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TOLEDO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD REYES IMPORTANTES TOLEDO CIUDAD DE LAS TRES CULTURAS TOLEDO Y EL GRECO Cada Ciudad Patrimonio de la Humanidad es irrepetible en el mundo dado q entre las motivaciones por las que fue elegida como tal resaltan las de originalidad y particularida Toledo a sido elegida por: Sus“Monumentos” son obras arquitectónicas, de cultura o de pinturas monumentales, elementos o estructuras de carácter arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la Historia, del Arte o de la Ciencia. Sus “Conjuntos” son grupos de construcciones, aislados o reunidos, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les da un valor universal excepcional desde el punto de vista de la Historia, del Arte o de la Ciencia. Sus “Lugares” son obras del hombre u obras conjuntos del hombre y la Naturaleza, así como las zonas, incluidos los lugares arqueológicos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista histórico, estético, etnológico o antropológico. Alfonso VI de Castilla Este rey de León y Castilla, segundo de los hijos de Fernando I y de doña Sancha, nació en 1040. Su padre le nombró rey de León, y a sus hermanos, Sancho y García, monarcas de Castilla y Galicia respectivamente. Pero esta división no fue aceptada por Sancho II que, enfrentándose a Alfonso, le derrota en Llantada; no obstante, éste consiguió huir y conservar el reino. Alfonso X Nunca será suficientemente alabada la obra de este rey sabio que nació en Toledo (1221) y murió en Sevilla en 1284. En 1246 casó con Violante, hija de Jaime I y de Violante de Hungría. Cabe decir que este rey protegió e impulsó las artes, la ciencia y la literatura, que trasladó a Toledo las Ordenanzas que los hebreos tenían establecidas en Córdoba desde el siglo X y que compuso el código de la legislación española, conocido desde el siglo XIV como Libro de las Leyes o de Las Siete Partidas. En la Toledo musulmana hubo doce mezquitas, diez sinagogas y un menor número de iglesias cristianas. Las dos únicas sinagogas que permanecen en pie actualmente inducen a llamar el barrio donde se encuentran la Judería, donde hubo mayor concentración de la población hebrea. Su límite sería la desaparecida parroquia de San Martín en las proximidades de la Puerta del Cambrón y los restos de construcciones defensivas por encima del Puente de San Martín, llamadas tradicionalmente el Castillo de los Judíos, siguiendo la línea ascendente casi recta de la calle del Ángel, con su Puerta del Judío del siglo XII al inicio y cuyas casas con restos de las mikwa, baños rituales en sus sótanos. También la zona de la calle de Comercio y el solar ocupado desde el siglo XIV por el claustro catedralicio era conocida como la Judería o Alcaná. El comercio era una de las actividades principales de los judíos, que vivían encima de sus tiendas y talleres. No se puede descartar que no hubiera judíos en la calle de la Plata, pues eran buenos plateros, o en cualquier otra parte de la ciudad. Si nos referimos a la estructura urbana, Toledo es árabe, con sus calles estrechas y sinuosas, sus casas, cuyos tejados casi se tocan, pero las ventanas nunca se miran de frente, que encierran a la vista pública sus joyas más preciadas, los patios llenos de verdor, azulejos y fuentes de agua. De la docena de mezquitas quedan dos, la del Cristo de la Luz, del año 999 y la de Tornerías, algo posterior. La mezquita mayor estaba en el emplazamiento actual de la catedral, pero parece ser que no fue un edificio notable, sólo espacioso para poder acoger a todos los habitantes varones de la ciudad. El Alcázar y el actual Museo de Santa Cruz y toda la zona adyacente hasta el Puente de Alcántara, tenía muralla propia, separando la alcazaba, su guarnición y los palacios del resto de la ciudad. Los barrios del sur, donde es posible llegar al río estarían ocupados por las tenerías, tintorerías y otras instalaciones relacionadas con el agua. Se supone que allí construyó su legendario reloj y calendario acuático el gran astrónomo Azarquiel Las puertas de Alfonso VI o Bisagra Vieja, la del Vado y la de Alcántara y de Doce Cantos tienen estructuras árabes. La noria en la orilla del Tajo, en el parque Safont, es herencia de las técnicas de regadío. Pero sobre todo, la herencia más patente y omnipresente es la estética mudéjar en la arquitectura y decoración, con el uso del ladrillo, la mampostería, los variados arcos entrelazados, las techumbres de madera y las ricas yeserías, utilizadas durante siglos en todo tipo de edificios, incluida la catedral. Toledo fue cristiana desde el siglo IV, siendo parte del imperio de de Roma, lo fue el reino visigodo, aunque arriano durante unos años y católico después, pasando por los más de trescientos años de convivencia de las tres religiones bajo la dominación musulmana, hasta la llamada Reconquista. Si fuera cierta la suposición que el solar ocupado por la catedral, construida sobre la mezquita, ésta sobre la iglesia visigoda, cuya presencia confirma el pilar de la capilla de la Descensión, siempre haya sido lugar sagrado, debajo estaría tal vez una basílica romana. Sin embargo, la mayoría de los edificios religiosos proceden en su forma actual de los siglos XV al XVIII. En el siglo XVII la entonces “ciudad convento” contaba con casi setenta edificios de usos eclesiásticos o afines, como colegios, hospicios, hospitalitos, capillas. Las iglesias de fundación más antigua, como Santa Justa y Rufina, fueron remodeladas varias veces, según las necesidades y gustos de sus protectores. Después de las desamortizaciones decimonónicas, muchos de estos edificios pasaron a tener usos civiles, privados o administrativos. Nació en Creta en 1541, con el nombre de Domenico Theotocopoulos, donde comenzó pintando iconos ortodoxos. De allí, a sus veintiséis años, viajó a Venecia, donde conoció bien los trabajos de Tiziano, Tintoretto, Bassano o Veronés. Posteriormente pasó varios años en Roma. Hacia 1575 decide venir a España con el propósito de trabajar, como tantos otros artistas, en la decoración del recién iniciado Monasterio de El Escorial. Gracias a su amistad con el deán de la Catedral Primada don Diego de Castilla, venía ya con su primer encargo, el de realizar los tres altares con sus correspondientes pinturas en el toledano convento de Santo Domingo el Antiguo. De los cuadros originales quedan los dos Santos Juanes del altar mayor y la Resurrección de Cristo ante San Ildefonso en el lateral. Poco después, la sede primada le encarga el Despojo de las vestiduras de Cristo sobre el Calvario (1577-1579) posteriormente conocido como El Expolio, que preside el neoclásico altar de la sacristía catedralicia. Fue una obra muy polémica, porque la Contrarreforma exigía presentar a Jesús torturado, humillado al ser desnudado públicamente, sufriendo dolor humano, mientras que El Greco lo muestra sobrehumano, vestido con una túnica de brillante color rojo. En 1580, pinta para El Escorial el Martirio de San Mauricio y las tropas tebanas, pero su personal manera de presentar no agradó al prior del monasterio ni al monarca. El cuadro “no invitaba a rezar”. Así que el artista cretense no recibiría más encargos de la Casa Real y viviría el resto de su vida en Toledo, en la antigua residencia de los Marqueses de Villena. Era un hombre culto y con inquietudes intelectuales, como lo demuestran las numerosas y largas anotaciones que hacía en sus libros de arte, como los tratados de Vitrubio y los de Vasari. Hizo amistad con lo más selecto y culto de la sociedad toledana (doctores, poetas, médicos, el alto clero.) de la que recibía la mayoría de sus encargos. En el Entierro del Señor de Orgaz (1586) cuadro pintado con la ocasión de la victoria judicial del párroco de la iglesia de Santo Tomé contra los habitantes de dicha villa, quedaron retratados estos personajes, formando el cortejo fúnebre. Es obra suya también el altar de la toledana capilla de San José. Otro importante encargo eclesiástico fue el proyecto del altar en la iglesia del Hospital de Tavera, en cuyo museo se conserva la única escultura conocida del artista, un Cristo Resucitado, que debería estar suspendido por encima del Sagrario con hilos invisibles. En el famoso cuadro de Vista y plano de Toledo, custodiado en el museo del pintor, ese edificio, situado fuera de las murallas, ha sido colocado sobre una nube que así permite su presencia junto al resto de la ciudad. Se conserva la explicación manuscrita que da el pintor de tal composición. También se pueden admirar sus obras en otros lugares de la enorme diócesis toledana, como es el Hospital de la Caridad en Illescas o el Monasterio de Guadalupe. Quiso que su hijo también fuera pintor, pero Jorge Manuel se decantó por la arquitectura, dejando varias muestras de su quehacer en Toledo. Al morir El Griego, que así era conocido, en 1614, fue enterrado en el convento de Santo Domingo el Antiguo. Sin embargo, debido a la venta de la cripta donde reposaban sus restos, y a tenor de la expresa intención de su hijo de trasladarlos a la Iglesia de San Torcuato, no hay certeza absoluta que sigan en ese lugar. La iglesia de San Torcuato fue demolida en 1868, perdiéndose la posibilidad de averiguar la verdad.