventajas (Neer) (figura 3-ó). La acromionectomía radical puede disminuir la cantidad de fijación del músculo deltoides y hacerlo ineficaz. El exceso en la resección del acromion, también expone el manguillo rotador, situación que lo hace más superficial es decir, cubierto sólo por la piel. ~i el manguillo se repara quirúrgicamente, se expone a traumatismo directo. El paciente debe estar completamente informado de las ventajas y desventajas que la intervención quirúrgica en comparación con el manejo conservador. El tratamiento posoperatorio es muy importante 'para el éxito del procedimiento quirúrgico. El tiempo de inmovilizacióny la manera de ferulización difieren de acuerdo con la extensión de la cirugía. Algunos especialistas prefieren la jnmovilización con un enyesado corporal (figura 3-7), pero puede observarse que la inmovilizaciónprolongada en este tipo de ferulización puede producir contractura articular del hombro yel codo, y conduce a atrofia excesiva de todos los músculos de la extremidad superior. (Capítulo 3) 106 - Hombro / Bibliografía Según lo indique el cirujano (Codman), pueden iniciarse ejercicios pendulares pasivos, seguidos del tratamiento sistemático que se menciona en la tendinitis supraespinosa. Se considera que el tendón reparado adquiere fuerza a las seis semanas. Hombro congelado: capsulitis adhesiva, bursitis adhesiva BIBLIOGRAFÍA CAPÍTULO Bateman, JE: The diagnosis and treatment of ruptures of the rotator cuff. Surg Clin North Aro 43:1523, 1963. Codman, EA: The Shoulder. Thomas Todd, Bostón, 1934. Delia Porta, RJ,and Evarts, CM: Rotator cufftears. Contemp Orthop 4(3):327,1982. Neer, CS, and Marberry, TA: On the disadvantages of radical acromionectomy. J Bone Joint Surg 63-A(3):416, 1981. Neviaser, RJ: Treating patients with rotator cuff tears. J Musculoskeletal Med, April, 1985, p 17. Rosenberg, PS, and Clarke, RP: Chronic rotator cuff tears. Orthop Review (5):33, 1986. Simmonds, FA: Shoulder pain with particular reference to the "frozen" shoulder. J Bone Joint Surg 31B:3, Aug 1949, p 426. 4 La secuela más temida de la tendinitis del hombro, bursitis, desgarro parcial, incluso de la distrofia simpática refleja, es el hombro congelado. Se considera esta patología cuando el hombro es inicialmente doloroso y se restringe cada vez más y de manera gradual en sus movimientos en todas direcciones. La alteración que se acepta con amplitud como hombro congelado aún es un enigma con respecto a su origen exacto, tejidos afectados, causas, mecanismos y formas ideales de prevención y tratamiento. Es evidente que existen numerosos conceptos al revisar la clasificacióndiagnóstica que se aplica a esta alteración: capsulitis adhesiva, bursitis adhesiva, periartritis, pericapsulitis, bursitis obliterativa, hombro anquilosado, periartritis escapulohumeral, enfermedad de Duplay, y muchas otras. Al parecer, muchos tejidos, en particular sinoviales, se afectan finalmente en el hombro congelado (figura 4-1). Esto incluye alguno de los siguientes o todos ellos: 1. 2. 3. 4. 5. La sinovial de la bolsa subdeltoidea. El revestimiento sinovial de la cápsula glenohumeral. La vaina tendinosa del tendón conjunto. El revestimiento sinovial del tendón del bíceps. El músculo subescapular y la bolsa subescapular. Las capas sinoviales de la bolsa subdeltoidea están cerca de la capa sinovial externa del tendón conjunto. Las capas sinoviales internas del tendón conjunto son contiguas a la cápsula sinovial glenohumeral y a la vaina tendinosa del tendón del bíceps. Todos estos tejidos están contenidos dentro de un pequeño compartimiento entre la cabeza del húmero, la articulación acromioclavicular, y el ligamento coracoacromial. Todos ellos se mueven de manera constante uno sobre otro, deslizándose 107 (Capitulo 4) 10B-Hombro Hombro Congelado - 109 Articulaci6n o-c Neurol6gico ~'ce<al Dolor referido .~ Hipoxia Músculo subescapular 1 Vasoespasmo secundario Figura 4-1 . Sitiostisulares dentro del espacio articular glenohumeral para la formación de adherencias. Todos los tejidos se enlistaron. Los capas sinoviales se señalan como líneas finas que delimitan los tejidos. durante los movimientos del hombro. Estos tejidos aparentemente están bien lubricados y dependen del movimiento continuo frecuente. El dolor se hace evidente al inicio de este síndrome y se incrementa con los cambios tisulares finales. Esto se resume esquemáticamente en la figura 4-2. Duplay utilizó por primera vez el término periartritis en 1906 al describir una alteración del hombro ahora conocida como hombro congelado. Fue Codman el primero que hizo un estudio extenso de esta entidad clínica, y consideró que este problema se debía a adherencias de la bolsa subacromial y después la relacionó eón tendinitis del tendón del manguillo rotador. Horowitz efectuó intensos estudios en hombros afectados. Describió el engrosamiento crónico de la bolsa con formación de vellosidades y deshilachamiento y fibrosis del manguillo. Encontró constricciones del tendón del bíceps que, de otro modo, en esencia son normales aunque insertadas anormalmente en diversas Disminuci6n del retorno <: /.'"'0 cong.~ Reacción fibrosa 1 Incapacidad funcional Figura 4-2. Etapas de la incapacidad funcional en el hombro doloroso. 110-Hombro (Capítulo 4) porciones del complejo del hombro. También encontró cambios óseos bajo la superficie del acromion y del surco bicipital. Por sus conclusiones, es posible asumir que atribuye la restricción del movimiento glenohumeral, es decir, el hombro c?ng~lado, a terrdinitis adhesiva del bíceps. Lippman yDePalma establecen en sus publicaciones, que la extirpación de la porción intraarticular del tendón del bíceps libera en forma inmediata la movilidad del hombro. . En la actualidad, Lippman atribuye la pericapsulitis del hombro a tendinit.is del bíceps y argumenta que al mitigar la inflamación del tendón del bíceps, podría evitarse la restricción adhesiva fmal de todo el tejido periarticular. DePalma y sus colaboradores están de acuerdo en esencia con respecto a esta secuencia de alteraciones. Sus estudios revelan proliferación marginal ósea gradual en el borde glenoideo, los cuales creen que causan inflamación del tendón del bíceps (la lesión predominante de acuerdo con DePalma) y de los ligamentos capsulares. Estos cambios conducen gradualmente a cambios degenerativos del manguillo fibrotendinoso, con engrosamiento y adhesión por aumento de la vascularidad y fibrosis. McLaughlin destaca la importancia del músculo subescapular como causa de hombro congelado. Aunque se considera al tendón supraespinoso el sitio principal de cambios inflamatorios, la sinovial adyacente sufre hipertrofia y aumento de la vascularidad (MacNab), y el pliegue inferior de la cápsula afecta gradualmente el músculo subescapular con la resultante contractura. Este músculo, que es rotador interno, se señala como parte de la etiología del síndrome sinérgico del hombro hemipléjico en el cual, en el síndrome cerebrovascular completo, el hombro queda congelado en aducción y rotación interna. Esto se revisa en su totalidad en el capítulo que trata acerca de hombro hemipléjico. Neviaser (1945) encontró engrosamiento y adherencias de la cápsula glenohumeral, en especial en su cara inferior. Este autor difiere de Horowitz al encontrar muy pocas adherencias importantes del tendón del bíceps. Demostró que al separar la cápsula inferior y las adherencias, se mejora la movilidad glenohumeral restringida. Sus estudios microscópicos mostraron degeneración de las fibras colágenas capsulares con aumento de su vascularidad, infiltración de células mononucleares, y adherencias fibrosas. En esencia, atribuye el hombro congelado a capsulitis adhesiva y sugiere la liberación de estas adherencias mediante manipulación. La secuencia de sucesos parece consistir en cambios degenerativos graduales (micro) por traumatismo repetido, que resulta en la pérdida de la elasticidad del tejido conjuntivo. En consecuencia, existe reacción inflamatoria, que provoca granulaciones (figura 4-3) para invadir el área dañada con fibroblastos. De esto resultan adherencias (Turek). Los traumatismos repetidos que atrapan al manguillo rotador entre la tuberosidad mayor, el acromion sobresaliente y el ligamento coracoacromial, y se incrementan por la ineficacia gradual de los músculos del manguillo rotador y la asistencia mecánica del tendón del bíceps, dan como resultado la degeneración de la bolsa y de la cápsula. Bridgman descubrió lo que quizá sea un componente vascular metabólico sistémico para la pericapsulitis adhesiva, al encontrar una frecuencia dell0.S% de síndrome de hombro congelado en una serie de SOO pacientes diabéticos no seleccionados. Está bien establecido que muchos pacientes diabéticos que sufrieron accidente vascular también presentan, en consecuencia, hombro congelado y un estado de distrofia simpática refleja. Hombro Congelado - 111 Figura 4-3. Revestimiento periarticular de la articulación suprahumerol. Las cubiertas y los tejidos contenidos en la articulación suprahumeral se describen gróficamente como revestimiento. La capa superior es la superficie inferior del deltoides y el piso es la superficie externa del manguillo rotador. Entre las dos capas estó el tejido conectivo laxo (tc) y lo fuerte fascia subdeltoidea (f). Lafascia tiene abundantes vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas simpóticas. Desde el punto de vista proximal, la fascia contiene el ligamento corocoacromial (no se muestra) y termina distalmente en el periostio del húmero a la altura del cuello quirúrgico. Cualquier atrapamiento mecánico inicia irritación que causa invasión de tejido de granulación, edema, y actividad fibroblástica. La reparación de estos tejidos se retarda o impide por irritación frecuente, en especial si hay cambios degenerativos previos debidos a la edad. Los músculos que se unen a los tendones afectados también presentan cambios degenerativos, incluyendo contracción y alargamiento, aumentando gradualmente la posibilidad de mayor pérdida mecánica del ritmo escapulohumeral. La incapacidad para alcanzar los arcos o límites normales de movilidad total, significa incapacidad de la cápsula, la cual está totalmente tensa, y del tendón del bíceps, que se mueve de manera repetida dentro de su túnel fibroso (bajo el ligamento transhumeral sobre el surco bicipital). Conforme el tendón del bíceps se mueve menos dentro de su conducto, sufre mayores cambios degenerativos y por último, adhesión. Ocurren nuevos traumatismos mecánicos de la tuberosidad mayor, del acromion y del ligamento coracoacromial, por la incapacidad gradual para lograr una abducción adecuada, rotación externa por los músculos supraespinoso y deltoides, y asistencia mecánica del tendón del bíceps. El contacto óseo tiene como resultado la formación de espolones osteoartríticos de la apófisis distal del acromion, una causa de mayor traumatismo mecánico. La irritación mecánica repetida también engrosa el extremo anterior del ligamento coracoacromial, lo que causa mayor traumatismo mecánico durante la abducción y rotación externa del húmero. Es evidente que son importantes múltiples factores en la inflamación y degeneración tendinosa yen la secuencia de aparición del hombro congelado. Estos factores deben revisarse con el fin de clarificar el significado del examen clínico y para formular un programa de prevención y enfoque terapéutico cuando existe limitación dolorosa del hombro. No está determinado con claridad el sitio tisular del dolor en esta alteración. Hay quien atribuye (Lippman y DePalma) todo el dolor al tendón bicipita1. El aliviodel dolor que suele lograrse mediante bloqueo nerviososimpático,parece sugerir 112-Hombro Hombro Congelado - 113 (Capítulo 4) queel dolor es de origen neurovascular, pero de nuevo esto es una hipótesis. También se atribuye a la contractura de la sinovial de la bolsa subdeltoidea, de la cápsula o ambas. Las bases exactas del dolor requieren mayor investigación para poder ser determinadas. ~"1 CUADRO CLÍNICO: HALLAZGOS FíSICOS La entidad del hombro congelado rara vez se reporta antes de los 40 años, a menos que un traumatismo agudo se continúe con periodos largos de inactividad, ansiedad y tensión. Por lo general, el inicio ocurre entre los SO y 70 años. Existen variaciones en cuanto al sexo, siendo más frecuente en la mujer que en el varón. Se han hecho numerosas tentativas para lograr que se acepte una predisposición psicológica: la denominada personalidad periartrñica; sin embargo, esto aún no se confirma. El síndrome se observa con mayor frecuencia en trabajadores sedentarios que en obreros. El síndrome se desarrolla de manera insidiosa, y se inicia con dolor e hipersensibilidad, por lo general sobre el área de inserción deltoidea en el extremo superoexterno del húmero. El movimiento aumenta el dolor, y se desarrolla limitación gradual del movimiento activo y pasivo, lo que al principio obstaculiza las actividades diarias e interfiere de manera gradual con el sueño. Se encuentra hipersensibilidad sobre la tuberosidad mayor cuando existe tendinitis supraespinosa. También puede presentarse en el hombro, que inicia la secuencia de congelamiento. Por lo general, se nota hipersensibilidad al palpar el tendón del bíceps. . Se observa limitación a la abducción activa. El paciente muestra el mecanismo de encogimiento, que se revisó en el capítulo 2, según se presenta en la tendinitis y en el desgarro parcial o completo del manguillo rotador. Al principio, esta limitación del movimiento aumenta, incluso cuando se inicia la adherencia de los tejidos blandos, considerando que se origina por dolor y atrapamiento durante el arco doloroso. En el hombro congelado inicial se pierden los últimos 10 a 15 grados de movilidad. Se observan signos finos de limitación (figura 4-4) de manera temprana, los que siempre deben reconocerse para asegurar una atención e intervención oportunas. El dolor como factor restrictivo puede eliminarse mediante inyección anestésica intraarticular o suprahumeral, o bloqueo nervioso supraescapular. Una vez que el dolor se elimina o disminuya, se hace evidente la limitación tisular. Así mismo, es evidente la limitación de los arcos o límites de movimiento al probar los pasivos. La abducción activa debe examinarse con el brazo en rotación interna y externa. Es indispensable que la rotación externa se valore con el brazo pendiente a los lados y en cualquier grado de abducción que pueda alcanzar el brazo. Debe valorarse la fuerza de todos los movimientos activos, así como el arco o límite de movimiento. Esto incluye al bíceps al igual que los músculos escapulares. Así mismo, puede observarse atrofia, en especial sobre las regiones supraespinosa e infraespinosa de la escápula. La presencia de atrofia implica que esta alteración " ~~~~ ® \ <D I ® Figura 4-4. Signos leves de limitación del hombro: 1) encogimiento con rotación escapular excesiva y limitación de la abducción glenohumeral; 2) elevación limitada del brazo derecho por arriba de la cabeza (brazo lejosde la cabeza y de la oreja); 3) limitaciónde la flexiónposterior y de la rotación interna (la mano es incapaz de alcanzar la distancia interescopular normal); 4) limitación de la rotación externa del brazo derecho, que se efectúa con flexión del codo; 5) limitación de la elevación del brazo derecho por encima de la cabeza en dirección posterior comparada con la normal, vista loteral; 6) rotación externa vista desde arriba; 7) con las monos detrós de la cabezo, incapacidad del brazo derecho para la extensión posterior completa. (Capítulo 4) 114-Hombro Hombro Congelado - 115 existe desde hace algún tiempo y por lo tanto, no necesariamente constituye un problema agudo. En comparación con la tendinitis aguda, en el hombro congelado hay limitación de la mayor parte ~ los movimientos activos y pasivos y no sólo durante la ~b~ucción y rotación externas. El dolor suele iniciarse, y se agrava, al exceder los límites del movimiento en el examen. SIGNOS RADIOLÓGICOS La valoración radiológica puede revelar hallazgos diagnósticos no específicos como osteopenia o cambios quísticos en la cara lateral, del húmero. Los cambios degenerativos óseos en las placas sistemáticas, pueden revelar un factor causal en la tendinitis sin afectar tendones, cápsula o bolsa. El artrograma describe la presencia y grado de capsulitis adhesiva. La articulación glenohumeral normal acepta 30 mI de líquido o medio de contraste, mientras que en la capsulitis adhesiva hay cierta restricción de la cápsula y disminuye la cantidad aceptada. La inyección del material de contraste revela esta disminución en el espacio articular, en especial la limitación en el espacio inferior (figura 4-5). Debe establecerse que efectuar un artrograma, presenta dificultades técnicas como es el hecho de penetrar un espacio capsular limitado. IRM puede descartar otras anormalidades pero no es diagnóstica de manera específica de capsulitis adhesiva con respecto a los tejidos exactos involucrados o la gravedad de dicho problema. TRATAMIENTO DEL HOMBRO CONGELADO El tratamiento del hombro congelado varía tanto como la experiencia del médico por lo que no hay un tratamiento establecido. Esta discrepancia reside en el hecho que no sólo el grado de congelamiento determina el régimen de tratamiento más apropiado, sino también el proceso patológico que causa las adherencias. Después de la revisión previa, es claro que existe una gran controversia con respecto a cuáles son los tejidos del complejo del hombro que se afectan y por qué ocurren adherencias. Por lo tanto, debe existir cierta clarificación para justificar el tratamiento específico. La negligencia benigna del hombro congelado se ampara con la declaración que dice que "independientemente de cualquier tratamiento, la recuperación ocurrirá en dos años". Muchos cuestionan este adagio y por lo tanto debe refutarse. Si se inicia de manera temprana e intensa, antes que existan adherencias importantes, la terapia física activa es más aplicable y es recomendada por la mayoría de los médicos que estudian y tratan esta alteración. Figura 4-5. Capsulitis adhesiva. La cápsula normal permite la inyección de por lo menos 30 mi de aire. En la capsulitis adhesiva, la cápsula se adhiere a si misma (A) y a la cabeza humeral (B). Esto disminuye la capacidad de 0.5 a 3 mi y limita notablemente los arcos o límites de movimiento. 03 mi ALTERACIONES QUE SE RELACIONAN CON EL HOMBRO CONGELADO Existen muchas alteraciones que se relacionan con el hombro congelado, incluyendo posinfarto del miocardio, inmovilizaciónprolongada posterior, posfractura/luxación, o simplemente desuso prolongado. La distrofia simpática refleja (síndrome de hombro-mano-dedos) es otro ejemplo clásico del hombro congelado con complicaciones que afectan la mano, la muñeca, y los dedos. No se ha determinado si el mecanismo de inflamación tisular es idéntico en todos los casos, pero es indudable que muchos, quizá todos, los cambios tisulares son similares. Por lo tanto, el tratamiento para todos debe ser semejante. (Capítulo 4) Hombro Congelado- 117 Se cuestiona incluso si todos los hombros congelados comienzan con dolor que conduce a la restricción o se inician con restricción de movimientos que a la larga se convierten en dolorosos. La capsulitis adhesiva, a falta de una mejor clasificación diagnóstica aceptable para todos los médicos, es un subgrupo de hombro doloroso. Puede presentarse como una alteración primaria, o ser secundaria a otros problemas del hombro. Durante el episodio agudo debe iniciarse la movilización pasiva y después activa, por el paciente o, cuando es muy doloroso o difícil, con asistencia del terapeuta. El alivio del dolor se logra mediante la aplicación local de hielo (Clarke y colaboradores), después calor, ultrasonido, estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET), antiinflamatorios no esteroides (AINE) orales e incluso, medicación analgésica oral. La movilización y manipulación gentil (Maitland) puede ser también conveniente en las etapas tempranas (figuras 4-6,4-7). Los ejercicios rítmicos de estabilización han probado ser de valor (figura 4--:8). Estos son ejercicios asistidos y con resistencia que el paciente inicia con la ayuda del terapeuta. El paciente intenta 116-Hombro PROBLEMAS DEL HOMBRO DOLOROSO 1. 2. 3. 4. Tendinitis supraespinosa. Bursitis subdeltoidea. Artritis degenerativa A-C. Capsulitis adhesiva. a. etapa posterior al infarto agudo del miocardio b. etapa posterior al síndrome cerebrovascular c. etapa posterior a la ferulización: inmovilización prolongada 5. Dolor referido, que se sobrepone con 4, véase antes. Las etapas evolutivas usuales consisten en dolor, restricción gradual del movimiento, y por último, limitación marcada sin dolor. La última etapa es un hombro rígido, inútil pero indoloro, que se daña sólo cuando se mueve con fuerza para asegurar o determinar la limitación. Parece ser que la principal controversia terapéutica ocurre cuando hay adherencias importantes: terapia física prolongada, reducción abierta, rompimiento, o manipulación constituyen el mejor tratamiento del hombro completamente congelado (Murnaghan) . Debe aceptarse que sea cual sea la causa del dolor del hombro se presenta algo de restricción del movimiento. En la tendinitis del supraespinoso con arco doloroso, hay dolor a la abducción, a la elevación sobre la cabeza, y ocasionalmente, a la rotación externa. Esto se presenta también en la tendinitis calcificada. En la tendinitis del bíceps, el dolor producido se nota en el área anterior del hombro con la flexión y supinación simultánea del codo. En la artritis o en la lesión' acromioclavicular (A-C) hay también dolor en la elevación escapular y circunducción de todo el hombro. En la capsulitis primaria, cualquier movimiento puede causar dolor. Es posible que después de fractura o luxación haya limitación del movimiento en todas direcciones. Cualquier movimiento específico que provoque dolor, lleva a determinar el tejido específico que está afectado. Sin embargo, lo importante es que, a pesar de la lesión inicial, hay dolor y limitación de los movimientos. Por lo tanto, existe una reacción tisular total que resulta de la lesión primaria que puede permanecer come capsulitis potencial: un hombro congelado. Después de disminuir el proceso patológico inicial, la reacción capsular restante se convierte en la lesión primaria y en la causa de dolor e incapacidad. Esta limitación secundaria de los movimientos que comenzó con dolor, a pesar de las lesiones iniciales, es la base para el inicio temprano de los ejercicios pendulares pasivos de Codman mencionados en el capítulo 2 que son obligatorios para la recuperación y conservación de los arcos o límites de movilidad. B Figura ~. Tratamiento por manipulación de los movimientos involuntarios de la articulación glenohumeral. (A) Elevación de la cabeza del húmero contra la fosa glenoidea. La presión en todo el cuerpo humeral, con la otra mano colocada para evitar la elevación de la esc6pula, provoca que el húmero se eleve, por lo tanto, se alarga la c6psula superior. (B) Movilización anterior y posterior de la cabeza del húmero contra la fosa glenoidea. Deben aplicarse tres puntos de contacto. Una mano moviliza el húmero mientras que la otra fija la esc6pula. El terapeuta fija con su cuerpo o codo, el codo o el antebrazo del paciente. Hombro Congelado-119 11S-Hombro (Capítulo 4) ( er t ! Figura 4-7. Manipulación estabilizadora rítmica de la articulación glenohumeral. Mientras el paciente aplica contracción isométrica de la articulación glenohumeral para evitar los movimientos, el terapeuta intenta mover el brazo en abducción y rotación externa, luego regresa a aducción y rotación interna. Se aplica tracción (t) de manera constante. Las movimientos del terapeuta son constantes y gradualmente crecientes para después disminuir en fuerza y amplitud, mientras el paciente ejerce una resistencia de igual fuerza. Después de un ciclo en arco o límites específicas de abducción, el brazo se abduce pasivamente y gira hacia afuera a un punto mayar, Y. el ciclo se repite (er = estabilización rítmica; re = rotación externa). Figura 4-6 (continuación). (C) Movilización lateral de la cabe~a humeral hacia afuera de la fosa glenoidea (separóndola). Una mano del t?,rapeuta em~ula en óngulo recto el cuerpo del húmero mientras que la escópula y el codo se fIlan. (D) Irocción para separar la cabeza del húmero de la fosa glenoidea mientras el brazo abduce y gira hacia afuera gradualmente. Se aplica contrarresistencia (fijación) contra el borde axilar de la escópula. cada movimiento bajo la instrucción del terapeuta (figura 4-9), que aplica tracción y resistencia a la mo~lidad. Se inicia contracción muscular seguida de relajación de dicho movimiento específico. Existe también relajación recípr~ca del an~agonista cuando existe contracción del agonista. Debido a que el paciente comienza los movimientos de manera activa, tiene el control y evitará ansiedad y resistencia al mover el brazo que presenta dolor. Al aumentar de manera gradual el arco o movimiento de cada contracción, aumenta la flexibilidad. Son valiosas las inyecciones intraarticulares de un analgésico con o sin esteroides para iniciar la recuperación del arco o límite de movimiento. Todos los aspectos del tratamiento del hombro congelado en su etapa inicial se revisan en el capítulo previo acerca de tendinitis del hombro con el propósito de conservar o recuperar el movimiento. Una vez que el hombro está completamente adherido, el tratamiento presenta algo de controversia y pronóstico diferente. TRATAMIENTOS SUGERIDOS Simmonds revisó 21 casos de hombro congelado y encontró que sólo seis recuperaron sus límites de movilidad después de tres años. Por otro lado, Reeves informó que 41 casos que se trataron sólo con analgésicos se recuperaron en 30 meses. Grey revisó (Capítulo 4) 120-Hombro Movimiento articular r--~-"""---- ___- . . .- - Hombro Congelado - 121 ----0 0 Descanso Tiempo Figura 4-8. Grófica esquemótica de estabilización rítmica. La línea continua (T) indico el incremento de la fuerza que el terapeuta aplica al hombro alternando con abducción y aducción, seguido inmediatamente por lo fuerza de oposición del paciente (P) para evitar los movimientos articulares (0°). 25 casos tratados también sólo con analgésicos y encontró que 24 presentaron dolor con los arcos o límites de movimiento completos después de dos años. Para refutar la idea de que la mayoría de los pacientes con hombro congelado se recuperan a largo plazo, Reeves informó que en un estudio de seguimiento de 5 a 10 años, más del 50% de los pacientes continúan con restricción de la movilidad. Clark y colaboradores informaron que 42% de los pacientes continúan con restricción de la movilidad después de seis años de seguimiento. Binder ycolaboradores observaron que 40% de los pacientes son incapaces de recuperar arcos o límites mínimos de movilidad. Estos hechos controversiales indican la necesidad de tratamiento agresivo en el hombro congelado. En una revisión reciente (Ozaki y colaboradores) de 17 pacientes tratados quirúrgicamente y seguidos por 6.8 años, los autores encontraron que sólo un paciente presentó dolor después del uso excesivo y otro sólo ligera limitación del movimiento. Estos autores demuestran que todos los pacientes tratados con cirugía, conservan una abertura de la cápsula pero no hay inestabilidad. Encontraron que durante la cirugía no había adherencias del tejido sinovial a la cabeza humeral, sino más bien, adherencias entre la sinovialmisma.Esto concuerda con el concepto original de Neviaser. Al utilizar tracción continua en combinación con electroestimulación nerviosa transcutánea, Rizk y colaboradores encontraron que esta última es más eficaz Figura 4-9. Tratamiento antigravitacional de la ext~emidad edematosa. L? mano Y,el brazo se envuelven con vendas elósticas, de distal a proxlrnol. La mano se sostiene mediante un trípode y se suspende por arriba de la cabeza. En esta posición drena el edema y conserva los arcos o límites de movimiento del hombra con el codo en extensión. que el calor con tracción, aunque la recuperación es sólo parcial. Estas re~isiones muestran que el hombro congelado puede recuperarse en dos a tres anos con tratamiento sin manipulación. Sin embargo, estas conclusiones no se aceptan de manera general. . La alteración que existe dentro de la articulación glenohumeral determina cuándo considerar estiramiento gradual, estiramiento repetido, manipulación, o por último, intervención quirúrgica. La mayor parte de los procesos patológicos se revisaron ya. . . , Durante la cirugía se han encontrado diferentes hallazgos. NevIa~er p~bhco el hallazgo de una banda engrosada bajo la cápsula inferior que no pud? Identificar, la cual se contraía al abducir el brazo. Encontró toda la cápsula adhenda a la cabeza del húmero, la cual pudo separarse lentamente; descubrió que el pliegue inferior de 122-Hombro (Capítulo 4) Hombro Congelado - 123 la cápsula estaba adherido. Este autor sugiere la artrotomía quirúrgica en las siguientes condiciones: 1. Recurrencia de las adherencias después de la manipulación. .2. Que la capsulitis resulte de luxación del hombro. 3. Que la capsulitis resulte de fractura del cuello quirúrgico del húmero, 4. Demostración radiológica de degeneración ósea (osteoporosis). +> Es obvio que todas las indicaciones de artrotomía son contraindicaciones para la manipulación, que se indica sólo si no existe alguna de estas contraindicaciones. Esta autor "nunca obtuvo éxito en el tratamiento con tracción gradual para la capsulitis adhesiva" (Neviaser). Turek propone la artrotomía si: 1. No hay respuesta al tratamiento conservador con respecto a la movilidad y al dolor (no especifica si el tratamiento mediante manipulación se considera conservador). 2. La mejoría es demasiado lenta para ser económicamente deseable (esto podría depender de las necesidades profesionales del paciente). 3. Hay recurrencia del proceso patológico. 4. Se sospecha daño importante del manguillo, tendón y de las estructuras óseas. La tracción continua lenta (Turek) en combinación con tracción continua se utiliza para disminuir la compresión humeroacromial (figura 4-10). También se aplica la rotación externa gradual lenta para colocar de manera progresiva la tuberosidad mayor por detrás del acromion. A largo plazo se indican ejercicios pasivos y activos (figura 4-11) para incrementar la flexibilidad y recuperar el tono muscular, los cuales ya se describieron en una sección previa. - - - - -- ---_1 ~,_ - - -----~- ------ ----__ ------~ 4, , , I !t it I ! I I A ~ \ ~ Ir t I Figura 4-10. Ejercicios en casa para el hombro restringido y doloroso. la tracción hacia abajo por el brazo no afectado, abduce, eleva, y gira externamente el brazo afectado. TÉCNICA DE MANIPULACIÓN Lundberg afirma que la manipulación puede mejorar de manera significativa los límites de movilidad, pero al parecer no disminuye la duración total de los síntomas dolorosos de manera importante. La recuperación aumenta los límites de movilidad, lo que permite efectuar las actividades de la vida diaria, lo que constituye una situación invaluable. El paciente que va a ser sometido a manipulación debe estar consciente de las posibles ventajas y de las posibles fallas. Parker y colaboradores opinan que es indispensable considerar la manipulación bajo anestesia si hay menos de 90 grados de abducción activa-pasiva a pesar de tres meses de tratamiento agresivo. Ellos utilizan manipulación al inicio para aumentar la rotación externa, seguida de abducción, después se efectúan flexión, aducción y rotación interna. Otras recomendaciones sobre la manipulación del hombro congelado difieren en cuanto a la secuencia de manipulación. Hill y Bogumill sugieren abducción inicial, después flexión, y gradualmente flexión interna y externa. La secuencia varía de acuerdo con los hallazgos en el momento del examen bajo anestesia y también de acuerdo con la experiencia y habilidad del manipulador. Una manipulación corta y gentil del brazo es el método aceptado y recomendado. Todas las recomendaciones acerca de la manipulación están estrictamente de acuerdo en que nunca deben aplicarse técnicas de palanqueo largo en el brazo. Esto significa que la mano o el brazo del manipulador debe colocarse bajo el húmero tan cerca corno sea posible de la axila, dando un brazo corto de apoyo bajo la articulación glcnohumeral, Durante la manipulación, el terapeuta escucha el desgarro de las adherencias, lo que significa que la técnica es adecuada para el desprendimiento mecánico de las mismas, ya sea dentro de su sustancia o en el punto de fijación al periostio. 124-Hombro (Capítulo 4) Bibliografia / Hombro Congelado -125 El hecho de escuchar los desgarros también permite incrementos inmediatos de los arcos o límites de movimiento. Así mismo, esta prueba agrega los arcos o límites pasivos, movilización, e incluso manipulación gentil de la articulación en donde la cápsula está ahora desgarrada. En consecuencia, se logró el objetivo de aumentar los límites de movimiento. El tratamiento inmediato después de la inyección es la manipulación. El brazo debe sostenerse en posición de abducción, con rotación externa arriba de la cabeza para atarlo en esta posición en la cabecera de la cama. La técnica de artrotomía está fuera del alcance de este texto. Las indicaciones se dieron, y una vez que se recomiende el procedimiento la decisión del abo.r~aje y la técnica dependerán de la habilidad del cirujano ortopedista. Según las OpInIOneS en los estudios habituales, no se considera eficaz en el hombro congelado la cirugía por artroscopía. BIBLIOGRAFÍA Figura 4-11. Ejercicios para el hombro. Con el brazo en abducción a 90°, la mano sostenida con extensión de la muñeca 4) y los dedos en forma de taza con cierto extensión, el brazo se gira hacia la posición sobre la cabeza 3). Este ejercicio recobra y conserva los arcos o límites de movilidad del hombro. DISTENSIÓN POR ARTROGRAFÍA: ROMPIMIENTO Hay quienes recomiendan el rompimiento de adherencias por medios artrográficos. Es normal que la cápsula glenohumeral admita más de 30 mI de líquido. En la capsulitis adhesiva la capacidad articular puede disminuir hasta 5 mI o menos. Durante el rompimiento, el artrograma se efectúa para determinar la entrada a la cápsula y su capacidad total. A través de la misma aguja se inyecta una solución anestésica (para disminuir el dolor del procedimiento) y quizá un esteroide (DepoMedrol, para evitar mayor inflamación y adherencias) en cantidades crecientes, intentando aplicar una inyecciónde 40 mililitros. Una vez que la cápsula contracturada admita cierta cantidad, nuevas inyecciones causan su desgarro. La inyección manual sólo se debe hacer con la fuerza de presión del émbolo sobre la jeringa y por lo tanto, no debe forzarse en exceso. Andren, L and Lundberg, BJ: Treatment of rigid shoulders by joint distention durign arthrography. Acta Orthop Scand 36:45, 1965. Binder, Al, et al: Frozen shoulder: A long term prospective study. Ann Rheum Dis 43:361,1984. . 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Postura en el hombro doloroso CAPÍTULO 5 En la valoración y el tratamiento del hombro doloroso, ya sea por trastornos del manguillo, síndrome de atrapamiento, o bursitis, el componente doloros.o del cinturón escapular está bajo el efecto directo de la postura que adopta el paciente. De manera normal con el paciente en posición erecta, la escápula tiene un alineamiento específico con el centro de gravedad. La fosa glenoidea se dirige hacia arriba, afuera y adelante. El acromion sobresaliente también se relaciona de esta manera con la cabeza humeral, de manera que cuando el brazo se abduce, la tuberosidad mayor choca con la apófisis acromial y el ligamento coracoacromial sólo después de 90 grados o más de abducción. En el punto de elevación del brazo a 90 grados, la rotación participa de tal manera que, cuando el brazo gira hacia dentro, la abducción disminuye aproximada;nente 30 grados, y cuando gira hacia afuera, la elevación es hasta de 120 grados, de~)ldo a,que esta posición permite que la tuberosidad mayor pase detrás del acromion (vease capítulo 1). Todos estos posibles grados de abducción son apropiados si la escápula está en la posición fisiológica correcta. En la posición de hombro arqueado la escápula cambia su alineamiento vertical. Al girar hacia adelante y abajo, desciende la apófisis acromial y cambia la orientación de la fosa glenoidea (figura 5-1). Como prueba, en las personas normales con buena postura, en la posición erecta ambos brazos pueden elevarse a los lados y colocarse por último por encima de la cabeza. En esta posición los brazos descansan a los lados de la cabeza y detrás de las orejas. Si la persona adopta una postura arqueada, ya no es posible abducir ni elevar los brazos por encima de la cabeza. En esta postura cifótica, los brazos apenas pueden aléanzar las orejas. Tal limitación es fisiológica por el sólo hecho de la postura arqueada del tronco. No hay alteración estructural de tejidos ni existe proceso patológico alguno. Este es un fenómeno mecánico y fisiológico. . , . Si la persona suele adoptar una postura de espalda arquead~, postura ~lfot1ca dorsal .la relación entre el acromion y la cabeza humeral en abducción es consistente, hay intrusión de la tuberosidad mayor y todos los tejidos contenidos en el cornparti- 127 128-Hombro (Capítulo 5) Postura en el Hombro Doloroso - 129 miento suprahumeral en cada una de las actividades del brazo requieren elevación y notable abducción. El atrapamiento del manguillo rotador es una constante posibilidad. Debido a que la postura participa de manera importante en el origen del hombro doloroso así como del cuello doloroso (Cailliet), requiere una mayor revisión. Para influir, alterar, o mejorar la postura, es necesaria la apreciación completa de todos los factores que afectan la postura. POSTURA La postura es la actitud que los humanos asumen al pararse o sentarse en la posición erecta (figura 5-2). La postura tiene implicaciones cosméticas y fisiológicas, ya que del modo en que una persona se para es como se siente y así proyecta un cierto aspecto. La postura también se encuentra afectada de manera importante por factores hereditarios y congénitos que se modifican por el entrenamiento y los hábitos. La apariencia de otros y las demandas profesionales influyen en la postura. Fi~t;'ra 5-1. El hombro se relaciona con la postura. (A) Postura erecta con cifosis dorsal rmrumo. El brozo, que se eleva encima de la cabeza, se ca/oca detrós de la oreja. (B) En la pos!ura d~ hombro ar~ueado (cifosis dorsal excesiva), la escópula (inserto) gira para llevar hocio ~balo el acroml~n sobresaliente. Ahora, e/ brazo elevado estó limitada de manera mecónico en la elevoción por encima de la cabeza. (Flecha) Sitio donde la tuberosidad mayor choca con la apófisis acromial. "IHe intentado ponerme en posición erecta, pero me golpeo la cabeza!" Figura 5-2. Caricatura sobre la postura erecta. (De John Chase, reimpreso de Science 43: 17, Marzo 1989, con permiso del artista). Postura en el Hombro Doloroso -131 130-Hombro (Capítulo 5) Se encuentra afectada de manera adversa como resultado de trastornos ortopédicos o neurológicos. La postura también causa o afecta, a su vez, numerosas enfermedades ortopédicas y neurológicas o síndromes de dolor y disfunción de la mecánica del hombro. La mala postura aumenta los cambios tisulares en estructuras óseas, ligamentosas, o musculares, y se cree que influye de modo adverso en los tejidos discogénicos de la columna vertebral. La postura amerita una valoración minuciosa. DESARROLLO DE LAPOSTURA La columna vertebral del recién nacido, que todavía no adopta una postura vertical ni ha reaccionado a la influencia de la gravedad o de la posición erecta carece de las curvas fisiológicas del adulto. Todas las columnas de los recién nacidos retienen la postura in utero, que es en flexión total (cifosis). La curvatura que describe toda y •• •• • A ,• • ,• ••• B e ~ Figura 5-3. Desarrollo cronológico de lo lordosis cervical en el desarrollo de lo postura. (A) Curvatura de lo columna fetal in utero. (8) Formación de lo lordosis cervical cuando lo cabezo vence lo gravedad. (e) Postura erecto del adulto. la columna del recién nacido es una cifosis ligeramente mayor que la fisiológica de la columna torácica que perdura por toda la vida. La columna del recién nacido no tiene curvas lordóticas en el área cervical ni en la lumbar (figura 5-3). La primer curvatura lordótica de la columna vertebral se observa en la región cervical durante las primeras 6 a 8 semanas de vida. En esta etapa del desarrollo, el recién nacido extiende su cabeza desde la posición prona. Esta extensión cefalocervical es una acción antigravitacional que ocurre por contracción de los músculos extensores. Esta acción se presenta con algo de potencias propioceptivas y por el inicio de los reflejos de enderezamiento básicos. . La última curvatura lordótica cervical permanece durante toda la VIda de la persona con variaciones diarias por los cambios de posición ylas diversas actividades. La columna cervical es flexibleyse apega a las leyes de gravedad ya la acción muscular impartida hacia ella. Existen numerosos factores que modifican el grado de curvatura, los cuales se revisarán más adelante. Debido a que la columna cervical tiene la curvatura más superior y sostiene a .la cabeza, es dependiente de las curvaturas inferiores de la columna vertebral, es decir, la torácica, la lumbar y la sacra. Todas estas curvaturas superpuestas son flexibles y dependen del soporte ligamentoso y capsular y del tono muscular para conservarse erectas. Predomina el tono muscular como sostén, aunque no es el único, y es el factor principal que determina el grado de curvatura vertebral en relación con el centro de gravedad. El grado de tono muscular depende de la retroalimentación propioceptiva desde la periferia. Los impulsos propioceptivos ascienden desde abajo mediante el sistema nervioso central para informar al cuerpo de la relación que guarda con el centro de gravedad (figura 5-4). Los órganos terminales propioceptivos se localizan dentro de la piel, cápsulas articulares, ligamentos y músculos en todo el cuerpo y se estimulan por variaciones de presión, movimientos y sensaciones táctiles periféricas. Al ponerse en contacto con el piso el pie recibe contacto sensorial por la piel, huesos, ligamentos y cápsulas articulares: Existen sensaciones similares que se reciben desde tobillos, rodillas, caderas, pelvis, y columna. Todas las fibras propioceptivas que provienen de estos órganos, mandan información instantánea que se coordina en el sistema nervioso central para iniciar el tono muscular apropiado. El sistema vestibular también envía información a su sistema nervioso central para informar la relación del cuerpo con su centro de gravedad. Estos reflejos de enderezamiento son inherentes al sistema nervioso central desde el nacimiento y se modifican durante el desarrollo conforme cambian las situaciones externas e internas . Es evidente que la sensación, que aquí se considera corno propioceptiva, es un instrumento para conservar la postura erecta e influye la relación del cuerpo erecto con su centro de gravedad. La sensación también está impresa en la corteza, que interpreta la sensación de que la persona está totalmente erecta. Por 10 tanto, el sistema sensitivo motor es el determinante principal en el proceso para asumir la postura erecta. Debido a que esta postura es también de las curvaturas superpuestas cuando se relacionan con el centro de gravedad, los grados de c~rva~ura dependen únicamente de la propiocepción. Así mismo, las curvaturas están influidas por la percepción adecuada de esta posición. La postura es un reflejo propioceptivo que depende también de la apreciación cortical y su aceptación. 132-Hombro (Capítulo 5) r---------I Centros I I : svbccrticoles] ,. ----?-,-------'\------- 1 Gang"os, I basales" I L ,,~~ I _ Cerebelo I 7'--------, i iTálamoS : -~~~[~~~' : Corteza: : motora: --1--- laberinto -r: .. Postura Músculos del cuello "r,e, Piel " ... ......••.. •. . . •. . . . . . . . . . . Vías . I .--.., ~ I Músculos -- Sensiibilid d ~ espino es Fibras . I I o ", periférica~ ~ goma Articulaciones ;< ligamentos . -.: .: ~~.N.erviOSj motores ~ Mús~ulos- Figura .5-4. Conce~to neurol6gico de la postura. Lasvías neurol6gicas superiores (centros subcorticoles, ganglios basales, cerebelo, tólamo, y corteza motora) son los circuitos bien comprobados por los cuales se inician y coordinan las actividades motoras. Dentro de la médula del mesencéfalo estón los centros de los reflejos primarios enderezadores que reciben impulsos desde el laberinto y los reflejos de enderezamiento (*R..E.) de los ~úsculos de la nuc~. La postura depende de su centro medular y los cordones espinales de interneuronos que Influyen en los nervios motores que se regulan por fibras alfa y gamma de los músculos. Cada nivel del sistema nervioso central recibe y estó moderado por impulsos sensitivos periféricos desde la piel, articulaciones, cópsulas, ligamento y músculos (véase el texto). ~s evi?ente que la p~stu~a es una reacción neuromuscular a los impulsos propioceptívos desde la periferia y aquella sensación que percibe a la postura como normal o anormal, situación que corresponde a un proceso aprendido. Con la maduración, la curvatura torácica se hace menos flexible al grado de que no hay mayor flexión o extensión importante en el movimiento sagital de toda la columna. La columna torácica del adulto está fija esencialmente en su cifosis. En consecuencia, las curvaturas arriba o abajo de la cifosis dorsal deben correlacionarse Postura en el Hombro Doloroso - 133 para conservar la postura correcta en su relación con el centro de gravedad. Un incremento en la lordosis lumbar acentúa la lordosis cervical, y viceversa. Cierto es que las últimas curvaturas vertebrales se determinan de manera inicial por factores del desarrollo que se relacionan con la gravedad. Estas curvas forman la postura erecta. Sin embargo, conforme se desarrolla la persona hay cuando menos tres factores principales que influyen la postura del adulto: 1) herencia, 2) enfermedad, y 3) hábitos adquiridos. De los tres, el último es el factor menos entendido, pero también el más influido por el tratamiento. Los factores heredofamiliares que tienen efectos sobre la postura del paciente adulto pueden analizarse mediante la valoración de padres, abuelos y hermanos. Esta postura familiar es, en esencia, un tipo corporal y puede alterarse ligeramente, pero es más difícil de modificar. Los factores patológicos que tienen efectos sobre la postura son demasiado numerosos para revisarlos en su totalidad. Son ejemplos las enfermedades inflamatorias articulares como la espondilitis reumatoide, otras enfermedades reumatoides, enfermedades neurológicas como el parkinsonismo y los efectos de la escoliosis estructural. Existen muchos factores que pueden determinarse mediante una historia y examen cuidadosos, y confirmación radiológica. En estos casos muchos aspectos de la postura resultante pueden modificarse durante el desarrollo de la enfermedad si se reconoce el impacto de ésta sobre la postura. La postura por hábitos adquiridos se considera un fenómeno neuromuscular que tiene su inicio en la niñez temprana. Son importantes numerosos factores que afectan al niño en crecimiento. Feldenkrais expuso este concepto de manera completa. La sensación de una postura erecta adecuada se desarrolla conforme se desarrollan los patrones nerviosos de una persona. La propiocepción asciende desde abajo hasta el cuello. La cabeza adopta un equilibrio normal en el cuello cuando hay comodidad y facilidad para conservarse en pie. Toda la propiocepción es subconsciente, y bombardea constantemente los reflejos de enderezamiento para conservar la posición erecta. Hay poca o ninguna necesidad de estar consciente de todos los componentes del cuerpo que participan en la posición de pie. Se siente que la postura total es la correcta. Este concepto implica que cuando toda la propiocepción que influye en los músculos resulte en una columna erecta, la persona siente que la postura es normal, es decir, correcta, adecuada, sin esfuerzo, cosméticamente apropiada y libre de dolor. La postura erecta y la posición corporal se sienten como una postura adecuada. El aparato vestibular dentro de la cabeza también imparte propiocepción que, al percibir que es una postura adecuada, no provoca esfuerzo para modificar los reflejos de enderezamiento. Cualquier cosa que modifique o influya la acción refleja resultante, que produzca la sensación de normalidad, afecta la postura. ¿Cuáles son algunos de estos factores aparte de los patrones neuromusculares? ¿Qué influye la propiocepción? Más importante, ¿qué se conserva cuando el patrón se considera normal a la percepción pero es anormal e indeseable estructuralmente? Los malos hábitos se desarrollan en la niñez. A menudo se observa la postura hundida en adolescentes y adultos jóvenes. La postura asumida llega a ser cotidiana, de tal forma que se hace normal; es decir, se siente normal. Esta postura hundida puede ser el resultado de presiones familiares o de autoridades, el resultado de ansiedad, inseguridad, temor, enojo, o desaliento en la niñez temprana. Las actividades 134-Hombro (Capítulo 5) Postura en el Hombro Doloroso - 135 diarias con sus posturas resultantes también pueden influir esta postura. Feldenkrais postula que numerosas posturas se desarrollan por el "encogimiento que se produce por el medio o el abuso físico por padres o hermanos dominantes". , Conforme pasan los años, la postura que se asume llega a ser cómoda y aceptada como normal. Los estímulos propioceptivos de esta postura no tienen impacto en la interpretación cortical. Se acepta la postura (aquí, la postura con la cabeza hacia adelante), al igual que el tono muscular que se requiere para sostener esta postura. No se percibe la necesidad de corregir la postura asumida puesto que no se experimenta inicialmente fatiga o molestia. Se ignora o, mejor aún, no se percibe el hecho de que es fisiológicamente incorrecta la postura que sostiene la cabeza delante del centro de gravedad (figura 5-5) y que demanda una acción muscular excesiva. Los hábitos inconscientes se desarrollan en la adolescencia, como en las mujeres jóvenes cuyas mamas son más grandes que las de sus compañeras o cuando la persona siente que es demasiado alta, y pueden asumir una postura hundida hacia adelante para ser menos diferente. La persistencia de la postura asumida durante muchos años llega a ser normal y se conserva por mucho tiempo aún cuando la razón original ya no es oportuna o no se reconoce. Ahora el patrón está bien establecido no sólo en el complejo neuromuscular sino también en el sistema musculoesquelético. Es posible instituir ejercicios cotidianos para corregir la postura inadecuada (figura 5-6). Cierto es que la observación diaria de una postura apropiada debe asegurar que se está erecto constantemente y no sólo durante unos cuantos minutos de ejercicios posturales. Al hacerlo con frecuencia, el ejercicioimplanta la posicióncorrecta, fortalece los flexores cortos del cuello, estira los extensores estrechos del cuello, da la sensación de una postura mejor y en esencia, disminuye la lordosis cervical. Conforme disminuye la lordosis, la cabeza llega a centrarse sobre el centro de gravedad. Esto se logra, en el ejercicio, al deslizar la cabeza hacia atrás, mientras se conserva el nivel del mentón. Esto, que se denomina ejercicio de traslación, causa un efecto de corte anteroposterior. Una vez que los tejidos (ligamentos, músculos, fascias y cápsulas articulares) que originan la postura adecuada estén bien condicionados, la percepción de la postura erecta apropiada llega a ser más automática. Conforme la lordosis cervical disminuye y la cabeza adopta una posición central sobre el centro de gravedad, la escápula asume de manera simultánea su posición correcta en la pared torácica sin considerar su singular estructura. La postura adquirida también puede afectarse por actividades cotidianas que requieren una postura con la cabeza hacia delante. Las necesidades profesionales como la operación de una computadora mientras se ve la pantalla de una terminal, demanda esta postura. La visión inadecuada o su corrección por gafas bifocales o trifocales pueden necesitar la adopción de una postura que es indeseable. Todos estos factores causales requieren un estudio cuidadoso de las actividades cotidianas para determinar sus efectos en la postura. Las emociones también influyen en la postura. Las personas se paran, sientan y caminan de acuerdo como se sienten. Se reconoce bien el lenguaje corporal. La persona deprimida camina, se para, y se sienta de un modo deprimido. La persona enojada personifica su enojo en la postura del cuerpo. La persona impaciente describe la impaciencia en la postura al igual que sus acciones. El médico inteligente revisa ampliamente y reconoce el lenguaje corporal; su efecto en la postura indeseable debe determinarse y tratarse. , \ ", ,, ,, \ \ ",\1\ "' \ \ \1 11 11 1\ l' 11 /1 1/ // // 1/ 1/ II // 1 I // I / I Figura S-S. Efecto de la gravedad sobre la postura con la cabeza hacia adelante con incremento de la lordosis. W = Peso de la cabeza. Permanece constante. X = Distancia del peso de la cabeza (w) al centro de gravedad (G). y = Distancia de la musculatura vertebral al centro de gravedad (G). M = Tensión desarrollada por la musculatura para sostener el peso de la cabeza (W). WxX=MxY Cuando hay hombro doloroso con el arco doloroso en abducción con elevación sobre la cabeza, lo que indica atrapamiento de la tuberosidad mayor en el proceso acromial y el ligamento coracoacromial, es indispensable valorar la postura. Si se instituyen todos los componentes del tratamiento del hombro doloroso y son relativamente eficaces aquellos que permitan la persistencia del componente postural incriminatorio, esto favorecerá la recurrencia del hombro doloroso. 136-Hombro (Capítulo 5) Pared Arriba Presión Figura 5-6. Ejercicios para uno postura adecuada. Al pararse aproximadamente a 15 cm de la pared con las rodillas en ligera flexión, la actitud postural es de pararse alto (ARRIBA). La cabeza se presiona contra la pared. El mentón se conserva nivelado y se presiona el cuello contra la pqred (flecha curva). Estosmovimientos de traslación contraen los músculos f1exores del cuello y alargan los extensores del cuello. Todos los movimientos se efectúan de manero simultónea, repetida y lenta. Al principio el efecto puede ser una ligera rigidez, pero al final la postura resultante se acepta y se vuelve automótica. Este ejercicio puede efectuarse de manera gradual sin la pared, tanto en la posición sentada como en la de pie. El aspecto psicológico del componente postura! puede también indicar al examinador que está afectado el factor neuromusculoesquelético de la función del hombro. Ambos deben tratarse para el éxito en el alivio del dolor y evitar las secuelas tisulares degenerativas. Bibliografía / Postura en el Hombro Doloroso - 137 BIBLIOGRAFÍA Body, lA, et al: The role of the gamma system in movement and posture. Association for the Aid of Crippled Children, 345 East 46th Street, New York, 10017, 1964. Brunnstrom, S: Clinical Kinesiology, ed 3. FA Davis, Philadelphia, 1972. Burke, D and Eklund, G: MuscIe spindle activity in man during standing. Acta Physiol Scand 100:187, 1977. Cailliet, R: Neck and Arm Pain, ed 3. FA Davis, Philadelphia, 1991. Ertekln, N and Ertekin, C: Erector spinae muscIe responses while standing. J Neurol Neurosurg Psychiatry 44:73, 1981. Feldenkrais, M: Body and Mature Behavior: A study of Anxiety, Sex, Gravitation, and Learning. International Universities Press, Inc., New York, 1949. Joseph, J: Man's Posture: Electromyographic Studies. Charles C Thomas, Springfield, IL, 1960. Kelton, IW and Wright, RD: The mechanism of easy standing by mano Australian Journal ofExperimental Biology and Medical Science 27:505,1949. Lovett, RW: Lateral curvature of the spine and round shoulders. P Blakiston & Son, Philadelphia, 1907. Roaf, R: Posture. Academic Press, New York, 1977. Traumatismo del hombro CAPÍTULO 6 LUXACIÓN El hombro es único con respecto a sus amplios arcos o límites de movilidad comparado con otras articulaciones del cuerpo. Las limitaciones óseas son mínimas, sin embargo los tejidos blandos restringen su movimiento, lo cual incluye a los ligamentos glenohumerales que son engrosamientos de la cápsula glenohumeral y a la musculatura de la articulación. Por lo tanto, las lesiones del hombro afectan a estos tejidos blandos. De los numerosos traumatismos al hombro, es probable que el más doloroso e invalidante sea la luxación. Por lo general, la luxación inicial es un traumatismo que se produce de manera aguda, mientras que la luxación recurrente puede ser un incidente menor y a menudo inesperado. De las luxaciones del húmero, 90% se presentan anteriormente, hecho que se atribuye a la debilidad anatómica de la cápsula anteroinferior a través de la cual se luxa la cabeza humeral. La cápsula glenohumeral es delgada y holgada, y se refuerza por su parte anterior mediante los pliegues denominados ligamentos glenohumerales. Estos ligamentos se fijan en el húmero y se abren en abanico para insertarse en la cara superoanterior de la fosa glenoidea y parcialmente en el borde glenoideo, con una pequeña porción que se fija en la misma escápula. A menudo se encuentra una abertura entre los ligamentos glenohumerales superior y medio que se denomina orificio de Weitbrecht (figura 6-1). Es posible que este orificio constituya una franca perforación, o esté cubierto por una capa delgada de la cápsula. La cavidad articular se conecta con la fosa subescapular mediante esta abertura y es a través de ella que la cabeza humeral suele luxarse cuando se presenta un traumatismo tal que produce una hernia en la cabeza del húmero fuera de los límites capsulares. Es factible que ocurra herniación recurrente cuando el ligamento glenohumeral medio presenta deshilachamiento o destrucción real. La luxación anterior primaria por traumatismo se presenta a cualquier edad, aunque la recurrencia de la luxación es más frecuente en el joven (adolescente hasta 139 Traumatismo del Hombro - 141 (Capítulo 6) 140-Hombro Sitio de fijación -- glenoidea Tendón de la cabeza -r-__J_ larga del bíceps Orificio de weitbrecht Subclavicular Subespinoso (posterior) Subcoracoideo e Figura 6-1. Cópsula anterior, ligamentos glenohumerales, y dirección de la luxación anterior de hombro. (A) Los tres pliegues de la cópsula anterior forman los ligamentos glenohumerales que se fijan desde el borde anterior del húmero hasta la fosa glenoidea. (B) Se muestra desgarro en el oreo entre los ligamentos superior y medio (orificio de Weitbrecht), que puede estar cubierto por una cópsula delgada o ser una abertura directa. (C) Cuando la cabeza del húmero se mueve hacia adelante y abajo, emerge a través de la abertura. Subglenoideo Figura 6-2. Cuatro tipos de luxación del húmero. Laluxación s~bcoracoid?a es la rnós frecu?nte, y la subespinosa (posterior), la menos común. Las t~es ant~nores luxociones, subcor~c?ldea, subglenoidea y subclavicular, se pueden alternar. El tipo designodo depende ~e la pOSICIón de los 20 años) y disminuye después de los 45 años, posiblemente porque la actividad física disminuye después de esta edad. Así mismo, en las personas de edad avanzada hay mayor reparación del tejido fibroso. En la luxación aguda con hemorragia grave, la resultante formación de una mayor cicatriz puede prevenir la posibilidad de luxación recurrente. Es posible que en cualquier luxación exista separación parcial o completa del borde glenoideo en la cara anteroinferior. El concepto de borde varía desde una estructura fibrocartilaginosa hasta un pliegue redundante de la cápsula anterior, pero independientemente de su estructura, el traumatismo del borde puede avulsionar la cabeza del húmero al oponerse al desgarro intracapsular entre los ligamentos. Por 10 general se observa un saco en la cápsula cuando pretende plegarse sobre sí misma para formar el borde que desaparece cuando el brazo gira hacia dentro. Este saco representa un sitio potencial de luxación de la cabeza humeral. Hay cuatro tipos de luxación (figura 6-2), siendo la más frecuente la subcoracoidea. El tipo de luxación se denomina de acuerdo con el sitio final de la cabeza humeral en relación con la fosa glenoidea al efectuar el diagnóstico. Son menos frecuentes las luxaciones subclavicular y subglenoidea. La luxación posterior, es decir subespinosa, es rara. Estas últimas pueden ser la continuación de la subcoracoidea inicial, en vista de que cualquier luxación anterior puede cambiar a cualquiera de los otros tres tipos de luxación. la cabeza humeral en relación al asiento glenoideo al momento del diagnóstica. Es posible que la luxación oculta del húmero se pase por alto durante el examen a menos que se sospeche (Glousman y Jobe), en especial en aquellos atleta~ que efectúan movimientos por encima de la cabeza (véase capítul? 7, que trata de lesiones de los atletas). La luxación franca o recurrente puede ser evidente. MECANISMOS DE LUXACIÓN Los traumatismos son la causa usual de Ia luxación. Por 10 general, el traumatismo ofensor suele ser un incidente que sorprende al músculo sin preparación, o que tiene la fuerza suficiente para sobrepasar la resistencia museular, la cual es inadecuada en el pliegue anteroinferior de la cápsula. Los músc~lo~, pec.toral mayor P?r d~lante y dorsal ancho por detrás, no protegen de ma~er~ sI~IficatIva ~~ cápsula mfen?r.. Los atletas jóvenes cuya práctica deportiva implica a la utilización de movirmentos frecuentes y'forzados del brazo por enci~~ de la cabe~a, pueden desarr?llar un.a subluxación sólo con dolor al efectuar la actividad, pero sm d~tos cla~?s de m~stabI lidad articular. En estos casos, aunque no causan síntomas de inestabilidad articular, 142-Hombro (Capítulo 6) hay sensación de debilidad, entumecimiento (parestesia) durante la actividad y dolor. Es probable que estos síntomas indiquen tracción del plexo braquial durante la actividad, que podría no ocurrir en presencia de una cápsula adecuada. e' En el joven, los tejidos posteriores, los tendones supra e infraespinosos que se fijan a la tuberosidad mayor, están intactos y la cápsula anterior es delgada y holgada; por lo tanto, la luxación es anterior (figura 6-3). En las personas mayores los tejidos posteriores son menos flexibles y se desgarra la tuberosidad mayor avulsionada lo que permite que la cabeza del húmero "ruede" sobre el borde anterior de la fosa y glenoidea. Codman explica la frecuencia de luxación anterior, descrita en la figura 6-4, como la habilidad del brazo para girar al estar disminuido el movimiento hacia abajo y Traumatismo del Hombro - 143 Luxaci6n por hiperabducci6n o ltp - - - I ! h - c---"iI Figura 6-3. Relación entre la edad del paciente y el mecanismo de luxación anterior. Y muestra las relaciones normales, en el joven, de la cabeza del húmero (H) con la fosa glenoidea (GI) con los tejidos posteriores intactos (tp)consistentes en los tendones suproespinoso e infraespinaso insertados en la tuberosidad mayor. La cópsula (c) estó intacta, aunque delgada y holgada. El mecanismo de luxación en el joven causa desgarro a través de la cópsula anterior (flechas X). (O) Enla gente mayor, lostejidos posteriores se desgarran (flecha X), o existe avulsión en la tuberosidad mayor. En este último mecanismo la cabeza del húmero rueda sobre el borde anterior de la glenoides pero no se desgarra la cópsula anterior. Figura 6-4. Mecanismo de la luxación: teoría de la hiperextensión. La abducción con el húmero en rotación interna o flexión hacia adelante con el brazo en rotación externa se limita por el arco acromial. La elevación forzada cuando se alcanza este punto de choque usa el arco como punto de apoya y luxa la cabeza proximal provocando que descienda y se mueva hacia adelante. debido a que, en la posición por arriba de la cabeza, el brazo se traba en una posición fija contra la apófisis acromial, lo que evita la rotación. Para elevar totalmente el brazo por arriba de la cabeza en el plano coronal (figura 6-5), el húmero debe girarse por completo hacia afuera. Esto coloca a la tuberosidad mayor contra el acromion sobresaliente. El descenso del brazo debe incluir rotación interna. Si alguno de estos ajustes de rotación se viola y se aplica fuerza para completar la elevacióno descenso del brazo, se crea un punto de apoyo. La fuerza distal,ahora con un brazo de palanca largo,causa desplazamientoinferior y anterior de la cabeza proximaldel húmero. La cápsula inferior es lo único que sostiene a la cabeza humeral, la cual es inadecuada para prevenir la subluxación o franca luxación. La literatura anterior difiere con respecto al mecanismo de luxación primaria, según se compara con el de la luxación recurrente, que se atribuyó a la reducción 144-Hombro Traumatismo del Hombro - 145 (Capítulo 6) A - Plano coronal Elevación Flexión hacia adelante Abducción B -~~-'- - -- Ext~:~ =-:-~' ~'_-J J \/ ~ -. - 1;'0,"0' A1 : .....\-- - Rotación \ /, -~'\ I ' Figura 6-6. Fractura intraarticular en la luxación recurrent: del húmero (les!6n en muesca de Hermodsson). El fuerte ligamento coracohumeral actua como punto pivote que causa la compresión del húmera contra el borde posterior glenoideo causando una fractura de compresión (indentadura) en la cara posterolateral del húmero. I I I I I Aducción Figura 6-5. Los planos de movimiento del brazo, incluyendo la dirección de movimiento y sus planos en relación al cuerpo. El cuerpo visto desde arriba y desde enfrente. Todos los planos del brazo se relacionan con estas dos posiciones del cuerpo. inadecuada. La luxación recurrente suele atribuirse a laxitud anormal de la cápsula ya debilidad de los músculos circundantes (si bien Bankhart lo niega). Se cree que la laxitud anormal de la cápsula resulta de alargamiento excesivo o curación inadecuada después de la reducción; se considera que la debilidad muscular es consecuencia de rehabilitación inadecuada después de la reducción. Existen otros factores que se han pasado por alto, como las fracturas glenoideas (figura 6-6), desgarros del borde, fracturas de las tuberosidades, deformación de la cabeza humeral, y contractura de alguno de los músculos periarticulares. Estos defectos se revelan ahora con mayor frecuencia con mejores estudios radiológicos, como la tomografía computarizada (TC) y los estudios de IRM al igual que la investigación artroscópica. Se describió la fragmentación de la cresta ósea anterior o un defecto poster?lateral como la muesca por compresión de Hermodsson (figura 6-6). Se necesitan estudios radiológicos especiales para encontrar este defecto, y por lo tant.o debe sospecharse en caso de luxación recurrente. Esta fractura del borde .gleno~deo se atribuye al pivoteo alrededor del fuerte ligamento coracohumeral inflexible, lo que causa compresión de la porción posterolateral de la cabeza humeral contra el afilado borde posterior de la fosa glenoidea; esto resulta en un defecto por compresión. Si bien se admite que es rara, la luxación posterior ocurre y debe reconoc~rse tempranamente, de otra manera es difícil la reducción y son frecue~tes las complicaciones después de la luxación. Por último, en una luxació,n post~nor, l~ cabeza del húmero reside detrás de la escápula, lo que resulta de un traumatismo directo desde el frente del brazo en flexión y abducción. Ocasionalmente se ha observado que la luxación posterior ocurre después de una crisis convulsiva. DIAGNÓSTICO DE LUXACIÓN En la subluxación oculta del joven atleta hay antecedentes de pare.s~esia de .la extremidad superior durante la actividad. El brazo se entume y hay deblhd,!? su.b.letiva. Esto se atribuye a la probable tracción del plexo braquial durante el eJerCICIO. Si existe una subluxación posterior oculta, el movimiento posterior del brazo se 146-Hombro Traumatismo del Hombro -147 (Capítulo 6) presenta durante la tracción atlética o mientras se efectúa levantamiento de pesas sobre una banca. La presencia de subluxación se revela mediante un examen clínico minucioso y se confrrma por pruebas auxiliares, incluso el examen artroscópico. Lo importante aquí essospechar la subluxación en un joven atleta con síntomas raros sin evidencias. En la luxación anterior la apariencia del hombro es anormal, en vista de que la cabeza humeral no está en su posición habitual. El hombro pierde su forma redondeada normal cuando se compara con el lado opuesto. El acromion tiene un aspecto prominente poco común debido al espacio por debajo del acromion, lugar donde el húmero suele presentarse. Todos los movimientos, activos y pasivos, están limitados yson dolorosos. Debido a que la cabeza del húmero se bloquea en posición medial, el codo sobresale del cuerpo. Si la luxación progresa a la posición subglenoidea, es posible que el brazo quede bloqueado en abducción completa, lo que se denomina luxatio erecta. Esta posición describe de manera diagnóstica una luxación subglenoidea. En la subluxación posterior el brazo llega a fijarse en rotación interna y cualquier intento de rotación externa pasiva o activa encuentra resistencia ysuele ser imposible. Incluso se evita la recuperación hacia una posición neutra. La apófisis coracoides es prominente, y a menudo el húmero puede palparse posteriormente bajo la espina escapular. Algunos estudios radiológicos son diagnósticos, aunque debe advertirse que los estudios de rayos x rutinarios pueden ser negativos de manera decepcionante. Las proyecciones axilares y tangenciales son necesarias y deben ordenarse cuando existe sospecha clínica de luxación. El dolor persistente después de la reducción puede indicar fractura glenoidea, fractura con avulsión de la tuberosidad mayor, y desgarro del manguillo rotador. Son necesarios el examen adecuado y los estudios confirmatorios descritos en capítulos previos. TRATAMIENTO DE LA LUXACIÓN Por lo general, es posible la reducción cerrada de la luxación del hombro sin intervención quirúrgica. Puede ser necesaria la anestesia. Para la reducción cerrada suele colocarse al paciente en posición prona sobre una mesa con el brazo colgando; el método original de Hipócrates aún se considera eficaz. A menudo se requiere tracción suave, así como maniobras específicas. El cirujano coloca su pie en la axiladel paciente para ejercer contracción, yse aplica tracción de modo gradual. Mientras tanto, el brazo se acerca al cuerpo, apoyando la cabeza del húmero sobre el punto de apoyo, ahora representado por el pie del cirujano. El viejo procedimiento de Kocher (figura 6-7) aún se menciona pero necesita de habilidad y gentileza. El die que se provoca con esta maniobra puede interpretarse como el logro de la reducción cuando en realidad puede significar cambio de una subluxación anterior a otro tipo de luxación. Es posible que la fase externa de la maniobra desgarre la inserción del músculo subescapular o incluso causar una fractura espiral del húmero si se efectúa de manera inadecuada, forzada, o en personas mayores con osteoporosis. 2~~:~:; ¡-.o.. !'. ; \.-.-A "1 1(?~'~· ~!(~¿:: contorno \~ deltoideo" Todo movimiento . doloroso . : .. luxación subcoracoidea Codo llevado al frente del tórax conservando rotación externa Tracción con ligera abducción Rotación externa 80' -conservar la tracción Rotación interna mano Inmovilización y cabestrillo. en el hombro opuesto tres semanas para prevenir rotación externa Figura 6-7. Manipulación de Kocher para el tratamiento cerrado de la luxación. Todos los movimientos deben efectuarse con suavidad y gentileza. La tracción debe conservarse constantemente. Una vez reducida, el brazo es fijado por tres semanas para prevenir la rotación externa. Después de la reducción, se inmovilizael brazo a la pared anterior del tórax con un cabestrillo 'para prevenir la rotación externa debiendo conservarse así por tres semanas. Durante este periodo de inmovilización es indispensable ejercitar con frecuencia la muñeca, el codo y los dedos. Después de tres semanas se quita el cabestrillo y se inician los ejercicios activos para fortalecer la aducción, rotación interna y abducción en posición de rotación interna. No deben permitirse ejercicios activos asistidos ni ejercicios pasivos de estiramiento. Aquí son de valor los ejercicios isométricos que deben prescribirse y describirse de manera adecuada además de supervisarse. Si hubo avulsión del tendón del músculo supraespinoso o de la tuberosidad mayor, es indispensable que el brazo se ferulice en abducción y rotación externa, y de preferencia con flexión anterior. Esta posición obviamente disminuye la tensión sobre el tendón del músculo supraespinoso y la tuberosidad mayor y puede conservarse con un entablillado en forma de avión. Por lo general, se consigue reducir la luxación posterior bajo anestesia. La tracción suave en dirección longitudinal al húmero mediante presión leve simultánea que se ejerza detrás de la cabeza humeral, suele colocar la cabeza del húmero dentro del arco de la fosa glenoidea. Es posible que se requiera la aplicación de rotación externa al húmero durante la reducción. Una vez reducido, el brazo se entablilla con 148-Hombro (Capítulo 6) Traumatismo del Hombro - 149 un aparato de yeso en rotación externa y ligera abducción con el codo detrás de la línea media del tronco. Esta posición conserva el húmero delante del nivel de la fosa glenoidea. Después de tres semanas se inician los ejercicios activos. No hay indicación para estiramiento pasivo. Los ejercicios de tensión se dirigen al fortalecimiento externo y abducción. Generalmente en seis semanas se logran los arcos o límites completos de movilidad. La reducción abierta se indica en luxacionesviejas,es decir, en luxacionessin reducir o reconocer, desgarros del manguillo, avulsiones o en cambios glenoideos graves. En las p~rsonas mayores que sufren luxación anterior, el desgarro de las estructuras posteriores (figura 6-3) puede prolongar la convalecencia, lo que resulta en rigidez, dolor y disfunción. Rieffel). El golpe produce que la escápula se mueva hacia abajo hasta que la clavícula choca contra la caja costal y no puede moverse más. En consecuencia, la mayor parte de la tensión la soporta la articulación acromioclavicular, lo que puede favorecer el desgarro de las fibras capsulares con la resultante separación o una lesión torcedura-esguince en donde se conservan fibras adecuadas dentro de la cápsula (figura 6-8). LESIÓN DE LA ARTICULACIÓN ACROMIOCLAVICULAR En numerosas actividades deportivas, a menudo se presentan lesiones directas en la articulación acromioclavicular, que por lo general resultan de golpes superiores o laterales al hombro o caídas sobre el brazo extendido (Thorndike y Quigley, Poirer y Figura 6-8. Lesiones ocromiocloviculares. (A) Hombro normal mostrando lo articulación acromioclovi~ulor (A-C). El coracoides (c) es el punto de fijación de los ligament~s corocoocrornioles (Ica). (B) Indica que el traumatismo (T) desde arriba puede causar lux~ción d? la articulación acromioc:lavicular sin disrupción de ligamentos pero con rotación haCl.a abolo de la escópula. (C) Con fuerza T excesiva la clavícula choca con la primera costilla (flechas pequeñas). Existe movilización adicional hacia abajo de la cópsula que de nuevo subluxa la articulación acromioclavicular pero desgarra todos los ligamentos. Ahora la articulación c1aviculoescapular es inestable. DIAGNÓSTICO Una vez obtenido el antecedente del traumatismo, hay dolor subjetivo e hipersensibilidad en la región de la articulación acromioclavicular. El movimiento que produce dolor es diagnóstico. La elevación y circunducción de la escápula sin movimiento glenohumeral simultáneo provoca dolor en la región acromioclavicular. En realidad, es posible que este movimiento sea evitado por el paciente lesionado. La abducción con flexión anterior de todo el brazo puede provocar el dolor aunque por lo general no lo hace hasta que ocurre la fase escapular del movimiento de la extremidad superior. Es indispensable recordar que la escápula permanece relativamente fija durante la abducción inicial del brazo, después inicia la rotación alrededor de la' articulación acromioclavicular para que ocurra nueva abducción y elevación sobre la cabeza. La luxación de la articulación acromioclavicular produce la deformidad característica conocida como hombro indicador. Es posible que el examinador observe esto cuando se visualizan ambos hombros del paciente sin vestir. La luxación significativa permite a la escápula separarse de la clavícula, y el acromion se sitúa debajo y delante de la clavícula. Al palpar este hueso, asume una prominencia no usual, y al palparla en dirección del borde externo se observará que hay un escalón sobre el acromion. Si hay sólo una lesión donde las fibras están torcidas o parcialmente desgarradas, se menciona que hay una lesión de primer grado. Hay hipersensibilida~ local, pero no inestabilidad. Se denomina lesión de segundo grado cuando hay suficientes fibras desgarradas para permitir algo de subluxación, pero se conserva estable. Esta situación puede verificarse mediante radiografías con tensión, al sostener 4.5 kg con el brazo pendiente. Estas lesiones suelen resolverse sin intervención quirúrgica. El desgarro completo de las fibras capsulares acromioclaviculares tiene como resultado la separación completa, que se verifica mediante estudios de rayos x y la técnica de peso sobre el brazo. Estas lesiones son las más f~ecuentem~nte tratadas por reparación quirúrgica, aunque muchos cirujanos aconsejan trat~mIento conservador mientras los ligamentos conoide y trapezoide permanecen intactos (Gurd, Moseley, Urist). Debido a que hay un menisco en la articulación acrornioclavicular (véase capítulo 1), a menudo el daño de la articulación tiene como resultado cambios artríticos postraumáticos. En esta alteración se presenta: 1. Dolor local e hipersensibilidad sobre la articulación acromioclavicular. 2. Agravamiento del dolor e hipersensibilidad con crepitaci?n al ~levar ~l ?ombro, en la circunducción, y a la movilización anteropostenor (SIn movimiento de la articulación glenohumeral). 150-Hombro Traumatismo del Hombro -151 (Capítulo 6) 3. El dolor e hipersensibilidad en la articulación acromioclavicular puede agravarse con abducción del brazo y elevación sobre la cabeza por arriba de los 90 grados de abducción. ~,,'4. Hay alivio temporal con la inyección local de un anestésico en la articulación. El tratamiento de las lesiones de primero y segundo grado es mediante: A 1. Inmovilización con elevación del brazo y depresión clavicular para aproximar la articulación acromioclavicular. El vendaje simple (figura 6-9) debe aplicarse cuidadosamente. La extremidad se circunda para deprimir la clavícula arriba yelevar el brazo abajo. Esto aproxima la articulación acromioclavicular. Se colocan almohadillas para minimizar la compresión nerviosa periférica en el codo y la axila. Es posible que sólo se requieran 10 días del inmovilización en una torcedura menor. En la subluxación se indican tres semanas, yen la subluxación completa son necesarias seis semanas. 2. Inyección de anestésico local directamente en la articulación. 3. Fijación interna en las lesiones de tercer grado con dolor e incapacidad importantes. Si persiste el dolor crónico que no remite, cabe indicarse resección de la mitad externa hasta un tercio de la clavícula (artroplastia acromioclavicular). Permanece la controversia acerca del mejor manejo de la luxación acromioc1avicular aguda: quirúrgica o no quirúrgica. La revisión de 54 pacientes (Bannister y colaboradores) indica que los pacientes tratados en forma no quirúrgica regresaron a sus trabajos o deportes más rápido que aquellos a los que se les efectuó cirugía y que después de cuatro años presentaron resultados de excelentes a buenos con base en arcos de movimientos articulares, limitación y dolor. Sin embargo, es indispensable considerar el tratamiento mediante cirugía, que consiste en atornillado esponjoso o maleolar, excisión del menisco, y reparación del ligamento deltoideo (Bannister y otros), cuando existe desplazamiento mayor de dos cm de la parte distal de la clavícula. cp -------r~ .5 - - - - - - - - + - - - + ' r t 5 I------+---I-+--r-...,.. ep------~-a B p--------t FRACTURASCLA~CULARES p Puesto que este no es un texto completo de ortopedia que trate acerca de numerosas fracturas, muchas de estas no se revisan. No obstante, la fractura de Neer tipo II del tercio lateral de la clavícula puede presentarse en numerosos tipos de lesiones similares a las lesiones de la articulación acromioclavicular y amerita comentarla desde la perspectiva del médico general y familiar. Las fracturas de Neer tipo 11, que también se llaman interligamentarias, son raras (sólo 15% de todas las fracturas claviculares), pero parecen complicarse con mayor frecuencia como fracturas sin unión, de aquí que se sugiera la reducción abierta. ----"'lIIl:~ Figura 6-9. Inmovilización de lo separación acromioclavicular: vendaje. (A) lo visto anterior muestro lo fijación circular presionando hacia abajo lo clavícula y elevando el brazo. Un cojín protege lo clavícula (cp) y el codo (ep). la muñeco se sostiene por un cabestrillo simple alrededor del cuello (sl), (8) lo vista lateral muestra lo dirección de la tracción del vendaje circular: abajo sobre la clavícula (d), y elevación del brazo (u). Si no hoy cabestrillo, el peso del brazo jalo el fragmento acromial hacia abajo, y los músculos elevan la clavícula, seporóndose así lo articulación acromioclavicular. los cojines protegen los nervios en los regiones del hombro y codo. (Capítulo 6) 152 - Hombro / Bibliografía Las reducciones cerradas producen resultados satisfactorios (Deafenbaugh y colaboradores), aun superiores a los de la reducción no quirúrgica de las separaciones acromioclaviculares grado III (Taft y colaboradores). El tratamiento se logra mediante inmovilización con cabestrillo de Kenny Howuard, seguido por ejercicios dafortalecimiento después de la inmovilización. BIBLIOGRAFÍA Adams, J C: Review of 180 cases of recurrent dislocation of the shoulder. J Bone J oint Surg 30(B):26, 1948. AJlman, FL: Fractures and ligamentous injuries of the clavicle and its articulations. J Bone Joint Surg 49A:774, 1967. Bankhart, ASB: Recurrent or habitual dislocation of the shoulder. Br Med J 2( 11):32, 1923. 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Así mismo, las lesiones del hombro por actividades deportivas se analizan en quinestesiología, y numerosos estudios nuevos conducen a un mejor conocimiento de las causas y efectos de tales lesiones por deportes. Muchos términos, como el de sobreuso, los estudian patólogos, quinesiólogos, y terapeutas. Problemas patológicos bien comprobados como tendinitis, enfermedad degenerativa del manguillo y rotura de manguillos rotadores se encuentran con mayor frecuencia como resultado de actividades deportivas. El tratamiento y la prevención ocupan un lugar predominante de estudio. Debe entenderse también que las lesiones de hombro de origen deportivo en la población de mayor edad, difiere de aquellas en jóvenes que participan en la misma actividad atlética. La quinestesia de la actividad es idéntica, al igual que la tensión mecánica sobre el hombro, pero hay mayor diferencia en las estructuras del hombro que resultan del proceso de envejecimiento. Las personas mayores tienen cambios degenerativos preexistentes. La apófisis acromial sobresaliente puede estar endurecida, lo que produce una hipertrofia del borde anterior del acromion y engrosamiento del ligamento coracoacromial. Hay cambios posturales en el envejecimiento que alteran la alineación de estas estructuras. El manguillo rotador puede haber sufrido cambios degenerativos subyacentes por el estrechamiento del espacio suprahumeral. Este estrechamiento comprime la irrigación vascular, normalmente lenta, hacia el tendón conjunto (figura 1-24), predisponiendo a nueva degeneración, desgarro parcial, e incluso desgarro completo. En el atleta más joven hay mayor esfuerzo y utilización. Son más aptos que los viejos para practicar actividades atléticas extenuantes por largos periodos. El microtraumatismo disminuye la estabilidad de la articulación glenohumeral, por lo que es posible que se pase por alto el reposo y la reparación adecuados. El microtraumatismo puede alargar las estructuras capsulares, lo que conduce a inestabilidad de la 155 156-Hombro (Capítulo 7) articulación glenohumeral con distintos grados de subluxación, y el movimiento de la articulación glenohumeral normal llega a ser inestable con mayor choque del manguillo rotador. Este estado de cambios repetitivos continuos por numerosos microtraumatismos está bien comprobado por Jobe y otros (1984). Los tejidos que normalmente proporcionan la estabilidad de la articulación glenohumeral son los ligamentos glenohumerales ysu inserción al borde glenoideo, En especial se afectan el ligamento glenohumeral inferior (figura 1-4) y la cara anteroinferior del borde glenoideo. Estos pueden considerarse los estabilizadores estáticos. Los estabilizadores dinámicos son los músculos que aplican la fuerza con apalancamiento adecuado durante la actividad atlética. Por lo general, los ejercicios de arco o límites de movimiento no se relacionan con los límites o arcos necesarios para un deporte en particular. Así mismo, los ejercicios de fortalecimiento son más arbitrarios que específicos para un músculo, sus límites o arcos, o el grado de fortalecimiento y resistencia. También es poco precisa la manera en que se efectúan los ejercicios, por ejemplo, aumentando la flexibilidad. Los arcos o límites completos de movimiento no describen claramente los movimientos necesarios para una actividad deportiva específica. Cuando se efectúan actividades corporales totales en una actividad atlética específica, por ejemplo, si sólo se extienden, los apretados tendones de la pierna y se ignora la flexibilidad del hombro, el resultado será fallido. Al jugar tenis, debe haber flexibilidad completa de las piernas y de los hombros, y al correr debe haber flexibilidad completa de los hombros y las piernas. Ninguna actividad atlética utiliza sólo una extremidad. En el tenis, efectuar el servicio requiere rotación externa del brazo de manera extrema, mucho más de 90 grados. Todo el cuerpo participa también con giros laterales del tronco. Por lo tanto, el servicio es una desrotación y flexión del tronco conforme el brazo desciende desde una posición de extrema rotación externa posterior (figura 7-1). Es evidente que deben fortalecerse los músculos que participan en el descenso del brazo anterior con desrotación simultánea (interna) del hombro. Estos son el dorsal ancho, el subescapular, el pectoral mayor y el tríceps. En un lanzamiento por arriba de la cabeza, el lanzador de béisbol usa en forma similar todos los músculos del tronco y los límites de movimiento en hiperextensión, con flexión posterior, rotación externa y fuerza muscular en desrotación de la extremidad superior. Mediante estudios fotográficos de movimientos lentos, se documentó el mecanismo de lanzamiento por arriba de la cabeza en sus componentes básicos, y se ded ujeron los tejidos que participan. Al entender la mecánica ylos tejidos participantes en todas las fases del lanzamiento por encima de la cabeza, es posible determinar los resultados incapacitantes y, en consecuencia, dolorosos de la lesión. El movimiento de lanzamiento se divide en cinco etapas (Jobe y colaboradores 1983, 1984; Tullos y Kind). La etapa 1 es el movimiento circular del brazo, o fase de preparación. La etapa 2 es la elevación inicial (figura 7-2), cuando la pelota está en el brazo lanzador, que se coloca en abducción, flexión posterior, y rotación externa. El peso del cuerpo está sobre la pierna posterior, y el tronco se gira por fuera del lanzador. La etapa 3 se denomina de elevación tardía (figura 7-3), en donde el cuerpo entero se cambia al pie anterior, el tronco inicia al desrotación yel brazo está ahora en rotación externa y flexión posterior máximas. Con estos movimientos hay una gran exposición del tendón del manguillo rotador cuando pasa bajo el acromion sobresaliente Lesiones Deportivas del Hombro ~_!57 Figura 7-1. Desrrotación total del tronco y brazo durante un servicio de tenis. En éste, el brazo en abducción demanda extrema rotación externa para lograr fue;za. Por lo tanto~ el tronco se acopla a las fuerzas de desrrotación. Cada grado de la rotoción externa se h calculada con kilómetros por hora del servicio. 158-Hombro (Capítulo 7) Lesiones Deportivas del Hombro -159 Rotoci6n externa Figura 7-2. Elevación, segunda etapa del mecanismo de lanzamiento. Después de la fase de preparación, cuando el tronco rota hacia la derecha y la pelota se coloca en la mano lanzadora, la segunda etapa conocida como elevación coloca el brazo en rotación externa móxima y flexión posterior. El músculo deltoides es muy activo en esta etapa y actúa antes de que se utiliceel manguillo rotador. La compresión del manguillo rotador se presenta en esta etapa. y el ligamento coracoacromial. En las etapas de lanzamiento, el deltoides llega a ser muy activo en la abducción forzada. Este músculo, por su alineación anatómica, provoca desplazamiento superior del húmero, lo que favorece choque del tendón del manguillo contra las estructuras sobresalientes. Figura 7-3. Movimiento de lanzamiento por arriba de la cabeza: etapas 3 y 4. El movimiento de. lanzamiento se divide en 5 etapas: 1) preparación; 2) elevación temprana; 3) elevación tardía (X), donde el brazo alcanza extrema rotación externa e hiperextensión; 4) aceleración, en donde la rotación interna precede a la liberación de la pelota; y 5) etapa de continuación. En la etapa 3 la cabeza del húmero estó contra la cópsula inferior con rotación externa extrema. En esta etapa es cuando la cópsula o el borde pueden desgarrarse. Debido a que la cabeza del húmero estó también en profundidad bajo el arco, hay un atrapa miento máximo del manguillo. En la etapa 2 del mecanismo de lanzamiento, la de elevación, en que el brazo está detrás del cuerpo alinicio de la elevación,abducción yrotación externa hasta que el brazo está por encima de la cabeza, hay contracción deltoidea temprana antes de la contracción del supraespinoso. Esta es la etapa en la cual se presenta el mayor choque del tendón del manguillo. Si hay degeneración tendinosa o debilidad del músculo supraespinoso, el deltoides llega a ser aún más sobresaliente, por lo que resulta mayor degeneración. 160-Hombro (Capítulo 7) D1!ftante la etapa 3 (figura 7-3), la de aceleración, hay mínima actividad del mangui o rotador pero gran actividad del pectoral mayor y dorsal ancho en vista de q(:e so)n poderosos rotadores mternos y flexores inferiores. En las siguientes etapas y 5 ~ cuando el brazo se mueve hacia abajo y cruza la parte baja del cuerpo el manguillo rotador lleva a cabo cont!acción excéntrica (desaceleración), que prod~ce el m~~or esfuerzo sobre. el manguillo rotador. Esto puede producir una lesión por tracción sobre el manguillo, .<?uando el ~úsculo deltoides actúa sin oposición, como cuando el manguillo está de los músculos escapulotorácicos también aumenta el choque. El diagnóstico requiere valoración de cada músculo participante en la actividad escapulohumera! y d:te!minación del momento en que ocurre el dolor del cinturón ;scapular. Son diagnósticos los estudios radiológicos, incluyendo la artrografía (más recuen~e~~nte IRM), aunque la exploración artrográfica es más fructífera. Las placas eméticas de rayos x.en combinación con la electromiografía evocada simultáne~ (EMG) ,s?n los .estudI?? del futuro para determinar en qué fase, de cual uier aClt~~Idad atlética, e:a ste lesión, choque, e incluso debilidad muscular. La ergOm~tría at ética es un estudio prometedor para el futuro. . La etapa 4 se denomina etapa de aceleración debido a que ahora el brazo vuelve E girar hacia adentro y efectúa una flexión anterior, hacia abajo y cruzando el tórax. .n este mome.nto, el peso del cuerpo está sobre e' pie anterior, yel tronco vuelve a gIdrarddc modo Importante. La pelota se arroja, La etapa 5 es la etapa de continuación o e esaceleracIOn. ' de~Il~tado o da.~ado, se produce mayor choque. La fatiga d d Record~ndo el control neur.o.ortopédico de las acciones precisas de las extremi. a es, es evidente que debe utilizarse un condicionamiento adecuado y aun más l~portante, una mecánica cor.poral apropiada de todo el brazo y el tronco. Incluso ~Ien~o ~?mpletame~~enormales todos los tejidos del complejo del hombro, cualquier CSVIaClon de la accion normal puede traumatizar los tejidos afectados. En las eta~as 3 y 4, con el br?zo en rotación externa máxima y flexión posterior, la cabe~a del humero está contenida exclusivamente por la cápsula anteroinferior El m~n~UIllo rota,dor es anatómicamentc incapaz de prevenir la subluxación. Es en ~sta etapa que la cap:ula o el borde de la fosa glenoidea pueden desgarrarse. El brazo .esta en gran abducción y con flexión posterior, y la tuberosidad mayor con su manguillo r?tador y tendón del bíceps está en contacto forzado con el acromion ?obresahc~tey el Iigarnentn coracoacromial. Los rotadores inferiores y los retadores mter~os ejercen una fuerza poderosa sobre el húmero, con movimiento simultánco supen~r de la cabe~a humeral. Puede presentarse el atrapamiento del tendón del manguillo y del t~n??n del bíceps. Las posibles secuelas son la tendinitis del manguillo rotador y la tendinitis del bíceps. Conforme desacelera el brazo (etapas 4 y 5), se impone una poderosa tensión sobre las est~ucturas posteriores, incluyendo el tríceps y el dorsal ancho. Durante esta etapa se aplica una fuerza contra la cápsula posterior. . Cuando un lanzador o un jugador de tenis, que están sujetos a estas fuerzas tienen dolor, ~e pres~ntan con ~.olor global de hombro. Sólo l~ exploración prccis~ puede d~termmar cual de los tejidos del hombro es el causante. e DcbIdo a q~e participa un complcjo mecanismo ncuromuscular al lanzar en el béisbol y al servir en el tenis (yen otros esfuerzos atléticos similares), los esfuerzos » Lesiones Deportivas del Hombro -161 repetidos pueden provocar un efecto acumulativo. Es posible que se repitan traumatismos menores con cambios tisulares sin el tiempo suficiente para la reparación. Es probable que algunos tejidos sujetos a extensión extrema, en especial tendones y cápsulas, se debiliten. Los músculos pueden estar sujetos a cambios patológicos por sobreuso. Son obligatorios los ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad para evitar la fatiga. Es importante el diagnóstico de un tejido específico lesionado. La inspección del cinturón escapular muestra atrofia, debilidad muscular específica, deterioro de los arcos o límites de movimiento, crepitación, e hipersensibilidad local. Debido a que la mayor parte de estas pruebas se revisaron, no se repetirán; es suficiente decir que incluyen observación de la abducción, de la rotación externa, elevación por arriba de la cabeza, arcos o límites pasivos y activos de movimiento, fuerza de los abductores y rotadores externos, atrofia, y dolor local. Cada una de estas observaciones y pruebas especifican si el proceso patológico está en la cápsula, clligamento o los músculos. Deben ampliarse las numerosas pruebas específicas para las lesiones deportivas del hombro. Deben comprobarse la subluxación de la articulación glenohumeral con desgarro capsular o del borde. En muchas actividades atléticas la cara anteroinferior de la cápsula y la cara anteroinferior del labio glenoideo están sujetas a desgarro por hiperextensión, rotación externa excesiva y elevación por arriba de la cabeza. Las pruebas para subluxación se denominan pruebas de aprensión y recolocación. La prueba de aprensión (figura 7-4) se lleva a cabo con el paciente en posición supina con el brazo en abducción a 90 grados y con rotación externa. El examinador empuja la cabeza humeral en posición anterior mientras sostiene fijamente el codo. Los pacientes que tienen subluxaciones recurrentes pueden manifestar aprensión, pero no necesariamente dolor. Los pacientes que tienen una subluxación anterior experimentan dolor pero no aprensión. Hayjuego (movimiento) articular importante en el hombro afectado al compararlo con el contralateral que es normal. La Integridad de la cápsula posterior y del borde se valora de manera similar pero en dirección opuesta. Con la misma posición del paciente, el brazo se mueve posteriormente en la articulación glenohumeral (figura 7-3), expresando aprensión o dolor con la movilización posterior de la articulación glenohumeral. A esta prueba capsular posterior se le llama prueba de recolocación. A menudo puede ser discutible la prueba de subluxación en el paciente despierto y debe efectuarse bajo anestesia para poder demostrar la subluxación con claridad. Las pruebas radiológicas de rutina (estudios de rayos x) son de valor limitado en la subluxación glenohumeral, pero la tomografía computarizada, IRM, artrografía, y aún el examen artroscópico suelen ser diagnósticos. Debe determinarse si el tratamiento debe ser quirúrgico o no (Jove y Kvitne). Los límites o arcos de movimiento del hombro puede obtenerse de la siguiente manera (figura 7-5): en posición supina con el brazo en el extremo de la cama (mesa), a 90 grados del tronco y el codo con flexión a 90 grados, el paciente debe girar el brazo hacia afuera. Puede utilizarse un peso para aumentar una mayor flexibilidad. Es factible obtener un lento y repetido alargamiento de los rotadores internos, pero este incremento de los límites o arcos de movilidad requiere 162-Hombro (Capítulo 7) Lesiones Deportivasdel Hombro -163 Aprensi6n • Soporte Cópsula anterior Figura 7-5. Ejercicios de alargamiento para aumentar la rotación externa. En posición supina con el brazo que pase el extremo de la cama (mesa) y con 90 grados de abducción, se aplica un peso en la mano para aumentar la rotación externa más allá de los 90 grados. Figur? 7-4. P~ueba de aprensión y recolocación para la subluxación de hombro. Con el pociente supino.' el brazo en abducción horizontal, el codo en flexión a 90°, yel miembro supenor en rotoción externa, se efectúa la siguiente prueba: cápsula anterior (brazo derec~o en la i!ustración), se sostiene el codo y se efectúa presión inferior sobre la extremidad supenor. ~n la subluxación recurrente hay aprensión por parte del paciente. Cuando hay subluxoción se obtiene excesiva movilidad y dolor. P<;Jra probar la cápsula posterior (recolocación) (brazo izquierdo en la ilustración) y se eleva la extr~midad superior.En pacientes con subluxacionesprevias se se sostiene el observa aprensión. En la subluxoción presente, hay excesiva movilidad y dolor. co?0 muchas semanas de ejercicios repetidos de alargamiento en especial antes de efectuar actividades atléticas. ' . P~r ejemplo, en el boliche el brazo debe hiperextenderse hacia atrás con rotación simultánea (figura 7-6) ..J?urante el balanceo completo hacia la flexión anterior que SIgue, también hay rotación, q.ue se comenzó desde el inicio de la flexión posterior. E,!- la figura 7-7 se de~cnben lo~ .ejer.cicios de flexibilidad total para la flexión ~osten~r del h~mbro! mediante la utilización de un mueble ordinario. La figura 7-8 (inmersiones) ejemplifica la hiperextensión del hombro con fortalecimiento al hacerlo de man~ra activa contr~ la re~istencia del peso del cuerpo. Es de interés un estudio recrente (no publicado) de Prichard director deSomla Posture and Sports en Corte Madera, California (New lórk TIme; de abril 16 1990) en el cu~l se val?r~~on corredo~es de larga distancia (maratón). El estudio rev~lóqu~ la reducida flexibilidad postenor del hombro incrementa la distancia recorrida por el atleta. Est?,aparente paradoja se basa en el ángulo de las piernas durante la carrera y su relación con el centro de gravedad. Como se describe en la figura 7-9, este ángulo puede dibujarse imaginándose al corredor por delante y dibujando su ángulo. Si el ángulo es de 3 grados, la distancia recorrida es más corta que si el ángulo excede 10 grados. En el ángulo pequeño hay pasos cortos y la pierna que no soporta peso tiende a entrecruzar una mayor distancia. Con un ángulo de 10 grados, debido al movimiento lateral de la pelvis, el pie que no soporta peso tiene mayor entrecruzamiento, y aSÍ, el corredor efectúa pasos más largos durante la zancada. La distancia del corredor es la misma, pero la distancia de los pasos que se efectúan es mayor. Un corredor lleva a cabo aproximadamente 1,600 pasos por kilometro. Si cada paso tiene mayor distancia, aún si son pocos centímetros de más, la distancia recorrida es mayor al final. La diferencia entre ir desde 3 hasta 10 grados es que en el de 3 grados el hombro gira más posteriormente, mientras que en el de 10 grados hay menor flexión posterior, debido a que se acentúan el movimiento vertical, la rotación, y la torsión lateral de la pelvis y, por lo tanto, existe mayor distancia de entrecruzamiento de la pierna. También se afirma que, es necesaria la flexibilidad total del cuerpo más que la contracción sola de la extremidad implicada. Un ejemplo de esto se describe en la figura 7-10; ejercicio de oscilación para calentamiento. En casi todas las actividades deportivas de la extremidad superior se presenta torsión del tronco, por lo que necesita flexibilidad para la rotación (figura 7-11). La flexión lateral del tronco es un ejercicio aislado de flexibilidad para complementar la rotación del tronco (figuras 7-12, 7-13). Se enfatiza más la flexibilidad total del cuerpo que sólo la de la extremidad participante, debido a que si hay alguna restricción en una parte del tronco se ejerce una demanda extra, y con frecuencia excesiva, de los límites o arcos de movimiento de la extremidad superior. En la mayor parte de los deportes hay gran demanda de rotación del hombro, flexión posterior y extensión por arriba de la cabeza. 164-Hombro (Capítulo 7) Lesiones Deportivas del Hombro -165 Figura 7-7. Ejercicio para hiperextensión del hombro. Alsólo efectuar flexión de la rodilla en grados variables, con el brazo a diferentes niveles mientras sostiene la posición de flexión total de las rodillas por periodos variables, la cópsula anterior puede volverse mós flexible. (Con permiso de Cailliet, R y Gross, l). TRATAMIENTO DELATLETA LESIONADO Figura 7-6. Se necesita la hiperextensión para un mejor lanzamiento de boliche E~ la fase de b?'anceo de este lanzamiento, el brazo se debe hiperextender mientrcs g 'ra . Esta movilidod debe alcanzarse durante los ejercicios de calentamiento antes de b olear. El tratamiento del atleta lesionado demanda un enfoque ligeramente diferente del que se utiliza en las demás personas. La inmovilización y la inactividad son enemigos del atleta. Ambos provocan atrofia y desacondicionamiento, que puede conducir a la incapacidad para reasumir las habilidades atléticas previas a la lesión. 166-Hombro (Capítulo 7) Lesiones Deportivasdel Hombro -167 Figura 7-8. Ejercicios de inmersión para hiperextensión posterior del hombro. Con el cuerpo supino y las manos sobre la silla, el peso del cuerpo causa un incremento de los límites o arcos de movilidad del hombro. El movimiento de empuje hacia arriba desde esta posición, fortalece los músculos del hombro. (Con permiso de Cailliet, R y Gross, L). La lesión aguda se identifica por los elementos cardinales de la inflamación: dolor, calor, rubor, edema yen forma más importante, pérdida de la función. Se presenta un mecanismo reflejo de defensa por dolor y miedo después de la lesión, que favorece la falta de uso de la extremidad (Smodlaka). Este círculo vicioso debe romperse en forma inicial si se desea la recuperación completa. La intervención temprana contra el dolor de la lesión aguda puede iniciarse con la inyección de un anestésico local. Esto rompe el círculo vicioso pero tiene sus riesgos debido a que la mayoría de los atletas desean regresar de inmediato al deporte, pueden tener la falsa seguridad y, ahora sin dolor, hay la suposición errónea de que no existe daño importante de los tejidos afectados. La creencia de que el descanso de la parte lesionada no es necesaria y de que es perjudicial o que se debe trabajar duro -sin dolor, no hay ganancia- pueden ser las suposiciones más dañinas para el paciente. El dolor y edema después de la lesión aguda están causadas por la formación de nociceptores y extravasación microscópicade sangre, linfae inclusolíquido sinovial dentro de la articulación.La extravasación y la formación de linfaalrededor de una articulación o tendón puede tener como resultado edema crónico organizado, fibrosis y adherencias. Estas secuelas pueden reconocerse desde el inicio, es decir desde el cuarto día después de la lesión (Kottke). En un informe de Robert Jones (Perkins) se afirma, "Es difícil decir cuando ha cesado la inflamación e iniciado la reparación. Por lo tanto, es clínicamente difícil determinar cuándo alterar el tratamiento propuesto". Figura 7-9. Ángulo de gravedad de la pierna durante la carrera. Con un óngulo de 3 grados, la zancada es eficaz debida al balanceo posteroanterior del hombro. Con lOgrados de angulación la zancada es mós larga, debido al entrecruzamiento. Los principios generales del tratamiento agudo pueden aplicarse al hombro, con modificaciones menores: 1. Inmovilizar la parte afectada. Esto es difícil en el hombro debido a que con el entablillado apenas es posible evitar su uso en actividades de la vida diaria. Debe desalentarse cualquier actividad que no sea necesaria para las actividades cotidianas. Es obligatorio evitar actividades atléticas. 168-Hombro Lesiones Deportivas del Hombro - 169 (Capítulo 7) Oscilaciones para calentamiento Torsión del tronco Oscilación F!gura ~-1 o. Ejercicios de oscilación para calentamiento y flexibilidad del tronco. Con las piernas ligeramente separadas y los brazos por arriba de la cabeza, tomado de las manos los brazos se bajan diagonalmente y cruzan hasta la rodilla opuesta. Estos ejercicios en forma repetida y ligera, bilateralmente son útilespara el calentamiento en cualquier deporte (Con permiso de Cailliet, R y Gross, L). Brazos fuera del nivel del hombro Figura 7-11. Ejercicios de torsión del tronco. Con los pies ligeramente separados y las rodillas ligeramente flexionadas, los brazos con los codos en flexión y en abducción al hombro, se gira el tronco lo mós posible a la izquierda, luego a la derecha, de manera lenta y suave para incrementar cada rotación de acuerda con la tolerancia. (Con permiso de Cailliet, R y Gross, L). Lesiones Deportivas del Hombro - 171 (Capítulo 7) 170-Hombro Flexi6n lateral 1 ~ Estiramiento Flexi6n lateral 2 Alargamiento de los músculos abdominales lateral y de la cadera -, Figura 7-12. Flexión lateral 1. Mediante una lenta flexión lateral del tronco, primero a la izquierda y luego a la derecha, la flexibilidad lateral del tronco aumenta. El brazo por arriba de la cabeza también incrementa los límites o arcos de movilidad del hombro escopulor y glenohumeral. (Con permiso de Cailliet, R y Gross, L). 2. Es adecuado elevar la parte lesionada por arriba del nivel del corazón para disminuir el edema, pero en el hombro puede iniciarse el dolor. En este sentido, el sentido común debe prevalecer. 3. Es de valor la aplicación de hielo local, diario, 3 a 5 veces al día durante 7,2 horas para disminuir el dolor, reducir el espasmo, prevenir la formación de nociceptores, en especial productos semejantes a la histamina, y para disminuir la formación de mayor hemorragia microscópica. 4. La compresión, tan valiosa en la mayor parte de las lesiones de las extremidades, es difícil de lograr en el hombro. s. Aspiración de cualquier derrame o hematoma. Figura 7-13 Flexiónlateral 2. Alextender el brazo horizontalmente para .soportar el cuerpo sobre la pored, el tronco se estira. Aumenta !a flexibili~~d lateral al presionar la pélvis con la mano opuesta hacia la pared. (Con permiso de Coilíiet, R y Gross, L). 172-Hombro (Capítulo 7) i __ -.:;:r'~ I Bibliografía / Lesiones Deportivas del Hombro - 173 el pectoral mayor, y la cabeza larga del bíceps (Noah y Ramesh). Debido a que los músculos del manguillo rotador y su tendón son los que con mayor frecuencia se dañan yrequieren rehabilitación importante, se destacarán estos ejercicios. Los ejercicios lentos y gradualmente progresivos fortalecen no sólo e'l músculo, sino también el tendón. Es indispensable iniciarlos de manera temprana, progresiva y continuarse de modo indefinido. EJERCICIOS ROTADORES EXTERNOS Los ejercicios de fortalecimiento del manguillo rotador, en especial del tendón del músc~lo supraespinoso, son muy importantes para conservar la salu.' de los tejidos blandos del manguillo. Este ejercicio se describe en la figura 7-14. Los brazos deben conservarse con los codos a los lados, con flexión a 90 grados, y con rotación externa sobre este eje.Con lasmanos alfrente del cuerpo, los límitesarcos de rotaciónexterna están en este rango. Conforme se estira el elástico que se utilizacomo resistencia, aumentan los arcos o límites de rotación externa. Los codos deben conservarse a los lados para evitar la abducción del húmero a nivel de la articulación glenohumeral. La cabeza larga del bíceps, que conserva la cabeza del húmero deprimida durante la abducción, puede fortalecerse con ejercicios de flexión anterior, contI~a una resistencia, pero limitándola a 90 grados. Los músculos pectoral mayor y deltoides anterior deben fortalecerse con ejercicios de resistencia efectuando aducción horizontal con el brazo en abducción a 90 grados y también con el brazo al lado. Cuando hay daño tisular importante que no responde o no responderá al tratamiento conservador no quirúrgico, debe intentarse el tratamien.o quirúrgico. Los procedimientos quirúrgicos están fuera del alcance de este capítulo, pero incluyen acromioplastia, descompresión subacromial, sección parcial del ligamento coracoacromial, reparación del tendón rotador, y otros que incluyen a?o~daje artrosc~pico y cirugía abierta. La decisión dependerá de la experiencia del cirujano ortopedista a cargo. La fisioterapia prequirúrgica y posquirúrgica asegura una mejor recuperación sin tener en cuenta la eficacia de la intervención quirúrgica. Figuro 7-14",Ejercicios para el fortalecimiento del manguillo rotador. Con los codos a los lad.o~ y en f1ex,?n a 90 grados, se utiliza un elóstico de resistencia y longitud variable para resistir la rotación externa. Con las manos casi juntas, se efectúa rotación externa dentro de los límites o.arcos de movilidad. Con las manos en el plano sagital, se ejercita un mayor grado de rotoción externa. Por último, los brazos giran hacia afuera completamente. Puede usarse una banda de resistencia y elasticidad variables o tensores elásticos. 6. Se.recomien.dan ejercicios tempranos para los límites o arcos de movimiento, primero pasivos y luego activos, evitando los movimientos extremos 7. Los ejercicios de contracción muscular isométrica no movilizan la articulación pero causan dispersión de líquidos acumulados y conservan el tono muscular. 8. Ca?,buen criterio pueden iniciarse tempranamente los ejercicios de rehabilitación para fortalecer los músculos afectados. En el hombro esto se relaciona en especial con los músculos rotadores externos subescapulares y el deltoides, BIBLIOGRAFÍA Cailliet, R and Gross, L: The Rejuvenation Strategy. Doubleday & Co., New York, 1987. Jobe, ~ et al: An EMG analysis of the shoulder in throwing and pitching: A preliminary reporto Am J Sports Med 2(1):3,1983. Jobe, ~ et al: An EMG analysis of the shoulder in pitching: A second report. Am J Sports Med 12(2):218, 1984. Jobe, FW and Kvitne, RS: Shoulder pain in the overhand and rotator cuff impingement. Orthop Review 18(9): 1989. 174- Hombro / Bibliografía (Capítulo 7) Kott~e, FJ: Therap~~tic .Exercises. In Krusen, :F, et al: Handbook of Physical Medieme and Rehabihtahon, ed 2. WB Saunders, Philadelphia, 1971,pp. 385. Noah, J .and Ramesh, G: Rotator cuff injuries in the throwing athlete. Orthopaedic Review 17(11):1091,1988. Perkíns, G: Rest an~ ~o~ement. ~ Bone Joint Surg (B)35:521,1953. Smodlaka, V:Rehabilitatmg the Injured Athlete. The Physician and Sports Medicine Vol 5, no 11; McGraw-Hill, 1977. ' 'Iullos, HS and King, JW: Throwing Mechanism in Sports. Orthop Clin North Am 4(3):709, 1973. 'Iurkel, SJ, et al: Stabilizing Mechanism Preventing Anterior Dislocation of the Glenohumeral Joint. J Bone Joint Surg 63A:I208, 1981. > Dolor de hombro de referencia neurológica CAPÍTULO 8 El dolor en la región del hombro puede experimentarse cuando el sitio es distal y se refiere neurológicamente a la región del hombro. En gran parte de los informes acerca del hombro doloroso, se establece que es indispensable descartar que su causa sea el dolor cervical referido en el diagnóstico diferencial. Todas las raíces cervicales se refieren a la extremidad superior, ya sea a nivel de la médula en la región cervical, agujeros cervicales, plexo braquial, o las raíces nerviosas en su paso hacia abajo, hacia la extremidad superior. COMPROMISO DE LA RAÍz NERVIOSA CERVICAL (RADICULOPATÍA) La irritación de una raíz nerviosa cervical puede presentarse por 1. 2. 3. 4. 5. Atrapamiento mecánico de la raíz a nivel del orificio. Subluxación cervical postraumática. Herniación de disco cervical. Espondilosis cervical (estenosis del orificio). Atrapamiento extracervical a nivel del plexo braquial, en nervios periféricos, o ambos. Una raíz nerviosa típica (figura 8-1), que se origina en la médula espinal, surge del conducto espinal cervical como línea que emerge para formar la raíz, que a su vez surge lateralmente a través del orificio cervical (figura 8-2). Después de salir por el 175 176-Hombro (Capítulo 8) Dolor de Hombro de Referencia Neurolágica - 177 Figura 8-1. Fibras que constituyen un nervio cervical. Vista de la unidad funcional donde se describen los componentes de un nervio cervical. ME = médula espinal GCl = ganglio cervicotorácico 'estrellado' GRO = ganglio de la raíz dorsal DAP = división anterior primaria DPP = división posterior primaria A = rama articular de la DPP M = rama muscular de la DPP L = rama ligamentaria de la DPP NSV = nervio sinovertebral; ramas para la duramadre y el LLP N = núcleo del disco DA = disco anular LLA = ligamento longitudinal anterior LLP = ligamento longitudinal posterior F = faceta AV = orificio de la arteria vertebral Figura 8-3. Dirección de los surcos vertebrales: diagrama que describe la dirección inferior y anterior de las raíces nerviosos cervicales. Raíces nerviosas ------111 orificio, el nervio se dirige hacia un lado y abajo por surco cervical (figura 8-3) para por último, formar el plexo braquia1 (figura 8-4). Troncos nerviosos - Columna posterior Figura 8-2. Vista lateral de la unidad funcional de la columna cervica entre Ca y C 7. La columna se divide en columna anterior y posterior. Las partes que la componen son LLA = ligamento longitudinal anterior, DA= disco fibroso anular, AU = articulación uncovertebral, RN = raíz nerviosa, F = faceta, LS = ligamento superior, LLP = ligamento longitudinal posterior. Cordones ----~ Columna anterior Axila RN LLA- Nervios periféricos ----"<--F Mediano DA ------*~I AU ------- LS llP Figura 8-4. Plexo braquial (esquema). El plexo braquial se comp~ne de las ramas anteri_~r~s primarias de los segmentos C S ' C6 , Cl , Ca y T1- Las rmces emergen del orificio intervertebral a través de los músculos escalenos. Las raíces se unen en troncos en la región de la primera costilla. Los troncos al dividirse forman cordones que a su vez se dividen en los nervios periféricos de las extremidades superiores. 178-Hombro Dolor de Hombro de Referencia Neurolágíca - 179 (Capítulo 8) Cada raíz nerviosa comprende fibras sensitivas, motoras, y simpáticas que inervan las extremidades superiores. Los componentes nerviosos sensitivos que sensibilizan la piel de la extremidad superior se denominan dermatomas. Cada nervio tiene raíces motoras que inervan los músculos de la extremidad superior llamados miotomas. Se estima que casi 30% de las raíces motoras también transmiten sensaciones hacia la médula. Las fibras simpáticas inervan vasos sanguíneos, glándulas sudoríparas, y folículos pilosos, y además transmiten sensaciones denominadas parestesias. Con una raíz nerviosa intacta e inalterada, la extremidad superior tiene sensaciones y funciones motoras normales en todos los miotomas y dermatomas. Cuando hay atrapamiento, compresión o inflamación, cara raíz nerviosa puede transmitir una sensación dolorosa, alterada (hipoalgesia, hipoestesia, o parestesia), debilidad o paresia de un miotoma o todas en conjunto (figuras 8-5, 8-6, 8-7). En la figura 8-8 se hace un resumen del dolor referido a la extremidad superior por radiculitis cervical. Para diferenciar el dolor de hombro de un proceso patológico de origen cervical, deben considerarse los siguientes criterios: lo' c. c. e, Figura 8-6. Irritación de la séptima raíz nerviosa cervical. a = Rigidez de nuca. Limitación a la extensión y rotación de lado implicado. b = Dolory parestesia que se agrava al toser o estornudar. e = Hipersensibilidad sobre la salida C7. d = Parestesia e hiperestesia de los dedos índice y medio. e = Dolor profundo subjetivo e hipersensibilidad en la región dorsolateral de la parte superior del brazo y del ángulo superomedial de la escápula. f = Debilidad del tríceps (posiblemente también del bíceps). 9 = Disminución del reflejo tricipital. 1. El dolor de la extremidad superior se inicia por movimiento cervical, no sólo Figura 8-5. Irritaciónde la sexta raíz nerviosa cervical. a = Rigidez de nuca. Limitación a la extensión y rotación a la derecha. b = Dolor y parestesia que se agrava al toser y estornudar. e = Hipersensibilidad sobre la salida de la raíz nerviosa C6. d = Parestesia e hiperestesia del pulgar y leve en el dedo índice (que se deduce de los antecedentes y la exploración). e = Dolor subjetivo e hipersensibilidad sobre las áreas musculares del deltoides y romboides. f = Debilidad de los músculos deltoides y bíceps. 9 = Disminución del reflejo bicipital. h = Estudios de rayos X dudosos. del hombro. 2. La referencia del dolor es más dermatómica que difusa en el cinturón escapular. 3. Por lo general, hay síntomas dermatómicos, como entumecimiento, hormigueo, o incluso dolor; y se relaciona (es decir, pueden repetirse) con la posición del cuello, su movimiento o ambos. 4. Los síntomas de los dermatomas/miotomas suelen relacionarse con signos neurológicos anormales en el momento del reconocimiento, es decir, debilidad de grupos musculares específicos, cambios 'anormales de los reflejos, hiperalgesia sensitiva de un dermatoma (figura 8-9). 5. Hay imposibilidad para repetirse los síntomas, de manera específica con movimientos de abducción del hombro, rotación externa, y arco doloroso. Es indispensable recordar que los síntomas y signos de la lesión radicular cervical pueden presentarse en la lesión del cinturón escapular, y se requiere un médico hábil que determine la importancia y la existencia de una u otra. Se deben agregar con mucho cuidado los hallazgos confirmatorios de gabinete; como los estudios radiográficos de columna cervical a la historia clínica y a los hallazgos de la exploración, ya que pueden no relacionarse en absoluto. l80-Hombro Dolor de Hombro de Referencia Neurolágica -181 (Capítulo 8) J, Figura 8-7. Irritación de la octava raíz nerviosa cervical. a = Rigidez de nuca. Limitación de lo extensión y rotación del lado afectado. b = Dolor y parestesia que se agravo al toser y estornudar. e = Hipersensibilidad sobre la solido Ca. d = Parestesia e hiperestesio de la parte interno del antebrazo y del dedo meñique. e = Dolor profundo subjetivo e hipersensibilidad desde lo escópula hacia abajo en la parte !nterna de lo parte superior del brozo, parte Internadel antebrazo hasta el dedo meñique. f = Debilidad de los músculos de la mano. 9 = Sin cambios en los reflejos. MECANISMO DEL DOLORCERVICAL RADICULAR EN LA EXTREMIDAD SUPERIOR N?rmalmente, las raíces nerviosas cervicales emergen por el orificio envuelto en una vaina de duramadre; las raíces nerviosas se conservan intactas durante los movimientos del cuello, aunque el orificio se cierre cuando el cuello se extienden hacia el lado al.que gira (figura 8-10). La duramadre es flexible en todos los movimientos para evitar compresión o tracción (Cailliet, 1990). Las alteraciones en la columna cervical por subluxación herniación de disco o form~ción de o~~eófitos pueden estrechar el orificio (véas~ figura 8-10) o cau;ar cambios en el tejido blando, que invade la raíz del nervio cervical. En estos casos es inevitable la compresión o la tracción de las raíces nerviosas dentro de su duramadre que provoca dolor radicular referido. ' Esta~os ante u~ proceso rad.iculopático cervical que se manifiesta por dolor de la extremidad supenor, SI se mamfiesta clínicamente lo siguiente: el dolor del brazo se presenta en ciertas posiciones que intensifican la lordosis cervical, por extensión del c~ello lo que, en consecuencia, cierra el orificio. Ejemplos de éstas son la lectura con bifocales, el sentarse a trabajar con un procesador de palabras, y así sucesivamente; Figura 8-8. Regiones a las cuales hay referencia del dolor de hombro por radiculitiscervical. las zonas sombreadas son las óreas del hombro referidas en forma vaga de las que se quejan los pacientes. Estas orees no son dermatomas de las raíces nerviosos, las cuales son rnós específicas en Có ' C7 y Ca y son ref~ridas hacia mano, ant~brazo y de~os. las óreas mostradas en este diagrama púeden denvarse de ramas postenores primarias, o esclerotomas, o ser óreas de hipersensibilidad miólgica. datos que se obtienen de la historia. Así mismo, la tensión provoca cierre más estrecho de los orificios cervicales lo que también puede confirmarse con los antecedentes. , . ." La exploración repite los síntomas. La extensión del cuello con o sm r?taclOn simultánea también causa dolor del mismo lado. La flexión lateral compnme las raíces nerviosas ipsilaterales debido al cierre del orificio de ese lado. Con frecuencia, la prueba de compresión de Spurling es positiva (figura 8-11), así como las pruebas de tracción manual y abducción del brazo para radiculitis cervical (fig~ra 8-12). E~ta es la vaina que es sensible; es un sitio nociceptor. La presión o la t~accIó.n en la vaina de la raíz nerviosa (duramadre) puede provocar dolor local refendo. SI se pres1!me que la molestia de dolor en el brazo se relaciona ~on el ~uello, :s factible :~petlr el dolor con el movimiento del cuello que afecta la raíz nerviosa o ejerce tracción de las raíces nerviosas cervicales. (Capítulo 8) 182-Hombro Dolor de Hombro de Referencia Neurológica - 183 A 6 Figura 8-9. Dermatomas .de las raíces nerviosas cervicales C s a Ca· En la enfermedad discógena cervical, la compresión intradiscal del orificio suele presentarse entre las quinta y sexta, o sexta y séptima vértebras cervicales, con compresión de las raíces nerviosas Cs o C6. El dolor o parestesia lo refieren bajo la cara lateral del brazo y a menudo en los dedos. Si la lesión, es herniación de disco con compresión de la raíz nerviosa, la flexión del cuello repite los síntomas referidos. Si la lesión es una estenosis del orificio por espondilitis degenerativa, el dolor se produce al extender el cuello. Además, se presentan normalmente, síntomas referidos al cuello, como rigidez y limitación de los movimientos. A menudo, el sitio referido en los síntomas radiculares cervicales es un dolor sordo en la región interescapular en las áreas de T4, Ts y T6, (Cloward). Los movimientos del hombro de abducción, elevación limitada encima de la cabeza, rotación externa leve limitada por la resistencia de los músculos del manguillo rotador, y las pruebas de descenso con resultados positivos no son necesariamente indicativos, y si lo son, son reemplazados por los síntomas cervicales afines. Debido a que los músculos escapulares son más activos que los glenohumerales en las lesiones del manguillo rotador, y en vista de que los músculos escapulares se originan en la columna cervical baja, puede parecer que hay relación entre la radiculitis cervical y la lesión glenohumeral. Pruebas diagnósticas como estudios radiológicos,IRM, tomografía computarizada, e incluso la mielografía de la columna cervical pueden indicar procesos patológicos A B e o Figura 8-10. Variaciones en la abertura de los orificios. (A) Abertura normal del orificio intervertebral con el cuello en posición neutral, sin rotación y sin flexión lateral. (B) La extensión por flexión hacia atrós de la vértebra superior sobre la vértebra inferior, normalmente estrecha del orificio pero no comprime la raíz nerviosa. (C) Compresión de la raíz nerviosa por herniación del disco intervertebral. (D) Deformación del orificio por cambios osteofíticos de las articulaciones de Luschka y degeneración del disco. en diversos niveles de la columna. Las electromiografías anormales pueden indicar participación de la raíz nerviosa. Sin embargo, habrá de establecerse con claridad, que el diagnóstico diferencial entre el dolor cervical referido y el dolor intrínseco de hombro corresponde a una decisión clínica. El diagnóstico de dolor de naturaleza 184-Hombro (Capítulo 8) Dolor de Hombro de Referencia Neurolágica - 185 ()\I '! ) /f(\ ~~ ~ ~l ~JilY rJ §, ),' D r /~,','0 Trae,e"ión .. •" DesaparJelon~ O' " ,c:J Figura 8-11. Prueba de compresión de Spurling para la radiculitis. Con el paciente sentado y la cabeza en rotación y flexión hacia el lado de la radiculitis, se efectúa una compresión inferior sobre la cabeza. Una prueba positiva repite los síntomas radiculares. cervical puede confirmarse con estudios de rayos X, pero éstos por sí mismos no son diagnósticos. ' SÍNDROME DE LA DESEMBOCADURA TORÁCICA O~ra for~a de dolo~. neuroló~icamente referido de brazo y hombro puede deberse a la mtrusión de los tejidos nerviosos en la región del complejo del cinturón del hombro. Los elemento,s neurovasculares, que originan los síntomas de la extremidad superior, s.al~n en la ratz del cuell.o en su paso a la extremidad superior a través de un espacio h~lltado que se denomina desembocadura torácica. Cualquier compresión a este nivel puede favorecer síntomas dolorosos incapacitantes. c¡< ' Figura 8-12. Pruebas de trocción manual y de abducción del brazo para radiculitis cervical. La figura superior describe la tracción manual sobre la cabeza. Si los síntomas radiculares desaparecen o disminuyen, la prueba es positiva. La figura inferior describe la elevación del brazo por arriba de la cabeza del lado de la radiculitis. La desaparición de los síntomas es un resultado positivo de 1(;) prueba. % O / del dolor IE;\, " ,'t ~, I ~ V I Desaparición) C', CJ, del da/lar CJ t, ,,,' "CLf~ CJ " : ,)~/' I A P:/ ( (\ Dentro de esta desembocadura se encuentra el plexo braquial, la arteria subclavia, y la vena subclavia. Es factible que la co~pre~ión d~ cualqu~cra de estas estructuras produzca síntomas de dolor, parestesias, hinchazón, cambios de temperatura, y debilidad motora, que afecte a hombro, brazo, antebrazo y mano: El paquete neurovascular, que es el término colectivo de todo~ los nervios y~asos que salen por dicha desembocadura (figura 8-~3)."pasa a,tr~ves de ~m~ ~ef1e ~e espacios rígidos y estrechos, en los que la desviación anatómica o fisiológica mas pequeña puede producir compresión con los síntomas result~ntes. A.lgunos de los tejidos que pueden invadir el paquete neur?vascul~r.son:costilla cervical, re~,a nentes fasciaJes anomalías de la pnmera costilla torácica, espasmo o contracción fibrosa del músdulo escaleno, engrosamiento de la fascia normal por ~tación ~~cánica persistente, y anomalías prolongadas de la postura. La compresión mecamca del Dolor de Hombro de Referencia Neurologica - 187 186-Hombro (Capítulo 8) Figura 8-1 3. Desembocadura torocica. Descripción esquemótica del trayecto del paquete subclavio y plexo braquial desde la columna cervical sobre lo primera costilla, y debajo de lo clovículo (el) y su relación con el músculo escaleno anterior (ASM). (A = arteria subclavio; N = plexo broquial; V = vena subclavio). paquete neurovascular entre los componentes óseos de la desembocadura también se considera una causa predominante. Los síntomas que resultan de la invasión del paquete pueden ser neurológicos o vasculares, dependiendo de cuál sea el componente que está bajo presión o tracción. El término síndrome de la desembocadura torácica (también llamado desembocadura cervical dorsal) se utilizó como sinónimo del síndrome de escaleno anterior cuando la compresión neurovascular se atribuía a espasmo y acortamiento del músculo escaleno anterior (Naffziger y Grant). Se pensó que el síndrome de la desembocadura torácica (SDT) se debía a estrechamiento, contracción sostenida, fibrosis, o hipertrofia del músculo escaleno anterior. En vista de que se ha incriminado a la fascia como factor en el SDT sintomático, amerita describirse. La fascia prevertebral es una membrana firme que delimita anteriormente a la musculatura paravertebral (músculo largo del cuello, largo de la cabeza, escaleno anterior, medio y posterior; y músculos rectos de la cabeza) Figura 8-14. Musculatura de lo cabezo y cuello. (A) y (B) mus~~latura del mecanismo extensor de lo cabezo y cuello. (A) Losextensores de lo cabezo se filan 01 eróneo y mueven lo cabezo sobre el cuello. (B) los extensores del cuello se originan e insertan sobre lo columna cervical y alteran lo curvatura de lo columna cervical. (C) y (O) Musculatura f1~xora. (e) los f1exores de lo cabeza flexionan la cabezo sobre el cuello. (~) los f~?x~res cervl~ales se fijan exclusivamente sobre las vértebras superiores y no tienen fiJación funcional importante en el crórieo. RCMn = recto menor de la cabeza RCM¡ = recto mayor de la cabeza OCS = oblicuo menor (superior) de la cabeza oc. = oblicuo mayor .(inferior) de la cabeza . LgCp = largo de la cabeza RC = recto lateral de la cabeza y anterior Hy = hioideo y suprahiodeo LC = larguísimo de la cabeza SC = semiespina de la cabeza SpC p = espié nio de la cabeza SpC v = esplénio del cuello LmCy = larguísimo del cuello SmCy = semiespinal del cuello SCM = esternocleidomastoideo = escalenos medio y anterior Sea (figura 8-14). La fascia se fija a la base del cráneo justo anterior a los músculos.de la cabeza y se dirige hacia abajo y al lado para finalmente mezclarse con la fascia ~e1 músculo trapecio. En su recorrido, envuelve los músculos escalenos y. también constriñe hacia abajo la arteria subclavia y los tres troncos del plexo braquial, 188-Hombro (Capítulo 8) La fascia prevertebral se adhiere con firmeza a la car . vértebras cervicales y la clavícula. Continúa medialmente ara a ?ntenor de las ~:~an~ias tr,ansvers~s (figura 8-15) de las vértebras cervic~es,;~rss::u~~~~:o~~~ as as rarees nerviosas. La fascia no envaina las venas subclavia o axilar y l tant~ 110 puede c~usar congestión venosa, pero con todos los otros nervios ' ~~:oo enva;;a:~s, es evidente la posibilidad de constricción de estas estructuras vit~les s e loa que los nervios simpáticos que salen del ganglio cervicotorkic~ o estrellado penetran esta fascia, se entiende que la constricción fibrosa puede atrapar Músculos Recto lateral de la cabeza Cervicales Escalenos Escápula Primera costilla Arteria subclavia Figura 8-1 S. Vista anterior de los mús I I f . ::':e~~r~unb~I~~:e/~el~:t~e~~~o~~~~uJ~~ P~~::eb~a.I~:~~1 ~~:~~.r1~~;~~~~ ~~~~~I~~ ~1~ estón envueltas por la fascia que se ~!~xo fr~q~al. Tod~s las raíces nerviosas cervicales cervicales yola clavícula. El tr~nco simp¿~ a , o~ el anten,or de los cuerpos vertebrales ICO cervrco se ca oca por delante de la fascia. Dolor de Hombro de Referencia Neurolágica -189 o al menos irritar los nervios simpáticos y causar síntomas atribuibles a la estimulación nerviosa simpática. SÍNTOMAS DEL SDT Las molestias más frecuentes son: entumecimiento, hormigueo, dolor y parestesias; sus características son variables, y a menudo, el paciente no puede localizarlas de manera específica. Los síntomas suelen generalizarse y es posible que incluyan toda la extremidad superior así como el hombro y el área escapular. En general mediante una historia clínica cuidadosa y detallada, los síntomas se relacionan con una posición o movimiento en particular. Si una persona presenta un patrón de dolor grave al levantarse en la mañana, puede atribuirse a la posición al dormir, si lo hace con los brazos por arriba de la cabeza o bien doblados detrás de ésta como almohada. También su existencia durante el día, puede relacionarse con las posiciones de los brazos durante las actividades cotidianas. La repetición de los síntomas es una parte importante de la auscultación, indicando la posición probada como factor causal en las actividades de la vida diaria. El cordón medial, el segmento más inferior del plexo braquial, es el más vulnerable a la compresión y angulación. En consecuencia, los síntomas se distribuyen principalmente de Cs a TI. Estos nervios originan los nervios braquial medial y cutáneo antebraquial medial y el nervio ulnar. Esto implica la sensibilidad del dermatoma Cs de la cara medial del brazo y antebrazo, y del quinto y cuarto dedos, así como de la protuberancia hipotenar. La participación del área arterial (subclavia) del paquete produce síntomas de frialdad, debilidad, cianosis, y palidez. Rara vez, es factible que se produzcan síntomas semejantes a la gangrena y al último, algún hallazgo objetivo; sin embargo, es común que el paciente se queje de molestias subjetivas causadas por el médico. COSTILLA CERVICAL Se considera que las costillas supernumerarias (costillas cervicales), que se originan de las vértebras cervicales inferiores, por lo general de la séptima vértebra cervical, son causa de compresión neurovascular de la desembocadura torácica (Tyson y Kaplan); pueden ser desde un raigón corto, un alargamiento del proceso transverso hasta una costilla completa que se une a la primera costilla mediante un cartílago superimpuesto. Debido a que no todas las primeras costillas se calcifican, no todas las captan los estudios radiológicos de rutina. Estas costillas se relacionan con numerosas bandas fibrosas de la fascia prevertebral, y son estas bandas fibrosas las que se consideran como causa del SD1: Los síntomas solos del SDT no son diagnósticos de costilla cervical. Los síntomas se repiten con el examen del SD'f, y las costillas se descubren mediante estudios de rayos x o en la intervención quirúrgica. El SD'f, también supone anomalía de la primera costilla torácica, la cual se origina en la primera vértebra torácica y puede invadir el componente inferior del (Capítulo 8) Dolor de Hombro de Referencia Neurotógica -191 plexo braquial. Así mismo, no es posible diagnosticarla clínicamente con auscultación para SDT, pero si los antecedentes y la exploración física hacen suponer su presencia, ésta se confirma con estudios de rayos x o durante la intervención quirúrgica. Por lo general, se establece el diagnóstico de SDT con la repetició~ clíni~a de los síntomas. Los siguientes síndromes se diagnostican y co~frrm~ al repetir los smtomas utilizando las pruebas o las maniobras descritas a conünuacion. 190-Hombro Síndrome del escaleno anterior y maniobra de Adson SÍNDROME DEL ESCALENO ANTERIOR Originalmente se consideró a los músculos escalenos como la causa del SDT y así lo sostuvieron Adson y Coffey, y lo comprobaron Naffziger y Grant. En general, la arteria subclavia pasa entre los músculos escalenos anterior y medio acompañada por el plexo braquial; aunque puede cursar en relación anterior al músculo escaleno anterior o a través de su vientre, aunque esto es raro y además sólo se descubre durante la intervención quirúrgica. Los músculos escalenos se originan de los procesos transversos de lasvértebras cervicales y se insertan con extensión variable en la primera costilla torácica. Este espacio en forma de V entre la primera costilla y los escalenos se denomina desembocadura torácica, o cervical SÍNDROME CLAVICULOCOSTAL Debido a que la clavícula y la primera costilla son paralelas y forman un segmento de la desembocadura torácica, la compresión entre estas dos estructuras se relaciona en el SDT clínico y se denomina síndrome compresivo costoclavicular. Dicha compresión se confirma clínicamente durante la exploración después de obtener los síntomas del SDT mediante maniobras específicas. SÍNDROME DE LA DESEMBOCADURA TORÁCICA POR HIPERABDUCCIÓN Por último, el síndrome de compresión por hiperabducción, es una forma del SD'r, en la cual, los síntomas supuestos se repiten por compresión activa del paquete neurovascular entre la primera costilla y la clavícula, al adoptar una posición de flexión posterior e hiperabducción extremas del cinturón escapular. Otros factores causales raros pueden comprimir el paquete neurovascular, como son los congénitos o adquiridos de la costilla o de la clavícula o anomalías de los vasos subclavios o de los músculos escalenos. Esto se descubre en la evaluación y exploración de la desembocadura cuando los síntomas sugieren compresión neurovascular. EXPLORACIÓN FÍSICA La documentación objetiva de la participación de un dermatoma(s) especffico(s) puede establecerse mediante tacto fino, pinchazos, o rascado. Es factible observar debilidad y atrofia de la musculatura hipotenar e intrínseca ulnar en casos de larga duración. Puede evidenciarse fasciculación con la compresión nerviosa. El paciente extiende por completo (posteriormente flexiona) la ~~beza y c~ello, gira el mentón hacia el lado de los síntomas, y retiene la resplraclon después d~ una inspiración profunda. Si el pulso se oblitera cuando se palpa de ~anera sImultan~a, la prueba resulta positiva. Debido a que el. pulso puede. obliterarse en .~~c as personas normales asintomáticas, el diagnóstico se determina por la repetIclO n de los síntomas. ., taci , d El mecanismo que explica la prueba de Adson es que la extenslOn Yro acion e la cabeza produce elongación de los escalenos y de s~ fas~ia ~~everteb~al y de esa manera se comprime el paquete neurovascular. La mSprraCI?n semeja ~l efe~to respiratorio de los escalenos sobre la caja torácica ya que son musculos resplratonos accesorios (figura 8-16). " d 1 "Esimprescindible recordar que la radiculopatía cervical, .0 la compreslOn e as raíces nerviosas cuando emergen de los orificios, puede repetirse al extend~r yrotar el cuello alIado ipsilateral (Cailliet), causando compresión subjetiva,Y. obJetIva d;l dermatoma. La maniobra de Adson debe evaluarse de manera cntIca,a?tes e suponer invasión de los dermatomas y miotomas en la desembocadura torácica Yno en los orificios cervicales. Síndrome claviculocostal La presencia de este síndrome puede comprobarse al efectuar la maniob~~ ~ost?~la. vicular (figura 8-17). Esto requiere la colocación del paciente en una poslclon mIlIt~r exagerada con el hombro tirando hacia atrás y apretado que hace descender a clavícula sobre la primera costilla y comprime ~l paque~e neurovascular. El (los) pulso(s) se oblitera(n), y los síntomas de parestesia se repiten. Prueba del síndrome del pectoral menor Es una maniobra (B en la figura 8-17), que puede. repetir. el SD!, es merame?te una abducción de los brazos y su retracción poste.nor hacia abajo. En esencia, esta maniobra es una modíficacíón de la prueba de hiperabducción. TRATAMIENTO i ue Es indispensable intentar el tratamiento conservador no quirúrgico a fon?o.ant~s se considere la cirugía, a menos que exista progresión importante objetiva e os signos neurológicos o vasculares. (Capítulo 8) 192-Hombro Dolor de Hombro de Referencia Neurológica - 193 Primera costilla ~ ClaV. ícUla ~ \ -seo:1 Elevaci6n n a A B ~ ~~\~ ~Proceso ,~! coracoides ~::FP' e Figura 8-16. Síndrome del escaleno anterior. (A) Relaciones del paquete neurovascular. La arteria subclavia (a) pasa por detrós del músculo escaleno anterior, se encorva sobre la primera costilla, y se une 01 plexo braquial (n). La arteria se separa de la vena subclavia (v) por el músculo escaleno anterior. El músculo escaleno medio (no mostrado) se coloca por detrós del nervio (n). (B) Trióngulo formado por los escalenos y la primera costilla. (e) Deformación por rotación de la cabeza hacia el lada sintomótica. La compresión del paquete neurovascular, plexo brcquiol, arteria subclavia, y ocasionalmente la vena subclavia, puede repetirse mediante la maniobra del síndrome del escaleno anterior. La educación del paciente acerca de las bases mecánicas de los síntomas en forma comprensible, asegura más aceptación y apego al programa. Esto es mejor que sólo dar al paciente una lista de ejercicios que puede o no llevar a cabo de manera efectiva. La corrección de la postura, según se establece en el capítulo 5, es el componente más importante del tratamiento. Esto indica una postura adecuada al sentarse, pararse, caminar y en todas las actividades de la vida diaria. Supone que el paciente debe comprender por completo, que la buena postura es constante, y no sólo algo que se adopta exclusivamente durante el ejercicio; es necesario que llegue a ser un hábito inconsciente y cotidiano. Cuando es factible repetir los síntomas, la posición o postura agresora puede atraer la atención inmediata del paciente para educarlo con tratamiento correcto racional. Los ejercicios de flexibilidad son valiosos; pero, el determinar que tejido(s) deben hacerse flexibles, exige una evaluación cuidadosa y fisioterapia precisa de or~1 en~r. (~) Sínd:~:lrac~~;cr~~~~~~~~ Figura 8-17. Síndromes c1aviculoc?stal y del pect mi El a uete neurovascular se compnme entre la elovicu a y a pnmera y des~enso del cinturón escapular. (B) Síndrome del PIecto:al m~nfr·1E~I~~d~f~~ cular puede comprimirse entre el pectoral menor y a cala co a a posición de abducción y moviendo estos por detrós de la cabeza. ~~~~~;a:~ estiramiento con o sin ducha (Travell y Simons). Un programa de e.iercicios.di~rios e la flexibilidad Se considera valioso el fortaleclIUlento . , 1 . , d la en casa, asegura e1aumento d y la mejora de la resistencia de los elevadores de la escapula para a corrección e ostura y alivio de los síntomas del SDT (figura 8-18). , P La tracción mecánica o manual tiene valor limitado, al igua! ~ue el us~ de collarm, para asegurar la postura correcta. Una almohada cervical alivia al paciente que se . 1 uan d despierta con los síntomas de SD1: o Es indispensable tomar en cuenta el tratamiento del aspecto em?ClOna el estrés, la ansiedad, la depresión, el enojo, o todos juntos, se consideran actores t 194-Hombro (Capítulo 8) Dolor de Hombro de Referencia Neurolágica -195 LESIONES DEL PLEXO BRAQUIAL ~ r.~ ~ I ,,:;s En cualquier traumatismo en el hombro que cause subluxación o luxación de la articulación glenohumeral o una fractura-luxación, el plexo braquial (figura 8-19) puede traumatizarse, incluso en la fractura clavicular. Es factible que las lesiones ,,!-:,¡ 't' ~"", .~ 'ro Iig ''. o a~ cfk: ¡;¡ O ~"t"',h,,,;;---~ 1/) '-.--' Raíces nervios,as Troncos nerviosos:'h'~ Cordones _~; fI'~ ~\, ~m"~~~' \\ Gr----.....N. axilar /IN. circunflejo" CS-C 6 Figura 8-18. Ejercicios postura les de elevación escapular. El paciente se sienta con la espalda ~n la p~red, la cabeza y el cuello se presionan contra la pared, lo que disminuye la lordosis cervical. Con lo brazos completamente extendidos y pendientes se levantan las pesas con movimiento de encogimiento de hombros. Los pesos (p) varran de 2.250 a 13.5 Kg. principales o contribuyentes. El manejo de la estrés se ha convertido en un auxiliar valioso para el SDT debido a postura tensional persistente. La intervención quirúrgica está indicada cuando se confirma la evidencia de ~DT objetivo que no responde al manejo conservador adecuado por un periodo Importante, o .cuan~~ pudieran existir hallazgos objetivos a nivel neurológico o vascular. La disfunción neurológica se demuestra mediante estudios de electromiografí.a (Urschel y colaboradores), de velocidad de conducción, y de potenciales. cor~lcales evocados, que confirman la conveniencia de la intervención quirúrgica, más que el puro diagnóstico clínico y evitan falla quirúrgica concomitante (Derkash y colaboradores). ' ,.,c, Troncos Cordones N. subescapular Primera costilla N. axilar Figura 8-19. Esquema del plexo braquial. Se hace hincapié (oreo sombreada) en la formación por el cordón posterior de los nervios radial, axilar, y subescapular, esto hace que el cordón posterior sea el que mós se afecta en la separación del hombro. deportivas graves del hombro provoquen daño por tracción al plexo braquial. Se informó (Kaplan y Tanner) que algunos pacientes con enfermedades vasculares cerebrales con una extremidad flácida, presentan este tipo de lesiones por tracción en el plexo braquial. El antecedente de traumatismo seguido por síntomas proporcionales y síntomas neurológicos indican lesión del plexo. A la lesión aguda, sigue dolor grave en la extremidad superior que puede presentarse con retraso inicial de los hallazgos neurológicos objetivos. Hay hipersensibilidad a la presión profunda sobre la fosa neurovascular y los músculos escalenos. Es factible repetir o agravar el dolor cuando se provoca alejamiento entre el cuello y el hombro. Los hallazgos objetivos pueden mostrar participación sensitiva y motora de numerosas raíces, al contrario de lo que ocurre cuando interviene sólo una. Normalmente las raíces afectadas abarcan las raíces desde es a TI, junto con todos los dermatomas y miotomas afines. En la bibliografía médica se han presentado dos 196-Hombro (Capítulo 8) Dolar de Hombro de Referencia Neuroló¡;ica -197 patrones neurológicos clásicos: parálisis de Erb (sacudimiento del brazo) que corresponde a una lesión del tronco superior (es decir, es a C6), y la parálisis de Klumpke por participación del tronco inferior del plexo (Cs a TI). El ex~m.en neuro~ó~co puede mostrar hiperalgesia, hiperestesia, y parestesia m,ot?ra mult~ple. Por ult1m~, lo~ ~allazgos en la electronllografía confirman el diagnO~~ICO, mediante la determinación de cuál es la cara del plexo braquial que presenta lesión. Pero debe recordarse que es necesario dejar que pasen tres semanas antes que pueda apreciarse una desmielinización importante en la electromielografía. t.Además de la l~~ión por tracción del plexo b~aquial, en un traumatismo grave es fa,c:lble que haya lesión de los vasos sangumeos. Cuando esto sucede, la mano se pone pálida, azulosa, y luego fría. No hay pulso y quizá se presente aumento de volumen axilar o equimosis. Esto constituye una urgencia que requiere intervención quirúrgica 10 más pronto posible. información. Los estudios del líquido cefalorraquídeo (LCR) son esencialm~nte normales. Las pruebas de conducción nerviosa electromiográfica son dia~óstlcos de desnervación progresiva y ayudan a la identificación del (los) nervio/s) que participa(n) de manera específica. . . El tratamiento es inespecífico; es meramente de soporte .y e.n esencIa. t!en~ ,la intención de ofrecer alivio del dolor durante la fase aguda. Cabe indicar rehabilitación para fortalecer grupos musculares en particular, durante la f ase dce recuneracié re~upera~lOn ....p or fortuna, el pronóstico es excelente, y la inmensa mayoría de los pacientes tiene una recuperación completa o funcional positiva. ATRAPAMIENTO NERVIOSO SUPRAESCAPULAR NEURITIS DEL PLEXO BRAQUIAL Al trastorno que se le denomina neuropatfa del plexo braqulal también se le ha nombrado, ~euritis I?calizada d~l. hombro, radiculltís braquíal aguda, neuropatía nro traumab~~ localizada, neuritIs aguda del hombro, neuritis serosa (Martín y ~aft), neurítís bra~uial paralüíca.y amiotrofia neurálgica. Estos términos contradicen al SDT mecánico, en vista de su origen inflamatorio, infeccioso o ambos. El síntoma de presentación inicial es dolor de hombro con debilidad extrema de n:ú~culos especí~cos que son inervados por el plexo. Clínicamente hay un inicio ~aJ?Ido de dolor Importante, que suele continuarse con debilidad y paresia. Esto último se presenta con frecuencia a las dos semanas siguientes del inicio del dolor. Es habitual que el dolor sea intenso y descrito como una molestia aguda cortante punzante, o pro.f unda. A menudo, también se relaciona con hipersensibilidad' muscular, (Tsairis y colaboradores). El dolor se. rresenta predominantemente en el plexo superior y rara vez se o?serva por abajo del codo. Los síntomas son unilaterales en 50% de los pacientes diagnosticados, En la actualidad se considera a este trastorno como una neuropatía que se vincula c?n una enfermedad infecciosa sistémica, o una reacción de hipersensibilidad alérgica .a .un pr~ceso mórbido sistémico. Este síndrome sucede rara vez, después de la administración de un suero extraño, como una vacuna. En muchos de los casos, el factor se desconoce, Los hallazgos neu~ológicos revelan que es poco frecuente la participación bilateral del plexo. Se ha informado la ocurrencia de intervención unilateral total del plexo con participaci?n irregular ~ontralate:al. Los nervios axilar y supraescapular, y por lo tant~, los musculos deltoides y espmoso, son los que con mayor frecuencia se afectan, as! como un ho~bro?,ambos. A menudo se presenta aleteo de la escápula. Suele observarse fasciculacíón, y la atrofia frecuentemente incluye los músculos afectados. Se advierte pérdida de la sensibilidad en 80% de los casos así como disminución de los reflejos tendinosos profundos. . , L?s estudios confirmatorios son escasos; los inmunológicos muestran anormalidades inespecfficas, y las radiografías, que incluyen a la mielografía, no proporcionan El nervio supraescapular se origina de Cs a C6 y se une para formar un solo nerv~o más que transformarse en una rama del plexo braquial (figura 8-20). Pasa por detrás del plexo al borde superior de la escápula y continúa a través de la muesca supraescapular. Al estar dentro de esta muesca, el ligamento escapular transverso l? cruza. Luego entra en la fosa supraespinosa para inervar los músculo~ supraespinoso e infraespinoso y llevar la sensibilidad proveniente de la cápsula articular del hombro y de la articulación acromioc1avicular. El nervio supraescapular es esencialmente un nervio motor, y su lesión provoca paresia. Debido a que también es un nervio sensit~vo de la articulació~ del hombro, es el sitio que se elige para bloqueo nervioso químico en caso de dolor intratable del hombro. El nervio normalmente se estira por completo cuando se sostiene el brazo cruzando el tórax en aducción extrema. En caso de provocar mayor aducción que pase los límites fisiológicos, se favorece tracción sobre el nervio. !;n consecu~ncia, puede presentarse daño de este nervio como resultado de una lesión por at1etISI~,O, traumatismo industrial, o una caída que provoque que el brazo este en aducción abrupta y excesiva. Los antecedentes describen la lesión. Es factible observar dolor, aunque en general, a la lesión siguen datos de paresia del múscul? supraespinoso. El cuadro clínico completo se describe a fondo en el capítulo de lesiones del hombro, en donde se describe el mecanismo de encogimiento de hombros y la prueba de descenso del brazo; sin embargo, es necesario puntualizar: el brazo no puede abducirse de?ido a que se impide el inicio de la abducción escapulohumera1. Normalmente, el musculo deltoides no puede funcionar hasta que el brazo se abduce por el ro~ador e:aer~lO (el supraespinoso). En consecuencia, pareciera clínicamente q~e hay insuficiencia del manguillo rotador en una lesión del nervio supraescapular, allgu~l que e? el desgarro completo del manguillo rotador. Este trastorno siempre debe diferenciarse cuando se considera en un brazo lesionado que tiene datos de un desgarro total del manguillo rotador. El diagnóstico definitivo debe esperar la verificación electromiográfic~ de la denervación de los músculos supraespinoso e infraespinoso. Sin embargo, existe un 198-Hombro (Capftulo 8) Bibliografía / Dolor de Hombro de Referencia Neurolágica - 199 ATRAPAMIENTO DEL NERVIO ESCAPULAR DORSAL El nervio escapular dorsal inerva al músculo romboides. Este nervio se origina de la raíz de Cs y, poco después de su origen, perfora al músculo escaleno medio. Si en su paso, sufre irritación o es atrapado se afecta la función motora del músculo romboides. Una lesión de este nervio puede producirse por caída o golpe sobre la escápula que causa alargamiento de los músculos escalenos o una depresión grave de la escápula. Es posible que una lesión del cuello inicie este síndrome. El dolor puede sentirse como sordo, profundo y vago en la región del extremo medial de la escápula. Debido a que este nervio es principalmente motor, es factible que esté ausente la sensación dolorosa, y sólo pueda observarse paresia del romboides. La función de este músculo es la rotación inferior y descenso de la escápula. La hipótesis clínica puede verificarse con estudios específicos de electromiografía. El tratamiento es de sostén, pero cuando los síntomas de atrapamiento, ya sea paresia o dolor grave, son persistentes, se indica neur6lisis quirúrgica (Kopell y Thompson). BIBLIOGRAFÍA Figura 8-20. Bloqueo del nervio supraescopulor. (A) Anatomía y trayecto del nervio supraescapular, el cual se origino de Cs o C 6 . Se muestran el nervio motor del supraespinoso (SSp), e infraespinoso (ISp) y los ramos sensitivos de lo articulación ocromioclaviculor y de lo articulación del hombra (jt). (B,C) Bisección de una línea dibujada a lo largo de lo espina escapular con el sitio del surco y la inserción de la aguja. (O) Lodiferencio entre el contacto nervioso directo e indirecto (ID) por infusión o lo largo de lo porción posterior de lo escópula por debajo del músculo supraespinoso. retraso de 21 días antes que se observe una denervación franca en la electromiografía, situación que puede retardar el diagnóstico específico. El tratamiento es de soporte hasta la regeneración. Se indican ejercicios de terapia física para fortalecer los músculos y asegurar una recuperación adecuada. La (subluxación) del húmero sucede con frecuencia, y si es sintomática, es factible tratarla con inmovilización apropiada. Adson, AW:Cervical ribs: Symptoms, differential diagnosis for section of the insertion of the scalene anticus muscle. Journal of the International College of Surgeons 16:546, 1951. Adson, AW and Coffee, JR: Cervical rib: Method of anterior approach for relief of symptoms by division of scalene anticus. Ann Surg 85:839,1927. 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Es indispensable evaluar todas las secuelas del síndrome cerebrovascular desde un punto de vista neurológico (figura 9-1), y debe entenderse la función del hombro en este padecimiento. El tratamiento apropiado demanda la compresión neurortopédica del hombro funcionalmente dañado. Las cuatro etapas que el paciente con problema cerebrovascular padece con frecuencia son: ataque transisquémico, flácida, espástica y de sinergia (figura 9-2). ATAQUE ISQUÉMICO TRANSITORIO (AIT) Es un incidente cerebrovascular con cierto grado de daño neurológico que dura menos de 24 horas; hay recuperación funcional completa de las actividades neuromusculares. En vista de que no hay incapacidad neurológica residual, no se requiere tratamiento de rehabilitación. El cuidado del paciente con un AIT confirmado depende de los factores contribuyentes, como hipertensión, diabetes, tabaquismo y antecedentes familiares. El objetivo es la prevención de la recurrencia o progresión hacia un síndrome cerebrovascular completo. 201 (Capítulo 9) 202-Hombro Hombro del Paciente Hemipléjico - 203 Apoplejía Retorno funcional I Superior (cortical) 100% Complejo volitivo Patrones motores 1~ c:-J. \. e"e I 1~ 1 I 1 I Flacidez Medio (supraespinal) Modificación espinal (excitación-inhibición) Sinergias Á.I.T. . 'oooe 75% "n _?e '{O\ ooo Disrnin ~o súél lo esp'0 Espasticidad - - 50% ~ ->-' -.>-1 Sinergias 2 5% ] Inferior (espinal) Estereotipado Agonista antagonista Cocontracción Figura 9-1. Sistema nervioso central. (De Cailliet, p6gina 3, con autorización). Pueden permanecer algunos signos neurológicos residuales, como los de Babinski o Hoffman, o cierto aumento del tono muscular, pero no persisten pérdidas funcionales importantes. Cuando un episodio cerebrovascular continúa con deterioro neurológico que persiste más allá de 24 horas, se denomina síndrome cerebrovascular completo. El deterioro neurológico persistente avanza, comenzando con la etapa flácida. Figura 9-2. Estimado de la recuperación espont6nea del síndrome cerebrovascular. (De Cailliet, p6gina 5, con autorización). Espasticidad grave~ Patrones gruesos o El curso de esta etapa es hacia la recuperación (total o parcial) o hacia la siguiente etapa que es la espástica. La duración de la etapa flá~ida varía de segundos a meses' su extensión es también variable, desde toda la extremidad hasta un segmento de la misma. Si perdura por más de dos semanas se considera de pronóstico desfavorable. Es importante tomar en cuenta la participación del hombro durante esta etapa con respecto al procedimiento terapéutico deseado y en el pronóstico de la recuperación de la extremidad superior. Merece repetirse que la función de la mano depende de la movilidad ade'cuada del hombro para colocarla en posición funcional para las actividades cotidianas. ETAPA FLÁCIDA ETAPA ESPÁSTICA Es de arreflexia;hay pérdida total de los reflejos tendinosos profundos y del tono del lado afectado. La extremidad o extremidades afectadas están flácidas. El paciente no puede iniciar ninguna función motora esp.ecífica. La pérdida sensitivaes posible yvariable, pero cuando se evalúa con cuidado se encuentra que hay disminución de la sensibilidad. r La extremidad flácida puede recuperarse por completo o bien, permanecer flácida permanentemente, aunque en general se continua hacia la etapa espástica, en el ataque completo. 204-Hombro Hombro del Paciente Hemipléjico - 205 (Capítulo 9) El componente neurológico de estas etapas se evidencia por el hecho de que mesencéfalo, puente, y médula incluyen los patrones flexores de la extremidad superior y los patrones extensores de las extremidades inferiores que ahora controlan la función neurom~scular de la parte afectada del cuerpo (figu;a 9-3). Normalmente, la neocorteza ejerce control de estos patrones básicos y refina su función coordinada (figura 9-2). Cada área de la corteza premotora controla una región específica - - -- ~ Planeaci6n motora subcorticaf } Planeación Programación Nervio 6ptico Q o /" Reflejos de enderezamiento Ejecución motora Nervio tri~mino Rigidez de descerebraci6n Figura 9-4. Centros motores espinales y supraespinales. (Adaptado de Schmidt, RF). Nervios vago e hipogloso Cuadriplegra Figura 9-3. Mesencéfalo, puente y médula. de la musculatura, incluyendo extremidades, tronco, cara, faringe~glotis (figura 9-4). Una gran área de la corteza premotora se dedica al habla, la función oral, y la mano, en especial el pulgar (figura 9-5). . . ' En el paciente con un síndrome cerebrovascular las conexiones superiores hacia el mesencéfalo se afectan de manera grave y los patrones básicos se liberan para funcionar en forma refleja. Desde el punto de vista diagnóstico, estos patrones s?~: los de flexión de la extremidad superior en los cuales el hombro muestra depresión escapular y rotación inferior; el brazo, aducción y rotación interna; el codo, flexión; Hombro del Paciente Hemipléjico - 207 (Capítulo 9) 206-Hombro Depresión Externamiento Rotación interna Figura 9-5. Corteza premotora (esquem6tico). Figura 9-6. Sinergia flexora de la extremidad superior. el antebrazo, pronación de la muñeca y flexión de los dedos (figura 9-6). El objetivo del tratamiento es liberar el patrón de desinhibición de la flexión y reconvertir los agonistas agotados y paralizados; esto es, elevación y retracción escapular, abducción y rotación externa del brazo, extensión del codo, supinación del antebrazo, y extensión de la muñeca y los dedos. La etapa espástica puede continuar con la etapa de sinergia. Acromion Fosa glenoidea ETAPA DE SINERGIA Es la continuación de un SCV completa a un daño neurológico más grave en la cual cualquier esfuerzo, intrusión externa, o reflejo, inicia el patrón sinérgico total. Ningún componente específico aislado del patrón se produce mediante esfuerzo voluntario. En este caso, la tentativa terapéutica es disminuir los aspectos indeseables de la sinergia y reforzar los componentes deseables de la función. En resumen, la sinergia es la desinhibición de la aducción y rotación interna del húmero; flexión del hombro; pronación del antebrazo; flexión de la muñeca, dedos, y pulgar. La escápula se gira externamente, se exterioriza y deprime. Los movimientos exactos están alterados. Es indispensable suprimir terapéuticamente el patrón (de sinergia), y habrá de iniciarse los movimientos opuestos a la vez que, se espera, recuperar la función voluntaria normal. \ ~ \ Figura 9-7. Fosa glenoidea. La escópula, vista desde la parte frontal, representa la superficie de la fosa glenoidea que ve hacia delante, arriba y afuera. \ Fosa glenoidea \y \ Arriba Atr6s Adelante 208-Hombro (Capítulo 9) HOMBRO EN TODAS LAS ETAPAS DE LA HEMIPLEJÍA El hombro normalmente se conserva dentro de la fosa glenoidea mediante: 1) el tono del músculo supraespinoso; 2) el ángulo de la fosa glenoidea que se conserva hacia adelante, arriba y afuera (figura.9-7); y 3) el tono de los músculos escapulares, que conservan a la escápula en su alineación adecuada con respecto a la columna vertebral. El músculo supraespinoso conserva su tono para evitar el movimiento hacia abajo y afuera de la cabeza h~eral mediante las fibras extrafusales del músculo, que en turno, las controlan los sistemas de husos y de Golgi (figura 9-8). Hombro del Paciente Hemipléjico - 209 Así mismo, el húmero está parcialmente sostenido dentro de la fosa glenoidea por la cara superior de la cápsula, pero se considera de importancia menor debido a que la cápsula tiene un tono insuficiente para sostener el peso del brazo col~ante. El músculo deltoides también sostiene al húmero dentro de la fosa en VIrtud de su sistema intrínseco de husos y su alineación con el húmero; es decir, su origen desde el acromion y su inserción en la tuberosidad deltoidea. La escápula también conserva su alineamiento adecuado con la columna vertebral mediante el tono de los músculos trapecio y serrato anterior. Estos dos músculos tienen, así mismo, sus propios sistemas de inervación de husos y de Golgi. La columna vertebral se sostiene en su alineamiento erecto mediante el tono de los músculos erectores vertebrales y los reflejos de enderezamiento del sistema nervioso central. Cualquiera de estos compuestos neurológicos del sistema nervioso central, o todos, sostienen la posición y el funcionamiento adecuados del complejo glenohumeral, y pueden-interrumpirse en las diversas etapas de la SCU completa. PATOMECÁNICA DE LA FUNCIÓN DEL HOMBRO EN LAS ETAPASDELAENFERMEDADCEREBROVASCULAR ETAPA FLÁCIDA Mósculo supraespinoso Figura 9-8. Control del sistema fusiforme por el músculo supraespinoso. Hay pérdida del tono, de la actividad muscular voluntaria y de los reflejos musculares. Se pierde el soporte muscular de la extremidad superior contra la gravedad en la fase pasiva y la contracción muscular en la fase cinética. . El músculo supraespinoso pierde su tono y la cabeza humeral ya no se sostte?e dentro del acromion sobresaliente y el ligamento coracoacromial. En consecuencia, la cabeza humeral se subluxa hacia abajo y afuera. Sólo la cara superior de la cápsula articular glenohumeral sostiene al húmero. La escápula rota hacia abajo y adelante debido a la pérdida del to~o de los músculos trapecio y serrato anterior. Esto cambia el ángulo de la fosa glenoidea, que ya no se dirige hacia delante, afuera y lateralmente. En esta P?sición, el hú~er~ ~e abduce pasivamente, lo que resta eficacia al músculo supraespinoso, Esta dlreccl.on del plano de la fosa glenoidea permite aún más que la cabeza del húmero se deslice hacia abajo y afuera. Al ya no soportarse por lo reflejos de enderezamiento de la musc~latura vertebral, la columna se flexiona lateralmente (figura 9-9). Se altera la relación escapulotóracica lo que aumenta la rotación inferior y externa de la escápula. Todavía no se comprenden los mecanismos neurales exactos por los cuales la columna se flexiona lateralmente hacia el lado hemiparético, lo que se supone es que sean los músculos erectores vertebrales del lado contralateral los que se vuelven flácidos en lugar de aquéllos localizados en el lado hemiparéti~o..Es posible que l~s reflejos de enderezamiento de la columna sean inadecuados. Sin .Importar. la Identidad del mecanismo neural, es evidente que la columna se flexiona hacia el lado hemiparético. 210-Hombro Hombro del Paciente Hemipléjico - 211 (Capítulo 9) A I H / / / / x ./. A B e Figura 9-9. Depresión escapular. (A) Alineación escapular con la columna vertebral recta (óngulo glenoidea X-Y). (B) Paresia con rotación inferiorde la escópula (6ngulo glenoideo A-S). (e) Rotación inferior relativa de la escópula con escoliosis funcional (6ngulo glenoideo C-D). \ \ y La combinación de todas estas acciones sobreimpuestas en el sistema de husos y del Golgi ahora insuficiente, con pérdida del tono de todos los músculos escapulohumerales, provoca la subluxación inferoexterna de la articulación glenohumeral y tensión excesiva en la cápsula (figura 9-10). La cápsula es Jelgada y se compone de dos capas tisulares: una capa externa de tejido fibroso denso, que se llama estrato fibroso, y una capa sinovia) interna, denominada estrato sinovial. La más externa se adhiere al periostio mediante las fibras de Sharpey. Está poco vascularizada, pero es bastante inervada (Hettinga). La capa más interna está muy vascularizada, pero mal inervada. Es insensible al dolor aunque bastante reactiva al calor y al frío. Produce ácido hialurónico, el cual actúa como un lubricante articular. En el hombro flácido la tracción adicional a la cápsula articular puede ser una fuente de dolor. Además, puede provocarlo la tracción en el tendón supraespinoso alargado, pero no se ha confirmado que la cápsula articular y el tendón supraespinoso sean sitios nociceptores. La atención de la etapa flácida aguda del hombro hemipléjico debe llevarse a cabo recordando todos estos factores. El soporte del brazo colgante obliga la correeción y sostén de la columna con flexión lateral así como la elevación y retracción escapular. Es indispensable tener cuidado para evitar mayor tracción pasiva y activa en la articulación glenohumeral, situación que puede causar daño ulterior a los tejidos restantes que sostienen la articulación, hasta que regrese el tono del músculo supraespinoso. Más adelante se analiza el tratamiento con mayor profundidad. o Figura 9-10. Mecanismo de subluxación glenohumeral. (Izquierda) Curvamiento lateral de la columna (C-S) de la postura erecta (A-S). la esc6pula rota lateralmente desde una línea paralelo con respecto o la columna vertebral hasta la angulación G-H. la alineación de la fosa glenoidea (X-Y) se. vuelve erecta con respecto a su relación superior, externa, lateral (X-Z). (Derecha) lo tensión en la articulación glenohumeral X-Z normalmente alineado con el tendón del músculo supraespinoso (S) sostiene bien colocada a la cabeza del húmero. En la rotación hacia abajo de la esc6pula, la cara de lo fosa glenoidea llega o ser vertical (X-Y), y lo cabezo del húmero gira hacia abajo, estriando el tendón del supraespinoso (Sl)' ETAPA ESPÁSTICA Es posible que haya recuperación completa o parcial en esta etapa, o que se continúe hacia la etapa espástica. El aspecto espástico total de la extremidad superior está bien documentado (figura 9-6), con depresión y retracción de la escápula, subluxación de la articulación glenohumeral, y aducción y rotación interna del húmero. La espasticidad puede existir en todos o alguno de estos componentes y con diversos grados de intensidad. La espasticidad de los músculos de la articulación glenohumeral que provoca rotación interna, implica que la contracción excesiva del Hombro del Paciente Hemipléjico - 213 (Capítulo 9) 212-Hombro cr es D V 8 L-l W I Dorsal ancho 1=1 O \(j;/' Dorsal .. H -Gt=K i Pedoral mayor-menor Subescapular =.:::.~ l ~~ 1HI~ Dorsal ancho Frontal Figura 9-11. Rotadores internos del húmero. la figura dorsal describe al músculo dorsal ancho, que rota internamente y flexiona posteriormente al húmero (H) y deprime a la escópula (ES). la vista frontal muestra la unión de los músculos pectoral mayor y menor, el subescapular, y el dorsal ancho sobre el húmero (H). El origen del dorsal ancho es en la columna vertebral de TS a ls M, el sacro (S),y las crestas iliacas (1). músculo subescapular altera a los rotadores externos, es decir a los músculos supraespinoso, infraespinoso y redondo menor. Por lo tanto, afecta la relación agonista-antagonista de los rotadores. Hay otros músculos que participan en la rotación interna espástica (figura 9-11). Son importantes los músculos pectoral mayor, pectoral menor yel dorsal ancho, aunque mucho menos que el subescapular. Los músculos de la escápula causantes de rotación hacia abajo y afuera son los romboides (figura 9-12), y así alteran a los músculos trapecio y serrato anterior antagónicos. Los músculos paravertebrales también se hacen espásticos, lo qne provoca mayor flexión de la columna hacia el lado espástico (figura 9-11). El músculo dorsal ancho ipsilateral, que se une anterolateralmente a la cabeza del húmero, además desciende a la escápula, y produce flexión posterior y rotación interna del húmero (figura 9-6). La fase espástica puede ser completa, iniciando una sinergia total, o puede ser parcial o incompleta. La sinergia parcial o incompleta indica que el hombro ha Figura 9-12. Músculos escapulares mediales espósticos. Enel espasmo de los músculos romboides, que normalmente rotan la esc?pula, disminuye la alineación de la fosa glenOldea y la angulación se hace vertical. llegado a ser espástico y que el codo y la mano permanecen flácidos. Tambi~n es posible que lo opuesto suceda (la mano con espasticidad y el hombro con ~acldez) al igual que cualquier otra combinación. Así mis~o, es factible que aunque solo haya espasticidad parcial se presenten grados, e~ decir, no obstaD;te que algunos grupos musculares estén neurológicamente espástícos, conservan cierto grado de control voluntario. . . Brunnstrom establece que, si bien pueden haber ciertas variantes en las sinergias, se conserva la sinergia (neurológica) total, y las variantes sólo son con respecto a la fuerza de los componentes de la misma. Además el curso espástico inicial del seu desde la etapa flácida no permanece estático. Puede presentarse cierta continuación, regresión o ambas, de ahí ~ue es indispensable consignar por escrito la evaluación frecuente de las extremidades hemiparéticas. ETAPA SINÉRGICA Esta etapa arbitraria significa que se presenta el patrón sinérgico complet~ co? ~lg~na acción refleja hacia el paciente o si él hace algún intento m?tor. El patr~n smer~:o de la extremidad superior se ha establecido que es mediante adUCClOn-rotaclOn 214-Hombro (Capítulo 9) Hombro del Paciente Hemipléjico - 215 interna del húmero, flexión del codo, por lo general, pronación del antebrazo, aunque unos cuantos casos presentan supinación, flexión ulnar de la muñeca, flexión de los dedos, y oposición del pulgar de la mano. comienza la recuperación en las dos semanas siguientes, fue igual en la musculatura proximal como distal. De los pacientes restantes con SCV: 40% se recuperaron parcialmente y 20% en absoluto. . En sus estudios Carroll descubrió que si no se recupera la función motora dentro de la primera semana, era improbable que se presentara la completa de la extre~idad superior. Indicó que la recuperación funcional es opuesta a la motora, una designación más significativa. En dos informes más recientes (Carroll, Shah y Corones) se publicó la evaluación de 100 pacientes en cuanto a la recuperación funcional. En esta serie de casos se descubrió que 34% recuperó la capacidad manual de asir, pero sin actividades repetitivas de los dedos. Sólo aproximadamente 24% pudo girar una perilla de pu.e~~a, y recuperar poca o ninguna función de los dedos. Incluso en estos casos,. la pOSIClOn de la mano y donde se coloque podrían ser de valor práctico limitado. Bach y Rita escribieron el que quizá sea el informe más extenso acerca de la plasticidad dcr cerebro como base para la recuperación de la función. Afirman que el tratamiento prolongado en el curso de varios meses hasta muchos años, es benéfico para la función, lo cual contradice los estudios pronósticos mencionados con anterioridad. PÉRDIDA SENSITIVA EN EL SCV Es posible que haya disminución de la sensibilidad: en la apreciación del tacto, la vibración el dolor, la temperatura y quizá de la posición. Se ha dicho que la pérdida de alguna o todas estas modalidades sucede en 80% de los pacientes con SCV (Van Buskirk y Webster). También en muchos casos puede presentarse disfunción de la percepción. Además de la pérdida de la relación espacial, es posible que exista pérdida de la imagen corporal "propioceptiva", abandono o rechazo. Cuando hay un déficit perceptual grave o significativo, afecta adversamente el pronóstico de la recuperación. RECUPERACIÓN FUNCIONAL Hay cierta recuperación espontánea de la función voluntaria en el paciente con SCV completa que requiere consideración, antes de cualquier otro análisis de la patomecánica del hombro hemipléjico y del tratamiento. Hay escasez de estudios controlados con respecto a la recuperación funcional, lo que hace difícil la evaluación de la eficacia de los protocolos de tratamiento. Van Buskirk comenta que la recuperación espontánea se presenta principalmente en los siguientes 2 a 3 meses después del síndrome cerebrovascular. Twitchell en su informe clásico describió la secuencia de la recuperación. El primer movimiento voluntario sucedió durante los siguientes 6 a 33 días después del síndrome cerebrovascular, y se observó en el hombro: ligera flexión. El resto de la recuperación se presentó en el brazo, con flexión de codo, muñeca y después los dedos. El movimiento inicial fue en esencia una parte de la sinergia flexora; la que Twitchell afirma se presentaba por algunos patrones extensores. Los patrones sinérgicos, al principio de características sólo reflejas, se continuaban con un aumento del control de las sinergias hasta que mejorara el control voluntario con movimientos controlados articulares individuales al final. Estos, afirmaba Twitchell, eran patrones de recuperación cuando ésta existía. En el informe de Bard y Hirschberg que a menudo se menciona, se sostiene que 40% de sus series recuperaron "el movimiento completo de la extremidad superior afectada". No se estableció, si este movimiento recuperado supone además la recuperación funcional. La conclusión de estos autores era que los pacientes Que recuperaran el movimiento completo, muestran restablecimiento inicial de la función voluntaria en las proximas dos semanas. Así mismo, descubrieron que cuando CONCEPTOS TERAPÉUTICOS DEL HOMBRO HEMIPLÉJICO ETAPA FLÁCIDA Es indispensable considerar todos los aspectos del hombro lesi0l!ado: la. columna torácica, la escápula, y la articulación glenohumeral. Mucha de la incapacidad para restablecer la función y para evitar o minimizar el dolor es atribuible al error de no tomar en cuenta todos los componentes del complejo del hombro. Así mismo, debe admitirse la necesidad de consignar los componentes sensitivos al igual que los motores del hombro lesionado. Considerando la posición de la extremidad colgante y su relación con la gravedad y la posición corporal en su totalidad, habrá de utilizarse la colocación adecuada para neutralizar las posiciones indeseables y lesivas de la extremidad superior. 1. Debe evitarse la posición supina, pero cuando se adopte, el brazo se colocará para elevar el húmero dentro del área glenoidea y habrá de extenderse la escápula. 2. Es indispensable ayudar al paciente a acostarse sobre su costado más que en posición supina. El hombro se flexiona ligeramente hacia adelante con ext~n sión del codo. Este cambio de posición se facilita mediante un manguillo inflable con aire (Johnstone) (figura 9-13), el cual permite enfocarse en el hombro mientras que se ignora el resto de la extremidad superior. Sin embargo, su uso prolongado no es recomendable ya que también sostiene los dedos en extensión completa y evita la acción de bombeo de la muñeca y los dedos. 216-Hombro (Capítulo 9) Hombro del Paciente Hemipléjico - 217 3. 4. S. 6. 7. 8. 9. Aducción del brazo. Rotación interna del brazo. Flexión del codo. Pronación del antebrazo. Desviación ulnar de la muñeca. Flexión de la muñeca. Aducción del pulgar. Conforme el paciente aprende a moverse gradualmente de la posic~~n supina a la prona, el brazo debe flexionarse hacia adelante hasta el hombro con extensión de~ ~o. En la posición supina, el brazo habrá de tener sup~na<:ión en el antebrazo, extensión de la muñeca y el codo y abducción del pulgar. Es indispensable que el brazo se eleve de manera gradual sobre la cabeza, conservando la extensión completa en el codo y la muñeca, y la extremidad superior completa en rotación externa (ftgura 9-14). Figura 9-13. Toda la extremidad superior se encuentra dentro de una férula inflable con aire. El calor del aliento que infla la férula y el contacto completo de la piel supuestamente actúan como estimuladores reflejos. El codo se extiende, al igual que la muñeca y los dedos, y todo el brazo puede colocarse en abducción y rotación externa. Por lo tanto, el hombro puede colocarse y ejercitarse. (Manga de aire de Johnstone). 3. La transferencia pasiva del paciente debe efectuarse sosteniendo la escápula, más que con tracción del brazo. 4. Es indispensable que la cabeza del paciente se flexione lateralmente y gire hacia el lado no afectado. S. Con el paciente sentado, el tronco habrá de sostenerse en posición erecta y el brazo se soporta hacia arriba dentro de la escápula mediante el uso de una tablilla y cojines. 6. Es necesario sostener lateralmente el tronco con flexión contraria al lado afectado. 7. Sin relación directa con el hombro, la mano y los dedos deben sostenerse en postura con extensión de la muñeca y flexión de los dedos. Aunque contradice el concepto generalmente aceptado, de evitar la presión sobre el brazo afectado, es permisible (y deseable) acostar al paciente de ese mismo lado, evitando que la escápula se extienda (se coloque hacia delante). En dicha posición, la presión no está directamente sobre la articulación glenohumeraI. , Antes de comenzar los ejercicios activos de rehabilitación para las extremidades, habrá de iniciarse el movimiento del tronco. Se iniciará el rodamiento de lado a lado, cuidando evitar algunas posiciones de la extremidad superior: 1. Retracción (flexión posterior) del hombro. 2. Depresión de la escápula. Figuro 9-14. Con el paciente en posición supina, se eleva gradualmente la extremidad hasta una posición por arriba de la cabeza: 1 y 2, el b~azo se supina; 3, el codo se extiende; 4, obducción: 5, el brazo gira externamente. Hombro del Paciente Hemipléjico - 219 218-Hombro (Capítulo 9) Ya que no hay tono en la etapa flácida, la contractura de la articulación del hombro no es de interés para el terapeuta. El arco o límite completo de movimiento necesita evaluarse con mayor frecuencia, debido a que el SCV continúa progresando.o. involucionando casi diario. Sin embargo, el rango completo de movimiento no amerita una indicación terapéutica, sólo una evaluación frecuente. En todos los movimientos pasivos de laextremidad superior (figura 9-15), se debe pedir al paciente que intente ayudar a la movilización o que sostenga las posiciones adoptadas. Esto comienza y fortalece el control activo final de la extremidad. La estimulación sensitiva de la extremidad también se indica para iniciar el movimiento activo final. Esto puede ser mediante roce, caricias, golpeteos, o incluso estiramiento no violento. Se menciona la estimulación de los músculos del hombro para el restablecimiento del control muscular activo. Cuando el paciente comienza a recuperar la posición sentada, se utiliza el brazo sano mientras que el otro debe dirigirse de manera específica. La inclinación no violenta y gradual en el brazo extendido (figura 9-16) reduce la subluxación glenohumeral e inicia la estimulación propioceptiva de la musculatura del hombro. El codo colgante puede requerir sostén. Se debe colocar la muñeca en extensión con ligera rotación externa del brazo. En la posición sentada, es posible elevar el brazo dentro de la articulación glenohumeral mediante el uso adecuado de una mesa que tenga una bandeja y It- f!fJ ;~~:::.~~o o ~ t:. 0...~~O . &{<i; . Q D. I:/. ó r:ft.. Inclinaci6n {:; g; 1.:.1 Ir: : :; Presi6n hacia abajo Abducci6n del brazo Rotaci6n externa '. C¡ L.----~.~.Q~l----r---------' Extensi6n de la muñeco . CJ Figura 9-16. Cuando el paciente se siente, debe sostener su peso en el lado afectado de la manera descrita. almohadas mientras el paciente se inclina de manera simultánea sobre el brazo afectado. SUBLUXACIÓN DEL HOMBRO Figura 9-1 S. En el ejercicio pasivo, el paciente intenta sostener la extremidad en diversas posiciones (1-5). U na de las complicaciones más desconcertantes del hombro hemipléjico es la subluxación de la articulación glenohumeral. La supuesta subluxación se presenta inicialmente durante la etapa flácida (según se mencionó con anterioridad en este mismo capítulo) y con frecuencia persiste en las etapas espásticas e incluso en el SCV con recuperación completa. Muchos médicos consideran que el dolor del hombro hemipléjico es resultado de subluxación causad" por la trgceión de la cápsula y de los músculo~ del manguillo retador. Todavía falta documentar el mecanismo exacto del dolor, en VIsta de que hay LLU - Hombro (Capítulo 9) numerosos casos de subluxación de grados diversos sin dolor y numerosos hombros dolorosos sin subluxación significativa. Gran parte del tratamiento se orienta a evitar la subluxación, y este es el aspecto I más controvertido en el manejo de la hemiplejía. Las autoridades en el campo de la rehabilitación, consideran a la subluxación como una causa de dolor, incapacidad y finalmente de hombro congelado (Bierman y Licht, 1952). Esto lo corroboró Tobis, quien atribuyó el dolor a estiramiento capsular y muscular a nivel del manguillo. Este concepto se cuestionó de manera reciente, y muchos ahora ignoran a la subluxación per se, excepto en la prevención de una tracción excesiva de la articulación. El diagnóstico de la subluxación aún depende de la observación clínica: no hay mediciones certeras para cuantificar su grado. Una medición precisa podría validar el beneficio, o la falta del mismo, para tratarla; sin embargo, hasta la fecha ninguna se ha regulado. La dificultad en dicha medición es evidente cuando se consideran todos los aspectos de la subluxación glenohumeral: 1. 2. 3. 4. S. 6. Separación de la cabeza humeral del acromion sobresaliente. Separación lateral de la cabeza humeral con respecto a la fosa glenoidea. Cambios en la angulación de la escápula con respecto a la columna vertebral. Separación del borde medial escapular a partir de la columna torácica. Angulación lateral (curvamiento) de la columna torácica. Cierto grado de cifosis dorsal. El tratamiento de la subluxación mediante el uso de un cabestrillo aún es discutible, aunque la bibliograffa continúa repleta de numerosos artículos médicos. Muchos se ilustran aquí (figuras 9-17,9-18,9-19), pero ninguno puede mencionarse como beneficioso para prevenir o disminuir el grado de subluxación; prevención del dolor por la subluxación, o de las complicaciones durante las etapas finales de avance o recuperación. Hurd y colaboradores, entre otros muchos autores, concluyen que el hemicabestrillo que se utiliza con frecuencia no tiene un efecto apreciable en el arco o límite final de movimiento, la subluxación, el dolor o la lesión por tracción periférica. En la actualidad, numerosos autores consideran al cabestrillo como un factor que agrava más la subluxación, intensificando la extensión de la sinergia subsecuente, y algunos sugieren que la posición del brazo en inmovilización por cabestrillo lesiona la propiocepción, y por lo tanto, es perjudicial para la marcha adecuada. La férula de Rood (figura 9-18), diseñada inicialmente para la estimulación propioceptiva de la cápsula articular glenohumeral, provoca en realidad mayor subluxación lateral yen el momento actual está bastante desacreditada. Se diseñó un soporte para silla de ruedas (figura 9-20), de manera inicial, para minimizar el edema del brazo mientras se disminuye la intensidad de dolor y subluxación. Esta férula puede indicarse y ser beneficiosa, si se supervisa de manera adecuada y se complementa con otro tratamiento más activo. En informes publicados de modo reciente se menciona que hay daño significativo en el hombro hemipléjico debido a lesiones por tracción del plexo braquiaI. Es indudable, que esto puede, y de hecho, así sucede, pero el autor encuentra que es bastante menos frecuente de lo que la bibliografía sostiene. Siempre habrá de Hombro del Paciente Hemipléjico - 221 Figura 9-17. Diseño propuesto para la prevención de subluxación. La articu!ación glenohumeral se eleva hasta la angulación fisiológica deseada. (A) La cabeza del humer~ se aduce a la posición sentada. (8) El húmero se eleva dentro de la fosa supr~~umero (C) . El manguillo lo reemplaza la férula (O). El cabestrillo une al húmero al sitio de la ins~rción del deltoides y eleva al húmero dentro del espacio articular suprahumeral (E). (De Cailliet, pógina 69, con autorización). o B Figura 9-18. Férula en cruz de Rood. Al ser un tub~ elóstico, e! so~orte tiene corocterfsticos cinéticas (A) y estimula la extensión del brozo. Mediante la oplicocion adecuada, se supina el antebrazo (8). La mano sostiene un cono (C), que abre los dedos y al pul~~r en ta~to se desvía radialmente la muñeca. La escópula se eleva y desrota (O). (De Ccilliet, péqino 69, con autorización). 222-Hombro (Capítulo 9) Hombro del Paciente Hemipléjico - 223 E 6 " ::" :,' o Q e O Figura 9-1 9'. C.a~estrillos, para el ~ombro. Estoscabestrillos estón diseñados para sostener el brazo y mlnl~TlIZar la sublux~c'ón inferior de la articulación glenohumeral. No estó pr~b.ado qu~ eviten la subluxocién o sostengan el brazo en una posición de flexión. (De Ccilliet, póqino 68, con autorización). c?nsiderarse en el diagnóstico diferencial c~,ando parece existir una lesión mayor o diferente a la que podna esperarse. La lesión del plexo braquial se considera por completo ~~ el capítulo previo que trata acerca de los aspectos neurológicos del dolor y lesión del hombro. HOMBRO HEMIPLÉJICO EN LA ETAPA ESPÁSTICA A la etap~ ~ácida suele seguir la etapa espástica en el paciente con SCV completo. La espasticidad se p~esenta de manera insidiosa, afectando predominantemente los flexores de la extremidad superior y los extensores de la extremidad inferior ,En la extr~~idad superior, l.o~ ~epresores~el hombro y los fijador~s de la escapula. J?arhclpan de manera InICIal (romboides) (figura 9-12). Así mismo, la espastICldad. ~fecta al ~orsal ancho lo que hace que la escápula descienda, gire y presente a~ucclOn, poste~lOrmente, flexiona y gira hacia dentro al húmero. Ademas, ~n la smergia flexora participan los músculos pectoral mayor y pectoral ~eno~, del mIsmo,modo 9ue el mús.~ulo subescapular. El bíceps interviene en esta smergra, y.el tendon del bíceps, mOVlendose en ángulo hacia el borde superior de la fo,sa glenoidea a través del surco bicipital humeral, tiende a deprimir la cabeza del humero. .Cuando h.ay déficit ne~roló~co grave, los reflejos del cuello se liberan del control cortical supenor voluntario y ejercen acción sobre la extremidad superior. El brazo Figura 9-20. Cabestrillo para el brazo en una silla de ruedas. El hombro se sostiene hacia adelante, en flexión, y aducción (A). El codo se sostiene en extensión (B). La muñeca los dedos estón extendidos (e, O). Se permite el movimiento de todo el brazo (E). (De Cailliet, pógina 70, con autorización). puede extenderse a nivel del codo con la cabeza girada hacia dicho lado y se flexiona por el codo cuando la cabeza se gira alIado contrario. Los brazos pueden adoptar una posición en extensión cuando la cabeza y el cuello se extienden (figura 9-21), debido a que es posible que haya un patrón de flexión cuando se flexionan la cabeza y él cuello. Estos son los clásicos reflejos tónicos del cuello que a menudo pueden provocarse, pero que habrán de probarse para ver si son operacionales en cada uno de los pacientes. Su presencia indica la gravedad del déficit neurológico, y si bien se utilizan a menudo en el tratamiento (Knott y Voss), es posible que se consideren desfavorables en el pronóstico de la recuperación fmal. En la medida del curso gradual de SCV desde la etapa flácida a la espástica, hay diversos grados de participación y gravedad. No todos los aspectos de la sinergia se presentan en el mismo grado, y no todos son predecibles. Por ejemplo, la sinergia 224-Hombro Hombro del Paciente Hemipléjico - 225 (Capítulo 9) Jackson describe estos patrones neurofisiológicos básicos del centro motor medio (figuras 9-3, 9-4, 9-5), según difieren en la sinergia extensora, en la cual hay: 1. 2. 3. 4. 5. FLX Figura 9-21. la ilustración superior describe el patrón extensor de la extremidad superior con extensión del cuello. El dibujo inferior muestra la flexión de la extremidad superior con flexión del cuello. A, hombro' B codo; e, muñeca; E, codo en f1exi6n; F, muñeca y dedos en flexión. (De Cailliet, pógina 57, con autorización). de la ~~no Y, la muñeca y.de I.os dedos puede diferir cuando el brazo está en pronación ma~ que en supinación. El patrón de sinergia del hombro es razonablemente consistente. . , C?n la pérdida posterior del control cortical por el SCV; se presenta el patrón sinergrco: 1. 2. 3. 4. El brazo se abduce Yrota internamente. La escápula se retrae Yrota hacia abajo. El codo se flexiona en un ángulo agudo. El antebrazo se coloca cn pronación (ocasionalmente en supinación). Salida de la escápula. Flexión anterior del brazo hacia el frente del cuerpo. Rotación interna del brazo. Extensión del codo. Pronación del antebrazo. Debido a que la sinergia se genera en el SCV completo, puede producirse cualquier componente de las siguientes flexoras o extensoras. Es común que el componente del codo se presente primero con flexión espástica. La fase del hombro es más débil Yes posible que nunca suceda a menos que el paciente curse hacia un estado más reflejo. Cuando el paciente hemipléjico intenta la abducción de la extremidad superior, sólo se presentan ciertos movimientos. La escápula se eleva con poca o ninguna abducción del brazo en la articulación glenohumeral. Esto puede considerarse un mecanismo de encogimiento, similar al observable en la tendinitis aguda del supraespinoso. Los aductores escapulares espásticos pueden evitar que la escápula se mueva hacia adelante cuando se intenta la flexión del brazo hacia adelante. La persistencia de esta espasticidad escapular representa un reto terapéutico si hubiera cualquier avance significativo en la función de la extremidad superior. El componente más fuerte de la espasticidad escapular parece ubicarse en el pectoral mayor. Es en este músculo en donde se evidencia primero la espasticidad de la extremidad superior. A continuación los pronadores del antebrazo sufren espasticidad importante. Debido a que se observa en forma temprana la espasticidad del rotador interno, es evidente que ésta existe en el músculo subescapular al igual que en el pectoral mayor. Se mencionaron los reflejos tónicos del cuello, pero el movimiento del tronco también tiene un efecto profundo en los movimientos de la extremidad superior. La rotación del tronco superior en el tronco inferior facilita o inhibe los patrones reflejos al igual que los patrones voluntarios, y habrán de evaluarse clínicamente. Los pacientes hemipléjicos suelen mostrar reacciones de patrones relacionados cuando se intenta el movimiento en el lado contralateral normal. No hay patrones reactivos consistentes, por lo que debe decidirse el significado clínico de dicha actividad refleja contralateral cuando se provoque. Además debe evaluarse la participación sensitiva de la extremidad superior en la determinación de la pérdida funcional y el daño. A la pérdida del sentido del tacto, de la vibración y la posición, puede añadirse negación (figura 9-22), o astereognosia, en la cual el paciente es incapaz de reconocer objetos familiares como monedas, llaves, insignias, plumas y así sucesivamente. Conforme regresa el control voluntario en la recuperación espontánea, se restablecen áreas de la sinergia. Cada componente requiere atención en el régimen terapéutico con el fin de reforzar el regreso de los componentes sinérgicos restantes, todavía sin control. 226-Hombro (Capítulo 9) Hombro del Paciente Hemipléjico - 227 2. El (los) músculo(s) motor(es) primario(s) pueden estar débiles en los movimientos voluntarios, pero fuertes en los patrones motores sinérgicosanormales. 3. Es factible que la debilidad esté causada por disminución de la sensibilidad. 4. La contracción periarticular de tejidos blandos puede favorecer o semejar debilidad. Figura 9-22. Negación demostrada por el paciente. Cuando se le pide a un paciente que dibuje su cuerpo o a una persona, es consciente de sólo una mitad de su cuerpo, negando la existencia de la otra mitad. Este es un dibujo de un paciente. (De Cailliet, p6gina 77, con autorización). Todos los movimientos suelen ser respuestas a estímulos sensitivos, que actúan a travésde exteroceptores, visión, tacto yaudición (véasela figura9-4). Los propioceptores envían sus mensajes desde los husos musculares, el aparato de Golgi tendinoso, propioceptores articulares y de los tendones, receptores cutáneos e impresiones visuales.Esta modalidad sensitivaes instrumental en todos los protocolos de tratamiento. El concepto de Bobath es que el problema de la hemiplejía se sitúa en la incapacidad del paciente para controlar los componentes voluntarios aislados de los patrones de sinergia. Las técnicas de Bobath intentan cambiar los "patrones de movimiento anormal", lo que es contrario a las técnicas de facilitación neuromuscular propioceptiva que incluyen resistencia pesada, sugeridas por Knott y Waters. Así mismo, difieren del uso de Brunnstrom de los patrones relacionados, los cuales Bobath opina, deben evitarse. El procedimiento de Bobath se basa en la creencia de que los reflejos sinérgicos se refuerzan por estas otras técnicas, en vez de evitarse y controlarse. El concepto de Bobath de debilidad muscular voluntaria es como sigue: 1. La debilidad se debe a la relativamente abrumadora acción antagonista de los músculos espásticos. La idea de Bobath es que habrá de dirigirse el problema de la espasticidad y la liberación de las sinergias antes de que pueda lograrse la actividad motora voluntaria. Este autor intenta lograr dicho objetivo mediante un manejo especial del paciente y por el control de algunos aspectos del patrón, los cuales denomina puntos claves de control, que corresponden a la parte proximal del cuello, la columna vertebral, el hombro y la pelvis. Un punto clave importante en la extremidad superior, de acuerdo con este autor, es la rotación del cinturón del hombro en relación con el tronco y la pelvis. Así mismo, hace hincapié en la rotación del cuello con respecto a la pelvis durante los patrones del hombro y el brazo. Normalmente, en el paciente hemipléjico no hay relajación recíproca de los músculos antagonistas a la contracción de los músculos agonistas. En realidad hay contracción; es decir, contracciones simultáneas de agonistas y antagonistas. Esto es la base de la introducción reciente de la retroalimentación en los regímenes terapéuticos: para relajar los antagonistas, es necesario liberar los motores primarios para ser más eficaces. Se han eliminado previamente o disminuido con técnicas de denervación, como el bloqueo nervioso con fenol a los antagonistas, aunque los resultados son impredecibles y se continúan con secuelas dolorosas. En el hombro hemipléjico espástico, los músculos afectados de manera inicial son el fijador y los depresores de la escápula. En vista de que los depresores son más poderosos que los elevadores, la escápula se deprime y aduce, causando la abducción del brazo en la articulación glenohumeral, ya de por si en aducción y rotación interna por el desequilibrio de los músculos del manguillo rotador. El resto de la sinergia de la extremidad superior sigue con el codo, el antebrazo, la muñeca y los dedos. Antes de reeducar a toda la extremidad superior, es imperativa la liberación de los músculos espásticos antagonistas de la escápula y de la articulación escapulohumeral y el readiestramiento de los músculos agonistas opositores. Cuando el paciente comienza el entrenamiento de equilibrio al sentarse, el brazo debe estar siempre sostenido en la posición adecuada y el húmero habrá de ejercer presión hacia arriba contra el ligamento coracoacromial y el acromion. La tracción hacia abajo sobre el brazo puede estimular algunas respuestas motoras (Knott y Voss), pero la presión hacia arriba estimula reflejos posturales (Bobath). Las técnicas de reeducación muscular no pueden analizarse ni evaluarse con profundidad en este libro. Hay numerosos textos que estudian las teorías, principios, y técnicas del tratamiento hemipléjico habitual, muchas de las cuales se listan en las referencias. Sin embargo, los conceptos básicos se enumeran aquí para la consideración general en el tratamiento del paciente hemipléjico y en especial el hombro hemipléjico: 1. El terapeuta debe hacer que el paciente visualice movimientos específicos; por ejemplo, utilizando un espejo. 2. Es indispensable que el paciente conduzca el reforzamiento verbal de los movimientos intentados e intencionales. 228-Hombro (Capítulo 9) Hombro del Paciente Hemipléjico - 229 3. El movimiento semejante del otro hombro (normal) se efectúa de manera simultánea, ya que es instructivo y sirve de reforzamiento. 4. Es recomendable alentar al paciente para que sienta un movimiento ya que esto refuerza el movimiento voluntario final. ' S. Se disminuye la depresión y retracción de la escápula mediante numerosas posiciones de toda la extremidad superior. 6. Se aplic_a estimula~ión sensitiva simultánea mediante golpeteos, caricias, roces y rasgunos de la piel sobre el segmento de la extremidad afectada. 7. Se inician ejercicios pronos así como ejercicios en posición sentada y de pie como ponerse de rodillas, gatear ygirar de la posición prona a la supina (figur~ 9-23). . Estos ~jerci~ios pronos estimulan los reflejos de enderezamiento al mismo tiempo que semejan las funciones motoras primitivas. . ,Mientras es.t~ el paciente sentado pueden comenzarse los ejercicios de estimulación y !~s pOSICIOnes, que favon~cerán la estimulación sensitiva y disminuirán la subluxación del hombro, se producirá dar comienzo a la modificación de los patrones de sinergia indeseables (figura 9-24). Figura 9-24. Paciente sentado e inclinado en el brazo afectado. PRT indica que el paciente resiste presión por parte del terapeuta. (De Cailliet, página 82, con autorización). .: ). PRT PRT el . I . ;) Fi~u~a 9-23. El paciente anda a ~~tas con,el peso en el bra~o afectado. PRT indico presión resistida por el terapeuta. (De Coilliet, página 81, con autorización). 8. Cuando se relajen los grupos musculares antagonistas espásticos, habrá de tomarse en cuenta lo siguiente: a) Aumentar el arco o límite de movimiento pasivo, pero evitando la estimulación del reflejo de estiramiento. Esto se logra mediante el movimiento lento y suave. De la misma manera, es posible favorecerlo mediante el uso simultáneo de una compresa de hielo en la articulación afectada. b) La contracción del grupo muscular antagonista espástico (si está bajo cierto grado de control voluntario) debe seguirse de relajación. Esto es un principio de biorretroalimentación. También es posible que se continúe de inmediato con estiramiento suave y lento del grupo muscular antagonista. e) Cuando hay cierta evidencia de control voluntario de cualesquiera de los grupos musculares agonistas o antagonistas, se alterna la contracción de cada grupo. Esto se denomina estabilización rítmica y lo proponen Knott y Voss en sus técnicas de facilitación neuromuscular propioceptivas (figura 9-25). 9. Algunas técnicas recomiendan el estiramiento vigoroso de los grupos musculares espásticos para estirar el tejido conjuntivo de las articulaciones y tendones, y supuestamente para disminuir la actividad de los husos musculares (Kottke). El autor cuestiona esto, pero es peor el intento de atención del paciente hemipléjico en el cual no se inicie también la tracción vigorosa. 10. La estimulación eléctrica tiene sus defensores ya que favorece la contracción de los agonistas y de los antagonistas para la relajación final. (Capítulo 9) 230-Hombro Hombro del Paciente Hemipléjico - 231 La disminución de la sensibilidad, que es variada y numerosa, representa un tremendo obstáculo para la recuperación funcional importante. Antes que los esfuerzos significativos se extiendan a los procedimientos terapéuticos, es indispensable averiguar, clarificar y consignar dicha deficiencia. La disminución de la percepción es especialmente nociva para la recuperación. Brain define a los pacientes con este tipo de deficiencias como "personas que están adivinando el significado de un lenguaje, sin conocer el alfabeto". Lo siguiente habrá de investigarse en la evaluación del daño de un paciente hemiparético: 1. Estado mental. a) Orientación en cuanto a tiempo, espacio e identidad. b) Memoria -especialmente para recordar acontecimientos inmediatos o a corto plazo. e) Atención: aclarar la capacidad y la duración de dicha capacidad para concentrarse en una actividad. 2. Presencia de apraxia, que puede confundirse con pérdida perceptual. 3. Un trastorno premórbido como defectos auditivos, incapacidad para hablar, o un déficit visual. t I rs Figura 9-25. Técnica de estabilización rftrnico para aumentar el Irmite de movimiento de la articulación del hombro. Conforme el terapeuta eleva, abduce y rata externamente (rex) al brazo con cierta tracción (t), el paciente resiste para evitar el movimiento. Después, el terapeuta intenta el movimiento opuesto exacto del brazo mientras el paciente opone resistencia. La misma cantidad de fuerza y resistencia deben ejercerla ambos. Se presenta movimiento articular mínimo (h), y casi toda la contracción muscular es isométrica. (De Cailliet, p6gina 83, con autorización). 11. Es eficaz el entrenamiento bilateral, en el cual el brazo normal se ejercita de manera simultánea con el brazo parético. El brazo normal en realidad da tratamiento al anormal y estimula la propiocepción al igual que ayuda a reobtener el arco o límite de movimiento. 12. El uso de modalidades como masaje con hielo, TENS, vibración y puntos desencadenantes de presión puede disminuir la espasticidad. Recientemente, los fisiológicos investigadores y en los centros de tratamiento clínico recomiendan a la biorretroalimentación en forma creciente y amerita aplicación y mayor investigación. La biorretroalimentación supone relajación muscular mediante respuestas verbales, visuales, sensitivas o auditivas. La retroalimentación electromiográfica utiliza estas respuestas y está convirtiéndose en una herramienta de investigación así como en una modalidad terapéutica. Hay muchos factores predictivos desfavorables al estimar la recuperación funcional de cualquier paciente. Se mencionaron la lesión sensitiva y el déficit perceptual. La visión periférica inadecuada constituye un factor pronóstico negativo al igual que la espasticidad profunda excesiva y una etapa flácida prolongada. Después de una evaluación completa de la lesión del paciente -funcional así como neurológica- no existe un método o técnica regular de reeducación muscular. El término es engañoso, debido a que reeducación es la reobtención o reentrenamiento de la función normal de control neurológico, en donde la musculatura periférica sólo constituye los órganos finales de la función. OSIFICACIÓN HETEROTRÓPICA El proceso de osificación verdadera es una complicación que se presenta en los pacientes con daño neurológico. Esencialmente se encuentra con mayor frecuencia en las lesiones de columna vertebral y en los pacientes con daño cerebral, y también puede complicar la atención del paciente con SCV completo. Se observan tres formas de osificación tisular: 1. La osificación heterotrópica neurógena, que se encuentra en pacientes con lesiones neurológicas graves, como las lesiones de médula espinal y daño cerebral grave; estos resultan de traumatismos. 2. Traumatismo muscular directo que produce osificación, a menudo después de daño tisular muscular importante y hemorragia local. 3. La miositis osificante congénita progresiva. 232-Hombro (Capítulo 9) La primera de estas categorías, la osificación heterotrópica neurógena que es una complicación del SCV completo, comienza como calcificación de los tejidos blandos alrededor de una articulación afectada neurológicamente. No debe denominarse como una miositis, por derecho, en vista de que podría indicar la inflamación del músculo, ni se considera como una artropatía, debido a que este término supone inflamación articular, la cual no existe. En consecuencia, se utiliza el término de osificación heterotrépíca, que excluye a las otras dos consecuencias. Este trastorno lo descubrió por primera vez, Riedel en 1883,cuando lo relacionó con la hemiplejía que sigue a una lesión cerebrovascular. A ésta, se han sumado otras numerosas lesiones neurológicas, como causa, desde entonces. La osificación heterotrópica afecta las caderas, rodillas, hombros y codos, en ese orden de frecuencia. Puede ser unilateral, aunque también puede ser bilateral y afectar a otras articulaciones de manera simultánea. La causa de calcificación heterotrópica todavía se desconoce. La afección es un verdadero proceso de osificación y microscópicamente semeja un hueso normal. Todos los aspectos del origen se resumen en un informe publicado por Garrison de manera reciente. Por regla, la osificación heterotrópica es asintomática y se descubre por accidente mediante la radiografía de una articulación que parece haber perdido el arco o límite de movimiento normal activo y pasivo. Clínicamente, es factible que haya un área de edema súbito, calor e hinchazón local, que puede cursar de manera gradual en la extremidad. Cuando la masa se presenta en la vecindad de una articulación, es posible que exista limitación de la misma con inicio rápido. El comienzo sucede tan pronto como dos semanas después del ataque de apoplejía, aunque puede ser tan tardío como de 3 a 6 meses posteriores. Los resultados radiográficos pueden no mostrarlo durante 7 a 10 días después del inicio de la inflamación clínica, el rubor y el eritema. Los hallazgos de laboratorio de elevación de la fosfatasa alcalina sérica se presentan antes de la verificación radiográfica positiva. Por lo general; hay cuatro etapas de osificación heterotrópica (Nicholas): Etapa 1: Inflamación tisular y rubor con elevación de la fosfatasa alcalina sanguínea. El hallazgo de esta etapa en un paciente con afectación neurológica alerta al médico de la posibilidad de osificación heterotrópica inminente. Etapa 2: Inflamación tisular, elevación de la fosfatasa alcalina y datos radiológicos de osificación inicial. Etapa· 3: Evidencia de inflamación tisular mínima, en caso de haber alguna, aunque persiste la elevación de la fosfatasa alcalina y los hallazgos radiológicos. Etapa 4: Tan solo osificación radiológica. Desaparecieron los datos de inflamación y la elevación de la fosfatasa alcalina. Los hallazgos de la biopsia son aquellos de un tejido óseo bien organizado, pero otros datos clínicos desaparecieron. Los hallazgos clínicos durante estas etapas no son paralelos con respecto a los síntomas y a la limitación articular. Esencialmente documentan los cambios patológicos de las cuatro etapas. Bibliografla / Hombro del Paciente Hemipléjico - 233 TRATAMIENTO En vista de que se predice a menudo las secuelas de la osificación heterotrópica por la disminución rápida del arco o límite de movimiento así como por la inflamación local y el rubor en los tejidos periféricos, es obligatoria la institución de fisioterapias activas y ocupaciones para retener o reobtener el arco o límite de movimiento. Se sugieren ultrasonido, diatermia con microondas, y otras formas de calor, pero no hay evaluación verificable de estas modalidades, por sí mismas, son significativamente efectivas, para favorecer el arco o límite de movimiento activo y pasivo y para atenuar de las molestias. Los esteroides por vía oral pueden disminuir la inflamación, pero no se ha confirmado el beneficio con respecto a la osificación fmal. Los antiinf1amatorios no esteroideos también fallan en esta categoría de tratamiento paliativo. La extirpación quirúrgica de la osificación sólo debe considerarse cuando el hueso se considera maduro y se ha valorado que afecta al rango de movimiento esperado. BIBLIOGRAFÍA An derson, Tp,et al: Predictive factors in stroke rehabilitation. Arch Phys Med Rehabil 55:545, 1974. Ayres, AJ: Perception of space of adult hemiplegic patients. Arch Phys Med Rehabil 43:552, 1962. Bach-y-Rita, P: Brain plasticity as a basis of the development rehabilitation procedures for hemiplegia. Scand J Rehabil Med 13:73, 1981. Bard, G and Hirschberg, GG: Recovery of voluntary motion in upper extremity following hemiplegia. Arch Phys Med Rehabil46:567, 1965. Beevor, CE: The Croonian Lectures. Adlard and Son, London, 1904. Benton, LA, et al: Functional ElectricaI Stimulation: A Practical Clinical Guide. Rancho Los Amigos Rehabilitation Engineering Center, California, 1980. Bierman, W and Lícht, S (eds.): Physical Medicine in General Practice, ed. 3. Hoeber, New York, 1952. 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Este síndrome se divide en mayor y menor, y no necesariamente hay dolor urente o de otra clase; esta clasificación permite reconocerlo y tratarlo de manera más temprana y oportuna. Boniea divide la OSR en categorías mayor y menor en las siguientes subdivisiones: DISTROFIA SIMPÁTICA REFLEJA Mayor Menor Causalgia Síndrome talámico Miembro fantasma Síndrome hombro-mano-dedo Posinfarto agudo del miocardio Posíndrome-cerebrovascular Posinyección Posfractura, yeso, férula Síndrome postsobreutiIización Es evidente que en las distrofias menores antes mencionadas, es posible la participación de cualquier traumatismo, el cual puede ser tan leve que sea difícil recordar la causa. La razón por la cual se incluye este síndrome en el hombro doloroso es debido a que la OSR mayor o menor se presenta en la extremidad superior. En vista de que la OSR es una complicación mayor en cualquier lesión de la extremidad superior, 237 (Capítulo 10) Distrofia Simpática Refleja - 239 dolorosa o no, su reconocimiento debe considerarse en pacientes con cualquier molestia relacionada con el brazo. La revisión de la bibliografía indica que el dolor urente y síntomas afines después de lesión nerviosa periférica los observó Paré en el siglo XVI (Bonica 1990). Este trastorno alcanzó notabilidad durante la Guerra Civil Estadounidense, cuando Mitchell y colaboradores, los describieron en soldados heridos que padecieron un dolor urente después de lesión nerviosa periférica, a menudo por heridas de bala. Este autor empleó el término causalgia para describir la característica quemante del dolor. Por lo general, este padecimiento se clasificacomo distrofia simpática refleja mayor. Numerosos clínicos siguieron con análisis descriptivos del síndrome. Letievant de Francia le atribuyó un origen neurológico. Sudeck publicó una descripción de las características radiológicas de la osteoporosis postraumática con DSR. Leriche describió la DSR como una secuela del sistema nervioso simpático que lo llevó a practicar simpatectomía periférica para tratarla con éxito. La DSR se mantuvo en el olvido durante mucho tiempo hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando se informaron numerosos casos y así se retomó el trastorno clínico. Se han utilizado numerosos términos en la bibliografía, como algodistrofia, simpatalgia, distrofia simpática refleja neurovascular, atrofia de Sudeck, osteoporosis postraumática, osteoporosis dolorosa postraumática, y síndrome hombro-mano-dedo. Con frecuencia el dolor persiste después que el traumatismo inicial desapareció; permanece en el nervio periférico transmitiéndose por fibras simpáticas. Esta clasificación de dolor persistente se ha denominado como dolor sostenido simpáticamente (DSS). Si hay menos evidencia de participación del sistema nervioso simpático, aún con persistencia del dolor, se utiliza el término de dolor independiente del simpático (DIS) (Roberts). Todos los anteriores refieren las siguientes manifestaciones clínicas: nervioso simpático de la extremidad. Otro hecho diagnóstico confirmatorio de DSR es su respuesta positiva a la interrupción simpática. El inicio del dolor varía entre DSR mayor (causalgia) yDSR menor en la primera comienza de inmediato o cuando menos en un periodo breve mientras que en la segunda, puede retardarse el dolor desde muchos días hasta meses. Para decir que es DSR el dolor debe ser de calidad urente. Este síndrome afecta la parte distal de la extremidad: ya sea superior en hombro-brazo-mano-dedos o inferior en rodilla-tobillo-pie-dedos. . Varían los mecanismos considerados. Mitchell (1872) propuso "un reflejo inexplicable en los centros de la médula espinal que se sienten en regiones lejanas fuera de la distribución del nervio lesionado". El autor modificó esta defmició~. Se sostuvieron numerosos conceptos, pero uno de los más recientes, el de Devor propone que la lesión daña o corta transversalmente el nervio afectado. Esta atractiva teoría conlleva la comprensión de la estructura de los axones nerviosos y la teoría del transporte axoplásmica. La hipótesis se ejemplifica en la figura 10-1. En la actualidad se considera que la función neuronal es mediante el transporte axon.al de proteínas y otros materiales requeridos por los tejidos y aportados por el nervio. Los impulsos sensitivos también se suministran por el transporte axonal. 238-Hombro 1. 2. 3. 4. 5. Dolor: descrito de manera variada. Cambios vasomotores: subjetivos y objetivos. Alteración funcional: muscular, cutánea y articular. Osteoporosis final. Osteoartrosis atrófica. La causalgia la definió la International Association for the Study ofPain (IASP) (Asociación Internacional para el Estudio del Dolor) como "un síndrome de dolor urente sostenido posterior a una lesión traumática del nervio aunada a disfunciones vasomotoras y sudomotoras y cambios tróficos tardíos". La ampliación del síndrome de DSR (Bonica, 1979a) incluye en la actualidad muchos trastornos de DSR sin dolor urente con todos los síntomas y hallazgos vasomotores y sudomotores. Esto podría conformar el dolor DIS mencionado por Roberts. En cualquier forma, los mecanismos básicos, la fisiopatología y los síntomas (Tahmouth) son bastante similares al DSR para justificar el término diagnóstico y los tratamientos. U na defmición de los términos de DSR clarifica esta entidad patológica. Distrofia indica la consunción de los tejidos musculares y óseos de la región, así como crecimiento anormal de las uñas de las extremidades e hiperqueratosis de la piel. Simpática indica los cambios vasomotores y sudomotores, como sudoración inadecuada, frialdad y cambios de color de la extremidad por vasoconstricción o vasodilatación. Refleja significa que los signos surgen de la distribución del sistema _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _.Túbulo _ Mitocondria Figura 10-1. Transporte neural axoplósmico: una teorfa. El flujo de protefnas y otros derivados comienza con la entrada de glucosa (G) a la fibra. Se presenta glucólisis y fosforilación (02) en la mitocondria mediante el metabolismo del adenosintrifosfato (ATP), el cual crea la energfa para la bomba de sodio. Esta bomba regula el equilibrio del sodio (Na) y del potasio (K) y determina la actividad nerviosa. Los filamentos del transporte se mueven a lo largo del axón mediante oscilación y acarreo de elementos nutritivos en la forma de protefnas a lo largo de la vfa nerviosa. (Datos obtenidos de Ochs, S: Axoplasmic transport: A basis for neural pathology). (Capitulo 10) 240-Hombro Distrofia Simpática Refleja - 241 --,,>-"; . ...« ~.." 4.~~_~;""_~_.:,,.,~.:"'_,~"";"~'~ El cuerpo celular de la neurona efectúa un nivel elevado de síntesis proteínica, que se conduce a través de toda la fibra nerviosa. Se ha demostrado que este mecanismo de transporte es bastante dependiente de un aporte sanguíneo adecuado. La presión en el axón nervioso, su flujo sanguíneo o ambos afectará el transporte axonal. Se altera el flujo a través de los microtúbulos del axón y los neurofilamentos. Además, la variación' de los componentes de las proteínas del nervio periférico determinan el resultado fmal de lesión axonal. Después de constreñido un nervio, las fibras pueden mostrar ramificaciones colaterales (Perroncito, Shawe). Durante la recuperación del nervio lesionado, la superficie expuesta del axón en regeneración presenta acumulación de más receptores de los normales (Devor). Estos receptores son adrenérgicos-alfa lo que resulta en propiedades eléctricas anormales de dicho nervio (Wall y Gutnick). Estos receptores excesivos y quizá anormales, se transforman en potenciales de acción ectópicos que favorecen la despolarización espontánea. Numerosos ~ excesivos, bombardean el sistema nervioso central e interfieren con el procesamiento central normal de información sensitiva. El sistema nervioso central, ya en un estado de hiperactividad e hiperreactividad por el bombardeo previo de los impulsos de las fibras nerviosas no mielinizadas ahora es más susceptible a la persistencia del dolor por esta liberación excesiva adicional de impulsos distales de adrenalina por las nuevas ramificaciones de las fibras nerviosas (Devor) (figura 10-2). El estímulo periférico se origina debido a químiosensibilidad y mecanosensibilidad anormal de las neuronas y no como resultado de otro estímulo fisiológico. El procesamiento sensitivo aberrante, a nivel central, de este bombardeo produce una sensación dolorosa (parestesia), y los reflejos simpáticos alterados producen las características somáticas de la DSR (figura 10-3). Hay teorías que incluyen al sistema nervioso periférico, diferentes de los mecanismos centrales. En el sitio de la lesión nerviosa hay una sinapsis entre las fibras dolorosas eferentes simpáticas y aferentes que hacen derivaciones de la información sensitiva (Doupe y colaboradores). Este concepto lo han refutado debido a que no explica por qué es eficaz el bloqueo nervioso simpático distal a la lesión. Otro concepto periférico supone la liberación, en la zona afectada (Leriche), de sustancias algésicas (nociceptivas) que produzcan hiperalgesia local, la cual, en su momento, favorece y sostiene un círculo vicioso. De los numerosos mecanismos centrales que se sostienen se acepta bastante el concepto de bombardeo de sustancias nociceptoras periféricas en las células del cuerno dorsal de las láminas IV a VI (figura 10-4). Según establecieron Rizzi y colaboradores, se desconoce la respuesta al hecho de que la causalgia se presente con mayor frecuencia en una lesión parcial de nervios que en la lesión completa, y tampoco se sabe por qué hay una incidencia tan baja de causalgia en tanto que suceden demasiadas lesiones neurológicas parciales. También se ha propuesto como un factor significativo al estado psicológico individual en el momento de la lesión (Wirth y Rutherford; Owens). Aún es necesaria mayor investigación para valorar si la susceptibilidad neuro-psico-humeral de las personas bajo ansiedad extrema, las predispone en caso de traumatismo a DSR causálgica. De manera reciente se ha sostenido una hipótesis (Ecker) acerca del hecho de que muchos casos de DSR se presentan después de un traumatismo relativamente menor, y de que el dolor y otros síntomas somáticos se exacerban por tensión Célula de schwann ~ Flujo del axón NGF Fador adrenógeno Figura 10-2. Excreciones axonales que forman un neuroma (esquemótico). Después de una lesión nerviosa con compresión o separación parciol o total, el factor de crecimiento nervioso (NGF) estimula al nervio a que avance distalmente y forme "yemas", las cuales crean mós terminales que el nervio normal mostrado en el dibujo superior. En virtud de la mayor secreción de factores adrenógeno, el nervio es mós sensible a los agonistas adrenógenos y transmite impulsos a la médula espinal que son mós susceptibles de transmitir el dolor (véase también la figura 10-5). emocional. Este autor afirma que la ansiedad preexistente, la tensión o ambas, aumentan la liberación de noradrenalina, la cual aumenta la hiperactividad arteriolar. El resultante vasoespasmo, con isquemia y liberación de nociceptores sobre los tejidos neurales, ya de por sí excitados por la noradrenalina en exceso por la ansiedad, la tensión o ambas, producen DSR. Así mismo, con frecuencia se agravan el dolor local y el referido por estímulos menores, no relacionados y razonablemente innocuos, que se transmiten al sistema nervioso central vía los mecanorreceptores. Por lo general, estos receptores y sus fibras aferentes no transmiten el dolor, pero en esta afección, lo favorecen. Este concepto se ilustra en la figura 10-5. El traumatismo original transmite los potenciales de acción a través de fibras nociceptivas del grupo e hacia los ganglios de las raíces dorsales (GRD), en donde se transmiten a la médula en la región de los cuernos dorsales (capas rexed). Bombardean dicha región y forman un grupo hipersensible de neuronas (denominadas WDR por Roberts). Estas neuronas pueden ser bombardeadas por impulsos vía mecanorreceptores de piel, músculos, tendones y ligamentos que llegan vía las fibras A-mecano de nervios mielinizados. Estos últimos impulsos interfieren con las regiones medulares ya de por sí hipersensibles (WDR) que pueden "derramarse", o afectar las células nerviosas proximales (cuerno lateral) de los nervios autónomos (simpáticos). Esto indica cómo la presión al tacto o el movimiento innocuos, no relacionados, pueden intensificar el dolor, incluso aunque estos sean mecanorreceptores y no nociceptores. Estos impulsos recorren distalmente (eferentes) el sitio periférico 242-Hombro Distrofia Simpática Refleja - 243 (Capítulo 10) TET Ganglios dorsales SG Fibras e Mecanofibras A 1/ " Figura 10-4. Transmisión causólgica (autonómica) de la sensación del dolor. El traumatismo irrita las fibras aferentes somóticas C, las mecanofibras A y las fibras simpóticas, cuyos impulsos proceden de la columna dorsal de la médula. Existe una conexión interneuronal en la médula que transmite impulsos eferentes vfa el sistema autónomo hacia la periferia, que sensibiliza la piel a los estfmulos mecónicos (tacto ligero). causando reacciones vasomotoras, así como estimulación de las sensaciones dolorosas simpáticas: En consecuencia, se explican los cambios vasomotores de la distrofia, y también la base de los impulsos aferentes simpáticos que inician el ciclo, el cual favorece en los irritantes mecanorreceptores (es decir, tacto, estiramiento, movimiento pasivo y activo). En las lesiones sintomáticas de hombro que a la larga cursan con DSR menor o mayor, es factible que aún permanezca sin respuesta el concepto etiológico, pero su frecuencia demanda atención, diagnóstica y terapéutica, para minimizar las secuelas invalidantes. Figura 10-3. Vfas neuronales de dolor. (A) Curso de las fibras sensitiva~ en un. nervio segmentarío con su ganglio en la rafz dorsal (G). Alentrar en la médula, las fibras ascienden del mismo lado en el tracto lateral posterior (TlP) y se decusan para cruzar dentro del tracto espinotalómico; el número 2 indica neuronas secundarias. la columna posterior (CP) tra~smite la sensación de la posición; AST conduce la sensación tóctil. (B) 1 = neuronas de la pn~era etapa para la médula; 2 = neuronas de segunda etapa a través del mesencéfalo (Mq bocio el tólamo (T); 3 = neuronas detercera etapa, lasvfastalamocorticales hacia la corteza cerebral (cq. DISTROFIA SIMPÁTICA REFLEJA (DSR) EN LAS LESIONES DE HOMBRO Mientras que la causalgia por DSR mayor se presenta postraumáticamente en las lesiones de hombro, por definición debe haber una lesión nerviosa parcial para que Distrofia Simpática Refleja - 245 {Capitulo 10) 244-Hombro se presenten la DSR y la causalgia. En padecimientos como las luxaciones de hombro, capsulitis adhesiva y lesiones hemiparéticas posteriores a la enfermedad vascular cerebral, no se requiere lesión de nervios para que exista DSR. La lesión de DSR menor del síndrome de hombro-mana-dedos, sin importar su origen, por lo general no se acompaña de una lesión nerviosa parcial o de causalgia dolorosa; sin embargo, se presentan todas las secuelas de DSR. SÍNDROME HOMBRO-MANO-DEDOS Traumatismo A SMP En este padecimiento hay disfunción del sistema nervioso simpático, pero con base fisiológica y origen también diferentes. Como regla, esta clase de DSR es mecánica, con origen vascular. La circulación normal de la extremidad superior puede dividirse de manera simple en componentes arteriales y venosos, que en ambos casos tienen un elemento mecánico. Estímulo COl\fPONENTE ARTERIAL Mecanoceptor B Se forma de la actividad cardiaca de bombeo, el tono arterial mayor, del ciclo de constricción-relajación, y de las fuerzas gravitacionales que propelen el flujo sanguíneo arterial hasta las porciones distales de la extremidad superior. El flujo sanguíneo a través de las arterias mayores y después por las arteriolas termina en los capilares, donde hay difusión hacia los tejidos. e COMPONENTE VENOSO AJerente simpático Distrofia -.- ..... ..- ..... ....- 1- .- Figura 10-5. Mecanismo neurofisiológico propuesto de dolor sostenido simpóticamente (DMS). Transmisión vía fibras nociceptoras C (A) de impulsos provenientes de tejidos periféricos que se han traumatizado y creado químicos nociceptores periféricos (véase detalles en el texto). Estos impulsos pasan a través de ganglios de las raíces dorsales (GRD) para activar la sustancia gris de la médula en las capas rexed. Alsensibilizarse, se denomina neuronas de rango din6mico amplio (WDR). Las WDR, 01 estar muy irritadas, reciben impulsos de la periferia vía las fibras mecanorreceptoras A, (B) los cuales transmiten normalmente sensaciones de tacto, vibración, temperatura, etcétera. Cuando se estimule la periferia (tacto de la piel, presión o movimiento articular), estos impulsos favorecen y conservan la irritabilidad de los WDR. Los impulsos que provienen de los WDR continúan hacia el nivel cefálico a través de los tractos espinales talómicos laterales (TETL) a los centros taló micos con lo continuación del dolor. Los impulsos de los WDR irritan los células de los cuernos laterales (CCL), las cuales generan impulsos simpóticos que inervan los tejidos periféricos, lo que produce los síntomas y hallazgos de la distrofia (C). El retorno venoso al cor azón y a los pulmones es mediante las venas y linfáticos en virtud de la acción de bombeo. Los músculos del antebrazo, la mano y los dedos, casi de hecho, bombean la sangre proximalmente con la ayuda de la gravedad. Es indispensable sostener el brazo con frecuencia por arriba de la cabeza para que la gravedad sea efectiva. Por lo tanto, los músculos del cinturón del hombro actúan como bomba en esta actividad, ya que mueven al brazo en todas direcciones y, además de ejercer dicho efecto de bombeo en los vasos linfáticos y venosos y en los elementos sanguíneos en dirección al corazón, elevan la extremidad superior por arriba del nivel del corazón (figura 10-6). La acción muscular repetida de apretar y relajar la mano y los dedos bombea la sangre y el líquido linfático en dirección proximal. La zona más irrigada de la mano y los dedos es la cara palmar, mientras que el drenaje venoso-linfático está en la región dorsal. La incapacidad de cualquiera de dichas bombas, a nivel del hombro o la mano, para funcionar adecuadamente pueden favorecer el trastorno doloroso e incapaci- 246 Hombro (Capitulo 10) Distrofia Simpática Refleja - 247 MECANISMO DEL SÍNDROME HOMBRO-MANO-DEDOS Las secuelas del síndrome hombro-mano-dedos que se relacionan con el hombro son aquellas que resultan de la falta de función de la bomba a este nivel, como resultado del trastorno inicial cualquiera que esta sea. El brazo es incapaz de moverse de manera adecuada, y por último no puede moverse por arriba del nivel del corazón. El movimiento inadecuado del cinturón del hombro impide la acción de la bomba superior, y hay disminución del flujo linfático venoso. Hay muchos factores que pueden iniciar la acción limitada del hombro, entre los cuales están: 1. 2. 3. 4. Capsulitis adhesiva. Fractura-luxación de la articulación glenohumeral. Tendinilis supraespinosa dolorosa. Lesión poshemipléjica del hombro. Las etapas del síndrome hombro-mano-dedos se describen en la figura 10-7. DIAGNÓSTICO DEL SÍNDROME HOMBRO-MANO-DEDOS Figura 10-6. Bombas linfóticas venosas de la extremidad superior. tante que se denomina síndrome hombro-mano-dedos. La p~rdida de ~a flexión-~x tensión alternada de la mano y los dedos, elimina la bomb~ dIstal..Es ?~en conocido que una fractura luxación de la muñeca o los dedos con o sm la aplicación de un yeso puede iniciar este padecimiento. . . El dolor por este síndrome varía desde una molestia, dolor profundo, hipersensibilidad dolor al movimiento o incluso una sensación urente leve. Por lo general, el dolor no' se presenta de manera inicial o necesariamente en forma temp!'ana e.n~~ta entidad aunque es posible observalo de muchos días a semanas después del micro. Con mayor frecuencia hay alteraciones en la función que no.se relacionan con dolor, razón por la cual no se diagnostica en muchos casos al conuenzo. El complejo del síndrome hombro-mano-dedos descrito por Osler en 1897 después de un infarto del miocardio, lo formularon Steinbrocker y colaboradores Posteriormente, sin importar el sitio y fuente del dolor inicial en la región del hombro, se observó que las secuelas eran idénticas. Es posible que el síndrome se origine en ambos hombros, pero por lo general se presenta en uno sólo. Excepto en el caso de infarto del miocardio, sucede con mayor frecuencia en mujeres. El hombro suele afectarse primero, después la mano y los dedos, pero, al igual que en el caso de una fractura de Colles, puede presentarse la secuencia opuesta. El hombro puede llegar a estar rígido, con límite o arco de movimiento pasivo y activo limitado y se debe investigar su causa. Gran parte de dichas causas se analizan en el texto y son las siguientes: 1. Tendinitis del supraespinoso. 2. Desgarro del manguillo rotador. a) Parcial b) Completo 3. Capsulitis adhesiva. 4. Hemiplejía cerebral posvascular. 5. Etapa posterior a fractura-luxación dentro del complejo escapular humeral. 6. Paresia del hombro por lesión nerviosa periférica. 7. Paresia sistémica, como el síndrome de Guillain-Barré, poliomielitis. 8. Lesión de médula espinal con paraplejía o cuadriplejía. 9. Inmovilización inadecuada por la aplicación de un yeso o una posición sostenida. 248-Hombro (Capítulo 10) Distrofia Simpática Refleja - 249 mano opuesta o su existencia escapará a la observación. Este rango limitado de movimiento es el comienzo imperceptible de la pérdida del bombeo distal. La disminución de la flexión de los dedos la provoca el edema bajo los tendones (figura 10-8). La elevación de estos tendones disminuye su eficacia mecánica. Por último, el edema se disemina hacia (por debajo de) los ligamento colaterales, el cual impide aún más la flexión total de los dedos. Normalmente, los ligamentos colaterales se relajan cuando los dedos están en extensión completa. Esto permite la abducción y la aducción de los dedos. Debido a que los extremos distales de los Ligamento colateral o Figura 10-7. Secuencia que favorece el síndrome hombro-mono-dedo congelado. El inicio del síndrome hombro-mano-dedos con DSR se observa primero en la mano, donde hay edema agudo. La evidencia inicial de este edema se observa en el dorso de los dedos, donde predominan los vasos venosos y linfáticos. La piel se vuelve brillante, lisa, y pálida. Se borran los pliegues y los nudillos de cada una de las articulaciones. Puede producirse hoyuelo, pero el grado suele ser tan mínimo que es factible que pase desapercibido. Se disminuye la flexión completa. La evaluación requiere de atención cuidadosa acerca del grado de limitación, aunque sea mínimo debe compararse con la de la Figura 10-8. Cambios de los dedos en el síndrome mano-hombro. 1) Extensión normal de la articulación metacarpofalóngica con relajación del ligamento colaterol. 2) Flexión normal de la articulación metacarpofalóngica con tensión de los colaterales. 3) Edema en el dorso de la mano que eleva los tendones extensores y evita la flexión. Los ligamentos colaterales nunca estón completamente extendidos y desarrollan una contractura. Esto limita aún mós la acción de bomba de la flexión de la mano. 250-Hombro Distrofia Simpática Refleja - 251 (Capítulo 10) met~carpianos y las falanges son ovoides (formando una articulación tipo distrosis), los ltgamentos colaterales llegan a tensarse conforme se flexionan los dedos en su porción distal (figura 1a-9). ~;. . Si los ligamentos colaterales se tensan en virtud del edema que se forma debajo de éstos al extenderse los dedos, no se permite la flexión. Cuando los ligamentos colaterales se tensan con extensión de los dedos, tienen una lasitud insuficiente para permitir que se deslice la cara proximal de la siguiente falange distal en flexión sobre la superficie articular distal ovoide de la superficie de la articula~ión pro~al. El bombeo distal de la mano se decrementa aún más y por último se elimina. En un principio edematosa e isquémica, la piel se engrosa para finalmente atrofiarse. Clínicamente hay hiperhidrosis inicial (actividad sudomotora excesiva). La mano está húmeda. Puede estar pálida o con un rubor leve. El color cambia dependiendo de la lesión del tono vasomotor o de si hay vasodilatación o vasoconstricción. En consecuencia, la mano está húmeda, pálida, fría o caliente y, cuando se compara con la mano normal, se observa la anormalidad vasomotora/sudomotora en forma temprana. Aunque la piel afectada en la DSR, a menudo, está más fría (por vasoconstricción) que caliente (por vasodilatación), hay aumento del flujo sanguíneo en los tejidos subcutáneos (Christensen y Henricksen), músculos (Sylvesty colaboradores) y huesos (Ficat y colaboradores). Este aumento del flujo sanguíneo óseo puede explicar el aumento de la actividad que se observa en las gammagrafías óseas radiactivas en la DSR. Dicho aumento del flujo sanguíneo profundo también puede iniciar una derivación arteriovenosa transitoria con disminución del flujo sanguíneo superficial, en consecuencia la distrofia extrema. Los folículos pilosos se hipertrofian (hipertricosis), al igual que las uñas, por la excesiva actividad sudomotora. Todos los cambios sudomotores y vasomotores son imperceptibles al principio y aumentan de manera gradual. La etapa en la que se descubren y el punto cuando se inicia el tratamiento, determinan la corrección o reversión de los cambios estructurales. Etapas del síndrome hombro-mano-dedos Etapa 1: Signos vasomotores de hiperhidrosis con edema. • Limitación del movimiento del hombro (con o sin dolor). • Edema del dorso de la mano con hoyuelo inicial. • La piel está brillante, seca o húmeda. • Limitación del límite de movimiento en la flexión de los dedos. • Dolor a la extensión de la muñeca. Etapa 2: El cambio más importante es con respecto al edema, que se vuelve más duro y no puede deprimirse al ejercer presión sobre éste. • • • Extensión Flexión Figura 10-9. Flexión-extensión normal de las articulaciones metacarpofalóngicas. Debido a la forma elíptica de la cabeza de los metacarpianos, los ligamentos colaterales se aflojan con la extensión de los dedos y se tensan cuando los dedos se flexionan. (LM = límite de movimiento). • • • • Es posible que disminuya el dolor del hombro, y puede haber ligero aumento del rango de movimiento activo y pasivo. El edema de la mano parece mitigarse pero es menos depresible. La piel es menos elástica; no hay pliegues en las articulaciones metacarpofalángicas o falángicas distales; es común que en este momento la mano esté fría y seca. Los dedos están rígidos. Las uñas y los cabellos se hipertrofian. La piel es menos sensible. Es evidente la osteoporosis en las radiografías. Etapa 3: • Hay atrofia progresiva de huesos, piel y músculos. • Hay limitación del límite de movimiento pasivo en las articulaciones metacarpofalángicas y falángicas distales. • Las uñas son quebradizas y con surcos; los folículos pilosos son grandes y frágiles. • Ahora, el dolor puede ser mínimo o estar ausente excepto cuando se intenta el movimiento pasivo. • La mano puede semejar la lesión de la mano intrínseca menor (figura 1a-10). 252-Hombro Distrofia Simpática Refleja - 253 (Capítulo 10) Durante el curso del síndrome hombro-mano-dedos, hay cambios articulares atróficos al fmal. El cartílago de las articulaciones de la mano -carpiano, metacarpiano y falángico- impide la circulación articular en virtud de la isquemia por anormalidades vasomotoras, por lo que se produce artritis atrófica. Ahora, la mano y los dedos se quedan en posición de garra y no es posible algún movimiento pasivo o activo. No hay dolor, pero tampoco función de la mano o de la muñeca. Las etapas 1 y 2 se consideran reversibles hasta un grado funcional práctico. La etapa 3 tiene tantos cambios estructurales irreversibles que hacen que la recuperación funcional sea limitada, en caso de ser factible. Es previsible el diagnóstico cuando existen cambios cutáneos imperceptibles de la mano en cualquier padecimiento de la extremidad superior en el que haya: 1. 2. 3. 4. Un problema del hombro que se caracterice por dolor y limitación. Dolor o limitación del codo y la muñeca. Dolor y limitación de los dedos de la mano. Traumatismo de la extremidad superior, como cirugía, inyección, o un esguince-desgarro. 5. Un padecimiento sistémico con dolor referido a la extremidad superior. TRATAMIENTO Figura 10-10. Patrones de la mano. A, describe la mano que semeja la "mano menor intrínseca". Lafalange proximal se conserva en extensión con acción tenodésica que flexiona las falanges distales. B, simula la "mano menor intrínseca", con extensión de todas las falanges pero con flexión de la articulación metacarpofalóngica. Las radiografías que muestran atrofia ósea (osteoporosis) pueden observarse tempranamente incluso en la etapa 1, pero en general, se percatan de ésta en la etapa 2. Los estudios radiográficos diagnósticos siempre deben incluir la otra mano para compararlas, debido a que los cambios iniciales son imperceptibles. Los estudios de densidad ósea que se han desarrollado permiten diferenciar y clasificar el grado de osteoporosis, pero son de interés más académico que clínico en vista de la necesidad de establecer que el diagnóstico inicial no habrá de hacerse según los hallazgos de los cambios de la densidad ósea en las radiografías de la mano. Hacia la etapa 3, está en sus inicios. El tratamiento de DSR varía sólo ligeramente cuando hay dolor causálgico o no. Este obviamente se trata de modo enérgico hasta que se obtengan resultados o se minimice de manera importante. Sin el aliviodel dolor causálgico, el síndrome no puede remediarse o moderarse. El tratamiento de las secuelas de la distrofia refleja también deben dirigirse de manera simultánea y enérgica al dolor causálgico. Aliviar el dolor y tener una mano en etapa residual 3, es posible que no sirviera al paciente. De manera universal se indica la interrupción de la hiperactividad simpática. Para la DSR de la extremidad superior, originalmente se consideró diagnóstico y terapéutico el bloqueo químico del sistema nervioso simpático en el ganglio cervicotorácico "estrellado" ~ Se recomendaron otras formas de intervención simpática, pero el bloqueo del ganglio cervicotorácico "estrellado" aún persiste como tratamiento inicial. White y Sweet sugieren que, debido a la prevalencia de factores emocionales afines a esta alteración, es indispensable considerar una prueba diagnóstica placebo. Habrá de tomarse en cuenta la interrupción simpática, si se obtiene alivio después de' un anestésico local, pero sin que haya respuesta a la aplicación de una solución salina estéril. En vista de que este padecimiento es tan ominoso y de que el bloqueo del ganglio cervicotorácico "estrellado" (figura 10-11) es relativamente sencillo y seguro, debe considerarse y llevarse a cabo el tratamiento activo inicial. En caso de que los-problemas emocionales graves sean importantes, el tratamiento de los mismos habrá de ser parte del régimen terapéutico. Se deben practicar una serie de bloqueos del ganglio cervicotorácico "estrellado", en general un mínimo de cuatro y más, antes de pensar en la extirpación quirúrgica de dicho ganglio. La decisión se fundamenta en los resultados subjetivos 254-Hombro (Capítulo 10) Ganglio ~ Vaina carotfdea l'n ··v // ~Escaleno ~a%: .•.. ~ Plexo braquial t::=:Escaleno Figura 10-11. Técnica del bloqueo del ganglio cervicotorócico "estrellado" o del plexo braquial. Para el bloqueo del ganglio cervicotorócico "estrellado", se mueve la troqueo hacia un lado y la aguja se introduce entre ésta y la arteria carotídea hasta el cuerpo vertebral. Así, la aguja se mueve ligeramente hacia el lado del cuerpo; y se inyectan de 3 a 5 mi de un anestésico. Siempre es necesario aspirar antes de la infiltración del anestésico. y objetivos de la simpatectomía química y de la duración de los beneficios. Este es un juicio clínico que se basa en la experiencia del médico tratante. El bloqueo del ganglio cervicotorácico "estrellado" se juzga eficaz si hay: 1. Alivio o disminución del dolor. 2. Un síndrome de Horner, que indica que la cadena simpática se interrumpió (estos signosson miosis,enofta1mosyptosis). Tambiénse observa con frecuencia anhidrosis, conjuntivas hiperémicas, ligero enrojecimiento de la cara, y bloqueo de las narinas. 3. Una elevación notable de la temperatura de la piel de la extremidad. Gran parte de los beneficios del bloqueo del ganglio cervicotorácico "estrellado" se pierden o disminuyen en las siguientes 24 a 48 horas y es necesaria la práctica de otro bloqueo. Es común que los siguientes bloqueos se efectúen a intervalos de 5 a 7 días. Pueden anticiparse beneficios más permanentes de la intervención simpática según se enuncian a continuación: Distrofia Simpática Refleja - 255 1. Satisfactorios a) Si un solo bloqueo proporciona alivio total. b) Si un solo bloqueo proporciona alivio significativo del dolor. e) Si después de un bloqueo inicial beneficioso un bloqueo subsecuente proporciona mayor alivio de manera importante. 2. Inadecuados a) Si el primer bloqueo tiene efecto beneficioso pero cada uno de los subsecuentes son menos o totalmente ineficaces. b) Si el efecto beneficioso del bloqueo aminora después de desaparecer el efecto anestésico. Este hecho cuestiona, en parte, el valor de agregar una sustancia esteroidea al anestésico. La respuesta final a esto aún requiere confirmarse. Es probable que el añadir un anestésico de larga duración sea de mayor valor que los esteroides. Si hay beneficios de la interrupción química de la sustancia simpática, pero no se continúan, es indispensable pensar en una simpatectomía. Sin embargo, para esta última es necesario que el paciente comprenda y acepte los efectos residuales como ptosis persistente, enoftalmos, miosis e incluso cierta ptosis facial cosmética. Se han sugerido y se han encontrado que es benéfico el uso de esteroides orales o intramusculares. Al igual que al prescribir cualquier medicamento, los efectos colaterales indeseables habrán de sospecharse contra el valor esperado del fármaco. Es factible que sean valiosas dosis grandes de un esteroide durante poco tiempo y requieren vigilarse con cuidado evaluando los beneficios contra los efectos colaterales indeseables. Los pacientes con dolor causálgico intratable grave que no se benefician o no pueden beneficiarse del bloqueo del ganglio cervicotorácico "estrellado", pueden recurrir a la guanetidina intravenosa (Hannington-Kiff). Este fármaco se administra por vía intravenosa en la extremidad afectada con un manguillo que se aplica para restringir el efecto de la guanetidina en dicha parte de la extremidad. Así mismo, se aconseja la reserpina intravenosa, que es un vasodilatador (Benzon y colaboradores). Todos estos tratamientos intravenosos habrán de administrarse en una instalación hospitalaria para evitar las reacciones adversas inmediatas o latentes. El uso de ENET se ha encontrado que es eficaz, al igual que la acupuntura. Ambos están siendo investigados, por lo que no se utilizan aislados o hasta que haya pasado un tiempo razonable de investigación en el cual se pruebe su beneficio limitado. Además de los beneficios obtenidos con el bloqueo del ganglio cervicotorácico "estrellado" o de la medicación estero idea, o de ambos, es imprescindible atacar enérgicamente cada factor lo.cal del síndrome. El edema debe eliminarse antes que se endurezca. Esto requiere la elevación del brazo y de la mano por arriba del nivel del corazón, a una frecuencia de cada media hora durante el día; esta situación es problemática con un rango de movimiento limitado en el hombro, por dolor o adherencias. Habrá de utilizarse todas las modalidades terapéuticas para la recuperación del límite de movimiento del hombro, las cuales se analizaron en secciones previas. Esto incluye: 256-Hombro (Capitulo 10) Figura 10-12. Tratamiento antigravitatorio de la extremidad edematosa. la mano y el brazo se envuelven, distal a proximal, con un vendaje elóstico. la mano en el soporte se sostiene por arriba de la cabeza. Esta posición drena el edema y conserva el límite de movimiento del hombra con extensión del codo. 1. 2. 3. 4. S. 6. Ejercicios para el arco o límite de movimiento pasivo. Ejercicios para el arco o límite de movimiento activo. Estimulación eléctrica. Aplicación de la unidad de ENE'T. Ultrasonido aplicado al hombro. Actividad de la posición cotidiana, como una tabla faldera en un paciente con apoplejía o un dispositivo mecánico por arriba de la cabeza (figura 10-12). Así mismo, es obligatoria la eliminación del edema de la mano. Esto puede llevarse a cabo en muchas formas, por ejemplo, vendaje retrógrado (figura 10-13). Thmbién es eficaz el vaciamiento manual de cada dedo y de toda la mano por el terapeuta. Esto puede llevarlo a cabo el paciente utilizando la mano contralateral normal o, un paciente incapacitado con la ayuda de un miembro de la familia que recibió las instrucciones para hacerlo. También es útil el uso de un equipo neumático de Jobst. Distrofia Simpática Refleja - 25í Figura 10-1 3. Eliminación del edema del dedo. Cada dedo se envuelve con firmeza con un cordel grueso, comenzando en la punta y moviéndose hacia la palma. Este procedimiento debe llevarse a cabo muchas veces al día y con frecuencia puede efectuarlo el mismo paciente, utilizando la extremidad superior no afectada. En pacientes con síndrome cerebrovascular en etapa flácida o espástica (véase el capítulo 9 acerca del Hombro del paciente hemipléjico), es importante colocarle la mano, muñeca y dedos, en forma adecuada y frecuente. El objetivo de estas posiciones es asegurar la elevación de la muñeca y los dedos. Movilizar sólo los dedos y no la muñeca evitaría una recuperación inadecuada. Debido a que en general existe un componente vasomotor importante en el síndrome hombro-mano-dedos, son valiosos los baños de contraste. Estos pueden utilizarse de manera individual o junto con (antes y después) de eiercicíos activos y pasivos. Se utilizan dos cubetas de plástico. Una se llena con hielo raspado, y la otra con agua caliente. El hielo puede tolerarse sólo durante un sumergimiento breve, sin embargo, mientras mayor tiempo el paciente pueda tolerarlo mayor será el beneficio. Se recomienda movimiento activo dentro del agua helada. Después de esto sigue la transferencia inmediata al agua caliente, donde la mano se moviliza de manera activa y pasiva dentro del agua. Es obvio que habrá de probarse la temperatura del agua con la mano normal antes de sumergir la mano afectada. (Capítulo 10) 258-Hombro B Distrofia Simpática Refleja - 259 o Figuro 10-14. Movilización de las articulaciones de la muñeca y los dedos. Utiliza el concepto de juego articular. Las flechas horizontales describen la tracción sobre la articulación, y las flechas verticales, el movimiento de translación articular. Las flechas curveadas en D, describen el movimiento de rotación junto con translación y tracción. A, es una vista lateral de la muñeca, donde CP representa los huesos carpianos proximales. S, es una vista vertical de la muñeca, que muestra el radio y la ulna articulóndose con los huesos carpianos proximales. e, es una vista lateral de la articulación metacarpiano (MC) con la falange proximal (fP). D, es una vista vertical de la articulación metacarpiano-falange proximal con tracción, translación y rotación sobre el eje articular. Debido a que los cambios finales de artritis isquémica atrófica pueden presentarse en las articulaciones de la muñeca ylos dedos, es indispensable llevar a cabo el arco o límite de movimiento completo. Cada articulación debe estirarse manualmente; habrá de moverse la muñeca en todas direcciones,las articulacionesmetacarpianas ycada una de las articulaciones interfalángicas. Estos movimientos deben incluir tracción, translación y movimientos laterales así como flexióny extensión (figura 10-14). En vista de que el hombro suele estar limitado en el rango de movimiento y parcial o completamente congelado, es factible que también se requiera su movilización (figura 10-15) al igual que la de la muñeca y las articulaciones de los dedos. Los ejercicios activos son la última modalidad de mayor valor en cualquier tratamiento para recuperar la función y disminuir el dolor. El uso de masilla plástica, B Figuro 10-15. Tratamiento de manipulación del movimiento involuntario de la articulación glenohumerol. (A) Elevación de la cabeza humeral contra la fosa glenoidea. Se presiona sobre el tronco del húmero, mientros que la otra mano evita elevación de la escópula, lo cual provoca que el húmera se eleve, por lo mismo, el estiramiento de la cópsula anterior. (B) Movimiento anterior y posterior de la cabeza del húmero contra la glenoides. Es indispensable aplicar tres puntos de contacto. Una mano moviliza al húmero mientras la otra mano fijo la escópula. El codo o el antebrazo se fijan por el cuerpo o el codo del terapeuta. arena caliente, agua caliente o bandas de goma para calentar y dar resistencia a todo el movimiento de los dedos, es una medida apreciada de tratamiento en el hogar. El terapeuta ocupacional es sumamente importante para la delimitación, dirección y supervisión de un buen programa clínico y domiciliario. Las consecuencias del síndrome hombro-mano-dedos además conllevan atrofia de los músculos, de la piel y osteoporosis. Todos pueden minimizarse, revertirse o mejorarse mediante ejercicios activos, activos asistidos y activos resistidos. 260-Hombro Bibliografía / Distrofia Simpática Refleja - 261 (Capftulo 10) de lesión residual crónica. La distrofia simpática refleja grados 1 y 2, deben revertirse en forma temprana, mientras que todavía sean reversibles. ASPECTOS PSIQUIÁTRICOS c Las consecuencias psiquiátricas completas de la DSR son complejas, pero el tema no puede descartarse. La designación de personalidad periartrítica y personalidades tipo A se utilizan con frecuencia en la bibliografía médica para suponer una tendencia a desarrollar ciertos trastornos neurológicos, Wirth y Rutherford han estudiado los problemas de los efectos emocionales de la distrofia simpática refleja DSR y se cuestiona si el estadó causálgico es puramente psicógeno y se complica por compensación, histeria o incluso simulación (Shaw). Dada la limitación de conocimiento de los aspectos neuro-hormonales-fisiológicos de muchos de los estados dolorosos, sólo puede sugerirse una relación sin una verificación concreta. Se hace evidente en los estudios neurofisiológicos que el sistema límbico participa en los estados emocionales y que el ciclo de la serotonina está incluido en el dolor crónico. Aún es hipótesis cuál es el efecto de la serotonina, o de la influencia hipotalámica o límbica en la DSR. El paciente con DSR está realmente bajo coacción grave, y es superflua la pregunta de si el estado emocional es causal o sólo un factor componente; ambos deben consignarse. Habrá de mitigarse la ansiedad, y debe reconocerse la depresión y tratarse. Es indispensable tomar en cuenta e implantar todos los aspectos del tratamiento, incluyendo biorretroalimentación, terapia de relajación, medicamentos, y asesoría psicológica. BIBLIOGRAFÍA Figura 10-15. (Continuación). (e) Movimiento lateral de la cabeza del húmero hacia fuera (separación) de la glenoides. Una mano del terapeuta jala en óngulo recto al tronco del húmero mientras se fiian la escópula y el codo. (O) Tracción para separar la cabeza del húmero de la fosa glenoidea mientras el brazo se abduce y gira externamente y de manera gradual. Se aplica controrresistencia (fijación) contra el borde axilar de la esc6pula. En este punto el autor desea hacer una advertencia. Con demasiada frecuencia el médico prescribe un bloqueo de ganglio cervicotorácico, o "estrellado", o un curso de esteroides por vía oral, pero se minimizan las secuelas de la DSR y no se logra la recuperación total final de la función de la mano del paciente. Muchos pacientes con D8R incipiente inicial (síndrome hombro-mano-dedos) tendrán un mejor pronóstico si se les reconoce tempranamente la lesión y se comienza el tratamiento activo sin interrupción simpática). Sin embargo, la vigilancia cuidadosa es obligatoria para valorar la recuperación gradual y la prevención Benzon, HT, Chomka, CM, and Brunner, EA: Treatment of reflex sympathetic dystrophy with regional intravenous reserpine. Curr Res Anesth 59:500, 1980. Bonica, JJ: Causalgia and other reflex sympathetic dystrophies. In Bonica, JJ, Liebeskind, JC, and Albe-Fessard, (eds): Advances in Pain Research and Therapy, Vol 3. Raven Press, New York, 1979a, page 141. Bonica, JJ: The need of a taxonomy. Pain 6:247, 1979b. 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Síndrome escapulocostal, síndrome de dolor miofascial CAPíTULO 11 La razón por la cual el autor incluye el síndrome escapulocostal en el mismo capítulo que el síndrome de dolor miofascial es porque la musculatura ofensora de los dos es la misma y las secuelas dolorosas, son semejantes. Sólo pueden diferir la causa y la patomecánica. Las tensiones posturales ocupacionales las han estudiado universalmente, debido a que el dolor muscular de la región superior del músculo trapecio ha llegado a predominar gradualmente tanto como el síndrome de dolor lumbosacro en lesiones industriales (Hagberg y colaboradores 1987).Todas estas son formas fundamentalmente de dolor del cinturón escapular. SÍNDROME ESCAPULOCOSTAL Este síndrome, en esencia es dolor en el grupo muscular del trapecio (el elevador de la escápula y el romboideo), un padecimiento doloroso invalidante, que se estima provoca 90% de todos los casos de dolor cervicobraquial (Michele y Eisenberg). La afección de la fibromialgia, además ha ganado notabilidad en décadas recientes, y amerita mayor evaluación. Ambos se relacionan con el síndrome de desembocadura torácica, que se analiza en el capítulo 7. Este síndrome también se denomina de fatiga postural, y se ha considerado que la gravedad sobre la musculatura escapular es una de las causas. La rotación inferior de la escápula forza el movimiento superior y lateral de la cara medial superior de este hueso (figura 11-1), al cual se unen los músculos afectados. Se fatigan y se convierten en sitios de nocicepción. Se incurre en los aspectos posturales del 265 Síndrome Escapulocostal- 267 (Capítulo 11) 266-Hombro Evitar M. elevadorde la escápula " 0\\\\ O O O \\\\~ \\\\~ \' Puntode "desencadenamiento" , \\'\ ~~" ~~\l,.--"''''4'''_ } \.~ 1 O O O O O Tensión de la parte inferior de la espalda Sin soporte de la espalda O O O O ..... ..... ... ... '" ,---I I S, Figura 11-2. Postura a evitar en posición sentada. I I I 1 Figura 11-1. Zona de desencadenamiento del músculo elevador de la esc6pula en el síndrome de fatiga postura!. Con la rotación lateral inferior de la esc6pula (flechas curveadas), el 6ngulo medial superior de la esc6pula mueve la inserción del músculo elevador escapulor (V-S 1 a V-52). El músculo bajo esta tracción se vuelve isquémico, inflamado y, por lo tanto, est6 hipersensible y doloroso en el sitio desencadenante. síndrome escapulocostal, con las posturas cotidianas al sentarse (figura 11-2) yen las posturas ocupacionales al estar parado (figura 11-3). En pacientes con este síndrome, no hay datos que orienten hacia el origen del trastorno, ya que los síntomas casi siempre son subjetivos. No se generan signos de inflamación, o enfermedades reumáticas o neuromusculares. Hay hipersensibilidad muscular local. Los estudios electromiográficos en pacientes con este síndrome no muestran alguna anormalidad, excepto fatiga (disminución de la amplitud mioeléctrica y de la frecuencia media de capacidad en la electromiografía EMG. Hagberg y Kvarnstrom). Esta fatiga no se relaciona con ningún cambio bioquímico o metabólico o con hallazgos de la biopsia muscular. Se ha considerado al efecto de la isquemia por contracción isométrica muscular sostenida como la causa de los síntomas. Con una contracción isométrica sostenida de 20% (Edwards), se reduce la circulación del músculo. Así mismo, resulta acumulación de ácido láctico, lo que provoca un pH bajo que a su vez inhibe la función normal de las enzimas musculares (Sahlin y colaboradores). Esta isquemia muscular causa reducción de la fuerza, coordinación y resistencia, al igual que molestia y dolor. Se ha demostrado que periodos de reposo tan breves como de dos segundos alteran esta secuencia metabólica (Hagberg, 1981), por eso es improbable que la isquemia sea la causa del dolor prolongado o retardado, en vista de que con poco reposo se restablece el equilibrio fisiológico. Están elaborándose estudios metabólicos con respecto a la elevación de la creatinfosfoquinasa sérica (CPK) después de esfuerzo muscular con dolor e hipersensibilidad resultantes. La elevación sérica de CPK indica disminución de la energía del adenosintrifosfato (ATP) del músculo (Thompson y colaboradores), un hallazgo que podría mejorar a futuro la evaluación de las enfermedades musculares do~o~osas y sus orígenes. Todavía no se ha puesto en práctica esta teoría en condiCIOnes suficientes para verificar una relación causa-efecto. . . La posición sostenida del brazo hacia delante también induce fatiga en las articulaciones glenohumerales (deltoides) así como en la musculatura escapular de 268 - Hombro (Capítulo 11) Evitar Tensión de la parte inferior de la espalda Síndrome Escapulocostal - 269 causan una producción de metabolitos y edema, activando los receptores ~ dolor. La lesión a la colágena, además eleva la excreción?e hi~roprolinay se.consldera causa del dolor (Abraham), pero, una vez más, no intervíenen las tensiones postur~~s ocupacionales normales y sólo requieren considerarse cuando se sabe que la lesión es aguda y grave. . . . En capítulos previos se analiza con profundidad la isquemia del tendón supraespinoso como la tan llamada zona isquémica crítica (R!ithburn y. MacNab). Las posturas con el brazo elevado que requieren la c~ntraccIón s?st~mda del músculo supraespinoso, supuestamente causan isquemia ~n los sIgUl~ntes segu,ndos. Por lo tanto, es evidente que la contracción repetida o sostem~a. del musculo supraespinoso inicia una isquemia prolongada del músculo que, por último, produce . .. cambios enzimáticos tisulares. Fassbender y Wegner estudiaron estos cambios .de los tejidos blan?os, que se conocen como transformación mesénquimatosa. QUIZá estos sean .cambIos d~gene rativos dolorosos que al final se presentan para causar dolor persistente residual y lesión. Sin importar los cambios vasculares, enzimáticos o es~ructurales exacto~ que inducen el hombro doloroso en situaciones posturales ocupacionales, se ?ace eVld~n te que el modificar dichas posturas podría ser razonable y benéfic~. TIene s~n~Ido desde un punto de vista científico la interrupción frecuente de un mmuto (Cailliet y Gross) de la tarea, cuando la persona, casi de hecho, "se aleja de su postura l~b~ral". También se indican mejoras en las posturas al sentarse y par~rse. El fortal~~ImIento de los músculos afectados amerita atención, así como el cambio de las condiciones de trabajo (ergonómicas), de la altura de la silla y del escritorio. Figura 11-3. Postura a evitar de pie. soporte (trapecio y serrato). La palanca que se forma en la posición con el brazo y la mano hacia adelante causa que el peso de los brazos sea muy significativo con respecto a los músculos escapulares de sostén. Además, los síntomas de la fatiga provienen de tendones, cápsulas articulares y ligamentos así como de los músculos y sus fascias. Se ha estudiado el dolor muscular después del ejercicio, sin embargo, se han llevado a cabo pocos estudios de las posiciones sostenidas que se adoptan en las actividades laborales y cotidianas. El síndrome de sobreuso, en el cual los músculos están adoloridos y deficientes después de ejercicio prolongado, también está en investigación (Dennett y Fry). Se observaron algunos cambios estructurales y enzimáticos en los músculos con sobreuso. Se han llevado a cabo estudios recientes de pacientes con poliomielitis para determinar si una nueva enfermedad la originaba más que el sobreuso de nervios y músculos no afectados y se encontró que ambas causas se relacionan. En estudios de lesiones agudas, en los que el brazo sostenido hacia adelante se sujeta a una tensión aguda, que causa contracción muscular aguda más que contracción muscular isométrica sostenida de la posición, muestran roturas en la estructura muscular (Friden y colaboradores) yen las estructuras Z. Sin embargo, las lesiones que se informaron fueron graves y no las tensiones regulares que se presentan por fuerzas afines a las de posturas ocupacionales. No obstante, estas supuestas roturas FIBROSITIS y SíNDROMES DOLOROSOS DE REFERENCIA MUSCULAR Los síndromes dolorosos musculoesqueléticos cró?icos sin causas <;>rgánicas identificableshan sorprendido a los médicos.dur~t~ centurias. J?es?e 1800(Simons),reC?noce clínicamente las condiciones de fibrositis y fibromialgia. Se l~s ha den?~mado con diferentes denominaciones diagnósticas conforme varía su ongen. Se utilizan las siguientes tres categorías (Wilke y Corbo): 1. Nodular: los músculos están dolorosos e hipersensibles debido a materia extraña que se deposita en los músculos, formando nódulos. 2. Neurovascular: forma de traumatismo que produce un punto d~senc~,den~nte el cual, al palparlo, activa un área distal de hiperalgia y vasodílatación distal .. (Travell y Simons) . . 3. Psicógena: todos los síntomas relacI?nad~s s~ ~tflbuyen a alteraciones J?SICOlógicas e hiperreacción a los cambios fisiológicos normales secundarlos al traumatismo Se sostiene que la fibrositis yla fibromialgia (Wtlke y CO~?O; Wi~e y MacKen~i~) sean alteraciones de la modulación dolorosa en la cual la tensión, ansiedad y depresión 270-Hombro Síndrome Escapulocostal- 271 (Capítulo 11) afectan adversamente la etapa 4 del sueño, lo que provoca decremento de las aminas del sistema nervioso central y una subsecuente disminución del umbral al dolor con activación de los puntos sensibles latentes en los músculos.Es probable que esto músculos también se sensibilicen por fatiga, postura y posiciones adoptadas en el trabajo. La isquemia es importante en la etiología de los síndromes de fibrositis y fibromialgia. Electrodos sensibles al oxígeno que se colocaron dentro de los tejidos subcutáneo y muscular indicaron menor concentración de oxígeno tisular en pacientes afectados con estos síndromes en comparación con los pacientes del grupo control (Lund y colaboradores). Otros estudios (Bonafede y colaboradores) mostraron una disminución del flujo sanguíneo durante ejercicio en pacientes con estos síndromes, al compararlos con pacientes normales del grupo control. Aún se desconoce el mecanismo exacto de esta hipemia pero señala al factor de isquemia tisular como causa de fibrositis y fibromialgia: el cómo lo haga todavía es suposición. Numerosos autores han estudiado estos síndromes, los más destacados, Smythe y Yanus, establecieron criterios para llegar al diagnóstico específico. El trastorno de fibrositis no es exclusivamente de dolor en hombro, pero este ~itio, es decir, la región superior del trapecio y la línea media del cuello, es un lugar Importante de dolor, por 10 que parece pertinente analizar la fibrositis en el hombro doloroso. La fibrositis es un trastorno musculoesquelético crónico que se caracteriza por dolor y molestia generalizada y múltiples puntos sensibles sin lesión orgánica bien determinada. Por definición, los pacientes deben manifestar estos síntomas durante un mínimo de tres meses antes de aceptar el diagnóstico. Los puntos desencadenantes, bandas tensas dolorosas, en los músculos son el principal aspecto diagnóstico. Yanus afirma que 92% de los pacientes con este diagnóstico tienen afección del hombro, y McCain aboga por 54%. Si estas bandas se localizan de manera difusa, se denominan síndrome doloroso miofascial primario (SMP). Si los nódulos se ubican específicamente, se les nombra síndromes dolorosos miofasciales (SDM). Existen numerosos síndromes similares ~ue comprenden a los síndromes dolorosos temporomandibulares, que en la actualidad se les llama síndromes de dolor y disfunción temporomandibular (SDDTM). Además se utiliza el término de fibromialgia aunque no, por sí mismo, indica una clasificación específica de la taxonomía de la Intemational Association[or the Study ofPain ¡IASP¡. No es propósito de este texto hacer una evaluación completa de los síndromes dolorosos musculoesqueléticos crónicos (SDMC), pero un análisis superficial permite establecer la relación entre este complejo y el hombro con dolor. Gowers acuñó el término original de fibrositis en 1904. En su momento, el concepto se refería al trastorno clínico de invasión inflamatoria de los tejidos subcut~eo y muscular, de ahí la utilización del sufijo ltís, El término persistió en la bibliografía, a pesar del hecho de que ya no se considera a la inflamación como un factor patológico sostenible. No se han reconocido anormalidades histológicas en los nódulos desencadenantes del dolor. El síndrome de fibromialgia primaria es el trastorno clínico, en el que el paciente presenta múltiples sitios dolorosos en la musculatura y dolor generalizado, rigidez y fatiga muscular por falta de descanso debido a sueño inadecuado. Los criterios diagnósticos propuestos por Yanus son los siguientes: A. Obligatorios 1. Dolor generalizado y rigidez dolorosa en cuando menos tres sitios anatómicos al menos durante tres meses. 2. Ausencia de lesión traumática, enfermedad reumática estructural, artropatía infecciosa, artropatía relacionada con endocrinopatías, y pruebas de laboratorio anormales. B. Mayores 1. Cinco o más puntos dolorosos típicos y consistentes (de los cuales es notable el cinturón escapular). Hay numerosos criterios menores, como fatiga, ansiedad, depresión y cefalea. Smythe presenta criterios de SMD que se enuncian a continuación: 1. 2. 3. 4. 5. Dolor diseminado de más de tres meses de duración. Hipersensibilidad local en 12 a 14 sitios específicos. Hipersensibilidad al plegar la piel sobre la presión escapular superior. Alteración del patrón de sueño, con fatiga y rigidez matutina. Velocidad de sedimentación globular (VSG), transaminasa glutámico oxalacética (SGOT), prueba de factor reumatoide, factor antinuclear (ANF), enzimas musculares y radiografías pélvicas normales. Los siguientes criterios de SDM los proponen Travell y Simons: 1. 2. 3. 4. 5. Dolor local en uno o varios puntos. Patrón distante de dolor referido. Presencia de una banda tensa, palpable. Respuesta contráctil local a los golpes leves rápidos. Debilidad muscular relacionada y limitación de los movimientos. Los puntos dolorosos fibrosíticos en pacientes con síndrome miofacial primario SMP son áreas donde la palpación produce dolor extremo cuando el examinador retira la mano. Este retiro se le ha denominado el signo del salto. Se produce con frecuencia en el punto medio del músculo trapecio superior. En la fibrositis se ha supuesto la tensión muscular, que se atribuye a contracción muscular sostenida. No hay pérdida importante de unidades motoras y no se observa degeneración conspicua de las fibras musculares en estudios de EMG con fibromialgia clínica (Zidar), ni hay actividad eléctrica detectable de los músculos afectados. Se considera que factores diferentes a la tensión muscular originan la permanencia del dolor en este trastorno. Con frecuencia se atribuyen a los trastornos del sueño y alteraciones psicológicas como causales, y con certeza se relacionan con, el SMP y está bien documentado en la extensa bibliografía. El tratamiento del SMP yel SDM es empírico, y varía desde medicamentos orales (incluyendo antidepresivos y antiinflamatorios no esteroideos) y fisioterapia con numerosas modalidades, especialmente técnicas de atomizador y estiramiento según sugieren Travell y Simons. (Capítulo 11) 272 - Hombro / Bibliografía MANEJO CLÍNICO El de la fibrositis es en esencia mediante educación y consejo a los pacientes para tranquilizarlos con respecto a que la enfermedad no es ominosa, de secuelas graves, y de que los síntomas son subjetivos con buen pron.óstico. El paciente debe entender que los síntomas no son imaginarios, pero tampoco indicativos de una enfermedad; corresponden a una reacción tisular de molestia subjetiva con secuelas orgánicas mínimas. Es indispensable que se aconseje a los pacientes con respecto a tratamientos paliativos adecuados para evitar tratamientos excesivos de dudoso valor. Debido a que los síntomas son en su mayor parte posturales y con limitación de la flexibilidad (rigidez), se indica atención para mejorar la postura. Esto se evalúa en el capítulo 5. Se recomiendan ejercicio de flexibilidad del hombro, al igual que en la capsulitis adhesiva. Se estimulan los ejercicios activos, más que los pasivos, para hacer que el paciente sea más autosuficiente y menos dependiente. Se han sugerido ejercicios de acondicionamiento por Moldofski y colaboradores al encontrar que pacientes normales pudieran, con de privación inducida del sueño, desarrollar síntomas miofasciales, excepto aquellos que tenían una buena condición física y participaban en programas de ejercicios activos. Los pacientes asignados de manera rutinaria a programas de acondicionamiento físico mejoraron en sus síntomas de fibromiositis al compararlos con pacientes del grupo control (McCaio, 1988). Los ejercicios aeróbicos producen disminución objetiva en los estudios de dolorimetría. Los antiinflamatorios no esteroideos tiene un efecto limitado, mientras que los medicamentos que afectan el sueño han probado ser de valor. Es eficaz el clorhidrato de doxepin en dosis de 10 a 25 mg, una hora antes de acostarse. El análisis de este trastorno empieza a destacar en la sintomatología del cinturón escapular y no en la consideración total del paciente lesionado por fibromialgia. Estos estudios están originando una gran cantidad de bibliografía. BIBLIOGRAFÍA Abraham, WM: Factors in delayed muscle soreness. Med Sci Sports 9:11, 1977. Bonafede, ~ el al: Exercise muscle blood flow in patients with fibrositis: A xenon c1earance study. Arthritis and Rheumatism, 30 (Suppl):14, 1987. Bonica, JJ: Causalgia and other reflex sympathetic dystrophies. Postgrad Med 53:143, 1973. Cailliet, R: Neck and Arm Pain, ed 3. FA Davis, Philadelphia, 1991. Cailliet, R and Gross, L: The Rejuvenation Strategy. Doubleday, New York, 1987. Dalackas, MC: Morphological changes in the muscles of patients with postpoliomyelitis neuromuscular symptoms. Neurology 38:99, 1988. Dalakas, MC, et al: Late postpoliomyelitis muscular atrophy: Clinical, virologic and immunological Studies. 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Dolor visceral referido CAPíTULO 12 At mecanismo exacto de dolor visceral referido lo han estudiado durante muchas décadas, y aún existen suposiciones con respecto a sus mecanismos neurológicos exactos. Sin embargo, clínicamente se ha reconocido la existencia del dolor referido proveniente de vísceras huecas; éstas varían desde los vasos sanguíneos cardiacos, a (angina), la vesícula biliar, y el intestino; y los sitios de referencia son el hombro, el área escapular, la pared anterior del tórax y así sucesivamente. El área de dolor referido también se relaciona con áreas de hipersensibilidad de la piel supradyacente (figura 12-1). Los mecanismos supuestos del dolor visceral referido no pueden analizarse aquí de manera exhaustiva, aunque Bonica los ha resumido. Se afirma que los impulsos sensoriales provenientes de órganos viscerales bombardean el sistema nervioso central, produciendo un foco irritativo dentro de la médula en la región de la sustancia gelatinosa (SG en la figura 12-2). Los impulsos de la víscera enferma provocan, a su vez, impulsos que entran al foco irritativo mediante las fibras aferentes a través de los ganglios de las raíces dorsales (GRD). Se inician-dos vías mediante una conexión neuronal internuncial. Una va hasta la porción contralateral de la médula espinal y asciende hasta el tálamo yel hipotálamo para registrar la sensación de dolor en la corteza cerebral. Una rama estimula las células del cuerno anterior (CCA), que causa contracción muscular (espasmo), el cual en turno envía impulsos sensitivos de regreso a la médula mediante los ganglios de las raíces dorsales para intensificar el ciclo del dolor. Se ha propuesto otra vía para el dolor de referencia cutánea mediante los impulsos aferentes desde las vísceras hasta la piel, después hacia los ganglios de las raíces dorsales paralelos a las fibras aferentes de las vísceras (línea punteada en la figura 12-2). El daño tisular proveniente de isquemia del miocardio que sigue a un infarto también puede estimular los impulsos vagales y aferentes simpáticos que transmiten el dolor a través de las fibras aferentes hasta los ganglios dorsales, y de ahí a la sustancia gelatinosa. 275 (Capítulo 12) 276-Hombro Dolor Visceral Referido - 277 VET t ve Figura 12-1. Fuentes viscerales de dolor de hombro. La palabra hombro se utiliza el dolar referido por sitios viscerales. El dolar que se origina en el hombro se localiza d,rect?mente sobre el órea glenohumeral (H). La irritación del diafragma (Df caus? dolor ref~ndo en el oreo del trapecio. El origen miocórdico (C y A) refiere el dolor a la oxllo y lo reglón pectoral izquierda. La irritación de la vesícula biliar (VB) refiere el dolor a la punta del hombra y posteriormente a la región escapular. vagam~nte ~n Se considera que el diafragma es el sitio más frecuente en el cual las alteraciones dolor referido al hombro. Este dolor está mediado por el nervio frénico, que se.forma por una raíz de la división anterior primaria de la raíz de Cr en c~)DsecuencIa, sus fibras eferentes se originan por lo general en los segmentos cervicales terce.ro y ~u?rto (d~ manera constante de <4 y es variable de C3 y . c;a.da nerVl? frénico re~lbe comuni.caciones de ramas grises de los ganglios s:mpatI~os ~e.rVIcales supen~res ~ medios, de ahí que el nervio se acompañe de fibras ~ImpatIcas q~e trans~ItenImpulsos s~nsoriales desde el diafragma. Debido a su origen en las rarees cervicales, que también inervan la región del hombro (C4 a Figura 12-2. Mecanismos neurales de dolor referido visceral. Cuando hay nocicepción de una víscera (por ejemplo, arterias coronarias, vesícula biliar, intestino), los impulsos aferentes viajan hasta la sustoncio gelatinosa (SG), que puede llegar a ser un foco irritativo por la repetición de impulsos nociceptores. En consecuencia, puede haber una o dos transmisiones: 1) mediante las vías espinotalómicas (VET) hasta el hipotólamo y después a la corteza, o 2) mediante una vía internuncial hasta las células de los cuernos anteriores (CeA), que provocan que el músculo se contraiga. Esposible que la contracción muscular se tronsforme en un impulso nociceptor aferente a través de su ganglio de la raíz dorsal (GRD). Una vía circular (línea punteada) describe los impulsos nociceptores que van a la piel, que en turno envía impulsos aferentes a través del GDR hacia la SG. La piel se vuelve hipersensible, y el músculo sufre espasmo. Ambos efectos son lo evidencia clínica de dolor referido; es decir, el dolor de hombro por una crisis de insuficiencia coronaria o dolor que se origina de la vesícula biliar. . vl~c~rales producen co. Cs), es evidente neurológicamente, la posibilidad de transmisión de los impulsos somáticos y nociceptores simpáticos hacia la región del hombro por irritación del diafragma. El nervio frénico tiene muchos sitios de posible irritación conforme desciende verticalmente frente al músculo escaleno anterior, después a través de la desembocadura torácica superior dentro del mediastino, a lo largo del pericardio, y por último, (Capítulo 12) 278- Hombro / Bibliografía para inervar las superficies superior e inferior del diafragma en su posición central. La irritación del diafragma refiere dolor a la región supraclavicular, el músculo trapecio y el ángulo superior de la escápula (Capps y Coleman; Head; Lelan). Cualquier dolor en una región aislada, como el hombro, siempre representa la posibilidad de una lesión orgánica distal importante yes indispensable no diagnosticarlo exclusivamente como dolor proveniente del área musculoesquelética. Un dolor en el hombro puede ser de origen cardiaco, diafragmático o de vísceras abdominales superiores. El dolor de hombro desaparecerá después de prestar atención a la lesión visceral básica y, en consecuencia, sirve para establecer este último diagnóstico. ~ Indice ~ BIBLIOGRAFÍA Bonica, JJ: The Management of Pain, Vol 1, ed 2. Lea & Febiger, Philadelphia, 1990, page 170. Capps, JA and Coleman, GH: Experimental and Clinical Study of Pain in Pleura, Pericardium and Peritoneum. Macmillan, New York, 1932. Head, H: On disturbances of sensation with especial reference to the pain of visceral disease. Brain 16:1, 1893. Lelan, JL: Visceral aspects of shoulder pain. Bull Hosp Joint Dis Orthop Inst 14:71, 1953. Aído araquidónico, metabolítos de, 81 Acromion, anatomía funcional del, l7, 29, 31, 39, 57,127 espolones osteoartríticos del, 111 lesión articular acromioclavicular, en la, 148, 149 Acromionectomía, 104 Acupuntura para la causalgia, 255 Amiotrofia neurálgica, 196 Analgésicos, inyección, intraarticular de, 119 local de, 81, 82 Ansiedad y reflejos tendinosos, 22, 23 Antebrazo, supinación del, 48, 49 Apoyo en silla de ruedas para el tratamiento desubluxación del húmero en el hombro hemipléjico, 222,223 Arco, acromioeoracoides, anatomía funcional del, 12, 40 doloroso del miovimiento del brazo, 64,65,73,76 límite de movimiento, o, ejercicios de estiramiento para incrementar en, 161, 163 lanzar, para, 162, 164 lesiones deportivas, y, 156 recuperación del, con distrofia simpática refleja, 255 279 Arteria{s), circunfleja anterior, 26, 27 subclavia, 185, 186 subescapular, 26, 27 supraescapular, 26, 27 Articulación{es), acromioclavicular anatomía funcional de la, 1 a 3, 9, 10, 34, 38 a 43, 57 lesiones de la, 148, 149 diagnóstico, 149, 150 inmovilización del brazo con, 150, 151 mecanismo de, 149 tratamiento de, 150, 151 movilización de la, 38 a 41 osteoartritis de la, 93 punto palpable desencadenante de dolor, 72 sitio de dolor y disfunción, como, 55 anormal, 70, 71 arco de deslizamiento, 6, 7 congruente verdadera, 5, 6 definición de, 4, 5 movimiento-de la, 5, 6, 8, 9 costoesternal como sitio de dolor o disfunción, 55 costovertebral, anatomía funcional de, 2, 3, 33 280 - Articulación (es) / Artrografia Articulación(es) (continuación) definiciónde, 3 oscilación, en, 7 escapulocostal, anatomía funcional de la, 2,3,33,37 escapulotorácica, 3 postura, y, 48 sitio del dolor o disfunción, como, 55 giro, 6, 7 glenohumeral, acción del músculo deltoides en la, 46 anatomía funcional de la, 1 a 3, 6 a 11,156 cápsulas de la, acción durante el movimiento, 13,14 anatomía funcional de la, 13 a 16 anterior, 15, 16 saculaciones, 15 sitio de dolor o disfunción, comO,55, 56 cavidad de la, 12 desgaste lejos de las tuberosidades,58,59 efecto postural en el arco o límite de movimiento, 65, 66 ejercicios activos pendulares, 78 a80 estabilizadores dinámicos, 156 funciones musculares, cinéticas en la, 18 estáticas en la (estabilizadores estáticos), 18, 156 inmovilización, 77, 78 juego articular de la, 15 a 17 manipulación estabilizadora rítmica de la, 117, 119, 120 microtraumatismo, 155, 156 movilización de la, 257, 259, 260 deslizamiento, por, 14,31 movimiento de la, 28 a 34 Anrografia / Calor- 281 Índice Articulación(es) (continuación) musculatura de la, 18 punto palpable desencadenante de dolor, 72 rango de movimientos pasivos, 15 a 17 sitio de, dolor o disfunción de la, como, 55,56 formación de adherencias en la, 107,108 subluxación en la hemiplejía, 209, 211, 219 a 222 diagnóstico, 220 prevención, 220, 221 tratamiento, 220 a 223 tratamiento por manipulación del movimiento involuntario de la, 16, 17, 116 a 118,257, 259, 260 incongruente,5,9 acción muscular de la, 8, 9 movimiento de la, 6, 7 lubricación hidrodinámica, 5, 6 mecánica de la, 4, 6 movilización de la muñeca, en la 257, 258 rotación de la, 6, 7, 9 giro, de, 6, 7 suprahumeral, anatomía funcional de la, 2, 3, 11, 12,17,18,40,57 revestimiento periarticular de la, 111 sitiode dolor o disfunción, como, 55 tensión normal de la, 70, 71 toracoescapular, 34 Artritis, degenerativa acromioclavicular, "116 a 118 postraumática, 149 reumatoide, 95 Artrografía, capsulitis adhesiva, en la, 114, 115 Artrografía (continuación) desgarros del manguillo rotador, de los, 101, 103 distensional para el hombro congeladO,124 Artropatía, 232 Artrotomía en el hombro congelado, 122,123 Asterognosis en la hemiplejía, 225, 226 Ataques isquémicos transitorios, 201, 202 Atletas, subluxación oculta del hombro en, 141 Axoplásmico, transporte neural, 239 Baños de contraste, 256, 257 Bíceps, anatomía funcional de mecánica del, 3, 4, 13, 49 Biorretroalimentación en el tratamiento de la hemiplejía, 227, 230 Bolsa(s), subacromial, 18 anatomía funcional de la, 69, 70 sitio de dolor o disfunción, como, 55 subcoracoidea,18 subdeltoidea, anatomía funcional de, 49, 57, 69, 70 punto palpable desencadenante de dolor, 72 sitio de dolor o disfunción, como, 55,56 Borde glenoideo, anatomía funcional del, 57, 156 luxación de hombro, en la, 139, 140 Brazo, inmovilización del, 44 a 49 abducción de la, 45, 47, 48, 127 arco doloroso de la, 65, 73, 76 planos de la, 28 a 30, 143, 144 rotación sobre la articulación glenohumeral, 14, 15 Bursitis, 68, 69 adhesiva,78 signos radiológicos de la, 114, 115 subdeltoidea (subacromial), 69 a 95, 116 a 119 diagnóstico, 70 efecto de, durante la movilización del brazO,con, 73, 74 fisiológico del ejercicio en la, 89 a95 ejercicios, fortalecimiento para, de, 87 a 89,92,93 terapéuticos para, 83 a 87 incapacidad funcional de la, 73, 74 mecanismo de encogimiento en la, 73a75 primario, 70 pruebas radiológicas diagnósticas, 73a75 puntos desencadenantes dolorosos, 72, 73 sitios de dolor en la, 72, 73 tratamiento, 77 a 83 Cabestrillo,77 entrecruzado para el tratamiento de subluxación del hombro hemipléjico, 220, 221 tratamiento de la subluxación de húmero con hombro hemipléjico, para el, 220 a 223 Cabeza, musculatura de la, 186, 187 músculo de la, esplenio, 187 recto, mayor, 187 menor, 187 Calcio, botón de, 68, 69 Calor, terapia con, 77, 79,116 282- Cápsula articular / Distrofia Cápsula articular, 4 función como ligamento de la, 6, 8 Carrera, ángulo de gravedad de la pierna durantela, 162,163, 167 flexibilidad posterior del hombro y, .162,163 Causalgia,237,238 tratamiento de la, 253, 255 Células del cuerno anterior, 21, 275, 277 Centros motores, espinales, 203 a 205 supraespinales, 203 a 205 Choque, síndrome por, 61, 62 Cinturón escapular, músculos del, 19 ejercicios de fortalecimiento para, 87 a 89, 93, 94 Clavícula, anatomía funcional de la, 3, 39,188 movimiento de la, 41 a 43 músculo que actúan en la, 41, 44 Codman, ejercicios de, 78, 79 Codo, flexión del, 48, 49 Columna, cervical, agujeros de la, 175, 176 abertura de las variaciones en la, 180, 182, 183 surcos de los agujeros, 175, 176 unidad funcional de la, 175, 176 flexión lateral de la, en la hemiplejía, 209 a 211 Complejo del cinturón escapular, definición del, 1 Corteza premotora, 204 a 206 Costilla(s), cervical, 185, 189 torácica, anormalidades de la primera,185,189 Creatinfosfaquinasa en el síndrome de fatiga postural, 267 Cresta bicipital, Distrofia/ Ejercicios - 283 indice Cresta bicipital (continuación) punto palpable desencadenante de dolor de la, 72 sitio de dolor y disfunción, como, 55 Cuello, musculatura del, 186 a 188 músculo del, esplenio, 187 largo, 187 Curvatura(s), torácica, desarrollo de la, 131, 132 vertebrales, desarrollo de, 131 a 133 Debilidad muscular voluntaria, concepto de Bobaths en la, 225 a 227 Dedos, movilización de la articulación de los 257,258 ' Dermatomas, 178 Desembocadura torácica, anátomia funcional de, 185, 186 definición de, 185, 190 paquete neurovascular de la, 185, 186 Diafragma como sitio de transmisión de dolor visceral referido, 275, 276 Disco acromioclavicular, desarrollo de, 38,40 Disfunción del hombro, cambios radiológicos en la, 58, 59 Distrofia, definición de, 233 simpática refleja, 237 a 261 aspecto psiquiátrico de la, 240, 241,259 a 261 bloqueo químico del glanglio cervicotorácico estrellado para, 253 a 255 definición de, 237 dolor y, 237 a 239 intervención simpática en, 253 a 255 lesiones de hombro, en las, 243 a 261 Distrofia (continuación) mayor, 237 mecanismo en la, 239, 240 centrales, 240 a 243 neurofisiológico, 240 a 244 mecanoreceptores en, 240 a 244 menor, 237 sistema nervioso periférico en la, 240 a 242 sitio de, 239 tacto o movimiento menor en intensificación del dolor a travez de, 240 a 244 terminología, 238, 239 tratamiento de, 253 a 259 Dolor, cardiaco referido al hombro, 275, 278 cinturón escapular, del, 265 articular, sitios y causas de, 55 musculoesquelético, sitios y causas de, 53 neurológico, sitios y causas de, 53,54 referido visceral-somático, sitios y causas de, 54, 55 vascular, sitios y causas del, 54 global del hombro en los lanzadores o jugadores de tenis, 160 independiente del simpático, 238 manejo de lesiones deportivas, en el, 166,167 mantenido simpáticamente, 238 mecanismo neurofisiológico, del, 241 a 244. muscoloesquelético, síndromes crónicos de, 270 neuritis del plexo braquial, de la, 197 producido por simpático, 238 mecanismo neurofisiológico del, 241 a 244 radiculitis cervical, de la, 178, 179, 181 mecanismo de, 180 a 183 referido, 116 a 118, 175 a 199 muscular, 269 a 272 Dolor (continuación) radiculitis cervical, por, 178, 179, 181 mecanismo del, 179 a 182 visceral-somático, 275 a 278 mecanismo neural del, 275, 277 sitios y causas, 55 síndrome hombro-mano-dedos, del, 246 transmisión (autonómica) de la causalgia, 240, 243 urente, 227-229 vías neuronales del, 240, 242 dolor visceral referido, en el, 275, 277 Ejercicios, balanceo para entrar en calor, de, 163,168 Codman, de, 78, 79, 59 efecto fisiológico, de, 89 a 95 elevar la postura escapular, para, 194 estiramiento para incrementar el arco o limite de movimiento, de, 162,163 flexibilidad de, 163, 168 a 171 síndrome de la desembocadura torácica, para la, 193, 194 flexión lateral, 170, 171 fortalecimiento, manguillo rotador, del, 87 a 89, 92, 93,172,173 músculo, bíceps, del, 173 cinturón escapular, del, 87 a 89, 92,93 deltoides, del, 88, 173 pectoral mayor, del, 173 hiperextensión, 162, 165 hombro congelado, para el, 123, 124 inmersión para hiperextensión del hombro, de, 162, 166 lesiones deportivas, y, 156 284 - Ejercicios / Fibras Ejercicios (continuación) pendulares, activos, 78 a 80, 83 a 91 pasivos, 78, 79, 83, 84 recuperación después de la cirugía del desarrollo del manguillo rotador, para la, 105 postura, 134, 136 evaluación escapular, de, 194 rehabilitación, de, 170 a 173 torsión del tronco, para, 169 traslación, de, 134 trepadores de pared, 89, 93 Emociones, efecto sobre la postura, 134 Enfermedad(es), cervical discógenea, 182 ocupacionales, 95 postural ocupacional, 56, 59, 61, 62 psicógenas, 269 reumatoide, 95 Envejecimiento, cambios del, 155 efectos sobre la articulación glenohumeral, 58, 59 Escaleno, anterior, síndrome del, 185 a 189 examen físico del, 190, 191 prueba de Adson en el, 190, 191 músculo del, 177, 185 a 187 Escápula, anatomía funcional de la, 3, 9, 10, 28, 33, 34, 127, 206 a 209 ejercicios de movimiento y fortalecimiento, 89, 94 elevación de la, con rotación clavicular, 41, 42 hemiplejía, en, 209 a 212, 223, 225, 227 músculos de la, abductores rotadores, 47, 48 elevadores, anatomía funcional de, 34 a 37 función del, 47, 48 síndrome de fatiga postural, en Fibras / Hombro - 285 Índice el, 265, 266 Escápula (continuación) hemiplejía, 212, 213 rotadores, 34 a 36 sitios de origen muscular e inserción sobre la, 19 soporte estático de la, 40, 41 Espondilitis anquilosante, 95 Estabilización rítmica, 229, 230 manipulación de la articulación glenohumeral, 118 a 120 Esternoclavicular, articulación, anatomía funcional de la, 2,3, 40, 41, 43 punto palpable desencadente de dolor, 72 sitio de dolor o disfunción, como, 54,55 Esternocostal, articulación, 2, 3 Estemocostovertebrales, articulaciones, 3 Esternón, 3, 9 Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET), causalgia, para la, 255 tratamiento del hombro congelado, en el, 116, 120 Estrato, fibroso, 210 sinovial, 210 Extremidades superiores, anatomía funcional de, 1 a 51 bombas linfáticas venosas de la, 243 a 246 definición de, 2 sinergia flexora de la, 205 a 207 Fármacos antiinflamatorios no esteroides,116 . inflamación, para la, 81 Fascia prevertebral, 186 a 188 Fatiga postural, 265 a 269 Férula inflada por aire, 215, 216 Fibras, alfa, 19 Fibras (continuación) apolilladas, 95 cadenas nucleares, de, 21, 22 colágenas, deslizamiento interseccional y adherencia, 77, 78 tendones, de los, 93,94 eferentes, beta, 22 gamma, 22,23 musculares, 20 sensitivas, la, 19 a 22 Ha, 19 a 22 Sharpey, de, 210 Fibromialgia, 265, 269 a 272 Fibrositis, 269 a 272 definición de, 270 manejo de la, 272 Flexibilidad, ejercicios de, 163, 168 a 171 síndrome de la salida torácica, para el, 193, 194 total del cuerpo, 163 Flexión lateral, ejercicios de, 170, 171 Fosa, glenoidea, anatomía funcional de la, 9 a 13, 18, 22,13,36,40,49, 127,206a 208 hemiplejía, en, 209, 211 infraespinosa, 10 supraespinosa, 10 Fractura, clavicular, 150, 15Z interligamentosa, 150 .intraarticular en la luxación del hombro, 144, 145 Neer tipo H, 150 Gangliocervicotorácico para distrofiasimpática refleja,bloqueo del,253a 255 Guanetidina intravenosa para la causalgia, 225 Hemiplejía, hombro en la, 208, 209 rechazo de, 226, 227 tratamiento de, concepto de Bobaths, 226 facilitación neuromuscular propiceptiva en el, 225,229,230 reeducación muscular en el, 227 a 230 Hiperextensión, ejercicios para la, 162, 165 inmersión, de, 162, 166 lanzamiento, para el, 162, 164 lanzar la pelota, para, 162, 164 Hombro, articulación del, anatomía funcional de la, 1 a 51 definición de, 1 aspecto en la luxación del húmero, 145,146 congelado, 15, 81, 104, 107 a 125 arco o límite activo de movimiento en la limitación del, 112 artrografía de distensión para el, 123,124 artrotomía para el, 122, 123 cuadro clínico del, 112 a 124 definición de, 107 ejercicios para el, activos y pasivos, 123, 124 domiciliarios, 124 etapas del, 108 a 111 hallazgos físicos en, 112 a 114 cirugía, para el, 121, 122 negligencia benigna del, 114 resultado, 120 rompimiento para el, 124 signos radiológicos del, 114 sitios tisulares de dolor en el, 112 técnica de manipulación para el, 123 tejidos implicados en el, 107 a 111 tracción continua lenta para el, 123 286 - Hombro / Ligamento (s) Hombro (continuación) trastornos relacionados con, 115 a 119 tratamiento para, 114 a 123 quirúrgico, 120, 121 ejercicios para aumentar el arco o límite de movimiento, 87, 88 indicador, 149 rígido, causas del, 247 Húmero,28 abducción del, 31, 32, 48 anatomía funcional del, 57 hemiplejía, en la, 209, 211, 222 humeral del movimiento sobre el tendón del bíceps, 48 a 50 rotadores, externos del, 33, 48 internos del, en hemiplejía, 211, 212 sitios de origen muscular e insercción sobre el, 19 Imágenes, compromiso de las raíces nerviosas cervicales, con, 182 hombro disfuncional, en el, 58, 59 resonancia magnética (IRM) de los desgarros del manguillo rotador, por, 101 subluxación glenohumeral, en la, 161 Inflamación en las lesiones por deporte, 166 Inmovilización, articulación glenohumeral,de la, 77,78 lesiones en la, articulación acromoclavicular, con, 149,151 deporte, por, 166 luxación del hombro, con, 146, 147 Intrínsecos menores de la mano, 251, 252 Inyección suprahumeral, 81 a 83 Indice Isquemia en fribositis y fibromialgia, 269,270 Juego articular, articulación glenohumeral, de la, 15 a 17 definición de, 15 Lanzamiento, lesiones durante el, 160, 161 mecánica y tejidos implacables en el, por arriba de la cabeza, 156 movimientos del, conclusión de los, 156 etapa de, aceleración, 156, 158, 159 continuación del movimiento, 160 levantamiento, 160 tardío, 156 a 160 Lesióníes), deportivas, 155 a 173 diagnóstico, 160, 161 edad y, 155, 156 manejo del dolor de las, 166 pruebas para, 161 tratamiento de, 163 a 173 industriales, 265 plexo braquial, del, 195, 196 examen neurológico de las, 196 hombro hemipléjico, con, 222 mecanismo de las, 193 vascular axilar, 196 Leucotrienos, 81 Ligamento(s),6,8 acromioclaviculares, 38 c1aviculoescapulares, anatomía funcional de los, 40, 41 conoide, anatomía funcional del, 39 a 41 coracoacromial, anatomía funcional del, 3, 4,12,18,29,30,39,57 Ligamento (s) / Mecanismos/de encogimiento - 287 Ligamento(s) (continuación) coracoc1avicular, anatomía funcional de,11,39,4O coracohumeral, anatomía funcional de,11,15,25,49 estemoclaviculares, anatomía funcional de los, 43 glenohumerales, 14, 15, 139 anatomía funcional de, 156 humeral transverso, anatomía funcional del, 25, 49 trapezoide, anatomía funcional del, 39 a41 Limitación del hombro, signos de, 112,113 Líquido sinovial, 4, 5 Longitud de reposo, definición de, 45 Lordosis cervical, desarrolllo de la, 130, 131 Luxación de húmero, 139 a 148 anterior, mecanismo de, 142, 143 primaria, 139 recurrencia, 139, 140 vía de la, 139, 140 desgarro del manguillo rotador en, 98 diagnóstico, 145, 146 fracturas intraarticulares en.la, 143a 145 mecanismo de, 141 a 145 edad del paciente, y, 141, 142 teoría de la hiperextensión, 142, 143 primaria, mecanismo de, 143 subclavicular, 140, 141 subcoracoidea, 140, 141 subespinosa, 140, \41 subglenoidea, 140, 141 .tipos de, 140, 141 tratamiento, 146 a 148 Luxation erecta, 146 Mane.io de la tensión para el síndrome de la desembocadura torácica, 193 Manguillo rotador, acción del, 29, 32, 33 Manguillo rotador (continuación) anatomía funcional de, 18, 22 a 24, 57 atrapamiento, 129 circulación del, 25 a 27 contracción excéntrica (desaceleración),16O degeneración, disfunción, fatiga o dolor del, 58 desgarros, 58, 95 a 106 atrapamiento nervioso supraescapular, y, 197 desarrollo de, 97, 98 dolor con, 99 factores que favorecen, 59, 60, 64 hallazgos en la exploración física con, 73 imágenes por resonancia magnética en, 97, 98 mecanismo de encogimiento en el, 73 parcial o completo, 99, 100 prueba de descenso del, antebrazo para, 101, 102 brazo para, 101, 102 tratamientro del, 102 a 106 ejercicios de fortalecimiento para el, 86 a 89,92,93,118,173 incapacidad del, y trapamiento del nervio supraescapular, 197 téndon del, 11, 26, 27 atrapamiento de, 160 tratamiento para la inflamación de, 81 Maniobra costoclavicular, 191, 193 Manipulación de Kocherpara el tratamiento cerrado de luxación, 146, 147 Mano, forma de garra en síndrome hombromano-dedos, en, 252 intrísecos menores en el síndrome hombro-mano-dedos, 251, 252 Manubrio estemal, anatomía funcional del, 41 a 43 Mecanismo de encogimiento,73, 75, 76 288 - Mecanismo de encogimiento / Músculo (s) Mecanismo de encogimiento (continuación) hemiplejía, en la, 225 hombro congelado, en el, 112 Mediación química de los nociceptores químicos por traumatismo, 59,63 Médula, 203, 204 Mesencéfalo, 203 a 205 M etacarpofalángica, articulación, flexión-extcrsión, 249, 250 movilización de, 257, 258 Metarcapio, articulación de movilización del, 257, 258 Miositis, 232 tensión, por, 22 Miotomos, 178 Movimiento(s), involuntario de la articulación glenohumeral, tratamiento por manipulación del, 16, 17, 116 a 118, 257,259,260 ritmo escapulohumeral, de, 44 a 49 accesorio diferente del movimiento glenohumeral, 46 a 48 relación del movimiento humeral con el escapular, 44, 45 tronco en la hemiplejía, de, 226 Músculo(s), bíceps, braquial, anatomía funcional de, 49,50 ejercicios de fortalecimiento para el, 173 función del, 49 hemiplejía, en la, 223 cabeza y cuello, de la, 186, 187 deltoides, abducción angular del, 29,32 acción del, 28, 31 articulación glenohumeral, en la, 45, 46 anatomía funcional del, 18,26 a 28, 42 a 44, 57, 209 Músculo (s) / Pectoral- 289 Índice Músculo(s) (continuación) degeneración, lesión, fatiga o dolor del, 56 ejercicios de fortalecimiento para el, 88, 173 longitud de reposo, 45 dorsal ancho, anatomía funcional de, 34 a 37 hemiplejía, en la, 211, 212, 223 ejercicios de rehabilitación, 170 a 173 erector de la columna, 209 esternocleidomastoideo, 187 anatomía funcional de, 42 a 44 hioideo, 187 infraespinoso, acciones del, 30, 31 anatomía funcional del, 10, 11, 18, 20,23,24 depósitos de calcio en el, 68, 73 funciones del, 32, 47 hemiplejía, en la, 211 paraespinoso en la hemiplejía, 212,213 redondo, mayor, anatomía funcional de, 18 menor, acción del, 30 anatomía funcional del, 10, 18, 24 depósitos de calcio del, 68, 73 función del, 32, 47 hemiplejía, en la, 211 romboide, anatomía funcional de, 34, 36 función de, 47, 48 hemiplejía, en, 212, 213, 223 semi espinal, cabeza, de la, 187 cervical, 187 serrato anterior, anatomía funcional de, 35, 36 función del, 47, 48 subescapular, acción de, 31 anatomía funcional del, 15, 18, 24, 25,42 a44 Músculo(s) (continuación) depósito de calcio en el, 68, 73 función del, 32, 33, 47 hemiplejía, en la, 211, 212, 223, 225 hombro congelado, en el, 110 inserción, punto palpable desencadenante de dolor, 72 supraespinoso, anatomía funcional del, 10, 14, 18, 19,20,22 a 24 control del sistema de husos, 208, 209 degeneración, incapacidad, fatiga o dolor, 56 a 58 ejercicios para el fortalecimiento del, 84 hemiplejía, en la, 201 a 211 sistema de huso muscular, 18 suprahiodeo, 187 trapecio, anatomía funcional del, 34 a 36, 41, 42,44 dolor del, 265 a 269 fibras apolilladas, 95 función del, 46, 47 uso excesivo de, 161 Nervio(s), axilares, 24, 27 cervicales, fibras de, 175, 176 escapular dorsal, 37 atrapamiento del, 199 espinal accesorio, 34 frénico en el dolor visceral referido, 276 a 278 subescapular, 24 supraescapular, 18,24 atrapamiento, 197, 198 bloqueo, 198 técnica de inyección para, 83, 84 trayecto del, 197, 198 torácico, 37, 38 Neuritis, hombro agudo y, 196 localizada en el hombro, 196 Neuritis (continuación) parálisis braquial, 196 plexo braquial, del, 196, 197 sérica,l96 Neuronas, formación de, 240, 241 rango dinámico externo, de, 241 a 244 Neuropatía, localizada no traumática, 196 plexo braquial, del, 196 Nódulos, 269, 270 Oblicuo, inferior de la cabeza, músculo, 187 superior de la cabeza, músculo, 187 Osificación, heterotópica en el paciente con enfermedadvascular cerebral, 231a 233 tratamiento, 233 paciente con síndrome cerebrovascular, en el, 231, 232 tisular en el paciente con síndrome cerebrovascular, 232, 233 Osteoartritis, 92, 93 Osteoporosis en el síndrome hombromano-dedos, 251, 252 Paciente hemipléjico, etapas de síndrome de cerebrovascular en el, 201 a 206 Parálisis, Erb, de, 196 KIumpke, de, 196 Pararse alto, 136 Parestesias, 178 Parrilla costal, 9 Pectoral, mayor, músculo, anatomía funcional de, 11, 13, 34, 37,38,41,42,44 ejercicios para el fortalecimiento del, 173 290 - Pectoral/Raíz Pectoral (continuación) función del, 46 hemiplejía, en la, 211, 212, 223, 225 menor, músculo, anatomía fincional de, 11 . hemiplejía, en la, 211, 212, 223 Periatritis,108 Personalidad, periatrítica, 261 tipo A, de, 261 Plexo braquial, 177, 178, 185, 186, 195 compresión o angulación en el síndrome de la desembocadura torácica, 189, 190 Postura, 127 a 136 adulta, factores que la determinan, 132, 133 aspecto psicológico de la, 134 a 136 cabeza hacia adelante, con la, 134, 135 concepto neurológico de la, 131, 132 definición de, 129 desarrollo de la, 130 a 134 efecto de la, arco o límite de movimiento glenohumeral, sobre el, 65, 66 ortopédicos y neurológcos de la, 129,130 erecta adecuada, sensación de la, 133 factores que la afectan, 129 familiar, 133 función del brazo, y, 48, 127 a 129 hombr.o arqueado (cifosis dorsal), de158,59 anatomía del hombro, en la, 127a 129 arco o límite de movimiento glenohumeral, en el, 65, 66 rango de movimiento glenohumeral, en el, 65, 66' manejo de la fibrositis, y; 271 ocupacionales tensionales, 265 posición, Índice Postura (continuación) pie indeseable, de, 268 sentada indeseable, 267 síndrome de la desembocadura torácica, y, 194 Primera costilla, 441 a 43 Proceso, acromial, anatomía funcional de, 3, 4, 10,18,40 coracaoidea, anatomía funcional de, 3,4,10,11,18,40,49 Propiocepción, 131 a 133 Prueba(s), Adson en el síndrome del escaleno anterior, de, 191, 192 aprehensión, de, 161, 162 descenso, de, 182 estimulación a la compresión, de, 181,184 positiva del descenso del brazo, 101, 102 recolocación, de, 161, 162 Puente, 203, 204 Punto, compresión de, de Hermodsson, 144, 145 desencadenante, 269,270 Radiculitis braquial aguda, 196 Radiculopatía por compromiso de la raíz nerviosa cervical, 175 a 177 Raíz, dorsal, ganglios de la, 21, 275, 277 nerviosa cervical, compromisos de la, 175 a 179 dolor por, 179, 181 mecanismo del, 180 a 183 examen en busca del, 181, 182, 184, 185 imágenes del, 182 irritación de la, octava raíz nerviosa cervical, 179 Ratz / Síndrome (s) - 291 Raíz (continuación) séptima raíz nerviosacervical,179 sexta raíz nerviosa cervical, 178 pruebas diagnósticas, 182,190, 191 síntomas de dermatomalmiotoma, 178,179,182 Reeducación muscular en el tratamiento de hemiplejía, 227 a 230 Reflejos, cervicales, hemiplejía, en la, 223 224 tónicos en la hemiplejía, 214 definición de, 239 enderezamiento, de, 131, 132,209 Remanentes fasciales, 185 Reserpina intravenosa para la causalgia, 255 Ritmo escapulohumeral, 2 componente escapular del, 34 a 38 definición de, 28, 29 fase humeral del, 28 a 34 S acos nucleares, defmición de, 21 Salida cervical, defmición de, 189 Signo del salto, 271 Simpático, definición de, 238 Síndrome(s), cerebrovascular, 194-195 completo, 201 a 206 definición del, 202 déficit del, perceptivo despúes, 231 sensorial despúes, 231 etapa de, ataque isquémico transitorio, 201,202 espática, 203, 206 completa, 212 compromiso sensorial en la, 226,227 hombro en la, mecánica patológica del, 210,213 Síndrome(s) (continuación) tratamiento del, 223, 232 incompleta, 212 parcial, 212 patrones de sinergia del, 225 a 227 flacidez, 202, 203 hombro en la, mecánica patológica del, 209,210 tratamiento del, 215, 216, 217,219,220 sinégica, 206 hombro en mecánica patológica,213 evaluación funcional del paciente despúes del, 231 pérdida de la sensibilidad, 213, 214 recuperación, espontánea del, 203, 204 funcional después de, 214, 215 tratamiento del hombro y, 215 a 218 claviculocostal, 190 pruebas diagnósticas, 191, 193 compresión costoclavicular, de, 191 pruebas diagnósticas de, 191, 193 dolor y disfunción temporomandibular, de, 270 desembocadura torácica, de la, 184 a 194 defmición de, 194 examen físico, 190, 191 signos y síntomas, 191, 192 tratamiento de, 185 doloroso, miofascial,265 criterios para el, 271 defmición del, 270 primario, 270, 271 criterios para el, 270, 271 muscu1oesquelético,causas del, 70 escapulocostal, 265 a 269 exceso de uso, por, 268 Índice 292 - Síndrome (s) / Tendón Síndrome(s) (continuación) hombro-mano-dedos, 115, 245 a 261 anomalías vasomotoras-seudomotoras y, 250, 251 cambios en los dedos y, 247 a 251 componente, arterial, 245 venoso, 245, 246 congelamiento, secuencia que conduce al, 248 diagnóstico, 247 a 251 disminución de la flexión de los dedos en el, 247 a 249 dolor por, 246 edema de la mano en el, 248 a 251 edema de la mano en el, eliminación del, 255 a 257 etapas del, 248, 251 a 253 flujo sanguíneo en el, 250, 251 hiperhidrosis y, 250, 251 hipertricosis y, 251 inicio, 248, 251 mecanismo del, 247 osteoporosis y, 251, 252 restauración del rango de movimiento en, 255 a 259 secuelas, 258 tratamiento de, 253 a 258 prueba para el, del pectoral menor, 191 a 193 Sinovial, 4 Sistema(s), Golgi, de, 20 husos, de, extrafusales, 19 a 23 intrafusales, 18 a 22 musculares, 19 a 22 nervioso, periférico en la distrofia simpática refleja, 240 a 242 central, anatomía del, 202 vestibular, 131 Subluxación, hombro hemipléjico,con, 209,219a 222 Subluxación (continuación) modalidad de imágenes para, 161 oculto, 140, 141 diagnóstico de, 145 pruebas de aprehensión y recolocación para, 161, 162 Superficie articular, 4, 5 asimétrica, 5 forma de silla, en, 4, 5 ovoide, 4, 5 Tbíceps, endinitis, 54 del, 110, 116 a 119 bicipital, 49 calcifican te, 65 a 69 desarrollo de la, 65 a 67 pruebas diagnósticas radiológicas, 75, 76 síntomas de, 67, 68 contracciones repetitivas, por, 58 patogénesis, 58 supraespinosa, 116 a 199 arco doloroso en la, 73, 76 síntomas, 62 a 65 tratamiento de, 77 a 83 Tendón, bíceps, del, anatomía funcional del, 13, 14, 18, 24,25,49,50,57 atrapamiento del, 160 degeneración de los, 111 efectos del envejecimiento sobre el, 58 hemiplejía, en la, 223 bicipital como sitio de dolor y disfunción, 55 conjunto, anatomía funcional del, 11, 24 sitio de dolor o disfunción, como, 55 tendinitis del, 49 inflamación por contracciones repetitivas,94 Tendón / zona crítica - 293 Tendón (continuación) subescapular, 24, 25 supraespinoso, anatomía funcional del, 10, 17, 22, 23,49,57 consecuencias traumáticas sobre el, 59,60 degeneración por izquemia, 94 depósito de calcio y, 68, 73 desgarros del, 65 efectos del envenenamiento sobre el, 58 flujo sanguíneo hacia el, 94 inserción, punto palpable desencadenante de dolor, 72 patología, 56, 57 sitio de dolor o disfunción, como, 56 zona crítica, 268, 269 traumatismo al, 93, 94 Tenis, lesiones en el, 160, 161 mecanica y tejidos afectados en el servicio del, 156, 157 Tensión anormal, 70, 71 Teoría de la hiperextensión en la luxación de hombro, 142, 143 Terapia con hielo, 81, 116 articulación glenohumeral, para la, 76a78 inflamación, para la, 81 lesiones por deporte, en las, 170 Transformación mesenquimatosa, 269 Transverso del cuello, músculo, 187 Trastornos del sueño yfibrositis, 271,272 Tratamiento por rompimiento, desgarros del manguillo rotador, de los, 101, 103,227,229 hombro congelado, en el, 124 Traumatismo, lesiones del plexo braquial por, 192 a 196 Traumatismo (continuación) mediadores químicos y, 59, 63 secuelas vasculares del, 59, 63 tendón, del, 93, 94 Thberosidad, mayor, anatomía funcional de la, 30, 31, 33,37 choque con el proceso acromial, 127 a 129 hipersensibilidad sobre la, 112 punto palpable desencadenante de dolor, 72 sitio de dolor o disfunción, como, 55 menor, anatomía funcional de, 33 punto palpable desencadenate de dolor, 72 sitio de dolor o disfunción, comO,55 Ultrasonido, 116 Vendaje enyesado en espina para el desgarro del manguillo rotador, 105 Vísceras abdominales referido al hombro, dolor de, 262-265 Weitbrech, orificio de, 15, 139, 140 Zona crítica, 56 adelgazamiento degenerativo Y formación de fisuras de la, 97, 98 anatomía funcional de la, 25 a 27 definición de, 26