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Economía de la innovación en el contexto mexicano. Salvador Estrada 1. El presente trabajo tiene como objetivo difundir los principios de la economía de la innovación e ilustrarlos con algunos casos de investigación aplicada en el caso mexicano. La economía de la innovación se considera como una aproximación heterodoxa a la teoría económica. Se ha desarrollado vertiginosamente gracias a los avances en la economía evolucionista. Dos postulados evolucionistas, en particular, han influido en dicho desarrollo: concebir a la tecnología como conocimiento (y no como información) y considerar el aprendizaje heterogéneo entre los agentes. Se han realizado diversos esfuerzos por medir el cambio tecnológico en la Economía, sin embargo, pese a la adopción de estándares y el hallazgo de regularidades empíricas, la “tecnometría” sigue siendo nodal en la investigación, dada las fallas en el mercado y en las instituciones para su generación, absorción y difusión. En el caso mexicano, el estudio del proceso de innovación se ha realizado con limitadas bases de datos, dispersos estudios de caso y contados modelos econométricos. No obstante, se han llegado a perfilar algunas regularidades empíricas. Las empresas manufactureras mexicanas tienen un bajo dinamismo tecnológico, con escasas actividades tecnológicas propias enfocadas a la expansión de la producción y la mejora incremental de los procesos productivos. Estas actividades descansan en la acumulación de know how interno, en particular de los ingenieros, dado que se tienen muy pocas relaciones con otros agentes de mercado o institucionales. Regionalmente, también, existen muchas disparidades como se ilustra para el Estado de Guanajuato. En este caso se muestra que existe una relación significativa entre la conducta tecnológica y la conducta exportadora. Entre las empresas manufactureras guanajuatenses la competitividad internacional se manifiesta más verosímilmente entre los establecimientos con una complejidad tecnológica intermedia (inversión moderada en maquinaria y equipo, con una base de ingenieros relativamente pequeña, que introducen pocos productos nuevos, con escasa actividad de mejora de productos y que utilizan servicios tecnológicos externos asiduamente). De acuerdo con la teoría evolucionista, el Estado debe intervenir no para corregir los fallos de asignación, sino para favorecer el desarrollo de externalidades e incidir en procesos de aprendizaje. En el caso descrito, el Estado debe fomentar la actividad tecnológica en empresas de baja complejidad tecnológica para expandir la base exportadora. Para el caso de empresas de mayor complejidad tecnológica, se sugiere contraer las actuales competencias tecnológicas y avanzar hacia actividades más complejas tal como la I+D y la mercadotecnia internacional. Palabras clave: Economía de la Innovación, conducta tecnológica, Guanajuato-México. JEL: B52, D21, O31, O33 Candidato a doctor por la Universidad Autónoma de Madrid. Correo electrónico: salvador.estrada@gmail.com 1 Ponencia especialmente preparada para el Programa Semanal de Seminarios de la Escuela de Economía. Universidad de Guanajuato. Marzo 11 de 2005. 1 1. Introducción. La economía de la innovación se inscribe en el campo del análisis de la economía productiva. La importancia del estudio de la innovación recae en el esclarecimiento del proceso de acumulación, cambio estructural y de la creación de las condiciones que determinan la competitividad 2. El objeto de la economía de la innovación es el análisis de la capacidad de los sistemas industriales para generar y difundir el conocimiento tecnológico. Su estudio resulta de alto interés económico dada su influencia en el ritmo y características del desarrollo, el crecimiento y el comercio internacional. En las últimas décadas, el mundo ha atestiguado una alta intensidad del cambio tecnológico y su acelerada extensión hacia la vida social y privada, teniendo una gran influencia sobre las actividades productivas. Estos hechos atraen hacia su estudio un gran interés social y político, mismo que refuerza su atención en el trabajo de los economistas. A partir de los años 80, la economía de la innovación ha experimentado un amplio desarrollo como consecuencia del avance de los postulados neo-shumpeterianos o evolucionistas y retroalimentación con otras escuelas que consideren el cambio tecnológico endógeno a la dinámica económica. Entre las ciencias económicas, existen algunos campos incipientes y en desarrollo cuyos marcos teóricos y evidencia empírica están en construcción y que podrían fertilizar y beneficiarse del edificio conceptual y herramental construido a lo largo de muchos años por el conocido como Mainstream Economics. Entre estos campos puede mencionarse a la Evolutionary Economics. La teoría evolucionista se construye sobre el pensamiento de la Economía Clásica (Smith, Ricardo, Malthus, Veblen, List, Marx), por lo que vincula la economía con la política y la sociedad. Es natural su relación con los enfoques sistémicos y holísticos. Su idea básica e intuitiva es una visión dinámica consistente con la existencia de sistemas que siguen trayectorias a partir de la repetición sistemática de rutinas que conforman un pozo de respuestas acumuladas, que se combinan y recombinan propiciando patrones de continuidad y ruptura. Puede hacerse un símil con la Biología, en particular con la teoría de la evolución y la genética. El entorno de competencia representa un ambiente de selección donde sólo los más aptos sobreviven, y se adaptan de acuerdo a sus habilidades para reproducir rutinas mejores (replicación genética) y recombinarlas (síntesis de proteínas y mutación genética). En la siguiente sección se presentan las bases conceptuales. Esta visión de la economía surge de una profunda insatisfacción para adecuar los supuestos al mundo real de inestabilidad del capitalismo (mercados dinámicos e imperfectos, rendimientos 2 En este esfuerzo analítico se destacan las publicaciones de Freeman (1974), Economics of Industrial Innovation; Nelson y Winter (1982), An Evolutionary Theory of Economic Change; Dosi et al. (1988), Technical Change and Economic Theory; Nelson (1993), National Systems of Innovation; Lundvall (1992), National Systems of Innovation y Teece, Pisano y Shuen (1990), Firm Capabilities, Resources and the Concept of Strategy, entre otros, literatura que constituye el corpus del estudio económico de la innovación. 2 crecientes y agentes heterogéneos) que permiten explicar el cambio estructural. Además, intenta incorporar como principal fuerza de cambio, no diferencias factoriales o señales de precio, sino al cambio tecnológico y la regulación por instituciones. Esta incorporación de elementos “extra-económicos”3 también implica abrevar de otras fuentes tales como sociología industrial, historia de las organizaciones, antropología de la tecnología, entre otras disciplinas. Sin embargo, su énfasis hacia la evidencia empírica la ha llevado a desarrollarse en paralelo con la política industrial y tecnológica, en particular, entre los países europeos de la OCDE (Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Italia), siendo marginal en los Estados Unidos. Aunque cabe destacar que la génesis de este enfoque proviene de economista ligados a la organización norteamericana Rand Corporation. 2. Los postulados evolucionistas. Con raíces identificadas en el siglo XIX, la economía evolucionista se ha desarrollado en las últimas tres décadas del siglo pasado como una teoría alternativa que busca explicar el cambio estructural y la transformación del sistema económico negando una visión mecanicista estática y adoptando un enfoque dinámico donde el cambio tecnológico y la regulación institucional permiten el desarrollo del sistema. Esta visión demanda una transformación del aparato teórico vigente como se muestra en la siguiente tabla. Supuestos Neoclásicos 1. La conducta se basa en la maximización 2. La característica del sistema económico es la escasez. 3. El sistema tiende al equilibrio. Postulados evolucionistas. 1. Racionalidad limitada. 2. La característica del sistema económico es la continua evolución. 3. Existen mecanismos de ajuste dinámicos. 4. La situación actual del sistema es dependiente de la trayectoria histórica. 5. El marco socio-institucional influye los procesos de cambio técnico y estructural, la coordinación y los ajustes dinámicos. 6. Las interacciones son fundamentales para explicar los resultados. 7. Los agentes son heterogéneos. 4. Los estados de equilibrio son independientes de la historia. 5. Las instituciones no económicas no influyen en las conductas de los agentes ni en los resultados. 6. Las interacciones entre los elementos son débiles o inexistentes. 7. Los agentes son idénticos (excepto en sus dotaciones y preferencias). 8. La incertidumbre es un problema de 8. La incertidumbre es parte relevante del información asimétrica. funcionamiento del sistema. 9. La tecnología es información. 9. La tecnología es conocimiento. 10. Modelización formal. 10. Modelización apreciativa. Fuente: Elaboración propia con base en Dosi (1988, 2000). 3 La clasificación de un hecho social como económico es una mera abstracción que permite poner fronteras disciplinarias y enfatizar sobre ciertos aspectos. En nuestro caso, el hecho económico obedece a la consideración de los hombres como agentes que interactúan para satisfacer sus necesidades mediante la producción y el cambio (Schumpeter [1912], 1997). Entonces la conducta económica se refiere a los motivos y representaciones racionales para desplegar dichas necesidades y actividades. 3 Dos postulados evolucionistas, en particular, han influido enormemente en el avance de la economía de la innovación: concebir a la tecnología como conocimiento (y no como información) y considerar el aprendizaje heterogéneo entre los agentes. Dado que la tecnología es conocimiento, no es fácilmente transmisible, ni enteramente apropiable. Su aprendizaje es específico a la empresa, por lo cual este proceso presenta múltiples variedades. La experiencia pasada determina las posibilidades futuras. 3. Las vicisitudes de la tecnología. Desde siempre la ciencia económica ha reconocido el importante papel desempeñado por la tecnología en el desarrollo y crecimiento económicos (Smith, los Mill, Marx, Shumpeter). Sin embargo, ha existido una relegación de su estudio por otros temas (factores productivos, empleo y expansión del ciclo de negocios). Se pueden distinguir varias causas explicativas como el considerar a la tecnología como un hecho no económico y el sostener una percepción de incorrelación con el resto de la economía teórica y aplicada. Entre las consecuencias es que exista una visión difusa de lo qué es la tecnología. Tres cuestiones se consignan como importantes: 1. Dificultad de su manejo con herramientas tradicionales (Blaug 1963). 2. Limitación de datos y estadísticas (Freeman, 1994). 3. Dificultades metodológicas y conceptuales de su medición (Patel y Pavitt, 1995). Si bien se ha construido indicadores que pretenden medir las brechas tecnológicas entre países además de recoger el nivel de desarrollo científico y tecnológico seguido en el tiempo, estas agregaciones de datos individuales se han pretendido asociar a un cierto nivel de bienestar y competitividad pero dejan ocultas fallas en el sistema de producción y distribución de conocimiento como son (Dosi 1988): 1) Distribución no azarosa entre actividades económicas. 2) Concentración espacial de dichas actividades. 3) Diversas barreras económicas, organizacionales e institucionales para su difusión. Si descendemos un peldaño en los niveles de agregación encontramos que sólo un puñado de sectores concentra los principales esfuerzos en la generación de tecnología y que son los principales proveedores de los bienes de equipo para la producción. Es en sus intercambios que encontramos el medio en que se difunde la tecnología en el resto del tejido productivo. Sin embargo la transferencia de esta tecnología no resulta un proceso neutro ni para el transmisor ni para el receptor pues los dos requieren información, habilidades y competencias para llevarlo a cabo con éxito. Justo en el intercambio de este tipo de bienes se producen las fallas en el mercado tales como asimetría en la información, riesgo técnico, comportamiento oportunista, etc. Frente a estos fallos, la empresa como una alternativa al mercado puede establecer sus propios mecanismos internos de transferencia para lo cual requiere invertir recursos monetarios, humanos y físicos en la generación de competencias propias que le permitan tanto generar como asimilar tecnología. Con esto se prevé puedan aumentar la certidumbre y confianza sobre las características del objeto de intercambio y certidumbre sobre el agente proveedor. 4 Por otra parte, la tecnología y sus procesos de creación, adaptación y difusión en las ramas productivas y de servicios en los países contribuyen a robustecer el valor agregado y el comercio exterior de los productos nacionales con sus respectivos efectos en la productividad, creación de empleo y bienestar en el marco de una creciente competencia por los mercados internacionales. 4. El caso mexicano. La industria manufacturera mexicana invierte poco en actividades de I+D. El cambio estructural ha mermado la escasa capacidad de inversión. Entre 1985 y 1998 el gasto empresarial en I+D como proporción del PIB se ha reducido anualmente a una tasa cercana al 8% (UNIDO 2002). Gráfico 1. Gasto en I+D (México, 1993-2003) 0.5 0.4 0.3 0.2 0.1 0 1993 1995 1997 Gasto en I+D 1999 2001 2003 Gasto empresarial Fuente: OCDE 2003, CONACYT 2004. Las reformas estructurales en México han resultado en un cambio en la especialización productiva nacional a través de un proceso de destrucción de empresas, cadenas productivas y competencias técnicas locales que dio paso al fortalecimiento de un grupo de empresas -surgido en el período de sustitución de importaciones- en el que se gestaron nuevas capacidades de organización de la producción, las cuales posibilitaron su integración al sistema productivo global (Cimoli 2001). El liderazgo de este grupo de empresas, conformado por multinacionales y oligopolios locales, también ha propiciado una desespecialización en bienes de capital que se ha traducido en una gran dependencia de la importación de tecnologías foráneas. La escasa capacidad técnica y el debilitamiento del sector de proveedores domésticos de tecnología ralentizan la difusión de los flujos internacionales y sesga los esfuerzos domésticos hacia el desarrollo de conocimientos genéricos, la reorganización productiva y el incremento de la calidad de los productos. Siguiendo el principio de variedad evolucionista, creemos que no tiene que existir un solo tipo de empresa innovadora y que las trayectorias sectoriales del cambio tecnológico, así como los aspectos específicos propician la diversidad. De esta forma pensamos que la diversidad de recursos, habilidades, decisiones y valoraciones de los 5 aspectos innovadores, controlando los factores estructurales, darán origen a patrones particulares –sean locales, regionales o sectoriales- de innovación4. Se quiere destacar que la información estadística disponible para describir el caso mexicano tiene un sesgo hacia los principales núcleos poblaciones y que existen diferencias regionales que no pueden revelarse con estos datos. Por tanto, se requieren de estudios que muestren dichas diferencias y establezcan las pautas sobre las interrelaciones entre la actividad innovadora y las regiones. En las siguientes subsecciones se hace una descripción de la conducta tecnológica en México con énfasis en el trabajo empírico, contenido en los datos oficiales, pero también, de la investigación realizada por académicos mexicanos en el campo de la economía de la innovación y del cambio técnico. 4.1. Información estadística sobre actividades tecnológicas. En el ámbito nacional mexicano, se destacan cuatro esfuerzos por medir las actividades tecnológicas realizadas por el sector productivo. El primero fue realizado por el Instituto Nacional de la Investigación Científica a finales de los años 60. Sin embargo no seguía ningún estándar internacional en su metodología por lo que sus resultados no son estrictamente comparables y poco puede decirse de su fiabilidad. Esta iniciativa careció de continuidad por lo que pasaron más de veinte años para que se dispusiera de nueva información. Con la entrada de México a la OCDE en 1994, la medición tomó un nuevo impulso y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) realiza, desde entonces, junto con el INEGI, un levantamiento bianual mediante la Encuesta de Investigación y Desarrollo Experimental en el Sector Productivo (también conocida como ESIDE) (INEGI-CONACYT 1994, 1996, 1998, 2000). Dicha encuesta sigue las recomendaciones del Manual de Frascati (OCDE 1993) por lo que sus resultados son comparables en el ámbito internacional. Un tercer esfuerzo proviene de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, que ha llevado a cabo la Encuesta sobre Salarios, Tecnología y Capacitación en el Sector Manufacturero (también llamada ENESTYC) (INEGI- STPS- OIT 1992, 1995, 1999). A diferencia de las encuestas del CONACYT, no sólo mide la Investigación y Desarrollo sino que considera los hábitos de adquisición tecnológica de las empresas tanto en su vertiente incorporada y no incorporada, mostrando además de los esfuerzos como porcentaje de las ventas, la regularidad y la modalidad de adquisición. La cuarta iniciativa, también proviene del CONACYT, el cual ha realizado dos Encuestas Nacionales de Innovación, que siguen la orientación del Manual de Oslo (OCDE 1997) por lo que son comparables con los resultados de las Encuestas Comunitarias de Innovación (CIS) además de que la más reciente recoge algunas recomendaciones del Manual de Bogotá (Jaramillo et.al. 2000) promovido por la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT). 4 Para explicar la variedad de la conducta innovadora, la Economía Industrial ha explorado en la estructura de mercado, en particular en los factores relativos al tamaño y el sector. Desde el enfoque de la Teoría de la innovación se han explorado distintos elementos que configuran el proceso innovador y se confirma que entre los diferentes regímenes de innovación en las industrias, o patrones sectoriales del cambio tecnológico en las empresas, los factores estructurales tienen alguna influencia. 6 Cabe señalar que las tres últimas iniciativas comentadas, esto es, la ESIDE, la ENESTYC y la Encuesta Nacional de Innovación, no proveen datos al nivel estatal además de no estar diseñadas para ser representativas en dicho ámbito. Así, por ejemplo, la primera edición de la Encuesta Nacional de Innovación estuvo diseñada para caracterizar a las empresas innovadoras por lo que incluyo forzosamente a las 500 más grandes empresas de México (bajo el supuesto que tenían mayor propensión innovadora) con lo cual se sesgaron los resultados. Además se comete un sesgo geográfico dado de que las oficinas corporativas suelen instalarse en las tres grandes urbes mexicanas (D.F., Monterrey y Guadalajara) y que no se proporciona la información desagregada por establecimiento productivo, cuando la mayoría de dichas empresas son multiplanta y que su localización geográfica está dispersa a través de todo el territorio mexicano. Para contabilizar el esfuerzo en ciencia y tecnología de los estados de la República Mexicana, un informe de la OCDE para México (OCDE 1994) utilizó las asignaciones al fondo de los proyectos de investigación de los sistemas regionales de ciencia y tecnología, agrupaciones de estados creadas ad hoc por el CONACYT con base en la cercanía geográfica, las cuales se conceden a universidades y organismos públicos de investigación para realizar proyectos en cooperación con empresas y gobiernos locales. En cuanto a la innovación, un grupo de investigadores asociados al posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México para elaborar el proyecto Innovación, Difusión y Competitividad (Corona et.al. 1997) realizaron una encuesta para caracterizar empresas innovadoras siguiendo criterios objetivos (p.e. introducción de productos nuevos para el mercado) con lo que se excluyen empresas que han realizado I+D con fines adaptativos, o que han incorporado equipos y tecnología inéditos en sus procesos productivos. En la selección de la muestra existe un sesgo hacia empresas localizadas en “incubadoras de base tecnológica ” que trata de anularse mediante la inclusión de empresas beneficiarias de apoyos públicos para desarrollo tecnológico o identificadas como innovadoras por sus pares empresariales afiliados a cámaras y asociaciones. La información puede desagregarse al nivel estatal pero además de no ser representativa, el sesgo por empresas provenientes de incubadoras persiste en el diseño al favorecer la presencia de los Estados que cuentan con dicha infraestructura de soporte. Como puede observarse, estas iniciativas han estado centralizadas además de cometer sistemáticamente sesgos en su representación de los diferentes estados del país. La Red Nacional de Consejos Estatales de Ciencia y Tecnología ha venido fomentado la realización de diagnósticos sobre la situación prevaleciente en los diferentes estados de la República Mexicana. Sin embargo, sus agremiados al disponer de escasos recursos y experiencia se han limitado al inventario de los organismos y las infraestructuras públicas de investigación y asistencia técnica, o en el mejor de los casos, a censos sobre los recursos monetarios y humanos dedicados a la investigación y desarrollo experimental en las universidades y los centros de investigación. 4.2. El trabajo empírico. La innovación tecnológica ha mostrado una gran importancia en el desempeño económico de las naciones industrializadas. Esta variable, además, se ha mostrado 7 estratégica en el impulso al desarrollo en un conjunto de países asiáticos de industrialización reciente. La economía de la innovación ha desarrollado una serie de trabajos de fundamento empírico donde se visualiza que dicha conducta es un proceso complejo que involucra actividades tanto al interior como al exterior de la firma que difícilmente pueda ser caracterizada por una variable imputable a la empresa o al mercado. Además existen una serie de factores institucionales que influyen sobre la capacidad de las empresas para generar, adquirir, adoptar, usar, compartir, modificar o difundir la tecnología, o mejor dicho, los conocimientos inherentes a ella. Este conjunto de actividades tecnológicas podemos subsumirlas al proceso de innovación (Lundvall 1992), donde no hay una secuencia sino una convivencia con flujos multidireccionales de retroalimentación (modelo de innovación en cadena o modelo interactivo, Kline y Rosenberg 1986). Como se ha señalado, todas las actividades, las interacciones y los intercambios están mediados por un entorno o arreglo institucional. La relevancia de éste radica en que norma la conducta, lo cual permite a las empresas actuar bajo incertidumbre. El análisis económico de la innovación se ha abordado desde los puntos de vista macro, meso y microeconómico. Para el caso mexicano se ha privilegiado el estudio en el ámbito de las empresas y las industrias5. La presente revisión no es exhaustiva y se centra en los factores microeconómicos. Una pequeña agenda de los principales temas abordados en los trabajos empíricos se enlista a continuación: 1.- Fuentes del cambio tecnológico. El cambio tecnológico puede originarse de diversas fuentes. Los cambios potenciales en los productos y procesos, métodos de gestión y mercados pueden gestarse a través de actividades explícitas de la estrategia de la empresa, en actividades rutinarias o por la interrelación con diversos agentes tales como competidores, proveedores, clientes como también de relaciones no mercantiles establecidas con universidades o centros públicos de investigación. La I+D no es la única actividad que produce la mejora tecnológica. También puede haber contribución a la innovación a través del proceso de aprendizaje acaecido en la producción y la distribución. La incorporación de conocimiento incorporado en máquinas y herramientas también puede facultar a las empresas a innovar. La importancia relativa de estas diferentes fuentes depende de la naturaleza de la empresa, su sectorial industrial y su base técnica. Entre los estudios realizados en el caso mexicano se pueden distinguir una doble vertiente, por un lado, algunos trabajos se han preocupado por describir el proceso de incorporación de tecnología desde las fuentes externas y su integración con la capacidad interna, así como el surgimiento de nuevas capacidades por la recombinación (Villavicencio 1990, Villavicencio y Salinas 2002). Y por otro, se documenta la utilización de la capacidad endógena desarrollada, principalmente, en las universidades y los centros públicos de investigación enfatizando la dificultad para transferir el conocimiento hacia el sector productivo (véanse los trabajos de Rosalba Casas y otros). 5 En el anexo I se presenta una sucinta revisión de algunos de estos trabajos. 8 Las empresas manufactureras en México presentan un perfil característico de una dependencia casi total de insumos foráneos, en particular de origen extranjero, pero también provenientes de otras localidades nacionales. La evidencia apunta a que son muy escasas las vinculaciones con proveedores locales. La contratación de servicios tecnológicos es escasa. Estos servicios no son muy apreciados como fuente de innovación por lo que se desprende de la valoración de las empresas innovadoras, de entre las cuales sólo el 12% considera altamente significativa a las empresas de consultoría (CONACYT 2003). Tabla 2.3. Contratación de servicios tecnológicos. Importancia relativa en el gasto 1. Consultoría y asistencia técnica 2. Gestión de licencias, patentes y marcas. 3. Estudios de mercado. Sector con mayor interés relativo Muebles y otras manufacturas. Alimentos, bebidas y tabaco. Alimentos, bebidas y tabaco. Estudios de Productos minerales normalización y no metálicos. control de calidad. Fuente: Elaboración propia a partir de CONACYT (2003). Con respecto a las colaboraciones técnicas, sólo el 5% afirma haber realizado algún acuerdo de colaboración, ya fuera con otra empresa o institución en el período 19992000. El patrón de distribución de los socios no parece concentrarse de acuerdo con el número total de acuerdos celebrados. Nuevamente, la importancia relativa de las empresas de consultoría se ve relegada. Casi las tres cuartas partes de estos acuerdos fueron celebradas con empresas localizadas en el territorio nacional (CONACYT 2003). Tabla . Principales fuentes externas de innovación y colaboración técnica. Relevancia como fuente de innovación Acuerdos de colaboraciones técnicas 16% Clientes. 61% Proveedores de equipos, materiales y 44% 20% componentes. Empresas de 12% 14% Consultoría. Fuente: Elaboración propia a partir de CONACYT (2003). Los centros de investigación y las universidades no parecen ser relevantes como fuentes de información y proveedores de servicios tecnológicos (CONACYT 1999 y 2003). De acuerdo con la ENESTYC (1995) sólo el 20% empresas cuenta con algún tipo de relación con las instituciones de educación superior. No obstante, cabe destacar, que las principales capacidades científicas y tecnológicas del país se han desarrollado en el sector académico. La generación y acumulación de dichas capacidades han estado faltas 9 de coordinación con las demandas e iniciativas en los sectores empresarial y gubernamental. Sin embargo, existe evidencia de colaboración entre las empresas, las instituciones académicas y la administración pública (MEGCT 1994, Álvarez, 1995, López-Martínez y Solleiro 1995, ANUIES 1996, Estrada 1997, Casalet y Casas 1998, Coronado y Tapia 1998, Casas et.al. 2000). Se trata de procesos muy difíciles de documentar, lo cual se refleja en que la metodología de una gran parte de las investigaciones al respecto se basan en estudios de casos. Se constata que se llegan a construir redes por procesos interactivos desarrollados en el medio y largo plazos. La colaboración se efectúa sobre una base regional –la cercanía geográfica permite focalizar los esfuerzos hacia un conjunto común de recursos naturales o actividades económicas (y sus externalidades derivadas) de interés local- o disciplinaria –la catálisis, los polímeros, los nuevos materiales o la ingeniería ambiental-. Las fuentes de información tecnológica e innovación más importantes para las empresas mexicanas están al interior de las mismas (Arvanitis y Villavicencio 1998, López-Leyva 2003). El desarrollo y modificación de productos y procesos se hace mayoritariamente por cuenta propia. Los departamentos de producción, seguido por el de mercadotecnia e ingeniería son valorados por las empresas innovadoras como las fuentes de información significativamente más importantes (CONACYT 1999 y 2003). Existe evidencia de que las empresas manufactureras, en general, prefieren las fuentes internas a las externas y que consideran la experiencia, el conocimiento y las habilidades de sus ingenieros, técnicos y obreros como la fuente más relevante de innovación (Corona y Hernández 1999). Con respecto a la colaboración tecnológica entre empresas a través de acuerdos cooperativos no existe mucha evidencia. Un estudio de la industria química mexicana (Gómez-López 1998) muestra que este tipo de colaboración es escasa, no representa una alternativa relevante a la transferencia tecnológica a través del mercado, se restringe a la parte tangible de la tecnología y que el nexo de propiedad se impone como un mecanismo de salvaguarda frente a la incertidumbre y desconfianza hacia el sistema institucional. 2.- Capacidades tecnológicas y aprendizaje. La capacidad empresarial de incorporar cambio técnico, bien por la actividad de generación de tecnología propia o por la compra de bienes tecnológicos, utilizar mano de obra de diversa calidad y realizar innovaciones en los procesos y productos ha sido otro tema relevante de estudio empírico. El aprendizaje tecnológico se refiere a cualquier proceso por el cual se incrementan o fortalecen los recursos para generar y administrar cambio técnico, o sea los procesos relacionados con los conocimientos, habilidades, experiencia, estructuras institucionales y vínculos con empresas, entre empresas y fuera de ellas. Así el aprendizaje tecnológico se refiere al proceso dinámico de adquisición de capacidades tecnológicas (Bell y Pavitt 1993: 163). 10 Es de particular interés, señalar que el aprendizaje y la conducta innovadora en la empresa constituyen un proceso colectivo donde participan diversos actores dentro y fuera de la empresa. Los procesos productivos se verifican por el concurso de los elementos materiales de la tecnología, los conocimientos tácitos y los individuos. Así el aprendizaje tecnológico es un proceso individual y colectivo que se manifiesta mediante el intercambio y difusión de información tanto al interior como al exterior de la firma. Entre las diferentes actividades de aprendizaje tecnológico se han analizado particularmente: i) investigación y desarrollo, ii) experiencias de producción e inversión, iii) adaptación y mejora de equipamiento existente, y iv) compra de maquinaria y equipo. Los estudios sobre el caso mexicano se han orientado a explorar diferentes aspectos del proceso de adquisición de capacidades tecnológicas6, ya sea mediante el análisis de las estrategias tecnológicas de las empresas como del desarrollo de activos tangibles e intangibles7 (diseños, patentes entre los primeros y reputación, marcas o know-how entre los segundos) a través del tiempo que les hayan facultado competir y obtener beneficios. En la última década, muchos estudios han cubierto diferentes aspectos del proceso de adquisición de capacidades tecnológicas, los cuales han contribuido en el entendimiento de las peculiaridades en las firmas (véanse por ejemplo, Dutrénit y Capdevielle, 1993; Unger, 1994; Lara, 1994 y 1998; Villavicencio, 1994; Cimoli, 2000; Gonsen, 2000; Dutrénit, 2000; Vera-Cruz, 2000). Otros estudios han analizado la influencia sobre la construcción de las capacidades tecnológicas de las firmas de los cambios en el contexto económico y político. El comportamiento tecnológico de la firma está profundamente arraigado en costumbres y rutinas que responden lentamente a estímulos externos. La base empírica que sustenta dicho argumento es el resultado de diversos estudios de caso en la industria del vidrio, cervecera y curtidora (Dutrénit 2000, Dutrénit, Vera-Cruz, Navarro 2003). De acuerdo con las dos encuestas de innovación levantadas en México (CONACYT 1999 y 2003) el rubro principal del gasto en actividades innovadoras -más del 60%- se dedica a la compra de maquinaria y equipo. Las razones para llevar a cabo esta inversión se asociaron, principalmente, a conseguir aumentos en la productividad y mejorar la calidad de los productos. Con respecto a los gastos en transferencia de tecnología, esto es, la compra de los derechos o licencia para la adquisición o explotación de diversos conocimientos no incorporados en la maquinaria y equipo, la intensidad del esfuerzo relativo a las ventas se cifra en poco más del 0,8% (EIA 2003). Cuando se analiza este tipo de gasto a la luz Las capacidades tecnológicas pueden definirse como “la habilidad para hacer un uso efectivo del conocimiento tecnológico para asimilar, usar, adaptar y cambiar las tecnologías existentes. También es la capacidad para crear nuevas tecnologías y para desarrollar nuevos productos y procesos en respuesta a los cambios del medio ambiente económico”(Kim 1997). 6 Se considera que estos “activos” se manifiestan como escasos y difíciles de transferir o imitar por otra empresa (Teece, 1984; Rumelt, 1984; Prahalad y Hamel, 1990). 7 11 del esfuerzo innovador, la adquisición de tecnología externa ligada a la innovación participa con el 6% (CONACYT 1999 y 2003). La medición del esfuerzo de innovación se mide a través de los insumos registrados a través de la contabilidad de gestión. La intensidad con que se comprometen recursos para estas tareas refleja las expectativas formadas en torno a un potencial innovador pero no proporciona información sobre la eficiencia de estos gastos. En México, la noción de I+D entre los empresarios no está establecida con claridad, se asocia con resolver problemas de producción o programación de nuevas actividades o inversiones y trabajos rutinarios de control de calidad como ilustra un estudio en la industria alimentaria (Unger y Márquez 1981). Una investigación reciente (Pacheco Salazar et.al. 2003) muestra que no existe una idea clara de la rentabilidad de la I+D por lo que hay un escaso control contable o administrativo sobre este gasto. En cuanto a su expresión en la mano de obra, se trata como una actividad esporádica puesto que no existe personal única y exclusivamente dedicado a estas tareas. La innovación, en general, y el diseño industrial, en particular, también han sido actividades sujetas a indagación con respecto a la percepción empresarial. Una encuesta realizada entre 300 gerentes o directores de PYMES manufactureras (Frías Peña et.al. 2003) sugiere que menos del 50% asocia a la innovación con la novedad y la mejora. Más de la mitad la asocia al producto, principalmente a la ampliación de la línea de productos y, en menor medida, a su reemplazo. En lo que se refiere al diseño, se asocia más a la apariencia que al proceso. Poco menos de un tercio asoció al diseño industrial con el desarrollo de nuevos productos y tan sólo un 10% a los procesos de manufactura. Los datos empíricos de la segunda Encuesta Nacional de Innovación reflejan que trece de cada cien empresas manufactureras realizan actividades de investigación y desarrollo tecnológico y que sólo una de esta proporción no organiza formalmente dichas actividades. Conforme se aumenta el estrato de tamaño, la realización de estas actividades muestra una mayor frecuencia. Los sectores donde la actividad de I+D aparece más frecuentemente son el de Carbón, Petróleo, Energía Nuclear, Químicos, Productos de Caucho y Plástico y el de Maquinaria, Equipo, Instrumentos y Equipo de Transporte además del de Alimentos, Bebidas y Tabaco. Esta actividad tiene una fuerte orientación intramuros puesto que menos del 10% se contrata fuera de la empresa. Las empresas grandes contribuyen con más de un tercio del gasto industrial (CONACYT 2003) . La intensidad del esfuerzo promedio en I+D con respecto a los ingresos es poco menos del 0,7%. Durante el período de 1989 a 1998, la intensidad ha fluctuado entre 0,5 y 1%. Es interesante destacar el sobresaliente desempeño de las empresas micro y pequeñas en los dos últimos años relevados. El sector que relativamente destina mayores recursos a I+D es el de Industrias y Productos de la Madera (2%). Le siguen por orden decreciente los sectores de Papel, Imprentas y Editoriales y Sustancias Químicas, Productos de Carbón, Hule y Plástico. Cabe destacar que durante el período 1989-1998 algunos sectores ha disminuido su importancia relativa. Los principales objetivos de este gasto son: 1) el mejoramiento de los procesos productivos y la calidad de los productos, 2) el diseño de nuevos productos y 3) la adaptación de maquinaria y equipo (ENESTYC 1995). 12 Además del gasto en investigación y desarrollo, es de interés dimensionar el esfuerzo en otras actividades innovadoras tales como el diseño industrial y otras actividades de arranque de la producción, la capacitación y el lanzamiento al mercado de innovaciones. Mientras que la I+D tuvo una participación en el total del gasto innovador del 9%, las otras actividades muestran una importancia decreciente, yendo del 9% en diseño, al 3% en capacitación pasando por el 6% en mercadotecnia (CONACYT 2003). Para el caso mexicano existen varios estudios que documentan para algunos sectores industriales las modalidades de aprendizaje tecnológico en las empresas y sus efectos en la modernización (Cimoli 2000). De ello se deriva un diagnóstico sobre las empresas más influyentes en el sistema nacional de innovación mexicano. 3.- Relación proveedor-usuario. Como se ha comentado la innovación no es un proceso que sólo atañe a un decisor en el ámbito de la empresa, sino que es un fenómeno interactivo, acumulativo y cooperativo. Para que se produzca la creación y recombinación de conocimiento debe haber un proceso de aprendizaje. El cual es de naturaleza social dado que involucra la interacción entre conocimientos codificados en personas y artefactos. Las relaciones que se establecen entre proveedores y usuarios de una tecnología, dan la pauta para la transferencia y acumulación de conocimientos tácitos. Así, la capacidad de innovación de una empresa depende, entre otras cosas, de la regularidad e intensidad de los vínculos interindustriales, en particular las relaciones proveedor-usuario8 (OCDE 1997). Los estudios que se centran en esta relación analizan los flujos de información tecnológica y conocimiento, que ocurren tanto en transacciones mercantiles como institucionales. Una agregación de estos procesos de aprendizaje interactivo (aprendizaje por la práctica, aprendizaje por el uso) darían lugar a un sistema de producción y distribución de conocimientos, esto es, a un sistema de innovación9. En México, la relación proveedor-usuario ha sido particularmente estudiada en el sector automotriz y de instrumentos de precisión y control (Lara, Corona y Buendía 1997 y Hernández 1998). En el primer caso, son particularmente importantes las relaciones de subcontratación, donde suelen intercambiarse no sólo especificaciones y planes de desarrollo sino, también, conocimiento tácito. Estas relaciones revelan rutinas de cooperación basadas en el intercambio de personal y la resolución conjunta de problemas. Cabe destacar que estas relaciones no están exentas de controversias en 8 Las interacciones proveedor-usuario pueden definirse, en forma amplia, como el conjunto de vinculaciones técnicas (directas e indirectas) que se establecen entre empresas proveedoras que producen tecnología (incorporada en materiales y equipo) y empresas que utilizan dicha tecnología en sus procesos productivos. Estas empresas actúan en el mercado como dos unidades formalmente independientes. El objetivo de esta interacción es intercambiar información tecnológica, conocimientos, habilidades o knowhow específico sobre productos y procesos e incluso sobre los propios patrones de organización productiva. La interacción supone que se establecen procesos de aprendizaje interactivo, es decir, que una parte aprende de la otra. (Corona y Hernández 2000). 9 El término refiere al conjunto de aspectos de la estructura económica y el arreglo institucional que intervienen en la producción, difusión y uso de conocimiento nuevo y económicamente útil (Lundvall 1992). 13 torno a estrategias de ocultamiento y restricción para proteger ventajas tecnológicas u organizacionales. Las vinculaciones técnicas entre proveedores y usuarios, para el caso mexicano, se han estudiado, también, en el sistema económico a través de una matriz tipo output-input de intercambio de información, reduciéndose sus dimensiones mediante la agrupación de las industrias de acuerdo con su patrón sectorial de innovación típico10. El mayor intercambio se da entre empresas en un mismo patrón sectorial. El eslabón más débil y escaso se presenta entre las industrias en los sectores avanzados, esto es, los intensivos en ciencia y los oferentes especializados (Corona y Hernández 1999, Unger 2001a). 4.- Patrones de innovación y trayectorias tecnológicas. Existen diferencias y similitudes en la conducta tecnológica de empresas y sectores industriales. La variedad de posibilidades en el proceso de innovación se debe a la multiplicidad de fuentes del cambio técnico, los niveles de capacidad tecnológica y las modalidades de aprendizaje que adoptan los agentes, además del grado de apropiabilidad e incertidumbre de los resultados de la innovación. Se ha desarrollado una línea de estudio que intenta explicar y describir tal heterogeneidad 11. La investigación empírica de los elementos que configuran los procesos de aprendizaje e innovación trata de visualizar los componentes de las diferentes estrategias y trayectorias que siguen las industrias, las empresas y organizaciones para generar y difundir tecnología. Una propuesta empírica para medir las capacidades tecnológicas de la industria manufacturera mexicana ha sido elaborada por Brown y Domínguez (2003). Mediante un análisis factorial de las diversas funciones del aprendizaje tecnológico12 se revela jerarquía de los factores de producción –frente a los factores de inversión y de vinculación- y mediante la técnica de agrupamientos o clusters, se clasifican las empresas de acuerdo con el nivel de sus capacidades tecnológicas así reveladas. La Los patrones tecnológicos sectoriales –según la taxonomía desarrollada por Pavitt (1984)- agrupan a las empresas por el origen, el uso y la difusión de las innovaciones. Los sectores de agregación son: Industrias dominadas por el oferente tecnológico, Proveedores especializados en bienes intermedios y de equipo, Sectores intensivos en escala y de ensamblaje y Sectores basados en la ciencia con innovaciones basadas en la I+D. 10 11 Entre las formulaciones teóricas podemos destacar los conceptos de paradigma tecnológico (Dosi 1984), paradigma tecnoeconómico (Freeman y Pérez 1988), trayectorias tecnológicas (Dosi 1984, 1988), postes guía (Sahal 1981) o regímenes tecnológicos (Nelson y Winter 1982, Winter 1984, Orsenigo 1989). 12 Lall (1992) y Bell y Pavitt (1993) sugieren formas para clasificar las funciones tecnológicas desarrolladas por la empresa con el fin de asimilar, adaptar y mejorar la tecnología adquirida. La taxonomía de Lall (1992) clasifica estas funciones según sean de inversión, producción y vinculación. Las capacidades de inversión son las habilidades necesarias para identificar, preparar, obtener la tecnología para el diseño, construcción, equipo y personal de un nuevo proyecto. Las capacidades de producción van desde las habilidades básicas, como control de calidad, operación y mantenimiento, a las más avanzadas como pueden ser la adaptación y la mejora y hasta las más demandantes como investigación, diseño e innovación. Las capacidades de enlace son las habilidades necesarias parar transmitir o recibir la información, la tecnología y destrezas entre empresas (proveedores, subcontratistas, consultores, instituciones tecnológicas). Estas interrelaciones afectan no sólo la eficiencia productiva de la empresa sino también la difusión de la tecnología en la industria. 14 utilización del análisis factorial permitió distinguir las cuatro dimensiones del aprendizaje tecnológico más representativas de las empresas industriales en México: políticas de formación, mejora continua, sistemas de información y documentación y adquisición de nueva tecnología. Las capacidades tecnológicas están distribuidas en la industria de acuerdo con el siguiente patrón: el desarrollo de rutinas de documentación y planeación es un mínimo necesario para el aprendizaje, seguido de programas de capacitación en planta, llegando hasta el esfuerzo más completo de aprendizaje por medio de la mejora continua que, en el caso mexicano, incluye investigación y desarrollo. Estos resultados son compatibles por los obtenidos por Estrada y Terrés (2003) quienes caracterizan a empresas innovadoras de acuerdo con sus actividades y resultados. Las empresas más verosímilmente innovadoras son las que tiene formalizadas sus actividades de investigación y desarrollo o ingeniería, han introducido cambios en la organización del trabajo, han obtenido ayudas públicas y han adquirido tecnología en el exterior. El cambio tecnológico y las actividades de innovación como su principal fuerza impulsora no están homogéneamente distribuidos entre los diversos sectores industriales. Existen patrones diferenciados en la propensión a innovar que condicionan el ritmo de evolución y crecimiento económico de los sectores de la economía. Un estudio entre empresas del sector químico (Arvanitis y Villavicencio 1998) mostró cuatro comportamientos prototípicos de acuerdo con un análisis de indicadores de aprendizaje tecnológico e innovación: empresas activas, empresas ligadas al capital extranjero –dependientes de la transferencia tecnológica del exterior con una alta incidencia con nexos de propiedad-, autárquicas –empresas independientes de grupos y cerradas hacia las vinculaciones externas- y universitarias –empresas con diversos vínculos con universidades y centro de investigación-. El estudio de la trayectoria tecnológica de las líneas de embotelladoras de la industria refresquera reflejó su naturaleza imititativa conformado por un patrón mixto, donde se traslapan procesos de incorporación, asimilación y aprendizaje de la tecnología. Estos dos últimos procesos son sólo adpatativos e incrementales por lo que se vislumbra una ampliación de la brecha con respecto a la frontera tecnológica (Aboites 1992). Para la industria mexicana Dutrénit y Capdevielle (1993) han elaborado un perfil tecnológico inspirado en la clasificación de patrones sectoriales elaborada por Pavitt (1984). Realizan una estimación empírica de los sectores manufactureros a cuatro dígitos de desagregación –prácticamente, al nivel de productos- a partir de las tipificaciones existentes para el Reino Unido (Pavitt 1984) e Italia (Soru 1986). Los perfiles a los que llegan son los siguientes: Los sectores dominados por el proveedor presentan un bajo requerimiento de capital, escasas habilidades de los trabajadores y sus gastos en royalties están sesgados hacia la adquisición de marcas, además de que su cuantía está por debajo del promedio manufacturero. 15 Los proveedores especializados también tienen un bajo requerimiento de capital, las habilidades de la mano de obra están por encima del promedio manufacturero y demandan altos niveles de tecnología blanda. Por su parte, los sectores intensivos en escala presentan los más altos niveles de tecnología dura y de habilidades dado que son los más mecanizados y requieren de destrezas calificadas para la explotación de procesos continuos –si bien los altos salarios pueden deberse a un mayor poder monopólico de estas empresas y del grado de sindicalización de la mano de obra-, su demanda por tecnología blanda está por arriba del promedio. El sector basado en ciencia demanda una alta cualificación además de ser el principal demandante de tecnologías blandas basadas en conocimientos tácitos. Esta clasificación resulta útil para determinar diferenciales de capacidades y desempeño tecnológico al interior de la industria mexicana aunque debe tomarse como una primera aproximación para identificar patrones dado que algunas actividades no se corresponden totalmente con las características enunciadas en dichos patrones . 4.3. Algunas conclusiones de la evidencia del caso mexicano. Se revela que el tamaño de los establecimientos juega un papel preponderante en las asimetrías productivas y en la capacidad de explotar economías de escala, del uso intensivo del capital y de participar en actividades de mayor valor agregado. La intensidad con la que participan los capitales extranjeros condicionan las estrategias competitivas, la organización de la producción, las fuentes de abastecimiento, el acceso a tecnologías, las prácticas de gestión de recursos humanos pero también el potencial competitivo de empresas, sectores y regiones. Estos capitales tienden a seleccionar actividades de alto valor agregado, intensivas en capital y mano de obra no calificada. La descripción de la conducta tecnológica de los establecimientos mexicanos también revela una alta heterogeneidad. Si bien la descripción puede ser confusa debido a los diferentes criterios de agrupación utilizados queda claro que el liderazgo recae en unos pocos sectores e industrias como son el automotor, la Electrónica, la Química, algunos minerales no metálicos y otras actividades tradicionales (Alimentos, Papel). Estos sectores presentan grandes diferencias en cuanto a los recursos destinados a la adquisición de maquinaria y equipo, tecnología no incorporada, actividades de I+D, ingeniería, diseño, capacitación y mercadotecnia así como en sus resultados innovadores. El elemento principal en la conducta tecnológica resulta ser la adquisición de maquinaria y equipo. Esta actividad es el canal por el cual se moderniza y se innova en la industria manufacturera mexicana además de que se obtienen ganancias en productividad. Otro factor clave en la competitividad es el capital humano. Pese a su escasez relativa, la evidencia apunta a que la mano de obra especializada y el nivel educativo de los 16 empleados son responsables en buena medida de los incrementos en productividad. Se considera a los conocimientos, habilidades y experiencias de los ingenieros y técnicos como la fuente más importante de innovación, además de que su concurso resulta medular en los procesos de cambio organizacional y ascenso en la complejidad industrial. El esfuerzo de I+D resulta periférico. Se confirma que su naturaleza es adaptativa y orientada al mejoramiento del proceso productivo. Esta actividad se realiza de manera endógena, lo cual refleja una cultura de colaboración escasa. Este se manifiesta en otras dimensiones de la conducta tecnológica tales como la demanda de servicios tecnológicos y los acuerdos de colaboración técnica. Cabe destacar que esta cultura no sólo se presenta en el terreno tecnológico. 5. Diferencias regionales. Es posible que esta panorámica de la industria manufacturera mexicana tenga un sesgo hacia estados de la República donde se concentren las economías externas, los sectores y los establecimientos líderes dada la escasa representación de un conjunto importante de estados intermedios. Así se espera que el representante “medio” de la industria manufacturera nacional difiera significativamente del promedio de un Estado diferente a los que concentran los atributos especificados anteriormente. Con respecto a la participación de las diferentes industrias, de acuerdo con los patrones sectoriales del cambio tecnológico, las estructuras regionales tienden a reproducir el esquema nacional (Unger 2001b). Las regiones más diversificadas (atendiendo a una participación de los sectores basados en ciencia y de oferentes especializados mayor al promedio nacional) se encuentran entre los estados cuya productividad converge y de mayor participación en el producto nacional (D.F., Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Puebla), como también entre los estados de la frontera norte (Baja California, Chihuahua, Sonora, Coahuila y Tamaulipas) y algunos del centro (Morelos, Tlaxcala, Querétaro, Aguascalientes y Guanajuato). Regionalmente, existen severas disparidades en la productividad por economías externas basadas en la infraestructura, los servicios financieros, los flujos de inversión extranjera pero en particular por el mercado laboral: diferencias en la dotación de capital humano, patrones de negociación, gestión de recursos humanos y servicios educativos (de la Garza et.al.1998, Hernández Laos 2000). Para el caso de Guanajuato, dado el tamaño de su economía, se tiene la expectativa que las características estructurales y de la conducta tecnológica se ajusten hacia abajo 13. 13 La base de datos de la que se parte corresponde a la Encuesta sobre I+D, tecnología, vinculación e innovación en el estado de Guanajuato 1999. Esta encuesta fue realizada mediante un convenio entre el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Guanajuato y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Esta encuesta es una iniciativa pionera en el ámbito de una entidad federativa. El diseño sigue las recomendaciones internacionales del Manual de Oslo (OCDE 1997) El marco muestral se basa en un conjunto de empresas ubicadas en el Estado de Guanajuato al cual le corresponde el 70% del empleo manufacturero. Además de su relevancia económica, cabe destacar que representa al conjunto 17 Tabla 1. Diferencias entre empresas en los ámbitos nacional y estatal. Características Estructura México Guanajuato Tamaño (no. de empleados) Edad (años de operación) 240 10 150 14 Penetración de capital extranjero (%) 17 6 sectores maduros (80% empleo) sectores maduros (65% empleo) 3 7 Pagos por transferencia de tecnología (% de las ventas) 0,8 0,6 Probabilidad de la actividad de I+D (% de la población) 13 7 Intensidad del gasto en I+D (% de las ventas) 0,7 0,3 Participación de ingenieros en el empleo (%) 0,07 4 Diseño, ingeniería y preproducción (% del gasto innovador) 9 29 Mercadotecnia de nuevos productos (% del gasto innovador) // (% de las ventas) 6 (1,6%) 10 (0,2%) Capacitación asociada a productos nuevos (% del gasto innovador) 3 0,8 Tasa de introducción de productos nuevos (base trianual) 4,3 0,9 Impacto en las ventas por productos mejorados (% en las ventas) 21 18 37,5 32 Especialización Adquisición tecnológica Esfuerzo Tecnológico Resultados innovadores Conducta Exportadora. Inversión en maquinaria y equipo (% de las ventas) Probabilidad exportadora (% de la población) Fuente: Elaboración propia a partir de CEESP (1995, citado en Hernández Laos, 2000: 301), CONACYT (1999, 2003), EIA (2003), ENESTYC (1995, 1999), ESIDETVINEG (CONCYTEG-INEGI 2000). Para la región sujeto de estudio, el tamaño medio de la empresa es inferior, las empresas los capitales foráneos participan con menor intensidad en la propiedad, la compra de tecnología desincorporada es algo inferior, la probabilidad e intensidad de la actividad de empresas “objetivo” de las políticas industriales, esto es, las líderes modélicas, las participantes en su formulación, las usufructuarias y las agrupadas en gremio. La técnica de muestreo es aleatoria estratificada por sector de actividad económica (agregadas a dos dígitos de la CIIU. ISIC. Rev. 3) y tamaño de empresa. 18 de I+D es la mitad, la capacidad de introducción de productos nuevos se ve cuadriplicada y el efecto en las ventas por productos nuevos es similar. Hasta aquí, la evidencia nos proporciona los resultados esperados, sin embargo: 1) El conjunto de establecimientos estudiado es más longevo y duplica el esfuerzo en adquisición de tecnología incorporada (maquinaria y equipo). 2) Si bien los sectores tradicionales contribuyen con la mayor parte del empleo y las ventas, tanto al nivel país como en la región analizada, en Guanajuato tienen una mayor importancia relativa los sectores más modernos. 3) Parece que existe una interacción más intensa con proveedores de servicios tecnológicos, tanto para los oferentes en el mercado como para otros actores institucionales tales como la infraestructura pública, las universidades y los centros de investigación. 4) También parece razonable que el sector productivo emplee mayor número de ingenieros. 5) Entre los gastos dedicados a otras actividades innovadoras, la participación relativa del diseño triplica la proporción nacional. 6) En cuanto a la dedicación de recursos a la mercadotecnia para productos nuevos, parece mayor la importancia en Guanajuato, aunque en términos del gasto total – en publicidad y propaganda con respecto a las ventas- es bastante verosímil que el esfuerzo sea menor. 7) La capacitación vinculada a la introducción de productos nuevos parece la actividad que menos énfasis tiene en los gastos innovadores, aunque entre las empresas de la región analizada queda aún más debilitada su importancia relativa. 8) Las empresas estudiadas tienden a descansar en ingresos obtenidos de una sola fuente de productos. Esto nos lleva a pensar que se orientan hacia la producción de productos estandarizados y que la ventaja competitiva se basa en la reducción de costes o en la adopción de sistemas flexibles que mejoren la coordinación. En la modernización tecnológica –aproximada por el gasto en maquinaria y equipo- y la participación de capital humano técnico es donde Guanajuato parece tener una ventaja con respecto al caso nacional. El gasto en diseño también tiene mayor importancia aunado a su protagonismo en los sectores intensivo en escala y de proveedores especializados en la economía guanajuatense, se espera que tienda a reforzar la ventaja competitiva basada la incorporación de capital y la intensidad del capital humano técnico. Además de la ventaja en el abastecimiento externo de tecnología incorporada, creemos que es, particularmente, relevante la aparente mayor interacción con proveedores de servicios tecnológicos. Cabe destacar que, ni para el caso mexicano, ni para el de Guanajuato, estos servicios se concentran en los sectores más modernos. Se requiere de servicios más sofisticados de capacitación, mercadotecnia 14 e I+D. Estas debilidades también parecen pasar factura a la política de productos. De la revisión del caso mexicano y las propias estimaciones para el de Guanajuato se corrobora que el impacto en las ventas por productos mejorados, en ambos casos, es 14 Hay sectores con débiles (o nulos) esfuerzos en gastos de mercadotecnia a saber, los proveedores tradicionales, los intensivos en escala y los basados en ciencia. Entonces el marketing es una debilidad a subsanar, aunque parece endémico de México. 19 mayor que la contribución de los productos nuevos. Éstos se concentran en los productores tradicionales lo cual refleja, quizás, novedad no estrictamente tecnológica sino estética o marginal en la funcionalidad. Se presume que esta variables tienen un valor social alto en el sentido que permitirían diseñar políticas de fomento de largo aliento puesto que no sólo identifican las variables en las que se sustenta la ventaja competitiva local sino aquéllas que permitirían sostenerla y renovarla en el tiempo. 6. Un análisis aplicado al estudio de la competitividad internacional de la empresa. Se ha difundido entre los hacedores de política la idea de que existe una correlación inequívoca entre la competitividad y la innovación en las empresas. ¿Cómo es que las empresas participan de la globalización de los mercados y, al mismo tiempo, se modernizan y fortalecen sus capacidades innovadoras? ¿Existe una relación causal entre ambas actividades? ¿Cuál es la dirección? ¿Qué aspectos de un proceso se vinculan con los del otro? ¿Son relaciones inequívocas para todo tipo de economías, sectores, empresas? La tesis realizada por Estrada (2005) pretende revelar, a partir de datos empíricos microeconómicos15, alternativas de competitividad basadas en factores no de precio para economías emergentes ante la gran oportunidad que ofrecen la globalización e integración económicas. La pregunta de partida es si las empresas que presentan un desempeño superior en la conducta tecnológica se involucran en procesos de internacionalización como ha sucedido en economías más avanzadas. Para caracterizar las diferencias entre las conductas se utilizan propiedades estadísticas que darán origen a agregados descriptivos que no se identifican con la conducta de ninguna empresa en particular sino con las tendencias existentes. Se hace énfasis en los atributos estructurales de la empresa y de su conducta tecnológica puesto que son medulares para explicar las diferencias en competitividad. Como se ha indicado en muchos estudios la conducta exportadora se explica en su mayor parte por los factores estructurales entre los que sobresalen la participación de capital extranjero, el tamaño y el sector de pertenencia de la empresa. Controlando dichos factores mediante métodos multivariantes16 se puede indicar que la principal 15 La evidencia empírica se obtuvo a partir de análisis descriptivos bivariantes y multivariantes. La competitividad es un fenómeno complejo, de tal suerte, que cada variable explicativa fue objeto de un análisis exploratorio. Del anterior análisis se obtuvo un perfil comparativo de las empresas exportadoras. A continuación se realizó análisis comprobatorio, de naturaleza multivariante, el cual recoge la influencia de las variables estructurales sobre las conductuales, además de los efectos complementarios y sinérgicos entre las diferentes dimensiones de la conducta tecnológica. (Véase Anexo II). 16 La selección inicial de posibles variables explicativas se basa en una revisión de casi 50 trabajos que utilizan modelos multivariantes. Para una revisión breve de estos trabajos véase Estrada/Heijs, 2003 aunque una revisión mucho más amplia y completa se publicará en Estrada, 2005. Los trabajos pioneros son los de Willmore(1992) y Kumar y Siddhartan, (1994). Otros trabajos de referencia son Lefebvre et al. (1998), Wakelin, (1998) Roper y Love (2002). 20 conclusión de este estudio es la existencia de una relación entre el comportamiento innovador y la competitividad de la empresa conceptualizada a partir de la probabilidad exportadora. Esta relación tiene una forma de “U” inversa y asimétrica. Aquellas empresas que no realizan actividades innovadoras tienen la probabilidad exportadora más baja. Pero al mismo momento, cabe destacar que dentro del grupo de empresas innovadoras las de esfuerzo innovador moderado tienen mayor probabilidad exportadora que las empresas con un esfuerzo innovador excepcional. El modelo trata de conjuntar un indicador de resultados (potencial exportador) con indicadores de la conducta tecnológica17. De una parte, la competitividad se explica por la participación en el mercado exportador, y por otra, el aprendizaje e innovación tecnológicos en el ámbito de la empresa, no pueden ser imputados a una sola variable como se ha explicado a lo largo de este trabajo. La mayoría de los estudios de países en desarrollo reflejan que la actividad propia de innovación es una variable explicativa de la probabilidad exportadora (Zhao y Li (1997); Sjöholm (1999); Zhao y Zou (2002); Raut (2003); Özçelik y Taymaz (2004). En el presente estudio especificamos con más detalle la forma de esta relación. Tanto los análisis exploratorios y como el modelo de regresión logística confirma una relación en forma de “U” inversa y asimétrica entre el comportamiento innovador de las empresas y su probabilidad exportadora. La relación no lineal entre conducta tecnológica y probabilidad exportadora se manifiesta como una tendencia general en la población de empresas manufactureras guanajuatenses. Este patrón se mantiene en las subpoblaciones de empresas de tamaño medio, edad adulta, independientes y pertenecientes al sector de productores tradicionales . ¿Cómo se interpretan estos resultados? Las posibles respuestas para explicar este fenómeno entre las empresas guanajuatenses las agrupamos en cuatro bloques, de acuerdo a lo acontecido en la industria mexicana: 1) Entorno competitivo. 17 Las empresas más innovadoras se encuentran en una cadena vertical de ventas a maquiladoras por lo que sus exportaciones son indirectas. Tráfico de perfeccionamiento donde las empresas importan un producto con cierta complejidad tecnológica y, tras alguna operación que implica menor complejidad (i.e. ensamblado, maquinado), lo exportan. Para competir en ciertos segmentos del mercado local se debe ser más innovador puesto que existe una gran competencia en precio, de las importaciones, y en calidad, de nuevos entrantes, preponderantemente, extranjeros. La modelización consiste en un modelo logit binario cuya estructura es la siguiente: E(Yi/Xji ) = Pr (Yi =1/Xji) = 1/ [1 + e –( j Xji)] e ( j Xji)/ 1 + e ( j Xji) Donde: Pr(Yi =1/Xji)= Probabilidad condicionada de que una empresa sea exportadora. Xji = Vector que representa la combinación de las j variables explicativas de la conducta tecnológica. 21 2) Para competir en ciertos segmentos del mercado internacional se debe combinar un nivel de salarios bajos con innovación intermedia. Demanda. 3) Las innovaciones incrementales se realizan preferentemente para el mercado local –adaptación a los gustos y condiciones locales- y los productos que están maduros y perfectamente normalizados son los que se explotan en los mercados internacionales. Racionalidad (recursos restringidos). 4) La participación en mercados de exportación y la expansión de la capacidad productiva no se asumen simultáneamente debido a los costes que conllevan. Existe una rigidez de recursos que permiten hasta cierto punto tomar ambos riesgos. Así las empresas que más invierten en la compra de maquinaria y equipo son las que potencialmente privilegian una estrategia de mantener o expandir su posición competitiva en el mercado doméstico. Es probable que las empresas que más ingenieros disponen estén en proceso de expansión o que dediquen gran parte de sus esfuerzos tecnológicos a la adaptación de procesos, equipos y partes. Es posible que las empresas con menos ingenieros hayan introducido cambios organizacionales con miras a elevar la calidad y aumentar la productividad por lo que pueden dedicar a su capital humano, racionalizado, a actividades sistemáticamente más complejas (sistemas de coordinación, de manufactura avanzada, de diseño) para participar en actividades exportadoras. Cultura empresarial. Las empresas que dedican pocos recursos a la I+D, consideran esta actividad como periférica, subsidiaria de los problemas de producción y los trabajos rutinarios de control de calidad, orientada a la obtención de mejoras marginales, esto es, tiene por objeto desarrollo de conocimientos genéricos y el mejoramiento del proceso productivo y de la calidad, mientras que las empresas que destinan más recursos consideran la I+D rentable, asignan personal con dedicación exclusiva con el objeto de desarrollar nuevos productos altamente específicos, con lo cual pueden acceder a los mercados de exportación. Las empresas en sectores tradicionales presentan una relación de U invertida entre la I+D y la probabilidad exportadora. Pensamos que en este sector la actividad de I+D representa un coste asequible hasta cierto punto, en este rango moderado permite enfrentar, de forma adecuada, sus problemas de calidad y producción para incursionar en los mercados internacionales y dado que las empresas en este sector compiten en mercados menos oligopólicos no resulta rentable aumentar en exceso este tipo de gasto, puesto que no está garantizado su apropiación en el largo plazo. Las empresas con un enfoque hacia la introducción de un número limitado de productos nuevos son más verosímilmente exportadoras dado que, creemos, asocian la novedad a la innovación estrictamente tecnológica y a productos altamente específicos así que se trata de empresas pioneras, tanto en los 22 mercados nacionales como internacionales, preocupadas por rebasar los estándares de calidad y donde se ha verificado un aumento de su nivel y complejidad tecnológicos, mientras que las que introducen un gran número de productos nuevos asocian la novedad con la ampliación de la línea de productos, sus esfuerzos predominantes son hacia las innovaciones incrementales y hacia productos genéricos de tal forma que se orientan hacia el mercado doméstico. Las anteriores hipótesis permiten avanzar hacia recomendaciones en la estrategia empresarial. El modelo permite identificar el mercado hacia el cual se dirigen los esfuerzos y resultados innovadores. Brinda información importante sobre las capacidades tecnológicas clave para adquirir o mantener una proyección internacional o una posición en el mercado doméstico. Entre las empresas manufactureras guanajuatenses la competitividad internacional se manifiesta más verosímilmente entre los establecimientos con una complejidad tecnológica intermedia (inversión moderada en maquinaria y equipo, con una base de ingenieros relativamente pequeña, que introducen pocos productos nuevos, con escasa actividad de mejora de productos y que utilizan servicios tecnológicos externos asiduamente). También se puede asociar el atributo exportador a las empresas de complejidad tecnológica muy alta (elevados gastos en I+D con respecto a sus ventas). Una visión dinámica de las posibles estrategias a seguir por las empresas de acuerdo con su conducta tecnológica para proyectarse al exterior se recoge en la siguiente tabla. Se distingue una mezcla de estrategias influidas por las características estructurales de las empresas. De su contenido se pueden desprender acciones correctivas y preventivas que afecten el desempeño competitivo de la empresa. Nivel de tecnológica empresa Baja. Media. Alta. Muy alta. complejidad en la Acciones a mediano plazo Acciones a largo plazo Conservadora. Lograr un crecimiento en tres áreas: adquisición tecnológica, relaciones con el entorno, competencia técnica interna. Especialización o enfoque hacia cartera limitada de nuevos productos Riesgosa. Lograr un crecimiento acelerado del área de I+D. (excepto entre los productores tradicionales). Mantener esfuerzo en la adquisición tecnológica, relaciones con el entorno, competencia técnica interna. Racionalizar actividades de adquisición tecnológica y recursos humanos técnicos. Reorientar esfuerzos a la expansión del área de I+D. Aumentar la tasa de introducción de nuevos productos y disminuir la actividad de mejora de productos. Racionalizar inversión en maquinaria y equipo. Reorientar esfuerzos a la expansión Ampliar y diversificar la cartera de productos. Movilizar la capacidad de mejora de productos hacia el mercado de exportación. Formar y expandir una capacidad de mercadotecnia global. ¿Cambio de estrategia tecnológica? (I+D, mercadotecnia, especialización y novedad de la cartera de productos). ¿Cambio de estrategia de internacionalización? ¿Internacionalización tecnológica? 23 del área de mercadotecnia. Diversificar y aumentar la tasa de introducción de nuevos productos y la actividad de mejora de productos. Fuente: Elaboración propia con base a Estrada (2005). Las anteriores estrategias también pueden servir para orientar la intervención pública. Por ejemplo, un nulo o rezagado esfuerzo en el desarrollo de las capacidades tecnológicas pueden privar de las ventajas salariales en la competencia exterior por lo que un buen número de empresas se podría beneficiar, salvaguardando su capacidad exportadora o propiciándola, del fomento de una cultura de innovación que incluya una profesionalización de los recursos humanos técnicos, incorporación de cambio técnico mediante la compra de bienes de equipo y el desarrollo selectivo de nuevos productos – en detrimento de la sola adaptación o mejora de los existentes- . En la siguiente sección se desarrolla el tema de las política públicas, donde se hace énfasis no en la corrección de distorsiones del mercado sino en las condiciones que favorezcan la actividad innovadora en general, y en la medida de lo posible, su interacción virtuosa con la competitividad internacional. 7. Las políticas públicas. La generación y difusión de tecnología en los procesos productivos y para la diversificación de productos crean crecientes desequilibrios en la dinámica de competencia, lo cual se traducen en ventajas y rentas extraordinarias, no solo para las empresas o industrias involucradas en su ejecución sino también para los seguidores, proveedores, consumidores y entorno próximo (sociedad y gobierno). A estos fenómenos de desbordamiento se le conoce como externalidades. De acuerdo con los evolucionistas las externalidades son la regla y no la excepción. De acuerdo con la visión neoclásica de la competencia, ante la presencia de externalidades el gobierno debe intervenir para solventar el respeto a la propiedad privada. De acuerdo con la posición evolucionista el gobierno debe fomentar una regulación inteligente no para evitar la aparición de externalidades, puesto que la tecnología es un bien cuasi público, sino para asegurar un mejor aprovechamiento de las mismas por el entorno. Para una formulación y ejecución de políticas tecnológicas eficientes es necesario contar con una adecuada dotación de financiamiento, una amplia conceptualización de la innovación tecnológica y un buen conocimiento de la conducta tecnológica del tejido industrial de los países y regiones. Según la evidencia mostrada para el caso mexicano la minoría de empresas que participan actualmente de los mercados de exportación ha venido acumulado competencias desde la etapa de desarrollo basada en la sustitución de importaciones. Así para ellas no resulta crucial el desplegar esfuerzos tecnológicos propios. Por el contrario, la gran mayoría de empresas independientes, pequeñas y medianas se encuentran en la encrucijada de salir de su aislamiento y autarquía tecnológicos y desplegar una estrategia integral de desarrollo de competencias tecnológicas que trascienden los desarrollos puntuales de ingeniería y avancen hacia actividades más sofisticadas de diseño, desarrollo y mercadotecnia. Esta estrategia no puede ni debe ser abordada en solitario dado que se requiere el concurso y apoyo de un pool de proveedores externos de servicios tecnológicos. 24 Otra limitante para participar en los mercados de exportación es la limitada escala de operaciones por lo que una buena estrategia para intentar irrumpir es fortalecer la posición doméstica mediante la expansión. Otro frente para abordar es la complejidad de la producción, si bien se tiene la tendencia a especializarse en una línea de productos éstos son de bajo valor agregado por lo que se debe intentar escalar en la complejidad. Los esfuerzos para mejorar la calidad, en primer término, y avanzar hacia actividades más complejas dada la ganancia de aprendizaje, en segundo término, son esfuerzos no deleznables en pos de una estrategia no vulnerable en el mercado de exportación. Está demostrado que los esfuerzos por instrumentar sistemas de gestión basados en la calidad y normalización mejoran las destrezas tecnológicas tanto de operarios, como de técnicos e ingenieros. El esfuerzo del capital humano no sólo es rentable en términos productivos sino que proporciona un blindaje al permanente acoso que sufre la posición competitiva tanto en el mercado doméstico como en el de exportación. Por el lado del gobierno la sola política de atracción de inversión extranjera como canal transmisor y difusor de conocimientos tecnológicos y de gestión resultará magra sino se acompaña de políticas de fomento a las actividades tecnológicas intra firma, pues de ellas dependerá el potencial con que se puedan aprovechar las derramas por externalidades tecnológicas de los forasteros así como las posibilidades de establecer alianzas colaboracionistas para participar de los diseños, propiedad de los grandes grupos trasnacionales, e integrarse en los sistemas de producción globales. La acción pública debe incidir, también, sobre los incentivos para sustituir importaciones dado que el actual modelo está orientado hacia las importaciones con un saldo muy desfavorable para el tejido productivo, provocando autismos productivos por la desvinculación doméstica de actividades conexas y complementarias. La trayecto-dependencia es importante para explicar la especialización relativa de las regiones. Este hecho debe aprovecharse por el entorno empresarial y la política pública en el diseño de estrategias de inserción global. La influencia de los patrones sectoriales del cambio tecnológico sobre la conducta exportadora de las empresas debe aprovecharse para intensificar los esfuerzos productivos y comerciales en esas direcciones así como para anticipar el tipo de derramas pecuniarias y no pecuniarias que se presentarán en las economías locales tras la reasignación de recursos hacia las fuentes de las ventajas competitivas distintivas. 25 ANEXO I. ALGUNOS TRABAJOS EMPÍRICOS EN EL CAMPO DE LA ECONOMÍA DE LA INNOVACIÓN EN MÉXICO. Autores Estudio Brown y Productividad de la Domínguez industria mexicana (1999a) Casanueva Márquez (2003) y Mendoza (1999) Brown y Productividad al Domínguez nivel del (1999b) establecimiento Blomström y Wolff (1994) Dutrénit y Perfil tecnológico Capdevielle de la industria Fuente Conclusiones Encuesta Gran dispersión en los niveles de Industrial Anual productividad entre los sectores de actividad (INEGI) económica, las empresas de menor tamaño presentan una brecha profunda con respecto a las grandes, la productividad aún antes de la apertura mostraba una tendencia creciente las ganancias en este indicador no están asociadas a la reducción del empleo sino al crecimiento del valor agregado y al uso intensivo del capital Encuesta Durante 1991-1998 las ganancias en Nacional de productividad estuvieron asociadas al nivel Empleo, educativo de los empleados Salarios, Tecnología y Capacitación (ENESTYC 1992, 1995, 1999) Regionalmente, también se encuentran disparidades importantes en los niveles de productividad. Las causas para encontrar semejante comportamiento se atribuyen a los cambios estructurales (políticas de ajuste y apertura), flujos de inversión extranjera hacia ciertos sectores estratégicos pero también a las tendencias históricas de corto plazo de cada región. Las únicas entidades que logran converger son las que alojan los principales centros industriales del país: el Distrito Federal (D.F.), Nuevo León, Jalisco y Estado de México La alta productividad estuvo asociada a la participación de capital extranjero, el uso intensivo de tecnologías incorporadas en el capital y mano de obra especializada Los establecimientos de alta productividad presentan diferencias significativas con respecto a su tamaño Sólo el perfil de los grandes establecimientos de alta productividad se asocia con el atributo exportador y tienen un nicho de especialización en los sectores intensivos en escala y los dominados por los proveedores. La intensidad del capital extranjero parece influir positivamente en el crecimiento de la productividad Los sectores dominados por el proveedor presentan un bajo requerimiento de capital, 26 (1993) mexicana Capdevielle, Corona y Hernández (1998) Unger y Saldaña 1999 Unger 2001 Corona Hernández (1999) y Colaboración industrial. De la Garza Colaboración et.al. (1998) empresarial. MEGCT 1994, Álvarez, 1995, LópezMartínez y Solleiro 1995, ANUIES 1996, Estrada 1997, Casalet y Casas 1998, Coronado y Tapia 1998, Casas et.al. 2000 Colaboración entre empresas, instituciones académicas y administración pública escasas habilidades de los trabajadores y sus gastos en royalties están sesgados hacia la adquisición de marcas. Los proveedores especializados también tienen un bajo requerimiento de capital, las habilidades de la mano de obra están por encima del promedio manufacturero y demandan altos niveles de tecnología blanda. Los sectores intensivos en escala presentan los más altos niveles de tecnología dura y requieren de destrezas calificadas para la explotación de procesos continuos, su demanda por tecnología blanda está por arriba del promedio. El sector basado en ciencia demanda una alta cualificación y de tecnologías blandas basadas en conocimientos tácitos. Desde finales de los años ochenta. Se ha observado un ligero crecimiento de los sectores basados en la ciencia y una caída en el sector de proveedores especializados. Regionalmente, se observan diferentes niveles de industrialización y grados de modernización Existen diferencias significativas entre los estados del Norte, del Centro y del Sur de México. También se observan grandes diferencias entre las subzonas de cada Estado. Con respecto a la participación de las diferentes industrias, las estructuras regionales tienden a reproducir el esquema nacional Las vinculaciones técnicas entre proveedores y usuarios se presentan con mayor frecuencia e intensidad entre empresas de un mismo sector. El eslabón más débil y escaso se presenta entre las industrias en los sectores avanzados, esto es, los intensivos en ciencia y los oferentes especializados. Las relaciones entre empresas localizadas en una misma zona son escasas, incluso en la participación como demandante u oferente de maquila o subcontratación, además de que existe una gran dependencia de insumos importados. Se llegan a construir redes por procesos interactivos desarrollados en el medio y largo plazos. La colaboración se efectúa sobre una base de cercanía -geográfica ( recursos naturales o actividades económicas de interés local) o disciplina de conocimiento (catálisis, polímeros, nuevos materiales o ingeniería ambiental)- 27 Unger y Márquez 1981 Pacheco Salazar et.al. 2003 Esfuerzo tecnológico (adaptativoinnovativo). Frías Peña et.al. 2003 Arvanitis y Villavicencio 1998 Arvanitis y Villavicencio 1998, Corona y Hernández 1999 LópezLeyva 2003 Carrillo y Hualde 1996, Lara Rivero 1998, Buitelaar et.al. 1999, Barajas Escamilla 2000, Carrillo 2001 Fuentes información tecnológica innovación de e Transformaciones del sistema productivo La noción de I+D entre los empresarios no está establecida con claridad, No existe una idea clara de la rentabilidad de la I+D. Se asocia con resolver problemas de producción o programación de nuevas actividades o inversiones y trabajos rutinarios de control de calidad. Hay un escaso control contable o administrativo sobre la I+D. No existe personal única y exclusivamente dedicado a estas tareas Menos del 50% de las PYMES asocia a la innovación con la novedad y la mejora. Más de la mitad la asocia al producto, principalmente a la ampliación de la línea de productos. El diseño se asocia más a la apariencia que al proceso. Poco menos de un tercio asoció al diseño industrial con el desarrollo de nuevos productos El personal de producción e ingeniería realiza tareas de adaptación de procesos, equipos y partes que constituyen una buena parte del esfuerzo innovador de las empresas Las empresas manufactureras prefieren las fuentes internas a las externas y que consideran la experiencia, el conocimiento y las habilidades de sus ingenieros, técnicos y obreros como la fuente más relevante de innovación. En las plantas maquiladoras del Norte se ha verificado un proceso de ascenso industrial: a) Transformación de maquilas intensivas en mano de obra a intensivas en conocimiento, b) De producción de commodities se ha pasado a la fabricación de bienes de alto valor agregado, c) De ensamble se ha mudado a la manufactura y de aquí a la coordinación centralizada, d) Se han emprendido nuevas y más complejas actividades (producción de componentes, maquinados, diseño e investigación y desarrollo, por ejemplo), e) Elevamiento sustancial del nivel tecnológico de los productos y sus estándares de calidad. 28 ANEXO II. MODELO DE EFECTOS NO LINEALES DE LOS DETERMINANTES TECNOLÓGICOS DE LA PROBABILIDAD EXPORTADORA DE ESTABLECIMIENTOS MANUFACTUREROS MEXICANOS: EL CASO DE GUANAJUATO. Variables en la ecuación Tamaño Tamaño**2 Capital Extranjero Sector Tecnológico Estructura E.T. Wald 0,003 0,001 23,73 -0,001 0,000 6,95 0,030 0,004 46,66 gl Sig. Basado en Ciencia Maquinaria y equipo Maquinaria y equipo**2 Servicios Tecnológicos (d) Gastos en I+D Gastos en I+D**2 Ingenieros Ingenieros**2 Marketing Ventas no diversificadas Constante Corr. parcial Efectos marginales 0,13 0,06 0,18 91,54 4 0,000 0,26 2,964 0,473 39,26 1 0,000 19,38 3 0,17 41% 1,055 0,505 4,37 1,476 0,657 5,05 1,042 0,530 3,87 1 0,037 2,871 1 0,025 4,375 1 0,049 2,835 0,04 0,05 0,04 7% 11% 7% 0,102 0,025 16,39 1 0,000 1,107 0,10 0,91% -0,003 0,001 18,74 1 0,000 0,997 0,11 1,053 0,205 26,38 1 0,000 2,866 0,13 20% 1 1 1 1 1 1 0,558 1,061 1,108 0,999 0,871 1,176 0,07 0,09 0,13 0,10 0,06 0,05 -8,87% -0,011 0,004 8,46 1 0,004 0,989 0,07 -0,010 0,003 11,96 1 0,001 0,990 0,09 -0,16% 0,009 0,004 6,29 1 0,012 1,009 0,06 0,15% -4,667 0,541 74,40 1 0,000 0,009 0,23 -75% -0,583 0,059 Esfuerzo 0,102 Tecnológico -0,001 -0,138 Nuevos Productos 0,162 Nuevos Productos**2 Resultados Productos Innovadores Mejorados e j 1 0,000 1,003 1 0,008 1,000 1 0,000 1,030 Productores Tradicionales Proveedores Especializados Intensivo en Escala Adquisición Tecnológica j 0,195 0,016 0,020 0,000 0,053 0,072 8,95 13,12 25,22 15,86 6,75 5,02 0,003 0,000 0,000 0,000 0,009 0,025 0,04% 0,48% 1,54% -2,22% 2,30% Bondad de ajuste -2 LL 909,90 2 13 (sig) Pseudo r2 Cox y Snell Nagelkerke McFadden McFadden ajustado 0,34 0,48 0,33 0,34 Clasificación % de casos correctos No exportadores Exportadores Total N 451,65 0,000 83 70 78 1087 El valor de corte es 0,40 Fuente: Elaboración propia a partir de la ESIDETVINEG (CONCYTEG-INEGI 2000). 29 REFERENCIAS. 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El caso mexicano. ............................................................................................................................................................................................ 5 4.1. Información estadística sobre actividades tecnológicas. .......................................................................................................................... 6 4.2. El trabajo empírico. .................................................................................................................................................................................. 7 4.3. Algunas conclusiones de la evidencia del caso mexicano. .................................................................................................................... 16 5. Diferencias regionales. .................................................................................................................................................................................. 17 6. Un análisis aplicado al estudio de la competitividad internacional de la empresa. ...................................................................................... 20 7. Las políticas públicas. ................................................................................................................................................................................... 24 REFERENCIAS. ............................................................................................................................................................................................... 30 34