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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS CÁTEDRA DE INMUNOLOGÍA CLÍNICA UNIDAD TEMÁTICA: INMUNOLOGÍA DE LOS PROCESOS INFECCIOSOS OBJETIVOS Conocer los aspectos básicos de las infecciones Identificar y caracterizar los mecanismos propios de la inmunidad innata y adaptativa que median la defensa frente a las infecciones. Comprender los conceptos centrales vinculados a la inmunidad antimicrobiana Conocer los diferentes mecanismos que utilizan los microorganismos para evadir el ataque del sistema inmunitario CONTENIDOS 5.5 Respuesta inmune frente a las infecciones por protozoarios y metazoarios de importancia médica. 1.Tipos de inmunidad. 2.Rol de las diferentes poblaciones celulares y factores solubles. 3.Mecanismos efectores de destrucción. 4.Evasión inmune INTRODUCCIÓN Las enfermedades parasitarias constituyen un problema médico de gran envergadura, sobre todo en los países con clima tropical o en aquellos con elevada pobreza. Los parásitos se clasifican en protozoos y helmintos. PROTOZOOS Son organismos unicelulares que se comportan mayoritariamente como microorganismos intracelulares (al menos en ciertos estadios de su ciclo evolutivo) HELMINTOS Son organismos multicelulares que habitan en el compartimiento extracelular. 1. 2. 3. Existe gran diversidad filogenética entre los distintos parásitos, sin embargo comparten ciertas características biológicas: Ciclos de vida complejos, que se manifiestan por la presencia de diferentes estadios, en los cuales cambian su morfología, composición antigénica y tropismo celular. Cronicidad de las infecciones que producen, ya que pueden permanecer en el hospedador meses, años o durante el transcurso de toda la vida del individuo infectado. Algunas infecciones parasitarias pueden presentarse en forma asintomática durante un período prolongado en el cual el agente infeccioso continúa replicándose INMUNIDAD INNATA Más allá de la continuidad de la piel y las mucosas, que actúan como primeras barreras de defensa, mecanismos humorales propios de la inmunidad innata participan en la defensa frente a infecciones parasitarias MECANISMOS HUMORALES El sistema del complemento podría proveer un primer mecanismo de defensa humoral frente a las infecciones parasitarias. Vìa alternativa Vía de las lectinas La vía alternativa del complemento funciona como primera línea de defensa contra parásitos extracelulares. Su activación induce a una reacción inflamatoria local, favorece la fagocitosis de los parásitos opsonizados y a través de la formación del complejo de ataque a la membrana, puede inducir la destrucción. Los parásitos suelen expresar en su superficie residuos de manosa, que el ser reconocido por la proteína MBL inician la activación del complemento a través de la vía de las lectinas. Existen otros factores solubles que actúan como primera barrera de defensa frente a las infecciones parasitarias. Probablemente los más estudiados sean los factores líticos específicos para tripanosomas. En los seres humanos los TLF contribuyen a la resistencia innata a la infección por Trypanosoma brucei. TLF1 compuesto por apoliproteínas y proteínas relacionadas con las haptoglobinas TLF2 que comparte algunos componentes con TLF1 pero además presenta IgM en su composición. Los mecanismos por los cuales estos factores ejercen su acción citotóxica son indefinidos, pero su actividad peroxidasa sugiere la lisis por daños oxidativos. MECANISMOS CELULARES Macrófagos: los macrófagos activados en un perfil clásico cumplen una función crítica en la defensa frente a las infecciones por protozoos La fagocitosis del parásito suele involucrar, en primer lugar, los receptores para c3b y sus productos de degradación (CR1 CR3 y CR4), y los RRP pertenecientes a la familia de lectinas de tipo C. La internalización del parásito lo conduce al compartimiento endosómico temprano que experimentara un proceso de maduración, en el transcurso del cual adquiere una alta capacidad microbicida Los parásitos intentarán evadir este proceso a través de diferentes mecanismos: escapando del fagosoma y dirigiéndose al citosol, o bien inhibiendo la maduración del fagosoma. Por ejemplo T. gondii invade la célula huésped y forma una vacuola parasitófora que no se acidifica. Cuando el parásito no logra formar esta vacuola, sigue el camino fagocítico convencional, donde se expone a poderosos mecanismos microbicidas que conducen a su muerte. La capacidad microbicida de los macrófagos dependerá en última instancia, de su estado de activación. Los PAMP expresados o liberados por los parásitos y las citocinas inflamatorias presentes en el foco infeccioso determinarán el estado de activación del macrófago y su capacidad microbicida. En los protozoos, los lípidos de anclaje de tipo Glucosilfosfatidilinositol GPI constituyen un grupo importante de PAMP. Los GPI de T. brucei, L. mexicana y P. falciparum estimulan en los macrófagos, la expresión de la enzima óxido nítrico sintetasa inducible y la secreción de TNF-α e IL-1. Los GPI de las formas tripomastigotes infecciosas de T. cruzi estimulan a los macrófagos a secretar IL-12 y TNF-α, mientras que las formas epimastigotes del parásito presentes en el vector son incapaces de inducir la secreción de estas citocinas. El principal receptor involucrado en el reconocimiento de GPI es TLR2, Los motivos CpG presentes en el DNA de los protozoos representa un segundo tipo de PAMP reconocido en este caso por TLR9. Entre las citocinas inflamatorias, IFN-γ presenta la mayor capacidad de activar al macrófago. IFN-γ puede ser producido, en la fase temprana del proceso infeccioso, por células NK, las células NKT y las células Tγδ. Luego de la activación, expansión y diferenciación en células T efectoras serán las TH1, en primer lugar, y las T CD8+, las que representarán la principal fuente. A diferencia de los protozoos, el gran tamaño de los helmintos impide que estos sean fagocitados. Sin embargo, las infecciones por helmintos inducen importantes cambios en la fisiología de los macrófagos. Las infecciones por helmintos se asocian con una respuesta TH2 Las citocinas propias de este perfil, particularmente IL-4 e IL-13, median la activación de los macrófagos en un perfil alternativo, conducente a la producción de citocinas antiinflamatorias TGF-β e IL-10 Estas citocinas intentarán controlar el desarrollo de una respuesta antiinflamatoria exacerbada que podría comprometer la salud del huésped. En infecciones mediadas por helmintos pertenecientes al género Schistosoma, las citocinas antiinflamatorias intentarán imponer un freno al desarrollo de la respuesta inflamatoria mediada por células TH1. De no ser controlada, esta respuesta inflamatoria podrá conducir a una reacción granulomatosa exacerbada, al compromiso hepático y a la muerte. EOSINÓFILOS Las infecciones por helmintos suelen asociarse con una marcada eosinofilia en la sangre y otros tejidos. Esta eosinofilia es inducida, en gran medida, por la IL-5, una citocina producida por las células TH2. Los granulocitos eosinófilos presentan una notable capacidad citotóxica, en la que confluyen mecanismos mediados por enzimas y productos contenidos en sus gránulos y también, la producción de los intermediarios reactivos de oxígeno generados por la activación del sistema de la NADPH oxidasa. Se ha demostrado la capacidad de diferentes componentes parasitarios inducen la activación y desgranulación de los parásitos. Los eosinófilos pueden desgranularse durante el transcurso de la citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos CCDA, inducida a través de la interacción de los anticuerpos IgE (que recubren al parásito) con los RFCεII expresados en los eosinófilos. CELULAS NK, NKT, Y CELULAS T Las células NK constituyen un 10 a 15% de los linfocitos circulantes, forman parte de la inmunidad innata y participan en la conformación de una primera línea de defensa contra agentes infecciosos. Sin embargo su función no se restringe al campo de la inmunidad innata. A través de la liberación de citocinas, en primer lugar IFNγ y TNFα modulan el curso de la respuesta adaptativa. Las células NK pueden activarse a través de dos mecanismos de diferente naturaleza: Por acción de citocinas inflamatorias: IFN de tipo I, producidas por las células infectadas y las citocinas IL-12, IL-15 e IL-18 producidas por los macrófagos y las células dendríticas. Por contacto con células infectadas, a través de un complejo juego que se establece entre diferentes receptores activadores e inhibidores expresados en la célula NK capaces de reconocer un abanico de ligandos expresados en la superficie de la célula infectada En las infecciones por protozoos parásitos, la producción de citocinas IFNγ y TNFα por las células NK parecería desempeñar un papel importante, al promover la activación de los macrófagos en un perfil clásico, incrementando la producción de citocinas y su actividad microbicida El IFNγ podría favorecer la diferenciación de las células TCD4 en un perfil TH1, en la fase temprana del proceso infeccioso producido por Leishmania, T. cruzi, E. histolytica y P. chabaudi Las células NK podrían mediar una acción antiparasitaria de naturaleza directa, al destruir células infectadas por protozoos empleando tanto granzimas y perforinas como también el sistema Fas/FasL Las células NKT clásicas se definen como células T cuyo TCR invariante reconoce glucolípidos presentados por CD1d. Se destacan por su notable capacidad de producir un amplio abanico de citocinas. Participan frente a infecciones por Leishmania major y Entamoeba histolytica, al reconocer glucolípidos. Este reconocimiento conduce a la activación de la célula NKT y a la producción de altos niveles de IFNγ en la fase temprana. Los linfocitos Tγδ participa en la fase temprana de los procesos infecciosos que se instalan en las mucosas del aparato gastrointestinal, respiratorio y genitourinario. Presenta repertorio de T limitado, especializado en el reconocimiento de fosfoantígenos. Son capaces de reconocer señales de estrés, PAMP y citocinas a través del receptor NKG2D, TLR y receptores de citocinas. Su número incrementa en sangre en individuos infectados por parásitos. Ejercen su función protectora produciendo IFNγ y TNF α en modelos de infección por Toxoplasma o Plasmodium INMUNIDAD ADAPTATIVA ANTIPARASITARIA Las infecciones por helmintos suele inducir una fuerte respuesta TH2, asociada con niveles altos de IgE, eosinofilia y mastocitosis. Glucanos, lípidos, lipoproteínas, proteasas y ribonucleasas presentes en estos parásitos, parecen promover la diferenciación de las células TCD4+ en un perfil TH2, debido a la estimulación de la producción de IL-4 por mastocitos, basófilos o células NKT La mayoría de los protozoos intracelulares suelen inducir respuestas TH1. LEISHMANIASIS Según las especies y la inmunocompetencia del huésped, este género de parásitos podrá pruducir una infección cutánea, mucocutánea o visceral. Las formas cutánea son más frecuentes y pueden presentarse de forma localizada o difusa. La localizada involucra el desarrollo de una respuesta inmunitaria exitosa TH1 y el control de la infección. Por el contrario en la difusa tiende a diseminarse como consecuencia de la imposibilidad de articular una respuesta eficaz. Se determinó en el estudio de la infección por L. major la resistencia a esta infección esta asociada con el desarrollo dependiente de IL-12, de una respuesta de tipo TH1. Este tipo de respuesta promueve la eliminación del parásito y la curación de las lesiones, ya que el INF-γ liberado por las células TCD4 activa a macrófagos y favorece su capacidad para matar a los amastigotes intracelulares Por el contrario, luego de la infección generan una fuerte respuesta TH2 que lo caracteriza por una gran producción de IL-4, IL-10, e IL-13 y una baja producción de INF-γ. Este predominio de citocinas propias del perfil TH2 induce la activación de los macrófagos por una vía alternativa, que es ineficaz para eliminar al protozoo. MECANISMOS EFECTORES DE RESISTENCIA PROPIOS DE LA INMUNIDAD ADAPTATIVA La respuesta adaptativa humoral y celular es inducida específicamente contra un amplio número de antígenos del parásito y los mecanismos efectores protectores varían según el tipo de parásito intracelular o extracelular, contra el cual dirige la respuesta. PARÁSITOS INTRACELULARES Debido a que el hábitat primario de los protozoos es el interior de las células huéspedes, los mecanismos protectores frente a estos patógenos involucran principalmente las células TH1 y TCD8+. Sin embargo, las células TH2 pueden participar también en la resolución del proceso infeccioso, controlando el posible desarrollo de una excesiva respuesta inflamatoria que podría comprometer la integridad tisular y la salud del paciente La actividad central del IFN-γ es inducir la activación del macrófago. Las células TH1 y la producción de IFN-γ cumplen un papel crítico en las infecciones por Leishmania, T. cruzi y T. gondii. El IFN-γ representa la citocina con mayor capacidad de estimular la actividad microbicida del macrófago. En modelos murinos esta asociada a la inducción de la enzima óxido nítrico sintasa inducible, la producción de IRN y destrucción de las formas intracelulares parasitarias. En el ser humano la participación de los IRN es menos importante que los IRO generados como consecuencia del estallido respiratorio, función estimulada por IFNγ. También se demostró que reduce la disponibilidad del hierro y triptófano en enterocitos infectados por T- gondii Estimula la producción de IRN e IRO en hepatocitos infectados por P. falciparum. CÉLULAS TCD8+ Son importantes para el control de ciertas infecciones parasitarias como T. gondii y T.cruzi en las cuales el parásito infecta células no fagocíticas que expresan sólo MHC de clase I. Median dos funciones básicas; citotoxicidad y producción de IFNγ. Destruyen células infectadas a través de la producción de granzimas, perforinas o del sistema Fas/FasL. Permite limitar la infección y la captura de parásitos liberados por células fagocíticas profecionales Los parásitos intracelulares presentan breves etapas extracelulares, sobre todo al comienzo de la infección y en ese momento pueden ser reconocidos por los anticuerpos. En las infecciones parasitarias, los anticuerpos no actúan como anticuerpos promotores de la lisis celular mediada por el sistema del complemento. Pueden actuar como opsoninas, promoviendo su fagocitosis por los macrófagos o en ocasiones como anticuerpos neutralizantes, bloqueando la infección de nuevas células PARÁSITOS EXTRACELULARES Incluye un gran número de organismos diversos con variabilidad de tamaño, tropismo celular y mecanismos de evasión. Debido a ello, la resistencia a estos patógenos requiere complejas reacciones inmunitarias que involucran diversos componentes celulares y humorales 1. 2. 3. 4. Las mecanismos efectores participes en la inmunidad protectora involucran estrategias que incluyen: Muerte directa del parásito por mediadores tóxicos. Inducción de alteraciones en la migración parasitaria. Expulsión de los parásitos de los tejidos del hospedador. Inhibición en la producción de huevos. La resistencia a la infección por helmintos suele correlacionarse con la capacidad del huésped de articular una respuesta TH2. Sin embargo, el papel de las citocinas de tipo TH2 tienen un efecto protector que es menos evidente en la infecciones por parásitos que producen filariasis o infecciones por Schistosoma. Mediante ensayos se demostró el papel central de los linfocitos TH2 en la resistencia frente a estos patógenos. En modelos de infección por helmintos, el tratamiento con anticuerpos dirigidos contra IL-4 o su receptor bloqueó la capacidad del huésped de controlar las infecciones por estos patógenos. La pérdida del fenotipo resistente se acompaña de la inducción de una respuesta TH1 con producción de IFN-γ y disminución de la respuesta asociada al perfil TH2 Las respuestas TH2 conducen a la modulación de la fisiología gastrointestinal a través de diferentes mecanismos, todos ellos tienden a la expulsión de los nematodos intestinales. La desgranulación de mastocitos de la mucosa intestinal mediada por los anticuerpos IgE, que recubren la superficie del parásito, conduce a la liberación de mediadores biológicos que incrementan la permeabilidad de la mucosa intestinal, estimulan la producción de secreciones mucosas y aumentan el peristaltismo intestinal. 1. 2. 3. Los mecanismos efectores mediados por citocinas TH2 que limitan las infecciones parasitarias intestinales: La IL-4 e IL-13 promueven la expulsión de los parásitos gastrointestinales, en parte, mediante efectos inducidos sobre las células no linfoides, como las células de la musculatura intestinal. Inducen hiperplasia de las células y el incremento de moco. Inducen cambios en la permeabilidad de las células epiteliales intestinales y, en los procesos de absorción y secreción. Durante la mayoría de las infecciones por parásitos intestinales se observa una eosinofilia significativa y mastocitosis controlada por IL-5, IL-3, IL-4, IL-9 o IL-10. Los eosinófilos podrían mediar la inmunidad protectora frente a los estadios larvales, por su parte los mastocitos también desempeñan un papel principal en la resistencia frente a infecciones primarias. Estas células generan una respuesta inflamatoria no específica mediada por secreción de proteasas y leucotrienos, que contribuyen un ambiente negativo para la supervivencia del parásito. Esto crea un ambiente hostil para el helminto, que favorece su expulsión. Acciones similares serán mediadas a través de la acción directa de las citocinas IL-4, IL-5, IL-9 e IL-13 ejercida por el propio epitelio o la musculatura intestinal. La importancia de los anticuerpos en el control de las infecciones por helmintos parásitos se evidencia por la capacidad de conferir protección por la transferencia de anticuerpos IgE A. inducen desgranulación de los mastocitos. B. CCDA mediada por eosinófilos, monocitos macrófagos, plaquetas. La importancia de los anticuerpos en el control de infecciones por parásitos se da mediante su inmunidad protectora. Los mecanismos residirían en la activación de los mastocitos por los receptores para el fragmento Fc de las IgE inducida por los anticuerpos que hayan interactuando con antígenos parasitarios. Los anticuerpos cooperarían con eosinófilos y macrófagos en el control de la infección mediante la citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos. EVASIÒN INMUNITARIA DE LA RESPUESTA INMUNE Los parásitos logran establecer infecciones crónicas de cara a una poderosa respuesta articulada por el huésped, en virtud de su capacidad de evadir cada uno de los mecanismos que este utilizando en su defensa. OBJETIVOS A. Impedir el reconocimiento específico mediado por los anticuerpos o receptores T. B. Evadir o suprimir las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas articuladas por el huésped. EVASION DEL RECONOCIMIENTO ESPECIFICO Los parásitos pueden evitar el reconocimiento inmunitario específico: 1. Ocupando nichos o espacios a los que los anticuerpos o células T no tengan acceso. 2. Enmascarándose o cubriéndose con antígenos del hospedador. 3. Liberando sus superficies los antígenos que son blancos de la respuesta inmune La capacidad de las formas sanguíneas asexuadas de Plasmodium para invadir eritrocitos maduros que no expresan moléculas de MHC, protegiéndose así del ataque de células T efectoras y también de anticuerpos, ya que éstos no pueden acceder al espacio intracelular. T. cruzi se aloja en células del corazón o del músculo esquelético, células que suelen ser poco reconocidos por los linfocitos T CD8 citotóxicos. T. gondii adquiere intracelularmente un estado quístico conocido como bradizoíto para volverse inaccesible a los mecanismos efectores de la respuesta inmune. Los parásitos multicelulares como los helmintos que no infectan a las células del hospedador, no desarrollan este mecanismo de evasión, sin embargo cubren su superficie con moléculas del hospedador para evitar ser reconocidos como extraños, estrategia conocida como mimetismo. Los esquistosomas absorben sobre su tegumento una amplia variedad de proteínas del hospedador, como antígenos de grupos sanguíneos, proteínas séricas y moléculas de MHC. Una forma alternativa de mimetismo, consiste en la síntesis, por parte del parásito, de proteínas con epítopos semejantes a los motivos presentes en las proteínas del hospedador. Estos epítopos no inducen la activación de las células B y/o T o lo hacen en forma poco eficiente. LA VARIACION ANTIGENICA COMO MECANISMO DE ESCAPE Compartido por diversas clases de protozoos. En cada caso los antígenos involucrados son muy inmunogénicos, inducen una respuesta inmune de escasa reactividad cruzada y son codificados por una gran familia de genes no alélicos. Los tripanosomas africanos, son el prototipo que utilizan la variación para evadir la respuesta inmune del hospedador infectado. Producen ondas de parasitemia a diferentes tiempos postinfección. Estas ondas son el producto del desarrollo de subpoblaciones de parásitos que expresan formas diferentes de la principal glucoproteína de superficie VSG. En el curso de esta infección se produce una fuerte respuesta de anticuerpos capaz de eliminar los parásitos que expresan la VSG inductora, lo que permite la selección o la permanencia de los que han cambiado la expresión de una VSG a otra. Con una velocidad extremadamente rápida, el parásito acumulará todos los anticuerpos que reconocen a la proteína VSG en un polo celular, fenómeno denominado capping para luego endocitarlos y degradarlos. G. lamblia: antígenos ricos en cisteína VSP Plasmodium: cascada de variantes antigénicas dominantes que aparecen de forma secuencial. Los antígenos evitan el pasaje de eritrocitos infectados a través del bazo, adhiriéndose al endotelio vascular. ALTERACIÓN DE UNA PRESENTACIÓN ANTIGENICA Parásitos adultos secretan proteínas inhibidoras de cisteínproteasas, capases de bloquear a la papaína y endopeptidasas involucradas en la vía exógenas de procesamiento antigénico en células B. Por su parte, T. gondii inhibe la actividad del factor de transcripción STAT-1 lo cual conduce a una disminución de los niveles de MHC en células estimuladas por INF-γ, y afecta de este modo el proceso de presentación antigénica. SUPRESIÓN DE LA RESPUESTA INMUNE Los parásitos pueden alterar la respuesta protectora producida por el hospedador en diferentes niveles e interferir en los mecanismos en los mecanismos efectores tanto propios de la respuesta innata como adaptativa. Los helmintos tienden a suprimir la respuesta protectora codificando proteínas homólogas a citocinas como TGF-β que inhibe la expansión clonal de células T, su diferenciación a células efectoras y la secreción de citocinas. También pueden expresar proteínas homólogas a MIF (Factor Inhibidor de Macrófagos). Las tenias emplean ácido araquidónico endógeno o exógeno y sintetizan prostaglandinas E2 y prostaciclinas, mediadores que ejercen una actividad inmunosupresora al actuar sobre linfocitos T, neutrófilos, monocitos y macrófagos. RESISTENCIA AL ATAQUE DEL COMPLEMENTO La proteína gp63 de Leishmania posee una actividad proteasa que inhibe al complemento, convierte el componente C3b en su forma inactiva y evita la generación de las convertasas de c3 y c5 y la formación del MAC. Otras especies poseen la capacidad para cambiar la composición química de la membrana durante el pasaje de su forma promastigote a su forma infecciosa metacíclica que impide la inserción del complejo c5b-c9 Las formas epimastigotes de T. cruzi son suceptibles a la activación de la vía alterna del complemento en cambio las demás formas son resistentes, debido a la expresión de una proteína homóloga a DAF que regula el complemento y gp160 puede unir a c3b y c4b e inhibir la continuidad de la activación. S. mansoni absorbe en su tegumento la moléculas DAF, producida por el huésped CONTROL DE LA DISPONIBILIDAD, NUMERO Y FUNCION DE LAS CELULAS EFECTORAS El contacto con E. histolytica produce una rápida reducción de los neutrófilos, pérdida de sus gránulos citoplasmáticos y desaparición del núcleo. Microfilarias expresan un inhibidor de serinproteasas que bloquea la actividad de las proteasa que participan en la acción citotóxica mediada por neutrófilos. Leishmania acceden a macrófagos y evaden el estallido respiratorio, mientras que el T. cruzi escapa del fagolisosoma utilizando una proteína homologa a c9. Inducción a la apoptosis de linfocitos permite el control del número de células efectoras en el hospedador. MECANISMOS MEDIADOS POR CÉLULAS T SUPRESORAS La alta frecuencia de linfocitos Tcd4 cd25 en los sitios de infección crónica, donde un pequeño número de patógenos viables persiste dentro de los tejidos linfoides y en el sitio donde se produjo la lesión inicial de la piel. La presencia podría ser utilizada a fin de prolongar su supervivencia. Las células T reguladoras inducibles producen IL-10, tanto en órganos linfáticos secundarios como en lesiones OTROS MECANISMOS Ciertos parásitos pueden activar a los linfocitos en forma inespecífica y producir una activación policlonal vigorosa que involucra linfocitos de diferentes especificidades. Algunos serán reactivos contra el agente infeccioso, pero otros podrán ser autorreactivos o específicos para antígenos no relacionados. INMUNOPATOLOGIA INDUCIDA Las manifestaciones inmunopatológicas asociadas se originan en una respuesta inmune inapropiada, excesiva o no debidamente regulada. Varias moléculas efectoras, sobre todo las asociadas a TH1, pueden ser dañinas si son producidas por mucho tiempo, en exceso o en el lugar inapropiado. Las principales incluyen NO, IL-1 INF-γ y TNF-α. También la TH2 puede ser nociva. Una respuesta fuerte de anticuerpos puede conducir a una alta formación de inmunocomplejos y lesiones tisulares asociadas a depósito. Los eosinófilos están involucrados en reacciones de hipersensibilidad en casos de infecciones por filarias. BIBLIOGRAFIA Inmunología Celular y Molecular. Abbas – Litchman- Pillai. 7ma Edición. Año 2012. ElsevierSaunders. Introducción a la Inmunología Humana. Fainboim y Geffner. 6ta Edición. Año 2011. Editorial Médica Panamericana. 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