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Infecciones sinoviales y óseas Las infecciones ortopédicas en caballos son un problema clínico más serio que en otras especies por sus consecuencias que pueden causar claudicación permanente finalizando la carrera atlética de un animal o incluso la muerte. Las infecciones articulares originan gran inflamación desencadenando un proceso degenerativo de la articulación que continua incluso después de que la infección haya sido superada. El conocimiento de la anatomía es muy importante para poder confirmar o descartar la invasión a la estructura sinovial. La mejor oportunidad para reducir la contaminación bacteriana y sepsis secundaria es la rápida intervención y tratamiento temprano lo cual usualmente resulta en un buen pronostico mientras que demorar un diagnóstico y tratamientos adecuados puede resultar en la muerte del paciente. Las infecciones óseas, especialmente después de la reparación de una fractura complican enormemente el tratamiento y frecuentemente resulta en la falla de curación de la fractura. El tratamiento de las infecciones ortopédicas en caballos son más difíciles de tratar por la alta incidencia de laminitis del miembro opuesto. A pesar de los recientes avances en el tratamiento de infecciones ortopédicas en caballos, el costo es muy alto y la eutanasia puede ser la única opción para algunos dueños. Sinovitis séptica La etiología, diagnostico y tratamiento son los mismos para otras estructuras sinoviales como por ejemplo vainas tendinosas y bolsas sinoviales. Las estructuras más comúnmente afectadas incluyen la bolsa navicular, articulaciones interfalangianas distal y proximal, metacarpometatarso falangeanas, vaina digital flexora, carpo, tarso, bolsa calcanea y vaina tarsiana. Patogénesis La infección articular ocurre cuando los microorganismos colonizan la cavidad como resultado de una herida penetrante, inyección intra-articular, cirugía o por vía hematógena. La vía hematógena es común en potrillos pero rara en equinos adultos. Neutrófilos, monocitos y otros mediadores de la inflamación son atraídos al espacio sinovial. Los neutrófilos fagocitan el material extraño y a la vez liberan enzimas destructivas como por ejemplo colagenasas, citokinas (Interleukina 1 [IL]-1) y factor de necrosis tumoral (TNF). Todo esto altera el metabolismo celular, se reduce la producción de proteoglicanos, hay deposición de fibrina en la articulación y la liberación de metaloproinasas. La presión intra-articular aumenta (en el caso de heridas punzantes), se acumula fibrina (pannus), El ácido hialurónico se degrada y disminuye la cantidad de proteoglicanos. Si la infección e inflamación se hace crónica, la membrana sinovial se hipertrofia, hay proliferación vascular, trombosis de los vasos sinoviales y la capsula articular se fibrosa resultando en daño permanente de la estructura sinovial y cartílago. Signos clínicos Efusión articular y claudicación severa. El grado de claudicación depende del tamaño del caballo, por ejemplo: los potrillos ponen algo de peso en el miembro afectado, duración de la infección y la patogenicidad del organismo infectante. Algunos caballos apoyan el miembro casi de forma normal, mientras que otros no ponen peso en el miembro afectado. La distensión es un signo consistente pero a veces puede estar oculto por la cantidad de tejidos blandos circundantes, por ejemplo: articulación del hombro o por el pequeño tamaño de algunas articulaciones como las articulaciones intertarsianas distales. En otros casos cuando la articulación está expuesta al ambiente por una laceración y hay pérdida constante de liquido sinovial, el caballo no muestra signos severos de dolor y claudicación. También el edema y/o celulitis periarticular hace difícil la palpación de una articulación con efusión articular. El dolor a la palpación y presión digital también es un signo consistente con infecciones articulares. Usualmente los signos vitales están dentro de los rangos normales, aunque en algunos casos se puede observar taquicardia y taquipnea debido al dolor. Puede tener o no leucocitosis, hiperfibrinogenemia y síndrome de fiebre. La fiebre puede o no estar presente en un caballo adulto pero es un signo temprano y casi consistente en los caballos que sufren artritis séptica después de cirugía articular. Diagnostico Una reseña y anamnesis detallada es muy importante para poder determinar el origen y duración de la lesión. Heridas agudas (<6-8hs) pueden resultar en la contaminación de la estructura sinovial sin desarrollar una infección fulminante. Heridas penetrantes de una duración mayor a 68hs se consideran crónicas y pueden establecer infección sinovial. Cuando una herida ocurre cerca de una estructura sinovial es esencial determinar si existe comunicación entre la herida y la articulación, bolsa sinovial o vaina sinovial. Primero hay que afeitar o pelar los bordes de la herida. Para evitar introducir más contaminantes que se puedan adherir a la herida es recomendable poner sobre ella una gaza embebida en solución salina o gel lubricante estéril y luego rasurar. Luego, la herida debe ser preparada asépticamente. El lavage agresivo con solución salina reduce el número de bacterias en las heridas. Para ello es útil usar una jeringa de 60cm con una aguja 18g (40x12) e irrigar a alta presión la herida. Es muy importante remover todo material extraño (tierra, pelos, viruta, etc.) ya que la presencia de cualquier partícula extraña reduce el número de bacterias necesarias para producir infección de 10x5 a 10x1. Después de una limpieza aséptica se debe explorar la herida con guantes estériles, si es necesario se puede usar algún instrumento palpador. El diagnostico es confirmado por un examen citológico del liquido sinovial obtenido por artrocentesis usando técnica aséptica. El sitio de punción debe distante del sitio traumatizado. En promedio, los glóbulos blancos totales del líquido sinovial de una articulación infectada es más de 75.000 celulas/dl, predominancia de neutrofilos y más de 5g/dl de proteínas totales. El fluido sinovial normal tiene de 300-500 celulas/dl, predominancia de macrófagos, linfocitos, menos de un 10% de neutrofilos y menos de 2,5g/dl de proteínas totales. Los conteos de células blancas y proteínas totales son más variables y en general más bajos en infecciones de bolsas sinoviales y vainas tendinosas. Si la apariencia macroscópica es turbia es muy probable que se trate de una artritis séptica. Hay casos en que podemos tener valores como por ejemplo 10.000 cel./dl que no descarta una infección articular, estos valores bajos de algunas artritis sépticas se deben al secuestro de células blancas en depósitos de fibrina dentro de la articulación. Uno de los hallazgos más consistentes es el conteo relativo de un 80%-90% de neutrofilos. Durante la evaluación citológica en solo un 24% de muestras pueden observarse bacterias indicando el hecho de que no se vean bacterias no significa que la articulación no está infectada. Una vez obtenida la muestra, se debe distender con grandes volúmenes de solución salina o Ringer Lactato. Si no hay pérdida de presión y liquido por la herida, entonces es probable que no esté penetrada. Si la solución inyectada sale por la herida entonces se confirma la comunicación sinovial y antibióticos deben inyectarse en la articulación antes de sacar la aguja. Otras causas de sinovitis pueden ser por irritaciones químicas producidas por inyecciones intraarticulares de ciertas drogas como por ejemplo pasa en algunos casos con lidocaína o bupivacaina. Cualquier caballo que experimente signos clínicos y anormalidades citológicas de las características mencionadas debe ser tratado como articulaciones o vainas tendinosas infectadas hasta que se pruebe lo contrario. Cultivo y antibiograma: obtener una muestra antes de iniciar cualquier tratamiento y poner la muestra en un medio líquido de cultivo de sangre. La biopsia de membrana sinovial no tiene ninguna ventaja en cuanto al aislamiento bacteriano con respecto al cultivo de líquido sinovial. Si el animal ha sido tratado con antibióticos, se recomienda obtener una muestra aunque las chances de aislar algún microorganismo estén disminuidas. En algunas articulaciones como la tarsometatarsiana, que puede ser difícil aspirar fluido de la articulación, se puede inyectar unos pocos centímetros cúbicos de solución salina estéril y aspirar para poder obtener una muestra de fluido sinovial para cultivo. La mayoría de las bacterias aisladas son aeróbicas (E.Coli, Pseudomona aeruginosa, streptococos, stafilococos aureus). Es muy importante considerar la fuente de infección, caballos que se infectan después de una inyección articular o cirugía en general desarrollan Stafilococus aureus. En cambio una infección producida después de una herida es probable que desarrolle Enterobacter o una mezcla de bacterias incluyendo anaerobios. Radiografías: Es útil para evaluar la inflamación de tejidos blandos, presencia de material extraño radiopaco y fracturas de hueso subyacente, osteítis u osteomielítis, por ejemplo en lesiones de la bolsa calcánea, vaina del tarso donde la lesión y osteomielitis de la tuberosidad calcánea y sustentáculo del talón pueden desarrollarse. Otro ejemplo importante es el caso de los potrillos con infecciones articulares crónicas en que la osteomielitis en la epífisis complica el pronóstico y disminuye las chances de recuperación. La radiografía de contraste también puede ser útil en el diagnostico, por ejemplo en casos de penetración de la bolsa navicular en los casos de “clavos de calle”, en la que se observa el drenaje del contraste por la zona de punción. Ecografía: Puede ayudar en la identificación de exceso de liquido sinovial, formación de fibrina, adherencias fibrosas, integridad del tejido blandos adyacentes (ligamentos, tendones,etc.) identificación de material extraño y puede ser guía para la toma de muestra. Plan terapéutico: Los factores que determinan el tratamiento dependen de la duración, contaminación de la herida, otras estructuras involucradas, expectativas de actividad para el paciente, pronóstico y capacidad económica del dueño. Objetivos: eliminación rápida de la infección Minimizar el daño estructural Minimizar la formación de adherencias Terapia sistémica y local con antibióticos: Terapia antimicrobiana y anti-inflamatoria sistémica: Mientras se esperan los resultados del cultivo, si fue posible obtener una muestra, se debe iniciar una terapia antimicrobiana de amplio espectro. Las drogas más comunes son penicilina (sódica, potásica) a 22.000UI/kg IV cada 6hs o Penicilina G procainica 22.000UI/Kg administradas IM cada 12 hs. Combinada con gentamicina (6.6mg/kg IV cada 24hs.). Otras combinaciones como por ejemplo penicilina y Amikacina (1525mg/kg cada 24hs.); cefazolin (11mg/kg cada 8hs); gentamicin, ceftiofur (IV o IM a 2,2 -4,4 mg/kg cada 12hs.) y enrofloxacina (5-7,5mg/kg IV cada 24hs). Estos antibióticos se administran por un periodo de 7 a 10 días evaluando diariamente la evolución del paciente y pudiendo cambiar a antibióticos orales por 2 a 4 semanas, por ejemplo trimethoprim-sulfa, 960 mg (30mg/kg cada 12hs.). En mi opinión, quisiera resaltar que no son recomendables las preparaciones comerciales en que ya vienen combinaciones de antibióticos incluidas en una misma dosis. Si bien son cómodas de administrar ya que una inyección IM “cubre” por un periodo mayor a las frecuencias recomendadas más arriba y aunque tengan un efecto beneficioso aparente, si uno se detiene a leer y calcular las concentraciones de cada antibiótico que contiene cada frasco, no alcanzan las dosis adecuadas según el peso del animal, ni la frecuencia recomendada a pesar del sinergismo de las drogas combinadas. Además algunos de estos compuestos tienen corticoides que están totalmente contraindicados en estos casos. Todos estos factores generan una rápida resistencia del microorganismo reduciendo las chances de curación del paciente. Sumado a los antibióticos se pueden administrar antiinflamatorios no esteroides como fenilbutazona (2,2-4,4mg/kg EV o PO cada 12 o 24hs.), flunixin meglumine (1,1-2,2mg/kg EV o PO cada 12 o 24hs.), ketoprofeno (2,2mg/kg EV cada 12 o 24hs.). Antibióticos intra-articulares o intratecales: El daño vascular sinovial, isquemia, necrosis y formación de pannus limita la llegada de los antibióticos administrados sistémicamente. Entonces esta barrera es superada por diferentes técnicas de entrega de antibióticos de forma local. Gentamicina o amikacina intra-articular llega a concentraciones que son 10 a 100 veces la de una dosis endovenosa. La frecuencia de administración debe ser de 24hs a 48hs. Diferentes dispositivos han sido usados como ser cateteres intra-articulares y la infusión continua de de antibióticos, sistema de infusión continua por balón y un simple drenaje puesto por artrotomia con lavajes articulares diarios han probado ser métodos eficaces para tratar las infecciones sinoviales. Un modo simple y barato es fenestrar la parte distal un prolongador de catéter y conectarle una llave de 2 o 3 vías o un tapón de inyección. Son especialmente útiles en casos donde la perfusión endovenosa regional por antibióticos no es posible como en articulación del codo, hombro, babillas, etc. Cada vez que se planee utilizar uno de estos sistemas se deben emplazar, manipular y proteger de manera estéril. Lavaje sinovial y drenaje: Las técnicas comúnmente usadas son artroscopia, lavaje con agujas y artrotomia. La elección de la técnica depende directamente de la severidad, duración y localización de la infección. Artroscopia: es el método preferido en todos los caballos que tienen una herida con una estructura sinovial involucrada. Las ventajas de la artroscopia con respecto a otras técnicas incluye la visibilidad, remoción guiada de debris, fibrina y hueso o cartílago deteriorado y sinovectomia en casos crónicos. Por estas razones, esta técnica ha reemplazado el lavaje por agujas en infecciones severas y crónicas. El debridamiento por artroscopia ha demostrado que mejora el pronóstico de sobrevida a un 90% y el retorno del animal a la actividad atlética en un 81%. Lavaje por agujas: para lesiones agudas y no significativamente contaminadas. Es barato, simple y puede ser realizado con el caballo en estación. Se realiza utilizando agujas 14 o 16g insertadas de manera distante una de otra dentro de la articulación y haciendo fluir de una aguja a otra grandes cantidades de solución fisiológica o Ringer (1 a 3 litros) Se puede combinar los fluidos con DMSO al 10% y/o antibioticos. La tasa de recuperación es del 87% para casos agudos y baja en casos crónicos ya que la fibrina y proliferación de las vellosidades sinoviales obstruye las agujas. Artrotomia: Para casos crónicos o refractarios a los tratamientos anteriores, con buenos resultados. Perfusión regional de antibióticos: Las perfusiones regionales intraoseas e intravenosas son muy efectivas en alcanzar altas concentraciones de antibióticos en el fluido sinovial y hueso. La perfusión regional endovenosa consiste en la inyección endovenosa de antibióticos bajo presión a una región en un miembro. Mientras que la perfusión regional intraósea significa el colocar de un tornillo cortical canulado en un hueso proximalmente al sitio de infección. Ambas técnicas pueden ser realizadas con el caballo en estación, sedado o bajo anestesia general. Se pone un torniquete por encima de la zona a tratar o 2 de ellos, uno por encima y otro por debajo de la zona afectada. El antibiótico diluido en solución salina (30-60cc) es inyectado en una vena del miembro, el incremento de la presión hidrostática permite la difusión de este a través de los tejidos, debajo o entre los torniquetes. Se realiza poniendo un pequeño butterfly (20g-22g) o un catéter (20g-22g). Una vez finalizada la inyección se deja el torniquete por 30 minutos para maximizar las concentraciones en los tejidos locales. Polimetil-metacrilato impregnado con antibióticos: Se trata de un polímero formado por la combinación de un monómero fluido y un polímero en polvo. Durante la combinación de estos compuestos se le adiciona una cantidad de antibiótico que es aproximadamente un 5% del peso del polímero (ej: amikacina 500mg, gentamicina, cefazolina, tobramicina). El material al endurecerse, se moldea en pequeñas perlas y se incorporan en un alambre quirúrgico o asa de nylon. Este “collar de perlas” se incorpora en la herida adyacente a la articulación y la concentración antibiótica puede alcanzar hasta 200 veces la administración sistémica. Este sistema es muy usado en cirugías ortopédicas como preventivo de infecciones o para tratar osteomielitis. Este material es no absorbible y libera antibióticos de manera efectiva por un periodo de aproximadamente 80 días. Pronósticos: Artritis séptica: los mejores resultados y bajas tasas de infecciones fueron observadas en caballos en que se utilizo lavaje quirúrgico (artroscopia) con desbridamiento más la administración de antibióticos dentro de 24hs. de ocurrida la lesión. Otro estudio obtuvo un 85% de de éxito en los equinos tratados agresivamente. Tenosinovitis séptica: la vaina tendinosa más comúnmente afectada es la gran vaina sesamoideana. Después de tenoscopia entre un 70% y 80% vuelven a la actividad atlética. Bolsas sépticas: Estudios retrospectivos mostraron un 70% de éxito en el tratamiento de bursitis séptica calcanea. Y el lavaje artroscopico es el mejor de los tratamientos para bursitis sépticas del navicular. La artroscopia de la bolsa navicular es un tratamiento relativamente nuevo y es preferible a la resección agresiva de los tejidos blandos (almohadilla digital, tendón del flexor digital profundo, ligamentos naviculares, hueso navicular) usado como tratamiento del clavo de calle. Diego Quinteros Veterinario Diplomado del Colegio Americano de Cirujano Veterinarios Bibliografia Auer and Stick. Equine Surgery 3era edicion. Synovial and Osseous Infections, chapter 88. Veterinary Clinics of North America, Equine Practice, Vol. 23, Num.1 April 2007. Trauma and Emergency care “Injury to synovial structures”