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TECANA AMERICAN UNIVERSITY Accelerated Degree Program Doctor of Philosophy (Ph.D.) in Cognitive Psychology INFORME Nº 1 “EPISTEMOLOGÍA Y PSICOLOGÍA CLÍNICA” Autor: MSc. Renny Jagoszewski “Por la presente juro y doy fe que soy la única autora del presente informe y que su contenido es fruto de mi trabajo, experiencia e investigación académica”. Caracas, Julio de 2.008 1 INDICE GENERAL Página Introducción…………………………………………………………………….. 1 CAPITULOS I LA EPISTEMOLOGIA……………………………………………….. 2 1.1 Internalismo vs Externalismo……………………………………… 4 II LA CONCEPCION EMPIRICO ANALITICA……………………… III RACIONALISMO CIENTIFICO Y CIENCIAS SOCIALES……… 5 8 3.1 Verificabilidad y Falsabilidad……………………………………. 8 IV LA PSICOLOGIA CLINICA……………………………………….. 10 4.1 Antecedentes de la Psicología Clínica…………………………… 11 V LA INVESTIGACION EN LA PSICOLGIA CLINICA………….. 14 5.1 La Ética en la Investigación……………………………………… 14 VI EL DIAGNOSTICO EN LA PSICOLGIA CLINICA……………… 15 6.1 Lo Normal y Lo anormal…………………………………………. 15 VII LA EVALUACION PSICOLOGICA………………………………. 17 7.1 Las Pruebas Objetivas……………………………………………. 17 7.2 Las Pruebas Proyectivas………………………………………….. 18 VIII LA EVALUACION CONDUCTUAL………………………………. 19 IX EL JUICIO CLINICO………………………………………………... 21 9.1 La Interpretación…………………………………………………. 22 Página 9.2 El Reporte Clínico………………………………………………. 22 2 X LA INTERVENCION CLINICA…………………………………... 10.1 10.2 10.3 10.4 La Perspectiva Psicodinámica…………………………………. La Perspectiva Fenomenológica Humanista Existencial………. La Perspectiva Conductual y Cognitivo Conductual………….. La Terapia de Grupo, Familiar y de Pareja……………………. XI ESPECIALIDADES EN PSICOLOGIA CLINICA……………… 11.1 11.2 11.3 11.4 Psicología Comunitaria………………………………………… Psicología de la Salud………………………………………….. Neuropsicología………………………………………………... Psicología Forense……………………………………………... 23 24 25 27 30 32 32 32 33 33 CONCLUSIONES……………………………………………………………… 34 BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………….. 35 3 LISTA DE CUADROS Página CUADRO 1 Técnicas de la Terapia del Comportamiento…………………… 4 29 LISTA DE GRÁFICOS GRÁFICO Página 1 Componentes de la Filosofía…………………………………….. 2 2 Concepciones en la Investigación Científica…………………….. 5 5 INTRODUCCION El siguiente es un análisis investigativo, documental y crítico que se realiza en cumplimiento de requisitos académicos para los optantes al PHD en Psicología Cognitiva, en Tecana University, así como por la necesidad vocacional de adquirir conocimientos relacionados con la psicología humana, especialmente los vinculados con el área especializada de la psicología cognitiva. El tema objeto de la investigación, es la Epistemología y Psicología Clínica, dos aspectos relevantes para la comprensión de los paradigmas fundantes de la investigación científica, por una parte, y los elementos que definen, diferencian y dan vigencia a la Psicología Clínica como rama psicoterapéutica científica. La metodología utilizada es el informe simple o resumen, basado en obras sugeridas y otros materiales, de apoyo documental. Los objetivos planteados, son: 1. Establecer la importancia de la epistemología como el marco de generación y estudio de los paradigmas de la investigación científica. 2. Exponer como certeza invariable, que toda investigación y concepción científica, se apoya en paradigmas epistemológicos que le dan piso, dirección y sentido. 3. Analizar la importancia de la Psicología Clínica como disciplina psicoterapéutica, así como sus áreas de acción, métodos y especialidades. La estructura del informe se presenta como sigue: Se inicia con reflexiones acerca de la epistemología, su significado, razón de ser y las visiones internalista y externalista de la ciencia. Luego, los postulados del método empírico analítico, y su base de apoyo operativo, el método científico. En el capítulo tres, se analiza la idea del racionalismo en las ciencias sociales, y se profundiza en la Psicología Clínica, sus métodos de investigación, evaluación, diagnóstico y abordaje terapéutico, visto desde lo psicodinámico; fenomenológico humanista existencial; conductual y cognitivo conductual; y de grupo, familiar y de pareja. Finalmente se revisan las especialidades en psicología clínica, como la psicología comunitaria, de la salud, neuropsicología y psicología forense. 1 CAPITULO I LA EPISTEMOLOGIA La filosofía es conocida de manera genérica como la madre de todas las ciencias, y ha sido definida de muchas maneras: Ciencia de los principios (Husserl); ciencia de todas las cosas por sus causas últimas (Ortega y Gasset); conjunto científico de las cosas, por las causas primeras, en cuanto se refieren al orden natural (Maritain, J.); Investigación de las relaciones objetivas entre lo contingente y lo absoluto (Cuesta) (Ver http://www.monografias.com/trabajos35/epistemiologia- filosofia/epistemologia-filosofia.shtml). También, como una reflexión metódica que expresa la articulación del conocimiento, las posibilidades y límites de la existencia y modos de ser. Su pretensión es formular una concepción unificada de los diversos aspectos del mundo y de la vida, lo cual intenta desde tres frentes: La ontología, que estudia El ser; La axiología, que estudia El valor; y la epistemología, que estudia el conocer (Ver Gráfico N° 1). Componentes de la Filosofía Gráfico N° 1 Fuente: Monografías.com Composición Gráfica: Elaboración Propia. 2 Por su parte, la Epistemología es la rama de la filosofía que se ocupa del estudio, producción y validación del conocimiento científico, y estudia las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que lo generan, así como de los criterios por medio de los éste que se justifica o invalida (Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Epistemologia). Según Damiani (1997) se trata de una disciplina que analiza y evalúa los problemas científicos, reflexiona sobre la naturaleza de la ciencia y sus supuestos, así como la producción del conocimiento científico, sus conceptos, metodología, teorías y leyes. Es una disciplina metacientífica, un marco de referencia de las teorías sobre la verdad o la realidad, que sirve de base a todo discurso científico. Ya en la antigua Grecia se intentaba comprender la realidad. Euclides, por ejemplo, buscaba fórmulas racionales y exactas de la verdad en la geometría y las matemáticas. Más delante, en la Edad Media, el énfasis en lo religioso obstaculizó la curiosidad intelectual y la comprensión racional los problemas humanos. Reinaba el paradigma teológico, que asignaba origen celestial e inspiración divina a todo conocimiento de la naturaleza y el hombre. Los libros y voces sagradas eran pauta y autoridad conocer para lo “necesario” (Ver http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/010802132320-Recopila.html). Llegada la Modernidad, cayó la visión metafísica del pensamiento religioso, para abrir paso a una nueva manera de obtener el conocimiento: la racionalidad, base para comprender y dominar a naturaleza y los procesos naturales y sociales. La llamada “Modernidad” se centró en la razón, la causalidad, la experimentación y la matemática. Sus precursores fueron Descartes, Locke y Bacon, contribuyentes del surgimiento de una nueva lógica de inferencia científica: la “inducción”. La inducción es la formulación de un principio general a partir del fenómeno estudiado. Es un método que permite en elevar casos particulares a leyes de carácter empírico, de manera que se extiende o generaliza la conclusión a todos los eventos o fenómenos de un mismo tipo (Ver http://www.eumed.net/libros/2007c/322/induccion %20y%20deduccion.htm). 3 Olivé Pérez, A. es crítico ante la inducción, de la cual afirma que permite obtener conclusiones falsas partiendo de premisas verdaderas, pues se trata de un argumento no demostrativo, en el que las premisas no guían hacia la verdad de la conclusión, pero constituye una buena razón para creerla. Así, permite obtener creencias justificadas aunque no fiables para generar conocimiento verdadero (Ver http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/induc.html). Pese a estas visiones críticas, la corriente empirista que priva en la modernidad, se plantea ir de los hechos o proposiciones fácticas, hacia las verdades generales, por lógica inductiva y no como el racionalismo deductivo, que parte de axiomas o verdades generales que desembocan en teoremas aplicables a los eventos particulares. 1.1. Internalismo vs. Externalismo Epistemológicamente, puede destacarse la existencia de dos visiones contrastantes: la internalista y la contextualista. La internalista es, a juicio de Damiani (1997) una epistemología basada en la experiencia sensorial (empirismo) o en la abstracción intelectual (racionalismo), que busca explicar los fenómenos y procesos, su estructura, razón y funcionamiento. Esto significa, definir el modelo metodológico y teórico ideal, que guie una praxis científica neutral, sin contaminarse con el entorno (política, economía, sociedad). Así, postula que por lo cual queda postulado para esta epistemología, el contexto del descubrimiento no desempeña ningún papel esencial. Y se enfoca exclusivamente, en la teoría del método y la validez del saber. Al contrario, el enfoque externalista rechaza la posibilidad de encontrar métodos y reglas generales por vía intelectiva o por grupos de experiencias, y estima imposible lograr una visión objetiva desde una metodología subjetiva. Para los externalistas, la ciencia es creación de la sociedad, por lo que siendo parte de ella no puede poseer una existencia separada de ésta, ya que no se puede hacer una división arbitraria de ciencia intelectual (interna) y ciencia social (externa) por ser poco fiable y realista, y además porque la ciencia es un ente integrado y no escindido en externo e interno. Así, el externalismo asume que la producción del 4 conocimiento científico tiene relación con otras formas de conocimiento, con las estructuras económicas, políticas y sociales (Ver http://mx.geocities.com/escuela_ de_historia//textos/resumenes/la_naturaleza_social_dela_ciencia_resumen.htm). Al observar las diferencias, resultan evidentes los contrastes entre estas dos visiones o concepciones en la investigación científica (Ver Gráfico N° 2). Concepciones en la Investigación Científica Gráfico N° 2 Fuente: Geocites.com Composición gráfica: Elaboración Propia 5 CAPITULO II LA CONCEPCION EMPIRICO ANALITICA En medio de estas dos posturas, internalista y externalista, Damiani (1997), señala que el método empírico analítico resulta adecuado para desmontar imprecisiones y relatividades, y potenciar la construcción de variables cuantitativas. Así, conceptualiza y delimita como epistemología empírico-analítica a la concepción de la teoría del método científico, cuyo objeto de investigación es susceptible de ser descompuesto en sus partes componentes, para estudiar o analizar las relaciones que se producen entre ellas, y generar informaciones científicas no prescriptivas ni morales. El autor señala como significativo, que la concepción empírico–analítica unifica el criterio de la ciencia, asume un monismo metodológico y cierra la brecha entre ciencias naturales y sociales, al postular que todas las ciencias poseen una lógica de investigación común que les permiten asumir o descartar las hipótesis y las teorías. En el contexto científico, un “método” alude al "conjunto de pasos previos fijados por una disciplina, con el fin de alcanzar conocimientos válidos mediante instrumentos confiables (Ver http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todo_ cient%C3%ADfico). Los pasos formales de este método, son: Identificación de un problema de investigación, formulación de hipótesis, prueba de hipótesis y resultados de la investigación (Ver http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A9todo_experimental# Clasificaciones). Las distinciones concretas del MEA, postulan la existencia de de la ciencia formal y la ciencia fáctica, unificables en un método que las valida, es decir, una ciencia que se basa en los principios de racionalismo y el empirismo. La ciencia formal es aquella que practica la formalización de un lenguaje que no contiene ninguna información sobre el mundo. Su base es la relación de proposiciones vinculadas por la lógica, que son verdaderas en razón de su forma y coherencia interna. Y aunque no se basan en objetos fácticos, pueden ser usadas para razonar sobre estos. Es el caso de la lógica y las matemáticas. Se supone la existencia de 6 supuestos parciales o premisas, contenidas en verdades universales o conclusiones. Así, se construyen estructuras lógicas que involucran antecedentes, consecuentes, premisas y conclusiones. Por su parte las ciencias empíricas estudian objetos reales, poseedores de un lugar y un tiempo en el espacio. Trabajan sobre la base de hechos, procesos y resultados, y sus rasgos esenciales son la racionalidad y la objetividad. Dentro de las ciencias empíricas están las ciencias físico-naturales y las ciencias sociales. Las físico-naturales estudian los fenómenos de la naturaleza, excepto los que son creados voluntariamente por el hombre, y las ciencias sociales, estudian los comportamientos, formas de organización, motivos y cambios en las relaciones sociales (Damiani, 1997). Debe decirse que el brazo fuerte del método empírico analítico es el método científico, considerado por Tamayo (2007) como un eslabón ubicado entre la investigación científica y el conocimiento científico, y lo define como un procedimiento para descubrir las condiciones en que se presentan los sucesos específicos, que se caracteriza por ser tentativo, de razonamiento riguroso y observación empírica, que rechaza todo procedimiento manipulativo de la realidad para imponer prejuicios. Cita a Goode y Hatt, en relación con los elementos del Método Científico, y señala que para ellos los elementos fundamentales de este método son los conceptos (construcciones referidas a la experiencia, y base de identificación y comunicación operacional de los hallazgos) y las hipótesis (deducciones que orientan el trabajo investigativo y su puesta a prueba). También Tamayo (2007) considera que el método científico tiene en esencia dos aplicaciones definidas: una relativa a la investigación pura que busca obtener nuevos conocimientos; y la otra, cuyo objeto es el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas. Señala que el tipo de procesamiento requerido para el trabajo científico es el pensamiento reflexivo expresado en cinco etapas: a) Percepción de una dificultad, b) Identificación y definición de la dificultad, c) Propuesta de soluciones, d) Deducción de consecuencias, y e) Verificación de las hipótesis mediante la acción. 7 CAPITULO III RACIONALISMO CIENTIFICO Y CIENCIAS SOCIALES Como se ha mencionado con el apoyo de Damiani (1997), el método empírico analítico postula una visión única de la ciencia, un monismo metodológico que no admite fracturas en la ruta investigativa, ya sea que el objeto de estudio sean las ciencias físico-naturales o las ciencias sociales. Citando a Chalmers, refiere la manera general de formular de la lógica inductiva, y ejemplifica así: Si en ciertas condiciones todos los “A” observados tienen sin excepción la propiedad “B”, entonces todos los objetos “A”, tienen la propiedad “B”. Se entiende que el supuesto que sirve de base a la inducción, es la uniformidad de la naturaleza, aunque no falta quien se pregunte si en efecto es posible aplicar este método a las ciencias sociales sin afectar la validez científica ni restringir o coaccionar el objeto de estudio. Acerca de una visión más contemporánea del neopositivismo (Damián, 1997) señala que esta visión renovada del positivismo se centra principalmente en la resolución de los procedimientos lógicos y metodológicos que permiten formular teorías científicas. Su concepción es reduccionista, fenomenalista centrada en la experiencia, basada en la unidad metodológica de la ciencia, lo que contrasta con la visión de las ciencias sociales, cuya visión tiende a ser cada vez más metodológicamente pluralista y esencialmente hermenéutica. El neopositivismo, plantea la necesidad de una unión entre la filosofía y la ciencia, en un todo integrado en pro de la develación de los misterios de la vida y el mundo, del ser y del valor. 3.1. Verificabilidad y Falsabilidad Dos criterios de peso en la investigación científica son los de verificabilidad y falsabilidad. El principio de verificabilidad es sustento de certeza para el empirismo y el neopositivismo. Fue enunciado, según algunos, por Rodolfo Carnap, y según otros por Moritz Schlick, y afirma que una proposición empírica es verificable si y sólo 8 si existe un método empírico para decidir si es verdadera o falsa, pues de lo contrario, sería únicamente una pseudoproposición (Ver http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Principio_de_Verificabilidad). Para Damiani (1997) Schlick propone la idea de que todo juicio tiene sentido cuando se asocia con otros juicios, para así conformar una proposición que cobra sentido, si existen, más allá de ella, las definiciones que en ella se proponen. Señala que toda afirmación sobre la realidad en las ciencias naturales y sociales, se relaciona con los datos, de forma que puede ser controlada empíricamente desde tales datos. Esta visión fue refutada por Neurath y por Popper. Neurath estimó inadmisible la comparación entre proposiciones y hechos, por considerar que esto generaría un dualismo entre lenguaje y realidad, y además, porque lo real es el objeto y no las cualidades que se atribuyen. Por su parte, Popper, crítico del neopositivismo, postula considera imposible hallar la verdad por vía empírica, pues desde su óptica no es más que un método de ensayo y error, que pretende engañosamente ir de observaciones parciales aunque reiteradas, a leyes universales. Su principio de falsabilidad o falsación señala que en vez de persistir en el empeño de trabajar para verificar las hipótesis, que son obra de la imaginación, se debe considerar científico aunque provisional, el resultado sobre el cual no se haya encontrado prueba de que no se cumpla como regla general repetible y predecible. Así, sistemas más perfectos, darán gradualmente, una ciencia más fiable y próxima a la realidad. Para Popper el criterio de verificación es inconsistente, pues para ser válida una teoría, debería ser posible verificar todas sus consecuencias, lo cual es ilimitado e imposible. Así, al no poder realizarse tal verificación, la teoría pierde consistencia. Considera que la razón humana es falible y perfectible, que las teorías son siempre conjeturales, que no hay teoría que esté por encima de la duda razonable, que toda investigación contiene errores, que todo es mejorable, que no existe una garantía de verdad estable y duradera, y que todos investigamos la verdad pero no la poseemos. 9 CAPITULO IV LA PSICOLOGIA CLINICA La psicología clínica, es probablemente la corriente de la psicología que satisface os requerimientos científicos de manera más clara y rigurosa. En su afán de determinar y resolver problemas relacionados con la salud mental y adaptación social. Trull y Phares (2003), citando a Resnick afirman que la psicología clínica es una disciplina cuyas áreas de investigación, incluyen la investigación, enseñanza y servicios para lograr la comprensión, la predicción y el alivio de la desadaptación, la discapacidad y la aflicción intelectual, emocional, biológica y psicológica, social y conductual, aplicados a una gran variedad de poblaciones de clientes. Asimismo, afirma que a los psicólogos clínicos diagnostican, investigan e intervienen en la consulta, y que se les reconoce por su experiencia en las áreas de la personalidad y la psicopatología, y por la integración que hacen de ciencia, teoría y práctica. Aunque en muchos casos se tiende a asociar la actividad del psicólogo clínico, con la del psiquiatra y otros profesionales, existen claras diferencias en los escenarios de trabajo y los métodos empleados. Los psiquiatras son médicos que abordan los problemas desadaptativos humanos con cierta amplitud, ya que pueden tratar problemas físicos y afrontar problemas psicológicos con medicamentos. Para Antonio Martínez Fernández, la psiquiatría es una ciencia dentro de la medicina, que trata con enfermedades mentales, y busca origen, diagnóstico, prevención y tratamiento de desórdenes de percepción, estado de ánimo, pensamiento y emoción, así como sus efectos en las relaciones interpersonales, el trabajo, y el comportamiento en general. Además, la psiquiatría puede abarcar el estudio y aplicación de conocimientos acerca del crecimiento y desarrollo biológico, psicológico y social de ser humano (Ver http://www.interiberica.com/antonio/psiquiatria.html). Aunque puedan existir similitudes o puntos de convergencia, para Trull y Phares (2003), el trabajo del psicólogo clínico se diferencia del de trabajadores sociales, consejeros o enfermeros, pues el psicólogo clínico enfatiza el rigor científico 10 de su labor y aborda una amplia gama de situaciones o casos, como: depresión, ansiedad, psicosis, trastornos de la personalidad, retardo mental, adicciones discapacidades de aprendizaje, delincuencia juvenil, problemas vocacionales y dificultades sexuales. Para estos autores, las raíces históricas de la psicología clínica llegan hasta Tales, Hipócrates y Aristóteles, quienes se preguntaban las causas de las conductas humanas y las maneras de generar bienestar. Y al situarse en la modernidad, se refieren a los esfuerzos del francés, Philippe Pinel quien trabajó para mejorar el trato hacia los enfermos mentales, así como a los trabajos de William Tuke en cuanto a crear hospitales para la salud mental. En Estados Unidos, destacó el nombre de Dorotea Dix, quien viajó por todo el país durante 40 años promoviendo la idea de la necesidad de dar un trato humano a los enfermos mentales y retrasados mentales. En este sentido, nombres como el de Clifford Beers, se menciona por sus aportes para el inicio de lo que se conoció como el movimiento de higiene mental de Estados Unidos, en el año de 1908. También destacan Witmer y Healy, quienes de manera individual y diferenciada, engendraron modelos de clínicas de tratamiento psicológico. 4.1. Antecedentes de la Psicología Clínica Acerca de los orígenes de los diagnósticos, Trull y Phares (2003), mencionan a Francis Galton quien por 1882 creó un laboratorio antropométrico, y fue pionero en la búsqueda de métodos cuantitativos para comprender las diferencias entre las personas. Utilizó indicadores como: agudeza sensorial, habilidades motoras y tiempo de reacción. Otros aportes vinieron de Cattel, Kraepelin y Binet. Cattel se dedicó a medir la diferencia de reacción de las personas, en lo que denominó “pruebas mentales”. Kraepelin fue el precursor de los esquemas pues creó una clasificación de males exógenos curables y males endógenos o incurables. Y Binet, insistió en medir la capacidad cognitiva de las personas para diferenciar los menos capaces y darles 11 atención y educación adecuadas. Sus propuestas fueron revisadas y mejoradas por Henry Goddard y Lewis Terman. También Jung, Spearman, Thorndike, Woodworth, Pinter y Paterson, Thurstone, Pressey, Downey, Kent, Rosanoff, Rorschach, Morgan y Murray, y Bender, contribuyeron en este proceso de comprensión científica de las capacidades y limitaciones humanas en los que se medían valores, inteligencia, intereses, capacidades o rasgos de personalidad. De acuerdo con Trull y Phares (2003), ya para mediados de 1940, se trascendieron los test y técnicas proyectivas, y se profundizó en los factores diferenciadores que aportaran información más compleja y precisa sobre los comportamientos. También los adelantos tecnológicos y científicos incorporaron la estadística y formas de medición avanzadas que llevaron a la percepción de que los psicólogos clínicos eran expertos en psicodiagnóstico. El empuje y posicionamiento del conductismo radical, negado a toda subjetividad y ganado a la idea de medir lo observable, creo una tendencia en esa dirección, con base en dos distinciones críticas: estímulos, y situaciones antecedentes y consecuentes a las conductas manifiestas. La búsqueda sistemática y evolutiva, condujo al concepto de “trastorno de la personalidad”, las entrevistas diagnósticas y la evaluación neuropsicológica. Para 1952 se produce la primera publicación del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-I) que fue actualizado hasta el actual DSMIV, de 1994. Además del proceso de diagnóstico, resulta esencial revisar lo relativo a la intervención de lo que ha sido diagnosticado. A mediados del siglo XIX, se popularizaron los tratamientos que se basaban en sugestión e hipnosis, y poco más adelante, la primera década del 1900 se conoció el psicoanálisis, producto de los trabajos y aportas de de Charcot, Breuer y Freud. Como señalan Trull y Phares (2003), en un recuento histórico de las bases de la psicología clínica, los nombres de Joseph Pratt y Elwood Worcester, destacan como pioneros en lo que serían las técnicas de terapia de grupo, al dar inicio a un método de apoyo entre enfermos mentales. Adler posicionó sus ideas y Anna Freud trabajó 12 arduamente en la denominada “Terapia de Juego”, que incluía el placer como antídoto para la ansiedad y otras limitaciones psicológicas. El Psicodrama de Moreno y la Terapia Pasiva de Allen se dieron a conocer, y se difundieron los experimentos de Watson con el niño Albert, los trabajos de curación por condicionamiento de Mary Cover Jones y La Terapia de Relación Levy, que sentaron las bases para lo que sería la influyente visión de la “Terapia del Comportamiento”. Otras alternativas teóricas y metodológicas fueron las Teorías del Aprendizaje de Dollar y Miller, (1950), la “Terapia Centrada en el Cliente” de Carl Rogers (1951), La “Terapia Gestáltica” de Perls (1951), la “Logoterapia” de Victor Frankl, y el Condicionamiento Operante de Skinner (1953), la “Terapia Familiar” de Ackerman (1958), la “Desensibilización Sistemática” de Wolpe, la “Terapia Racional Emotiva Comportamental de Ellis, el “Análisis Transaccional” de Berne, “el Aprendizaje Observacional de Bandura (1961), y la “Terapia Cognitiva” de Beck (1962). En las décadas recientas, ha cobrado fuerza la visión integrista o ecléctica o integrista de la psicología. Asimismo, surgió la Terapia Breve, que busca ahorrar costos y generar resultados eficientemente, sin crear dependencia entre terapeuta y paciente. Algunas organizaciones tuvieron su papel en el desarrollo de la terapéutica y la evolución de la psicología clínica. Por una parte está la American Psychological Association (APA), una organización científica y profesional de psicólogos de los EEUU. Y en 1988, por un cismo en la APA se conforma la APS Sociedad Psicológica Estadounidense. 13 CAPITULO V LA INVESTIGACION EN LA PSICOLOGIA CLINICA Dos vertientes de peso en el ámbito de la psicología clínica, son la psicoterapia y la investigación. En el primer caso, el interés del psicólogo se centra en la observación, el diagnóstico y la intervención, mientras que en el segundo el trabajo va en la dirección de probar los supuestos, superar la especulación, desarrollar teorías científicamente válidas y crear métodos de abordaje probadamente efectivos. En la opinión de Trull y Phares (2003), ya que existen numerosos factores que afectan la conducta humana, que no existen métodos infalibles o perfectos, y los casos por resolver son tan variados, complejos y cambiantes, resultan incompletas e insatisfactorias las explicaciones simplistas, y se impone la búsqueda de formas de ayudar cada vez más efectivas. Todo esto, demanda enfatizar el terreno investigativo. Para estos autores, existen dos tipos de enfoques investigativos: el transversal (se evalúan grupos de diversas edades, de una manera simultánea) y el longitudinal (se sigue a los mismos sujetos durante un lapso de tiempo). Acerca de los métodos de investigación más comunes en la psicología clínica, consideran que estos son: La observación, la investigación epidemiológica, el método experimental, diseños intergrupales, diseños de caso individual, diseño ABAB, diseños de línea base múltiple y diseños mixtos. 5.1. La Ética en la Investigación Un aspecto relevante en psicología clínica y en la investigación científica en general, es el aspecto ético, que incluye el reconocimiento de los derechos de los pacientes y de los deberes de los investigadores. En este sentido, diversos organismos como la APA, que trabajan sobre este tema, sugieren realizar investigaciones apoyados en normas aprobadas científicamente, valorar el bienestar de participantes y relacionados, evitar incomodidades a pacientes y participantes en investigaciones, etc. 14 CAPITULO VI EL DIAGNOSTICO EN LA PSICOLOGIA CLINICA De acuerdo con Trull y Phares (2003), los psicólogos clínicos buscan formas efectivas de cambiar los pensamientos, sentimientos y comportamientos de los clientes, para reducir disfunciones o desadaptaciones. Para ello, deben evaluar y diagnosticar. Para lograr este objetivo, deben diferenciar “conducta normal” de “conducta anormal”, donde lo anormal podría verse como impredecible, extraño, peligroso o vergonzoso. Especialmente, se considera anormal, si constituye una rareza estadística o evidencia una desviación de lo que es moral o socialmente aceptable. Estos autores, definen el diagnóstico como un tipo de clasificación que se realiza en categorías y en un nivel experto, que permite sobre la base de las diferencias o distinciones, tomar decisiones más adecuadas, especialmente en la salud física y mental. Como aspecto positivo el diagnóstico permite conocer diversidad de aspectos de una enfermedad, abreviadamente; permite el trabajo de investigación experimental que se realiza sobre bases diagnósticas; y pueden sugerir métodos adecuados a esa clasificación. 6.1. Lo Normal y Lo Anormal Resulta importante preguntarse acerca de lo que puede realmente ser considerado normal o anormal; trastorno o patología. Para Fernando Bianco, el concepto “normalidad” es un constructo sociocultural que alude a la posición que debe asumir la persona para convivir adecuadamente en un sistema social. Es el "debe ser", que puede ser establecido de acuerdo con normas estadísticas, éticas, morales, legales, religiosas, tradicionales y filosóficas, entre otras. Así, lo normal vendría a ser invariablemente local y temporal. (Ver www.cippsv.com/pdfs/FAO%20I%201.doc). Siendo así, la visión sobre discapacidad, patología, desadaptación o disfunción, se basa en determinados juicios de valor de personas o grupos. 15 Otro término digno de revisar es el de “enfermedad mental” o “trastorno mental”, definido por el DSMIV, como un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o prejuicios para el sujeto" (Ver http://personal.telefonica.terra.es/web/psico/a_trast_pers.html). Existen criterios diagnósticos variados, que van desde la evaluación de la historia del paciente, de la observación de sus tendencias comportamentales en un lapso de tiempo, o de su conducta actual. También, la evaluación de exámenes de laboratorio en casos de implicación de factores físicos o corporales. Debe entenderse que no es posible infalibilidad de diagnóstico. Desde la visión relativista y perfectible del concepto de de falsación de Popper, véase el caso de la homosexualidad, que se consideraba como enfermedad, y ahora únicamente es percibida una manera diferente de disfrutar o ejercer la sexualidad. Así, se puede concluir que en los diagnósticos, pueden influir aspectos de orden científico, pero también político, económico o moral, y que estos deben cumplir con requisitos científicos de confiabilidad y validez para poder generalizarse y tomarse como una distinción verdaderamente científica, aunque siempre superable. 16 CAPÍTULO VII LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA En el proceder científico en ciencias de la conducta, es necesario realizar evaluaciones antes de configurar diagnósticos y realizar intervenciones para solucionar los problemas. Para Trull y Phares (2003), la “evaluación psicológica” es un proceso progresivo de valoración de las virtudes y defectos de un individuo, una conceptualización de los problemas percibidos, sus posibles causas y las prescripciones que puedan aliviarlo. Generalmente el proceso comienza con un motivo de consulta, que se revisa en una entrevista en la cual el terapeuta buscará cierto tipo de información, de acuerdo con sus parámetros teóricos. El valor real de la entrevista dependerá de la sensibilidad y habilidad del entrevistador, el lugar, la duración, el grado de empatía y la calidad de la comunicación. Es claro, que cada persona tendrá un marco mental de referencia particular, que deberá alinear en cierta forma y medida para garantizar la viabilidad y efectividad del encuentro. Existen muchos tipos de entrevista. Las más comunes o más conocidas, son: las de admisión, las de recolección de datos para historia clínica, la entrevista de examen de estado mental, y entrevista en momento de la crisis. Por lo general, la evaluación psicológica, se realiza, para determinar grado de inteligencia, tipo o rasgos de personalidad, grados de psicopatología y tendencias de comportamiento. 7.1. Las Pruebas Objetivas Un requisito esencial que deben cumplir las pruebas, es el de la objetividad. Para eso, se desarrollan conjuntos estandarizados de preguntas o afirmaciones a las que se debe responder con sinceridad. Los formatos regulares son de “verdadero o “falso”, “si” o “no”, o se emplea una escala variable de dimensiones del tipo: 0 = 17 Totalmente en desacuerdo. 1 = En desacuerdo. 2 = Indiferente. 3 = De acuerdo. 4 = Totalmente de acuerdo. Las ventajas de estas pruebas son: su bajo costo, el requerimiento de instrucciones básicas, la posibilidad de medición de individuos, o de grupos grandes de manera simultánea, las calificaciones son sencillas y objetivas, y pueden hacerse por computadora. Las desventajas son que los ítems examinados se refieren a conductas más que a motivos, y a que en ocasiones se evalúan varios aspectos, y se da, sin embargo una puntuación general. 7.2. Las Pruebas Proyectivas Las pruebas proyectivas, representan un tipo diferente de evaluación, pues son pruebas semiestructuradas o inestructuradas que requieren para ser respondidas, que las personas recurran a su mundo interno. No existen claves sociales ni conocimientos previos que permitan resolverlas. Quienes se someten a ellas tienen que apelar a su propia experiencia y no son conscientes de lo que están revelando (Ver http://ucha.blogia.com/2007/060605-empleo-de-pruebas-proyectivas-en-psicologiadel-deporte.-3ra.-parte.php). Generalmente atribuidas a Rorschach como pionero, este tipo de pruebas utilizan manchas de tinta como elemento de diagnostico individual y se definen según el Diccionario Psicológico de English and English citado por Trull y Phares (2003), como un procedimiento para descubrir modos de comportamiento, en respuesta a una situación que no impone una respuesta particular. Según los autores, otros pioneros que siguieron la línea de trabajo de la proyectividad, fueron Morgan y Murray con su Prueba de Apercepción Temática, presentada en 1935. 18 CAPÍTULO VIII LA EVALUACIÓN CONDUCTUAL Un aspecto relevante en la labor del psicólogo clínico es el relativo a la evaluación de la conducta. Esto es así, debido a que conducta o comportamiento, son categorías asociadas con personalidad, constructo multifactorial que suele ser descrito como resultante de varios factores, que deberían ser analizados para comprender las acciones y sus significados. Se trate de capacidades adquiribles o de predisposiciones o rasgos, es una categoría dinámica y compleja. Así, dependiendo la óptica del evaluador, se tratará el asunto de manera distinta. Trull y Phares (2003), citan a Golfried, quien por 1976 diferenció dos tipos de orientación evaluativa: De Muestra (se asume que la respuesta en la prueba indica una tendencia repetible en otras circunstancias) y de Signo (se asume que la respuesta en la prueba no indica tendencias de generalización en otros contextos). Skinner, destacado investigador conductual trabajó con el “Análisis Funcional de la Conducta”, estructura evaluativa en la que se examinan y describen detalladamente los hechos previos a un comportamiento (eventos antecedentes) y las consecuencias que lo siguen, (eventos consecuentes), lo que permitiría establecer las relaciones de variables que inciden en la conducta y sus cambios. Para Skinner los comportamientos se mantienen debido a las consecuencias que los secundan (Condicionamiento Operante). Según los autores de referencia, en la evaluación conductual, existen diferencias entre la visión tradicional y la conductual. En cita de de Hartman, Roper y Bradford, se señala que en la visión conductual el constructo “personalidad” se utiliza para resumir patrones de conducta concretos, mientras que en la visión tradicional, se valora asociado a con tendencias o rasgos. Las causas del comportamiento se buscan, en la óptica conductual, en las condiciones ambientales, aunque en la óptica tradicional se asigna a factores internos. La función del comportamiento en el mapa conductual es mostrar los repertorios en ciertas situaciones puntuales, y en la concepción tradicional, como producto de factores internos. Los conductuales ven el 19 comportamiento como sostenido por las condiciones, y los psicólogos tradicionales lo consideran consistente, aunque varíen los escenarios. La mirada conductual busca observar lo objetivo y evita interpretar, mientras que la mirada tradicional profundiza en la búsqueda de una historia personal y además infiere y generaliza. Un método posible de señalar como más moderno y completo es el “Cognitivo Conductual”, que unifica aspectos cognitivos (pensamientos ideas, expectativas, creencias) y aspectos conductuales (comportamientos concretos visibles). La premisa de este modelo, es que existe relación entre cogniciones y conductas, y que es posible y necesario detectar las cogniciones que afectan el comportamiento funcional o adaptativo (Ver http://www.cognitivoconductual.org/articles/qestcc.htm). 20 CAPÍTULO IX EL JUICIO CLÍNICO Se entiende por juicio clínico, la afirmación sobre la situación clínica de un paciente determinado, a la cual se arriba a mediante pruebas o razonamientos lógicos (Ver http://www.unav.es/cdb/dhblexico010002.html). De acuerdo con Juan B. López Messa, ninguna medición aislada o grupo de mediciones, se basta para abarcar los diversos aspectos del estado de un paciente, por lo que se requiere el juicio clínico, pese a su subjetividad para establecer con precisión aspectos no cuantitativos que son base para definir el más adecuado tratamiento (Ver http://remi.uninet.edu/2007/09/REMIA078.htm). 9.1. La Interpretación Para Trull y Phares (2003), el aspecto central del juicio clínico es la interpretación, y citan a L. H. Levy, para quien “la interpretación es la actividad individual más importante en la que participa el clínico”. Consideran los autores, que en la interpretación o juicio clínico participan y se mezclan, aspectos de la personalidad del paciente y la del clínico, así como otros de tipo situacional o circunstancial. Además, debe considerarse que existen numerosas posibilidades de interpretación de una misma información, situación o evento. Las interpretaciones intentan dar cuenta del posible origen de las dolencias o limitaciones, y se ven atravesadas por un paradigma (psicodinámica, conductual cognitivista, etc.). Conviene recordar que las conductas pueden juzgarse como comportamientos circunstanciales y transitorios o como rasgos o tendencias permanentes. A esto último Sundberg lo denominó “generalización descriptiva”. La contrastación entre cualitativo y cuantitativo resulta importante en el juicio clínico, ya que mientras algunos profesionales derivan sus interpretaciones de “data dura” obtenida en entrevistas y pruebas, otros consideran valiosa la intuición y la subjetividad. En estos casos sin embargo, hay riesgo de parcialidad, distorsión o sesgo. 21 Trull y Phares (2003), citan a Garb, quien define sesgo como una variación del juicio del clínico, que se da como resultado de la influencia de alguna característica del cliente o paciente, y no como derivado del cambio de las características del paciente o cliente. Ejemplifican con la depresión mayor y señalan que habría sesgo, si en igualdad de condiciones sintomatológicas, se diagnostican más mujeres que hombres como afectados con ese padecimiento. 9.2. El Reporte Clínico Luego de la realización de entrevistas, observar las conductas, obtener datos veraces, haber formulado hipótesis de trabajo, y haber realizado interpretaciones coherentes con base en criterios científicos, debe realizarse el reporte clínico, generalmente influido por el motivo de consulta, el público al cual se dirige, los procedimientos de evaluación utilizados y el paradigma teórico que los sustente. Dicho reporte, en la opinión de Appelbaum, citado por Trull y Phares (2003): deberá además huir de todo “formato único o ideal” y deberá considerar la realidad y lenguajes locales para facilitar su aceptación. También los autores presentan una Tabla, que incluye un bosquejo de una muestra de un reporte psicológico según Beutler, que contiene, con las variaciones de estilo de cada caso, los siguientes datos de referencia: 1. Datos de Identificación Nombre, sexo, edad, etnia, Fecha de evaluación, persona que lo refiere. 2. Motivo de consulta 3. Procedimiento de evaluación 4. Antecedentes 5. Resumen de hallazgos (en lo cognoscitivo, lo afectivo, lo intrapersonal y lo interpersonal) 6. Impresiones diagnósticas (incluye diagnósticos más probables) 7. Recomendaciones (incluye modalidad de tratamiento, frecuencia y duración) 22 CAPÍTULO X LA INTERVENCIÓN CLÍNICA Una fase de peso en el abordaje psicológico es la de la intervención clínica concreta. Lo primero que se debe destacar es que existen diversos métodos de intervención clínica. Goleman (1996) ha señalado que existen en la actualidad, cerca de 2.500 tipos de terapias diferentes. Sin embargo, las más conocidas o destacas, son: el psicoanálisis, la terapia del comportamiento, las terapias de grupo, la terapia familiar, la terapia existencial y la terapia cognitivo-conductual. Por “intervención psicológica”, Trull y Phares (2003) entienden un método para inducir cambios en la manera de pensar, sentir y actuar de una persona. También puede definirse como: “acción sobre otro que permite iniciar, alterar o inhibir un proceso, con intención de promover una mejora, optimización o perfeccionamiento” (Ver http://www.medicoscubanos.com/diccionario_medico.aspx?s=I&p=27). Asimismo se usa el término “psicoterapia”, para referirse a la intervención psicológica, el cual puede definirse como el procedimiento de tratamiento de desórdenes mentales, que se realiza por medios verbales e intelectuales tal como analizar, sugerir y persuadir, que puede ir acompañado de otros medios de tratamiento como la medicación (Ver http:// www.adopte1.org/adopte1/centroDeRecursos/terminos.aspx). Existen preguntas frecuentes relativas a la psicoterapia, como si realmente funciona, en qué ámbitos resulta eficaz y cuánto de inversión en tiempo y dinero se requiere para obtener los beneficios deseados. De acuerdo con Martin Seligman, citado por Trull y Phares (2003) existe lo que él denomina “la profundidad del problema”, que otorga cierta relatividad a la solución de ciertas situaciones, pues incorpora variables de orden biológico y cognitivo que afectan el tratamiento y el resultado. También los autores citan a Lambert y Bergin, quienes proponen una triada de factores atenuantes a considerar al evaluar la eficacia de un tratamiento: Factores de apoyo (confianza, relación positiva), factores de aprendizaje (facilidad de insight) y factores de acción (autodominio, audacia). 23 Un aspecto central en la relación entre terapeuta y paciente es el elemento ético. Existen códigos de ética que muestran los deberes y límites que de seguir todo terapeuta, en beneficio de la de la relación terapéutica, de la salud del paciente y de su propia reputación. En lo más general, la terapia debe mantenerse bajo confidencialidad, y pese a que el terapeuta pueda mostrarse encantador y amistoso, no debe involucrarse personalmente en relaciones fuera de la terapia, ni en lo afectivo ni en lo comercial (Ver http://www.psicocentro.com/cgibin/articulo_s.asp?texto=art17002). En cuanto al procedimiento a seguir, el procedimiento de trabajo terapéutico se resume como sigue: Contacto inicial, procedimiento de evaluación, definición de metas terapéuticas, inicio del tratamiento, evaluación y seguimiento del tratamiento hasta su culminación. Es importante destacar que el terapeuta no es dueño de la verdad, y que trabaja en la vida de otra persona, por lo que no debe resentir ni rehusarse a responder preguntas informativas que el paciente la plantee para su tranquilidad personal. 10.1. La Perspectiva Psicodinámica La visión terapéutica en el marco del modelo psicodinámico, se orienta hacia los motivos inconscientes y causales del comportamiento, que se consideran generalmente alojados en el pasado del individuo. Su postulante principal fue Sigmund Freud, quien se basó en el determinismo psíquico, categoría según la cual, toda conducta tiene significado, propósito y meta. Para Trull y Phares (2003), en la metodología psicodinámica, se busca abundante información el paciente, que será interpretada por el terapeuta en el marco de motivaciones inconscientes que se consideran la causa de la conducta perturbada. Los autores se refieren a los instintos, como a una categoría psicodinámica esencial, especialmente los de amor (eros) y muerte (tanatos). Los instintos de vida se consideran sanos e incluyen hambre, sed, sexo y creatividad. Los de muerte serían los responsables de los comportamientos autodestructivos. 24 En cuanto a la estructura de la personalidad, el modelo psicodinámico propone una triple estructura de la mente: El Ello: fuente de la energía mental, deseos e instintos básicos de origen inconsciente, no normativizados culturalmente El Súper Yo, derivado de los valores normativos y morales de la cultura, transmitidos familiarmente. Y el Yo, situado entre el Súper Yo y el Ello, cuya misión es mediar entre las dos fuerzas polares (deseos inconscientes / normas socioculturales) (Ver http://www.psicologiaonline.com/ESMUbeda/Libros/ProfSanitarios/profesionales3.htm) Los métodos principales de este modelo son: La conversación entre terapeuta y paciente, la introspección o revisión del paciente de sus conductas, motivos y efectos, la interpretación de los datos por asociación libre de ideas, el análisis de los sueños, los lapsus de memoria y habla, y los mecanismos de defensa (qué, cómo, cuándo, dónde, frecuencia e intensidad). Un elemento importante por considerar y evitar es el proceso denominado “transferencia”, mediante el cual el paciente asocia inconscientemente al terapeuta con figuras de su vida, y proyecta en el consultor aspectos positivos y negativos de esa figura de su pasado de vida. 10.2. La Perspectiva Fenomenológica y Humanista Existencial Una forma de terapia que surgió posterior al psicoanálisis y que tuvo gran éxito, fue la “Terapia Centrada en el Cliente”, propuesta por Carl Rogers. De acuerdo con Trull y Phares (2003), este modelo de interpretación conductual se caracterizó por un enfático respeto de las ideas, actitudes, decisiones de los pacientes y su “campo fenoménico”, y una negativa a dirigirlos o aconsejarlos. Para Rogers, el “self fenoménico” (yo) intenta preservarse ante cambios y amenazas a la autoestima, y de allí resultan los problemas. Esta terapia considera que lo que la persona percibe es su realidad. Así, se rechaza la idea de objetivismo y se busca información en la persona misma, para poder comprender conductas y predecir eventos. 25 La persona sana es la que logra integrar las experiencias limitadoras en lugar de evadirlas o justificarlas con excusas para evitar el ajuste o cambio positivo. Esa que busca moverse hacia adelante y autorrealizarse. Para Rogers la función de la psicoterapia es la liberación de un potencial, a través de una relación terapéutica basada en comprensión empática, consideración incondicional y autenticidad o congruencia. Asimismo, presenta una serie de recomendaciones de lo que no se debe hacer en la terapia: No dar información, no aconsejar, no tranquilizar o persuadir, no interpretar, no criticar y no asumir el terapeuta la responsabilidad del éxito de la terapia sino colocarla sobre la responsabilidad del paciente. En términos generales, siguiendo a Trull y Phares (2003), puede afirmarse que la visión humanista de la psicología, es opuesta a los determinismos planteados por el psicoanálisis y el conductismo, pues considera la existencia de propósitos, valores y metas conscientes, factores subjetivos como compromiso y responsabilidad, y una orientación hacia los aspectos positivos de los individuos, como su realización, su libertad y su integridad como personas unificadas y no en aspectos, fases o elementos separados, ni en sus patologías, desviaciones o disfunciones. Por su parte, la corriente existencialista, asociada a nombres como: Schopenhauer, Kirkegaard, Nietzsche, Sartre, Jaspers, Heidegger, Boss, Frankl y May entre otros, postula que los seres humanos dan significado y esencia a sus vidas de manera individual, y no un poder trascendental. Así, se ve a la persona como libre y responsable de sus actos, creador de una ética individual. Esta corriente no se centra en la terapia sino en un encuentro que para revelar el valor de la experiencia, y el reconocimiento de la persona como única y valiosa (Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Existencialismo). Un tipo de terapia que tiene mucho de existencialista es la “Logoterapia”, creada por Victor Frankl. Su esencia es la búsqueda del sentido de la vida, especialmente ante eventos que pueden afectar el normal funcionamiento de la persona. Prioriza la responsabilidad del individuo sobre su vida, y se centra en el presente y en el futuro, más que en el pasado. Las dos técnicas más conocidas de la 26 Logoterapia son la intención paradójica y la derreflexión. En la primera se induce al paciente a intentar voluntariamente la conducta que intenta evitar, y en el segundo caso, mover su atención cuando está sobre enfocada en un síntoma, hacia aspectos más productivos de la vida del paciente. También la Terapia Gestáltica tiene un ángulo existencial y humanista. Asume al individuo como un todo, y de acuerdo con Naranjo, citado por Trull y Phares (2003), la terapia se centra en ayudar al paciente a: Vivir el ahora, vivir aquí, dejar de imaginar, expresarse de manera directa, estar consciente de lo agradable y lo desagradable, rechazar los “debería” y los “tendría”, que no son de la propia persona, responsabilizarse por sus pensamientos, sentimientos y acciones, y entregarse a ser lo que realmente se es. 10.3. La Perspectiva Conductual y Cognitivo Conductual En cuanto a la Terapia Conductual o Terapia del Comportamiento, puede decirse que es un método de gran influencia en la psicología, por su orientación objetivista centrada en lo visible del comportamiento. Se define como un “cuerpo de conocimientos empíricos y teóricos que han resultado de la aplicación del método experimental en Psicología, con el fin de explicar la génesis y el mantenimiento de patrones anormales del Comportamiento y de aplicar dicho conocimiento al tratamiento y su prevención” (Ver www.psicologia.uanl.mx/programas/conductual/octavo/076p_terapiadelcomportamie nto.doc). De Acuerdo con Trull y Phares (2003), las técnicas terapéuticas más destacadas de este modelo, son: Desensibilización sistemática: Desarrollada por Slater y Wolpe, se basa en el principio de “inhibición recíproca”. Combina la presentación de estímulos ansiogénicos con la relajación, hasta que logra desensibilizarse de los estímulos que le resultaban intensos. Relajación: Una técnica muy usada para superar patrones de tensión muscular. 27 La Terapia de Exposición: Procedimiento en el cual se induce al paciente, en vivo o mentalmente, a enfrentarse con el estímulo que evita. Ensayo conductual: Es una técnica de afrontamiento de situaciones que permite al paciente adquirir formas de respuesta a ciertos eventos para los cuales carece de conductas adecuadas en su repertorio, de manera que pueda expresarlas en situaciones reales. Manejo de contingencias: Es una variedad de técnicas que se basa en controlar la conducta a través del control de las consecuencias, entre las que destacan el “Moldeamiento” (se premian selectivamente conductas parecidas o cercanas a la deseable); “Tiempo Fuera” (se busca extinguir un comportamiento, al distanciar a la persona temporalmente de un contexto que resulta reforzante); Contrato de Contingencias” (acuerdo formal entre terapeuta y paciente en el cual se definen las consecuencias de ciertos comportamientos); La Regla de la Abuela (se refuerza un comportamiento deseado permitiendo otro que es placentero); “Economía de Fichas” (se especifican los comportamientos deseables, se establecen los reforzadores, se acumulan puntos, estrellas y otros símbolos, y se intercambian por reforzadores deseables cuando se llega a un tope de conductas deseables prefijadas). Terapia Aversiva: Conjunto de procedimientos aplicados a público especial y en situaciones especiales, desde la premisa de que consecuencias negativas a una conducta tienden a reducirla o suprimirla y disminuir así, a decir de Wolpe, su fuerza de hábito. Se usan fármacos, choques eléctricos, situaciones de vergüenza, iluminación intensa, etc. También la “Sensibilización Cubierta (se hace al paciente imaginar la conducta indeseable, y luego imaginarse una consecuencia adversa). 28 Técnicas de la Terapia del Comportamiento Cuadro N° 1 TECNICA DESCRIPCION Desensibilización sistemática Relajación Presentación de estímulos ansiogénicos. Relajación consciente. Inhibición recíproca. Distensión consciente de grupos musculares para modificar y deshacer pautas de tensión Terapia de Exposición Inducción al paciente, en vivo o mentalmente, para enfrentar estímulos que intenta evitar. Ensayo de conductas Entrenamiento de imitación de roles, para adquirir conductas inexistentes en el repertorio personal y usarlas en situaciones reales. Manejo de contingencias Variedad de técnicas cuya base es el control de consecuencias. Terapia Aversiva Procedimientos especiales, que asignan consecuencias negativas a conductas indeseables para modificarlas. Fuente: Trull y Phares (2003) Composición gráfica: Elaboración Propia En cuanto a la Terapia Cognitivo-Conductual, se orienta a la modificación de pensamientos y comportamientos, se centra en el presente y trabaja en la detección y superación de patrones disfuncionales cognitivos y conductuales, y además, cuantifica el trabajo realizado para medir los avances obtenidos. (Ver http://www.depresion.psicomag.com/terapia_conductual.php) Mahoney y Arnkoff, citados por Olivares y Méndez (2005) consideran la existencia de tres tipos de técnicas Cognitivas-Conductuales: - Las de Reestructuración Cognitiva: Se orientan a detectar y modificar las cogniciones limitantes del paciente, definidas por su efecto negativo en emociones y conductas (TREC de Ellis, la TC de Beck, Restructuración Racional de Golfried y Golfried y l Entrenamiento Autoinstruccional de Meichenbaum). 29 - Las de Entrenamiento en Habilidades de Afrontamiento: Buscan que el paciente aprenda a manejar situaciones estresantes. (Inoculación de Estrés de Meichenbaum, Entrenamiento para el Manejo de la Ansiedad de Suinn y Richardson, Desensibilización de Autocontrol de Goldfried, y Modelado Encubierto de Cautela). - Técnicas de Resolución de Problemas. Buscan que el paciente se entrene en habilidades sistemáticas de resolución de diversos tipos de problemas, desde una metodología que incluye: Análisis de problemas, formulación de objetivos, generación y valoración de alternativas, selección de alternativas, ejecución y valoración de los resultados. (Terapia de Resolución de Problemas de D’Zurrilla y Goldfried, Técnicas de Resolución de Problemas Interpersonales de Spivack y Shure. 10.4. La Terapia de Grupo, Familiar y de Pareja La Terapia de Grupo es un método que data de la primera década del siglo pasado y se define como un método de tratamiento psicológico, que propone la resolución de los conflictos personales como problemas emocionales, dificultades en la adaptación social, crisis evolutiva, despertar de capacidades inhibidas, trastornos alimenticios, adicciones y otros, en un contexto grupal heterogéneo que trabaja de manera responsable y voluntaria (Ver http://www.arkhepsicologos.cl/arkheinfo.htm). Para Trull y Phares (2003), existen distintos enfoques de terapia grupal, entre los que pueden destacarse: la Terapia De Grupos Psicoanalítica, el Psicodrama, el Análisis Transaccional, los Grupos de Modificación Comportamental. Por su parte, la Terapia de Familiar surgió en los Estados Unidos en los años 50 y planteó una visión renovada en el abordaje de los problemas de salud mental (Ver http://www.dip-badajoz.es/agenda/index.php?1=0&2=&3=0&4=0&5=--&6=&agenda =505&id=3). Su auge llega cuando Bateson, Satir y otros investigadores propusieron un enfoque comunicacional para comprender trastornos mentales como la esquizofrenia. Planeta que para tratar a un paciente, debe tratarse al grupo familiar completo, el cual es visto como un sistema. La terapia busca adecuar las pautas de 30 comunicación y de relación entre paciente, familia y sociedad, y evitar mensajes contradictorios o coaliciones patológicas entre algunos miembros de la familia. La idea central es que los miembros de la comunidad familiar se percaten de la influencia recíproca de sus conductas y aprendan nuevas maneras de interactuar y percibirse (Ver http://html.rincondelvago.com/habilidades-sociales_1.html). Trull y Phares (2003), recomiendan utilizar la terapia familiar cuando las conductas disfuncionales se vinculan con la familia o cuando está en peligro la estructura familiar. No se recomienda en todos los casos, como cuando se dan trastornos severos. Para estos autores, la Terapia de Pareja, puede verse como otra modalidad de Terapia Familiar. Citan a Fruzzetti y Jacobson, quienes ubican el origen de esta forma de terapia por los años sesenta, y presentan una variedad de métodos, tales como: Terapia Matrimonial Conductual, Terapia Cognoscitiva de Pareja, Terapia de Pareja de Enfoque Emocional, Terapia Sexual, y Terapia de Perspicacia o Psicodinámica. La Terapia de Pareja Cognitivo Conductual, pone atención en el análisis de los conflictos cotidianos que podrían generar la ruptura de la relación. Intenta determinar la causa de aparición y permanencia de los problemas, que desarrollan un patrón de predominio de interacciones negativas, para abordarlos y superarlos, desde una mejor comunicación y un abordaje más eficaz de los problemas (Ver http://www.psicoterapeutas.com/pacientes/pareja.htm). 31 CAPÍTULO XI ESPECIALIDADES EN PSICOLOGÍA CLÍNICA Algunas de las especialidades que existen en el marco de acción de la psicología clínica, son: Psicología Comunitaria, Psicología de la Salud y Medicina Conductual, Neuropsicología, Psicología Forense, y Psicologías Pediátrica y Clínica Infantil. Por razones de espacio, este capítulo resume de manera somera los elementos fundamentales que definen a cada una de esta sub áreas de aplicación terapéutica e investigativa. 11.1. Psicología Comunitaria Para Trull y Phares (2003), la Psicología Comunitaria, es un marco de trabajo en la salud mental, que enfatiza el efecto de las fuerzas ambientales o contextuales en la solución de los problemas, pues estima que las comunidades son en mucho, responsables de sus miembros, y que estos deben autopercibirse como capaces de controlar su destino. Se centra en la prevención, más que en la cura, y valora la multiculturalidad. Se ha dicho que los objetivos de transformación social de la Psicología Comunitaria, bordean el terreno político, en cuanto a cambio de valores sociales y promoción de los derechos civiles. Sin embargo, su prioridad es la salud mental de las comunidades. 11.2. Psicología de la Salud La Psicología del Salud, es una rama derivada de la psicología, surgida a finales de los años setenta, que aborda la enfermedad física, desde una mirada amplia, biopsicosocial, que la considera en sus aspectos médicos, psicológicos y sociales (Ver http://www.cepvi.com/articulos/psicologia_de_la_salud.shtml). Las técnicas terapéuticas más usadas por este enfoque son: Desensibilización sistemática, 32 condicionamiento operante, inoculación contra el estrés y retroalimentación biológica. 11.3. Neuropsicología La Neuropsicología es una disciplina clínica en la que confluyen Psicología y Neurología. Estudia los efectos de lesiones o daños o anomalías de las estructuras del sistema nervioso central, causan sobre los procesos cognitivos, psicológicos, emocionales y conductuales de los individuos (Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Neuropsicolog%C3%ADa). Antes de avanzar hacia un diagnóstico y hacia un abordaje terapéutico, el neuropsicólogo evalúa aspectos varios del paciente, como funcionamiento intelectual, razonamiento abstracto, memoria, procesamiento perceptivo visual y funcionamiento lingüístico. A juicio de Para Trull y Phares (2003), una premisa central de este enfoque, es que el comportamiento resulta de la conjunción de distintas zonas y sistemas del cerebro. 11.4. Psicología Forense La Psicología Forense, puede definirse como un punto de vinculación entre psicología y derecho. Weiner y Hess, citados por Solange Blandino-Wong la consideran “un cuerpo de estudios encaminados a esclarecer la relación entre conducta y procedimiento legal, que involucra aspectos como estudios experimentales sobre testimonios y memoria; toma de decisiones de jueces y jurados; y comportamiento criminal, entre otros aspectos” (Ver http://www.psykhe.org/logospsykhe/2007/03032007c.htm). Esto los faculta para laborar como testigos expertos, o consultores en casos de derecho civil y penal, o como colaboradores en la selección de jurados. A veces se les solicita para juzgar la peligrosidad de un paciente para sí mismo y/o para otros. 33 CONCLUSIONES Luego de realizada la investigación documental en relación con el tema relativo a la epistemología y la psicología clínica, siempre dentro de una visión amplia y crítica, es posible y necesario arribar a algunas conclusiones: La epistemología es una derivación o subconjunto de la filosofía, un marco de referencia paradigmático, una metaciencia que sirve de base y sustento a las teorías del conocimiento que pretenden dar cuenta de los fenómenos de la naturaleza y la vida, es decir sobre la verdad científica. Esto es así en cuanto a todos los paradigmas, sean estos de orientación positivistas, constructivistas, construccionistas u otros. No existe investigación que pueda eximirse de formar parte o partir de paradigmas epistemológicos, que le dan piso, dirección y sentido, y que además filtran o coloren los métodos investigativos, los resultados y sus interpretaciones, aunque en ocasiones se quiera presentar la ciencia como un proceso puro o incontaminado, tal y como lo sugiere la visión internalista. El método empírico analítico es el modelo que por excelencia procede cuando se quiere superar la tendencia relativista de la ciencia, y generar conocimiento científico riguroso, válido y verdadero. Esto, sin dejar de considerar las debilidades del método inductivo y del principio de verificabilidad, ya cuestionado por propuestas como el falsacionismo de Popper y la visión externalista. Popper con su planteamiento acerca de que la verdad científica es temporal, perfectible y susceptible de ser falseada; y la visión externalista de la ciencia, que postula como imposible separar los métodos y resultados de la ciencia, del entorno en que estos se originan. Es posible tanto para las ciencias naturales como para las ciencias sociales, desarrollar trabajos de rigurosidad y credibilidad científica, aunque en el marco de las ciencias sociales se abra un espacio para los métodos hermenéuticos o interpretativos. Es el caso de la psicología clínica, una disciplina de base científica que aunque trata con aspectos humanos objetivos y subjetivos, sigue los protocolos de la investigación científica, pues asume el criterio de empirismo racional, como necesario para el 34 desempeño de sus procederes: observación, evaluación, diagnóstico e intervención terapéutica. Existen diferentes métodos terapéuticos y especializaciones, que demandan conocimiento del área, y capacidad para desarrollar una relación terapéutica adecuada que será relativa a la visión, sensibilidad, experiencia y tendencias teóricas de cada terapeuta. 35 BIBLIOGRAFIA Blandino-Wong, S. La Psicología Forense. http://www.psykhe.org/logospsykhe/2007/03032007c.htm Goleman, D. (1996). La inteligencia emocional. Editorial: Editorial Kairós. López Messa, J. B. (2007). Revista Electrónica de Medicina Intensiva Artículo Nº A78. Volumen 7 Nº 9. Martínez Miguélez, M. (2004). Ciencia y Arte en la Metodología Cualitativa. Editorial Trillas. México. D.F. Olivares Rodríguez, J. y Méndez Carrillo, F. X. (2005). Técnicas de Modificación de Conducta. 4ta. Edición. Editorial Biblioteca Nueva. Trull, T.J. y Phares, E.J. (2003). Psicología Clínica. Sexta edición. Editorial Thomson Learning. http://remi.uninet.edu/2007/09/REMIA078.htm 36