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Fecha de Publicación: 28 de agosto de 2015 Análisis Análisis de Riesgos de la Industria Bancaria por País: México Contactos analíticos: José M. Pérez-Gorozpe, México (52) 55-5081-4442; jose.perez-gorozpe@standardandpoors.com Analista del soberano: Joydeep Mukherji, Nueva York 1 (212) 438-7351; joydeep.mukherji@standardandpoors.com Contacto adicional: Claudia Sánchez, México 52 (55) 5081-4418; claudia.sanchez@standardandpoors.com Principales factores de calificación Fortalezas: • • • • Marco macroeconómico estable Niveles bajos de apalancamiento Ausencia de desequilibrios económicos o burbujas en precios de activos y Base de depósitos estable y amplia, además de alternativas adecuadas de financiamiento. Debilidades: • • • • PIB per cápita bajo y lento crecimiento económico Economía altamente ligada a la de Estados Unidos y vulnerable a sus ciclos de negocios Nivel alto de informalidad en la economía, y Marco legal aún deficiente. Fundamento Standard & Poor's Ratings Services clasifica al sector bancario de México (escala global, moneda extranjera: BBB+/Estable/A-2; moneda local: A/Estable/A-1) en el grupo '4' de acuerdo con su Análisis de Riesgos de la Industria Bancaria por País (BICRA, por sus siglas en inglés). Otros países en el grupo '4' de BICRA incluyen a Taiwán, Malasia, Israel y la República Checa (véase la Gráfica 1). Nuestros criterios para calificar bancos utilizan nuestras clasificaciones de riesgo económico y riesgo de la industria del BICRA para determinar al ancla de un banco, que es el punto de partida para asignar una calificación crediticia de emisor. El ancla para los bancos que operan solamente en México es ‘bbb’. 1 El riesgo económico de México refleja su bajo PIB per cápita, que limita la capacidad del país para resistir ciclos económicos adversos y la capacidad crediticia de los hogares. Aunque México se ha mantenido estable en el ámbito macroeconómico, su economía aún carece de dinamismo. Los bajos niveles de ingreso, una gran parte de la fuerza de trabajo empleada en el sector informal y un marco legal deficiente limitan las expectativas de crecimiento del crédito y de la penetración bancaria. Estas condiciones se traducen en un riesgo crediticio alto. Por el lado positivo, el sistema financiero mexicano no tiene desequilibrios económicos y los precios de la vivienda se han mantenido bastante estables durante los últimos cinco años. Con respecto al riesgo de la industria, en nuestra opinión, los bancos tienen una buena rentabilidad gracias a un sano ambiente competitivo y a estándares sólidos para la asignación de precios. Opinamos que el marco regulatorio es adecuado y sigue estándares internacionales, fomenta niveles sanos de capitalización y está fortaleciendo las normas de liquidez. Por otro lado, consideramos que el regulador se beneficiaría de una mayor cobertura del sistema financiero y una regulación más estricta para las instituciones no bancarias, particularmente enfocadas en la prevención de fraudes. Una base de depósitos de clientes adecuada y estable respalda el fondeo de todo el sistema bancario de México. Tendencias del riesgo económico y de la industria Consideramos que la tendencia del riesgo económico de México es estable. En nuestra opinión, la implementación de las reformas aprobadas en 2013, tomará tiempo para impulsar el crecimiento económico y mejorar las condiciones para la subscripción de créditos. Por lo tanto, su efecto sobre el sector bancario deberá ser gradual. En particular, no esperamos una mejora dramática en los niveles de ingreso per cápita o del marco legal en el corto plazo. En nuestra opinión, existe un margen limitado para que se den condiciones que puedan incrementar los riesgos económicos, dada nuestra expectativa de que la expansión crediticia seguirá limitada y los precios de la vivienda se mantendrán relativamente estables. Esperamos que la normalización de la política monetaria de Estados Unidos tenga un impacto limitado sobre los bancos comerciales en México. 2 En nuestra opinión, la tendencia de riesgo de la industria de México es también estable. Consideramos que la estructura de financiamiento y la dinámica competitiva del sector bancario del país se mantendrán sanas durante los próximos años. También consideramos que el marco regulatorio de México seguirá mejorando gradualmente y que las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS, por sus siglas en inglés) serán adoptadas en los próximos cinco años. Por otro lado, consideramos que los recientes casos de fraude en instituciones financieras reguladas, como FICREA y Oceanografía, y el incumplimiento de Banco Bicentenario reflejan ciertas debilidades regulatorias y de supervisión. Más casos como estos podrían socavar nuestra opinión de la trayectoria del marco regulatorio del país. Riesgo económico Basamos nuestra clasificación del riesgo económico para México en nuestro análisis de la ‘resistencia económica’, los ‘desequilibrios económicos’ y el ‘riesgo crediticio en la economía’, todos estos términos se definen en nuestros criterios. Resistencia económica: Falta de dinamismo y bajo PIB per cápita limitan la resistencia económica Nuestra evaluación de la resistencia económica se basa en la histórica falta de dinamismo de la economía mexicana y su vulnerabilidad ante los ciclos de negocios de los Estados Unidos, a pesar de la estabilidad macroeconómica y un riesgo político relativamente bajo. Nuestra evaluación también toma en cuenta los bajos niveles del PIB per cápita (véase Tabla 1), que limitan la capacidad del país para resistir ciclos económicos adversos y la capacidad crediticia de los hogares. Estructura económica y estabilidad. La tasa de crecimiento de México se ha rezagado respecto a la mayoría de los mercados emergentes, y el país no ha logrado asimilar su creciente mano de obra. Esto ha contribuido a la importante emigración, particularmente a Estados Unidos; un 10% de la población de México vive en el extranjero. Estados Unidos es el socio comercial dominante del país, y su importante vínculo con la economía estadounidense tiene un rol clave en sus expectativas de crecimiento. En cambio, el crecimiento en otros mercados emergentes, como Asia, es más flexible debido a una mayor diversidad de socios comerciales o a relaciones comerciales más balanceadas. Las bajas tasas de crecimiento de México reflejan que la productividad es más débil que el promedio en América Latina y está significativamente por debajo de la de Asia. Desde 1961 a 2008, el crecimiento promedio anual de México en productividad total de los factores fue de 0%, en comparación con un promedio de 0.3% en América Latina y de más de 2% en China y otras economías asiáticas. Entre 2001 y 2008, la productividad total de los factores en México creció 0.3%, que fue aún menor que el promedio de la región de América Latina de 1% y mucho más baja que el promedio de China de 6%. El lento crecimiento en el país refleja varios factores; muchos de estos los abordan las recientes reformas, como la limitada competencia interna en sectores económicos clave. A pesar de tener un sólido sistema bancario, la intermediación del sector financiero de México está entre las más bajas en América Latina, así como en comparación con sus pares con calificación de ‘BBB’ y con países que tienen niveles similares de PIB per cápita. El crédito total al sector privado, tomando en cuenta a las instituciones bancarias y no bancarias, es de un 25.4% del PIB, de acuerdo con cifras del banco central. Además, el mercado laboral se ve afectado por un nivel alto de informalidad; en los últimos años, el crecimiento del empleo informal superó la creación de empleos formales. Al igual que en otros países en América Latina, el crecimiento de México también está limitado como resultado de las deficiencias en la infraestructura, la incertidumbre legal y la baja calidad de la educación, además de la inequidad de esta. También, en nuestra opinión, la seguridad pública del país se ha deteriorado, lo que probablemente limita el impulso de la inversión. Aunque el crecimiento del PIB real en el corto plazo sigue siendo desalentador, esperamos una recuperación gradual y estable en el mediano plazo. Esperamos que el PIB real de México crezca 2.3% este año, desde 2.1% en 2014, y esperamos que se fortalezca de manera moderada a un 3% en 2016. Aunque la economía del país se está recuperando, el ritmo de recuperación ha sido menor que el esperado. Las razones incluyen el lento crecimiento económico de Estados Unidos, la persistente disminución de la producción de petróleo, y la inversión en México que no ha repuntado tan rápido como se esperaba. El gobierno también recortó la inversión tras la caída en los precios del petróleo, lo que, en nuestra opinión, ha exacerbado el problema. Pese a los desafíos en el corto plazo, la perspectiva para el crecimiento en el mediano plazo de México se mantiene sólida. Las reformas económicas del país deberían impulsar el crecimiento, y esperamos que las condiciones económicas a nivel mundial sean más favorables para México que durante la década pasada debido al aumento de costos en China y a la recuperación de la economía de Estados Unidos, que debería incrementar la demanda de exportaciones industriales e incrementar potencialmente las remesas de las familias. Así, esperamos que el crecimiento del PIB real de México alcance un 4.0% en los próximos tres años. 3 Flexibilidad de la política macroeconómica. La limitada capacidad de México para incrementar sus ingresos continúa restringiendo su flexibilidad fiscal, aunque la base de ingresos del país podría ser menos volátil en el futuro. Esperamos que las reformas reestablezcan la producción petrolera, lo que haría que la base de ingresos del país sea menos volátil y más sostenible. Sin embargo, los ingresos generales y la base fiscal del país se mantienen bajos pese a los esfuerzos de las diversas reformas a lo largo de la década pasada. Los ingresos petroleros representan un 35% del total de los ingresos del sector público. Durante la década pasada, los ingresos fiscales federales como proporción del PIB (que incluyen el subsidio o impuesto a la gasolina) han cambiado muy poco, se mantienen entre 8% y 10% del PIB. La base tributaria de México, 85% de la cual proviene del impuesto sobre la renta y del impuesto al valor agregado (IVA), tiene numerosas excepciones y lagunas. Por ejemplo, en particular, las medicinas y los alimentos están exentos del IVA. De acuerdo con los cálculos del gobierno, las excepciones y lagunas representan aproximadamente 4% del PIB. El gobierno buscó abordar este problema altamente controversial con la reforma fiscal de 2013, que se sigue implementando. Las reformas incluyen el cierre de algunas lagunas fiscales junto con otros esfuerzos para hacer más progresivo el sistema fiscal. Sin embargo, cerrar los espacios ha demostrado ser políticamente difícil en el pasado y la implementación de las reformas fiscales seguirá siendo un desafío. Aunque la reforma no impone un IVA a los alimentos y medicamentos, el gobierno eliminó el subsidio a la gasolina para incrementar los ingresos; además los cambios buscan aumentar los ingresos fiscales no relacionados con el petróleo en un total de 2.4% para 2018. A medida que el gobierno busca incrementar los ingresos, el nivel de deuda de México ha aumentado gradualmente a lo largo de la última década, pero esperamos que se mantenga relativamente estable. La deuda neta del gobierno general fue de 42% del PIB en 2014, y esperamos que se mantenga alrededor de 42% este año y continúe estable durante varios años. Aunque México aún tiene un nivel de deuda manejable, tiene menos flexibilidad fiscal de la que tenía hace 10 años. La política monetaria del banco central de México, formalmente independiente, se basa en un marco enfocado en la inflación y tiene un régimen flotante de tipo de cambio. El Banco de México (Banxico) tiene un solo mandato: mantener la inflación baja y estable, y por lo tanto respalda el crecimiento sostenido y la creación de empleos. La inflación se ha mantenido en cifras de un dígito desde 1999, y esperamos que se mantengan bajo control en los siguientes años. Desde enero de 2008, la meta de inflación de Banxico se ha basado en la tasa de fondeo bancario. La meta de inflación para 2015-2016 es de 3%, con un margen de más o menos 1%, que ha sido la norma en los últimos años. En 2015-2017, esperamos que la inflación promedie 2.8% en comparación con 4.1% en 2014. Tabla 1. Resistencia económica -- al 31 de diciembre -(%) PIB nominal (miles de millones $) PIB per cápita ($) 2010 2011 2012 2013 2014 2015p 2016p 13,266.9 14,527.3 15,600.1 16,082.5 17,050.6 17,931.1 19,115.4 9,349.0 9,561.0 Crecimiento real del PIB 5.2 3.9 4.0 1.4 2.1 2.3 3.0 Tasa de inflación (CPI) 4.2 3.4 4.2 3.8 4.1 2.8 3.5 Cambio en deuda general del gobierno como % del PIB Deuda general neta del gobierno como % del PIB 9,189.0 10,109.0 10,120.0 10,636.0 10,715.0 2.4 3.9 3.1 3.9 4.4 3.7 2.0 33.9 35.9 36.6 38.7 41.0 42.5 41.9 p--Proyectado. Fuente: Calificaciones de Instituciones Financieras de Standard & Poor's. Riesgo político. Los partidos políticos de México respaldan la adecuada formulación de políticas macroeconómicas y el país tiene un historial de compromiso con una administración macroeconómica cauta. En general, México ha demostrado una efectiva formulación de políticas para promover las finanzas públicas prudentes, una inflación baja y un crecimiento económico, aunque modesto, equilibrado. El sistema de pesos y contrapesos continúa madurando. A nivel presidencial, el poder se ha alternado con éxito durante la última década entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN). Estos dos partidos políticos han manifestado su apoyo entre los distintos partidos para una política macroeconómica estable a nivel nacional, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) también lo ha hecho a nivel local (especialmente en la Ciudad de México). Los equipos tecnocráticos bien capacitados han llevado la gestión económica del gobierno. El banco central es independiente y recibe un amplio respaldo, así como el mantenimiento de bajos niveles de inflación. 4 La menor popularidad del Presidente Enrique Peña Nieto podría dificultarle al gobierno aplicar sus políticas. En abril de 2015, la popularidad de Peña Nieto cayó alrededor de 30% desde un 55% a principios de la administración. Su índice de aprobación se vio afectado por un crecimiento del PIB menor que el esperado, la recurrencia de violencia de alto perfil relacionada con el narcotráfico y los recientes casos de corrupción entre el círculo de allegados del presidente. Aunque los beneficios a largo plazo de las reformas han despertado una percepción favorable entre los inversionistas extranjeros, los mexicanos siguen siendo escépticos. La economía es débil, los altos impuestos han reducido los ingresos disponibles de los hogares y el crimen persiste. Sin embargo, no esperamos que la baja de la popularidad del presidente represente ningún riesgo material para el futuro de la agenda de reformas. Desequilibrios económicos: Ligero repunte del crédito pero los desequilibrios económicos deberán mantenerse limitados México continúa en una fase de expansión, con tendencias de crecimiento tanto para el PIB como para el crédito. El PIB se recuperó ligeramente en 2014, y esperamos que el crecimiento económico mejore su ritmo durante los próximos dos años, aunque se mantiene en niveles bajos tomando en cuenta las necesidades del país. El crecimiento del crédito se ha acelerado en línea con la economía, que, en nuestra opinión, es el resultado de un mejor desempeño en algunos sectores, como el automotriz, el turístico y el aeronáutico. Además, el financiamiento de los bancos comerciales se ha vuelto más atractivo para las grandes empresas debido a una mayor rigidez en los mercados de capitales, derivado de una menor liquidez y en el incremento de la demanda de inversionistas de retornos más altos. Por otro lado, los precios de la vivienda se han mantenido estancados. Consideramos que esto refleja la falta de financiamiento en el sector y la gran parte de la población en la informalidad en México. Los precios de la vivienda se han acelerado solo en algunas ciudades, como en la Ciudad de México, que tiene una población más grande de trabajadores formales con salarios más altos. Las carteras hipotecarias de los bancos comerciales están altamente concentradas en estas ciudades. No esperamos que los precios de la vivienda a nivel nacional se incrementen significativamente durante los próximos dos años debido a que no esperamos que los bancos extiendan el crédito a los trabajadores en el sector informal, mismo que no esperamos que disminuya de manera importante en los próximos años. En nuestro escenario base, consideramos un crecimiento del PIB de 2.3% y 3% en 2015 y 2016, respectivamente. Esperamos que el crecimiento del crédito alcance un 13% durante 2015 y un 13.5% en 2016. Tomando en cuenta este crecimiento, el crédito al PIB probablemente se incrementará un 1.7% anual. Esperamos que los precios de la vivienda se mantengan relativamente estables con un crecimiento anual real de un 1% durante el mismo periodo. Las pérdidas crediticias deberían seguir estabilizándose y presentar una disminución gradual a medida que la economía mejora y disminuyen los efectos del incumplimiento de las desarrolladoras de vivienda, y de Oceanografía, así como las pérdidas asociadas a los créditos de consumo. Nuestra evaluación ‘muy bajo riesgo’ para los desequilibrios económicos de México como refleja una expansión de crédito moderada y la ausencia de una burbuja de precios en el mercado inmobiliario. Crecimiento del crédito en el sector privado. Esperamos que el crecimiento del crédito en el sector privado en México aumente ligeramente en los próximos dos años. En nuestro escenario base, el crecimiento del crédito en este sector será de un 13% en 2015 y de un 13.5% en 2016. En nuestra opinión, los créditos comerciales, los préstamos a las pequeñas y medianas empresas (pymes), y la expansión sostenida de los créditos hipotecarios impulsarán el crecimiento del crédito. Esperamos que los créditos comerciales se expandan como resultado de la mejore gradual en la economía y debido a condiciones favorables en ciertos sectores (automotriz, turismo, aeronáutica, energía y gas). Asimismo, esperamos que las grandes empresas obtengan cada vez más financiamiento con bancos comerciales debido a una mayor rigidez en los mercados de capitales por la volatilidad y las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos aumente las tasas de interés. En años anteriores, las grandes empresas habían aprovechado las bajas tasas de interés y los altos niveles de liquidez mediante la emisión de deuda en los mercados de capitales para financiarse. 5 El financiamiento de las pymes deberá seguir mostrando un crecimiento de dos dígitos (alrededor de 12%), respaldado por los programas de garantía del gobierno. En lo que respecta el crédito al consumo, esperamos que el crecimiento se estabilice después un periodo de desaceleración que inició a mediados de 2012. En nuestra opinión, las mejores condiciones económicas y la asimilación en curso de las reformas fiscales de 2013 deberían incrementar la demanda de crédito, sin embargo, consideramos que los bancos serán cautelosos, y esperamos que la subscripción de créditos al consumo se enfoque en préstamos de descuento vía nómina, que han tenido un mejor desempeño que las tarjetas de crédito y los créditos personales. También prevemos que el crédito hipotecario mantendrá una buena dinámica de crecimiento. No prevemos que la aceleración en el crecimiento del crédito cree ningún desequilibrio económico adicional pues consideramos que el ritmo de expansión estará estrechamente vinculado al crecimiento económico. Esperamos que la penetración bancaria se mantenga en niveles bajos y por debajo de 30% durante los próximos dos años. Precios de los bienes raíces. Los precios de la vivienda siguen estancados excepto en zonas muy específicas con residenciales enfocados a las familias con mayor poder adquisitivo. En nuestra opinión, aunque el crédito hipotecario ha crecido por arriba de 10% en los últimos años, se mantiene altamente concentrado en las personas ingresos medios y altos y dentro de la Ciudad de México. Para la población en general, el acceso a los créditos hipotecarios es limitado, particularmente para la gran parte de la población en el sector informal. En nuestra opinión, esto se refleja en la débil dinámica de los precios de la vivienda en el país. Los precios de la vivienda reales se han incrementado a un ritmo muy lento, con un promedio de 0.6% en los últimos cuatro años (últimos tres años más nuestro estimado de 2015). De acuerdo con el índice de precios de vivienda nacional, los precios permanecieron estables en 2014, pues el crecimiento real fue tan solo de 0.3%. Además, el crecimiento real del precio de las viviendas en los estados más grandes fue similar. La excepción fue en la Ciudad de México donde el crecimiento real del precio fue de 3.8%, que, en nuestra opinión, se debió a que las hipotecas en la ciudad representaron 53% del total de créditos hipotecarios de los bancos comerciales. En general, consideramos que el lento crecimiento de los precios es resultado de una limitada disponibilidad de crédito hipotecario para la población de bajos ingresos y los empleados del sector informal. No existe una fuente de información confiable para los precios de bienes raíces comerciales (CRE, por sus siglas en inglés) en México. Sin embargo, la exposición de los bancos al sector de CRE no es significativa. Además, el apetito de los bancos en este sector es limitado dados los recientes incumplimientos de las desarrolladoras de vivienda. Precios de capital. El sector bancario tiene una exposición muy limitada al mercado de valores. Tradicionalmente, los bancos invierten en deuda del gobierno. Además, debido a las prácticas de inversión en general conservadoras, no esperamos que esta tendencia cambie. Desequilibrios en la cuenta corriente. La posición externa de México representa una ‘vulnerabilidad limitada’ para el sistema bancario. Por lo tanto, no tiene efecto sobre nuestra clasificación total de ‘desequilibrios económicos’. Durante los siguientes años, esperamos que los déficits de la cuenta corriente y la balanza comercial de México se amplíen conforme crezca la demanda doméstica y el sector energético repunte lentamente. El déficit de la cuenta corriente fue de 2.1% del PIB en 2014 y esperamos que se amplíe marginalmente en 2015 y en los siguientes años. La moderada demanda doméstica y los precios favorables del petróleo han mantenido bajos los déficits de la cuenta corriente y de la balanza comercial en los últimos años, pese a la caída en la producción y exportación del petróleo. La producción petrolera disminuyó 7.5% durante el primer trimestre de 2015. Las exportaciones de petróleo, históricamente en torno a 15% del total de las exportaciones, han ido disminuyendo desde 2012. En 2014, bajaron otro 14% y 47% en los primeros cuatro meses de 2015 por menores volúmenes y precios, una tendencia que esperamos continúe durante 2015. Sin embargo, la caída en las exportaciones petroleras se compensa parcialmente por el incremento en las exportaciones no petroleras, particularmente las exportaciones de manufacturas a Estados Unidos. La inversión extranjera directa (IED) en México se ha mantenido en niveles moderados a lo largo de la última década, pero esperamos que se incremente lentamente durante los próximos años conforme arranca la inversión para el sector energético. La IED neta ha disminuido en general durante los últimos 10 años a un promedio de 1.4% del PIB en 2005-2014, un nivel bajo en comparación con los estándares de la región. Esperamos que la IED neta se modere ligeramente este año, pero que se incremente gradualmente debido a las entradas de flujo relacionadas con la apertura del sector energético además de la inversión en curso en el sector automotriz. La IED de las multinacionales mexicanas en el extranjero se ha incrementado durante los años recientes, contribuyendo a la reducción de la IED neta. 6 Tabla 2. Desequilibrios económicos --al 31 de diciembre-2010 2011 2012 2013 2014 2015p 2016p Cambio anual en crédito doméstico al sector privado & NFPEs* como % del PIB (0.2) 0.9 0.6 1.4 0.6 1.8 1.7 Cambio anual en los precios de la vivienda (real): nacional (0.5) 0.4 1.2 (0.1) 0.3 1.0 1.0 Cambio anual en el índice de acciones (inflación-ajustada) 15.9 (7.2) 13.7 (6.1) (3.1) N.A. N.A. Balanza de la cuenta corriente como % del PIB (0.5) (1.1) (1.3) (2.4) (2.1) (1.8) (2.3) Deuda externa neta como % del PIB 4.4 4.3 7.5 8.0 7.6 6.5 6.6 (%) N.A.—No aplica. p--Proyectado. *NFPEs—Empresas no financieras del sector público. Fuente: Calificaciones de Instituciones Financieras de Standard & Poor's. Riesgo crediticio en la economía: Altas pérdidas crediticias, niveles de ingreso bajos y disparidades de ingreso que se traducen en un alto riesgo crediticio Apalancamiento y capacidad de deuda del sector privado. La economía mexicana refleja las disparidades de ingreso. Una parte significativa de la población está en pobreza, y el empleo informal representó el 57.8% del total de la fuerza laboral a junio de 2015, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El PIB per cápita está ligeramente por debajo de los US$10,000 y solamente una pequeña parte de la población tiene acceso al crédito de los bancos comerciales. De acuerdo con el INEGI, 60% de la población trabajadora recibe un salario mensual menor a US$500. Esto significa que la capacidad de pago de deuda en México es muy baja y vulnerable. Una tendencia similar es evidente en el sector corporativo, ya que existen abrumadoras diferencias entre los grandes conglomerados corporativos y las poco sofisticadas pymes, que tienen un acceso limitado al crédito y que históricamente han financiado sus necesidades a través de sus proveedores. En nuestra opinión, los bancos mexicanos han realizado un trabajo bastante adecuado colocando créditos en el sector formal, incluyendo a las personas físicas (con salarios mensuales arriba de US$500), empresas medianas, grandes corporaciones y hasta cierto punto, las pymes. Pero los bancos no han podido encontrar una forma efectiva para ofrecer sus servicios a la población de bajos ingresos, ni al sector informal. Consideramos a estos clientes como altamente riesgosos para los bancos, con base en sus pérdidas crediticias derivadas de los préstamos a este segmento. Algunos de los riesgos incluyen ingresos e información de los antecedentes de los acreditados limitados, cuya salud financiera fluctúa abruptamente con los ciclos económicos, así como una débil cultura de pago de préstamos. Tabla 3. Riesgo crediticio en la economía --al 31 de diciembre-2010 2011 2012 2013 2014 2015p 2016p PIB per cápita ($) 9,189 10, 109 10,120 10,636 10,715 9,349 9,561 Crédito interno al sector privado & NFPEs como % del PIB 21.9 22.8 23.4 24.8 25.4 27.2 28.9 Deuda de los hogares como % del PIB 13.3 13.7 14.1 14.8 15.0 15.8 17.0 Deuda de empresas como % del PIB 16.8 18.6 18.3 20.8 22.4 23.7 25.0 Activos improductivos como % de los préstamos totales (al cierre del año)* 2.6 2.8 2.9 3.9 3.6 3.2 3.0 16.1 13.8 13.8 16.1 15.0 14.0 (%) Préstamos en moneda extranjera (% del total de préstamos) 13.6 p--Proyección. *NFPEs—empresas no financieras del sector público. §Incluye financiamiento externo para las empresas †Solo bancos comerciales. Fuente: Calificaciones de Instituciones Financieras de Standard & Poor's. 7 Estándares de otorgamiento y subscripción de crédito. Evaluamos los estándares de otorgamiento y subscripción de crédito como al menos moderadamente conservadores. Dentro de la industria, los préstamos a tasa fija están generalizados, la exposición al tipo de cambio es baja y enfocada en los exportadores, y los bancos estructuran sus préstamos de manera conservadora. En general, las prácticas de administración de riesgo crediticio de los bancos se basan en modelos de crédito sólidos. Las prácticas de cobranza de deuda se han afianzado y ahora son una parte integral de la administración del riesgo crediticio. Un buró de crédito más eficiente también ha respaldado los estándares de subscripción de los bancos. Los bancos comerciales proporcionan créditos principalmente a las corporaciones grandes y medianas, con base en el análisis de flujo de efectivo y requisitos de garantía. La cartera del sector bancario está adecuadamente diversificada; las primeras 20 mayores exposiciones representan aproximadamente un 50% del capital total. Además, existen límites regulatorios y por parte de la administración de riesgo crediticio de cada banco sobre las exposiciones individuales de empresas, sectores y grupos. No obstante, consideramos esta concentración es un tanto riesgosa, porque el incumplimiento de algunas de las corporaciones más grandes podría poner en peligro a todo el sector bancario. La composición general de los préstamos de la banca comercial es adecuada, con una exposición muy limitada a los sectores de alto riesgo o a créditos denominados en moneda extranjera. Los créditos a las pymes están gradualmente ganando terreno pero mantienen un porcentaje relativamente pequeño de la cartera, aproximadamente 10.7% al cierre de 2014. El gobierno respalda la mayoría de los créditos a las pymes que se han originado recientemente con una garantía por las primeras pérdidas o un porcentaje del préstamo. En nuestra opinión, esto mitiga parcialmente el riesgo asociado a estas carteras. Esperamos que el gobierno siga proporcionando este tipo de incentivos y que la cartera de las pymes siga creciendo a un ritmo de dos dígitos. En lo que respecta al crédito minorista, los bancos se han mantenido bastante conservadores después de 2007, el año de máximo crecimiento de tarjetas de crédito que llevó a pérdidas muy altas durante la crisis financiera mundial del 2008-2009. Desde entonces, los bancos se han enfocado en préstamos minoristas que tienen algún tipo de colateral (es decir, descuento por nómina, préstamos para auto e hipotecas) y en la parte superior del sector formal. En general, el crecimiento del crédito al consumo se ha desacelerado considerablemente desde 2012 a un 6% en 2014 (en términos nominales). Consideramos que el crecimiento del crédito se estabilizará en este nivel durante 2015 y debería repuntar durante los próximos dos años a medida que mejora la economía. Sin embargo, esperamos que el crecimiento sea principalmente en los créditos con descuento por nómina y posiblemente en los préstamos para auto, además anticipamos que los bancos seguirán siendo prudentes con las tarjetas de crédito y los préstamos personales, que han tenido un deficiente desempeño en el pasado. Asimismo, esperamos que los créditos hipotecarios mantengan una dinámica adecuada con un crecimiento cercano a 10% durante los próximos dos años. Como lo esperábamos, los indicadores de la calidad de activos se están estabilizando, y consideramos que ahora mejorarán gradualmente conforme se recupera la economía. El crecimiento del crédito se ha enfocado recientemente en los créditos comerciales y las hipotecas, pero ambos muestran un desempeño adecuado y deberían respaldar la calidad de los activos de los bancos en el futuro. Los activos improductivos (NPAs, por sus siglas en inglés) del sistema bancario fueron de 3.6% al cierre de 2014, desde 3.9% el año anterior, y esperamos que esta tendencia continúe, con una caída en torno al 3% en 2016. Junto con otras condiciones que mencionamos anteriormente, las pérdidas crediticias comparativamente altas en México limitan nuestra evaluación de riesgo crediticio. Sin embargo, consideramos que los bancos tienen márgenes de interés neto adecuados, buenos índices de aprovisionamiento (la cobertura para pérdidas crediticias promedió 1.5 veces [x] durante los últimos cinco años) y sólidos índices de capitalización. Estos factores mitigan, en parte, las altas pérdidas crediticias. Las pérdidas crediticias deberían seguir estabilizándose y presentar una disminución gradual conforme mejore la economía y disminuyan los efectos negativos de los incumplimientos de las desarrolladoras de vivienda, Oceanografía y de las pérdidas de los créditos personales. Las pérdidas crediticias se estabilizaron en 3.1% en 2014, y esperamos que sigan bajando a 3% en 2015 y a 2.8% en 2016. Cultura de pago y cumplimiento de la ley. Además de la disparidad del ingreso y alto nivel de informalidad en la economía, el marco legal de México y los altos índices de corrupción también obstaculizan el desarrollo financiero, en nuestra opinión. No hemos observado importantes avances respecto al control de la corrupción y el estado de derecho. En cambio, estos indicadores se han deteriorado ligeramente. En nuestra opinión, esto seguirá traduciéndose en una baja penetración bancaria en el país y en el enfoque de los bancos en el sector formal y en las familias con medianos y altos ingresos. 8 El desafiante entorno legal de México incluye derechos de propiedad relativamente débiles y procesos judiciales complejos y poco confiables. Las reformas de los procesos legales y de bancarrota y un registro unificado para colaterales de bienes inmuebles están en curso, pero aún hay margen de mejora. Las mejoras en los burós de crédito han ayudado a los intermediarios financieros a analizar mejor el riesgo y han ayudado a los intermediarios financieros a hacer lo mismo, aunque la deficiente cultura crediticia ha llevado algunas veces a altos niveles de deuda personal. Riesgo de la industria Basamos nuestra clasificación de riesgo de la industria para México en nuestra evaluación del marco institucional, dinámica competitiva y financiamiento para todo el sistema. Marco institucional: Desarrollo de la regulación y supervisión deberá respaldar la mejora gradual en el historial Regulación y supervisión bancaria. Evaluamos la regulación y supervisión bancaria de México como ‘intermedia’. El organismo regulador, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), supervisa a los bancos de cerca y frecuentemente. La supervisión de la CNBV es adecuada gracias a sistemas que proporcionan información detallada. La CNBV también supervisa todas las instituciones que reciben depósitos, a las casas de bolsa y a las casas de cambio. Sin embargo, la rotación del personal de supervisión debilita, en cierta medida, la calidad y continuidad institucional. Los estándares regulatorios mexicanos están principalmente alineados con los estándares internacionales, excepto por las IFRS, que esperamos sean adoptadas dentro de los próximos cinco años. El alcance regulatorio abarca todos los bancos, que son responsables de más del 64% del crédito que se otorga en el país. Algunas instituciones financieras no caen dentro del alcance del regulador, principalmente las instituciones que no aceptan depósitos, sin embargo, su participación en el sistema es pequeña. Los reguladores financieros de México emitieron recientemente nuevas reglas de liquidez para los bancos comerciales que buscan alinearse con los estándares internacionales, particularmente los de Basilea III. Consideramos que estas reglas reforzarán la transparencia y fomentarán un prudente manejo de la liquidez en el sistema financiero mexicano. En nuestra opinión, el nuevo conjunto de reglas de liquidez y requerimientos, establecido de manera conjunta por el banco central y la CNBV, es un buen punto de partida para abordar los riesgos de liquidez en el sistema bancario del país. Como parte de las nuevas reglas, los reguladores establecieron un coeficiente de cobertura de liquidez (LCR, por sus siglas en inglés, activos líquidos computables/flujo neto total de salida de efectivo) para garantizar que los bancos cuentan con el monto suficiente de activos líquidos elegibles para cubrir el flujo total neto de salida de efectivo en un periodo de 30 días. El coeficiente es similar a los lineamientos de LCR bajo las normas de Basilea III. Los activos líquidos elegibles están sujetos a diversos recortes dependiendo de la clase de activos y de la disminución acumulada real de su valor de mercado durante los últimos 10 años en un periodo de 30 días, que las nuevas reglas establecen en una pérdida de valor de mercado de 10%. Los bancos mexicanos necesitan cumplir con un LCR de 60% durante 2015, y gradualmente se incrementará a 100% en 2019. Además, consideramos que el nuevo coeficiente LCR mejora la transparencia. Ahora los bancos deben reportar sus LCRs al banco central y a la CNBV, y después de que las dos entidades verifiquen la información, los bancos deben publicarla trimestralmente. Este coeficiente proporcionará una mejor perspectiva de los niveles de liquidez regulatoria de los bancos mexicanos a los inversionistas y a otros integrantes del mercado. Sin embargo, consideramos que una elaboración de reportes más frecuente –que ya está en marcha para la capitalización regulatoria—beneficiaría al sistema bancario. Historial regulatorio. En nuestra opinión, el historial del regulador mexicano es ‘intermedio’ y las autoridades han respaldado al sistema financiero. De manera proactiva, el banco central ha tomado medidas para proteger el sector bancario. También, en virtud de la importancia de las subsidiarias bancarias extranjeras en el sistema, se han tomado medidas específicas para protegerlas de fugas de capitales o auxilio de capital a sus controladoras, lo que sería perjudicial para la solidez financiera de las subsidiarias. Estas medidas incluyen límites en las transacciones con partes relacionadas en términos de liquidez, operaciones normales diarias y préstamos a la controladora o adquisiciones de deuda. 9 En 2014, un banco mexicano (Banco Bicentenario) incumplió, lo cual no ocurría desde 1994, esto puso a prueba el nuevo régimen de resolución y los estándares de capitalización de Basilea III de alertas tempranas. En nuestra opinión, la autoridad actuó de manera diligente y siguió las normas para intervenir y liquidar la institución. Se utilizó el seguro de depósitos de acuerdo con las reglas vigentes. El banco era pequeño y su incumplimiento no creo ningún impacto sistémico. No obstante, consideramos que aún quedan algunas debilidades en el marco regulatorio y de supervisión. Por ejemplo, en 2014, se presentó un caso de fraude en el sistema financiero que implicaba a una institución financiera no bancaria regulada, FICREA, una sociedad financiera popular. En nuestra opinión, las autoridades identificaron el fraude un poco tarde, por lo que no cumplieron con la protección a los depositantes y a otros acreedores. Las autoridades siguen trabajando en una solución para FICREA, pero la mayoría de los depositantes han reclamado el seguro de depósitos, y otros han presentado demandas legales. FICREA también era una entidad pequeña. Pero el caso de fraude aún tuvo un impacto negativo moderado sobre las entidades no reguladas, no bancarias. Gobernabilidad y transparencia. Consideramos que el gobierno corporativo en el sector bancario mexicano es adecuado. Las prácticas de gobierno corporativo han mejorado después de la entrada al mercado de los bancos extranjeros, debido a que la administración de riesgo se ha fortalecido y ha aumentado el número de miembros experimentados e independientes en los consejos de administración. También vemos estándares de gobierno conservador en los bancos nacionales cuyos consejos de administración incluyen a un gran número de miembros independientes. La transparencia ha mejorado significativamente, sin embargo, podría desarrollarse aún más. Los reguladores requieren que los bancos reporten sus estados financieros trimestralmente, y se envían reportes mensuales a la CNBV. Los estándares de contabilidad son adecuados y constantemente se están acercando a los estándares internacionales. Aun así, consideramos que la disponibilidad de información acerca de transacciones y exposiciones adicionales con partes relacionadas sería benéfica. Existe también información limitada sobre las prácticas de compensación y no esperamos una mayor transparencia en el futuro inmediato. La CNBV emite reportes mensuales sobre el desempeño de la cartera de préstamos y resultados operativos. Esperamos que los estándares Basilea III incrementen la información disponible del sector. Dinámica competitiva: Apetito al riesgo moderado con márgenes financieros que respaldan la rentabilidad Apetito al riesgo. Evaluamos el apetito al riesgo del sistema financiero como ‘moderado’. La rentabilidad (medida por el retorno a capital) es comparable a la de otros sectores en la economía, gracias a una adecuada calidad de activos y buenos estándares para fijar de precios, que dan como resultado márgenes financieros altos. Por otro lado, la exposición de bancos a la cartera de consumo, la cual produce un alto nivel de pérdidas crediticias, limita en cierta medida nuestra evaluación del apetito al riesgo. El sector bancario mexicano proporciona productos de crédito tradicionales y su utilización de productos complejos y más riesgosos ha sido baja. La bursatilización de carteras se redujo en 2008 y 2009 y el mercado no ha recuperado su impulso, de manera que no consideramos que existan riesgos escondidos fuera de balance. Incluso en su punto más alto, el uso de bursatilizaciones de los bancos fue bajo. En general, consideramos que las prácticas de compensación desalientan la toma de riesgos. Estabilidad de la industria. Consideramos el sector bancario mexicano como estable, ya que los tres bancos privados más grandes – BBVA Bancomer, S.A., Banamex de Citigroup y Banco Santander, S.A. (México) – han dominado el mercado durante los últimos años, representando más del 53% de la participación de mercado entre los bancos comerciales. Recientemente, Banco Mercantil del Norte, S.A. Institución de Banca Múltiple Grupo Financiero Banorte (Banorte) se ha convertido en el tercer banco más grande en términos de depósitos al incorporar las operaciones de IXE Banco desde su adquisición. Banorte fue, durante muchos años, el cuarto banco más grande, de manera que no vemos este cambio como significativo para la estabilidad de la industria. No hemos observado la entrada de nuevos participantes importantes a la industria. Sin embargo, no descartamos la posibilidad de que los bancos más grandes absorban a los participantes más pequeños, como el caso de Banco Walmart e Inbursa, o una mayor consolidación de los bancos de menor tamaño dentro del sistema. Muchos bancos de menor tamaño y de nicho no han tenido éxito en incrementar sus fondos mediante depósitos y en volverse rentables. Como anticipábamos, entrar al mercado mexicano es difícil debido a que está dominado por bancos grandes y bien posicionados. Además, las nuevas reglas de capitalización y liquidez representarán un desafío importante para los participantes de menor tamaño. 10 Esperamos que las fuertes posiciones de mercado de los bancos grandes sigan representando importantes barreras de entrada. El desempeño y los niveles de rentabilidad de las grandes subsidiarias mexicanas de propiedad extranjera han beneficiado de manera importante a sus controladores y no esperamos que salgan del mercado mexicano. Además, los depósitos locales representan la mayor parte del financiamiento de estos bancos. Tomando en cuenta estos factores, no esperamos mayores cambios en la dinámica competitiva o en la composición del sistema durante los próximos dos años. Distorsiones del mercado. El gobierno mexicano no posee bancos comerciales y las empresas financieras (no bancarias) locales representan una pequeña porción del crédito total. Sin embargo, el gobierno cuenta con dos grandes entidades financieras – Infonavit y Fovissste – totalmente enfocadas al crédito hipotecario para servidores públicos, personas de bajo ingreso, y en cierta medida, los empleados del sector privado de clase media alta. Consideramos que aunque estas instituciones tienen grandes participaciones en el mercado hipotecario (véase la Gráfica 2), no representan una amenaza para las operaciones de los bancos comerciales y no ocasionan importantes distorsiones de mercado. Además, los bancos públicos de desarrollo proporcionan financiamiento para proyectos de infraestructura, desarrolladoras de vivienda, gobiernos locales y regionales, pymes, exportadores y otros sectores específicos. La banca de desarrollo realiza principalmente actividades de segundo piso y en algunos casos ofrece préstamos directos. Sin embargo, solo prestan cerca del 14% del total de los créditos comerciales. Además, la mayoría de sus actividades se encuentra en los sectores que los bancos comerciales no atienden, y por lo tanto, no representan una amenaza para los bancos privados, ni causan distorsiones de mercado. Otras instituciones financieras no bancarias tienen aproximadamente una participación de mercado del 10%, en términos de los préstamos totales en el sistema, que consideramos relativamente bajo. En nuestra opinión, estas empresas difícilmente pueden competir en los mismos segmentos; la mayoría tienen altos costos de fondeo y se enfocan en los segmentos en los cuales no lo hacen los bancos. 11 Tabla 4. Dinámica competitiva --Al 31 de diciembre-2010 2011 2012 2013 2014 2015p 2016p Retorno a capital de bancos en México 13.9 12.5 13.9 14.2 13.1 13.5 14.0 Retorno a capital del sector empresarial 13.6 14.6 15.5 14.9 13.6 N.D. N.D. Retorno a activos promedio en todo el sistema para el sector bancario 1.5 1.3 1.5 1.5 1.4 1.5 1.5 Margen financiero neto a activos productivos promedio para el sector bancario 6.8 6.8 7.1 7.2 7.0 6.7 6.9 Participación de mercado para los tres bancos principales* 56.0 55.0 53.4 54.3 54.0 53.7 53.5 Participación de mercado para los bancos propiedad del gobierno y bancos sin fines de lucro* 33.1 32.0 32.3 32.2 32.2 32.0 32.0 Participación de mercado de instituciones no bancarias en el total de los activos de todo el sistema* 10.1 10.2 10.2 9.7 9.5 9.5 9.0 (%) *La participación de mercado de los bancos solo se mide dentro de los bancos comerciales, otras participaciones de mercado se miden con respecto a todo el sistema financiero. N.D.—No disponible. Calificaciones de Instituciones Financieras de Standard & Poor's. Fondeo del sistema: Baja dependencia del mercado y base estable de depósitos respaldan el financiamiento del sistema Depósitos de clientes. La fuente de financiamiento tradicional de los bancos mexicanos son los depósitos de clientes, que se han mantenido muy estables incluso durante severas crisis bancarias. Estimamos que cerca del 60% de los depósitos son personas físicas y el remanente de empresas. La fuente de financiamiento alternativo de los bancos, especialmente durante los últimos tres años, ha sido el mercado de deuda, pero la dependencia de este se mantiene baja y el perfil de vencimiento es manejable. El Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) provee un seguro de depósitos que respalda la estabilidad de los mismos. Esperamos que los depósitos continúen financiando la mayoría de los préstamos en el sector. Fondeo externo. El sector bancario mexicano no depende de deuda externa, lo que reduce su exposición al estrés financiero y de liquidez mundial. Esto se debe en parte a la baja participación de los préstamos denominados en moneda extranjera en el país y la adecuada base de depósitos. Aunque las instituciones financieras extranjeras dominan el sector bancario de México, ninguna de las grandes subsidiarias locales recibe financiamiento de sus controladoras; solamente las subsidiarias bancarias extranjeras pequeñas principalmente involucradas en actividades de banca de inversión reciben cierto respaldo de financiamiento. Algunas de estas subsidiarias de propiedad extranjera tienen líneas de crédito que pueden respaldar las necesidades de liquidez, pero el uso es muy pequeño. De la deuda de mercado en circulación que los bancos mexicanos emiten en el extranjero, el 78% tiene tasas fijas y el 87% vence después de 2019 y el 63% después de 2022. A marzo de 2015, la deuda de mercado denominada en moneda extranjera representaba 4.8% del total de pasivos de los sistemas y 7.7% de su base de fondeo (depósitos totales, deuda y repos). Los vencimientos están distribuidos de manera equilibrada y son manejables durante los siguientes diez años. En el caso de la deuda de mercado emitida en el extranjero, solo 10% del total vence en los próximos tres años (vea la Gráfica 3). 12 Mercados locales de deuda y capitales. En nuestra opinión, los mercados de capital y deuda son ‘moderadamente amplios y profundos’. Los mercados de capital y deuda del país se han estado expandiendo gradualmente gracias al crecimiento de las Administradoras de Fondos Para el Retiro (Afores) que requieren de alternativas de inversión de largo plazo. Aunque el mercado es todavía relativamente pequeño en relación al PIB (la deuda privada como porcentaje del PIB fue de 16.5% al cierre de 2014) existe un mercado activo para la inversión y hasta cierto punto para emisores de grado especulativo. Además, existe una disponibilidad adecuada de vencimientos a mediano plazo (3-5 años). Consideramos que el mercado interno seguirá desarrollándose. Aun así, falta mucho para hacer accesible el mercado para un número más grande de empresas y para extender los vencimientos. Rol del gobierno. El respaldo del gobierno mexicano al sector bancario ha sido satisfactorio, como se ha observado en un buen historial para proporcionar garantías y liquidez durante los periodos de volatilidad del mercado. Debido al pequeño tamaño del sector con relación al PIB, consideramos la capacidad del banco central para respaldar las necesidades de financiamiento como adecuada. Tabla 5. Fondeo del sistema --al 31 de diciembre-2010 2011 2012 2013 2014 2015p 2016p (%) Depósitos de clientes locales en todo el sistema/créditos locales de todo el sistema 93.5 Deuda externa neta del sector bancario/créditos locales de todo el sistema (17.6) (15.2) (13.2) (14.3) (10.2) (12.7) (10.8) Créditos locales de todo el sistema/Activos locales consolidados de todo el sistema 40.9 42.4 45.7 46.3 48.0 47.6 47.6 Bonos y CPs en circulación emitidos por el sector privado en los mercados locales /PIB 17.7 15.0 17.2 15.5 16.5 16.7 17.2 85.7 83.6 79.9 79.9 79.9 78.2 p--Proyectado. 13 Calificaciones de pares de BICRA La mayoría de los pares de México también tienen una evaluación de ‘riesgo alto’ en ‘resistencia económica’, que es principalmente el resultado de los niveles bajos de PIB per cápita. México se destaca por tener un ‘riesgo muy bajo’ de ‘desequilibrios económicos’, que es principalmente el resultado de un limitado crecimiento crediticio en comparación con sus pares y precios estables de la vivienda. El riesgo crediticio de la mayoría de los pares mexicanos se debe también a la débil capacidad de las personas para endeudarse, dados los bajos niveles de ingreso y hasta cierto punto la débil cultura de pago y cumplimiento de la ley. Con respecto al riesgo de la industria, los marcos regulatorios de los pares mexicanos son similares y adecuados. Los indicadores de financiamiento de todo el sistema del país se comparan de manera favorable con aquellos de sus pares, pero esto podría ser el resultado de la baja penetración bancaria. Tabla 6. Calificaciones de pares de BICRA México República Checa Perú Israel Malasia Grupo BICRA 4 4 5 4 4 Clasificación de riesgo económico 5 4 6 4 5 Clasificación de riesgo de la industria 3 4 3 4 3 Clasificación del soberano para respaldar a Brinda los bancos respaldo Brinda respaldo Brinda respaldo Brinda respaldo Respaldo importante Calificación soberana en moneda local AA/Estable/A-1+ A-/Estable/A-2 A+/Estable/A-1 A/Estable/A-1 A/Estable/A-1 Fuente: Calificaciones de Instituciones Financieras de Standard & Poor's. Respaldo del gobierno Clasificamos al gobierno como uno que ‘brinda respaldo’. El gobierno mexicano no ha permitido la bancarrota de un banco sistémicamente importante por lo menos en los últimos 30 años. La crisis bancaria de 1995 demostró este sólido respaldo para los bancos, depositantes y acreedores. Sin embargo, el rescate resultó ser el más caro de la década de los 90 – estimamos un 21% del PIB de 1999 – con bancos recibiendo asistencia en la forma de paquetes de rescate de liquidez y solvencia. Durante el rescate no se les permitió absorber pérdidas a los depositantes y los acreedores senior, ni siquiera en los bancos intervenidos. Solamente sufrieron pérdidas los tenedores de deuda subordinada convertible emitida por las instituciones intervenidas, debido a las reglas de protección de depósitos vigentes ese momento. Esperamos que continúe el respaldo, dada la importancia del sector bancario en el sistema de pagos y nuestra opinión de que la capacidad del gobierno para respaldarlo es adecuada dado el tamaño del sector como porcentaje del PIB. Además, en la reforma financiera aprobada, el gobierno proporciona un régimen de resolución bancaria más claro que es más transparente acerca de su rol en la bancarrota de los bancos. Tabla 7. Cinco instituciones financieras más grandes de México, por activos* Activos (Millones de MXN) Calificación de riesgo de contraparte Importancia sistémica BBVA Bancomer 1,433,479 BBB+/Estable/A-2 Alta Banamex 1,142,426 BBB+/Estable/A-2 Alta Banco Santander (México) 866,849 N.D. N.D. Banorte 860,967 BBB/Estable/A-2 Moderada HSBC México 516,061 BBB+/Estable/A-2 Moderada *al 31 de marzo de 2015. N.D. – No disponible. 14 Criterios y Artículos Relacionados • • • • • • • • Banking Industry Country Risk Assessment Update: August 2015, 20 de agosto de 2015. Bancos de nicho en México buscan ampliar su participación financiera pero ¿este modelo es sostenible?, 6 de agosto de 2015. Alza en las tasas de interés de Estados Unidos podría resultar agridulce para los bancos mexicanos, 4 de agosto de 2015. Utilidades de bancos mexicanos son bastante sólidas para absorber sus elevadas pérdidas crediticias, 14 de julio de 2015. Metodología de Calificaciones Soberanas, 23 de diciembre de 2014. S&P publicará tendencias de riesgo económico y de la industria para los bancos, 12 de marzo de 2013. Analytical Linkages Between Sovereign And Bank Ratings, 6 de diciembre de 2011. Bancos: Metodología y supuestos de calificación, 9 de noviembre de 2011. Copyright © 2015 por Standard & Poor's Financial Services LLC (S&P). Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta información puede ser reproducida o distribuida en forma alguna y/o por medio alguno, ni almacenada en una base de datos o sistema de recuperación de información sin autorización previa por escrito de S&P. S&P, sus filiales y/o sus proveedores tienen derechos de propiedad exclusivos en la información, incluyendo las calificaciones, análisis crediticios relacionados y datos aquí provistos. Esta información no debe usarse para propósitos ilegales o no autorizados. 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