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1 EL VERBO Los verbos son palabras variables que, atendiendo a su significado, indican acciones, , estados o procesos situados en un tiempo pasado, presento o futuro. Desde el punto de vista de la función que desempeña, el verbo es el núcleo del sintagma verbal. Según su forma, el verbo se compone de una raíz verbal y unas desinencias. La raíz aporta el significado léxico del verbo mientras que la desinencia aporta significados gramaticales como la persona, el número, el tiempo….. Persona. Nos da la información sobre quién o qué realiza la acción verbal.. Las personas del verbo son: la primera se refiere al hablante; la segunda, al oyente y la tercera se refiere a alguien distinto del oyente y del hablante. Ej: 1ª: salt-o; 2ª: salt-as; 3ª: salt-an. Número. Indica si quien realiza la acción es un único sujeto o varios. Por tanto el número del verbo puede ser singular o plural. Tiempo. Los verbos indican si la acción se produce en el presente, pasado o futuro. Modo. Exprese la actitud del hablante con respecto a lo expresado por el verbo. Hay tres modos: el indicativo, que se refiere a hechos reales y objetivos; el subjuntivo, que se refiere a hechos dudosos e improbables; el imperativo, que expresa ruegos o mandatos. Aspecto. Expresa si la acción de un verbo ha terminada ya( aspecto perfectivo), o está en proceso(aspecto imperfectivo). Voz. Expresa si el sujeto realiza la acción(voz activa), o la recibe( voz pasiva). Ej: voz activa: descubr-ió; voz pasiva: fue descubierto. VERBOS REGULARES E IRREGULARES Los verbos regulares son los que mantienen la raíz intacta en todas sus formas y añade las desinencias propias de cada forma. Los verbos irregulares son los que no cumplen estas condiciones. Ej: 1ª persona del sg. Presente de indicativo: part-o(forma regular) 1ª persona del sg. Del presente de indicativo: veng-o(forma irregular) 3ª persona del sg. Del pretérito perfecto simple de Ind. Part-ió(forma regular. 3ª persona del sg. Del pretérito perfecto simple de Ind: vin-o(forma irregular. FORMAS SIMPLES Y COMPUESTAS Los tiempos verbales se pueden clasificar en formas simples(constan de una sola palabra) y en formas compuestas(constan de dos palabras: una forma del verbo haber y el participio del verbo conjugado). 2 FORMAS PERSONALES Y NO PERSONALES La mayor parte de las formas verbales expresan a través de las desinencias rasgos gramaticales de persona: cualquier forma verbal expresa si el agente de la acción verbal es la 1º, la 2ª, o la 3ª persona. Sin embargo, algunas formas verbales no expresan esos rasgos gramaticales de persona: a estas formas se les llama formas impersonales. Son el INFINITIVO; el GERUNDIO; el PARTICIPIO. VALORES DEL PRESENTE Se usa para acciones simultáneas al momento en que se habla. Pero también este tiempo verbal se puede utilizar con otros significados diferentes al uso normal. Los más comunes son: Habitual: acciones que se realizan con frecuencia( los miércoles tengo natación) Intemporal: señala hechos o ideas objetivas(el agua es buena para la salud) Histórico: pone en presente hechos ocurridos en el pasado( Cervantes publica la primera parte de El Quijote en 1605. Futuro: aproxima hechos que van a ocurrir próximamente(el mes que viene, Jorge termina el curso de Literatura. Imperativo: se usa para dar órdenes(ahora recoges el papel que has tirado al suelo). VALORES DEL PASADO Se emplea para acciones anteriores al momento en el que hablamos(la televisión funcionaba muy bien). Sin embargo, este tiempo se puede utilizar con otros valores diferentes a su uso normal. Los más habituales son: De cortesía. Se usa para intervenir o hablar de forma educada(disculpe, quería devolver este libro) Hipotético. Se utiliza para situar hechos no reales en juegos, representaciones(jugamos a que tú eras el príncipe y yo un siervo. VALORES DEL FUTURO Se emplea para acciones posteriores al momento en que se habla(esta televisión nueva funcionará muy bien). También, este tiempo verbal se puede utilizar con otros significados. Mandato. Sirve para dar órdenes e instrucciones(ordenarás tu habitación antes de salir). Probabilidad. Se usa para expresar una duda o una suposición(supongo que harás ahora los deberes) Cortesía .Plantea de forma educada preguntas e intervenciones(¿querrás tomar una infusión?) ACTIVIDADES 3 EL TEXTO NARRATIVO El hombre pisó algo blancuzco y enseguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante y, al volverse, vio una yarará que arrollada sobre sí misma esperaba otro ataque. El hombre sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza y hundió el cuerpo en el centro mismo de su espiral, pero el machete cayó de lomo dislocándole las vértebras. El hombre se ligó el tobillo con su pañuelo y siguió por la picada hacia su rancho... Fragmento de "A la deriva" de Horacio Quiroga LA NARRACIÓN. 4 QUÉ HACER EN CASO DE MORDEDURA DE VÍBORA: Realizar un torniquete bien ajustado unos centímetros por encima de la mordedura. No succionar la herida. Buscar inmediatamente ayuda médica. 5 I. Introducción Fíjate en los textos que se presentan en la página anterior. El tema que tratan es el mismo, pero se trata de TIPOS DE TEXTO DISTINTOS. Sólo uno de ellos es NARRATIVO, ¿cuál es? Si te paras a pensar, te darás cuenta de que nos pasamos la vida contando cosas: gran parte de nuestras conversaciones cotidianas consiste en relatarnos los unos a los otros lo que hacemos, lo que hemos visto, lo que alguien a su vez nos ha contado... Antes de que existiera la palabra escrita, esta forma de contar -el relato oral- era el único modo posible de que quienes no habían visto u oído algo directamente tuvieran noticia de ello. Narrar es relatar los hechos de unos personajes que se han producido a lo largo del tiempo. En la comunicación, es la forma más utilizada, porque lo habitual en una conversación es contar cosas. La narración normalmente no aparece en estado puro. Los textos narrativos incluyen la descripción y el diálogo como formas expresivas imprescindibles, ya que son el medio adecuado para caracterizar a los personajes (mediante la descripción y el diálogo) y los ambientes (mediante la descripción). El hecho de que muchos textos narrativos nos hayan llegado mediante la transmisión oral, implica que forman parte del folclore, es decir, del conjunto de costumbres y productos culturales que las sociedades no alfabetizadas se han ido transmitiendo de generación en generación a través de la palabra. 6 Desde el punto de vista de lo narrado, la narración se puede clasificar de la siguiente manera: REALISTA: si los hechos narrados resultan verosímiles y pueden darse en la realidad. FANTÁSTICA: si los hechos narrados no pueden darse en la realidad. INFORMATIVA: si se narran hechos reales que han sucedido en la realidad (noticia, por ejemplo). II. Características de los textos narrativos. 1. La verosimilitud es la cualidad que hace que los hechos narrados parezcan verdaderos, aunque no lo sean. 2. Capacidad para atraer la atención del lector mediante la naturaleza misma de la acción, la caracterización de los personajes, el El GÉNERO NARRATIVO ambiente en que tiene lugar la acción relatada VERSO: y, por supuesto, el enfoque o punto de vista del - Epopeya. autor. Esta amenidad se consigue: - Cantar de Gesta. A. Expresándose con palabras - Romance. atractivas (tanto por su forma de sonar al oído PROSA: como por los significados en que hiciera - Literario: pensar). o Novela. B. Explicando y sugiriendo detalles y o Cuento. matices con precisión y claridad. o Leyenda. C. Entrando en materia en seguida, o Mito haciendo que nada más empezar suceda algo Informativo: insólito o expresando de forma directa algún o Noticia hecho sorprendente, y dejar pendiente al lector o Reportaje. de cómo va a continuar el asunto, o en qué se o Crónica resolverá, así se engancha al lector y se espolea su curiosidad. III. ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN. EL AUTOR NO ES EL NARRADOR. EL AUTOR: Una narración es inventada por una persona, que se llama el AUTOR y cuyo nombre suele estar al comienzo o al final del cuento o novela. El autor, además de imaginar a los personajes, también inventa al NARRADOR que es la “voz” que cuenta la historia. Esa “voz” que narra puede ser: omnisciente, testigo o protagonista. En toda narración existen unos elementos centrales: 1) el narrador (o punto de vista); 2) el marco de la narración, que incluye el tiempo y el espacio; 3) los personajes y 4) la acción. 1. Narrador y Punto de Vista: Es quien da vida al relato, quien lo cuenta y conduce la acción de la historia. Puede adoptar dos puntos de vista: estar fuera de la historia y 7 narrar los hechos en tercera persona, o bien ser una persona. Hay varios tipos: Narrador en primera persona: es un personaje de la historia que puede ser protagonista o testigo de la misma. Narrador en segunda persona: muy poco usado. Suele ser la voz de la conciencia del protagonista. Narrador en tercera persona: es el caso más frecuente. Hay dos tipos fundamentales: Narrador omnisciente: aquel que lo sabe todo de los personajes y que incluso los enjuicia. Narrador limitado u objetivo: sólo conoce los hechos de los personajes. 2. El marco de la narración: Se refiere al espacio, al tiempo y al ambiente que se crea para que la acción tenga lugar; es como el escenario en el que se desarrolla la historia. 2.1. El tiempo. Este aspecto tiene que ver con cuándo suceden los hechos que se narran. Según se cuenten los hechos la narración puede tener distinto orden. Puede ser: Tipos de hechos relatados. REALES: como las anécdotas, noticias de prensa y crónicas. IMAGINARIOS: como los cuentos, leyendas, novelas y poemas épicos. Estas a su vez se dividen en: REALISTAS: si refieren hechos verosímiles, es decir, creíbles. FANTÁSTICOS: si relatan hechos inverosímiles. Lineal: los hechos se cuentan en orden cronológico que se puede alterar mediante ciertos mecanismos: o Anticipaciones: se narra algo antes de que suceda. o Elipsis: se suprimen espacios de tiempo. o Flash-back o regresiones: se narra algo que ocurrió antes del momento que se narra. Anacrónica: la narración no empieza desde el principio sino que se cuentan los hechos dando saltos al pasado (“flash back” vuelta atrás) o al futuro. En el medio: no hay introducción se presenta primero el nudo. Luego se retrocede a lo que ha originado esa situación y se continúa con el desenlace. Fragmentada: es el lector el que debe reconstruir la narración desordenada en su cabeza. Es lo que pasa en Rayuela de Cortázar o Señas de Identidad de Juan Goytisolo. Según el final la estructura puede ser abierta o cerrada. 8 o En una narración de estructura abierta (o final abierto), la acción se interrumpe antes de llegar al desenlace; el lector no sabe cómo termina el relato y tiene que imaginarse el final. o La estructura cerrada se da cuando la narración tiene un final y no admite otra continuación. 2.2. El espacio. Se refiere al lugar en el que se desarrollan los acontecimientos. Puede ser determinado, si se describe, o por el contrario, indeterminado si no se le presta mucha atención. Puede ser: Según su ubicación: abierto, cerrado, rural, urbano, etc. Según su relación con la realidad: real, ficticio, verosímil, inverosímil, fantástico, etc. 3. Personajes: Son seres que causan o sufren las consecuencias de los acontecimientos. Pueden ser personas, animales o cosas, reales o imaginarios. Existen diferentes clases de personajes: Principales: El personaje principal sería el protagonista y los que se oponen al protagonista son los antagonistas. Secundarios: Los aliados de los protagonistas. Los aliados de los antagonistas. Históricos / Verosímiles / Fantásticos. Planos / Redondos: Planos: No cambian a lo largo de la historia. El bueno siempre es bueno, el malo siempre es malo y el tonto siempre es tonto. Redondos: tienen una profundidad psicológica y una personalidad como la real, evolucionan y cambian a lo largo de la historia dependiendo de los acontecimientos. Tipo: corresponden a rasgos genéricos, a comportamientos propios de una clase de individuos. 4. La Acción: La acción está formada por todos los acontecimientos y situaciones que componen una historia. Dichos acontecimientos se pueden organizar en núcleos con cierta autonomía, llamados episodios. El conjunto de acontecimientos y hechos de la historia se denomina también argumento. La forma de organizar dichos acontecimientos se denomina trama. La estructura de la trama: En la estructura de la trama se distinguen dos organizaciones: 9 1) Organización externa: las novelas se suelen dividir en capítulos o en otras divisiones como las de Parte I, Parte II, etc. 2) Organización interna: Estructura interna es la manera de distribuir los sucesos en una narración. En este sentido los relatos suelen presentar tres partes: planteamiento, nudo y desenlace. En el planteamiento aparecen los elementos y personajes fundamentales y se sitúan los hechos en un lugar y en un tiempo determinados, es decir, se presentan los fundamentos de lo que será la narración. En el nudo surge y se desarrolla el conflicto. Es el momento de mayor interés, el momento de la intriga. Desenlace: Es el episodio final en el que se resuelve o finalizan los conflictos. Hay dos tipos de desenlace: a) desenlace abierto, la acción se interrumpe antes de llegar al final; el lector no sabe cómo termina el relato y tiene que imaginárselo; b) desenlace cerrado, la narración tiene un final y no admite otra continuación. Según el orden en que se narran los hechos puede hablarse de orden lineal u orden no lineal. En la orden lineal los hechos se suceden siguiendo un orden cronológico. En la orden no lineal se rompe el orden cronológico, especialmente para intercalar escenas del pasado en el presente (saltos atrás, saltos adelante, vacíos temporales). 10 11 NARRACIONES BASADAS EN ELEMENTOS IMAGINARIOS O DE FICCIÓN Poema épico: Relata las hazañas heroicas con el propósito de glorificar a una patria. Por ejemplo, La Eneida, de Virgilio. Cantar de gesta: Poema escrito, en la Edad Media, para VERSO ensalzar a un héroe. Por ejemplo, el Poema de Mío Cid. Romance: Poema épico-lírico usado para narrar hazañas, hechos de armas, o historias de otro tipo. Tiene siempre el mismo esquema de versos de ocho sílabas con rima asonante en los versos pares. Cuento: narración breve con pocos personajes y con el tiempo y espacio escasamente desarrollados. El cuento tradicional o popular tuvo un origen oral. Novela: narración más extensa y compleja que el cuento donde aparece una trama complicada o intensa, personajes sólidamente trazados, ambientes descritos pormenorizadamente, con lo que se crea un mundo PROSA autónomo e imaginario. Leyenda, como el cuento popular, también relata sucesos fabulosos transmitidos oralmente por tradición, pero la leyenda trata esos sucesos como si fueran históricos. Y es que, por lo general, la leyenda arranca de cosas o personajes verdaderos. Pero en su proceso de formación, lo que fue verdadero en origen va creciendo hasta llegar a ser inventado en su totalidad. NARRACIONES BASADAS EN LA REALIDAD, NO HAY FICCIÓN Se basan en la noticia, informan al lector o al espectador NARRACIÓN de un acontecimiento relevante. PERIODÍSTICA Algunos tipos son la noticia, el reportaje y la crónica NARRACIÓN HISTÓRICA Dos grandes tipos: a) las narraciones de los libros de historia sobre guerras, reinados, siglos, etc. b) sobre la vida de una personalidad relevante: biografías, autobiografías, memorias, etc. 12 ACTIVIDADES 1.- ¿Qué tipo de narrador y persona se usa en “Carta a Gianfranco”? Carta a Gianfranco Querido Gianfranco: me voy a París el lunes. Así como suena: a París en avión. (…) Apenas llegue le mandaré una postal con la Torre Eiffel y una frase cursi: Querido Gianfranco, me vine a París el lunes, y en París mi primer recuerdo es para usted… Marco Denevi. 2- ¿Qué tipo de narrador y qué persona gramatical usó Thomas Bailey Aldrich (1836 – 1907) en el cuento fantástico “Sola y su alma”? Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. Thomas Bailey Aldrich. Sola y su alma. 13 3.- Lee atentamente el texto e identifica el tipo de narrador. Luego se habían metido poco a poco las dos y se iban riendo, conforme el agua les subía por las piernas y el vientre y la cintura. Se detenían, mirándose, y las risas les crecían y se les contagiaban como un cosquilleo nervioso. Se salpicaron y se agarraron dando gritos, hasta que ambas estuvieron del todo mojadas, jadeantes de risa. Sánchez Ferlosio 1. 2. 3. 3ª persona. Narrador omnisciente. 3ª persona. Narrador observador. 1ª persona. Narrador protagonista. La mañana del 4 de octubre, Gregorio Olías se levantó más temprano de lo habitual. Había pasado una noche confusa, y hacia el amanecer creyó soñar que un mensajero con antorcha se asomaba a la puerta para anunciarle que el día de la desgracia había llegado al fin. Luis Landero. Juegos de la Edad Tardía. 1. 3ª persona. Narrador omnisciente. 2. 3º persona. Narrador observador. 3. 1ª persona. Narrador protagonista. 14 A los seis años ya había captado por completo su entorno mediante el olfato. No había ningún objeto en casa de madame Gaillard, ningún lugar en el extremo norte de la rue Charonne, ninguna persona, ninguna piedra, ningún árbol, arbusto o empalizada, ningún rincón, por pequeño que fuese, que no conociera, reconociera y retuviera en su memoria olfativamente, con su identidad respectiva. Había reunido y tenía a su disposición diez mil, cien mil aromas específicos, todos con tanta claridad, que no sólo se acordaba de ellos cuando volvía a olerlos, sino que los olía realmente cuando los recordaba; y aún más, con su sola fantasía era capaz de combinarlos entre sí, creando nuevos olores que no existían en el mundo real. Süskind, P. El perfume. a. 3ª persona. Narrador omnisciente. b. 3ª persona. Narrador observador. c. 1ª persona. Narrador protagonista 15 Hace muchos años tuve un amigo que se llamaba Jim, y desde entonces nunca he vuelto a ver a un norteamericano más triste. Desesperados he visto muchos. Tristes como Jim, ninguno. Una vez se marchó a Perú, en un viaje que debía durar más de seis meses, pero al cabo de poco tiempo volví a verlo. Roberto Bolaño. Jim. a. 3ª persona. Narrador omnisciente. b. 3ª persona. Narrador observador. c. 1ª persona. Narrador protagonista. Fue entonces cuando se torció el tobillo [...] Cayó en mala posición: el empeine del pie izquierdo cargó con todo el peso del cuerpo. Al pronto sintió un dolor agudísimo; pensó que se había roto el pie. Con alguna dificultad, sentado en el césped, se quitó la zapatilla y el calcetín, comprobó que el tobillo no estaba hinchado. El dolor amainó en seguida, y Mario se dijo que con suerte el percance no revestiría mayor importancia. Se puso el calcetín y la zapatilla; se incorporó; caminó con cuidado: una punzada le desgarraba el tobillo. Javier Cercas, El inquilino a. b. c. 3ª persona. Narrador omnisciente. 3ª persona. Narrador observador. 1ª persona. Narrador protagonista. 16 Analiza el espacio y el ambiente en este relato. En Andalucía, por ejemplo, (pues precisamente aconteció en una ciudad de Andalucía lo que vais a oír), las personas de "suposición" continuaban levantándose muy temprano, yendo a la Catedral, a "Misa de prima", aunque no fuese "día de precepto"; almorzando, a las nueve, un huevo frito y una jícara de chocolate con picatostes; comiendo, de una a dos de la tarde, puchero y principio, si había caza, y, si no, puchero sólo; durmiendo la siesta después de comer; paseando luego por el campo; yendo al Rosario, entre dos luces, a su respectiva parroquia; tomando otro chocolate a la Oración (éste con bizcochos); asistiendo los muy encopetados a la tertulia del Corregidor, del Deán, o del Título que residía en el pueblo; retirándose a casa a las Ánimas; cerrando el portón antes del toque de la "queda"; cenando ensalada y "guisado" por antonomasia, si no "habían entrado" boquerones frescos, y acostándose incontinenti con su señora (los que la tenían), no sin hacerse calentar primero la cama durante nueve meses del año... ¡Dichosísimo tiempo aquel en que nuestra tierra seguía en quieta y pacífica posesión de todas las telarañas, de todo el polvo, de toda la polilla, de todos los respetos, de todas las creencias, de todas las tradiciones, de todos los usos y de todos los abusos santificados por los siglos! ¡Dichosísimo tiempo aquel en que había en la sociedad humana variedad de clases, de afectos y de costumbres! ¡Dichosísimo tiempo, digo, para los poetas, especialmente, que encontraban un entremés, un sainete, una comedia, un drama, un auto sacramental o una epopeya detrás de cada esquina, en vez de esta prosaica uniformidad y desabrido realismo que nos legó al cabo la Revolución Francesa! ¡Dichosísimo tiempo, sí!... Pedro Alarcón. El sombrero de tres picos. 17 Identifica la estructura del relato siguiente, indicando planteamiento, el nudo y el desenlace. cuál es el Tenía un perrilla perdiguera -la Chispa-, medio ruin, medio bravía, pero que se entendía muy bien conmigo; con ella me iba muchas mañanas hasta la Charca, a legua y media del pueblo hacia la raya de Portugal, y nunca nos volvíamos de vacío para la casa. Al volver, la perra se me adelantaba y me esperaba siempre junto al cruce; había allí una piedra redonda y achatada como una silla baja, de la que guardo tan grato recuerdo como de cualquier persona; mejor, seguramente, que el que guardo de muchas de ellas. (...) La perrilla, se sentaba enfrente de mí, sobre sus dos patas de atrás, y me miraba, con la cabeza ladeada, con sus dos ojillos castaños muy despiertos; yo le hablaba y ella, como si quisiera entenderme mejor, levantaba un poco las orejas; cuando me callaba aprovechaba para dar unas carreras detrás de los saltamontes, o simplemente para cambiar de postura. Cuando me marchaba, siempre, sin saber por qué, había de volver la cabeza hacia la piedra, como para despedirme, y hubo un día que debió parecerme tan triste por mi marcha, que no tuve más suerte que volver mis pasos a sentarme de nuevo... La perra volvió a echarse frente a mí y volvió a mirarme; ahora me doy cuenta de que tenía la mirada de los confesores, escrutadora y fría, como dicen que es la de los linces... Un temblor recorrió todo mi cuerpo; parecía como una corriente que forzaba por salirme por los brazos. El pitillo se me había apagado; la escopeta de un solo caño, se dejaba acariciar, lentamente, entre mis piernas. La perra seguía mirándome fija, como si no me hubiera visto nunca, como si fuese a culparme de algo de un momento a otro, y su mirada me calentaba la sangre de las venas de tal manera que se veía llegar el momento en que tuviese que entregarme; hacía calor, un calor espantoso, y mis ojos se entornaban dominados por el mirar, como un clavo, del animal... Cogí la escopeta y disparé; volví a cargar y volví a disparar. La perra tenía una sangre oscura y pegajosa que se extendía poco a poco por la tierra. 18 Analiza el tiempo y la estructura de estos tres relatos, identificando cuál tiene un orden lineal, y cuáles son los no lineales. A veces trataba de olvidar que buscaba a un hombre para matarlo. Sin embargo, seguía de pueblo en pueblo, de hacienda en hacienda, con un odio que ya me cansaba los ojos. - Se necesita querer mucho a una persona para buscarla tanto -opinó alguien. - Tal vez odiarla mucho -dudó otro. Y a mi pregunta respondían: - ¿Un gallero de cuarenta y cinco años? Hay tantos galleros de cuarenta y cinco años. Miraban mi estatura, se miraban ellos. - En algún cruce se tropezará con él. Por ello continuaba trillando caminos de pueblo en pueblo, de finca en finca. Tal vez esos caminos me han dañado; en ellos recogí emociones que me hicieron más hombre. O menos, según se mire. Algunas se pegaban dentro, sin maltratar; otras me incomodaban, se hacían cuerpos extraños pero de nadie más, como remordimientos. ... Desde pequeño me despertaban los cantos de los gallos. Entre ellos crecí. Ellos me fueron enseñando el camino del hombre. Mi madre les echaba maíz como si alimentara recuerdos. Días. Meses. Años. - Deberías venderlos -le dije por decir. Terca en la fidelidad a su pobre historia respondió: - Él vendrá por sus gallos cualquier día. "Aguilán" sigue cantando. Toda ella parecía irse al mirar por la ventana. - "Mañana volveré; no hay uno igual" -le dijo el desconocido años atrás. A veces yo hablaba a solas para adivinar aquella voz, apretaba los ojos para adivinar los pasos del regreso. Pero nunca regresó por su gallo. Nunca regresó por ella. ... - Son torcidos los caminos que andamos. No sé qué quiso decir. Era como si le clavaran cien espuelas. El bordón se aflojó en sus manos, el cuchillo se desgonzó en las mías. Sus párpados se despabilaron con miedo de que le cayera encima la tristeza. Yo también tenía miedo al imaginar que dentro de segundos él yacería entre los brincos finales de los gallos, que mi mano limpiaría la sangre del cuchillo en las 19 plumas rojas de "Aguilán", en sus cuatro plumas negras. Pero de pronto en el Cojo no vi más que un hombre, sólo un hombre, también desamparado, sin más camino que la muerte. Cuando muriera le quebrarían la pierna mala a la altura de la rodilla para acomodarla en el ataúd. No sé por qué me detuve en su camiseta sudada, en las tres arrugas del cuello, en la derrota que la vida le asestaba contra la voluntad de la carne. Por eso me dolieron sus canas, su pierna contraída, sus arrugas, su zurriago nudoso, su bota de cuero crudo. Lo supuse cercano a mí, con sus angustias. También a él le gustaría el olor de la madera, el canto de los sinsonetes, los campos sembrados después de la lluvia ... Y también él tendría que morir. ¿Debería yo matarlo? Sé que mis manos están contentas cuando se hunden en los arroyos, cuando soban la piel de los caballos. Me estragaba tanta crueldad. Revólveres, puñales, espuelas... ¡Maldita la gracia de vivir! Pensé que para no tener piedad hay que ver de lejos al hombre, verlo en la masa. Por eso sentí una rabiosa compasión por los seres caídos. Y el Cojo era uno de ellos. - ¡Lo mató, lo mató! -gritaron en la gallera cuando "Aguilán" se empinaba sobre "Buenavida" y cantaba despiadadamente. Me levanté, cogí mi animal, que me dejó en la palma de las manos sangre a medio coagular, y al salir clavé en el polvo mi cuchillo. El Cojo se quedó inmóvil mirando, sin ver, la hoja que brillaba junto a las espuelas de su gallo muerto. Manuel Mejía Vallejo. El día señalado. 20 Se lanzó por entre las cañas, bajó casi rodando la pendiente, y se vio metido en el agua hasta la cintura, los pies en el barro y los brazos altos, muy altos, para impedir que mojara su escopeta, guardando avaramente los dos tiros hasta el momento de soltarlos con toda seguridad. Ante sus ojos cruzábanse las cañas formando apretada bóveda, casi al ras del agua. Delante de él sonaba en la oscuridad un chapoteo sordo como si un perro huyera acequia abajo... Allí estaba el enemigo: ¡a él! Y comenzó una carrera loca en el profundo cauce, andando a tientas en la sombra, dejando perdidas las alpargatas en el barro del lecho, con los pantalones pegados a las carnes, pesados, dificultando los movimientos, recibiendo en el rostro el bofetón de las cañas tronchadas, los arañazos de las hojas tiesas y cortantes. Hubo un momento en que Batiste creyó ver algo negro que se agarraba a las cañas, pugnando por salir ribazo arriba. Pretendía escaparse... ¡Fuego! Sus manos, que sentían el cosquilleo del homicidio, echaron la escopeta a la cara, partió el gatillo, sonó el disparo y cayó el bulto en la acequia, entre una lluvia de hojas y cañas rotas. ¡A él! ¡A él!... otra vez volvió Batiste a oír aquel chapoteo de perro fugitivo; pero ahora con más fuerza, como si extremara la huida espoleado por la desesperación. Fue un vértigo aquella carrera a través de la oscuridad, de las cañas y el agua. Resbalaban los dos en el blanducho suelo, sin poder agarrarse a las cañas por no soltar la escopeta; arremolinábase el agua batida por la desaforada carrera, y Batiste, que cayó de rodillas varias veces, sólo pensaba en estirar los brazos para mantener su arma fuera de la superficie, salvando el tiro que le quedaba. Y así continuaba aquella cacería humana, a tientas en la oscuridad lúgubre, hasta que en una revuelta de la acequia salieron a un espacio despejado, con los ribazos limpios de cañas. Los ojos de Batiste, habituados a la lobreguez de la bóveda, vieron con toda claridad a un hombre que, apoyándose en la escopeta, salía tambaleándose de la acequia, moviendo con dificultad sus piernas cargadas de barro. Era él... ¡él!, ¡el de siempre! -Lladre..., lladre; no t’ escaparás – rugió Batiste, disparando su segundo tiro desde el fondo de la acequia, con la seguridad del tirador que puede apuntar bien y sabe que hace carne. Le vio caer pesadamente de bruces sobre el ribazo y gatear después para no rodar hasta el agua. Batiste quiso alcanzarle, pero con tanta precipitación, que fue él quien, dando un paso en falso, cayó cuan largo era en el fondo de la acequia. Su cabeza se hundió en el barro, tragando el líquido terroso y rojizo; creyó morir, quedar enterrado en aquel lecho de fango, y por fin, con un poderoso esfuerzo, consiguió enderezarse, sacando fuera del agua sus ojos ciegos por el limo; su boca, que aspiraba anhelante el viento de la noche. Apenas recobró la vista buscó a su enemigo. Había desaparecido. Blasco Ibáñez. La Barraca. 21 JUAN QUINTO Micaela la galana contaba muchas historias de Juan Quinto, aquel bigardo 1 que, cuando ella era moza, tenía estremecida toda la Tierra del Salnés. Contaba cómo una noche a favor del oscuro, entró a robar en la Rectoral de Santa Baya de Cristamilde. La Rectoral de Santa Baya está vecina de la iglesia, en el fondo verde de un atrio 2 cubierto de sepulturas y sombreado de olivos. En ese tiempo de que hablaba Micaela, el rector era un viejo exclaustrado, buen latino y buen teólogo. Tenía fama de ser muy adinerado y se le veía por las ferias chalaneando 3 caballero4 en una yegua tordilla5, siempre con las alforjas llenas de quesos. Juan Quinto, para robarle, había escalado la ventana, que en tiempo de calores solía dejar abierta el exclaustrado. Trepó el bigardo gateando por el muro y cuando se encaramaba sobre el alféizar con un cuchillo sujeto entre los dientes, vio al abad incorporado en la cama y bostezando. Juan Quinto saltó dentro de la sala con un grito fiero, ya el cuchillo empuñado. Crujieron las tablas de la tarima con ese pavoroso prestigio que comunica la noche a todos los ruidos. Juan Quinto se acercó a la cama, y halló los ojos del viejo frailuco abiertos y sosegados que le estaban mirando. - ¿Qué mala idea traes, rapaz? El bigardo levantó el cuchillo: - La idea que traigo es que me entregue el dinero que tiene escondido, señor abad. El frailuco rió jocundamente6: - ¡Tú eres Juan Quinto! - Pronto me ha reconocido. Juan Quinto era alto, fuerte, airoso, cenceño7. Tenía la barba de cobre, y las pupilas verdes como dos esmeraldas, audaces y exaltadas. Por los caminos, entre chalanes y feriantes, prosperaba la voz de que era muy valeroso, y el exclaustrado conocía todas las hazañas de aquel bigardo que ahora le miraba fijamente, con el cuchillo levantado para aterrorizarle: - Traigo prisa, señor abad. ¡La bolsa o la vida! El abad se santiguó: - Pero tú vienes trastornado. ¿Cuántos vasos apuraste, perdulario8? Sabía tu mala conducta, aquí vienen muchos feligreses a dolerse... ¡Pero, hombre, no me habían dicho que fueses borracho! Juan Quinto gritó con repentina violencia: - ¡Señor abad, rece el Yo Pecador9! - Rézalo tú, que más falta te hace. - ¡Que le siego la garganta! ¡Que le pico la lengua! ¡Que le como los hígados! El abad, siempre sosegado, se incorporó en las almohadas: - ¡No seas bárbaro, rapaz! ¡Qué provecho iba a hacerte tanta carne cruda! - ¡No me juegue de burlas, señor abad! ¡La bolsa o la vida! - Yo no tengo dinero, y si lo tuviese tampoco iba a ser para ti. ¡Anda a cavar la tierra! Juan Quinto levantó el cuchillo sobre la cabeza del exclaustrado: 1 Truhán, depravado, granuja. Porche, soportal. 3 Negociar, tratar. 4 Jinete. 5 Parda, gris. 6 Jovialmente, alegremente. 7 Delgado. 8 Calavera, degenerado. 9 Oración para arrepentirse: insinúa que lo va a matar. 2 22 - ¡Señor abad, rece el Yo Pecador! El abad acabó por fruncir el áspero entrecejo: - No me da la gana. Si estás borracho, anda a dormirla. Y en lo sucesivo aprende que a mí se me debe otro respeto por mis años y por mi dignidad de eclesiástico. Aquel bigardo atrevido y violento quedó callado un instante, y luego murmuró con la voz asombrada y cubierta de un velo: - ¡Usted no sabe quién es Juan Quinto! Antes de responderle, el exclaustrado le miró de alto a bajo con grave indulgencia10. - Mejor lo sé que tú mismo, mal cristiano. - ¡Un león! - ¡Un gato! - ¡Los dineros! - ¡No los tengo! - ¡Que no me voy sin ellos! - Pues de huésped no te recibo. En la ventana rayaba el día, y los gallos cantaban quebrando albores. Juan Quinto miró a la redonda, por la ancha sala donde el tonsurado11 dormía, y descubrió una gaveta12: - Me parece que ya di con el nido. Tosió el frailuco: - Malos vientos13 tienes. Y comenzó a vestirse muy reposadamente y a rezar en latín. De tiempo en tiempo, a par que se santiguaba, dirigía los ojos al bandolero, que iba de un lado a otro cateando 14. Sonreía socarrón15 el frailuco y murmuraba a media voz, una voz grave y borbollona16: - Busca, busca. ¡No encuentro yo con el claro día, y has de encontrar tú a tentones17! ... Cuando acabó de vestirse salió a la solana18 por ver cómo amanecía. Cantaban los pájaros, estremecíanse las yerbas, todo tornaba a nacer con el alba del día. El abad gritó al bigardo, que seguía cateando en la gaveta: - Tráeme el breviario19, rapaz. Juan Quinto apareció con el breviario, y al tomárselo de las manos, el exclaustrado le reconvino20 lleno de indulgencia: - Pero ¿quién te aconsejó para haber tomado este mal camino? ¡Ponte a cavar la tierra, rapaz! - Yo no nací para cavar la tierra. ¡Tengo sangre de señores! - Pues compra una cuerda y ahórcate, porque para robar tampoco sirves. Con estas palabras bajó el frailuco las escaleras de la solana, y entró en la iglesia para celebrar su misa. Juan Quinto huyó galgueando21 a través de unos maizales, pues se veía por los montes la mañana y en la fresca del día muchos campanarios saludaban a Dios. Y fue esa 10 Benevolencia, compasión. Religioso, rapado, por el corte de pelo que llevan los frailes en la coronilla. 12 Cofrecito, estante. 13 Olfato, por metonimia. 14 Buscar, catar, mirar. 15 Burlón, irónico. 16 Que salía a golpes o borbotones. 17 Palpando con las manos, a tientas. 18 Galería, corredor. 23Ascendencia, estirpe, familia. 19 Libro de rezos 20 Reprendió, regañó. 21 Corriendo como un galgo. 11 23 misma mañana ingenua y fragante cuando robó y mató a un chalán 22 en el camino de Santa María de Meis. Micaela la Galana, en el final del cuento, bajaba la voz santiguándose, y con un murmullo de su boca sin dientes recordaba la genealogía23 de Juan Quinto: - Era de buenas familias. Hijo de Remigio de Bealo, nieto de Pedro, que acompañó al difunto señor en la batalla del Puente San Payo. Recemos un Padrenuestro por los muertos y por los vivos. Juan Quinto. Ramón de Valle Inclán. 22 23 Mercader de bestias, negociante. Antecedentes, familia. 24 25 LITERATURA: LA ÉPICA MEDIEVAL LENGUA Y LITERATURA LA LITERATURA MEDIEVAL CEPAL ROSALÍA DE CASTRO NIVEL 1. EBPA 26 (III) GÉNEROS EN LA LITERATURA MEDIEVAL 1. POESÍA ÉPICA En este género literario hay que incluir aquellas obras literarias escritas en verso que narran hechos protagonizados por héroes que representan valores muy reconocidos en esa época (lealtad, valentía…) Las manifestaciones más importantes de la poesía popular narrativa son los cantares de gesta y los romances narrativos. Hacia el siglo XII aparece en la península un tipo de obras, los cantares de gesta, poemas épicos cuya temática giraba en torno a un héroe y sus hazañas. Los cantares de gesta eran cantados por unos artistas que recorrían aldeas y villas divirtiendo al público con sus actuaciones y poemas: son los llamados JUGLARES. El carácter de estos poemas narrativos era claramente popular. A este tipo de literatura también se la conoce como Mester de Juglaría. El principal cantar de la épica castellana es el CANTAR DE MÍO CID. - EL CANTAR DE MÍO CID: Es la obra más importante de la épica medieval castellana. Aunque desconocemos el nombre de su autor, nos ha llegado casi completo, con más de 3000 versos. 1. PROTAGONISTA: 27 En El Cantar del Mío Cid se narra la historia de un personaje histórico, Rodrigo Díaz de Vivar (más conocido como el Cid Campeador) quien, a pesar de ser desterrado de Castilla por el rey, logra reconciliarse con él y alcanza una posición de honor dentro de la corte gracias a sus hazañas y conquistas. Pero no todo lo que se cuenta en el libro sucedió realmente, pues se trata de una obra literaria, no de una biografía. El protagonista es el Cid, caballero castellano dotado de todo tipo de virtudes: buen padre, guerrero inteligente y valeroso, vasallo fiel a su rey incluso en las condiciones más difíciles….Más que un personaje real, el Cid del cantar es un modelo de héroe y un modelo de conducta. 2. ESTRUCTURA DE LA OBRA: La obra se divide en tres partes: La primera, llamada el CANTAR DEL DESTIERRO, cuenta el destierro del Cid por parte del rey debido a una serie de intrigas que otros vasallos del rey le contaron sobre El Cid. Éste es acompañado por unos cuantos fieles que le ayudan a conseguir sus primeras victorias. La segunda parte, llamada el CANTAR DE LAS BODAS, cuenta que tras conquistar Valencia, El Cid recupera la confianza del rey; en el ámbito familiar, las hijas del Cid se casan con los Infantes de Carrión. La tercera parte, llamada CANTAR DE LA AFRENTA DE CORPES, narra cómo las hijas del Cid son maltratadas por sus maridos y entonces el Cid pide justicia al rey y desafía a sus yernos, consiguiendo así devolver el honor perdido a sus hijas y a él mismo. Fragmento del Cantar del Mío Cid: Ya por la ciudad de Burgos el Cid Ruy Díaz entró. Sesenta pendones lleva detrás el campeador. Todos salían a verle, niño, mujer y varón, a las ventanas de Burgos mucha gente se asomó. ¡Cuantos ojos que lloraban de grande que era el dolor! Y de los labios de todos sale la misma razón: "Qué buen vasallo sería si tuviese buen señor" De grado le albergarían, pero ninguno lo osaba, que a Ruy Díaz de Vivar le tiene el rey mucha saña. La noche pasada a Burgos llevaron una real carta con severas prevenciones y fuertemente sellada mandando que a Mío Cid nadie le diese posada, que si alguno se la da sepa lo que le esperaba: sus haberes perdería, más los ojos de la cara, y además se perdería salvación de cuerpo y alma. 28 Gran dolor tienen en Burgos todas las gentes cristiana, de Mío Cid se escondían: no pueden decirle nada. Se dirige Mío Cid adonde siempre paraba; cuando a la puerta llegó se la encuentra bien cerrada, por miedo al rey Alfonso acordaron los de casa que como el Cid no la rompa no se la abrirán por nada. La gente de Mío Cid a grandes voces llamaba, los de dentro no querían contestar una palabra. Mío Cid picó el caballo, a la puerta se acercaba, el pie sacó del estribo y con él gran golpe daba, pero no se abrió la puerta, que estaba muy bien cerrada. La niña de nueve años muy cerca del Cid se para: "Campeador que en bendita hora ceñiste la espada, el rey lo ha vedado, anoche a Burgos llegó su carta, con severas prevenciones y fuertemente sellada. No nos atrevemos, Cid, a darte asilo por nada, porque sino perderíamos los haberes y las casas, perderíamos también los ojos de nuestras caras. Cid, en el mal de vosotros vos no vais ganando nada. Seguid y que os proteja Dios con sus virtudes santas." Esto le dijo la niña y se volvió hacia su casa. 2 LA POESÍA NARRATIVA CULTA: EL MESTER DE CLERECÍA En el siglo XIII, algunos autores crean una nueva estrofa: la cuaderna vía que se compone de cuatro versos monorrimos de catorce sílabas cada uno, con rima consonante entre todos ellos(AAAA). Los escritores que utilizan esta estrofa están dentro de una orientación literaria llamada mester de clerecía. Las obras del mester de clerecía tienen una doble finalidad: transmitir enseñanzas morales, y entretener. El didactismo es evidente en las obras de estos escritores. Para entretener al público, los textos literarios se acercan al gusto del pueblo. Los principales autores del mester de clerecía son GONZALO DE BERCEO(Siglo XIII) y JUAN RUÍZ, ARCIPRESTE DE HITA(siglo XIV). GONZALO DE BERCEO fue un clérigo cuyo tema principal en sus obras es el religioso. 29 El Libro de Buen Amor es la única obra conocida de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, clérigo que ocupaba un puesto importante dentro de la Iglesia. El libro consta de siete mil versos y su estructura gira en torno al relato autobiográfico del autor (Arcipreste de Hita). ARGUMENTO: La obra comienza con una súplica a Dios por parte del autor, para que le inspire en la composición de su obra. Le sigue un PRÓLOGO en el que explica la intención que tiene al escribir este libro. Continúa con las AVENTURAS AMOROSAS protagonizadas por El Arcipreste: éste intenta conquistar a mujeres de diferentes clases sociales: una panadera, una monja, campesinas, etc. que terminan en rechazo. El autor intercala entre estas aventuras composiciones de temática muy diversa, por ejemplo poemas a la Virgen, fábulas, relatos fantásticos, poemas satíricos y reflexiones morales. 1. INTENCIONALIDAD En principio, el Arcipreste declara que escribe su obra con el propósito moralizante de enseñar el buen amor, es decir, el amor a Dios. Juan Ruiz se propone mostrar los peligros del loco amor carnal, para el que , contradictoriamente, dice que su libro puede también servir de guía. Pero, sea cual sea el punto de vista que adopte el lector, lo cierto es que la obra incita constantemente al disfrute de la vida, y el humor se impone casi siempre sobre su supuesta función didáctica. 30 El siguiente fragmento pertenece al Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, arcipreste de Hita. Se trata de la pelea que llevan a cabo don Carnal y doña Cuaresma. Es una batalla alegórica en la que se enfrentan los placeres contra la abstinencia o el ayuno. Tras sus aventuras con unas rudas vaqueras de la sierra, el arcipreste vuelve a su casa a descansar. Es tiempo de cuaresma, es decir, de ayuno y penitencia, y hay que poner freno a los placeres. Doña Cuaresma reúne un ejército de hortalizas y peces dispuesto a enfrentarse con las tropas de don carnal, en cuyas filas están los corderos lechales, los faisanes y, cómo no, el tocino. Es de noche y ambos ejércitos instalan sus tiendas de campaña a la espera de que amanezca para iniciar la batalla. Pero la tropa de don Carnal, en lugar de dormir, se pasa la noche de juerga, bebiendo vino y atiborrándose de comida. El siguiente texto nos sitúa momentos antes de que comience el combate. Naturalmente, los soldados de don Carnal no se encuentran en buena forma física debido a la mal noche que han pasado: Todos amodorrados fueron a la pelea; formadas ya las filas, ninguno se mosquea. La tropa de la mar sus armas ya menea: atacaron sin cuento gritando todos “¡Ea!”. El primero de todos que atacó a don Carnal fue el puerro cuelliblanco, y lo dejó muy mal, pues le hizo escupir flema, que es terrible señal. Pensó dona Cuaresma: “Mi poder es total”. Vino luego en su ayuda la salada sardina, que implacable atacó a la gorda gallina, se atravesó en su pico, la ahogó con su espina, Y a don Carnal rompió el casco con inquina. Llegan los tiburones, cogen la delantera; Las caballas, las sepias se ponen de barrera. Muy dura es la pelea,¡y de qué manera! Rueda por ambos bandos de muchos la sesera. ACTIVIDADES 1.- ¿Ves alguna relación entre la tropa de don Carnal y el carnaval? ¿Por qué? 2.- La Edad Media fue una época bélica. Compara la táctica del ejército del Cid para situarse en el campo de batalla con la que en este texto utilizan las fuerzas de doña Cuaresma: ¿hay algún parecido? 3.- El texto está escrito en verso, pero ¿es narrativo o lírico? ¿Por qué? 4.- Explica por qué este relato es una alegoría. 5.- Señala los elementos burlescos o humorísticos que más te han gustado. 6.- Inventa un final para el texto: un relato de diez líneas que narre la victoria de don Carnal o doña Cuaresma. 31 2. LA PROSA NARRATIVA Estamos ante un género literario cuyas obras escritas en prosa están creadas desde la imaginación del autor. La prosa de ficción alcanza su mayor desarrollo en el siglo XIV con El Conde Lucanor, escrita por DON JUAN MANUEL. Don Juan Manuel nació en 1282 en Escalona( Toledo) y murió probablemente en el 1348. Sobrino de Alfonso X, el Sabio, estuvo siempre ocupado en luchas políticas. -EL CONDE LUCANOR: Se trata de una colección de cincuenta cuentos de intención didáctica, que proponen ejemplos para actuar ante diversas situaciones de la vida. Por ello, estos breves relatos se llaman ejemplos. Pero, además de enseñar, Don Juan Manuel quiere que el lector disfrute con sus obras. La mayoría de los cuentos incluidos en esta obra son de procedencia oriental. En ellos se abordan temas como las habladurías de la gente, la diferencia entre verdaderos y falsos amigos, las apariencias, el matrimonio, las consecuencias del orgullo, etc. 32 Cada uno de los cuentos tiene la siguiente estructura: el conde Lucanor pide consejo a Patronio sobre un problema o sobre una cuestión que le preocupa. Patronio le aconseja sobre lo planteado mediante un breve cuento, que como tal tiene el planteamiento, el nudo, y el desenlace. Después de terminado el cuento, Patronio da un consejo al conde deducido del cuento. Finalmente Don Juan Manuel escribe unos versos que se constituyen como la moraleja. Tendríamos, pues, esta estructura: INTRODUCCIÓN: - El conde Lucanor expone un problema a su consejero Patronio, y le pide consejo. Patronio propone contarle un cuento. DESARROLLO: cuento que narra Patronio como respuesta a la duda que el conde le plantea. Este cuento, a su vez, se divide en las siguientes partes: a) Planteamiento. b) Nudo. c) Desenlace. DESENLACE: el propio don Juan Manuel interviene en la narración y manda escribir el cuento y añadir una moraleja. Los temas fundamentales de los que trata están relacionados con el poder; las falsas apariencias, las traiciones, las imprudencias, etc. Para el autor, el cumplimiento de esos deberes sociales está relacionado con la voluntad divina. Lo que le sucedió a un hombre que cazaba perdices Estaba en otra ocasión el conde Lucanor hablando con Patronio, su consejero, y le dijo: - Patronio, algunas personas importantes y otras que no lo son tanto a veces dañan mi hacienda o a mis vasallos y, cuando me ven, me dicen que lo sienten mucho y que lo hicieron porque en ese momento se habían visto obligados a ello. Me gustaría saber qué debo hacer cuando alguien vuelva a comportarse de esa manera conmigo, así que os ruego me digáis qué pensáis de esto. - Señor conde Lucanor – respondió Patronio-, esto que os ocurre y que tanto os preocupa se parece mucho a lo que le sucedió a un hombre que cazaba perdices. El conde le rogó que se lo contara. - Señor conde – dijo Patronio -, un hombre puso redes a las perdices y, cuando cayeron en ellas, él regresó allí y las fue matando una a una y sacándolas de la red. Al tiempo que las mataba, el fuerte viento le arañaba los ojos y le hacía llorar. Viendo esto una de las perdices que aún estaba viva, dijo a las que estaban dentro de la red: - Mirad, amigas, lo que le ocurre a este hombre que, aunque nos mata, nos compadece y por eso está llorando. Otra perdiz, que por ser más sabia que la que hablaba no había caído en la trampa, le respondió desde fuera: - Amiga, mucho le agradezco a Dios el haberme protegido, como le ruego siga haciéndolo en adelante – no sólo conmigo, sino con todas mis amigas- de todo aquel que quiera matarme o hacerme daño y aparenta sentirlo. Así que Vos, señor conde Lucanor, debéis guardaros siempre de aquel que os perjudica y después dice que lo siente. Ahora bien, si alguien daña vuestros intereses sin querer, pero la pérdida no es de mucho valor y esa persona os ha ayudado en alguna otra ocasión o bien os ha hecho algún servicio, y demuestra además que lo siente mucho, entonces yo os aconsejo que en ese caso disimuléis, siempre que ello no se repita tan a menudo que os desprestigie o lesione gravemente 33 vuestros intereses. Si no es así, debéis reprochárselo con total firmeza para que vuestra hacienda y vuestra honra queden a salvo. El conde consideró que era bueno el consejo que le daba Patronio, así que lo puso en práctica y le fue muy bien. Como don Juan vio que este cuento era muy bueno, lo mandó poner en este libro y escribió unos versos que dicen así: Quien se lamenta tras daño causar De tu vida procúralo apartar. Don Juan Manuel, El conde Lucanor (texto adaptado) ACTIVIDADES : 1.- Señala en el texto las partes que suelen darse en todos los ejemplos del libro: la introducción (consulta del Conde a Patronio sobre un tema determinado), la respuesta de Patronio con el cuento, la moraleja final, formulada por Patronio, y los versos conclusivos. 2.- Expresa, con un sintagma nominal, el tema sobre el que el conde pide consejo a Patronio en el texto. 3.- ¿Por qué crees que el conde Lucanor necesita que Patronio lo asesore? 4.- ¿Cómo aconseja Patronio a su señor? 5.- Escribe un cuento siguiendo la técnica de don Juan Manuel para aconsejar a una persona que no consigue dejar de fumar, a pesar de que es consciente de que este hábito le está perjudicando. ORTOGRAFÍA Reglas de uso de la "h". Se escribe con "h": Las palabras que empiezan por "hum" + vocal. Ej.: Humano, humo, húmedo, humilde, humor. Las palabras que empiezan por "hue", "hui", "hia", "hie" . Ej.: Hueco, huir, hiato, hielo. Las palabras que empiezan por "hiper", "hipo", "hidr", "higr", "hemi", "hosp". Ej.: Hipérbole, hipopótamo, hidroavión, higrómetro, hemiciclo, hospedaje. 34 Las palabras que empiezan con "hecto" (cien), "hepta" (siete), "hexa" (seis), "hetero" (distinto), "homo" (igual), "helio" (sol). Ej.: Hectómetro, heptaedro, hexágono, heterogéneo, homófono, helio. Las palabras que empiezan con "herm", "horm", "hist", "holg". Ej.: Hermano, hormiga, historia, holgazán. Excepciones ermita , ermitaño Todas las formas de los verbos cuyo infinitivo lleva "h". Ej.: He, has, ha, habré, haciendo, hecho, haré, hablé, hablaré. Ejercicios : ‘h’ 1.- Escribe una palabra de la misma familia léxica que cada una de éstas : hielo huerto exhortar hierro 2.- Escribe una palabra de la misma familia léxica que cada una de éstas que se escriba sin h. huérfano Huesca hueco hueso 3. ¿ Qué diferencia hay entre He hojeado el libro y he ojeado el libro? 4.- Escribe 5 palabras con h intercalada. 5.- Completa las oraciones con la plabra que corresponda echo/ hecho halla / haya desecho /deshecho 35 ¿ Has ___________ ya las maletas? Me padre se _____________ cansado últimamente Aquellos niños han _____________ un castillo de arena El que se _________ encontrado un reloj, que lo devuelva Siempre le _________ valor en las situaciones difíciles Si no __________ los papeles viejos, al final me lío 6.- A continuación tienes una serie de palabras que cambian de significado en función de si llevan h o no. Explica qué quiere decir cada una. ala hala as has asta hasta echo hecho ola hola oras horas e he 7.- Completa este ejercicio teniendo en cuenta que son parejas similares a las anteriores: Tengo que ____________ al caballo. ________ es humano, pero siempre hay remedio. Sus _______ convicciones no le permitían hacerlo Le quedan muy bien esas ______ en el pelo Yo _______ la bandera _________ un pastel de manzana muy bueno 8.- Recuerda: Se escribe ha cuando se trata del verbo haber. Si no, ponemos a. Son palabras homófonas.Completa con a ó ha Voy _______ verle ______ El niño se _____ La voy ______ su casa porque está enfermo resfriado por ir sin jersey echar de menos 36 ___ recogido sus cosas y se _____ marchado ____ comer ___ veces me olvido de cómo se escribe 9.- Los compuestos y derivados mantienen la h de las palabras. Corrige las palabras que estén mal (hay algunas correctas) desacer – inumano – ahí – hinvernal – desecho – atajar – preorneado – aijado – deshilar – ahuecar – alelí – reuían 10.- Escoge 3 palabras del ejercicio 6 anteriores y escribe una frase en la que se vea claro su significado. TÉCNICAS: RECOGER INFORMACIÓN DE DISTINTOS SOPORTES Actividad Elige una obra de las estudiadas en el apartado de literatura. Recoge datos en la página web que te indique tu profesor/a. Elabora un trabajo que recoja los siguientes apartados: o Datos biográficos del autor. o Contenido de la obra. o Características más importantes. o Valores éticos y humanos que recoge la obra.