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Richard J. Johnson, L. Gabriela Sanchez-Lozada, and Takahiko Nakagawa Division of Renal Diseases and Hypertension, University of Colorado, Aurora, Colorado; and Department of Nephrology, Ignacio Chávez, Mexico City, Mexico El efecto de la fructosa en la biología y la enfermedad renal Fructosa Fuente principal: Sacarosa Jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) Ingesta promedio: 74 g/día Metabolismo de la fructosa Fructosa e hipertensión Estudios epidemiológicos relacionan la ingesta de fructosa para el desarrollo de la hipertensión: Estudio NHANES (1999-2004): asociación de las bebidas azucaradas con los niveles de ácido úrico y la hipertensión en adolescentes. Estudio NHANES (2003-2006): la ingesta de fructosa a partir de azúcares agregados se correlacionaba con la presencia de elevada PA. La ingestión de bebidas ricas en fructosa eleva la PA: La ingestión aguda de 60 g de fructosa, pero no de glucosa, incrementa la PA en adultos jóvenes sanos. La administración de 200 g de fructosa por día durante 2 semanas, aumenta la PA en los hombres adultos sanos en asociación con un aumento en los niveles de ayuno de ácido úrico en suero. La mitad de los pacientes fueron tratados recibiendo alopurinol Disminución de ácido úrico en suero Aumento de la PA Dietas bajas en fructosa: Estudio realizado en la Ciudad de México, Madero et al. encontraron que una dieta baja en fructosa reduce el ácido úrico en suero, con una disminución en la PA en los adultos obesos. En otro estudio de 810 adultos, se observó que una reducción en una bebida endulzada con azúcar por día, proporciono una reducción en la presión arterial sistólica y diastólica a los 18 meses. El efecto fue independiente del ácido úrico en suero En contraste con los estudios anteriores: Forman et al. no encontraron una asociación entre la ingesta de fructosa con la hipertensión en estudios realizados en las enfermeras y los profesionales de la salud: -Frutas naturales, ricas en antioxidantes y flavonoides. -Ascorbato. La fructosa no aumenta la PA de manera muy eficaz en ratas de laboratorio, excepto durante ingestión activa. Uricasa Fructosa y síndrome metabólico SÍNDROME METABÓLICO Obesidad. Resistencia a la insulina (Diabetes). Enfermedad de hígado graso no alcohólico. Hipertensión arterial. En un estudio realizado por Stanhope: Se administró una dieta que contenía 25% de fructosa durante 6 semanas en adultos con sobrepeso. Los sujetos de control recibieron 25% glucosa. • Resistencia a la insulina • Obesidad visceral • Dislipidemia postprandial En un estudio Menorca : Se administraron 200 g de fructosa/día •Aumento significativo en los triglicéridos •Una caída en el HDL •Aumento en la presión sistólica y diastólica •Empeoramiento de la resistencia a la insulina El síndrome metabólico puede ser inducido con concentraciones de fructosa bajas (menos 20%), si se administra con glucosa (como sacarosa o JMAF) probablemente debido a que la presencia de glucosa acelera absorción de fructosa. Los efectos de la fructosa para inducir el síndrome metabólico son independientes de la ingesta de energía e incluso puede ser inducida en el contexto de restricción calórica. Estudios realizados en ratas: Lote experimental. Dieta 40% de sacarosa administrada por 4 meses. 90 % de los casos: aumento de triglicéridos, resistencia a la insulina, hígado graso, disfunción de las células beta de los islotes con el desarrollo de diabetes. Lote control. Dieta a base de almidón. Menor perturbación metabólica. Fructosa y enfermedad renal No existe actualmente un estudio solo en humanos que examine la relación de la ingesta de bebidas con azúcares agregados con la enfermedad renal. Sin embargo, en el estudio NHANES (1999 -2004) se encontró que la ingesta de dos o más bebidas que contienen azúcar estaba asociada con un mayor riesgo de tener albuminuria. La administración de fructosa (60% la dieta) a ratas induce la hipertrofia renal con la proliferación celular tubular y bajo grado lesión túbulo intersticial, generando factores quimiotácticos (mediadores del proceso inflamatorio). También encontramos que exacerba la proteinuria, empeora la función renal, y se acelera la glomeruloesclerosis. Estas anomalías no se observan en ratas alimentadas con una dieta equivalente basada en glucosa. Efectos Conclusiones Hay evidencia creciente de que la excesiva ingesta de fructosa puede tener efectos perjudiciales en la salud, incluyendo elevar la PA, inducir el síndrome metabólico, causar hígado graso, y posiblemente causar o acelerar la enfermedad renal. Médicos recomiendan dietas bajas en proteínas para los sujetos con enfermedad renal crónica, que podría incrementar los niveles de carbohidratos y fructosa de la dieta, se recomienda que en estas dietas también se restrinja azúcares añadidos que contienen fructosa. Estudios clínicos son necesarios para determinar el efecto de la restricción de fructosa de la dieta o de la reducción de ácido úrico en sujetos con enfermedad renal crónica.