Download Ver el mundo con los ojos de los niños y jóvenes pobres y así
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Ver el mundo con los ojos de los niños y jóvenes pobres y así cambiar nuestros corazones y actitudes como hizo María MOTIVACIÓN DEL DÍA 1. Querer ver la realidad desde la óptica de los niños pobres Requiere un esfuerzo serio y una voluntad sincera de acercarnos a su realidad; a sus aspiraciones; a sus necesidades y valores; a su forma de ver el mundo… Implica abandonar seguridades y determinadas formas de hacer y de pensar. Conlleva, ante todo, situar a los niños pobres activamente en la raíz de la criteriología de nuestros análisis, evaluación e interpretación de la realidad. Supone situarlos en el centro de nuestro discernimiento y elaboración de decisiones, en el foco de irradiación de nuestro ser y hacer apostólico como religiosos. Esta actitud no es algo transitorio y esporádico, sino que constituye una forma permanente de ver y vivir. Así como “Marcelino nos intuyó en los ojos de este muchacho ignorante” asumir la óptica de los niños pobres es crear condiciones para entender mejor la experiencia Montagne de Champagnat y su intuición fundacional. Es un camino de conversión. 2. Implicaciones de ver el mundo con ojos de un niño pobre. Hay una pregunta que surge de la propuesta capitular: ¿Qué supondría para la vida y la misión marista ver el mundo desde los ojos de los niños pobres, que son nuestros principales destinatarios? La relación es clara por parte del Capítulo: ver el mundo… y así cambiar nuestro corazón y actitudes. El itinerario de conversión al cual nos invita el Capítulo hace relación con las consecuencias de esta actitud de intentar ver el mundo con los ojos de los niños pobres. Es la insistencia frente a lo que ya nos dijo el XIX Capítulo General: Misión 11: “El Evangelio exige que la realidad sea interpretada, cada vez más, a partir del punto de vista de los pobres”. Solidaridad 8: “Nos sentimos llamados a una conversión de mentalidad y de comportamiento, es decir, a ver el mundo con los ojos de los pobres...”. Nos encontramos con una de las tres grandes líneas de nuestro Capítulo, o “llamadas urgentes”: “Una presencia fuertemente significativa entre los niños y jóvenes pobres”. Hace 16 años dijimos: “Ha llegado la hora de asumir colectivamente, de manera decidida y inequívoca, la llamada evangélica a la solidaridad”. “Todos los hermanos del Instituto estamos llamados a la solidaridad. No todos la viviremos de la misma forma. Como expresión de la opción por los pobres, que cada Provincia asume, algunos somos llamados a trabajar directamente entre ellos y como ellos (en número tal que realmente pueda hablarse de opción preferencial), pero todos, dondequiera que nos encontremos, estamos llamados a trabajar por ellos y 1 —— a organizar nuestra vida y nuestro apostolado desde la perspectiva de los pobres”. Preguntas: ¿Qué nos pasa cuando ideologizamos el tema? ¿Qué nos pasa cuando polarizamos el tema? ¿Qué nos pasa cuando nos peleamos por el tema? ¿Qué nos pasa cuando nos defendemos del tema? ¿Qué nos pasa cuando evitamos el tema? ¿Qué nos pasa cuando nos produce malestar el tema? Una vez más: nuestra preferencia por los niños y jóvenes más necesitados… forma parte de nuestros orígenes, forma parte de nuestro camino de acercamiento al Señor, forma parte de nuestro proceso de conversión, forma parte de nuestra identidad. ¿Qué te pide el Señor en este momento? ¿Qué nos pide el Señor en este momento del Instituto? 3. Convicciones que enmarcan la reflexión Entre otras (aparecen en nuestros documentos): Creer en Dios Padre es sabernos todos miembros de la familia humana: hermanas y hermanos en Jesús. Esta conciencia nos lleva a defender la dignidad de toda persona, en especial las que viven en condiciones de mayor carencia. Con la Encarnación, Jesús se em-pobrece, se solidariza con los pobres, se hace uno de ellos, revela al Padre el carácter de su amor gratuito por todos. Los seguidores de Jesús, al participar de su misión, vivimos la opción por los pobres desde el desprendimiento y la solidaridad con sus causas justas. El Padre Champagnat se hace sensible a las necesidades de su tiempo y funda una comunidad de hermanos para educar cristianamente a niños y jóvenes, en especial a los más desatendidos. Como Hermanos Maristas, y por fidelidad al carisma, estamos llamados a actualizar esta intuición fundacional. Aparece como dato objetivo el que los desatendidos, los pobres, no son, hoy por hoy, los destinatarios mayoritarios de nuestra pastoral. Al no serlo, parece insostenible afirmar que son los preferidos. Y la experiencia enseña que la vitalidad de una familia religiosa guarda estrecha relación con su vivencia de la pobreza evangélica, la cual es inseparable del amor, la solidaridad y el servicio a los pobres. El llamamiento que se nos hace en favor de los pobres y los que sufren la injusticia es un auténtico don del Espíritu Santo. Para nosotros, acoger este don supone una gran dosis de creatividad e imaginación desde una actitud básica de disponibilidad a Dios. 4. Algunas consecuencias para la vida y la misión marista. (Documento de hace unos años) 2 —— “Escuchar” desde el corazón lo que ven los ojos del niño pobre, “entender” lo que se oye desde la perspectiva del pobre, sólo se puede vivir a partir del contacto y convivencia con ellos. Solamente la experiencia de cercanía con el pobre en actitud de aprender de él nos podrá evangelizar (es decir, llenar del Evangelio de Jesús). Difícil aprender del pobre desde la perspectiva del rico. Difícil hacer vida el discurso institucional (Constituciones, Circulares, Documentos del XIX Capítulo General) desde estructuras o posiciones de acomodamiento, privilegio, bienestar, seguridad... Ver la realidad desde la óptica del niño pobre tiene un sentido totalizante y globalizador. Abarca toda la vida (consagración, misión, espiritualidad, estilo de vida...). Es una forma de estar presente y de relacionarse con la sociedad, que no es otra que desde los pobres y oprimidos. No es algo coyuntural, complementario o temporal; es algo estructural y profundo. No es de algunos, es de todos. Difícil vivir esta experiencia vital si sólo nos quedamos en realizar “experiencias”. Difícil llegar a este sentido totalizante si no integramos a nuestro testimonio personal el de las estructuras y el de la comunidad institucional. Desde la perspectiva de los niños y jóvenes pobres se construye un camino espiritual propio o forma de llegar a Dios. Es la espiritualidad del encuentro con Dios en el mundo y en la historia; donde Dios es escuchado, amado y servido. Es la espiritualidad que promueve la vida desde el trabajo por la justicia. Es el camino espiritual en donde aparece el pobre como sacramento vivo de Dios e interpelación del Espíritu. Es la espiritualidad que busca al Dios salvador y liberador. Difícil recorrer este camino espiritual sin una fe fuerte en Jesús, único absoluto. Difícil vivir esta espiritualidad con una oración alejada de la vida, o con una vida alejada de las situaciones sufrientes de los hombres y mujeres de nuestra sociedad. A partir de la óptica de los niños pobres queda limitado un estilo de vida que configura la vida de cada Hermano, de cada comunidad y obra, y del mismo Instituto. Tal estilo exige renunciar a toda riqueza (bienes materiales, culturales, espirituales) que se manifieste como poder o dominio, y no sirva para la comunión y el servicio. Supone sobriedad, estilo sencillo de vivir, austeridad, uso equilibrado de los bienes. Difícil testimoniar este estilo de vida donde prevalezcan los criterios de eficacia, orden, engrandecimiento, prestigio. Difícil anunciar la sola riqueza que es Cristo desde la comodidad y el confort, desde la búsqueda de seguridades humanas. Al interpretar la realidad desde los ojos del niño pobre, se matiza nuestra consagración-misión desde el rasgo característico de la misión de Jesús: anunciar la Buena Nueva a los pobres. Ellos se convierten en los destinatarios preferentes y mayoritarios de nuestra acción. Se educa y se evangeliza a partir de su visión. 3 —— Se fomentan las relaciones igualitarias entre las personas y los valores solidarios. Se dinamiza la capacidad crítica para ver e interpretar el mundo. Difícil ser solidarios de los pobres y de sus causas justas sin gestos reales de solidaridad. Difícil cuestionar evangélicamente a la sociedad desde el aburguesamiento insensible y progresivo que nos proporciona el contacto con quien tiene y puede. Hacer camino desde el pobre supone aceptar procesos lentos y pacientes de personas y estructuras, donde las utopías se integran con metodología y praxis, reflexionadas y discernidas, para llegar a ellas. Supone búsqueda y discernimiento; caminar juntos Hermanos, grupos de decisión y animación; superar polarizaciones y equilibrar tensiones; vivir con coraje y esperanza; creer que Dios puede hacer nuevas todas las cosas. Difícil superar inmovilismos cuando las obligaciones absorben todo el tiempo disponible. Difícil hacer camino permaneciendo sólo en un nivel de ideales (documentos, teoría, concienciación) que solamente producen mala conciencia. ORGANIZACIÓN DEL DÍA: TIEMPO PERSONAL DE LA MAÑANA. Leer documento: Salgo de mí y me dejo tocar por ellos… como María Respondo las preguntas, reflexiono, oro … TIEMPO PERSONAL DE LA TARDE. Dedico este tiempo a elaborar el Proyecto Personal de Vida según esquema que se me presenta. 4 —— Salgo de mí y me dejo tocar por ellos… como María LLAMADAS DE CONVERSIÓN La conversión empieza cuando se reconoce que la llamada del Señor va dirigida a cada uno de nosotros, de manera muy personal, y cuando empezamos a dar pasos concretos para responder a ella. Dudo mucho de que un reto tan importante a nivel colectivo como el de “salir de prisa, con María, hacia una nueva tierra” pueda llevarse a cabo si no se da al mismo tiempo un desplazamiento, un itinerario interior en cada uno de nosotros. ¿Tendremos la audacia de ponernos en camino, tras los pasos de María de la Visitación, que concibió a Jesús en su corazón antes que en su seno? LLAMADA: UNA PRESENCIA FUERTEMENTE SIGNIFICATIVA ENTRE LOS NIÑOS Y JÓVENES POBRES Queremos ver el mundo con los ojos de los niños y jóvenes pobres y cambiar nuestros corazones y actitudes como lo hizo María. Nos sentimos impulsados a actuar con urgencia para encontrar estilos nuevos y creativos de educar, evangelizar, defender los derechos de los niños y jóvenes pobres, mostrándonos solidarios con ellos. Afirmamos que la evangelización es el centro y la prioridad de nuestras acciones apostólicas, proclamando a Jesucristo y su mensaje (Mendes). Como Hermanos y laicos Maristas, que vivimos en el mundo globalizado de hoy, estamos llamados a tener un horizonte internacional en nuestras mentes y corazones. El futuro del mundo depende del aliento de los niños que van a la escuela. Soñar sin actuar es huir de la realidad. 1.- Textos para la reflexión personal. 1.1.- ¿Se acuerdan Uds. como era ver el mundo a través de los ojos de un niño? Si lo han olvidado, permítanme que refresque su memoria. Los niños se centran en lo obvio, en lo que los adultos vemos claramente pero que nos empeñamos en ignorar. Muy a menudo, las noticias que nos traen son claras, dichas sencillamente y con honestidad. Esta mañana, al inicio de nuestro XXI Capítulo general, les invito a tomar como propios los ojos de los niños pobres. Porque debemos valorar, lo que podamos y lo más completamente que nos sea posible, hasta qué punto la vida y la misión de los Hermanitos de María de Marcelino Champagnat son vividas hoy con celo y pasión, en consonancia con las llamadas de la Iglesia y los signos de los tiempos. Debemos preguntarnos si, como nuestro fundador, estamos o no, por encima de todo, 5 —— enamorados de Jesucristo creíblemente visible entre los niños pobres y los jóvenes que captaron el corazón de Marcelino. (Sean Discurso al Cap. Gral.) 1.2.- Creemos que la llamada es absolutamente clara en su objetivo y no deja mucho lugar para las interpretaciones: “avanzar… en la cercanía a los niños y jóvenes más pobres y excluidos”. Los capitulares, aún reconociendo el trabajo llevado a cabo en nuestras instituciones educativas, expresan un sentido de urgencia, pues “nos queda mucho camino por recorrer”: “avanzar… decidida e inequívocamente”; “nos quema el deseo de que nuestras instituciones sean más evangelizadoras y promotoras de justicia”; “buscamos nuevas presencias que expresen nuestra opción preferencial por los pobres”. El Capítulo nos ofrece además dos grandes ejes como criterios para evaluar nuestras obras educativas: “la evangelización y la opción preferencial por los pobres y excluidos”. La llamada dirigida al Instituto es inequívoca, pero nuestra percepción es que, en realidad, se dan entre los hermanos “profundas diferencias de opinión” sobre esta cuestión. ¿Cómo llevar a cabo un mandato tan claro como el de “impulsar el desplazamiento y las nuevas presencias de hermanos, comunidades y obras hacia los pobres” y al mismo tiempo contribuir a superar esas diferencias de opinión que han creado barreras invisibles entre nosotros? Hemos transmitido nuestro profunda convicción de que ésta es una llamada para unir y no para dividir; para aunar fuerzas más que para gastarlas en discusiones estériles: todos estamos llamados a “avanzar… en la cercanía a los niños y jóvenes más pobres y excluidos”, aunque no todos estamos llamados a hacerlo de la misma forma, como ya reconocía el XIX Capítulo general. (Informe del Cons. Gral. al XXI Capítulo). 1.3.- De unos años a esta parte se ha escrito y se ha hablado mucho y con vehemencia sobre las obras de nuestro Instituto y los niños y jóvenes pobres que componen una buena parte de la actual población mundial. ¿Qué relación existe entre ambas cosas? O enfocando mejor la pregunta: a la luz de nuestro carisma, del voto de pobreza y las llamadas de la Iglesia y los Capítulos generales y provinciales a servir a los marginados de la sociedad, ¿dónde hemos de invertir nuestras energías apostólicas como grupo en estos momentos y en el futuro?... Pero la mayoría de los Hermanos no ha llegado todavía a dar las respuestas finales a esas mismas preguntas. Cada vez que lo han intentado han salido a la superficie profundas diferencias de opinión… Enseguida surge la interpelación: “¿Nos están diciendo que tenemos que abandonar un sistema de escuelas que ha costado muchos años organizar y que se ha mantenido con el sacrificio de tantos?”. Estas instituciones –señalan- han constituido un medio adecuado de evangelización y nos han permitido ofrecer un inestimable servicio a la Iglesia así como al tejido social de los países donde están establecidas. Por lo tanto, ninguno que se precie de ser un miembro del Instituto de Marcelino está excusado de plantearse el desafío de nuestras obras en relación con la población de los niños y jóvenes pobres de nuestro mundo. Y hay varias formas de empezar a hacerlo. Una es fomentar el espíritu de celo y entrega personal en nuestra vida apostólica. Otra manera de ayudarnos a conocer mejor las realidades de los que nos rodean es abrazar en la mayor medida posible las condiciones de vida de los más 6 —— desfavorecidos entre aquellos que atendemos. Vivir insertos entre los marginados de la sociedad también nos da más credibilidad como evangelizadores… QUIÉNES SON LOS POBRES. Sea cual sea el modo de describir la pobreza o el rostro que presenta en la situación que nos rodea, cuando el fundador habló de los pobres, él se refería claramente a los niños y jóvenes que eran económicamente débiles. Es preciso tener esto bien en cuenta, ya que en nuestro mundo hay unas cuantas formas de pobreza y al menos otras tantas definiciones. Pero como hermanos de Marcelino no estamos llamados a dar respuesta a cada una de ellas. ¿Cuál es la razón de que numerosos Hermanos y seglares se muestren reacios a abrazar la opción por los pobres? Seguro que no es por mala voluntad. Más bien se debe a que unos cuantos tienen miedo al cambio radical que creen que se producirá en el Instituto y en la Iglesia si se toma una iniciativa de esa índole. De ahí que traten de evitar o evadirse del asunto, ya sea restándole importancia o tergiversando su significado. El Capítulo reafirmó la importancia de la educación como ámbito privilegiado de evangelización y de promoción humana. Pero, como hemos comentado insistentemente, la asamblea recogió el deseo ardiente de que nuestras instituciones sean claros signos de valores evangélicos en cuyo entorno se promueve la justicia social. Al proclamar el derecho de la educación para todos, nos desafiaron a encaminar nuestra misión marista en esa dirección. 2.- TRABAJO PERSONAL. Dedica todo el tiempo que necesites para pasar de la lectura a la mente, y de la mente al corazón. Trata de escuchar al Espíritu y deja que marque tu norte. Señala las frases que en este momento más te interpelan. 3.- COMPARTIR. «Somos audaces para penetrar en ambientes quizá inexplorados, donde la espera de Cristo se manifiesta en la pobreza material y espiritual... Permanecemos siempre abiertos al Espíritu Santo, que nos interpela a través de la realidad de sus vidas y que nos impulsa a acciones valientes» (C. 83). 3.1.- ¿Qué respuesta das tú a las llamadas de la Iglesia y de nuestros últimos Capítulos Generales que nos invitan a orientar el Instituto hacia los desfavorecidos? 3.2.- ¿Qué pasos darías para implicar a todos y cada uno de los hermanos de la unidad administrativa, así como a los seglares Maristas? 4. Volver a escuchar “Los pobres nos evangelizan al estar entre ellos”. El niño Justo y sus hermanitas Mientras la mayoría de niños descansa, Justo trabaja. Cuando todos duermen, sus hermanas ya están cocinando. Desde que su madre murió, la vida no ha sido la misma. 7 —— Fue el propio Justo quien tuvo la idea de trabajar. Se le ocurrió un día, cuando vio a su abuela enferma. “Si quiero seguir estudiando voy a tener que pagar yo mismo mis cuadernos”, reflexionó. A sus 12 años comprendió que era tiempo de ser adulto. Así que fue a la parada de camionetas y les pidió a los choferes que lo contrataran. Ahora tiene uno de los empleos más peligrosos en este país: es ayudante de piloto. Los sábados y domingos trabaja de 8 de la mañana a 8 de la noche y gana Q15 diarios. Sus hermanas Vitia, Flor y Esperanza se levantan a las 3:30 para preparar comida que van a vender a la puerta de una fábrica cercana de donde viven, el asentamiento La Paz, en Villa Nueva. Terminan justo a tiempo para llegar a clases. Flor y Esperanza, de 12 y 14 años, van a estudiar, pero Vitia, de 16, no. Tiene que quedarse a preparar lo que venderán al final de la tarde y a ayudar a la abuela. La infancia de los niños terminó hace ocho años, cuando su madre falleció. Un dolor fuerte en el vientre la obligó a salir de madrugada a buscar un médico. En el hospital de Amatitlán le dijeron que esperara al especialista. La madre esperó. Y esperó más. Cuando habían pasado cuatro horas decidió viajar a la capital, pero ya era tarde. Murió ese mismo día. Fue entonces cuando los cuatro niños crecieron de golpe. Se quedaron al cuidado de la abuela, que padece de presión alta y hace milagros para darles alimento a sus nietos. ¿Qué les gustaría recibir por Navidad?, no piensan en juguetes o cosas materiales. Vitia levanta la vista, tratando de disimular las lágrimas y dice: “Yo lo único que quiero es seguir estudiando”. Esperanza quisiera poder subir de grado en la escuela, tiene 12 años y va a primero primaria, su maestra descubrió que es disléxica y por ello no logra aprender a leer y escribir. Aunque Esperanza piensa que sus problemas escolares se deben a la “tristeza”: “todos hablan de su mamá y como yo no tengo me pongo triste”. Flor añora una fiesta donde se reúna a su familia, falta un año para que cumpla 15, pero ella ya sueña con su vestido. De mayores, Flor y Esperanza quieren ser maestras; Vitia, aeromoza, y Justo quiere ser conductor de bus. La abuela desea dejar de temblar de miedo cada vez que Justo tiene que ir a las camionetas. Ya vivió un asalto y no sabe ni cómo se salvó de las balas, “Dios me lo cuidó”, dice segura. Los sueños caben en la pequeña casa de tablones de madera, lámina roída y piso de tierra donde viven. Los sueños son lo único que iluminan la vivienda gris, en el filo de un barranco, a la sombra de un sol que se niega a salir. “Si ponemos fe en Dios y realizamos las cosas con perseverancia todo se puede lograr” ¡Hola! Me llamo Jorge Benito Romero Ramírez soy un joven con capacidades diferentes no puedo caminar lo hago con ayuda de muletas, vivo con mi abuelita, mis tíos y primos por parte de mi padre, en un barrio rural llamado la Guatara, a 20 minutos de Macará, Provincia de Loja, país Ecuador. Mi madre me abandono cuando yo tenía 8 meses y mi padre se hizo de otro compromiso y vive en otra ciudad de Ecuador. Para llegar al colegio a tiempo tengo que madrugar, pagar un carro y llegar al colegio, en la actualidad en mi país hay mucha ayuda para las personas con capacidades diferentes y estoy en un programa impulsado por el MIES, en el que me ayudan para solventar los gastos de mis estudios. Con mi abuelita tengo mucho cariño y lo suficiente para vivir aunque a veces pasamos algunos aprietos, lo que más admiro de ella es su perseverancia porque yo me rehabilite físicamente y también que trate de ser otra persona. Es así que me apoya para que siga estudiando a pesar de mis limitaciones. Uno de los momentos más felices de mi vida fue llegar a estudiar en la Unidad Educativa Marista de Macará y sentir la aceptación y apoyo de mis compañeros y profesores y ver cómo me toman en cuenta para participar en las diferentes actividades programadas por la institución, algunas veces me siento triste cuando no puedo hacer lo que mis compañeros hacen, jugar futbol, basket o correr. En fin tengo que aceptar mi realidad y seguir siendo feliz y más aún ahora que ya mismo iniciamos clases y me voy a volver a encontrar con mis compañeros seguir apoyándonos y continuar adelante. El 8 —— mensaje que yo les daría a los jóvenes es que no se rindan que si ponemos fe en Dios y realizamos las cosas con perseverancia todo se puede lograr. ¿Qué pasos significativos debería dar usted primero y también debiéramos dar en nuestra Provincia (o en el Sector): a) Para que los hermanos realmente fuéramos expertos en la evangelización de los niños y de los jóvenes (pobres). b) Para que los hermanos realmente fuéramos expertos en la defensa de los derechos de los niños y jóvenes pobres? 5. ATRÉVETE A: VER EL MUNDO CON OJOS DE UN NIÑO POBRE “Retomo el punto donde empezó Sean, al inicio de este Capítulo. Me parece que fue muy inspirador. Ha sido una gran motivación para nuestro Capítulo, y lo hemos repetido más de una vez: “ver el mundo desde abajo”. Recuerdo algo que ocurrió hace más de veinte años. Hubo una iniciativa en Madrid en la que se invitaba a la gente a que, por un día, vivieran como mendigos, como pobres que piden limosna. Varios hermanos escolásticos hicieron la experiencia de sentarse en un pasillo del Metro y mendigar. Fue muy interesante analizar las reacciones de las personas, unos se acercaban, otros decían una palabra… Por un día pudieron ver el mundo desde abajo. En el Informe del Consejo general, recordarán que hablábamos de las víctimas de la globalización y cómo los niños son las primeras víctimas. Y el Papa actual, en su homilía de la noche de Navidad, hacía mención de estos niños a los que se niega el amor de sus padres; hablaba de los niños de la calle, de los niños soldados, de los niños víctimas de la industria de la pornografía u otras formas abominables de abuso. Y decía literalmente: “El Niño de Belén nos invita a hacer todo lo posible para que termine la tribulación de esos niños, a hacer todo lo posible para que la luz de Belén llegue al corazón de los hombres”. ¿Qué aprendizajes, qué tareas nos podemos llevar para casa? a) Seguir esa invitación del Papa a hacer todo lo posible. Hacer todo lo posible para seguir avanzando en el camino de poner al Instituto, prioritaria y visiblemente, al servicio de los niños y jóvenes pobres, cualquiera que sea el rostro de esa pobreza. En nuestras obras actuales, en obras nuevas… hacer todo lo posible. Y cuando miramos el mundo a través de los ojos de los niños pobres reconocemos también el eco de esa pregunta que me encontré en el famoso libro “¿Quién se ha llevado mi queso?” –un libro para hombres de negocios muy famoso en su tiempo-. ¿Qué harías si no tuvieras miedo? Esa es, probablemente, una buena puerta para hacer todo lo posible. 9 —— b) Expertos en la evangelización y en la defensa de los derechos de los niños y los jóvenes Me parece que hay dos aspectos muy vinculados a estas opciones de futuro. El H. Sean, en su Circular sobre la vida apostólica, decía que ojalá se nos pudiera reconocer en el futuro como expertos en la evangelización de los niños y los jóvenes. A través de la Pastoral Juvenil Marista, pero también en todos nuestros centros, sean del tipo que sean: ser expertos en evangelización. Y yo añadiría también: ser expertos en la defensa de los derechos de los niños y de los jóvenes. Ojalá que dentro de ocho años, cuando miremos hacia atrás, podamos decir que el Instituto ha dado pasos muy significativos en esta dirección. Nos alienta para ello Janus Kostka, un célebre psiquiatra infantil polaco, escritor, pedagogo, defensor de la causa de los niños, que murió en Treblinka, en un campo de exterminio, donde había sido deportado con los niños de su orfanato a quienes rehusó abandonar. Escribió esto: “Ustedes dicen que ocuparse de los niños es agotador; y tienen razón. Y agregan que esto cansa porque debemos ponernos a su nivel: tenemos que rebajarnos, inclinarnos, encorvarnos, empequeñecernos… Pero hay algo en lo que ustedes se equivocan: Lo que más cansa no es esto, sino el estar obligados a elevarnos hasta la altura de sus sentimientos, levantarnos, estirarnos, ponernos sobre la punta de los pies, acercarnos a ellos pero sin herirlos”. 6. Para tu reflexión y oración Entra en el corazón del texto del Apocalipsis: 21, 1-5 ¿Qué cielo y qué tierra nueva ves posible en tu entorno? ¿Cómo podría ser ese cielo y esa tierra nueva en tu comunidad, en tu colegio, en tu país? ¿Qué lágrimas ha secado Dios por tu intermedio este año? En este próximo año, las lágrimas de qué niños y jóvenes pobres o de qué situaciones concretas, cercanas a ti, querrá secar Dios por tu intermedio? Contempla la morada de Dios entre los hombres. Es tu comunidad. Son tus alumnos y tus colegas. Es tu familia. Es esa persona que te cuesta aceptar o convivir con ella. Contempla a Dios en esas moradas. Toma Mt 25, 31-46 y examina rostros concretos aplicables a las situaciones que plantea Jesús. ¿Sientes alguna llamada especial? Todo lo antiguo ha pasado: ¿Cuál es el rostro rejuvenecido que Dios quiere para el Instituto hoy? ¿Cuál es el rostro rejuvenecido que te gustaría ver en tu Provincia? ¿Qué te ilusiona de los mensajes de hoy, tanto bíblicos como de los Superiores generales? ¿Hay algo que te produce temor, desconcierto? ¿Brotan en tu interior algunas resistencias? Que esas ilusiones, temores o resistencias sean materia de tu oración, de tu diálogo amoroso con quien sabes golpea amorosamente, a diario y de muchas maneras, tu corazón. 10 —— No puedes hacer hoy la experiencia de transformarte en un mendigo de Quito y ver el mundo desde esa situación. Pero sí puedes hacer el esfuerzo de situarte en los ojos de un niño o de un joven pobre y describir el mundo que ves. Inténtalo y escríbelo. ¿Qué han significado los niños y los jóvenes pobres en mi vida?. ¿Qué llamados a la conversión experimento? Proyecciones hacia el futuro. Anótalo todo para, con ello, elaborar tu Proyecto Personal. Dedica un tiempo grande para orar todo esto que late en tu corazón. Escribe esa oración si lo crees necesario y te puede ayudar a concretar las cosas y las llamadas. 11 —— MOMENTO MARIANO Motivación: Canto: MARÍA, MADRE DEL DOLOR Madre, vengo ante ti, mis hermanos están sufriendo hoy. Te presento al que nunca rezó porque nadie le ha hablado de ti. Madre, vengo ante ti, y te ofrezco sus penas y el dolor; el llanto de aquel niño sin hogar y el viejo que hoy vive en soledad. MARÍA, MADRE DEL AMOR, DAS TU CORAZÓN AL PIE DE LA CRUZ. MARÍA, MADRE DEL DOLOR, LLÉVANOS SIEMPRE JUNTO A TI. MARÍA, MADRE DEL AMOR, DAS TU CORAZÓN AL PIE DE LA CRUZ. MARÍA, MADRE DEL DOLOR, LLÉVANOS SIEMPRE JUNTO A TI. Madre, te quiero rezar con la fe del enfermo en su dolor; con aquél que le cuesta pensar, pero vive la fiesta interior. Madre, quiero recordar al hambriento y al que sueña libertad; a aquél que es marginado sin razón, o muere, tal vez, por sembrar la paz. La Palabra: Jesús y su madre (Jn 19, 25-27) Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Juntos al pie de la cruz con LA MADRE Tiempo de contemplación: Con la mirada de los niños y jóvenes pobres contemplemos esta escena y pongamos en el corazón de Cristo y de la Madre todas las necesidades, tragedias, clamores y angustias de nuestra gente… Oración: Libremente traemos situaciones, personas concretas, grupos… oramos por ellos y por nosotros y lo acompañamos de un AVE MARÍA 12 —— Juntos con MARÍA… María, manantial de paz: Sé tú la fuente de nuestro consuelo. María, modelo de valentía: Haz que sigamos tu ejemplo. María, modelo de discípula que asume riesgos: Sé tú nuestra inspiración. María, modelo de perseverancia: Danos tu fortaleza. María, nuestra Buena Madre: Llévanos a Jesús. María, mujer llena de piedad: Enséñanos a ser misericordiosos. María, mujer llena de fe: Ayúdanos a creer. María, mujer clara de visión: Abre nuestros ojos. Consoladora de los afligidos: Danos un corazón compasivo. Causa de nuestra alegría: Condúcenos por la vida. Signo de contradicción: Socórrenos en la incertidumbre. Mujer de sabiduría y entendimiento: Danos el regalo de conocer. María, nuestro Recurso Ordinario: Protégenos y guíanos. Mujer, rebosante de esperanza: Sé para nosotros manantial de vida nueva. Primera discípula del Señor: Muéstranos el camino. Compañera de peregrinación: Ven siempre a nuestro lado. Cantamos: MARÍA, MADRE DEL AMOR, DAS TU CORAZÓN AL PIE DE LA CRUZ. MARÍA, MADRE DEL DOLOR, LLÉVANOS SIEMPRE JUNTO A TI. MARÍA, MADRE DEL AMOR, DAS TU CORAZÓN AL PIE DE LA CRUZ. MARÍA, MADRE DEL DOLOR, LLÉVANOS SIEMPRE JUNTO A TI. 13 —— ¡Aprendiendo a mirar… ver! Ver… Actuar… ¡Imagen de Dios! ¡Compasivos! 14 —— Ver… Actuar… ¡Mirar como Jesús mira…! Ver… Actuar… 15 —— ¡Ver el mundo con los ojos del niño pobre! Ver… Actuar… 16 —— ¡Al estilo de María! Tu oración… PROYECTO PERSONAL 2013 ¡Ver el mundo con los ojos de los niños y jóvenes pobres! 17 —— “Ver el mundo con los ojos de los niños y jóvenes pobres”. Página de Dios Repasando los acontecimientos de nuestra jornada, como los discípulos de Emaús, podemos ver cómo Dios está presente en nuestro caminar. Nos abrimos a las invitaciones y llamadas que Dios nos hace mediante las mociones de nuestra vida. Agua de la Roca # 82 Aprendemos gradualmente a penetrar más allá de la superficie de las cosas, a proyectar la mirada más allá de lo evidente hacia lo interior, a ver como Jesús ve y a sentir más claramente su presencia en nuestras vidas y percibir sus llamadas y sus invitaciones que nos llegan a través de las experiencias de la vida diaria. La revisión está, por consiguiente, centrada no tanto en nosotros mismos y en nuestros esfuerzos, cuanto en el hecho de descubrir lo que Dios realiza en nuestra vida y el tipo de respuesta que le damos nosotros. H. Charles Howard, El discernimiento. Circulares Vol. XXIX, nº 3 (1988), p. 151. Cosecha del día 1. Lectu ra de fe de Retiro 2013 la realidad + Ám am e más, Señor 18 —— «Ámame más, Señor, para quererte». Búscame más, para mejor hallarte. Desasosiégame, por no buscarte. Desasosiégame, por retenerte. Pódame más, para más florecerte. Desnúdame, para no disfrazarte. Enséñame a acoger, para esperarte. Mírame en todos, para en todos verte. ¡Por los que no han sabido sospecharte, por los que tienen miedo de encontrarte, por los que piensan que ya te han perdido, por todos los que esperas en la muerte, quiero cantarte, Amor, agradecido, porque siempre acabamos por vencerte! Pedro Casaldáliga + Cosecha del día: Llamadas, mociones, inquietudes, búsquedas,… _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ + Salve. 2. La compasión de Dios Amor, amor, hermano mío, Dios es amor. Ama a todos como hermanos, Dios es amor. (2) 19 —— + Amor es… Amar la gracia delicada del cisne azul y de la rosa rosa; amar la luz del alba y la de las estrellas que se abren y la de las sonrisas que se alargan.... Amar la plenitud del árbol, amar la música del agua y la dulzura de la fruta y la dulzura de las almas dulces..., amar lo amable, no es amor: Amor es ponerse de almohada para el cansancio de cada día; es ponerse de sol vivo en el ansia de la semilla ciega que perdió el rumbo de la luz, aprisionada por su tierra, vencida por su misma tierra... Amor es desenredar marañas de caminos en la tiniebla: ¡Amor es ser camino y ser escala! Amor es este amar lo que nos duele, lo que nos sangra por dentro. Es entrarse en la entraña de la noche y adivinarle la estrella en germen... ¡La esperanza de la estrella!... Amor es amar desde la raíz negra. Amor es perdonar; y lo que es más que perdonar, es comprender... Amor es apretarse a la cruz, y clavarse a la cruz, y morir y resucitar ¡Amor es resucitar! Dulce María Loynaz + Cosecha del día: Llamadas, mociones, inquietudes, búsquedas,… _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ + Salve 3. Las miradas de Jesús La bondad y el amor del Señor, duran por siempre, duran por siempre (2) + Se nos va olvidando: 20 —— Se les va olvidando, se nos va olvidando, todas tus palabras, tu vida entregada. Y si cierran tus puertas, ¿A dónde iremos? ¿A dónde iremos? ¿Dónde está el candil? Casi no luce su llama. ¿Dónde está la sal? Se ha vuelto sal que no sala ¿Dónde está el amor? Sólo es sonrisa forzada Se les va olvidando... Cristo tú viniste para enseñarnos la verdad, que de mil maneras llegamos a disfrazar. Todo tu mensaje, ¿Dónde se ha perdido? Tu misericordia en qué la hemos convertido. Renueva con tu Espíritu cada mente intransigente. Renueva con tu amor tanto corazón cerrado, que haga latir corazones, latiendo sin miedo, latiendo tu amor, latiendo tu cruz olvidada + Cosecha del día: Llamadas, mociones, inquietudes, búsquedas,… _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ + Salve. 4. Las miradas de Champagnat y el Instituto 21 —— No puedo ver a un niño sin que me asalte el deseo de enseñarle el catecismo y decirle cuánto le ama Jesucristo. Hemos nacido de una experiencia de solidaridad hecha por un hombre que vivió con los ojos bien abiertos y el corazón siempre dispuesto. Entremos en su corazón y oremos para convertirnos… Frente al futuro, a la novedad constante de Dios y su Espíritu, Marcelino respondió con firmeza, rapidez, audacia, riesgo… Miremos a Champagnat, su decisión y audacia y apropiémonos de su corazón, de sus ojos, de su audacia… y caminemos en paz, pero de prisa. Con Champagnat… Infunde fidelidad en nuestros corazones y valentía evangélica para lanzarnos de lleno, de nuevo, superando las caídas y bajones, a dar la vida por los otros. Ayúdanos a olvidarnos de nosotros para poner el centro de la vida y la razón de la existencia en la tarea diaria de generar vida nueva donde tú nos llames ir. + Cosecha del día: Llamadas, mociones, inquietudes, búsquedas,… ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ______________________________________________ ____ + Salve. 22 —— 5. Llamadas de conversión La conversión empieza cuando se reconoce que la llamada del Señor va dirigida a cada uno de nosotros, de manera muy personal, y cuando empezamos a dar pasos concretos para responder a ella. Dudo mucho de que un reto tan importante a nivel colectivo como el de “salir de prisa, con María, hacia una nueva tierra” pueda llevarse a cabo si no se da al mismo tiempo un desplazamiento, un itinerario interior en cada uno de nosotros. ¿Tendremos la audacia de ponernos en camino, tras los pasos de María de la Visitación, que concibió a Jesús en su corazón antes que en su seno? Oración de conversión ¡Cuántas noche en mi vida, Jesús, En las que se apaga la luz de mi corazón Y no te veo a Ti ni nada bueno a mi alrededor. La noche del pecado, la noche del desaliento, La noche del miedo… El miedo a seguirte, el miedo al sacrificio, El miedo cobarde al qué dirán, al miedo a vivir con pasión mi vocación, El miedo a amarte sin fronteras ni reservas. Hazme nacer de nuevo, morir a mis noches, vivir en tus días, en tu luz, en tus caminos. Ven a decirme cada día que tengo que hacer de nuevo. Te necesito a Ti para ser joven, para vivir cada día nuevo con corazón nuevo. ¡Quiero nacer de nuevo, Señor! + Cosecha del día: Llamadas, mociones, inquietudes, búsquedas,… _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ 23 —— _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ _____________________________________________ __________ + Salve. Guíame, Señor Henry Newmann Guíame, Señor, mi luz, en las tinieblas que me rodean: ¡guíame hacia delante! La noche lejos de es oscura y estoy casa: ¡Guíame Tú! ¡Dirige Tú mis pasos! No te pido ver claramente el horizonte lejano: me basta con avanzar un poco... 24 —— No siempre he sido así, no siempre Te pedí que me guiases Tú. Me gustaba elegir yo mismo y organizar mi vida... pero ahora, ¡guíame Tú! Me gustaban las luces deslumbrantes y, despreciando todo temor, el orgullo guiaba mi voluntad: Señor, no pasados... recuerdes los años Durante mucho tiempo tu paciencia me ha esperado: sin duda, Tú me guiarás por desiertos y terrenos pantanosos, por montes y torrentes hasta que la noche dé paso al amanecer y me sonría al alba el rostro de Dios: ¡tu Rostro, Señor! 25 —— EUCARISTÍA DE ENVÍO Motivación: Llegamos al final de nuestro retiro en que hemos estado abiertos/as a las llamadas y clamores de la realidad y hemos intentado ver las cosas con la mirada del niño y joven pobres. Hay, sin duda, muchos interrogantes, muchos retos, muchos deseos de responder con generosidad a nivel personal y a nivel Institucional. Todo esto queremos celebrar en esta Eucaristía de envío. Queremos salir como MARÍA, a nuestros lugares habituales de trabajo y de vida, pero con una mirada nueva: la del niño y joven pobre y la del Evangelio de Jesús de Nazaret. Celebremos, pues, con alegría, esto llevamos en el corazón. Cantamos. DONDE HAYA UN NIÑO Oh, Señor, quisiera decirte lo que siento en mí, hoy mi alma quiere pedirte un amor sin fin. Donde haya un niño quiero hablarle de Ti, fue mi Padre Marcelino quien me lo enseño así. Una sonrisa humilde, sincera y de paz, es tu palabra viva que se hace realidad. UNA LÁGRIMA, LA DE UN NIÑO, UN LAMENTO A ESCUCHAR, UN HERMANO, UN AMIGO, UNA VIDA QUE SE DA. Oh, María, mi buena Madre, vives junto a mí, hoy quisiera agradecerte el haber dicho Sí. Donde haya un niño quiero hablarle de ti, fue mi Padre Marcelino quien me lo enseño así. Una fe inquebrantable, la confianza en el luchar, fue tu ejemplo su camino, una escuela de verdad. Acto penitencial: Lectura: del relato de la vida de Juan Bautista Berne. (Vida de M. Champagnat, XXI. p. 524-525) ...Cuando murió la mujer, el Padre Champagnat se hizo cargo del hijo que dejaba. A consecuencia de la larga enfermedad de su madre y de su extrema pobreza, el muchacho no había recibido formación religiosa alguna. Pero había adquirido malas costumbres que le malearon el carácter y el corazón y anularon por largo tiempo los cuidados que le prodigaban. Los Hermanos, a quienes el Padre Champagnat lo había encomendado, no le dejaron carecer de nada en cuanto a alimentación y vestido; lo tuvieron en clase, se esforzaron por infundirle principios religiosos, por corregir sus defectos y malos hábitos. Pero, en vez de aprovechar tanta atención y mostrar agradecimiento, correspondía con insultos, ingratitud y rebeldía. Acostumbrado a vivir vagabundo y a merced de sus malas inclinaciones, no pudo soportar la sujeción que le exigía la vida reglamentada de un centro educativo, ni las lecciones y advertencias paternales de los Hermanos. Se fugó varias veces, pues prefería mendigar el pan y vivir en la miseria que doblegar su carácter levantisco y someterse a la disciplina de la escuela. Los Hermanos lo volvían a traer cada vez a casa y adoptaron todos los medios que les sugería su celo para 26 —— corregirlo, atraérselo e inspirarle mejores sentimientos. Pero, desalentados ante el escaso resultado de sus esfuerzos, terminaron por pedir al Padre que lo abandonara a su desdichada suerte. «Estamos perdiendo el tiempo con este niño –le dijeron-, y tarde o temprano tendremos que despedirlo.» El piadoso Fundador, cuyo celo era más tenaz y comprensivo, les animó primero a tener paciencia y a rogar por aquel pobre desgraciado. Pero al ver que insistían en la expulsión, les dijo: «Amigos, si lo que queréis es deshaceros de este pobre huérfano, os será muy fácil. Pero, ¿qué mérito podéis tener con echarlo a la calle? Si lo abandonáis, ¿no os da miedo que Dios os pida cuentas de su alma? ¿No teméis tampoco perder la oportunidad de ejercitar la caridad, el celo, y, por consiguiente, perder el mérito de conseguir que ese niño vuelva a la senda de la virtud? Si lo expulsáis, Dios confiará a otro su cuidado y la gracia de educarlo; y, aunque demasiado tarde, lamentaréis el haberos privado, por falta de paciencia, de tan gloriosa misión. Hemos adoptado a este niño; no podemos abandonarlo, tenemos que guardarlo por doloroso que resulte ver que no corresponde a nuestros desvelos. Pero hemos de trabajar sin descanso en conseguir que sea como deseamos. «Por lo demás -añadió- tened buen ánimo: Dios no puede consentir que sean estériles tantos sacrificios, tantos actos de caridad empleados con él. Encomendadle a Dios y ya veréis cómo muy pronto os causará tanto consuelo como disgustos os ha ocasionado hasta el presente. » Efectivamente, poco después, aquel chico, que durante varios años había causado tantos disgustos a los Hermanos por su mal comportamiento, cambió radicalmente: se tornó manso, dócil, bueno y piadoso como un ángel. Después de hacer la primera comunión con edificantes disposiciones, pidió ser admitido en la comunidad, favor que le fue concedido. Lleno de aprecio por su vocación, fue un Hermano piadoso, observante y obediente, y murió como un predestinado a la edad de veintiún años, en los brazos del Padre Champagnat, después de haberle agradecido cuanto había hecho por él. A modo de reflexión y arrepentimiento: "Hoy vengo, ante ti, Padre bueno, con el alma partida. Ya sabes por qué. Me han dicho los Hermanos que sigue portándose mal, que no le aguantan, que le quieren echar de la casa. Eso me duele mucho. No lo puedo soportar. ¿Qué será de ese niño solo en el mundo? ¿Quién va a cuidar de él? No tiene ni padre ni madre. Ya ha sufrido bastante, para que ahora le dejemos indefenso, al alcance de tantos enemigos. Señor, te veo a ti en Juanito, Tú eres él. ¿Cómo te vamos a echar a la calle? Canto: Tú que siempre nos perdonas porque nos quieres mucho, tú que siempre nos perdonas: SEÑOR TEN PIEDAD Cambia, Señor, el corazón de estos mis hijos. Dales paciencia. Ayúdales. Entiendo que estar todo el día con él, ver que no hay recuperación, que tiene mala conducta, debe ser duro y desalentador. Pero te pido para que ellos entiendan que Tú tienes más paciencia con nosotros, que Tú nos amas a todos, que Tú amas especialmente a niños como Juan, que son los que necesitan de médico, no los sanos. Canto: Tú que siempre nos escuchas porque nos quieres mucho, tú que siempre nos escuchas: CRISTO TEN PIEDAD Señor, que no caigamos en lo que es más fácil; en deshacernos de Juan porque nos molesta. Tú viniste especialmente para levantar al caído, para ayudar al débil, para salvar al pecador. Tú amaste tanto a los niños, eran tus predilectos. Tú quieres que nadie se pierda. Quieres que todos se salven. Que queramos nosotros lo mismo, Señor. Que no echen los Hermanos a Juanito. Que si se va de la comunidad, se pierde. 27 —— Canto: Tú que siempre nos perdonas porque nos quieres mucho, tú que siempre nos perdonas: SEÑOR TEN PIEDAD ¿No ha sufrido ya bastante en la vida para que le hagamos sufrir más? Cambia su corazón, hazle más dócil y obediente. Que se acerque más a los Hermanos, que sea más bueno. María, madre buena, Juanito sólo te tiene a ti como madre. ¿Vas a permitir que se pierda en la calle? ¿Vamos a ser nosotros, los que nos llamamos y somos tus hijos, vamos a ser nosotros los que nos deshagamos de él? No lo permitas. Se me partiría el alma si ello ocurriera. Te pido que mis hijos entiendan que Tú, Madre buena, y tu Hijo nos llaman a atender lo débil, lo pobre, lo necesitado. Confío en Ti, Madre. Confío en que nos vas a ayudar a que Juanito cambie y siga entre nosotros. Te lo pedimos con todo el corazón. Dios todo poderoso tenga piedad de nosotros… LA PALABRA DE DIOS NOS ILUMINA PRIMERA LECTURA: HAGO NUEVAS TODAS LAS COSAS (AP 21, 1-5) Como Salmo: Canto Cuando tuve hambre me diste comida; cuando tuve sed, me diste de beber; cuando estaba intranquilo, calmaste mis penas; cuando era niño me enseñaste a leer. Cuando estaba sin casa, abriste tus puertas; cuando estaba desnudo, me diste tu manto; cuando estaba cansado, me ofreciste reposo; cuando estaba solo, me trajiste el amor. Tú siempre serás mi hermano, Tú serás mi hermano: te lo dice Jesús, te lo dice Jesús. Cuando estaba en la cárcel, viniste a mi celda; cuando yo estaba en cama, tú me cuidaste; en país extranjero, tú me acogiste; cuando fui torturado, tú llevaste mi cruz. Cuando estaba parado, me encontraste trabajo; fui herido en combate, vendaste mis heridas; yo buscaba bondad, me tendiste la mano; fuera negro o blanco, eso nunca importó. LECTURA DEL EVANGELIO: Lo que hicieron por ellos, por mí lo hicieron (Mt 25, 31-46) Homilia o tiempo para compartir… 28 —— Oración comunitaria. Dirijamos a Jesús nuestras intenciones y las de aquellos que sufren o están más necesitados, diciendo: Tú, Señor, eres nuestra salvación. Tú, Señor, que nos mandaste amarnos como tú nos amaste, ten misericordia de los que nadie ama y pon en su vida personas que les muestren tu amor. Tú, Señor, eres nuestra salvación. Tú, Señor, que curaste enfermos y resucitaste muertos, ten piedad de los que sufren el peso de la enfermedad y dales el consuelo. Tú, Señor, eres nuestra salvación. Tú, Señor, que proclamaste bienaventurados a los que trabajan por la paz, apiádate de los países que sufren la guerra y pon paz en el corazón de los poderosos. Tú, Señor, eres nuestra salvación. Tú, Señor, que con cinco panes y dos peces diste de comer a la multitud que te escuchaba, pon generosidad en nuestro corazón y en el de todos los hombres para que, con nuestro esfuerzo, podamos acortar las distancias entre ricos y pobres. Tú, Señor, eres nuestra salvación. Tú, Señor … (tiempo para otras peticiones espontáneas) Sigue la Eucaristía… Gesto final de envío y compromiso: Se le ofrecerá a cada uno/a, una canastita sencilla que va a expresar el compromiso de COMPARTIR con el necesitado. Ahí vamos a ir poniendo (con papelitos o signos) lo que hagamos por los más necesitados: experiencias vividas en algún momento del año, compromisos que tomamos a nivel personal o familiar o comunitario… Acciones concretas como Institución… etc. (Al tenerlo cada uno/a en su casa, en su habitación, en su hogar, en su comunidad, y al verla cada día, renovaremos este compromiso de ver el mundo con los ojos de los niños y jóvenes pobres…) Canto final: ESCUCHA, MARÍA 29 —— Escucha, María, sonríe feliz, desde tantas estatuas con Cristo ó sin Él, el joven que duda, el niño sin padres, el viejo olvidado sabrán que tú estás. Escucha, María, el grito y la voz de los que sufrieron la persecución por ser más fraternos y más Evangelio, semilla del pueblo, cosecha de Dios. ASÍ, MARÍA, NOS GUIARÁS, TU PUEBLO ACOMPAÑARÁS, LA JUSTICIA TRIUNFARÁ. ASÍ, MARÍA, NUESTRA SERÁS, LA LUCHA COMPARTIRÁS, HABRÁ UN MUNDO MÁS JUSTO, SERÁ POSIBLE EL CIELO AQUÍ. Escucha, María, preséntale a Dios la ignorancia extrema y todo el dolor, el llanto y el hambre de amor y de pan, el miedo y la angustia, la falta de paz. Escucha, María, amiga serás de aquel joven solo que busca calor. Que sea posible vivir la utopía, que sea posible seguir a Jesús. Escucha, María, nos visitarás y traerás palabras en tu corazón, Jesús se hará vivo en nuestras opciones, veremos contigo el rostro de Dios. 30 ——