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Introducción a las reseñas sobre péptido y el control de la ingesta alimentaria y peso corporal. G.P Smith Departamento Psiquiatria, Joan and Sanford I. Weill Medical of Cornell University y E. W Bourne laboratory, N. York, Presbyterian Hospital. White Plaims; NY USA. Resumen. El progreso en la identificación de pépticos cerebrales y periféricos que afectan la ingesta alimentaria y el peso corporal. se discuten en las 11 reseñas que siguen. Las revisiones, concisas y criticas, son guías útiles para una literatura dispersa que comenzó en 1957. Como se refleja a través del prisma de estas revisiones, el campo luce como unas pocas pequeñas islas de conocimiento científico rodeadas de un vasto mar de fenómenos inciertos. Esta introducción discute 4 temas que impregnan las reseñas. Estos son: 1- como establecer que los efectos de un péptido es una función fisiológica de peptidos endogenos, 2- la importancia de las interacciones entre peptidos, aminas y esteroides para la integración central que regula la ingesta alimentaria y el peso corporal, 3- la necesidad de generalizaciones simples y convincentes para organizar e interpretar los aparentemente interminables informes empíricos y 4- los problemas persistentes que permanecen sin ser resueltos con la información actual, especialmente obesidad inducida por la dieta y el rol de los peptidos en las redes neurales que controlan la ingesta espontánea. Introducción. Esta publicación de neuropeptidos contiene 11 reseñas invitadas sobre peptidos en el control de la ingesta alimentaria y el peso corporal. Las reseñas son concisas y criticas. Escritas por investigadores productivos que son expertos en los peptidos sobre los que escriben, estas reseñas son guías útiles para la bibliografía actual, muchas de las cuales aparecen en la lista de referencia. Este campo de la investigación comenzó en 1957 con el informe sobre que inyecciones periféricas de glucagon disminuyen la ingesta alimentaria en humanos. Resultados positivos fueron obtenidos después de la administración central o periférica de otros peptidos durante los siguientes 35 años. (Tabla 1). El uso de técnicas moleculares para descubrir Proteína agouti en 1993 y Leptina en 1994 estimularon las investigaciones de peptidos que actúan en el cerebro. En cada uno de los 5 años anteriores, se ha descubierto que por lo menos 1 nuevo péptido tiene efecto en la ingesta alimentaria. Dado el gran número de peptidos que afectan la ingesta alimentaria y, en la mayoría de los casos, el peso corporal, y la probabilidad de que mas serán descubiertos, parecía importante cribar los extensos resultados disponibles actualmente para el significado biológico, las relaciones funcionales y la importancia relativa. La lectura de estas reseñas sugiere que el campo esta compuesto de unas pocas pequeñas islas de entendimiento científico rodeadas de un vasto mar de fenómenos inciertos. Esta impresión plantea cuestiones sobre el mejor modo de proceder desde la descripción inicial del efecto de un péptido sobre la ingesta alimentaria hasta la comprobación de la función fisiológica del péptido endógeno en los controles complejos en el ingreso, gasto y almacenamiento de energía. Las respuestas a este problema fundamental se pueden extraer del trabajo discutido en las reseñas. La discusión siguiente se centra en la ingesta alimentaria porque es sobre ella de la que tenemos más información. La discusión tiene 4 partes presentadas en esta secuencia: 1- establecimiento de la función fisiológica, 2- la interacción de peptidos, 3- la necesidad de generalización y 4problemas persistentes. Establecimiento de funciones fisiológicas. Existe evidencia convincente sobre los efectos de los siguientes peptidos sobre la ingesta alimentaria , son funciones fisiológicas del péptido endógeno: colecistoquinina (CCK), glucagon pancreático en la periferia y Leptina, Insulina, factor liberador de corticotrofina (CRF), neuropeptido Y (NPY), opioides y péptido similar a la bombesina (BN-LP) centralmente. La evidencia necesaria para hacer un caso convincente incluye identificación de la especificidad de conducta, del sitio de acción, tipo de mecanismo receptor y demostración de la eficacia con dosis que estén probablemente en el rango fisiológico en paradigmas suficientemente diversos por diferentes laboratorios. Una evidencia particularmente importante involucra la demostración de la degradación en el control de la ingesta cuando un antagonista especifico, anticuerpo u oligonucleotido antisensorial se administra a un péptido. El poder de esta prueba viene del hecho que el efecto de un antagonista, anticuerpo o molécula antisensorial, cuando es apropiadamente controlado se debe al bloqueo de las funciones del péptido endógeno. Además el efecto es predecible: el antagonismo de un péptido que inhibe la ingesta alimentaria debería incrementar la ingesta; el antagonismo de un péptido que estimula la ingesta debería inhibirla. De los 8 peptidos que cumplen con estos criterios para la función fisiológica, solamente el NPY central y los Opioides estimulan la ingesta; el resto la inhibe. A pesar de que la mutación nula espontánea o el knockout transgenico de un péptido o su receptor que produce hiperfagia y obesidad o lo opuesto es evidencia importante para la función fisiológica pero no es concluyente. Esto sigue a la posibilidad de que el efecto de la mutación podría haber inducido la adaptación por el genoma remanente durante el desarrollo de modo que los controles de ingesta alimentaria o peso corporal sean eficaces pero distorsionados u anormales. Cuando tales mutaciones puedan ser hechas reversiblemente En la rata adulto esto proveerá evidencia convincente para las funciones fisiológicas, como crawley señala en su reseña de esta cuestión en relación al trabajo sobre la galanina. Otras formas de incrementar el poder del knockout transgenico es demostrar que la anormalidad de la ingesta o el peso corporal puede ser revertida por la inserción de solo la molécula faltante en sitios relevantes del cerebro o periferia. Cuando el rescate molecular se completa, supera la objeción presentada por la posibilidad de la adaptación genomita a la mutación durante el desarrollo. Tal procedimiento ha sido publicado solamente para el ratón ob/ob. Las infusiones de Leptina corrigen el sobrepeso y la obesidad. La interacción de los peptidos El análisis del efecto de un péptido simple sobre la ingesta alimentaria es una simplificación experimental necesaria pero es axiomático que la integración central compleja que subyace el control de la ingesta alimentaria y el peso corporal requiere interacciones extensivas entre peptidos, tanto como entre peptidos, aminas biogenas y hormonas esteroides. La investigación de las interacciones ha ganado importancia en la última década y es un trabajo experimental mayor para el futuro predecible. Las interacciones han sido demostradas entre peptidos periféricos, entre peptidos periféricos y centrales, aminas y esteroides, tanto como entre peptidos centrales. (Tabla 2) Dos estrategias han sido usadas para estudiar las interacciones una es investigar el sinergismo entre peptidos que actúan sobre receptores diferentes, esto ha sido usualmente hecho mostrando el sinergismo entre dosis pequeñas o subumbrales de peptidos. Esto es un comienzo razonable pero no es suficiente para establecer la potencia del sinergismo, ya se caracterizado por la aditividad o potenciación, o su relevancia fisiológica. La segunda estrategia usa antagonistas para investigar el rol de un péptido o amina en el efecto anorexigeno o saciogeno de otro péptido. Hay dos puntos en la tabla 2 que necesitan ser enfatizados: 1- las interacciones listadas son tentativas porque muchas de ellas han sido demostradas solamente una vez bajo condiciones especificas y frecuentemente con solo una dosis simple. De este modo, no sabemos cuan fuerte son. 2- la lista de interacciones es el resultado de experimentos exploratorios. La frecuencia con la cual un péptido, amina u hormona esteroide aparece en la lista refleja los intereses de los investigadores mas que la investigación sistemática de todas la interacciones posibles. Por ejemplo: el estrógeno y los glucocorticoides son los únicos esteroides en la lista. Parece poco improbable que mayor investigación no encontrara un lugar para la aldosterona y testosterona. La necesidad de generalización A medida que la lista de peptidos que afectan la ingesta alimentaria y el peso corporal se incrementa, la presión para la generalización crece. En este punto la generalización solo necesita satisfacer los dos criterios de poincare: debe simplificar las listas de fenómenos y ser conveniente para usar experimentalmente, la generalización total no existe; pero cuatro generalizaciones locales lo logran con algún aspecto de los peptidos. La primera generalización local es que los peptidos liberados desde el tracto gastrointestinal durante una comida son candidatos para el control del feedback negativo del tamaño de una comida. Los peptidos cubiertos por esta generalización incluyen, CCK, BN-LP, glucagon pancreático, insulina, amilina, somatostatina, neurotensina, enterostatina, apolipoproteina AIV, IL1-b y mas recientemente péptido similar al glucagon (GLP-1) en humanos ( pero aparentemente no en ratas) Muchos de estos peptidos se transmiten en el cerebro a través de fibras aferentes vagales (CCK, BN-LP, glucagon), otras posiblemente actúan en el cerebro mediante transporte a través de vasos sanguíneos u órganos circumventriculares, tales como el área postrema y la eminencia media. La segunda generalización local es que los niveles bajos de leptina e Insulina desinhiben los controles centrales de la ingesta y el almacenamiento energético. Esta generalización vino del análisis de cambios en peptidos que ocurrieron en ratas después de 24-48 horas de privación de comida. Evidencia fue obtenida para una secuencia funcional de cambios en peptidos que comenzó con un descenso en insulina y leptina. Este descenso desinhibió NPY e inhibió CRF y POMC. El incremento de glucocorticoides reforzó los cambios en NPY y CRF. Todos estos cambios incrementaron la probabilidad de ingesta y almacenamiento energético y podrían ser revertidos por inyección central de Leptina o insulina. Debido a que la privación de comida frecuentemente produce cambios neuroendocrinos similares a aquellos observados en la obesidad y la DBT, se hizo una búsqueda de NPY incrementado, CRF y POMC descendida en roedores con obesidad genética o DBT. Esta fue exitosa y condujo a su vez a la importante reflexión funcional de que los antagonistas del receptor 4 de melanocortina (MCR4) podrían bloquear los efectos inhibitorios de la leptina sobre la ingesta y el peso corporal La tercera generalización local es que peptidos hipotalamicos que afectan la ingesta de comida pueden ser localizados en el hipotálamo medial o lateral. Los peptidos orexigenos, hormona concertante de melanocitos (MCH) y las orexinas se encuentran especialmente en poblaciones superpuestas de neuronas en la región perifornical, el área del hipotálamo lateral y la zona incerta en el roedor y el cerebro humano. Ambos tipos de neuronas de peptidos se proyectan extensivamente a lo largo del SNC desde la corteza a la medula espinal. El hipotálamo medial tiene un sistema separado de neuronas de peptidos en el Núcleo arcuato. La parte media del Arcuato contiene neuronas que expresan NPY y AgRP. La parte lateral contiene neuronas que expresan POMC Y CART. Estas neuronas aparentemente proyectan al MCH y a las neuronas orexigenas en el hipotálamo lateral. Además la leptina parece tener efectos diferentes en estos dos grupos de neuronas del Arcuato: la leptina inhibe las neuronas NPY/AgRP y estimula POMC/CART. Este proceso neuroanatómico ha sido localizado en el contexto de la literatura mas antigua basada en lesiones y estimulaciones que proponían que le hipotálamo medial inhibía la ingesta de comida y el peso corporal mientras que el hipotálamo lateral la estimulaba. Considerando esta sugerencia, dos puntos se deben tener en mente: 1- los efectos de las lesiones y estimulaciones del hipotálamo medial y lateral son síndromes no explicaciones fisiológicas o anatómicas de cómo controlar la ingesta y el peso corporal; 2- la visión moderna de que el control hipotalamico de la ingesta es que es implementado a través de sus conexiones reciprocas con la cabeza del núcleo caudal. 2- La importancia de e estas conexiones para la integración del control del volumen de la comida ha sido enfatizada recientemente. A través de sus efectos neuroendocrinos y anatómicos estas conexiones son también mas probablemente importantes para los controles del numero de comidas, un tema sobre el cuela nuestra ignorancia es casi total, y para los controles del gasto y almacenamiento de energía. La cuarta generalización local es que la cabeza del núcleo caudal funciona como la medula espinal para la ingestión. Contiene las neuronas motoras comunes finales que funcionan como un generador de patrones centrales para el movimiento de ingestión rítmico y estereotipado, es decir, lamer, tragar y masticar, tanto como las neuronas promotoras que se extienden hasta la sustancia negra. La cabeza del núcleo caudal también tiene neuronas que reciben aferentes de la boca, el estomago y el intestino delgado, estas regiones forman una lamina sensorial vasta que esta salpicada de químicos específicos y receptores mecánicos que son activados por los estímulos de la comida ingerida y sus productos digestivos. Estos estímulos son transducidos hacia actividad neural aferente que se proyecta directamente hacia la cabeza del núcleo caudal. Sumado a estas neuronas motoras y sensoriales, la cabeza del núcleo caudal tiene numerosas interneuronas para la integración de la información sensorial y motora para el control del tamaño de la comida. Esta claro ahora que la actividad aferente del intestino provee 2 tipos de feedback durante una comida. La actividad aferente de la boca provee feedback positivo tendiente a mantener la ingesta después que comienza, esta información es llevada por las fibras gestatorias de los nervios craneales 7, 9 y 10 y por las fibras táctiles el nervio craneal 5. También hay feedback negativo de la boca. Este parece ser adquirido y es probablemente mediado por los mismos nervios craneales, pero no hay información neural relevante. La información de feedback negativo principalmente viene del estomago e intestino delgado y es mediada por fibras aferentes viscerales en los nervios vagales y las raíces dorsales. Gris, Norgren y sus colegas mostraron que cuando la cabeza del núcleo caudal se desconecta del hipotálamo y el resto del área frontal cerebral por descerebración crónica las ratas comen. Además el tamaño de estas comidas varía como función de los estímulos oro sensoriales y postingestivos. Así la cabeza del núcleo caudal tiene suficiente complejidad neural para integrar el input sensorial de la boca, el estomago y el intestino delgado en output de ingestión que controlan el tamaño de una comida. Las ratas descerebradas crónicas comen cuando la comida se infunde en la boca, sin embargo cuando se la deja buscar comida en su jaula la rata descerebrada crónica se morirá de hambre. Tiene un número de otro déficit, incluyendo la inhabilidad para aprender una aversión de gusto condicionada y la falla para responder a déficit metabólicos. Así a pesar de la capacidad de la cabeza del núcleo caudal desconectado par integrar información sensorial en movimientos ingestivos necesarios para el volumen de la comida bajo ciertas circunstancias, el comer normalmente y la ingesta dependen de las conexiones entre la parte frontal del cerebro y la cabeza del núcleo caudal. La demostración de que el sistema neural central para el control del volumen de la comida recibe e integra información importante de feedback positivo y negativo desde el intestino durante una comida tiene implicancias para el análisis del efecto de un péptido en el volumen de la comida. Por ejemplo la leptina disminuye la ingesta disminuyendo el volumen de la comida, tiene poco o ningún efecto en el numero de comidas. Hay solo tres maneras en la cual la Leptina puede disminuir el tamaño de una comida: la leptina puede disminuir la potencia del feedback positivo, incrementar la potencia del feedback negativo o hacer ambos. En el presente el análisis de la acción inhibitoria de la leptina sobre la ingesta de comida es incompleto porque no ha sido investigado el nivel de los cambios en la potencia del feedback. Observe que la potencia de un proceso de feedback depende de la intensidad de un input de feedback periférico a la cabeza del núcleo caudal tanto como del procesamiento subsiguiente de este input distribuido en las redes del cerebro caudal y frontal. Que ocurre previamente al envió de la orden motora integrada a las neuronas promotoras y motoras finales para la ingesta. En la cabeza del núcleo caudal las técnicas necesarias están disponibles para hacer este análisis del cerebro, de la potencia de feedback en animales y humanos. Este no es solo un refinamiento necesario de la observación inicial de un cambio ingesta luego de la administración de un péptido sino que la identificación de que si un péptido cambia el feedback positivo o negativo guía la elección subsiguiente de que mecanismos analizar, porque diferentes grupos de peptidos, aminas y esteroides están involucrados en los dos procesos de feedback. Se requerirá que el mismo análisis de cambios en la potencia de feedback entienda los efectos sobre la ingesta alimentaria producida por la administración de peptidos en el cuarto ventrículo o directamente en la cabeza del núcleo caudal. La siguiente lista de peptidos que afectan la ingesta alimentaria cuando son administrados en el cuarto ventrículo o la cabeza del núcleo caudal incluye: NPY; galanina, ovoides, BN-LP, urocortina, MCH, MSH. Estos efectos pueden estar modelando el efecto de peptidos endogenos liberados por fibras largas del cerebro anterior o por fibras cortas dentro de la cabeza del núcleo caudal. Las técnicas actuales son suficientes para determinar cuales de estas posibilidades es la fuente fisiológica de la liberación de peptidos. Problemas persistentes Sumados a las cuestiones planteadas sobre la función fisiológica, las interacciones y la necesidad de generalización, tres problemas persisten. El primero es el rol de los peptidos en la obesidad inducida por la dieta. La esperanza de que la identificación de la base molecular de las obesidades monogenicas de roedores pudiera transferirse directamente en el entendimiento de la causa y en el mejoramiento del cuidado de la obesidad humana no ha sido satisfecha. A pesar de que algunas de las obesidades monogenicas en roedores tienen sus contrapartes en los humanos, estas representan un número minúsculo del total de la población de gente obesa. Casi todas las obesidades humanas involucran más de un gen, son inducidas por la dieta, y se caracterizan por tener, más o menos, leptina que la normal. Esto ha conducido a la sugerencia de que la mayor parte de la obesidad humana se caracteriza por la resistencia la leptina no explicada por anormalidades genéticas conocidas del receptor de la leptina. Obsérvese que la resistencia a la leptina se refiere a un problema. Solo podemos esperar que la explicación científica de esta resistencia ceda a la investigación mas rápidamente de lo que la resistencia a al insulina lo ha hecho. El segundo problema es como las dietas altas en grasas afectan las funciones de peptidos. Dos informes recientes son relevantes: 3 semanas de adaptación a una dieta rica en grasas son necesarias para el efecto inhibitorio de la enterostatina central sobre la ingesta alimentaria. La misma dieta, por otro lado, reduce la potencia inhibitoria de CCK. El análisis adicional de los efectos dietarios podría constituir una vía poderosa hacia el problema de la función de los peptidos en la obesidad inducida por la dieta. El tercer problema es que el trabajo mas interesante sobre la leptina y su cascada de efectos centrales viene del análisis de una situación externa, es decir, comer después de 24 o 48 horas de privación de comida. Resta mostrar que estos cambios funcionales en la función de peptidos centrales son relevantes para los controles de ingesta y el peso corporal bajo condiciones más normales. Para resumir, este campo de investigación es floreciente. Mucho de su progreso, tan hábilmente descrito por nuestros reseñadores, ha sido horizontal, es decir, agrega peptidos a la lista que afecta la ingesta, almacenamiento y gasto de energía. Menos progreso ha sido logrado en los problemas verticales más difíciles de la función fisiológica, interacciones y generalizaciones. A pesar de esta dificultad, los problemas verticales deben ser seguidos para conocer el significado de las moléculas. Tal significado biológico puede ser descubierto solo cuando podamos especificar la función de un péptido en las redes neurales centrales que controlan la ingesta alimentaria y el peso corporal. Table 1 Chronology of peptide effects on food intake after central or perípheral administration Perípheral Central 1957 glucagon 1973 cholecystokinin 1979 bombesin ~ ,,,.¡l' ••... ~V-~, :r-. 1980 insulin 1981 somatost8:tir \ )9. v1983 neurotensln . :¿'<i.' J/. 1984 caltitonin gene-related peptide ~ "~ ,/ 1987 tumor necrosis factor 1988 enterostatin 1989 interleukin 1-beta 1991 amylin 1992 apolipoprotein AIV 1998 glucagon-like peptide -1 e.,.; P 1974 opio id s 1977 thyrotropin-releasíng hormone 1979 cholecystokinin, insulin 1981 bombesin 1982 neurotensin 1983 corticotropin-releasing factor 1984 calcitonin gene-related peptide, somatostatin 1985 neuropeptide Y 1986 galanin, alpha melanocyte-stimulating hormone 1988 interleukin-1 beta, tumor necrosis factor alpha 1991 amylin, enterostatin 1992 tumor necrosis factor beta 1993 apolipoprotein AIV 1993 agouti protein 19941eptin 1996 urocortin, glucagon-like peptide 1, melanin concentrating hormone 1997 agouti related protein 1998 orexins, cocaíne and amphetamine regulated transcript 3-