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La contribución de la Ley 39/2006 a la mejora de la protección social en España, en indicadores Antonio Jiménez Lara • El espíritu de la Ley – Un nuevo derecho de ciudadanía – Atención profesionalizada – Inversión social • Diez años después – Evolución de la gestión del SAAD – Efectos sobre el empleo – Gasto social • Algunas propuestas EL ESPÍRITU DE LA LEY Nuevo derecho de ciudadanía • La LAPAD configuró un derecho subjetivo de ciudadanía a la promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia. – Se delimitaron las prestaciones en las que se concreta ese derecho. – Se establecieron los requisitos de acceso. – Se precisó que la financiación habría de ser suficiente para garantizar el cumplimiento de las obligaciones públicas y debía determinarse anualmente en los correspondientes presupuestos. – Se legitimó a las personas en situación de dependencia para iniciar las acciones administrativas y jurisdiccionales en defensa del derecho reconocido por la ley. – Fundamentación en la competencia exclusiva del Estado para la regulación de las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes constitucionales (artículo 149.1,1ª CE). Atención profesionalizada • La LAPAD apostó decididamente por la profesionalización de la atención a través de servicios sociales de calidad, garantistas y plenamente universales, dotados de los recursos necesarios: – Carácter prioritario de los servicios sociales de promoción de la autonomía personal y de atención a la dependencia que se especifican en el artículo 15 de la ley (prevención de las situaciones de dependencia, promoción de la autonomía personal, teleasistencia, ayuda a domicilio, centro de día y noche y atención residencial). – Prestación a través de la oferta pública de la Red de Servicios Sociales por las respectivas Comunidades Autónomas (art. 14.2). – Excepcionalidad de la prestación económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a cuidadores no profesionales (art. 14.4). Inversión social • La LAPAD también apostó por una política de inversión social, que además de dar respuesta a las necesidades sociales lo hiciera impulsando el crecimiento y la cohesión. – La atención a la dependencia se concreta, fundamentalmente, en actividades de cuidados personales, muy intensivos en trabajo. – Los recursos que se dedican a financiar esa atención contribuyen también a crear empleo y a potenciar la actividad económica, y generan importantes retornos para los fondos públicos en forma de cotizaciones sociales, ahorro en prestaciones de desempleo y crecimiento de la base impositiva. • El legislador era consciente de la magnitud del esfuerzo necesario para garantizar ese derecho: – Dada la importante inversión requerida, la ley preveía una implantación gradual y progresiva en un amplio periodo de tiempo. – En la Memoria de impacto del anteproyecto de ley, se estimaba el coste total anual del sistema, una vez se hubiese completado su implantación, en 9.355 millones € (un 1,1% del PIB), de los cuales 6.203 habrían de ser aportados por las Administraciones Públicas y 3.153 por los beneficiarios. – La Memoria especificaba, asimismo, que la AGE y las CCAA financiarían el coste nuevo que supusiera la implantación del sistema al 50 por ciento, aportando las CCLL los terrenos necesarios para la creación de infraestructura de Centros. – Este escenario de costes estaba calculado teniendo en cuenta las estimaciones y proyecciones de población dependiente del Libro Blanco, según el cual en 2015 el número de personas con derecho a prestaciones ascendería a 1.373.248. DIEZ AÑOS DESPUÉS Diez años después: el derecho de ciudadanía que configuró la LAPAD no está garantizado • Transcurridos 10 años desde la aprobación de la LAPAD, se está muy lejos de poder afirmar que ese nuevo derecho de ciudadanía esté garantizado. – Según las estadísticas oficiosas del SISAAD, a 31/10/2016 un total de 355.596 personas con derecho a prestaciones sigue a la espera de ser atendida. – El número de beneficiarios del SAAD ha estado estancado en torno a los 750.000 desde principios de 2012 hasta mediados de 2015, cuando finalizó la moratoria para la incorporación de personas con dependencia moderada, y solo desde entonces ha vuelto a ascender, hasta alcanzar los 856.452 a finales de octubre de 2016. – Muchas personas han fallecido sin recibir las ayudas a las que tenían derecho. – Los servicios y prestaciones previstos en la Ley no dan respuesta eficaz a muchas de las necesidades reales de autonomía personal ni suponen una atención a la dependencia con suficiente intensidad o calidad. – El Estado no está aportando el 50% de la financiación pública, sino menos del 23%. Implantación del SAAD, 2008-2016. Datos al final de cada año, referidos a expedientes en vigor. Fecha Solicitudes registradas Personas valoradas (Dictámenes) Personas con Grado reconocido Personas con derecho a prestación Personas con prestación reconocida Limbo de la dependencia 31/12/2008 722.305 592.648 570.594 442.509 228.613 213.896 31/12/2009 1.135.970 1.016.192 930.575 737.958 479.888 258.070 31/12/2010 1.489.479 1.367.180 1.209.033 888.960 657.905 231.055 31/12/2011 1.599.311 1.490.340 1.280.006 1.044.528 738.587 305.941 31/12/2012 1.623.276 1.522.762 1.268.876 982.670 751.551 231.119 31/12/2013 1.644.284 1.530.190 1.242.570 944.345 753.842 190.503 31/12/2014 1.594.692 1.523.495 1.213.836 893.722 745.720 148.002 31/12/2015 1.610.714 1.504.550 1.180.435 1.180.435 796.109 384.326 31/10/2016 1.618.467 1.517.679 1.212.048 1.212.048 856.452 355.596 Evolución de la gestión del SAAD, 31/12/2008 a 31/10/2016 (Datos referidos a expedientes en vigor en la fecha considerada) 1,800,000 1,600,000 1,599,311 1,489,479 1,400,000 1,490,340 1,623,276 1,644,284 1,522,762 1,530,190 1,594,692 1,610,714 1,618,467 1,523,495 1,504,550 1,517,679 1,367,180 1,280,006 1,200,000 1,268,876 1,209,033 Solicitudes registradas 1,242,570 1,213,836 1,180,435 1,212,048 1,135,970 1,000,000 800,000 722,305 600,000 400,000 442,509 228,613 982,670 Personas con Grado reconocido 944,345 893,722 888,960 738,587 737,958 751,551 753,842 856,452 796,109 Personas con derecho a prestación 745,720 657,905 592,648 570,594 213,896 200,000 1,044,528 1,016,192 930,575 Personas valoradas (Dictámenes) Personas con prestación reconocida 384,326 479,888 355,596 305,941 258,070 231,055 231,119 190,503 148,002 0 2008 (31/12) 2009 (31/12) 2010 (31/12) 2011 (31/12) 2012 (31/12) 2013 (31/12) 2014 (31/12) 2015 (31/12) 2016 (31/10) "Limbo de la dependencia" Proporción, por Grados, de las personas con dependencia reconocida, y porcentaje que suponen los dictámenes sin grado sobre el total de dictámenes. 31/12/2008 a 31/10/2016. Datos referidos a expedientes en vigor en la fecha considerada) 100% 11.4% 20.1% 25.6% 30.3% 32.6% 33.8% 35.0% 32.3% 32.4% 36.1% 36.2% 36.0% 38.1% 37.6% 31.3% 30.0% 29.1% 29.6% 30.0% 17.4% 18.8% 20.3% 21.5% 20.1% 90% 23.8% 80% 31.5% 33.7% 70% 35.9% 60% 64.7% 50% 48.4% 40% 40.7% 33.7% 30% 20% 10% 0% 4.2% 8.9% 14.9% 12.3% 2008 (31/12) 2009 (31/12) 2010 (31/12) 2011 (31/12) 2012 (31/12) 2013 (31/12) 2014 (31/12) 2015 (31/12) 2016 (31/10) GIII GII GI Sin grado/total dictámenes Aportaciones anuales de la AGE al SAAD 2,000,000,000 1,802,975,359 1,800,000,000 1,600,000,000 1,567,740,353 1,516,758,626 1,406,281,175 1,400,000,000 1,252,289,190 1,206,789,133 1,171,000,000 1,200,000,000 1,086,082,000 1,000,000,000 800,000,000 742,408,964 600,000,000 400,000,000 302,563,029 200,000,000 0 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2015 Peso relativo de la Prestación Económica por Cuidados Familiares. 2008-2016 1,200,000 60.0% 56.5% 54.5% 55.6% 55.8% 54.2% 50.2% 51.1% 1,000,000 1,056,876 48.4% 47.8% 50.0% 997,984 45.5% 959,903 945,051 917,604 44.5% 929,983 45.3% 43.2% 800,000 41.9% 40.0% 40.3% 780,862 36.1% 33.9% 600,000 30.0% 520,736 25.9% 400,000 20.0% 421,486 200,000 377,787 417,782 426,810 408,401 374,348 360,505 358,685 2014 (31/12) 2015 (31/12) 2016 (31/10) 10.0% 266,298 109,287 0 0.0% 2008 (31/12) 2009 (31/12) Total prestaciones 2010 (31/12) PCEF 2011 (31/12) 2012 (31/12) 2013 (31/12) Ratio PCEF sobre Prestaciones Ratio PCEF sobre Personas con prestación Evolución del número de afiliados a la Seguridad Social en situación de alta (Total y actividades de Servicios Sociales), enero 2007-octubre 2016. Empleo en actividades de Servicios Sociales 475,000 Empleo Total 18,500,000 18,000,000 450,000 17,500,000 425,000 17,000,000 400,000 16,500,000 375,000 16,000,000 350,000 15,500,000 325,000 Empleo total 15,000,000 300,000 Empleo en actividades de Servicios Sociales Jan-16 Jan-15 Jan-14 Jan-13 Jan-12 Jan-11 Jan-10 Jan-09 Jan-08 275,000 Jan-07 14,500,000 Evolución del número de afiliados a la Seguridad Social en situación de alta (Total y actividades de Servicios Sociales), enero 2007-octubre 2016. 21,000,000 600,000 20,500,000 575,000 20,000,000 550,000 Total Sistema Actividades de Servicios Sociales 19,500,000 525,000 Con Cuidadores no profesionales 16,500,000 375,000 16,000,000 350,000 15,500,000 325,000 15,000,000 300,000 14,500,000 275,000 Jan-16 400,000 Jan-15 17,000,000 Jan-14 425,000 Jan-13 17,500,000 Jan-12 450,000 Jan-11 18,000,000 Jan-10 475,000 Jan-09 18,500,000 Jan-08 500,000 Jan-07 19,000,000 Gasto en protección social (SEEPROS) por funciones en España y la UE, 2007 y 2014. Porcentaje del PIB 8.1 14.7 1.4 2.4 1.1 27,6 UE 2014 2007 7.0 12.9 1.2 2.1 1.0 Enfermedad y cuidado de la salud 24,2 Discapacidad, vejez y supervivencia Desempleo 6.5 14.1 2.7 1.3 0.4 24,9 Familia e infancia España 2014 Alojamiento y exclusión social 2007 6.2 0.0 10.0 5.0 2.0 10.0 15.0 1.2 0.4 20.0 19,8 25.0 30.0 ALGUNAS PROPUESTAS Consideraciones de partida • La promoción de la autonomía personal y la atención a las personas en situación de dependencia son objetivos irrenunciables. • La viabilidad y sostenibilidad del sistema no depende tanto de consideraciones técnicas, competenciales o económicas como de la existencia de una voluntad política firme de garantizar la atención a todas las personas en situación de dependencia, conforme al criterio de universalidad. • Los costes que supone mantener un nivel de atención decente (por encima de un punto del PIB anual), son perfectamente asumibles con un diseño fiscal responsable, y pueden ser optimizados mediante una coordinación sociosanitaria efectiva, que garantice una asignación más eficiente de los recursos. La apuesta por una atención profesionalizada genera importantes retornos fiscales, favorece el desarrollo económico activando el empleo y tiene un importante impacto positivo de género. Algunas propuestas • Un acuerdo de Estado que exprese el compromiso de aplicación efectiva de la LAPAD • Un blindaje de la financiación, que asegure su suficiencia – Una reforma constitucional que garantice el principio de no regresividad de los derechos y una financiación suficiente para hacerlos valer. – Incorporación plena de la dependencia al modelo de financiación autonómica. • Devolver a los ciudadanos los derechos que les han sido arrebatados – Reversión de los recortes – Eliminación del “limbo de la dependencia – Un mecanismo de pago para hacer frente a las deudas acumuladas por el sistema de dependencia. – Un procedimiento que permita garantizar el derecho a recibir atención urgente o prioritaria en las situaciones que no puedan esperar al turno ordinario. • Cambios dirigidos a modular el modelo establecido por la Ley 39/2006 y corregir algunas de sus disfuncionalidades – Reforzar el principio de primacía de los servicios frente a las prestaciones económicas, y redefinir el rol que deben cumplir en el sistema los cuidados en el entorno familiar. – Reducir el sesgo que la LAPAD presenta, desde su origen, en favor de la protección de la dependencia frente a la promoción de la autonomía. – Apostar de forma decidida por los servicios de proximidad. – Modificar la regulación de la aportación del beneficiario en el coste de las prestaciones y servicios para hacerla más justa y equitativa. • Un desarrollo efectivo del espacio sociosanitario