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ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN ............................................................................ 2 2. DEFINICIONES ............................................................................... 3 3. HISTORIA ........................................................................................ 6 4. ELEMENTOS TÉCNICOS ............................................................... 9 5. APLICACIONES 5.1. TRANSTORNOS NEUROLÓGICOS .................................... 18 5.2. DEFICIENCIAS SENSORIALES........................................... 20 5.3. MINUSVALÍAS FÍSICAS ....................................................... 24 5.4. RETRASO MENTAL ............................................................ 25 5.5. AUTISMO.............................................................................. 27 5.6. ESQUIZOFRENIA................................................................. 29 5.7. TRANSTORNOS DEL LENGUAJE ....................................... 30 5.8. OTRAS APLICACIONES ...................................................... 32 6. ESCENARIOS 6.1. LA MUSICOTERAPIA EN CENTROS DE ED. ESPECIAL ... 33 7. CONCLUSIONES ............................................................................ 36 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................... 37 1. INTRODUCCIÓN ¿Qué es la musicoterapia? ¿Para qué sirve? ¿A quién se aplica? ¿Quién lo imparte? ¿Dónde? Éstas son las preguntas que nos planteamos a la hora de elegir este monográfico, ya que es un tema que nunca habíamos tratado. A lo largo de nuestro trabajo intentaremos responder a estas cuestiones de la manera más clara posible. Anteriormente pensábamos que la musicoterapia era una técnica de relajación con música para cualquier persona, más enfocada al ocio que a la terapia. Además, desconocíamos que en España no existe la carrera de musicoterapia. Para realizar el trabajo, primero buscamos información teórica para aclarar nuestras dudas pero como la musicoterapia es algo muy práctico, pensamos en la posibilidad de acudir a una sesión. Finalmente, asistimos a varias sesiones de musicoterapia en el centro “Ciudad de Toledo” y nuestra experiencia será contada en clase. 2 2. DEFINICIONES Existen numerosas definiciones de la musicoterapia. Algunas de ellas son las siguientes: GERARD DUCOURNEAU (1997) “Toda terapia realizada por procedimientos musicales”. ROLANDO BENENZON (1995) “Es esa parte de la medicina que estudia el complejo sonido/ser humano/sonido, utilizando el movimiento, el sonido y la música, para abrir canales de comunicación en el ser humano, con el objetivo de obtener los efectos terapéuticos, psicoprofilácticos, así como una mejoría para él y su entorno”. ALICE BERTHOMIEU (1994) “Una intervención que está centrada sobre el sujeto en su relación con la comunicación” KENNETH BRUSCIA (1987) “Un proceso dirigido a un fin en el que el terapeuta ayuda al cliente a acrecentar, mantener o restaurar un estado de bienestar utilizando experiencias musicales y las relaciones se desarrollan a través de ellas, como fuerzas dinámicas de cambio”. 3 SERAFINA POCH (1981) “La aplicación científica del arte de la música y la danza con finalidad terapéutica para prevenir, restaurar y acrecentar la salud tanto física, como mental y psíquica del ser humano, a través de la acción del musicoterapeuta”. FEDERACIÓN MUNDIAL DE MUSICOTERPIA (WFMT) "La musicoterapia consiste en el uso de la música o elementos musicales (sonido, ritmo, melodía, armonía) por un terapeuta musical, con un cliente o grupo, en el proceso diseñado para facilitar y promover comunicación, aprendizaje, movilización, expresión, organización, con el fin de lograr cambios y satisfacer necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas". INSTITUTO DE MUSICOTERAPIA “MÚSICA, ARTE Y PROCESO” (Vitoria Gasteiz) “Aplicación científica del sonido, la música y el movimiento a través del entrenamiento de la escucha y la ejecución instrumental sonora, integrando así lo cognitivo, lo afectivo y lo motriz, desarrollando la conciencia y potenciando el proceso creativo. Así podemos: facilitar la comunicación, promover la expresión individual y favorecer la integración grupal y social". 4 NATIONAL ASSOCIATION FOR MUSIC THERAPY (NAMT) “Uso de la música en la consecución de objetivos terapéuticos: la restauración, el mantenimiento y el acrecentamiento de la salud tanto física como mental. Es también la aplicación científica de la música, dirigida por el terapeuta en un contexto terapéutico para provocar cambios en el comportamiento. Dichos cambios facilitan a la persona el tratamiento que debe recibir a fin de que pueda comprenderse mejor a sí misma y a su mundo, para poder ajustarse mejor y más adecuadamente a la sociedad”. En definitiva, la musicoterapia no es sino una disciplina paramédica que utiliza el sonido, la música y el movimiento para producir efectos positivos en las personas, con el objetivo de mejorar su salud y calidad de vida. 5 3. HISTORIA Todas las civilizaciones han reconocido la influencia de la música, principalmente como elemento productor de cambios en las personas: En las civilizaciones totémicas existía la creencia de que cada uno de los espíritus que habitaba el mundo poseía su sonido específico individual propio. El hombre primitivo creía que todos los seres muertos o vivientes tenían su propio sonido o canto al cual respondían, y que podía hacerlo vulnerable a la magia. En la antigua Mesopotamia (6.000 a.C.), cuando se creía que los dioses se enfurecían y les castigaban con diferentes catástrofes climatológicas, los calmaban con cantos y con el sonido de sus rudimentarios instrumentos musicales. En la época sumeria (4.000 a.C.) la música ya se relacionaba con la astrología y las matemáticas, considerando que el universo (macrocosmos) y el hombre (microcosmos) estaban enlazados por la música. Los sanadores chinos utilizaban las “piedras que cantan”, fragmentos de jade finos y planos que emitían distintos tonos musicales cuando eran golpeados. En la india milenaria adoraban a seres celestiales caracterizados por ser músicos divinos y su ciencia era la música y el canto, llegando a personificar los múltiples sonidos de la Madre Naturaleza. 6 Los primeros escritos donde se hace referencia a la influencia de la música sobre el cuerpo humano son los papiros médicos egipcios descubiertos en Nahum por Petrie en 1899, fechados alrededor del 1500 a.C., donde se relata la influencia favorable de la música sobre la fertilidad de la mujer. Sin embargo, muchos antropólogos consideran que el primer episodio de musicoterapia es el efectuado por David con su arpa frente al rey Saúl. En la Biblia, (Samuel, 16:23) encontramos: “Cuando el mal espíritu de Dios se apoderaba de Saúl, David tomaba el arpa, la tocaba, y Saúl se calmaba y se sentía mejor, y el espíritu malo se alejaba de él…” En el shamanismo, que es probablemente la religión más antigua del mundo cuyo principio fundamental se basaba en que todo hombre tiene perfecta comunicación consigo mismo y con los que lo rodean, al igual que con lo sobrenatural, era el shamán quién ayudaba a reestablecer esta comunicación cuando había sido interrumpida temporalmente. Este lo hacía mediante usos intensivos del sonido. El uso de la música por los griegos se atenía también a la situación clínica. La cura racional sólo era posible cuando la enfermedad había sido observada y diagnosticada, y hallado el remedio lógico aplicable. Según Plutarco, un Thaletas libró de la peste a los lacedemonios con los acordes de su lira. Ismenio, médico de Tebas curaba la ciática con la armonía y Asclepios la utilizaba para clamar a los dementes. 7 En las fuentes medievales se narra como se llamaba a los músicos para aliviar los dolores de enfermos hospitalizados, y en el 1500 encontramos casos de curación de problemas mentales con terapia musical. El Renacimiento fue uno de los periodos más dinámicos y creativos de la historia humana, y en el que la música empezó a ser un medio importante de expresión individual en el que los elementos humanos fueron significativos desempeñando una influencia integradora, reuniendo a la gente en las aldeas y en las cortes. Nombres como los de Ficino, Pargeter, Buchoz y Browe, el doctor Chomet, Benito Mojan, Getry o Feré contribuyeron al uso ya completamente científico de la música en el s. XX. Desde entonces hasta hoy, mucho se ha avanzado. Actualmente, la musicoterapia cuenta con un desarrollo bastante importante en países como Alemania, Francia, España, Argentina, etc., sobre todo, en áreas relacionadas con la neurosis, los trastornos psicosomáticos, el autismo infantil y la educación especial. 8 4. ELEMENTOS TECNICOS Para llevar a cabo un proceso terapéutico útil y eficaz en musicoterapia, es necesario tener claro cómo deben ser los dos elementos técnicos fundamentales, el gabinete de musicoterapia y el instrumental. El gabinete de musicoterapia El gabinete de musicoterapia debe estar convenientemente aislado de los sonidos exteriores, como también la institución o el lugar donde funcione dicho gabinete debe permanecer aislado de los sonidos interiores del gabinete. Con respecto a la primera situación, o sea, el aislamiento acústico del exterior, permite trabajar con cierta asepsia en lo que se refiere al encuadre no- verbal. En el contexto no- verbal, cualquier emisión sonora es una perturbación, e interceptará la comunicación no- verbal. No obstante, si a pesar del aislamiento llegasen sonidos exteriores, conscientemente percibidos, estos deben o pueden ser aprovechados e incluidos dentro del contexto de una sesión de musicoterapia (el trinar de un pájaro, el viento, el trueno, etc.). 9 Con respecto a la segunda situación, o sea, que la institución debe estar aislada de lo que ocurre en el gabinete, permite o evita situaciones difíciles de manejar en un contexto terapéutico. Por ejemplo, si en un hospital de día, los pacientes escuchan que el gabinete se esta cantando una determinada canción, algunos de ellos le pedirán al musicoterapeuta, en su propia sesión, que ellos también quieren cantar esa determinada canción, o le reprocharán al musicoterapeuta, por qué con fulano utilizó tal sonido o tal ritmo o permitió tal ruido y con él no ocurre lo mismo, y así sucesivamente. El gabinete debe estar iluminado y ser de dimensiones regulares; ni demasiado amplio, ni demasiado reducido. Las paredes no deben tener objetos decorativos y deben estar pintadas de un color sedante. Buscamos la menor cantidad de estímulos, para concentrar todo el trabajo en el aspecto sonoro y de movimiento. El suelo debe ser de madera, teniendo en cuenta la posibilidad de transmisión de las vibraciones y la necesidad de trabajar con todo el cuerpo e incluso descalzos. Debe tener dos armarios, que estarán empotrados en la pared, para evitar los salientes que entorpecerán el trabajo de desplazamiento. Uno de los armarios contendrá todos los instrumentos musicales y el otro los aparatos electrónicos, como son el grabador, el amplificador, etc. 10 El motivo de tener dos armarios se debe a la independencia que le da al musicoterapeuta de trabajar con los aparatos electrónicos sin necesidad de que el paciente visualice todos los instrumentos musicales que posee el gabinete. Se considera que cada instrumento musical colocado en el gabinete posee “per se” un simbolismo muy particular para con ese paciente y, por lo tanto, es muy delicado la introducción o la estimulación con otro instrumento. Habrá una mesa no muy grande, que servirá para colocar algunos instrumentos, y unas sillas o bancos que estarán dispuestos en círculo dejando libre el centro del gabinete. El instrumental Todo elemento capaz de producir un sonido audible o, más aún, que pueda producir un movimiento capaz de ser vivenciado como mensaje, como medio de comunicación, será parte integrante de los elementos técnicos de la musicoterapia. No solo tendrán importancia los instrumentos clásicos o del material Orff, o Montesori, etc., sino también el propio cuerpo, como la voz, las palmas, los muslos, como también la creación de instrumentos por parte del paciente. 11 A manera de primera clasificación en musicoterapia, los instrumentos se agruparían en: a) instrumentos musicales propiamente dichos, b) instrumento corporal, c) instrumentos electrónicos, d) de la creación instrumental. a) Instrumentos musicales propiamente dichos. En esta clasificación abarca todos los instrumentos fabricados por el hombre para ser utilizados como instrumentos musicales, o sonoros y que tienen importancia en musicoterapia. Para que un instrumento sea de interés para la musicoterapia tiene que tener las siguientes características: 1) de simple manejo 2) de fácil desplazamiento 3) de gran potencia sonora 4) que tienda a la expansión y no a la introversión 5) que sus posibilidades sonoras sean de claras y entendibles estructuras rítmicas- melódicas 6) Que su sola presencia sea suficiente estímulo como objeto intermediario. Cuanto más primitivo sea el instrumento en su construcción y en su material, mas cerca estará del ideal musicoterapéutico. 12 Hay ciertas aplicaciones clínicas de la musicoterapia que convierten a determinados instrumento en objeto integrador. Por ejemplo, para el trabajo con sordos e hipoacúsicos, el piano puede convertirse en objeto integrador, pues permite que varios pacientes coloquen sus manos en la caja del piano, y sentir las vibraciones a través del tacto. b) Instrumento corporal. El cuerpo humano es el instrumento musical más completo en todas sus dimensiones. Además, es el origen de los instrumentos musicales, ya que éstos son simplemente una prolongación del cuerpo humano. En el cuerpo humano tenemos implícito el membranófono, el idiófono y el aerófono. El cuerpo humano puede despertar situaciones y ansiedades de alarma que pueden hacer huir o entrar en pánico a cierto tipo de pacientes. De todos los fenómenos sonoros del cuerpo humano el más profundo lo constituyen la voz y el canto. La voz y el canto son los elementos más regresivos y resonantes, por tal motivo deben ser usados con mucho cuidado, reservándolos para emergentes terapéuticos complicados y difíciles de manejar. 13 c) La creación instrumental Se encuentran dentro de esta clasificación exclusivamente a los instrumentos creados, improvisados y fabricados por los pacientes o por el musicoterapeuta. Estos instrumentos tienen gran poder de objeto intermediario y fácilmente se pueden convertir en objeto integrador dentro de un grupo. La ficha musicoterapéutica Generalmente, un paciente es enviado a musicoterapia luego de un estudio clínico-psicológico realizado por el médico y/o el psicólogo tratante. Por lo tanto, el musicoterapeuta recibirá un paciente seleccionado y con una indicación precisa. La toma de la ficha musicoterapéutica es el primer contacto del paciente con el musicoterapeuta. La consigna de este primer encuentro es la de explicar que para poder comenzar la terapia, es necesario conocer la historia sonoro- musical del paciente y de su ambiente en forma profunda y exhaustiva. Igualmente se aconseja completar la ficha con el interrogatorio de los familiares que puedan aportar datos. 14 Las preguntas más importantes a tener en cuenta son las siguientes: Ficha musicoterapéutica Nombre y apellido: Sexo: edad: ficha confeccionada por: 1. País de origen: 2. Región de origen: 3. Preferencias y particularidades de los padres: 4. Vivencias sonoras durante el embarazo: 5. Vivencias sonoras durante el nacimiento y primeros días de vida: 6. Movimientos corporales y canciones de cuna de la madre: 7. Ambiente sonoro durante la infancia: 8. Reacciones del paciente a los sonidos y a los ruidos: 15 9. Reacciones del paciente a los sonidos y a los ruidos 10. Sonidos típicos de la casa (portazos, gritos, llantos, ruidos al masticar, tics con sonidos, murmullos, etc.) 11. Sonidos durante la noche y sonidos corporales. 12. Historia musical propiamente dicha del hogar, educación musical de los padres y del paciente. 13. Los primeros contactos con un instrumento. 14. Estado actual del problema sonoro- musical. 15. Asociaciones con los sonidos. 16. Gustos y rechazos musicales, sonoros y de ruidos. 17. Deseos y rechazos de instrumentos. 16 Esta ficha se podrá completa en el transcurso de las sesiones. El objetivo principal es conocer la historia sonoro- musical del paciente y su herencia. De los primeros datos de la ficha obtendremos, por un lado, todo el aporte sonoro- musical del paciente, y por el otro, lo que podríamos llamar las series complementarias sonoras. 17 5. APLICACIONES La musicoterapia, como elemento curativo o preventivo, ofrece un amplísimo abanico de posibilidades. Estando igualmente presentes en hospitales, colegios, centros de educación especial, cárceles. Psiquiátricos, geriátricos, etc. 5.1. TRASTORNOS NEUROLÓGICOS La musicoterapia se viene aplicando con bastante éxito en sujetos que presentan trastornos neurológicos del tipo de la parálisis cerebral y la epilepsia. La Academia Americana de Parálisis cerebral define este trastorno como “cualquier alteración de movimiento o de función motora causada por anomalía, lesión o enfermedad de los tejidos nerviosos contenidos en la cavidad craneana.” Existen cinco tipos de paralíticos cerebrales: 1. Espásticos: presentan una contracción involuntaria de los músculos y rigidez de movimientos. la lesión afecta claramente a los centros motores, originando homoplejía, hemiplejía, paraplejía... 2. Atetósicos: presentan movimientos lentos, involuntarios, incontrolados. 18 3. Atáxicos: presentan pobre equilibrio, paso irregular y problemas en la coordinación viso- manual. 4. Coreoatetósicos: presentan movimientos anormales de los miembros. 5. Mixtos: suman a estas deficiencias otros problemas Con paralíticos cerebrales lo mejor es comenzar con sesiones individuales para integrarlos después en un grupo a medida que van avanzando. La musicoterapia les ayuda a controlar los movimientos y temblores, actuando también a nivel emocional- comportamental y en toda la problemática colateral. Entre las actividades a realizar con estos sujetos están: los ejercicios rítmico- vocales, la interpretación de canciones, práctica rítmica e instrumental, juegos dramáticos, percusiones corporales, etc. Por lo que se respecta a la elección de instrumentos no se recomiendan los de cuerda, pudiéndose utilizar los de viento simples, teclado... En cuanto a la epilepsia decir que se trata de un trastorno del sistema central que origina accesos (ataques) convulsivos asociados a alteraciones de la conciencia. Se distinguen la epilepsia idiopática y la sintomática. Otro tipo es la epilepsia musicogénica, que se refiere a aquellos casos en los que parece existir una relación causa-efecto entre un estímulo musical y el ataque epiléptico. 19 En general con estos sujetos se recomienda utilizar fragmentos musicales cortos, variados. Los instrumentos más indicados serán por ejemplo el piano. La musicoterapia resulta altamente efectiva con sujetos afectados por trastornos neurológicos. 5.2. DEFICIENCIAS SENSORIALES En concreto vamos a referirnos a los sujetos que presentan problemas auditivos y visuales. Con respecto a los primeros, el déficit auditivo comprende distintos grados. La detección temprana de este problema y su inmediata atención son esenciales para evitar que la persona se encierre en sí misma, desarrollando problemáticas colaterales de índole afectiva, de comunicación e integración social, etc. En la musicoterapia aplicada a sujetos con problemas de audición será necesario conocer el grado de pérdida auditiva que presentan mediante el examen audiológico, así como prestar especial cuidado en las actividades y el local donde se van a desarrollar las sesiones (suelo de madera, con buena acústica...). La mayoría de estas personas perciben de una u otra forma distintos aspectos de la música (el ritmo, la acentuación, altura, intensidad y duración) lo cual es muy positivo, ya que si, por ejemplo, perciben la altura, podrán discriminar graves y agudos contrastados. 20 El hipoacúsico (nivel bajo de sordera) no puede percibir toda la gama de sonidos de nuestro sistema musical, por lo cual podrá participar en una serie de actividades ajustadas a su grado de sordera. Se ha observado que la musicoterapia en estos sujetos mejora la articulación, la cualidad de la voz y fraseo, les ayuda a expresar sus pensamientos, mejora la locución y la discriminación del lenguaje. Lo que se propone la intervención musicoterapéutica es despertar en el individuo el placer de la escucha, su sentido rítmico, mejorar la inteligibilidad de su habla, su comprensión del lenguaje, abrir nuevas vías de expresión y comunicación, estimular su interés, su creatividad, aumentar su autoestima y seguridad, propiciar su completa integración. De ahí, que el esquema de trabajo encierre necesariamente los niveles corporal, sensorial, simbólico y conceptual. Conforme a la teoría piagetiana, en un primer nivel corpóreosensorial, los ejercicios con elementos como el ritmo, la melodía, la duración, el timbre, etc., se relacionarían con el nivel sensorio-motor y operatorio concreto, mientras que la introducción de simbolizaciones y actividades creativas musicales conectaría ya con el período operatorio formal. Dentro de las actividades orientadas a conseguir una mejora de estas personas, se encuentran los ejercicios de relajación, las audiciones y viajes musicales, los ejercicios de ritmo y percusión corporal, la práctica instrumental, la danzaterapia, los juegos asociativos, la producción de 21 vibraciones percibidas por el plexo y el sentido del tacto, los ejercicios de emisión de voz etc. Las posibilidades son muy amplias; desde los juegos imitativos en los que participa la totalidad del cuerpo, hasta otros de carácter discriminativo, pasando por los que combinan el ritmo y la lectura de palabras (monosílabos, bisílabos, etc.), la ejecución del ritmo de palabras mediante percusiones corporales, silabear por frases una canción escrita en una pizarra, etc. Con niños, para poner en juego la discriminación de graves y agudos, podemos pintar en la pizarra un zigzag de altos y bajos, y utilizar bombos y metalófonos (agudos/graves) mientras vamos señalando en la pizarra. A los niños les pediremos que coloquen las manos sobre el instrumento a la vez que se toca, con objeto de que sientan las vibraciones. Por último, en lo que respecta a los instrumentos, deben predominar los de percusión de gran tamaño, en especial los de parche, y en general, aquellos con una resonancia grave, los de placa y el piano (por su gran caja de resonancia y la posibilidad que ofrece de contrastar alturas). En cuanto al deficiente visual, será precisa también una metodología adaptada a su problema (para leer y escribir la notación musical necesitará el método Braille de música) pero, en general, no encontrará muchas dificultades, pudiendo responder al ritmo, la melodía y armonía, así como a los parámetros de la música. 22 Debido a la inseguridad que les produce un medio que no pueden percibir claramente, los sujetos con problemas de visión mostrarán, probablemente, cierta rigidez y limitación de movimientos, por lo que habrá de trabajarse (ejercicios que favorezcan la percepción de las relaciones espaciales, desplazamientos simples siguiendo itinerarios delimitados, movimientos sin desplazamiento como el balanceo, etc.). Serán muy útiles los ejercicios encaminados al desarrollo de la percepción auditiva, táctil y kinestésica, los ejercicios de ritmo y coordinación de movimientos, la exploración y práctica con instrumentos, las audiciones y viajes musicales, etc. Con respecto a los instrumentos musicales, no habrá limitaciones, aunque son particularmente interesantes los del método Orff. 23 5.3. MINUSVALÍAS FÍSICA Los minusválidos físicos son personas con una discapacidad que impide o limita su desenvolvimiento normal. Estas minusvalías están originadas por traumatismos y patologías diversas. La distrofia muscular se caracteriza por una disminución de la fuerza y volumen del músculo afectado. La espina bífida es una malformación congénita de la columna vertebral. Las personas con este problema no pueden mover los músculos de las piernas por falta de sensibilidad, tienen problemas de vejiga e intestino. En estos y otros muchos casos, la musicoterapia se emplea junto con el tratamiento médico y fisioterapéutico, procurando sensibles progresos a nivel de movimiento, aceptación de la enfermedad y sus síntomas, disminución de la ansiedad, relaciones interpersonales, mayor optimismo, motivación, autoestima y autorrealización. Dependiendo del grado de minusvalía, se utilizarán unas u otras técnicas: diálogo musical, viajes musicales, actividades plásticas con música, canto, juegos musicales, danzaterapia... En muchos casos, el estar en una silla de ruedas no les impide disfrutar de la danza, ya sea autoimpulsándose, o desplazándose en ella con la ayuda de alguien. 24 Especialmente atractivos para estas personas son los viajes musicales, a través de los cuales consiguen evadirse un poco de su problemática. Sólo se precisa la imaginación, y permiten polarizar la atención hacia temas ajenos a la enfermedad, algo que resulta esencial, pues a menudo estas personas tienden a la autocompasión, a encerrarse en sí mismas y en su problema, convirtiendo su vida en un todo monotemático. 5.4. RETRASO MENTAL La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el retraso mental como un «desarrollo general incompleto o insuficiente de la capacidad intelectual, que puede ser grave, medio o leve», estableciendo conforme al cociente intelectual cinco categorías: - Algo débil (80-90). - Subnormalidad leve o ligera (70-80). - Subnormalidad media o moderada (50-70). - Subnormalidad grave o severa (25-50). - Subnormalidad profunda (hasta 25). Por su parte, la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) lo define como una capacidad intelectual muy por debajo del promedio (un Cl de 70 o inferior). 25 En este caso, se distinguen cuatro niveles de gravedad que reflejan el grado de deterioro intelectual: -Leve (de 50-55 a 70). -Moderado (de 35-40 a 50-55). -Grave (de 20-25 a 35-40). -Profundo (por debajo de 20-25). Como vemos, existen sensibles diferencias entre la clasificación de la OMS y la APA, siendo bastante más estricta la primera. Al musicoterapeuta sólo le interesa conocerlas para orientarse y adaptar el tratamiento al grado de retraso presentado. Las personas con retraso mental se van a ver enormemente beneficiadas de la musicoterapia, y más concretamente de las sesiones en grupo, así como de técnicas como la improvisación y el diálogo musical, la danzaterapia, los viajes musicales y el canto. El grupo habrá de ser homogéneo y las sesiones de al menos una por semana, con una duración aproximada de 30-45 minutos. Algunos recomiendan comenzar cada sesión con un saludo de bienvenida muy simple, a lo que el niño deberá responder también cantando; continuar con una fase de identificación personal en la que se escribe la notación musical del nombre del niño para después cantarlo, tocarlo, etc., más tarde se hará una identificación temporal para acercar al niño a la realidad temporal (día de la semana, época del año...). 26 En la etapa central se darán los objetivos previstos para cada caso; y se realizará una última etapa, de despedida. Los sujetos con síndrome de Down son muy receptivos a la música. Disfrutan mucho con las canciones y audiciones musicales, sobretodo a las canciones alegres. El trabajo con instrumentos musicales en el caso de retrasados mentales puede exigir, dependiendo del nivel de deterioro mental, dos fases bien diferenciadas: una primera fase de contacto con los instrumentos, (fase exploratoria), y una segunda fase, de ejecución instrumental en grupo. Los instrumentos empleados podrán ser de muchos tipos, pero siempre adaptados a las limitaciones del sujeto. Son particularmente atractivos para ellos, los de percusión de sonido indeterminado (tambor, bombo, pandereta, maracas, caja china, etc.). 5.5 AUTISMO La OMS define al autismo como “un trastorno generalizado del desarrollo, definido por la presencia de un desarrollo alterado o anormal, que se manifiesta antes de los tres años y por un tipo característico de comportamiento anormal que afecta a la interacción social, a la comunicación y a la presencia de actividades repetitivas y restrictivas”. 27 La musicoterapia aplicada a niños que poseen este trastorno, será un elemento catártico y catalizador, la música favorecerá la libre expresión de sentimientos y emociones, posibilitando además un acceso inmediato al autista. El objeto de la musicoterapia con niños autistas va a consistir esencialmente en vencer las barreras y el aislamiento, penetrar en su mundo interior y abrir los canales de comunicación. Por esta razón, hay que interesarlos en la música sin que ésta se convierta en un refugio de autodisfrute personal que les lleve a encerrarse más sobre sí mismos. Según S.Poch, los niños autistas son muy sensibles al elemento armónico y captan extraordinariamente el ritmo. Es destacable como los niños autistas disfrutan mucho siendo la fuente generadora de ruidos. Las actividades y ejercicios que se pueden realizar con sujetos autistas son audiciones y diálogos musicales, el baile y la danza, la expresión corporal, ritmo y percusiones corporales, la técnica de identificación personal que consiste en asociar el nombre del niño con una melodía simple, dibujar con o sin música, los viajes musicales y las dramatizaciones con música. 28 Con respecto a los instrumentos musicales, los autistas se sienten especialmente atraídos por el arpa, la lira, la guitarra, el órgano y el piano; también por algunos de percusión como el xilófono y el metalófono. No deben faltar los de viento y percusión, ya que incorporan toda una serie de ventajas como son el control de la respiración, la atención sobre la zona oral y la liberación de tensiones y agresividad. 5.6 ESQUIZOFRENIA La esquizofrenia es una enfermedad mental, caracterizada por una pérdida de juicio de la realidad y una desorganización amplia de la personalidad, con imposibilidad de motivar conducta y establecer propositividad vital adecuada, debida probablemente a un defecto bioquímico o microestructural cerebral aún no bien aclarado. En la esquizofrenia se distinguen cinco tipos: catatónico, desorganizado, paranoide, indiferenciado y residual. La musicoterapia aplicada a esquizofrénicos crónicos tiene efectos muy positivos. Se orienta al establecimiento de una buena relación musicoterapeuta-sujeto y el establecimiento de un clima musical afectivo. Las técnicas más utilizadas son las audiciones musicales, la expresión verbal, escrita y plástica de las composiciones musicales, la improvisación y el diálogo musical, la danza, el canto, los viajes musicales y la lectura de poesías fáciles con música de fondo. 29 5.7 TRANSTORNOS DEL LENGUAJE Los trastornos del leguaje se dividen en: Defectos lingüísticos, como entender mal, equivocarse al hablar, etc. Trastornos de debilidad parcial. Estrategias ineficaces para la superación de dificultades. Alteraciones psicóticas como la disfasia, la ecolalia, la catafasia, etc. Trastorno oligofrénico de lenguaje (dislogía). Desde el punto de visto de la musicoterapia, los trastornos del lenguaje presentan bastantes posibilidades de recuperación o mejora. Algunas de las actividades rítmico-musicales propuestas son los juegos con parámetros musicales, la realización de prosodias, cuentos musicales, poesías y retahílas, adivinanzas, ejercicios rítmicos-musicales, juegos en eco, discriminación de sonidos y ruidos, etc. 30 Aplicaciones a distintos trastornos del lenguaje: - La musicoterapia aplicada a sujetos tartamudos, va a hacer especial hincapié en ritmo, el canto y las audiciones musicales con fines de relajación. - Con la dislalia resultan útiles los ejercicios rítmicos, prosódicos y las canciones. - En la musicoterapia con afásicos resultan muy adecuadas canciones simples y de tempo más bien lento. - Con sujetos disléxicos, la aportación de la musicoterapia va a consistir fundamentalmente en ejercicios encaminados a la organización espacio-temporal, la práctica rítmica y la integración del esquema corporal (actividades relacionadas con la danza y el movimiento en general, manipulación y práctica instrumental, canciones diversas, ejercicios de ritmo y grafomotricidad, cuentos musicales, etc.) 31 5.8 OTRAS APLICACIONES La musicoterapia, además de para educación especial, se utiliza para otros muchos tipos de casos, entre los que se encuentran: o Musicoterapia aplicada al parto. o Musicoterapia aplicada a la anorexia y la bulimia. o Musicoterapia aplicada al alcoholismo y toxicomanía. o Musicoterapia aplicada a las relaciones de pareja. o Musicoterapia aplicada a los trastornos de ansiedad. o Musicoterapia aplicada a los trastornos del estado de ánimo. o Musicoterapia aplicada a la odontología. o Musicoterapia aplicada a pacientes terminales. 32 6. ESCENARIO A lo largo de los años la musicoterapia ha ido conquistando nuevos escenarios desde los que poner en práctica sus aportaciones. Existe la musicoterapia curativa y la preventiva. Afortunadamente y pese a su juventud la musicoterapia está ya bastante extendida. 6.1. LA MUSICOTERAPIA EN CENTROS DE EDUCACIÓN ESPECIAL Según Platón: “la música es parte principal de la educación, porque se introduce desde el primer momento en el alma del niño y le familiariza con la belleza y la virtud”. En los centros de educación especial nos vamos a encontrar con niños con todo tipo de problemas, asistidos por profesores de música perfectamente capacitados. Estos formarán parte de un equipo multiprofesional, y se encargarán de asesorar a profesores y padres. Trabajar con estos niños va a exigir del musicoterapeuta un gran dominio de si mismo y una buena disposición anímica, pues la labor con todos estos niños resulta fascinante pero dura. Tendrá que mostrar autoridad pero solo en la medida de mantener la disciplina y procurará que haya un clima cordial y distendido. 33 Otras consideraciones importantes son: buscar la motivación del niño, actuar gradualmente, observar su reacción y participación, evitar la monotonía, los ejercicios complejos y todo aquello que pueda causar tensiones, angustia, frustración…Es esencial también establecer una programación de base bien estructurada, continua, y fundada en la teoría del aprendizaje y el desarrollo del niño. Los objetivos de la musicoterapia en educación especial se podrían agrupar en: - psicofisiológicos: desarrollo psicomotor, sensorial… - afectivo-emocionales: expresión emocional… - de personalidad: autoestima, confianza… - cognitivos: atención, memoria… - sociales: relaciones interpersonales, integración social, escolar… Los resultados permiten concluir una muy notable mejoría en las áreas afectadas, incremento del rendimiento, la motricidad, el lenguaje, hábitos… Entre las actividades más frecuentes utilizadas con estos niños están: las audiciones musicales, la improvisación y el diálogo musical, interpretación de canciones, percusión corporal, danza de libre expresión… 34 Entre los instrumentos se emplean mucho: la pandereta, el tambor, el triángulo, los platillos, la caja china, los cascabeles, las maracas, el piano, la guitarra, la flauta, etc. Sin embargo, siempre habrán de estar adaptados a la problemática particular del pequeño. 35 7. CONCLUSIONES Las preguntas que nos planteábamos al comienzo del trabajo creemos que han sido aclaradas durante el desarrollo del mismo. Ahora tenemos una visión más clara del tema: - Tiene más importancia de la que nosotras le dábamos. - No son simplemente técnicas de relajación, sino una terapia utilizada principalmente con personas con alguna discapacidad para potenciar el desarrollo de sus capacidades físicas, mentales y emocionales. - La gran mayoría de personas que imparten musicoterapia son músicos o profesores de educación musical que se preparan sus propias clases buscando información en distintas fuentes. - Quizá en España haya musicoterapeutas titulados pero, según nuestras fuentes de información, han tenido que hacerlo en el extranjero. Hemos disfrutado y aprendido mucho en la realización del trabajo, principalmente en las sesiones prácticas que hemos vivenciado ya que “UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS”. 36 BIBLIOGRAFÍA - ALVIN, J. (1984): Musicoterapia. Paidós Ibérica, S.A., Barcelona. - ARGUEDA, Mª. F. (1985): Musicoterapia aplicada al niño deficiente. Servicio de publicaciones de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba, Córdoba. - BENENZON, R. y YEPES, A. (1972): Musicoterapia en psiquiatría, metodología y técnicas. BARRI Editorial, Com., Ind., S.R.L., Buenos Aires - Rep. Argentina. - BENENZON, R. (1981): Manual de musicoterapia. Paidós Ibérica, S.A., Barcelona. - DUCORNEAU, G. (1988): Musicoterapia. La comunicación musical: su función y sus métodos en musicoterapía y reeducación. EDAF, S.A., Madrid. - RODRIGO, Mª.S. (2000): Musicoterapia. Terapia de la música y sonido. MUSICALIS, S.A., Madrid. - THAYER, E. y otros (1982): Tratado de musicoterapia. Paidós Ibérica, S.A., Barcelona. 37